COMPRENDER LAS POLÍTICAS DE LA UNIÓN EUROPEA Socorrer a las víctimas de catástrofes y conflictos y proteger a las personas en situación de riesgo Ayuda humanitaria y protección civil La ayuda humanitaria europea significa mucho para todos los afectados por catástrofes y conflictos en el mundo. ÍNDICE COMPRENDER LAS POLÍTICAS DE LA UNIÓN EUROPEA La presente publicación forma parte de una serie que explica la actividad de la UE en distintos ámbitos políticos, las razones por las que interviene y los resultados obtenidos. Para leer y descargar los títulos disponibles: http://europa.eu/pol/index_es.htm http://europa.eu/!bY34KD Por qué necesitamos políticas europeas de ayuda humanitaria y protección civil — Salvar vidas y evitar el sufrimiento ��������������������������������������� 3 Cómo aborda la cuestión la UE — Un planteamiento en función de las necesidades ����������������������������� 7 Qué hace la UE — Cumplir los compromisos ���������������� 10 ¿Y después? — Responder a las necesidades ���������� 15 Más información ������������������������������ 16 Cómo funciona la Unión Europea 12 lecciones sobre Europa Europa 2020: la estrategia europea de crecimiento Los padres fundadores de la Unión Europea Acción por el clima Aduanas Agenda digital Agricultura Ampliación Asuntos marítimos y pesca Ayuda humanitaria y protección civil Banca y finanzas Comercio Competencia Consumidores Cooperación internacional y desarrollo Cultura y medios audiovisuales Educación, formación, juventud y deporte Empleo y asuntos sociales Empresa Energía Fiscalidad Fronteras y seguridad Investigación e innovación Justicia, derechos fundamentales e igualdad La unión económica y monetaria y el euro Lucha contra el fraude Medio ambiente Mercado interior Migración y asilo Política exterior y de seguridad Política regional Presupuesto Salud pública Seguridad alimentaria Transporte Comprender las políticas de la Unión Europea: Ayuda humanitaria y protección civil Comisión Europea Dirección General de Comunicación Información al ciudadano 1049 Bruselas BÉLGICA Texto original actualizado en noviembre de 2014 Fotografías de la portada y de la página 2: © Jupiterimages 16 pp. — 21 × 29,7 cm ISBN 978-92-79-42488-5 doi:10.2775/81207 Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea, 2015 © Unión Europea, 2015 Reproducción autorizada. Para cualquier uso o reproducción de cada una de las fotos, deberá solicitarse autorización directamente a los propietarios de los derechos de autor. A y uda h umanitaria y protecci ó n 3 ci v il Por qué necesitamos políticas europeas de ayuda humanitaria y protección civil Salvar vidas y evitar el sufrimiento Las imágenes de conflictos y catástrofes que vemos continuamente en los periódicos y la televisión son fiel reflejo del mundo cada vez más complejo y vulnerable en que vivimos. A medida que aumenta su magnitud, crecen asimismo las necesidades humanitarias. La Unión Europea (UE) responde ofreciendo ayuda de emergencia a las víctimas en función de sus necesidades en todo el mundo, y lo hace a través de la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea. La misión de ECHO es aliviar el sufrimiento, preservar la dignidad de los afectados y salvar vidas. Se trata de una de las manifestaciones más tangibles de uno de los valores básicos de la UE: la solidaridad. • garantizar una transición fluida una vez finalizada la operación de emergencia, enlazando con estrategias de ayuda al desarrollo; Las crisis se han multiplicado en los últimos años. En 2014 las Naciones Unidas llegaron a declarar cuatro veces —cifra sin precedentes— el máximo nivel de emergencia de su escala (nivel 3): Siria, Sudán del Sur, la República Centroafricana e Irak. La UE está presente en estas cuatro zonas en crisis. Pero también presta ayuda a quienes lo necesitan en Afganistán, el Sahel y el resto de África, América Central y del Sur, y el Sudeste Asiático, y lleva a cabo operaciones de auxilio en zonas en crisis «olvidadas» por la atención internacional. El Mecanismo de Protección Civil de la UE ayuda a los países participantes a prevenir las catástrofes, prepararse para las situaciones de emergencia y compartir recursos que faciliten una respuesta rápida y coordinada en los países afectados. Aunque los objetivos de ayuda humanitaria de la UE se aplican a los países no miembros, el Mecanismo puede entrar en acción en caso de emergencia tanto dentro como fuera de la UE. Es una herramienta que mejora la cooperación europea. Apoya los acuerdos de protección civil de los Estados miembros en los ámbitos nacional, regional y local proporcionando herramientas eficaces de prevención, preparación y respuesta ante las catástrofes de origen tanto natural como humano. Para la UE, el resultado de este marco complementario y racionalizado es una mejor capacidad de respuesta y coordinación con una utilización más adecuada de los recursos. Ayudar a las poblaciones más vulnerables del mundo es una obligación moral de la comunidad internacional, y la Comisión Europea mantiene desde hace mucho tiempo el compromiso de ayudar. ECHO ofrece ayuda directa a las víctimas con independencia de su nacionalidad, religión, sexo u origen étnico. • reforzar la capacidad general de resistencia de las poblaciones, por ejemplo invirtiendo en medidas que ayuden a preparar a la población para futuras crisis. Es necesario adaptarse constantemente a los nuevos retos que plantea la evolución de las amenazas mundiales. Para que su respuesta a la crisis fuera más eficaz, en 2010 la UE reunió la ayuda humanitaria y la protección civil bajo un mismo techo. La labor de la Comisión Europea va más allá de las consecuencias inmediatas de las catástrofes y las necesidades de los damnificados. Invertir en la prevención de riesgos y la preparación para las catástrofes antes de que se produzcan aporta importantes beneficios si se piensa en los gastos que suponen la ayuda, la recuperación y la reconstrucción. De este modo, la UE garantiza que sus esfuerzos abarquen todo el ciclo de la catástrofe: prevención, preparación, respuesta y recuperación. Se trata de combinar la respuesta ante las catástrofes con toda una serie de actividades destinadas a: • mejorar la preparación ante las catástrofes, por ejemplo, desarrollando sistemas de alerta rápida; © ACTED • reducir el riesgo de catástrofe, por ejemplo, con estrategias para mitigar las consecuencias del cambio climático; La UE financia la ayuda humanitaria en la India desde 1996. 4 C O M P R E N D E R L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A Juntos podemos cambiar las cosas Unidos en la solidaridad La Unión Europea, junto con sus Estados miembros, es el principal donante mundial de ayuda humanitaria. Cada año, los fondos de ayuda humanitaria del presupuesto de la UE ayudan a más de 120 millones de personas en más de 90 países. En 2012, una encuesta revelaba que nueve de cada diez ciudadanos de la UE eran partidarios de financiar la ayuda humanitaria. Esta tendencia va en aumento pese al impacto de la crisis económica, lo que respalda el firme compromiso con la acción europea en este ámbito. También una gran mayoría respondió que la actuación coordinada de la UE en el ámbito de la protección civil frente a las catástrofes es más eficaz que la de cada país por separado. © European Union La ayuda, de más de 1 000 millones de euros al año pese a representar apenas una fracción del gasto de la UE —menos del 1 % del presupuesto anual—, atiende en gran medida las necesidades de los afectados por las crisis. En casos como la ayuda a Filipinas para estabilizar el país tras el tifón Haiyan en 2013, la protección de la población civil tras las inundaciones que asolaron zonas de Serbia y de Bosnia y Herzegovina en 2014, la coordinación de puentes aéreos en Guinea, Sierra Leona y Liberia cuando se declaró el mayor brote nunca registrado de ébola en 2014, la ayuda a millones de personas afectadas por la hambruna en el Sahel o los esfuerzos en curso para ayudar a los millones de refugiados sirios que huyen del conflicto en su país ha supuesto un verdadero alivio para los necesitados. Los Estados miembros de la UE comparten la responsabilidad de la ayuda humanitaria, y esta se presta en cooperación con las organizaciones humanitarias internacionales y locales. En el ámbito de la protección civil, la UE es responsable de apoyar, coordinar y complementar las actividades de sus Estados miembros. Su papel de coordinadora le ha permitido fijarse objetivos más ambiciosos compartiendo recursos y experiencia. Para gestionar el impacto a largo plazo de las catástrofes y reforzar la prevención y la preparación, la ayuda humanitaria y la respuesta a las crisis deben ir acompañadas de actividades en otros ámbitos, como la cooperación al desarrollo y la protección del medio ambiente. Por ello la coordinación en la UE es esencial. Esta familia desplazada de Burundi pudo regresar a su casa gracias a la ayuda para reasentamiento de la UE. h umanitaria y protecci ó n Por qué debemos mejorar la capacidad de resistencia de las poblaciones vulnerables Cada año, millones de personas se ven afectadas por sequías, inundaciones, corrimientos de tierras, ciclones, terremotos, tsunamis, incendios y otros peligros. Se calcula que el 97 % de las muertes debidas a catástrofes naturales se producen en los países en desarrollo, que son los que más acusan la consiguiente pérdida de medios de subsistencia. Por eso es esencial aumentar la capacidad de resistencia de las poblaciones vulnerables de esos países, de modo que estén en mejores condiciones de resistir y afrontar las catástrofes. ¿Cómo ayuda la UE? En el aumento de la capacidad de resistencia confluyen la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo. Con esta perspectiva, en 2012 la Comisión Europea propuso al Parlamento Europeo y al Consejo una nueva política para orientar ambos tipos de ayuda a dicho aumento y reducir la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas mediante planes de gestión de catástrofes y sistemas de alerta rápida. En Vanuatu, los niños ayudan a construir una maqueta de la mayor amenaza para su vida: el volcán del Monte Gharat. 5 ci v il Las iniciativas de la Comisión para aumentar la capacidad de resistencia en el Sahel y el Cuerno de África dentro de su respuesta a las sequías en ambas regiones han dado resultados esperanzadores. Estas iniciativas (AGIR‑Sahel y SHARE, respectivamente) intentan romper el círculo vicioso de la sequía, el hambre y la pobreza aumentando la coordinación entre la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo. En el Cuerno de África, la iniciativa SHARE ha movilizado ya 350 millones de euros desde 2012 y a partir de ahora se aplicarán proyectos del undécimo Fondo Europeo de Desarrollo. La iniciativa AGIR quiere movilizar 1 500 millones de euros entre 2014 y 2020 para crear capacidad de resistencia en el Sahel. La dedicación de la Comisión Europea a la capacidad de resistencia permitirá salvar más vidas, aumentará la eficacia económica y contribuirá a reducir la pobreza, reforzando así el beneficio de la ayuda y favoreciendo el desarrollo sostenible. © European Union A y uda 6 C O M P R E N D E R Una respuesta común ante amenazas crecientes L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A Mitigación de las catástrofes relacionadas con el clima: el caso de Vanuatu Cada vez es mayor la magnitud y la frecuencia de las emergencias humanitarias que se producen año tras año en todo el mundo. El cambio climático, el crecimiento demográfico, la urbanización, las actividades industriales y la degradación del medio ambiente son las principales causas de este fenómeno. La zona del Pacífico es una de las más propensas del mundo a sufrir catástrofes a causa de la frecuencia, la gravedad y la magnitud de los fenómenos que las provocan. Está altamente expuesta a ciclones, terremotos, tsunamis, inundaciones, corrimientos de tierras, incendios forestales, erupciones volcánicas y epidemias. Desde su primera intervención en la antigua Yugoslavia asolada por la guerra, en 1992, hasta la actual catástrofe humanitaria en Siria y las operaciones rápidamente coordinadas de protección civil después del tifón Haiyan en Filipinas o las inundaciones en Serbia y en Bosnia y Herzegovina en 2014, la UE ha demostrado una y otra vez su capacidad de afrontar nuevos y mayores retos humanitarios. En el archipiélago de Vanuatu se sitúa uno de los países menos desarrollados del mundo, donde el cambio climático ha agravado el riesgo de catástrofes naturales. La UE ayuda a las comunidades locales a hacer frente a los efectos de esas catástrofes y mejorar su preparación, entre otras cosas evaluando el riesgo, planificándose para las emergencias y construyendo refugios contra ciclones. Entre 2007 y 2012, destinó 4,3 millones de euros a la preparación ante las catástrofes y 2,3 millones a ayudar a las comunidades afectadas por catástrofes naturales en el Pacífico Occidental. Actualmente, en la zona del Pacífico está en marcha un programa de preparación ante las catástrofes de 3 millones de euros. TENDENCIAS EN LA FRECUENCIA Y EL NÚMERO DE VÍCTIMAS DE LAS CATÁSTROFES 700 450 Víctimas (en millones)* 413 414 658 Número comunicado de catástrofes 432 421 600 400 386 343 350 500 332 300 278 259 400 267 284 200 217 200 245 227 300 343 250 150 100 100 50 0 0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 *Víctimas: número de fallecidos y total de afectados Fuente: Centro de Investigación sobre Epidemiología de las Catástrofes (CRED). Número comunicado de catástrofes Número comunicado de víctimas (en millones)* 355 A y uda h umanitaria y protecci ó n 7 ci v il Cómo aborda la cuestión la UE Un planteamiento en función de las necesidades La UE presta la ayuda de emergencia en función de las necesidades de los afectados y de manera que llegue a los que más la necesiten, independientemente de su nacionalidad, religión, sexo, origen étnico o afiliación política. La ayuda de la UE se adapta cuidadosamente para responder a las características específicas de cada crisis, teniendo en cuenta factores como el sexo y la edad de los afectados. Antes de tomar decisiones de financiación, la UE evalúa las necesidades. La UE presta especial atención a las situaciones de crisis que han dejado de ser centro de atención de los medios de comunicación y los donantes internacionales aunque las necesidades sigan siendo acuciantes. En estas «crisis olvidadas» evalúa específicamente las necesidades reales sobre el terreno para prestar la ayuda adecuada. Ayudar donde y cuando se necesita Las intervenciones de protección civil y ayuda humanitaria suelen producirse en circunstancias extremas: la ayuda debe llegar a las víctimas urgentemente y adecuarse a sus necesidades concretas, y las limitaciones logísticas y de seguridad suelen dificultar el acceso a las zonas siniestradas. La UE cuenta para ello con 347 personas en su sede central, con una red de 44 oficinas exteriores especializadas en ayuda humanitaria en 39 países de todo el mundo y con 148 expertos en cuestiones humanitarias sobre el terreno, apoyados por 320 miembros del personal local. En situaciones de crisis, las oficinas facilitan apoyo técnico a las operaciones financiadas por la UE, supervisan las intervenciones y ayudan sobre el terreno a coordinar a los donantes, además de contribuir a elaborar estrategias y políticas de intervención. La UE ofrece financiación a unas 200 organizaciones humanitarias con las que colabora: organismos de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales, agencias de los países de la UE u organizaciones tales como el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. La financiación destinada a estas organizaciones se basa en sus propuestas sobre la manera de atender a las necesidades de las poblaciones afectadas por catástrofes. La UE se asegura de que sus fondos se coordinen con los que aportan directamente los Estados miembros y otras organizaciones humanitarias. La UE ha creado el Cuerpo Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria, que permite a los ciudadanos europeos apoyar y contribuir a proyectos humanitarios en los países que más necesitan la ayuda (véase el capítulo «¿Y después?»). Valores fundamentales comunes Los colaboradores de la UE en el ámbito de la ayuda humanitaria deben aceptar los principios humanitarios fundamentales. —— Humanidad: debe paliarse el sufrimiento dondequiera que se produzca. —— Neutralidad: la ayuda no debe favorecer a unos grupos más que a otros. —— Imparcialidad: la ayuda debe prestarse exclusivamente en función de las necesidades y sin discriminación. —— Independencia: la única finalidad de la ayuda humanitaria debe ser aliviar el sufrimiento humano: no puede servir para ningún otro objetivo. Sobre el terreno Para atender las necesidades básicas de las víctimas de las catástrofes y proteger sus medios de subsistencia, la ayuda humanitaria financiada por la UE puede adoptar distintas formas según las circunstancias de cada caso. La ayuda alimentaria y nutricional puede incluir raciones de emergencia para desplazados, alimentos especiales para niños con desnutrición aguda en zonas afectadas por sequías y semillas y fertilizantes para los agricultores. Los sistemas de transferencia de dinero y distribución de cupones y la ayuda alimentaria contribuyen a mejorar el sustento y a resolver los problemas de nutrición. La asistencia médica incluye campañas de vacunación para prevenir epidemias, tratamiento de heridas, creación de clínicas de asistencia primaria, suministro de medicamentos y material hospitalario, formación del personal y acceso a la atención sanitaria básica, todo ello centrado en colectivos vulnerables como las mujeres embarazadas y los niños. 8 C O M P R E N D E R El acceso al agua potable y al saneamiento en zonas afectadas por catástrofes constituye una prioridad para promover una higiene adecuada y evitar que se propaguen las enfermedades. La ayuda consiste, entre otras cosas, en instalar pozos, letrinas y cañerías, tratar las aguas residuales y educar en cuestiones de higiene. L A S P O L Í T I C A S D E L A E U R O P E A ASIGNACIÓN PRESUPUESTARIA POR SECTOR DE ACTIVIDAD (DATOS DE 2013) Agua y saneamiento 13 % Protección 7% Coordinación y apoyo 5 % Preparación ante las catástrofes 1 % Transportes 1 % Los refugios son esenciales para la supervivencia y un elemento básico de seguridad para los que han perdido su hogar como consecuencia de una catástrofe. Las personas afectadas reciben tiendas de campaña, lonas de plástico u otros tipos de protección. Las operaciones de emergencia también pueden consistir en reparar infraestructuras, retirar minas, dar apoyo psicosocial e impartir educación. Muchas operaciones también preparan a los residentes locales para hacer frente a las catástrofes y atenuar el impacto de posibles catástrofes futuras en sus comunidades. U N I Ó N Asistencia sanitaria y médica 14 % Alimentos y nutrición 40 % Refugio 19 % Fuente: Comisión Europea. Reforzar la preparación para las catástrofes a escala mundial: el programa Dipecho Cuando es imposible prever los riesgos y evitar las catástrofes, muchas veces es posible al menos reducir su impacto mejorando la preparación de las poblaciones y creando mecanismos de respuesta adecuados. Tal es el objetivo del programa Dipecho de preparación para las catástrofes. Los proyectos Dipecho se destinan a formación, capacitación, sensibilización, desarrollo y mejora de sistemas de alerta rápida y planificación de contingencias. Incluyen sencillas medidas preparatorias que a menudo pueden aplicar los propios habitantes. En la mayoría de los casos, las poblaciones contribuyen activamente a las actividades de Dipecho. De realizar los proyectos se encargan agencias europeas y de las Naciones Unidas en cooperación con las organizaciones no gubernamentales y las autoridades locales. Dipecho abarca ocho regiones propensas a las catástrofes: Caribe, América Central, América del Sur, Asia Central, Asia Meridional, Sureste de Asia, Sureste de África y Suroeste del Océano Índico y Pacífico. Unir fuerzas para afrontar las crisis a escala mundial El Mecanismo de Protección Civil de la UE cubre todo el ciclo de las catástrofes, desde la prevención y la preparación hasta la respuesta. Hoy en día participan 32 países: los 28 de la UE más Islandia, Noruega, Montenegro y la antigua República Yugoslava de Macedonia. Al poner en común los recursos de protección civil de los países participantes, el mecanismo garantiza una mejor protección de las personas, el medio ambiente y los bienes. La responsabilidad primera de responder a los efectos inmediatos de una catástrofe es del país en el que se ha producido. No obstante, cuando la magnitud de la emergencia desborda la capacidad de respuesta nacional, cualquier país, sea o no de la UE, puede solicitar ayuda a través del Mecanismo de Protección Civil. Las catástrofes pueden venir provocadas por inundaciones, incendios forestales, terremotos, temporales o tsunamis, pero también por atentados terroristas o accidentes técnicos o nucleares como los que originan catástrofes ecológicas por contaminación marina. Cuando un país afectado por una catástrofe solicita ayuda, el Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias (CCRE), que es el centro operativo del Mecanismo de Protección Civil de la UE, comunica sus necesidades concretas a todos los países participantes, que se ofrecen a enviar expertos y material para apoyar la respuesta de emergencia sobre el terreno. Esto puede incluir equipos de búsqueda y rescate, hospitales de campaña, material de socorro, plantas de depuración de agua o módulos de bombeo de gran potencia, así como equipos especializados de descontaminación en caso de accidentes químicos o biológicos. El CCRE coordina la respuesta europea centralizando las peticiones y las ofertas de ayuda A y uda h umanitaria y protecci ó n y facilitando o, muchas veces, cofinanciando el transporte de la ayuda y, si hace falta, enviando equipos para seguir de cerca la situación. El CCRE es un servicio permanente. El Mecanismo de Protección Civil de la UE también refuerza la capacidad de reacción ante catástrofes en los Estados participantes con programas de formación, ejercicios o intercambios de expertos entre los países. Estas iniciativas ofrecen posibilidades de aprendizaje al personal de protección civil de los Estados participantes. Esto contribuye a una protección civil más rápida y coordinada y a fomentar la transferencia de conocimientos y la creación de redes. También se ofrece financiación para proyectos de prevención y preparación. De esta manera se puede impulsar la investigación sobre temas relacionados con las catástrofes, mejorar las herramientas de alerta rápida o apoyar campañas de sensibilización general. El Mecanismo de Protección Civil de la UE se centra en las áreas en las que un enfoque europeo común puede aportar mayor valor añadido y vincula la protección civil a otras políticas de la UE a fin de maximizar su impacto. © European Union 9 ci v il Preparación mediante simulación En 2014 se llevó a cabo en Grecia un importante ejercicio de simulación, Prometheus, cuya finalidad era poner a prueba la cooperación y la capacidad de respuesta de los Estados miembros a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE. Junto con el CCRE, participaron equipos de Grecia, Croacia, Italia y Chipre. También se comprobaron el proceso de toma de decisiones y el papel del CCRE. El ejercicio reprodujo una situación de catástrofe doble: un gran incendio forestal cerca de zonas habitadas se había propagado a una zona industrial, provocando una explosión. Las operaciones de lucha contra incendios y de rescate se llevaron a cabo simultáneamente y se evacuaron las zonas habitadas. En ejercicios anteriores se había simulado un incendio forestal provocado por chispas procedentes de los frenos de un tren y la inundación de un núcleo rural al romperse un depósito de aguas pluviales. Estos ejercicios se organizan cada año y cuentan con una contribución financiera de la UE. Un ejercicio de protección civil de la UE, Prometheus 2014, puso a prueba la cooperación y la capacidad de respuesta de los Estados miembros. 10 C O M P R E N D E R L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A Qué hace la UE Cumplir los compromisos Desde 1992 la UE ha ayudado a millones de víctimas de catástrofes en todo el mundo. En el aspecto de financiación humanitaria, sus instituciones destinan por término medio más de 1 000 millones de euros al año a ayudar a las poblaciones más vulnerables del planeta. Si a ello sumamos la financiación que ofrecen sus países miembros, la UE resulta ser el principal donante mundial de ayuda humanitaria. Cada año proporciona ayuda humanitaria a más de 120 millones de personas en 92 países extracomunitarios. Desde su creación en 2001, el Mecanismo de Protección Civil de la UE ha intervenido en más de 300 catástrofes y ha recibido más de 180 solicitudes de ayuda. Entre 2010 y 2014 se ha activado para más de 80 emergencias dentro y fuera de la UE. En 2012 ECHO cumplió 20 años. Desde su fundación ha recorrido un largo camino. La UE, entonces compuesta por 12 Estados miembros, decidió crearla ante la magnitud y diversidad de las crisis humanitarias que se habían producido en el mundo en 1991 y que ponían de manifiesto las limitaciones de la capacidad de respuesta europea. Grandes catástrofes como el conflicto en la antigua Yugoslavia, un ciclón en Bangladés y una hambruna en Somalia hicieron necesaria una mayor coordinación en la UE para dar una respuesta más rápida y eficaz. ECHO nació con una plantilla de unas 40 personas. Desde entonces se ha convertido en una organización grande pero ligera, con 300 personas en su sede de Bruselas, más de 400 expertos humanitarios en 44 oficinas exteriores y una presencia en los países de África, Asia y América Latina más afectados por las crisis. Al igual que sus recursos humanos y financieros, sus normas de actuación también se han adaptado continuamente para que la UE pueda hacer frente a retos cada vez mayores. En 2007, las instituciones de la UE y los entonces 27 países miembros aprobaron un documento clave: el Consenso Europeo sobre la Ayuda Humanitaria. En él se subraya que la ayuda humanitaria de la UE no es un instrumento político y se reafirman sus principios rectores: humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad. También se definen claramente las funciones de los © European Union Pero los éxitos no pueden medirse solamente en términos estadísticos: para la UE también son importantes los efectos menos visibles de la prevención y la preparación ante las catástrofes cuando se plantea cómo enfocar la ayuda humanitaria y la protección civil. El marco vigente permite a los Estados miembros colaborar con eficacia y promover el respeto y la adhesión al Derecho humanitario internacional. Más de dos décadas de solidaridad Ciudadanos afganos reciben herramientas dentro de una campaña, financiada por ECHO, de respuesta a una sequía que había provocado una hambruna y el desplazamiento de la población. A y uda h umanitaria y protecci ó n 11 ci v il distintos agentes humanitarios en las zonas en crisis a fin de reforzar la capacidad de ayuda de la UE. El Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009, dotó de base jurídica a las políticas de ayuda humanitaria y protección civil de la UE. El Consenso define el papel de esta en la mejora de la protección y la prevención de catástrofes y establece que debe aplicar el Derecho humanitario internacional con imparcialidad y sin discriminación. Se está estudiando cómo reforzar y seguir mejorando el modo en el que la UE responde a las catástrofes. Respuestas rápidas y eficaces La UE ha ayudado a las víctimas de muchas catástrofes en todo el mundo. Veamos a continuación una breve selección de las intervenciones más importantes. • En 1992, la guerra en la antigua Yugoslavia dejó a cientos de miles de personas desplazadas, hambrientas y traumatizadas. La UE envió 300 000 toneladas de alimentos, mantas, colchones y productos sanitarios. • En 1994, las víctimas que huían de sus hogares tras el genocidio de Ruanda recibieron de la UE una ayuda con asistencia médica que incluía equipos de rehidratación y vacunación infantil. Quienes volvían a sus pueblos destruidos recibieron equipos de reasentamiento. • En 2001, tras la caída del régimen talibán, la UE destinó más de 584 millones de euros a atender las necesidades urgentes de la población afgana. En 2004, el tsunami en el océano Índico mató a más de 230 000 personas. La respuesta inicial de la UE se centró en la supervivencia de las víctimas. A más largo plazo, los proyectos consistieron en construir campos de acogida para las personas sin hogar, financiar a los trabajadores sanitarios y comprar buques pesqueros para reconstruir los medios de subsistencia. • En 2010 se efectuaron grandes operaciones de ayuda en Sudán y Pakistán. En Sudán, la UE ayudó a prestar ayuda humanitaria a seis millones de víctimas de conflictos e inundaciones estacionales. En Pakistán, 12,5 millones de personas recibieron alojamiento, alimentos, agua potable, asistencia sanitaria e instalaciones de saneamiento tras las inundaciones que afectaron al país. • En 2011, cuando un terremoto y un tsunami devastadores se abatieron sobre Japón, la UE envió 400 toneladas de ayuda en especie, un equipo de Protección Civil Europea en el que había expertos en logística y radiología y ayuda financiera a las familias de las provincias más afectadas. • En 2012, la UE ayudó a millones de afectados por la hambruna en la región del Sahel y a cientos de miles de refugiados que huían del conflicto en Siria. • Desde que comenzó la guerra civil en Sudán del Sur en 2013, han huido de sus hogares más de 1,7 millones de personas, y 450 000 de ellas han buscado refugio en los países vecinos. La UE ha ofrecido ayuda alimentaria, sanidad, agua, saneamiento, refugio y protección a 2,4 millones de personas. • Con ocasión de las inundaciones en los Balcanes en 2014, se activó el Mecanismo de Protección Civil de la UE. Veintitrés Estados miembros desplegaron personal de ayuda humanitaria, helicópteros de rescate y evacuación, lanchas motoras, generadores, sacos de arena, tiendas de campaña, mantas y equipos de ayuda humanitaria. Intensificar la prevención para salvar vidas Los esfuerzos de la UE se dirigen tanto a los Estados miembros como a los demás países, y eso ha permitido, entre otras cosas, lograr una coordinación eficaz a nivel europeo y formar a expertos locales en otras regiones del mundo. • La UE ha desarrollado una serie de iniciativas de alerta rápida, como la plataforma de alerta online Meteoalarm y el Sistema Mundial de Alerta y Coordinación en caso de Catástrofe, que es un servicio de alerta y recogida permanente de datos. La UE también ha invertido en sistemas de alerta y detección para peligros específicos como terremotos, inundaciones, incendios forestales y tsunamis. • La inversión de la UE en tecnologías de prevención y mitigación de catástrofes y su estrecha colaboración con otros socios ha permitido crear un Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales y el Sistema Europeo de Alerta de Inundaciones. 12 C O M P R E N D E R EJEMPLO Siria: una catástrofe polifacética de seguridad y humanitaria El conflicto que empezó con la violenta represión de las protestas en Siria en marzo de 2011 ha degenerado en una verdadera guerra civil con graves consecuencias humanitarias en la propia Siria y en sus países vecinos. Decenas de miles de personas han perdido la vida en los combates y la mitad de la población se ha visto obligada a huir para buscar protección en zonas más seguras. Más de tres millones de personas han buscado refugio en los países vecinos y otros han quedado sitiados en las zonas de conflicto. La situación humanitaria no ha dejado de deteriorarse y ha degenerado en la que es hoy la mayor crisis humanitaria y de seguridad en el mundo. Toda una generación de niños expuesta a la guerra, la violencia EJEMPLO Sahel: alertar al mundo de una crisis olvidada Entre 2008 y 2013, una de cada ocho personas en el mundo padecía hambre crónica, y esta cifra va en aumento. Ello se debe al crecimiento demográfico y a la mayor frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales y de origen humano, que reduce la capacidad de las comunidades más vulnerables para alimentarse a sí mismas. El cinturón del Sahel, que va de oeste a este del África subsahariana, es una de las regiones más pobres del mundo. Las sucesivas crisis alimentarias y nutricionales, la sequía y el subdesarrollo ponen a decenas de millones de personas en riesgo de no tener alimento suficiente. A medida que esta crisis humanitaria se agrava, crece el apoyo de la UE, que, desde comienzos de 2012, ha incrementado su ayuda hasta 507 millones de euros. Su intervención es gradual y combina el aumento de la capacidad de resistencia a través de la iniciativa AGIR, la respuesta a las emergencias en los periodos entre cosechas y la posterior recuperación. L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A y la muerte se ha visto privada de protección, educación y las libertades fundamentales. Aunque las condiciones de seguridad limitan el acceso a las zonas asediadas, la UE ha ofrecido casi 3 000 millones de euros desde que empezó la crisis, siendo por ello la mayor donante mundial en este conflicto. La ayuda responde a las necesidades más urgentes de la población más vulnerable en Siria y sus países vecinos, en particular la ampliación de la asistencia sanitaria y el suministro de agua. Se ha prestado ayuda a unos 10,8 millones de afectados por la crisis a través de asistencia médica de urgencia, alimentos, protección, agua, saneamiento e higiene, refugio y servicios de logística. La UE sigue estando a la cabeza de la respuesta internacional a la crisis siria a través de su constante presencia humanitaria, la coordinación internacional y esfuerzos de sensibilización. La respuesta humanitaria a la crisis ha conseguido salvar muchas vidas y reducir el impacto en las familias. La acción de la UE ha sido fundamental para dar visibilidad a la crisis del Sahel. Además de la ayuda de emergencia, la UE trabaja por que la inseguridad alimentaria se reconozca como problema estructural subrayando su importancia clave en la lucha contra la pobreza. En la región del Sahel y el Cuerno de África, la sequía pertinaz ha agudizado esta inseguridad, que sufren millones de personas. Y también hay otros países, como Pakistán y Yemen, con poblaciones vulnerables a la inseguridad alimentaria y la desnutrición. Más de un tercio del presupuesto anual de ayuda humanitaria de la UE se destina a la prestación de asistencia alimentaria de urgencia. La UE es uno de los principales donantes de ayuda alimentaria. Desde 2010, ECHO ha ayudado a más de 100 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda. A y uda h umanitaria y protecci ó n ci v il EJEMPLO Inundaciones en los Balcanes: de una operación complicada a la cooperación europea En mayo de 2014, Bosnia y Herzegovina y Serbia se vieron afectadas por devastadoras inundaciones, las peores en más de un siglo. Cientos de miles de personas perdieron sus medios de subsistencia y fueron evacuadas de sus hogares. La situación era complicada. Las ciudades se quedaron sin electricidad o agua corriente y escaseaban el agua embotellada, los alimentos, los medicamentos y las mantas. Muchas de las zonas afectadas sufrieron destrozos de infraestructuras básicas como puentes, carreteras o centros sanitarios y educativos. Se calcula que más de tres millones de personas, en Bosnia y Herzegovina y en Serbia, se vieron afectadas por inundaciones, corrimientos de tierras y avalanchas de lodo. © European Union Se activó el Mecanismo de Protección Civil de la UE, que obtuvo ofertas de 23 Estados miembros. Se proporcionó ayuda material consistente en 13 helicópteros de rescate y evacuación, lanchas motoras, generadores, sacos de arena, tiendas de campaña, mantas y equipos de ayuda humanitaria, y se desplegaron más de 800 trabajadores humanitarios a ambos países. Además, se enviaron dos equipos de protección civil de la UE para ayudar a coordinar los esfuerzos y colaborar en las operaciones de rescate. Solo en Bosnia y Herzegovina se rescataron más de 1 700 damnificados. Asimismo, la Comisión Europea cofinanció el transporte de la ayuda material y del personal. A esto se sumaron los más de 80 mapas elaborados por satélite para facilitar la labor tanto de los países afectados como de los que prestaban la ayuda. Además de la ayuda material facilitada por los Estados miembros a través del Mecanismo de Protección Civil, la UE desembolsó 3 millones de euros para ayudar a la población más vulnerable en los dos países afectados. Con ello proporcionó asistencia humanitaria a medio millón de personas. Pero en ambos países persisten las necesidades de recuperación y reconstrucción. A través del Mecanismo de Protección Civil de la UE, un helicóptero esloveno lleva ayuda de emergencia a los damnificados por las inundaciones en Bosnia y Herzegovina. 14 C O M P R E N D E R EJEMPLO Ébola en África Occidental: respuesta de la UE al peor brote jamás registrado El África occidental se enfrenta a la peor de las epidemias registradas de ébola. Es la primera vez que el virus se ha propagado en la región desde su descubrimiento en 1976. Tras el primer caso declarado en Guinea en marzo de 2014, el virus se extendió rápidamente por Liberia y Sierra Leona, infectando y matando a miles de personas. Al no haber vacunas ni un tratamiento específico, la tasa de mortalidad del ébola es del 60 % al 90 %, lo que lo convierte en una de las enfermedades más mortíferas. © European Union La UE fue de los primeros en responder para hacer frente a la epidemia y las necesidades críticas sobre el terreno. La Comisión Europea y los Estados miembros aportaron más de 1 000 millones de euros, contribuyeron a consolidar los sistemas de salud nacionales y ofrecieron ayuda humanitaria de urgencia a las personas afectadas, equipos de investigación médica, laboratorios móviles, material y personal. L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A Los países afectados y las organizaciones humanitarias se esforzaban en controlar la propagación de la enfermedad a la vez que se enfrentaban a circunstancias difíciles, como la escasa capacidad de transporte, la infección y la muerte del personal sanitario, la falta de instrumental médico, la creciente inseguridad alimentaria y el acceso limitado al agua potable y al saneamiento. La Comisión Europea desplegó expertos humanitarios y ofreció material y transporte aéreo, tanto de carga como de evacuación urgente de personas. La UE incrementó sus esfuerzos a fin de contener la propagación del virus. A petición de la Organización Mundial de la Salud, se activó el Mecanismo de Protección Civil de la UE para aportar una respuesta global y coordinada en la región, a través del despliegue de ayuda material y experiencia. Ante el mayor brote jamás registrado de ébola en África Occidental es preciso intensificar los esfuerzos para evitar que se propague y se lleve más vidas. A y uda h umanitaria y protecci ó n 15 ci v il ¿Y después? La UE ha estado en primera línea a la hora de responder a las necesidades humanitarias en todo el mundo, no solo como uno de los principales donantes, sino también estableciendo normas para el cumplimiento del Derecho humanitario internacional y los principios humanitarios. Es vital que los mecanismos de emergencia puedan estar a la altura y responder a los retos que plantean un mundo cada vez más frágil y unas necesidades cada vez más diversificadas. La UE procura adaptar y mejorar sus esfuerzos para responder a las catástrofes de manera más eficaz y eficiente. © European Union Responder a las necesidades La UE considera que se responde mejor a las catástrofes si se dispone de los recursos adecuados a escala local y, por ello, presta especial atención al aumento de la capacidad de resistencia de las comunidades locales para que puedan resistir mejor a futuras crisis. La rumana Diana Tonea, miembro del Cuerpo Voluntario en Haití, afirma que su experiencia fue «estimulante y gratificante». La UE participará activamente en los debates de la Cumbre Humanitaria Mundial para mejorar la eficacia del sistema humanitario internacional. La UE garantizará que los participantes vayan adonde haga más falta y que contribuyan a reforzar la capacidad y el voluntariado locales. La seguridad de los voluntarios es una prioridad. La coordinación de la protección civil también está adquiriendo más responsabilidades e importancia con una nueva base jurídica, una serie de instrumentos innovadores como el fondo voluntario de activos europeos, un centro de operaciones plenamente efectivo (nuestro Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias), un mayor relieve de la cláusula de solidaridad, una ampliación estratégica de los colaboradores internacionales y la cooperación entre los servicios de la Comisión. Voluntarios de ayuda humanitaria de la UE Para dar a los ciudadanos la oportunidad de participar en la acción humanitaria, la UE ha creado el Cuerpo Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria. De acuerdo con el Tratado de Lisboa, en septiembre de 2012 la Comisión Europea presentó planes para que, entre 2014 y 2020, 18 000 personas pudieran participar como voluntarias en operaciones humanitarias en todo el mundo. El programa de voluntariado está abierto tanto a los jóvenes que quieran dedicarse profesionalmente a la ayuda de emergencia como a los expertos en ayuda humanitaria que ya poseen experiencia. En la primera serie de proyectos piloto, más de 250 europeos han intervenido en más de 40 países, entre ellos Haití, Indonesia, Mozambique y Tayikistán. Para prepararse al trabajo sobre el terreno, los voluntarios reciben una formación previa tanto teórica como práctica. Al acabar la fase piloto del programa, en 2015, tendrá lugar el primer despliegue de voluntarios de ayuda humanitaria de la UE. El programa de voluntariado humanitario de la UE reforzará la capacidad de esta para prestar ayuda en función de las necesidades y formará a los futuros responsables humanitarios ofreciendo al mismo tiempo a los jóvenes europeos la oportunidad de demostrar su solidaridad con los necesitados. C O M P R E N D E R La iniciativa Niños de la Paz de la UE, legado del Nobel de la Paz El 10 de diciembre de 2012 se concedió a la Unión Europea el Premio Nobel de la Paz. Con esa inspiración, se creó la iniciativa Niños de la Paz para financiar proyectos humanitarios destinados a ofrecer educación a los niños afectados por conflictos. Desde 2012 la financiación de la iniciativa no ha dejado de aumentar. L A S P O L Í T I C A S D E L A U N I Ó N E U R O P E A A través de los proyectos financiados por la Unión Europea y aplicados por las organizaciones humanitarias, la iniciativa Niños de la Paz ha atendido ya a más de 108 000 niños y niñas en 12 países: Pakistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Siria (refugiados sirios en Irak), Sudán del Sur, Chad, República Centroafricana, Somalia, Afganistán, Myanmar/Birmania, Colombia y Ecuador. Los niños son las víctimas más vulnerables de los conflictos. El 90 % de las víctimas son civiles, y la mitad de ellos, niños. Hay 7 millones de niños refugiados, más de 13 millones están desplazados dentro de sus propios países por los conflictos y más de 28 millones no pueden acceder a la educación. Una de las prioridades a la hora de ayudar y proteger a los niños afectados por conflictos es invertir en el acceso a la enseñanza, en la seguridad de los centros docentes y en el apoyo psicosocial para tratar las experiencias traumáticas de la guerra. La educación ayuda a que los niños en zonas de conflicto sigan siendo niños. Niños de la Paz (http://ec.europa.eu/echo/en/what/ humanitarian‑aid/children‑of‑peace) Más información: XX XX XX XX Ayuda humanitaria y protección civil de la UE (http://ec.europa.eu/echo/) Voluntarios europeos de ayuda humanitaria (http://ec.europa.eu/echo/en/what/humanitarian‑aid/eu‑aid‑volunteers) Niños de la Paz (http://ec.europa.eu/echo/en/what/humanitarian‑aid/children‑of‑peace) ¿Preguntas sobre la Unión Europea? Europe Direct puede ayudarle: 00 800 6 7 8 9 10 11 http://europedirect.europa.eu ISBN 978-92-79-42488-5 doi:10.2775/81207 NA-01-14-999-ES‑C 16