LA PESCA DE ARRASTRE AFECTA EL FUTURO DE LA BIODIVERSIDAD MARINA Boletín 884 25-01-2012 El Ministerio del Ambiente, como máxima autoridad ambiental en el país, se pronuncia ante la prohibición de la actividad de pesca de arrastre, la cual se considera como una práctica no amigable para el ecosistema marino porque no es selectiva y causa impactos en los fondos oceánicos. Es uno de los métodos más invasivos de artes de pesca, por esta razón se ha cuestionado su uso y se ha exigido mayor regulación. En nuestro país esta actividad está regulada por la Subsecretaría de Recursos Pesqueros, que mediante Acuerdo Ministerial No. 162 de fecha 24 de noviembre del 2009, estipula las medidas de ordenamiento, regulación, control, zonificación e investigación de la flota pesquera arrastrera. En virtud de estos antecedentes, es competencia de esta Cartera de Estado el abogar por la conservación del ecosistema marino, incluyendo todas sus especies, tal como se estipula en el Articulo 71 de la Constitución que reconoce a la naturaleza como sujeto de derecho; además el Art. 86 de la Constitución el Estado declara de interés público los ecosistemas, la Biodiversidad; así como la explotación sustentable de los recursos naturales y los requisitos que deban cumplir las actividades públicas y privadas que puedan afectar al medio ambiente. La Constitución Política de la República acoge el principio precautorio en su artículo 396, señalando inclusive que “…En caso de duda sobre el impacto ambiental de alguna acción u omisión, aunque no exista evidencia científica del daño, el Estado adoptará medidas protectoras, eficaces y oportunas…”. El Ecuador al estar sujeto al marco jurídico internacional tiene la obligación de cumplir y hacer cumplir los convenios nacionales e internacionales para la conservación de la flora y fauna silvestre y su medio ambiente. ¿En qué consiste la pesca de arrastre? Es el empleo de una red que sacude el fondo de la mar capturando el camarón que sale del fondo, la red se mantiene abierta y atrapa en su interior todo lo que encuentra durante el recorrido. Por esa razón este arte de pesca es una de las formas más destructivas de capturar peces, y es responsable de casi la mitad de todos los peces y organismos marinos descartados a nivel mundial (Kelleher 2005). No sólo se ve afectada la macro fauna, sino que también existen organismos que son microscópicos, tales como bacterias, fitoplancton (algas microscópicas), zooplancton (estadios larvales de peces y otras especies marinas), y la meiofauna (pequeños invertebrados que habitan en el suelo oceánico) cuya importancia es el mantener el equilibrio ecológico encargándose del flujo de materia y energía en el ecosistema global mediante la remineralización de la materia orgánica y la regeneración de nutrientes. Este ecosistema en particular, es el más afectado directamente por la remoción del fondo marino a causa de las cadenas y redes de arrastre. En el Ecuador, la flota arrastrera se basa en la captura de langostino, camarón pomada, que son sus especies objetivo, y como pesca acompañante pelágicos costeros y pesca blanca; sin embargo, la red al estar en contacto con el fondo oceánico incide sobre el mismo, y es en este lugar donde crecen gran cantidad de algas, plantas y otros organismos, además de que se escarba en el lodo. La flota arrastrera ecuatoriana industrial está compuesta de 156 barcos, de los cuales 120 (77%) se dedican a la captura de Langostino y 36 (23%) barcos a Pomada. En cuanto a la perspectiva mundial, la FAO ha advertido que de continuar esta actividad, en la mayoría de los océanos para el año 2048 se agotarían las especies marinas, además de acelerar el cambio climático al destruir los fondos, lugar donde crecen gran cantidad de algas, plantas y otros organismos. Es necesario que todos los actores involucrados: Gobierno, sector pesquero artesanal e industrial se comprometan en buscar alternativas tales como cambios de artes de pesca o inicio en otras actividades productivas, para mitigar el impacto social y económico que conllevará la prohibición de esta actividad. Bajo ningún concepto el Gobierno Nacional va a desamparar y afectar al sector pesquero, sin embargo estas medidas son imperativas para la protección a largo plazo de nuestros recursos marinos.