Análisis de sangre La sangre es un tejido líquido compuesto por células, agua y sustancias disueltas que la sitúan como la mejor parte del organismo para saber de qué estamos hechos. De ahí que se realicen extracciones de sangre para analizarla y conocer nuestro estado de salud. La sangre está compuesta, básicamente, por tres tipos de células: - Glóbulos rojos o hematíes : transportan oxígeno desde los pulmones a los tejidos. - Glóbulos blancos o leucocitos : protegen el organismo de infecciones y tumores. - Plaquetas: son las encargadas de taponar las rupturas que se pueden producir en los vasos sanguíneos y de la coagulación sanguínea. A la hora de realizar un análisis de sangre, es necesario tomar una muestra del brazo del paciente. Previamente se debe aplicar un torniquete que impida el paso de la sangre para que las venas se dilaten y así facilitar la introducción de la aguja, posteriormente se suelta antes de extraer la sangre. La sangre obtenida se introduce en varios tubos de distintos colores. Con cada una de estas muestras se realizan pruebas distintas. Para que un análisis de sangre se realice de forma correcta y sea válido es importante que sigas estas recomendaciones: - Mantén tus costumbres alimenticias y no las cambies los días previos a la analítica a no ser que el médico te indique lo contrario. - Acude al centro de realización de los análisis en ayunas. Normalmente suelen hacerse por la mañana, por lo que no ingieras ningún alimento después de la cena de la noche anterior. Sólo bebe agua y toma las medicinas que te hagan falta. - Si eres diabético y tomas medicamentos para controlar la glucosa o te inyectas insulina, pregúntale a tu médico si debes seguir el tratamiento en ayunas. - No fumes antes de hacerte los análisis. - Acude relajado al centro médico. Vístete, a ser posible, con ropas de manga y puños anchos para facilitar la extracción y no olvides llevar tu tarjeta de identificación sanitaria y el volante del análisis que te entreguen. - Antes de la extracción dile a la enfermera si es complicado localizarle las venas, puesto que hay ocasiones en las que son necesarios varios intentos. - Si tienes tendencia a marearte avísalo y ve acompañado. Si te mareas díselo al enfermero y te realizarán la extracción recostado. - Una vez realizada la extracción, presiona levemente el punto de punción durante un tiempo aproximado de 10 minutos con algodón para evitar la aparición de hematomas. - En el momento de la extracción te informarán de cuándo tienes que recoger los resultados, que el laboratorio mantiene en absoluta confidencialidad. Además, toma precauciones, indícale al médico si hace poco tiempo que te has hecho análisis, si recibes algún tipo de tratamiento y si padeces enfermedades crónicas, para que te indique la frecuencia con la que debes controlarte o si debes realizarte un tipo de prueba especial. Interpretación del análisis Aunque a partir de un análisis de sangre pueden medirse marcadores concretos para detectar la presencia de muchas enfermedades o conocer su evolución, en un análisis rutinario se suele cuantificar la cifra de los siguientes componentes de la sangre: - Hemograma: se analiza tu sangre teniendo en cuenta: o Los niveles de hematíes o glóbulos rojos : los límites normales del número de glóbulos rojos suelen variar medio millón por encima y por debajo de la cifra media, que para el varón es de 5.000.000 y para la mujer de 4.500.000 por milímetro cúbico. o Hemoglobina: es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y se encarga de transportar el oxígeno de la sangre a las distintas células, motivo por el que resulta importante medir su concentración. Los valores normales oscilan alrededor de los 15 gramos por cien (en el varón es de 16,3 y en la mujer 14,5), siendo los límites de la normalidad de 13,5 a 18 en el varón y de 11,5 a 16,4 en la mujer. o El hematócrito o volumen globular : representa la proporción de glóbulos rojos en plasma en la sangre circulante, y se expresa en valores porcentuales. Su determinación puede efectuarse por centrifugación de la sangre y los niveles oscilan entre el 36 y el 50 por ciento, con unos límites fisiológicos en varones de entre 43 y 49, y de entre 35 y 45 en mujeres. o El volumen corpuscular medio : se realiza para conocer las dimensiones de los eritrocitos a partir del valor hematocrítico (en mililitros por mil) y los hematíes (en millones por milímetro cúbico). El valor obtenido normalmente oscila entre 80 y 94 micrómetros o o o o - cúbicos. Si sobrepasa los 94 se habla de macrocitosis y si es inferior a 80, de microcitiosis. Leucocitos: se mide el número de glóbulos blancos en la sangre y sus cifras deben oscilar entre los 6.000 y los 10.000 leucocitos por milímetro cúbico. La fórmula leucocitaria: son valores que miden la presencia de los distintos glóbulos blancos o leucocitos en cifras absolutas por milímetro cúbico y en porcentaje sobre el total de leucocitos: Neutrófilos segmentados : entre el 55 y el 65 por ciento (3.000-5.000 mililitros). Neutrófilos en cayado: entre un 3 y un 5 por ciento (150-400 mililitros). Eosinófilos: de 0,5 a 4 por ciento (20-350 mililitros). Basófilos: de 0 a 0,5 por ciento (10-60 mililitros). Monocitos: de 4 a 8 por ciento (100-500 mililitros). Linfocitos: de 25 a 35 por ciento (1.500-4.000 mililitros). Las plaquetas: deben estar entre las 150.000 y las 400.000 unidades por milímetro cúbico, aunque sólo si bajan de 30.000 se producen hemorragias. El exceso de éstas predispone a que se formen coágulos y la deficiencia de plaquetas produce fragilidad capilar y tiempo de hemorragia prolongado. La velocidad de sedimentación globular : parámetro que se modifica siempre que existe un desequilibrio que afecta las proteínas plasmáticas, acelerándose al aumentar la proporción de fibrinógeno (que recubre los hematíes) o globulinas, por ejemplo en infecciones, patologías reumáticas y enfermedades inflamatorias y crónicas. Bioquímica: se analiza la sangre observando los siguientes componentes: o Glucosa: mide lo que comúnmente se conoce como el nivel de azúcar en sangre. Las cifras deben oscilar entre 80 y 120 miligramos por cada 100 mililitros, aunque la concentración normal oscila entre los 60 y los 100. Si este valor supera los 130 padeces una hiperglucemia, lo que puede hacer sospechar la existencia de diabetes, y si los niveles son inferiores a 60 puedes sufrir una hipoglucemia, que puede estar provocado por diferentes causas como la insuficiencia suprarrenal, las afecciones hepáticas o trastornos de la nutrición y digestivos, entre otras patologías. o Urea en sangre : como término medio, la cifra oscila entre 20 y 30 miligramos por cada cien mililitros, aunque hay casos en los que se registran cifras superiores e inferiores. Si los niveles de urea superan la cifra de 50 puede darse hiperazotemia, es decir, insuficiencia renal, y si la cifra es menor puede deberse a la ingesta elevada de bebidas, por aumento del filtrado glomerular durante el embarazo o por insuficiencia de síntesis de urea. o Ácido úrico : el valor medio en España es de 5,05 miligramos por cada 100 mililitros, considerando como límite de la normalidad la cifra de 7. A partir de ese nivel se pueden desencadenar ataques de gota o cálculos renales. o Creatinina en sangre : informa del funcionamiento del riñón y, aunque los valores son diferentes en hombres y mujeres, la cifra media oscila entre 1 y 1,6 miligramos por cada 100 mililitros, debiendo ser proporcional a la masa muscular del cuerpo para evitar, entre otros desajustes, la insuficiencia circulatoria o las obstrucciones urinarias. o Triglicéridos: los valores recomendados se sitúan entre 40 y 150 miligramos por cada cien mililitros. La hipertrigliceridemia se produce por un aumento de grasa neutra en plasma, suponiendo un factor importante de riesgo cardiovascular, especialmente en mujeres, además de provocar obesidad e incluso diabetes. o Colesterolemia: las cifras del colesterol total oscilan entre 150 y 220 miligramos por cada 100 mililitros, aunque pueden producirse variaciones fisiológicas provocadas por variables como la edad, el sexo, la dieta o el embarazo. Debemos distinguir entre el HDL (colesterol de alta densidad conocido como ‘colesterol bueno’, que resulta mejor cuanto mayor sea su presencia puesto que ayuda a remover el exceso de colesterol) y el LDL (colesterol de baja densidad conocido como ‘colesterol malo’, que resulta negativo puesto que su exceso obstruye las arterias). o Transaminasas: la cifra media tiene un promedio de 20 aunque los valores pueden oscilar entre 8 y 40 unidades. Al medir las transaminasas se tiene en cuenta la enzima GOT en aspartatoamino-transferasa (AST), cuyas cifras deben estar entre 0 y 20, y la enzima GPT en alanín-aminotransferasa (ALT), que debe oscilar entre 0 y 40. De sobrepasar esa cifra puede dar lugar a patologías como infartos de miocardio, embolias, trombosis o afecciones musculares y especialmente enfermedades hepáticas como la hepatitis.