Rev. Col. Anest. 24: 97, 1996 . .¡ Bloqueo del plexo cervical para la cirugía carotídea J. Lamazou-Betbeder*, R. Muchada*, D. Brunel*, D. Raro*, G. Lucchesi*, M.J. Roux*, B. Age**. MATERIAL Y METODOS INTRODUCCION La cirugía carotídea comporta un tiempo de c1ampeo vascular que puede condicionar la aparición de una isquemia encefálica. con secuelas transitorias o definitivas. Una de las mayores preocupaciones del anestesiólogo es la de poder valorar rápidamente la aparición de este tipo de alteraciones. para evitar la aparición de un síndrome deficitario secundario. Bajo anestesia general diversos tipos de soluciones han sido propuestas. Desde la simple medida de la presión arterial residual post-clampeo. hasta la vigilancia de la variación de los potenciales evocados. pasando por el monitoreo continuo del EEG o la medida del flujo sanguíneo cerebral. Todas estas técnicas pueden resultar relativamente complejas. difíciles de aplicar durante el periodo per-operatorio. o no aportar información suficientemente rápida para asegurar una protección correcta. La anestesia del plexo cervical puede aportar. en un cierto número de pacientes. una altemativa interesante. Esta técnica permite mantener el paciente consciente. La evaluación clínica de la repercusión del clampeo puede ser hecha en todo momento y las medidas tendientes a asegurar una perfusión encefálica correcta pueden ser establecidas rápidamente (incremento de la presión arterial media. instalación de un cortocircuito carotídeo). El motivo de este trabajo es el de presentar una experiencia de nuestro equipo en el manejo de los pacientes operados por alteraciones carotídeas. con anestesia del plexo cervical. Conferencia dictada en el XXIII Congreso Latinoamericano de Anestesiología. Octubre 1995. La Habana. Cuba. Departamento de Anestesia y Reanimación. .. Servicio de Cirugía Vascular. Clínica Mutualista 107. Rue Trarieux. 69003 Lyon. France. "E. André". Este estudio engloba 153 pacientes. 60% hombres y 40% mujeres. con una edad media de 71::!:8.8 años; edad extrema 89 años. El peso medio era de 65::!:12 kg. (extremos 108 - 36 kg). Los factores de riesgo más frecuentemente encontrados fueron los siguientes: fumadores. 57.8%; hiperlipemia. 58%; diabetes. 28%. insuficiencia renal. 27%; BNCa. 27%. Desde el punto de vista cardiovascular existía una incidencia de arteritis crónica de 99%; hipertensión arterial 76%; coronariopatía. 25%; infarto de miocardio. 8.8%; insuficiencia cardíaca congestiva 11.5%; trastomos de la conducción auriculo-ventricular 11.5%. Los pacientes pertenecían a la clasificación de la ASA ya I-U de la NYHA. u-m Desde el punto de vista neurológico. 83.5% de los pacientes presentaban síntomas ligados a una patología carotidea (territorio silviano 58.8%; vértebrobasilar 19.2%). Un 32% de los pacientes eran portadores de secuelas neurológicas post-isquémicas. clínicas o tomodensitográficas. El chequeo pre-anestésico comportó sistemáticamente un examen arterial encefálico. clínico. biológico. ultrasonoro. radiológico/tomodensitográficoyun tratamiento médico. cuando este fue necesario (antiagregan te s plaquetarios. heparinoterapia. bloqueates cálcicos. derivados nitrados. betabloqueadores). Bloqueo del plexo cervical Luego de una premedicación oral de hidryxyzina y alprazolam. administrada 2 h antes de la intervención. la anestesia se realizó con el paciente acostado sobre su cama. monitorizado (ECG. presión arterial no invasiva. saturómetro de pulso). Luego de la asepsia de rutina la cabeza del paciente fue orientada en sentido opuesto alIado de la intervención. Bloqueo cervical profundo: En esta posición se reparó el tubérculo de Chassaigniac (Cs)' Con un lápiz dermográfico estéril se trazó una línea desde 97 Lamazou l., Muchada R., y cols. este punto hasta el vértice de la apófisis mastoidea. A la altura de esta línea. se identificó la posición de C2 (ángulo mandibuiar. trayecto perpendicular a la línea de referencia, 1 cm. por detrás de la misma). C3 y C4s~ sitúan 1 y 2 cm. por debajo de C2 respectivamente. Luego de una anestesia dérmica (1 mI de lidocaína al 1% sobre cada punto de punción), la aguja con bisel corto se introdujo perpendicularmente a la piel en dirección ligeramente caudal, hasta encontrar el contacto óseo, lo cual evita la punción del espacio subaracnoideo. El bloqueo cervical profundo se realizó mediante la introducción de 4 a 5 mI de bu pivacaína a 0.5% con adrenalina, en cada punto de punción, previa aspiración para asegurar una inyección completamente extravascular . Bloqueo cervical superficial: a partir del punto medio del borde postero-inferior del estemocleido mastoideo, una aguja de tipo punción lumbar G22 en un recorrido estrictamente sub-cutáneo, permitió realizar inyecciones radiales en 4 direcciones: ) Extemo-clavicular; 2) Tiroidea; 3) Paravertebral; 4) Mastoidea. La infiltración se efectuó con una mezcla de Bupivacaína al 5% con adrenalina y de lidocaína all % sin adrenalina, 50% en volumen. Un total de 20 mI fueron repartidos sobre los 4 radios de inyección. Durante la intervención un test de clampeo de 4 minutos fue efectuado sistemáticamente, a fin de evaluar la tolerancia de cada paciente a la disminución del flujo cerebral. RESULTADOS La cantidad promedio de bupivacaína inyectada fue de 175:t 25 mg. 75% para el plexo profundo y 25% para el plexo superficial. Los incidentes determinados por la punción fueron los siguientes: episodios hipertensivos, 2.5%; síndromes vagales 2.5%; crisis convulsivas, 1.3%. Los resultados obtenidos fueron considerados excelentes en 90%, parciales en 8% y nulos en 1.3% de los pacientes. El bloqueo cervical se extendió al plexo braquial en 3 pacientes, al glosofaringeo en 5 pacientes y al hipogloso mayor en 4 pacientes. Durante el período peroperatorio, 15 pacientes presentaron un test de clampeo positivo, manifestado por la aparición aislada o asociada de: a) alteración de la vigilancia en 9% del total de pacientes. b) fenómenos convulsivos, 8%. c) síndrome deficitario, 4%. Desde el punto de vista cardiovascular 8% de pacientes presentaron una bradicardia sinusal inferior a 55 p/min., 40% de pacientes manifestaron una 98 . crisis hipertensiva y 25% necesitaron una corrección de la hipotensión arterial. La conversión de una anestesia locorregional en general fue necesaria, luego de un test de clampeo positivo, acompañado de una crisis convulsiva generalizada, en un paciente operado sobre una lesión de la bifurcación carotidea. En el post-operatorio hubo complicaciones neurológicas bajo forma de déficit motor, 6%, completo en un paciente, acompañada de alteraciones parestésicas en 7 pacientes. Las complicaciones coronarias se manifestaron en 8 pacientes, a distancia de la intervención en un lapso comprendido entre 4 y 60 días del post-operatorio. Un solo infarto de miocardio fue el diagnosticado 2 meses después de la operación. COMENTARIOS Uno de los elementos de éxito de la anestesia del bloqueo cervical radica en la preparación del paciente, la cual comienza en la consulta pre-anestésica y quirúrgica donde, luego de una explicación detallada del procedimiento se obtiene su acuerdo voluntario. Esta preparación psicológica permite una conducción fácil de la anestesia y evita el uso de tranquilizantes durante el per operatorio, lo cual no favorece la evaluación del estado de conciencia durante el clampeo. Este tipo de anestesia fue practicada indistintamente por seis médicos anestesiólogos especializados y por seis residentes en formación, supervisados por un médico especializado, lográndose un alto grado de buenos resultados. Algunos incidentes, como el fracaso y las crisis convulsivas durante la ejecución de la anestesia, deben ser atribuidos a la falta de experiencia o a perfusión intra-arterial incidental del anestésico, por negligencia de la maniobra de aspiración antes de la inyección en cada punto de referencia. Ningún bloqueo diafragmático fue observado a pesar de infiltrar en C3-C4. Esta complicación fue seguramente evitada gracias a la utilización de un volumen inferior a 10 mI de bupivacaína para cada punto de inyección. No se observó tampoco ningún fracaso del bloqueo del plexo superficial. La isquemia encefálica se manifestó en 15 pacientes de esta serie. Las alteraciones neurológicas aparecieron entre los 5 y 210 sg. post clampeo. El test se repitió luego de aumentar la presióñ arterial media secundario a la inyección de etilefrina (alfa periférico - Beta¡ mimético). E3ta terapéutica permitió un clampeo definitivo en 10 de los pacientes con test positivo. Otros 4 se beneficiaron de la utilización del cortocircuito carotideo y en un paciente la conversión anestesia locorregional-general fue necesaria. La reversibilidad de la sintomatologí.ahabla en favor de un síndrome de hipoperfusión transitorio más que de una embolia o trombosis, donde la irreversibilidad inmediata sería la norma. Durante el período per operatorio se constató la aparición frecuente de bradicardia como consecuencia de la manipulación del glomus carotídeo. Este hecho transitorio fue corregido con una doble ,acción, la utilización de atropina y la infiltración de la región glómica con lidocaína al 1%. La presión arterial mostró una labilidad importante. La hipertensión moderada (presión arteríal sistólica (PAS) 180 mmHg.) durante el clampeo fue respetada. En caso de hipertensión severa se recurrió al uso de nicardipina. La tendencia a la hipotensión (PAS < 120 mmHg) fue corregida con etilefrina. Luego del declampeo una hipertensión moderada puede ser tolerada, pero la hipertensión severa debe ser tratada para evitar el síndrome de reperCusión y el edema cerebral secundario. En el período post-operatorio la hipo tensión se manifiesta frecuentemente, 10cual conlleva al uso de Bloqueo plexo cervical . vasoconstrictores, sin exceder un límite de seguridad impuesto por la sutura carotidea. En nuestra serie se observó 6% de complicaciones neurológicas post operatorias reversibles. Todas se presentaron en pacientes que habían tenido un test de clampeo positivo. Ninguna secuela fue constatada dos meses después de las intervenciones. Desde el punto de vista cardíaco, un solo infarto de miocardio fue diagnosticado. La mortalidad fue nula. Las contraindicaciones son fundamentalmente determinadas por la imposibilidad de efectuar esta técnica en un paciente confuso, agitado, deficiente neurológico mayor, no cooperante o tosedor crónico. CONCLUSION El bloqueo del plexo cervical es una técnica interesante para la anestesia de la cirugía de la carótida. Ella permite un control continuo, clínico, de la perfusión encefálica. El número de complicaciones postoperatorias es menor con este procedimiento. Por este motivo y por la posibilidad de reducir la duración de la hospitalización y evitar el área de cuidados intensivos, esta técnica tiene una incidencia sobre el peso económico de la cirugía de la carótida. SmLIOGRAFIA 1. Scheyvaerts M, Llmet R: Monltorage perloperatolre de I'electroencephalogramme au cours de la chlrurgle carotldlenne avec shunt systematlque. Ann Chlr Vas 4:318322, 1990. 2. BalestrlerlFJ, ProughDS, DavlsCH, WhorterJM, HowardD, Stullken EH. 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