2 3 Condones de tripa, de lino y de goma; diafragmas de madera, anillos de plata y duchas vaginales con jugo de limón: rodeada de episodios oscuros por una parte y picarescos por otra, la historia de la anticoncepción se remonta a tiempos inmemoriales, y exhibe inusitados sistemas para regular la natalidad -algunos de los cuales muestran peculiares coincidencias con los métodos anticonceptivos del reino animal-. Reino animal 4 ÍNDICE EL CONTROL DE LA NATALIDAD: UNA LARGA HISTORIA Primeros Atisbos 5 Mandato Bíblico 7 Desprejuiciada Antigüedad 9 5 Anticoncepción: una Larga Historia Primeros Atisbos Al comienzo, el método más utilizado para limitar el tamaño de las familias era el infanticidio. Pero las plantas proporcionaban un camino bastante menos despiadado. Una mirada retrospectiva nos señala que ya la mujeres del Paleolítico poseían un conocimiento empírico sobre algunos métodos para prevenir embarazos, pues las condiciones de vida eran extremas y el alimento escaseaba. El más recurrente era el amamantamiento, pero también se conocían las propiedades anticonceptivas de ciertas plantas -previo aún al comienzo de la agricultura. Las familias prehistóricas no eran numerosas. En la fotografía, símbolos primitivos de fecundidad. De ellas, una de las más antiguas es el silphium, de la familia de las férulas. La artemisia, el mirro, el dátil, la corteza de la granada, el junípero, el jarabe de acacio y la zanahoria silvestre eran también utilizados por su poder para prevenir embarazos. Los escritos de Hipócrates mencionan esta última como anticonceptivo oral, y a fines de la década de los '80, la ciencia demostró que efectivamente, la zanahoria salvaje bloqueaba la producción de progesterona e inhibía el crecimiento tanto de los ovarios como del feto en ratones. Reino 6 Los escritos de Hipócrates mencionan el poder anticonceptivo de la zanahoria silvestre. En los bosques centrales del Paraguay se utiliza la stevia rebaudiana aún hoy en día, deshidratándola y pulverizándola para preparar infusiones contra la fecundación. Por su parte, algunos indígenas norteamericanos controlaban hasta hace poco su natalidad con brebajes en base a hojas y raíces, y con duchas vaginales de jugo de limón y extracto de vaina de caoba. Reino animal Anticoncepcion por Instinto La naturaleza obliga a los animales a evitar la sobrepoblacion por medio de mecanismos instintivos. Las medidas van desde la simple abstencion sexual y la exclusion de algunos miembros del grupo, hasta la fabricacion de productos anticonceptivos naturales e incluso el canibalismo. Los testimonios de la naturaleza son sorprendentes y nos revelan que las prácticas de control de la natalidad están perfectamente establecidas en el reino animal, como un fenómeno universal del que casi ninguna especie se escapa. Suprimir la ovulación es sólo uno entre diversos medios usados por las madres para programar mejor el tiempo de 7 Los indígenas norteamericanos también usaban métodos naturales para limitar una abundante prole. Reino animal Reino animal su esfuerzo reproductivo. Entre marmotas y tamarines es habitual que sólo una hembra del grupo se reproduzca en cada estación. Algo similar ocurre entre las mangostas enanas del Serengeti, que crían en comunidad. Estudiando qué frenaba a las demás hembras, el biólogo Scott Creel descubrió que los nive- les de estrógeno de las no reproductoras permanecía a un tercio del nivel de las hembras madres, bajo el nivel necesario para ovular. Creel supone que en especies que tienen alumbramientos múltiples, el costo de la gestación y lactancia es demasiado alto para cualquiera, salvo las hembras más aventajadas, como pa- ra correr el riesgo de dar a luz. Con frecuencia maltratada y peor alimentada, una hembra cualquiera tiene tan pocas posibilidades de tener crías que sobrevivan el destete que más le vale aplazar el reproducirse. A cambio, ayuda a criar a los hijos de sus semejantes -incluso llegando a darles de mamar, además de Marmota: Cierto tipo de mangosta inhibe la ovulación para evitar los embarazos. 8 Mandato Bíblico Ya en la epoca de los patriarcas hizo su aparicion el pesario, confeccionado con el mas amplio rango de materiales. Sólo a fines del siglo XVII se descubrió que el fluido seminal no era sólo un líquido, sino una suspensión con millones de espermios. Y pasaron más de doscientos años hasta que se comprobó que bastaba uno solo de ellos para concebir un nuevo ser. Sin embargo, y a pesar de ignorarse tan gravitante factor, las prácticas para controlar la natalidad lo tomaban intuitivamente en cuenta. Así por ejemplo, numerosos ritos tribales se centraban en el ocultamiento de las niñas que comenzaban su menstruación. Algunos de ellos llegaban al punto de dejarlas en total abandono durante tres o cuatro años en la jungla, signadas con un tabú que no era más que una forma de mantenerlas aisladas, evitando así embarazo. Los primeros judíos, en tanto, practicaban la continencia sexual, y las mujeres se introducían pesarios de barrera llamados mokh. Algunas autoridades incluso los recomendaban para las embarazadas, pues se creía que una segunda fertilización era posible, con el consiguiente perjuicio para el feto en gestación. Y es que para aquel pueblo, que debió partir a la diáspora en arduas travesías Reino animal esforzarse por ser tolerante en el grupo y de permanecer con vida hasta poder llegar a ser ella misma reproductora. Estudiando una subespecie estrechamente relacionada con las mangostas enanas, O. Anne E Rasa, de la Universidad de Bonn, descubrió que las hembras subordinadas tenían razones más urgentes para aplazar el reproducirse: la hembra dominante puede destruir las crías de cualquier rival. Entre las marmotas y mangostas enanas, la mayoría de las hembras subordinadas sacan partido de su triste suerte cerrando temporariamente sus ovarios. Si tie- nen suerte, más tarde llegará su momento de reproducirse. Eficaz alimentación El control de la natalidad al estilo de los primates gira en torno del amamantamiento. Entre casi todos los monos y simios -igual que en pue- blos que aún viven en asentamientos tradicionales, donde el pequeño disfruta de un contacto casi continuo con sus padres-, los bebés maman a voluntad. Según estudio de antropólogos de la Universidad Emory, las madres de la tribu Kung San de Kalahari amamantan a sus bebés durante unos dos minutos, 9 El sexo en la Biblia La primera orden que recibieron Adán y Eva de su Dios creador fue “creced y multiplicaos”y al abandonar el Paraíso ambos intentaron cumplir lo mejor posible el mandamiento. Poco después de salir del Jardín del Edén, el primer hombre y la primera mujer “yacieron” juntos y de esa unión nació Caín, luego, fruto de otra unión llegó al mundo Abel; y más adelante, cuando Eva tenía casi 100 años, nació Seth. En esas primeras páginas de la Biblia no se hace ninguna referencia a otros encuentros sexuales entre ambos ni a las hijas que debieron tener para hacer posible el crecimiento de la población mundial que, necesariamente, se desarrolló a través de relaciones incestuosas. Aunque el tema sexual aparece sólo lateralmente en esas primeras páginas de la Biblia, es importante tanto en la historia del pueblo de Israel como en el nacimiento del cristianismo. Desde muy pronto se mencionan en la Biblia castigos, contradicciones y normativas respecto a la sexualidad de hombres y mujeres, reglas muchas veces violadas por los mismos protagonistas de la larga historia sagrada. Basta recordar el caso de Lot y sus hijas.Luego de abandonar Sodoma y Gomorra y quedar solas junto a su padre, éstas deciden que la única manera de poder engendrar hijos es yaciendo con él. Para cumplir sus propósitos, lo emborrachan con vino. Así, la mayor duerme con Lot la primera noche, y la menor a la noche siguiente; los dos niños que conciben serán los padres de los Moabitas y de los Amonitas. La poligamia aparece en varias oportunidades. El Génesis nos recuerda a Lamech, el primer polígamo de la historia. Pertenecía a la sexta generación de descendientes de Adán y Eva y tuvo dos esposas de las que nacieron tres hijos Jubal: el primer instrumentista; Tubalcain, el primer instructor metalúrgico; y Jabal, el primer ganadero. Si Lamech fue el primer polígamo de la historia, Salomón fue el más destacado de todos los que recuerda la Biblia. Hijo del Rey David, que sufrió de impotencia durante los últimos años de su vida y cuya última mujer pasó a formar parte del harem de su hijo, Salomón era un hombre aficionado a la abundancia.Sus comidas eran banquetes interminables donde no faltaba nada. Cien ovejas y treinta bueyes eran sacrificados diariamente en la corte. La abundancia se extendía también a la sexualidad. Salomón era un amante conspicuo que disfrutaba de los favores sexuales de 700 esposas y 300 concubinas, además de princesas y amantes ocasionales como la famosa Reina de Saba. Reino animal unas cuatro veces por hora, incluso cuando duermen por la noche. A los largo de la mayor parte de la evolución humana, las madres han amamantado a sus niños sin restricción desde el nacimiento hasta los tres o cuatro años, y en algunas circunstancias incluso más. Una serie de estudios de cazadores-recolectores de Africa Central, Botswana y Nueva Guinea, como también de amas de casa de Nueva Inglaterra, han documentado la interacción dinámica entre el estatus nutricional de una mujer, su carga de trabajo y su fertilidad: algo que el antropólogo de Harvard Peter Ellison denomina “ecología de los ovarios”. El estímulo casi continuo de los pezones mediante el amamantamiento, “al estilo del Pleistocenio”, hace que la pituitaria secrete más prolactina. El resultado son intervalos entre nacimientos que llegan a ser de cinco años entre pueblos de largo amamantamiento como los Kung. Según Ellison, el lazo en- tre la intensidad del amamantamiento y la infertilidad posparto impide a la madre lactante -ya energéticamente sobrecargada al metabolizar por dos- verse abrumada por otro embarazo y la pesada carga de tener que metabolizar por tres, a no ser que esté especialmente bien alimentada. Worthman y otros investigadores 10 El Papiro de Ebers, uno de los más antiguos documentos en los que se describen métodos anticonceptivos. por el desierto, una prole numerosa constituía un problema. Por ello, y a pesar de que uno de los más vigorosos mandatos divinos conmina a crecer y a multiplicarse, y de que las relaciónes sexuales apartadas de sus propósitos reproductivos constituían un anatema, la idea de limitar el tamaño de la familia la comenzaba a ser atractiva. Por otro lado, desde el año 3000 A.C., antiquísimos papiros como el de Kahun, el de Ebers y el de Berlín, describen cómo las mujeres egipcias introducían pesarios de miel y excrementos de cocodrilo en sus vaginas, o recurrían a la introducción de hojas de acacio, que produce ácido láctico -un ingrediente habitual de las modernas duchas vaginales. Muro de uno de los templos de Kom Ombro, en el Nilo, que muestra instrumental ginecológico, y a la reina pariendo en posición semi-sentada. Reino animal han descubierto que entre madres bien nutridas, la inhibición de la ovulación gracias al amamantamiento es menos efectiva. Misteriosos aromas Entre casi todos los monos y simios, los bebés maman a voluntad. El aroma también juega un rol importante en la reproducción animal. Cierto tipo de ratón, por ejemplo, produce un olor anticonceptivo cuyos efectos son incomparablemente más sutiles que los de las drogas humanas. En suficiente concentración, el aroma es tan poderoso que detiene el proceso de reproducción en las hembras. Cuanto mayor es su número, menos fecundas se vuelven. Aun- que el olor de los machos puede anular el efecto, debe provenir del cónyuge. En cambio, si se coloca un macho extraño en la jaula de una hembra grávida, el olor del intruso interrumpe el desarrollo del embrión y, según la etapa de gravidez, se separa del cuerpo de la madre o es expulsado. Así, la infidelidad conyugal de los pa- 11 Egipto, nacido de la simiente divina Una fehaciente demostración de que los pueblos antiguos intuían la importancia del fluido seminal en la gestación es la historia del dios egipcio Ra, creador de todas las cosas, quien tras masturbarse, liberó una explosión de semen que creó a Shu y Tefnut, hermanos gemelos que darían luego nacimiento a los demás dioses: Osiris, Isis, Seth, Hator y Bes, entre otros. en una ceremonia en la cual las mujeres marchaban por la ciudad cargando muñecas y figuras con formas fálicas. Uno de los más importantes episodios mitológicos cuenta cómo, luego de ser destrozado por Seth, Osiris recibió la ayuda de Isis, quien unió cada uno de los trozos del dios, aunque no fue capaz de encontrar su falo. Ante esto, decidió fabricar un miembro por su cuento que luego volvió a colocar en el cuerpo de Osiris. El culto egipcio celebraba el acontecimiento Sin embargo, el principal dios sexual de la mitología egipcia era Bes, una pequeña criatura antropomorfa, representada con un falo de gigantes proporciones. El dios, considerado el protector de las mujeres, ocupaba un lugar central en los prostíbulos egipcios, llamados también las “Cámaras de Bes”. El episodio también se recordaba al momento de la momificación de los difuntos. Generalmente, a las momias se les cortaba el pene y se les colocaba uno falso en recuerdo de Osiris. La ceremonia de la “animación del falo”, habitual en los ritos funerarios egipcios. Reino animal Reino animal dres resulta mortal para el ratoncito por nacer. Los aromas anticonceptivos son bastantes corrientes en el mundo animal. Su acción es especialmente notable entre los gusanos cuya larva es atraída por la harina. Estos insectos, propios de los molinos y grane- ros, se reproducen muy rápidamente, pero apenas su número sobrepasa dos individuos por gramo de la harina restante, la hembras devoran sus huevos a medida que los ponen. Una sustancia química contenida en los excrementos es la que desencadena el curioso comportamiento. La concentración cada vez más fuerte de olor empieza a reducir la fecundidad: la hembra prolonga la duración del estado larval y provoca finalmente el canibalismo de los huevos. “Como conejos” En Australia, poco después de la introducción de una especie de cierto conejo, los animales se reprodujeron a un ritmo alarmante. Los 24 ejemplares llegados en 1859 se habían convertido en 22 millones al cabo de 6 años. Desde entonces, se adueñaron del continente hasta sus últimos rincones. Sin embargo, no se multi- 12 Desprejuiciada Antigüedad En Grecia y Roma, las mujeres contaban con más libertades, y la planificación familiar se debatía públicamente con mucha seriedad. En la antigua Grecia, las mujeres contaban con gran libertad, y la anticoncepción se debatía públicamente. Aristóteles abogaba personalmente por el control de la natalidad. Anotaba que para tal fin, el Estado cretense permitía la homosexualidad. Como método femenino, recomendaba aplicar una mezcla de incienso, cedro y aceite de oliva “en aquella parte del vientre en la que cae la semilla”. Posteriormente, la ciencia ha demostrado que dichas sustancias poseen relativa efectividad contraceptiva, pues incrementan la acidez en el interior de la vagina. Aristóteles abogaba personalmente por el control de la natalidad. En la fotografía, “Aristóteles contemplando el busto de Homero”, de Rembrandt van Rijn. Reino animal A pesar de su aspecto bonachón, el método de ciertas focas grises para disminuir la población es de una violencia implacable. plican “como conejos”. Más bien, se las arreglan para limitar su número según las circunstancias. En períodos de gran sequía, los machos no se aproximan a las hem- bras. Si una coneja embarazada sufre de calor, la acomete una especie de espasmo y expulsa al embrión. Pero apenas llega la primera lluvia, la fecundidad se restablece en todo su vigor. Algunas focas grises usan un procedimiento diferen- te. Una población cercana a las 4 mil se reúne en la isla de Farne, junto a la costa inglesa del Mar del Norte, apretadas hasta el punto de que muchas crías son aplastadas en el enjambre de cuerpos o pierden a su madre y mueren de hambre, todos accidentes relacionados con el amontonamiento. 13 El Placer de la Belleza “En esa época nada era sagrado, excepto la belleza”: las palabras del poeta alemán Johann Schiller revelan el modo de vida en la Grecia Clásica, una época en que la moral estaba fuertemente marcada por la estética. Corinto era la capital del placer y la diversión en la antigua Grecia. Un puerto bullente de vida, donde las multitudes se agolpaban por las calles y los grupos de prostitutas esperaban en las esquinas por clientes. La actividad era aún mayor alrededor del templo de Venus, aunque el verdadero centro de la ciudad era el culto a Afrodita. Su templo se levantaba en lo alto de un monte, rodeado de muros y con una amplia terraza donde se congregaban los visitantes, y las hetairas o prostitutas sagradas esperaban para satisfacer las necesidades de los fieles y de su diosa. Hoy se levanta en ese lugar un templo musulmán, erigido por los turcos durante el imperio otomano. La diosa Afrodita era representada habitualmente con imágenes de órganos sexuales y a todas las jóvenes que se iniciaban en su culto se les entregaba como símbolo una figura fálica. Reyes y guerreros disponían de un séquito de concubinas, indispensables en todas sus campañas militares. Alejandro Magno, por ejemplo, viajó a su campaña a Persia con 350 concubinas, una para cada noche del año. Un dibujo griego que recrea el mito de Teseo y Ariadna, hija del rey Minos. Reino animal Reino animal Lo sorprendente es que nada obliga a las focas a apretarse en esa forma. Hay otras cinco islas en las cercanías que nunca son visitadas. Tampoco esperan que el alimento se haya vuelto escaso para tomar sus drásticas medidas demográficas. No es el peligro inmediato el que los impulsa a limitar su nú- mero, sino la amenaza futura. Algunos elefantes se adaptan progresivamente a circunstancias desfavorables por un procedimiento bastante más misericordioso: las hembras se toman un tiempo más prolongado entre el nacimiento de su cría y un nuevo acoplamiento. En condiciones normales, la separación entre ambos eventos es de dos años y tres días. Bajo condiciones de estrechez, pasa a ser de seis años y diez meses -es decir, el triple de tiempo. Los investigadores todavía no han descubierto qué misterioso impulso los hace practicar la continencia sexual. Aromas y chillidos Cualquiera sea la especie -conejos, carpas, ratones, pulgas acuáticas, aves o focas-, la mayoría de los animales frenan por sí mismos sus posibilidades de procreación. Si tienen alimento en abundancia y cuidados apropiados, la canti- 14 Aversión al coito En Roma, las familias se estructuraban en torno a los hijos. Sin embargo, los matrimonios de las clases letradas no experimentaban precisamente regocijo ante la perspectiva de que su sofisticado estilo de vida fuese amenazado por una horda de retoños. Además, la costumbre de dividir la herencia en partes iguales entre la descendencia condujo a una progresiva reducción del grupo familiar. Algunas mujeres de la Roma Imperial preparaban pócimas anticonceptivas de dudosa efectividad. Reino animal Existen elefantes que, simplemente, espacian su procreación para controlar la natalidad. dad de sujetos empieza a aumentar. Pero luego la tasa de crecimiento se reduce y la población termina permaneciendo constante o, incluso, disminuyendo por sus propios mecanismos reguladores. En un experimento, se encerraron viente ratas hembras y viente ma- chos en un espacio de mil metros. Al cabo de 27 meses, las roedores debían llegar a ser unos 5 mil ejemplares. El espacio y el alimento se los permitía sin dificultad. Sin embargo, después de ese tiempo no había más que 150 adultos y la cifra no daba señales de que iba a modificarse notoriamente. 15 La información sobre la materia era abundante para quien la necesitara. El pudoroso Plinio, por ejemplo, recomendaba el método más confiable del mundo para controlar la natalidad -y, por cierto, el más resistido-: la abstención sexual. Si esto no era posible, aconsejaba al menos disminuir el deseo. Para ello sugería la aplicación de una pomada de excremento de ratón, o la ingesta de una pócima de excremento de caracol o paloma, mezclado con aceite y vino. Aunque no fuese más que por lo repulsivas, tales medidas garantizaban una efectividad total, especialmente si se seguía un segundo consejo, que sugería ocultar los testículos y la sangre de un gallo bajo la cama. Producto de todo lo anterior, la mujer sufriría una genuina aversión al coito, que se redoblaría al frotar su espalda con sangre de un toro negro salvaje. En tanto -y con el mismo fin- proponía que los hombres eliminasen aguas sobre la orina de un perro. Trece siglos más tarde, el naturalista islámico ibn al-Baytar aconsejaría un método similar: “Si una mujer alivia su vejiga encima de los orines de un lobo, evitará procrear”. Los investigadores observaron que apenas la densidad de población sobrepasa cierto límite, los hábitos hasta entonces sorprendentemente buenos de estos animales se deterioran. Los machos fuerzan a las hembras para aparearse, mientras que estas dejan de construir nidos, dan a luz a sus crías en el suelo y las alejan para dejarlas que sean devoradas por los machos que merodean. La mortalidad infantil se eleva a más del 50 por ciento. También contribuye la muerte Cierto tipo de ratón hembra libera un poderoso aroma anticonceptivo. 16 Hígado de gato En tanto, el farmacólogo griego Dioscórides -cuyos trabajos aún se consultaban en el siglo XVI- recomendaba insertar pimienta en la vagina. Aventuraba también que “si una mujer se embadurna con sangre menstrual, puede prevenir la concepción”. Más confiables resultaban los consejos del médico Soranus de Efesios, quien recomendaba emplear tampones impregnados en sustancias viscosas o soluciones astringentes. Si la pasión amorosa dificultaba la instalación del dispositivo, proponía que la mujer aguantase la respiración y moviese el cuerpo levemente hacia atrás “en el momento del coito en que el hombre eyacula su fluido seminal”, para que éste no penetrase al útero. Luego, disponía levantarse de inmediato, en seguida arrodillarse y proceder a estornudar repetida y estentóreamente, para expulsar la simiente. Finalmente, Aetios de Amida -naturalista en la corte bizantina- aconsejaba en el siglo VI d.C. que, para prevenir embarazos, las mujeres portasen el hígado de un gato en un tubo alrededor de Reino animal prematura de cantidades de machos, totalmente agotados o muertos en luchas individuales. Los representantes de innumerables especies multiplican los nacimientos si la densidad es insuficiente o los reducen si es muy grande. La varia- ción de la concentración de olores anticonceptivos entre ratones, gusanos y renacuajos son el resultado de esas oscilaciones. Pero también se revelan otra clase de indicios, incluso sonoros. Los conciertos nocturnos de las ranas, los cantos matinales de los pájaros, los chillidos de las cigarras, los aullidos y otros tipos de sonidos influencian la siquis de los animales y reducen sus capacidades de engendrar cuando se sobrepasa cierto volumen sonoro. quedado en evidencia por otra criatura sin ese instinto previsor: el hombre. Los problemas que se les presentarían por la sobrepoblación ya han Igual que los implantes de liberación lenta, la supresión de la ovula- Control de calidad 17 Las vírgenes vestales En Roma, la sexualidad estaba fuertemente ligado al tema religioso. El caso de las Vírgenes Vestales, sacerdotisas de la diosa Vesta y encargadas de cuidar su templo, es uno de los más antiguos; su culto surgió con el nacimiento mismo de Roma. Se trataba de seis jóvenes elegidas de las más nobles familias romanas, cuando sólo tenían diez años, para asegurar así su virginidad. Las jóvenes debían permanecer al servicio de la diosa y de su templo durante los siguientes treinta años. Cualquier desgracia acaecida a Roma se consideraba responsabilidad de ellas y de su incapacidad de mantener la virginidad entregada a la diosa. El más triste ejemplo de esta costumbre romana ocurrió con la primera gran derrota en las guerras púnicas. El hecho no se atribuyó a problemas militares, sino a las vírgenes vestales. Dos fueron de- nunciadas y condenadas. Un siglo más tarde, otro hecho motivó que las seis jóvenes fueran consideradas corruptas y tres fueron condenadas por no mantener su virginidad. Según cuenta Plutarco, la ceremonia del juzgamiento y de la condena era uno de los más horrorosos espectáculos de la historia romana. Una procesión escoltaba a la joven flagelada hasta una pequeña cámara, donde era introducida con muy poca comida y una lámpara. La joven permanecía allí hasta su muerte. Reino animal Reino animal ción por la lactancia provee un control de la natalidad hecho a la medida. Ningún sistema es absolutamente seguro, sin embargo. Ante una concepción inoportuna, una madre mamífera podrá recurrir a remedios que, aunque poco maternales para los gustos actuales, son to- talmente naturales. Según el tipo de mamíferos, los fetos pueden ser reabsorbidos, abortados espontáneamente, abandonados al nacer o, en algunas circunstancias, muertos o devorados. Las hamsters doradas son ama- mantadoras adaptadas a la irregularidad de las lluvias y la escasez o abundancia de las provisiones de alimento en su hábitat natal, en áridas regiones del Cercano Oriente. Además de hacer su nido, lamer a sus crías para limpiarlas, protegerlas y amamantarlas -todas agradables y convencionales tareas maternas- a veces las madres hamster se ven obligadas a recuperar parte de sus recursos maternales invertidos en producir sus crías, comiéndose a unas pocas de ellas. El control de calidad, como vemos, rige en la naturaleza 18 su pie izquierdo o los testículos del mismo animal en torno al ombligo. Más alambicadamente, sugería también llevar el diente de un niño cerca de las aposentaderas, o trasladar en el brazo izquierdo -con especial cuidado de no dejarla caer- una semilla diluida en leche de una yegua que amamantase a una mula. PRODUCCION EDITORIAL: ©EUROPA PRESS ep EUROPA PRESS COMUNICACIONES Editora: Verónica Waissbluth • Diagramación: Erika Ruz • Documentación: Europa Press Chile ESPACIO RESERVADO PARA PUBLICIDAD ESPACIO RESERVADO PARA PUBLICIDAD