JUZGANDO A VIVOS Y MUERTOS

Anuncio
“JUZGANDO A VIVOS Y A MUERTOS”
APÓSTOL, DOCTOR JOSÉ LUIS DE JESÚS MIRANDA
JESUCRISTO HOMBRE
8 de agosto de 2012
Bueno, vamos para nuestro asunto, vamos para la Santa Cena. Todos califican. No se tiene que
juzgar, todos calificamos.
Vamos a comenzar con primera carta a Timoteo, no primera “de” Timoteo, porque él no escribió. Es
primera carta “a” Timoteo, de Pablo a Timoteo, capítulo 4 verso 1. Dije primera, es segunda,
Segunda carta a Timoteo capítulo 4, verso 1.
“Te encarezco, le dice Pablo a Timoteo, delante de Dios y del Señor Jesucristo,…”
Que es lo mismo, pero está hablando de un Dios que vive en un cuerpo llamado Jesu-Cristo,
siempre los mezcla así. Es “el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quién”, uno, “en quien”; no
dice -en quienes-, dice “en quien”. Menciona a dos, pero es un misterio que es uno, pero como Dios
toma cuerpo hay que llamarle Jesucristo. Cuando Dios toma cuerpo se conoce como Jesu-cristo, el
enviado.
“…que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,…”
Juzgará, ¿a quiénes?
¿Quién es un vivo? Uno que tiene cuerpo, ¿verdad? Y, ¿quién es un muerto? Uno que está sin
cuerpo.
Pero entonces, dice que a ambos los juzga en su manifestación. Manifestación significa
manifestación pública.
“En su reino”, el reino es aquí. Te recuerdas que Pablo decía: “En quienes me he pasado predicando
el reino de los cielos..., a aquellas mujeres que pasé predicando el reino de los cielos.” Entonces,
también dice: “El reino de los cielos se ha acercado.” Y, entonces Pablo dice: “Nos libró de la
potestad del diablo y nos trasladó al reino”. Nos trasladó, ya Pablo se incluía allí con cuerpo, “nos
trasladó al reino de su amado hijo.” Entonces dice aquí: “En su manifestación del reino”.
Entonces, Pablo está diciendo: “Viene un día donde el Señor se va a manifestar para juzgar a vivos
y a muertos”. ¿Y, con qué los a juzgar?
Yo quiero que tú le des ejercicio a tu mente, no quiero que te quedes en debilidad de fe. Hay débiles
en la fe y hay robustos en la fe. Entonces, ¿por qué razón tú tienes que venir aquí e irte en debilidad,
pudiendo entender? La idea es entender.
Entonces, si él va a juzgar en el reino, a vivos y a muertos, quiere decir que hay una separación
entre gente con cuerpo y gente sin cuerpo. Entonces él los va a juzgar.
¿Y qué él usa para juzgar? Romanos 2: 16. Vamos a verlo rapidito y entonces volvemos a Segunda
a Corintios 5: 9. Mira lo que dice Romanos 2: 16.
“…en el día en que Dios juzgará, te das cuenta que iba a juzgar, por Jesucristo los secretos de los
hombres, conforme, a qué, conforme a mi evangelio.”
Entonces, dice que juzgará a los vivos y a los muertos, con qué, con el evangelio.
Apunta, apunta, escribe, coge tus notitas, tu libreta de notas, para que saques buenas notas, porque
un día te hago un examen y si no pasas no hay transformación. Escribe hasta en un papelito. Tú no
debes venir aquí sin una libretita, es injusto que tú vas a la Universidad más grande del mundo y que
tú no tengas una libretita. Tú deberías decir -mira, esta libretita no me la toques, esta es mi segunda
Biblia. Ahí yo pongo mis apuntes.
Entonces, tú mezclas a Segunda carta a Timoteo capítulo 4, verso 1 con Romanos 2: 16, esa es la
mezcla. Ese es el misterio, ese es el plato de hoy.
Tú vas a un restaurante y te dan un platito, -mira, aquí te damos el ceviche con esto, con aquello,
con camarones, con pulpo, con esto. Todo es mezclado diferente.
Aquí, los platos, como estamos en la santa cena, el plato de hoy se llama así: Dos cucharadas de
Segunda carta a Timoteo, capítulo 4 verso 1, con una taza de Romanos 2: 16.
Y, ahora tres cucharadas de Segunda carta a los Corintios capítulo 5, verso 9 y 10. Mira lo que
dice.
“Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes,…”
¿Qué te está diciendo allí? Vivos o qué, o muertos.
¿Ah? ¿No es lo mismo?
“…ausentes o presentes, serle agradables”.
¿Cómo tú puedes serle agradable, si estás ausente?
Miren, mi mamá hace como 15 años que partió con el Señor, pues ella está ausente. Entonces,
ahora yo le digo: -Mami, yo recibo que le eres agradable, allí en la… nube de testigos.
¿Ah? Esto no lo enseñan allí en la esquina, en la iglesia de avivamiento de los últimos días, allí no
hay eso. En la Iglesia Bautista, donde tú te congregabas, esto es vudú, esto es vudú. En la misa
católica eso ni existe. ESTO TÚ NO LO VAS A ESCUCHAR EN NINGUNA PARTE DEL MUNDO.
Mira, hay un teólogo que es un criticón mío, que me odia, dice: -Yo no sé de dónde ‘ajo’ -como dicen
en Panamá- tú sacas esos temas del Tribunal de Cristo, del Trono de la Gracia. Yo no sé, porque es
que no hay en las librerías estos temas-.
Pero, aquí lo hay, y ya tú sembraste, no te vamos a cobrar más. Este no es un ministerio de
segundas ofrendas y terceras ofrendas…, ni de multas, nada.
Entonces, dice aquí el verso:
“Por tanto, procuramos también, o ausentes o presentes…”
Oye, si estás presente, yo espero que tú le seas agradable, aunque sea viniendo a cada calqueo. No
faltes, no es tiempo de faltar. No es tiempo de decir -no, lo dan por Internet-. Se te puede frisar la
imagen. (Aplausos).
Ah, y después faltas y tampoco siembras. Hace falta tu siembra, hace falta el dinero, para seguir
corriendo.
Mire, aquí hay prensa tan fresca que me han dicho: -No, y ¿por qué usted pide plata aquí?
Y yo digo: -Y, ¿cómo se paga esa luz? ¿Y el aire que ahora usted siente? ¿Está cómodo?
-Oh, sí, sí, estoy cómodo…
-Ah, pues, eso hay que pagarlo. Todo cuesta.
“Por tanto procuramos, buscamos la forma, también, o ausentes o presentes, serle agradables.
Porque es necesario…”
Este es un tema vudú para todo tipo de organización cristiana, de hecho, ellos no hablan de esto. No
pueden, porque es que esto tiene un contexto. Entonces, si se ponen a hablar de este tema dicen –
y, cómo hago para empatar eso-, porque estamos hablando del tribunal de Cristo, entonces eso
tiene un andamiaje y ellos no lo tienen. Entonces, ellos dicen -ese es un tema, déjalo allí, pásale por
encima, no te pares a hablar de eso porque no sabemos, qué es eso de ausente o presente-.
Ellos se imaginan que eso es por allá, en las nubes, donde van a montar una tribuna. Se imaginan,
por ejemplo, la corte, el edificio de la corte de acá, carnal. Entonces, piensan -eso va a estar allá y
entonces, allá tú vas volando, y entonces vas y te presentas donde un juez donde te dice, liquidado,
te pasa una película de tus obras buenas y malas-. Así es que piensan. Bueno, es la “guardería
protestante”, ellos son niños, ellos no entienden, tienen el entendimiento bien embotado y atrasado.
Y esto es para nuestros niños, adultos, maduros, para todos, que debemos saber esto.
Y usted, qué, se le murió quién. Pues, ¡que se muera!
-No, es que se murió.
Que se muera, que yo lo agarro muerto o vivo. (Aplausos)
¿Cuál es el problema? ¿Que no me puede escuchar?
-No, porque es que está acostado, y hay que estar limpiándolo por acá, limpiándolo por allá. Ay, pero
es que lo queremos tanto.
Qué tú quieres, si está fastidiado tirado en cama. Envíalo a la nube y allá él oye clarito los calqueos.
(Aplausos).
O sánalo, o ponte a confesar: ¡Levántate! La idea es que escuche, mientras escuche sigue vivo; si
no puede escuchar, para la nube. (Aplausos).
Por eso, yo te dije que mi mamá se fue a la nube y yo no sé hace cuánto. Si me oye mi hermana me
dice: -¿Que tú no te acuerdas la fecha?
¡Qué me voy a acordar yo de fecha de muertos, chico! Deja que los muertos entierren a los muertos.
Tan pronto tú sales del cuerpo, ya se acabó el ‘mambo’. Es mientras tú estás vivo. (Aplausos).
Tanta cosa, si la carne para nada aprovecha, chico. Qué estás enamorado tú de carne. Mientras
estés saludable, esa carne es buena. Si se fastidia y no puede funcionar, no puedes ir al baño, no
puedes caminar, es mejor la nube.
Esos sentimientos, usted tiene que acomodarlos a lo que está escrito, para que no viva como los
demás, que están sin esperanza en este mundo, llorando hasta por un perro que se les murió, o
llorando por esto, o por aquello. ¡Qué importa! Mira, lo importante aquí es que su espíritu sea
educado. ¡Hello! (Aplausos).
Ja, ja, perdonen los que tienen perro, ja, ja. A mí me dolió uno que me robaron. Bueno, pues, se lo
robaron y yo dije –pues, disfrútalo por allá-. Un tipo que salió a comprármelo y vino a verlo -qué lindo
está-, y no me lo compró ese día, y al otro día desapareció el perro. Averiguó dónde estaba y se lo
llevó, ja, ja, ja. Pues, ¡que lo disfrute, ya!
Pero, aquí dice que hay un tribunal y en un tribunal se juzga con qué, con el evangelio, con el
conocimiento del pacto.
¡Hey! ¡Hello! ¿Estamos aquí?
Segunda carta a Timoteo capítulo 4, verso 1: que él vendrá en su manifestación a juzgar a los vivos
y a los muertos.
Acá te dice que donde se juzga es en un tribunal: Segunda a Corintios capítulo 5, versos 9 y 10.
Y entonces, Romanos 2: 16, te dice, cuándo alguien pregunta, -con qué se va a juzgar, busquen el
panfleto-. No, el panfleto ya está escrito, 14 Epístolas; Romanos 2:16.
¡Allí estamos! ¿Estamos?
Romanos capítulo 14: 9. ¿Qué dice?
“Porque Cristo para esto murió y resucitó…”
Y ves todas esas “y”, murió es una cosa, y resucitó es otra. Se fue a lugares inaccesibles y…
“…y volvió a vivir, para qué, para ser Señor así, de qué, de los muertos como de los que viven”.
¡Hello! ¿No es lo mismo? (Aplausos).
Esas son las otras tres cucharadas, pónmelas por allí. ¿Cuántos versos llevamos? 1, 2, 3, 4.
Mira el verso 10 de allí mismo, Romanos 14: 10.
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano?
Porque todos compareceremos ante el Tribunal de Cristo.”
Viste, lo mismo que Segunda a Corintios 5: 10 y acá es 14:10; 5:10 con 14:10, no sume ahora, ja,
ja, ja, ja.
Pero, este es un conocimiento que te enriquece, aunque parezca sencillo para ti. Esto es un
conocimiento que le da felicidad a las personas; coge al anciano y lo levanta, porque lo saca de la
carne, coge al más sencillo, al que no es educado, y le da ánimo -¡ay qué rico! Mi hermano murió en
un accidente y yo siempre lo extrañé tanto-.Pues, mira está en la nube. ¡Ah! y no sólo está en la
nube, que está oyendo a Papá, lo mismo que yo escucho acá, él lo escucha allá.
Mira, María, la que parió a Jesús de Nazaret esa era una ignorante de 20 suelas. Tú sabes mucho
más que ella. Ella se está educando conmigo en la nube, porque ella lo que conoció fue a Moisés.
Pablo, lo dejó escrito y Papá no permitió que nadie conociera eso.
Es más, el mismo Pablo, el mismo Pablo dice: -En el día en que el Señor me dará una corona a mí,
por el trabajo que yo hice aquí-, y se le está dando ahora. Por eso es que yo hablo tanto de él. Mira
si se le ha dado corona de justicia, que yo de quien hablo es de él nada más. A él nadie lo había
mencionado en 2 mil años. ¡Nadie lo había reconocido! Es más, la gente que habla de Pablo dice –
ese tipo estaba loco-, porque no concordaba con lo escrito por Moisés, o sea no parecía lo mismo,
aunque era el cumplimiento.
Entonces, tres tacitas de Hebreos 12: 1, mira lo que dice. Para seguir en línea con lo que estamos
hablando. Estos son los versos que riman, que tienen que ver una cosa con la otra.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro…”
¿Por allá lejos, por las nubes?
Y ¿por qué es en derredor nuestro y no en el cielo y tú acá abajo en la tierra? Por Colosenses 1: 20.
Porque cuando él murió, él reconcilió el cielo y la tierra y los unió; al estar unidos, entonces los
testigos que tú piensas que están por allá, que los católicos le hacen ‘misa de gallo’ pensando que
están por allá espulgando los pecados, están cerquita de ti sin cuerpo, en derredor, cerca, están por
ahí oyendo.
Por eso, a veces hasta tenemos sueños. Yo, los otros días vi a mi hermano, uno que partió para la
nube, lo vi y empezamos a hablar: -Félix, pero, ¿y tú no te habías muerto?- y se me quedó viendo,
no me hablaba.
-Oye, Félix, pero ¿qué cambio tú has dado?
Y, cuando desperté yo dije -anda es que me lo presentaron en sueño-.
Pero, ten cuidado con esas presentaciones en los sueños, ahora, ponerte a idolatrar esto, que si
aquello. Porque hay gente que tiene un sueño y dicen -sí, está vivo, está vivo, está por allí-.
No está por allí, nada, está en la nube de testigo.
¿Por qué son nube de testigos? Porque ellos están observándote y son testigos, cuando hay que
disciplinarte. -Yo sé por qué es, de acá chequeamos el asunto bien. No, Papá no es injusto. No, no,
no. Él no es injusto-. Son testigos.
El hermano tal que le pasa esto, que aquel dijo, que aquel. Tenemos testigos. Por eso es que dice:
¿Por qué tú juzgas? Si en el tribunal, allí se va a saber todo. En ese tribunal, -digo no es que te van
a avergonzar, porque ya los pecados están perdonados-, pero después que tú fuiste restituido y
reconciliado, ya tú tienes este conocimiento y nos metes un paquete acá, diciendo -desde que tú
estás en la gracia, las cosas te van mal, que eso del 666 eso está mal, que ese número que esto-.
Te están chequeando. ¡Hay testigos! Tarde o temprano si eres un escogido, allí te van a decir: -No
metas paquete, no mientas porque te….
Oye que te lo digo. Estoy hablando bien serio contigo. Estoy bien serio hablándote, esto es
más serio de lo que parece. Esto no es religión, esto no es jugando un ratito. Estamos
hablando cosas eternas, donde te van a llamar a capítulo. Tendremos que dar cuenta ante el
tribunal de Cristo; presente o ausente.
-Pastor, pero usted ha dicho que usted es débil.
Yo soy débil para unas cosas, pero PARA ÉSTAS, ¡NO! AQUÍ YO SOY INFALIBLE. El Papa no es
infalible ¡YO SOY INFALIBLE EN ESTO! ESTO ES PERFECCIÓN. YO SÉ LO QUE TE ESTOY
HABLANDO. (Ovación).
No, que hay ciertos países por allí juzgando, de necio, no se le puede llamar menos, diciendo: -No,
que Jesucristo no puede estar en Miami. Él está en la iglesia. Él está dentro del cuerpo de la iglesia.
Él no puede vivir en Miami-. Se ponen a desviarse con estupideces.
-Sí, eso siempre estuvo dentro de la iglesia.
-¿Y, quién se lo dijo a la iglesia?
-No, la iglesia lo sabía.
-¿La iglesia qué?
LA CABEZA LE DIJO AL CUERPO.
Pero, hay gente, siempre hay dos o tres cabezones que se levantan y se creen que se las saben de
memoria y quieren saber más que todo el mundo. No se someten a las directrices.
Oye, hay que tener buena paciencia para eso, la paciencia de Cristo.
Segunda carta a Timoteo capítulo 4, verso 2 al 10:
“…que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias…”
¿Tú sabes lo que es una concupiscencia? Lo que tú sientes que no está escrito.
-No, a mí me está que esto debe de ser así. Y a mí me está que esto debe de ser así. Y a mí me
está que yo no soy tan malo como fulano. Él es peor que yo.
No, no, aquí todos somos malos, no hay ni uno bueno, ninguno. Que él tenga una manifestación y tú
otra, pero ciento por ciento malo. Aquí nadie es mejor que nadie, incluyéndome a mí. Nadie.
“…se amontonarán…”
Montones. Por eso es que tú ves tantos. –Oye, y ¿por qué un bautista, por qué hay metodistas, por
qué hay pentecostales, por qué hay mormones, por qué hay testigos de Jehová, por qué hay esto?
De la misma Biblia. De un mismo libro, todo el mundo cree diferente. ¿Por qué? Porque están
aplicando su experiencia a lo que dice la Biblia.
YO NO PUEDO INTERPRETAR LA BIBLIA CON MI EXPERIENCIA. LA BIBLIA INTERPRETA MI
EXPERIENCIA.
Por eso es que algunos dicen: -Bueno, aquí dicen así, pero yo pienso así.
-Sí, hermano ¿usted piensa así?
-Muchacho, tú no sabes de dónde yo vengo.
-¡Ah sí!
-Es que mira, número uno, mis abuelos eran así, y entonces donde yo nací era un pueblito así, y yo
tuve unos maestros excelentes. Además, yo soy el único hijo, la única hija, o el único sobrino y me
trataron tan especial, que yo soy diferente a todos los demás, y por eso este verso, lo que quiere
decir es eso.
No, no, ese verso lo que quiere decir es lo que siempre quiso decir, y tú lo estás interpretando
conforme a lo que tú sientes, a tus emociones, a tu opinión y en este reino, eso no vale un
centavo. ES LO QUE DICE LA PALABRA. (Aplausos).
Segunda carta a Timoteo 4: 4:
“…y apartarán de la verdad el oído, no las orejas, el oído y se volverán a las fábulas.
Pero tú, Timoteo, sé sobrio en todo, soporta las aflicciones,…”
-No, no si yo estoy reinando en vida chico, ¿cómo que soporta aflicciones?
-No, Timoteo, vienen aflicciones.
-¡Coño! Oye, pero si yo soy Jesucristo Hombre, ¿cómo que aflicciones?
-Tú también, Jesucristo hombre.
“…haz obra de evangelista,…”
-No, yo me quiero retirar ya, chico.
-Tienes que seguir caminando, tienes que seguir corriendo…
“…cumple tu ministerio”.
Para ti y para mí, eso va para ambos lados, no para mí nada más.
Entonces Pablo dice, él sabía lo que había, mira, aunque lo libraron por allá y lo bajaron por el
balcón, aquí dice, verso 6:
“Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano”.
-Pero, y ¿por quéeeeee, Pablo?
-Porque estoy en Roma
-Y, ¿qué importa? Si él te cuidó en Arabia y te cuidó en Asia, ¿por qué no te puede cuidar en Roma?
-Porque aquí está Pedro y están los otros apóstoles y me están velando, y yo sé que hasta aquí
llegué. No voy a poder llegar a España.
-¿Cómo que no vas a poder llegar a España, chico? Si tú no llegas a España van a llegar los
criminales estos.
-Parece que el plan es así, mira. No juzgues nada antes de tiempo, hasta que el Señor venga y
explique esto, porque yo no entiendo esto. Yo quiero ir a España y ahora no me dejan ir a España. Y
entonces, quien va para allá, ya yo sé que Pedro tiene unos cómplices allí para ir a ver a Isabel, a la
reina Isabel.
-Pablo, ¿cómo es posible, chico? Si la verdad es por la verdad. La verdad debe estar alcanzando
más gente. ¿Por qué tenemos tan poca?
-No, mira, espera que venga el Señor y él te aclarará eso.
-Pero, si ya Moisés fue quitado de en medio.
-Deja eso, deja eso. No se puede, hay un plan aquí. El que escribió la película, en el libreto dice que
va haber un período allí hasta que venga una apostasía y entonces, Cristo vendrá después, en su
manifestación y en la reunión que va haber con él, allí él me dará algún reconocimiento. Pero, por
ahora, estoy muriendo como malhechor. Estoy aquí en Roma, asomado, estoy en una casa
alquilada, tengo un policía que me está velando. No me dejan ni darme un traguito en la esquina, no
puedo beber ni vino, están las cosas malas.
Sigamos. Pero, mira lo que dice, verso 7:
“He peleado la buena batalla,…”
Oye, algunos se nos rajan a mitad de camino: -No, yo no vengo más.
-¿Por qué?
-No, porque me botaron del trabajo por el 666.
-Paró la batalla.
“…he acabado la carrera…”
No se retiró. ¿Viste?
“…he guardado la fe”.
Mira, la fe tú tienes que guardarla. Tú no puedes dejarte llevar de cualquier cosa que tú escuches.
La fe, tú tienes que guardar ese depósito, esa forma de doctrina a la cual tú fuiste entregado, que
nada cambie. Sé valiente. Haz algo aunque sea, por tu carne. Que cuando te mueras, aunque sea
digan: -Oye mira, ese hombre, tiene 2 ó 3 cosas que dijeron de él, oye, pero era firme en la fe, creyó
y se mantuvo, dijeran, lo que dijeran.
Verso 8:
“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará,
no, todavía, no se la dieron, futuro, me dará el Señor, juez justo, en aquel día;…”
¿Qué día? Este.
Por eso es que yo hablo tanto de él por todas las naciones. Mira, de Pablo no se hablaba hasta que
llegué yo. Yo le he dado “la corona de justicia” a él.
Dice:
“…en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (Aplausos).
Procura venir pronto a verme, estaba preso, por eso le dijo,
Procura venir, yo no puedo ir allá, ven tú acá; porque Demas me ha desamparado…”
Tenía un amiguito allí, chico, que confió tanto en él. Era, “a ninguno tengo como a él”.
“…Demas me desamparó: amando este mundo,…”
Mira, el pisto, la plata. Por eso, por plata. Hay gente que eso es lo que los saca de la fe, la plata, la
posición, la fama, el -yo estoy aquí, miren hey, soy yo ¡Fiufifi, fiufi!, hey ¡Fiuf!-.
“...amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.”
Hay cinco cosas que te desvían de la fe:
Bernabé, arrastrado por la hipocresía de Pedro. Quiere decir, que Pedro era un hipócrita, pero
Bernabé no estaba firme, porque lo logró confundir, Pedro. Bernabé fue arrastrado por la hipocresía
de Pedro. Así que si tú estás débil en la fe, pronto te arrastra alguien; una llamadita, una cartita,
alguien que está medio flojón por ahí, ¡pac!, y te vendió una moneda falsa, te la comiste.
Alejandro, está hablando mal de mí -de Pablo- me ha causado muchos males. Eso es otra cosa, la
difamación; cuando alguien comienza a difamar al Apóstol, y a difamar, y a difamar, y a difamar.
Número 3: Fileto, diciendo que la transformación ya estaba en pie. ¡YA! -No, esta es la
transformación-, y se apartó de la fe.
Demas, por amar al mundo.
Así que bendecidos, el tribunal está en pie. La palabra te está juzgando. La palabra está juzgando a
los que están fuera del cuerpo también, les está explicando.
Mira, ahora mismo está David por allí, Ezequiel, Daniel, todos. Por eso es que ellos inquirieron.
Cosas que nosotros tenemos ahora, ellos inquirieron: -Ojalá viviéramos para esos tiempos-, porque
ellos ahora oyen las cosas explicaditas tal y como son.
ESTAMOS EN LOS MEJORES TIEMPOS DE LA HISTORIA, Y A TI, A TI, TE HAN PUESTO EN
ESOS TIEMPOS, Y ES TU RESPONSABILIDAD SER HALLADO FIEL. PELEA LA BUENA
BATALLA DE LA FE, GUARDA LA FE. PELEA BIEN.
Vamos a estar en pie, iglesia… A SU NOMBRE: ¡GLORIA!
Descargar