desertores en la biblia

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DESERTORES EN LA BIBLIA Guatemala, 29 de junio de 2005. Existen actividades en nuestra vida cotidiana, de las cuales es necesario comprender que pertenecen al Atrio, otras cosas que pertenecen al Lugar Santo y también están las que son propias del Lugar Santísimo. Para poner un ejemplo: podemos decir que la intimidad del lecho conyugal, es algo que no es propio del Lugar Santísimo, pero si es una actividad que pertenece al Atrio. Por otro lado; necesitamos comprender que al estar adorando, alabando o escuchando la palabra de Dios, son cosas que pertenecen directamente para tener una actitud del Lugar Santísimo y no del Atrio. Algo que es más práctico y moderno, y que podemos verlo constantemente, es el uso de los teléfonos celulares. Esto es algo tan moderno, pero que necesitamos tener una disciplina y educarnos para saber que no podemos entrar al Lugar Santísimo con un teléfono celular encendido porque en tal caso, estaríamos dispuestos a responder cualquier llamada que entre a nuestro teléfono, cuando quizá, nosotros estemos adorando a Dios, porque si es de esa manera como lo estamos manejando, entonces lo que sucede es que le estamos dando la prioridad a un elemento que es parte del sistema de la globalización y que no podemos separarlo de nuestra vida, ni un momento, aun ni para adorar a Dios. Alguien podría tener la excusa de que está esperando una llamada importante y que por esa razón tiene su teléfono celular encendido en medio de una fiesta a Dios; pero entonces, ¿es más importante su llamada precisamente en el momento que está adorando a Dios; o esperar que Dios le hable por profecía? Por eso debemos educarnos para que sea algo del atrio y atenderlo en su momento, y cuando venimos a la iglesia, debemos atender lo que pertenece al Lugar Santísimo. Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre. Salmo 100:4 Notemos entonces que cuando llegamos a la iglesia, debemos hacerlo con acción de gracias, ubicados en el Lugar Santísimo, y desde sus puertas. Dicho en otras palabras: cada cosa que nosotros desarrollemos o en la que actuemos, debe tener su momento y su lugar. Existen personas, cristianas; que tienen tantas bendiciones, que llega el momento en el que se quejan o se lamentan de tanta bendición, siendo completamente contrario a lo que dice la Biblia, porque el Salmo anterior, lo muestra claramente: debemos estar agradecidos con Dios. En el Lugar Santo se encontraba la luz que de alguna forma era hecha por el hombre; mientras que en el Lugar Santísimo estaba la Shekina de Dios, la energía o la luz primigenia de Dios. Dice la Biblia que la luz de la aurora va de aumento en aumento hasta que el día es perfecto; dicho en otras palabras y de una forma práctica, vemos que cuando empieza el sol a salir por el oriente y nosotros nos ubicamos en cierto lugar viendo hacia el oriente, la sombra que se provoca, es grande y va menguando o se va haciendo pequeña, conforme el sol sigue subiendo, hasta que llega a estar sobre nosotros a tal grado que la sombra que se veía cuando empezó a salir el sol, desaparece completamente. De la misma forma es nuestra vida, la sombra representa nuestra vida pasada la cual ha sido muy larga y pecaminosa, hasta que Cristo llega a nuestra vida y dejamos que empiece a brillar en nosotros, entonces nuestra vida pasada empieza a desaparecer en nosotros, lo cual significa que dejamos de hacer las cosas que hacíamos: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17 La luz que estaba en el Atrio, era el sol, esto nos habla del razonamiento humano, pero eso es específicamente para las cosas del Atrio. Cuando nosotros pretendemos hacer las cosas del Lugar Santísimo, con la luz del Atrio, caemos en el error ir preguntarle a Herodes, donde nació el Rey, porque todo apunta que un rey nace en el palacio del rey, pero eso es el razonamiento humano. Entonces; cuando nos ubicamos debidamente para saber que estamos haciendo bien las cosas del Lugar Santísimo, puede mejorar nuestra vida, pueden mejorar las cosas del Lugar Santo y como consecuencia nos mejoran las cosas del Atrio, pero cuando tratamos de hacer las cosas del Lugar Santísimo con las cosas del Atrio, fallamos y nos encontramos con el humanismo. De tal manera que cuando salimos del Lugar Santísimo, no deberíamos salir igual, deberíamos salir cambiados, de una forma o en un ambiente espiritual en todo momento y no dar un paso hacia atrás. Veamos un ejemplo: si alguien que no está acostumbrado a sentir la corriente eléctrica en su cuerpo porque no es técnico electricista; definitivamente siente malestar con los golpes que la corriente pega; pero cuando alguien que está ambientado a sentir la corriente eléctrica, la vuelve a sentir, en algún momento puede discernir qué es lo que procede hacer. Por eso es que cuando alguien siente la presencia de Dios, y está ambientado a estar en el Lugar Santísimo, sabe para qué se lo permitió Dios; quizá para orar por otras personas, quizá para profetizar, etc., pero en realidad, el propósito principal que nos permitan entrar al Lugar Santísimo es cambiar nuestra actitud, no seguir igual con nuestra misma forma de vida que de alguna forma hemos sido atacados por el sistema del mundo. Debemos cambiar de dimensión y saber que debemos ir de aumento en aumento en todo y dejar que la luz de Cristo resplandezca en nuestra vida íntegra. Todo esto conlleva también a que tengamos cuidado en otros ámbitos de la vida, porque a veces, cuando alguien contrae matrimonio, a menudo sucede, que es porque se ha enamorado de la forma como ministra su privilegio la pareja. De tal manera que si alguien está enamorado de su pareja y aún no han contraído matrimonio; debería conocerlo o conocerla bien en el Atrio, en el Lugar Santo y en el Lugar Santísimo; para que cuando lleguen a la alcoba nupcial, no sufran decepciones y vean que la persona con la que contrajeron matrimonio, es un ser humano también, que está en el Atrio, pasa por el Lugar Santo y ha llegado al Lugar Santísimo. Después de haber visto que necesitamos tener claro que cada cosa debe estar en su lugar y en su momento preciso; necesitamos ver por qué razón es que los pueblos de la tierra a veces no avanzan; y cuando lo analizamos un poco podemos notar que es sencillamente porque dentro de nuestra cultura tenemos la costumbre de la deserción y debido a
eso, es que a veces se quedan muchas cosas a medio terminar o a medio comenzar; y esto nos deja en un índice bastante elevado, en Latinoamérica; de falta de capacitación intelectual, sobre el resto del mundo, lo que ha empujado también a que muchos países de Latinoamérica, vengamos a ser países tercer mundistas, y dada la situación, los niños que pueden estar en la escuela aprendiendo cada día más, los ponen a trabajar hasta que su cerebro se empiezan a fundir, y cuando se presenta la oportunidad de superación intelectual, no lo hacen porque sus prioridades han cambiado y las cosas las dejan a la mitad. De tal manera que ahí están viviendo un Atrio y si tenemos un mal Atrio, tendremos un mal Lugar Santo también. Si por alguna razón, muchas personas han estado en el Atrio por mucho tiempo o toda la vida, saben que a su avanzada edad, con mucha dificultad, podrían llegar y alcanzar otro estado o nivel de vida, pero los que vienen detrás, o sea, las generaciones que salieron de sus lomos, deben llegar más allá de lo que nosotros pudimos llegar; de tal manera que si no se ha podido pasar del Atrio, debemos anhelar que nuestros hijos puedan llegar al Lugar Santo y al Lugar Santísimo. A continuación, veamos unos conceptos de lo que es una deserción: 1.­ Acto de abandono de una obligación o de una comunidad a la que se está adherido. Visto del punto de vista de la migración de personas hacia otros países; si alguien desea irse ilegalmente de su país natal, y lo que está pensando es en la forma de cómo vivirá en U. S. A., y no ha pensado en qué lugar se va congregar para alabar, adorar y escuchar la palabra de Dios; está pensando solamente en el Atrio y no en el Lugar Santísimo. Lo que debemos hacer es lo que dice el Salmo 40:1: Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. Salmos 40:1 Veamos otro concepto de lo que es la deserción: En derecho penal militar, la deserción es un delito por el que una persona de las clases de tropa y marinería, abandona su unidad destino o cargo, sin justificación. En tiempo de paz, la deserción se castiga con la prisión y otra pena; a excepción de la muerte. En tiempo de guerra la pena por desertar suele ser la muerte en la mayoría de los países. Viéndolo desde el punto de vista espiritual, algunas personas desertan de la iglesia porque no han pasado a vivir de Atrio al Lugar Santo y desertan de las iglesias porque se molestan con algunas personas o porque sienten que no son tomados en cuenta; cuando lo que vemos hacer es pedirle a Dios que nos fortalezca en todo momento y buscar la forma de servirle a Dios en todo. Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada. Ruth 1:14­15 Cuando vemos el contexto de los versículos anteriores, podemos notar que en esa familia hubo una desgracia familiar; habían muertos todos lo que podían levantar cimiente; y vemos 2 ejemplos, uno de la que no pensó dos veces el desertar y otro ejemplo de la persona que perseveró hasta el final. El nombre de Orfa significa lo siguiente: cuello rígido, esto más o menos como se describe en Isaías 48:4: Por cuanto sé que eres obstinado, que tendón de hierro es tu cerviz y de bronce tu frente… Isaías 48:4 Porque la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como iniquidad e idolatría. Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, El también te ha desechado para que no seas rey. 1 Samuel 15:23 La rigidez de cuello nos habla de soberbia y alguien que no se doblega, de pronto se quiebra. En la Biblia, la rigidez es muestra de obstinación. Como resultado de esto muchos de sus discípulos se apartaron y ya no andaban con El. Juan 6:66 El verso dice que como resultado de la revelación que el Señor Jesucristo les había compartido, muchos de sus discípulos se apartaron de él, pero “casualmente” la separación, o la deserción, se dio en el 666; o sea, se manifestó en ellos el anticristo y no aceptaron la revelación de Cristo. Otro punto que debemos notar aquí es que el Señor Jesucristo no se puso deprimido porque algunos de los que eran sus discípulos lo dejaron; sino que se voltio a los que habían quedado de sus discípulos y le preguntó, si ellos se querían irse también:
Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios. Juan 6:67­69 Pedro no iba detrás de las cosas materiales, de otra manera le hubiera respondido: a dónde irían si solo El les multiplicaba los panes y pescados. Pedro estaba siendo alimentado en su espíritu; había estado en el Atrio, estaba pasando por el Lugar Santo para llegar luego al Lugar Santísimo, el lugar donde cambiaría su vida por completo cuando fuera quitado el velo con la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Pero notemos que él tuvo el discernimiento de parte de Dios porque sabía de donde lo había llamado el Señor; Pedro sabía que no había punto de comparación entre lo que el Señor le daba a comer momento a momento y lo que él hacía antes para poder comer en lo material. Necesitamos comprender que las palabras de vida eterna con las que Dios nos alimenta constantemente en el lugar que nos tiene ubicados, o sea, en nuestra congregación; no la podemos comparar con nada. La palabra de Dios, es el alimento que nutre nuestro espíritu, es el alimento que nos fortalece para la eternidad y lo menos que debemos hacer es pensar en desertar del lugar donde estamos siendo bendecidos. Los problemas que podamos ver, los veremos en todo lugar en la tierra. Cuando fue el diluvio, la familia de Noé, tuvo que aguantar los olores que se encerraron en el arca, pero que de alguna manera Dios había contemplado que eso sucedería, porque de otra forma, hubiera cambiado la naturaleza de los animales cambiándoles su sistema digestivo; pero no fue así, todos los animales del arca entraron tal como habían sido creados. Sin embargo, fuera del arca había un juicio que había sido decretado por Dios. Quizá los problemas que en algún momento vemos en la congregación, pretenden alejarnos de Dios, desertar de la presencia de Dios, salir del Lugar Santísimo y volver al Atrio, o peor aún; volver al mundo. Pero debemos saber que mientras para el mundo se decretan juicios; para el pueblo de Dios, le espera el glorioso momento del encuentro con nuestro amado: el Señor Jesucristo. Sergio. G. Enríquez O. Apóstol
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