OBRAS DE TEATRO

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¿DÓNDE CANTAN LOS FANTASMAS?
Personajes:
Hada Jubilada
Fantasma
Monstruo
Esqueleto
Bruja
Escenografía:
Plaza de día
(Aparece el Hada mientras se escucha el candombe)
-¡Buenas tardes, gente! Me presento: Soy el hada Jubilada y a mí no se me escapa nada. Aunque
tengo una duda…¿Escucharon música recién?¡Ah, sí! Pero nadie cantó…Eso quiere decir que los
fantasmas de la plaza están tramando algo. ¿A quién querrán asustar?
(Sale el Hada y entra el Fantasma, diciendo):
-¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! El hadase fue y no se imagina que yo ya llegué…Menos todavía lo que
pienso hacer. Me llevaré conmigo a todos los chicos que han venido con su abuela y llenaré con
ellos mi escuela de fantasmas…¡Ninguno escapará porque mi sábana blanca los envolverá! ¡JO!
¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Entra el Monstruo, diciendo):
- Acá estoy yo para ayudarte, Fantasma…¡Me llevaré despacito a todos los chicos que tengan
rulitos! No se salvará ninguno y con mi peine de alambre los peinaré hasta que no les quede ni un
rulo…¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Entra el Esqueleto , diciendo):
-Ahora es mi turno, muchachos…Lo mío será sencillo, pues me llevaré conmigo a todos los chicos
que usen flequillo…haré con ellos mi ronda de huesos y bailar el baile de los esqueletos…¡JO! ¡JO!
¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Entra la Bruja , diciendo):
-¡Pero dejen algo para mí y mi brujito! También queremos llevarnos algo y divertirnos aunque sea
poquito…A ver, a ver…¿Quién se vendrá conmigo? Ya sé, porque elijo a las tías y a las mamis que
estén con sus hijos…¡A la parrilla los voy a cocinar!¿Qué rico asado que voy a cenar! …¡JO! ¡JO!
¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Todos, bailando)
-¡No se salva nadie en esta biblioteca! Aunque tengan auto o anden en bicicleta…Esta misma
noche haremos la fiesta con ruidos de miedo tendremos orquesta…¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! …A
bailar la ronda, la ronda macabra, con ojos de rana y patas de cabra…!¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!…
- A CAZAR CHICOS, ENTONCES, QUE ES LA HORA DE DIVERTIRNOS. …¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
¡JO! NADA PODRÁ HACERNOS EL HADA JUBILADA, HACE MUCHO TIEMPO QUE TIENE LA
VARITA VIEJA Y OXIDADA!
(Se van por los rincones y queda solamente el fantasma)
(Entra el Hada empuñando su varita):
- No te creas, Fantasma, que podrás llevarte a los chicos con sus abuelas. No, señor, con mi varita
oxidada quedará vacía tu escuela, porque desde ahora, tienes dolor de muelas.
- ¡No, no, no! ¡Dolor de muelas, no, no!¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! (Se va)
(El Hada se esconde) (Entra el Monstruo, diciendo):
- Yo no tengo muelas, los dientes me cuelgan y a mí no me importa, con los de rulitos, yo me hago
una torta…¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Entra el Hada empuñando su varita):
-Tranquilo, señor Monstruo, si a usted no le importa, el tema es sencillo: Aquí quedará usted, duro
como un ladrillo…¡Porque anda muy bien la varita oxidada del Hada Jubilada!
(Se va endurecido el Monstruo, diciendo):
-¡Uh…estoy duro y no me puedo mover, casi! !¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
(El Hada se esconde) (Entra el Esqueleto, diciendo):
-Esta noche, cuando desarme a los chicos con flequillo, tendré huesos nuevos y les pondré
tornillos!¡A desarmar! …¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
(Entra el Hada empuñando su varita):
-Quieto, esqueleto, porque te aprieto. Yo, el Hada Jubilada, con mi varita oxidada no te dejaré
hacer nada. Con tu sombrero te caerás en un agujero.
(Cae el esqueleto, gritando):
-¡No me quedo duro, pero voy a un pozo oscuro! !¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
(El Hada se esconde) (Entra la Bruja, diciendo):
- A las madres y las tías yo me llevaré, si queda algún chico es para mi bebé…¡JO! ¡JO! ¡JO! ¡JO!
¡JO!…
(Entra el Hada empuñando su varita):
-Ah, señora Bruja, el tema no es fácil…Ya mismo se busca un poco de lana y dos buenas
agujas…¡A tejer calzones para los gorriones! Eso es lo que manda el Hada Jubilada, esa hada que
tiene varita oxidada.
BRUJA- ¡Tejer, qué castigo! A buscar agujas y a comprar la lana…¡Hoy quedo de cama! ¡Ay! ¡Ay!
¡Ay! ¡Ay! (Se va)
HADA-¡Al fin termina esta pesadilla!¡Nunca más molestarán a los chicos que viene a la función!
¡Que suene la música, que se arme el candombe!
¡ Nadie tiene miedo!¡Ninguno se esconde!
¡ A los malos echas, varita oxidada!
¡ Puedo salvar chicos siendo jubilada!
FIN
María Alicia ESAIN
LA NOCHEBUENA DE MANOLITO
Personajes:
Catalina y Federico ( pareja de recién casados)
Ladrón I , Ladrón II y Ladrón III
La Pintora
El Perro
ACTO PRIMERO
Érase una vez, en la costera y milenaria ciudad de Cádiz, modernizada hoy en día con grandes
edificios, anchas carreteras, vías de tren, etcétera, vivía la familia de Manolito. Vivían en la tercera
planta de un edificio llamado "Delfín", en el portal número siete; igual que el número de añitos que
había cumplido hacía sólo un par meses.
Manolito no tenía hermanos ni hermanas, pero sí tenía muchos primos y primas, con los que
pasaba la fiesta de Nochebuena en su casa, ya que esta vez, en aquel año 1999, fueron sus
padres los que invitaron a los demás familiares para celebrar la Nochebuena.
Y así entonces, en un lado del comedor, Manolito observaba a dos de sus primas mayores que
estaban retocando los adornos del árbol de Navidad.
-A mí me gustaba como estaba antes- opinó Manolito con simplicidad.
-Las guirnaldas estaban muy desordenadas- dijo una de ellas.
-Sí. Le preguntamos a tu madre y nos dijo que podríamos retocarlo- dijo la otra.
-Pero las bolas de colores las puse bien- comentaba de nuevo Manolito-, no hace falta que las
"retroquéis".
-Se dice retoquéis, no retroquéis- habló de nuevo la primera, en tono burlesco.
-Tú eres muy pequeño y no entiendes de estas cosas- añadió la segunda, cambiando de lugar una
de las bolas que anunció Manolito.
Pero Manolito recordó que su madre le decía: "los tontos son los que se burlan de los demás,
porque irritan a las madres y acaban todos castigados, pero si no les haces caso no pasa nada".
Así que no se enfadó, y se marchó al salón, donde jugaban los primos de su edad inflando globos
que repartía uno de los titos. El tito le dio entonces uno de la bolsita diciéndole:
-¡Toma, Manolito!. ¡A ver si somos capaces de inflarlos todos!.
Entonces se puso a inflar con mucha fuerza y rapidez. Tanta, que en uno de los soplidos perdió el
equilibrio y cayó encima de un globo ya inflado cual hizo explotar. El tito y sus primos se troncharon
de risa mientras Manolito, que al principio se había asustado, observaba que no había pasado
nada, de forma que igualmente se desarmó de risa junto a los demás.
-¡No importa que se haya roto- decía Manolito entre risas-, porque éste ya está lleno!- enseñó el
que acababa de inflar, el cual no hubo soltado a pesar del susto.
-¡Pues, "ala", dámelo con cuidado que voy a hacerle el nudo, y toma este otro!- le dijo de nuevo el
tito.
Pero antes de empezar a inflar el nuevo globo, Manolito se fijó en la televisión, la cual tenían
encendida porque también estaban viendo unos dibujos animados. Pero lo que Manolito observaba
era un anuncio de publicidad en el que se veían a unas familias muy pobres viviendo en casas muy
antiguas, con pocos muebles, sin adornos de Navidad, y unos niñitos jugando con apenas unos
tacos de madera. Entonces, la voz del anuncio dijo: "llévales tus juguetes usados; deposítalos en
los recipientes de los supermercados". Seguidamente se puso un poco triste y fue a la cocina,
donde las titas, su madre y la abuela hacían los preparados para la cena. En la entrada se cruzó
con su padre, el cual se dirigía a la salita llevando un par de vasos largos llenos con eso que
llamaban cubata.
-¡Cuidado, Manolito, que te lo echo encima!- le dijo oportunamente apartando los brazos.
-¡Uy!- expresó él, deteniéndose.
Entonces, los titos bromearon desde la salita:
-¡Eh, Manolito, las chucherías de los mayores valen mucho dinero, así que dile a tu padre que no la
derrame!.
-¡No se me ha caído nada, quejones!- prorrumpió el padre acercándose a ellos.
Manolito entró definitivamente en la cocina, sonriente. Sin embargo recordó el anuncio que vio en
la televisión y volvió a sentirse triste. Se acercó a la madre, le tiró del delantal, y le dijo:
-Mamá, yo voy a darle mis juguetes viejos a los niños pobres.
Entonces una de las titas comentó:
-Lo mismo me dijo mi Cristina ayer cuando vio el anuncio en la tele.
La madre le respondió:
-Claro que sí. Recuérdamelo cuando salgamos a comprar, y meteremos los juguetes en una bolsa,
¿vale?.
-¡Vale!. ¡Pero lo voy a hacer ahora mismo!- dijo él saliendo de la cocina.
-Mejor otro día, Manolito, ahora podrías ayudar a la abuela- le dijo con dulzura.
-Yo también quiero ayudar- expresó Cristina que venía del salón-. ¡No sé como no se cansan de
inflar tantos globos, uf!.
-¡Claro!- le dijo Manolito tirando del delantal de la abuela.
Entonces, la abuela le dijo a los dos:
-Pues a ver, artistas, traedme tres huevos de ahí de la mesa para terminar la masa de las
croquetas caseras.
-Y quita la botella de champagne del filo; no se vaya caer al suelo- advirtió una de las titas.
-Abuela- decía Cristina-, ¿por qué a los demás primos no les gustan tus croquetas?.
-Porque a todos no les gustan, pero a vosotros sí, y a los titos también- dijo la abuela.
-¡Están muy buenas!- expresaba Manolito-. Y el abuelo decía que eran las mejores del mundo.
-Porque tienen muchas propiedades buenas- corroboró la abuela-. Traedme la canela, anda,
cielos.
-¡Voy!- dijeron los dos a la vez.
Pero al ver que su prima se había adelantado, Manolito se quedó junto a la abuela y le dijo:
-Abuela, el abuelo nos ve desde el cielo cómo hacemos las croquetas, ¿verdad?.
-Por supuesto que sí- respondió ella, que seguidamente se acercó al oído de los dos y dijo en voz
baja: -Así que te tenemos que hacerlas muy bien, ¿eh?.
Los dos se miraron sonrientes y se acercaron a la mesa para esperar lo que les pidiera, como si
fueran dos guardianes romanos del portal de Belén.
Y así, y así, a lo largo de la divertida fiesta, el papá de Manolito enseñó a éste junto a los demás
atreviditos primos, a cómo sujetar las bengalas encendidas. Después los llevó a la calle para que
vieran cómo estallaban unos petardos que tenía guardados. Y es que se notaba que el papá de
Manolito, cuando era niño, fue un travieso pirómano.
Seguidamente, en el salón, paró la música que se oía incansablemente en el equipo de música y
les dijo:
-¿Qué tal si ahora descansáis un poco en el sillón viendo una película de dibujos animados?.
-¡Sí!- decían todos y todas mientras él se dispuso a colocar la cinta en el aparato de video.
-¡Trae, tito, yo sé poner la cinta en el video!- le dijo una de las primas mayores de Manolito.
-De acuerdo, de acuerdo- expresó él.
Asimismo se marchó a la salita, donde había otra televisión y le esperaban los otros mayores para
jugar a las cartas, los dados, u otros juegos mientras oían esos programas de chistes y música.
Entonces, mientras los peques veían la película embobados, Manolito se fijó en el bello portal de
Belén que tenían montado sobre una consola bajo la ventana que daba al exterior. Se levantó del
sillón agachado para no molestar la visión de los primos con la tele, y se acercó fijándose en el
establo del Belén, hecho de corcho y en las figuras de plástico del niño Jesús y demás, lo que le
hizo recordar de nuevo aquel anuncio de televisión sobre las familias que eran pobres.
Seguidamente enchufó el cable de las bombillitas de colores y el portal se iluminó. Una bombillita
roja iluminaba una fogata que le enseñó hacer su madre, y otras bombillitas amarillas iluminaban el
establo, etcétera. Manolito sonrió y levantó la vista hacia la ventana, donde observó algunas
estrellas, ya que el cielo estaba en parte despejado de nubes, y recordó aquella otra gran idea que
le dio su madre de colocar el Belén justo ahí, para que el cielo fuera auténtico. Sonrió de nuevo y
mantuvo la sonrisa hasta que se asomó a la ventana subiéndose sobre un hueco de la consola.
Observó entonces a un harapiento hombre con su hijo, al cual le decía mientras cruzaban por un
basurero:
-¡Mira, nos llevaremos esa mesita para la televisión!.
-¡Es verdad!- respondía el hijo.
Entonces, Manolito volvió a sentirse triste. Pero se sentó otra vez en el sillón y continuó viendo la
película con sus primos, intentando olvidarlo.
Cuando acabó la fiesta en mitad de la noche y los familiares se despidieron hasta el día siguiente,
los padres de Manolito le llevaron a su habitación casi dormido, y en la cama le preguntaron:
-¿Te lo has pasado bien?.
-No mucho- respondió con un poco de pena.
-¿Por qué?- preguntaron el padre y la madre al mismo tiempo.
-Porque las familias pobres no pueden pasar las navidades como nosotros.
-Pero cada cual hace lo que puede, y tú mañana vas a llevarle los juguetes viejos- le dijo ella.
-¡Sí!- sonrió Manolito.
-¡Además- añadía el padre-, si una familia está unida nunca será pobre!.
Manolito asintió con la cabeza. Sus padres le dieron un beso de buenas noches y se durmió con su
pequeña conciencia tranquila.
ACTO SEGUNDO
Sin embargo, no a mucho de dormirse, alguien le siseó desde la misma puerta de su habitación,
una y otra vez, hasta que se despertó y distinguió la silueta de una persona que estaba asomada.
Entonces la silueta se acercó poco a poco a la cama y le dijo en voz baja:
-Hola, Manolito.
-¿Quién eres tú?- le preguntó, también en voz baja.
-Soy el abuelo.
-¿El abuelo?. Pero mamá me dijo que tú te fuiste al cielo, hace cinco años.
-Es verdad, pero Dios me ha dejado bajar un momentito porque quería decirte una cosa.
-¡Y qué es!- se incorporó Manolito entusiasmado.
-Dame la mano, artista.
Y tras tenderle una mano, el abuelo la apretó con las suyas y empezaron a flotar en el aire, como si
estuvieran en un ascensor invisible. Entonces, el abuelo se dirigió hasta la puerta de la habitación
manteniendo a Manolito cogido de la mano, flotando y flotando cerca del suelo hasta que cruzaron
el salón saliendo a la calle por la ventana que había encima del Belén. Manolito se tapaba los ojos
con la otra mano para no mirar abajo, pero el abuelo le dijo:
-¡No te preocupes, mientras no te sueltes de mí no te caerás, ja, ja, ja!. ¡Aprovecha y mira lo bonita
que está la ciudad desde aquí!.
Manolito se destapó los ojos y observó el paisaje mientras las frías y saladas brisas de la noche
envolvían su acalorada sorpresa.
Poco después, se aproximaron a un edificio y entraron en él por una ventana de la segunda planta.
La ventana daba a uno de los pasillos de las escaleras del portal, donde finalmente se quedaron de
pie, frente a una pared continua al ascensor.
-Observa, Manolito; te he traído aquí para que veas que no debes estar triste por las familias
pobres, ya que eso depende de la propia familia.
-Pero depende del dinero que tengan, ¿no?- le miró su nieto, confuso.
-Bueno, al principio parece que sí, pero las apariencias engañan, Manolito. ¿Qué te parece si
vemos una familia pobre y después una que no lo sea?.
Manolito decía que sí sólo con la cabeza, ya que ver a una familia pobre le ponía muy triste.
Entonces, el abuelo formó con un brazo un círculo en la pared al tiempo que éste se volvía
transparente, de forma que observaron a través de él una casa muy bonita, llena de cadenetas y
guirnaldas, un Belén y un árbol de Navidad grandes y adornados con lucecitas, y todo así envuelto
por los villancicos de un equipo de música, que sonaba tan bien que las canciones llegaban a
cualquier rincón de la casa.
-¡Ja, ja!. ¡Te has confundido, abuelo- le comentaba Manolito sonriente-, esta no es la familia
pobre!.
-¡Bueno, da igual, observemos primero esta familia!- sonreía también el abuelo.
Entonces, Manolito volvió la cara hacia la pared y se fijó en dos niños que se estaban peleando por
colocar, de una forma u otra, una figurilla del Belén. Se estuvieron empujando hasta que uno de
ellos se golpeó la nariz con la mesa, se hizo sangre y se puso a llorar. La madre apareció
rápidamente gritando a los dos:
-¡Estaos quietos ya!.
Seguidamente, mientras ella le curaba la nariz, el padre, que se asustó mucho, los castigó
encerrándoles en el dormitorio y diciéndoles:
-¡Siempre tenéis que hacer una trastada!. ¡Pues vosotros os lo buscáis!. ¡Ya no vamos a ir a casa
de los titos!.
Y la madre añadió:
-¡Para que en Nochevieja hagáis lo mismo!.
Y visto aquello, el círculo de la pared dejó de ser transparente, de manera que Manolito se volvió a
su abuelo y le dijo:
-¡No puedo creer cómo pueden ser tan malos cuando tienen tanto!.
-Y eso que solamente son dos hermanos- prosiguió su abuelo-. No como la familia que vamos a
ver ahora- le cogió otra vez de la mano y, flotando en el aire, como si estuvieran bajo el mar
buceando, salieron afuera por la misma ventana de antes.
Llegaron hasta una vieja barriada del casco antiguo dominada por casas de época, que no por ello
eran casas feas, sino todo lo contrario, y quedaron en pie frente a la parte trasera de una de ellas.
Entonces, el abuelo hizo sobre la pared lo mismo que en el edificio, y se pudo ver en el interior de
la casa un sencillo hogar con cuatro adornos navideños, un pinito en sus primeras semanas de
vida decorado con figuras de papel, y un Belén que construían en ese momento, también con
figurillas de papel, los cuatro hermanitos de aquella familia.
-No consigo hacer bien las patas de las ovejitas- dijo el más pequeño.
-¿Qué tal si terminas de hacer las bolitas de nieve para rellenar lo que queda de Belén- le decía el
mayor, ofreciéndole la caja con los trocitos de papel- mientras yo termino con las ovejitas?.
-Es que... hacer bolitas de nieve es muy aburrido- sostuvo su hermanito.
-Pues entonces aparta las ovejitas sin patas, que yo se las pongo después- solucionó de nuevo el
mayor.
-¡Vale!.
Los otros dos, o mejor dicho, las otras dos, pues eran chicas, terminaban de colorear el bonito
paisaje que hubieron dibujado sobre varios folios pegados, para colocarlos a modo de decorado
tras el Belén. Y entonces aparecieron los padres.
-¡Eh, acabaréis provocando una invasión de ovejitas en el Belén!- lanzó el padre.
-Así que venga; vestiros que se va hacer muy tarde para ir a casa del vecino- añadió la madre.
Y los hermanos, entre risas y risas, botaron para ir a lo mandado.
Entonces, el círculo transparente de la pared se fue cerrando, y Manolito quedó pensativo mientras
su abuelo le miraba sonriente.
-¿Qué piensas, Manolito?- le dijo.
-Que en realidad la familia pobre es la primera que vimos, y esta otra es la familia rica.
-¡Exactamente, hijo!. Rica en espíritu; rica en felicidad- aclaró el abuelo con el índice de una mano
levantado-. ¡Aunque los dos hermanos de la familia anterior, durante la cena, les pidieron perdón a
sus padres, y ellos le perdonaron!.
-¿Ah, sí?. ¿Al final fueron a casa de sus titos?- preguntó Manolito con entusiasmo.
-¡Sí!. Pero de nada sirve.
-¿Por qué?.
-Porque volverán a pelearse; esta vez con sus primos, y será difícil hacerles escarmentar.
-Vaya- expresó Manolito con la cabeza agachada-. Verdaderamente es una familia más bien,
pobre.
-Pero porque los dos hermanos se lo buscan, Manolito, ya que ellos mismo podrían hacer de su
familia una familia rica. Te llevaría a que lo vieras, pero... - titubeaba el abuelo.
-Ya sé. No hace falta. ¿Para qué iba a querer verlo?- decía Manolito con lógica, ante el
asentimiento del abuelo-. Papá dijo que si una familia está unida nunca será pobre.
-Y tal y como has visto, tu padre tiene razón.
Se miraron y sonrieron mientras Manolito le daba la mano y le decía:
-¿Nos vamos?.
-Nos vamos.
Y a pesar del precioso viaje, Manolito dio un bostezo, así de grande era el sueño que tenía. Pronto
llegaron a la ventana por donde salieron antes, aunque tuvieron que frenarse justo delante de ella
porque la encontraron cerrada. No obstante, como el abuelo también tenía las llaves del piso
entraron por el portal; el "Delfín" siete.
-Tu padre se habrá levantado de la cama para cerrar la ventana. Él siempre ha sido muy friolero.
¡Nos ha dado una buena lección, porque!... ¿Qué es eso de entrar por la ventana?, ¡ja, ja, ja!...
-¡Ja, ja, ja!- reía Manolito, imaginándose el coscorrón que pudieron haberse dado.
Asimismo subieron tranquilitos hasta la tercera planta.
Y ya en la habitación, Manolito, al cual se le cerraban los ojos a pesar de lo bien que lo estaba
pasando, se tumbó en la cama mientras el abuelo le echaba las mantas y le decía que él ahora
debía regresar al cielo.
-Te echamos de menos, abuelo- le dijo Manolito, aunque evitando ponerse triste.
-Ya lo sé, artista... lo sé porque yo siempre os veo desde arriba. Por eso no te digo adiós, sino
hasta luego- y le hizo cosquillas en la barriga.
-¡Hasta luego, entonces!- exclamó Manolito más contento.
-Hasta luego- se acercaba el abuelo a la puerta de la habitación- ¡Ah, Manolito!. ¡Dile a tu abuela
que las croquetas no llevan tanta harina, "córcholis"!.
-¡Ja, ja, ja, vale!.
Y fue saliendo de la habitación agitando la mano.
Al día siguiente Manolito se despertó con la misma sonrisa con la que se durmió.
Desayunando en la cocina explicó a sus padres lo que le había pasado durante la noche, y la
madre le preguntó:
-¿Y qué te dijo?.
-Que papá tiene razón; que yo no debía estar triste por las familias pobres, ya que la riqueza
depende de la familia.
Acto seguido se fijó en que el árbol de Navidad estaba adornado igual que antes; tal y como lo
hubo adornado él. Miró a su madre y ella le explicó:
-A última hora tus primas comprendieron que ese árbol de Navidad es tuyo, y que debían adornarlo
tal y como tú lo dejaste.
-¡Pues esta familia es rica, riquísima, millonaria!...- expresaba Manolito ante las risas de sus
padres.
-Voy a por la cámara automática para hacernos una foto- marchaba el padre a su habitación.
A la vuelta, con la cámara en las manos, se asomó un segundo a la ventana del salón, miró al
cielo, y dijo:
-¡Vaya, es la primera vez que me das la razón en algo, papá!.
Y bien que se diga, "colorín colorado, este cuento se ha acabado".
*FIN*
Francisco Vázquez
El Cumpleaños
Personajes:
Amelia
Ángela
Rodrigona
Eugenio
Silvano
Acompañamiento de niños y niñas
Escena 1
El teatro representa una nenería o aposento de nenes, amueblado con arreglo al lugar.
Amelina, Ángela, Rodrigona, (salen a un tiempo, la primera por la puerta de la
derecha, las otras dos por la de la izquierda)
AMELINA : (Dejando de tararear la canción que vinía tarareando) ¡Hola, amigas!
¡Cuánto bueno por aquí! ¡Un abrazo, Rodrigona; un beso Angelina mía!
ÁNGELA : El mío, comadre. (Se besan)
RODRIGONA : Parece que estás muy alegre.
ÁNGELA : Y cómo no ha de estarlo, sí es el día de su cumpleaños.
AMELINA : Más lo estoy por otra cosa.
RODRIGONA : ¿Por cuál?
AMELINA : Porque mamá se ha puesto buena. ¡Jesús! Cuando ella está indispuesta,
parece que no hay sol para esta casa.
RODRIGONA : ¿Quién te ha enseñado a decir eso?
AMELINA : Mi corazón. ¿El tuyo no habla así cuando tu madre se repone de algún
quebranto?
RODRIGONA : Auque sea ligero.
AMELINA : Pues entonces ¿por qué crees necesario que me dicten palabras que el
corazón inspira?
RODRIGONA : Porque como tú eres todavía tan chiquita...
AMELINA : ¡Adiós! ¿Y para tener corazón hay que ser grande?
RODRIGONA : No; pero a tu edad se tiene todavía el corazón en las muñecas.
ÁNGELA : ¡Miren la vieja! Y tú, ¿en que lo tienes?
RODRIGONA : En las muñecas también, pero como tengo más juicio...
AMELINA :¡Sí! Para ser nuestra maestra de travesuras.
ÁNGELA : Siempre que puede hacerlo a escondida de tu padre.
RODRIGONA : Vaya un señor para ser enemigo de diabluras de muchachos.¡Yo le
tengo un miedo...!
AMELINA :Como si él se comiera a los niños.
ÁNGELA : Cuando los quiere tanto.
RODRIGONA : Pero ¿a que no nos dejaría trepar al mamón si estuviera aquí?
AMELINA : Pues está: ni lo intentes.
RODRIGONA : ¡Qué lástima! ¿Y qué vamos a hacer?
AMELINA : Pues está: ni lo intentes.
RODRIGONA : ¡Qué lástima! ¿Y qué vamos a hacer?
AMELINA : Muchas cosas: hoy tenemos muchas cosas pendientes: primero, la llegada
de mi hermano con un condiscípulo suyo, que dice que es muy buen muchacho.
ÁNGELA : Y será un nuevo amigo.
RODRIGONA : Y un nuevo compañero de juegos. ¿Y qué más tenemos hoy?
AMELINA : Después tenemos la procesión.
RODRIGONA : ¿Qué procesión?
AMELINA : La que tenemos siempre que mamá se restablece de algún achaque.
ÁNGELA : ¿Y luego?
AMELINA : Luego tenemos el convite.
RODRIGONA : ¿Y luego baile?
AMELINA : Eso no sé.
(Se oye la voz de Eugenio gritando: ¡Amelina! ¡Hermanita!)
RODRIGONA : Pues Eugenio lo sabrá.¿No es su voz?
Escena 2ª
Dichos, Eugenio y Silvano
EUGENIO : (Desde dentro) ¡Amelina! (Entra saltando, se lleva las manos a la cabeza,
como quien olvida algo, y sale.)
AMELINA : ¿Qué será?
EUGENIO : Pero entra muchacho...Amelina, aquí está Silvano. ¡Viva, niñas! ¡Hoy es
día de divertirnos! ¿Se levantó mamá?
AMELINA : Ya.
EUGENIO : ¡Vicaaa ! Hoy sí que nos divertiremos. (Sale)
Escena 3ª
Dichos, menos Eugenio
SILVANO : ¡Ah Eugenio! ¡Siempre el mismo...!
AMELINA : ¿Así es en la escuela?
SILVANO : Y en todas partes. Es su defecto.
RODRIGONA : ¿Cómo su defecto? ¿Acaso es por allá una virtud el ser pazguato?
AMELINA : Será pelagato
ÁNGELA : ¿Uno que pela gatos?
RODRIGONA : Yo creía que el ser tonto es lo malo, y no el ser vivo.
SILVANO : Pero entre el tonto y el atolondrado está el juicioso.
RODRIGONA : ¿Y usted es juicioso?
SILVANO : Mal me está el decirlo, pero...
Escena 4ª
Dichos y Eugenio
EUGENIO : ¡Silvano! (Tirando una bolita) ¡Ahí te vá! ¡Ahí te vá, hombre! ...
SILVANO : ¡La cogí! ¡Juego a la verde! ¡Zapateta! ¡Le pegué!
RODRIGONA : Pues, señor, si eso es ser juicioso...
EUGENIO : La marraste...¡Tac! ¡Le dí!
(Vanse jugando)
Escena 5ª
Dichos menos Eugenio y Silvano
AMELINA : ¿Qué te parece el nuevoamigo?
RODRIGONA : Un poco embusterito...
AMELINA : Más bien, un poquito hipócrita.
RODRIGONA : ¡Pues! Un hipócrita no es más que uno que miente por costumbre.
AMELINA : ¿Pero qué sabes tú si él acostumbra mentir?
RODRIGONA : Peo ¿no lo viste? Parecía un santito, y en cuanto vio la ocasión, nos
dejó con un palmo de narices.
ÁNGELA : (Aparte a Amelina, con candidez) Mírame a ver si me ha crecido la naríz.
AMELINA : ¿Y a mí?
En la próxima entrega de Léeme un Cuento, completaremos las escenas que
faltan para terminar esta Obra "El cumpleaños"
*FIN*
Eugenio María Hostos
Amor, cacerolas y ladrones
Personajes:
Catalina y Federico ( pareja de recién casados)
Ladrón I , Ladrón II y Ladrón III
La Pintora
El Perro
ESCENA I
(Sala de una casa de campo . La luz cae sobre FEDERICO y CATALINA al tiempo que se
escuchan los acordes de la marcha nupcial . La pareja posa para un retrato : El sentado, ella
parada detrás como en las viejas fotografías. Frente a ellos, ante un caballete, la PINTORA).
CATALINA : ¡ Ay , Fede, seremos tan felices y comeremos tantas perdices !
FEDERICO : No sabía que ser felices era cuestión de perdices, pero ahora que lo sé, no quedará
copetona con copete. Te lo prometo , Cata.
CATALINA : ¡ Fede , qué bueno eres ! . Te aseguro que no te arrepentirás de haberte casado
conmigo. Verás qué limpia y reluciente tendré la casa. Y ni te cuento lo bien que cocina tu
mujercita . Además tendremos muchos hijos y ....
FEDERICO : ( con gesto grave ) Catalina, si quieres ser una buena esposa , tendrás que obedecer
mucho y pensar poco. Así me lo aconsejó mi madre ( se escucha la risita burlona de la PINTORA .
FEDERICO continúa más solemne aún ) Obedecer como un soldado y pensar como un... tarado.
CATALINA : Siempre he tenido la impresión de que mis rulos se estropean cuando pienso...( lo
considera un instante ). De acuerdo , mi Federico pensará por los dos.
FEDERICO : ( incorporándose ) Cata, apoya esa cabecita en mi hombro.
( Ella obedece. La PINTORA se acerca a reacomodarlos. Mientras ubica a Catalina, FEDERICO se
aleja unos pasos )
FEDERICO : ( aparte ) Que no piense, eso es lo mejor. De otra forma puede descubrir que los
botones dorados que guardo en la cómoda son monedas de oro. Y es capaz de gastárselas en
cualquier pavada. ( escandalizado ) Al oro, ¡ MI oro !
ESCENA II
(Un camino. Tres hombres avanzan, sigilosamente y mirando hacia todos lados. En primer lugar el
LADRÓN III, pequeño y escuálido, con una bolsa al hombro; lo sigue el LADRÓN I, robusto y de
cuchillo en mano , finalmente, tropezando y como a tientas a pesar de sus gafas , el LADRÓN II.
Cuando llegan al centro del escenario, el LADRÓN III se detiene abruptamente, los otros dos
chocan entre sí y caen. El LADRON I, para desquitarse, toma al primero por el tobillo y éste
aterriza en media de un desparramo de cacerolas ) .
LADRÓN I : ( incorporándose) .En el mundo se ha perdido la decencia, si señor, la decencia...(
aparta de un manotazo al LADRÓN II quien, en busca de sus anteojos perdidos, le ha tapado la
boca ). La gente honesta, que trabaja todo el día para bien de la sociedad y de sus semejantes, ya
ni una moneda tiene para comer.
LADRÓN III : Dice que las monedas se comen ¡ Ji, ji, ji !
LADRÓN II : ( encontrando por fin sus anteojos ) ¿ Y por qué te preocupas por la gente honrada, si
tú no eres honrado ?
LADRÓN I : Por supuesto que no soy honrado, pero le robo a los honrados. Y si no tienen plata, ¿
qué les voy a robar ?. Sí, señor, el mundo ha perdido la decencia : ya no queda ni a quien robarle.
LADRÓN II : No seamos pesimistas. Al caminante no le pudimos sacar dinero, pero sí unas
cuantas cacerolas. ¿ Ven esa casa ?
LADRÓN III : ¿ Cuál casa ?
LADRÓN II : Esa, ¿ no la ven ?
(Los otros se dan cuenta de que se ha sacado los anteojos para limpiarlos y está apuntando con su
dedo para cualquier lado. Se los colocan sin demasiada delicadeza).
LADRÓN II : ( esta vez señalando el lugar correcto ) Allí iremos a vender las cacerolas.
LADRÓN I : ( con actitud feroz y desenvainando la navaja ) ¿ vender ?
LADRÓN III : Está chiflado.
LADRÓN II : Un momento, Escuchen mi plan...
( Quedan cuchicheando entre ellos )
ESCENA III
( La cocina de una casa de campo) .
FEDERICO : Ya terminaron los festejos de nuestra boda y debo volver a mi trabajo. Iré a encerrar
las vacas en el establo, pero cuando vuelva tendré hambre. Prepara algo bueno para comer sin
olvidar un gran jarro de cerveza.
CATALINA : Como tú digas, esposo mío. Todo lo encontrarás dispuesto y requeterriquísimo.
( Se despiden. Federico sale )
(Catalina comienza a canturrear mientras ordena la cocina. Por la puerta se asoma el PERRO,
pero ella no ha reparado en él).
CATALINA : Ya es hora de que prepare la comida de mi Federiquito. ( Toma una gran chuleta. La
golpea y condimenta ostentosamente ). ¡ Listo !. Ahora la cerveza . ( Mientras va en busca de la
cerveza y llena la jarra , el PERRO aprovecha para robarse la chuleta . Ella alcanza a verlo cuando
éste sale por la puerta ) ¡ Maldito perro, venga para acá ! ( apoya la jarra sobre la mesada con tan
mala suerte que cae desparramando su contenido en el suelo. CATALINA ya ha salido corriendo
detrás del PERRO )
ESCENA IV
CATALINA : ( entrando, vencida y llorosa ) ¡ Perro de porquería....! ( Ve la cerveza derramada )
Encima se me volcó la cerveza... ¿ qué hago ahora para que Federico no vea este desastre ?... ¡
Ya sé !. Tiraré harina sobre la cerveza. Todo quedará blanquísimo y no se notará el estropicio. ( Ya
con ánimo optimista, esparce harina generosamente sobre el piso. En eso está cuando entra
FEDERICO ).
FEDERICO : ( Mientras se sacude la harina que ha caído sobre él. Con voz doliente) Dios mío,
Cata, qué sucede aquí ?
CATALINA : ( Sin saber como disimular la situación ) Nada...bueno...mira, estaba preparándote
una hermosa chuleta cuando fui a buscar la cerveza y...el perro se la llevó. Mientras lo perseguía
se me volcó la cerveza. Y cuando estaba blanqueando con harina...
FEDERICO : ( furioso) ¡ Me ensuciaste a mí !
CATALINA : Pero el resto de la casa está tan limpito que da gloria verlo. ¿ No me felicitas, Fede ?
FEDERICO : ¡ Ay, Cata !. ¿ Cómo pudiste, en tan poco tiempo, hacer tantos desastres ?
CATALINA : Una se las arregla para todo.
FEDERICO : ( reprobador )¡ Catalina !
CATALINA : ¿ y ahora qué hice mal ?
FEDERICO : Me quedé sin chuleta, sin cerveza, sin harina...
CATALINA : ( mimosa ) . No te enojes , Fede. Yo no sabía qué hacer y tú debiste advertírmelo. ¿
No quedamos en que pensarías por los dos ?
FEDERICO : ( aparte ) Esto de tener una esposa que no piensa me está saliendo un poco caro. No
me queda otro remedio que proteger mis monedas porque esta mujer es capaz de usarlas para
adornar el jardín. ( Reflexiona un rato, no sin cierto esfuerzo. Luego dirigiéndose a Catalina ). De
acuerdo, te perdono. Pero ahora vas a escucharme bien : dame los botones dorados, yo los
enterraré.
CATALINA : ( mortificada ) Pero...¿ por qué, Fede ?. Perderán su brillo los pobrecitos...
FEDERICO :( terminante ) Prometiste obedecer.
CATALINA : ( cuadrándose ) Sí, Fede.( va en busca de la bolsa con monedas y se la entrega )
FEDERICO : Las enterraré, pero nada de mirar , eh... ( Cata asiente dándose vuelta y Federico
sale al jardín. Al rato vuelve sin las monedas) . Ya está hecho. Ahora promete que ni las tocarás ni
las mirarás.
CATALINA : ( risueña ) ¿ Cómo las voy a mirar si están enterradas ? ¡ Qué tonto es mi Federiquín !
FEDERICO : ( aparte ) No lo digo yo, cuando una mujer piensa es un peligro. ( A Catalina ).
Volveré a mi trabajo y cuando regrese ...
CATALINA : Tendrás toda tu ropa limpia y planchada.
FEDERICO : ( rezongando )¡ Qué ropa ni ropa, comida es lo que quiero! ( Sale )
ESCENA V
La misma cocina. Catalina está planchando. Los LADRONES golpean a la puerta.
LADRÓN II . ¡ Señora !
LADRÓN III : ¡ bella señora !
CATALINA : ¿ Qué quieren ?. Si venden acondicionador para el cabello ni se molesten. Desde que
me casé mis rulos están cada vez mas armados y brillantes.
( Mientras ella contesta los LADRONES han entrado )
LADRÓN II : Venimos a ofrecerle estas magníficas y relucientes cacerolas.
CATALINA : ( Entusiasmada )¡ Qué lindas ! ( compungida ) Pero no las puedo comprar. Mi marido
está en el campo y no tengo ni una moneda...
LADRÓN I : ( que se ha colocado detrás de ella y la amenaza con su cuchillo ) Cuánto lo siento
porque...
CATALINA : ( sin darse cuenta ) Esperen,¿ no les darían lo mismo unos botones dorados?. Mi
marido los enterró hace un rato por ahí. Eso sí, tendrán que desenterrarlos ustedes porque yo le
prometí que no los miraría ni los tocaría.
LADRÓN II : Echaremos un vistazo.
LADRON III : ¡ Justo él, un vistazo ! ¡ Ji, ji , ji !
( Salen y Catalina vuelve a sus tareas tratando de no mirar hacia afuera. Al rato entran de nuevo
los tres)
LADRÓN II : Señora, estos botones no valen nada, pero hacemos el trato. Las cacerolas son
suyas.
LADRÓN III : ( retirándose último ) Sus rulos nos han convencido.
ESCENA VI
( La misma cocina. Entra FEDERICO, muy cansado )
CATALINA : ( abrazándolo ) ¡ Qué suerte que volviste ! Mira, me las arreglé para comprar todo esto
con tus botones dorados. Pero yo no los toqué ni los miré , los mismos vendedores los
desenterraron.
FEDERICO : ( desesperado ) Catalina, esos botones son monedas de oro y eran toda nuestra
fortuna...
CATALINA : ( grave ) Yo no lo sabía, Fede. Debiste advertírmelo... Pero no te preocupes, maridito,
correremos tras los delincuentes y recuperaremos nuestro oro.
FEDERICO : ¡ Qué remedio queda !. Prepara algo para comer y beber en el camino, pues me
tienes con la
panza vacía. Yo partiré primero y tú me sigues. ¡ Ah !, no te olvides de asegurar bien la puerta (
sale). CATALINA : ( coloca en un zurrón que cuelga de su cintura una bolsa de nueces y una
botella de agua. Luego se detiene ante la puerta, dubitativa ) Me dijo que la asegurara bien. ¡ Ya sé
! En ninguna parte estará más segura que llevándola conmigo ( Carga la puerta y sale )
ESCENA VII
Un frondoso árbol al borde de un camino . La PINTORA está trabajando en un paisaje. Escucha
voces, levanta su caballete y se esconde. Entran FEDERICO Y CATALINA, ella aún con la puerta a
cuestas.
CATALINA : ( Quejosa ) Fede, esto me pesa mucho. ..
FEDERICO : ( enojado ) Basta de charla. Tú la trajiste dejando nuestra casa desprotegida, ahora la
cargarás. ( Se detiene y estudia el lugar ) Ya está anocheciendo y será mejor que subamos a este
árbol para resguardarnos de las fieras.
( Ayuda a subir a Cata , con puerta y todo. Luego sube él . La PINTORA se acerca a saludarlos ,
pero se escuchan otras voces y decide volver a su escondite )
( Entran los LADRONES)
LADRÓN II : Al tomar esa senda errada perdimos mucho tiempo. No creo que podamos llegar a la
ciudad antes de la noche.
LADRÓN I : ( Deteniéndose) No importa, dormiremos por acá. ( Sopesa la bolsa llena de monedas.
) . ¿ No les dije yo ?. Aún queda gente honrada en el mundo. Así da gusto ser ladrón.
LADRÓN III : ¿ Gente honrada ? ¡ Ji, ji, ji !. Gente tonta, dirás.
LADRÓN I : ( propinándole un buen golpe ) ¡ Este petiso no tiene valores !( al ver que el LADRÓN
II sigue caminando y va a tragarse el árbol) . ¡Eh ! ¿ Dónde vas ?
LADRÓN II : ( que efectivamente ya chocó contra una rama. Medio atontado ) Lo importante es
que ahora estamos en el buen camino. pero creo que tendríamos que descansar un rato.
LADRÓN I : Cierto, por hoy trabajamos demasiado.
( Se acomodan bajo el árbol y se duermen ).
ESCENA VIII
( El mismo lugar. La PINTORA sale de su escondite y estudia la escena . Va por sus elementos de
trabajo y se dispone a pintar )
CATALINA : Fede, las nueces son muy pesadas... ¿ Puedo tirar las nueces ?
FEDERICO : Ahora no, Cata, nos van a descubrir.
CATALINA : Yo las suelto, Fede, no aguanto más.
( Tira las nueces. LADRON II Y III se despiertan. La PINTORA se esconde presurosa )
LADRÓN II : Está granizando, con razón tengo tanto frío ( se envuelve en la bufanda y se duerme )
LADRÓN III : Ahora el granizo viene comestible ( recoge las nueces ) Para mí solito... ( al rato se lo
oye roncar)
( La PINTORA retorna a su lugar )
CATALINA : Fede, voy a tirar el agua
FEDERICO : No lo hagas, por favor, no lo hagas.
( CATALINA arroja el agua sobre el LADRÓN I y la botella sobre LADRÓN III. La PINTORA vuelve
a esconderse )
LADRON I : ( despertando bruscamente y buscando al culpable) ¡ Siempre haciendo bromas este
infeliz! ( Le da un buen golpe en la cabeza al LADRÓN III y vuelve a dormirse )
( La PINTORA retorna a su caballete )
CATALINA : Fede, la puerta es muy, muy pesada...Yo la tiro , Fede.
FEDERICO : Por lo que más quieras, Catalina. Por mis monedas, por mi suegra, por la salud de
nuestros hijos...No la sueltes , Cata.
CATALINA : Nosotros no tenemos hijos...
FEDERICO : Pero los tendremos, Cata, tú misma lo dijiste .
CATALINA : Es cierto, pero yo la tiro igual.
( Cae la puerta con gran estruendo )
LADRON I : ( despavorido ) ¡ Estalló la guerra, moriremos todos !
LADRÓN II : ( que intenta despertar al LADRÓN I sin lograrlo ) ¿ Quién lo mató ?
LADRÓN I : ¡ Qué se yo !
LADRÓN II : ¿ Vamos a usarlo como escudo !
( Lo alzan y se lo llevan. En su huída ni siquiera ven a la PINTORA que no alcanzó a esconderse )
ESCENA IX
( FEDERICO Y CATALINA descienden del árbol )
CATALINA : ( orgullosa ) Fede...¿ notaste que yo solita los ahuyenté ?
FEDERICO : ( temblando ) sssssí
CATALINA : Después de todo no tengo tan malas ideas. Si no te parece mal, empiezo a pensar de
nuevo. ¡ Total !. Algún día la moda cambiará y se dejarán de usar los rulos.
FEDERICO : De acuerdo, Cata. De aquí en adelante puedes pensar todo lo que quieras, hasta que
soy un tonto, pero... harás bien tu trabajo. Nada de decirme ( imitándola ) " Tú no me lo advertiste,
Fede ".
CATALINA : ( Yendo hacia él ) Fede, me parece que te estás avivando demasiado pronto...
FEDERICO : ( tomándola de las manos ) Cata, no hay estupidez que aguante tantos desastres.
CATALINA : ( mimosa ) Ay, Fede...
FEDERICO : ( enternecido ) Ay, Cata...
( Se preparan para un beso . La PINTORA se acomoda frente a su caballete . Después de un
romántico suspiro, comienza a retratarlos )
*FIN*
Griselda Gálmez
LAS OBRAS DEL COCINERO
Personajes:
MOZO
CLIENTE
(LA ESCENA TRANSCURRE EN UN RESTORAN. ENTRA UN CLIENTE Y SE SIENTA A UNA
MESA. SE ACERCA UN MOZO.)
MOZO Buenas noches, señor, ¿qué desea servirse?
CLIENTE No deseo servirme nada.
MOZO Ah, bueno, disculpe, pero entonces...
CLIENTE Entonces, ¡deseo que usted me sirva algo! ¿Si no, para qué se cree que
vengo a un restorán?
MOZO Sí, sí, cómo no. Sírvase. (Le entrega el menú.)
CLIENTE A ver...no sé...hay tantos platos. ¿Qué me sugiere?
MOZO Seguramente cualquiera de las obras de nuestro cocinero lo va a satisfacer.
CLIENTE ¿Las sobras del cocinero? ¿Por quién me toma?
MOZO Disculpe, señor, dije "las obras".
CLIENTE Sí, eso mismo escuché, ¡las sobras!
MOZO No, señor, le está sobrando una "s".
CLIENTE ¿Qué está diciendo? ¡A mí no me sobra nada, y menos que menos me va a
sobrar usted!
MOZO Sí, como usted diga. Bueno, le puedo sugerir lasaña.
CLIENTE ¿Está loco? ¿La hazaña? ¡Yo no quiero hacer ninguna hazaña! Solamente
quiero comer, ¿me entiende?
MOZO Sí, sí. ¿Tal vez le gustaría un besugo a la vasca?
CLIENTE ¿Ves, Hugo, a la vasca? ¿Eso dijo? ¿Qué le pasa? ¿Desde cuándo me tutea?
¿Y cómo sabe que me llamo Hugo? ¡Y además, no quiero ver a ninguna vasca! Quiero
que me traiga algo para comer, ¿es sordo acaso?
MOZO Sí, sí, enseguida. Quizás le gustaría probar...¿empanada?
CLIENTE ¿En pan, nada? ¿Cómo voy a comer en pan, nada? ¡Traigame aunque sea un
pedazo de pan con manteca!
MOZO Sí, sí, ya mismo. (Le sirve. El cliente lo prueba.) ¿Qué tal? ¿Le agrada? Es pan
casero...
CLIENTE ¡Es pan...toso! ¡Es horrible! Miré, tráigame algo que valga la pena.
MOZO ¿Quiere un bife?
CLIENTE ¡Lo único que faltaba! ¡Me amenaza con golpearme! ¡Hábrase visto, qué
insolencia! Traigame algo para comer, que estoy muerto de hambre. Y acabemos de
una vez...
MOZO (Le muestra el reloj.) Acá vemos que ya son las once, lo siento, pero ya está
cerrado.
CLIENTE ¿Cómo me dice "estás errado"? ¡No me tutee!
MOZO Señor, lo siento, el restorán está cerrado.
CLIENTE (Se pone de pie indignado y sale gritando.) ¡Errado estarás vos! ¡Mal
educado! ¡Insolente! ¡Ya no se puede ni ir a un restorán!
(TELÓN)
Adela Basch
DE AZUCENA LA CENA
Personajes:
AZUCENA
MOZO
( LA ESCENA TIENE LUGAR EN UN RESTORÁN ELEGANTE. ENTRA AZUCENA, MUJER MUY
BIEN VESTIDA Y SE SIENTA A UNA MESA. EN CUANTO SE ACERCA EL MOZO, SE
LEVANTA UN INSTANTE, LO TOMA DEL BRAZO Y LO CONDUCE HACIA SU MESA.)
AZUCENA (HABLA RÁPIDO.) Buenas noches, señor. Por favor, ¿me podría atender enseguida?
Estoy apurada.
MOZO ¿Qué dice, si la podría tender? ¿Dónde quiere que la tienda?
AZUCENA Disculpe, dije si me podría atender.
MOZO Sí, ya escuché, me preguntó si la podría tender. Esto es un restorán, no es un lugar para
que la gente se tienda. Si se quiere tender vaya a tenderse a un sillón, a un sofá o a una plaza.
AZUCENA ¿A una plaza? ¿Para qué?
MOZO Para tenderse en un banco, si quiere.
AZUCENA Yo a los bancos voy a pagar las cuentas, no a atenderme. Para atenderme voy a...
MOZO (LA INTERRUMPE) Claro, para tenderse viene al restorán. Pero aquí la gente no viene a
tenderse, viene a comer. Si quiere tenderse vaya a otro lado.
AZUCENA Señor, usted no me entiende, yo no quiero tenderme.
MOZO Señora, usted me preguntó si yo la podría tender. Y yo a los clientes no los tiendo.
AZUCENA Yo no sé si los tiende, pero ¡me parece que no los entiende!
MOZO (IRRITADO) ¡Claro que los entiendo! Pero no los tiendo. Lo único que a veces tiendo es la
ropa: camisas, medias, pan...
AZUCENA (LO INTERRUMPE) ¡Pan! Justamente, podría ir trayendo pan, por lo menos.
MOZO Señora, yo me refería a pantalones.
AZUCENA ¿Pantalones? ¿Para qué quiero que me traiga pantalones? Si quisiera pantalones no
vendría a un restorán, iría a una tienda de ropa. Si vengo acá, es para comer.
MOZO ¿Y por qué no come en lugar de hablar tanto?
AZUCENA ¿Cómo quiere que coma si usted no me trae nada, ni siquiera me muestra las
entradas?
MOZO Señora, usted de entrada tomó las cosas mal.
AZUCENA ¿Qué voy a tomar mal si no me trajo nada para tomar? Ni agua me trajo...
MOZO Si usted me pide que la tienda yo no sé qué traerle.
AZUCENA Señor, por favor, entienda: no le pido que me tienda, ¡sino que me atienda!
MOZO ¿Y por qué no empezó por ahí? Si usted no es clara yo no la puedo atender.
AZUCENA ¡Señor, sepa que yo no soy Clara! Nunca fui Clara ni lo voy a ser. A mí me llamaron
siempre Azucena.
MOZO ¿A mi cena? ¿Quién la llamó a mi cena?
AZUCENA ¿A su cena? Nadie me llamó a su cena.
MOZO Pero, ¿en qué quedamos? ¿No acaba de decir que siempre la llamaron Azucena?
AZUCENA ¿Y a la cena de quién quiere que me llamen? Señor, ¿por qué no la termina con esta
escena y se ocupa de mi cena?
MOZO Señora, no la entiendo. Usted dijo que la llamaron a mi cena, y acá la que viene a cenar es
usted, no yo. Yo estoy trabajando de mozo.
AZUCENA Sí, de mozo... demos o... demos o... otra oportunidad a esta situación. Mire, ¿por qué
no me trae algo para comer?
MOZO Cómo no. ¿Le gustaría como entrada probar unos tomates rellenos?
AZUCENA Podría ser. ¿Están buenos?
MOZO Claro, son tomates de quinta.
AZUCENA ¡Tomates de quinta! ¡Lo único que faltaba! ¡Y lo dice tan campante! Señor, sepa que si
vengo a un restorán es para que me sirvan comida de primera, no de quinta.
MOZO Pero, señora, justamente, son tomates de quinta, excelentes...
AZUCENA (SE LEVANTA Y SE ACERCA A LA PUERTA) ¡Quédese con su entrada, que yo
prefiero la salida! ¡Mal educado! ¡Vaya a ofrecer sus tomates a otro lado!
(TELÓN)
Adela Basch
Personajes:
SPENCER P
BOBIN
MARIPOSA
LAGRIMA
CUCOBICHO
GENERAL PENITENCIA
MARIA SOPA
Escena 1
La escena comienza en el exterior. Entra el General Penitencia tocando un silbato. Y caminando al
compás de la música militar. Comienza a deambular entre el público. GENERAL PENITENCIA:
¡Soldados! ¡Firmes! …¡Formen fila! (Se acerca a uno de los espectadores) ¿Nombre soldado?…
(Espera respuesta)Llámeme Señor. Soldado. Si. Señor…No se insubordine frente a un general
(Hace una venia) Eso es soldado. (Luego se dirige al resto del público) Yo seré su instructor. Soy
el General Penitencia. Brigada de Infantería Nº 1-2-3. (Se dirige a otro espectador)¿Nombre
soldado? (Espera respuesta) Posición. Firme… ¿Eso es firme para usted? Mi abuelita Clotilde se
mantiene más firme que usted. De castigo vamos a hacer cinco cuclillas. Vamos. (Hace cuclillas
junto al espectador) Cuente todo el batallón conmigo. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Bien soldado.
Ahora con las vocales… (Nueva secuencia de cuclillas) A, E, I, O, U. Muy bien soldado. Ahora.
¡Pelotón, formen fila! Vamos a ingresar cantando al Castillo.
(Entran a sala tocando el silbato)
En sala se encuentra Mariposa. Deambula danzando entre las flores del castillo. Cucobicho se
acerca por detrás de mariposa y la asusta. Esta gira furiosa. Hace gestos de sentir mal olor.
MARIPOSA: Tienes que cepillarte los dientes después de cada comida y comer menos caramelos
y también ir al dentista más seguido. ¿Sabes lavarte los dientes? ¿Te los lavas todos los días?
¿Eh? (Cucobicho niega con la cabeza) Ah. Qué niño malo. Yo te enseñaré si quieres. (Cucobicho
la contempla contrariado) ¿Qué te sucede? ¿Estás triste? ¿Qué te sucede Cuco? ¿O eres un
Bicho? ¿Qué eres? ¿Un Cuco o un Bicho? Ya sé, te llamaré Cucobicho y listo. (Cariñosa) ¿Qué te
pasa, Cucobicho? (Cucobicho hace gestos señalando que ella debe asustarse) ¡Ah, tengo que
asustarme! Perdón. No te entendía. Bien. Espera. Empecemos de nuevo. Tú vuelve allá y yo hago
como que me asusto. ¿Está bien? (Cucobicho se va para atrás y la asusta nuevamente. Mariposa
sobreactúa y grita). ¡Que susto! Que especie más horrible y abominable. Sálvenme. Auxilio. Me
está atacando el monstruo más malo de todo el universo. (En susurros) ¿Cómo estuve?... (Vuelve
al tono normal) Auxilio. Auxilio… (Mientras Cucobicho sale contrariado entra Spencer P)
SPENCER P: Que ocurre doncella. ¿Estás en apuros? He venido a auxiliarte (Grito de superhéroe)
¡Soy Spencer P!
MARIPOSA: ¿En apuros yo?
SPENCER P: Te escuché pedir auxilio. Vine a rescatarte.
MARIPOSA: ¿A rescatarme a mí?
SPENCER P: Y si…No voy a rescatar a este bicho (Gira)… ¿Dónde se fue? Desapareció
MARIPOSA: Yo puedo defenderme sola. Además no es un bicho…Es Cu-co-bi-cho.
Entra Bobin tropezando. Luego choca contra la panza de Spencer P.
BOBIN: Ya llegué Spencer. No te preocupes, yo te defenderé de ese monstruo. Vamos…Te
derrotaré bicho feo... Pelear contra el crimen organizado es nuestro deber. Vamos. Vamos.
Spencer. A luchar contra los enemigos. Defenderemos la justicia. Protegeremos a los desvalidos…
¿Donde estás monstruo? (Entra Cucobicho y se coloca detrás de Bobin. Lo asusta y Bobin sale
corriendo a refugiarse detrás de Mariposa)
MARIPOSA: No se preocupen. Es inofensivo. (Cucobicho queda defraudado)
BOBIN: Bueno, siendo así.
MARIPOSA: Pobre Cucobicho. Está solito.
BOBIN: (Risa de tonto). Tucobicho… ¡qué nombre de bobo! (Cucobicho lo mira enojado y Bobin se
aleja de él)
MARIPOSA: Tucobicho, no. Es Cu-co-bicho
BOBIN: Un gusto señor Pocobicho. (Le da la mano a Cucobicho y lo sacude)
MARIPOSA: ¿Y tú como te llamas?
BOBIN: (En el mismo tono de superhéroe que Spencer P) ¡Yo soy Bobin!
MARIPOSA: Veo que tú si tienes nombre de persona inteligente.
BOBIN: (Sonrojado) Gracias.
MARIPOSA: (A Spencer P) ¿Y tú? ¿Qué significa esa letra P?
SPENCER P: Poderoso, niña. ¿Qué otra cosa podría ser? Poderoso.
BOBIN: A mí me dijeron que era por la panzota. (Ríe)
SPENCER P: ¡Cállate, Bobin! Estoy en forma.
MARIPOSA: Si. En forma de pelota de playa (Ríe)
BOBIN: Lo siento Spencer… Discúlpame. No quise ofenderte. (Mutis. Luego a Mariposa romántico)
¿Y cuál es tu nombre?
MARIPOSA: Mariposa.
BOBIN: (Sacude a Spencer mientras habla) Spencer ¿Has visto que nombre más bonito?
Mariposa. ¡Que precioso nombre! ¿Te gusta, Spencer?
SPENCER P: (Respecto a Cucobicho. Mariposa se enoja creyendo que se refiere a su nombre) Es
feo realmente. Espantoso. Horripilante. Y tiene verrugitas. ¿Qué graciosas que son?
MARIPOSA: (Luego de percibir que Spencer P hablaba de Cucobicho) No le hagas caso
Cucobicho. Acéptate como eres. Se tu mismo. Si tienes buen corazón, si eres un buen amigo todos
te verán como al más lindo del mundo.
3- CANCION SE COMO SOS
Tengo que decirte que
Lo que te digan no importa nada
Sé como sos
Es con lo único que ganas
Si te dicen boca e’sapo
Pico e’loro, narigón
Cuatro ojos, pelo e’ ketchup
Loco suelto, gordiflón.
ESTRIBILLO
¿ Qué vas a hacer
Si sos así?
No importa nada
Se feliz con lo que sos
No importa nada
Siempre salta, salta, salta, salta, salta, salta, salta.
Gira, gira, gira, gira, gira, gira, gira, gira
Baila, baila, baila, baila, baila,
Todo el tiempo sin parar
Tengo que decirte que
Tú corazón es lo importante
Sé como sos
Es tu medalla a cada instante
Si te dicen conejito
Dientudito y orejón
Pelo e’ pincho, cara e’torta
rompe cocos, cachetón
ESTRIBILLO
MARIPOSA: No te preocupes. ¡Ah!... Pero igual tienes que lavarte los dientes.
SPENCER P Y BOBIN: ¿No se lava los dientes? ¡Oh! (Spencer P gira, Cucobicho pretende
atacarlo por la espalda. Inconscientemente Spencer P hace un movimiento que tira a Cucobicho
que permanece desplomado en el suelo) (A Mariposa) ¿Tú que haces en esta zona tan peligrosa?
MARIPOSA: Estoy tras los pasos de la malvada reina Lágrima. Ella es muy mala, muy vieja y muy
fea. Pero se vuelve bella con una pócima que obtiene de las lágrimas de los niños.
BOBIN: ¿De las lágrimas de los niños?
MARIPOSA: Si. Ella se hace joven cuando bebe una fórmula que prepara con lágrimas de niños.
Pero solo las lágrimas de tristeza. Solo esas. Y ahora está preparando un hechizo temible para que
los pequeños no dejen de llorar.
SPENCER P: (Se sienta, sin percatarse, sobre Cucobicho) Déjenme pensar… (Mientras piensa se
mueve y aplasta a Cucobicho) Ya lo sé. Deberíamos entrar al castillo de la malvada Lágrima y
obtener esa fórmula. Los niños deben ser felices. Tenemos que evitar que suceda una catástrofe.
BOBIN: (Hace los mismos gestos que Spencer P) Si, deberíamos entrar al castillo de la malvada
Lágrima y obtener esa fórmula. Los niños deben ser felices. Tenemos que evitar que suceda una
catástrofe.
SPENCER P: Infiltrarnos por algunos de esos pasadizos secretos que tiene el castillo. Como
intrusos.
BOBIN: Si podríamos infiltrarnos por algunos de esos pasadizos secretos que tiene el castillo. Así
como intrusos.
SPENCER P: Llegar a su laboratorio y robarle la fórmula de las lágrimas.
BOBIN: Si podríamos llegar a su laboratorio y robarle la fórmula de las lágrimas.
SPENCER P: ¿Puedes dejar de repetir todo lo que digo?
BOBIN: Yo no repito todo lo que tú dices
SPENCER P: ¡Si, si lo haces!
BOBIN: ¡No, no lo hago!
SPENCER P: ¡Si, si lo haces!
BOBIN: ¡No, no lo hago!
MARIPOSA: Bueno, ya basta. No discutan más. Discutir es para grandes.
SPENCER P: Tienes razón. Si discutimos entre nosotros estamos cumpliendo con los deseos de
Lágrima.
BOBIN: Si, tienes razón. Si discutimos entre nosotros estamos cumpliendo con los deseos de
Lágrima.
SPENCER P: Lo mato. Lo voy a matar.
BOBIN: Lo mato. Lo voy a matar.
MARIPOSA: ¡Paren de discutir!
SPENCER P: Entonces dile que deje de copiarme.
MARIPOSA: (Irónica) Bobin. Por favor, deja de parecer un tonto.
SPENCER P: Gracias por defenderme… (Piensa)(A Mariposa) ¿Me has llamado tonto?…
BOBIN: (Cortando a Spencer P) Esta bien. No podemos pelearnos Spencer. Debemos estar
siempre juntos. Siempre amigos. Promesa de moquitos. (Se toca la nariz y le da la mano)
SPENCER P: Promesa de que…
BOBIN: De moquitos. Significa que vamos a estar juntos siempre. Por siempre amigos. Nunca nos
separaremos.
SPENCER P: Eso puede resultar peligroso. Pero está bien. Promesa de moquitos. (Hacen la
promesa de moquitos)
MARIPOSA: ¡Miren, Cucobicho está muerto!
SPENCER P: (Se acerca a Cucobicho y le toma el pulso) Aún respira (Le aprieta el pecho
exageradamente con las dos manos. Le salta encima). (A Bobin y a Mariposa) No reacciona…
BOBIN: Respiración boca a boca Spencer…
SPENCER P: ¿Estás loco?
BOBIN: ¿Eres un superhéroe o qué? Tienes que ayudarlo Spencer.
MARIPOSA: Toma, esto puede ayudar… (Mariposa le entrega un cañito. Spencer comienza dar
aire y a Cucobicho se le infla la panza hasta que revienta)
BOBIN: (Llorando exageradamente) Lo mataste. ¡Asesino!.
MARIPOSA: Debemos apurarnos antes de que sea tarde. Lágrima debe estar preparando
hechizos para que los niños lloren de tristeza.
BOBIN: (Llorando desconsolado) ¿Y que haremos con Cucobicho?
SPENCER P: No lo sé. Bobin. No lo sé.
MARIPOSA: Digamos unas palabras en honor a Cucobicho y luego iremos a defender a los niños
en su nombre. (Mariposa señala un lugar del escenario) Dejémoslo aquí. Lo taparemos con una
manta.
Spencer P y Bobin lo levantan y lo trasladan hasta donde señaló Mariposa.
MARIPOSA: (En tono bajo) Pobre Cucobicho.
SPENCER P Y BOBIN: ¿Qué? (Sueltan a Cucobicho que cae al suelo)
MARIPOSA: Lo tiraron. Pónganle la manta encima. (Bobin, llorando exageradamente, le pone una
manta)
BOBIN: (Continúa llorando mientras los otros hablan) ¡Pobre Cucobicho!
MARIPOSA: (Dramática) Tú serás el responsable del discurso Spencer P.
SPENCER P: ¡Yo! ¿Y que digo?
MARIPOSA: No lo sé. Algo…
SPENCER P: Esta bien. Yo pienso que…
BOBIN:(Llorando) ¡Pobre Cucobicho!
SPENCER P: (Mirando a Bobin) Yo pienso que Cucobicho…
BOBIN: ¡Pobre Cucobicho!
SPENCER P: ¡Cállate Bobin! (Bobin deja de llorar). Yo pienso que Cucobicho fue un gran
monstruo. (Mutis)
BOBIN: Precioso discurso Spencer. Precioso.
SPENCER P: Bueno. Vamos directo al castillo de Lágrima. Iré yo adelante… (Grito de superhéroe)
¡Soy Spencer P!
MARIPOSA: No. Yo voy primero.
SPENCER P: Te digo que yo voy adelante.
MARIPOSA: No, yo. Las damas primero…
SPENCER P: Yo soy el superhéroe. Yo iré adelante Mariposa…
MARIPOSA: He dicho que yo voy primero…
BOBIN: Discutir es para grandes…
MARIPOSA Y SPENCER P: ¡Cállate Bobin!
SPENCER P: (A Bobin en susurros) Hay que asustarla para que ella no vaya con nosotros Bobin…
(En voz alta) Ese castillo debe estar lleno de bichos, fantasmas, murciélagos… (Bobin se asusta y
grita) (Spencer P le habla en secreto a Bobin)…No grites tanto Bobin. Es para asustarla a ella no a
ti.
MARIPOSA: Me encanta el peligro…Vamos. (Va ella adelante. Spencer P se interpone)
SPENCER P: Eres insoportable.
MARIPOSA: Tú también.
SPENCER P: ¡Tú eres...! Yo voy a ir delante y basta.
MARIPOSA: ¡No, yo!
SPENCER P: ¡No, yo!
MARIPOSA. ¡No, yo!
SPENCER: ¡No, yo!
MARIPOSA: (Con audacia) ¡No, tú!
SPENCER P: No, tú ve adelante y basta.
MARIPOSA: Esta bien. Yo voy primero. (Sale Mariposa)
SPENCER P: Niña. Eres…Eres…
BOBIN: (Burlándose) Los que se pelean se quieren.
SPENCER P Y MARIPOSA: ¡Cállate Bobin!
BOBIN: ¡Qué romántico! Los dos hablan juntitos
SPENCER P: Vamos antes de que sea tarde. ¡Soy Spencer P!
Salen Spencer P y Bobin. Luego se levanta Cucobicho dolorido y sale de escena.
Escena 2
En el Castillo. Entran Lágrima y María Sopa. Están en un laboratorio con una olla gigante al fondo
del escenario.
LAGRIMA: María Sopa, te he dicho que limpies. Este castillo está lleno de ratas. Podrían comerse
a los niños… ¡Que bueno! ¡Magnífico!
MARIA SOPA: Ya hice cua cua, cua cua…
LAGRIMA: ¿Eres un pato, María Sopa?
MARIA SOPA: Cuacuatro limpiezas del castillo. Solo me olvidé de las patas de arañas y de los
momo momo momocos de dinosaurio, sese seseñora.
LAGRIMA: ¿Por qué tartamudeas, María Sopa?
MARIA SOPA: Es que los niños ya no toman sopa de letras y tengo muchas letras papá papá para
gastar, sese señora.
LAGRIMA: (Enojada) ¿Y por qué no toman sopa?
MARIA SOPA: Es que los papapadres ya no les dan comida saludable a sus hijos, seseñora. Ellos
se alimentan con los (Ese extendida) Spenzercombos, las Spenzerburguers…
LAGRIMA: Spenzerburgers. Esos niños me las pagarán (Se limpia con un pañuelo la cara y se le
cae) Se me calló el pañuelo. ¿No te das cuenta? Levántalo, inútil.
MARIA SOPA: Si, su mama malevolencia. Lo levanto enseguida. (Hace una reverencia. Levanta el
pañuelo, se lo pone en el cuello y golpea a Lágrima inconscientemente)
LAGRIMA: ¡¿Qué haces?!... ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¡Ve! Rápido. Trae mi espejo.
Debo ver los resultados de mi hechizo. Falta muy poco, muy poco para alcanzar la belleza
absoluta.
MARIA SOPA: Inmediatamente, su mama malevolencia. (Hace una reverencia) Ya voy. Siempre a
sus órdenes.
LAGRIMA: María Sopa.
MARIA SOPA: ¿Si, su malevolencia? (Hace una reverencia)
LAGRIMA: ¡Más Rápido! No tengo todo el día.
MARIA SOPA: No no no se preocupe. Iré volando como un papapá papapá papapájaro (Imitando a
un pájaro sale corriendo a buscar el espejo.
LAGRIMA: ¡Qué idiota!
MARIA SOPA: Se rompió el espepe pepejo, su malignidad. Lo siento mucho. No fue mi intención.
Perdóneme. Fue mi cucú cucú
LAGRIMA: El reloj cucú. Ya es tarde. Deja el espejo por ahí y arregla mi vestido inútil.
MARIA SOPA: Culpa. Fue mi culpa. Lo siento. Lo siento mucho. (Maria Sopa le arregla el vestido a
Lágrima. Se sienten los quejidos de Cucobicho que ingresa a escena dolorido)
LAGRIMA: (Se dirige hacia Cucobicho. María Sopa cae al suelo) ¿Has podido asustar a los niños?
¿Has conseguido lágrimas en sus sueños? ¿De sus miedos?
CUCOBICHO: Estoy bien su malevolencia. No se preocupe.
LAGRIMA: ¿Estas insubordinándote bestia?
CUCOBICHO: No, su malevolencia. Jamás lo haría. Traté de entrar en los sueños de los niños,
asustarlos. Pero me lo impidieron. Me torturaron. Me lastimaron. Me tiraron al piso.
LAGRIMA: ¿Quién ha sido tan inhumano?... ¿Quién ha sido más cruel que yo?
CUCOBICHO: Fue…Spencer P.
LAGRIMA: Spencer P. (Se ríe a carcajadas. Cucobicho y María Sopa se ríen con ella. Luego
Lágrima grita y los otros dos se callan) Spencer P. Ese maldito…No me vencerá. Los niños
llorarán. Estoy segura. Debo preparar más hechizos. No debe ser tan difícil... Mi belleza será
incalculable cueste lo que cueste… No como tú que eres feo realmente. Espantoso. Horripilante. Y
con verrugitas. ¿Qué graciosas que son? (Ríe maliciosamente. Cucobicho queda defraudado)...Yo
soy tan hermosa ¿Lo dudas acaso? ¿Dudas de mi belleza? (Cucobicho niega con la cabeza)...
(Grita)Si, lo dudas. (Cucobicho cae al piso) Estoy rodeada de inútiles. La fórmula para mi belleza
necesita más lágrimas. Tienen que conseguirlas.
CUCOBICHO: Los niños lloran. Siempre lloran. Dicen gua gua cómprame una Spencerburguer.
Gua gua cómprame un Spencercombo. Gua gua…
LAGRIMA: Esas lagrimitas no me sirven. Solo puedo utilizar lágrimas de tristeza en mis hechizos.
No de caprichitos y actuaciones.
Se escuchan ruidos de helicópteros. Haciendo maniobras militares entra el General Penitencia
GENERAL PENITENCIA: (Hablando sobre su reloj) Código uno, tres, cinco…Hora 1600. Ingreso a
castillo. Clave alfa-omega de ingreso. Terreno despejado. (Se acerca a Cucobicho) ¿Qué es esto?
Individuo desconocido. Feo. Espantoso. Horripilante. Y con graciosas verrugitas. Clave rojo
Charlie. Alerta. Rojo Charlie Alerta. Individuo desconocido.
LAGRIMA: ¿Buenas tardes general?
GENERAL PENITENCIA: (Haciendo la venia) Buenas tardes, señora. Si. Señora. General
Penitencia, regimiento 1 2 3 a sus órdenes, señora. ¿Tiene problemas con el individuo feo aquí
presente?
LAGRIMA: No, General Penitencia. No se preocupe. Mi problema en realidad es otro. Usted puede
explicarme ¿Por qué los niños no lloran por las penitencias?
GENERAL PENITENCIA: Señora. Si, señora. Paso a explicar. Hemos probado toda especie de
medidas restrictivas. (Saca una lista muy larga) Empiezo señora. Si. Señora. Sección 1- Artículo 1Inciso 1- Suspensión de la televisión por una semana. (Todos: ¡oh!) Inciso 2- Suspensión de videojuegos y sistemas computarizados por una semana (Todos: ¡oh!)- Inciso 3- Dormir en el cuarto con
la luz apagada… (Todos: ¡oh!)…
LAGRIMA: Con tantas maniobras sin resultados dudo de sus cualidades como combatiente,
General.
GENERAL PENITENCIA: Son cualidades básicas de un buen soldado, la abnegación, el
desinterés, el honor, la ecuanimidad, la disciplina, el chocolate, el café con leche de la mañana…
LAGRIMA: Deténgase un instante amable general…
GENERAL PENITENCIA: Señora, si. Señora.
LAGRIMA: Y con todas esas virtudes, General Penitencia… (Grita)¿Qué ocurrió para que esos
niños no lloraran?
GENERAL PENITENCIA: Señora. Si. Señora. Alguien detuvo nuestros planes con estrategias
superiores. Señora. Los niños se olvidaron de los video-juegos y la televisión y salieron a jugar a la
pelota, a conseguir amigos, a reír y a bailar y a cantar. Señora. Si. Señora. Son felices jugando con
sus padres en la plaza o con amigos. Señora.
MARIA SOPA: ¡Queque lindo baba…baba…babailar! (Comienza a bailar)
LAGRIMA: Tú cállate ¿Quieres que te cocine en la olla María Sopa?... Así que eso sucedió… ¿Y
quién organizó esta campaña contra mi proyecto, General?
GENERAL PENITENCIA: Fue Spencer P. Señora. Si. Señora.
LAGRIMA: (Pensando) ¿Spencer P?
GENERAL PENITENCIA: Y además, hay algo más.
MARIA SOPA: (Asombrada) ¡¿Qué?!
GENERAL PENITENCIA: Spencer P les hizo entender a los niños que yo no era un mal soldado.
Señora. Les dijo qué lo único que yo pretendía con las penitencias era guiarlos para que fueran
mejores personas, mejores combatientes de la vida. Señora, si señora.
LAGRIMA: Spencer P. Ese gordo desgraciado.
MARIA SOPA: Y está gogo gogordo porque su debilidad es la Spenscajita alegre. Dicen que es su
cricri cricri
GENERAL PENITENCIA: ¿Un grillo?
MARIA SOPA: Criptonita.
LAGRIMA: (Enojada) Tú…Tú…Tú… (Feliz) Tú eres increíble.
MARIA SOPA: ¿Yo?
CUCOBICHO: ¿Ella?
LAGRIMA: Ya sé como destruir a Spencer P. Lo atraeremos con una Spencajita alegre. Y cuando
se distraiga. Lo atacamos por la espalda.
CUCOBICHO: Usted es bellísima su malevolencia. Su deshonestidad en la batalla es admirable.
LAGRIMA: Ya lo sé. Y aún no has visto lo mejor. Mi hechizo final para que lloren esos niños
desagradables.
CUCOBICHO: ¿Qué ha pensado su malignidad?
LAGRIMA: Lo hemos intentado todo. (Da vueltas alrededor de los demás) Aumentar las dosis de
sopa. Incrementar las penitencias. Asustarlos en sus sueños. Cortar la televisión y los videojuegos. ¿Y que sucedió?
TODOS: ¡¿Qué?!¡¿Qué?!
LAGRIMA: Nada. No hemos logrado, nada. Pero esta vez llorarán… ¿Que disgusta más a un
niño?... (Todos quedan dudosos) Que los grandes se peleen. Y es tan fácil hacer que los grandes
se peleen. Cualquier idiotez es válida. Por la ropa tirada, por el trabajo, por el tiempo perdido. Y
olvidan que los niños escuchan sus discusiones absurdas. Sus peleas ridículas. Se olvidan que
tienen oídos. Orejas. (Le tira las orejas a CUCOBICHO). Pierden tiempo con sus vidas aceleradas
y no disfrutan de esos desagradables niños y sus sonrisas conquistadoras. Es tan simple darse
cuenta que con solo dedicarles un instante a esos mocosos, a la familia, alcanza para ser felices
por siempre. Son tan tontos. Son grandes.
CUCOBICHO: Grandes. Son tontos. Muy tontos.
LAGRIMA: (Lágrima ríe y todos ríen junto a ella. Luego grita) Déjenme sola.
GENERAL PENITENCIA: Señora. Si. Señora. Reclutaré a mi comando para sondear el castillo.
Señora. Si. Señora. Espero sus órdenes.
Salen el General Penitencia, Cucobicho y por último María Sopa.
LAGRIMA: Tú no, María Sopa, tienes mucho que limpiar y cocinar. (Se dirige a la olla y comienza a
agregar los ingredientes) Moco de sapo. Patas de hormiga. Ojos de lechuza. Listo. Solo falta. El
toque final…Lágrimas de tristeza ¿Ves María Sopa? Con esta fórmula secreta los grandes se
pelearán más, trabajaran más horas, mirarán televisión todo el día, los partidos de fútbol, las
telenovelas, en lugar de jugar con esos niños. Pelearán todo el día. (Finge tristeza) Y esos
mocosos van a ponerse muy tristes. Y llorarán. Llorarán mucho. Y yo alcanzaré la belleza absoluta.
(Risa y sale de escena)
Escena 3
María Sopa permanece en escena. Se escuchan voces tras bambalinas. De pronto entran a
escena Spencer P, Bobin y Mariposa
BOBIN: Spencer ¿Falta mucho?
SPENCER P: No lo sé Bobin
BOBIN: ¿Y dónde estamos?
SPENCER P: No lo sé Bobin
BOBIN: ¿Y falta mucho, Spencer?
SPENCER P: Te he dicho que no lo sé, Bobin
BOBIN: Spencer. ¿Estará embrujado este castillo? ¿Es cierto que hay fantasmas y bichos y
murciégalos Spencer?
SPENCER P: Murciélagos
BOBIN: (Asustado) ¿Dónde? ¡Ay, que susto!
SPENCER P: No. Que se dice murciélagos no murciégalos.
BOBIN: ¡Ok! Spencer P. (A Mariposa) Me dan mucho miedo los muerciégalgos.
MARIPOSA: Murciélagos
BOBIN:(Grita) ¿Dónde? ¡Que susto!
SPENCER P: Cállate, Bobin. Pueden escucharnos.
BOBIN: No te enojes Spencer. No te preocupes porque si los malos vienen yo los atacaré con un
láser supersónico, biónico, chiflónico, chicletónico, los combatiré con rayos gama…
SPENCER P: Los verdaderos héroes no utilizan armas Bobin. Con las palabras alcanza.
6- CANCION SIN ARMAS Y CONMIGO
Nunca uses tu láser supersónico, biónico, chiclofónico…
Supertónico, iónico, mocónico. Puaaajjjj
Stop! Stop Bobin! Stop!
Subite al tobogán, en la hamaca a volar
Subibaja! Subibaja!, subibaja! A BAILAR!!!!!!!
ESTRIBILLO
Quiero que sea sólo alegría lo que yo siento
y no quiero perder mi tiempo peleando contigo
Debes saber que te hará más fuerte, pelear de frente, sin armas y conmigo
porque sabes que al final de cuentas somos amigos.
Nunca uses una espada, una bomba, un torpedo (pppp)
¡ Yo no quiero!
Pon las armas bajo el suelo
¡ Stop Bobin! ¡Stop!
Subite al tobogán, en la hamaca a volar
¡ Subibaja! ¡Subibaja! ¡Subibaja! ¡A Bailar!
ESTRIBILLO
BOBIN: Ok. Spencer. Por hoy estarán a salvo de mi fuerza, cobardes. Seguiré tu consejo de
superhéroe. (Cuando Spencer gira Bobin toma un arma enorme)
SPENCER P: ¡Bobin! Te he dicho que los superhéroes usan las palabras no las armas.
BOBIN: ¿Y por qué no me lo has dicho antes?
SPENCER P: Te lo acabo de decir. Siempre te lo digo. Sucede que tú te olvidas.
BOBIN: ¿De qué?
SPENCER P: De que los superhéroes no usan armas.
BOBIN: ¿Y por qué no me lo has dicho antes?
MARIPOSA: No importa, Bobin. Deja esto aquí. (Le saca el arma y la deja a un costado)
Continuemos
BOBIN: Perdón, Spencer. Tú siempre tienes razón, por eso te apoyo y creo que juntos vamos a
destruir el crimen organizado y la injusticia, batallaremos hasta morir sin armas porque sin armas
somos más poderosos. Tú eres mi ídolo Spencer, eres…
SPENCER P: Mi querido Bobin.
BOBIN: ¿Si, Spencer?
SPENCER P: (Furioso) ¡¿Puedes callarte?!
BOBIN: Ok. Spencer. No te preocupes. No voy a hablar más. Te lo prometo. Pueden escucharnos
los malos. Por que se me caiga un rayo encima que no digo una palabra más. Prometo callarme.
Pueden detectarnos con sus radares los archienemigos bandidos. Me callare porque es una
estrategia para…
MARIPOSA y SPENCER P: ¡Cállate, Bobin!
Bobin se choca con María Sopa.
BOBIN: (Se arrolla a los pies de María Sopa) No nos mates Lágrima por favor…no nos mates.
MARIA SOPA: Yo no soy Lágrima. Yo soy, mamá…mamá…mamá…
BOBIN: (En tono de niño enojado) Tú no eres mi mamá…
MARÍA SOPA: María Sopa. Pepé peperdón.
MARIPOSA: ¿Por qué hablas así?
MARÍA SOPA: Mucha sopa de letras que los niños no toman. Lágrima me oo oo oobligó a preparar
mucha sopa pero los niños comen los Spencercombos, no comidas saludables. Los grandes están
muy ocupados como para cocinar en casa, sentados en la memesa con la familia y es más fácil
coco, coco, coco (Camina como gallina)…
BOBIN: Pone un huevo
MARIA SOPA: Cocomprar las Spencerburguers.
SPENCER P: Me encanta la Spenscajita alegre. Con papitas, refresco, queso… ¡Que rico! Se que
no son saludables pero son mi debilidad. Mi criptonita.
BOBIN: A mi también me gustan. Me gustan las papas, las spencerburguers, el refresco, las
spencerburgers, los pastelitos, las spencerburgers, los helados y también me gustan las
spencerburguers. A ver que más me gusta…
SPENCER P: No me digas. A ver si adivino. ¿Las spencerburguers?
BOBIN: Si. ¿Cómo te has dado cuenta? Que inteligente…Spencer. Siempre quise ser igual que tú
y luchar contra los enemigos…
MARIPOSA: (Cortándolo) Debemos encontrar a la malvada reina lágrima. ¿Tú sabes donde está?
MARÍA SOPA: (Asustada) No…No…Yo no sé. Pero tengan cuidado. Ella es
mumu…mumu…mumu
BOBIN: ¡Es una vaca!
MARIA SOPA: No. Muy mala. Es mumu mumuy mala.
BOBIN: Los superhéroes no le tenemos miedo a nuestros enemigos, luchamos contra la injusticia y
el crimen organizado, sin descansos ni día libre, una lucha continua y sin pausa. Batallaremos
hasta morir, sin armas, porque sin armas somos más poderosos. Yo…
MARIPOSA Y SPENCER P: ¡Cállate, Bobin!
BOBIN:(Gritando) No me griten.
MARIA SOPA: Yo en tutú tutú…
BOBIN: No, yo no tengo auto…Tengo un triciclo de tres ruedas.
MARIPOSA: ¿Y cuántas ruedas va a tener si es un tri…ciclo?
Se escuchan ruidos de helicópteros.
SPENCER P: Debe ser el General Penitencia. Escóndanse. (A María Sopa)Tú actúa normal. No
nos delates, por favor.
Todos se esconden detrás de unos cajones menos MARIA SOPA. Entra el General Penitencia.
Apagón. Luz de linternas.
GENERAL PENITENCIA: Se escucharon gritos en las inmediaciones del castillo. Pueden ser los
sospechosos. Cubran todo el perímetro. (Luz total) ¿Has visto algún intruso bella dama?
MARIA SOPA: No. No he visto a nana nana…
GENERAL PENITENCIA: ¿Le hicieron nana? ¿La lastimaron miladi? ¿Quién fue el rufián que
marchitó tan bella flor?
MARIA SOPA: Nanadie. Qué no he visto a nadie detrás de los cajones. A nadie.
GENERAL PENITENCIA: Disculpe mi torpeza, madame.
SPENCER P:(En susurros) Me voy a esconder del otro lado. Quiere tener una mejor vista del lugar.
(Spencer P se dirige hacia otro sector del escenario)
BOBIN:(A Mariposa) ¡Que divertido! Spencer está juegando a la escondida.
MARIPOSA: No, Bobin. No hables fuerte. Nos pueden encontrar.
BOBIN: Pero si Spencer está juegando. Yo quiero juegar… (Grita)Pica Spencer detrás de aquel
cajón.
Todas las luces apuntan a Spencer P.
GENERAL PENITENCIA: Intruso detectado. Envíen refuerzos…Ven aquí. Con las manos en alto.
Arresta a Spencer P.
MARIA SOPA: (Interrumpiendo la acción) Buenas tata tata
GENERAL PENITENCIA: No soy su tata, bella dama.
MARIA SOPA: Buenas tata tardes, general.
GENERAL PENITENCIA: Son mejores las tardes cuando una bella dama las ilumina con sus ojos.
Permanecen observándose románticamente El General Penitencia y María Sopa. El General se
desprende de Spencer P y este escapa y regresa con Mariposa y Bobin.
GENERAL PENITENCIA: ¿Te ha lastimado este intruso, princesa?
MARIA SOPA:(Con cara romántica) No mi gege general.
GENERAL PENITENCIA: Tendrás tu merecido criminal. ¿Cómo te atreves a molestar a esta
agradable…señora?
MARIA SOPA: Sesé señorita
GENERAL PENITENCIA: ¡Oh! Disculpe… (Voz de galán) Señorita.
MARIA SOPA: Gracias por defenderme, Gege general.
GENERAL PENITENCIA: A sus órdenes, miladi. (Le besa la mano)Siempre es un placer colaborar
con una hermosa doncella.
MARIA SOPA: Me hace sonrojar Gege general. (Suspira)
GENERAL PENITENCIA: Adiós.
MARIA SOPA: Adiós.
(Siguen una rutina de despedidas hasta que él está a punto de salir de escena y se percata de la
ausencia de Spencer P)
GENERAL PENITENCIA: (Busca en todas direcciones) Lo he perdido. Perímetro despejado. El
prisionero escapó. Envíen refuerzos. De membrillo igual. El intruso se escapó.
Se retiran María Sopa y el General Penitencia. Salen de su escondite Spencer P, Bobin y
Mariposa.
SPENCER P: ¿Te has dado cuenta que por tu culpa casi nos atrapan, Bobin? Eres un inútil. Debes
prestar atención.
Bobin llora como niño
MARIPOSA: Spencer, no le hables así. No te has dado cuenta que es chiquito.
SPENCER P: Por favor…Si es un papanata.
MARIPOSA: Cállate…Pobrecito.
BOBIN: Spencer me guitó. Toy tiste.
MARIPOSA: Ay, Pobre ¿Te has dado cuenta como lo haces sufrir? ¿Cuántos añitos tiene, pobre?
BOBIN: (Le hace señas con los dedos y llora como niño): Veinticinco
SPENCER P: Es un inútil. No sirve para nada. Nunca va a llegar a ser nada. ¿Superhéroe? Nunca.
Es un tonto. Un inútil.
MARIPOSA: Lo haces sufrir. Él es tu amigo. Le estás quitando su sueño. Él te admira.
SPENCER P: No es mi amigo. Un amigo mío no puede ser un tonto.
BOBIN: (Antes de salir de escena) Yo te demostraré que puedo ser un superhéroe. Vas a estar
orgulloso de mí, Spencer. (BOBIN sale angustiado)
MARIPOSA: ¡Qué superhéroe eres! ¡El gran Spencer P!
SPENCER P: Debemos encontrar la fórmula antes de que sea tarde. Tú, María Sopa, no digas que
nos has visto…Te lo agradecería mucho.
MARÍA SOPA: No se preocupe yoyo yo no le diré nada a lala lala Lágrima.
Salen Spencer P y Mariposa. Luego María Sopa.
Escena 4
Entran Lágrima y Cucobicho
LAGRIMA: No puedo encontrar a ese maldito Spencer P. ¿Ya preparaste el señuelo?
CUCOBICHO: Si, horrendizidad.
LAGRIMA: Está todo listo para utilizar mi fórmula generadora de peleas entre grandes. Solo debo
tener cuidado de que Spencer P no se aparezca a estropearlo todo.
Entra Bobin. Cucobicho se esconde detrás de Lágrima.
BOBIN: Tú malvada Lágrima. No lograrás tu cometido. Te destruiré como a una cucaracha.
(Percibe a Cucobicho detrás de Lägrima) Cucobicho, amigo. Estás vivo. ¡Que alegría! (Lo abraza)
No te preocupes Cucobicho. Yo te defenderé de esta bruja.
CUCOBICHO: (Se esconde detrás de Lágrima) No deje que me pegue su horrendizidad. No lo
deje.
LAGRIMA: ¿Esta caricatura te asusta?
BOBIN:(En el mismo tono que Spencer P) ¡Yo soy Bobin!
LAGRIMA: ¿Y que se supone que eres? Tontin
BOBIN: Yo soy Bobin, no te burles porque destruiré. Tu final está cerca.
CUCOBICHO: (A Lágrima en secreto) Es el amigo de Spencer P, su malevolencia.
LAGRIMA: (A Cucobicho) ¿Y tu eres amigo de este tonto?
CUCOBICHO: No señora. Por favor. Yo soy fiel a usted.
LAGRIMA: Voy a creerte por ahora… (Riéndose) Cucobicho… ¡Qué nombre de bobo te han
puesto, bestia! (A Bobin) ¿Así que tú eres el amigo de Spencer P?… (A Cucobicho) Enciérralo. No
servirá como rehén.
CUCOBICHO: No puedo señora. No me obligue. No puedo. Él me pegará. Me tirará al piso. Me
aplastará. Me explotará la panzita.
LAGRIMA: Ve por él. Es una orden. Atrápalo.
CUCOBICHO: Su terroricidad, por favor.
LAGRIMA: He dicho que lo atrapes.
CUCOBICHO se dirige a atraparlo. Bobin hace movimientos de Karate. Cucobicho huye detrás de
lágrima.
LAGRIMA: Lo atraparé yo misma. Nos servirá de señuelo o de lo contrario lo comeremos en la
cena.
BOBIN: (Asustado) No puedes comerme porque yo…yo…yo soy un robot. (Hace como robot) No te
sirvo de comida. Soy de lata. Soy robot. Pi. Desconéctenme. Pi. Desconéctenme. (Sale de la
escena diciendo: Desconéctenme.)
LAGRIMA: ¡Que idiota! Por favor.
(BOBIN atraviesa el escenario dos o tres veces diciendo: Desconéctenme. Entra el General
Penitencia que atrapa a Bobin)
GENERAL PENITENCIA: Encontré a este sospechoso en el perímetro, señora. Si, señora.
BOBIN: Desconectado. (Cae al suelo) Pi.
LAGRIMA: Enciérrelo. Después le diremos a María Sopa que haga una rica cena con él.
BOBIN: (Llorando) No me coma por favor. No me coma.
LAGRIMA: Tú… ¿un superhéroe? Eres un inútil y desde ahora también serás una carnada para
Spencer P. (Ríe) Enciérralo. Un superhéroe. ¡Que gracioso! (Bobin queda desilusionado) María
Sopa. (Grita)María Sopa… (Entra María Sopa)
MARIA SOPA: ¿Si, su malevolencia?
BOBIN: ¿Eres uno de ellos? ¿Por qué no me lo has dicho? (María Sopa queda en silencio, triste.
Cucobicho encierra a Bobin)
LAGRIMA: (A María Sopa) Trae la Spenscajita alegre y déjala sobre esa mesa. Spencer P vendrá
a buscar la fórmula secreta pero cuando vea esto (Señalando la Spenscajita alegre) lo tendremos
en nuestras manos. General, enciérrelo.
CUCOBICHO: Usted es brillante, su malevolencia.
LAGRIMA: Vamos a escondernos.
CUCOBICHO: Si, su perversidad. La seguiré siempre. Mi lealtad es infinita.
Salen Cucobicho y Lágrima. Queda en escena María Sopa llorando. Entran Spencer P y Mariposa.
SPENCER P: ¿Dónde estará la fórmula secreta? No la puedo encontrar…
MARIPOSA: ¿Qué te sucede, María Sopa?
MARIA SOPA: Soy muy torpe y además muy cocó cobarde. Nunca me atrevo a nada. Todos me
tratan de inútil. Todos me lala lastiman.
SPENCER P: ¿Por qué dices eso María Sopa? Nadie puede decirte que no alcanzarás tus sueños.
Solo necesitas esfuerzo. Poner todo tu corazón para lograrlo.
MARIA SOPA: ¿Les parece? No puedo ni traer una taza sin que se me caiga.
SPENCER P: Nunca dejes de intentar María Sopa. Si te propones algo. Si lo quieres. Lo lograrás.
Tú también puedes ser un superhéroe.
6- CANCION ¿QUIERES SER UN SUPERHEROE?
ESTRIBILLO
¿Quieres ser un superhéroe?
Solo pon tu corazón
Lograrás lo que tú quieras
No te rindas por favor
¿Quieres ser un superhéroe?
Alcanzar de un vuelo al sol
Llegarás donde tú quieras
Solo pon tu corazón
Yo quiero ser pirata
Piloto de un avión
Yo seré un torero
Yo cantante de rock
Yo quiero ser princesa
Bailarina de ballet
Actriz de telenovela
Muchas cosas quiero ser
ESTRIBILLO
Rey Del Circo, futbolista, conductora de TV,
astronauta, un bombero, un marinero, un gran chef,
policía, un espía, la maestra, el doctor,
la modelo, el murguero, si yo quiero llegaré
solo pon tu corazón
MARIA SOPA: Gragra gracias, Spencer P. Nadie más me dirá que soy una inútil. Yo seré lo que
quiera ser. (Sale de escena)
MARIPOSA: (Romántica) Estuviste bien Spencer. Después de todo, no eres el tonto que yo creía.
SPENCER P: (Sonrojado) No hice nada. Solo le di ánimo para que alcanzara su sueño. Con
voluntad, con corazón, todos pueden ser lo que quieran ser. (Mutis. Permanecen mirándose) Ahora
debemos encontrar esa fórmula secreta. ¿Dónde estará?... (Busca mirando al público)Necesitamos
esa fórmula secreta.
(Al fondo del escenario hay un cajón con un cartel que dice fórmula secreta. Spencer P la busca
por todas partes y no lo encuentra)
MARIPOSA: ¿No estará en ese cajón que dice Fórmula Secreta?
SPENCER P: (A Mariposa) Tú cállate. Yo tengo las ideas inteligentes en este grupo… La Fórmula
Secreta debe estar en ese cajón que dice Fórmula Secreta. Debemos romper el cajón para
obtenerla. Alcánzame ese martillo… ¡Soy Spencer P!
Comienzan a darle martillazos, patadas y golpes al cajón. Este no se rompe. Mariposa se acerca.
MARIPOSA: Permíteme el martillo. (Spencer P le entrega el martillo)…Gracias (Lo deja un costado
y simplemente abre el cajón y saca la fórmula de adentro)
SPENCER P: Aquí está. La fórmula secreta…Esa reina malvada no se saldrá con la suya. No
habrá nunca más un niño triste en el mundo. No habrá más grandes discutiendo por cosas sin
razón. No… (Se percata de la Spenscajita alegre) Mira eso Mariposa. Una Spenscajita alegre. Mis
favoritas. (Spencer P se dirige hacia la cajita y trata de abrirla)
MARIPOSA: Spencer. Es tu debilidad. Es tu criptonita. Morirás Spencer. Te distraerás y te
atraparán. Debe ser una trampa…
(Cucobicho atrapa a Mariposa y Lágrima se dirige lentamente hacia Spencer P. Toma el martillo.
Entra María Sopa y libera a Bobin y este corre para interponerse entre el martillo y Spencer P)
LAGRIMA: Este es tu fin, Spencer P.
BOBIN: Spencer…Cuidado. (Lágrima golpea a Bobin con el martillo y éste cae al suelo. Lágrima
retrocede)
SPENCER P: (Grita) ¡No! (Abraza a Bobin que se encuentra tirado) Bobin discúlpame. Salvaste mi
vida. Eres un superhéroe. El más grande que he conocido. Por qué eres un gran amigo. Y no hay
mayor poder que la amistad…
BOBIN: Spencer, eres el mejor, el más grande de todos los tiempos. Te admiro ¿Juras que me
llevarás siempre en tu corazón?
SPENCER P: Promesa de moquitos, amigo.
Bobin sonríe y cierra sus ojos.
SPENCER P: ¿Bobin? ¿Amigo?... (Triste) No, Bobin. Reacciona por favor…(Furioso) Te aniquilaré,
Lágrima. Este es tu fin. (Toma el martillo)
MARIPOSA: ¡Spencer, no! No puedes. No puedes perder tus ideales. Si lo haces ella te vencerá.
No la combatas con violencia. Enfréntala con su propio antídoto.
SPENCER P: ¿Cuál?
MARIPOSA: No lo sé. Debe haber algo. Siempre hay algo para vencer a Lágrima.
MARIA SOPA: Tienen que cancan…cancan
SPENCER P Y MARIPOSA: ¿Qué?
MARIA: SOPA: Cancan cantar. Sólo cantando y bailando veve…vevencerán a Lágrima.
LAGRIMA: Eres una traidora. Me las pagarás, inútil.
MARIA SOPA: Usted nunu nunu nunca me volverá a tratar así. Nunca. Yo no soy una inútil.
GENERAL PENITENCIA: (A María Sopa) Eres muy valiente, bella dama.
MARIPOSA: Eso es Spencer. Hay que bailar y cantar y reír. Es la única forma de derrotar a
Lágrima. La risa es un superpoder. Todos a bailar y a cantar. Vamos. (Bobin se va incorporando al
escuchar la música)
SPENCER P: (Feliz) Bobin, amigo…Estás vivo. Gracias por salvarme. Eres un super-superhéroe.
BOBIN: ¡Yo soy Bobin!
Spencer P, Mariposa y Bobin bailan. Luego se unen el General Penitencia, María Sopa y
Cucobicho. Lágrima se derrite, se desvanece mientras todos bailan. La alegría venció a Lágrima.
La alegría es un superpoder.
7- CANCION SPENCER P
Cuando tengas un problema
que no tenga solución
Vos ponele una sonrisa
que siempre te irá mejor
Y si viene un Cucobicho
que te quiera asustar
vos llamalo a Spencer P
que él siempre te va ayudar
ESTRIBILLO
Spencer P, la solución
Spencer P, en tu corazón
Spencer P, mejor me voy
Donde haya una canción.
Spencer es mi amigo
Spencer yo te quiero
Y yo te llevo dentro de mi corazón
Laralalaralalara
Si te dieron mucha sopa
es mejor que la tomés
porque vas a ser más fuerte
nadie te podrá vencer
Si te ponen en penitencia
aguantate que es mejor
siempre vas a aprender algo
que te hará un supercampeón
ESTRIBILLO
FIN
UNA SERENATA PARA LA BRUJA
María Alicia ESAIN
Personajes:
MONO ESTROPICIO
BRUJA REZONGO
CAMELLO EL BELLO
VACA TITINA ROSALINA
CARACOLOSO DE MAR
PERRITO MARRÓN
SAPO VERDOLÍN
MONO ESTROPICIO: - ¡Algo terrible me sucedió, chicos! ¡Y ustedes tienen que ayudarme, por
favor! Esta mañana me puse a ensayar mi nueva actuación en el circo del Señor Cascote y tomé
una escoba para hacer equilibrio caminando sobre el alambre…y…¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA! SE ME ROMPIÓ Y ME CAÍ.
BRUJA REZONGO:- ¿Qué has hecho Estropicio? Si no me consigues una escoba nueva y alguien
que me cante serenatas en el balcón no te perdonaré.¡Me voy a mi cueva y arreglate como
puedas!
MONO ESTROPICIO - La escoba ya la tengo, la saqué del cuarto de la limpieza, pero no consigo
quién te quiera cantar para vos, bruja rezongona ¡BUAAAA! …¡BUAAAA!…¡BUAAAA! Seguro que
me transformarás en murciélago y nunca más los chicos me querrán. ¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA!
CAMELLO EL BELLO:- ¡Pero qué exagerado que sos ESTROPICIO! AJUUUUUUU UJÚ. ¿Para
qué están los amigos? AJUUUUUUU UJÚ . Yo mismo puedo cantarle a la bruja. Lo hago muy bien,
fijate:
Más frágil que el cristal
fue mi amor
junto a ti...
Cristal tu corazón, tu mirar, tu reír...
MONO ESTROPICIO:- ¿Uds. qué opinan, chicos? ¿La bruja quedará conforme con la serenata de
CAMELLO EL BELLO? Estás un poquito desafinado.
CAMELLO EL BELLO:- ¡No puede ser! Soy un gran artista! Me voy, no puedo ayudarte ¡Otra vez
será! ¡Me esperan en el desierto!
VACA TITINA ROSALINA:- ¡No importa! Aquí vengo yo, sé cantar MUUUUUUUUUUUU
MUUUUUUUUUUY MUUUUUUUUUUUUY BIEN!!Escuchen todos:
Las penas y las vaquitas,
Se van por la misma senda,
Las penas y las vaquitas,
Se van por la misma senda,
Las penas son de nosotros,
Las vaquitas son ajenas,
Las penas son de nosotros,
Las vaquitas... MUUUUUUUUUUUU MUUUUUUUUUUUU
MONO ESTROPICIO:- ¿A Uds. qué les parece? ¿A la bruja le gustará la serenata de TITINA
ROSALINA? Estás un poquito desafinada, querida.
VACA TITINA ROSALINA:- ¡No puede ser! Soy una gran artista! Me voy, no puedo ayudarte ¡Otra
vez será! ¡Me esperan en el campo!
MONO ESTROPICIO:-¡Entonces seré murciélago en lugar de mono payaso! ¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA!
CARACOLOSO DE MAR:-De ningún modo, para eso vengo yo aquí. Soy el Gran Caracoloso de
Mar, un gran artista de Necochea, Mar del Plata, Santa Teresita… y te mostraré mi arte. Ya verás
que la bruja se desmayará de placer al escucharme:
Frente al mar,
frente a Dios
empapada de noche y de pena mi voz
se estremece en el último adiós...
MONO ESTROPICIO:-¡Sí que seré murciélago en lugar de payaso! ¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA! La Bruja Rezongo se desmayará al escucharte, ya lo creo. Pero porque
le darás un terrible susto con esa forma de cantar…Estás un poquito desafinado.
CARACOLOSO DE MAR:- ¡No puede ser! Soy un gran artista! Me voy, no puedo ayudarte ¡Otra
vez será! ¡Me esperan en la playa!
PERRITO MARRÓN:- ¡Aquí estoy yo, un perro de tierra adentro, bien gaucho, guitarrero y payador.
Escuchá Estropicio. Escuchen chicos…¡Y aplaudan!
Mire qué lindo mi país, paisano,
si usté lo viera como yo lo vi:
un cielo limpio repartiendo estrellas
la madre tierra acunando el maíz.
Mire quée lindo mi país, paisano,
si usté lo viera como yo lo vi.
PERRITO ESTROPICIO:-¡Si la Bruja Rezongo te escucha querrá irse a vivir a otro lado! ¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA!¿Verdad, chicos?¡Me llevará con ella transformado en murciélago ,
además! ¡BUAAAA! …¡BUAAAA!…¡BUAAAA!
PERRITO MARRÓN:- ¡No puede ser! Soy un gran artista! Me voy, no puedo ayudarte entonces
¡Otra vez será! ¡Me esperan en el campo!
MONO ESTROPICIO:-¡Esto es terrible! No consigo nadie que cante bien ¿Qué será de mí?
¡BUAAAA! …¡BUAAAA!…¡BUAAAA!
SAPO VERDOLÍN:-Estropicio, quedate tranquilo, que acá estoy yo. Soy Verdolín, un sapo de
laguna. Canto en las noches de luna y hago llover. Si eso consigo, seguro que mi actuación le
gustará la Bruja Rezongo y estarás salvado.
ESTROPICIO:-¡No creo que un sapo tan verde y tan feo lo consiga! ¡BUAAAA!
…¡BUAAAA!…¡BUAAAA!
SAPO VERDOLÍN:- Sí, es verdad que soy un poco feo, tampoco canto bien, pero a las brujas, los
sapos les encantan, ya lo verás ¡Escuchen todos!:
Sapo de la noche,
sapo cancionero,
que vive soñando
junto a tu laguna.
Tenor de los charcos
grotesco trovero
que estás embrujado de amor
por la luna.
MONO ESTROPICIO:-¡Creo SAPO Verdolín que me has salvado! Perdón por no haber confiado en
vos ¿Ustedes qué opinan, chicos? ¿Les parece que a ella le gustará? ¡Habrá que probar!
SAPO VERDOLÍN:-¡CROAC! ¡CROAC! ¡CROAC! Vayamos rápido a cantarle la serenata a la Bruja
Rezongo, así te perdona.
MONO ESTROPICIO y SAPO VERDOLÍN juntos:
Sapo de la noche,
sapo cancionero…(salen)
BRUJA REZONGO:-Como soy rezongona, pero los sapos me enamoran, perdono al MONO. Y me
voy con el SAPO a charlar un rato.
FIN
LAS VAQUITAS REBELDES
María Alicia ESAIN
Personajes:
SOL
ÁRBOL
PAJARITO
FLOR ROJA
FLOR AZUL
FLOR BLANCA
VAQUITA1
VAQUITA2
HADA PRIMAVERA
Inspirado en “Una vaquita en el jardín” de Marta Giménez Pastor
(RELATOR) - Hoy el campo está listo para la llegada de la Primavera. Flores, plantas y bichos
sienten la caricia del sol que la anuncia. Mientras casi todos ellos se preparan para recibirla, las
vaquitas de San Antonio, muy enojadas, llegan con una pancarta que dice:
Parece que el hada Primavera verá arruinada su fiesta de bienvenida…¿Qué habrá ocurrido con
esos lindos bichos?¿Cuál será la causa de su enojo?¿Qué opinan los demás personajes de esta
historia?¿Tendrá que venir un detective a investigar?
Para saberlo, escuchen y miren con atención, así se enterarán…
ESCENA 1
SOL:-¡Vamos, vamos, arriba, a trabajar! El Invierno se fue, es hora de recibir a la Primavera.
Ninguno debe faltar.
ÁRBOL:- ¡AUMMMMMMMM! Qué pereza tengo! He dormido todo el invierno…¿Ya pasó?¿No
puedo dormir un poco más?
SOL.-De ninguna manera, están brotando las hojas en tus ramas. Debes vestirte de verde, la
Primavera llegará y es necesario estar listo. Vendrán los niños a jugar aquí y necesitarán tu
sombra.
ÁRBOL:- Bien, bien, bien, llega el tiempo más lindo para mí. Tiene razón Don Sol, ya me visto de
verde.
PAJARITO:- ¡Qué buen árbol me encontré! Aquí haré mi nido. Le avisará a Pajarita mi novia, que
venga a ayudarme.
SOL:-¡Adelante, Pajarito! El hada Primavera estará feliz de verlos.
PAJARITA:- Vengo a ayudar, tengo plumas, pelusas y ramas para el nido.
ÁRBOL:-¡Qué bueno, estoy un poco solo, ahora tendré compañía!
FLOR ROJA:- Aquí estoy yo, nuevita y suave. Me quedo por este lado, cerca de usted Don Árbol.
SOL:-Eso es…y que vengan otras flores. Ninguna debe faltar¡¡Vamos, vamos!!
FLOR AZUL- Señor Sol, qué mandón que se ha puesto esta temporada. Nos sacaremos las
medias de lana y nos arrimaremos a Don Árbol.
FLOR BLANCA:- Yo guardaré los gorros de dormir para el próximo invierno, son abrigados y los
necesitaremos cuando venga el frío.
VAQUITA1- No nos esperen, estamos cansadas de que nadie se fije en nosotras.
VAQUITA2.- Sí, no nos miran o si lo hacen, andan preguntando si somos las vaquitas del dulce de
leche…
VAQUITA 1:- O se asustan pensando que picamos, como los mosquitos.
VAQUITA 2: - O las abejas.
PAJARITOS:-¡Pero qué muchachas tan rezongonas!
ÁRBOL.- Ya lo creo, qué tendría que decir yo, siempre en el mismo lugar y sin poder andar por ahí,
como ustedes.
FLORES:- Un poco de razón tienen las chicas, nos parece. Todo el mundo pasa y nadie las mira,
es cierto…
SOL.-A mí el hada Primavera me dijo que las necesitaba, así que aquí deberán esperarla…
VAQUITAS:- Si es así, nos quedaremos.
ESCENA 2
HADA PRIMAVERA:- ¡Buenos días a todos! ¡Don Sol, qué buena luz! Árbol, tus hojas son muy
bellas y verdes…¡Qué bien les está quedando el nido, Pajaritos!¡ Flores, muy buenos esos pétalos
de colores!¿Dónde están mis vaquitas de San Antonio? Sin ellas no puedo andar por aquí.
VAQUITAS: -¿Realmente es así, Señora Primavera?
HADA PRIMAVERA:-¡Por supuesto! Si los chicos no las encuentran sobre las flores, mi fiesta no
está completa…¡ No hace falta que sean las vaquitas del dulce de leche!
Ustedes son los bichos de la buena suerte.
VAQUITAS.-No nos habíamos dado cuenta ¡Gracias por avisarnos!
LOS DEMÁS:-¡Felicitaciones!
HADA PRIMAVERA:-Ahora sí mi fiesta puede comenzar. Cantemos y bailemos juntos:
¡El Hada Primavera de verde se vistió,
el canto de los pájaros el aire alegró!
¡ Un mundo de color ha llegado hasta aquí
y bajo el tibio sol florece el jardín!
A acompañar a las flores las vaquitas vendrán,
y a quienes las encuentren mucha suerte darán.
¡ Cantemos todos juntos esta linda canción
que reine la alegría en cada corazón!
Fin
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