Ilusionismo. Entrevista a la neurocientífica Dra. Martínez Conde Estas personas están intentando averiguar cómo crear ilusiones. Estos son los mejores magos del mundillo. Me fascina cómo nos ofrecemos a ser engañados. ¡Hostia! ¿Esto que acabo de ver ha pasado? Los mejores magos y neurocientíficos del mundo se han reunido en la isla del Pensamiento (Pontevedra) para compartir conocimientos y experiencias. Científicos e ilusionistas están aprendiendo cómo reconstruye nuestro cerebro la realidad, gracias a las ilusiones que los magos llevan años practicando. Los magos toman ventaja del hecho de que tenemos una capacidad neural y, por tanto, una capacidad mental limitada. Nuestro cerebro debe tomar decisiones, debe tomar atajos e interpretar la realidad resaltando algunos aspectos y desestimando otros. Necesitamos tomar atajos mentales. De lo contrario, nos veríamos abrumados constantemente por un exceso de información. Estamos rodeados de ilusiones. Las ilusiones son muy interesantes porque son el error que demuestra que todo es una construcción. Yo empecé en la magia. Fui mago antes de ser psicólogo. A medida que desarrollas un interés en la magia y aprendes cómo engañar a la gente, te percatas de lo falible que es nuestra percepción. ¿Por qué ves movimiento cuando no lo hay? Porque, normalmente, esta deducción de movimiento nos lleva a una interpretación correcta del mundo. Por ejemplo, imagina una hilera de árboles y un pájaro que vuela por detrás. Percibes un solo pájaro volando tras los árboles. No percibes un nuevo pájaro cada vez que lo ves: un árbol, un pájaro, otro árbol, un nuevo pájaro… Te volverías loco y, además, sería incorrecto. Los magos han sabido encontrar ciertas conductas, síntomas, ciertos patrones que utilizaremos en nuestras artes. Por ejemplo, el clásico truco que todo el mundo hace, cuanto te "quitas" el pulgar. Funciona sólo porque asumes que el pulgar continúa tras mi dedo índice, que lo oculta, cuando en realidad no es así. Sin embargo, tú "rellenas" el pulgar tras el ocultador. Esta es la base de muchos trucos de magia. Si yo sé que efectivamente el cerebro rellena esos huecos, qué hago yo ahora, pues muy bien, me vengo, y entonces de repente genero estructuras visuales; en algunos casos no existen monedas donde deberían existir, y el público cree verlas cuando no están. Nosotros sabíamos que eso pasaba, pero no sabíamos ni por qué ni en qué grado. Y ahora mismo los neurocientíficos dicen: "No. Funciona siempre por esto, por esto y por esto. Y no funciona nunca si lo haces de esta otra manera". Entonces, es una herramienta utilísima para nosotros. Cojo la baraja, la dejo en la mano. Cojo dos cartas: seis de corazones y dos de picas. Seis de corazones y dos de picas. Más claro no lo puedo hacer. Me duelen los dedos de hacerlo tan claro. Doy un chasquidillo…, piririrí… ¡y sale!..., tan guay, tan bonito. Hasta ahora hemos tenido reuniones con magos de uno a uno, vamos a decir. Esta reunión lo que persigue es reunir a dos colectivos con una serie de representantes tanto del mundo de la neurociencia como del mundo de la magia. La relación que hay actualmente con los científicos nos permite saber cómo ellos piensan, y ellos nos dicen: "Pues eso se llama, en el mundo de la ciencia, así o en el mundo de la neurociencia se llama de este otro modo". Nosotros usamos la ciencia como herramienta y tomamos consejos de los científicos. Así que queremos que los científicos escuchen nuestros consejos a veces. No siempre, pero en casos concretos en que los científicos no tienen experiencia y pueden ser engañados, nosotros los magos podemos ser una ayuda. Hay varias razones para utilizar la magia. Una es que queremos estar en una situación natural, un contexto real de elección de usuario, fuera del laboratorio. El propósito era tratar de integrar neurología cognitiva con magia, y ver cómo interactúan ambos campos. Estamos haciendo "antimagia", por así decirlo. Hacemos un truco donde la gente no se lo espera, y comprobamos que la gente no se da cuenta. Los magos utilizan una serie de ilusiones sensoriales, pero lo que utilizan sobre todo, prácticamente en cualquier truco de magia que se observe, existe una manipulación de la atención. Ten en cuenta que la percepción del ser humano es limitada. Tú no puedes atender a muchas cosas. Si yo ocupo tu mente con una pregunta compleja, tu atención se divide y se dispersa. Puedo colapsar toda tu percepción con una emoción muy potente. Si consigo que te emociones o que te rías, que te estés riendo,.. Cuando estás riendo, bajas la guardia. Ahí yo puedo hacer mis trampas. Ellos saben que un movimiento muy amplio cubre un movimiento más pequeño. Entonces cuando hay un movimiento muy amplio, se lleva toda la atención y tú puedes hacer movimientos de pequeño alcance sin que la gente los vea, no los nota. Los magos lo que tenemos que hacer constantemente es controlar la atención del espectador. Entonces lo primero que tenemos que hacer es tenerla. Si nosotros de repente subimos la tensión, la emoción aumenta… y tal, y no sé qué…, y resolvemos el efecto, la tensión del espectador hace… bua…, se relaja y ahí es donde hacemos la trampa. Me fascina cómo nos ofrecemos a ser engañados al entrar en un show de magia. Y nos encanta ese proceso. Creo que la magia nos permite realizar experimentos a través de los cuales entender el disfrute de estar en una situación misteriosa.