19" Jornadas 130-132, 2005 Lesiones ligamentosas en la rodilla de los luchadores de Lucha Canaria Introducción El deporte es una entidad multifuncional que concierne a diversos aspectos de la actividad humana, dentro del ámbito de la cultura y que participa de los objetivos generales de la ciencia (Hernández, 1988). La Lucha Canaria es un deporte vernáculo de las Islas Canarias que tiene como principio básico el desequilibrio del contrario hasta hacerle tocar el suelo con cualquier parte del cuerpo que no sea la planta del pie, empleando para ello una serie de "mañas" o técnicas tanto de manos como de pies (Amador, 1991). En función de la estrategia adoptada por cada luchador se pueden encontrar las distintas conductas motrices que serían el origen de los traumatismos y las lesiones de la Lucha Canaria. La estabilidad de una articulación de nuestro cuerpo está influenciada por factores activos y pasivos. La actividad muscular es responsable de la estabilidad activa y se halla bajo control del individuo, mientras que la estabilidad pasiva se produce principalmente por los ligamentos. Sin una adecuada estabilidad pasiva la articulación es incapaz de funcionar correctamente. La incidencia de lesiones ligamentosas en los luchadores oscila entre 23'8-42'2 % del total de lesiones (Garrick ,1975, Roy, 1979, Jackson y cols., 1980, Requa y Garrick, 1981, Snook, 1982, Estwanik y Rovere, 1983, NHSIR, 1989, NCAA, 1993, Jarrett y cols., 1998; Brito y cols. 2005). La lesión más frecuente en este grupo de lesiones es el esguince ligamentoso. Su causa habitual es la puesta a tensión más allá de sus capacidades de las estructuras ligamentosas por el uso de las distintas técnicas de lucha. Los esguinces se producen habitualmente en la rodilla, tobillo y hombro. La patología ligamentosa de la rodilla fue la más común de las patologías, con índices que oscilaron entre el 30-65% del lesiones de la rodilla (Estwanik y cols., 1980, Wroble y cols., 1986). Podemos encontrarnos con lesiones del pivote centra de la rodilla (ligamento cruzado anterior y posterior) y de los ligamentos colaterales, interno y externo. El uso de la rodilla en las maniobras ofensivas y defensivas como palanca que rota da lugar a que la lesión del ligamento cruzado anterior sea frecuente en la lucha olímpica (Estwanik y Rovere, 1983, FILA, 1984, Marsh, 1990), aunque otros autores encuentran una baja incidencia de lesiones del ligamento cruzado anterior (Wroble y cols., 1986, Jarrett y cols., 1998). La producción de lesiones del ligamento cruzado anterior está en relación con la mecánica de la pierna al quedar atrapada en el tata mi; esto hace que la rodilla quede expuesta a la acción de fuerzas combinadas de valgo, rotación externa tibial y flexión de la rodilla. Cuando el luchador consigue que su pierna quede bloqueada transmite las fuerzas directamente a los ligamentos de la rodilla. Estos mecanismos de torsión y fuerzas indi rectas que actúan sobre la rodilla son los causantes de la patología ligamentosa de la rodilla (Wroble y cols., 1986). Los esguinces del ligamento lateral interno presentan una mayor incidencia que los que se sitúan sobre el ligamento lateral externo. La lesión de los ligamentos laterales puede alcanzar el 30% de las lesiones de la rodilla (Jarrett y cols., 1998). La gran mayoría de los esguinces fueron de poca severidad ya que los de Grado 1 tuvieron un índice del 65%, los de grado 11 el 25% y los de 111 grado del 10% (Estwanik y cols., 1980, Wroble y cols., 1986). Para conocer la presencia de lesiones ligamentosas en la rodila de los luchadores de Lucha Canaria se realiza este estudio. Material Se definió la lesión deportiva ante la existencia de un traumatismo durante la práctica deportiva con relación causa-efecto entre el mecanismo de producción y el 130 cuadro clínico que presentaba el luchador en el momento de la exploración y con necesidad de asistencia médica por parte de éste. Las lesiones ligamentosas se definieron siempre que existiera un antecedente traumático y dolor en el trayecto del ligamento explorado al realizar el tensado o la palpación del mismo. Para su clasificación se siguieron los criterios de la American Medical Association (AMA, 1976) para las lesiones de los deportistas. Así, se habló de: Esguince grado /: cuando la afectación de las fibras ligamentosas fue microscópica, con una articulación estable y función normal. La distensión del ligamento fue mínima. Clínicamente se apreció un punto de dolor discreto sin alteración de la movilidad, edema pequeño, mínima hemorragia y mínima pérdida de la función. Esguince grado //: La puesta a tensión del ligamento dio lugar a la lesión de algunas de las fibras ligamentosas. Existió una pérdida funcional del ligamento. La articulación fue laxa en alguno de los planos del espacio. Clínicamente se apreció un claro punto doloroso, moderada pérdida de la función, de ligera a moderada alteración de la movilidad, edema y hemorragia localizada. Esguince grado///: correspondió al desgarro de la mayoría de las fibras del ligamento llegando a la completa rotura del mismo. La articulación presentaba laxitud ligamentosa con pérdida total de la función articular (AMA, 1976, Peterson y Renstróm, 1988). La rotura de las fibras del ligamento se acompañó de un sangrado que se extendió hacia los tejidos circundantes y que apareció como una equimosis. Asimismo existió una clara pérdida de la función, alteración marcada de la movilidad, a veces deformidad, dolor y edema. En la articulación de la rodilla los esguinces de los ligamentos colaterales se identificaron mediante las maniobras de varo y valgo en flexión y extensión. (Liorzou, 1991 ). La apertura de la articulación con las maniobras forzadas de varo o valgo entre 3-5 mm se consideró un esguince grado 1 de los ligamentos colaterales. Entre 5-10 mm fue un esguince de grado 11 de los ligamentos colaterales. Los esguinces de los ligamentos colaterales grado 111 provocaron una apertura de más de 10 mm entre las superficies articulares (AMA, 1976) y se acompañaron de claros signos de laxitud lateral. Para la mejor objetivación de estas lesiones se realizó una radiografía forzada que permitió medir el grado de apertura de la interlínea articular. La lesión del pivote central de la rodilla se diagnosticó si se encontraba una clara subluxación de la rodilla al repetir los movimientos forzados que dieron lugar a la lesión con las maniobras de Lachmann, pivot-shift y la presencia de desplazamientos anteriores anómalos cuando la rodilla estaba siendo explorada en flexión (maniobra de cajones) (Liorzou, 1991 ). En algunas ocasiones la lesión del pivote central de la rodilla sólo se puso de manifiesto al realizar una artroscopia de la rodilla. En esos casos la presencia de una rotura de fibras del ligamento cruzado anterior de más del 50% se consideró una lesión completa del mismo. Menos del 50% de las fibras lesionadas se consideró una lesión parcial del ligamento cruzado anterior (Odensten y cols., 1985). Los sujetos estudiados fueron 913 deportistas de Lucha Canaria que solicitaron asistencia sanitaria en un periodo de 28 meses comprendidos entre 1993 y 1996. Método · Se realizó un estudio descriptivo y de las variables numéricas se hallaron sus medidas de posición: moda, mediana, media; y las medidas de dispersión: rango, desviación media, varianza y desviación típica. Así como el coeficiente de asimetría, curtosis y tablas de frecuencias. XIX JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIA Y CIRUGIA ORTOPEDICA © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. DRA. S. SORIA DEL CASTILLO-OLIVARES; DR. R. NAVARRO GARCÍA; DR. J.A. RUIZ CABALLERO; DR. J.F. JIMÉNEZ DÍAZ; DRA. E. BRITO OJEDA Se utilizó el soporte informático Microsoft Office 95® con los programas Access® y Excel® para confeccionar la base de datos y la hoja de cálculo. Resultados Uno de cada tres diagnósticos hace referencia a una lesión ligamentosa (Tabla I).La patología ligamentosa de la rodilla presentó 172 casos, el13'74% del total de lesiones sufridas por los luchadores. Se encontraron 74 roturas completas del ligamento cruzado anterior de la rodilla, es decir, 5'92% de todas las lesiones, y 11 roturas parciales del ligamento cruzado anterior (Tabla 111). De los ligamentos laterales de la rodilla se presentaron 63 lesiones, el 5'03 % de todas las lesiones. Su detalle se muestra en la tabla 11. DIAGNÓSTICOS N % Lesión LCA completa Meniscipatía externa Meniscopatía interna Esguince LLI1º grado Sd. Femoropatelar Contusión rodilla Esguince inespecífico rodilla Tendinitis rotuliana Gonalgia inespecífica Esguince LLE 1º grado 74 46 45 41 38 27 16 16 14 13 5,92 3,68 3,60 3,28 3,04 2,16 1,28 1,28 1,12 1,04 Discusión Las lesiones ligamentosas son las más frecuentes en el mundo de la Lucha Olímpica. Todos los estudios realizados hasta nuestros días coinciden en la alta frecuencia de lesiones ligamentosas de la lucha. Su incidencia varía desde el 23'8% hasta el 42'8% del total de lesiones reportadas (Estwanik y cols., 1978, Roy, 1979, Jackson y cols., 1980, Garrick y Requa, 1981, Requa y Garrick,1981, Snook, 1982, Estwanik y Rovere ,1983, FILA, 1984, Wroble y cols.,1986, NHSIR, 1989, Marsh, 1990, NCAA, 1993, Wroble, 1996, Jarrett y cols., 1998; Brito 'y cols., 2005). En nuestro estudio igualmente es la primera causa de lesión deportiva en los luchadores, alcanzando más de un 30% de las lesiones diagnosticadas. Una de cada tres lesiones afectaban en mayor o menor grado a un ligamento de los luchadores. Coincidimos con todos los autores en que la rodilla y el tobillo son las zonas más afectadas por este tipo de patología. Con una proporción semejante a la encontrada en la Lucha Olímpica, el 42'67% de las lesiones asentadas en la rodilla son lesiones ligamentosas. De ellas, destacan por su importancia, la lesión del ligamento cruzado anterior y la lesión del ligamento lateral interno. De tal forma que la lesión completa del ligamento cruzado anterior representa el 3º diagnóstico más frecuente de los luchadores Canarios. La lesión completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla podría ser denominada, según nuestro estudio, la lesión más característica de los luchadores de lucha canaria. Es el tercer diagnóstico más frecuente y la primera causa de lesión en la rodilla de los luchadores. Este dato contrasta enormemente con la bibliografía revisada, ya que en la lucha olímpica la lesión completa del ligamento cruzado anterior tiene unos índices de presentación mucho más bajos, siendo considerada una lesión infrecuente (Roy, 1979, Garrick y Requa, 1981, Snook, 1982, Wroble y cols., 1986, NHSIR, 1989, NCAA, 1993, Wroble, 1996, Jarrett y cols., 1998). Un LESIONES Ligamentosas Contusiones Musculares Sobreuso Fracturas Meniscales Otras Luxaciones N % 422 221 194 144 92 92 79 37 1251 33,73 17,67 15,51 9,4 7,35 7,35 6,31 2,96 100,00 Tabla 3 Lesiones de la rodilla reciente estudio sobre lesiones de los luchadores tambien encuentra una baja incidencia de lesiones del ligamento cruzado anterior (Brito y col., 2005). Entendemos que esta diferencia puede deberse más a un distinto criterio diagnostico que a su real ausencia. Sin embargo, otros estudios indican una alta incidencia de la lesión del ligamento cruzado anterior (FILA, 1984), atendiendo al uso de la rodilla en las maniobras ofensivas y defensivas como palanca que rota. La producción de lesiones del ligamento cruzado anterior está en relación con la mecánica de las mañas en las que la pierna queda atrapada en el terrero; esto hace que la rodilla quede expuesta a la acción de fuerzas combinadas de valgo, rotación externa tibial y flexión discreta de la rodilla. La lesión del ligamento lateral interno de la rodilla es el sexto diagnostico más frecuente. Las maniobras de valgo forzado aplicada, fundamentalmente, en la pierna que soporta el apoyo monopodal (Wroble, 1996) son las responsables de esta lesión. Este valgo forzado no sólo se produce durante la realización de las mañas mientras los luchadores se encuentran en bipedestación. Las frecuentes caídas del contrario sobre el luchador lesionado también pueden ser responsables de este mecanismo lesiona!. Son estas fuerzas indirectas, en definitiva, las responsables de las lesiones ligamentosas (FILA, 1984, Wroble y cols., 1986, Marsh, 1990, Jarrett y cols., 1998). La gran mayoría de lesiones del ligamento lateral interno y del ligamento lateral externo fueron de Grado 1, siendo infrecuentes las lesiones grados 11 y 111. En resumen, cuando el luchador consigue que su pierna quede bloqueada transmite las fuerzas directamente a los ligamentos de la rodilla. Estos mecanismos de torsión y fuerzas indirectas que actúan sobre la rodilla son los causantes de la patología ligamentosa de la rodilla (Wroble y cols., 1986). Son múltiples las mañas de lucha canaria que implican el apoyo monopodal con posterior giro y flexión de la rodilla para intentar derribar al contrario (burra, cango, levantada, cadera, media cadera). Conclusiones La lesión más habitual de los luchadores Canarios es la lesión ligamentosa. Destaca por sus implicaciones quirúrgicas la lesión completa del ligamento cruzado anterior, entidad nosológica que más frecuentemente afecta a la rodilla de estos deportistas Tabla 1 Grupos de lesiones Esguince 1º Esguince 11º Esguince 111º Total L.L. EXTERNO L.L. INTERNO TOTAL Bibliografía 13 41 8 54 8 1 63 1. AMA.: Advisory Panel on Standard Nomenclature of Athletic Injuries of the o 1 14 o 49 Tabla 2 Lesiones de los ligamentos laterales de la rodilla 2. Council on Scientific Affairs: Standard Nomenclature of Athletic Injuries. 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