“ENTRE LUZ Y OSCURIDAD UN NUEVO HOMBRE RENACE” A. Renacimiento. 1. Identifica el tópico que predomina en los siguientes fragmentos y argumenta cuál es la intención que propone el autor al utilizarlos. "Convida a un dulce sueño aquel manso ruido del agua que la clara fuente envía, y las aves sin dueño con canto no aprendido hinchen el aire de dulce armonía; háceles compañía, a la sombra volando, y entre varios olores, gustando tiernas flores la solícita abeja susurrando… " “En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende al corazón y lo refrena; “Marchitará la rosa el viento helado, Todo lo mudará la edad ligera, por no hacer mudanza en su costumbre”. "¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal rüido, y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!” “¡Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío! Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario, para alcanzar su ordinario sustento, tomar otro trabajo que alzar la mano, y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado ruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. (…) Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella sin ser forzada, ofrecía por todas partes de su fértil y espacioso seno lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían. Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle, y de otero en otero, en trenza y en cabello, sin más vestidos de aquellos que eran menester para cubrir honestamente lo que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubra...” Miguel de Cervantes, Don Quijote. (Fragmento cap. XI, 1º parte) _________________________________________________________________________________ ________________________________________________________________________________________ __________________________________________________________ ¿Qué se hizo el Rey Don Juan? ¿Qué fue de tanto galán, qué de tanta invención que trajeron? ¿Fueron sino devaneos, qué fueron sino verduras de las eras, las justas y los torneos, paramentos, bordaduras y cimeras? ¿Qué se hicieron las damas, sus tocados y vestidos, sus olores? ¿Qué se hicieron las llamas de los fuegos encendidos de amadores? ¿Qué se hizo aquel trovar, las músicas acordadas que tañían? ¿Qué se hizo aquel danzar, aquellas ropas chapadas que traían? 4. En relación a los estereotipos del renacimiento, complete la siguiente tabla, además construya un verso o texto breve que ejemplifique su sentido en este período. Personaje El cortesano Características Ejemplo (texto) La dama El humanista El conquistador El idealista B. Barroco. ACTIVIDADES 1. Lee los siguientes textos y realiza las actividades que se presentan a continuación. Contra Don Luis de Gongora por Francisco Quevedo Este cíclope, no siciliano, del microcosmo sí, orbe postrero; esta antípoda faz, cuyo hemisferio zona divide en término italiano; este círculo vivo en todo plano; este que, siendo solamente cero, le multiplica y parte por entero todo buen abaquista veneciano; el minoculo sí, mas ciego vulto; el resquicio barbado de melenas; esta cima del vicio y del insulto; éste, en quien hoy los pedos son sirenas, éste es el culo, en Góngora y en culto, que un bujarrón le conociera apenas. Respuesta de Don Luís de Góngora Anacreonte español, no hay quien os tope. Que no diga con mucha cortesía, Que ya que vuestros pies son de elegía, Que vuestras suavidades son de arrope ¿No imitaréis al terenciano Lope, Que al de Belerofonte cada día. Sobre zuecos de cómica poesía Se calza espuelas, y le da un galope? Con cuidado especial vuestros antojos Dicen que quieren traducir al griego, No habiéndolo mirado vuestros ojos. Prestádselos un rato a mi ojo ciego, Porque a luz saque ciertos versos flojos, Y entenderéis cualquier gregüesco luego Preguntas: a. ¿A qué tipo de estilo propio del barroco pertenece cada uno de los poemas? Fundamenta tu respuesta por medio de marcas textuales. b. Según tu opinión y asociando el contexto de producción ¿Por qué los estilos de Quevedo y Góngora son tan disimiles? Fundamenta tu respuesta por medio de marcas textuales. c. ¿Qué recursos estilísticos se pueden apreciar en ambos poemas? Completa la tabla que se presenta. Quevedo Recurso C. Marca Góngora Recurso Marca Neoclasicismo. ACTIVIDADES 1. Lee el siguiente texto y responde a las preguntas que se formulan a continuación. El sí de las niñas DON DIEGO.- Muy bien. Siéntese usted... Y no hay que asustarse ni alborotarse (Siéntanse los dos) por nada de lo que yo diga; y cuenta, no nos abandone el juicio cuando más lo necesitamos... Su hija de usted está enamorada... DOÑA IRENE.- Pues ¿no lo he dicho ya mil veces? Sí, señor, que lo está; y bastaba que yo lo dijese para que... DON DIEGO.- ¡Este vicio maldito de interrumpir a cada paso! Déjeme usted hablar. DOÑA IRENE.- Bien, vamos, hable usted. DON DIEGO.- Está enamorada; pero no está enamorada de mí. DOÑA IRENE.- ¿Qué dice usted? DON DIEGO.- Lo que usted oye. DOÑA IRENE.- Pero ¿quién le ha contado a usted esos disparates? DON DIEGO.- Nadie. Yo lo sé, yo lo he visto, nadie me lo ha contado, y cuando se lo digo a usted, bien seguro estoy de que es verdad... Vaya, ¿qué llanto es ése? DOÑA IRENE.- (Llora) ¡Pobre de mí! DON DIEGO.- ¿A qué viene eso? DOÑA IRENE.- ¡Porque me ven sola y sin medios, y porque soy una pobre viuda, parece que todos me desprecian y se conjuran contra mí! DON DIEGO.- Señora doña Irene... DOÑA IRENE.- Al cabo de mis años y de mis achaques, verme tratada de esta manera, como un estropajo, como una puerca cenicienta, vale al decir... ¿Quién lo creyera de usted?... ¡Válgame Dios!... ¡Si vivieran mis tres difuntos!... Con el último difunto que me viviera, que tenía un genio como una serpiente... DON DIEGO.- Mire usted, señora, que se me acaba ya la paciencia. DOÑA IRENE.- Que lo mismo era replicarle, que se ponía hecho una furia del infierno, y un día de Corpus, yo no sé por qué friolera, hartó de mojicones a un comisario ordenador, y si no hubiera sido por dos padres del Carmen, que se pusieron de por medio, lo estrella contra un poste en los portales de Santa Cruz. DON DIEGO.- Pero ¿es posible que no ha de entender usted a lo que voy a decirle? DOÑA IRENE.- ¡Ay, no, señor; que bien lo sé, que no tengo pelo de tonta, no, señor!... Usted ya no quiere a la niña, y busca pretextos para zafarse de la obligación en que está... ¡Hija de mi alma y de mi corazón! a. ¿Cuál es el sentido moral que alude el fragmento leído? Justifica tu respuesta. b. ¿Cuál es la verdadera preocupación que engloba las palabras de Doña Inés? Respalda tu respuesta con marcas textuales. c. En “El sí de las niñas” Leandro Fernández de Moratín realiza una dura crítica a las familias que obligan a sus hijas a casarse sin tener en cuenta sus sentimientos ¿cómo esta crítica se presenta en el fragmento leído? 2. Confecciona una fabula con las características propias del neoclasicismo.