No se Olviden de los Pobres. Infobae

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No se Olviden de los Pobres
Edgardo Zablotsky, Vicerrector, Universidad del CEMA
Infobae, Febrero 7 de 2016
“No se olviden de los pobres”, ha sido el pedido del Papa Francisco a los líderes
mundiales reunidos en Davos. ¿Cómo llevarlo a nuestra realidad? Veamos un ejemplo.
Dentro de las posibles políticas del gobierno se encuentra lanzar un plan que facilitaría
la inserción laboral de miles de jóvenes denominado, en tiempos electorales, Plan
Primer Trabajo. Durante los primeros 5 años los jóvenes no pagarían aportes patronales,
tampoco los empleadores contribución patronal.
Es claro que bajando el costo laboral se crearían más oportunidades de empleo para
quienes ingresan al mercado laboral. Sin embargo, ello no incrementaría la probabilidad
que se desarrollen con éxito. Esta nota propone una estrategia educativa que sería un
complemento ideal para el potencial plan, en consonancia con el mensaje del Papa
Francisco por facilitar la inserción laboral de los jóvenes provistos del capital humano
específico requerido para desarrollarse exitosamente: el sistema de educación dual
alemán.
En el sistema de educación dual los estudiantes pasan muchas horas de su tiempo
adquiriendo experiencia laboral en empresas, aún antes de su graduación de la escuela
secundaria. Conforme van pasando los años, el estudiante incrementa el tiempo en la
empresa y reduce el tiempo en la escuela, logrando de esa forma incorporarse al proceso
productivo con capital humano específico. Usualmente los aprendices reciben durante
este período un salario cercano a un tercio del que percibe un trabajador al inicio de su
carrera. Por supuesto, las empresas que participan cuentan con incentivos financieros
del gobierno.
En la Unión Europea más de 5 millones de jóvenes de menos de 25 años se
encuentran sin trabajo, alcanzando la tasa de desempleo en España y Grecia al 50% de
este grupo de edad. Tanto España como Grecia, al igual que Italia, Portugal, Letonia y
Eslovaquia han buscado mejorar la transición desde la escuela secundaria al mundo
profesional, centrando su atención en el sistema dual.
El interés se ha extendido más allá de Europa; ejemplos de ello lo constituyen
China, India, Rusia y Vietnam (quienes han firmado acuerdos de cooperación con
Alemania), y el Estado de Minnesota en EEUU. En dicho Estado se sancionó en 2014
una legislación, denominada Minnesota Pipeline (por las siglas en inglés de inversión
privada, educación pública y experiencia laboral e industrial), a partir de la cual las
empresas crean puestos de aprendices y les pagan un sueldo, mientras que el Estado
provee los fondos para la educación de los jóvenes, quienes en este caso ingresan al
programa habiendo terminado la escuela secundaria.
Es claro, como bien resalta Dieter Euler, en un trabajo publicado por la Fundación
Bertelsmann en 2013, que “no se trata de transferir al pie de la letra el sistema de
formación alemán. La experiencia demuestra que la formación dual en Alemania puede
servir de modelo pero no de patrón. Quien desee transferir a su país un sistema de
formación extranjero debe tomar en consideración las condiciones generales existentes
y orientar la formación profesional dual de acuerdo con sus propios objetivos
educativos, sociales y económicos”.
¿Por qué no pensar en una adaptación del sistema dual a nuestra realidad, para
facilitar a miles de jóvenes no tan sólo incorporarse a la sociedad productiva, como
podría lograrse mediante los incentivos del Plan Primer Trabajo, sino que también
adquieran el capital humano que les permita desarrollarse exitosamente? Es razonable
considerarlo.
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