DE H I S T O R I A NATURAL. 337 vio á poco que era una vasija, la cual se extrajo con gran cuidado, llena de tierra y toda resquebrajada, por lo que desistimos de limpiarla ante el temor de que se redujera á fragmentos. Al lado se hallaron huesos, conociéndose bien la parte inferior de un húmero y las supei'iores de un cubito y un radio, y por la posición de los restos parecía que la vasija debía estar á la izquierda y á la altura del brazo. No se encontró ning'ún hueso entero, á excepción de unos metatársicos, que parecen de ordinarias dimensiones. La vasija tiene unos 13 cm. de diámetro y casi otro tanto de altura; de forma atonelada, fondo plano y la boca casi tan ancha como el fondo, adornada con cinco pezoncitos simétricamente dispuestos junto al borde. La tierra que contiene, endurecida, le comunica cierta solidez, sin la cual se habría desmoronado al sacarla del lug'ar en donde ha reposado larg os siglos (1). Apartándome del lugar, di una vuelta por la cumbre del cerrete para sacar unos dibujos que dieran idea de su situación, y al retirarme de la cumbre para poder apreciar el perfil desde el O., creí notar unas piedras de regular tamaño encajadas en el suelo y como unos cuantos metros más abajo de la puerta, de la cueva. Gomo el terreno no contiene allí piedras, de aquel tamaño, y la situación, aunque no muy clara, semejaba una serie de grandes cantos, bien pudiera ser que sirvieran en otro tiempo para limitar el recinto que coronaba el cerro; algo, en resumen, que señalara el lugar consagrado á la muerte. Al O. se perciben algunos montículos, que acaso sean otros tantos sepulcros; pero limitado nuestro permiso á registrar las ruinas de la cueva, y no debiendo dejar lo cierto por lo dudoso, no tratamos de realizar nuevas investigaciones. Cuando se pretende subir por la rampa que hace frente á la cueva, la gran cantidad de tierra movediza que han arrojado los que excavaron primeramente dificulta la marcha por aquella rápida cuesta, al mismo tiempo que se experimenta cierto temor ante aquellas grandes piedras, que parecen próximas á deslizarse. Toda la ladera está sembrada de pedazos de huesos y de dientes con la raíz consumida; y el número de - (1) Se extrajeron en total nueve cuchillos, dos puntas de flecha, dos hachas y la vasija mencionada y representada en la pág. 335.