Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 11 • Número 2. Mayo/Agosto 2013 haga su diagnóstico Edema y lesiones purpúricas en miembros inferiores de un lactante 79 María Victoria Rodríguez Estoup Médica concurrente de quinto año, Unidad de Dermatología Marisa Hernández Andrea Soliani Médicas Dermato-pediatras de planta, Unidad de Dermatología Alejandra Abeldaño Jefa de la Unidad de Dermatología Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”, Buenos Aires, Argentina CASO CLÍNICO Presentamos un paciente de 5 meses de edad, de sexo masculino, sin antecedentes personales de relevancia, que se encontraba internado en el servicio de Pediatría de nuestro hospital por la aparición de lesiones cutáneas de 24 h de evolución. Se solicitó la interconsulta a Dermatología por este motivo. La madre refirió un cuadro de febrícula y catarro de vías aéreas superiores, que se había iniciado el día anterior al brote. En el examen físico, se evidenciaban máculas eritematosas y/o purpúricas, edematosas, en ambos miembros inferiores -incluidas las plantas de los pies-, equimosis en la cara posterior de ambos muslos e importante edema en ambos pies (Figuras 1, 2 y 3). El resto del tegumento y las 1 mucosas no revelaba particularidades. El lactante no presentaba alteración del estado general. En el laboratorio de rutina se encontró una anemia leve y leucocitosis. La orina completa y el clearance de creatinina estaban dentro de los parámetros normales. La PPD fue negativa. Las serologías virales -para HIV, VHB, VHC, adenovirus, citomegalovirus (CMV), virus de Epstein Barr (VEB) y virus sincicial respiratorio (VSR)- fueron no reactivas. Se solicitó interconsulta con el servicio de Hematología y se descartó una coagulopatía. El estudio histopatológico de la biopsia cutánea (a las 48 h de instaurado el cuadro) evidenció: epidermis sin alteraciones, dermis con un abundante infiltrado inflamatorio a predominio perivascular 2 Figura 1. Lesiones eritematosas y/o purpúricas, edematosas, en ambos miembros inferiores. Figura 2. Lesiones eritemato-purpúricas en ambas plantas. (polimorfonuclear con presencia de leucitoclasia, linfocitos e histiocitos) y edema leve de las paredes vasculares (Figura 4). Estos hallazgos se consideraron signos indirectos sugestivos de una vasculitis Correspondencia: María Victoria Rodríguez Estoup Gallo 955, 8º “2”, CABA, Buenos Aires, Argentina CP: 1172 E-mail: [email protected] leucocitoclástica. Debido a las lesiones tan características y a la evolución favorable, el paciente fue dado de alta a las 36 h. Una semana después se constató la resoluDermatol Pediatr Latinoam (En línea). 2013; 11 (2): 79-82. Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 11 • Número 2. Mayo/Agosto 2013 haga su diagnóstico Edema y lesiones purpúricas en lactante María Victoria Rodríguez Estoup et al. 3 4 5 6 Figura 3. Equimosis en la cara posterior del miembro inferior derecho. Figura 4. Histopatología: epidermis sin alteraciones, dermis con abundante infiltrado inflamatorio a predominio perivascular -PMN con presencia de leucitoclasia, linfocitos e histiocitos- y edema leve de la pared vascular (signos indirectos sugestivos de vasculitis leucocitoclástica) (H&E, 40X). Figura 5. Resolución completa de las lesiones de las plantas, a la semana de iniciado el cuadro. Figura 6. Resolución de las lesiones en miembros inferiores, a la semana de iniciado el cuadro. ción completa y espontánea de las lesiones (Figuras 5 y 6). Diagnóstico: Edema agudo hemorrágico del lactante COMENTARIO El edema agudo hemorrágico del lactante (EAHL) o enfermedad de Finkelstein, es una vasculitis cutánea de pequeños vasos con curso benigno que afecta sobre todo a niños menores de dos años de edad. Es más frecuente en varones.1 En el caso aquí presentado era un niño de sexo masculino, de 5 meses de edad. Si bien la descripción original fue hecha por Snow en 19132, Finkelstein en 19383 y Seildmayer en 19394 detallaron los aspectos relevantes que caracterizan a esta entidad. En 1939, se consideraba que su origen era alérgico y se la llamaba púrpura de Seidlmayer.4 Se manifiesta por la aparición de lesiones cutáneas purpúricas, con una morfología en cocarda o escarapela, que se tornan edematosas y se localizan preferentemente en la cara y las extremidades, incluyendo las plantas. Se trata de una vasculitis leucocitoclástica que habitualmente se limita a la piel y que, excepcionalmente, cursa con compromiso visceral. Tiene inicio agudo, evolución benigna y resuelve rápidamente en días o semanas sin dejar secuelas1, como en el caso presentado. La semejanza con la púrpura de Schönlein-Henoch (PSH) se discutió durante mucho tiempo, pero la mayoría de los autores sugiere que el EAHL debe ser considerado como una entidad clínica indivi- 80 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 11 • Número 2. Mayo/Agosto 2013 haga su diagnóstico Edema y lesiones purpúricas en lactante María Victoria Rodríguez Estoup et al. dualizada.5 La etiología no ha sido del todo aclarada, pero se menciona que los medicamentos, las vacunas y las infecciones respiratorias serían los factores desencadenantes de una reacción de hipersensibilidad de tipo III (mediada por inmunocomplejos).6 Se han registrado infecciones de las vías respiratorias altas, como bronquitis, otitis o conjuntivitis, una o dos semanas previas al EAHL. Se han aislado, en algunos casos, gérmenes tales como estreptococo, adenovirus, Mycoplasma pneumoniae, herpes virus y el VSR. Entre los antecedentes medicamentosos se citan: antibióticos, jarabes antitusivos y antipiréticos.7 La madre de nuestro paciente referió como antecedente un catarro de vías aéreas superiores, 24 h antes del inicio del cuadro cutáneo. Existen también casos donde las lesiones de piel fueron precedidas por infecciones del tracto urinario por Escherichia coli.8 Otros autores mencionan la asociación del EAHL con inmunizaciones previas (generalmente vacuna trivalente).5,7 Todas estas evidencias sugieren un daño mediado por inmunocomplejos generados en respuesta a algún estímulo antigénico.5,6 La presentación es aguda, en 24-48 h aparece fiebre baja o febrícula, edema simétrico de la cara y las extremidades, y luego, una erupción purpúrica o lesiones equimóticas, no dolorosas ni pruriginosas, en las áreas edematosas preexistentes. En ocasiones las lesiones pueden presentarse como necrosis o ampollas.1 En nuestro paciente, se evidenciaban lesiones eritemato-purpúricas y edematosas, no dolorosas, en ambas piernas, que afectaban incluso las plantas de forma bilateral. También se observaron grandes hematomas en la cara posterior de los muslos y edema en ambos pies. Esta entidad, a diferencia de la PSH, se presentaría predominantemente en lactantes, porque el tejido conectivo de estos sería más laxo que en niños mayores y tendrían un mayor movimiento hídrico entre el medio intra y extracelular, lo que permitiría una mayor extravasación de suero y células desde los vasos dañados por la vasculitis, originando el edema, las lesiones purpúricas y las equimosis.9 La posición prono/supina predominante en los lactantes, junto con la acción de la gravedad, podría explicar el patrón de la localización de las lesiones cutáneas del EAHL en la cara y las extremidades. Es característico del cuadro la ausencia de compromiso del tronco y la falta de prurito.9 Los niños presentan buen estado general, a pesar de la fiebre y las lesiones cutáneas tan llamativas.10 Se han descripto algunos casos aislados que desarrollaron diarrea sero-sanguinolenta, intususcepción intestinal, melena, hematuria y leve proteinuria transitoria, pero la ausencia de compromiso visceral es la 5 regla. El laboratorio puede ser normal o mostrar una aceleración de la eritrosedimentación, la presencia de leucocitosis (con predominio de polimorfonucleares o linfocitos) y una elevación de la alfa 2-globulina. No suele hallarse hematuria.11 Lo habitual es la resolución de la enfermedad en una a tres semanas, habitualmente sin recurrencias.8 Este paciente solo presentó una anemia leve y leucocitosis en el laboratorio de rutina, y todas las serologías virales solicitadas fueron negativas. A la semana de instaurado el cuadro clínico, tuvo una resolución completa. El diagnóstico es esencialmente clínico y puede ser confirmado por el hallazgo histológico de vasculitis leucocitoclástica en las lesiones, en caso de duda diagnóstica. La necesidad de realizar la biopsia cutánea ha sido discutida debido a lo característico del cuadro clínico. Los hallazgos en el examen histopatológico de la piel pueden variar según el tiempo de evolución de las lesiones, pero generalmente muestran una vasculitis leucocitoclástica de pequeños vasos, con o sin necrosis fibrinoide. Cuanto mayor es el tiempo de desarrollo de la lesión biopsiada, mayor será la falta de especificidad histológica.12 En nuestro caso, la biopsia realizada a las 48 h de instaurado el cuadro no evidenció necrosis fibrinoide, sino signos indirectos sugestivos de vasculitis leucocitoclástica. Los estudios de inmunofluorescencia directa no se realizan rutinariamente. En ellos, se describe la presencia de depósitos de C3 e Ig M principalmente, en las paredes vasculares13 así como también depósitos perivasculares de fibrinógeno y C1q. La IFD permite diferenciarlo, en los casos limítrofes, de la PSH.14 Los diagnósticos diferenciales con otras enfermedades purpúricas incluyen: PSH, meningococcemia, púrpura fulminans, eritema multiforme, síndrome de Sweet, enfermedad de Kawasaki, urticaria 9 hemorrágica y vasculitis alérgica de Gougerot. En el EAHL la resolución clínica es completa y espontánea en menos de tres semanas, como ocurrió en el presente caso. No requiere tratamiento, solo terapia de apoyo y antibióticos en aquellos pacientes con evidencia de infección bacteriana asociada y aislamiento del germen. El uso de corticoides sistémicos y antihistamínicos no mostró alteraciones en el curso de la enfermedad.13 Destacamos la importancia del reconocimiento temprano de esta patología, para evitar tratamientos agresivos e innecesarios, ya que la enfermedad tiene buen pronóstico, a pesar de su apariencia grave. Así, también se brinda a los padres tranquilidad y confianza. 81 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Volumen 11 • Número 2. Mayo/Agosto 2013 82 haga su diagnóstico Edema y lesiones purpúricas en lactante María Victoria Rodríguez Estoup et al. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Miner Kanflanka I, Vivanco López A, Muñoz Bernal JA, Landa Maya J, Albisu Andrade Y. Edema agudo hemorrágico del lactante. Revisión bibliográfica. Bol S Vasco-Nav Pediatr. 2004; 37:13-6. 2. Snow IM. Purpura, urticaria and angioneurotic edema of the hands and feet in a nursing baby. JAMA. 1913; 61:18-9. 3. Finkelstein H. Lehrbuch de Saüglings Krankheiten. 4a ed. Amsterdam, 1938: 814. 4. Seildmayer H. 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