220-75439 Ref. COMPRAVENTA DE ACCIONES – CONTRATOS

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220-75439
Ref. COMPRAVENTA DE ACCIONES – CONTRATOS ALEATORIOS
Procede esta Superintendencia a referirse a su oficio a través del cual consulta si la compraventa de acciones es un
contrato aleatorio.
Previo a resolver, se hace obligatorio hacer algunas consideraciones.
1)
CONTRATO ALEATORIO
Tal y como se desprende de la lectura del artículo 1498 del Código Civil, es aquel contrato en que la prestación de
una de las partes depende de un acontecimiento incierto, de tal manera que cada uno de los contratantes tiene la
posibilidad de ganancia o pérdida.
Como se deduce, el contratante ignora al momento de celebrarlo si va a obtener un beneficio, como también
ignora su cuantía al depender del azar o riesgo, de ahí el nombre de aleatorio, en consideración a que "alea"
significa suerte, riesgo, incertidumbre.
Por ello el artículo 2282 ibidem, señala como principales contratos aleatorios:
1.
2.
3.
4.
El juego
La apuesta
La constitución de renta vitalicia
Los seguros (no contemplado por la norma)
2. LA ACCIÓN Y DETERMINACIÓN DEL PRECIO
Una característica de los elementos que integran el tipo social de las anónimas es precisamente la forma como se
encuentra dividido su capital en partes iguales, el cual se denomina acción.
Dicha acción permite a su titular participar en el patrimonio y en la vida de la sociedad, la cual se encuentra
determinada por el importe de las contribuciones para la formación del fondo común o social, por tanto, quien
aporte el dinero correspondiente a una o varias cuotas - partes, se convierte en accionista y participa en la
sociedad acorde con el número de las acciones suscritas, las cuales son libremente negociables, salvo cuando se
haya estipulado en los estatutos el derecho de preferencia (art. 407 del C de Co.)
Respecto del valor de la acción, al mismo suelen asignársele los siguientes términos: nominal, intrínseco, de
mercado, patrimonial y de liquidación.
Para el caso materia de consulta se hace necesario referirnos solamente al valor nominal, valor de mercado e
intrínseco. Por el primero se debe entender aquel que se encuentra estipulado en los estatutos. En efecto, el
numeral 5º. del artículo 110 del Estatuto Mercantil establece que en la escritura por la cual se constituye la
sociedad se expresará: "El capital social, la parte del mismo que suscribe y la que se paga por cada asociado en el
acto de constitución. En las sociedades por acciones deberá expresarse, además, el capital suscrito y pagado, la
clase y valor nominal de las acciones representativas del capital, la forma y términos en que deberán cancelarse
las cuotas debidas, cuyo plazo no podrá exceder de un año".
El artículo 386 (4) del C. de Co., hace el señalamiento que cuando la acción se va a enajenar, el precio al que sean
ofrecidas no podrá ser inferior a su valor nominal.
Respecto al valor de mercado, podemos decir que es aquel que resulta como producto de la oferta y la demanda
de una acción, el cual se determina por factores que reflejan las tendencias de la compañía, haciendo énfasis
especialmente en las utilidades y dividendos por acción.
Por valor intrínseco entendemos el valor de los activos netos o el valor de la entidad que corresponde a cada
acción, de acuerdo a la información que presenta la contabilidad. Son activos netos la diferencia entre los activos
totales y el total del pasivo. O en otras palabras es el Patrimonio Neto dividido por el Número de acciones en
circulación.
Visto lo anterior, pasemos ahora a determinar qué debe entenderse por precio:
El artículo 905 del estatuto mercantil dispone que es el dinero que el comprador da por la cosa vendida. Mientras
tanto, el artículo 1684 del Código Civil, si bien no lo define, dispone que debe ser determinado por los contratantes
por cualquiera de los medios o indicaciones que sirvan para fijarlo.
Compilando lo precedente, debemos concluir que al momento de la venta de una acción, su precio en principio no
debe ser inferior a su valor nominal y se deja a la libre voluntad de las partes involucradas establecer un valor
superior.
Igualmente, debemos tener en cuenta que otro factor que incide en el precio de la acción es la denominada prima.
¿Pero qué es prima?
Se le define como el ajuste al valor de las acciones que se compran hoy, ante la desvalorización
sufrida por las inicialmente emitidas.
Al respecto, el profesor José Ignacio de Narváez, citando a los tratadistas españoles Joaquín
Garrigues y Rodrigo Uría expresa:
"En efecto, cuando la marcha de una empresa es floreciente y tiene un patrimonio superior al
capital social, cualquier ampliación del capital hecha a la par reduciría proporcionalmente la
diferencia entre capital y patrimonio, produciendo una desvalorización de las acciones antiguas,
que puede contrarrestarse exigiendo a los suscriptores de las acciones nuevas una prima o
sobreprecio por cada título, proporcional a esa diferencia entre capital y patrimonio, es decir,
proporcional a las reservas efectivas acumuladas por la sociedad con anterioridad a la emisión
de los títulos nuevos, la prima de emisión producirá así el efecto equitativo de nivelar la
situación patrimonial de los accionistas nuevos con la de los viejos, que han ido constituyendo
reservas en la empresa a costa de reducir los beneficios repartibles en ejercicios anteriores y
han corrido, además, los riesgos inherentes a toda empresa antes de su estabilización tras de
un proceso de funcionamiento normal y provechoso".
3)
RESPUESTA AL INTERROGANTE
Se hizo necesario extendernos a efectos de concluir que la compraventa de acciones no puede considerarse como
un contrato aleatorio, pues si bien se encuentra presente la incertidumbre por no saberse el desarrollo que vaya a
tener la compañía, circunstancia íntimamente ligada con las utilidades que se vayan a obtener, también lo es que
todos los contratos implican la posibilidad de ganancia o pérdida. Lo que se requiere para ser considerado como tal
es que en el momento mismo de contratar las partes hayan querido correr el riesgo por no poder preverse el
alcance de sus prestaciones o ganancia o pérdida derivado del contrato, al encontrarse subordinada o dependiente
de una contingencia incierta.
A juicio de esta oficina, la negociación de acciones más bien es un contrato conmutativo, por cuanto las partes que
lo celebran determinan de antemano las prestaciones en forma definitiva y las consideran como equivalentes,
léase cosa y precio, todo conforme a lo atrás expuesto.
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