APLICADOR/A ANEXO I Lectura en voz alta de un texto, por parte del/la aplicador/a. • Antes de comenzar, se les pedirá a los/as alumnos/as que escuchen con atención, porque luego tendrán que realizar algunas actividades sobre el cuento. • El aplicador/a leerá DOS VECES el cuento con el fin de facilitar la comprensión. ****** La abuela María, que no era abuela de nadie y sí abuela de todos, vivía en una casa pequeña con una puerta redonda como ella y una ventana grande de cristal. La abuela contaba cuentos a los niños en una cocina que olía a papaya y plátano, y sacaba sus historias de una cajita de madera antigua, que guardaba celosamente. - ¡Abuela! ¿qué nos vas a contar hoy? –preguntaban los niños mientras se acurrucaban a su alrededor. María pasaba sus manos por la caja y decía: - “!Abracadabra, muéstrame un cuento, cajita de las palabras!”Cerraba los ojos y comenzaba a contar su historia. Algunas veces olvidaba palabras importantes del cuento o no recordaba los finales, entonces miraba a los niños consternada, y decía: - ¡Qué maleducadas son las ideas, se esconden entre los pliegues del cerebro y no quieren salir aunque las llames! Página 1 Un día de Navidad la abuela recibió a sus amigos con una bandeja de peladillas y una sonrisa; y cuando uno le preguntó: - ¿Qué historia nos vas a contar hoy? Ella contestó apesadumbrada: - ¡No recuerdo ninguna! Lo peor de todo es que ni siquiera recordaba las palabras porque enmudeció de repente. - ¡La cajita está agotada! –parecía decirles con la mirada. Entonces los niños tomaron la decisión de devolverle a la anciana todos los cuentos que ella les había contado, a ver si de esa forma recuperaba las ideas y las palabras para expresarlas. Cada día, a la salida del colegio, pasaban por su casa, se sentaban a su alrededor en la cocina, abrían la cajita y decían: - “!Abracadabra, escucha este cuento cajita de las palabras!” – y le contaban sus cuentos. El entusiasmo era tan grande, que cuando se les acabaron las historias que les contó la abuela, fueron a buscar más a los libros del colegio y a los de la biblioteca; estaban tan entretenidos buscando y contando historias, que no se dieron cuenta de que la abuela había recuperado la memoria. Gracias a ellos, las ideas y las palabras volvieron a su cabeza; pero no se colocaron en su sitio, sino que se trastocaron y cada una buscó el lugar que mejor le pareció. Por eso ahora la abuela cuenta la historia de la Cenicienta que se casó con Pulgarcito, y la pija Blancanieves que perdió su zapatito de esmeralda en la puerta del palacio del gigante o la del... Y como los niños también han aprendido a contar, en estos momentos aprenden con la abuela a inventar y reinventar nuevas historias, con las viejas ideas y las palabras de siempre. “La caja de las palabras” (Pepa Aurora) _______________________________________________________ • Finalizada la lectura POR SEGUNDA VEZ, el alumnado comenzará a realizar en su cuestionario las actividades 1, 2 y 3. Página 2 APLICADOR/A ANEXO II Dictado • Antes de comenzar el dictado, el aplicador/a LEERÁ AL GRUPO EL TEXTO COMPLETO, para luego empezar a dictar las frases, según las indicaciones ( // ),debiendo ser repetidas DOS VECES. Mi abuelo Guillermo// me contaba la historia de Drago el terrible.// Drago era un gigantesco dragón// que vivía en un pueblo muy lejano// y que tenía aterrorizados// a todos los habitantes de los alrededores.// Acostumbraba organizar grandes desastres.// Sólo mi abuelo,// vestido como un guerrero,// sirvió de ejemplo// a la población// enfrentándose a él con su espada de hierro. Página 3 ALUMNADO ANEXO III Lectura • “Lee en voz alta la siguiente poesía”. _______________________________________________ Verano poeta ¡Alto, Verano! ¿Adónde vas? Voy a jugar con los niños a la orilla del mar. ¡Alto, Verano! ¿A qué jugarás? A hacer castillos de arena para llenarlos de sal. ¿Y luego? ¡Ay, luego, luego! Con tinta de calamar escribiré dos poemas sobre la espuma al pasar. ¡Alto, Verano! ¿Qué escribirás? Escribiré: “Muchos besos al niño que nade más” José González Torices Página 4