Juan Gerardo Martínez Borrayo* E l agua es una condición necesaria para la vida; sabemos que aproximadamente 66 por ciento de nuestro cuerpo es agua y que la perdemos por diferentes vías: al sudar y al respirar, por ejemplo; por ello es que tenemos que tomar agua, pero, por extraño que parezca, tomar mucha agua nos puede matar. A esto se le conoce como hiponatremia o dilución de la cantidad de sales en sangre causada por tomar mucha agua. Cuantitativamente hablando, significa tener una concentración de sodio por debajo de los 135 milimoles por litro; la concentración normal está entre 135 y 145 milimoles; casos severos de hiponatremia pueden llevar a la intoxicación por agua que se manifiesta en dolor de cabeza, fatiga, náusea, vómito, micción frecuente y desorientación mental. En los humanos, el riñón lo que hace es controlar la cantidad de agua, sal y otras sustancias solubles; cuando una persona toma mucha agua en un periodo corto de tiempo, el riñón no puede deshacerse de toda el agua que le entra y causa que se acumule en la sangre; la sangre llega a su vez a diferentes partes del cuerpo y el líquido entra a las células. Muchas células se pueden inflar como globos porque están dentro de tejidos flexibles como las grasa y los músculos; sin embargo, entre las células, que no pueden hacer eso están las neuronas, debido a que hay muchísimas neuronas (unas 100 mil millones), células de soporte (una 10 veces más que las neuronas), sangre y líquido cerebro-espinal, todo ello en el pequeño espacio de la cabeza que está delimitado por el hueso rígido del cráneo. Es por ello que el edema cerebral es desastroso; una severa hiponatremia causa la entrada del agua a las células dejando al cerebro inflamado, lo cual se manifiesta en ataques epilépticos, coma, paro respiratorio, herniación del tallo cerebral y muerte. Por otro lado, algunos expertos afirman que tomar mucha agua no es la única condición para que se presente la hiponatremia; debe de haber también un aumento de la vasopresina, también conocida como la hormona antidiurética, una sustancia producida en el hipotálamo que se segrega a la sangre en perio- dos de estrés, como cuando se corre un maratón, e instruye al riñón que conserve agua, incluso si la persona está tomando cantidades excesivas de líquidos. Cada hora un riñón de una persona descansando excreta entre 800 y 1000 mililitros de agua. Por ello una personas podría tomar sin problemas entre 800 y 1000 mililitros de agua por hora sin experimentar ganancia de agua; pero al correr, el riñón reduce su trabajo para excretar solo 100 mililitros por hora. Por ello si se toman los mismos 800 o 1000 mililitros de agua por hora, potencialmente se va a acumular el agua. Por ejemplo, en un estudio publicado en el 2005, en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra, se observó que un sexto de los corredores de maratón desarrollaron algún grado de hiponatremia. Lo que se debe hacer es tomar la cantidad de agua que se está sudando; así, si uno suda 500 mililitros de agua por hora, esa es la cantidad de agua que se debería de tomar; mas como nadie tenemos un “sudómetro”, entonces el mejor indicador es hacerle caso a nuestra sed y tomar lo que se nos antoje. Por otro lado, existe la idea errónea de que se deben de tomar entre 2 y 3 litros de agua al día, lo cual no tiene sustento científico; Heinz Valtin, de la Escuela de Medicina de Dartmouth, revisó los estudios sobre el tema y no encontró ningún estudio científico que avale esa afirmación, según lo reportó en el 2002 en la Revista Americana de fisiología regulatoria, integrativa y comparativa. Un estudio similar que llegó a la misma conclusión fue realizado por Dan Negoianu y Stanley Goldfarb en el 2008 en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología. Esta idea se originó por un malentendido; en 1945 el Comité de Comida y Nutrición de los Estados Unidos, ahora parte de la Academia Nacional de Ciencias, sugirió que una persona debería tomar un mililitro de agua por cada caloría de comida ingerida; si la dieta diaria es de 2000 calorías, entonces se debería de tomar dos litros de agua; pero lo que no se toma en cuenta es que se toma agua por otras vías: refrescos, café, jugos, el caldo de la comida, la humedad que ya tienen cosas como las frutas y las verduras, etc. De hecho el comité volvió sobre el tema en el 2004 y concluyó que, tomando en cuenta todas estas fuentes de agua, las mujeres suelen consumir 2.7 litros, mientras que los hombres ingieren 3.7 litros de agua; además concluyeron que es falso ciencia seguido Tomar mucha agua te puede matar, ¿líquido vital? que tomar agua antes de la comida quita el apetito, ya que los sistemas que controlan el hambre y la sed están separados. *Investigador del Departamento de Neurociencias, del CUCS. Integrante de la red de comunicación y divulgación de la Ciencia Unidad de Vinc y Dif. lunes 6 de julio de 2009 15