iega lugar a reconsideración del dictamen ° 212/010 de 13.

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ÚMERO :
5057/242
FECHA :
30.08.1994
BOLETÍ DEL TRABAJO
MATERIA :
iega lugar a reconsideración del dictamen ° 212/010 de 13.01.94 y del punto °
10 del Ordinario ° 752/039 de 31.01.94, por encontrarse ajustados a la legislación
laboral vigente.
FUETES : Código del Trabajo artículo 69.
Mediante presentación del antecedente se ha solicitado reconsideración del punto °
10 del dictamen ° 752/039 de 31.01.94, en el cual se sostiene que la norma contenida
en el artículo 69 del Código del Trabajo que correspondía a la prevista en el artículo
67 del mismo cuerpo legal en su texto fijado por la ley ° 19.250, no resulta aplicable
aquellos feriados convenidos en contratos colectivos de trabajo que otorgan a los
trabajadores contratados después del 14 de agosto de 1981, un feriado de 25 días
hábiles.
Esta Repartición para arribar a la conclusión contenida en el punto ° 10 del
dictamen ° 752/039, tuvo en vista la circunstancia de que el Código del Trabajo, en
los artículos 67 y siguientes ha reglamentado exclusivamente el feriado legal, vale
decir, el descanso mínimo a que tiene derecho todo trabajador después de haber
cumplido un año de servicio, estableciendo normas sobre el número de días que dicho
descanso comprende, su forma de computarlo y remunerarlo, su fraccionamiento y
acumulación, etc.
Por tal razón y tal como se sostuviera en el dictamen ° 212/010 de 13.01.94, la regla
sobrecómputo del feriado que se establece en el artículo 69 de dicho cuerpo legal,
conforme a la cual el día sábado es inhábil para los efectos de determinar la duración
del feriado, solo resulta aplicable para calcular el descanso mínimo anual que tiene
derecho un trabajador en conformidad al ordenamiento jurídico en actual vigencia.
Luego, la referida norma no resulta aplicable para los efectos de determinar el feriado
convencional, esto es, aquél que tiene su origen en un acuerdo de voluntades de las
partes contratantes, manifestado a través de un contrato individual o colectivo de
trabajo, beneficio éste que en cuanto al número de días que comprende, remuneración
y demás modalidades especiales, se rige por las normas que se hayan convenido,
teniendo presente que lo pactado, en caso alguno, puede ser inferior al nivel
establecido por la ley, atendido el carácter irrenunciable de los derechos laborales
establecido por el legislador, de acuerdo al precepto previsto en el artículo 5° del
Código del Trabajo.
En otros términos, y tal como se señalara en el referido dictamen ° 212/010 de
13.01.94, la regla contenida en el artículo 69 del Código del Trabajo, no debe
considerarse para determinar la duración de un feriado convencional, cuando este
represente para los respectivos trabajadores un numero de días igual o superior por
descanso anual a aquel que le correspondía impetrar considerando dicha regla, vale
decir, no computando el día sábado como hábil para tales efectos.
Por las consideraciones expuestas y teniendo presente que en la situación consultada
se trata de un feriado pactado en instrumentos colectivos que otorgan a los
trabajadores contratados después del 14 de agosto de 1981, un descanso anual de 25
días hábiles, esto es, un número de días superior a aquel establecido en el
ordenamiento jurídico vigente, no resulta procedente para los efectos de determinar su
duración considerar el día sábado como inhábil.
A mayor abundamiento y en corroboración de lo antes expresado en cuanto al ámbito
de aplicación de la norma contenida en el artículo 69 del Código del Trabajo, cabe
hacer presente, recurriendo a la historia fidedigna de su establecimiento, que en el
informe de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado recaída en el
proyecto de ley que modifica los Libros I, II y V del Código del Trabajo, que se
contiene en el Boletín ° 360-13 de 20.10.92, se dejó constancia que el Sr. Ministro
del Trabajo y Previsión Social, don ZZ, al explicar a la aludida Comisión, las
innovaciones fundamentales del proyecto en materia de feriado, específicamente, en lo
referente al cómputo del mismo, señaló:
" 4° Feriado anual".
"iii) Cómputo del feriado para los trabajadores cuya jornada semanal está distribuida
en seis días".
"En una nueva aplicación del criterio de no discriminación, que aparece en varios
aspectos del proyecto, se iguala el feriado de los trabajadores que tienen distribuida
su jornada en cinco y en seis días. Los primeros toman ahora tres semanas
calendario; en cambio, para quienes su jornada es de seis días, su feriado, en realidad
es de dos semanas y media".
"Se propone para los efectos de cálculo del feriado, darles a éstos últimos
trabajadores el tratamiento que tendrían si su jornada se distribuyera en cinco días.
De esta manera independientemente de la forma en que se encuentre distribuida su
jornada de trabajo, el trabajador tendrá tres semanas calendario de feriado".
De lo expuesto resulta dable sostener que el objetivo que persiguió el legislador al
establecer el precepto que se contiene en el artículo 69 del Código del Trabajo, fue el
de igualar el feriado básico o mínimo de aquellos trabajadores que tienen distribuida
su jornada de trabajo en seis días, en términos tales, que dicho beneficio deba
calcularse en la misma forma que se computa el feriado de los dependientes cuya
jornada se distribuye en cinco días.
En otros términos, la norma en estudio se estableció en función de aquellos
trabajadores que por tener distribuida su jornada de trabajo en seis días, gozaban de
un número de días por concepto de feriado básico legal inferior, a aquel que les
corresponde impetrar por igual concepto a los dependientes que cumplen una jornada
de trabajo en cinco días.
Como es dable apreciar, el establecimiento de la regla que se contiene en el artículo
69 del Código del Trabajo, no tuvo por finalidad de mejorar el nivel convencional en
materia de feriado respecto de aquellos trabajadores que prestan servicios en día
sábado, sino que la misma se encuentra destinada a igualar el piso legal de estos
dependientes por concepto de dicho beneficio.
Al tenor de lo expuesto, no cabe sino reiterar lo sostenido por este Servicio en el
dictamen ° 212/010 de 13.01.94 y en el punto ° 10 del dictamen ° 752/039 de
31.01.94, en cuanto a que la norma contenida en el artículo 69 en análisis, sólo debe
aplicarse para calcular el feriado legal, esto es, para determinar el descanso mínimo
anual a que tiene derecho un trabajador en conformidad al ordenamiento Jurídico
vigente, no siendo procedente, por el contrario, aplicar dicho precepto respecto del
feriado convencional, vale decir, aquel pactado en un contrato individual o con
instrumento colectivo, en la medida que el beneficio convenido represente un numero
de días por concepto de feriado igual o superior al establecido en la ley .
Finalmente, cabe manifestar que los argumentos y consideraciones esgrimidos por los
recurrentes en su presentación, no permiten modificar la doctrina contenida en los
aludidos pronunciamientos Jurídicos, puesto que respecto de la situación en consulta
no correspondía aplicar el aforismo Jurídico denominado "argumento de no
distinción", como tampoco, considerar el principio "pro operario" en sus modalidades
de "regla in dubio pro operario", "norma más favorable" y "Condición más
beneficiosa".
En efecto, y en lo que respecta al "argumento de no distinción" a que aluden los
recurrentes en su solicitud de reconsideración, aforismo jurídico que se expresa con el
adagio "donde la ley no distingue, tampoco nosotros debe" más distinguir", cabe
manifestar que los tratadistas se encuentran contestes que dicho principio es cierto si
la ley no distingue ni en su letra ni en su espíritu, de suerte tal, que el mismo no
procede aplicarlo para interpretar una norma si el espíritu de la misma ha
distinguido, cuyo es el caso en la situación que nos ocupa, toda vez que, según se
señalara en párrafos precedentes, ha quedado demostrado que el espíritu del
legislador al establecer la norma prevista en el artículo 69 del Código del Trabajo,
fue el de consignar una regla de cómputo del feriado legal conforme a la cual el día
sábado debe considerarse inhábil.
Por lo que concierne al principio in dubio pro operario que los peticionarios señalan
que debió considerarse al evacuar los dictámenes en análisis, preciso es tener
presente, previamente, que el mismo se expresa en tres formas:
a) La regla "in dubio pro operario", según la cual el juez o el intérprete debe elegir
entre varios sentidos posible de una norma, aquél que sea más favorable para el
trabajador;
b) La regla de las normas más favorable, a cuya virtud en caso de existir más de una
norma aplicable deberá adoptarse por aquella que resulte más favorable, año cuando
no sea la que corresponda de acuerdo a las Jerarquías de las normas y
c) La regla de la conclusión más beneficiosa, conforme a la cual la dictación de una
norma nueva nunca debe servir para disminuir las condiciones más favorables en que
pudiera encontrarse un trabajador.
Ahora bien, en el caso que nos ocupa resulta improcedente considerar las
modalidades del principio en análisis individualizadas con las letras b) y c)
precedentes, puesto que no concurren las condiciones que hacen posible su
aplicación, puesto que en la situación consultada no existe más de una norma que
aplicar, como tampoco, la dictación del artículo 69 del Código del Trabajo, trae como
consecuencia la disminución de las condiciones en que pudiera encontrarse un
trabajador.
En relación a la regla "in dubio, pro operario" preciso es señalar que diversos
tratadistas, entre otros, Mario de la Cueva, y Devaili, según afirma el autor don
Américo Plá Rodríguez en su obra "Los Principios del Derecho del Trabajo", han
sostenido que la aplicación de esta regla se encuentra condicionada en la siguiente
forma:
a) Sólo debe utilizarse cuando exista una duda sobre el alcance de la norma legal, y
b) Siempre que su aplicación no esté en pugna con la voluntad del legislador.
Por lo que respecta a la condición signada con la letra a), agregan, que ésta se refiere
a que la regla en estudio sólo cabe aplicarla cuando realmente una norma puede ser
interpretada de diversas maneras, es decir, cuando hay una verdadera dada y en lo
relativo al requisito b) sostiene el tratadista Devaili, que más que la interpretación
literal debe preferirse aquella parte de la voluntad del legislador o sea la "rabio leqis"
o el espíritu de la ley.
Al tenor de lo expuesto y si tenemos presente el objetivo perseguido por el legislador
en la norma prevista en el artículo 69 del Código del Trabajo, posible resulta
convenir, que resulta improcedente para fijar su sentido y alcance, utilizar la regla in
dubio pro-operario por no concurrir una de las condiciones que hacen procedente su
aplicación y, por ende, no podría interpretarse dicho articula en el sentido de que la
regla que en el mismo se contiene rige para los efectos de calcular el feriado
convencional.
Con todo, necesario es hacer presente que en los instrumentos colectivos que se
celebren a partir del 1° de noviembre de 1993, fecha en que comenzó a regir la norma
sobre cómputo del feriado que actualmente se contiene en el artículo 69 en análisis,
las partes contratantes al pactar un feriado superior al legal deberán tener presente la
regla prevista en dicho precepto, en términos tales que para calcular el feriado que
éstas convengan el sábado se considerará siempre inhábil para los efectos de
determinar la duración de dicho beneficio.
En consecuencia, sobre la base de las consideraciones formuladas, cúmpleme informar
a Uds. que no existen antecedentes de hecho y de derecho que permitan modificar la
doctrina contenida en el dictamen N° 2120/010 de 13.01.94 y en el punto N° 10 del
Ordinario N° 752/039 de 31.01.94 y, por ende, se niega lugar a la reconsideración
solicitada.
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