EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS DE UNA ARTESANÍA ACTUAL Durante el desarrollo del Proyecto Arqueobotánico Ticumán, realizado en dos cuevas conocidas como El gallo y La chagüera, se lograron rescatar más de diez mil evidencias de origen orgánico, cuya conservación fue posible gracias a las condiciones estables de temperatura, humedad e iluminación, sumadas a las condiciones óptimas del suelo de los sitios excavados. En términos culturales, estas cuevas fueron utilizadas por las comunidades de agricultores que habitaron las márgenes del río Yautepec como espacios funerarios y de uso ritual, lo que condicionó que cantidades extraordinarias de origen orgánico fuesen depositados como ofrendas. Dentro de los materiales recuperados, destaca una vasija, acompañante como ofrenda, del entierro de un infante. Elaborada a partir de un fruto de guaje o cirián, fue decorada con elementos principalmente animales, empleando la técnica de laqueado. En esta técnica se utilizan materias primas de origen mineral, vegetal y animal, que molidas y mezcladas con aceites, se usan en la decoración de objetos variados y consta de por lo menos de dos capas de laca. La superior -o más externa de ellas- se excavó para formar las figuras ornamentales. Esta técnica recibe el nombre tradicional de rayado. La técnica del rayado, en los objetos laqueados, persiste únicamente en Olinalá, Guerrero, región de donde probablemente procede la vasija aquí expuesta, aunque en época prehispánica eran varias las comunidades que realizaban este tipo de trabajo. Esta vasija, fechada con la técnica de C14, fue elaborada 350 años antes de Cristo habiendo permanecido más de dos mil años en su contexto original, representa una metáfora y un legado respecto al contexto de los objetos que utilizamos y respecto al sentido mismo de su uso. Quienes enterraron al menor hace tantos años, no imaginaron que ese magnífico tecomate rayado colocado en su ofrenda, nos daría la oportunidad, siglos después, de conocer un poco de su momento y de su realidad, en una reflexión que nos lleva lejos de lo inmediato y contingente; asimismo, nos permite una perspectiva siempre más amplia que honra nuestros orígenes y nutre nuestra identidad y nuestro presente. FICHA TÉCNICA Vasija laqueada y decorada con técnica de rayado, elaborada a partir de un fruto de "guaje”, "cirián" o cuautecomate" Nombre científico: Crescentia Alata Familia: Bignoniaceae Fechada por la técnica de Carbono 14: Se establece una antigüedad de 350 años a.C Procedencia: Cueva El Gallo. Ticumán, Morelos Proyecto: Arqueobotánico Ticumán