Ekins, R. - Cátedras - Universidad de Buenos Aires

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Universidad de Buenos Aires
Fac. de Ciencias Sociales - Sociología
Cátedra Errandonea- Modalidad Infesta Domínguez
Metodología y Técnicas de la Investigación Social III
Traducción Valeria Dabeningno
Realizada en 2000
Ekins, Richard (1998) Male Femaling: a grounded theory approach to
cross-dressing and sex-changing. Ed. Routledge, Inglaterra.
Presentación, Prefacio, Prólogo y Capítulo 4
PRESENTACION
El glamour de la moda de transvestirse es el epitome del estilo de los ’90, pero el
significado de “transvestirse” y de “transexuarse” va mucho más allá de los anales de la
moda. Ekins detalla vívidamente los deseos más íntimos y variadas prácticas de hombres
que usan ropas de mujeres por el placer que les da[cross-dressers], o que desean
cambiar de sexo y están activamente actuando para ello [sex changers].
Este libro único y fascinante transforma un área de estudio previamente dominada por
modelos clínicos en una mirada sobre el travestismo y transexualismo como un proceso
social altamente variable. Dando procedencia a la naturaleza social y emergente del
fenómeno del travestimo y transexualismo, el libro muestra las distintas faces de la
carreras de “feminización” [femaling] del hombre que se feminiza, desde “comenzar a
feminizarse” hasta la “consolidar la feminización”. Basado en diecisiete años de trabajo de
campo, en historias de vida, en análisis cualitativo, en trabajo de archivo y contacto con
varios miles de tranvestis y gente que cambió de sexo, el libro desarrolla meticulosamente
y sistemáticamente una teoría de la “feminización de los hombres” [male-femaling] que
tiene como principales ramas tanto los campos del transvestismo y transexualimo como,
más generalmente, el análisis del sexo y el género.
“Male-femaling 1 ” otorga a las teorías sociales y culturales un vivido estudio de caso para
la generación de nueva teoría. Los psicólogos sociales y sociólogos interesados en
entender como la teoría fundamentada se aplica a un estudio de caso particular van a
estar recompensados. Podrá ser una lectura fundamental para los que realizan estudios
de género y buscan explorar las relaciones entre sexualidad, sexo y género desde el
punto de vista de los informantes.
PREFACIO
Las encuestas y formularios oficiales siempre parecen incluir preguntas sobre la identidad
personal que no tienen ningún sentido 'Por favor, marque la respuesta correcta: Raza
(Blanca, Negra, Amarilla), Sexo (Varón, Mujer), etc.'. Así, reducen la raza a una de tres o
cuatro opciones! ¿Qué pasa si usted nació en Hawai, con un padre hispano-filipino y una
madre japonesa-china, cada uno de los cuales a su vez cuales tiene varias
combinaciones de padres? Los cuerpos de los “negros” americanos se constituyen de
cantidades indeterminadas de blancura, pero les piden que lo ignoren al llenar un
cuestionario. Y lo mismo en cuanto al sexo: la asunción aquí es que somos varones o
mujeres, que todas las formas de vida, incluso la humana, se reducen sólo a esas dos
clases de seres. La vida no es tan simple sino, por el contrario, inmensamente compleja.
1
Male-Femaling es el título del libro, que hemos traducido como feminización de los hombres. Los
que practican “male-femaling” se denominan “male-femalers”, término que ha sido traducido como
hombres que se feminizan.
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Cátedra Errandonea- Modalidad Infesta Domínguez
Metodología y Técnicas de la Investigación Social III
Traducción Valeria Dabeningno
Realizada en 2000
Hay que saber cómo las complicadas temáticas sexuales son tomadas en la experiencia y
en la investigación cuidadosa.
Una de las virtudes de este relato sistemáticamente y bellamente escrito sobre lo que
normalmente se denomina hombres “travestis” o “transexuales” es que está basado en
una investigación meticulosa, hecha por alguien que ha pasado muchos años en contacto
cercano con las personas que ha estudiado. En lugar de confiar en métodos de
investigación “distantes”, Richard Ekins ha usado una combinación de métodos que lo han
conducido a contactos cercanos y muy variados con lo que él escribe aquí. Él no ha
usado sólo entrevistas y documentos, sino que hizo observaciones cercanas en un
muchos sitios que le brindaron los datos para sus análisis.
Uno de las grandes virtudes del libro es el carácter “vívido” de esos datos, algunos de los
cuales usa como ilustraciones de los comentarios analíticos y otros que proporcionan
datos extensos o focalizados que permiten un análisis directo. Ninguna de esas
interpretaciones expresan opiniones morales, condenando o exaltando el comportamiento
demasiado humano sobre el cual escribe. Inevitablemente avanzará la lectura de este
libro, cualquiera sean sus reacciones, con una apreciación sobre las formas enormemente
variadas de acción que la vida humanas asume. De acuerdo o no, Ekins está diciendo
que ésa es la forma de ser del mundo, que intenta describir y entender.
Su modo de presentación consiste en extensas descripciones de situaciones, de citas
cortas y extendidas, de historias de caso más largas que se parecen menos a 'casos’ que
a historias de vida, y de interpretaciones analíticas de estos materiales etnográficos y
documentales. Las interpretaciones están guiadas por “metodología de la teoría
fundamentada” que está siendo cada vez más usada por los científicos sociales que
investigación cualitativa. La metodología enfatiza la construcción sistemática de las
interpretaciones en la interacción cercana entre el investigador y los datos que éste
recolecta, en lugar de estar demasiado guiado o de hecho, “encorsetado” por las teorías
anteriores.
Para Ekins la metodología funciona muy bien, partiendo de que las personas a quienes él
ha estudiado muy raramente habían sido estudiadas por alguien que estuviese en un
contacto tan cercano con ellos ni participase (en su caso, como un observador
privilegiado) en tantos de sus mundos sociales (“mundos sociales” son uno de sus
conceptos más relevantes).
Entre las conceptualizaciones ordenadoras claves de Ekins está “la feminización de los
hombres”, un proceso que él despliega en una serie de pasos desde comenzar a ser
conciente hasta consolidar una identidad. Estos pasos son 'tipos Ideales”, porque no
todos los atraviesan en su totalidad, ni son irreversibles. Las personas pueden iniciarse en
el travestismo, pero pueden dejar esta práctica, totalmente o en parte; tampoco todos
tenemos la misma carrera sexual. Más aún, lo que más contribuye a la comprensión de la
variedad de respuestas e identidades es cuál de las siguientes tres cuestiones (o su
combinaciones) es la más importante. La primera es la cuestión del sexo (es decir, el
cuerpo mismo). La segunda es la sexualidad (es decir, sentimientos y respuestas
genitales). La tercera, es el género (es decir, el acompañamiento social y cultural, como la
vestimenta, postura, gestos y estilos del discurso). Los hombres pueden tener respuestas
sexuales femeninas pero pueden ser indiferentes a los estilos femeninos o al cambio de
su “equipo” sexual. O el énfasis puede estar en el género pero no en el cuerpo o la
sexualidad; o en combinaciones -y no para siempre, sino de manera variable. Todos esto
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está vinculado al desarrollo de identidades asociadas y “yoes”, en un análisis social y
psicológico sofisticado y sistemático.
Además hay observaciones de Ekins sobre los diagnósticos médicos e interpretaciones,
con una postura crítica que no es sarcástica o ni censuradora. Simplemente está
interesado en observar cómo ellos son y por qué, y sus diferencias con otros hombres
“convencionales”, y demás consecuencias para el tratamiento médico y la opinión pública.
Sobre esta última Ekins es más abiertamente crítico, no sólo por su carácter demasiado
simplista sino por su incesante negativa. (En este punto muestra indignación moral al
tratar de entender por qué existe).
Como un rasgo adicional, Ekins hace varias sugerencias para futuras investigaciones.
Esto sugiere, también, que su esquema teórico podría también ser usado para estudiar
aspectos de la [más convencional] vida heterosexual, desde que ellos también pueden
verse como teniendo perspectivas no tan inmutables sobre el cuerpo, la sexualidad y el
género – cualquiera sea su conducta sexual real o su elección de objetos sexuales. No a
propósito, hay otras implicaciones en el trabajo de Ekins para el estudio del cuerpo
humano, un tema del que se han dicho muchas palabras, no todas correctas o profundas,
en la ultima década por parte de psicólogos y otros estudiosos del comportamiento.
En fin, este libro ha sido muy estimulante.
Anselm Strauss
Profesor Emérito de Sociología de la Universidad de California, Francisco,
22 Diciembre de 1995.
PROLOGO
“Cuando te encuentras con un ser humano la primera distinción que haces es ¿hombre o
mujer? y estás acostumbrado a hacer esa distinción con una certeza absoluta” escribió S.
Freud (1933: 113). Este libro es sobre hombres que nos hacen dudar. Es el resultado de
17 años de investigación sociológica y de psicología social con hombres que usan ropas
del sexo opuesto por el placer que les causa (travestis o cross-dressing) o bien desean
cambiar de sexo y están haciendo algo al respecto (transexuales o sex-changers).
Mi trabajo de campo inicial se desarrolló durante periodos de investigación en las
ciudades británicas más grandes entre 1979 y 1985 –algunas veces como participante
casual, otras como un observador manifiesto.
Durante este periodo logré acceder a los principales entornos subculturales –bares y
clubes de travestis, fiestas travestis privadas y contactos con revistas y redes eróticas a lo
largo del Reino Unido. Un período más avanzado de trabajo de campo siguió entre 1993 y
1995. Desde 1984 me focalicé en el trabajo con historias de vida con informantes
seleccionados. Desde 1986, la investigación ha tenido un empuje notable a nivel
internacional. Desde esa fecha he dirigido el Archivo Transexual en la Universidad de
Ulster en Irlanda del Norte. Este archivo es sostenido por las principales organizaciones
de travestis y transexuales del mundo (Reino Unido, Noroeste de Europa, USA, Australia,
Nueva Zelanda y Sudáfrica). Contiene una colección comprensiva de material sobre
travestismo y transexualismo, y es la primera colección pública de su tipo en el mundo
(Ekins, 1988; 1989ª; 1990b). Más aún, como Director del Archivo, tuve acceso a una
masa de material invaluable no publicado.
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En ese período de 17 años, he observado miles de travestis y hombres que cambian de
sexo; muchos cientos fueron mis informantes, muchas veintenas fueron seguidas durante
años y acompañados en un rango de entornos –en su casa, en clínicas, en el trabajo, en
su tiempo libre; y varias docenas se tornaron en los sujetos de detalladas historias de vida
que aún continúa. En todos los escenarios discutí mis pensamientos en desarrollo con
informantes elegidos y apliqué mis ideas en desarrollo en un rango amplio de entornos.
Primero hice un mapeo científico, de las subculturas, de las conceptualizaciones y teorías
sobre los travestis y los transexuales y sus interrelaciones desde el punto de vista de la
sociología del conocimiento vista principalmente desde el interaccionismo simbólico
(Curtis y Petras 1970; Blumer 1969; Ekins 1978). Me focalicé entonces en el individuo y la
participación grupal en los mundos sociales (Strauss 1978; 1982; 1993; Unruh 1979;
1980) de los travestis y los que cambian de sexo. La masa de observaciones fue
ordenada según los términos de la teoría fundamentada, que es el descubrimiento de
teorías desde los datos sistemáticamente obtenidos y analizados en la investigación
social, siguiendo la metodología básica de Glaser y Strauss (1967b), extendida en Glaser
(1978), Bigus, Hadden y Glaser (1982) y Strauss (1987), y clarificada en Strauss y Corbin
(1990) y Glaser (1992).
En un par de años de recolección de datos, simultánea a la codificación y análisis, he
generado la categoría central [core category] “feminización de los hombres” [malefemaling]. No mucho después, emergió como el principal proceso social investigado. Fue
penetrante y fundamental. Se convirtió en un patrón que se mantuvo con el tiempo y
siguió mas allá de la variabilidad del lugar. De ahí que lo encuentro crecientemente
iluminador para conceptualizar los varones travestis y transexuales así como a los
hombres que se feminizan de varias formas, en varios contextos, en varios momentos,
con varias representaciones y con varias consecuencias. El énfasis debería ponerse en
tipificar el comportamiento, no las personas (Glaser, 1978: 69). En particular, esta
reconceptualización mostró el respeto debido a la naturaleza ambigua, ambivalente, multicontextual, multi-dimensional y emergente del travestimo y transexualismo. El próximo
paso consistía en delinear las tres maneras de “feminización de los hombres”: la
“feminización” del cuerpo, la “feminización” erótica y la “feminización” del género, y la
exploración de sus interrelaciones en términos de las variadas facetas del sexo, la
sexualidad y el género que emergieron de los datos.
Para que un proceso social básico sea auténticamente procesual debe tener un mínimo
requerimiento de desarrollo del proceso en una serie de fases claras y emergentes, las
cuales deberían diferenciar y dar cuenta de las variaciones en los patrones de conducta
problemáticos (Glaser, 1978: 97). Encontré que las fases de la carrera de los hombres
que se feminizan se desarrolla en cinco etapas: 'empezar a feminizarse', 'fantasear con
feminizarse', 'actuar la feminización', 'constituir la feminización' y 'consolidar la
feminización'. En los términos la teoría fundamentada estas etapas son estadios in vivo,
es decir, percibidos por las personas involucradas, pero demarcados por el sociólogo por
razones teóricas (Glaser 1978: 98). Esto me llevó a construir una carrera típico-ideal
dentro de la cual se utilizó 'el método de la comparación constante” (Glaser y Strauss,
1967b - 101-15) para explorar las interrelaciones entre los tres formas de convertirse en
mujer y las interrelaciones entre el sexo, sexualidad y género mientras se desarrollaban
con el tiempo en biografías individuales.
Este libro debería ser de interés para un número de lectores variado. Los psicólogos
sociales y sociólogos interesados en ver cómo la teoría fundamentada se aplica a un
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estudio de caso particular estarán satisfechos. Los sexólogos también podrían encontrar
atractivo este enfoque. Más aún, podría ser valioso para los estudiantes, de distintas
disciplinas, porque expone por primera vez, las interrelaciones entre sexo, sexualidad y
género desde el punto de vista del informante. Este enfoque se enmarca en un periodo en
el cual el trabajo etnográfico nuevamente está volviendo a ser popular en las Ciencias
Sociales. Más ambiciosamente, la reconceptualización teórica del libro en el tema de la
“feminización de los hombres” otorga a los investigadores de género, sexo y sexualidad
un esquema conceptual original para desarrollar sus propias teorías e investigaciones
dentro y fuera del área de la “feminización de los hombres”. Finalmente, los propios
travestis y transexuales podrían encontrarlo interesante, porque estos detalles descriptos
no estaban disponibles por fuera de la literatura médico-psiquiátrica, que previamente
habían estudiado el tema desde un punto de vista muy diferente –hostil a los hombres que
se convertían en mujeres, y que no les interesaba a la mayoría de ellos.
La teoría fundamentada es un método de investigación que requiere un acercamiento
íntimo al área de estudio, pero que lleva esa apreciación íntima a los términos del análisis
teórico. Consecuentemente, la teoría fundamentada es leída por sus “descubrimientos” o
por su teoría, sin resistir al hecho que los que trabajan desde la teoría fundamentada se
ven ellos mismos como escribiendo teoría de la mano de datos que dan cuenta de esa
teoría (Strauss 1987: 217)
Más aún, asume el punto de vista post-positivista que la teoría emerge en la interacción
entre el investigador y el dato y que los teóricos de la teoría fundamentada deben ser
explícitos sobre su punto de vista ontológico y epistemológico. Debe reconocerse, de
todas maneras, que detallar esta postura -arraigada en el interaccionismo simbólico, la
doble hermenéutica y la teoría de la estructuración- es probablemente de menor interés
para la comunidad transexual, para los sexólogos y para los que escriben sobre estudios
culturales, que se interesan en teorizar sobre las identidades de transexuales pero desde
una postura distinta (Whittle, 1996)
(...)
En el mundo académico está de moda que el investigador clarifique sus relaciones –
especialmente sexuales- con sus informantes (Kulick y Wilson, 1995). Mi posición en esto
sigue a Warreen (1977). Escribiendo sobre el pacto de investigación y de investigar el
mundo secreto y estigmatizado de los gays en los ‘70 argumentó:
“Los investigadores no pueden elegir y actuar un rol, desde que otros los ubican en una
variedad de roles. Entrar a los entornos públicos de gays es fácil, entrar dentro de mundos
más privados depende del establecimiento de relaciones interpersonales. El principal
contrato en la investigación en las relaciones informales es el mismo que existe en la vida
cotidiana: un mutuo intercambios de interés e interacción”
En el curso de este intercambio he ganado la confianza de la comunidad transexual.
Confío en que el libro me permitirá mantener esa confianza y desarrollar un mejor
intercambio mutuo.
El travestismo y transexualismo producen en muchas personas una mezcla generalizada
y difícil entre la fascinación y la repulsión. Considero este problema en el Capítulo 1 (...).
En particular, el capítulo introduce la preocupación del libro para explorar las
interrelaciones entre las facetas caras públicas y privadas del travestismo y
transexualismo en términos de tres problemas principales: la interrelación entre el sexo, la
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sexualidad y el género; entre el yo, la identidad y el mundo; y entre las formulaciones de
diferentes expertos, miembros y legos.
La literatura académica sobre travestismo y transexualismo es grande (Denny 1994). La
mayor parte de esta literatura declara su obediencia a la ciencia positivista y continua
trabajando dentro de lo que Gagnon y Parker (1995: 3) llaman 'el periodo sexológico de
1890-1980'. Así, se ignora la crisis epistemológica que ha tenido lugar en las ciencias
humanas en el último par de décadas - un tiempo de cambio del paradigma donde
proclamar un conocimiento positivista se ha vuelto problemático. Sin embargo, ésta no es
la toda la historia. Del paper clásico de Garfinkel, 'Passing and the managed achievement
of sex status in an intersexed person' (1967), hacia adelante, hay poca literatura sobre
travestismo y transexualismo que se haya enfrentado de distintas maneras a la crisis. El
Capítulo 2 considera estas literaturas del punto de vista de teoría fundamentada.
La teoría fundamentada se ha interesado en la crisis epistemológica (Charmaz 1995). De
hecho, sus fundadores, Glaser y Strauss, están en discordancia profunda sobre el tema.
Glaser “parece tomar la posición extrema que la teoría surgirá al trabajar con los datos,
mientras la realidad está ahí afuera y usted trabaja para abordarla” (Strauss, 1995).
Strauss, por otro lado, toma 'el clásico Pragmatismo metafísico y la posición
epistemológica sobre la “realidad” y la “verdad”.... la teoría emergente 'emerge' en la
interacción entre el investigador y los datos (llega a nosotros por varios caminos,
incluyendo nuestros propios esfuerzos)' (ibid. 1995). Yo sigo a Strauss aquí, y en el
Capítulo 3 intento dar mi propia respuesta particular a la crisis. El Capítulo 4 puede
tomarse como una extensión del Capítulo 3. Describo el enfoque para el estudio con
referencia a la reconceptualización del tema de investigación en términos de la
'feminización de los hombres', y sus modos, facetas y variaciones. La 'feminización de los
hombres' es un proceso social básico. Necesita ser puestos dentro de la estructura social
si queremos entender y explicar las múltiples maneras en las que los hombres que se
feminizan procesan los problemas derivados de su compromiso con una conducta
comúnmente vista como desviada en las sociedades Occidentales contemporáneas.
Pienso que el “contexto de concientización encubierta” es la unidad socio estructural con
la que este proceso de hombres que se convierten en mujeres puede entenderse mejor.
El Capítulo 4 desenvuelve esta unidad estructural social con referencia a varios ejemplos
ilustrativos. Luego, plantea las cinco fases típico-ideales 2 del proceso de convertirse en
mujeres que forman la base y el principio organizativo de los capítulos que siguen en
Parte 3.
(...)
A veces se dice que el uso del concepto de carrera impone mucho orden a las vidas que,
tanto a los outsiders como aquellos que las vivieron, pueden aparecer en un 'estado más
desconcertado y caótico' (Rey 1993: 160-1). El lector debe recordar, sin embargo, que las
fases no remiten a secuencias fijas y etapas a través de las cuales los hombres que se
feminizan se mueven desde el compromiso menos serio en feminizarse de la manera
sugerida por la carrera de los desviados (Lemert 1972: 79). Más bien, es la minoría la que
recorre todas las fases de la feminización de los hombres la fase final de 'consolidación'.
La mayoría recorrerá circularmente partes de las fases una vez y otra. Ellos pueden
detenerse en puntos diferentes, y para periodos diferentes, en ocasiones diferentes.
2
NT: Cada fase de la carrera se desarrolla entre los capítulos 5 al 9.
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Finalmente, en una conclusión corta, resumo los temas interrelacionados del libro,
marcando la importancia contemporánea de la “feminización de los hombres” y haciendo
varias sugerencias para investigaciones futuras sobre el área. En particular, los hombres
que se feminizan son vistos como un recurso particularmente fructífero para los
psicólogos sociales y sociólogos del sexo, sexualidad y género que buscan fundamentos
más firmes para su trabajo. Termino con una pregunta provocativa: ¿hasta qué punto se
ha reforzado nuestra comprensión y explicación del comportamiento de todos los varones
y mujeres mediante al utilización del esquema conceptual propuesto en este estudio?
(...)
Por último, escribir sobre hombres que se feminizan plantea problemas particulares
acerca del uso los de pronombres personales. Poner citas con 'ella', cuando nos referimos
a estos hombres que se convierten en mujeres, es ofensivo para muchos travestis y
transexuales. A lo largo de este libro, he usado pronombres femeninos para referirme a
las identidades femeninas de los hombres que se convierten en mujeres, excepto en esos
casos raros donde él mismo ha sugerido específicamente que es más auténtico en su
caso sólo referirse a su identidad de varón. Los nombres femeninos (adoptados por los
que se convierten en mujeres) han sido cambiados para conservar el anonimato.
Capítulo 4
LA FEMINIZACION DE LOS HOMBRES, LOS CONTEXTOS DE CONCIENTIZACION
ENCUBIERTA Y LA METODOLOGÍA DE LA TEORÍA FUNDAMENTADA
Este capítulo final de la Parte 2 voy a describir el uso particular que este estudio hace de
la metodología de la teoría fundamentada y proveer el enfoque para el trabajo más
detallado con la teoría fundamentada que sigue en la parte 3. También se introduce el
proceso social básico de la feminización de los hombres y sub-procesos involucrados –
tales como 'exhibición', 'revelación', 'el pasar por’ 3 , ‘interpretación’ y 'simulación'. lntroduce
la unidad socioestructural del 'contexto de concientización encubierta’ y detalla su
importancia como proceso socioestructural ‘cuasi central’ dentro del cual se desarrolla la
feminización de los hombres. Los sub-tipos de contextos de concientización encubierta –
tales como 'privado', 'cerrado', 'abierto', 'sospechoso' y 'simulado' de contextos de
concientización enmascarado- se explican con varios ejemplos ilustrativos. Finalmente, el
capítulo retorna al proceso social básico de la feminización de los hombres y delinea sus
principales modos antes de introducir la fase típico ideal de la carrera de feminización de
los hombres que forma el principio organizativo de los capítulos subsiguientes.
LA METODOLOGÍA DE LA TEORÍA FUNDAMENTADA
La teoría fundamentada es una metodología para la recolección, codificación y análisis
simultáneo de los datos. Es una metodología sobre la que se ha escrito ampliamente,
aunque se la ha usado bastante menos. La metodología fue originalmente desarrollada
por Glaser y Strauss (1967b), antes de ampliarse en direcciones bastante diferentes, por
Glaser (1978) y por Strauss (1987). Strauss y Corbin (1990) desarrollaron procedimientos
detallados a seguir por quienes utilizan la teoría fundamentada. Glaser (1992) detalló
cómo Strauss y Corbin (1990) se distanciaron de los principios fundamentales de la teoría
3
NT: Entendemos que el término “passing” se refiere a desempeñar una actuación eficaz, que
resulta cuando el hombre logra “pasar por una mujer”.
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fundamentada. Glaser publicó entonces tres recopilaciones de materiales previamente
publicados e inéditos con el objetivo de volver a ubicar a los teóricos de la teoría
fundamentada en la línea más tradicional (Glaser 1993; 1994; 1995). En esencia, su
argumento era que Strauss y Corbin habían llevado al método al área de 'una descripción
forzada, total y conceptual’, como opuesta a la teoría fundamentada emergente.
Es indudablemente el caso de muchos escritores que usaron el nombre de la teoría
fundamentada con el principal propósito de legitimar sus estudios cualitativos. Muchos no
hicieron esfuerzo alguno por seguir los procedimientos de la teoría fundamentada, ni en
la variante de Strauss y Corbin, ni en la de Glaser. Otros escritores encuentran adecuado
a sus propósitos usar la teoría fundamentada para el desarrollo del taxonomías, para el
desarrollo conceptual focalizado y para los 'ciclos de interpretación' (Henwood y Pidgeon
1995), o otros usos abreviados del método. Pocos escritores han escrito monografías como opuestas a papers cortos- usando la metodología de la teoría fundamentada con la
misma profundidad y rigor de Glaser y Strauss.
Inevitablemente, quizás, cada investigador que adopta el enfoque es probable que
desarrolle su propia variación de esta técnica (Charmaz 1983). Mi propio enfoque está
más influenciado por Glaser (1978). En ese libro, Glaser enfatiza el hecho que 'La meta
de la teoría fundamentada es generar una teoría que de cuenta de un patrón del
comportamiento relevante y problemático para aquellos involucrados en él. La meta no es
lograr una descripción voluminosa ni una verificación inteligente’ (Glaser 1978: 93).
Glaser delinea cómo el investigador genera códigos sustantivos desde los datos que
conceptualizan la naturaleza empírica del área de investigación; de qué manera el/ella
genera así códigos teóricos para conceptualizar cómo los códigos sustantivos pueden
estar relacionados unos con otros como hipótesis a ser integradas en la teoría (Glaser
1978. - 55); y cómo ambos son entonces subsumidos bajo un número pequeño de
categorías centrales [core categories] que tienen el más mayor poder explicativo.
Para Glaser resulta de particular importancia el valor de los códigos y categorías de
conceptualización en términos de lo que él llama 'procesos sociales básicos’ - un
concepto más ampliamente desarrollado en Bigus, Hadden y Glaser (1982). Los procesos
sociales básicos son aquellos procesos sociales recurrentes, penetrantes, fundamentales
y que se manifiestan en distintas fases en el tema de investigación permitiendo el mayor
sostén explicativo que pueda obtenerse de los datos (Glaser 1978: 93-115). El proceso
social básico en el tema de investigación es el que continuamente resuelve la principal
preocupación de los sujetos estudiados. Para acceder a ello, el investigador se hace la
pregunta: ¿cuál es la principal preocupación o problema de la gente en una determinada
área substantiva y qué explica la mayor parte de las variaciones al procesar ese
problema?
LA FEMINIZACIÓN DE LOS HOMBRES COMO PROCESO SOCIAL BÁSICO
Después de un par de años de recolección, codificación y análisis simultáneo de datos,
encontré crecientemente útil conceptualizar a los hombres travestidos y transexuales en
términos de la feminización de esos hombres vista como proceso social básico. Los
hombres travestidos y transexuales son genéticamente varones que se ‘feminizan’ de
varias maneras, adoptando de forma variable lo que consideran son los pensamientos,
sentimientos, actitudes, comportamientos, aptitudes y atributos de lo genéticamente
femenino.
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Encuentro que los sub-procesos de ‘exhibición’, 'revelación', 'el pasar por ’, ‘interpretación’
y 'simulación' dan cuenta de las variantes en el procesamiento de las principales
cuestiones que le conciernen. Los hombres que se feminizan desean 'exhibir' su
feminización. Cuando lo hacen, se están 'exhibiendo' –una de las variables cuasicentrales del proceso de feminización de los hombres. Al hacerlo, enfrentan un rango de
problemas que procesarán de diferentes maneras que dependen de una amplia variedad
de causas, condiciones, contextos, contingencias y consecuencias. Aquellos 'hombres
que se feminizan' que desean exhibirse todo el tiempo y en todos los contextos como
mujeres y nunca desean revelar identidades masculinas tienen problemas específicos.
Otros pueden desear revelar aspectos de su identidad en algunos entornos escenas y no
en otros. Esta ‘revelación’ tendrá muchas propiedades -puede por caso, ser voluntaria o
involuntaria. Cuando un interactuante no sospecha que el/ella se enfrenta con un hombre
que se feminiza, el sub-proceso es el de 'el pasar por '. Cuando detecta que se está
enfrentando con un hombre que se feminiza, el sub-proceso es el de ‘interpretación’. En
algunas ocasiones el hombre que se feminiza se ‘interpreta’ como tal, pero el
interactuante puede simular que la ‘interpretación’ no ha tenido lugar -el sub-proceso es el
de 'simulación’. Focalizando la feminización de los hombres como proceso social en lugar
de considerar a los individuos o tipos de hombre que se feminizan tiene varias ventajas.
Permite el debido respeto a la naturaleza procesual y emergente del fenómeno del
travestismo y transexualismo. Facilita la generación de categorías que resaltan distintas
facetas del travestismo y transexualismo que hasta el momento no se han estudiado. Ello
permite que las categorías existentes en el campo sean estudiadas como un “tema” en
lugar de utilizarse como un “recurso”. Finalmente, posibilita la construcción de un
esquema para examinar rigurosamente las distintas y cambiantes interrelaciones entre
sexo, sexualidad y género que se presentan de forma tan prominente en el campo.
La teoría fundamentada puede usarse para generar teoría formal o substantiva. La teoría
substantiva se desarrolla para un área substantiva o empírica de indagación sociológica.
La teoría formal se desarrolla para un área conceptual o formal de indagación sociológica.
Este estudio se centra en la teoría substantiva que ha sido desarrollada en el área
empírica de los hombres travestis y transexuales. Por consiguiente, es una contribución al
desarrollo de la teoría fundamentada substantiva. Si bien sería posible construir bajo este
esquema y ‘descubrimientos’ teorías substantivas de la 'feminización' o de la
'masculinización', este estudio no lo hace. Por esta razón, el proceso social básico
investigado debe verse como 'feminización de los hombres' más que como 'feminización'
en general.
FEMINIZACION DE LOS HOMBRES, ESTRUCTURA SOCIAL Y CONTEXTOS DE
CONCIENTIZACIÓN ENCUBIERTA
Un estudio sociológico de la feminización de los hombres no puede dejar de lado que en
las sociedades Occidentales contemporáneas el travestismo y el transexualismo se ven
normalmente como desviados -es decir, que caen fuera del rango de lo que la mayoría de
nosotros considera una experiencia ‘normal'. Así, cargan con una perspectiva de estigma
y control social; de culpa; y de reacción negativa por parte de los otros (Rey 1995). En
consecuencia, el hombre que se feminiza enfrenta problemas particulares que derivan de
esa desviación: problemas que bordean la legitimidad, el secreto, el acceso y la identidad
(Plummer 1984).
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Cátedra Errandonea- Modalidad Infesta Domínguez
Metodología y Técnicas de la Investigación Social III
Traducción Valeria Dabeningno
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Todos estos problemas derivan de las limitaciones [constraints] de la estructura social. El
teórico que trabaja en el área del travestismo y el transexualismo encuentra rápidamente
cuan penetrante son estos temas. Es posible focalizarse en los procesos
sociopsicológicos y asumir procesos socioestructurales sin formularlos claramente como
un proceso - o simplemente tratar los procesos socioestructurales como una serie
cambiante de condiciones estructurales -. La mayoría de los estudios sociológicos hace
esto. Sin embargo, la teoría fundamentada da una guía para la generación de los
procesos socioestructurales básicos al combinar la mezcla apropiada de procesos
sociopsicológicos y de procesos socioestructurales, teniendo en consideración los datos
confrontados en cualquier estudio específico.
Pronto descubrí que los problemas socioestructurales podrían ser considerados con la
máxima claridad al ser vistos en términos de la categoría de análisis socioestructural de
‘contexto de concientización’. Un ‘contexto de concientización’ es una unidad
socioestructural (Glaser y Strauss 1967a: 54) dentro de la cual la interacción social tiene
lugar y dentro de la cual los procesos sociales se manifiestan. Esto se ha desarrollado en
varios trabajos de Glaser y Strauss (Glaser y Strauss 1967a; 1967b; Strauss 1978) para
facilitar el análisis de las similitudes en interacción en muchas áreas diversas, y para
proporcionar un medio para incorporar el análisis de la interacción social y de la estructura
social en el ámbito de investigación bajo consideración. Ha sido aplicado por Plummer (1
975: 177-96) al caso de la homosexualidad masculina. Específicamente, según la
definición de Glaser y Strauss, se refiere a 'la combinación total de lo qué cada
interactuante sabe de la indentidad del otro y su propia identidad desde el punto de vista
del otro’ (Glaser y Strauss 1967a: 670). Más generalmente, se refiere a 'la combinación
total de lo que la gente, las organizaciones, las comunidades o naciones saben sobre un
tema específico’ (Glaser y Strauss 1967a: 670, n. 1).
Glaser y Strauss se centran en la interacción cara a cara y destacan cuatro tipos de
contextos de concientización. Un contexto de concientización ‘abierta’ se produce cuando
cada interactuante es consciente de la verdadera identidad del otro y de su propia
identidad desde la visión del otro. Un contexto de concientización ‘cerrada' resulta cuando
un interactuante no conoce ni la identidad del otro ni la visión del otro sobre su propia
identidad. Un contexto de concientización ‘sospechosa' es una modificación de la
‘cerrada’: un interactuante sospecha la verdadera identidad del otro o la visión del otro
sobre su propia identidad, o ambas. Un contexto de concientización ‘simulada’ es una
modificación de la ‘abierta’: ambos interactuantes están totalmente conscientes pero
simulan no estarlo.
Hallé que con una leve modificación, la unidad socioestructural de contexto de
concientización proporcionó el proceso socioestructural 'cuasi central' dentro del que se
plantean y analizan mis datos emergentes sobre la feminización de los hombres.
Específicamente, considerando los procesos sociales básicos de la feminización de los
hombres dentro de la categoría socioestructural del contexto de concientización
‘encubierta’ (visto como una estructura social en proceso), pude ordenar la masa de datos
relacionados con la manera en que la estructura afectó el proceso y la manera en la que
el proceso fue utilizado para alterar la estructura en el área sustantiva específica
considerada. Así, comprendí que la feminización de los hombres tiene lugar dentro de un
'contexto de concientización encubierta’ que consideré en términos de los sub-tipos de
abierto, cerrado, sospechoso y simulado, como en la formulación sugerida por Glaser y
Strauss (1967a).
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Traducción Valeria Dabeningno
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Los contextos de concientización que involucran a hombres que se feminizan son
encubiertos porque la feminización de los hombres supone ‘enmascaramiento’ -un término
que denota el despliegue simultaneo de facetas centrales de identidad con el
ocultamiento de otras.
Los seres humanos constantemente ‘actúan’ frente a los otros: adoptando
presentanciones del yo que pueden tener el efecto simultáneo de expresar y disimular,
sea o no intencionalmente (Goffman 1959; 1968). Sin embargo, en el área de la
feminización de los hombres el enmascaramiento es fundamental. Los hombres que se
feminizan buscan desenvolverse como mujeres mientras esconden aspectos de sus
identidades masculinas.
Cada caso de feminización de hombres dentro de un contexto de concientización
encubierta supone la exhibición de la máscara por parte del hombre que se feminiza, y el
despliegue simultáneo de ciertas facetas de identidad y el ocultamiento de otras. Desde el
punto de vista de aquellos ante quienes él se exhibe, su máscara puede ser interpretada
como una máscara feminización de un hombre, en cuyo caso él es 'descubierto’, o no lo
es, en cuyo caso su máscara 'funciona’ y es visto como mujer.
Como ya se señaló, el enfoque de este estudio está centrado en “male-femaling” desde el
punto de vista de los propios hombres que se feminizan. Y es desde este punto de vista
que yo utilizo los subtipos de contextos de concientización de Glaser y Strauss, cada uno
de los cuales se ilustrará a su turno. Primero, se explica un contexto de concientización
adicional -que llamo contexto de concientización ‘privada’.
La exhibición de la máscara ocurre cada vez que la persona enmascarada exhibe su
máscara a los otros y a sí mismo. Esta puede ser total o parcial. Los hombres que se
feminizan dedican mucho tiempo a la auto-exhibición, delante de cámaras y espejos. De
hecho, debido a la naturaleza tabú de la actividad y a las posibilidades de tener
actividades solitarias, muchos de ellos nunca se exhiben delante de otros. En este caso
prevalece un ‘contexto de concientización privada’ a lo largo de sus vidas.
Muchos hombres que se feminizan desean, sin embargo, exhibirse delante de otros con
sus múltiples máscaras. Cuando lo hacen, y su máscara no es penetrada, prevalece un
'contexto de concientización encubierta cerrada’. Este contexto prevalece cuando el
interactuante con el hombre que se feminiza no sabe de su feminización y el hombre que
se feminiza sabe que el/ella no lo sabe. Dos ejemplos simples sirven como iIustración - el
primero, de exhibición total como mujer, donde la máscara de mujer enmascara
exitosamente al hombre que hay detrás y él es visto como mujer; el segundo, supone una
“feminización” parcial donde la máscara de mujer no es detectada como tal y el
interactuante percibe que está actuando con un varón.
Mildred es un varón vestido como mujer que desea pasar por mujer. Un peatón evita
tropezar con ella, y dice 'disculpe, señora', tomando a Mildred como una mujer. El peatón
no sabe que Mildred es un varón que actúa como mujer y Mildred 'sabe' que él no lo sabe.
En este caso, prevalece un contexto de concientización encubierta cerrada.
Thomas lleva medias de mujer bajo sus pantalones de varón pero se viste como varón.
Cuando él se sienta las medias son visibles para la persona que se sienta enfrente, entre
sus zapatos y sus pantalones. La persona no se da cuenta que son medias de mujer.
Nuevamente, prevalece un contexto de concientización encubierta.
El proceso social más asociado con el contexto de concientización encubierta cerrada es
el de 'pasar por'. Es un término ampliamente usado por los hombres que se feminizan.
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Traducción Valeria Dabeningno
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Mucho tiempo y problemas se emplean en intentos de 'pasar por' una mujer en diferentes
escenarios y por mayor cantidad de tiempo.
Tarde o temprano, sin embargo, es probable que surjan deslices en su actuación o bien,
que la máscara sea “atravesada” o descubierta. Otro interactuante sospechará que está
frente a un hombre que está meramente enmascarado como mujer. El/ella puede
sospechar sobre la identidad masculina de la persona; o puede sospechar que el varón
'está parcialmente enmascarado’. En tales casos prevalece un 'contexto de
concientización encubierta de sospecha”. Doy un ejemplo (Yvonne) de la revista Tranz de
la subcultura de los hombres que se feminizan.
En mi temprana adolescencia a menudo usaba un suspensor y nylon debajo de mi
ropa masculina, y creo que mi madre sabía de mis hábitos. Mis sospechas se
confirmaron cuando, en mi cumpleaños 17, mamá y yo nos sentamos después del
té y me dio un presente. Cuando lo abrí me sorprendí mucho. Era un pequeño
corpiño blanco, bombachas de nylon blancas, y medias de nylon. Mi madre me dijo
que había sabido de mi secreto por años y que no tenía nada que reprocharme.
(Tranz 5: 35)
Aquí vemos a la madre de Yvonne revelando que ella sabía del male-femaling de Yvonne.
Las sospechas de Yvonne fueron confirmadas. Su madre ha transformado el contexto de
concientización de sospecha en una abierta.
El proceso social más asociado con el de “contexto de concientización encubierta de
sospecha” puede denominarse 'proto-interpretación'. Agrego el prefijo 'proto' porque
mientras el contexto de concientización encubierta de sospecha prevalece, son sólo
sospechas las que se despiertan. Desde el punto de vista de quien interpreta la máscara
hay algo sobre la máscara que despierta su sospecha. Quien usa la máscara puede
sospechar que él ha sido 'interpretado'. En términos de proceso social y contextos de
concientización, es la proto-interpretación la que proporciona el motor de transición desde
el contexto de concientización encubierta cerrada a la de sospecha.
El contexto de concientización encubierta de sospecha probablemente sea frágil. Tanto si
las sospechas no logran ser reforzadas y el contexto de concientización encubierta
cerrada es reestablecido, o si las sospechas son confirmadas habrá una transición al
'contexto de concientización encubierta abierta’. Este contexto prevalece cuando la
persona que interactúa con el hombre que se feminiza atraviesa la máscara y se entera
que está interactuando con un varón que está actuando como mujer.
Jennifer desea para pasar como una mujer y se viste como tal. Ella sube a un tren y es
'interpretada' por un pasajero que le atraen los hombres que se feminizan y es hábil para
descubrir los signos de masculinidad (revelación involuntaria). El pasajero la invita a un
café, y le indica que sabe que ella es un varón que está haciéndose pasar por mujer. El
pasajero sabe, y Jennifer sabe que él sabe. El proceso social más asociado al contexto de
concientización encubierta abierta es el de 'interpretación'.
Los contextos de concientización abierta pueden quedar abiertos, pero siempre existe la
posibilidad que sea de interés de las partes simular que tienen lugar contexto de
concientización encubierta cerrada y que la interpretación no ha tenido lugar. Este es el
'contexto de concientización encubierta simulada” que prevalece cuando los
interactuantes saben que la máscara ha sido comprendida pero simulan que no lo ha sido.
Éste es un contexto de concientización encubierta común. Su puesta en práctica puede
evitar la turbación.
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El proceso social más asociado con la concientización encubierta simulada es el de
‘simulación’ ('el falso pasar por'). Los interactuantes se comportan como si la
interpretación no hubiera tenido lugar. Esto puede tomar la forma de una normalidad
estudiadamente fingida en la interacción, un modo de interacción que los interactuantes
inexpertos pueden encontrar difícil. Muchos hombres que se feminizan pasan mucho
tiempo haciendo 'el falso el pasar por' con los que forman parte de su subcultura.
Probablemente cualquiera se de cuenta, pero no obstante tienen un interés personal en la
simulación.
La 'revelación' puede referirse tanto a quien usa la máscara como a quien la comprende.
En un sentido, por supuesto, desplegar y descubrir siempre van de la mano. Siempre se
descubre alguna información en cualquier interacción de concientización encubierta. Sin
embargo, es particularmente pertinente aquí la revelación de información relacionada con
lo que está detrás de la máscara: información sobre quien usa la máscara, que ésta
normalmente oculta. La revelación puede ser voluntaria o involuntaria. Asimismo, puede
disponerse en etapas. Los que la usan pueden adoptar dispositivos de retractación. Las
historias de “revelaciones” pueden prepararse de antemano. Así, el marido que desea
descubrir sus inclinaciones travestis a su esposa, pero que está temeroso que como
resultado ella pueda divorciarse, puede bromear sobre su entusiasmo por ponerse
coqueto, y notar los efectos en su esposa antes de pasar a una mayor apertura o
revelación. Si las cosas parecen ir mal, él puede retractarse manifestando que sólo estaba
bromeando. En términos del proceso social y del contexto de concientización encubierta,
el rasgo mayor de la revelación es que puede tener lugar en cualquier momento y dentro
de cualquier contexto. Normalmente llevará a una transición inmediata a un contexto de
concientización abierta, sólo si no hay retractación ni es demasiado parcial.
La revelación de Irene es un buen ejemplo de revelación en etapas.
Ahora tengo sólo 29 y me casé hace tres años y tenemos un bebé ahora. Le
compro a mi mujer toda clase de ropa interior sexy y tengo gran interés en su ropa.
No le ha dicho todavía sobre mi TV [travestismo] pero ella ha hecho varios
comentarios sobre el interés femenino que tengo en la ropa interior, la moda y el
maquillaje. La semana pasada -sólo para bromear y para ver lo que sentía sugerí
probarme unas calzas de nylon negro con ribetes rosados que le había comprado.
Ella dijo “ok” y creo que, de alguna manera, se sorprendió de la erección que tuve
al sentir las calzas. Comencé a hacerle el amor y ella se quedó muy satisfecha y
ha estado bromeando sobre mis 'calzas del amor' y ya las he usado dos veces
cuando hacemos el amor. Pienso que es sólo una cuestión de tiempo antes de que
ella acepte mi pasión por la ropa de mujeres. Espero que así sea, ya que es mi
más estimado deseo de poder practicar libremente mi hobby con ella (Tranz 5: 467).
A pesar de la importancia del contexto de concientización encubierta como un proceso
socioestructural dentro del que se considera la feminización de los hombres, en términos
de este estudio, es sólo una variable 'cuasi central' (Glaser 1978: 93-4) - es decir, dado el
énfasis de este estudio en la feminización de los hombres, aquí no se le da tanto valor y
sólo se lo considera en la medida que afecta al “male-femaling” visto como proceso social
básico.
En el resto del capítulo, por consiguiente, retorno al tema de la feminización de los
hombres y expongo sus principales formas. Introduzco entonces la carrera típico-ideal que
emergió de mi análisis de más de 200 informantes, y dentro del que fue posible ordenar la
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masa de detalles íntimos observados. Cada capítulo se construye alrededor de las varias
etapas en esta carrera típico-ideal emergente.
FEMINIZACION DEL CUERPO, FEMINIZACION EROTICA Y FEMINIZACION DE
GENERO
La feminización de los hombres tiene lugar en tres formas principales: 'feminización' del
cuerpo, 'feminización' erótica y 'feminización de género’. A medida que estas formas
emergían fui intentando dar sentido a las muy confusas definiciones de científicos,
miembros y legos, sobre sexo, sexualidad y género (Gould and Kern-Daniels 1977;
Shively y De Cecco 1977). Como introduje en el Capítulo 1, encontré útil para una mayor
claridad conceptual, restringir el término 'sexo' a los aspectos biológicos y fisiológicos de
la división de los seres humanos entre varones y mujeres; “sexualidad' a 'esos temas
relativos a la potencial excitación y erección de los genitales' (Plummer 1979: 53); y 'el
género' a los correlatos socioculturales de la división de los sexos. En el análisis
comparativo emergió un tema secundario, a saber, la exploración de las facetas de la
'feminización' del cuerpo, la 'feminización' erótica y la 'feminización' del género, y sus
interrelaciones en términos de las varias facetas de 'el sexo', 'la sexualidad' y 'el genero'
que surgieron de los datos.
En pos de la claridad y exposición será útil establecer los tres modos de feminización en
este capítulo sin referir a sus interrelaciones recíprocas o su precisa interconexión con las
distinciones hechas entre el sexo, sexualidad y género. Estos últimos problemas se
abordarán en los capítulos subsiguientes. Quiero enfatizar que dejarlos fuero es sólo una
estrategia de enfoque. En particular, cada ejemplo debe leerse específicamente en
términos del modo respectivo del modo de feminización considerado. Esto es así porque
el mismo acto, evento, objeto o dimensión, casi seguramente tendrá un potencial
alternativo de feminización. El simple acto de travestismo, por ejemplo, siempre será un
caso de feminización de género. Puede o no experimentarse en términos de feminización
erótica. Gran parte de la complejidad en el área deriva de las combinaciones
multifacéticas de los tres modos. El hombre feminizado que define los encuentros eróticos
homosexuales como encuentros heterosexuales, o los heterosexuales como lesbianos,
por ejemplo, está frecuentemente “generizando” su sexualidad – y puede tratarse de una
feminización erótica; como así también el que intenta masturbarse según lo que él
considera un estilo femenino. Ambas formas de feminización pueden o no pueden
involucrar la feminización del cuerpo.
FEMINIZACION DEL CUERPO
La feminización del cuerpo se refiere a los deseos y prácticas de los hombres que se
feminizan por convertir sus cuerpos en femeninos. Esto podría incluir cambios deseados,
reales o simulados en las características primarias y secundarias del “sex'. Así incluiría
cambio de cromosomas (que no es posible actualmente), gonadal, hormonal, el
morfológico y neurológico, en un nivel (Money 1969); y cambios en el vello facial y
corporal, cabello, cuerdas vocales, forma del esqueleto y la musculatura en otro nivel
(Lukas 1978).
La feminización del cuerpo tiene cuatro dimensiones principales. La primera es el grado
de permanencia. En un extremo estarían las autodenominadas 'nuevas mujeres' que han
sufrido tratamientos previos y cirugía de modo tal que para cualquier propósito práctico
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son del sexo deseado. Dada una buena cirugía y suerte, la castración, penectomía y
vaginoplastía que ella ha sufrido no sólo convencerá a su amante desconocedor de los
aspectos médicos que es una mujer en términos genéticos, sino que además le permitirá
superar un examen ginecológico rutinario. Vale como dato que es imposible invertir esta
operación. En el extremo opuesto del continuo estarían las feminizaciones del cuerpo de
tipo más temporario, como agregarse con disimulo rellenos para simular la forma del
cuerpo femenino. Tales cambios temporarios van desde las prácticas de quienes sólo se
agregan algodón a sus corpiños, hasta aquellos que se diseñan disfraces corporales tales
como los cuerpos que simulan ser muñecas.
Superpuestos a tales prácticas estarían los variados procedimientos de depilación. Esto
remarca una segunda dimensión - los grados de visibilidad. Muchos hombres que se
feminizan se depilan aquellas partes del cuerpo que no puede ser vistas por quienes los
observan como varones. Así las partes visibles de antebrazos quedan hirsutas. Siobhan
afeita sus brazos en el otoño y invierno y deja que el pelo crezca a tiempo para la
temporada de criquet cuando sus brazos quedaran expuestos. De nuevo, las cejas
pueden depilarse con distintos grados de obviedad.
Una tercera dimensión es el grado de progresión y aumento versus la oscilación. Están
aquellos que siguen una rutina estable para incrementar la feminización del cuerpo. Otros
oscilan, según sus períodos de juergas, en prepararse para eventos sociales importantes
o para un amante.
Una cuarta dimensión es el grado de premeditación. Suzie se afeita las piernas todos los
jueves y hace 'todo lo demás' cada viernes. Hay hombres que feminizan su cuerpo que
ejecutan esa feminización con prolongada planificación; otros, que lo hacen frenética e
impulsivamente. Nuevamente, allí hay diversos grados de arrepentimiento o celebración
de la permanencia o semi-permanencia en la que incurrieron.
FEMINIZACION EROTICA
Se refiere a la feminización que es deliberadamente sexual, o tiene como efecto de
despertar el deseo sexual o la excitación. Aunque el término puede extenderse hasta
incluir las feminizaciones que intentaron despertar, o que realmente despertaron, deseo o
excitación sexual en otros, el rasgo particular de la feminización erótica en los travestis es
que el deseo, o la excitación, se despierta en él mismo por su propia conversión en mujer,
y/o a través de la conciencia por parte de otros de su propia feminización erótica.
La feminización erótica sólo está limitado por lo que el hombre que se feminiza encuentra
erótico o potencialmente erótico, por su propia ingenuidad, y por lo que él y/o su cultura
juzgan asociado con la mujer. Así puede tener que ver con lo conductual, lo emocional, lo
cognoscitivo o lo anatómico. En este sentido, la feminización erótica es el modo más
abarcativo en que cualquier faceta del 'sexo' femenino y el 'género' femenino, cuando es
adoptado por el hombre que se feminiza, puede ser encontrado como erótico. En un
extremo el hombre que se feminiza puede experimentar lo que percibe como un orgasmo
femenino múltiple mientras experimenta como mujer durante un acto sexual de roles
invertidos. Cuando Cyndi se interrelaciona con su esposa, ella es la mujer, y su esposa se
vuelve su amante masculino. Su mujer tiene el pene, ella la vagina. En el otro extremo, el
pensamiento erótico casual puede ser evocado involuntariamente al ver una revista de
mujeres en una agencia de noticias, y la fugaz imaginación que él es una mujer realmente
interesada en este objeto del mundo femenino.
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Dadas las sensaciones experimentadas, éstas podrían ubicarse en un continuo de
focalizadas/difusas. El rango de intensidad del continuo podría ser ejemplificado, en un
extremo, por el que experimenta un orgasmo intenso mientras se va vistiendo, mientras
que en el otro extremo el hombre que se feminiza se encuentra disfrutando ligeramente la
sensual sensación del bretel de su corpiño en su hombro cuando hace los mínimos
movimientos necesarios al comer o beber. Las características focalizadas o difusas de la
feminización erótica pueden ser más o menos intensas. Por un lado, el erotismo puede
experimentarse en todo el cuerpo, dentro o fuera (erotismo difuso; más o menos intenso).
En el otro extremo estaría una sensación altamente focalizada al placer mientras
experimenta un orgasmo genital muy relacionado con algún episodio de la feminización
(erotismo intenso focalizado).
Las feminizaciones eróticas pueden ser más o menos voluntarias, fantaseadas,
planificadas/ritualizadas, visibles, narcisistas, progresivas y constantemente relacionadas
con un objeto. Estas propiedades pueden ser ilustradas por Suzanne E. que en ocasiones
elige, en privado, desenvolverse con un guión erótico ritualizado y prolongado que la lleva
a experimentar como una mujer, visualmente y al tacto, y que tiene la habilidad de hacer
esto como un descubrimiento. Suzanne E. es eróticamente femenina en un estilo
altamente voluntario, invisible, constantemente relacionado a un objeto (el guión),
altamente ritualizado o pautado, fantaseoso, narcisista y progresivo. Jennifer es, por otro
lado, un caso menos focalizado, menos entusiasta y cuidadosamente orquestado de
feminización erótica. Mientras que se masturba ella fantasea con alguna faceta femenina
ritualmente, encuentra otros objetos o eventos emergiendo involuntariamente, cambia de
uno a otro objeto o evento fantaseado, de una a otra actividad de travesti, y avanza hacia
algún propósito de feminización no masculina que puede o no relacionarse con lo erótico.
FEMINIZACION DE GENERO
La feminización del género se refiere a las múltiples maneras en las que los hombres que
se feminizan adoptan los comportamientos, emociones y cogniciones socio-culturalmente
asociadas con ser mujer. Las feminizaciones de género no deben asociarse a las
feminizaciones eróticas.
En un extremo algo estereotípico estaría Betty, autodenominada 'transgenérica' que vive
todo el tiempo como una mujer. Betty siente que ella ha escogido una identidad de género
femenina que se ha desarrollado desde un autoconcepto más ambiguo. Ella no tiene
deseos de 'cruzar' físicamente. Ella evita relaciones sexuales. Ella no se masturba. Ella
escoge deliberadamente trabajar en una 'ocupación femenina'. Ella se pasa sus tardes en
una ocupación típicamente femenina haciendo confección de moda femenina. Ella tiene el
“interés extremo de la mujer ordinaria de maquillarse y hacer lo mejor de si misma” y se
ve a si misma como pasiva, educada, dócil y emocional. En el otro extremo del continuo
de las feminizaciones de género está quien habitualmente lleva una vida satisfecha como
un varón 'en todos los sentidos', pero que periódicamente disfruta 'vistiéndose' como
mujer, aunque se sentiría tonto desempeñando el rol amanerado de mujer o usando una
cierta entonación de su voz, prefiriendo actuar 'normalmente' mientras es travesti. En
alguna parte en el medio del continuo están aquellos que disfrutan la actuación de un rol
estereotípico, como Ginger (1980: 5) que argumenta:
Realmente entré dentro del role-playing femenino. Me gusta elegir un rol típicamente
femenino y luego vestirme y maquillarme como un estereotipo de ese tipo de mujer. Trato
también de acomodar mis acciones, maneras y personalidad al papel. En el pasado he
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experimentado con estos varios estereotipos femeninos: como prostituta; como una
atractiva modelo; con un rol dominante en relaciones sadomasoquistas; la mucama
francesa; la muchacha pequeña.
Las feminizaciones de género, sin embargo, no necesitan seguir estos estereotipos
obvios. Muchos los encuentran irreales, ofensivos o sexistas. En tanto cada 'RG' (real girl:
chica real) les proporciona un modelo del rol potencial, se sigue que las posibilidades son
ilimitadas. Así, muchos hombres que se feminizan prefieren desarrollar una personalidad
que sientan adecuada a su edad, clase, look y entorno. Tracy se “produce” como una
mujer con una carrera respetada. En esta línea, también, están los que se feminizan que
son particularmente complementarios sobre el 'natural TV' (travestismo) que puede 'pasar'
en escenarios ‘straights' [de los rectos] como una chica de verdad, mientras que usa poco
o nada de maquillaje, una falda y un top, y algunas apariencias generales'.
Las feminizaciones de género pueden verse en términos del tiempo usado en hacerlas, su
continuidad y el grado de “estar a tono” con las cosas femeninas: algunos hombres que se
feminizaron dejaron la feminización de género durante años antes de volver a ella;
muchos de los que se feminizan en términos de género estudian 'cómo lograr la belleza'.
Una dimensión fundamental es el grado de desarrollo de un 'yo' femenino (o yoes) con su
propia personalidad, gustos y preferencias, y su relación con el yo masculino del hombre
que se feminiza.
FEMINIZACION DE LOS HOMBRES Y LAS INTERRELACIONES ENTRE SEXO,
SEXUALIDAD Y GENERO
En el proceso en el que los hombres se feminizan, las personas (cuerpos, yoes e
identidades), acciones, eventos y objetos (la ropa y los adornos femeninos) se implican de
diversas maneras. Todos ellos son sexuados, sexualizados y generizados (SSG) -o al
menos así se tornan con el tiempo, en grados variables, y con grados diversos de
interconexión. Por ejemplo, en la feminización del cuerpo las características del cuerpo
genético de mujer (del sexo) son asumidas por el cuerpo del varón genético que
correspondientemente se torna sexuado como mujer. Por otro lado, en la feminización
erótica los objetos de género como 'enaguas' pueden erotizarse (ser sexualizados).
Nuevamente, en la feminización de género el amaneramiento de género al sentarse con
'un estilo femenino' puede ser adoptado por el hombre que se feminiza en lo relativo al
género como una faceta de la presentación de género de su yo (Goffman 1959; 1979).
Esta es una negociación sumamente compleja, los componentes de la cual pueden
ilustrarse mejor en referencia a las fases principales de la carrera típico- ideal del malefemaler que emergieron de mi análisis de los más de 200 informantes male-femalings. Las
cinco fases: 'empezar con la feminización masculina', 'fantasear con la feminización
masculina', 'actuar la feminización masculina', 'constituir la feminización masculina' y
'consolidar la feminización masculina ', forman la base y el principio de organización de
los capítulos que siguen.
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