Los Manglares, su Función en la Ecológica y Producción Pesquera

Anuncio
Autor: LUIS D´CROZ
Cargo: CIENTÍFICO DEL INSTITUTO SMITHSONIAN DE INVESTIGACIONES
TROPICALES (STRI). PANAMÁ
Los Manglares: su Función en la Ecología y la Producción Pesquera
Nacional
Cuando hablamos de manglares, este es un tipo de vegetación típica para las
costas tropicales. En general, se define como una comunidad tropical en la costa y
desembocadura de los ríos, donde hay influencia del mar y donde el mangle es la
vegetación dominante. Se trata de plantas leñosas, con una capacidad única para
resistir los ambientes salinos.
¿Qué hace tan especial a los manglares como vegetación costera? Entre otras
cosas, que tienen la capacidad de controlar el efecto de la salinidad del mar a
través de glándulas y células excretoras de sal; que pueden realizar intercambio de
gases a través de estructuras de sus raíces, como los neumatóforos y los poros
llamados lenticelas; tienen semillas vivíparas, esto se refiere a un caso
particularmente interesante dentro de las plantas, donde la semilla germina cuando
aún se encuentra unida al árbol.
Esta gran adaptabilidad que tienen los manglares, para ser competidores exitosos
en ambientes salinos hace que en los trópicos, prácticamente toda la zona costera
donde coincide la influencia de mar y el drenaje de aguas continentales, esté
cubierta por bosques de mangle.
Los manglares se pueden presentar en diferentes formas. Los podemos encontrar
con doseles tremendamente altos, como ocurre en Panamá, en el caso de la
desembocadura del río Tuira, Chucunaque, del río Chiriquí, donde los doseles tienen
25 a 30 metros de altura. Pero también podemos encontrar algunas condiciones
donde el mangle, por efecto de excesiva exposición a la sal, se mantiene como
mangle enano.
En la República de Panamá las áreas de manglares son de las más importantes.
Son la vegetación dominante en las costas panameñas. En términos generales, se
cree que la cobertura de mangle en las costas panameñas está alrededor de 1600 a
1700 kilómetros cuadrados y es la más grande de Centroamérica y la proporción
entre mangle y territorio continental está dentro de las más altas en el mundo.
Las áreas de mayor concentración están en el lado del Pacífico, particularmente en
el Golfo de San Miguel, Golfo de Montijo, Golfo de Chiriquí y en el lado del Caribe
panameño también hay desarrollo de manglares, aunque en menor extensión.
¿Cuál es la importancia de un manglar, si lo que percibimos son suelos fangosos,
pantanos, olores desagradables, mosquitos? ¿Cómo puede ser que algo que resulta
tan incómodo, de repente se nos diga que es bueno?
Yo voy a tratar de
convencerlos con los siguientes argumentos:
Primero, el manglar es un importante productor de materia orgánica que es
exportada hacia la zona costera. Esta transferencia de lo que es la producción del
bosque de mangle hacia la zona costera va a través de la liberación de hojarasca.
1
Hace muchos años, nosotros hicimos el estudio de dos manglares contrastantes. El
manglar de Chame que es un manglar de desarrollo limitado porque el drenaje de
aguas dulces hacia ese manglar es pequeño, debido a que las montañas están muy
cerca de la costa, así que es un mangle que no crece mucho, 10 a 15 metros de
altura. Hicimos una medición de cuál sería la producción de hojarasca de ese
manglar en un año. Y estimamos que la producción de hojarasca, en ese manglar
de mediano desarrollo era de 900 toneladas métricas por hectárea por año. Pero
cuando fuimos al manglar de la desembocadura del Río Chiriquí, que es un manglar
exuberante, de gran altura y con mucha densidad, encontramos que la producción
de hojarasca era del orden de las 2000 toneladas métricas por hectárea por año.
De hecho, este valor se encuentra dentro de las tasas de producción de hojarasca
más altas reportada para manglares de América Latina.
¿Para qué sirven estas zonas? La constitución química de la hoja de mangle tiene
una característica peculiar. Tiene bastante concentración de lignina y muchas
fibras, no digeribles. En adición, taninos que son tóxicos.
Este material,
originalmente no sirve de alimento para ningún organismo acuático. Sin embargo,
en la medida en que las hojas se quedan en el suelo inundado del manglar, o en
aguas aledañas, queda sujeto a un proceso de descomposición microbiana y
transformación química. Hicimos un experimento en la Bahía de Panamá donde
sumergimos una serie de bolsas con hojas de mangle para ver cómo iban se
transformaban en función del tiempo. Encontramos que la concentración de
taninos en los restos de las hojas disminuía con el tiempo, pero las sustancias
nutritivas, como el nitrógeno orgánico, aumentaba. De este experimento se
concluye que la hoja de mangle en la medida en que se convierte en detritos
orgánicos se torna en materia nutritiva para los organismos costeros. Esto explica
el concepto de lo que es la productividad y el flujo de nutrientes de los manglares
hacia las zonas costeras. Las mareas llevan esta hojarasca hacia la zona costera,
donde ocurre la descomposición y eventualmente se transforma en el detrito
orgánico, importante para una cadena alimenticia, que comienza no con herbívoros
(comedores de plantas), sino con comedores de materia orgánica en
descomposición.
Esta franja de mangle, a lo largo de la zona costera también actúa como un filtro.
Las aguas continentales que se escurren hacia las zonas costeras son filtradas por
el manglar, donde el nitrógeno se asimila y se transforma biomasa vegetal. Se
retienen sedimentos de origen terrestre, que de otra forma irían a parar a la zona
costera aledaña afectando a otros organismos que posiblemente no sobrevivan bajo
una condición de alta concentración de nutrientes y elevada carga de sólidos.
Ya llevamos entonces dos funciones ecológicas importantes. Pero hay una tercera y
es que los manglares son sitios de crías de larvas y juveniles de muchas especies
comerciales tropicales. Este es el caso de la langosta espinosa del Caribe. Este
animal crece, madura y se aparea en aguas cercanas al talud de los arrecifes de
coral. Cuando se reproduce suelta miles de huevos que posteriormente eclosionan
liberando las larvas. Estas crecen transformándose en diferentes fases larvales que
en su etapa final, son llevadas a las zonas de manglar por medio de las corrientes
de marea. El manglar, entonces, con su sistema de raíces, con su abundante
producción de materia orgánica, ofrece la posibilidad de protección y alimento para
las langostas juveniles. Un ciclo de vida similar ocurre con casi todas las especies
de camarones de importancia comercial.
2
Nosotros hemos resumido todas estas características en lo que llamamos la
Ecología de la Pesca del Camarón para el Pacífico de Panamá; clasificamos los
camarones, no por especie, sino según la denominación usada por la industria
pesquera. La mayor parte de los camarones que constituyen las pesquerías
comerciales en toda Centroamérica, tienen que utilizar los manglares y los
estuarios durante su desarrollo juvenil, así que la continuidad de este ciclo de vida
depende de las áreas de crianza.
Hicimos un ejercicio que denominamos las Matemáticas de la Ecología del Manglar:
Tenemos 158 mil hectáreas de mangle en el Pacífico de Panamá; hay beneficios
anuales promedio de 30 millones de dólares en camarones, 60 millones en pargo y
corvina, 4 millones en anchovetas y arenques; dividiendo la superficie de los
manglares sobre este rendimiento llegamos a la conclusión de que al menos, cada
hectárea de manglar, por el solo hecho de estar en su forma natural, genera
beneficios directos por casi 600 dólares por hectárea, por año. Hay muy pocos
cultivos en este país que superen este beneficio neto.
Sin embargo, los manglares siguen sujetos a deterioros y pérdidas por
construcciones de viviendas, desarrollo industrial, agricultura, explotación de leña y
otras causas.
En resumen, la vegetación de mangle que predomina en la zona costera tropical es
importante para la ecología, para la pesca, tiene importancia forestal, es fuente de
productos diversos y constituyen una barrera importante contra la erosión costera
producida por olas, las corrientes y mareas.
Estimaciones de algunas
organizaciones internacionales sugieren que, posiblemente, la mitad de las muertes
del tsunami en el sureste de Asia en diciembre del 2004, no hubiesen ocurrido si
hubieran persistido las barreras de mangles y corales que protegían estas
comunidades costeras. Los manglares y arrecifes de coral hubieran actuado como
rompeolas. Esto viene al caso porque hoy día se está anunciando en Panamá un
sistema de alarma de tsunami, lo que es importantísimo, pero mucho más
importante, efectivo y barato es mantener la barrera natural de manglares.
Muchas gracias.
3
Descargar