QUIPO TÉCNICO Ministerio deEEducación de la Provincia de Jujuy MODULO I EN EL AÑO DEL BICENTENARIO DEL ÉXODO JUJEÑO ~1~ Equipo DOSSIER Téc nico CONCURSO DE OPOSICIÓN Y ANTECEDENTES PARA CUBRIR CARGOS DE SUPERVISORES DE NIVEL DE EDUCACIÓN INICIAL Y PRIMARIO Y SUPERVISOR DE EDUCACIÓN FÍSICA EQUIPO TÉCNICO Gobernador de la Provincia de Jujuy DR. EDUARDO ALFREDO FELLNER Ministro de Educación de la Provincia de Jujuy LIC. RODOLFO ALEJANDRO TECCHI Secretaria de Gestión Educativa PROF. RUFINO LIZÁRRAGA Secretario de Planeamiento Educativo DR. SERGIO EDUARDO RODRIGO GONZÁLEZ GALÁN Secretario de Infraestructura ARQ. JULIO MARTÍNEZ Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva ING. ERNESTO EISENBERG Dirección Gral. de Administración y Finanzas C.P.N. MARCELO GARZÓN ~2~ EQUIPO TÉCNICO COORDINACIÓN GENERAL: ESP. ANGEL MIRANDA COMPILACIÓN: PROF. ALDO A. PONCE ASISTENCIA TÉCNICA: PROF. SARA YONY ROBLES PROF. LUCRECIA PROMADACHE LIC. BEATRIZ ELVA GONZALEZ LIC. GLADIS NORMA RODRIGUEZ CORRECTOR DE ESTILO: LIC. HÉCTOR HUGO ESPINOSA DISEÑO OMAR R. VELÁSQUEZ ASISTENTES RUBÉN CEJAS JUAN CAMARGO - INVIERNO 2012 ~3~ EQUIPO T ÉCNICO ÍNDICE BIBLIOGRAFÍA DOSSIER TEXTO I: TEDESCO, JUAN CARLOS: Clases sociales y Educación en la Argentina. Rosario. Ediciones Centro de Estudios, 1.973. Pag. 08 SINTESIS: El texto que a continuación se pone a consideración intenta realizar un análisis de los proyectos educativos que postularon las fuerzas sociales en nuestro país, los denominados proyectos de clase y cómo los mismos impactaron en las políticas educativas, que se dan en el marco de relaciones sociales concretas y especificas de un momento de la historia social argentina. El material propone el estudio de tres proyectos educativos específicos: el de la Oligarquía, el de la pequeña Burguesía y el de los sectores populares. TEXTO II: DUFOUR, GUSTAVO: Algunos rasgos generales del sistema educativo argentino. “El rol de los supervisores e inspectores en el gobierno del sistema educativo argentino”. Buenos Aires. Aique Educación, 2008. Pag. 37 SINTESIS: En América Latina, a partir de la década de 1980, se produjeron grandes transformaciones en los sistemas educativos. Entre las principales reformas que intentaron realizarse, se destacan los procesos de descentralización de la educación, que en la actualidad, se encuentran muy cuestionados. En este texto se trata el fenómeno en un sentido histórico que pretende dar una mirada más profunda a los acontecimientos referidos a la reforma, con la finalidad de aclarar, a la luz de los hechos, la actualidad educativa. TEXTO III: DE VOLLMER ABRILE, MARIA INES: Nuevas demandas a la educación y a la institución escolar y la profesionalización de los docentes. “Los Condicionantes de la calidad educativa. Compilación”, DANIEL FILMUS. Editorial. Pag. 66 SINTESIS: El texto en cuestión se refiere a la calidad de la educación como uno de los aspectos más graves de la crisis educativa de la década de los 90’. La autora Analiza una serie de aspectos que a su entender son centrales para reposicionar a la educación frente a la demanda del mercado ocupacional de dicha década. En este texto Ud. encontrara un modelo de institución educativa y de perfiles de actores institucionales que se requiere para abordar tal desafío. TEXTO IV: TENTI FANFANI, EMILIO: La educación escolar y la nueva cuestión social.“La Escuela y la cuestión Social”, siglo veintiuno editores 2008. Pag. 93 SINTESIS: En este trabajo el autor se propone mirar el mundo de la escuela y de la educación básica desde afuera, teniendo en cuenta el complejo contexto en el cual la institución cumple sus ~4~ EQUIPO TÉCNICO funciones, abordando para tal fin, las dimensiones: económica, científico-tecnológica, social, cultural y política, como las más relevantes; intentando develar las nuevas problemáticas que los cambios de la instalación del neoliberalismo produce hacia el interior de la institución educativa. TEXTO V: TENTI FANFANI, EMILIO: Exclusión y acción colectiva en la Argentina de hoy. “La Escuela y la cuestión Social”, siglo veintiuno editores 2008. Pag. 105 SINTESIS: El texto presentado en esta oportunidad pretende ampliar las visiones acerca de la dimensión social y su fragmentación en la actualidad, producto de la lucha de clases, que como construcción dialéctica genera nuevos términos y categorías para ser analizadas e interpretadas y con ello obtener y aplicar nuevas herramientas para un mayor acercamiento a la realidad actual. Y desde allí intentar explicar y comprender el fenómeno educativo contemporáneo. TEXTO VI: TORRES, CARLOS ALBERTO: La educación y la arqueología de la conciencia: Freire y Hegel.”Sociología Política de la Educación”, Miño y Dávila editores Pag. 114 SINTESIS: Con este texto se pretende abordar los aspectos de las pedagogías críticas, teniendo en cuenta los niveles de totalidades e individualidades, trabajando sobre dos líneas diferentes de desarrollo teórico, el planteado por la pedagogía de la liberación y el propuesto por la dialéctica de un enfoque pedagógico dialogal TEXTO VII: TORRES, CARLOS ALBERTO: Democracia, educación y multiculturalismo: dilemas de la ciudadanía en el mundo global.”Sociología Política de la Educación”, Miño y Dávila editores. Pag. 132 SINTESIS: En el desarrollo del siguiente texto se expondrá como los dilemas de la ciudadanía en una sociedad democrática, diversa y multicultural pueden ser presentados en cuerpos de teorías que evidencian los dilemas y conflictos existentes en las instancias de negociación del poder en las sociedades democráticas y ahondar en las teorías acerca del multiculturalismo, prevalecientes en el campo educacional en los últimos 20 años. TEXTO VIII: IMEN, PABLO: ¿Para qué educar? Una disputa por el sentido político y pedagógico en un tiempo de transiciones emancipadoras. Evaluación del Sistema Educativo, Canto Maestro: septiembre 2011. Pag. 160 SINTESIS: El texto puesto a consideración en esta oportunidad se refiere a las disputas por el sentido político y pedagógico en tiempos de cambio, en el sistema educativo, lugar en el que convergen los complejos procesos de transformación que tienen como objetivo la emancipación a través de la Calidad Educativa. ~5~ EQUIPO TÉCNICO TEXTO IX: DUSSEL, INES: Tiempo de reorganizar posiciones.”Evaluación del Sistema Educativ. Pag. 166 SINTESIS: El material presentado a continuación fue extraído de la revista “Canto Maestro” con el propósito de tener una lectura complementaria a cerca de la “Calidad de la Educación” y la “Evaluación”, en el encontrara una posición critica de la autora referente a las cuestiones antes mencionadas. TEXTO X: FRIGERIO, GRACIELA: La supervisión como espacio para la reflexión educativa. Artículo publicado en Revista de Educación Social (RES) número 13, Julio de 2011. Pag. 169 SINTESIS: En este apartado se trata el concepto de la supervisión en el campo de la educación teniendo en cuenta los aspectos más significativos para el análisis, como lo son la insistente demanda de poder contar con un espacio de supervisión en las instituciones. Es decir, como un espacio más dentro de su entramado organizativo. TEXTO XI: TIRAMONTI, GUILLERMINA: Mutaciones en la articulación Estado-sociedad. Pag. 178 SINTESIS: En este articulo la autora propone después de una década y media de reformas educativas analizar la problemática que enfrenta la escuela y su grado de complejidad, lo que exige una mirada más amplia y abarcadora de la realidad, para mensurar las asimetrías existentes entre la institución escolar, y el momento histórico y cultural en el que esta se desarrolla. TEXTO XII: DONOSO TORRES, ROBERTO: El mundo globalizado como marco de referencia para la reforma educativa. “Mito y Educación”, ESPACIO editorial, Buenos Aires. Pag. 195 SINTESIS: A finales de la década del setenta, en la región se comienzan a sentir los efectos de las transformaciones económicas que se estaban produciendo en los países del primer mundo a consecuencia de la crisis por el petróleo. Esta crisis del sistema Económico es el punto de partida de todo el proceso transformador que hoy se vive a escala planetaria y que va a ser el marco de referencia para analizar las transformaciones Educativas en nuestro país. TEXTO XIII: TELLO, CESAR: La escuela en tiempos de crisis de la modernidad. Odiseo, revistas 2010. Pag. 219 SINTESIS: El autor analiza perspectivas históricas, interrogantes y referencias actuales al momento en el cual se encuentra la institución escolar hoy, la que fue creada en un periodo particular de la historia para responder a determinadas demandas de la sociedad, las que hoy no puede cumplir debido a las crisis estructurales que la atraviesan. Crisis determinadas por las variables sociopolíticas de los tiempos actuales, crisis que podríamos identificar como la desinstitucionalización, transicionalidad cultural y fragmentación social, las que generan dislocamiento y desfasaje hacia el interior de la institución escolar. ~6~ EQUIPO TÉCNICO TEXTO XIV: TENTI FANFANI, EMILIO: Dimensiones de la exclusión educativa y las políticas de inclusión. Agosto de 2007. Pag. 233 SINTESIS: Este texto retoma y sintetiza argumentos presentados en el libro “La escuela y la cuestión social, distinguiendo dos dimensiones de la exclusión educativa, la que tiene que ver con estar fuera de la escuela y la que se relaciona con la exclusión del conocimiento. Temas que están en la agenda de la política educativa y tienen que ser resueltos al mismo tiempo. TEXTO XV: GIROUX, HENRY – MCLAREN, PETER: Sociedad, Cultura y Educación. Miño y Dávila Editores Madrid, Buenos Aires, Primera edición diciembre de 1998. Pag. 244 SINTESIS: En los tiempos que vivimos los maestros necesitan empezar a compartir ideas sobre lo que significa vivir en democracia, necesitamos dar una voz activa a nuestros estudiantes, para lograr determinación en la búsqueda y el logro de su futuro, enfocándose en los diferentes tipos de lenguaje, formas de comunicación y prácticas sociales con las cuales la gente aprenda acerca de si misma… TEXTO XVI: PAVAN, VALERIA: La familia contemporánea. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Área de Desarrollo Profesional Docente, Cine y Formación Docente 2006. Pag. 250 SINTESIS: En este escrito la autora analiza a la familia como un fenómeno universal, abordando su conceptualización de diversas maneras, concepto que supone por un lado, una alianza, denominada tradicionalmente matrimonio, y por otro, una filiación, constituida por los hijos. Estas son construcciones sociales, que se irán modificando en la medida que los sujetos sociales cambian, cambiando al mismo tiempo el campo social y el simbólico. Siendo estas transformaciones hoy, muy diversas las que impactan en el orden simbólico de las instituciones educativas generando perdida en su eficacia socializadora. TEXTO XVII: MIRANDA, ANGEL: El Estado de Bienestar: Antecedentes, Desarrollo y Crisis. San Salvador de Jujuy, septiembre 1997. Pag. 262 SINTESIS: En este texto el autor aborda una serie de aspectos relacionados con el origen, desarrollo y crisis del estado de bienestar. En tal sentido, propone categorías de análisis referidas a las dimensiones económicas, sociales y políticas a fin de estudiar el modelo de estado en cuestión. ~7~ EQUIPO TÉCNICO PRESENTACIÓN El logro de una “Educación de calidad para una sociedad más justa” requiere necesariamente de procesos de actualización y formación permanente de los actores del Sistema Educativo. Construir una sociedad más igualitaria y más equitativa, a través de la mejora continua de la calidad de la Educación, necesita indefectiblemente de la implementación de cambios sustantivos, tanto a nivel de macro-política educativa como micro política institucional. El rol del Supervisor se sitúa entre las instancias de generación de políticas para el sector y las instituciones educativas. El abordaje del módulo I :” La Supervisión escolar en contextos de contemporaneidad “ tiene como objetivo acercar a sus lectores los contenidos que analicen, expliquen, caractericen las vinculaciones entre estado, sociedad y educación en los procesos de construcción de las políticas educativas contemporáneas y el impacto de las nuevas configuraciones sociales en el orden simbólico de las Instituciones educativas. En esta recopilación bibliográfica, Ud., encontrará algunos lineamientos para apoyar y organizar el estudio y la revisión de la construcción política de la escolarización. Su principal objetivo, “que la práctica de supervisión se resignifique con la apropiación de un marco teórico que les permita realizar un recorrido conceptual en estos nuevos contextos. Este material, incluye la fuente bibliográfica que amplía la lectura del Módulo I. Se recomienda: realizar una lectura general de los textos propuestos, detenerse en los contenidos que considere necesario profundizar, para una mayor comprensión de los mismos. Reunirse con su grupo de estudio para analizar, discutir y construir la argumentación necesaria con respecto al rol del Supervisor. En nombre del equipo al cual coordino, les hago presente, el más sincero de los deseos de que alcancen el éxito en su paso por la capacitación y que atesoren las mejores experiencias de sus logros. Gracias Coordinación Académica Concurso de Oposición y Antecedentes ~8~ EQUIPO TÉCNICO TEXTO I: TEDESCO, JUAN CARLOS: Clases sociales y Educación en la Argentina. Rosario. Ediciones Centro de Estudios, 1.973. JUAN CARLOS TEDESCO: Licenciado en Ciencias de la Educación. Profesor en las Universidades de la Plata. Especialista en Política Educacional. Director del Centro Regional de Educación Superior para América Latina y el Caribe. Director de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO en Ginebra. Director de la sede regional del Instituto Internacional de Planificación de la Educación en Buenos Aires. CLASES SOCIALES Y EDUCACIÓN EN LA ARGENTINA. alternativa metodológica totalmente distinta á un tipo de análisis de los problemas que, en términos generales, podríamos denominar tecnocrático. Introducción Vamos a intentar realizar el análisis de los proyectos educativos que postularon las fuerzas sociales que se alternaron en la dominación social en nuestro país. La educación está recibiendo desde hace unos cuantos años los aportes cada vez más numerosos de este tipo de postura. Una postura que se caracteriza, en primer lugar, por ignorar que el hecho educativo se da en el marco de relaciones sociales concretas y específicas, y en segundo lugar, por limitar el planteo de los problemas a los marcos de la estructura social vigente. O sea, se plantean exclusivamente aquellos problemas que el sistema puede resolver. En esta perspectiva, la educación, puede analizarse críticamente o no; lo importante es que la crítica no ponga nunca en cuestión al sistema mismo. Discutiremos (primero) el proyecto de la oligarquía, es decir de los sectores de la burguesía agraria terrateniente que ejercieron el dominio del país en el período que se inicia en la segunda mitad del siglo pasado y se extiende, en lo político, hasta 1916, año en que se produce el arribo al poder de 11. Irigoyen y de la UCR. (Previamente es necesario lograr cierto acuerdo en tomo a algunos conceptos metodológicos fundamentales). El primero de ellos es que cuando hablamos de proyectos nacionales estamos hablando de proyectos de clase, o sea de proyectos de clase en el sentido que la clase dominante, en tanto dominante, concibe su proyecto como válido para todo el país, válido para el conjunto de la nación. El segundo punto que deseo aclarar es que este hecho, el definir los proyectos nacionales como proyectos de clase, nos coloca en una Sobre la base de estas someras reflexiones metodológicas vamos a encarar el estudio de los tres proyectos educativos. Los proyectos son: el de la Oligarquía, el de la pequeña Burguesía y el de los sectores populares en alianza con la fracción nacional de la Burguesía. ~9~ EQUIPO TÉCNICO EL PROYECTO EDUCACIONAL DE LA OLIGARQUÍA; garantizar un control social muy fuerte para impedir que el modelo sea cuestionado. La Oligarquía es un término político y se define como un grupo que ejerce el poder político y que además de ejercerlo, controla el mecanismo de renovación de sus componentes. Este sistema político oligárquico es el que estuvo vigente en la Argentina hasta 1916. Muchos autores se han referido a esta dualidad calificándola de una verdadera paradoja, para la cual no habría una explicación coherente. Sin embargo, últimamente se formularon algunos aportes interesantes en éste sentido. Francisco Welfort, desarrolló una explicación de éste problema a partir de la teoría de la dependencia. La dependencia es una situación total que no afecta sólo a lo económico sino también a las instancias política, ideológica, etc. Es así que tanto en lo ideológico como en lo político, las clases dominantes de los países dependientes se encuentran con la necesidad de satisfacer un doble tipo de exigencias y de intereses: los internos y los externos. Esta situación peculiar explica la coherencia y la compatibilidad de la existencia simultánea de factores aparente y superficialmente contradictorios, como son, por ejemplo, la legislación liberal y la práctica cotidiana del fraude y la violencia política. Tomaremos al proyecto de la Oligarquía elaborado por la generación del 80. Esta fue la primera vez que en el país se elaboró un proyecto nacional que contempló prácticamente todas las áreas y en el que la educación jugó un papel significativo. El modelo económico que planteó la Oligarquía de entonces fue lo que se llama generalmente el modelo del "crecimiento hacia fuera", basado fundamentalmente en la producción agropecuaria con destino al mercado mundial. Esta producción agropecuaria estaba concentrada en ciertas zonas del país, que fueron -lógicamente- las únicas favorecidas por la expansión económica. La riqueza se concentró allí (Buenos Aires y el Litoral) y el atraso y el estancamiento económico se consolidó en el resto del país. Este fenómeno, conocido como proceso de desarrollo desigual y combinado, se dio conjuntamente con el ejercicio del poder político por parte de un grupo que representaba los intereses del sector de los hacendados. La ideología con la cual este sector ejerce el poder tiene dos bases diferenciadas que responden a la doble exigencia del Estado en los países dependientes: con respecto al exterior debe asumir formas liberales; con respecto al interior, en cambio, tiene que ~ 10 ~ EQUIPO TÉCNICO mismos criterios. Algunos países habían nacido y tenían como destino producir manufactura, mientras que otros debían producir materias primas para aquellos. No había ninguna necesidad de alterar ese orden establecido; era ilusorio pensar que nosotros pudiéramos llegar a ser otra cosa, dado que nuestros habitantes no tenían genes apropiados para ello, eran vagos, no tenían inclinación hacia la industria, etc. En la instancia específicamente ideológica, este período ofrece también un ejemplo nítido de esta doble relación. El Positivismo fue la filosofía dominante en todo este período. Es interesante advertir que el Positivismo tiene todas las características que le hacían aceptable como ideología de las oligarquías dominantes en toda América Latina, porque legitimizaba la situación interna de dominación social de un grupo sobre el conjunto de la población, a través de criterios naturales. Si se lee cualquier libro de los positivistas de la época, se encontrarán con mucha frecuencia que los factores biológicos tales, como la raza, la herencia, etc., son los elementos determinantes de la ubicación y el comportamiento social. Estos factores naturales fueron utilizados para justificar diferencias sociales; los mecanismos utilizados para ello fueron trasladar los postulados teóricos de nivel biológico a la sociedad. Así por ejemplo, si a nivel de las especies la supervivencia del más fuerte era la pauta que regía la vida de relación ente los seres, lo mismo sucedía a nivel humano. Los más fuertes eran los mejores representantes de la especie. Y ¿cómo se definiría socialmente quién era el más fuerte? Por el lugar que ocupa en la sociedad. Los mejores ubicados socialmente eran declarados los mejores representantes de la especia humana. Cualquiera que intentara contradecir este, contradecía a la ciencia misma. Este es uno de los mecanismos ideológicos más típicos: representar un hecho social como si fuere un hecho regido por un nivel de organización de tipo biológico. Pero él Positivismo legitimaba también la relación de dependencia externa al establecer que la división internacional del trabajo era un hecho que debía ser aceptado según estos Sobre la base de un modelo económico basado en la explotación agropecuaria, aparece la necesidad de desarrollar la educación; y es aquí donde uno se plantea el problema de saber cuáles fueron los móviles para la generación del 80 y para todo ese sector de la Oligarquía que los llevaron a darle tanta importancia a la educación. Fundamentalmente la pregunta es: ¿qué función social la Oligarquía te otorgaba al sistema educativo? La primera respuesta que puede darse a este interrogante es que la Oligarquía percibía al sistema educativo con una función predominantemente económica, consistente en la formación de los recursos humanos que este esquema de desarrollo hacia fuera podría necesitar. Pero por esta vía, sin embargo, es muy poco lo que podemos decir, porque este modelo económico no necesitaba recursos humanos -entendidos como personal capacitado para la tarea productiva- formados a través de un proceso de capacitación sistemática. Para sembrar trigo o para criar vacas, es evidente que no hace falta tener la escuela primaria completa. Por otra parte, tampoco las otras áreas de la producción exigían personal en alta escala. En este período se ~ 11 ~ EQUIPO TÉCNICO desalentaron sistemáticamente los intentos de promover el desarrollo industrial autónomo, utilizando para ello todo el poder del Estado. La frase que sintetiza esa concepción es la famosa frase de Sarmiento según la cual "...un pueblo ignorante votará por Rosas". Parecía que más bien la explicación puede encontrarse por el lado de la función política que cumple la educación. Y este análisis en términos de la función política que tiene la educación está demostrando ser bastante más fructífero que cualquier otro, aún en épocas actuales, donde los términos de relación entre educación y economía son más usuales. Fundamentalmente porque la educación es un área de la política del Estado y en tanto sea un área de la política del Estado su rol político es muy significativo. Pero pensemos en esto: cuál es la función política que la Oligarquía y la generación del 80 le asignaron a la educación. Solo podemos entenderla si nos ubicamos en la situación social que vivía el país en estos años. Por un lado, la lucha interna entre los sectores bonaerenses contra los grupos del interior, organizados a través de las montoneras y las caudillos, había sido hasta esa época una lucha cotidiana. Si bien, los grupos de la oligarquía porteña y sus aliados del litoral se impusieron, era preciso asegurar esa victoria creando las condiciones internas de consenso y aceptación que aseguraran la estabilidad del proyecto. Esta estabilidad era una de las condiciones básicas para la atracción eficaz y sostenida de inversiones extranjeras, que era uno de los puntos clave en el proyecto económico vigente. El mismo Sarmiento sostuvo en muchos pasajes de su obra que la educación era el mejor sistema de policía. Lo afirma con una crudeza que sólo puede entenderse en función de la legitimidad con que este sector percibía su situación de dominio sobre el conjunto de la sociedad. En "Educación Popular", analiza los acontecimientos de Francia de 1848 y hace un análisis en términos estadísticos demostrando que en las comunas francesas donde el nivel de analfabetismo era menor, no habían ocurrido atentados a la propiedad privada, ni saqueos. Al contrario, en los lugares donde los niveles de educación eran más bajos, habían surgido acciones populares muy radicales. De todo esto, sacaba la conclusión que, evidentemente, la educación era una garantía de orden social, que la educación ejercía las funciones de cadenas del orden social, etc. A partir de estas proposiciones se podría hacer un esquema teórico de las funciones ideológicas de la educación, que son válidas para el 80 y para la actualidad. La educación cumple este papel estabilizador de la sociedad, difundiendo la ideología de la clase dominante ya sea a través de los valores que impone por medio de la escuela de los contenidos que trasmite o por las conductas que promueve. Pero además de difundir la ideología dominante, la educación cumple -desde el punto de vista político- otra función clave: formar la clase política del régimen. Al respecto, es interesante analizar la evolución de los Colegios Nacionales. Si se toman las fechas de creación de estos colegios, se puede percibir que salvo el primero creado en Bs. As., Por otro lado, debe tenerse en cuenta que todo el esquema ideológico venido de Europa y asimilado por los intelectuales locales, ponía el acento en que la educación era La única garantía segura de integrar a toda la población en un esquema de ideas comunes. ~ 12 ~ EQUIPO TÉCNICO durante todo un período muy largo todas las creaciones se hacen en el interior del país y ninguna en la ciudad de Buenos Aires. se los podría designar por concurso, sino que los tenía que designar el Poder Ejecutivo. Asimismo, sostuvo que los docentes no debían tener mucha injerencia en el gobierno de la Universidad, sino que -al contrario- la Universidad debía ser gobernada por personal designado por el Ejecutivo y no necesariamente con funciones docentes. Lo más interesante de la ley Avellaneda -como también de algunos puntos de la ley 1420- es que otorga al Estado el control más absoluto de los contenidos, de la ideología, del gobierno, en última instancia, de los resortes fundamentales en el manejo del aparato educativo. Se crea un Colegio Nacional en cada capital de provincia, pero se mantiene sobre este nivel un absoluto control desde el gobierno central. O sea que es el grupo bonaerense en el poder el que controla e intenta formar en cada provincia un pequeño sector preparado para ejercer las funciones de gobierno dentro de las pautas aceptadas, por la Oligarquía bonaerense. Esta intención se aprecia con claridad en el discurso donde Mitre justifica la creación de los Colegios Nacionales diciendo, más o menos textualmente, lo siguiente: "hay que formar un grupo capacitado para ejercer las funciones de gobierno antes que la masa bruta nos gobierne", ese pequeño grupo difundirá la cultura en el conjunto de la población garantizando la estabilidad política. En el caso de la Ley 1420, esta misma característica se pone de manifiesto a través del tipo de gobierno que ella establece para la enseñanza primaria: el Poder Ejecutivo, designa al presidente del Consejo Nacional de Educación y a los vocales (para la designación del primero debe contar con la aprobación del Senado), éstos a su vez designan a los consejeros de distrito y éstos designan a los maestros. Con este esquema de educación, destinado a formar, por un lado a la clase política gobernante y por otro a socializar a la población en su conjunto, dentro de los esquemas ideológicos de la clase dominante, el sistema comienza a funcionar con los problemas que son conocidos por todos. Pero para cumplir eficazmente este papel político resultaba indispensable que el estado se hiciera cargo totalmente de la educación y que se elaboraran mecanismos de control sobre ella que garantizaban esa eficacia. La alternativa de los católicos en ese momento se diferenciaba únicamente en que otorgaba mayor importancia al Senado, que debía autorizar todas las designaciones en el CNE, debido a que ellos tenían mayoría en el Senado. Nadie rescató el mecanismo establecido por la ley de educación de la provincia de Bs. As.de diez años antes, que sancionó el voto popular para la elección de las autoridades escolares. Claro que el voto, en esa época, tampoco era un sistema real de participación, pero al menos formalmente otorgaba la posibilidad de desarrollarla. Al respecto se puede analizar con cierta utilidad el debate de la ley Avellaneda que se sancionó en 1885 y donde el punto central fue el problema de la designación de profesores y el gobierno de las facultades. Wilde, como representante del Poder Ejecutivo, llevó la iniciativa sosteniendo que a los profesores no ~ 13 ~ EQUIPO TÉCNICO Con este esquema comienza a desarrollarse y a crecer el sistema educativo, hasta que en 1890 se plantea la primera crisis seria del proyecto oligárquico La revolución del 90, significó la iniciación de la participación en la vida política de la pequeña burguesía o de los así llamados "sectores medios", expresados políticamente a través de la Unión Cívica primero y de la Unión Cívica Radical después. que, como se sabe, tiene una muy limitada capacidad para absorber personal político. En estas condiciones, esta grupo marginado comenzó a presionar para que el aparato político se democratizara y para que se les diera a ellos ciertas posibilidades de acceso. Esto es en última instancia, la explicación fundamental de la revolución del 90: lo que se pide en ella es democratizar el aparato político. Por eso no es casual que este movimiento estalle en ese año; se sabe que Juárez Celman, entonces presidente de la República, llevó las características de la política oligárquica al extremo dando lugar al fenómeno que en nuestra historia se conoce con el nombre de "unicato". Las arbitrariedades y los escándalos administrativos (muchos de ellos ligados a negociados con las inversiones extranjeras) se pusieron a la orden del día, determinando así una reacción general que, en definitiva, fue capitalizada por la misma Oligarquía. Estos sectores medios cuestionan casi exclusivamente el monopolio al poder político, por parte de la Oligarquía y sus reclamos tienden a conseguir democratizar el aparato político de la época: de ahí que las consignas del movimiento se reduzcan a exigir el sufragio universal, respeto a la Constitución y moral administrativa, etc. En ningún momento hay cuestionamiento de la política oligárquica en su conjunto; el cuestionamiento es solo a nivel político. Las causas de esta limitación en el planteo de la pequeña burguesía están vinculadas a su inserción en la estructura socio-productiva. Sintéticamente, puede decirse que estos sectores se componen básicamente de pequeños productores agrarios y de la burocracia administrativa. Desde esta ubicación social no se puede postular un proyecto alternativo al esquema agroexportador de la Oligarquía, pero sí se puede cuestionar su monopolio del poder político. Las crónicas de la revolución del 90 demuestran que en ella tuvieron una participación activa y fundamental los sectores de la juventud universitaria de la ciudad de Buenos Aires, es decir, gente con nivel de participación muy alta en el sistema educativo, preparada para ejercer la función política, pero imposibilitada de ello por la dinámica del sistema oligárquico Pero entre otras consecuencias, a partir del 90 se puede advertir un cambio muy significativo en la orientación de la política educativa. A partir de ese año se formulan sucesivos proyectos de reforma del sistema educativo, intentando llevar todo el ámbito de la educación hacia orientaciones técnicoprofesionales. Todas las memorias de los ministros de educación, posteriores a 1890 (Bermejo, Beláustegui, Magnasco, etc.) contienen proyectos de este tipo. Los dos más importantes fueron los presentados por Osvaldo Magnasco (1899) y por Saavedra Lamas (1916).El primero de ellos consistía fundamentalmente en cerrar todos los colegios nacionales, excepto cuatro y transformarlos en escuela industriales; el segundo, reactualizado a partir de 1966, ~ 14 ~ EQUIPO TÉCNICO introducía la novedad de la escuela intermedia como filtro para un secundario especializado en varias ramas. Es decir que todos los proyectos elaborados desde el ámbito oficial tienen esta línea: orientarse hacia la formación de técnicos. La respuesta de los sectores medios a estos proyectos fue de franca oposición y de defensa del sistema tradicional, por cuanto los capacitaba para tener acceso a la vida política. Por otra parte la Oligarquía intentaba transformarlos, no porque necesitaba técnicos industriales, sino porque comenzó a percibir el sistema educativo, como sistema que estaba formando personal que cuestionaba la legitimidad de su control en el Poder. Oligarquía es fundamentalmente dividir el sistema educativo en dos: uno para la gran mayoría de gente, volcado hacia el lado de la técnica, y el otro reservado a una minoría, preparándola para ejercer el Poder político. Tenemos por ejemplo algunas afirmaciones de Joaquín V. González fundamentando todos estos intentos y donde este problema aparece claramente expresado: "El Colegio Nacional Argentino -dice J.V.G.- debe ya señalarse por la doble tendencia. La moderna para la inmensa masa del pueblo, laborioso que elabora la riqueza y constituye la fuerza social y cívica colectiva y la clase más restringida y selecta que mira hacia las altas profesiones liberales y tiende a formar los espíritus directivos, no a designio preconcebido ni por privilegio, sino por virtud de la selección natural que el sistema educativo realiza en su propio desenvolvimiento". Por eso es que todos los intentos de modernizar la Enseñanza en este período, son intentos que se explican fundamentalmente, desde el lado de los intereses políticos y no de los intereses económicos; de otra forma no podría entenderse como la Oligarquía podía pretender crear Colegios Industriales cuando sistemáticamente neutralizaban todos los intentos de industrialización. Sería un poco absurdo pensar, con un esquema mínimamente coherente que, un grupo político en el gobierno, en el ámbito de la política neutralice cualquier intento de industrialización y en Educación se le dé por formar gente con capacidad para oficios industriales. Aquí se combinan varios criterios. Al dividir el sistema educativo en dos, esa división no es neutra con respecto a las clases sociales que conforman el país: Una rama del sistema educativo es para la clase culta pero laboriosa que produce y la otra es para los espíritus selectivos que tienen que ser los que van a dirigir la sociedad. ¿Cómo se hace esa división? Por selección natural, o sea, el criterio positivista que determina que esa selección se hace sobre la base del más apto, del más fuerte, etc. Por eso es que la crítica, por ejemplo en el debate de la reforma de Magnasco, se dirige principalmente a caracterizar el proyecto de Magnasco como un proyecto fundamentalmente antidemocrático, destinado a canalizar el ascenso popular por la vía educativa hacia una alternativa distinta a la tradicional. O sea que el proyecto de la Este principio de selección natural aplicado a la sociedad es el que le otorga al Positivismo de la época, un rasgo netamente ideológico. El Positivismo es el que va a fundamentar, desde un punto de vista científico-filosófico toda la política de este sector social que es la Oligarquía. ~ 15 ~ EQUIPO TÉCNICO Por supuesto que los sectores medios se opusieron a esto y lo hicieron con bastante éxito. Pero vamos a ver en detalle las características de dicha oposición y qué alternativas se ofrecen cuando precisamente esos sectores, a través de la U.C.R. accedieron al poder. Esta nueva coyuntura económica se correspondió, en el plano político, con lo que algunos autores denominan "la alianza entre fracciones de clase", entre la fracción constituida por los grandes hacendados y la constituida por los grandes industriales, que coinciden en ciertos intereses comunes y comparte el poder. Pero para completar la descripción del proyecto de la Oligarquía, hace falta referirse a los cambios que se producen en el esquema ideológico, político y educativo de este sector después del año 30, cuando la Oligarquía retoma el poder y gobierno hasta 1943 o 1945 (según como se interprete el golpe de estado de 1943). La vuelta de la oligarquía al poder político se explica fundamentalmente por su permanencia como clase económicamente dominante, a pesar de haber perdido el control del estado durante el radicalismo; en esa situación no podría afrontar las consecuencias de la crisis del año 30 dejando al gobierno en manos de Hipólito Irigoyen. En tanto la hegemonía de la Alianza la tenían los sectores ganaderos ya que la industrialización que se inicia en este período, la comúnmente llamada industrialización por sustitución de importación, es una industrialización muy limitada, destinada a la producción de productos para el consumo directo, alimentos, textiles, etc., en ningún momento plantean ir más allá de eso ni siquiera los propios industriales lo planteaban. Esto hace que entonces la Oligarquía que retorna el poder en el 30, esté en una situación totalmente distinta a la Oligarquía que gobernó hasta el 16; es una Oligarquía que tiene que reacomodarse a una situación, es una Oligarquía en una época de crisis, y las épocas de crisis, parece ser, que en el sistema capitalista son bastantes propicias para el auge de filosofías que se basan, no ya en criterios naturales, supuestamente racionales sino en criterios totalmente irracionales. Esta hace que la ideología de la Oligarquía del 30 no pueda ser ya más el Positivismo, que creía en el progreso indefinido sino que es una oligarquía que retoma los viejos fundamentos del catolicismo, o del hispanismo, o sea lo que ha se ha dado en llamar el nacionalismo de derecha. La crisis del 30, produjo la ruptura de las vías normales de intercambio comercial y el conjunto de las naciones se retrotraen hacia sí mismas; las potencias centrales desarrollaron políticas de autoabastecimiento y de proteccionismo reduciendo significativamente sus compras y sus inversiones en el exterior; todo esto determina que el esquema económico del país entre en crisis, porque en la medida que las divisas conseguidas en función del intercambio caen y no se pueden comprar tantos productos manufacturados para satisfacer las necesidades del mercado interno, había que de alguna manerareacomodarse a esta nueva situación, produciendo localmente los» productos hasta ese momento importados. Es en este marco que uno puede comenzar a entender que pasó en educación en esa década. Por un lado, podrá esperarse que ~ 16 ~ EQUIPO TÉCNICO aparezcan por lo menos dos alternativas: la primera sería esperar que, en la medida que hay un proceso de industrialización y que un sector limitado de los industriales está participando del poder político, la política educativa estuviera orientada a intensificar los estudios de tipo técnico: sería lógico esperar que aparezca realmente con alguna vigencia esta tendencia, sin embargo, se puede apreciar que los intentos de esta naturaleza fueron muy limitados. Si bien aparecen, no tiene un carácter fuerte y sostenido. La explicación de este hecho puede encontrarse en que la hegemonía en esa alianza la tenía el sector de los hacendados poderosos. afirmaba lo siguiente: "...todo el mundo conoce el fenómeno de la falsa vocación y sería una gran obra del gobierno contener estas aspiraciones paternas en nombre de las vocaciones verdaderas; sin embargo, como el sentimiento democrático del país se opone a toda limitación en cuanto a la elección de la carrera, conviene que la selección se realice por medio de la severidad de los estudios, piedra de toque de la autenticidad de la vocación, con lo cual quizá pueda contenerse esa ambición doctoral". ¿Qué quiere decir "severidad en los estudios"? Para Mantovani quería decir por ejemplo, establecer escuelas secundarias con turno completo, a la cual hubiera que ir por la mañana y por la tarde. Ante objeciones que pudieran surgir, el mismo Mantovani se adelantaba en la defensa: o se me puede objetar -decía- que los muchachos que trabajan no pueden ir y yo les contestaba: por supuesto que no pueden ir, porque los que trabajan no pueden estudiar". La segunda de las alternativas mencionadas, es paradójicamente, el desaliento a las orientaciones de tipo técnico, por influencia de los esquemas antipositivistas que la Oligarquía había adoptado por entonces; recordemos que el antipositivismo espiritualista es una filosofía propia de las épocas de crisis. En la medida que hay crisis, el espiritualismo representa un intento de acomodarse frente a ella por la vía del desprestigio de los aspectos materiales de la vida y el acento en las cualidades consideradas, precisamente, por su oposición a los valores materiales. Estas afirmaciones, contenidas en el Documento oficial sobre la Reforma de 1934 demuestran, una vez más, que las exigencias académicas no es un hecho neutral Frente a la diferenciación social. La pretensión de hacer pasar este tipo de argumentos al igual que la "selección natural" de los positivistas- por argumentos neutrales y objetivos constituye un claro ejemplo de cómo funciona la ideología en relación a la educación. Esa postura quedó claramente reflejada a través del proyecto de Reforma de la enseñanza media del año 1934 que tuvo como ideólogo principal a Juan Mantovani. Fue el que coordinó todos los grupos de trabajo y el que dio la línea fundamental de esta reforma. En ella parece muy claramente marcada la orientación espiritualista pero también se pone de manifiesto la necesidad de implementar una política de corte limitacionista en cuanto al acceso a la universidad. En el informe de la Reforma se Toda reforma de Mantovani se caracteriza por fundamentar la necesidad de estimular los estudios humanísticos junto a la implementación de medida que garantizaban un alto control en cuanto al acceso a los diferentes niveles. ~ 17 ~ EQUIPO TÉCNICO La alternativa a esta posición se caracterizó por intentar estimular preferentemente a los estudios de tipo técnico y tuvo manifestaciones aisladas. La más importante es la que se registró en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Manuel Fresco, quien trató de reproducir en 1937 la reforma de Saavedra Lamas de 1916. admitir algunas posturas, se puede ser liberal. Cuando hay crisis hay que utilizar elementos más violentos de control. La exigencia fundamental que a la Oligarquía se le planteaba para que su modelo económico pudiera desarrollarse, era que internamente el país viviera un período de paz social. Porque era la única forma de que los capitales europeos vinieran a invertir aquí. Es interesante observar cómo dos modelos totalmente distintos desde el punto de vista ideológico y político (fascista el de Fresco y liberal el de Mantovani) coinciden en mantener la diferenciación de la educación en términos de clases sociales. Esa era la exigencia básica que la Argentina tenía que satisfacer, para que los capitales europeos ingresaran al país. En este momento es que el Capitalismo se va convirtiendo en Imperialismo, lo que quiere decir que no se importan tanto mercancías, como capitales, o sea que al país comienzan a ingresar capitales, capitales que construyen todas las vías férreas que hay en ese momento, capitales que construyen el puerto, capitales que construyen de alguna manera toda la infraestructura del país. Pero estos capitales únicamente podían venir aquí, con la seguridad de que éste gobierno estable, que iba a cumplir con sus compromisos de que este gobierno no era un gobierno que pudiera estar dos años sin caer. La exigencia de paz social es fundamental. Para el esquema de este grupo político dominante, la paz social se libraría fundamentalmente después de todo un período de lucha a sangre y fuego, en el que los sectores que se oponen a este esquema son eliminados físicamente. El panorama de la educación en la década del 30 debe completarse con el análisis de un concepto básico: el Nacionalismo. Este Nacionalismo está traducido a nivel de conducta, en la represión ideológica a todo aquel que intenta, bajo acusación de difundir un ideario extremista, antinacional, combatir el sistema oligárquico del poder. Esto determinó que la década del 30 se caracterizara por un detenimiento bastante fuerte, en cuanto a la democratización del sistema. Este restablecimiento de las pautas de dominación oligárquica se hace tomando todo lo negativo de la oligarquía. La Oligarquía de este período, a pesar de ser el mismo sector social anterior a 1916, está en una situación bastante diferente. Sin embargo, se puede observar con bastantes elementos de juicio, que las dos alternativas (positivistaliberal o nacionalista-espiritualista, con bastante cercanías al fascismo) son dos alternativas de defensa; son dos posiciones del mismo sector social ante situaciones históricas distintas, Cuando hay progreso se puede ser nacionalista, se puede ser científico, se pueden Después de esto, el elemento fundamental para lograr la paz social es el desarrollo de la educación. O sea que la educación está relacionada con este esquema económico no por la vía directa, es decir que se formen los recursos humanos que necesita porque es cierto que hay una incipiente industrialización, es cierto que hay esquemas que sostienen la ~ 18 ~ EQUIPO TÉCNICO relación entre educación y producción, pero son esquemas puramente ideológicos en el sentido de que son ideas que se difunden, pero en ese momento en el país no exigen un sistema educativo como el que se estructuró. No podemos concebir que haya educación popular, masiva en un régimen oligárquico, si no es a través de una explicación de esta naturaleza. Sus esquemas de tipo industrialista son sistemáticamente negados por la Oligarquía. Sarmiento era partidario de una enseñanza técnica de tipo fundamentalmente agrario y minero. Ese es un esquema tomado de los EEUU. Deshecha totalmente la enseñanza industrial. Cuando en 1881 y 1882 el ministro de Educación Pizarro le pide opinión sobre el proyecto que había de crear escuelas de artes y oficios de esa época, Sarmiento le contesta que él se opone terminantemente, razonando de esta forma:"Nunca seremos un país industrial, si precisamos máquinas, las compramos; si precisamos obreros los traemos de Europa. Nuestros habitantes no tienen ni tradición, ni educación para ser obreros industriales y además nuestro país no va a ser industrial porque no tiene fuentes de contacto, no tiene recursos naturales". O sea que para él ese tipo de enseñanza hay que dejarla de lado, él propone una enseñanza agrícola-minera, por eso es que crea una serie de escuelas de producción agropecuaria, basado en la pequeña propiedad entregada al colono, por eso es que finalmente Sarmiento es un poco "desolasado" porque Sarmiento se opone al mundo. El no está de acuerdo con la Oligarquía, por eso la Oligarquía lo combate. Sarmiento se ocupa de denunciar sistemáticamente a Rosas. Los últimos escritos de Sarmiento son de una claridad increíble. O sea que está marginado por la Oligarquía y también está marginado porque no existe una clase social que tome su programa y lo lleve a cabo. El no tiene un campesinado, es decir una clase campesina, artesanal, etc. que tome ese programa y lo lleve a cabo, porque no la había en ese momento, no había una clase social que tomara este programa de Sarmiento. O sea que es un programa que no tiene una base social sobre la cual asentarse. La única clase que es capaz de tomar un programa y desarrollarlo es la clase dominante en ese momento que toma de Sarmiento únicamente lo que le conviene y da una imagen que es la que la Oligarquía ha dado de Sarmiento a lo largo de toda la historia, que es una imagen angelical, la del amante de los niños, etc. y no toda esa imagen de polémica, de oposición. Pero todos los proyectos que tenía Sarmiento de enseñanza agrícola y minera fracasan, los pone en marcha cuando es presidente y terminan en la nada. Las escuelas de minería que creó no pasan nunca de tener 40, 30, 20 alumnos. Las de Agricultura se van cerrando una por una y la Oligarquía no acepta ninguno de sus proyectos de la reforma. También hay intentos por el lado de Pizarro, de crear un sistema de enseñanza industrial. Ahí se le opone Sarmiento y se le oponen todos los demás y tampoco camina. Ningún proyecto en todo este período hasta el 90 de promover la enseñanza científico-técnica industrial tiene desarrollo. Después sí, pero con esa otra intención porque la política económica no cambia. Y uno no puede entender, porque los proyectos son masivos. Magnasco quiere cerrar todo. Le parece un poco aventurado pensar que estos sectores inmigrantes que comenzaban a radicarse en el campo, en las ciudades se expresan políticamente a través de algunos contenidos de la ley. Porque se ~ 19 ~ EQUIPO TÉCNICO puede decir que objetivamente la ley 1420 favorece a intereses de tipo popular, al margen de que haya sectores que la hayan presionado o no. Crea que esos sectores no presionaron para nada, porque en alguna medida todos los sectores inmigrantes en el país, especialmente los de mejor nivel se han caracterizado por un grado muy bajo de participación política, o sea que tienen muy poco poder de presión, en el caso de los industriales esto es típico. Hay análisis que se han hecho que demuestran que realmente el grado de participación política de todo el sector de inmigrantes, en la actividad económica es bajísimo. No se nacionalizaba casi nadie, y después de todo la nacionalización podemos tomarla como un índice, en la medida que habilitaba para votar, de interés de participación política. Pero no lo hicieron y en esa época muchísimo menos, porque además recién llegaba al país. O sea que ni siquiera estaban integrados zonalmente. La Ley 1420 crea (y toda la legislación de este período), instrumentos de control muy grandes. En la medida en que impone un programa único, es decir, contenidos mínimos comunes para todas las escuelas, esto está destinado a que en esas escuelas se enseñe idioma nacional, la historia nacional, etc., buscando convertir a la escuela primaria en un factor de integración. En torno a la cuestión de la religión católica o no, creo que aquí, lo fundamental es: la lucha de clases en este período en el país se da entre las fracciones de la clase dominante. Todos los debates, por lo menos durante este período enfrentan intereses contrapuestos pero todos pertenecientes a las clases dominantes. Los otros sectores no alcanzan todavía a tener expresión política: los sectores del interior del país han sido liquidados, las expresiones políticas incipientes de las masas rurales están en estos momentos en total período de retroceso y la clase obrera está en gestación con una conformación totalmente extranjera, que hasta ese momento no alcanza conformar expresiones políticas y la que alcanza conformar es por ejemplo, el caso del Partido Socialista que se crea en la década del 90 al 1900, pero todavía como cosa muy incipiente, no llega de ninguna manera a tener expresión de presión sobre la élite dominante. Así como todas las luchas se dan entre ellos y la lucha entre católicos y liberales es típica. Creo que aquí la oposición se da en estos términos: la élite dominante, representada en ese momento por el grupo que controla el Poder Ejecutivo y los ministerios, es decir los liberales son los que intentan que la socialización o sea que la ideología que trasmite la escuela primaria sea ideología adecuada, a las exigencias que en esos momentos estaba planteando el mercado mundial, una ideología La tendencia de estos grupos inmigrantes es más bien a formar un propio sistema de educación, o sea crear escuelas, enseñar su idioma, su religión, etc., y contra esto la ley 1420 es categórica, no permite absolutamente nada de todo esto. La ley 1420 entre otras cosas, se caracteriza por eliminar cualquier interés, o cualquier tipo de desarrollo de la Enseñanza privada, que en ese período no tenía como factor de presión fundamentalmente a la Iglesia, sino a las comunidades extranjeras. Así que la Ley 1420 aparecería como contradiciendo los intereses de estos sectores en el plano educativo por lo menos y Sarmiento refleja bastante bien este en muchos de sus escritos donde denuncia que los italianos enseñan en sus escuelas en italiano y enseñan la historia italiana. ~ 20 ~ EQUIPO TÉCNICO basada fundamentalmente en los valores seculares de los cuales el laicismo es uno de los principales, mientras que el grupo católico aún es el grupo federal. Hay que admitir le guste o no, que los grupos católicos han sido en este período los grupos más vinculados a todas las masas rurales. De hecho la religión ha formado parte de las consignas fundamentales de todos los grupos que plantean la defensa del orden anterior y además -se puede asociar- que el catolicismo viene vinculado también en el período de Rosas. O sea que para la élite liberal el catolicismo es uno de los componentes de toda la ideología y de toda la conformación de esa clase rural nativa a la cual no le otorga ningún tipo de participación n este nuevo proceso. Es decir. El catolicismo es uno de los ingredientes de esta formación montonera, vaga, perezosa, etc. Además, la población extrajera que viene también es católica. Ahí está el problema; los extranjeros que vienen son fundamentalmente italianos y españoles y también son católicos. Es decir, el laicismo unifica a todos. EL PROYECTO EDUCACIONAL DE LA CLASE MEDIA Discutiremos el proyecto educativo de la Pequeña Burguesía o "clase media". Este término presenta, a raíz de su ambigüedad algunas dificultades. Se lo usó como recurso bastante poco cómodo, para designar a todo un conglomerado social formado por grupos que están comprendidos, entre los sectores de la alta burguesía (sea agraria o industrial) y por debajo, de la clase obrera, los sectores campesinos, etc. En el medio, y en función del intenso crecimiento urbano que tuvo nuestro país, fueron apareciendo, cada vez con mayor gravitación, capas medias muy importantes numéricamente que se componen de profesionales, rentistas, pequeños industriales, comerciantes, empleados públicos, etc. Es decir, que se denomina sectores medios a un conglomerado bastante heterogéneo en cuento a su composición interna, lo que da lugar a que también sus orientaciones sean bastante heterogéneas en algunos momentos, y que se den posiciones muy diferentes. de las ciudades fue determinando que estos sectores medios adquieran una importancia cada vez mayor, y son ellos quienes van a determinar, por su presencia física, la modificación de la composición del poder político en el país, a través de la organización de la Unión Cívica Radical y la conquista del poder por UCR en 1916. Lo importante es, en primer lugar, aclarar desde el punto de vista teórico, cual es el papel que tienen estos sectores en el proceso de desarrollo político, social y económico, porque diferentes teorías le han asignado un papel muy distinto. La versión clásica es la del norteamericano John J. Johnson, que en su libro "La transformación Política en América Latina" analiza el papel de los sectores medios en América Latina. En cuanto a su influencia y su participación en la vida política, económica y social. Su versión es calcada, prácticamente, del papel que tuvieron estos sectores en los países centrales; ha tomado el modelo de Inglaterra, EEUU, etc. y lo ha trasladado a Estos sectores fueron creciendo en relación directa al crecimiento urbano. El crecimiento ~ 21 ~ EQUIPO TÉCNICO América Latina. Esto le permite dar una versión del papel de las clases medias; en la cual aparecen asociadas fundamentalmente al crecimiento industrial, al urbanismo, a un sistema político basado en la democracia. Como en el esquema básico, son modernistas, son industrialistas, partidarias de la educación pública, del laicismo, de fortalecer al Estado como institución, o sea toda la orientación clásica que las clases medias han tenido en los países centrales. Por lo tanto, la clase media aparece como la clase más capacitada para garantizar el proceso de desarrollo económico y la vigencia de una vida política basada en la democracia liberal. Algunos datos tornados de los censos nacionales pueden ayudar a comprender esto: en 1914 los sectores medios ocupaban el 38% de la población activa, de ese 38%, el 16% estaba formado por empleados públicos, el 14% por una categoría englobada entre patrones por cuenta propia, comerciantes y personal empleado en servicios, o sea que de ese 38%, el 30% tenía esta composición entre empleados públicos, pequeños patrones, artesanos por cuenta propia, etc. Este porcentaje se mantiene más o menos sin modificaciones en todo este período, de tal manera que uno puede advertir que lo fundamental, en cuanto a las orientaciones productivas de estos sectores medios, está dado por su alejamiento de las actividades productivas concretas. Ellos son fundamentalmente, empleados burocráticos que dependen de la Administración Pública Central y por lo tanto están vinculados a la estructura del Estado y a sus actividades. Este análisis de Johnson, tuvo una difusión bastante generalizada en las ciencias sociales en América Latina. Sin embargo, en cuanto se comenzaron a desarrollar algunos estudios empíricos más profundos, se advirtió que este modelo de análisis no correspondía para nada con la realidad. Los sectores medios en América Latina no habían tenido, de ninguna manera, esa dinámica de comportamiento. Esto se da al mismo tiempo con otros factores: los sectores medios han sido socializados, se han incorporado a la participación social, a través de las instituciones creadas por la Oligarquía. Son las instituciones creadas por la Oligarquía, por ejemplo, las instituciones educativas clásicas, el colegio Nacional y la Universidad, las que son utilizadas por los sectores medios para capacitarse y tener poder para presionar sobre el aparato político del Estado. Entonces, el interés de estos sectores no va a estar dado por modificar la estructura de producción del país, por cuestionarle a la Oligarquía toda su orientación económica global, sino sólo por democratizar la estructura del poder. Esto se refleja en los planteos programáticos de la Unión Cívica en el 90. De ninguna manera tocan la política económica de la Oligarquía, lo Los trabajos de algunos sociólogos de la CEPAL, y otros realizados desde la perspectiva rnarxista, como los de Murmis y Portantiera; algunos enfoques de Cardozo y Faletto en su libro sobre la dependencia en América Latina, han demostrado que evidentemente, los sectores medios, que por su composición interna se caracterizan por una función predominantemente burocrática y no productiva, son sectores que no han nacido en función de su inherencia en la estructura de producción, sino simplemente corno un apéndice burocrático de todo el aparato creado por la Oligarquía. ~ 22 ~ EQUIPO TÉCNICO que piden es respeto a la Constitución, sufragio universal, moral administrativa, etc. Posteriormente, toda la trayectoria de la Unión Cívica se basa en estos postulados. Hasta existe un debate muy famoso entre Irigoyen y un dirigente radical que la exige al partido y a él que se definan programáticamente, a través del cual, Irigoyen dice que la UCR no es un partido de un sector de la Nación, sino un movimiento que se identifica con la Nación misma. como una institución muy importante dentro de la universidad, etc. En 1914 se crea la Universidad de Tucumán que es una Universidad eminentemente técnica. Carreras. Física, Química, Mecánica, etc. No tiene carrera de Derecho ni de Medicina. En la Universidad del Litoral; que se nacionaliza en la época de los radicales, también tiene estas características de tipo técnico orientada fundamentalmente a Carreras de formación para actividades agrícolas. Esto hace que toda la trayectoria de los sectores medios, en estos primeros momentos de su aparición en la vida social, esté destinada fundamentalmente a democratizar las estructuras creadas por la Oligarquía. Este es su objetivo máximo. Pero democratizar significa no cambiarles su función, sino que a esas instituciones puedan ellos tener acceso. Esto se puede ver concretamente, por lo menos en todas las clases más capacitadas para garantizar el proceso de desarrollo económico y la vigencia de una vida política basada en la democracia liberal. Si se hace un cuadro sobre las orientaciones de carreras y la composición de la matrícula de estos años, se encuentra con la paradoja de que la curva de ascenso del alumnado en las carreras Modernas crece sistemáticamente hasta 1916 y vuelve a bajar del 16 al 30. En 1900 la composición de la matrícula en las dos Universidades existentes en ese momento que era la de Buenos Aires y la de Córdoba, etc.: Carreras tradicionales 38%, Carreras Modernas: 12%. En 1918, en el momento de la Reforma, este porcentaje era el 77% y el 23% respectivamente. En 18 años las Carreras tradicionales perdieron prácticamente el 11%. En 1930, al final del gobierno radical, los porcentajes son nuevamente del 82%, para las carreras tradicionales y del 18% para las modernas. Es decir, la tendencia se invirtió, de tal forma que los nuevos sectores que a partir del 16 ingresaron a la Universidad, prefirieron estudios de tipo tradicional, básicamente las Carreras de Derecho y Medicina. Esta política de retornar a las orientaciones básicas es muy clara en los sectores medios, frente a la opción de la Oligarquía que, por los intereses que analizamos antes, planteaba la aparición de alternativas más modernas. Esto se puede ver concretamente, por lo menos en toda la educación también llegó al nivel universitario. A partir de 1900, se puede advertir en la política universitaria del gobierno oligárquico la tendencia a favorecer el surgimiento de nuevas universidades, todas ellas con carácter científico-tecnológico. En 1905 se crea la Universidad de La Plata que nace como una Universidad moderna, sin carreras de Derecho ni Medicina, con una serie de nuevas disciplinas y orientaciones al estilo positivista; se encuentra Agronomía y Veterinaria, como carreras a nivel universitario. Todas las carreras científiconaturales están muy bien desarrolladas, Museo de Ciencias Naturales, el laboratorio ~ 23 ~ EQUIPO TÉCNICO Esto permite postular, desde ya, una hipótesis que es la que de alguna manera está subyacente dentro de este análisis: que la modernización educativa depende del marco social en que se realice, ya que en el marco social de un dominio político oligárquico, esta modernización cumple funciones absolutamente distintas a las que puede cumplir en el marco de una sociedad con otra clase social dominante. No es lo mismo postular nuevas alternativas educativas en el marco de una sociedad dominada políticamente por una clase o por otra. El esquema finalmente es el mismo que se plantea después del 66, no es casual que la Reforma intentada por el gobierno de la "Revolución Argentina" se asimilara en términos casi idénticos a la del 16 de Saavedra Lamas. Nuevamente en el 66 se plantea la escuela intermedia, el secundario especializado, la importancia de las carreras técnica, las carreras cortas a nivel universitario, crear carreras con destino ocupacional directo. O sea que siempre se da en nuestro país esta coincidencia: modernización educativa controlada por grupos educativos oligárquicos, que cumplen una función absolutamente antidemocrática. humana de acuerdo a las necesidades de la producción y al mismo tiempo democrática. Aparentemente haría falta otra clase social en el poder como condición indispensable, para que este programa se lleve a cabo. A nivel universitario, esta orientación hacia las carreras tradicionales no se modifica. La reforma del 18 refleja fundamentalmente una tendencia a la democratización. De acuerdo a los datos estadísticos vimos que no hubo un intento de continuar la línea de auge de las Carreras científico-técnicas. Desde el punto de vista de los contenidos se volvió a lo anterior, pero sí hubo (todos los postulados de la Reforma los reflejan) un intento de democratizar la Universidad fundamentalmente desde el punto de vista de su vida interna. Las consignas básicas de la Reforma: participación de los estudiantes en el gobierno, concursos para la designación de profesores, periodicidad de la cátedra, extensión universitaria (lo cual también implica cierto grado de democratización, en la medida en que la Universidad sale el exterior para difundir los conocimientos hacia otros ámbitos), son todas consignas que reflejan una idea democratizadora del la Universidad; todo este planteo fue hecho con postulados ideológicos que, en algunos casos, fueron totalmente opuestos al racionalismo, al cientificismo, etc., que tenían vigencia en los periodos anteriores. : La respuesta de los sectores medios a esta política de la Oligarquía es una política de tipo tradicional en el ámbito educativo, con elementos democráticos. La modernización de la educación en nuestro país se ha hecho siempre sobre bases antidemocráticas. De tal manera que esto hace que nunca coincidan las dos líneas de análisis. En última instancia, ni la Oligarquía, no los sectores medios, como clases sociales, son capaces de afrontar una política educativa que contemple los dos elementos: que sea modernizante, en el sentido de garantizar una formulación A nivel ideológico, durante todo este periodo, los sectores medios en tanto enfrentan a la Oligarquía, lo hacen desde un punto de vista totalmente antipositivista. Y no es casual, por eso es que cuando se fundamenta la Reforma Universitaria, en algunos de los sectores que ~ 24 ~ EQUIPO TÉCNICO participaron de ella, se haga este tipo de planteos. participan en la Reforma del 18 y que tienen planteos semejantes al positivismo, como José Ingenieros, por ejemplo, los grupos socialistas, etc. Pero hay que advertir que ya en estos momentos, en los sectores medios, la tendencia irracionalista es muy fuerte incluidos los sectores reformistas, y es prácticamente la tendencia que domina a nivel oficial. Hornero Guglielmini, uno de los líderes de la Reforma dice: "La nueva era universitaria argentina se caracterizará por una reafirmación enérgica de los valores espirituales, en el sentido de su absoluta autonomía frente a la ciencia natural, tal como lo predica la filosofía contemporánea. Los problemas de la cultura se desenvuelven en un ámbito en el que las soluciones de la ciencia naturalista, con su régimen de generalización empírica y de fatalismo causalista, nada tienen que hacer, porque los valores de la cultura pueden definirse como fines últimos de la vida, que el hombre determina mientras su actividad se desenvuelve en la esfera de la libertad". Es decir, que hay un rechazo absoluto de la Ciencia Natural, de su método, de sus relaciones causales, y una reivindicación de los postulados espiritualistas basados en el tradicionalismo. El Radicalismo, y fundamentalmente H. Irigoyen, se definen ideológicamente por su adhesión a este tipo de postulados espiritualistas, irracionales, etc. H. Irigoyentuvo una adhesión bastante marcada a la filosofía de Krause, un filósofo alemán, en boga en esos momentos en el país, que ponían un énfasis muy cargado en la moral, en el bien común, etc. Lo importante es advertir cómo a nivel ideológico, esta posición contraria a la modernización y al auge de la ciencia y de la técnica, está puesta de manifiesto en estos sectores medios que acceden al poder. Sintetizando puede verse que en este primer período de acceso al poder de los sectores medios, lo que define toda su conducta es el intento de democratizar lo existente, democratizar las instituciones que ya existen, sin intentar cambiarles la orientación, el contenido, etc. Sólo se pretende permitir se acceso a ellas y, en la vida interna de esta instituciones, también garantizar la participación en el gobierno de todos los sectores que lo componen. Recordar que en la Reforma del 18, la consigna básica es la participación en el gobierno por parte de los estudiantes. Si leemos la antología de Gabriel del Mazo nos encontramos que este tipo de planteos no son aislados. En un sector muy grande de los dirigentes reformistas se observa una posición muy fuerte, de tipo antipositivista y de rescate de ciertos postulados del irracionalismo y del espiritualismo, que comienzan a surgir como filosofías dominantes. Desde la Ira. Guerra mundial. Fue ese hecho precisamente, el que determinó la quiebra de la esperanza en el progreso indefinido. Comienza a surgir este tipo de planteos; que son tomados por los sectores medios para oponerse ideológicamente a la Oligarquía. Lo que se había conseguido en el 16, al desalojar a la Oligarquía del poder político, se consigue a nivel universitario recién en el 18. Por supuesto, esto no es homogéneo; también puede destacarse la presencia de sectores que ~ 25 ~ EQUIPO TÉCNICO Esto es interesante porque indica que la transformación en la Universidad fue posterior a la transformación en el resto de la sociedad. Después, el proceso se da a la inversa. Siempre los cambios aparecen mucho más fáciles de conseguir en la universidad que en el resto de la sociedad. En 1916, en cambio, se accedió al poder político primero y después se consiguió desalojar a la oligarquía de la Universidad, a través de la liquidación de las Academias que eran los organismos de gobierno universitario que existían en esos momentos. Pero siguiendo el análisis se tiene que la heterogeneidad de los sectores medio produjo internamente una diferenciación bastante marcada que se tradujo políticamente por la diferencia entre H. Irigoyen, cuyo arraigo fundamental está en las masas urbanas populares, y Alvear, sucesor de Irigoyen y representante de los sectores más reaccionarios del radicalismo. Lo interesante es que esta diferenciación interna en los sectores medios permite apreciar un fenómeno muy importante: en cuanto la pequeña burguesía alcanza su incorporación a las estructuras de las instituciones existentes, comienza a desarrollar una política antidemocrática con respecto a los que vienen de abajo. Esto se pone ya de manifiesto en el primer período radical, entre los años de gobierno de Alvear. Cuando sube Alvear, por ejemplo, muchas de las conquistas de la Reforma Universitaria son liquidadas y, en el ámbito educativo, se vuelve a hablar (aunque no se llegue todavía a desarrollar una política en este sentido) y a reivindicar los últimos años de política educacional de la Oligarquía. Se menciona nuevamente la necesidad de la enseñanza técnica, de las buenas intenciones de los proyectos de Magnasco y de Saavedra Lamas, etc. Esto en el período de Alvear, no llega a concretarse. Pero sí se concreta, en términos muy generales después del 55. Por supuesto no son los sectores de clase media baja los que suben al poder en esa fecha, sino los de la burguesía industrial, o por lo menos, los sectores más altos de la clase inedia, quienes desarrollan una política educativa fundamentalmente destinada a cortar el proceso de democratización educacional que se había iniciado en el período peronista. Porque el peronismo, si algo consiguió en materia educacional, en términos de democratización, fue completar el ingreso de la clase media al sistema educativo. O sea que ella se incorporó ya en forma total, en el período peronista. Ya no existía ningún límite. Ya no había ningún nivel que sea limitado para que la clase media ingrese a la educación. La situación de la clase media en el 55, es desde este punto de vista, bastante diferente a la del 16. En el 55, cuando estos sectores medios toman nuevamente el poder ya se han incorporado plenamente al sistema educativo, de tal manera que ahora, de lo que se trata es de cortar este proceso de democratización para establecer una diferenciación clara entre estos sectores y los otros. Graciarena en su libro "Poder y clases sociales en América Latina" refleja esto con palabras que son bastante justas, cuando dice: "Las clases medias han ingresado ya, o están ingresando activamente a todas las esferas importantes de la participación social y política; ya no hay insuperables barreras educacionales, económicas y de prestigio, que impidan a los miembros de la clase media llegar a las posiciones de poder, disfrutar del reconocimiento social, etc. Por esta razón, las aspiraciones de las clases medias, tendientes a expandir las posibilidades de participación, se ~ 26 ~ EQUIPO TÉCNICO han reducido y hasta muestran señales de tender a desaparecer. Ya no es necesario producir rupturas, sino que se trata más bien de presionar para mantener las brechas ya abiertas, pero no de derribar muros. De manera que a las clases medias no les conviene mucho, en estos momentos, promover políticas de extensión de la democratización, porque se destruirán las barreras que ellas mismas están levantando para su protección". que la educación estatal queda reducida a los sectores populares. Y son precisamente estos sectores (siempre manteniendo la noción de heterogeneidad que caracteriza a los sectores medios), esta burguesía urbana, formada por profesionales, comerciantes, industriales de mayor o menor poder, la que promueve esta política, sobre la base de la necesidad de diferenciarse del resto de los sectores sociales; diferenciarse a través de toda una serie de pautas de prestigio, status, etc., que son las que otorga un sistema privado: el uniforme, el distintivo, etc. Los indicadores más elocuentes de estos filtros, levantados por estos sectores que nuevamente están en el poder, son los relativos a la privatización de la enseñanza. No es casual que sea a partir del gobierno de Frondizi que la privatización de la enseñanza asuma caracteres, desde el punto de vista estadístico, bastante significativos. Para la Enseñanza Media, por ejemplo, la enseñanza privada en los 10 años que van del 55 al 66 alcanzó, al finalizar este período el 37%. En algunas ramas de la enseñanza media este porcentaje fue mucho más alto. En el ámbito del magisterio, por ejemplo superaban el 50%, o sea que había muchos más alumnos en las escuelas normales privadas que en las estatales. En el campo de la Universidad, la creación de universidades privadas, también está marcada por esta necesidad, ideológica por un lado y de prestigio por el otra. ¿A partir de que se crean las universidades privadas? Se podría pensar que se crean a partir de la necesidad que tiene la sociedad: de satisfacer la formación de recursos humanos a través de instituciones que el estado no establece. Esta sería el modelo básico de los países centrales, Inglaterra, EEUU, la enseñanza privada surgió promovida por algunos sectores de la sociedad que, ante la carencia del Estado para satisfacer sus necesidades de recursos humanos, establecían sus propias instituciones. Si hacía falta determinado tipo de técnicos y el Estado no los formaba, la empresa ponía una Universidad para formarlos. La tendencia a la privatización fue significativa en los tres niveles: primario, secundario, universitario (recordar el famoso debate acerca del art. 28, que sanciona por primera vez en el país la existencia de Universidades privadas) la privatización a nivel educativo significa establecer dos sistemas educativos paralelos que se diferencian fundamentalmente por el origen social de sus alumnos. De tal forma que la oferta del sistema educativo de tipo privado está destinada a las clases medias y altas, mientras En nuestro país no es esta la situación; si bien se dio esto como argumento en el debate, los datos mostraron después elocuentemente que la Universidad privada, no solo redujo el déficit del sistema educativo estatal, en cuanto a la formación de recursos humanos, sino que los acentuó totalmente. ~ 27 ~ EQUIPO TÉCNICO No hay universidades de tipo técnico; son todas Universidades con carreras tradicionales, porque para poner universidades de tipo técnico hacen falta muchos recursos, y acá no son los organismos empresarios e industriales los interesados en poner universidades privadas. Nuestra industria es fundamentalmente subsidiaria de casas centrales que están en el extranjero, de tal manera que la investigación, etc. se hace allá, no acá. Aquí se reciben todos los productos elaborados en el país de origen, de tal manera que no hace falta formar recursos humanos de alto nivel. Entonces los que están interesados en crear universidades privadas son agencias predominantemente ideológicas (la Iglesia) y otros organismos destinados a socializar, en un ámbito que no tenga los peligros que tiene la Universidad pública, que, después del 58, se ha convertido en un ámbito de socialización política muy fuerte. Los hijos de sectores medios y altos no pueden verse expuestos a este tipo de socialización y hay que garantizarles un camino distinto, más tranquilo, más seguro, que no los ponga en contacto con el hervidero político que son las universidades nacionales. Psicología, etc.) en última instancia es esto: impedir que socialice a la gente en teorías que cuestionan el sistema social. ¿Dónde se va a formar la clase política que hace falta en Argentina? En otras instituciones que pueden ser de tipo educativo o no. Del 66 en adelante aparentemente ha quedado demostrado que la socialización política se da en el Colegio Militar y no en las instituciones educativas oficiales, o sea que la clase política sale de las instituciones militares y no de las universidades privadas. Si se toma la nómina de todos los funcionarios políticos de la "Revolución Argentina", un porcentaje de ellos son egresados de la universidad católica, y en menor medida del Salvador. Quiere decir que la élite política del régimen ha sido formada en estas instituciones y no en las Universidades Nacionales. Esta orientación de la política educativa de los sectores medios está marcada a partir del 55, por un claro intento de parar el proceso de democratización a través de la privatización del sistema educativo pero además esta política fue acompañada por una serie de medidas que, bajo el esquema de la modernización educativa, tuvieron una orientación claramente antidemocrática. Sobre esta base se crea un sistema paralelo con una doble función: por un lado la función social de diferenciación y por otro lado, la acción política de impedir que se formen dentro de ese ambiente. Esto va tomando cada vez más cuerpo, cada vez se va advirtiendo con mayor claridad, que la clase política formada a través de las instituciones de educación oficiales no sale ideológicamente formada de acuerdo a los cánones esperados por la clase dominante. Entonces hay que garantizar otros lugares de formación. Todo el intento de impedir el desarrollo de carreras humanísticas (Sociología, Ciencias, Políticas, Es después del 55, cuando surgen en forma masiva a nivel universitario todas las prácticas de tipo limitacionista: exámenes de ingreso a nivel universitario y secundario, que están destinados a regular el acceso de la población a la estructura educacional, Si se toma los datos relativos a los exámenes, se da cuenta de que estos exámenes de ingreso han logrado controlar bastante bien el acceso a la Universidad. Es preciso aclarar que en algunos momentos la presión estudiantil impidió el ~ 28 ~ EQUIPO TÉCNICO normal desarrollo de este proceso, debe tenerse en cuenta que el análisis de estos hechos tiene que estar enmarcado en el ámbito general de la lucha de clases. el desarrollo económico y todo el desarrollismo en su conjunto toma cuerpo; es el momento en que todo el mundo coincide en la necesidad de modernizar el sistema educativo, orientándolo hacía carreras nuevas. Sin embargo, el crecimiento de la matrícula universitaria desde el 55 en adelante, lo mismo que el crecimiento de la matrícula a nivel secundario y primario, bajó en un porcentaje bastante alto con respecto al crecimiento que había tenido hasta ese momento. Hay un trabajo de David Wiñar, CYCE, sobre algunos aspectos de la enseñanza técnica en el período peronista, donde hay datos sobre lo que pasa con el crecimiento de la matrícula. Por ejemplo, la tasa de crecimiento de la matrícula universitaria en el periodo del 35 al 45 fue de 7,2%, del 45 al 55, del 13,3%, del 55 al 65 del 4,9%. Es decir que de una tasa de crecimiento del 11% en el periodo peronista se pasa a una del 4% en el periodo posterior; esto en cuanto a la universidad. Para la enseñanza primaria, en el periodo del 45 al 50, la tasa de crecimiento fue del 2,3%; del 50 al 55 del 3,8%; del 55 al 60 del 1,4%; y del 60 al 65 de 1,0%. Es decir que en los tres niveles se advierte un descenso muy marcado en las tasas de crecimiento de la matrícula. Esto es el indicador más elocuente de una política educativa de corte antidemocrático. Correlativamente con todo esto está lo que dijimos antes acerca de la privatización. La experiencia a nivel universitario más profunda es la iniciada en la Universidad de Buenos Aires durante el rectorado de Risieri Frondizi, en el sentido de que aparecen carreras nuevas, aparecen nuevos servicios, se le da una importancia muy fuerte a la investigación, a algunas otras funciones como la orientación vocacional, la extensión universitaria, etc. Hay todo un proceso realmente de cambio, auge de las carreras y de la investigación en el ámbito de las ciencias exactas. Todo esto, e inclusive el auge de nuevos modelos organizativos, la cuestión de la departamentalización de la Universidad, etc. constituyen los que ha dado en llamar modernización. Hay muchos autores que han criticado este proceso de modernización asociándolo con la penetración imperialista, Se ha sostenido muchas veces que la modernización iniciada en el ámbito educativo en todo este período ha sido una modernización obtenida por presión de las potencias imperialistas, que para sus necesidades exigen un tipo de orientación distinta en cuanto a los contenidos de la educación. El estudiante de izquierda en todo este proceso se opuso muchas veces a las medidas concretas, tendientes a modernizar la educación en todo este período, su opuso a la departamentalización de la Universidad, a la política de subsidio para las investigaciones técnicas dentro del marco universitario. Hubo una política de lucha basada en el argumento Toda esta orientación se da complementariamente con fundamentaciones y con planteos programáticos que enfatizan la necesidad de modernizar la educación. A partir del 55 asistimos a nivel de las teorías pedagógicas y de las políticas educativas, un crecimiento notable de los planteos tecnocráticos. La relación entre la educación y ~ 29 ~ EQUIPO TÉCNICO de la penetración imperialista. Sin embargo nunca una clase dominante, en los países dependientes adopta modelos del extranjero, sólo para satisfacer necesidades de las potencias imperialistas. Bajo la advocación de la modernización se legitimaron los exámenes de ingreso, se determinó que había que aplazar a tanta gente porque no hacía falta, etc. La modernización también cumplió un papel ideológico bastante importante, en el sentido que justificó la tendencia a cortar el proceso de democratización que se había iniciado básicamente en el periodo peronista. Nuevamente después del 55 la modernización se hace sobre bases antidemocráticas, así como la democratización que se logró en el período se hizo sobre bases tradicionales. Sobre esta base, hacemos el siguiente esquema en que encuadramos las políticas educativas desde 1880. Vimos el caso del Positivismo, en cuanto a que el Positivismo reunía todas las condiciones tanto con respecto al exterior, como con respecto al interior; lo mismo sucede en este caso. Por un lado es cierto, satisface ciertos intereses imperialistas en cuanto a la orientación de ciertas pautas de investigación, etc.; por el otro, internamente, este esquema de modernización justificó toda la política antidemocrática. Democratización Modernización Modernización Total Modernización Parcial Tradicionalismo Democratización Interna Democratización Externa 1918-190 19551966 Democratización Total Antidemocratizacion 1900-1919 1966-1972 1930-1945 Si se trata de ubicar las diferentes políticas educativas dentro de cada una de estos casilleros, se va a encontrar con que la oligarquía siempre desarrolla una política de modernización parcial del sistema educativo, pero con un esquema antimocrático. Es decir, modernización parcial, en tanto intentó crear carreras nuevas, alternativas nuevas a nivel medio y a nivel primaria con las reformas Magnasco, Saavedra Lamas, etc. A nivel universitario, las creaciones de las Universidades regionales con carreras técnica. Es decir, modernización parcial, pero antidemocrática. antidemocrática. En el caso del peronismo la suya fue una política tradicional, con democratización externa pero sin democracia interna. Lo que no vemos es la unión de una democracia total con la modernización total. Ninguna de estas clases sociales que se han alternado en el poder, en nuestro país ha sido capaz de garantizar una política educativa que realmente satisfaga las exigencias de una modernización en el sentido amplio, lo cual parece demostrar que esta incapacidad es una incapacidad que proviene de su propio lugar en la estructura social. No es una incapacidad determinada por otros factores sino que estas Si tomamos el periodo del 30 al 45 de la Oligarquía, fue una política tradicional y ~ 30 ~ EQUIPO TÉCNICO clases son hacerlo. orgánicamente incapaces de antidemocrática, que está al servicio de las necesidades del sistema social, es la clase obrera. Esto hace pensar que la única clase que orgánicamente puede estar interesada en desarrollar una política que cumpla con estas dos exigencias, o sea una política que garantice una democracia absoluta en el acceso y en el funcionamiento del sistema educativo y además,. Una política moderna que no corra los riesgos de ser El peronismo tampoco fue capaz de garantizar esto, en tanto no constituyó un efectivo poder obrero, en términos rigurosos sino que fue una alternativa en la que participaron diferentes sectores sociales, pero la hegemonía de esa alianza estuvo dada por la burguesía, no por la clase obrera. EL PROYECTO DE LOS SECTORES POPULARES Tanta esta denominación, como las dos denominaciones anteriores, tiene como eje la variable política. Durante el primer período, el tipo de poder político que se establece en el país es el que denominamos con el término oligarquía. En el año 1916, con el ascenso al poder de Yrigoyen, se establece la incorporación de los sectores medios al poder político, y en el año 1945, se produce la incorporación de los sectores populares al poder político. posible interpretación del fenómeno que está sujeto a toda discusión. La cuestión es ofrecer una mínima base que permita analizar el hecho educativo dentro de una interpretación más global del peronismo. Y esa interpretación global puede quedar enmarcada en el concepto de populismo, que fue analizado fundamentalmente en los términos teóricos más generales por los teóricos de la dependencia (Cardozo, Faletto, Francia, Weffort, etc. que analizaron el populismo en Argentina y otros países latinoamericanos). La dificultad más seria para analizar la educación en el período peronista es la ausencia de una concepción global acerca del peronismo. Evidentemente, las interpretaciones que se han dado está aún sometidas a discusiones. No se ha producido un proceso de decantación que permita ofrecer, acerca del fenómeno del peronismo, una interpretación que goce de cierto consenso mínimo, por lo menos en algunos puntos esenciales, como el que existe acerca del período oligárquico o del período de Yrigoyen. Han sobre esto últimos elementos sobre los cuales no hay discusión. No pasa lo mismo con el peronismo. Proponemos una La diferencia más importante entre el peronismo y el resto de los movimientos populistas de América Latina reside precisamente, en la vigencia histórica del peronismo, que ha logrado evolucionar adaptándose a diversas circunstancias manteniendo la adhesión permanente de la clase obrera. Con este término (populismo) lo que se quiere significar es, por un lado, el hecho de que a través de este tipo de experiencias, las clases populares se incorporan a la vida política, ~ 31 ~ EQUIPO TÉCNICO comienzan a tener peso, a tener participación en la esfera de la decisiones. Sin embargo, esta participación es una participación dependiente o sea que no altera las bases de dominación del sistema, sino que las deja intactas, pero sin embargo, la presencia política de estos sectores obliga a la élite dominante a elaborar una política fundamentalmente basada en la distribución de los ingresos, favoreciendo a los sectores populares. No se quiebran las relaciones generadas en los períodos anteriores, especialmente del período oligárquico, sino que se transforman sin llegar a un cambio substancial. privada no es eliminada. Las relaciones entre patrón-obrero, explotador-explotado se siguen manteniendo a pesar de que la redistribución de la riqueza favorezca a la clase obrera y de que el régimen, en su conjunto, aparezca como más igualitario y socialmente más justo. Intentaremos abordar ahora la educación en el período peronista. Como punto de partida en el análisis debemos tener en cuenta que en el peronismo aparecen contradicciones o ausencia de correspondencia entre las distintas esferas de acción política, esto se dio porque toda alianza de clases no elimina, ni mucho menos, la lucha por la hegemonía en cada uno de los sectores de la estructura social. En función de esta lucha, la educación sistemáticamente quedó predominantemente en manos de los sectores clericales que respondían al nacionalismo de derecha vigente en la década anterior. Sus resultados fueron asumidos y se tradujeron en una serie de medidas muy importantes, entre las que se destaca la implantación de la enseñanza religiosa en las escuelas primarias. Esto puedo hacerse en condiciones históricas específicas, (la época de post¬guerra, por ejemplo) en la cual los intereses del sector más débil de la burguesía industrial, los de la clase obrera y los de una institución específica con el Ejército, coincidiera en una política común. La política básica del peronismo consistió, como lo dijo Perón en hacerle ganar más a los industriales y hacerles ganar más a los obreros. En el debate que se hizo cuando la discusión de la incorporación de la enseñanza religiosa a las escuelas, los diputados peronistas sostenían, sintéticamente, lo siguiente: hay dos concepciones de la vida: la religiosa, católica, cristiana, basada en el respeto a la propiedad privada y la materialista, con un sistema comunista de vida que anula la familia y termina por imponer la concepción del Estado en todos los niveles.. La escuela tiene que estar al servicio de una concepción de la vida, tiene que difundirla, y no puede, bajo ningún punto de vista, permanecer neutral. Por eso es que en el régimen peronista, la política de la Iglesiano llega a constituirse en una política tendiente a favorecer la creación Para poder efectivizar una política de este tipo es preciso que el Estado, el poder político, se constituye en una especie de arbitro entre las presionas de las distintas clases sociales que están participando en esta alianza y a las cuales hay que satisfacer de determinada manera. Por eso es típico de los movimientos populistas, el énfasis en ciertas categorías unificadoras tales como Nación, Patria, etc. Lo peculiar de los regímenes populistas es que, en última instancia, la hegemonía de este aparente equilibrio de fuerzas, sigue estando en manos de la burguesía. Las relaciones capitalistas no son alteradas. La propiedad ~ 32 ~ EQUIPO TÉCNICO de un sistema privado de enseñanza, sino que trata de utilizar el sistema estatal para difundir su ideología. No necesita crear su propio sistema, sin que utilices el estatal y, a través de éste, difunde sus principios y sus teorías. 1915-1930, revolución del 30; de 1930 a 1945, comienzo del régimen peronista y de 19445 a 1955. Lo que se advirtió a través de ese trabajo es que la ideología que difunde la escuela, al menos a través de los libros de texto, no varía prácticamente en dada, desde 1900 hasta 1952, en que el segunda Plan Quinquenal establece la obligatoriedad para todos los textos escolares de difundir la doctrina justicialista. Es así que en este marco ideológico, el peronismo tendió fundamentalmente a eliminar las diferencias de clase, insistiendo reiteradamente en que la lucha de clases no existe, y en cambio debe existir una concepción común de intereses nacionales. La Nación se presenta, en este esquema, como una entidad que está por encima de las clases sociales, De acuerdo a este esquema todos debemos sentirnos identificados con la Nación, y cada uno desde su puesto, debe contribuir a su engrandecimiento y a su desarrollo. Entonces, es necesario que el obrero cumpla su papel y que el industrial y el estanciero cumplan el suyo. Hasta ese momento son prácticamente inalterables los contenidos ideológicos que se basan, fundamentalmente, en la utilización de categorías totalmente abstractas, Un ejemplo muy claro de este carácter abstracto de las categorías ideológicas lo constituye el tratamiento dado al concepto de Nación. La Nación es definida de tal manera que esa Nación puede ser Argentina, Francia, Inglaterra o la China. Porque se la define por el azul de nuestro cielo, las montañas que la rodean, por el pasto que abunda, etc.; o sea, nociones totalmente abstractas que no definen concretamente a esta Nación como la nuestra. Los personajes que aparecen son personajes a los que podemos llamar, en términos sociológicos. Típicamente universalistas; personajes desclasados (que no pertenecen a ninguna clase social). La zona de conflicto en los-libros de lectura no existe. Las instituciones también son toda universalista, es decir, del tipo de instituciones donde todo el mundo se siente identificado. Toda la ideología dominante parece expresarse, a través de estos personajes y de estas instituciones definidos en términos universales, válidos para todos. No son instituciones concretas, no personajes concretos de clases sociales definidas. Obviamente, el nacionalismo peronista tiene diferencias muy significativas con el nacionalismo oligárquico de la década del 30. Esas diferencias provienen, básicamente del soporte social de cada una de estas expresiones ideológicas. El nacionalismo popular se basa, precisamente, en el soporte que le ofrecen las clases populares y, en ese contexto, la defensa de la Nación asume un fuerte contenido antiimperialista. Para ejemplificar daremos algunas conclusiones de una trabajo de la cátedra de Historia de la Educación Argentina. Universidad de La Plata, sobre el análisis del contenido de los libros de lectura de la escuela primaria, análisis de contenidos en términos ideológicos, desde 1900 hasta 1955, dividiéndolo en periodos de 15 años, que coinciden con cambios políticos importantes: 1900-1915, subida de Yrigoyen; ~ 33 ~ EQUIPO TÉCNICO Cuando eventualmente aparecen personajes o instituciones "particularistas" lo hacen con connotaciones interesantes. La presentación de personajes representativos de las clases altas se da generalmente precedida por una historia según la cual ese señor, en sus orígenes apenas sabía leer y escribir y trabajaba todo el día y ahorró dinero a fuerza de sacrificios. Una lectura, por ejemplo, dice lo siguiente: "en esa época la tierra era muy barata, entonces con sus pequeños ahorros, compró tierras y en base al esfuerzo fue constituyendo su fortuna, de la que ahora, goza". Así presenta la clase dominante a sus personajes, cuando los presenta. Cuando presenta a los otros, a los obreros por ejemplo, los presenta viviendo en el colmo de la felicidad. Una lectura escrita por un educador de cierto renombre en esa época, Pablo Pizurno, hablando de la vivienda dice que, por supuesto, hay viviendas para ricos y viviendas para pobres. Las viviendas de los pobres no tienen baños suntuosos, electricidad, cocinas grandes, alfombras, cuadros, pero sin embargo tienen el sol que calienta mejor que cualquier estufa; no tienen baño pero tienen la laguna para bañarse; tienen más aire, sin más saludables que las casas de los ricos. difundida hasta ese momento es que el actor de la historia es el individuo y no el pueblo ni las masas en su conjunto. No fue el pueblo, la clase trabajadora la que consiguió la nacionalización de las empresas sino que fue el General Perón, Cierto paternalismo, la imagen del benefactor con la cual se lo relaciona a Perón, a Eva Perón, son constantes. Inclusive un tema que podrá prestarse más fácilmente para que el actor fundamental sea el pueblo, como el de las lecturas referidas al 17 de octubre, también es presentado como la epopeya en la cual es actor central es el General Perón y no el conjunto de la población que salió a la calle en ese momento. Otra característica de estos libros es que los personajes universalistas, se bien siguen manteniendo la hegemonía, aparecen con menos frecuencia. El obrero, aparece más seguido. El Sindicato aparece como institución, etc. Sin embargo, es notable como los mecanismos básicos se mantienen. Se mantiene al individuo como el motor de la historia, se mantienen ciertos postulados centrales tales como "todos debemos contribuir al bienestar de la Nación, etc.". Todo esto sigue vigente. Lo interesante es que a partir de 1952, fecha en que se inicia el período en el cual los libros obligatoriamente debían reflejar y difundir la ideología peronista, se notan algunos cambios importantes. La Nación es definida en forma concreta. La Nación es Gas del Estado, los Teléfonos Argentinos. La Marina Mercante. A través de ese tipo de temas, como el de las empresas nacionalizadas, etc., es como se define la Nación; pero con el complemento de que todo eso se lo debemos al General Perón. O sea que lo que mantiene la ideología dominante en común con la ideología Es interesante señalar, también, como el peronismo necesitó, al menos en los últimos años de su gobierno, utilizar a la escuela para difundir este tipo de postulados. Y es también importante que después del 55 se vuelvan a usar los libros escritos antes del 45. Incluso en la actualidad en la escuela primaria se usan libros escritos en aquel período con ediciones nuevas. La impresión es que cada vez más los libros acentúan la tendencia a eliminar cualquier posible referencia a problemas ~ 34 ~ EQUIPO TÉCNICO conflictuales; cualquier cosa que tenga que ver con un problema de diferenciación ya ni siquiera se menciona. El obrero, el pobre, etc. ya ni aparecen. Muchas veces se utiliza como recurso ciertos elementos estilísticos o de tipo estético que contribuyen a ocultar cualquier referencia conflictiva en los libros de lectura. hubo una evolución que no cambia demasiado las cosas ya que en lugar del 70% se fue al 65%, pero es un porcentaje un poco más alto. Tomando el grupo del 55 al 61, el porcentaje sigue manteniéndose en el 65%, o sea que no siguió la tendencia en aumento de la retención sino que se estacionó. Todo esto en cuanto a la función ideológica de la educación en el período peronista, definida como un intento de impedir a través de esta ideología un poco mezclada, que intenta conciliar intereses objetivamente contrapuestos, en función de una determinada coyuntura histórica. Pero acompañando esto, el peronismo desarrolla una política educacional que se define a través de la noción de democratización externa del sistema educativo. Los indicadores más elocuentes de la democratización se reflejan en el aumento de la tasa tanto de la enseñanza media como de la universitaria. Al mismo tiempo, la democratización externa se da con la creación de alternativas nuevas de educación, que canalizan el avance de los sectores obreros en el sistema educativo por una vía especial. O sea que de alguna manera el peronismo volvió a estructurar esa diferenciación del sistema educativo en dos modalidades. Una para la clase obrera, otra para el resto de la población; inclusive llegó a elaborar esa alternativa para la clase obrera hasta nivel universitario. Creó las escuelas fábricas a nivel de la enseñanza media y la universidad obrera a nivel terciario que ahora es la universidad tecnológica. Las tasas de aumento de las matrículas en los tres niveles son las tasas más altas, por lo menos en lo que va del siglo XX, especialmente en la enseñanza media y universitaria, porque la primaria ya en el 45, había alcanzado un desarrollo bastante sostenido. En este nivel, el peronismo tendió a resolver el problema de la deserción. Parece ser que durante la época del peronismo bajaron los porcentajes de deserción hasta un nivel cercano al del 40%, nivel que volvió a aumentar después del a partir del 55. Todo esto tiene connotaciones bastante importantes. El prestigio social que otorgan los títulos dados por la universidad obrera en ese momento y ahora mismo por la Universidad Tecnológica, es mucho menor que el prestigio que se obtiene a través de un título de la Universidad Nacional. Es decir, que crea una vía para la clase obrera, una vía completa pero desvalorizada, de menor prestigio que la vía tradicional que se mantuvo para los sectores medios y altos. Veamos las estadísticas para la retención escolar tomando las cohorte que empieza en el 44 y termina en el 50 (los inscriptos en 1° inferior de 1944 y egresados en la escuela primaria en el año 50); hubo un porcentaje de retención del 30% o sea que la deserción era del 70%. Tomando el grupo que entró a la escuela primaria en el 49 y egresó en el 55, la tasa de retención fue del 35%. Es decir que En este sentido los análisis que se han hecho, permiten inferir que el peronismo permitió a la clase media incorporarse totalmente al ~ 35 ~ EQUIPO TÉCNICO sistema educacional. Ya no había ningún muro, ninguna barrera para la clase media. La clase media no tuvo ningún problema con la escuela primaria, ninguno en la escuela secundaria y algunos, muy pocos, en la Universidad. Medicina tenía 16.000 inscriptos en 1945; y 42.000 en 1955. Derecho tenía10.000 inscriptos en el 45 y 34.000 en el 55. Ciencias Económicas tenía 6.000 inscriptos en el 45 y 26.000 en el 55. Al mismo tiempo Agronomía y Veterinaria subieron de 1.900 alumnos en el 45 a 2,500 en el 55, Ciencias Exactas y Naturales tenían 2.000 alumnos en el 45 y 3.400 en el 55. A nivel universitario, el peronismo elimina el examen de ingreso y elimina los aranceles. Cualquier tipo de barrera de tipo económico para entrar a la universidad queda eliminada. Lo interesante, en cuanto a la Enseñanza media, es que allí sí el aumento por la modalidad indica un cambio bastante significativo: la tasa de aumento en el caso de la escuela comercial y de la industrial son bastante más altas que las tasas de aumento del Bachillerato, de la Escuela Normal. Esto está dado, fundamentalmente por el auge de las escuelas fábricas y de las escuelas de tipo técnico que crea el peronismo y una serie de establecimientos especiales en el interior del país, etc. Es paradójico, pero, evidentemente, la clase social más beneficiada por el peronismo fue la clase media. A pesar de que ideológicamente fue la más antiperonista. Y evidentemente fueron, desde el punto de vista educativo, los más beneficiados. El peronismo permitió su incorporación masiva, y esto explica el comportamiento posterior de la clase media en cuanto a su política educacional. Esta democratización externa (es importante mantener esta nación de que la democratización de la educación fue externa, en el sentido de que permitió que nuevos sectores sociales se incorporaran a la educación) se dio manteniendo las pautas tradicionales, tanto en los que hace a la orientación de los estudios como lo que hace al régimen interno de la vida escolar, especialmente en los niveles superiores. Podemos preguntarnos por qué se ha dado este fenómeno a nivel de la Enseñanza Media y no en la Universidad. Es probable que la gente que egresaba de esta escuelas fábrica o industriales no pudiera seguir después en la Universidad, porque los que seguían la vía de la universidad tecnológica eran muy pocos. La Universidad Obrera Nacional tuvo, durante todo este período muy pocos alumnos porque, entre otras razones, el proceso de industrialización llevado adelante por el peronismo es un proceso que sigue, de la industrialización iniciada en 1930, que es industrialización muy limitada y ligada profundamente a algunas actividades de la industria textil y de alimento. O sea sigue las pautas de una industrialización por sustitución de importaciones. Desde el punto de vista de la orientación, la evolución de la matrícula en el periodo peronista que va del 45 al 55, marca un aumento muy importante en las carreras tradicionales: Medicina, Derecho, Ciencias Económica, fundamentalmente. Son esas las carreras universitarias más favorecidas por los nuevos sectores que se incorporan a la Universidad. ~ 36 ~ EQUIPO TÉCNICO Los intentos que se hacen por concretar una industria de más alto nivel no llegan a concretarse. De tal manera que la absorción de recursos humanos en este nivel, no exige un personal de tipo universitario, sino que se satisface con mano de obra capacitada a nivel medio por las escuelas industriales, las escuelas fábricas, etc. desechando las que estaban en boga, por considerarles teorías pedagógicas importadas, elaboradas en los países centrales y que no se adecuaban a las necesidades del desarrollo autónomo de nuestro país. Este es interesante señalarlo como indicio aunque no llega realmente a concretarse. Esta idea de crear una pedagogía nacional aparece enunciada en el Segundo Plan Quinquenal, donde se enuncia la necesidad de elaborar una didáctica nacional que termine con la pedagogía importada, producto de los países imperialistas, etc. Esto no llega a concretarse, porque para la elaboración de esta pedagogía nacional, el peronismo se apoya en los teóricos del espiritualismo nacionalista de derecha, que son profundamente reaccionarios. Los datos sobre esto indican que el proceso de crecimiento de matrícula fue anterior el peronismo; por ejemplo, la tasa de crecimiento de la escuela industrial en el período del 35 al 45 fue del 12,5%, del 45 al 55 fue del 12,4%, O sea que esta tendencia de aumento significativo en la escuela industrial no empieza con el peronismo sino que empieza mucho antes. Se inicia paralelamente al proceso de industrialización por sustitución de importaciones. El peronismo en esto no innova y lo notable es que después del 55 -en el período que va del 55 al 65- la tasa de crecimiento de los colegios industriales baja al 3,1%. Finalmente, quisiera destacar que todo análisis de la educación peronista no puede desconocer la importancia de los elementos no sistemáticos que se desarrollaron en este período. Una buena parte de la tarea pedagógica del peronismo se dio al margen del sistema educativo formal; se crearon otras instituciones que tuvieron una alto valor educativo, -malo o bueno, eso es una cuestión de evaluación- pero que no fueron las instituciones escolares. Evidentemente el conjunto de la población participó en actividades que tuvieron una gran importancia educadora en un sentido más amplio y que no fueron precisamente las de las instituciones escolares ya reconocidas. Esto habría que verlo a través de los sindicatos, a través de las unidades básicas y de toda esa serie de organismos de participación que creó el peronismo y que originaron una nuevo tipo de modalidad de socialización que es muy difícil de evaluar, porque hay muy pocos elementos, pero que hacen que se incompleto cualquier análisis de la educación en el período Vemos como esta democratización de la enseñanza se hace desde el punto de vista de la orientación de los estudios, manteniendo las pautas tradicionales. Desde el punto de vista del contenido, también se hace manteniendo pautas tradicionales, vinculadas con la ideología del nacionalismo de derecha. Y es interesante completar este panorama de la política educativa del peronismo con el intento fallido, pero que se enuncia por primera vez, de elaborar lo que se llamó una pedagogía nacional. El peronismo, retomando muchos de los elementos incipientemente difundidos en la década del 30, enfatiza la necesidad de elaborar una teoría pedagógica nacional, ~ 37 ~ EQUIPO TÉCNICO peronista sin tener en cuenta este tipo de factores. Con este análisis de la educación en el período peronista que está sujeto a discusión y abierto a la posibilidad de nuevos aportes, damos por finalizado este análisis de los distintos proyectos educativos que se dieron en Argentina las clases sociales que tuvieron en sus manos el poder político. Por último es probable que se pueda establecer la hipótesis de que el régimen peronista, entre otras cosas, permite valorar la ausencia de un proyecto educativo proveniente de los sectores de clase obrera, ya que ni siquiera los sectores de clase obrera que participaron activamente en el peronismo fueron capaces de elaborar un proyecto de educación autónomo. Es este un modesto aporte para desentrañar cómo se ha ido dando la educación en nuestro país, aspecto de la realidad nacional de trascendental importancia. TEXTO II: DUFOUR, GUSTAVO; Algunos rasgos generales del sistema educativo argentino. “El rol de los supervisores e inspectores en el gobierno del sistema educativo argentino”. Buenos Aires. Aique Educación, 2008. DUFOUR, GUSTAVO: Licenciado en Ciencia Política. Magister Artis en Administración Pública y candidato a Doctor en Gobierno y Administración Pública de la Universidad Complutense de Madrid. Investigador de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés. Profesor de Ciencia Política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (sede Buenos Aires) y Profesor de Ciencia Política (en grado y posgrado) de la Universidad de San Andrés. Codirector de POSTData, Revista de Reflexión y Análisis Político, y editor ejecutivo de “El Debate Político”, Revista Iberoamericana de Análisis Político. ~ 38 ~ EQUIPO TÉCNICO ALGUNOS RASGOS GENERALES DEL SISTEMA EDUCATIVO ARGENTINO Desde mediados de la década de 1990, la reflexión académica en el ámbito educativo comenzó a incorporar, de modo creciente, una clave analítica e interpretativa muy útil para el análisis de las transformaciones experimentadas por el sistema educativo: la dimensión político-institucional de las reformas. El análisis y la comprensión de la evolución que ha experimentado el gobierno de la educación en la Argentina exigen prestar atención tanto al diseño constitucional formal como, y muy en especial, a la dinámica peculiar de las relaciones intergubernamentales en el país. de competencia exclusiva de las unidades locales y están más allá de la autoridad del Gobierno Nacional; otros asuntos se hallan fuera de la autoridad de las unidades subnacionales, mientras que otros quedan bajo responsabilidad compartida (Dahl, 1996). De este modo, el buen funcionamiento de una estructura federal exige que la relación entre las autoridades nacionales y subnacionales tenga un delicado equilibrio, y se evita que alguna de las partes invada los ámbitos de la otra. En la Argentina, la búsqueda de ese delicado equilibrio se ha visto condicionada, obstaculizada o distorsionada, desde el mismo proceso de conformación del Estado, por la presencia de dos fuerzas con intereses antagónicos: unas con vocación fuertemente centralista, otras con vocación más federal. Esto explica que, más allá de los rasgos federales que, desde sus orígenes, caracterizan el diseño constitucional argentino, la evolución de las relaciones intergubernamentales haya sido mucho más dinámica y compleja de lo que el propio diseño prevé. Desde la perspectiva constitucional, en sentido estricto, la Argentina se caracteriza por ser un país federal con tres niveles de gobierno bien diferenciados: un nivel central, el Gobierno nacional, veinticuatro gobiernos subnacionales, esto es, veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los que la Constitución les reconoce su autonomía; y unos 2000 gobiernos locales (municipios), cuyos márgenes de autonomía dependen de cada constitución provincial. De este modo, nuestro país presenta, según una posición minimalista, la característica definitoria del federalismo, esto es, la garantía constitucional de independencia de los gobiernos subnacionales. La dinámica que han adquirido las relaciones intergubernamentales en la Argentina se ha visto potenciada por la conjunción de innumerables acontecimientos políticos, económicos y sociales, que marcaron la vida político-institucional del país, y que han sido aprovechados por las distintas fuerzas en pugna para promover el desarrollo de sus propios intereses. En este contexto, no resulta sorprendente que el propio modelo federal, Un sistema federal se caracteriza por la presencia de, por lo menos, dos niveles de gobierno, cada uno con sus respectivos derechos y obligaciones, que la Constitución garantiza. En este sistema, ciertos asuntos son ~ 39 ~ EQUIPO TÉCNICO plasmado en la Constitución, haya sido superado por las constantes tendencias, tanto centralizadoras como descentralizadoras, que han acompañado a los ciclos políticos y económicos. Así, tras momentos históricos donde las relaciones intergubernamentales se caracterizaron por un fuerte ímpetu centralista, han seguido otros, caracterizados por una vocación más descentralizadora y federal. por procesos de descentralización, o de transferencia de responsabilidades, sobre la gestión de los servicios públicos desde el ámbito nacional hacia los gobiernos subnacionales. En este escenario inestable, caracterizado por la peculiar evolución de las relaciones intergubernamentales en la Argentina, se inscribe tanto el proceso de construcción del sistema educativo como su evolución posterior. En materia educativa, la comprensión de las relaciones que han desarrollado el Gobierno nacional y los subnacionales exige ir un poco más allá de los rasgos formales establecidos en el diseño constitucional. La evolución del sistema educativo ha estado signada por la alternancia entre tendencias centralistas y federales, una dinámica que es posible comprender solo si se inserta en un contexto político-institucional más amplio. Aun así, sería un grave error querer comprender la relación entre las fuerzas centralizadoras y descentralizadoras desde la lógica de un juego de suma cero. Si bien es posible afirmar que, en ciertos momentos, han predominado las fuerzas centralistas, esa preeminencia no debe conducir a ignorar la posible, y real, coexistencia de ambas tendencias en un mismo período, aunque en ámbitos distintos. Resultaría estéril reducir la dimensión política de las relaciones intergubernamentales a su dimensión financiera y/o administrativa, o viceversa. Sin embargo, el proceso de creciente inestabilidad que ha caracterizado a la evolución del sistema educativo argentino ha intentado ser superado a través de la sanción, en 1998, de la Ley Federal de Educación. En el marco del proceso global de reconversión del sector público que ha experimentado la Argentina durante la década de 1990, esta nueva ley marco, que regula el sistema educativo, ha supuesto la estructuración de un nuevo mapa de distribución del poder y de las competencias, a partir de una redefinición de los roles que deben ejercer tanto el Gobierno nacional como los subnacionales, así como los propios establecimientos educativos. Esto explica que, en momentos de fuerte concentración del poder político (por ejemplo, bajo regímenes no democráticos, donde los gobiernos subnacionales pierden su autonomía), la dinámica de las relaciones intergubernamentales en términos fiscales y administrativos haya seguido una evolución distinta: más descentralizadora. O bien que, en momentos de recuperación de las instituciones democráticas —donde se recupera la dimensión política federal—, se produzcan fuertes procesos de concentración de poder desde el punto de vista fiscal, acompañados ~ 40 ~ EQUIPO TÉCNICO LA CONSTRUCCIÓN Y LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO ARGENTINO La Constitución Nacional de 1853 reconoce la educación primaria como una responsabilidad de las provincias. En su artículo 5, establece que sostener la educación primaria es obligación directa de cada jurisdicción provincial. Sin embargo, por diversas razones, el Estado nacional se encargó, desde un principio, de ayudar a las provincias en el cumplimiento de esa disposición. A partir de la sanción de la Ley 463, de 1871, y la Ley 2737, de 1890, el Estado nacional decidió fomentar la instrucción primaria en las provincias mediante subsidios. Además, a partir de la sanción de la Ley 4874, de 1905, denominada Ley Lainez, el Estado nacional decidió impulsar la creación y el financiamiento de escuelas en jurisdicciones provinciales; de ese modo, violó el mandato constitucional reconocido a las provincias. de los actores privados en la prestación del servicio. Como consecuencia de la sanción de la Ley Lainez, en 1905, el CNE se transformó en el organismo encargado de administrar, en forma directa, todas las escuelas públicas primarias creadas por la Nación en la jurisdicción provincial. De este modo, el CNE se convirtió en el órgano que expresó y ejerció el centralismo en la conducción de la educación primaria. Sin embargo, es preciso destacar que la propia Ley 1420 reconocía la existencia de los Consejos Escolares de Distrito, organismos desconcentrados que dependían directamente del CNE y que operaban en el ámbito de los distritos escolares, como una comisión inspectora dedicada a asuntos principalmente administrativos. En relación con las pocas funciones que se vinculan con aspectos más estrictamente pedagógicos, como la designación de directores, subdirectores o ayudantes para las escuelas de su distrito, no tenían capacidad de decisión, pero se les reconocía capacidad prepositiva, y quedaba la decisión en manos de las autoridades del CNE. En lo que respecta al modelo de organización de la educación primaria, la Ley 1420, de 1884, fue su ley fundamental. Instituyó el modelo de organización del nivel primario en todos los territorios nacionales; estableció los principios generales que rigen la enseñanza pública en las escuelas primarias y, a la vez, reguló la participación del sector privado en la prestación del servicio. La Ley 1420 regulaba la forma de gobierno y de financiamiento de la educación primaria, así como las condiciones para el ejercicio de la docencia. Finalmente, la Ley 1420 reconocía la importancia de la figura del Inspector de Escuela Primaría, responsable de vigilar la enseñanza en las escuelas, de corregir los errores introducidos en el proceso de enseñanza, informar al CNE del resultado de la inspección y de las condiciones edilicias de las escuelas, y de transmitir un informe mensual al presidente del CNE. Estos inspectores dependían directamente de dicho Consejo que, en cumplimiento de sus atribuciones, organizó la inspección de forma territorialmente desconcentrada, tras crear las Inspecciones Con ese propósito, creó el Consejo Nacional de Educación (CNE), órgano dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, cuyas atribuciones eran dirigir, administrar y supervisar la forma de prestación de la educación pública primaria en la capital y los territorios nacionales y, además, controlar y evaluar la participación ~ 41 ~ EQUIPO TÉCNICO Técnicas Generales, encargadas de las tareas de supervisión sobre un determinado grupo de escuelas. más que un simple proyecto de reforma del sistema. En la década de 1940, se produjeron algunas modificaciones significativas. En primer lugar, el Decreto 18411, de 1943, incorporó la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en todas las escuelas públicas, lo que violó uno de los principios básicos de la Ley 1420: la enseñanza laica. Sin embargo, estas modificaciones no alteraron el rol prominente del Estado nacional en materia de educación primaria y secundaria, en lo que respecta a su administración, su regulación y su financiamiento. En relación con la enseñanza secundaria, la historia es bastante diferente. Su expansión y su diferenciación en ramas se originó al ritmo de la propia demanda, de manera paulatina, sin una ley que regulara su estructura y su funcionamiento. Este hecho se cristalizó en un escenario caracterizado por la ausencia de articulaciones entre los distintos actores participantes, públicos y privados, en la prestación del servicio. Recién a través del Decreto-ley 6300, de 1958, se crea el Consejo Nacional de Educación Secundaría (CNES), que generó, por un lado, una instancia de articulación entre los distintos establecimientos de educación media que dependían directamente del Estado nacional y, por otro, un canal de comunicación con los otros actores participantes en la prestación de los servicios educativos, públicos o privados. A pesar de esta diferencia importante con respecto al nivel primario, una característica común a ambos niveles fue la fuerte presencia del Estado nacional en el ámbito de la educación pública, en tanto prestador del servicio, en comparación con los esfuerzos realizados por las provincias. Durante el Gobierno peronista, entre 1946 y 1955, el papel protagónico del Estado nacional en materia educativa se vio acentuado. A través de la Ley 12978, de 1947, se refrendó el Decreto 18411 y, a través de la Ley 13047, se instituyó y reguló el subsidio estatal a la educación privada. Es importante recordar que, en este período, se produjeron también algunas modificaciones sustantivas en la administración y en el gobierno del sistema educativo. En el período 1946-1949, el CNE fue intervenido por el Poder Ejecutivo Nacional, por lo que quedó reducido, a partir de 1949, a una simple Dirección Nacional de Educación Primaria, que dependía del Ministerio de Educación de la Nación. Ese cambio supuso, además, la supresión de las Inspecciones Técnicas Generales, y los inspectores quedaron como parte del personal administrativo de las distintas direcciones generales, creadas como consecuencia de la reforma de los organismos de conducción del sistema educativo. Con las leyes mencionadas, se consolidó al inicio del siglo XX el proceso de estructuración del sistema educativo argentino, el cual se mantuvo casi sin modificaciones hasta principios de la década de 1940. Si bien en este prolongado período hubo importantes intentos de reforma del sistema educativo, ninguno de ellos, tanto los impulsados por Gobiernos constitucionales como no constitucionales, logró transformarse en algo La mayoría de estos cambios quedaron sin efecto con el Gobierno de facto surgido de la llamada Revolución Libertadora. En 1955, se ~ 42 ~ EQUIPO TÉCNICO sancionó el Decreto-ley 14401, que derogó la Ley 12978 y suprimió la enseñanza religiosa en todas las escuelas públicas estatales. Asimismo, volvió a tener vigencia, aunque no plenamente, la Ley 1420, en especial, en lo referido al gobierno de la educación primaria. A través del Decreto-ley 7977, de 1956, se restableció la vigencia del CNE, aunque sin recuperar todavía la autonomía y las competencias que le otorgaba la ley fundacional de 1884. aparición y la expansión de las modalidades diferenciadas en el nivel medio; la creación de la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada(SNEP) que permitió diferenciar la administración, regulación y supervisión de los establecimientos privados de los estatales; y la puesta en funcionamiento del Servicio Nacional de Planeamiento Educativo, y del Centro Nacional de Información Educativa. Sin embargo, con referencia al gobierno de la educación primaria, la recuperación que se produjo en 1958 de los órganos de conducción establecidos en la Ley 1420 no fue estable ni duradera. Sufrió las consecuencias de la gran inestabilidad político-institucional que caracterizó al país en aquellos años. Finalmente, con la Ley 22221, de 1980, desapareció definitivamente el CNE, que se transformó en Dirección General de Educación Primaria. A partir de entonces, las funciones de conducción de todo el sistema educativo se concentraron en manos del Ministerio de Educación. Recién en 1958, durante el Gobierno constitucional de Arturo Frondizi, el CNE recuperó sus atribuciones, y se restituyeron, con sus plenas facultades, las Inspecciones Técnicas Generales de Escuelas. En este período, se produjeron otros cambios significativos, como la sanción del Estatuto del Docente Nacional(Ley 14473), que estableció legalmente sus derechos y reglamentó la carrera del docente; la creación, a través de la Ley 15240, del Consejo Nacional de Educación Técnica(CONET), como respuesta a la LOS PRIMEROS INTENTOS DE DESCENTRALIZACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO Más allá de los cambios que experimentó el sistema educativo, hasta principios de la década de 1960, el Estado nacional siguió desempeñando un rol muy activo, no solo en la regulación y el financiamiento del sistema, sino también en la administración y la gestión directa del importante número de establecimientos educativos nacionales, de distintos niveles y modalidades de enseñanza, localizados tanto en los territorios nacionales como en los provinciales. redefinición del rol del Estado nacional en materia de la administración directa de los servicios educativos. Como indica Antonio Salonia, en el período desarrollista, existió: La intención de transferir escuelas para que las provincias asumieran con plenitud la responsabilidad educativa en el nivel primario, de modo tal que los planes de estudio, los programas, lo que hoy llamamos curriculum, expresaran la fisonomía cultural, socio– económica y cívico-institucional de cada una de las provincias, sin que esto implicara, obviamente, el riesgo de fragmentar el país o Durante la presidencia de Frondizi, hubo un primer intento, relativamente exitoso, de ~ 43 ~ EQUIPO TÉCNICO la unidad cultural nacional que debía expresar la escuela argentina. produjeron, en la práctica, cambios significativos en el rol del Estado nacional en materia educativa. En 1961, se firmaron convenios de transferencia con las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Catamarca, San Juan y Santa Cruz; en 1962, se concretaron seis más. Estos convenios fueron acompañados por los Decretos 895 y 1840, de 1962, que significaron una verdadera revolución en la organización del sistema, al introducir cambios en la estructura del Ministerio de Educación y transformar radicalmente la organización de las unidades educativas, otorgándoles mayor autonomía (Salonia, 1996). Sin embargo, la implementación de estos cambios fue paralizada con el golpe militar que depuso al presidente Frondizi. De los once convenios firmados, solo Santa Cruz cumplió con la transferencia. En 1972, bajo otro Gobierno de facto, se creó a través de la Ley 19682, el Consejo Federal de Educación, organismo que pretendía integrar las administraciones provinciales en el diseño y la planificación de las políticas educativas. Así lo establecía el artículo 1 de esa ley, al identificar como misión del organismo; "Planificar, asesorar y acordar en los aspectos de la política educativa nacional en los diversos niveles y jurisdicciones". Sin embargo, más allá de esos objetivos, los avatares de la vida político-institucional de la Argentina llevaron a que no se cumpliesen sus propósitos. En 1979, bajo un nuevo Gobierno de facto, la Ley 22047 creó el Consejo Federal de Cultura y Educación (CFCyE), en reemplazo del anterior Consejo Federal de Educación. La función de este nuevo organismo no difería mucho de la que disponía su antecesor, pero se agregaba, a las tareas de planificar, asesorar y acordar, la necesidad de coordinar "los aspectos de la política cultural educativa que requiera el país y que comprometan la acción conjunta de la Nación, las Provincias, el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires" (artículo 1). Entre sus nuevas funciones, se destacan la de coordinar y concertar medidas para efectivizar evaluaciones de los resultados logrados en la aplicación de las políticas (artículo 2, incisos b y e). Sin embargo, el rol de este organismo fue poco significativo. La Ley Federal de Educación ha sido el instrumento fundamental para que las provincias expresen sus intereses y posiciones en materia educativa, e A fines de la década de 1960, bajo el nuevo Gobierno militar, reaparecieron los intentos descentralizadores. La Ley 17878, de 1968, autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a traspasar algunas unidades escolares a las provincias. Sin embargo, solo se transfirieron los servicios educativos nacionales (escuelas primarias, secundarias, de enseñanza técnica, de adultos, y la supervisión de los establecimientos de enseñanza privada) a la provincia de Río Negro, lo que representa un signo de que la descentralización no se asumió como decisión prioritaria del Gobierno. Los impulsos descentralizadores reaparecieron a principios de la década de 1970, pero sus alcances fueron, nuevamente, muy reducidos. La Ley 18586, de 1970, derogó la Ley 17878 y autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a transferir organismos y funciones a los territorios provinciales. Sin embargo, no se ~ 44 ~ EQUIPO TÉCNICO intervengan activamente en la elaboración y el diseño de la normas que regulen el funcionamiento del sistema (Masilia, 2001). LA PRIMERA GRAN TRANSFORMACIÓN: LA DESCENTRALIZACIÓN AUTORITARIA En un contexto de profunda crisis económica, que obligaba a repensar el papel del Estado, se produjeron, a fines de la década de 1970, algunos cambios significativos en la relación entre el Estado nacional y el sistema educativo. En 1978, el gobierno militar decidió transferir a las provincias, y a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (MCBA), la administración de casi todos las escuelas públicas de educación preprimaria y primaria, a través de las Leyes 21809 y 21810. En 1980, este proceso de transferencia se continuó con la sanción de las Leyes 22367 y 22368, a través de las cuales, se traspasó a las jurisdicciones provinciales y a la MCBA la administración de casi todos los establecimientos públicos de educación primaria para adultos. Estado nacional administraba y supervisaba en forma directa más de un tercio del total de los establecimientos públicos de preprimaria y primaria. En 1987, administraba el 3% del nivel inicial y el 1,1% del nivel primario (cuadro 1). Esta situación se corresponde con los datos relativos a la distribución de la matrícula y de los docentes de educación preprimaria y primaria dentro del sector público. Si analizamos la matrícula, en 1977, cerca de un tercio del total de alumnos de los establecimientos públicos de educación preprimaria y primaria se encontraba bajo la órbita del Estado nacional; en 1987, menos del 5% del total asistía a esos establecimientos en ambos niveles de enseñanza (cuadro 2). En cuanto a los docentes, en 1977, alrededor de un tercio de los correspondientes a la educación pública preprimaria y primaria pertenecía al ámbito nacional; en 1987, solo pertenecía un 7% del total en ambos niveles (cuadro 3). La importancia de este proceso de transferencia puede advertirse con claridad al comparar los datos relativos a la distribución de los establecimientos de enseñanza preprimaria y primaria, según el nivel de dependencia, para 1977y 1987. En 1977, el Cuadro 1: Establecimientos públicos de enseñanza preprimaria y primaria por nivel de administración Nivel Preprimaria 1977 Primaria Preprimaria 1987 Primaria* Nacional 43,8% 39,8% 2,8% 1,1% Provincial 54,3% 60,1% 92,7% 96,3% Municipal 1,9% 0,1% 4,5% 2,6% Total 100% Í00% 100% 100% Datos correspondientes a los establecimientos públicos de educación primaria común: no se dispone de los datos sobre el total de establecimientos públicos de educación primaria. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1987. Cuadro 2: Alumnos en educación pública del nivel preprimario y primario por nivel de administración 1977 1987 Nivel Inicial Primaria Inicial Primaria Nacional 34% 32,7% 3,6% 4% ~ 45 ~ EQUIPO TÉCNICO Provincial 63,1% 67,1% 85,9% 91 ,3% Municipal 2,9% 0,2% 10,5% 4,7% Total 100% 100% 100% 100% Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1987. Cuadro 3: Docentes en educación pública del nivel preprimario y primario por nivel de administración 1977 1987 Nivel Inicial Primaria Inicial Primaria Nacional 28,5% 35,6% 3,9% 6,1% Provincial 68% 63,9% 81,8% 87,5% Municipal 3,5% 0,5% 14,3% 6,4% Total 100% 100% 100% 100% Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1987. El impacto de este proceso de transferencia se percibe, además, al analizar la evolución del gasto público en educación, según el nivel de gobierno. público en educación elemental, según el nivel de gobierno. Durante el período 1970 -1977, la Argentina gastó en educación elemental un promedio del 1,3% del PBI; el 0,5% fue ejecutado por el Estado nacional; y el 0,8%, por las provincias y la MCBA. Durante el período 1970-1977, previo a la transferencia, la Argentina gastó en educación un promedio del 2,6% del Producto Bruto Interno (Pbi); el 1,5% fue ejecutado por el Gobierno nacional; y el restante 1,1%, por las provincias y la MCBA. Durante el período 1978-1985, con posterioridad a la transferencia, del 2,9% del PBI que Argentina gastó en educación, la Nación ejecutó el1,2%; y las provincias y la MCBA el 1,7% restante. Del mismo modo, si en el período 1970-1977 el Gobierno central gestionó el 57% del gasto público educativo, en el período 1978-1985, solo gestionó el 41%; en tanto las provincias y la MCBA, el 59% restante. En cambio, del 1,3% del PBI que la Argentina gastó en educación elemental en el período 1978-1985, el Gobierno central solo ejecutó el 0,1%; mientras que el 1,2%restante era ejecutado por las provincias y la MCBA. Asimismo, si en el período 1970-1977, el Estado nacional gestionó más del 35% del gasto público para educación elemental, en el período 1978-1985, la Nación solo gestionó el 7%; y las provincias y la MCBA, el 93 % restante. La misma tendencia se advierte en el análisis de los datos sobre la evolución del gasto ~ 46 ~ EQUIPO TÉCNICO Cuadro 4: Gasto público en educación y educación elemental por nivel de administración Gasto publico Porcentaje del PBI Porcentaje del Total Porcentaje del PBI Porcentaje del Total Total 2,6 100 2,9 100 Nación 1,5 57,1 1,2 41,1 Provincias y MCBA 1,1 42,9 1,7 58,9 Educación elemental 1,3 100 1,3 100 Nación 0,5 36,4 0,1 6,7 Provincias y MCBA 0,8 63,6 1,2 93,3 Diéguez, Llach y Petrecola (1987). Los cambios potenciales que este proceso de transferencia hubiera podido generar en la organización del sistema educativo se vieron limitados por tres razones. En primer lugar, por la propia decisión del Gobierno militar de no transferir a las provincias, al Territorio Nacional de Tierra del Fuego y a la MCBA, los establecimientos de enseñanza media y superior (tanto universitaria como no universitaria), administrados directamente por el Estado nacional. Como consecuencia, la participación del Estado nacional en la oferta de servicios educativos de nivel medio y superior siguió siendo muy relevante en 1987, y solo experimentó un ligero descenso entre 1977 y 1987. impidieron, al establecer obstáculos muy nítidos a la participación, que maestros, alumnos, padres y directivos pudieran desarrollar un rol activo durante la implementación de la transferencia. Ese carácter no democrático del régimen impidió que las propias autoridades provinciales, al ser designadas por el Poder Ejecutivo Nacional, dispusieran de instrumentos o de espacios institucionales para consensuar con las autoridades nacionales la modalidad de implementación de la transferencia. Por último, debemos resaltar que las motivaciones que condujeron a las autoridades nacionales a iniciar estas transformaciones no estuvieron asociadas a criterios pedagógico-educativos. El impulso descentralizador apareció estrechamente vinculado a la lógica fiscal, que hacía hincapié en la necesidad de achicar el gasto público nacional delegando la administración de los servicios a los niveles subnacionales y eliminando las burocracias intermedias. El propósito era desresponsabilizar al Estado de la prestación de los servicios educativos primarios y racionalizar la utilización de los recursos, sin considerar la calidad educativa ni la capacidad de las provincias para garantizar la prestación del servicio transferido. En segundo lugar, el carácter no democrático del régimen político supuso límites bien definidos a los objetivos que, a través de este proceso de transferencia, se podían cristalizar. Esto se debe, por un lado, a que las autoridades, tanto nacionales como provinciales, al no tener que refrendar sus actos ante la ciudadanía, carecieron de responsabilidad política sobre la gestión de los asuntos públicos y, por tanto, parecieron muy poco comprometidas con la conducción exitosa del proceso. Por otro lado, se debe a que las autoridades no democráticas ~ 47 ~ EQUIPO TÉCNICO Como señala Carciofi (1996), tres argumentos pueden utilizarse para demostrar que la descentralización educativa ha obedecido a motivaciones fiscales. Primero, dado que la transferencia de los servicios educativos primarios fue decidida en momentos en que los recursos provinciales tenían una importante recuperación, la medida puede interpretarse como una presión de la Nación sobre las provincias para obligarlas a realizar un ajuste fiscal adicional. Segundo, la transferencia no solo no se acompañó de un incremento en la participación de las provincias sobre la masa de recursos coparticipados, sino, por el contrario, esa participación experimentó un descenso importante en el período 1980-1984, lo que condujo a que los gobiernos provinciales tuvieran que afrontar con recursos propios las nuevas responsabilidades educativas transferidas. Tampoco existieron políticas de compensación o de asistencia técnica, con financiamiento extraordinario del Tesoro Nacional, aunque el rol desempeñado por el Estado nacional en materia de financiamiento de la educación continuó siendo central, si se compara con los recursos propios invertidos por las provincias. A estos argumentos, es posible agregar la modalidad de financiamiento que las propias leyes de transferencia preveían: Las erogaciones que por cualquier concepto se originen a partir del 1 de enero de 1978, respecto de los servicios que se transfieren de conformidad con lo establecido por la presente ley, estarán a cargo de las provincias. La Nación los abonará por cuenta de ellas hasta tanto las provincias se encuentren en condiciones administrativas de hacerlo por sí. Los importes resultantes de lo dispuesto en el presente artículo serán reintegrados al Tesoro Nacional afectando para ello los fondos que les correspondan a las respectivas provincias del producido de los impuestos nacionales coparticipables (Leyes 21809,21810, 22367y 22368). De esto se deduce que las lógicas que canalizaban sus objetivos en torno a una preocupación por la calidad educativa quedaron relegadas. La reforma, en esa primera etapa, no tuvo por finalidad mejorar la calidad ni la eficiencia del sistema educativo, ni el acceso equitativo a sus servicios. LAS RE FORMAS EN LA DÉCADA DE 1990 contribuir al deterioro gradual y creciente de la calidad educativa, y profundizar los niveles de inequidad intra e interjurisdiccional. Antecedentes En 1988, el nuevo Gobierno democrático se encontró con un sistema educativo que requería de reformas importantes y urgentes. Los diagnósticos de la época señalan que las políticas implementadas durante las décadas anteriores (entre ellas, la descentralización de fines de la década de 1970) no hicieron otra cosa que fragmentar aun más el sistema, En síntesis, la gran transformación no había sido realizada y, además, el Estado nacional seguía administrando una proporción muy considerable de establecimientos educativos, que resultaba de la suma de los secundarios y ~ 48 ~ EQUIPO TÉCNICO superiores, y de algunas pocas escuelas primarias todavía no transferidas. política federalista" (Salonia, 1996). En especial, entre los dictámenes de consenso unánime, se establece que debe estar a cargo de las provincias la enseñanza inicial, incluyendo jardines maternales, la escuela primaria y media, "debiendo ser transferidos los establecimientos nacionales a las provincias junto con los recursos respectivos a fin de garantizar la descentralización del sistema educativo" (Comisión 7, CPN, año 1988); y que se deben: A pesar de que, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín, no se evidenciaron cambios significativos en materia educativa, en este período, transcurre uno de los acontecimientos más relevantes para el sector. En el primer año de sesiones legislativas, el parlamento aprobó por unanimidad la Ley 23114, mediante la cual se convocaba a participar del Congreso Pedagógico Nacional(CPN), a todos los sectores de la sociedad argentina: la comunidad, los docentes, las familias, las entidades intermedias, las corporaciones empresarias y sindicales, las congregaciones religiosas y los partidos políticos. El propósito era generar un espacio ideológicamente plural que congregara a la totalidad de los actores involucrados con la educación para que pudieran desarrollar el gran debate educativo. Se pretendía realizar un diagnóstico de la situación educativa del país, y además, principalmente, alcanzar consensos sobre el conjunto de acciones que debían adoptarse para revertir la situación de la educación argentina. No obstante, durante la presidencia de Alfonsín, estos acuerdos del CPN no lograron pasar de enunciados. La profunda crisis económica por la que atravesaba el país, cada vez de mayor dimensión; la nueva relación de fuerzas vigente a partir de las elecciones de 1987, donde se reposicionó el peronismo, y el escaso tiempo disponible dada la proximidad de las elecciones presidenciales fueron, entre otros, elementos importantes que impidieron que la reforma educativa pudiera ponerse en marcha. Esta situación no hizo más que profundizar la crisis educativa: la calidad de la educación se siguió deteriorando, las desigualdades se incrementaron y los problemas de administración se profundizaron. Sin embargo, los incentivos de cambio no desaparecieron, por el contrario, se incrementaron. Las conclusiones a las que arribaron las diversas comisiones "fueron categóricas e inequívocas en los temas de fondo y, particularmente, respecto de la vocación LA DESCENTRALIZACIÓN DE LA DÉCADA DE 1990 Los inicios de la gestión del Gobierno del presidente Carlos Menem fueron difíciles, en virtud de una crisis económica sin precedentes y una situación social dramática y conflictiva. A su vez, la debilidad del Estado nacional para ejercer sus funciones era manifiesta, situación que generaba un clima favorable para encarar un proceso de reformas estructurales que permitieran dar respuesta a la crisis. En este escenario, el Gobierno justicialista se comprometió a la rápida adopción de diversas medidas para frenar la hiperinflación, reducir ~ 49 ~ EQUIPO TÉCNICO el déficit fiscal, y reestructurar y redimensionar el aparato estatal. No resultó sorprendente, entonces, que la transferencia de los servicios educativos a las provincias volviera a tomar relevancia en la agenda política. fundamentos expuestos permiten advertir que el proyecto de transferencia intentó legitimarse apelando básicamente a principios pedagógico-educativos. El propósito, manifestado de forma pública por quienes impulsaban el proyecto, consistía en mejorar el funcionamiento del sistema educativo. En efecto, se pretendía alcanzar la federalización del sistema, mediante la generación de espacios para que las particularidades regionales o provinciales se canalizaran a través de la educación, sin que ello implicase la pérdida de unidad del sistema global. Además, se buscaba redefinir el rol del Estado nacional en materia educativa, asignándole funciones de dirección, coordinación y supervisión, y delimitando las competencias y responsabilidades de los gobiernos provinciales. Esta situación quedó expresada el 3 de agosto de 1989, en la primera reunión pública del CFCyE, convocada por las autoridades educativas del nuevo Gobierno electo. Desde entonces, el tema de la transferencia de servicios educativos se abordó en sucesivas reuniones, como la Reunión Patagónica, en Rawson, el 22de agosto de 1989, y la Reunión Noreste Argentino, en Paraná, el 13 de octubre de 1989, ambas celebradas entre funcionarios nacionales y provinciales del área educativa. Meses más tarde, en la décima asamblea del CFCyE, el mensaje obtuvo el respaldo de los gobiernos provinciales. Todos los ministros de educación recomendaron adherir al proyecto de transferir los servicios educativos dependientes del Ministerio de Educación de la Nación a las jurisdicciones provinciales (CFCyE, Recomendación 9/89, artículo 1), aunque fijaron como condición para la aceptación de la transferencia no solo la posibilidad de que esta se realice de manera parcial y gradual sino, además, la disponibilidad de los recursos necesarios para el eficaz funcionamiento del sistema educativo (CFCyE, Recomendación 9/89, Anexo II: apartados a y g). A pesar de las buenas intenciones, la transferencia comenzó paulatinamente a ser relegada, como consecuencia de la desconfianza y la preocupación de las autoridades provinciales con relación a las fuentes de financiamiento. Esto explícala resistencia de muchos senadores nacionales (que son los representantes de las provincias) a aprobar un proyecto que no establecía de forma clara de qué manera las provincias iban a afrontar los costos que la transferencia implicaba. A fines de 1991, con Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economía de la Nación, la transferencia de los servicios educativos nacionales reapareció como tema prioritario. No obstante, este resurgimiento no logró cristalizarse en un proyecto de ley específico, basado en motivaciones pedagógicoeducativas. Por el contrario, reapareció por A principios de 1990, las intenciones descentralizadoras tomaron estado parlamentario, e ingresó a la Cámara de Senadores un proyecto del Ejecutivo que impulsaba la transferencia de los servicios educativos dependientes de la Nación. Los ~ 50 ~ EQUIPO TÉCNICO iniciativa del Ministerio de Economía, incorporado en el artículo 37 del proyecto de Ley de Presupuesto para 1992, enviado al Congreso de la Nación por el Poder Ejecutivo, donde se establecía que: Desde el punto de vista político, las condiciones no parecían ser las más propicias, ya que era un momento de recambio de los ejecutivos provinciales. Los gobernadores electos, aún no en funciones, se oponían a recibir semejante herencia del Gobierno anterior, si no se les garantizaban las condiciones necesarias para el adecuado funcionamiento y financiamiento de los servicios transferidos. Por tal razón, exigían, tanto a las autoridades nacionales como provinciales, participar de forma activa en las negociaciones, lo que condicionaba, de este modo, la aceptación de la transferencia. Este hecho generó profundas resistencias por parte de los representantes de los gobiernos provinciales y de algunos altos funcionarios nacionales del á rea educativa. En primer lugar, las provincias sostenían que no se les podía imponer coercitivamente la obligación de recibir escuelas de nivel medio, dado que su obligación constitucional recaía exclusivamente en la educación primaria. En segundo lugar, algunas provincias se oponían, la transferencia de las funciones de regulación, supervisión y financiamiento de los establecimientos privados supervisados por el Ministerio de Educación. Las explicaciones brindadas por las autoridades provinciales acentuaban, por un lado, que no todas las provincias disponían de la experiencia, las capacidades administrativas y los recursos necesarios para atender las nuevas funciones que pretendían ser transferidas. Por otro lado, manifestaban los problemas administrativos y legales que la transferencia implicaba al obligar a los gobiernos provinciales a asumir la responsabilidad del financiamiento de las escuelas privadas, que eran subsidiadas por la Nación. Asimismo, las provincias consideraban que los artículos referidos a la transferencia de los servicios educativos, en el proyecto de ley de presupuesto, dejaban temas muy importantes sin resolver: las cuestiones previsionales, salariales y disciplinarias del personal transferido; los aspectos pedagógicos; la cuestión del financiamiento; los aspectos relacionados con los bienes muebles e inmuebles transferidos; y las cuestiones relativas a la enseñanza privada. Los legisladores nacionales se oponían a tratar el tema de la transferencia dentro del proyecto de Ley de Presupuesto y demandaban que, por la trascendencia de la cuestión, la transferencia de los servicios educativos debía tener envergadura jurídica propia. Esta demanda se cristalizó el 4 de octubre de 1991, con la presentación de un proyecto de ley que pro-movía la transferencia de los servicios educativos nacionales a las jurisdicciones provinciales. Además, las autoridades provinciales se resistían a aceptar que la transferencia se realizara de forma abrupta. Argumentaban que la modalidad de implementación suponía ignorar no solo la desigual distribución de los recursos administrativos, Humanos y financieros entre las provincias, sino también el impacto diferencial que la transferencia tenía en cada una de las jurisdicciones. En este escenario, las autoridades nacionales vieron la necesidad de generar un consenso con las provincias, que permitiera destrabar el ~ 51 ~ EQUIPO TÉCNICO tratamiento de la cuestión. Luego de reiterados encuentros con los gobernadores, ministros de educación provinciales y senadores, se logró alcanzar los acuerdos necesarios para la sanción de la Ley de Transferencia de los Servicios Educativos. El tema del financiamiento, uno de los aspectos más problemáticos de la ley, se resolvió a través de la adopción de un mecanismo mediante el cual la Nación retiene un monto equivalente al costo de los servicios transferidos de la participación, que cada jurisdicción tiene en la distribución secundaria de los recursos coparticipados, pero, al mismo tiempo, le asegura a cada gobierno provincial que el monto neto que recibirán por ese concepto no será nunca inferior al promedio mensual recibido entre abril y diciembre de 1991. De este modo, la Nación se compromete a cubrir con Aportes del Tesoro Nacional cualquier desfasaje que pudiera ocurrir como consecuencia de una baja en la recaudación fiscal. Así se allanaba definitivamente el camino para la sanción de la Ley de Transferencia de los Servicios Educativos. Nacional de Educación Técnica, así como las facultades y funciones sobre los establecimientos privados reconocidos. En diciembre de 1991, se sancionó la Ley 24049, mediante la cual se transfirieron a las provincias y a la MCBA los servicios educativos administrados en forma directa por el Ministerio de Educación y por el Consejo A su vez, en 1987, el Estado nacional administraba aproximadamente el 50% de los establecimientos públicos de nivel superior no universitario; en 1997, administraba menos del 5%. Los servicios transferidos, básicamente, fueron los establecimientos públicos de educación media y de educación superior no universitaria (aunque algunos pocos establecimientos fueron exceptuados por esta disposición), y los establecimientos de nivel primario que todavía quedaban en manos del Estado nacional. Asimismo, se transfirió a las provincias, y a la MCBA, la regulación, la supervisión y el financiamiento de los establecimientos de gestión privada. La dimensión que ha tenido el proceso de transferencia se advierte con claridad al comparar los datos de 1987 y 1997, referidos a la distribución según el nivel de dependencia de los establecimientos públicos de educación media y superior no universitaria (cuadro 5). En 1987, más del 45% de los establecimientos públicos de enseñanza media estaba administrado en forma directa por el Estado nacional; en 1997, administraba sólo el 1,3%. Cuadro 5: Establecimientos públicos por nivel de enseñanza según nivel de administración 1987 Nivel Media Nacional Provincial Municipal Total 46,5% 53,4% 0,1% 100% 1997 Superior no Universitaria 48% 50,9% 1,1% 100% Media 1,3% 98,6% 0,1% 100% Superior no Universitaria 3,1% 95,6% 1,3% 100% * No están incluidos los datos correspondientes a Educación Artística. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1997. ~ 52 ~ EQUIPO TÉCNICO La importancia de este proceso se observa, además, al analizar la distribución según el nivel de dependencia de los alumnos matriculados en los establecimientos públicos de enseñanza media y superior no universitaria, para el período 1987-1997 (cuadro 6). Según estos datos, en 1987, más del 60% de los alumnos matriculados en establecimientos públicos de enseñanza media se encontraba bajo la órbita del Estado nacional; en 1997, menos del 2%. Se corresponde con el nivel superior no universitario: en 1987, casi el 50% de los alumnos del sector público asistía a establecimientos nacionales; en 1997, solo el 4%. Cuadro 6: Alumnos en educación pública por nivel de enseñanza según nivel de administración 1987 Nivel Media Nacional Provincial Municipal Total 62,5% 37,3% 0,2% 100% 1997 Superior no Universitaria 46,3% 53,1% 0,6% 100% Media 1,6% 98,2% 0,2% 100% Superior no Universitaria 4% 94,8% 1,2% 100% *No están incluidos los datos correspondientes a Educación Artística. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 1997. Lo mismo ocurre al compararlos datos de 1987 y 1997, correspondientes a la distribución según nivel de dependencia de los docentes de establecimientos públicos de enseñanza media y superior no universitaria (cuadro 7). En 1987, más del 50% de los docentes de establecimientos públicos de nivel medio revistaba en la administración nacional; en 1997, solo eran docentes nacionales el 2,7%. La misma tendencia se ve en el nivel superior no universitario; en 1987, casi el 45% de los docentes eran nacionales; en 1997, solo el 7,5%. Cuadro 7: Docentes en educación pública por nivel de enseñanza según nivel de administración 1987 1997 Nivel Media Nacional Provincial Municipal Total 53,1% 46,7% 0,2% 100% Superior no Universitaria 44% 55,6% 0,4% 100% Media 2,7% 97,2% 0,1% 100% Superior no Universitaria 7,5% 90,7% 1,8% 100% • No se han Incluido los datos de Educación Artística. Ministerio Cultura y Educación de la Nación, 1997, Como contraparte de este retroceso del Estado nacional en la oferta de servicios educativos, aparece la importancia crucial que han adquirido las administraciones provinciales en tanto receptoras de los servicios transferidos. Esto se advierte al analizar la evolución del gasto público en educación según el nivel de gobierno (cuadro 8). Durante 1986-1991, antes de la transferencia, la Argentina gastaba en educación un promedio del 3,0% del PBI, el 1,0% fue ejecutado por el gobierno central; y el restante 2,0%, por las provincias y la MCBA. Durante 1992-1997, luego de la transferencia, del 3,2% del PBI que la Argentina gastaba en educación, el Estado nacional sólo ejecutaba el 0,6%; mientras que las provincias y la MCBA, ~ 53 ~ EQUIPO TÉCNICO el 2,6% restante. Del mismo modo, en el período 1986-1991, la Nación gestionó casi el 34% del gasto público educativo; en el período 1992-1997, ese porcentaje se redujo hasta el 19%; en tanto que las provincias y la MCBA gestionaron el 81% restante. básica el 2,4% del PBI, el 0,6% fue ejecutado por la Nación; y el 1,8% restante, por las provincias y la MCBA. En cambio, del 2,5% del PBI que la Argentina gastó en educación básica en el período 1992-1997, el Estado nacional solo ejecutó el 0,1%; las provincias y la MCBA, el 2,4% restante. En 1986-1991, la administración central gestionó el 23% del gasto público para educación básica; en 19921997, apenas gestionó el 2%, en tanto que las administraciones provinciales y la MCBA hicieron lo propio con el 98% restante. La misma tendencia se percibe al analizar los datos sobre la evolución del gasto público en la educación básica (inicial, primaria y media), según el nivel de gobierno. Durante el período 1986-1991, la Argentina gastó en educación Cuadro 8: Gasto público en educación y educación básica por nivel de administración 1986-1991 Gasto Publico Total Nación Provincias y MCBA Educación elemental Nación Provincias y MCBA 1992-1997 Porcentaje del PBI Porcentaje del total Porcentaje del PBI Porcentaje del total 3 1 2 2,4 0,6 1,8 100 33,6 66,4 100 22,8 77,2 3,2 0,6 2,6 2,5 0,1 2,4 100 18,8 81,2 100 2,4 97,6 Es necesario realizar una aclaración. Si bien la ejecución del gasto educativo pasó a manos de las provincias y de la MCBA, ello no significó un retroceso de la misma magnitud respecto a la participación del Estado nacional en materia de financiamiento de la educación (cuadro 9). En 1991, el (63,4% del gasto público total en educación se financió con recursos transferidos por el Gobierno nacional, principalmente a través de la coparticipación federal de impuestos; en 1996, el 58,7% del total de los recursos invertidos en educación provino de las transferencias intergubernamentales efectuadas por la Nación hacia las jurisdicciones provinciales. Cuadro 9: Evolución del gasto público en educación según fuente de financiamiento Año 1991 1992 1993 1995 1996 1997 Recursos Provinciales Recursos de origen nacional Ministerio de Cultura y Educación de la Nación (1997). ~ 54 ~ Recursos de origen nacional EQUIPO TÉCNICO Si bien la decisión de descentralizar los servicios educativos estuvo precedida por la Recomendación 9/89 del CFCyE, y por el proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo Nacional en febrero de 1990, en los que argumentaba que la transferencia formaba parte de un proceso de auténtica federalización de la educación y mejoramiento de la calidad educativa, la lógica que primó a la hora de tomar la decisión no fue pedagógico-educativa. Temas como la redefinición de la estructura del sistema educativo, la identificación y delimitación de los órganos de su gobierno y la administración, la regulación de las actividades del sector privado, el financiamiento, la actualización del curriculum y el compromiso con la mejora de la calidad de la enseñanza, es decir, los aspectos estrictamente pedagógico-educativos, quedaron relegados a un segundo plano, en la discusión y sanción de la Ley de Transferencia. LA TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA DE LA DÉCADA DE 1990: LA LEY FEDERAL DE EDUCACIÓN La Ley 24195, o Ley Federal de Educación, de abril de 1993, se ha constituido en el marco que define y regula el funcionamiento del sistema educativo argentino en su totalidad. En ella se definen, por un lado, los temas vinculados con el gobierno y la administración del sistema educativo y, por otro lado, se redefinen y regulan aspectos importantes relacionados con los componentes estrictamente pedagógico-educativos. La ley retoma ciertas recomendaciones internacionales y algunas de las conclusiones del CPN. De modo explícito, temas como la extensión de la obligatoriedad escolar y el acento en el desarrollo de las mejoras en las condiciones de acceso, de calidad y de equidad del sistema fueron discutidos por la comunidad educativa en el CPN y estaban en línea con las tendencias auspiciadas por muchos organismos internacionales (UNESCO, Banco Mundial en la Conferencia de Jomtien, Tailandia, de 1990). La presentación y el análisis de los cambios que introdujo esta ley implican tres grandes ámbitos: el primero, referido a las transformaciones que tienen un impacto directo sobre los aspectos pedagógicoeducativos; el segundo, vinculado a las modificaciones introducidas en el ámbito del gobierno y de la administración del sistema; y el tercero, relacionado con los aspectos estrictamente financieros. LA NUEVA ESTRUCTURA DEL SISTEMA EDUCATIVO La Ley Federal de Educación definió las características de la nueva estructura del sistema educativo nacional. En el artículo 10, establece que la estructura del sistema estará integrada por a) la Educación Inicial, constituida por el jardín de infantes para niños de 3 a 5 años, y será obligatorio el último año (sala de 5 años); b) la Educación General Básica(EGB) , creada como un nuevo nivel educativo obligatorio, que sustituye y amplía el anterior nivel primario, de nueve años de duración (a partir de los 6 años de edad); a su vez, este nivel comprende tres ciclos (EGB1, EGB2 y EGB3), de tres años de duración cada uno (artículo 15); c) la Educación Polimodal, que sustituye al anterior nivel medio, de tres ~ 55 ~ EQUIPO TÉCNICO años de duración, que se desarrolla una vez cumplida la EGB; d) la Educación Superior, profesional y académica de grado, que se desarrolla a continuación de la Polimodal, y cuya duración estará determinada por las instituciones universitarias y no universitarias; y e) la Educación Cuaternaria, que se desarrolla con posterioridad a la educación superior universitaria, y que queda bajo la responsabilidad de las universidades y de las instituciones académicas reconocidas. De este modo, la nueva estructura del sistema educativo implicó una ampliación de los años de escolaridad obligatoria, al sustituir los siete años que preveía la vieja estructura por los diez que establece la Ley Federal de Educación (cuadros 10 y 11). Cuadro 10: La estructura del sistema con anterioridad a la Ley Federal de Educación Obligatorio No obligatorio 3/5 años Inicial 6 años 7 años 8 años 9 10 años años Primario No obligatorio 11 años 12 años 13 años El nuevo marco normativo reconoce que el sistema educativo comprende, además, otros regímenes especiales "que tienen por finalidad atender las necesidades que no pudieran ser satisfechas por la estructura básica" (artículo 11). Asimismo, reconoce la existencia de la educación no formal, al sostener que es responsabilidad de las autoridades educativas oficiales promover "la oferta de servicios de educación no formal vinculados o no con los servicios de educación formal" (artículo 11, inciso a). 14 15 16 años años años Secundario 17 años 18/+ años Superior Con relación a los diseños curriculares, la nueva ley estableció que la definición de los contenidos se debe realizar en dos niveles diferenciados, pero conectados entre sí. Por un lado, se establece como competencia de las autoridades educativas nacionales y del CFCyE la responsabilidad de establecer los objetivos y elaborar los Contenidos Básicos Comunes (Cbc) para cada nivel, ciclo y régimen especial de enseñanza. Con esto, se pretendió garantizar la movilidad horizontal y vertical de los alumnos dentro del sistema educativo. Por otro lado, se deja "abierto un espacio curricular suficiente para la inclusión de contenidos que respondan a los requerimientos provinciales, municipales, comunitarios y escolares" (artículo 53, inciso b). Por otro lado, reconoce y regula el funcionamiento de los servicios educativos de gestión privada, estableciendo los derechos y las obligaciones de estos agentes privados (artículo 36) y garantizando "el aporte estatal para atenderlos salarios docentes de los establecimientos educativos de gestión privada" (artículo 37). ~ 56 ~ EQUIPO TÉCNICO EL GOBIERNO Y LA ADMINISTRACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO Otro de los cambios importantes que introdujo la Ley Federal de Educación fue una clara delimitación de las competencias y responsabilidades, tanto exclusivas como concurrentes, del Ministerio de Educación de la Nación, de los gobiernos provinciales, de la Ciudad de Buenos Aires y del CFCyE. En lo referido al Ministerio de Educación, tal como se establece en el artículo 53, las competencias más importantes son: Garantizar el cumplimiento de los principios, objetivos y funciones del Sistema Nacional de Educación. Establecer, en acuerdo con el CFCyE, los objetivos y Cbc del curriculum de los distintos niveles, ciclos y regímenes especiales de enseñanza, y dejar abierto un espacio curricular suficiente para la inclusión de los contenidos que respondan a los requerimientos provinciales, municipales, comunitarios y escolares. Dictar normas generales sobre las equivalencias de títulos y de estudios. Favorecer una adecuada descentralización de los servicios educativos, y brindar a este efecto el apoyo que requieran las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Implementar programas especiales para garantizar el ingreso, la permanencia y el egreso de los alumnos en todos los ciclos y niveles del sistema educativo nacional, en coordinación con el CFCyE. Desarrollar programas nacionales y federales de cooperación técnica y financiera a fin de promover la calidad ~ 57 ~ educativa y alcanzar logros equivalentes. Promover y organizar, en concordancia con el CFCyE, una red de formación, de perfeccionamiento y de actualización del personal docente y no docente del Sistema Nacional de Educación. Administrar los servicios educativos propios, y los de apoyo y asistencia técnica al sistema, en coordinación con las provincias y con la Ciudad de Buenos Aires. Evaluar el funcionamiento del sistema educativo en todas las jurisdicciones, niveles, ciclos y regímenes especiales a partir del diseño de un sistema de evaluación y control periódico de la calidad, concertado en el ámbito del CFCyE. Coordinar y gestionar la cooperación técnica y financiera internacional y bilateral. Contribuir con asistencia técnica para la formación y capacitación técnicoprofesional en los distintos niveles del sistema educativo, en función de la reconversión laboral en las empresas industriales, agropecuarias y de servicios. Las atribuciones de los gobiernos provinciales, según esta ley, son: Planificar, organizar y administrar el sistema educativo de su jurisdicción. Aprobar el curriculum de los diversos ciclos, niveles y regímenes especiales en el marco de lo acordado en el CFCyE. Organizar y conducir los establecimientos educativos de EQUIPO TÉCNICO gestión estatal, y autorizar y supervisar los establecimientos de gestión privada en su jurisdicción. Aplicar, con las correspondientes adecuaciones, las decisiones del CFCCFCyE. Evaluar periódicamente el sistema educativo en el ámbito de su competencia, controlando su adecuación a las necesidades de su comunidad, a la política educativa nacional y a las políticas y acciones concertadas en el seno del CFCyE, a fin de promover la calidad de la enseñanza. Promover la participación de las distintas organizaciones que integren los trabajadores de la educación en el mejoramiento de la calidad de la educación con aportes técnicopedagógicos que perfeccionen la práctica educativa, como así también la de los otros miembros de la comunidad educativa (artículo 59). Finalmente, con el propósito de garantizar el cumplimiento de uno de los principios básicos que rige esta ley, es decir, la verdadera federalización del sistema educativo, la nueva ley fortalece las competencias del CFCyE. Entre sus facultades más importantes, se mencionan: Concertar, dentro de los lineamientos de la política educativa nacional, los Cbc, los diseños curriculares, las modalidades y las formas de evaluación de los ciclos, niveles y regímenes especiales que componen el sistema. Acordar los mecanismos que vehiculan el reconocimiento y la equivalencia de estudios, certificados y títulos de la educación formal y no formal en las distintas jurisdicciones. Acordar los contenidos básicos comunes de la formación profesional docente y las acreditaciones necesarias para desempeñarse como tal en cada ciclo, nivel y régimen especial. Promover y difundir proyectos y experiencias innovadoras, organizar el intercambio de funcionarios, especialistas y docentes, y promover la constitución de equipos técnicos interjurisdiccionales y el desarrollo de acciones en común. Garantizar la participación en el planeamiento educativo de los padres, las organizaciones representativas de los trabajadores de la educación y de las instituciones educativas privadas reconocidas oficialmente. Cooperar en materia de normativa educacional y mantener vínculos con el Congreso de la Nación y con las legislaturas de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires (artículo 56). La conducción del sistema educativo aparece, entonces, como una responsabilidad compartida entre los distintos organismos; y se reconoce, por un lado, la importancia decisiva de los gobiernos provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires en la conducción, elaboración de políticas y administración de los sistemas educativos de su jurisdicción y, por otro lado, el rol clave que en el nuevo escenario deben desempeñar tanto las autoridades educativas nacionales como el CFCyE. ~ 58 ~ EQUIPO TÉCNICO EL FINANCIAMIENTO DEL GASTO EDUCATIVO En materia de financiamiento, la ley establece que la inversión en el sistema "se atenderá con los recursos que determinen los presupuestos nacionales, provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires" (artículo 60). Asimismo, estableció, como uno de los objetivos prioritarios, que la inversión pública consolidada total en educación (base 1992) debía ser duplicada gradualmente y, como mínimo, a razón del 20% anual a partir del presupuesto de 1993 (artículo 61), lo que determina que la diferencia entre estas metas y los recursos disponibles sea financiada con impuestos directos de asignación específica (artículo 62). Federal Educativo, transformado en ley en 1997 (Ley 24856). A través de ese pacto, el Ministerio de Educación de la Nación se comprometió a realizar, a partir de 1995, y hasta 1999, una inversión equivalente a 3000 millones de pesos, destinada a atender las necesidades educativas provinciales en temas de infraestructura, de equipamiento y de capacitación docente. De este modo, aun cuando nuevamente la inversión realizada ha sido, en la práctica, menor de la comprometida, la ley le asigna un rol decisivo al Estado nacional a los fines de garantizar un mayor y mejor financiamiento de la educación, e intentar promover una mejor calidad de la enseñanza. Los compromisos asumidos con la nueva legislación tenían como finalidad el financiamiento de las reformas educativas que debían llevar adelante las provincias para adecuar la estructura de sus sistemas educativos a los requerimientos que establecía la nueva ley; además, que fueran utilizados para "financiar total o parcialmente programas especiales (...) que encaren las diversas jurisdicciones con la finalidad de solucionar emergencias educativas, compensar desequilibrios educativos regionales" (artículo 64). Este compromiso pareció renovarse a fines de diciembre de 2005, con la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo (Ley 26075). A través de ella, por lo menos desde un plano estrictamente formal, puesto que ha entrado en vigencia recientemente, los gobiernos nacionales y provinciales han asumido de modo explícito el compromiso de aumentar fuertemente (del 4% al 6% del PBI) la inversión en educación, ciencia y tecnología entre los años 2006 y 2010. Entre los principales objetivos de la ley, se encuentran garantizar la igualdad de oportunidades del aprendizaje, apoyar las políticas de mejora de la calidad de la enseñanza y fortalecer la investigación científico-tecnológica. Se reafirma, así, el rol estratégico que tienen la educación y la investigación científica para promover el desarrollo económico y sociocultural del país. Sin embargo, aún es muy pronto para saber cómo será el impacto real de esta ley, no solo Si bien estos compromisos de inversión asumidos no fueron totalmente cumplidos, cabe destacar que, desde 1993, el gasto público educativo consolidado ha aumentado de manera significativa, lo que manifiesta que la ley también ha tenido un impacto importante en materia de financiamiento. Asimismo, el compromiso con una mayor inversión pública en educación se ha visto reforzado con la firma, en 1994, del Pacto ~ 59 ~ EQUIPO TÉCNICO porque no es posible anticipar el grado de cumplimiento de los actores involucrados (problema recurrente en la historia del sistema educativo argentino) sino, más específicamente, porque no se sabe todavía a qué tipo de gastos (y para qué rubros) se destinará la nueva inversión. LA NUEVA REFORMA EDUCATIVA: LA LEY NACIONAL DE EDUCACIÓN DE 2006 Esta ley, aprobada recientemente, implica una nueva modificación de la estructura del sistema educativo. La vieja estructura fue reemplazada por otra, que reconoce sus antecedentes en el propio proceso de formación del sistema educativo nacional. Se vuelve a establecer una estructura que "comprende 4 niveles (la Educación Inicial, la Educación Primaría, la Educación Secundaria y la Educación Superior) y ocho modalidades (...): la Educación Técnico Profesional, la Educación Artística, la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, la Educación Rural, la Educación Intercultural Bilingüe, la Educación en Contextos de Privación de la Libertad, y la Educación Domiciliaria y Hospitalaria". reconocimiento explícito de la especificidad de la Educación Rural y la Educación Intercultural Bilingüe como modalidades de enseñanza del sistema educativo (título II, capítulos X y XI, respectivamente). También se destacan algunos cambios importantes en lo que respecta al proceso de formación docente (título IV, capítulo II), tema que aborda con profundidad; el reconocimiento de la especificidad e importancia que tienen en, y para, el sistema educativo las nuevas tecnologías y los medios de comunicación; así como un mayor esfuerzo por delinear pautas más claras para definir las cuestiones ligadas a la calidad y la evaluación de la educación (título VI). Entre las novedades que presenta la nueva ley, más allá del cambio de estructura, sobresalen: "la obligación de universalizar los servicios educativos para los/as niños/as de cuatro años de edad" (artículo 19); la extensión de la jornada de las escuelas primarias, con "la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados" (artículo 28); la obligatoriedad de la educación secundaria (artículo 29); y el Finalmente, con respecto al gobierno del sistema educativo, presenta más continuidad que cambios. La única novedad importante se refiere al compromiso formal que, en su artículo 115, el Estado nacional asume en términos de contribuir con asistencia técnica y financiera a las provincias y a la Ciudad de Buenos Aires con el propósito de garantizar el funcionamiento del sistema. LA PROBLEMÁTICA DE LA EQUIDAD EN EL SISTEMA NORMATIVO NACIONAL A pesar de sus deficiencias, sus inequidades y su excesivo burocratismo, la escuela pública tuvo, durante los dos primeros tercios del siglo XX, un vastísimo desarrollo: ha llegado a las tasas más altas de escolarización de América Latina (cercanas al 95%), con una retención del 54% en el promedio nacional. Es decir, durante la primera parte de ese siglo, el ~ 60 ~ EQUIPO TÉCNICO Estado, en la Argentina, como otros Estados latinoamericanos, puso el énfasis en ampliar el acceso a la educación, en especial, a la educación primaria. la identidad nacional, la igualdad de oportunidades, la equidad de los servicios, la educación concebida como proceso permanente, la erradicación del analfabetismo, el estímulo a los programas alternativos y la federalización de la educación. A partir de la década de 1980, la preocupación central de los Estados nacionales latinoamericanos se centró en los enormes niveles de endeudamiento externo y en definir el tipo de inserción de las economías de cada país en la economía global. Así, durante esa década, los Gobiernos nacionales centraron la atención en los procesos de ajustes económicos y, alineados con estos, las políticas educativas nacionales se orientaron al mejoramiento de la eficiencia en la gestión del servicio (Reimers, 2000). La importancia que la problemática de la equidad adquiere en la Ley Federal de Educación se advierte a lo largo de todo su articulado. En el artículo 5, establece que el Estado asume el deber de fijar la política educativa respetando, entre otros, el principio de equidad a través de la justa distribución de los servicios educacionales, a los fines de lograr la mejor calidad posible y los resultados equivalentes a partir de la heterogeneidad de la población. Menciona el derecho a la cobertura asistencial y a la elaboración de programas especiales para posibilitar el acceso de todos los habitantes al sistema educativo, su permanencia y egreso. Asimismo, en el artículo 8, establece que el sistema educativo asegurará, a todos los habitantes del país, el ejercicio efectivo de su derecho a aprender mediante la igualdad de oportunidades y de posibilidades, sin discriminación alguna. En el artículo 9, afirma que "El sistema educativo ha de ser flexible, articulado, equitativo, abierto, prospectivo y orientado a satisfacer las necesidades nacionales y la diversidad regional". Sin embargo, desde fines de aquella década, y durante toda la década de 1990, la problemática de la eficiencia fue superada por una preocupación creciente por garantizar la calidad y una mayor equidad en la prestación del servicio. A partir de ciertas experiencias que manifestaban que calidad y equidad no siempre son producto de una mayor eficiencia, varias organizaciones internacionales centraron sus discursos y sus acciones sobre estos temas, e insistieron en la necesidad de que las políticas educativas debían dirigirse a garantizar la realización de estos nuevos principios. En este nuevo escenario, los distintos países de la región comenzaron a adoptar políticas educativas no solo para lograr una mayor eficiencia y calidad en la prestación del servicio, sino para garantizar la igualdad de oportunidades educativas. En la Argentina esto se reflejó, de modo explícito, en la Ley Federal de Educación de 1993, que incorporó, entre sus principios fundamentales, fortalecer En cuanto a los recursos, en el artículo 64, vuelve a aparecer la problemática de la equidad al establecer que el Poder Ejecutivo Nacional: También tiene suma importancia la calidad de la enseñanza, relacionada de modo inevitable con la equidad. Se busca elevar la calidad de la ~ 61 ~ EQUIPO TÉCNICO enseñanza en todos los tipos, niveles y modalidades de la educación, y garantizar niveles similares de calidad en la prestación del servicio a lo largo de todo el territorio nacional. Esta importancia de la calidad se refleja en el título IX de la Ley Federal de Educación, donde se obliga, tanto a las autoridades educativas nacionales como a las provinciales, a garantizar la calidad de la formación impartida por el sistema educativo y, además, a crear y sostener sistemas que permitan evaluar los resultados del sistema. Educativo, y de Formación y Capacitación para el Sector Educación. Los recursos invertidos en educación se incrementaron gracias al financiamiento de los organismos internacionales. Así, se implementaron diversos programas, algunos de los cuales perduran en ciertas jurisdicciones, como el Programa de Reformas e Inversiones en el Sector Educativo (PRISE), el Programa de Reformas de la Gestión Administrativa en el Sistema Educativo (PREGASE) y el Programa de Descentralización y Mejoramiento de la Educación Secundaria (PRODYMES). La Ley Federal de Educación le asigna al Ministerio de Educación de la Nación un rol muy activo en lo que respecta a garantizar la calidad y la equidad en la prestación del servicio. Con tal finalidad, faculta y obliga a las autoridades educativas nacionales a desarrollar y a financiar un conjunto de acciones específicas, en su mayoría, diferentes de las que tradicionalmente desarrollaba el máximo órgano de conducción del área educativa y que incluían una gran variedad de tareas: a) asistencia técnica en el terreno, b) contratación de expertos y consultores, c) otorgamiento de becas y subsidios, d) realización de transferencias directas a las escuelas, y e) implementación de operativos de medición de la calidad educativa, entre otras. De este modo, más allá de las evaluaciones realizadas, muchas de las cuales manifiestan el impacto deficiente de las políticas, se puede concluir que la preocupación por la equidad y la calidad del sistema educativo, que se refleja en la normativa marco, se ha traducido en acciones y políticas concretas por parte del Gobierno nacional, que han tratado de moderar o revertir los problemas que enfrenta el sistema educativo argentino en estos aspectos. Incluso más: la decidida preocupación por la equidad y la calidad aparece de nuevo explicitada en los objetivos de la nueva Ley de Financiamiento Educativo. Y se ha visto recientemente reforzada a través de la nueva Ley Nacional de Educación, de 2006, donde el tema de la igual-dad de oportunidades educativas aparece con entidad propia, y se establecen ciertas responsabilidades, como los deberes irrenunciables del Estado, además se delinean ciertas políticas para la promoción y la garantía de la igualdad educativa (título V). Estas nuevas acciones se cristalizaron en el diseño de programas con distintas modalidades de intervención en los escenarios educativos provinciales. Entre otros, se pueden citar: el Plan Social Educativo, los programas Nueva Escuela, Nacional de Becas Estudiantiles, Estudio de Costos del Sistema ~ 62 ~ EQUIPO TÉCNICO LAS CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA EDUCATIVO ARGENTINO Esta heterogeneidad en el peso del sector público se advierte también en el interior de la modalidad Educación Común, puesto que su presencia, en lo que respecta a la distribución de la matrícula, es decididamente menos significativa en el nivel superior no universitario. En este nivel de enseñanza, el sector público abarca el 57% de la matrícula; mientras que en los restantes niveles educativos, la participación del sector público oscila entre el 75% y el 80%. La estructura de la oferta educativa Al trazar un mapa de la oferta de los servicios educativos, observamos un escenario estructurado en dos subsistemas bien diferenciados: el subsistema de gestión estatal, y el subsistema de gestión privada. En este sentido, es preciso destacar el importante peso que tiene el sector público dentro del sistema educativo nacional. Los datos correspondientes a 2003 indican que más del 75% de los alumnos del sistema acude a instituciones educativas de gestión estatal, y que el 78% de los establecimientos son administrados en forma directa por ese sector. Igual importancia se advierte al analizar la distribución de los cargos docentes: casi el 78% de estos corresponde al sector público estatal. Una tendencia un tanto distinta se advierte al evaluar la distribución de las unidades educativas. Según los datos disponibles, la participación del sector público resulta menos significativa en el nivel superior no universitario y en el nivel Polimodal (43% y 55%, respectivamente); en los restantes niveles, la participación del sector estatal es superior al 75%. Sin embargo, la importancia del sector público en el sistema educativo argentino se distribuye de forma desigual entre los distintos tipos de educación. En lo que respecta a la distribución de la matrícula por sector de gestión, el peso del sector público es mucho más significativo en la educación para adultos, ya que el 95% de los alumnos asiste a establecimientos de gestión estatal, mientras que en los restantes tipos de educación ese porcentaje oscila entre un 75% y un 80%. Al comparar los datos, se advierte un rasgo para destacar. Al analizar la distribución de unidades educativas por sector de gestión, se observa que tanto en el nivel superior no universitario como en el Polimodal, la presencia del sector público estatal es bastante inferior a la que refleja la distribución de la matrícula; esto sugiere que, en esos niveles de enseñanza, la cantidad de alumnos por establecimiento es mayor en el sector estatal que en el privado. Sin embargo, es preciso señalar que la actual distribución de la matrícula y de los establecimientos educativos por sector de gestión no ha sido producto de transformaciones recientes, sino que responde a un patrón que se ha configurado durante décadas y que se ha mantenido relativamente estable durante los últimos años. Esto se corresponde con el análisis de la distribución de establecimientos por sector de gestión. El sector público administra más del 95% de los establecimientos educativos en la educación para adultos, en tanto que ese porcentaje oscila entre un 76% y un 78% para los restantes tipos de educación. ~ 63 ~ EQUIPO TÉCNICO También, se manifiesta que las curvas correspondientes a la evolución de la matrícula en el sector estatal y en el sector privado siguen tendencias muy similares, lo que muestra que no se han producido cambios significativos en el peso relativo de ambos sectores dentro del sistema educativo. procesos de transferencia de los servicios educativos nacionales a las provincias entre 1978 y 1992. De este modo, a partir de enero de 1992, casi el 100% de los establecimientos educativos están en manos de las autoridades educativas provinciales. Con respecto al subsistema de gestión privada, el escenario resulta bastante complejo. En la actualidad, la totalidad de los establecimientos privados se encuentra bajo la jurisdicción de las autoridades provinciales y de la Ciudad de Buenos Aires, y se hallan sometidos a diferentes marcos regulatorios, aunque siempre respetan los principios básicos que se garantizan a través de la ley. Si se compara la distribución de la matrícula correspondiente a 1996 con la que existe en la actualidad, se advierte tanto al inicio como al final del período considerado, que el 76% de los alumnos asistía a establecimientos de gestión estatal. La misma tendencia se advierte al evaluar la evolución del número de establecimientos por sector de gestión. La única situación irregular corresponde al año 2000, durante el cual el número de establecimientos del sector público experimenta un aumento interesante (un 13% respecto al año anterior); mientras que el número de establecimientos de gestión privada experimenta un leve descenso (aproximadamente, un 4% respecto al año precedente). Aún así, el impacto de esa irregularidad sobre la distribución de los establecimientos por sector de gestión en el período considerado no parece ser muy relevante, ya que la participación del sector estatal ha oscilado, durante ese período, entre el 75% (año 1997) y el 79% (año 2000). Asimismo, como vimos, el sector privado no constituye un sector homogéneo. En la práctica, sin embargo, un porcentaje muy significativo de los establecimientos administrados por ese sector (aproximadamente el 70%) percibe algún tipo de subsidio del sector público para el financiamiento de sus actividades, aunque en este aspecto existe también una interesante variabilidad interprovincial. Otro indicador importante para analizar el esfuerzo de inversión realizado por las autoridades educativas nacionales y provinciales, durante los últimos años, es la evolución del gasto educativo consolidado. En este sentido, es posible advertir que, en valores absolutos, el gasto consolidado en educación ha experimentado un incremento casi sostenido durante el período 1991-2008. En este, el gasto consolidado en educación, en millones de pesos, casi se triplica. Los únicos años en los que ese incremento se detiene son 2001 y 2002, período en que, en comparación con los valores del año 2000, el gasto en Dentro del conjunto de escuelas que pertenecen al subsistema de gestión estatal, la mayoría depende hoy de forma directa de las autoridades educativas provinciales, mientras que solo unas pocas son administradas en forma directa por las autoridades nacionales y municipales. Esta simplificación del escenario correspondiente al subsistema de gestión estatal se produjo, básicamente, a partir de los ~ 64 ~ EQUIPO TÉCNICO educación experimentó un retroceso del 3,2%. Sin embargo, ese retroceso se recupera y supera al año siguiente, en el cual la inversión en educación aumenta un 10,2% respecto a los valores de 2002. Esta evaluación optimista se desvanece, parcialmente, al analizarla evolución del gasto consolidado en educación en relación con el PBI. Si bien durante el período considerado, el gasto consolidado en educación experimenta un incremento del 1,2% con relación al PBI (lo que supone un aumento del 46% entre los extremos de ese período), el análisis se vuelve menos optimista cuando se advierte el descenso que ha experimentado el gasto en educación desde 2001. En el período 2001-2003, el gasto consolidado en educación retrocede un 1,1% en relación con el PBI. La eficiencia interna del sistema educativo pesar de estos progresos, se advierte que todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar la cobertura completa en el nivel de EGB3 (que es obligatorio), recorrido que es aún más extenso en el nivel Polimodal. El esfuerzo realizado por los actores estatales en materia educativa, más allá del aumento experimentado durante el período considerado, continúa siendo insuficiente. De hecho, el deterioro experimentado durante los años 2001-2003 enciende una luz de alarma que requiere ser atendida tanto por las autoridades educativas nacionales como las provinciales. Un paso alentador, en este sentido, ha sido la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo, que compromete una inversión de recursos muy significativa para los próximos años. Uno de los objetivos planteados de forma explícita en la Ley Federal de Educación ha sido la búsqueda de una mayor calidad educativa, así como una mayor equidad en la prestación del servicio. Sin embargo, no siempre una mayor inversión se traduce en una mayor eficiencia interna del sistema. Lo mismo se observa al analizar la evolución de la tasa de asistencia escolar por grupos de edad, durante el período 1980-2001. En las dos últimas décadas, esta tasa ha tenido un crecimiento constante, que ha permitido que, en 2001, más del 94% de la población de 5-14 años asista a establecimientos educativos. Los logros son más importantes que para los otros tramos de edades, con un crecimiento del 27% para la población de 15-19 años, y un aumento del 17% para el grupo de 20-24 años. Aun así, los datos para 2001 muestran que todavía se está muy lejos de alcanzar niveles de asistencia similares a los que presenta la población de 5-14 años. El punto de partida ineludible para analizar la eficiencia interna del sistema educativo provincial es el grado de cobertura del sistema, que aparece expresado a través de la tasa neta de escolarización. Se puede advertir que el sistema educativo argentino ha experimentado un progreso muy significativo durante el período 1991-2001, en especial en el nivel inicial, de EGB3 y Polimodal. En el nivel EGB1 y EGB2 (la antigua primaria), en cambio, el incremento es mucho menos pronunciado (2,5%), pero se debe a que la tasa de escolarización en 1991 ya era extremadamente alta (superior al 95%). A A los fines del análisis, el primer indicador de la eficiencia interna del sistema educativo es la ~ 65 ~ EQUIPO TÉCNICO evolución de la tasa de no promoción anual, que constituye un indicador del fracaso escolar (la no promoción puede conducir, en el peor de los casos, al abandono del sistema). Los datos disponibles para 1996-2001 muestra que, a nivel nacional, el sistema ha experimentado una evolución positiva en el nivel de EGB3 (con un descenso de casi un 2% de la tasa de no promoción), aunque el recorrido de la curva es muy irregular. En cambio, en los niveles de EGB1, EGB2y Polimodal, la tendencia ha sido negativa, con un aumento de la tasa de no promoción de 0,7% y 1%, respectivamente. Con respecto a la evolución de la tasa de abandono interanual, es posible advertir que esta ha experimentado, durante el período considerado, un descenso pronunciado en el nivel de EGB3 (5,3%), mientras que ese descenso ha sido mucho menor en el nivel de EGB1 y EGB2. En el Polimodal, esta tasa ha experimentado un leve crecimiento (0,4%) durante el mismo período. Finalmente, en relación con la evolución de la tasa de egreso, se advierte que en los tres niveles la evolución ha sido favorable, aunque el incremento fue más significativo en el nivel de EGB3, con un aumento del 16%. En los dos primeros ciclos de la EGB y en el nivel Polimodal, el aumento ha sido poco significativo (2,6% y 0,2%, respectivamente), aunque para el caso de EGB1 y EGB2 la tasa de egreso al inicio del período considerado era, de por sí, ya muy elevada, superior al 80%. En lo que respecta a la evolución de la tasa de repitencia, se observa que en el nivel de EGB1 y EGB2, esta tasa, en consonancia con la evolución del indicador anterior, ha aumentado un 0,5% durante el período considerado; en tanto que en los niveles de EGB3 y Polimodal, se ve un descenso del 0,7% y 0,1%, respectivamente. Aun así, cuando se comparan los datos correspondientes al período 2002-2003, para cada uno de los niveles de enseñanza, se ve que la tasa de repitencia es bastante más elevada en el nivel EGB3 que en los otros niveles. A partir del análisis anterior de los indicadores utilizados, es posible concluir que la performance del sistema educativo no ha sido homogénea sino que, por el contrario, presenta algunas diferencias interesantes cuando se analizan los datos para cada uno de los niveles de la enseñanza. A pesar de ello, el balance que surge del período considerado, en términos generales, nos permite ser bastante optimistas; aunque son evidentes los progresos que aún quedan por realizar, sobre todo, en el último tramo de la EGB, que es de escolaridad obligatoria, y en el nivel Polimodal. Otro indicador importante para analizar la eficiencia interna del sistema es la tasa de sobreedad, que está en estrecha relación con la tasa de repitencia. La evolución de este indicador permite observar que la tasa de sobreedad crece en los tres niveles analizados, aunque ese incremento es más significativo en el Polimodal, donde esta tasa aumenta más de un 8%. Asimismo, es importante resaltar que la evolución de este indicador sigue un recorrido muy irregular en todos los niveles de enseñanza, es decir, con aumentos y descensos a lo largo del período considerado. Sin embargo, es cierto que, tras estos progresos, evidenciados al analizar los indicadores en términos agregados, se oculta la gran diversidad de resultados que muestra cada uno de los sistemas educativos ~ 66 ~ EQUIPO TÉCNICO jurisdiccionales. Los datos disponibles para el período considerado no permiten, en este punto, ser demasiado optimistas; si bien algunas jurisdicciones han progresado significativamente, al reducirla brecha respecto a los sistemas educativos provinciales con mejor rendimiento, existen algunos sistemas provinciales que todavía se mantienen muy rezagados, si se los compara con los más desarrollados. Atender a este hecho, por lo tanto, resulta clave, ya que uno de los propósitos declarados de la nueva legislación marco es la reducción de las disparidades regionales y provinciales, con la intención de garantizar la prestación de servicios de calidad para todos, con independencia del lugar (provincia o distrito) donde estos se sitúen. TEXTO III: DE VOLLMER ABRILE, MARIA INES: Nuevas demandas a la educación y a la institución escolar y la profesionalización de los docentes. “Los Condicionantes de la calidad educativa. Compilación”, DANIEL FILMUS. Editorial MARÍA INÉS ABRILE DE VOLLMER: Licenciada en Ciencias de la Educación. Ex Ministro de Cultura y Educación de la Provincia de Mendoza. Coordinadora General de proyecto de reformas e inversión en el sector educativo del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación NUEVAS DEMANDAS A LA EDUCACIÓN Y A LA INSTITUCIÓN ESCOLAR Y LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS DOCENTES. ~ 67 ~ EQUIPO TÉCNICO -PRIMERA PARTETENDENCIA EN EL DESARROLLO DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS. Los nuevos escenarios y su impacto en la educación E mundo y en nuestro país y que configuran los escenarios futuros en los cuales se desarrollarán las acciones educativas, y analizar cómo impactan en los sistemas educativos, en las instituciones escolares y en los docentes. l objetivo de esta primera parte del trabajo es explicitar brevemente los cambios que están aconteciendo en el LAS TRANSFORMACIONES NECESARIAS Cambia, todo cambia... El estribillo de esta conocida canción refleja exactamente lo que acontece en el mundo actual. Todos los países están haciendo un gran esfuerzo por cambiar. En la actualidad se asiste a un período de turbulencias y cambios drásticos a nivel planetario que están dando lugar al surgimiento de una nueva época caracterizada por la incertidumbre sobre el futuro: cambian las demandas de la sociedad y de las personas, cambia la situación internacional, se proponen nuevas reglas del juego, cambia el rol de los agentes permanentes y surgen nuevos actores sociales. económica, con el caos que produce el desvanecimiento de una época histórica y la esperanza que genera el comienzo de la otra. Se encuentra sumida entre la crisis derivada de los problemas acumulados del pasado que todavía no ha resuelto y que se han agudizado en la década perdida de los 80 y la crisis asociada a las transformaciones planetarias que dan cuenta de los cambios de los sistemas productivos, de las nuevas tecnologías y de los nuevos modos de organización que originan un nuevo orden competitivo basado en el conocimiento (García Guadilla, 1991). Existe una conciencia muy fuerte de que se están agotando los estilos tradicionales de operar. Hay mayor margen para la creatividad en la resolución de los problemas y también mayor tolerancia frente a la inseguridad y a las incertidumbres. Se generan nuevas condiciones y oportunidades favorables para los cambios. Frente a esta difícil situación, los países debaten y analizan nuevas estrategias para superarla y aplican modelos alternativos de transformación que garanticen mayor desarrollo y mejores condiciones de vida para todos sus habitantes. En América latina el reto es más complejo. La década de los 80 concluye con una gran crisis ~ 68 ~ EQUIPO TÉCNICO ¿CUÁLES SON LAS ESTRATEGIAS DE CAMBIO QUE TIENEN MAYOR CONSENSO? En esta búsqueda de soluciones, existe consenso sobre las principales estrategias básicas: demandas sociales y promueva la organización solidaria en la satisfacción de las necesidades básicas, la incorporación y difusión del progreso científico y tecnológico, en especial, el derivado de la microelectrónica y vinculado al procesamiento y trasmisión de información, que genera nuevas formas de saber y desencadena innovaciones que penetran todas las actividades y provocan cambios de gran importancia en la vida de las personas y de las instituciones. la adopción de nuevas concepciones organizacionales caracterizadas por el desmontaje de estructuras piramidales, jerárquicas, verticalistas, con mando fuerte y su sustitución por unidades autónomas y dinámicas; el aumento de la flexibilidad y adaptabilidad a situaciones cambiantes; la mejora continua de la calidad de los procesos y los resultados y el desarrollo de capacidades de cooperación y negociación (Pérez, 1990). el fortalecimiento de los sistemas democráticos, pluralistas y participativos que posibiliten la integración nacional, la cohesión social, la proyección de las culturas locales, el mayor protagonismo de las personas y los grupos, la elevación de las capacidades técnicas y la representatividad en el ámbito de la actividad política y social y el logro de mayores grados de consenso en la proposición de objetivos y metas, la transformación de las estructuras productivas en el marco de la globalización cada vez mayor de la economía, que les permitan adecuarse a los nuevos mercados caracterizados por la competitividad internacional y la modernización de los sectores productivos, la distribución justa y equitativa de los bienes y servicios que produce una sociedad, que compatibilice el crecimiento económico con creciente equidad, dé respuestas a las altas toma de decisiones, la satisfacción de.las nuevas demandas sociales. El impacto de estos cambios en educación La mayoría de los sistemas educativos han iniciado procesos de reformas y transformaciones como consecuencia de la aguda conciencia del agotamiento de un modelo tradicional que no ha sido capaz de conciliar el crecimiento cuantitativo con niveles satisfactorios de calidad y equidad, e incorporar como criterio prioritario y orientador para la definición de políticas y la Hoy hablamos de un nuevo orden mundial competitivo basado en el Conocimiento en el cual la educación y la capacitación son el punto de apoyo de largo plazo más importante que tienen los gobiernos para mejorar la competitividad y asegurar una ventaja nacional. El funcionamiento óptimo de los ~ 69 ~ EQUIPO TÉCNICO sistemas educativos pasa a ser una prioridad esencial de los países. ¿CUÁLES SON LAS NUEVAS DEMANDAS QUE ESTOS CAMBIOS PLANTEAN? Los sistemas educativos de todos los países deben responder a nuevos desafíos: Preparar ciudadanas y ciudadanos capaces de convivir en sociedades marcadas por la diversidad, capacitándolos para incorporarlas diferencias de manera que contribuyan a la integración y a la solidaridad, así como enfrentar la fragmentación y la segmentación que amenazan a muchas sociedades en la actualidad. En consecuencia, los sistemas educativos serán responsables de distribuir equitativamente los conocimientos y el dominio de las competencias en las cuales circula la información socialmente necesaria y formar a las personas en los valores, principios éticos y habilidades para desempeñarse en los diferentes ámbitos de la vida social. Formar recursos humanos que respondan a los nuevos requerimientos del proceso productivo y a las formas de organización del trabajo resultantes de la revolución tecnológica. Para incrementar la competitividad, el mayor desafío es la transformación de la calidad educativa: grupos cada vez más numerosos de individuos con buena formación, impulsar la autonomía individual, lograr un mayor acercamiento entre el mundo de las comunicaciones, la esfera del trabajo y de la educación y otorgar prioridad a las necesidades del desarrollo económico: los usuarios, los mercados laborales y las empresas que utilizan conocimientos. Capacitar al conjunto de la sociedad para convivir con la racionalidad de las nuevas tecnologías, transformándolas en instrumentos que mejoren la calidad de vida (Mello, 1993). Le corresponde a los sistemas educativos impulsar la creatividad en el acceso, difusión e innovación científica y tecnológica. Deben desarrollar capacidades de anticipación del futuro y de actualización permanente: para seleccionar información, orientarse frente a los cambios, generar nuevos cambios, asumir con creatividad el abordaje y resolución de problemas. Los miembros activos de una sociedad no sólo necesitan tener una formación básica, sino que deben incorporar conocimientos sobre informática y tecnología, aspectos que no eran imprescindibles hace sólo una década. TENDENCIAS EN EL DESARROLLO DE LOS NIVELES DEL SISTEMA EDUCATIVO ~ 70 ~ EQUIPO TÉCNICO C como paradigma: la satisfacción de las necesidades personales y sociales de los usuarios de los servicios educativos (alumnos, padres, sectores del trabajo y la producción, comunidad educativa) y como metodología: la incorporación de nuevas prácticas de planificación y gestión de los gobiernos. omo hemos visto, el horizonte de largo plazo confirma el valor estratégico de la educación en las próximas décadas. Corresponde ahora establecer alternativas de respuesta de los sistemas educativos, tanto en el plano de las políticas y estrategias, como en las formas de organización y administración. En los países iberoamericanos existe consenso sobre la necesidad de reformar el Estado con el objetivo de lograr mayores grados de exigencia, adoptando: LA ESTRUCTURA DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS: LOS NIVELES La combinación de principios políticos, pedagógicos y administrativos configura la estructura de los sistemas educativos a partir de los cuales se definen los niveles, los ciclos, la obligatoriedad y los criterios de articulación y coordinación. Los niveles identifican los tramos en que los sistemas atienden el cumplimiento de las necesidades educativas que plantea la sociedad en un determinado contexto de espacio y tiempo. Su duración tiene que ver con la explicitación de estas necesidades sociales (Aguerrondo, 1990). ¿CUÁLES SON LAS NECESIDADES EDUCATIVAS DE LA POBLACIÓN? Analizaremos a continuación tres grupos de necesidades que, al explicitarse como nuevas demandas, permiten diferenciar tres grandes campos en el desarrollo de los niveles educativos: educación preescolar, y con estrategias relacionadas con la equidad y la calidad, como la homogeneización de los objetivos y de los resultados. Este nivel actúa como compensador de las desigualdades de origen económico y social en tanto garantiza el acceso equitativo a una educación de calidad para que todos aprendan conocimientos socialmente significativos. El dominio de conocimientos y capacidades intermedias, deseables para toda la población. El nivel de la Educación Secundaria es el que refleja con mayor nitidez la tensión en la La adquisición de competencias básicas de apropiación de conocimientos elementales y comunes, imprescindibles para toda la población. Esta tendencia se acompaña con estrategias relacionadas con la cobertura, como la mayor duración de la escolarización y el incremento de la obligatoriedad de la Educación Básica, incluida la ~ 71 ~ EQUIPO TÉCNICO relación entre educación y economía. La aparición de perfiles profesionales nuevos estrechamente vinculados a las nuevas tecnologías y la profunda modificación de las existentes, demandan al sistema educativo, ante todo, una formación amplia con aprendizajes básicos comunes a diversos campos, que se anticipen a la eventualidad de la diversificación y a la necesidad de futuras adaptaciones. Al mismo tiempo, lograr una flexibilización curricular que lleve en sí misma los mecanismos de actualización permanente, capaces de incorporar los cambios al ritmo en que se producen en la sociedad (M.E. C. de España, 1987). El logro de los objetivos políticos, sociales y económicos de los gobiernos, exige mantener un equilibrio entre la amplitud y la especialización de la formación impartida. Se asiste a un doble movimiento: al mismo tiempo se incluyen conceptos de la vida laboral en el currículum general, y se refuerzan componentes de formación general en los programas de capacitación. El logro de alta capacitación y competencias diferenciales para distintos grupos de la población. Desde el punto de vista de los requerimientos en materia de competitividad, la Educación Superior llene que asegurar una formación de calidad compatible con las exigencias del desarrollo científico, técnico y profesional, así como de la economía y de la política, que ayuden a los países a insertarse con éxito en el ámbito Internacional. Calidad entendida no sólo en función del grado de desarrollo de cada país, sino en condiciones de ofrecer formación y realizar investigación a la altura de las exigencias de la inserción internacional (Unesco-Cepal, 1992). LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO la desesperanza de poblaciones en contextos sociales y económicos lid versos cuyas necesidades educativas no son atendidas por ineficiencia de los sistemas educativos, la ausencia de capacidades institucionales y técnicas para afrontar el problema de la repitencia y la deserción que alcanza niveles inaceptables, el creciente malestar social como consecuencia de promesas no cumplidas por los ministerios de educación, que se expresan en el desinterés de los alumnos, la La tensión entre las nuevas demandas y los problemas no resueltos L a diversidad y magnitud de las demandas educativas constatan con más fuma los problemas y dificultades de los sistemas educativos: el agotamiento de los modelos tradicionales de gestión y de los tipos de relaciones que se generan en el interior de los sistemas educativos que enfatizan el verticalismo y el autoritarismo, ~ 72 ~ EQUIPO TÉCNICO el refuerzo de las instancias centralizadas y burocratizadas que opera en detrimento de la autonomía de las escuelas, la falta de información disponible para efectuar un proceso de transformación, en especial la ausencia de evaluación de los resultados de aprendizaje en varios países de la región, el descontento, la desconfianza y el escepticismo que generan la discontinuidad de los ciclos políticos y la inestabilidad de las estrategias educativas. desesperanza de los padres y la frustración de los docentes inmersos en una estructura que no produce resultados aceptables para la sociedad, la reducción del financiamiento de la educación a pesar del aumento de la cobertura, como consecuencia de las políticas de ajuste y de la falta de credibilidad de los sistemas educativos frente a otros sistemas o subsistemas, la uniformidad del tratamiento dado a sectores socio-culturales y económicos diferentes, con resultados insatisfactorios para los alumnos de poblaciones carenciadas, ¿POR QUÉ ES NECESARIA LA TRANSFORMACIÓN DEL ESTADO EN EL SECTOR EDUCATIVO? La persistencia de este conjunto de problemas y dificultades, y la presión de las nuevas demandas y necesidades educativas plantean la urgencia de producir transformaciones estructurales que reorienten las responsabilidades del sector público. La readecuación del Estado es uno de los puntos más importantes para superar el aislamiento del sistema educativo con respecto a los requerimientos sociales. Para definir las nuevas responsabilidades, es necesario analizar dos cuestiones claves: las funciones del Estado que garantizan la unidad y la integración nacional, y las funciones del Estado que atienden y reconocen las diversidades. LAS FUNCIONES DEL ESTADO QUE ATIENDEN LA UNIDAD DEL SISTEMA P ara lograr la unidad e integración de la Nación, le compete al Estado: acceso. La permanencia y el egreso del sistema educativo que permita el desarrollo equilibrado y la cohesión del cuerpo social en su conjunto, lograr un desempeño eficaz de los ciudadanos y ciudadanas, dotándolos de las competencias necesarias para participar en diferentes ámbitos y desenvolverse productivamente en la sociedad moderna, mejorando la calidad de los servicios educativos, diseñar y ejercer la conducción estratégica de las políticas de desarrollo educativo con una visión prospectiva capaz de producir las adecuaciones que demanda el entorno cambiante y de orientar los procesos y las acciones, garantizar la igualdad de oportunidades y posibilidades para el ~ 73 ~ EQUIPO TÉCNICO promover la construcción de acuerdos nacionales que expresen la voluntad política de los gobiernos a favor de la educación, en torno a metas de mediano y largo plazo que generen el consenso y la participación de distintos sectores y actores sociales, movilicen los recursos y esfuerzos necesarios para el cumplimiento de las metas y otorguen continuidad y estabilidad a las políticas de Estado, determinar los objetivos y contenidos fundamentales de los niveles de enseñanza, disponiendo mecanismos dinámicos y participativos para la articulación con las nuevas demandas de la sociedad, establecer sistemas nacionales de medición de resultados del proceso educativo que permitan asumir la responsabilidad por los logros obtenidos y efectuar la rendición de cuentas a la sociedad, y sistemas de información y de investigación educativa que constituyan una base de datos operativos para la toma de decisiones, desarrollar capacidades políticas y técnicas que configuren un nuevo estilo de gestión responsable y eficiente, que genere las condiciones de gobernabilidad de los sistemas educativos, establezca claros mecanismos de decisión e intervención y procure la dotación de recursos humanos, técnicos, administrativos y financieros necesarios para el desarrollo de las políticas. LAS FUNCIONES DEL ESTADO QUE ATIENDEN LAS DIVERSIDADES E implementar políticas que estimulen e incentiven los desempeños eficaces de instituciones educativas, grupos y personas de la comunidad que logren metas educativas valiosas relacionadas con las prioridades políticas(avances significativos en la superación del fracaso escolar, incorporación de tecnologías en los procesos de aprendizaje, articulación con el sector de la producción y del trabajo), a través de programas específicos que asignen recursos financieros y técnicos con criterios de calidad y productividad y confirmen el valor estratégico de la educación y de los actores que la protagonizan, fortalecer procesos de descentralización, desconcentración y delegación de funciones hacia stas nuevas responsabilidades del Estado dirigidas a reconocer y potenciar la heterogeneidad de situaciones se convierten en un elemento clave para imprimir pertinencia y relevancia a los procesos educativos y una estrategia de gran impacto en el fortalecimiento de las democracias de los países iberoamericanos. Desde esta perspectiva de análisis, le compete al Estado: mollar capacidades que permitan efectuar un tratamiento diferenciado a grupos y sectores afectados por la pobreza y la segregación social mediante políticas compensatorias que asignen recursos financieros y técnicos con criterios de discriminación positiva y preparen las condiciones para la participación, la cohesión social y la competitividad de las naciones, ~ 74 ~ EQUIPO TÉCNICO ejercer el liderazgo de la apertura institucional, tomando la iniciativa en la búsqueda y movilización de recursos, de articulación y coordinación con organismos gubernamentales y no gubernamentales, nacionales e internacionales, de los ámbitos académicos, sociales, políticos, de la producción y del trabajo, que permitan la construcción de un nuevo estilo de gestión que, desde una mirada estratégica del conjunto y de la comprensión de la diversidad, consolide definitivamente mecanismos ágiles, flexibles, dinámicos y audaces para la incorporación de las demandas sociales a los sistemas educativos. unidades menores de gestión educativa, con regulaciones mínimas que establezcan claras definiciones de competencias, que promuevan la autonomía, la responsabilidad por los resultados y la capacitación que garantice el desempeño eficiente de los agentes de las instancias intermedias y de las escuelas, promover innovaciones educativas con visión prospectiva de las transformaciones a producir en los sistemas y en las escuelas, integrar los aportes de la comunidad académica, sistematizar estudios, experiencias e investigaciones que sean utilizados por las instituciones en la satisfacción de sus necesidades educativas, - SEGUNDA PARTE TENDENCIAS EN LOS NUEVOS PAPELES QUE ASUME LA INSTITUCIÓN ESCOLAR DESCENTRALIZACIÓN Y AUTONOMÍA ¿CÓMO AFECTAN ESTOS CAMBIOS A LA ESCUELA? L as nuevas demandas educativas refuerz.an la defensa de la escuela como institución destinada prioritariamente a la trasmisión y apropiación del conocimiento sistematizado. El éxito de este nuevo enfoque dependerá del equilibrio que se alcance entre los dos ejes de la organización institucional de los sistemas educativos: el eje de la unidad que promueve la integración y la búsqueda de valores comunes y el eje de la descentralización que reconoce la diversidad y el respeto por las características específicas de cada comunidad educativa. En la última década se han producido estudios sobre la descentralización que tienden a enfatizar la dimensión local, como un ámbito privilegiado de intervención (Rivas, 1991). El surgimiento de la escuela como una organización con cierta autonomía es uno de los procesos más significativos que están ocurriendo en la transformación de los sistemas educativos. ~ 75 ~ EQUIPO TÉCNICO ¿QUÉ TIPO DE PROBLEMAS PROCURA RESOLVER LA DESCENTRALIZACIÓN Y LA AUTONOMÍA? La falta de iniciativa y de autonomía en el lugar en que la relación pedagógica ocurre, la dificultad en hacer llegar a las escuelas los recursos consumidos por las máquinas burocráticas y la dudosa efectividad de los "paquetes preparados", la excesiva reglamentación, la visión homogénea de realidades locales y escolares muy dispares, son algunas de las explicaciones que justifican las estrategias de descentralización en el sector educación. Los procesos de descentralización se efectivizan en las escuelas cuando se acompañan con autonomía, con poder de decisión sobre aspectos sustantivos de su quehacer. Estudios recientes lo confirman a partir del análisis de características comunes que poseen algunas escuelas eficaces (OCDE, 1991; Tedesco, 1991; Mello, 1991 y 1993). Hadad afirma que"...las escuelas eficaces y bien organizadas presentan varias características en común: disponen de un ambiente bien ordenado, enfatizan el desempeño académico, establecen altas expectativas para el desempeño de sus alumnos y son dirigidas por profesores y directores que realizan un enorme esfuerzo por ofrecer una enseñanza efectiva y estimulan a sus alumnos a que aprendan, independientemente de sus condiciones familiares..." (1990). también planteamos la necesidad de transformar la escuela y revisar sus funciones para adecuarla a los requerimientos de su comunidad y satisfacer sus necesidades educativas. Las nuevas funciones de la escuela Así como nos referimos a la transformación del Estado y la resignificación de sus funciones para adecuarlo a las demandas de la sociedad, ¿QUÉ CAMBIOS DEBE PRODUCIR LA ESCUELA? En el marco de los procesos crecientes de descentralización y autonomía, los nuevos papeles que asume la institución escolar son: ofrecer a todos una educación de calidad, configurar un estilo de gestión a nivel local, diferenciado y flexible en SU organización escolar, que desarrolla capacidades y formas propias de interactuar en su medio social, incorporar las necesidades desiguales y trabajar sobre ellas a lo largo de los años de escolaridad, uniformar un ámbito con capacidad de decisión para la elaboración de mi proyecto educativo y la construcción de su convertirse en un espacio de democratización y participación de la sociedad y punto de contacto de los sectores populares con el Estado. La expansión de la escolaridad representó un significativo avance en la igualdad de las oportunidades de acceso al sistema. La equidad sólo se logrará si la escuela tiene éxito en ~ 76 ~ EQUIPO TÉCNICO ejercer un desempeño institucional eficiente, que rinda cuenta a su comunidad de los resultados de aprendizaje de sus alumnos, constituirse en un espacio para la democratización de las relaciones institucionales, para el logro de debates y consensos, de trabajo en equipo, de práctica cotidiana de valores democráticos, de negociación de los conflictos de poder, de fortalecimiento de estructuras colegiadas (consejos de escuela), de ejercicio de control social y comunitario sobre el cumplimiento de las metas, desarrollar capacidades para la articulación orgánica con las instancias intermedias (regionales) y centrales del sistema educativo en el marco de normativas establecidas que definan las competencias respectivas. propia identidad a partir del conocimiento más cercano de las demandas sociales, desarrollar capacidades para la gestión pedagógica de la institución que focalice todos los esfuerzos en el logro de metas que atiendan la calidad de los resultados educativos y el mejoramiento del ambiente y de las condiciones de aprendizaje, transformarse en un espacio con poder para organizar la oferta educativa y combinar el uso de los recursos humanos, técnicos, físicos y financieros de acuerdo a las necesidades y oportunidades, en función de su propio proyecto educativo, a partir de la existencia de un mínimo de oferta socialmente justa sin la cual las escuelas no pueden funcionar, RIESGOS Y CONDICIONES DE LA AUTONOMÍA ¿CUÁLES SON LOS PELIGROS SI NO SE GENERAN CONDICIONES FAVORABLES A LOS PROCESOS DE DESCENTRALIZACIÓN? A lgunas experiencias de descentralización han producido efectos contrarios a los previstos. Otras, en cambio, demuestran que es posible conducir exitosamente procesos de construcción de autonomía institucional. El riesgo de reconcentrar el poder y reproducir a nivel local los inconvenientes del modelo de gestión centralista y autoritaria, puede ser contrarrestado promoviendo la creación de estructuras participativas como los consejos, cuyos integrantes limiten los abusos de poder. En algunos países, la producción de libros para adaptar contenidos curriculares con un enfoque regional y localista estrecho, ha demostrado una eficacia probadamente nula, aunque la inversión fuera significativa en detrimento de otras prioridades. En estos casos debe procurarse un equilibrio entre los contenidos generales y los locales que conduzcan a un proceso integrador de alto carácter formativo para los alumnos, que no pierda de vista la prioridad de la calidad de los aprendizajes básicos y comunes. ~ 77 ~ EQUIPO TÉCNICO La amenaza del aumento de las desigualdades, si no existen suficientes mecanismos de apoyo, es posible evitarla con una fuerte voluntad política que implemente programas compensatorios que garanticen una oferta mínima socialmente justa. La fragmentación del sistema como consecuencia de un proceso sin control de la autonomía de las escuelas, puede resguardarse con regulaciones claras que establezcan el equilibrio y la necesaria integración y articulación entre el Estado y las unidades descentralizadas. NUEVOS CAMPOS DE DECISIÓN DE LAS ESCUELAS ¿CÓMO SE CONSTRUYE LA AUTONOMÍA ESCOLAR? ¿CUÁLES SON LOS ÁMBITOS DONDE SE PUEDE EJERCER? n punto clave de la autonomía es dar a los establecimientos mayores atribuciones para ordenar su funcionamiento y fortalecer las capacidades E de ms recursos humanos para definir y llevar a cabo el proceso educativo. Para ello, es necesario analizar los nuevos campos de decisión donde esas atribuciones se ejercen. La autonomía de la escuela sobre los aspectos pedagógicos integración y coherencia y la función de legitimación de las diversidades. Completar a nivel de la escuela la elaboración de los currículos facilitará el fortalecimiento de la autonomía institucional y el respeto a la diversidad de las demandas educativas de cada establecimiento y su entorno, en el marco de una base compartida de conocimientos, competencias y valores definidos en los niveles centrales, que resguardan la unidad del conjunto de la Nación. Habrá más posibilidades de integración mientras más logrados y compartidos estén los valores centrales y más fuerte sea la diversificación. La descentralización pedagógica se concreta en la escuela asumiendo nuevas atribuciones y facultades para: la elaboración de su propio proyecto educativo en relación con la captación de las demandas de su comunidad, las políticas educativas determinadas por las instancias centrales y regionales y los programas que formule para que sus alumnos aprendan. Cada escuela desarrolla su propia cultura institucional de acuerdo a su vida interna desde donde construye su identidad, la selección de objetivos y contenidos específicos, adecuados a los intereses de su contexto, que se articulan con los contenidos mínimos y comunes para todo el país y los acordados para la región, El nuevo paradigma de la gestión pedagógica es: unidad de objetivos, valores compartidos y creciente autonomía de ejecución (Casassus, 1993). La eficacia del Estado tiene que ver con la capacidad de articular la función de ~ 78 ~ EQUIPO TÉCNICO la participación de la comunidad en la determinación de los aprendizajes relacionados con temas locales, la conducción de los procesos de aprendizaje en el aula en el marco de una nueva didáctica adecuada a los nuevos cambios que están ocurriendo en los procesos de enseñanza y aprendizaje, la selección de los recursos técnicos necesarios: guías, textos, materiales educativos, equipamiento didáctico y tecnológico, de acuerdo a las características de la escuela y de sus alumnos, la organización y capacitación de los docentes en función de las necesidades del proyecto educativo institucional y de las políticas centrales, la selección de actividades extracurriculares propuestas por la comunidad, la evaluación de los resultados de sus alumnos a nivel de la escuela y su articulación con las mediciones de logros a nivel central o regional, la evaluación del desempeño de los docentes en el marco de un proceso de profesionalización del rol. Un componente fundamental que supera la enumeración de los elementos, es la peculiar combinación que cada escuela efectúa de sus recursos en la tensión entre sus posibilidades, su cultura institucional, las demandas de su comunidad y el logro de metas de calidad y equidad que dan sentido a su proyecto educativo. En la forma particular de ponderar los insumos reside la identidad de la institución, en la cual juega un papel fundamental el rol del director, cuyo desempeño afecta la dinámica educativa. LA AUTONOMÍA DE LA ESCUELA EN RELACIÓN A LOS ASPECTOS ADMINISTRATIVOS Guiomar Namo de Mello en varias publicaciones ha hecho aportes sustantivos sobre el tema. Parte del análisis de los efectos que producen las estrategias centralizadas que se adoptaron para mejorar la calidad de las escuelas, entre las cuales destaca la provisión de insumos y recursos básicos necesarios para el funcionamiento cotidiano de los establecimientos. Estos insumos recibieron el mismo tratamiento que las demás normas de organización escolar, es decir, todas las escuelas recibieron los mismos insumos, sin considerar las peculiaridades de cada uno, y por lo general, fuera de la fecha en que los necesitaban por la demora procedimientos burocráticos. de los La autonomía de las escuelas requiere como condición indispensable, el mayor grado de decisión posible en lo relativo a dos insumos básicos y necesarios para su organización: personal y finanzas. Una real alteración del poder del sistema educativo sólo será posible si se hace efectiva dicha delegación. Ninguna institución puede tener identidad, iniciativa y proyecto si no posee el control sobre sus propios recursos y sobre su equipo, dice la autora. ~ 79 ~ EQUIPO TÉCNICO LAS NUEVAS COMPETENCIAS DE LA ESCUELA PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LOS RECURSOS HUMANOS "...L as políticas homogéneas sobre la carrera magisterial y el salario fueron uno de los principales factores que determinaron la pérdida de la fuerza de parte de las escuelas. Las normas de incorporación, los nombramientos, las admisiones y despidos negociados directamente por los sindicatos y la administración central, hacen difícil que las escuelas adopten decisiones sobre aspectos cruciales de su organización, tales como currículo, uso del tiempo, perfil de los profesionales adecuados a sus propuestas de trabajo... En los países en que existe la estabilidad en la carrera docente, sería deseable que ese derecho no estuviese limitado a puestos específicos en las escuelas, sino a nivel del sistema... De esta forma, si la escuela decide despedirá un profesor o un técnico, podrá hacerlo poniendo al profesional a disposición de. la administración central, la que procederá a reubicarlo... reservando el derecho de la escuela a escoger. Deberán permitirse los perfiles diferenciados de los equipos escolares, dependiendo de la propuesta de la escuela..." (Mello, 1993, págs. 204 y 205). Esta proposición resulta interesante en el mediano y largo plazo porque implica un tratamiento arduo de negociación con los gremios docentes y de obtención de consenso en la sociedad. Los países deberían realizar estudios y propuestas encaminadas a fortalecer nuevos roles docentes y directivos en función de las nuevas demandas y adecuar paulatinamente la formación docente, la carrera profesional, los sistemas de remuneración y los mecanismos de estímulos e incentivos en relación con el logro de metas de equidad, calidad y productividad. En el corto plazo, podría avanzarse con áreas más flexibles en la organización escolar, como pueden ser las actividades extracurriculares que se programan para enriquecer la oferta de enseñanza y tienen mecanismos diferentes en su implementación, con capacidad de decisión de la escuela, sobre el tipo de profesional a ser contratado. LAS NUEVAS COMPETENCIAS DE LA ESCUELA PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LOS RECURSOS FINANCIEROS diferenciarán los salarios en base a los resultados. De este modo, cada escuela tendría derecho a un volumen adicional de recursos a ser utilizados para pagos extraordinarios de su equipo, a partir de los resultados de las evaluaciones que indiquen que la escuela está mejorando su desempeño. Este es, sin duda, un tema controvertido, pero a) Remuneraciones "...Al menos una parte de las decisiones sobre las remuneraciones debería delegarse a las escuelas, como por ejemplo, las jornadas extraordinarias de trabajo. Otra alternativa importante sería la posibilidad de establecer estímulos salariales, a partir de niveles mínimos fijados en escalas homogéneas, que ~ 80 ~ EQUIPO TÉCNICO no por eso debemos retirarlo de la agenda de discusión..."(Mello, pág.207). descentralizar los fondos a quien ejecute la obra, ya sean los municipios o las escuelas. Queda planteado un camino para las transformaciones estructurales que los países emprendan, cuyo nivel de concreción dependerá de la combinación de múltiples factores entre los que figuran: la voluntad política de los gobiernos, las capacidades para negociar y lograr consensos graduales con los sindicatos, los docentes y la sociedad, la disponibilidad de recursos y la habilidad para aprovechar los tiempos y las oportunidades que ofrezca la realidad para producir avances consolidados. c) Financiamiento de proyectos institucionales b) Financiamiento compensatorios de Para promover innovaciones educativas, le compete al Estado orientar su intervención a través de mecanismos que alienten a las escuelas a mejorar sus niveles de calidad, eficiencia, e incentiven el uso racional de sus recursos, voluntad que se expresa en su proyecto educativo. Para ello, es necesario establecer procedimientos para la convocatoria a la presentación de proyectos y el concurso para que se juzgue la calidad de éstos, efectuado por comisiones evaluadoras altamente capacitadas, y de acuerdo a normativas generales. El financiamiento puede incluir honorarios complementarios para los docentes que se involucren en el logro de los cambios previstos en el proyecto. programas Para que la autonomía de las escuelas no produzca efectos negativos, se requieren mecanismos fuertes de compensación financiera. Le corresponde a la administración central, en cumplimiento de las metas de calidad, equidad y universalización del acceso y del egreso, orientar recursos a las escuelas para asegurar un mínimo de oferta socialmente justa a partir de la cual cada institución pueda elevar la calidad de los aprendizajes de sus alumnos. d) El presupuesto de la escuela autónoma "...La autonomía financiera no es una transferencia esporádica de recursos que ya vienen predestinados para cierto tipo de gasto…. Se trata de crear mecanismos mediante los cuales la escuela posea su propio presupuesto, transferido en cantidades globales, con capacidad para administrarlo y con poder de decisión sobre cuáles son los gastos prioritarios, sin que existan limitantes referidos a ciertos tipos de gastos. Y más todavía, los gastos de las planillas de sueldos serían parte constitutiva de este presupuesto, aunque la escuela no sea la agencia pagadora, fijando los recursos destinados en manos de la administración central del sistema que haría efectivos tales pagos con las informaciones suministradas por las escuelas.... Los gastos que efectúa el Estado (sueldos, compra de materiales), serán descontados del presupuesto de la escuela. La autonomía de la Reafirmada esta responsabilidad de los gobiernos queda claro, por lo anteriormente expuesto, que se debe cambiar la modalidad de intervención en la asignación de estos recursos, diseñando políticas y estrategias diferenciadas según las necesidades de las instancias regionales y de las escuelas y adoptando mecanismos distintos según el tipo de recurso. Por ejemplo, para proveer de libros de textos, útiles y equipamiento a las escuelas, se justifica la centralización desde el punto de vista de la economía de escala; en el caso de reparaciones escolares resulta beneficioso ~ 81 ~ EQUIPO TÉCNICO escuela no significa que el presupuesto se transfiere en especies, niño que ésta tiene el poder de decidir cómo ejecutarlo, aun cuando una parte permanezca como un crédito al que la escuela tiene derecho a pesar de estar suministrado por las instancias centrales... Aunque dicha autonomía financiera no se implante de una vez y completamente, previendo que habrá etapas y procesos de negociación, considerando inclusive los plazos para capacitara las escuelas en esta tarea, el objetivo final debe ser éste. Sólo en estos términos la autonomía financiera puede constituir un instrumento de auto mejoramiento de las escuelas, útil para perfeccionar su organización interna, obligando al equipo a pensar en el conjunto de la escuela, en el proyecto, en los objetivos y en las prioridades "(Mello, págs. 208 y 210). En este marco, los países avanzan en el diseño de nuevas alternativas. Mientras tanto, es necesario conducir los procesos de transición y avanzar en la realización de estudios preparatorios sobre normas jurídicas, simplificación de procedimientos de control burocrático, costos por tipos de escuela, criterios comunes y diferenciales para la asignación de recursos, especificación de los gastos que se reserva al Estado o a los municipios y los que se delegan a la escuela, y de acciones destinadas al diseño de programas de capacitación destinados a desarrollar competencias para el ejercicio de las nuevas tareas. LA AUTONOMÍA DE LA ESCUELA SOBRE ASPECTOS ORGANIZATIVOS Las nuevas competencias de la escuela para definir los tiempos de Aprendizaje Es necesario determinar quiénes definen en el sistema educativo sobre la optimización de los tiempos de aprendizaje. A la administración central le corresponde la fijación de la duración del ciclo lectivo, estimando el mínimo de días y horas anuales para todo el país, y la determinación de la duración de la jornada mínima para cada ciclo y nivel. A la administración regional, le compete establecer la fecha de iniciación y finalización del ciclo lectivo (meses de clase) y la distribución anual de las vacaciones. Serán atribuciones de las escuelas la organización de los días de clase en la semana y de las horas de clase en el día. La forma cómo se utiliza el tiempo repercute en los logros educativos, tanto en el incremento de los días/horas anuales de clase, como el aprovechamiento de las horas diarias en que los alumnos permanecen en la escuela. En una publicación reciente, Schiefelbein (1993) estima que "el tiempo para el aprendizaje a veces se usa muy mal. Un estudio venezolano sobre la administración de las clases encontró que sólo el 40% del tiempo destinado a impartir clases era usado efectivamente para la enseñanza. La mitad del tiempo se pierde... En Chile, entre el 50 y el 64% del tiempo de los docentes se destina a la enseñanza y un 22 a 29% adicional, a controlar la disciplina. Casos similares se han detectado en otros países de América latina”. Las nuevas competencias de la escuela pura definir el uso de los espacios educativos. Una de las áreas más exitosas en los procesos de descentralización es la de los recursos físicos. Múltiples y variadas experiencias ~ 82 ~ EQUIPO TÉCNICO avalan la conveniencia de delegar las actividades de reparación y mantenimiento edilicio en las escuelas o en los municipios, incrementando la eficiencia en el uso de los aportes que hace el listado. escuelas, será competencia de la administración regional, la asignación de los espacios institucionales donde se produce el aprendizaje es atribución de la escuela y la utilización de los espacios áulicos y comunitarios para determinados tipos de aprendizaje será competencia de los docentes. La distribución del parque edilicio disponible para posibilitar un eficaz desempeño de las LA AUTONOMÍA DE LA ESCUELA EN LA DEFINICIÓN DE LAS RELACIONES INSTITUCIONALES a gestión democrática de las escuelas es un componente fundamental de la autonomía en Lla medida que implica una alteración del clima psicosocial y de las formas de ejercer el poder y el control interpersonal. En algunos países iberoamericanos los procesos de descentralización han configurado nuevos mecanismos para la elección de los directores en el ámbito de la comunidad educativa (España, Brasil). El establecimiento de órganos colegiados como los Consejos de administración o Consejos de Grado, como ámbitos participativos integrados por docentes, padres y alumnos, generan una nueva relación de fuerzas donde es posible debatir ideas, dirimir conflictos, constituirse en mecanismos de control para el conjunto, y construir los consensos necesarios para llevar adelante un proyecto educativo. Sólo si la escuela tiene autonomía, tiene sentido la participación de todos sus actores. Sin instrumentos para ejecutarlas decisiones, para evaluar y efectuar la rendición de cuentas de los resultados obtenidos, la participación tiende a ser más bien trivial, a través de la presencia en comisiones, en asambleas o en elecciones que, en verdad, no conducen a la ejecución de las decisiones tomadas por falta de poder real a nivel de la escuela (Mello, 1993). Fortalecer la función del director para el ejercicio de un liderazgo democrático y responsable, y avanzar en la búsqueda de alternativas nuevas para la elección de un profesional que combine criterios de competencia profesional y conocimientos técnicos, con legitimidad del liderazgo y aceptación de su autoridad será, sin lugar a dudas, una prioridad para los gobiernos. - TERCERA PARTE TENDENCIAS EN LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS DOCENTES ROL PROFESIONAL Y AUTONOMÍA ESCOLAR ¿PUEDE LA AUTONOMÍA ESCOLAR FAVORECER LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS DOCENTES? P ara responder a los requerimientos de una educación de calidad para todos es indispensable promover la profesionalización de los docentes. El proceso de reconversión del rol docente en profesional es una exigencia no sólo de las ~ 83 ~ EQUIPO TÉCNICO transformaciones acaecidas en la organización del trabajo, sino que es una consecuencia de los procesos de descentralización, de la autonomía en la gestión de las escuelas y de los cambios que están ocurriendo en los procesos de enseñanza y aprendizaje, que contraponen el rol tradicional de mero trasmisor de conocimientos al de facilitador de los aprendizajes de los alumnos. atraídos por la función docente, y la dificultad para remontar los bajos índices en los resultados de aprendizaje. Iván Núñez señala que el rol profesional implica que el docente tiene una Formación de nivel superior que lo capacita para conectarse permanentemente con el saber pedagógico acumulado, para diagnosticar los problemas de aprendizaje de sus alumnos y las necesidades educativas de su entorno, para recurrir por sí mismo a la recreación o generación de métodos y técnicas y a la elaboración local del currículum. En la actualidad, la docencia es una semiprofesión desde el punto de vista sociológico, débilmente estructurada, en una posición dominada por la burocratización de las instituciones y por la desvalorización dentro del mercado de empleo. En muchos países iberoamericanos, la actividad docente no ha logrado todavía ser reconocida como profesión. La autonomía escolar es el marco apropiado para la configuración profesional del rol docente. Una auténtica descentralización, que haga menos rígida y uniforme la administración, que entregue crecientes cuotas de poder a los actores sociales y a las comunidades locales, que atiende a la heterogeneidad de las realidades regionales y locales y a la diversidad de cada escuela y cada aula es el ámbito privilegiado para construir la profesionalización del trabajo docente (Núñez, 1990). Existe gran contradicción sobre la trascendental misión que cumplen maestros y profesores a nivel del discurso político, y la situación concreta en que se desenvuelven. Las remuneraciones no se compadecen con las responsabilidades asignadas ni con el nivel de preparación, abundan más las frustraciones que las gratificaciones entre los docentes. El efecto negativo de esta situación es la pérdida de jóvenes talentosos que no se sienten REQUERIMIENTOS PARA LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS DOCENTES ¿CUÁLES SON LOS ASPECTOS QUE IMPACTAN EN LA PROFESIÓN DOCENTE? LA PREPARACIÓN ACADÉMICA EL RECLUTAMIENTO E l proceso de profesionalización comienza por calificar la demanda de postulantes para el ingreso a la formación docente. Constituye una enorme preocupación para los países el constante descenso de la calidad de los conocimientos, ~ 84 ~ EQUIPO TÉCNICO habilidades y motivaciones de quienes se incorporan a las carreras docentes. Para garantizar un mínimo de talento y aptitudes es necesario establecer mecanismos que pueden alternar entre procedimientos selectivos como los exámenes de ingreso o talleres de nivelación que no son excluyentes pero que condicionan el ingreso a la acreditación de mínimos exigibles. Argentina ha diseñado un programa de nivelación destinado a constatar el dominio de los conocimientos básicos, ofrecer talleres optativos de revisión de los contenidos curriculares lengua, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales y variadas instancias de acreditación a elección del alumno. Cumplida la acreditación de los mínimos, puede ingresar a la carrera. Se requiere además una clara concepción de las cualidades que hay que esperar de un buen docente, de manera de atender no sólo las mejores calificaciones académicas posibles, sino también las actitudes y los rasgos personales deseables. No es muy alta la correlación positiva entre buenas calificaciones académicas y un efecto beneficioso en el aprendizaje de los alumnos. La formación docente un aporte sustantivo a la profesionalización docente. La docencia eficaz es consecuencia también de características de la personalidad tales como la paciencia, la persistencia, la capacidad de analizar problemas y la comprensión de los alumnos (OCDE, 1991) El rol profesional docente que implica la resignificación de funciones tradicionales y el surgimiento de un conjunto de tareas nuevas que la escuela y la sociedad esperan ver realizadas en el ejercicio de la docencia, constituye el criterio más relevante para fundamentar y orientar la transformación estructural de las carreras de formación docente. Para la adecuación de la formación docente a las nuevas demandas que ya se ejercen sobre maestros y profesores, es conveniente tener en cuenta: la articulación e integración dinámica entre las instituciones formadoras, las escuelas y los sectores académicos para lograr la apertura necesaria que primita captar y dar respuestas, en forma permanente, a las necesidades educativas de la sociedad, la transformación curricular que contemple una preparación pedagógica y científica, que ponga al alumno en contacto con las escuelas desde el comienzo, con prácticas directas y asunción de responsabilidades. La modalidad de trabajo que los docentes desarrollan en las escuelas está fuertemente Una concepción de la formación docente desvinculada de las funciones escuela y de los requerimientos de la sociedad, con débil formación pedagógica y didáctica como consecuencia de planes de estudio en los que se aprecia una inclinación teórica, intelectualista y academicista que reproduce los estilos tradicionales de enseñanza, fragmentada y desarticulada institucionalmente, despreocupada de la formación de formadores, es difícil que haga ~ 85 ~ EQUIPO TÉCNICO determinada por los procesos pedagógicos que han vivenciado durante su propio proceso formativo, el establecimiento de un sistema de formación continua del docente que Incluya la formación inicial, el desarrollo profesional, la capacitación en Hervido y las oportunidades de calificaciones superiores. Un sistema que Integre la formación de grado, el perfeccionamiento y los estudios de posgrado, supone el diseño de currículos flexibles que permitan la circulación de los graduados por distintos programas de formación, el fortalecimiento de los institutos de formación docente, elevando el nivel de los formadores de formadores, de manera que asuman el papel decisivo que les cabe en la preparación y motivación de los futuros maestros y profesores, la articulación de este sistema de formación continua con un nuevo modelo de carrera docente requiere analizar distintas formas de acreditación que permitan recuperar todas las experiencias de formación por las que atraviese el docente, y que otorguen un reconocimiento suficiente a la hora de replantearse los criterios de promoción y ascenso en la carrera docente (MCE, 1991). El perfeccionamiento docente En el proceso de conversión del rol profesional el perfeccionamiento cumple un papel muy importante, entendido como una instancia para la creación de condiciones para que el docente pueda comprender los problemas presentados en su práctica y elaborar respuestas apropiadas para cada una de las situaciones en las cuales le corresponde actuar, y asumir responsabilidades cualitativamente diferentes. participativa, que contribuye a que los docentes desempeñen su rol de manera subordinada a las directrices de un sistema escolar burocratizado (Vera, 1988). Desde esta perspectiva, se entiende por qué la docencia es una profesión subinstruida y subadiestrada. La profesionalización del docente demanda como condición otro enfoque del perfeccionamiento que ofrezca oportunidades flexibles y estimulantes y tenga como características: Es necesario superar limitaciones en la forma como se realiza, en general, el perfeccionamiento en la actualidad. Es una actividad ocasional, asistemática, discontinua, sin vinculación con la formación inicial, reducida I a un restringido número de docentes (no supera el 10%), dirigida a capacitar al docente en aspectos específicos (contenidos o métodos) y desarticulados, desconectada de la práctica diaria, con modalidades tradicional de enseñanza, no la apertura a todos los docentes, de fácil acceso aun para los que se encuentran en zonas alejadas, y asociados a un claro sistema de inventivos, la articulación con la práctica cotidiana, de modo que la resolución creativa de los problemas se convierta en el conductor de las experiencias de capacitación, ~ 86 ~ EQUIPO TÉCNICO la reflexión permanente sobre la función docente, como exigencia de carácter profesional, la recreación de prácticas pedagógicas introduciendo innovaciones en| las tradicionales formas de enseñanza, la implementación de diversas modalidades de perfeccionamiento docente mediante las cuales se atienda la capacitación para las nuevas funciones a desempeñar en la escuela autónoma: la descentralización del acciones a nivel de los establecimientos educacionales y relacionadas con las necesidades educativas de las instituciones: talleres de educadores, organizados por escuela, grupos de escuelas, red de docentes por ciclos o por materias; la combinación de programas de educación a distancia y| asesoría o tutorías de apoyo profesional; las visitas a otros establecimientos! que aplican nuevas metodologías; los talleres de demostración (como la experiencia de Escuela Nueva de Colombia); cursos de actualización del contenidos para materias especializadas; capacitación para el aprendizaje de técnicas de gestión de proyectos educativos; de desarrollo de habilidades para la asignación de recursos y elaboración de presupuestos, para la toma de decisiones en una estructura colegiada, para la elaboración del currículum a nivel local. LAS CONDICIONES DEL EMPLEO DOCENTE ¿CUÁLES SON LOS CAMBIOS QUE PUEDEN MEJORAR LAS CONDICIONES LABORALES DE LOS DOCENTES? C on el correr de los años, se han aumentado las tareas de los docentes relacionadas con acciones de asistencialidad, sanidad, alimentación, Incorporación de temas transversales que se viven como una sobrecarga porque deben agregarse a los anteriores. Al mismo tiempo, han aumentado las dificultades con que se enfrentan los maestros y profesores: clases muy numerosas, diversidad de poblaciones y necesidades educativas para las que no fueron formados, escasez de materiales educativos, edificios deteriorados, sin asistencia profesional. En estas condiciones, ¿se pueden esperar buenos resultados?, ¿no se trata acaso de que las sociedades proporcionen a las escuelas y a los docentes lo que merecen? (OCDE, 1991). Para avanzar en la construcción del rol profesional, será necesario especificar más claramente qué se espera de los docentes y de las escuelas. Cabe recordar lo que indica sobre el tema la Declaración de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos: "...Debe permitirse que las escuelas primarias asignen prioridad a su responsabilidad explícita de impartir conocimientos esenciales y actitudes a todos sus alumnos. Las autoridades nacionales sólo deben asignar responsabilidades adicionales cuando se les proporcionen (mediante nuevos planes de estudio, estructuras administrativas o financiación) los recursos necesarios para llevar a cabo estas nuevas tareas de manera eficaz. Una escuela primaria que produce ~ 87 ~ EQUIPO TÉCNICO alumnos que no tienen los conocimientos básicos de alfabetización, aritmética V capacidad para resolver problemas ha fracasado como escuela, por muy dicaz que haya sido en la satisfacción de otras necesidades culturales, sociales y políticas..." (1990). La gestión autónoma de las escuelas fortalecerá las posibilidades de ordenar sus acciones en función de la satisfacción de sus necesidades educativas en el marco de las políticas prioritarias. Esta focalización de prioridades y la orientación de sus recursos en ese sentido, será de gran utilidad para mejorar la condición de los docentes. La carrera docente y el desarrollo profesional profesional más progresiva y estrechamente asociada al crecimiento profesional y al buen desempeño, es una alternativa para superar la situación actual que otorga mérito al que permanece en el sistema (antigüedad), sin importar demasiado la calidad de su actuación profesional y los resultados que obtiene. Es tan importante preocuparse del reclutamiento, formación y perfeccionamiento de los docentes, como hacer más atractiva la profesión y lograr de esta manera, retener y beneficiar a personas talentosas, productivas y creativas. Establecer una estructura responsables de los sistemas educativos den un impulso decisivo y lideren los cambios necesarios. Las remuneraciones docentes Las políticas de ajustes aplicadas en la mayoría de los países de la región v el aumento de la cobertura y expansión de los sistemas educativos son algunas de las causas que explican la disminución de los salarios docentes. Las actuales remuneraciones no colaboran demasiado con el proceso de profesionalización de los docentes. Deberían ser retribuidos de acuerdo con los resultados que se esperan de ellos, con salarios mejores que los actuales. Como las partidas de sueldos docentes insumen aproximadamente el 90% de los presupuestos de los Ministerios de Educación, una de las tareas para políticos, técnicos y docentes será analizar alternativas posibles para reformular las estructuras salariales que permitan asignar dichas partidas, más los incrementos que se logren, de manera distinta y con criterios que se correspondan con la función estratégica de la educación y de sus principales agentes, los educadores, y los procesos de descentralización y autonomía de las escuelas Pero también es justo reconocer que los sistemas educativos reaccionan más lentamente de lo que espera la sociedad en producir las transformaciones que den sentido a mayores inversiones en el sector. La expresión "no más recursos para hacer más de lo mismo" va cobrando consenso en los despachos oficiales de los tomadores de decisión sobre asignación de recursos. El reconocimiento social del valor estratégico de la educación para favorecer un crecimiento económico con equidad y en libertad, genera una nueva oportunidad para que los ~ 88 ~ EQUIPO TÉCNICO en lo que respecta a la administración de los recursos humanos y financieros. A partir de este momento, habría que hacer esfuerzos para amarrar cada aumento salarial a un compromiso de transformación en este sentido. De lo contrario, serán movimientos desaprovechados que pueden no ser comprendidos por la sociedad que demanda estos cambios. Los incentivos inteligentemente distintos tipos de incentivos que operen sistémicamente y produzcan un impacto más efectivo, asociar, incentivos con desempeño e incentivar lo nuevo, lo innovador. Corresponde al Estado determinar una política de incentivos en la medida que constituyen un eficaz instrumento de dinamización para quebrar la inercia de los sistemas educativos que tienden al inmovilismo. Pueden establecerse tres tipos de incentivos: materiales (incremento salarial, premio por mérito o productividad), simbólicos (certificaciones, prestigio profesional, reconocimiento de la autoridad y de la comunidad) y técnicos (calificación y acreditación profesional). La autonomía de las escuelas permite combinar o articular Una política de incentivos colabora sustancialmente en la profesionalización de los docentes, a partir de una nueva visión del valor estratégico de la educación y la convicción de que la docencia será una profesión estratégica. EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DOCENTE ¿PUEDE LA ESCUELA AUTÓNOMA MEJORAR LAS CONDICIONES EN QUE SE DESARROLLA LA PROFESIÓN DOCENTE? E s en la dinámica de las instituciones escolares donde se configuran los procesos educativos, las condiciones particulares para la enseñanza y el aprendizaje, en un clima de relaciones humanas y de poder, propios de cada comunidad escolar. La gestión autónoma y participativa aparece entonces, como una estrategia adecuada para cambiar esos contextos que condicionan el trabajo docente. El análisis de la práctica educativa y del trabajo en el aula lleva a focalizar la mirada en la calidad de los procesos internos de las instituciones, de los cuales depende la calidad de los productos o resultados educativos. Hay evidencias claras de que la transformación de los sistemas educativos, o tiene lugar en las escuelas y en las aulas, o no produce el impacto y la relevancia esperados. La práctica educativa burocráticamente controlada genera un sistema de dependencia de los profesionales respecto de las directrices exteriores, de modo que la respuesta de los La práctica escolar ~ 89 ~ EQUIPO TÉCNICO docentes pasa por un problema de ajuste/ conflicto con esas condiciones establecidas (legales, curriculares, organizativas), sin demasiadas posibilidades de propuestas originales. Desde la autonomía de las escuelas, por el contrario, se genera un espacio responsable, de respuestas creativas en la resolución de los problemas, que hacen posible pensar en el desarrollo profesional de los docentes. No se puede comprender el comportamiento de los maestros y profesores y favorecer su crecimiento, sin entender que sus funciones profesionales son respuestas personales a patrones de comportamientos dirigidos no sólo por la cultura, la sociedad y la política educativa, sino de forma más inmediata por las regulaciones colectivas de la práctica, establecida en las escuelas y diseminadas como una especie de "estilo profesional", creando lo que es la cultura profesional como conjunto de rutinas prácticas, imágenes que dan sentido a las acciones, valores de referencia y racionalización de la práctica (Gimeno, 1992). ¿CÓMO SUPERAR LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LA PRÁCTICA DOCENTE DEPENDIENTE? L a falta de autonomía profesional e institucional generalmente deja como secuela en los docentes, la pérdida de interés, el desánimo, la mecanización del trabajo cotidiano, la apatía, el inmovilismo, la fatiga, la resistencia al cambio, el no hacerse responsable de los resultados. La prioridad de equidad y calidad como respuestas a las nuevas demandas impone analizar cuidadosamente la importancia que tienen las actitudes y expectativas de los docentes en el rendimiento escolar de sus alumnos y la urgencia de modificar el mayor de esos efectos perversos que es una concepción fatalista donde no es posible hacer nada para superar la situación. escolar depende del esfuerzo que realizan los involucrados en el proceso de aprendizaje: los docentes, los padres y los alumnos. La dinámica de estos factores frente a los esfuerzos que cada uno debe realizar es presentada de tal forma que la víctima se transforma en culpable, ya que, en última instancia, se termina atribuyendo el fracaso al escaso esfuerzo que realiza el niño para su éxito escolar. Los docentes tienden a desplazar las responsabilidades a los padres, a los alumnos, y a las condiciones materiales de vida; los padres lo atribuyen al niño, en algunos casos, al docente en cuanto persona, pero no a la estructura curricular ni a la organización escolar; el alumno, finalmente, acepta que fracasa porque no realizó los esfuerzos necesarios o porque no es lo suficientemente capaz para enfrentar con éxito los requerimientos escolares..." (1987, pág. 25). Tedesco menciona que "trabajos parciales llevados a cabo en algunos lugares de la región, coinciden en señalar que un porcentaje considerable de los docentes que se desempeñan en áreas marginales participan de una concepción fatalista acerca de las escasas posibilidades de aprendizaje por parte de sus alumnos. Estos estudios han puesto de relieve que la concepción más difundida se basa en la hipótesis según la cual el éxito Otros estudios señalan las variables de comportamientos profesionales que tienen correlación positiva con los buenos logros: dominio de los contenidos, altos niveles de expectativas sobre el rendimiento de sus ~ 90 ~ EQUIPO TÉCNICO alumnos sea cual fuere su contexto, buen manejo de estrategias metodológicas (más que teorías) para conducir una clase, conocimiento personal que el docente tiene de sus alumnos y de sus circunstancias, capacidad de dar buenas instrucciones para aprender, el trabajo colaborativo y en equipo de los docentes (Filp, Cardemil y Espinóla, 1985). Los equipos profesionales La viabilidad de la gestión pedagógica de la escuela autónoma para que produzca ciudadanos modernos no será el resultado de la sumatoria de aprendizajes de todas las materias del currículum. La capacidad de expresión, el fomento de la independencia crítica, el saber encontrar autónomamente información, el estímulo a la tolerancia, relacionar el conocimiento académico con la vida social y cotidiana exterior a la escuela, son aspectos transcurriculares que no son competencia exclusiva de ningún profesor. Uno de las tareas sustantivas a realizar en el marco del proceso de reconstrucción del rol profesional es generar, desde la autonomía de la escuela, los espacios y tiempos necesarios para desarrollar las capacidades que le permitan observar la propia práctica: qué hacen, por qué lo hacen, qué resultados logran, reflexionar críticamente para encontrar las condiciones de modificarlas hacia formas más eficaces, democráticas y responsables. La profesionalización del docente implica operar con una nueva lógica que basa los procesos de toma de decisiones respecto de qué se aprende, cómo se lo enseña y cómo se organiza para que ello ocurra, en los avances de los conocimientos científicos y técnicos. Deben formar parte de aspectos colectivamente pretendidos y estimulados con la oportuna coordinación metodológica en las diferentes aulas y a través de toda la escolaridad, lo que lleva a reclamar la importancia del funcionamiento integrado de la institución escolar, la existencia de un ethospedagógico asumido, facilitado y defendido por todos (Gimeno, 1992). ¿CÓMO SE TRANSITA DEL ROL INDIVIDUALISTA A LA ELABORACIÓN COLECTIVA DEL EQUIPO DOCENTE? E n la actualidad, como consecuencia de un estilo de gestión autoritario y verticalista, los docentes trabajan aislados y solitarios en el aula, les falta cultura técnica común, pocas veces trabajan en equipo, no formalizan ni suelen comunicar su experiencia a otros colegas y tienen el aula como espacio dominante de su actuación. Estas manifestaciones de individualismo son fruto de la regulación de las formas de trabajo poco favorables a la elaboración colectiva de un proyecto de trabajo. Es un problema pedagógico de primera magnitud las desconexiones y conflictos que suponen para los alumnos todo tipo de transiciones: entre materias, docentes, cursos, especialidades. Por eso es que la coordinación debe afectar a los fines, a los procedimientos que se emplean, al clima psicosocial que se establece, a las pautas de evaluación, a las actividades cooperativas entre profesores, a sus relaciones con la comunidad. Para ello se necesita un liderazgo educativo que dinamice la vida de la ~ 91 ~ EQUIPO TÉCNICO escuela y un equipo de profesionales que ejerciten los márgenes de autonomía como colectivo e individualmente. Por parte del director, es altamente deseable que desarrolle las capacidades necesarias para liderar el equipo, para coordinar, para resolver problemas, para producir comunicaciones claras, para el manejo de las relaciones interpersonales, para efectuar un seguimiento y evaluación de la tarea. Por parte de los integrantes del equipo de profesionales, habrá que desarrollar la habilidad para el desempeño autónomo, para la escucha y el comportamiento solidario, el compromiso con la función, los conocimientos técnicos para la realización de las tareas solicitadas, la capacidad para resolver problemas y para la autoevaluación (Frigerio, 1992). es la que constituyen los Talleres de Educadores, entendida como una modalidad de capacitación, con una tarea central que es la investigación docente, la producción de saberes instrumentales realizada sistemáticamente por profesores sobre problemas vinculados con su práctica docente, con la finalidad de transformarla sobre la base de nuevas comprensiones y alternativas de racionalidad y acción. Adopta la forma grupal de trabajo, como situación de aprendizaje de relaciones democráticas, con firme independencia de sus miembros y sentimientos de solidaridad. Favorecen un modo de aprender autónomo, convirtiendo las propias experiencias en ocasiones de aprendizaje y se plantean como un patrón de organización del trabajo docente en el interior de las escuelas y en una propuesta de comunidad de vida entre profesionales de la educación (Vera, 1988). Una experiencia valiosa en esta línea, realizada en algunos países iberoamericanos, EL APORTE DE LA CREATIVIDAD EN EL ROL PROFESIONAL ¿CUÁLES SON LAS CARACTERÍSTICAS DE LA CREATIVIDAD QUE FORTALECEN LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS DOCENTES? L el estilo cognoscitivo (hábitos de procesamiento de la información):la detección de problemas, definida como la tendencia a centrar la atención en los problemas que deben ser acometidos, a considerar muchas alternativas y explorar antes de hacer una opción definitiva y la amplitud para cambiar de dirección; el juicio diferido, que implica penetrar y comprender primero, reservándose la valoración y el juicio para más adelante; y pensar en términos contrapuestos, mirando al mismo tiempo en dos sentidos contrarios, a creatividad es un atributo muy mencionado en todas las escuelas pero del cual falta aún mucho por averiguar. Cuatro componentes parecen centrales en la configuración de la creatividad: las capacidades creativas: como la fluidez para producir gran cantidad de ideas apropiadas con rapidez y soltura, la jerarquía asociativa y la intuición entendida como capacidad para conseguir conclusiones sólidas a partir de evidencia mínima, ~ 92 ~ EQUIPO TÉCNICO las actitudes creativas: la originalidad, que presupone una disposición hacia lo que no es común y rutinario; la valoración autónoma, que implica la independencia de las influencias sociales y de los valores convencionales; y el ejercicio de la crítica y el uso productivo de la crítica de otros, recuperándola y aplicándola, aunque ateniéndose a la propia opinión final, las estrategias: la analogía, entendida como la capacidad de ver semejanzas no vistas por otros; lluvia de ideas, llevando a cabo transformaciones imaginativas, simuladas, enumerar atributos, someter supuestos a análisis, buscar un nuevo punto de entrada (Nickerson, 1987). Desde esta perspectiva, es evidente que la educación tradicional no está preparada para asumir el objetivo de desarrollar la creatividad. Gran parte de estos componentes son incompatibles con las prácticas escolares actuales. El desarrollo del rol creativo e innovador depende de tres condiciones: En primer lugar, que los sistemas educativos asuman su responsabilidad de adecuarse a los rápidos cambios que acontecen en el mundo, estableciendo políticas y estrategias dinámicas para la articulación de las demandas y conformando equipos centrales con capacidad de crear e innovar. En segundo lugar, determinando lineamientos orientadores para la formación y el perfeccionamiento que estimulen el desarrollo de capacidades creativas en los docentes. En tercer lugar, en el marco de la gestión autónoma de las escuelas, propiciar proyectos de innovación que configuren un docente con gran poder de autocrítica, disposición a modificar y mejorar sus patrones de trabajo para adaptarse a las nuevas exigencias de una institución mejor articulada con su comunidad, flexible para interpretar situaciones y para diseñar con el grado de originalidad que ellas demandas, nuevos estilos de trabajo. LA AUTONOMÍA PROFESIONAL "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..." El docente que toma decisiones, investigador en su aula, que resuelve problemas, que opta ante dilemas, el intelectual crítico y creativo, con independencia de criterios, cobra existencia real cuando existen espacios autónomos para ejercer esas competencias, y es fantasía cuando persisten prácticas escolares básicamente controladas desde afuera. Es más, no todos los docentes sienten la autonomía como una necesidad; a veces ocurre que la dependencia a la burocracia que da todo decidido puede proporcionar situaciones muy cómodas, en especial con profesores y maestros de bajo nivel de ~ 93 ~ EQUIPO TÉCNICO formación y débil status económico (Gimeno, 1992). profesional y democrática pueden constituir el nuevo marco donde los profesores experimenten mayor libertad y flexibilidad, tengan la vivencia de los espacios y las posibilidades que les brinda la autonomía y descubran que el desarrollo profesional, la responsabilidad y la reflexión intelectual crecen en aquello sobre lo que se decide y de lo que es preciso responder. La autonomía de los docentes no es absoluta, su ejercicio profesional está determinado en gran medida por el marco institucional. No siempre seleccionan las condiciones en las que realizan su trabajo y esto los limita. Es por esto que la autonomía pedagógica y la gestión UNA PROFESIÓN ABIERTA A LAS DEMANDAS SOCIALES ¿ES POSIBLE SUPERAR EL AISLAMIENTO DE LA ESCUELA Y DE LA PROFESIÓN DOCENTE? L a escuela autónoma y el proyecto que ella desarrolle debe ser receptivo de la cultura de su contexto y activo participante en ésta. Las sociedades cambian a un ritmo más rápido que la escuela y es cada vez más evidente el aislamiento de la cultura escolar, cerrada a la dinámica de la creación cultural externa y de los problemas cruciales de las sociedades y de los hombres. Esta desconexión entre la escuela y la sociedad explica la obsolescencia de muchos de los contenidos curriculares y la falta de aprovechamiento de recursos externos. Las instituciones escolares tienen que plasmar en su organización, en sus prácticas pedagógicas y en su currículo su vocación de apertura y su capacidad de dar acogida a las múltiples expresiones y preocupaciones de la población, no para asumir más tareas de las que le corresponde hacer, por función, capacidad y recursos, sino para adecuar su proyecto educativo a los requerimientos de la comunidad, y aprovechar, a su vez, los recursos educativos y económicos del contexto en que se desarrolla, concitando su apoyo y comprometiéndola con el proyecto educativo del establecimiento. TEXTO IV: TENTI FANFANI, EMILIO: La educación escolar y la nueva cuestión social. “La Escuela y la cuestión Social”, siglo veintiuno editores 2008. EMILIO TENTIFANFANI: Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Investigador Independiente del CONICET. Profesor titular por concurso en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Consultor del IIPE-UNESCO. Docente investigador de diversas Universidades y centros de investigación de Colombia, México, Francia y Argentina. ~ 94 ~ EQUIPO TÉCNICO LA EDUCACIÓN ESCOLAR Y LA NUEVA “CUESTIÓN SOCIAL” funcionamiento de la educación escolar. Si muchos ciudadanos no consiguen empleo, es porque “no están capacitados”; si votan caudillos que luego los engañan y malversan la confianza que han depositado en ellos (y los recursos públicos que administran), es “porque no han tenido una buena formación cívica en la escuela”; si tienen conductas (en las calles y en la vida social en general) que no respetan ni la vida propia y menos la ajena, “es porque no han recibido una buena formación ética y moral en la escuela”. Y los ejemplos podrían multiplicarse a sociedad. La educación en la agenda publica El tema de la educación básica no es como debería ser: un tema central y permanente de la agenda pública del país. Por el contrario, aparece en forma esporádica y alrededor de determinados acontecimientos improvistos (como los desórdenes más o menos dramáticos en la vida escolar) o muy concurrentes, tales como los resultados de las pruebas de ingreso en las instituciones de educación superior o de los estudios de valuación de calidad de la educación realizados en el contexto nacional o internacional. ¿Qué hay detrás de este recurso reiterado, en especial en los medios de comunicación de masas? ¿Se trata de una simple irracionalidad? ¿Es también un problema de “mala formación” de los comunicadores sociales? ¿La educación escolar es la madre de todos los problemas y el principio de todas las soluciones? Me siento inclinado a responder rápidamente que ni tanto ni tan poco. Primero porque es preciso reconocer que, por una serie de razones estructurales, la escuela “de masas” no está en condiciones objetivas de cumplir con tan ambiciosas expectativas. Pero La escuela también aparece sistemáticamente interpelada y acusada cuando se trata de buscar responsables a los grandes problemas nacionales. Todos ellos, los económicos (crecimiento de la economía, distribución del ingreso, empleo), los sociales (la pobreza, exclusión social, la delincuencia, la violencia, la inseguridad, el alcoholismo, la mortalidad infantil) y los de índole política (la crisis de la representación, la corrupción, el clientelismo, entre otros) tendrían una raíz en el mal ~ 95 ~ EQUIPO TÉCNICO al mismo tiempo no puede caber la menor duda de que las prestaciones actuales de esta vieja institución están por debajo de lo que es lo legítimo esperar de ellas. Ambas proposiciones son validas. Muchas cosas han cambiado en la sociedad que desafían los dispositivos y modos tradicionales de hacer las cosas en las escuelas. Sin embargo, la subjetividad de los actores sociales (representaciones, expectativas, valoraciones, predisposiciones) no siempre han tomado nota de estas transformaciones. Todo lo que sucede en la sociedad tiene impacto en la escuela. En lo que sigue me propongo examinar algunos impactos que tienen las múltiples manifestaciones de “la cuestión social” contemporánea en el mundo de la educación básica y los dilemas que plantea a quienes tienen la responsabilidad social de ofrecer interpretaciones de la crisis de la escuela pública en clave progresista. Escolarización con pobreza franja de edad de 15 a17 años creció un 22%. En el año 2000 estaban escolarizados en un nivel del sistema educativo el 85% de los chicos en esa franja de edad. Puede decirse que la absoluta mayoría de los escolarizados son pobres y que la mayoría de los pobres (niños de 6 a 12 años y adolescentes de 13 a 18) están escolarizados. Esta es una “novedad” en la evolución de nuestra educación básica. Pero esta escolarización va de la mano de la exclusión escolar de la mayoría de los adolescentes de sectores populares. Estos tienen grandes dificultades para completar los ciclos de la obligatoriedad legal y social. La primera es de nueve años (la Educación General Básica, EGB), a la segunda no la define la ley sino las condiciones reales de acceso a ciertos bienes estratégicos, tales como el trabajo. Aunque no hay escolaridad que garantice la inserción laboral, la posesión de determinadas certificaciones (por ejemplo, el Polimodal o secundario completo) se convierte en una condición necesaria (no suficiente) para cualquier pretensión de obtener un puesto formal de trabajo. Los datos disponibles muestran que hijos de familias más desfavorecidas tienen pocas probabilidades de completar la escolaridad media. Por otro lado, menos de la mitad de los ¿Qué es lo nuevo en la materia de escolarización? La década de los noventa se caracterizó por la influencia de dos fenómenos contradictorios. El empobrecimiento y la exclusión masivos se juntaron con una manifestación de escolarización de los niños y adolescentes. Veamos unas pocas cifras. En mayo de 2002, cuando la crisis social alcanzo unos de los picos más altos, la pobreza llego a proporciones nunca sospechadas entre los alumnos de las escuelas públicas y privadas del conurbano bonaerense. Según los datos oficiales (INDEC) prácticamente el 80% de los inscriptos en el primero y segundo ciclo de la Educación General Básica vivían en condición. La proporción subía al 88,4% en los establecimientos públicos de los mismos niveles. La pobreza alcanza el 68,2% entre los alumnos que cursaban el Tercer Ciclo y el Polimodal (prácticamente el ex nivel secundario) en establecimientos administrativos por el estado. Estas cifras son dramáticas en las mismas y marcan el tamaño del empobrecimiento de la Argentina. La manifestación de la escolarización es muy notoria en la edad de la adolescencia. En la década de los noventas la cobertura en la ~ 96 ~ EQUIPO TÉCNICO jóvenes argentinos de 18 a 24 años tienen estudios secundarios completos. contenidos que se ensañan y aprenden, con los modelos de relación entre los agentes educativos, los sistemas de evaluación y control, los sistemas de administración y gestión de instituciones, sus articulaciones con la sociedad local, etc. La masificación y el cambio en la morfología social de los alumnos han producido una especie de terremoto en las prácticas escolares, en las identidades y subjetividades de los protagonistas (docentes, alumnos y demás) y en el sentido de la misma experiencia escolar. Para apreciar mejor el sentido de la escolarización y nuevos problemas que genera, es preciso tener en cuenta en qué condiciones se realiza esta manifestación. En primer lugar, no solo hay más alumnos en la educación básica (a los efectos prácticos, los viejos niveles primarios y secundario o, si se prefiere, la EGB y el Polimodal, según la nomenclatura legal), sino que estos son diferentes, tanto desde el punto de vista social como cultural. Pero también tenemos que preguntarnos en qué condiciones se lleva a cabo esta manifestación. Lo primero que salta a la vista es que pese a las mejores intenciones y también como efecto de las políticas erradas, el crecimiento de la escolarización se realiza por proliferación, es decir que el sistema escolar crece cuantitativamente pero sin modificar sustancialmente las características de la oferta escolar. Si la escuela cambio (y vaya si lo hizo durante la década de los años noventa) no fue como resultado de un programa, es decir, de una política explicita, sino como efecto de las circunstancias inéditas que tuvo que enfrentar. Los cambios de los que hablamos tienen que ver con la vida real en las instituciones, con el uso del tiempo, la producción del orden, el método y los Para agregar complejidad aun hay que decir que estos cambios no van en una misma dirección, es decir, no son homogéneos en ese inmenso archipiélago que solemos denominar “sistema educativo”. Dados el carácter profundo y relativamente abrupto de las transformaciones sociales y la ausencia de una política pública capaz de orientar sus efectos en el campo escolar, quedo librada a las instituciones y sus actores (básicamente los directivos y docentes) la responsabilidad de adaptarse a las nuevas circunstancias. Esta adaptación dependió, sobre todo, de factores locales: el peso de ciertas tradiciones, la disponibilidad de movilizar recursos de diverso tipo y en particular la capacidad de desplegar la creatividad y la acción colectiva alrededor de un proyecto institucional. RESPUESTAS POLÍTICAS INSUFICIENTES E INADECUADAS Las respuestas más significativas desde el punto de vista de las políticas públicas se concentraron en la ampliación de la Ley Federal de Educación. Están contempladas tres líneas básicas de intervención. frente a la creciente demanda de la escolarización, en especial la de los adolescentes de sectores populares (urbanos y rurales). Las construcciones escolares, la ampliación de las plantas docentes. Los equipamientos escolares, etc., son ejemplos de este tipo de intervención. a) La primera tenía que ver con la ampliación de la oferta escolar para hacer ~ 97 ~ EQUIPO TÉCNICO b) La segunda línea de política tiene que ver con el despliegue de las denominadas “políticas compensatorias” que buscan asegurar determinadas condiciones básicas para garantizar la escolarización y el aprendizaje de los niños y adolescentes de los grupos sociales más desposeídos. Estos programas consistieron básicamente en acciones de sostén de la demanda de la escolarización (básicamente becas escolares) y en el fortalecimiento de la oferta educativa para grupos sociales más pobres. organización y gestión de educación, lo que salta a la vista son los múltiples problemas de gobernabilidad del sistema educativo nacional. Este se presenta como desarticulado y desigual, ya que no ha encontrado todavía un modelo institucionalizado que reúna la autonomía posible y realista de sus partes constitutivas (sistemas provinciales, instituciones) con una necesaria dirección general que garantice unidad de sentido, aprendizaje básicos comunes e igualdad de oportunidades educativas para todos los niños y adolescentes argentinos. c) La última línea de política, la más ambiciosa, compleja y también más crítica fue la que se proponía producir cambios cualitativos en la oferta escolar. Esta buscaba cambiar el sentido de la escuela y adaptarlo a las nuevas circunstancias del desarrollo nacional (la integración social, la competitividad, la nueva ciudadanía, etc.) los ejemplos más salientes de estas políticas innovadoras fueron el cambio en los niveles del sistema educativo, la renovación de contenidos y métodos de aprendizaje, y las transformaciones en los modos de gestión tanto en el nivel general del sistema educativo como en instituciones escolares. Hoy tanto la mayoría de los estudios y evaluaciones “técnicas” de las políticas educativas de los años noventa como las evidencias del sentido común indican que los resultados alcanzados no satisfacen las necesidades y expectativas de la ciudadanía. La cuestión educativa se complica cuando se observa que los certificados y títulos que otorga el sistema ya no son garantías de posesión efectiva de conocimiento y competencias por parte de sus poseedores. Las evaluaciones periódicas de calidad muestran que la distribución efectiva de aprendizaje significativos y socialmente útiles, tales como las matemáticas y las lenguas, reproduce las desigualdades sociales (de ingreso, capital cultural, lugar de residencia, etnia) de las familias de los alumnos. Cuando se intentaron cambiar aspectos fundamentales de la escuela (aquello que se enseña, como se lo enseña, etc.), se lo hizo en forma errada y en circunstancias políticas y sociales tan desfavorables que los fracasos que hoy se han vuelto evidentes contribuyen, paradójicamente, a buscar las soluciones en improbables retornos a “viejas recetas” disciplinarias. Esto último en el doble sentido del término, es decir, como dispositivos más o menos autoritarios para producir el orden y como forma segmentada (las “disciplinas”) de organizar el curriculum escolar. Cuando se examinan los resultados en términos de Hace mucho que los pedagogos saben que la probabilidad de aprender en la escuela depende de una serie de condiciones específicas. La acción pedagógica escolar no actúa en el vacío. No hay institución o método pedagógico ideal, en términos genéricos. Lo que para unos niños es adecuado y “funciona”, para otros tiene efectos neutros o contrarios. Parece una perogrullada, pero muchas veces ~ 98 ~ EQUIPO TÉCNICO se lo olvida. Como son diferentes las condiciones (sociales, culturales, cognitivas, lingüísticas, psicológicas, etc.) de los niños que ingresan en las instituciones, no se los puede tratar a todos de la misma manera, como se lo hacía en el modelo escolar tradicional. exclusión y fracaso escolar. La institución estaba abierta para todos: unos ingresaban, terminaban sus estudios y se hacían acreedores a los títulos; otros no ingresaban, o ingresaban tarde, tenían dificultades para mantenerse en la carrera, fracasaban, abandonaban las ansiadas recompensas que el sistema ofrece a los exitosos. En todos los casos, la institución escolar y su parafernalia de dispositivos escolares estaban más allá de cualquier sospecha. Aquí hay que recordar que cuando se funda el sistema escolar de masas se impone un diseño institucional homogéneo (aunque nunca totalmente plasmado en la realidad). La “escuela típica” se diseña en función de un “alumno” ideal. El niño de 6 años que se incorporaba a la escuela debía reunir una serie de requisitos, tales como interés y motivación por el estudio, saber hablar, mantener un comportamiento correcto, aseo, puntualidad, responsabilidad, disciplina, salud, alimentación, contención afectiva. La institución escolar confiaba en que era la familia la encargada de desarrollar y mantener estas condiciones en los niños. Los agentes escolares tenían múltiples maneras de manifestar estas expectativas y, a su vez, las familias eran conscientes de cuál era su responsabilidad específica en esta división de trabajo. Este modelo de relación funciono relativamente bien durante la etapa de expansión de la escolarización primaria. Cuando todos los niños estuvieron en condiciones de ingresar y terminar el ciclo primario el problema de aprendizaje reemplazo al de la escolarización en la agenda de las políticas de educación básica. Estar en la escuela y terminar un ciclo o nivel nos es sinónimo de desarrollo de conocimientos necesarios. Si esto es así, hay que cambiar por completo el punto de vista del diseño de las instituciones educativas. Si el objeto es que haya igualdad de oportunidades de aprendizaje, la oferta educativa debería ser variada como lo son las condiciones de vida y existencia de las nuevas generaciones. Hoy la diversidad cultural no es un “problema” como lo era en el momento constitutivo de las repúblicas modernas, sino una cualidad valorada que es preciso preservar, respetar e incluso fortalecer. El objetivo de lograr una cierta igualdad de resultados en términos de valores y competencia sigue vigente, pero para hacerlo efectivo se requieren situaciones de aprendizaje bien diferenciadas y pertinentes. Esto es lo que algunos denominan “pedagogía racional”. Este igualitarismo ideal ocultaba un hecho fundamental: los niños que ingresaban en la escuela, pese a la igualación formal del guardapolvo blanco, se diferenciaban según características personales, culturales y sociales de distinta índole. En términos generales, ellos se distribuían alrededor de dos polos típicos. Por un lado, estaban aquellos que se acercaban al polo del alumno ideal, es decir, al alumno tal como se lo imaginan quienes diseñaban las instituciones y los programas escolares, mientras que otros se alejaban grandemente de esta imagen. Los primeros eran más “educables” que los segundos. Estos últimos eran los responsables de su propia ~ 99 ~ EQUIPO TÉCNICO Situaciones limites En las condiciones actuales, heterogeneidad y la desigualdad social están cada vez más institucionalizadas, ya que las condiciones de residencia, asociada con otras características sociales y culturales, determina el acceso a las instituciones educativas. Como decíamos en el prólogo al libro de Gabriel Kessler, los colegios y las escuelas de los grupos sociales excluidos ya son moldes que “dan forma” a los alumnos que las frecuentan, sino que tienden a ser como “instituciones de plastilina” que adquieren la forma de aquello que contienen. La mayoría de los padres de familia tiene un conocimiento práctico acerca de sus posibilidades de inversión escolar y “elige” el establecimiento en función de un balance entre sus posibilidades y sus aspiraciones. Y como la educación no es un servicio que se compra hecho, sino que se coproduce (es tan importante lo que están en condiciones de primer de poner y ponen el aprendiz y su familia como lo que brinda la escuela con sus recursos: docentes, pedagógicos, tecnológicos, no debería llamar la atención que las diferencias en la condición social de los alumnos se traduzcan en diferencias de aprendizaje en contenidos estratégicos del curriculum escolar(lengua y matemáticas, ciencias, idiomas extranjeros, etcétera). La lenta decadencia de la escuela pública pareciera no tener fin. Durante el año 2004 muchos niños argentinos no tuvieron acceso completo al derecho de educación. Basta pensar en la cantidad de alumnos que no tuvieron los días de clase mínimos que es Estado se comprometió a ofrecerles. Quizás algunas situaciones más dramáticas se presentaron en muchas escuelas del Gran Buenos Aires, ya que, según una opinión ampliamente mayoritaria de los padres de familia, la escuela pública es ampliamente criticada por su funcionamiento intermitente. En estos casos lo que se denuncia es una lisa y llena ausencia del servicio por diversos motivos. El primero es la escuela cerrada, es decir, la falta de clases por conflicto docente. La segunda es el ausentismo docente. Si a estas dos razones se agrega el ausentismo de los alumnos, el cuadro que resulta es más que preocupante. Conviene traer a colación las palabras de los padres, que por cierto es mucho más elocuente que algunos debates intelectuales. Entre varios de ellos predomina una visión extremadamente crítica de los servicios que ofrecen las escuelas públicas de la zona. Por otra parte, existe una percepción de decadencia de la institución escolar (“La enseñanza esta cada vez peor “, Los chicos no se educan, no salen como uno quisiera”). La misma imagen de deterioro aparece cuando los entrevistados comparan su propia experiencia escolar con la que ahora tienen sus hijos: “Yo vengo también de una escuela pública, pude estudiar por el sacrificio de mis padres. Pude llegar hasta primer año de Medicina y después tuve que largar, buscar trabajo y volver con mi familia. Las dos cosas no. Era otra enseñanza y otro criterio”. El ahora pierde cuando se lo compara con un tiempo pasado que se percibe como mejor. Los problemas de aprendizaje se expresan mediante frases tales como “Los chicos no estudian nada”. También se presenta una imagen de abandono de la institución escolar cuando se afirma que “Se descuidan la educación y la limpieza. En el ~ 100 ~ EQUIPO TÉCNICO colegio de mis chicos van todos al mismo baño sin importar las edades”. En este mismo sentido se señala la existencia de un debilitamiento de las capacidades que tienen las instituciones escolares para cumplir con su función educativa y asistencial (“Tanto el asistente social que tienen como psicopedagogos y los gabinetes dejan mucho que desear”). También el trato que reciben los chicos en las escuelas es objeto de críticas reiteradas (“Porque no les prestan atención a los chicos”. “Hay quejas y maltratos de los cocineros y maestros. Ya hay muchas quejas y pensamos llamar a los canales de televisión”). De igual manera se cuestiona la capacidad de los docentes para hacer frente a las “problemáticas disciplinarias” que presentan los chicos (el hecho de que son “capaces” de sobrellevar el “mal comportamiento” de los alumnos), lo cual es valorado negativamente. En este sentido, la escuela pública aparece como ámbito de “descontrol” y “bajas exigencias”. Muchas de las críticas de la escuela pública se centran en la figura de los docentes, los cuales son criticados por la cantidad de paros que realizan y por la falta de atención, de contención, la “indiferencia” y la “falta de paciencia” hacia los chicos. Reclaman mayor contención, cuidados, asistencia y seguimiento personalizado hacia los alumnos. Algunas expresiones típicas que expresan estas representaciones son las siguientes: “De los diez meses que tienen escuela cinco van, se sientan en el colegio y los otros quedan en el aire”, “Los maestros buscan cualquier excusa para no dar clases”. El mismo aparece cuando se les pregunta que cambiarían de la escuela. Un entrevistado respondió: “Que se respeten las asistencia. Que sean por causas justas, no por cualquier cosas”. Frente a esta situación crítica, la escuela privada es vista como mejor, no tanto por sus cualidades intrínsecas, sino porque simplemente ofrece un servicio normal, es decir, garantiza el tiempo de clase y un orden institucional básico. Podría decirse que la escuela de gestión privada es preferida no tanto por sus virtudes, sino por los graves defectos que se les achacan a muchas escuelas públicas. Es difícil medir la importancia relativa de estos síntomas, pero es muy probable que estén relevando la existencia de un problema que vas allá de ciertas situaciones excepcionales. Existen evidencias de que este panorama en gran medida es compartido por una mayoría de los docentes que trabajan en contexto de dificultad. Varios de ellos, reunidos en un grupo de discusión decían que para la comunidad la escuela “es una guardería”, un lugar donde “se enseña poco, menos que antes. Los padres te lo dicen, buscan un lugar más formal, volver a la forma tradicional”. Los docentes son conscientes de que no todas las familias tienen las mismas capacidades y expectativas escolares. Mientras que “algunos solamente esperan que funciones como guardería, otros presionan fuertemente para que la escuela levante el nivel, dicen directamente que se enseña poco”. Es probable que estas últimas, cuando tienen los recursos necesarios opten por una escuela privada popular, que garantice esa “formalidad” (continuidad del servicio, cierto “orden y contención”, reglas claras, etc.) que muchas escuelas públicas ya no están en condiciones de ofrecer. Claro que no todas las demandas de las familias son compatibles con ciertos objetivos generales como el derecho que tienen todos los chicos a recibir atención educativa. Según los docentes, hay padres que ~ 101 ~ EQUIPO TÉCNICO demandan “una escuela expulsora”, es decir, una escuela que “eche a los niños con problemas de conducta”. La escuela pública aparece como una institución que ha perdido el rumbo y donde no están claras las responsabilidades que tienen sus diversas instancias (maestros, director, supervisor, Consejo Escolar). El docente muchas veces se siente desautorizado, es decir, mellado en su autoridad, cuando en caso de conflicto las familias “le pasan por encima como alambrado caído”. Este debilitamiento de la institución escolar también manifiesta en su incapacidad de imponer a las familias un modelo pedagógico distinto al tradicional. Los maestros lo expresan con claridad cuando dicen que en términos “modernos” lo que vale es “el razonamiento lógico”, la actividad y la búsqueda del alumno y “la situación problemática” más que saber hacer “la cuenta” (es decir, sumar, restar dividir, multiplicar, etc.). Pero esto no es comprendido por los padres de familia que tienden a reproducir el modelo escolar que ellos experimentaron cuando fueron a la escuela. Las nuevas estrategias pedagógicas, más exigentes y complejas, alejan aun más la escuela de las familias, en especial en estos contextos social y culturalmente subordinados. “intelectuales orgánicos”) de que forman parte del problema y son un elemento central de su solución. “Nosotros somos los primeros que tenemos la autoestima baja”, ya que “Hay una realidad social que nos ha afectado a todos. No siempre estamos con el mismo ánimo para dar clase y muchas veces nosotros hemos dado la imagen”. Mientras que reconocen que “en la labor docente el asistencialismo supera a lo pedagógico”, encuentran que la salida está en “revalorizar lo pedagógico para que no se pierda la fe en la escuela”. Cuando se les pide que opinen acerca de las demandas de los chicos de sexto año de la EGB (dicen que lo que no les gusta de la escuela es que el docente “escriba dos pizarrones”, “que tenga preferida” y “que no falte la seño en clase. Que venga todos los días”), afirman con mucha sensatez y sentido práctico que “En las pequeñas cosas se puede empezar a cambiar, la presencia en el salón, no en la galería hablando, ser más equitativa con todos, buscar una forma para que no haya que copiar tanto el pizarrón, buscar algo que produzcan ellos, que tengan ganas de hacer”. He aquí toda una plataforma donde hacer pie para encarar una vigorosa política de apoyo a las iniciativas de los propios docentes en los establecimientos escolares. Pero los docentes también son conscientes (mas que muchos de sus supuestos LA NECESIDAD DE ENTENDER MEJOR PARA ACTUAR MEJOR En síntesis, estamos viviendo en una sociedad cada vez más desigual en muchos planos de la vida social, y el sistema escolar tiende a diferenciarse reproduciendo las desigualdades sociales. La pregunta que se impone ante estas circunstancias es que hacer para romper este círculo vicioso. Por otro lado también es cierto que dadas las mismas condiciones de dificultad, hay escuelas y maestros que tienen más eficacia que otros para “hacer que los niños aprendan”. Pero es preciso considerar que se trata de “islas felices en un archipiélago ~ 102 ~ EQUIPO TÉCNICO bastante triste”, como escribió un colega italiano. En otras palabras, no hay dudas de que, pese a la gravedad de la cuestión social, es preciso intervenir sobre la escuela potenciando sus capacidades pedagógicas para resolver los nuevos problemas. Seria simplista sentarse a esperar que se den “las condiciones sociales” necesarias para, entonces sí, emprender el trabajo educar. La escuela popular que tenemos necesita ser profundamente renovada. Es aquí donde tienden a imponerse las visiones parciales y las polarizaciones estériles, en especial en ese ancho y desestructurado campo denominadas “ciencias de la educación”. Mientras algunos enfatizan las intervenciones en el campo político-social (políticas de empleo, redistribución de los ingresos, políticas sociales redistributivas, etc.) para garantizar lo que algunos llaman “condiciones de educabilidad”, otros critican ese “concepto” e insisten en las potencialidades de la política educativa para contrarrestar la fuerza de los determinantes sociales. Ahora bien, es legítimo preguntarse lo siguiente: ¿es tan difícil pensar en una política integral?; ¿Por qué no pensar que es preciso hacer las dos cosas al mismo tiempo?; ¿acaso se trata de políticas excluyentes? Pero no bastan las evidencias y vivencias de la crisis de la escuela pública, ampliamente compartidas por muchas familias, alumnos y docentes de escuelas públicas. Es preciso ir más allá de la constatación, el lamento y los buenos deseos para dotarse de interpretaciones adecuadas de los problemas detectados. En otras palabras, es preciso entender mejor para actuar mejor. Pero aquí las visiones posibles son múltiples. Entre ellas pueden mencionarse las tres siguientes. La primera está inspirada por una reacción que podría ser calificada como “populista”. Es verdad, esta interpretación consiste en negar la existencia misma del problema de la escuela pública. Desde esta perspectiva, todo señalamiento critico es 2reaccionario”, ya que consistiría en atacar una institución que en realidad es víctima de un proceso que la trasciende (“el modelo”, los “intereses de quienes quieren destruir la escuela pública”, etc.). Si existen padres de familia que manifiestan cierto malestar con respecto al servicio educativo público es porque son víctimas de campañas ideológicas de desinformación. Muchas veces esta reacción se autodefine como “popular” y progresista, pero en verdad es irracional, contradictoria y políticamente contraproducente, ya que al negarse a reconocer y rendir cuentas de las evidencias, deja el campo libre a las interpretaciones que tienden a presentarse como más “racionales” y “objetivas”. Esta política “defensiva” está condenada al fracaso pues todas las evidencias indican que la escuela pública, tal como ha quedado configurada, es a todas luces “indefendible”. El vacío que deja el discurso populista tiende a ser llenado por las interpretaciones de signo claramente neoliberal. Estas insisten en utilizar las representaciones criticas de “la gente” como una constatación de esa especie de “verdad eterna” que afirma que el Estado es, por esencia, un mal administrador y que lo que hay que hacer es “devolver” la educación a la sociedad, es decir, al mercado o a la iniciativa social. Una prueba de ello es que “la gente” prefiere la escuela privada. Esta visión lleva a políticas conservadoras y reaccionarias, ya que al constituir a la educación en una mercancía que se intercambia en el mercado, o bien que se produce en forma “autónoma” y con un mínimo de regulación pública, termina ~ 103 ~ EQUIPO TÉCNICO por formalizar la segmentación escolar (a cada uno la escuela que corresponde a sus posibilidades económicas o de participación). Por eso es preciso intervenir con una visión crítica y progresista de los problemas que atraviesa la escuela pública popular. A esta no se la defiende negando las dificultades que atraviesa, sino afrontándolas con toda su crudeza y dramatismo. Los problemas están allí a la vista de todos. Las percepciones y representaciones de las familias no son irracionales ni teledirigidas. No son un simple efecto de la “ideología dominante” de aquellos que” tienen un interés en destruir la escuela pública”. Ellas expresan a su manera la existencia de problemas bien reales: el desorden y el debilitamiento de las instituciones, la pérdida de días de clase, el desinterés, la desidia, el maltrato, la falta de atención a los niños con necesidades pedagógicas especiales y particulares. Estos fenómenos existen y tienen una causalidad compleja que es preciso desentrañar. No basta la denuncia o la indignación moral. Tampoco alcanza con reclamar la vigencia de ciertos “valores” eternos. Es preciso explicar y al mismo tiempo encontrar políticas que se traduzcan en dispositivos, reglas y recursos específicos para orientar prácticas en las instituciones. Tampoco se trata de replicar en el campo analítico la lógica judicial de la búsqueda de culpables (la “culpa” es de los maestros o de las familias o “del modelo”). Es preciso encontrar explicaciones racionales que están más allá del campo de la política educativa hasta lo que se pueden manejar desde los misterios de Educación o desde las mismas instituciones educativas. Más allá de las visiones dualistas y parciales que demasiadas veces circulan entre “expertos” y “académicos” (el agente y la estructura, lo económico-social y lo cultural, los factores escolares y los sociales, lo asistencial y lo pedagógico, etc.), es preciso mirar las cosas desde un punto de vista histórico y racional. Esta es una tarea para auténticos intelectuales progresista, tan alejados de la tecnocracia fría y eficientista como el humanismo genérico y hueco o la actitud demagógica que busca el aplauso fácil de los políticos de turno, de “la opinión pública”, o del interés corporativos de los docentes. Estos últimos, en su gran mayoría saben o intuyen que sus auténticos y legítimos objetivos de mejoramiento profesional pasan por una profunda renovación de las condiciones institucionales, pedagógicas y laborales que estructuran su trabajo en las instituciones escolares. En condiciones actuales la lucha por una educación pública de calidad para todos es la mejor estrategia para garantizar la defensa y jerarquización de sus puestos de trabajo. Para detener la decadencia de la educación pública es preciso generar tres recursos estratégicos fundamentales. El primero tiene que ver con el poder y con la voluntad política. Aquí la pregunta es la siguiente: ¿a quién le interesa una educación de calidad para todos? No, por cierto las clases dominantes. Estas (y más allá de los sectores más clarividentes o solidarios) en su gran mayoría resuelven el problema de la apropiación del conocimiento mediante su compra en el mercado. Lo mismo hace con otros bienes estratégicos como la seguridad o la salud. Solo queda confiar en dos acores colectivos clásicos: la ciudadanía políticamente organizada y las organizaciones gremiales docentes. La primera debe entender que el conocimiento es un gran capital y que su distribución igualitaria será objeto de lucha, como fue en otras épocas la distribución de la tierra. Por su parte, los sindicatos y ~ 104 ~ EQUIPO TÉCNICO asociaciones docentes deberían entender que sus intereses corporativos, en el mejor sentido de la expresión (como defensa, jerarquización y expansión del oficio), necesariamente tienen que coincidir con los intereses generales de la ciudadanía (más y mejor educación para todos). Esta convicción debería permitirles una mayor apertura al momento de discutir y acordar nuevas estrategias de formación profesional, nuevas condiciones de trabajo y remuneración y nuevas reglas de estructuración de su carrera profesional. Solo una fuerte alianza política puede generar las condiciones para reunir el segundo conjunto de recursos que requiere una política educativa progresista. En efecto, no habrá más igualdad en la distribución del conocimiento sin más inversión. Más allá de la necesidad de hacer un uso más eficaz de los recursos, en este campo no se pueden hacer milagros. La distancia que hay entre las necesidades de aprendizaje y las inversiones efectivamente realizadas para satisfacerlas es tal que no podrán hacerse progresos significativos si no se aumenta fuertemente la masa de recursos que la sociedad está dispuesta a destinar a estos fines. Es cierto que los recursos son limitados. Pero no hay ninguna ley natural que determine cuál es el límite en materia de inversión educativa. Este surge por la relación de fuerza entre actores colectivos en lucha. Por último, fuerza política y recursos financieros no son suficientes si no van acompañados de un saber hacer las cosas en materia de educación. Es aquí donde intervienen los expertos y especialistas de diverso tipo. Y estos recursos hay que generarlos. En el campo de la educación, más aun que en otros campos análogos, como el de la salud, es mucha la confusión y el desconocimiento. No existen esos consensos mínimos acerca de cosas fundamentales como que es lo tiene que saber un docente para ejercer su oficio. Muchas veces nos perdemos en el bosque de los contenidos escolares y olvidamos lo esencial, casi podría decirse lo obvio. Y luego todos nos rasgamos las vestiduras cuando nos enteramos de que los chicos, luego de pasar doce años en la escuela, son incapaces de comprender un texto o de expresar ideas simples en forma escrita. Es aquí donde los expertos y especialistas de las múltiples “ciencias de la educación” debemos asumir nuestras propias responsabilidades. Demasiadas veces nos dejamos llevar por las modas y los esquematismos, por los movimientos pendulares y por un muy bajo nivel de control colectivo de nuestra propia producción intelectual. El bajo nivel de conocimiento es reemplazado por la creencia en ciertos principios que muchas veces se parecen más a los dogmas que no admiten la menor replica que proporcionemos argumentadas y discutibles. En síntesis, no disponemos de los conocimientos (en especial los pedagógicos) ni de los especialistas necesarios y suficientes para encarrilar un sistema tan extenso y complejo como el educativo. Estos tres recursos (políticos, financieros y científico-tecnológicos) son necesarios si se quiere revertir el proceso de decadencia de la educación nacional. Los tres deben ser “producidos” en forma simultánea. Pero la política es lo primero, porque, como se decía en otros tiempos, es allí donde se “concentran” las contradicciones y donde se encuentra el principio de la solución. ~ 105 ~ EQUIPO TÉCNICO TEXTO V: TENTI FANFANI, EMILIO: Exclusión y acción colectiva en la Argentina de hoy .“La Escuela y la cuestión Social”, siglo veintiuno editores 2008. EMILIO TENTIFANFANI: Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales. Investigador Independiente del CONICET. Profesor titular por concurso en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Consultor del IIPE-UNESCO. Docente investigador de diversas Universidades y centros de investigación de Colombia, México, Francia y Argentina. EXCLUSIÓN SOCIAL Y ACCIÓN COLECTIVA EN LA ARGENTINA DE HOY Los dominados del año 2000 El campo de la exclusión social es un espacio construido alrededor de dos polos. Por una parte, están aquellos individuos que se integran a los campos productivos más dinámicos: empresas de servicio y de producción multinacional, intensivas en capital y tecnología, altamente productivas y que distribuyen ingresos altos; por otro lado, están los que literalmente “se quedan afuera”, es decir, los desempleados crónicos y los “inempleables”. Entre estos, se hallan los que ni siquiera poseen el capital mínimo requerido para lograr una inserción aunque sea precaria en el sistema de la economía monetaria. En el medio están todos aquellos que tienen una inserción defectuosa en el mercado de trabajo, ya sea porque por falta de estímulos han desistido de ingresar en el o bien porque tienen una inserción marginal en términos de ~ 106 ~ EQUIPO TÉCNICO tiempo, o por que forman parte del llamado trabajo informal y de baja productividad. ¿Cómo definir la exclusión y encontrar un común denominador en esa mesa heterogénea de individuos que sufren las “miserias del mundo”? ¿Qué es lo que caracteriza en forma “más pura” la situación de exclusión? Es probable que el núcleo duro de la exclusión sea (mas que la no pertenencia que sugiere el termino) la no funcionalidad, es decir, el hecho de no cumplir ninguna función con respecto al todo social y, en especial, respecto de los intereses de los gropos dominantes de la sociedad (los “establecidos”). Robert Castel (1995) califica a los excluidos como supernumerarios, es decir, gente que está de más, que “sobra” desde los parámetros funcionales de los poderosos. Podrían no existir y los equilibrios básicos de la sociedad no se alterarían. Las condiciones de vida de los excluidos, al igual que las de muchos formalmente “incluidos”, amenazaban la integración social. Hasta llegan a poner en duda la existencia misma de ese referente empírico que se designa con el sustantivo de “sociedad” como espacio social común de un conjunto de individuos en situación de interdependencia subjetiva y objetiva. Más que de “la sociedad argentina” habrá que pensar en distintos espacios sociales de la vida cuyas relaciones de interdependencia son mas objetivas que subjetivas (mediadas por la conciencia colectiva de pertenencia a una totalidad que Dominación simbólica La dimensión material de la exclusión va acompañada de una situación de dominación simbólica. El incluido tiene capacidades que les son negadas a los excluidos. Todos los grupos trasciende a los individuos en cuanto tales). Más aun. Desde cierta lógica economista, pareciera ser algunos grupos no son “necesarios” (no aportan nada al conjunto) en la medida en que nadie depende de ellos. Esta es quizá la forma más extrema de exclusión, el hecho de que muchos seres humanos, pese a la nacionalidad y ciudadanía formal y jurídica, se han desprendido del sistema de relaciones de interdependencia que constituye la base del “forma parte” (de la sociedad, el país, la nación, la patria, etc.). De continuar con esta lógica de desarrollo, el mentado y realizado achique del Estado será una antesala de un achique de sociedad (achique de provincias, achique de ciudadanía, achique demográfico, entre otros). Los perdedores del modelo de desarrollo actual tienen una doble existencia. Existen como objetividad, es decir, como conjunto de individuos, familias y comunidades, víctimas de la exclusión social. Pero también existen como sujetos sociales, dotados de capacidades variables de acción colectiva. La pregunta que se impone es la siguiente: ¿en qué medida esta existencia material/objetiva de los excluidos se corresponde con una presencia en los escenarios donde construye la “esfera pública” en la Argentina? En otras palabras, ¿Cuál es el peso relativo que tienen estos grupos en las relaciones de fuerza que mantienen con otros actores colectivos en el campo de las políticas públicas donde se definen reglas y orientan recursos públicos? dominantes tienden a desarrollar un sentimiento de superioridad. Lo contrario sucede en el campo de los dominados. El excluido tiende a ser estigmatizado, despreciado, desvalorizado. Si no se interviene ~ 107 ~ EQUIPO TÉCNICO en ese círculo, dominación material se recicla en dominación simbólica, que a su vez tiende a mantener a los poderosos en sus propias posiciones de dominación. El campo de la exclusión está más integrado, cohesionado, organizado. Este diferencial de identidad e integración es la fuente de un surplus de poder. Mientras que los dominantes actúan en formas coordinadas en función de sus intereses (los “mercados” tienen la capacidad de “decidir”, “amenazar”, “presionar”, “exigir”, “imponer”, etc.), los excluidos, por definición, tienen grandes dificultades que superar para tener una presencia en los escenarios públicos. Los mercados hacen políticas en formas sistemática y efectiva. Los excluidos, por ahora, tienen dificultad hasta para resistir y defender posiciones conquistadas. La consecuencia lógica es un deterioro del equilibrio de poder entre los grupos en desmedro de los excluidos. Los primeros tienden a monopolizar no solo la riqueza producida, sino también la capacidad de imponer visiones del mundo al conjunto de la sociedad e incluso a los propios “pobres y desheredados”. Ellos tienden a perder hasta la capacidad de ponerse un nombre. Por lo general, se trata de amplios grupos “nombrados” desde el campo del poder. Son objeto de construcciones ideológicas e intelectuales generadas por los dominantes (y sus fracciones intelectuales). Todos los nombres que se emplean (y empleamos aquí) para denotar a los grupos dominados Grupos aritméticos y actores sociales La condición de existencia de las víctimas de la cuestión social contemporánea es trágica. Ellos tienen una existencia material paro aritmética, es decir, son una suma de sujetos (desempleado, pobre, pobre estructural, nuevo pobre, precario, informal) son nombres impuestos. Cuando la exclusión es total, se pierde hasta esta capacidad básica que es el fundamento de la propia identidad. Los “pobres” existen, pero como realidad construida por los dominantes. Los “ricos”, en cambio, no existen porque nadie (y menos los dominantes) tiene interés en denominarse así. En demasiadas ocasiones a los pobres, despojados de todo poder de nombramientos (capacidad genérica de hacer cosas con las palabras), solo les queda el recurso del insulto, que es más una descarga emocional que un operativo eficaz de nombramiento del adversario. Si no se rompen estos círculos viciosos simbólicos, los excluidos pueden llegar a evaluarse a sí mismo con las normas de los adversarios. La consecuencia es la autodenigracion y la desvalorización, así como la caída de la autoestima y todos los efectos paralizantes colaterales. Pero lo peor es que, como escribía Elías, tienden a experimentar subjetiva y emocionalmente “su inferioridad de poder como un signo de inferioridad humana” (Elías y Scotson, 1997, p. 42).cuando esto sucede estamos cerca de la deshumanización más completa, esa que está en la base de todas las practicas y conductas mas “salvajes” e inhumanas (violencia indiscriminada, delincuencia, criminalidad, etc.), lo cual tiende a reforzar los prejuicios iníciales de los grupos del establishment y a alentar las políticas represivas más reaccionarias. de carne y hueso que viven situaciones de necesidad y desamparo pero con poca capacidad para actuar en forma colectiva. Poseen pocos recursos para acumular fuerzas, para constituirse en una sola fuerza capaz de ~ 108 ~ EQUIPO TÉCNICO hacerse sentir y pesar en los escenarios públicos. En efecto, ¿Dónde está la voz de esos cuatrocientos mil jóvenes que no estudian ni trabajaban y viven en Buenos Aires y Gran Buenos Aires? ¿Cuál es el poder que tienen los miles de hombres y mujeres mayores de 65 años que no cuentan con ninguna cobertura previsional y no disponen de otra fuente de recursos para satisfacer las necesidades de la vida? ¿Qué capacidad tienen de hacerse escuchar los más de dos millones de desempleados del país? ¿Todos juntos son algo más que una cifra? ¿Que capacidad poseen de negociar salarios y condiciones de trabajo los miles de trabajadores informales, precarios y “en negro”? La única fuerza que se les reconoce es la del voto. Pero es un voto estéril en la medida en que, al no estar en condiciones de participar como actores colectivos en el escenario político, están condenados a elegir ente ofertas políticas que responden a los intereses de otros grupos. De allí la decepción, el malestar, el desinterés, cuando no la lisa y llana agresión contra el mundo de la política. Y de esta manera, el círculo vicioso se cierra una vez más condenado a los excluidos sociales a la exclusión política que los convierte en “seres de otro mundo”. Los grupos sociales dominantes tienen presencia fuerte en los espacios públicos estatales donde se toman decisiones relevantes para el conjunto de la sociedad. De más está decir que, en este sentido, los más ricos tienen ventajas comparativas apreciables. Ellos, que poseen más fuerza en términos individuales (algunos hombres de negocios tienen la capacidad de hacerse oír personalmente en las más altas esferas del Estado, sin recurrir a mecanismo de representación alguno) también están en mejores condiciones para sumarlas, coordinarlas y multiplicarlas a través de la acción colectiva organizada. La única acción colectiva que se ajusta l modelo de sociedad del paradigma neoliberal contemporáneo es la acción sumativa de las decisiones y elecciones del mercado económico y político, desde esta perspectiva la participación es siempre un hecho individual: una compra, una oferta, un voto, una opinión en una encuesta. “Lo único que existen son los individuos y sus familias” (Margaret Tatcher dixit), lo demás es pura abstracción o un invento interesado de sociólogos y “colectivistas”. Claro que en las antípodas de este individualismo extremo está la tentación de personificar y atribuir propiedades típicas de las personas a las entidades colectivas. Esto ocurre con cierta frecuencia cuando se dice que “el Estado quiere”, la “burguesía” decidió, “los mercados temen” y demás. Pese a todo, no deben quedar dudas de que existen ciertos actores que son algo más que una suma de individuos. Nadie duda de la existencia del Estado argentino, la Sociedad Rural, la Unión Industrial Argentina, la (s) CGT, la Asociación de Bancos Argentinos, la Confederación de Trabajadores de la Educación, o el sindicato de los camioneros, y que estos agentes sociales tienen intereses, recursos, ejecutan acciones conformes a estrategias mas o manos explicitas, etcétera. Por una paradoja trágica, justo aquellos grupos más subordinados de la sociedad, los que más necesitan sumar fuerzas para ser tenidos en cuenta, son los que están en peores condiciones de hacerlo, ya también se hallan desposeídos de los bienes culturales y materiales (capacidades expresivas, capacidad de tomar decisiones en grupo, tiempo, recursos financieros) necesarios para construir ~ 109 ~ EQUIPO TÉCNICO mecanismos estables representaciones. y fuertes El problema es que la pobreza social corresponde una pobreza política notable. En esto se diferencian grandemente de los explotados del capitalismo, los obreros. Estos, luego de mucha lucha y esfuerzos sistemáticos, fueron capaces de desplegar sistemas de representación organizados y estables que les permitieron modificar el equilibrio de poder que mantenían con los capitalistas en el momento de la contratación laboral. El trabajo se convirtió en empleo, es decir, en una actividad socialmente regulada que no quedaba enteramente librada a la capacidad de imposición del capital. A los efectos de la acción colectiva, la condición genérica de “excluidos” encierra La protesta social y sus alcances Los excluidos no tienen la misma capacidad de acumular fuerza y actuar en forma coordinada, solidaria, organizada y permanente. Esta desventaja, que es preciso analizar y comprender, explica dos hechos fundamentales. El primero es la gran capacidad de “aguante” de los perdedores y excluidos. Las explosiones sociales registradas en épocas recientes son poca cosa en relación con el tamaño de la cuestión social contemporánea en la Argentina. En efecto, pese al dramatismo de los cambios registrados durante la última década, al carácter cada vez más desigual de la distribución de recursos, al debilitamiento de las políticas sociales compensatorias y al deterioro de las condiciones de vida de grandes grupos demasiada diversidad de posiciones, intereses, trayectorias y subjetividades como para generar perspectivas, visiones y estrategias comunes de acción. En la misma bolsa se encuentran “los pobres desde siempre” (pobres “estructurales”, en la jerga socioestadistica), los “nuevos pobres” (los desclasados y decadentes de todo tipo: desde el asalariado “despedido” hasta el pequeño empresario arruinado, la “clase media venida a menos”), los “vulnerables” (poblaciones que ocupan posiciones laborales y sociales extremadamente inestables) y demás. ¿Cómo “construir un actor colectivo” a partir de semejante diversidad? La fuerza de los dominantes también se construye con la debilidad de los grupos dominados. El poder es siempre un equilibrio entre fuerzas, el resultado de una relación, y no una propiedad o sustancia que se reparte. humanos, la paz social general no se encuentra amenazada. Sin embargo, el empobrecimiento y la exclusión están detrás de las protestas sociales tanto tradicionales (huelgas y manifestaciones callejeras) como de otro tipo relativamente novedoso (puebladas, cortes de ruta, etc.) ¿Cuál es la lógica de estos acontecimientos que se han venido reiterando en la Argentina de los últimos años? Uno de los factores que aparece a primera vista es que los que así se manifiestan, además de una misma situación de necesidad, comparten un espacio territorial determinado. Son los habitantes de pueblos y ciudades (Cutral-co, Tartagal, entre otras) particularmente afectados por los procesos de transformación económica y social. En la Argentina actual, la fracción más dominada de las clases dominadas (los ~ 110 ~ EQUIPO TÉCNICO desempleados, subempleados, informales, precarios y otros) corre el riesgo de constituirse en una especie de masa de maniobra de la fracción dominante de las clases dominadas: la burocracia sindical de los asalariados del sector formal de la economía. Estos “representantes” no solo “dominan” a sus representados, sino que también tienden a instrumentalizar la fuerza de los mas excluidos. En efecto, cuando llevan a cabo sus protesta clásicas (huelgas y manifestaciones de plaza) tienden a asumir (discursivamente, es decir, en los discursos y consignas) la representación de “todos los perdedores del modelo”. Sin embargo, cuando se trata de armar la agenda en la mesa de negociaciones con el gobierno, terminan por privilegiar sus representados directos (los asalariados del sector normal de la economía). Hasta tanto no resuelvan en forma autónoma los problemas de representación, los excluidos tenderán a ser objeto de una doble exclusión. Por otra parte, aquellos grupos cuyas condiciones de vida constituyen un obstáculo para el despliegue de acciones colectivas sistemáticas están condenados a “elegir” entre diversas ofertas externas de representación. Todas las fuerzas políticas organizadas (desde las que representan al capital hasta la que expresan los intereses organizados del mundo de trabajo) y todas las fuerzas sociales en general (Iglesias, organizaciones no gubernamentales de diverso tipo y otras) tienen un interés en “los pobres”, los “interpelan”, les ofrecen sus buenos oficios, se autopostulan como portadores de su interés y se ofrecen para hablar en nombre de ellos. Pero siempre se trata de una representación externa, y como tal, inestable. Mas allá de las “buenas o malas intenciones” de esta oferta de representación, lo cierto es que la distancia que siempre existe entre representante y representados, en estos casos es más significativa y está en el origen de muchos fenómenos de “malversación de confianza” y “manipulación”, que terminan por minar la creencia de los excluidos en las virtudes propias de la acción colectiva. Con respecto a las nuevas manifestaciones de la protesta social, el corte de ruta en Tartagal es ejemplar. Estas son algunas de las “lecciones aprendidas”: a) El origen no es conflicto en el lugar de trabajo, sino en el espacio territorial de vida: el barrio, la comunidad, la ciudad. b) Los protagonistas no son “los trabajadores”, sino los trabajadores despedidos, ahora “desempleados” de YPF y otros perdedores del modelo, que se suman a la lucha (maestros, pequeños comerciantes, estudiantes, informales, precarios, ancianos, etcétera). c) La protesta tiene una organización adhoc, una coordinación en su propio desarrollo y no es un acontecimiento programado y controlado por una institución. d) Las organizaciones sociales “tradicionales”, sindicatos y partidos políticos, juegan un papel muy secundario a causa de su déficit de legitimidad ante la población. e) Quienes juegan con más éxito un papel mediador son los representantes de la Iglesia y otros cultos religiosos. f) La reivindicación mayor es el trabajo, pero en la mesa de negociaciones lo que se exige son “programas Trabajar”, es decir, políticas sociales. g) El “enemigo” o “la contraparte” no es la patronal (el mundo de la empresa), sino el Estado y sus representantes en todos los ~ 111 ~ EQUIPO TÉCNICO niveles y poderes (municipio, provincia, Nación, Poder legislativo, etcétera). h) El movimiento logra cierto carácter unificador en términos de actores sociales. Pese a que tiene protagonista (los despedidos de YPF), “suma” a actores sociales diversos y que tienen intereses, expectativas y tradiciones especificas (los comerciantes, los docentes, los estudiantes y otros). i) Pese a la construcción de una especie de “interés general” en la protesta, los grupos no pierden su identidad. En Tartagal, “en el piquete sur estaban •los de abajo•, desocupados, changarines, etc.; más al norte, a unos 300 metros, se conformo otro con docentes, comerciantes, etc., localizado al lado de los tanques de almacenamiento de una petrolera” (Aguilar y Vázquez, 1997). j) La protesta se concreta en el corte de ruta y constituye una manera de “hacerse ver”, de romper el aislamiento y el “ninguneo” al que los reduce su situación de exclusión social y territorial (están muy lejos del centroBuenos Aires-donde se toman decisiones de política social). Durante el tiempo que dura el corte de ruta, los “excluidos” conquistan una existencia social en el contexto nacional. La prensa y los medios de comunicación contribuyen a esta construcción social. El hecho de constituir un obstáculo real a la libre circulación de personas y mercancías y la presencia en los medios les otorga un poder temporal que ellos pueden poner y usar en la mesa de negociación. Es probable que los excluidos solo puedan hacerse oír mediante acciones que de una manera u otra afectan el desarrollo de la vida normal del resto de la población. Cuando lo logran, se vuelven momentáneamente “imprescindibles”. k) La protesta, como hecho extracotidiano y extraordinario rompe la rutina de los excluidos, permite la identificación de los “enemigos” (que muchas veces se materializa en ciertas cosas o lugares del poder, como dependencias públicas, oficinas de empresas, etc.) posibilita la conformación de un “nosotros” bien real (se ven todos en el mismo lugar, se ven en la televisión como protagonista de una misma acción), pero cuyo bajo grado de institucionalización lo vuelve precario e inestable. l) Se trata de una relación de lucha, antagónica pero que no apunta al corazón del problema, como era el caso de luchas obreras del siglo pasado. Los manifestantes expresan su malestar y su agresividad contra los representantes del Estado, justamente en un momento en que el Estado tiene cada vez menos que ver con los procesos de reproducción económica y social. Los verdaderos enemigos de los excluidos están demasiados lejos o son muy abstracto (el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, ¡ni siquiera las trasnacionales!). Más allá del “efecto de imitación” ampliado por los medios de comunicación modernos (“¿Por qué no hacemos como los de Cutralco?”), y las protestas relativamente espontaneas y poco previsibles que aparecen en distintos puntos del territorio nacional, no existen mecanismo relativamente estables de coordinación entre fuerzas que se despliegan en esos diversos escenarios. Hasta tanto la presencia de los excluidos y perdedores de este capitalismo se manifiesten en forma aislada, no constituyen ninguna amenaza para los equilibrios generales del poder en el ámbito nacional. Es más, si estas manifestaciones llegaran a reiterarse siguiendo esta pauta, ~ 112 ~ EQUIPO TÉCNICO tenderían a constituir más un problema represivo que estrictamente político/social. Sin embargo, quién sabe si no existen 2hilos de pólvora invisible” entre esos pequeños incendios localizados que en algún momento (que nadie debe excluir del escenario) puedan configurar una especie de “hoguera nacional”, con resultados imprevisibles en términos de costos y beneficios políticos, sociales y humanos (Tenti Fanfani, 1993). Construir la unidad en la diversidad objetivas de vida que se usan en forma suelta o combinada para construir grupos en el lenguaje común y las ciencias sociales contemporáneas, como compartir un mismo nivel de ingreso, una misma edad, lugar de residencia, condición ocupacional, genero, acceso a determinados servicios, etc. (así hablamos de “madres solteras por debajo de la línea de la pobreza”, “jóvenes de entre 15 y 18 años que no trabajan ni estudian”, “personas con más de 75 años jefes de hogar sin beneficio jubilatorio”, “trabajadores en negro”, “asalariados precarios”) difícilmente construyan mecanismos de representación que les permitan actuar “como un solo hombre” o participar en las luchas donde se asignan recursos y se definen reglas que estructuran la vida colectiva. En el capitalismo clásico existían dos grandes protagonistas de la vida social y política: aquellos que representaban los intereses de los no propietarios de los medios de producción (sindicatos obreros y sus partidos). Este es el esquema ideal típico. La realidad es siempre mucho más compleja que la teoría. Pero los que es preciso rescatar aquí es que los grupos organizados más fuertes de la sociedad tenían un anclaje en la realidad económica y social. El lugar que se ocupaba en las relaciones económicas determinaba, en cierta medida, no solo las clases sociales, sino también la conformación de las organizaciones más representativas de la sociedad. Hoy esta determinación está en crisis. Los partidos ya no son partidos de clase y los dominados y perdedores del modelo ya no tienen una expresión organizada e institucionalizada. En pocas palabras, en las sociedades actuales la conformación de los actores sociales colectivos es más arbitraria que nunca. Cualquier elemento (o conjunto de elementos p propiedades) constitutivo de la identidad de los individuos puede convertirse en el común denominador de una identidad y de una pertenencia social. Las organizaciones representativas son cada vez más el resultado de un trabajo político, ideológico, cultural y organizativo, y no el simple resultado necesario de una situación objetiva determinada. Es más, muchas condiciones Si los determinismos económicos y ocupacionales ya no tienen el peso que tenían en el viejo capitalismo, ¿Dónde encontrar hoy los recursos necesarios para que los ciudadanos que comparten necesidades e intereses participen en forma orgánica en la vida pública de la Argentina contemporánea? Es probable que el determinismo de la economía y la ocupación sea reemplazado por el poder de la cultura, las ideas y la movilización social. La construcción de los grupos y movimientos sociales es hoy una tarea de “intelectuales”, en el sentido amplio y gramsciano del término. Los intelectuales (profesionales, es decir, los que viven del ~ 113 ~ EQUIPO TÉCNICO trabajo intelectual, y los otros, los militares, los voluntarios interesados en el bien común) juegan un papel fundamental. No existe un protagonista “portador” del interés general, “constructor” de una sociedad más rica, más libre y más justa. La historia no solo no tiene libreto predeterminado. Tampoco tiene protagonista predestinados a una misión determinada. Hoy es preciso “inventar” un proyecto y “construir” a un protagonista. Este no puede ser más que un movimiento social que, al mismo tiempo que reconoce y valora la diversidad (de situaciones de vida, de intereses, de necesidades), es capaz de trascenderla en función de un proyecto de sociedad más humana donde “todos entran”. ¿Quiénes pueden tener un interés en trascender sus propios intereses corporativos? ¿Cómo se puede alentar el desinterés? ¿Dónde encontrar los promotores del movimiento social? ¿Qué nombre ponerles a los intereses que trascienden lo particular? ¿Cómo ir mas allá de la simple confianza en “las reservas morales y éticas de la humanidad”?. Más allá de las preguntas puede afirmarse que en diversos ámbitos de la vida nacional existen personas y organizaciones que objetivamente participan de un movimiento social preocupado por la construcción de una sociedad justa. Nadie sabe cuándo ni cómo esta multitud de iniciativas particulares y locales pueden llegar a conformar más que una simple yuxtaposición de iniciativas y esfuerzos orientados por un horizonte ético común. Existe una multitud de experiencias de lucha colectiva que van de la reflexión a la protesta, de las acciones defensivas a las innovativas que van construyendo, mas allá de los discursos y los “programas”, nuevas formas de convivencia y sociabilidad, tanto en el campo de la producción como el de la política y la cultura. Los intelectuales no tienen las responsabilidad de hacer el proyecto, sino de acompañar, construir a enriquecer la reflexibilidad de los actores, proveer el lenguaje, combatir las representaciones interesadas y sectoriales del mundo, y de ninguna manera definir “lo que hay que hacer”, “como hay que hacerlo” o “cuando”. Cuando la mayoría de los argentinos perciba que mas allá de las situaciones inmediatas y particulares que generan el malestar y el sufrimiento que padecen, existe una “causalidad estructural” común (una lógica productiva, una ética y una política inhumanas) y que es allí donde hay que actuar, comenzaran a darse las condiciones para la conformación de identidades, pertenencias y que resulte trascienda las fronteras nacionales, ya que la “causalidad estructural” de los males argentinos hunde sus raíces mucho mas allá de las fronteras nacionales y afecta a la humanidad como un todo. En otras palabras, el movimiento social “humanizador” deberá ser nacional e internacional al mismo tiempo, como así las fuerzas más dañinas del capitalismo actualmente dominante. TEXTO VI: TORRES, CARLOS ALBERTO: La educación y la arqueología de la conciencia: Freire y Hegel.”Sociología Política de la Educación”, Miño y Dávila editores ~ 114 ~ EQUIPO TÉCNICO CARLOS ALBERTO TORRES: Sociólogo político de la educación. Licenciado en Sociología (Universidad del Salvador, Argentina, 1974).Profesor en Ciencias de la Educación, (Universidad del Salvador, Argentina, 1974), Master en Ciencias Políticas. Master en Educación Internacional y Desarrollo. Dr. en Educación Internacional y Desarrollo. Profesor de Ciencias Sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso. LA EDUCACIÓN FREIRE Y HEGEL Y LA ARQUEOLOGÍA DE LA CONSCIENCIA: INTRODUCCION La filosofía política de la educación de Paulo Freire ha sido sumamente influyente en la constitución de muchos de los más innovadores aspectos de las pedagogías críticas, no sólo de América Latina sino de todo el mundo. Freire ha unido magistralmente los niveles de totalidades e individualidades vinculando las estructuras con la acción en una sociología del conocimiento y de la educación, ha trabajado siempre sobre dos líneas diferentes de desarrollo teórico: una que involucra la teoría de la agencia y una perspectiva histórica que enfatiza la dialéctica de los individuos y las estructuras en la producción de los estamentos materiales y simbólicos de la vida social. Como el propio Freire reconoce, su entendimiento de la relación entre subjetividad y poder sustentar alguna resemblanza respecto de ciertas posturas del pensamiento post-estructuralista. Para Freire, el conocimiento es una construcción social, un proceso y no meramente un producto. Por ende, el conocimiento visto en términos de una dialéctica de oposiciones constituye una posición contraria al idealismo tradicional y a la epistemología positivista. Consecuentemente, la pedagogía de Freire surgió en América Latina como una crítica tanto al paradigma educativo tradicional ~ 115 ~ EQUIPO TÉCNICO (autoritario) como a su desafío en la región, la pedagogía positivista, que estaba ganando terreno en América Latina durante los años cincuenta y sesenta. Mientras el Estado y las escuelas públicas constituían instituciones de mediación y control, los pedagogos de la liberación han desarrollado –parafraseando a Paul Ricoeur— una hermenéutica de la sospecha de la escolaridad. Más de treinta años implementandolos esquemas pedagógicos y políticos de Freire en América Latina y otros lugares han conducido al diseño de aventuras educativas no formales y a organizaciones no gubernamentales (ONGs) por sobre el trabajo dentro de las escuelas u otras instituciones estatales. El avance de la noción de escolarización pública popular, sostenida por pedagogos freireanos, ha tenido lugar muy recientemente en el contexto de los debates sobre autonomía escolar en Brasil (Freire, 1993; Gadotti, 1990). Asimismo, la recepción de Freire en los Estados Unidos ha sido objeto de serios cuestionamientos acerca de las limitaciones y posibilidades de los modelos freireanos en la escuela pública. No sorprende que muchos de los representantes de esta pedagogía hayan trabajado, política y profesionalmente, dentro de partidos políticos, universidades y centros de investigación, asi como también con organizaciones originadas o vinculadas con las iglesias. La propuesta de Freire fue definida, varias décadas atrás, a partir de la palabra portuguesa “conscientizaçao”. Este término popularizado por Freire en los ambientes educativos, ha sido traducido al inglés como “concientización” o “criticalconsciousness”, concepto que definiera Freire de la siguiente manera: Con la expresión francesa “prise de conscience”, tomar consciencia de algo, hace referencia a una forma normal de ser un ser humano. La conscientización es algo que va más allá de “prise de conscience”. Es algo que comienza a partir de la habilidad de apropiación, de la toma de “prise de conscience”. Es algo que implica analizar. Es un tipo de lectura del mundo rigurosamente, o casi rigurosamente, desarrollada. Es la forma de leer cómo la sociedad trabaja. Es la forma de entender mejor el problema de los intereses, la cuestión del poder. Cómo obtener poder y lo que significa no tenerlo. En suma, la conscientización implica una lectura más profunda de la realidad y [del] sentido que va detrás del sentido común Torres, 1990. Las implicancias de la propuesta de Freire para la escolarización son innumerables; considérese, por ejemplo, la idea de extraer a partir de las necesidades de la comunicación el material primario para el diseño del vocabulario de programas de alfabetización. Implementar un curriculum así basado en la comunidad, en el salón de clases o desarrollar una pedagogía como una política cultural daría lugar simultáneamente, a un debilitamiento del poder de los expertos en curriculum, de los administradores educativos y de la burocracia estatal, devolviéndoles a los órganos tradicionales de docentes, como individuos, el control sobre lo que acontece en el aula. Sin embargo, debido a que el control de los docentes entraría en contradicción de los intentos de controlar el curriculum y las practicas escolares por parte de otros segmentos de la sociedad civil (grupos de interés, grupos de negocios, movimientos sociales), o por parte de algunos estamentos ~ 116 ~ EQUIPO TÉCNICO del Estado, la promoción de la autonomía docente y su control por sobre el curriculum requería, eventualmente, un reacomodamiento en la organización y administración escolar. Más aún, en el contexto de los debates entre la excelencia educativa para la competitividad internacional versus la igualdad de oportunidades educativas o propuestas que apuntan a adaptar las escuelas a las necesidades de la industria y el mercado, la agenda de la pedagogía de la liberación seria disruptiva de cualquier “ethos” escolar basado sobre las premisas de la cultura corporativa y el discurso técnico de la gestión. La discusión precedente ilumina la importancia que tiene el entendimiento de la filosofía política de la educación desarrollada por Freire y, particularmente, sus raíces teoréticas. ¿Qué fue lo que ha hecho tan contemporánea y universal a la filosofía política de la educación de Freire, ubicando a é y a algunos de los temas generativos surgidos de su método en el centro de los debates educativos de la pedagogía critica en las últimas décadas? Influido por el trabajo de psicoterapeutas tales como Franz Fanon y Eric Fromm, Freire (1970) sostiene en su libro Pedagogía del oprimido, que pocas relaciones humanas interpersonales están exentas de algún tipo de opresión en cuestiones de raza, clase o genero la gente tiende a ser perpetradores y/o víctimas de la opresión. Freire destaca que la explotación de clase, el racismo y el sexismo son las conspicuas formas de dominación y opresión, pero reconoce que existe opresión además en otros campos, tales como las creencias religiosas o la afiliación política. Su trabajo Pedagogía del oprimido estuvo influido por numerosas corrientes filosóficas que incluyen la fenomenología, el existencialismo, el personalismo cristiano, el marxismo humanista y el hegelianismo. Esta nueva síntesis filosófica apunta a fomentar un dialogo y básicamente un reconocimiento social como una manera de eliminar la dominación y la opresión entre los seres humanos. Una influencia fundamental en la filosofía de Freire se encuentra en G.W.F. Hegel. Este articulo analizará los vínculos entre el pensamiento hegeliano y la filosofía política de la educación desarrollada por Freire, especialmente en su trabajo cumbre Pedagogía del oprimido, considerando los temas centrales que constituyen tanto la dialéctica de Hegel cuanto la de Freire, tales como las relaciones entre sujeto y objeto, la moción de auto-consciencia, las relaciones entre la consciencia teorética y practica y los vínculos entre yo y la apetencia en Hegel, una herramienta que ayudó a Freire a reconocer la lucha de autoconsciencias contrapuestas. Otros conceptos hegelianos claves, tales como la noción de dominación, el medio y la formación cultural, también fueron incorporados como elementos centrales de lo filosofía política de la educación de Frerire. La tesis principal que se sostiene en este artículo es que la dialéctica de la Pedagogía del oprimido ha estado profundamente influida por la estructura lógica de la dialéctica de Hegel. Sin embargo, la utopía pedagógica y política de Freire ha transformado los principios epistemológicos de la estructura lógica de Hegel, produciendo un “Aufhebung” pedagógico propio a partir de la dialéctica hegeliana. Este artículo está divido en tres partes. En la primera parte, analizaré las premisas de la dialéctica de Hegel del Ser y el Siervo; en la segunda parte discutiré las premisas de la dialéctica de Freire del opresor ~ 117 ~ EQUIPO TÉCNICO y el oprimido; y en la tercera parte, ofreceré una comparación entre las dialécticas hegelianas y freiriana. La dialéctica del Señor y el Siervo Hegel nos dice, “esta contraposición entre su fenómeno y su verdad sólo tiene por su esencia su verdad, o sea la unidad de la consciencia consigo misma; esta unidad debe ser esencial a la autoconscientización; es decir que ésta es, en general, apetencia” (1981:108). La conscientización se ha tornado autoconscientización; en consecuencia, tiene no sólo como objetivo la contemplación de las cosas (conscientización teorética), sino también la aprehensión de la verdadera esencia, la cual constituye en sí misma (por la cual ésta encuentra dentro la oposición absoluta con su primer objetivo, la contemplación de las cosas). Hegel comienza estableciendo la situación de un sujeto respecto de un objeto. Esta situación genera dos momentos: (1) el momento del conocimiento (el sujeto), al cual denomina “concepto”, y (2) el momento del “objeto”, al cual denomina “objeto de conocimiento”. En otras palabras, el “concepto” es el objeto “en sí” como opuesto al objeto en la medida en que éste lo es “para otro”. Así, Hegel establece dos posibilidades de concientización: ser en sí mismo o ser para otro. AUTOCONCIENCIA EN SÍ MISMA. Hegel sostiene que “la autoconciencia es la reflexión que, desde el ser del mundo sensible y percibido, es esencialmente el retorno desde el ser otro” (Hegel, 1981:108). La autoconscientización es en sí misma una conscientización activa. Su actividad consiste en cierta negatividad, su fuerza negativa se expresa en un acto de examinación de las cosas que pueden aparecer en frente de esto (en su campo de relaciones conceptuales y objetuales), como si la “nocion” que existiera de las cosas no fuera la misma que sus “verdades”; que existiera de las cosas no fuera la misma que sus “verdades”; como si lo que ellas mostraran (lo que inmediatamente niega) no expresara lo que ellas mostraran (lo que indebidamente niega) no expresara lo que ellas son (la verdad de las cosas, las cuales aparecerán como una negación de la negación en la consciencia). La autoconciencia más que una conscientización sensible y teorética es una conscientización práctica. Ahora bien, ¿cuál es el motivo de su actividad? Satisfacer un deseo. VIDA: Hegel nos indica que el objeto del deseo y lo que es percibido en sentido estricto es algo “vivido”. Aquí nuevamente Hegel trae un concepto que resulta central en la comprensión de su pensamiento: el concepto de “Vida”, el cual es elaborado por él en uno de sus tempranos trabajos teológicos en Tübinga. De esta forma, así como la Mente es un Todo, la Vida es Unidad, unida en la fluida condición de la movilidad del ser. En su más simple forma, eso nos es presentado como un evento fluctuante, único e indivisible, en el cual la autoconscientización vive la experiencia de la necesidad (deseo o apetencia) y la libertad (satisfacción o plenitud); es decir, se torna psicológicamente desbalanceado y se debería restaurar dicho desbalance. Aquí Hegel describe una doble independencia: la que tiene la autoconscientización respecto de “sí misma” y que ejecuta la actividad negativa a través de los objetos y, en segundo lugar, la independencia respecto de aquellos objetos ~ 118 ~ EQUIPO TÉCNICO que aparecen como verdaderamente independientes de la autoconscientización. En este punto, Hegel intenta clasificar tres categorías fundamentales en el entendimiento de la relación que existe entre esta autoconsciencia (el Yo) y su profundo deseo: el por sí mismo, al cual Hegel define como verdadera independencia, el en sí mismo, definido como fluidez simple y universal (vida en sí misma) y, finalmente, el otro, la diferencia entre configuraciones sucesivas que objetos o consciencias pueden tomar respecto de la primera autoconscientización. EL YO Y LA APETENCIA. Hegel descubre, además, que la autoconscientización que conoce su propia verdad dentro de sí misma, sorpresivamente no constituye la única independencia que existe en la vida. Él sostiene que aparecen otros objetos independientes y que sólo se puede arribar a una certeza verdadera de su verdad si, a través del ejercicio de su actividad negativa (como se indicó anteriormente) se busca cancelar a éstos de tal manera que “su verdad” no sea conocida más que por su condición subjetiva, pero que pueda ser expresada en hechos objetivos. Ahora bien, esta satisfacción de la autoconsciencia atraviesa la experiencia de definir el objeto como la esencia de su apetencia de autoconscientización pero, al mismo tiempo, reconociéndolo como independiente. Sin embargo, la paradoja es que la consicientización da cuenta que, a través de la búsqueda de la negación del objeto, se entiende que sólo se puede obtener satisfacción del objeto en sí mismo, llenando la negación por completo. En palabras de Hegel, “en cuanto que el objeto es en sí mismo la negación y en su negación es al mismo tiempo independiente, es consciencia” (1981:112). Así comienza el trayecto a través del cual la autoconscientización comprende que sólo podrá lograr la satisfacción de su apetencia por medio de otra autoconscientización. EL RECONOCIMIENTO DE LA AUTOCONSCIENCIA. Hegel destaca que “la autoconsciencia es en y para sí, en cuanto qué y porqué es en sí y para sí para otro autoconsciencia; es decir, sólo es en cuanto se la reconoce” (1981:113). La autoconscientización posee un doble efecto. Por un lado, ha perdido si mismicidad, y se encuentra a sí misma en otra esencia (de lo cual su sorpresa); por otro lado, aparece como que ha trascendido el otro debido a que se ve a sí misma en el otro. Por consiguiente, en el comienzo de su experiencia subjetiva, parece apuntando a ser reconocida sin reconocimiento. Lo que resulta curioso sobre este caso es que este movimiento no es exclusivo de una autoconsciencia, sino que ambas autoconsciencias dan lugar a este efecto. En este movimiento duplicado, ambas pretenden que una de ellas se comporte como el sujeto donde el otro se constituya en el objeto de la apetencia más profunda. Siguiendo las palabras de Hegel, el juego de las fuerzas entre autoconsciencias es expresado de la siguiente manera: “el término medio es consciencia de sí, que se descompone en los extremos; y cada extremo es este intercambio de su determinabilidad y el tránsito absoluto al extremo opuesto” (1981:114). En consecuencia, ellas se oponen mutuamente; donde una quiere que la otra sea por ella (donde ésta sea por sí misma), la otra intenta no ser la primera “otra” pero no continuar siendo sí misma; así, en esta doble relación, ambas tratan de continuar siendo en sí mismas: “se reconocen como reconociéndose mutuamente” (1981:115). En ~ 119 ~ EQUIPO TÉCNICO suma, cada autoconsciencia afirma su Yo en un movimiento absoluto exclusivo, y trata de obtener reconocimiento universal. De esta forma, existe una pluralidad de deseos pero, al mismo tiempo, la apetencia que solamente una de ellas tratará de imponerse a sí misma; por esta razón acontece una lucha dentro del dominio de la muerte. LA LUCHA DE LAS CONSCIENCIAS CONTRAPUESTAS. Hegel sostiene que “el comportamiento de las dos autoconsciencias se halla determinado de tal modo que se comprueban por sí mismas la una a los otra mediante la lucha a vida o muerte” (1981:116). Según Hegel, solamente corriendo el riesgo de vida a efectos de obtener reconocimiento y libertad uno puede manejar la situación de transformarse en un sr humano. El individuo que no es capaz de desafiar la muerte para vivir como un ser humano sólo podrá vivir como una persona, pero no será reconocido como tal. El ser humano arriesga su vida a efectos de ser libre. Ahora bien, cada individuo debe tender hacia la muerte de los otros, porque el otro no es más considerado hacia él que lo que lo es hacia sí mismo. No obstante, si uno de los contendientes estuvo por morir realmente, si bien la autoconsciencia ganadora estaría segura de sí misma y de su propia verdad (expresada en su poder sobre la autoconsciencia vencida), “esta comprobación por medio de la muerte supera precisamente la verdad que de ella debiera surgir, y supera con ello, al mismo tiempo, la certeza de sí misma en general… Por medio de la muerte llega a ser, evidentemente, la certeza de que los dos individuos arriesgaban la vida y la despreciaban cada en sí mismo y en el otro, pero no se adquiere para los que afrontan esta lucha” (1981:116). Si todas las consciencias, en el proceso de constituirse como seres humanos, procedieran de la misma manera –llevando la lucha hasta sus últimas consecuencias—sólo podría haber un ganador, aquel cuyo deseo, al mismo tiempo, estaría frustrado debido a que nadie estaría vivo para reconocerlo. Por ende, nadie quiere ser reconocido sólo por sí mismo después de sustentar una lucha basada sobre prestigio puro. Así, a efectos de que la realidad humana mantenga su forma, es necesario que ambos adversarios se mantengan vivos luego de la confrontación; e esto sólo podrá suceder si ambos tienen diferentes comportamientos durante la lucha. ¿Cómo se siente el acto negativo de la autoconsciencia lista para pelear? Hegel nos dice: “su hacer es la negación abstracta, no la negación de la consciencia, la cual supera de tal modo que mantiene y conserva lo superado, sobreviviendo con ello a su llegar a ser superada” (1981:117). Desde esta experiencia, Hegel deriva una consecuencia exclusiva e importante: la vida para la autoconsciencia es tan esencial como percibirse a sí misma como pura autoconsciencia (reconocida). Así, en esta lucha una autoconsciencia asumirá el rol de la subjetividad, conocido a través de la Historia como el del Señor o Amo, mientras que la otra asumirá el rol de la cosa pura, que es denominado por Hegel como el Esclavo o Sirviente. El Señor es la consciencia que es para sí (ser para sí) y el Esclavo es la consciencia dependiente (ser para el otro). LA DOMINACION. Aquí Hegel trata de mostrar a la Servidumbre desde el punto de vista del Señor. El Amo es la mediación con su ser por medio de otras consciencias. Existe un reconocimiento biológico del Señor por parte del Sirviente. Cada ser humano tiene dos ~ 120 ~ EQUIPO TÉCNICO relaciones básicas en su vida; en el caso del Amo encontramos a nuestro ser en relación con la Naturaliza (cosas) y en relación con otros seres humanos (Esclavos). Hegel afirma que “el señor se relaciona con el siervo de un modo mediato, a través del ser independiente, pues a esto precisamente es a lo que se halla sujeto el siervo” (1981:117). El Esclavo trabajo para un Amo, por ende, éste último aparece a través de los ojos del Esclavo con respecto a su relación con las cosas (naturaleza): “asimismo, el señor se relaciona con la cosa de un modo mediato, por medio del siervo” (1981:118). desprecia, la regala, al mismo tiempo que se percibe a sí misma como un ser humano en la vida de sus posesiones (la posesión del temeroso Esclavo quien ha entregado y la posesión de las cosas en las cuales el Esclavo trabaja para el Amo)? El Amo no es un verdadero ser humano; es meramente una fase en el movimiento tendiente hacia la real configuración de la humanidad. Por otro lado, el Señor no tiene rumbo. Hegel sostiene, “No es para él una consciencia tal, sino, por el contrario, una consciencia dependiente; el señor no tiene, pues, la certeza del ser para sí como de la verdad, sino que su verdad es, por el contrario, la consciencia no esencial y la acción no esencial de ella. La verdad de la consciencia independiente es, por tanto, la consciencia servil” (1981:119). EL TEMOR. Desde el punto de vista del Esclavo, Hegel afirma que la servidumbre es autoconsciencia. Una consciencia que siente que su esencia, como Siervo, pasa por servir al Amo pero, a la vez, que su verdad será para esto su esencia (impuesta por las circunstancias de la lucha). Igualmente, Hegel aclara que “[primeramente, para la servidumbre, el señor es la esencia; por tanto,] la verdad es, para ella, la consciencia independiente y que es para sí, pero esta verdad para ella no es todavía en ella” (1981:119). Es un Esclavo porque ha tenido miedo de morir. Esta experiencia puede ser comentada como cierta ansiedad ante la posibilidad de vivir de un sentimiento último – cesar de existir—y esta cierta ansiedad llevaría al Esclavo a experimentar la Nada. En esta experiencia éste comienza a experimentar como un ser humano; debido a que la nada mantiene unida a su consciencia, lo único que le ha quedado es esta experiencia última, por la cual el Amo no atraviesa porque siempre se percibe a sí mismo como el victorioso, seguro y tranquilo. ¿Qué tipo de victoria es ésta? Si es él quien reconoce al Amo como un cuasi-ser humano (ya que el Esclavo no es un ser humano libre), ¿qué valor tiene su triunfo para él? ¿Dónde está la riqueza de la intersubjetividad, de la comunicación, si la consciencia esencial considera al otro como una no-esencia, la El Esclavo padeció la experiencia de la lucha. Fue vencido, y continúa su situación, lo cual lo lleva descubrir y apreciar nuevas dimensiones de su vida. Después de esta experiencia de la lucha acontece la experiencia del trabajo: y debido al significado del trabajo, el Esclavo supera su miedo y su debilidad (en términos de El Amo se ha demostrado a sí mismo como un buen guerrero; él ganó en la lucha, peleó por su reconocimiento, pero consume sin trabajar, como un animal; “la apetencia no podía lograr esto a causa de la independencia de la cosa; en cambio, el señor, que ha intercalado al siervo entre la cosa y él, no hace con ello más que unirse a la dependencia de la cosa y gozarla puramente; pero abandona al lado de la independencia de la cosa al siervo, que la transforma” (1981:118). ~ 121 ~ EQUIPO TÉCNICO poder) con respecto de la naturaleza, la cual fue su opresora. Hegel dice que, el Esclavo elimina, a través del significado del trabajo, su subordinación a la existencia natural. Ahora bien, ¿el trabajo es tan importante? Si es así, deberíamos encontrar aquí la diferencia primaria entre el Amo y el Esclavo, debido a que el Amo consume sin trabajar. El Amo no tiene la experiencia del trabajo debido a que es el Esclavo el que la tiene por aquél. LA FORMACION CULTURAL. Hegel explica que “aunque el miedo del señor es el comienzo de la sabiduría, la consciencia es en esto para ella misma y no el ser para sí. Pero a través del trabajo llega [la consciencia del siervo] a sí misma” (1981:120). El miedo del Amo es el comienzo de la filosofía (como la sabiduría de la vida y el amor a la sabiduría), pero filosofando en esta consciencia, la cual continúa no completa por sí misma, se auto completa con un autoentendimiento como un ser generoso; y así, a través del trabajo, por medio de localidad formativa y educativa del trabajo, puede satisfacer sus deseos de qua autoconsciencia. Hegel es terminante en este aspecto: “la consciencia que trabaja llega, pues, de este modo a la intuición del ser independiente como de sí misma” (1981:120). Solamente la consciencia formada por medio del trabajo (el Siervo) puede llegar a la intuición de un ser genérico y construir una comunidad verdadera de hombre iguales, donde la intersubjetividad no provocará conflicto pero dará lugar a una verdadera colaboración. Sin embargo, para esto el Esclavo debe experimentar: miedo (miedo a la muerte), servicio como una forma general de ser un sentimiento universal –por medio de la obediencia—; y trabajo como una agencia formativa –como algo educativo—. Por medio de estas tres experiencias básicas el Siervo es liberado de la Naturaleza (como opuesto al Amo, para cuyas cosas continua siendo independiente de sí mismo) y, cuando sea capaz de reconocer su propia situación, será libre del Amo. Para resumir, Hegel distingue cuatro situaciones. En la primera de ellas, el sujeto (entendido como la Razón) encuentra que se afirma a sí mismo como el Abstracto Universal (la situación de la Mente antes de salir de sí), pero debido a que sólo apuntará a una posesión completa de su ser a través del mundo objetivo, esto afecta a su salida de sí mismo, un punto de inflexión hacia el objeto (naturaleza). Este viraje o exteriorización lleva a que la mente rechace su ser en sí y se pierda en el mundo de los objetos (específicos y concretos), el cual, a su vez, causa la primera situación a ser modificada dentro de la segunda situación, por la cual la negación del Abstracto Universal, por medio de la exteriorización del sujeto en la Naturaleza, acarrea un extrañamiento de sí mismo. Aquí el momento es generado donde la consciencia del sujeto, fuera de sí misma, reconoce a los otros que no son él mismo. La tercera situación es el riesgo existencial del sujeto. El extrañamiento implica un riesgo, no indispensable, en sí mismo: alineación, perdición, en el mundo de los objetos, dando lugar a una cosa. Esta alineación (Entfremdung, según el término alemán utilizado por Hegel) es lo opuesto a la apropiación. En la cuarta situación, la consciencia realiza un esfuerzo de re-flexión, volviéndose hacia sí misma, rechazando en este movimiento la situación de exterioridad e incluso el volverse una cosa. Pero ahora el Sujeto que retorna desde el mundo de las cosas (en principio, el mundo de particularidades concretas) no revierte dentro de una abstracción de su afirmación inicial, ~ 122 ~ EQUIPO TÉCNICO pero como Universal (atributo del Sujeto, comunicable) a pesar de lo Concreto (el Concreto Universal). Así, la dialéctica hegeliana es una construcción racional de la realidad, por la cual el sujeto asimila su experiencia vital de un modo continuo hasta que se encuentra nuevamente consigo mismo a través de la positividad de la negación determinante. Hegel previó que el sujeto no solo se apropiaría de las cosas (propiedad básica) sino que estaba tratando también de apropiarse de los sujetos (la lucha de las consciencias contrapuestas). Cuando el La dialéctica de la pedagogía del oprimido Todo educador, a examinar el aprendizaje humano, tiende a ubicarlo en los dos extremos de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, como un objeto (objeto de aprendizaje, conocimiento, hábitos y habilidades) y como un sujeto cognitivo. En consecuencia, los procesos de enseñanza y de aprendizaje tienen lugar entre un sujeto que vincula sus ser con uno o varios objetos y viceversa. Freire, luego de estudiar esta relación entre sujeto y objeto, concluye diciendo: (1) el conocimiento es posible y es, al mismo tiempo, parte de un proceso mayor de liberación. Para Freire, es posible conocer una cosa en sí misma, de forma tal que supera el empirismo simple y las concepciones neopositivistas de la experiencia y la relación de las categorías kantianas. (2) La consciencia (de un sujeto cognitivo) y el mundo (de un sujeto cognoscible) se constituyen mutuamente; una implica la otra pero al mismo tiempo implican diferencia entre el sujeto que conoce la realidad objetiva. (3) Para unir esta distancia debe darse un conflicto de dos autoconsciencias es sostenida (de forma que cada consciencia que ha salido fuera de sí misma es para sí misma), ambas luchando para apropiarse del mismo bien, se está estableciendo, pues, un camino hacia una solución. Este camino es un pacto; un pacto en el cual una de las dos consciencias se somete a la otra a efectos de no morir. De esta forma, se ilumina una consciencia independiente y una dependiente (de la primera); en términos clásicos, el Señor (Amo) y el Siervo (Esclavo). En esta dialéctica se encuentran los orígenes de una de las ideas básicas de Freire sobre la opresión y la educación. esfuerzo tendente a la reconciliación mutua. Este tipo de esfuerzo supone una acción, un sentido, y un resultado. La acción es la elaboración de líneas de pensamiento basadas en ciertas leyes de la lógica. El sentido no es un mero conocimiento contemplativo, sino que constituye en sí mismo una contribución a la transformación de la realidad objetiva, una transformación que sólo puede ser desarrollada a través de su humanización, esto es, la identidad de los seres humanos en el mundo implica un compromiso, a través de su praxis con dicho mundo y un resultado, el cual sería la creación de un nuevo conocimiento pero, a su vez, una nueva práctica social. Freire comienza desde una unidad dialéctica en la cual la consciencia y el mundo no pueden ser dicotomizados. De esta forma, para Freire siempre existe una unidad entre teoría y praxis, entre contenido y método, entre pensamiento y ser y entre objetividad y subjetividad. Freire sostiene, sobre esta premisa de una unidad dialéctica que: ~ 123 ~ EQUIPO TÉCNICO Esta pregunta nos lleva al centro de un problema fundamental que siempre ha preocupado a la filosofía moderna. Me refiero a la relación entre sujeto y objeto, consciencia y realidad, pensamiento y ser, teoría y práctica. Cualquier intento para tratar esta relación basado en la dualidad sujeto-objeto y, por ende, negando su unidad dialéctica, no explicará esta relación de forma satisfactoria. Sobre la destrucción de la unidad dialéctica sujeto-objeto, la visión dualista implica una negación tanto de la objetividad (subordinándola al poder de una consciencia caprichosa) cuanto de la realidad de la consciencia, una consciencia que se transformará así en una simple copia de la objetividad. En esta primera hipótesis tenemos un error subjetivo, la expresión de una antidialéctica y de un idealismo pre-hegeliano. En la segunda hipótesis estamos tratando con un error mecanicista y objetivista e igualmente antidialéctico Freire, 1975:29-30. Esta discusión eminentemente filosófica no es vana para Freire. Existe una instancia cognitiva básica en el tratamiento de sus problemas educacionales más conocidos: la relación educador-educando, las acciones culturales antagónicas (acción cultural domesticante versus acción cultural liberadora) y la perspectiva política propuesta por Freire donde él discute el vínculo entre las masas y la vanguardia. La congruencia del sujeto-objeto, como Freire la interpreta, abarca las dimensiones posibles de la acción humana. Ahora bien, ¿cómo puede ser superada esta dicotomía sujeto-objeto? Desde un punto de vista dialéctico, esta superación ocurre dentro del concepto, el cual es un pensamiento concreto de una cosa (es decir, si el concepto es propio de la subjetividad y al mismo tiempo incluye y supone la objetividad). Sin embargo, este concepto, por sí mismo, no es meramente una construcción mental. Freire, recordando los aprendizajes de su juventud, sostiene que los textos, las palabras y las letras estaban encarnados en el contexto existencial de su lugar de origen en Recife, al noroeste de Brasil: Los textos, palabras, letras de aquel contexto estaban encarnados en la canción de los pájaros –tanagras, pájaros cazadores, zorzales- en el baile de las ramas sopladas por los fuertes vientos que anunciaban tormentas; en el trueno y el relámpago; en el agua de la lluvia que jugaba con la geografía, creando lagos, islas, ríos y arroyos. Los textos, las palabras y las letras de aquel contexto estaban encarnadas también en el silbido del viento, en las nubes del cielo, el color del cielo, en su movimiento, el color de follaje, en la forma de las hojas, en la fragancia de las flores… parte del contexto de mi mundo inmediato era también el universo del lenguaje de mis ancianos, expresando sus creencias, gustos y valores, los cuales unían mi mundo con uno mayor relativo a la existencia de otro, que nunca hubiera podido suponer. Freire & Macedo, 1987:30-31. El proceso de conocimiento responde, de esta forma, al movimiento de la práctica sobre la realidad, recomponiéndose sobre el plano del pensamiento, la substantivación de la realidad por medio de un toque reflexivo, de forma tal que una vez que una serie de proposiciones ~ 124 ~ EQUIPO TÉCNICO concernientes a la realidad se encuentran formuladas, este tipo re reflexión orientará al sujeto en la transformación de la realidad a través de la praxis, la cual es también una instancia de conocimiento. Por consiguiente, la educación es el acto de conocer, como Freire ha repetido una y otra vez y la pensó, a su manera, como un paso dentro del proceso de estructuración de la realidad objetiva. Respecto de este proceso de conocimiento a través de la dialéctica entre reflexión y praxis, o conscientización, Freire sostiene lo siguiente: Si la conscientización no puede ser producida sin la revelación de la realidad objetiva, como un objeto de conocimiento para aquellos sujetos involucrados en el proceso, entonces esta revelación –incluso cuando fuera una clara percepción de la realidad- no resulta suficiente para una autentica conscientización. En la misma manera que el ciclo epistemológico no termina en el estado de la adquisición de lo que ya existe sino que continúa a través del estado de la creación de un nuevo conocimiento, tampoco puede la conscientización ser mantenida en el nivel de la revelación de la realidad constituye una unidad dinámica y dialéctica con la práctica de la transformación de la realidad. Freire, 1975:20. Este proceso de conscientización está asociado con un proceso que Freire, en una de sus ingeniosas frases, definió como la arqueología de la consciencia. Respecto de ésta firma: Pienso que a través del problema de la relación entre los hombres y el mundo es posible para el hombre crear nuevamente, ser nuevamente parte del proceso natural por medio del cual aparece la conscientización en el proceso de evolución precisamente en el momento que Teilhard de Chardin llama “homonización” en la evolución del hombre. Cuando la conscientización aparece existe reflexión, existe una intencionalidad dirigida hacia el mundo. El hombre se torna diferente, esencialmente de los animales. El hombre no sólo conoce sino que es conciente que conoce. Freire, [1970a] 1998:7. Como ha sido reafirmado en varias oportunidades, esta situación en la cual la consciencia y el mundo se constituyen mutuamente así mismos en un modo continuo, en la visión freiriana, se explica porqué la consciencia y la sociedad son mutuamente dependientes. Freire define distintos niveles de consciencia, denominados: consciencia críticatransitiva, consciencia ingenua-transitiva y consciencia semi-transitiva. Cada nivel de consciencia tiene sus propias peculiaridades y riesgos y permite la articulación de un pasaje diferente de los momentos conscientes donde están, a su vez, íntimamente vinculadas (dialécticamente, como Freire hubiera enfatizado) con las modificaciones estructurales a través de las cuales la sociedad transita. Una teoría pedagógica de la liberación, desde este punto de vista, sólo tiene sentido en relación con una transformación de la [estructuras de la] consciencia y de las estructuras societales. Desde la perspectiva de Freire, la educación no sería el único ~ 125 ~ EQUIPO TÉCNICO instrumento adecuado para esta transformación. Sobre el frente educativo, uno puede prever la existencia de un campo de batalla en relación con una efectiva transformación de la consciencia y de las estructuras. Por esta razón, la propuesta freiriana no es exclusiva del campo de la pedagogía, sino que es principalmente macro social, transgrediendo los limites (frecuentemente autoimpuestos) de la práctica pedagógica. A lo largo de su vida, Freire ha intentado realizar una lectura y crítica de la pedagogía, de la práctica educacional y la cultura en sí misma desde una perspectiva global. En consecuencia, creer que la pedagogía de la pregunta en Freire es solamente una forma de la educación critica o de un método por el cual se promueve el pensamiento crítico (el cual apunta a la transformación de la consciencia o de los discursos articulados lógicamente) implica reducir las verdaderas dimensiones de este proyecto (Freire y Faúndez: 1989) La conscientización no es un fenómeno individual y cronológico de la conversión de una consciencia o de muchas consciencias como un ineludible paso en la transformación de las estructuras. La conscientización, desde una genuina perspectiva freireana, entra dentro de la dinámica de la transformación colectiva (consciencia mundial), uniendo su esencia con la consciencia colectiva de los grupos y las clases. Entonces, si uno reconoce el factor subjetivo en cada proceso de transformación social (y, desde allí, los esfuerzos acarreados a la realidad por Freire en las bien determinadas áreas educativas tales como la educación no formal de adultos), uno acepta que este proceso de transformación sólo puede ocurrir cuando lo subjetivo y lo objetivo comienza a converger, oponiéndose y uniéndose con el otro, constituyéndose mutuamente, en un proceso y en un proyecto singular de transformación societal. Esto constituye la fundamentación filosófica de la metodología de Freire, la cual es generalmente indicada como momentos distintivos que abarcan desde la investigación descriptiva a la tematización pragmática y la problematización pragmática. Hegel en Freire: una comparación inter-dialéctica Podemos encontrar la clave de la relación entre Hegel y Freire en un párrafo de la Fenomonología de Hegel, donde afirma lo siguiente: el señor no tiene, pues, la certeza del ser para sí, como de la verdad, sino que su verdad es, por el contrario, la consciencia no esencial y la acción no esencial de ella. La verdad de la consciencia independiente es, por tanto, la consciencia independiente es, por tanto, la consciencia servil. Es cierto que ésta comienza apareciendo fuera de sí, y no como la verdad de la autoconsciencia. Pero, así como el señorío revelaba que su esencia es lo universal de aquello que quiere ser, así también la servidumbre devendrá, sin duda, al realizarse plenamente en lo contrario de lo que de un modo inmediato es; retornará a sí como consciencia replegada sobre sí misma y se convertirá en verdadera independencia (1981:119). ~ 126 ~ EQUIPO TÉCNICO Permítaseme contrastar este párrafo con la definición central de Pedagogía del oprimido: “[ésta] busca la restauración de la intersubjetividad, aparece como la pedagogía del hombre. Sólo ella, animada por una auténtica generosidad, humanística y no humanitaria, puede alcanzar este objetivo” (Freire: [1970a] 1998:47). ¿Por qué es que sólo la Pedagogía del oprimido puede alcanzar este objetivo? Debido, como sostiene Freire, a que el deber humanístico e histórico de un oprimido consiste en lo siguiente: Los opresores, violentando y prohibiendo que los otros sean, no pueden su vez ser; los oprimidos, luchando por ser, al retirarles el poder de oprimir y de aplastar, les restauran la humanidad que habían perdido en el uso de la opresión. Es por esto por lo que sólo los oprimidos, liberándose, pueden liberar a los opresores. Éstos, en tanto clase que oprime, no pueden liberar, ni liberarse. Freire, 1998:50. Para Freire, el proceso histórico confronta a los seres humanos son tareas y desafíos que, comenzando por la propia realidad existencial del oprimido, causa que deban eliminar a un gigante, dando un salto cualitativo desde un pasado de opresión a un presente de conscientización. La conscientización, que no es sólo un conocimiento intersubjetivo y causal, o reconocimiento, sino que también implica opción y compromiso, le permite al oprimido lanzarse hacia delante, hacia un futuro de seres humanos que apuntan a compartir, incondicionalmente, la verdad comunitaria. Por consiguiente, solamente una pedagogía humanizante existe: cuando sea el oprimido por lo que restaura de una vez la humanidad de ambos, del oprimido y del opresor. Por esta razón, la filosofía brasileña ErnaniMariaFiori (1993), en su prefacio a la edición española de Pedagogía del oprimido, dice: “la pedagogía del oprimido es, pues, liberadora de ambos, del oprimido y del opresor. Hegelianamente diríamos: la verdad del opresor reside en la consciencia del oprimido”. Esta doble restauración, en el acto de liberación, indica la presencia de la premisa hegeliana, por la cual la consciencia en sí misma necesita la consciencia de y para sí misma, mientras a la vez, los posteriores se reconocen a sí mismo a través de los anteriores, los cuales, en su relación con la naturaleza, dan la posibilidad de ser un propietario (del bien que la consciencia no esencial trabaja) y dueño (del siervo en sí mismo) que trabaja la naturaleza. Así, como Hegel señaló y Freire sostuvo explícitamente, donde el centro del poder del Señor debería aparecer correctamente para ser tal (propiedad-posesión), uno encuentra su mayor debilidad: la inmediata necesidad del siervo (consciencia en sí misma). Freire señala lo siguiente, corroborando este argumento: ~ 127 ~ EQUIPO TÉCNICO A efectos de que los oprimidos sean capaces de llevar a cabo la lucha por su liberación deben percibir la realidad de la opresión no como un mundo cerrado desde el cual el entorno existe como una situación limitante, a la que deben transformar. Esta percepción es una condición necesaria pero no suficiente para la liberación; ella se debe tornar en una fuerza motivadora para la acción liberadora. La liberación en sí misma no ésta constituida por el descubrimiento por parte de los oprimidos de que ellos existen en una relación dialéctica con los opresores, como su antítesis, sin la cual el opresor no podría existir. Los oprimidos pueden superar la contraindicación en la cual se encuentran cuando esta percepción los coloque en una lucha por su liberación. Freire [1970 a], 1998:34. Asimismo, esta debilidad tampoco escapa de la posición del siervo debido a que, según Hegel, la servidumbre es autoconscientización y, en términos más contemporáneos de Freire, sólo puede llevar al camino de la consciencia de clase. El encuentro entre la consciencia de clase (y nosotros deberíamos sumar consciencia de género, de raza y de preferencia sexual), como encapsulada en un valor crítico de la experiencias culturales que nunca fueron auto-contenidas pero cruzadas por y constituidas a través de relaciones de dominación y explotación y consciencia crítica, es el último paso en la conscientización. ¿Cuáles son los momentos de la pedagogía del oprimido? Freire escribe lo siguiente: La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van descubriendo el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación y, el segundo, en que una vez trasformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación. En cualquiera de estos momentos, será siempre la acción profunda a través de la cual se enfrentará, culturalmente, la cultura de la dominación. En el primer momento, mediante el cambio de percepción del mundo opresor por parte de los oprimidos y, en el segundo, por la expulsión de los mitos creados y desarrollados en la estructura opresora, que se mantienen como aspectos míticos, en la nueva estructura que surge de la transformación revolucionaria. Freire, 1998:47-48. En este momento, esta pedagogía deja de ser una responsabilidad exclusiva, o (en una forma eufemística) una “propiedad” del oprimido, y pasa a ser una pedagogía de los seres humanos en un proceso de permanente liberación. Freire caracteriza la consciencia mágica como una consciencia servil, tomando la expresión hegeliana y todo el desarrollo dialectico de conscientización nos demuestra su similitud con la visión hegeliana. Freire, en Sobre la acción cultural, sostiene que “esta cultura del silencio, característica de nuestro pasado colonial, una cultura que mantiene en condiciones favorables al tipo de propietario cuasi-feudal (latifundista) en América Latina, ha constituido la consciencia campesina, histórica y culturalmente como la “consciencia ~ 128 ~ EQUIPO TÉCNICO servil” en la expresión de Hegel” (Freire, 1971:82). Para Freire la conscientización es un resultado racional, pedagógico y político, de la mutua oposición entre las acciones culturales antagónicas; una acción cultural que refleja la dominación y una acción cultural que refleja la disputa por la liberación. En el contexto de esta lucha, Freire concibe la noción de revolución cultural como una negación de la negación (revolución cultural como proyecto y, a la vez, como una nueva afirmación). La noción de acción cultural para la liberación en Freire, incluye la historia de las luchas y la dialéctica histórica. Desde una perspectiva educacional, sin embargo, existe una pedagogía y una acción pedagógica la cual aparece como una negación específica, la Pedagogia del oprimido. Ésta no es una pedagogía genérica sino una pedagogía con una característica política y epistemológica. No obstante, no es el fin del proceso. La conscientización, incorporando los fundamentos pedagógicos, metodológicos, epistemológicos y políticos de una pedagogía del oprimido no incluye simplemente en una razón negativa o en un lenguaje de la crítica más complejo. Ésta apunta a una crítica y una explicación de las condiciones de la transformación social, convirtiéndose en parte de la textura y la dinámica del cambio social. Es la razón por la cual, en la visión freiriana, la implementación de una pedagogía del oprimido constituye una compleja síntesis de un proceso que es en sí mismo político e histórico-educativo, una compleja interaccion entre estructura y agencia. La visión pedagógica de Freire puede ser vista como revolucionaria, y cada revolución considerada educativa y política. En términos estrictamente educativos, una pedagogía del oprimido sólo puede ser implementada como una directiva no autoritaria, pedagogía para liberación tanto en forma cuanto en contenido y substancia y estilo. El docente es al mismo tiempo un estudiante, el estudiante es a la vez un docente; la naturaleza de su conocimiento puede diferir pero, mientras la educación sea un acto de conocimiento y meramente una transmisión de hechos, los estudiantes y los docentes comparten una condición cognitiva similar y están unidos y juntos a través de un dialogo pedagógico caracterizado por relaciones horizontales. La agenda educativa no será necesariamente desarrollada en el aula sino en un “círculo de cultura”. El énfasis estará puesto sobre el compartir y el reflexionar críticamente sobre la experiencia del que aprende y el conocimiento, tanto como una fuente del material inculto para el análisis de los “temas existenciales” de la pedagogía crítica, cuanto como un intento para desmitificar las formas existentes de falsas consciencias. La transmisión de ideas, valores y conocimientos es subsidiaria respecto de la importancia que tiene el compartir la experiencia, el aprendizaje de la experiencia, el transformar la experiencia en y para una cuestión problemática en sí misma. Esto no puede ser completado haciendo uso de la experiencia como la única fuente epistemológica de conocimiento y de praxis. Como sostuvo el poeta T.S. Eliot, “tenemos la experiencia pero perdemos el significado y un abordaje al significado restaura la experiencia” Así, la noción de la experiencia no puede ser esencializada. En la praxis educativa, la experiencia necesita ser capturada y mediada a través de discursos racionales y emocionales. Para Freire, una pedagogía del oprimido ~ 129 ~ EQUIPO TÉCNICO debería siempre confrontar los aprendizajes desde la experiencia con el más amplio marco social, filosófico y científico. No sólo las experiencias individuales o específicas de grupos deberían ser temas en una educación basada en la solución de problemas, sino también las experiencias colectivas que representan luchas históricas. Estas disputas, a su vez, no son vistas en términos de una pedagogía de héroes o en términos de una pedagogía de agencias sociales libres de condicionantes estructurales. La experiencia, las identidades y las luchas son sí mismas contradictorias. Las agencias sociales son concebidas como constreñidas por estructuras, pero siempre existe una base para la esperanza: las estructuras son una parte de las regulaciones sociales, de las rutinas y de las prácticas que, debido a que están socialmente constituidas, pueden ser socialmente transformadas. Por ser este tipo de pedagogía, la agenda educativa no necesariamente se desarrolla en el aula sino en círculos culturales caracterizados por relaciones horizontales, como parte de esfuerzos y luchas colectivas y no sólo individuales. Como he demostrado aquí, la estructura de la dialéctica de la pedagogía del oprimido es muy similar a la dialéctica de Hegel. Podría decirse que Hegel y Freire comienzan considerando el mismo fenómeno: la situación de servidumbre. No obstante, no habría una similitud específica aquí, a no ser que incluyamos lo siguiente: ambos comienzan desde el fenómeno de la percepción que la consciencia tiene de la servidumbre tanto como hecho social y concreto cuanto como formación del ser genérico. En Hegel, era la servidumbre manual la que provocaba el sentimiento de lo universal (esto es, provocaba el reconocimiento de la Naturaleza y su dominio y, a la vez, la convicción de que la obediencia a un Señor era el nexo que unía a la Naturaleza con el Señor y el Siervo). Hegel nos ha demostrado que, en síntesis, la formación cultural era dada a través del miedo, la obediencia y el trabajo; esto es, con finales culturalmente prescritos. Hegel dio lugar a los fundamentos de la dialéctica del Señor y el Siervo cuando describió la confrontación (el encuentro intersubjetivo cara a cara) que él calificó como la lucha de las consciencias opuestas. Hegel se vio a sí mismo compeliendo a desenredar su intersubjetividad y su génesis cultural. Freire busco en esta lucha el fenómeno de la opresión y, tomando su análisis genético, trato de mostrar el mecanismo de la opresión como un mecanismo de la alineación social, reproductiva (por ejemplo, en la educación) a través de la domesticación de la acción cultural. En Hegel, Freire encuentra las fuentes de un análisis de la situación de opresión y lo elabora en relación con la práctica pedagógica. Hegel describió el origen intersubjetivo de la génesis de la opresión. Freire describe y analiza el desarrollo social del mecanismo de la opresión como formas de subordinación de la consciencia, denominadas servidumbre social o, simplemente “cosificación”. La diferencia importante aquí entre Hegel y Freire será acertadamente la superación de la positividad de la negación hegeliana determinante en la Pedagogía del oprimido. ~ 130 ~ EQUIPO TÉCNICO SMITH EXPLICA LA NOCIÓN DE NEGACIÓN DETERMINANTE: La lógica de la “negación determinante” es el principio de desarrollo, el cual exhibe el movimiento desde una categoría o forma de consciencia hacia otra. Esto constituye un método para el movimiento desde un nivel a otro que no resulta impuesto externamente… La lógica de la negación determinante tiene un aspecto crítico y otro constructivo. Es crítica debido a que no acepta simplemente lo que un cuerpo de pensamiento, un sistema filosófico o incluso una cultura entera dice acerca de sí misma, sino que se preocupa por confrontar ese pensamiento, ese sistema o esa cultura con sus tensiones internas, incoherencias y anomalías. Es constructiva debido a que luego de esta negación o confrontación somos capaces de arribar a cuerpos de proposiciones y formas de vida más completas, comprehensivas y coherentes Smith, s/f:188-189. Esta noción de “negación determinante” se tornó una pieza central de la temprana teoría crítica. Ciertamente, Herbert Marcuse (1991) se basó en esta noción cuando hablaba del poder de la razón negativa y el modo en que dicho poder estaba siendo obliterado en el contexto de las sociedades industriales autoritarias. Por consiguiente, el núcleo racional de la dialéctica hegeliana es la noción de la positividad de la negación determinante, tan brillantemente criticada por Julio DeZan(1973:109-10). Para Hegel, la autoconsciencia tendía a negar las formas reales que iban a ser encontradas a lo largo de su camino (como una noción y no como una verdad de la cobertura de la cosa misma), en la búsqueda del surgimiento de la base inmanente de la Mente (la cual constituye su ser verdadero), presente en la vida cotidiana. Esta negación es denominada como la positividad de la “negación determinante”. Por ende, la historia seria el camino hacia la Mente, autoconsciencia profunda, la cual identifica con la totalidad del proceso histórico, donde sea este proceso histórico, en su lógica, es nada más que la manifestación – ahistórica en sí misma—de la vida inmanente del desarrollo histórico de la Mente. La “filosofización” de la consciencia (o de la Mente), sobre la negación en una movida determinante de los objetos que la confronta, con el objetivo de dilucidar la senda del camino de la racionalidad, en realidad construirá una totalidad infinita, la cual es nada más que su propia vida. Freire ha demostrado en su trabajo que, si bien acepta alguna de las premisas lógicas de la dialéctica de Hegel, él podría no aceptar la noción de que la reconciliación o superación de las contradicciones es un proceso lógico. Freire no podría aceptar la noción hegeliana de que luego de un periodo de estrangulamiento sucedería otro de reconciliación y síntesis. La conscientización es un proceso individual y colectivo contradictorio, imbuido por las condiciones políticas y sociales concretas (tensiones, contradicciones, incertidumbres) de una sociedad o comunidad determinada. ~ 131 ~ EQUIPO TÉCNICO Las diferentes formas de consciencias que Freire identifica, particularmente en su trabajo en los años sesenta y setenta, no son estados de desarrollo de una razón imaginaria que busca por su propia racionalidad. Ciertamente, para Freire, la educación no puede ser reducida a la construcción de premisas para la argumentación lógica. Si la educación es el acto de conocer, entonces ésta debería buscar la razón del Iluminismo e Idealismo, hacia cualquier Ding-an-sich trascendental, incluso hacia la experiencia vivida y alcanzando la emancipación utópica y la liberación. No obstante, la educación es un acto de razón (teorético y práctico), pero un acto de razón político. Es por ello que Freire afirma que, Como un educador doy más énfasis a la comprensión de un método riguroso del conocimiento. Debemos continuar preguntándonos, conocer respecto de qué y, por ende, contra qué conocer; conocer a favor y en contra de quiénes. Esas preguntas, que debemos hacernos en tanto educadores, no arrima a la confirmación de otra obviedad la cual es la naturaleza política de la educación Freire: 1986:97). La teoría de la consciencia de Freire está basada en una teoría de la dominación. Su proyecto es la integración reconstructiva de la pedagogía del oprimido como una pedagogía para la descolonización de la vida del mundo. Al mismo tiempo, siguiendo la tradición de Karl Manheim, John Dewey y JürgenHabermas, discute alguno de los riesgos de la democracia (por ejemplo, la masificación, la manipulación de las masas) en el contexto de las sociedades populistas. En su último trabajo, los elementos cruciales de la deminación por la virtud de las masas o la raza son complementados con claras opciones antisexistas, uniendo la clase, la raza y el género en una compleja síntesis. Sus raíces intelectuales han explorado diferente direcciones y parecen continuar evolucionando. No por azar, muchos pensadores de las teorías de la agencia encontrarán en Freire referencias de los trabajos de Max Weber o de Karl Manheim. Asimismo, los defensores de las teorías de acción encontrarán, a su vez, alguno de sus análisis y temas cercanos a la fenomenología o al interaccionismo simbólico. Finalmente, otros encontraran en el marco hermenéutico de Freire resonancias del trabajo de Karl Marx y particularmente de Antonio Gramsci. Freire ha sido capaz de poner junto un marco sintético y dialectico para abordar las estructuras y la agencia social en la educación y lo ha realizado al nivel de la meta teoría, esto es, discutiendo los compromisos ontológicos básicos sobre la naturaleza de la realidad social, de los individuos, de la historia y de la sociedad, y como ello afecta la relación entre conocimiento, poder y educación. Si Freire imaginó que su dialéctica de la Pedagogía del oprimido necesitaba simplemente negar las formas de conscientización que existen en América Latina en una forma sistemática (una negación determinante) –con la convicción de que, por virtud de un proceso histórico inevitable, la consciencia real aparecería escondida entre las capas de este proceso histórico—nunca hubiera defendido la noción de una educación que colabora con el oprimido en el proceso de su organización social. Nunca hubiera ~ 132 ~ EQUIPO TÉCNICO postulado un concepto de liberación intersubjetiva, pedagógica y política, en el contexto de un proyecto de una utopía revolucionaria. TEXTO VII: TORRES, CARLOS ALBERTO: Democracia, educación y multiculturalismo: dilemas de la ciudadanía en el mundo global.”Sociología Política de la Educación”, Miño y Dávila editores CARLOS ALBERTO TORRES: Sociólogo político de la educación. Licenciado en Sociología (Universidad del Salvador, Argentina, 1974).Profesor en Ciencias de la Educación, (Universidad del Salvador, Argentina, 1974), Master en Ciencias Políticas. Master en Educación Internacional y Desarrollo. Dr. en Educación Internacional y Desarrollo. Profesor de Ciencias Sociales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso. DEMOCRACIA, EDUCACIÓN Y MULTICULTURALISMO, DILEMAS DE LA CIUDADANÍA EN EL MUNDO GLOBAL. El problema teórico Las cuestiones de ciudadanía, democracia y multiculturalismo están en el corazón de la discusión mundial sobre la reforma educativa y afectan profundamente el discurso académico y la práctica de la educación comparada e internacional. Con distintos matices, las cuestiones sobre ciudadanía, las conexiones entre educación y democracia o el problema del multiculturalismo afectan la mayoría de las decisiones que debemos ~ 133 ~ EQUIPO TÉCNICO afrontar en relación con los desafíos de la educación contemporánea. En este espacio, desarrollaré algunos de los problemas que aparecen cuando se trata de reconciliar las tensiones entre las teorías de la ciudadanía, de la democracia y del multiculturalismo en el contexto de las sociedades capitalistas, y trataré algunos de los vacíos y omisiones en estas discusiones. En la última sección me concentraré sobre uno de los aspectos centrales de esta exploración: la cuestión del canon cultural y la constitución de una ciudadanía democrática y multicultural. Las teorías sobre la ciudadanía y sobre la democracia indican el nacimiento de la ciencia política moderna y reflejan, en sus complejidades, los desafíos teóricos y prácticos para la democracia en las sociedades contemporáneas. Ambos cuerpos de teorías ponen además en evidencia los dilemas y conflictos existentes en las instancias de negociación del poder en las sociedades democráticas. Las teorías sobre ciudadanía hacen referencia a cada uno de los problemas relativos, por un lado, a las relaciones entre los ciudadanos y el Estado y, por otro, a las relaciones entre los propios ciudadanos. Por su parte, las teorías sobre democracia se refieren a la conexión entre las formas (implícita o explícitamente) establecidas de poder social y político, la intersección entre sistemas de representación y participación democrática, con los sistemas de organización política y administrativa de las instancias públicas de gobierno y con los sistemas de partidos políticos. Más recientemente las teorías sobre democracia necesitaron incluir en sus análisis las interrelaciones entre democracia y capitalismo. Finalmente, las teorías acerca del multiculturalismo, prevalecientes en el campo educacional en los últimos 20 años, han surgido como una respuesta particular no sólo para la constitución de un sujeto pedagógico determinado en las escuelas, o para la interacción entre el sujeto pedagógico y político en las sociedades democráticas, sino también como una manera de identificar la importancia de las identidades múltiples en la educación y en la cultura. En suma, las teorías sobre multiculturalismo están íntimamente conectadas con las políticas culturales y educativas. Por consiguiente, las teorías sobre el multiculturalismo se refieren al núcleo analítico central de las teorías de la ciudadanía. Ambas teorías intentan identificar el sentido y las fuentes de la identidad y las cuestiones relativas a las formas de identidad nacional, regional, étnica o religiosa. Sin embargo, las teorías sobre multiculturalismo han incluido en su campo analítico las implicancias que tienen la clase, la raza y el género en el proceso de constitución de las identidades, y el rol que tiene el Estado en todo este proceso de una manera que, por lejos, las teorías centrales sobre ciudadanía no la han tenido. Mientras las interconexiones entre identidad y ciudadanía no son todas evidentes en la bibliografía especializada, ellas tienen una implicancia práctica que las colocan más cerca a las teorías de la democracia. Esto se debe no sólo a que las teorías sobre democracia se preocupan acerca de la participación-representación y de los balances del poder político, sino también porque algunas líneas teóricas analizan diferentes formas para promover la solidaridad a través de intereses particulares referidos a formas específicas de identidad. ~ 134 ~ EQUIPO TÉCNICO Las teorías sobre ciudadanía, democracia y multiculturalismo, en sus esferas de influencia y sus ámbitos empíricos específicos, no sólo se esfuerzan por identificar el sentido de la identidad (a través de la noción de un ciudadano democrático y de un sujeto político multicultural), incluyendo todas ellas los orígenes contradictorios de ésta, sino que también aspiran a definir rigurosamente los límites y las posibilidades de las formas de sociabilidad que podrían promover en los individuos y la habilidad para tolerar y trabajar junto con personas que son diferentes a ellos mismos. Asimismo, estas teorías podrían mejorar la habilidad y el deseo de las personas (o en una formulación más restrictiva, de los ciudadanos) para participar en el proceso político de promoción de bienes públicos y de rendición de cuentas ("accountability"). Finalmente, estas teorías podrían ayudar a la buena voluntad de los individuos para ejercitar su tolerancia y la responsabilidad personal en sus demandas económicas y en sus elecciones personales, las que afectan tanto a la salud y el bienestar de la sociedad y el medio cuanto al proceso de formación comunitaria. Eso es, como Jürgen Habermas ha argumentado correctamente: "las instituciones de la libertad constitucional son sólo dignas tanto como el pueblo que las construye" (Habermas, 1992: l-19, esp.7). Los dilemas de la ciudadanía en una sociedad democrática, diversa y multicultural pueden ser presentados, en el comienzo de nuestro análisis, como sigue: las teorías sobre ciudadanía han sido introducidas -en la tradición occidental de la teoría política- por hombres blancos heterosexuales quienes identificaron una ciudadanía homogénea a través de un proceso sistemático de exclusión más que de inclusión en la política1. Esto es, la mujeres, los grupos sociales identificables (como por ejemplo: judíos, gitanos), la clase trabajadora y los miembros de grupos raciales y étnicos específicos -es decir, gente de color- e individuos sin determinados atributos o competencias (por ejemplo, lectoescritura, habilidades aritméticas) fueron en principio excluidos de la definición de ciudadanos en numerosas sociedades. Las teorías de la democracia, a pesar de haber sido efectivas en la identificación de las fuentes del poder democrático, la participación y la representación en sistemas político-democráticos legítimos han sido incapaces de prever la exclusión sistemática de importantes segmentos de la ciudadanía. En consecuencia, la democracia formal difiere drásticamente de la democracia sustantiva. Más preocupante es el hecho de que las teorías sobre democracia han sido incapaces de diferenciar las raíces de la democracia representativa (basada sobre las nociones de representación igualitaria, equidad e igualdad) de su inmersión de los principios fundacionales que articulan las sociedades capitalistas. Por definición, el capitalismo requiere una representación diferencial en poder y en política, alentando la formación desigual e inequitativa, a través de sistemas de jerarquías e intereses competitivos y la desigualdad a través de un sistema provechoso de explotación del trabajo. Las teorías del multiculturalismo, a pesar de haber sido efectivas en la discusión sobre las políticas culturales de identidad y de las fuentes diferenciales de solidaridad, a través y dentro de formas específicas de identidad, e incluso a pesar de haber sido útiles en la comprensión de la inmensa complejidad que presentan las identidades múltiples, han sido ~ 135 ~ EQUIPO TÉCNICO incapaces o no siempre estuvieron predispuestas a conectarse a una teoría de la ciudadanía y a una teoría de la democracia que pudieran ser utilizables en términos prácticos y procedimentales, viables éticamente en términos morales, y realizables políticamente, en el coultexto de las sociedades capitalistas. Nosotros necesitamos una teoría de la ciudadanía democrática multicultural que tome seriamente la necesidad de desarrollar una teoría de la democracia que pudiera ayudar a reducir, o bien a eliminar, todas las diferencia sociales, las perversas desigualdades e inequidades en las sociedades capitalistas. Necesitamos también una teoría de la democracia que (fuera capaz de incorporar, por un lado, las tensiones sustantivas entre capitalismo y democracia, y por el otro, las tensiones entre las formas democráticas sociales, políticas y económicas. Finalmente, necesitamos una teoría de la ciudadanía democrática multicultural que pueda proveer una respuesta teórica razonable al clamor neoconservador acerca de la ingobernabilidad de las democracias modernas en las sociedaji.es capitalistas. Ciudadanía y educación En la discusión acerca de teorías de la ciudadanía y su importancia para la educación es importante tener presente consideraciones históricas y legales. Es decir, es importante analiza la noción de ciudadanía como un estatus personal particular, y una combinación de derechos y obligaciones que todos los miembros legales de un Estado nación deben poseer la discusión sobre teorías de la ciudadanía requiere considerar una premisa desde el comienzo: una teoría sobre un "buen ciudadano" debería ser relativamente independiente de las premisas formales que hacen a la cuestión legal sobre qué significa ser un ciudadano. Esto se explica en virtud de la dualidad material y teorética de la ciudadanía: como identidad y coiruyvirtudes cívicas. Sin embargo, aún no considerando la dimensión político-económica y la necesidad de realizar un análisis histórico cultural de la ciudadanía, cualquier apreciación de la ciudadanía como principalmente una función de las virtudes cívicas podría ser entendida como una empresa idealista. Las virtudes cívicas necesitan una base mínima civil, la que puede ser encontrada únicamente en un contexto histórico cultural donde estas bases mínimas civiles se entrecruzan con las condiciones básicas materiales de existencia. El Iluminismo como el fundamento de la ciudadanía y la propuesta de T. H. Marshall El Iluminismo da lugar a una construcción histórica y social de las identidades humanas y, consecuentemente, considera importante la socialización basada en principios racionales y las constituciones educativas -como las principales instituciones del Iluminismo que poseen un rol central dentro del Iluminismo existen tres aspectos elementales para la teoría sobre la ciudadanía. Primero, la propuesta Kantiana que sostiene la hipótesis de que los procesos de socialización, especialmente aquellos vinculados con la ~ 136 ~ EQUIPO TÉCNICO cognición, tienen lugar entre estructuras que preceden a los individuos, quienes las transforman en comprensibles. Segundo, la propuesta hegeliana que supone que la capacidad para ser socializado tendría que ser reconocida como una técnica de civilización, esto es, como parte de un proceso que depende profundamente de las circunstancias que inhiben o facilitan el progresivo cambio social (Morrow& Torres, 1995). Tercero, el marxismo que sostiene que sin el acceso a los recursos de producción y distribución de los beneficios materiales de la economía, resulta imposible sostener la ciudadanía en términos políticos. El más significativo desarrollo en teoría sobre la ciudadanía en el siglo XX ha estado indudablemente constituido por las conexiones en el Estado de bienestar y su red de servicios que intentó promover la completa expresión de la ciudadanía democrática. El muy aclamado y muchas veces citado artículo "Ciudadanía y Clase Social" de T. H. Marshall del año1949, articula, como muy pocos trabajos, el nuevo consenso de la posguerra sobre la concepción del Estado de bienestar liberal, entendido como una precondición del ejercicio de la ciudadanía en las sociedades capitalistas (Marshall, 1950, 1963, 1965, 1981 y 1983) Para Marshall, la ciudadanía se ha desarrollado en Inglaterra a lo largo de estos 250 años como producto del desarrollo de tres elementos: los derechos civiles, los derechos políticos y los derechos sociales. La sociedad civil occidental obtuvo los derechos civiles en el siglo XVIII, los derechos políticos en el siglo XIX y los derechos sociales en el siglo XX. Los derechos civiles incluían todos los derechos requeridos para la libertad individual (por ejemplo, el derecho a la propiedad, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la justicia). Los derechos políticos, por su parte, implicaban todos los derechos relativos al proceso electoral (por ejemplo, el derecho al voto, el derecho a elegir y a ser elegido, entre otros). Finalmente, los derechos sociales son aquellos que aparecen como los más controvertidos e incluyen no sólo un módico bienestar económico y bienestar social, sino también aquello que es necesario para que los individuos puedan vivir una vida plena: "compartir por completo la herencia social y vivir la vida de un ser civilizado de acuerdo con los estándares prevalecientes en la sociedad. Las instituciones mayormente conectadas con el bienestar son el sistema educativo y los sistemas sociales" (Marshall, 1963:74). Los argumentos de Marshall sobre la ciudadanía se hallan implicados en los argumentos relativos al desarrollo de la democratización de la sociedad, los cuales ilustran un principio central del Iluminismo. No obstante, como Carole Pateman destaca, la ciudadanía no es sinónimo de democracia. Así, las teorías tradicionales de la ciudadanía son desafiadas por las diferentes corrientes de la teoría social (Pateman, 1996:6). Feminismo Marshall, junto a otros académicos, dio por sentado que todo el pueblo de Inglaterra ~ 137 ~ EQUIPO TÉCNICO durante el siglo XVIII fue legalmente libre y que disfrutaba de la ciudadanía civil. Sin embargo, un cuestionamiento clave a este postulado estuvo dado por la creencia de que todos los hombres ingleses adultos han disfrutado durante el siglo XVIII de su libertad legal y ciudadana debido a la mercantilización del trabajo de las mujeres y al vacío legal acerca del poder de las mujeres en hogares controlados a través de prácticas patriarcales2. Como Pateman afirma: ...a pesar del incremento del volumen y capacidad de las críticas [al trabajo de Marshall], sus interlocutores típicamente fallan en apreciar la peculiar pobreza de interés que Marshall tenía en la ciudadanía, interés que transcurre en una sola dirección... Marshall falla al preguntar si los derechos constituyen una condición igualitaria para todos los ciudadanos, o poniendo el acento en otra dirección, si ciudadanía significa lo mismo para todos los individuos. Él indagó acerca de la integración: social y de las condiciones materiales y culturales de la clase trabajadora masculina. Pero no consideró si existían otros ciudadanos quienes pudieran ser descriptos como de segunda clase. Pateman, 1996:7-8. Este comentario destaca tres interesantes críticas a Marshall: (a) que su análisis, con su marcada ideología de la clase trabajadora (masculina), no tendría capacidad explicativa de los cambios en la ciudadanía propios del capitalismo globalizado reestructurado; (b) que Marshall ha fallado en considerar la cuestión de la etnicidad (la cual describe como un segmento considerable de lo que Pateman denomina "ciudadanos de segunda clase"); y (c) que él obviamente no ha analizado la subordinación de las mujeres en su obra. Por consiguiente, es importante considerar la innovación feminista de la ciudadanía, la cual describiré brevemente. El feminismo ha sido importante en la deconstrucción de la "masculinidad" inherente en las concepciones tradicionales de ciudadanía. Tomemos, como un ejemplo en este sentido, la contribución de la discusión de la identidad realizada por Chantal Mouffe. La posición de Mouffe sostiene que las relaciones de subordinación son multiestratificadas ("multi-layered") y que los individuos tienen que desarrollar un rol dominante en una relación, y en otra, un rol subordinado. En parte esto se relaciona con la posición material y simbólica de los sujetos y con el hecho de que la identidad no es una esencia compacta sino un ensamblaje de posiciones (por ejemplo, estatus/rol), narrativas y discursos construidos por el sujeto a partir de sus relaciones (y consecuentemente, experiencias) y a partir de su propia ubicación (Mouffe, 1993). La implicancia básica del análisis de Mouffe es que la noción de identidad de un sujeto no debería ser entendida simplemente como la coexistencia de una pluralidad de posiciones. Esta afirmación es el más importante desafío para la noción de ciudadanía: como el agente no puede ser definido como formado por una identidad básica, y como la noción de pluralidad desafía fácilmente las definiciones acerca de qué significa ser ciudadano, este análisis cuestiona seriamente cualquier definición simplista de ciudadanía basada en nociones legales o territoriales. Sin embargo, hay más aún: a pesar de que existe una pluralidad de identidades, ellas no pueden ser simplemente interpretadas como un agregado ~ 138 ~ EQUIPO TÉCNICO de factores o como una amalgama de propiedades. La discusión feminista ilumina tres temas más que resultan incomprensibles en el marco analítico dado por la tradición liberal en el estudio de la condición de la ciudadanía. Primero, existe una noción de identidad como un fugaz, disputado y siempre cambiante conjunto de narrativas y posiciones que haría muy difícil pensar en la ciudadanía como una identidad singular relativa tanto a un territorio, una cultura o una experiencia determinada. En consecuencia, la crítica de Mouffe supone que las posiciones esencialistas están basadas en premisas acerca de que "las conceptualizaciones de las identidades y de las diferencias más que objetivamente dadas son construidas discursivamente" (Fraser, 1989:183). En segundo lugar, se encuentra la noción referida a los fundamentos patriarcales de las democracias liberales y el criticismo indispensable y los cambios en esos fundamentos que deberían ocurrir si todos los hombres y mujeres fueran considerados plenamente ciudadanos. Como Pateman (1992: 17-31, esp.28) sostiene, "por un ciudadano genuinamente democrático entiendo que ambos sexos son plenamente ciudadanos". Esto, a su vez, invita a criticar el uso político de las nociones de lo público y de lo privado. El criticismo feminista de lo público como un concepto masculino y patriarcal y la necesidad de entender a la democracia tanto como método cuanto como contenido, abarcando los dominios de lo privado y de lo público —una distinción que debería incorporar el valor del cuidado como relativo, y no exclusivamente necesario, a la maternidad- constituyen importantes desafíos para la noción tradicional de ciudadanía, medida a través de parámetros tales como los niveles de votación y de participación. Y en tercer lugar, Mouffe sugiere que se encontrará una equidad democrática en la medida en que se incorporen las diversas luchas sociales; dicha equidad será construida a partir de una noción que contemple la existencia de identidades alternativas dentro del proceso de construcción de una ciudadanía y una comunidad democráticas. La postura de Mouffe (1993:84) supone la necesidad de discutir la ciudadanía no sólo como una identidad singular fusionada con otras, o como la suma de identidades, sino como un principio articulador "que afecta las diferentes posiciones del agente social, permitiendo al mismo tiempo una pluralidad de alianzas específicas y el respeto de la libertad individual". Las perspectivas críticas del feminismo ayudan en la comprensión de la constitución del sujeto, entendiendo a éste como generado a través de diferentes discursos. Este es un punto de vista más adecuado que la reducción de la identidad a una posición singular -como de clase, raza o género- y aparece como un prerrequisito para la comprensión de cómo las relaciones de poder son construidas y qué formas de exclusión prevalecen más allá de los postulados de la ciudadanía liberal. Debates dentro del feminismo, sin embargo, demuestran la importancia que tienen las nuevas contribuciones del feminismo marginal, principalmente las feministas chicarías, quienes critican al feminismo eurocéntrico blanco como de imperialismo cultural por su incapacidad para imaginar las necesidades, deseos y derechos de sus contrapartes mujeres de color: ~ 139 ~ EQUIPO TÉCNICO "el feminismo afecta e influye a las escritoras críticaschicarías, pero el feminismo como práctica de mujeres de la cultura hegemónica oprime y explota al chicano/a tanto en formas encubiertas como abiertas" (Saldivar-Hull, 1994:204). La complejidad de la dinámica de la raza, el género y la clase, particularmente a través de las contribuciones del feminismo marginal, necesita ser situada en la vida cotidiana de las sociedades postcoloniales globalizadas. Por consiguiente, resulta importante considerar la contribución realizada por la corriente analítica postcolonial sobre la ciudadanía, especial-mente si tenemos presente el título del conocido poema de Gloria Alzandúa: "To Live in theBorderlandsMeansYou" (Vivir en las fronteras te otorga significado). Postcolonialismo El colonialismo está vinculado con la expansión del control que la mayoría de las sociedades metropolitanas europeas ejercieron sobre las del Tercer Mundo; se trató de un proceso histórico que Lenin denominó imperialismo, entendiendo por éste una fase superior del capitalismo3. El colonialismo fue, además, un intento para provocar la modernización, a través de la invasión territorial, política y tecnológica desde los países avanzados hacia las sociedades tecnológicamente menos desarrolladas. Este proceso no fue producto de una filantropía autoritaria tendiente a promover la modernidad dentro de los pueblos "tradicionales", sino que se trató de un intento de solución de algunos de los problemas sociales evidenciados en las propias naciones colonialistas y, además, implicó explotar los recursos naturales y humanos vírgenes de las sociedades colonizadas. Como el "hombre adulto inglés" fue el ciudadano por excelencia para Marshall, haciendo un análisis retrospectivo de su contribución debemos reconocer que el ciudadano que él tenía en mente era el británico. Pero, como Pateman (1996:9) destaca, Marshall no desarrolla en detalle la noción del "sujeto británico", ni tampoco analiza las implicaciones que tuvieron los tres estados de evolución de la ciudadanía construida en Inglaterra y que estuvo ampliamente apoyada en la expansión del imperialismo británico en el mundo. En este sentido, Pateman señala que la ley de 1948 dispone la separación entre aquellos que adquieren la nacionalidad británica por la virtud de haber nacido o haberse naturalizado en el Reino Unido, de aquellos otros que adquieren la nacionalidad como parte de su estatus de ciudadanos de las naciones integrantes del Commonwealth (1996:10-11). Por consiguiente, la discusión del postcolonialismo constituye un reto para la ciudadanía. Por ejemplo, la expansión hacia "los nuevos territorios" -principalmente África y Asia, pero también América Latina-sirvió como una "válvula de escape" para Europa debido a las crisis políticas y de superpoblación que la afectaban durante el último cuarto del siglo ~ 140 ~ EQUIPO TÉCNICO XIX y los años previos y posteriores a la Primera Guerra Mundial. A esto habría que agregar la sobreoferta de mano de obra, así como el hecho de que las declinantes tasas de retorno al capital necesitaban nuevos mercados para realizar inversiones y nuevos recursos naturales no explotados. Finalmente, el colonialismo se basó en consideraciones geopolíticas de los Estados europeos y sus élites gobernantes, que trataron de ampliar su riqueza planetaria a la vez que trataban de resolver, militar y diplomáticamente, sus diferencias, dentro de la construcción de la nación europea. El postcolonialismo, en conexión con los movimientos de liberación que luchaban contra el colonialismo, surgió como un intento para criticar los fundamentos racionales del colonialismo y para descolonizar "la mente", como gustaba decir Frantz Fanón. El pensamiento postcolonialista es, sobre todo, una crítica al Iluminismo y su legado de modernidad. Al igual que el criticismo representado por el feminismo, el postcolonialismo critica las nociones de una razón y una universalidad no cualificada, el desarrollo progresivo y ascendente de la historia, las ideas de soberanía nacional o de integridad de una identidad autosuficiente que pueda sostener e implicar intereses específicos y autoreflexivos. Para el postcolonialismo resulta central el análisis de las diversas dimensiones de la transnacionalización, de aquello que constituye una nación y del rol que los espacios territoriales tienen en la articulación de la noción de la soberanía nacional. Ray Rocco sostiene que el tipo de cambio que él analiza en términos de nación, identidad, comunidad, territorio y Estado son precisamente los que el discurso sobre ciudadanía trata de articular. En su estudio sobre las comunidades latinas de Los Ángeles, Rocco encuentra que los latinos, y en particular los nuevos inmigrantes, se involucran en prácticas que se encuentran dentro del territorio del concepto de ciudadanía: ...ellos se comprometen en prácticas dentro de mecanismos relaciónales de la sociedad civil que bajo condiciones específicas, pueden ser construidos como efectivas demandas relativas a su condición de miembros de una comunidad o bien sobre el derecho a acceder a espacios institucionales, recursos y oportunidades... y la libertad para desarrollar y mantener redes y asociaciones culturales, que cuestionen el criterio de inclusión/exclusión así como proclamas y demandas para espacios de identidades culturales. [El estudio de Rocco]... reveló una cantidad de este tipo de prácticas, las cuales si bien no necesariamente fueron entendidas ni promovidas por los actores como políticas, terminaron constituyendo cuestionamientos a los límites, reglas y construcciones establecidas de la ciudadanía Rocco, 1997:14. Bajo condiciones específicas". Ésta es la clave para |la teorización de la ciudadanía desde el punto de vista del colonialismo y para descolonizar "la mente", como gustaba decir Frantz Fanón. El pensamiento postcolonialista es, sobre todo, una crítica al Iluminismo y su legado de modernidad. Al igual que el criticismo representado por el feminismo, el ~ 141 ~ EQUIPO TÉCNICO postcolonialismo critica las nociones de una razón y una universalidad no cualificada, el desarrollo progresivo y ascendente de la historia, las ideas de soberanía nacional o de integridad de una identidad autosuficiente que pueda sostener e implicar intereses específicos y autoreflexivos. Teoría crítica racial analizar el problema de los tratamientos diferenciales que recibía la gente de color por parte de las cortes y en las prisiones. Para muchos, la teoría crítica racial, es el resultado del trabajo desarrollado por académicos y juristas progresistas de color, quienes entienden que el sistema legal norteamericano está afectado por el racismo y que hacen de la eliminación del racismo en la jurisprudencia norteamericana un objetivo central en la eliminación de las todas formas de subordinación. A pesar de la contribución que Marshall realizó a la teoría de la ciudadanía, existe una importante omisión en su análisis que está dada por la ausencia de toda consideración acerca de la etnicidad y la raza. La raza y el racismo continúan siendo conceptos centrales para la comprensión de la formación racial de los Estados Unidos. A pesar del gran aporte realizado sobre la raza y el discurso liberal acerca de la tolerancia, la raza y el racismo son percibidos por los teóricos críticos raciales como un aspecto no considerado y marginal por parte de los análisis de políticas públicas y ciudadanía (Lanson-Buillings&Tate, 1995:4768). La teoría crítica racial nació en los EE.UU. dentro los estudios legales que intentaban La teoría crítica racial, como ha señalado uno de sus mayores exponentes, Derrik Bell, entiende los avances en los derechos civiles acontecidos en los EE.UU. durante el siglo XX, con un creciente escepticismo: ...en nuestra era, el primer precedente de Brown versus el Departamento de Educación pareció ser la Proclamación de Independencia del siglo XX. Sin embargo, ambas políticas sirvieron para el avance de los intereses de la política exterior nacional más que para promover una verdadera ayuda en términos reales a los negros. (Bell, 1995:2). Bell argumenta que en los EE.UU. el sistema de derechos legales ha sido sacrificado en beneficio de la blancura ("whi-teness"): ...incluso aquellos blancos que no tienen riqueza y poder, mantienen su sentimiento de superioridad racial por decisiones políticas que sacrifican los derechos de los negros. La subordinación de los negros aparece como promoviendo un tácito pero no menos certero derecho de propiedad en su "whiteness" (1995:7). ~ 142 ~ EQUIPO TÉCNICO La teoría crítica racial, como Daniel Solorzano y Octavio Villalpando (1998) explican, está relacionada con cinco cuestiones principales: (1) su foco primario sobre raza y racismo; (2) el desafío para la ideología dominante; (3) el compromiso con la justicia social; (4) la importancia del conocimiento experimental; y (5) el uso de una perspectiva interdisciplinaria. Consecuentemente, la teoría crítica racial podría resultar útil para probar que el racismo es endémico y se halla profundamente arraigado en la vida americana. Estas creencias, culturalmente censurables, más allá de cuan simbólicamente ocultas se encuentren, implican una defensa a las ventajas preestablecidas de los blancos en términos sociales, culturales y económicos. Por consiguiente, el desafío para el racismo supone un serio reto para las posiciones subordinantes de los blancos sobre las minorías raciales. En este sentido de las desigualdades raciales, Gloria Ladson-Billings y William Tate afirman que las leyes referidas a los derechos civiles no han sido efectivas debido a que, básicamente, no han cuestionado las bases de la subordinación que los blancos tienen sobre los no blancos que, paradójicamente, se ha beneficiado de la desegregación educativa. Más aún, cuando la desegregación fue postulada, nuevos modelos de resegregación emergieron a través de un habilidoso agrupamiento de sectores sociales, reproduciendo las condiciones desiguales de aprendizaje (o educativas) entre blancos y gente de color. Un tercer aporte importante de la teoría crítica racial, aspecto prominente en la discusión sobre ciudadanía, es la necesidad de la búsqueda de un cambio de la neutralidad, objetividad, meritocracia y meta defendidas en una sociedad ciega en términos raciales (Lanson-Billings & Tate, 1995:55-59). En consecuencia, ...para la teoría crítica racial, la realidad social es construida por la formulación y el intercambio de historias relativas a situaciones individuales. Estas historias sirven como estructuras interpretativas por las cuales nosotros imponemos orden sobre la experiencia y ésta hace lo propio sobre nosotros (1995:57). Para los teóricos críticos raciales, el racismo está tan profundamente arraigado en los EE.UU. que una reconceptualización de la ciudadanía necesita incorporar desafíos sistemáticos a las prácticas racistas en el sistema legal y, por extensión, en el sistema escolar. Esta reconceptualización debería cuestionar no sólo el racismo sino también el predominio de la lógica de los derechos de propiedad como la base de la igualdad y la justicia. Teniendo en cuenta la trascendencia de este aspecto, no existe ninguna creencia ingenua que las posiciones antirracistas puedan fácilmente organizar en una coalición para desafiar las estructuras, los sentimientos y los valores racistas prevalecientes. Por medio de la colocación en primer término de la cuestión del racismo, los teóricos críticos raciales sostienen que la discusión acerca de la ciudadanía no debería ser tratada como una identidad homogénea (ocupada) en la búsqueda del ejercicio de derechos y obligaciones. En la misma línea argumental que los teóricos críticos raciales, otra importante línea crítica del Estado y de la constitución de la ciudadanía está constituida ~ 143 ~ EQUIPO TÉCNICO por los antiguos y nuevos movimientos sociales. Nuevos movimientos sociales que los movimientos ambientalistas han tenido sobre las escuelas, promoviendo una ciudadanía democrática que sea responsable a un nivel colectivo e incluso planetario- por la protección de las especies en peligro de extinción, por los niveles de polución en el aire y en el agua, o por el control de las substancias peligrosas en la comida. Consideremos el rol del movimiento zapatista en Chiapas, redimensionando la cuestión de la inequidad construida dentro de la interacción de la población aborigen mexicana y el Estado mexicano post-revolucionario y su consistente y desafiante programa político que vincula las demandas étnicas y políticas con una ciudadanía democrática sin exclusiones. Consideremos el impacto del movimiento antitabaco en las escuelas, desafiando las nociones relativas al glamour intrínseco en el hábito de fumar y vinculado con las poderosas campañas publicitarias y el poder de presión de las corporaciones multinacionales tabacaleras. A través del desafío al consumo de tabaco, son expuestos críticamente todos los tipos de conexiones entre el sistema político, el modo de producción y los riesgos en la calidad de vida de los ciudadanos. Consideremos el caso del movimiento de los derechos civiles de bases raciales en los EE:UU:. El desmantelamiento de las escuelas segregacionistas existentes, a pesar de sus obvias limitaciones, es tal vez el mayor y, por mucho, el más extremo avance en términos de demandas que vincularan cuestiones raciales con educación y eventualmente continúa manteniendo una atención central de la ciudadanía norteamericana (Eyerman & Jamison, 1991). Consideremos la creciente importancia del movimiento feminista en la Si entendemos la política como conflicto en torno a relaciones de poder, los nuevos movimientos sociales no deberían ser interpretados exclusivamente en términos políticos en la medida en que ellos representan prácticas culturales y morales centradas en la construcción de identidades y espacios colectivos. Ellos se originan en torno a ciertas demandas y específicas relaciones sociales, tornándose cada vez más autónomos de las instituciones tradicionales de representación de intereses políticos. Esto se debe, según plantea Ernesto Laclau (1985:27-42) -junto a otros exponentes de la teoría de los movimientos sociales— a que los individuos no terminan de definir exclusivamente su identidad en relación con los significados y relaciones de producción, sino también en sus roles de consumidores, residentes de determinados vecindarios, miembros de iglesias, de grupos étnicos o de género y participantes del sistema político (Pease García, 1981 y 1987). La teoría de los nuevos movimientos sociales ha provisto la base para un significativo giro en el entendimiento de las relaciones entre los movimientos sociales y la educación. Una característica distintiva de los nuevos movimientos sociales es su foco cognitivo e ideológico sobre reconceptualización de los paradigmas sociales y culturales como parte de la política de la identidad. Como consecuencia, una de sus estrategias clave es ampliamente educativa, como opuesta al énfasis en obtener poder y sus implicaciones para la ciudadanía son numerosas. Para citar sólo unos pocos casos, consideramos los logros ~ 144 ~ EQUIPO TÉCNICO promoción de una incuestionable igualdad política, social, cultural y económica entre hombres y mujeres. Este movimiento ha cambiado abruptamente el espectro de las relaciones sociales en las escuelas a través de la promoción de los principios y métodos de la pedagogía feminista y por medio del fomento de un nuevo nivel de intercambio social entre estudiantes, docentes y padres en la defensa de las metas feministas. La práctica de los movimientos sociales ofrece un campo potencialmente fértil para el desarrollo de una concientización tal como la pensaba Paulo Freiré. Los movimientos sociales típicamente se han construido sobre la base del conocimiento y las luchas sociales previas del pueblo, tomando dentro de sus Democracia y educación La noción prevaleciente de democracia al final del siglo XX era la que sostenía la democracia posibilidades y campo de acción organizacionales. Esto posibilita la construcción de programas con y desde las comunidades más que para las comunidades, como Paulo Freiré ilustró en sus innumerables escritos. En suma, las nuevas teorías del modernismo crítico -incluyendo el feminismo, la teoría crítica racial y la teoría de los espacios sociales subordinados dentro de la red teórica del postcolonialismo- y la práctica de los nuevos movimientos sociales han incrementado las posibilidades de la ciudadanía, particularmente en sociedades democráticas multiculturales. Por consiguiente, la cuestión es cómo la ciudadanía se relaciona con los conceptos de democracia y educación. liberal representativa, con su supuesto del ciudadano activo. Según la definición de David Held (1995:97), el ciudadano, mejor dicho la ciudadanía, ...constituye un grupo de reglas, procedimientos e instituciones que permiten una real involucración de la mayoría de los ciudadanos no en los asuntos políticos como tales sino en la selección de los representantes quienes pueden tomar las decisiones políticas por sí mismos. Sin embargo, es conveniente distinguir desde el inicio, como lo hace el politólogo italiano Humberto Cerroni, entre democracia como contenido y democracia como método. La democracia aparenta ser básicamente un método político de representación, un conjunto de reglas que incluyen la elección del gobierno; elecciones libres y justas; sufragio universal; libertad de conciencia, de información y expresión; el derecho de todos los adultos a oponerse a su gobierno y postularse a elecciones; y el derecho para la conformación de asociaciones libres. Como principio, los gobiernos democráticos dan lugar al desarrollo de sistemas parlamentarios y judiciales libres de todo control del poder ejecutivo a través del uso de un sistema de auditorías y controles. Por último, dado el ímpetu liberal, la democracia liberal sostiene la creencia en el predominio de los derechos individuales sobre los derechos sociales, lo cual implica un serio reconocimiento del potencial de la tiranía de las mayorías. ~ 145 ~ EQUIPO TÉCNICO La noción de la democracia como contenido se relaciona con la noción de la democracia como un sistema de participación política del pueblo en los asuntos públicos. Esto se vincula con el poder del pueblo sobre cualquier otra forma institucional de regulación (tal como la monarquía), con la idea de derechos igualitarios para los ciudadanos y, particularmente en la Constitución de los EE.UU., con la filosofía política del igualitarismo. Sin embargo, la noción de una democracia radical apunta a la prevención de toda forma de exclusión que impida la participación política y social. La democracia radical postula nociones radicales de igualdad en las interacciones raciales/étnicas, de clase y de género, tanto en la esfera pública cuanto en la intimidad del hogar. Como consecuencia, aparece una primera tensión entre regímenes democráticos que garantizan la vigencia de las regulaciones formales pero fallan significativamente en garantizar la democracia en términos de las interacciones de clase, raza/etnicidad y género. En segundo lugar, otra importante tensión radica en la explicación de cómo la noción de democracia se tornó íntimamente entremezclada con la noción de capitalismo como el modo de producción más apropiado para el desarrollo de sistemas democráticos. Samuel Bowles y Herbert Gintis (1986) argumentan persuasivamente que la dinámica de la democracia transcurre sobre dos lógicas de extensión del sistema capitalista: los derechos individuales y los derechos de propiedad, los cuales suelen oponerse entre sí. El conflicto entre estas dos lógicas representadas quizás en el choque entre la ideología de los negocios y la de los movimientos sociales en el capitalismo industrializado avanzado y en el capitalismo en desarrollo dependiente- se da sobre el uso y apropiación de los recursos societales y también sobre la cuestión del establecimiento de estándares éticos para el comportamiento social. Sin embargo, el capitalismo como un sistema económico y social de acumulación, producción, reproducción y distribución de bienes resulta ser intrínsecamente conflictivo y marcado por contradicciones internas. Si el capitalismo es un sistema conflictivo y la democracia tiene dos lógicas de desarrollo, consiguientemente la cuestión es por qué la democracia y el capitalismo se han mezclado y por qué esta relación funcional que se entrecruza política y económicamente no se rompe. Bowles y Gintis sostienen que la conexión entre democracia y capitalismo se dio a través de cuatro acomodaciones históricas del sistema: (a) en Europa, la propuesta de Locke que acomodó al sistema a través de la limitación de la participación de los propietarios; (b) en los EE.UU., la propuesta de Jefferson que dio lugar a una amplia distribución de la propiedad entre los potenciales ciudadanos (de origen anglosajón) y reacomodó al sistema de cara al incremento de las fuerzas políticas; (c) la propuesta política de James Madison de alentar una suficiente heterogeneidad de intereses entre los ciudadanos para prevenir el eventual surgimiento del programa político común de los no-propietarios; y (d) el modelo keynesiano, en el cual el crecimiento económico y la distribución del ingreso genera una comunidad de intereses entre los desposeídos y los sectores más acomodados. ¿Existe una nueva acomodación del sistema frente a la actual crisis de la democracia? ¿Cuál es la situación de la democracia y el capitalismo en la actualidad? Esto puede ser caracterizado como el problema de gobernabilidad de la democracia en las ~ 146 ~ EQUIPO TÉCNICO sociedades capitalistas o, poniéndolo en los términos de Bowles y Gintis, como el vacío de una nueva acomodación histórica del sistema como un intervalo riesgoso-. Sin embargo, parece que una nueva acomodación está surgiendo con la noción del ciudadano como consumidor y el predominio de la globalización de lo precedente. Democracia y multiculturalismo polémicas más controvertidas de nuestro tiempo. Permítanme comenzar con la profética proclama de Cornel West, quien sostiene que: Las conexiones entre democracia y multiculturalismo se encuentran entre las ...las nuevas políticas culturales de la diferencia no son ni simples oposiciones en la discusión con el discurso hegemónico (o machista) por la inclusión, ni tampoco son transgresiones en el sentido vanguardista de impactar a las audiencias burguesas convencionales. Mejor dicho, constituyen distinguidas articulaciones de talentosos (y generalmente privilegiados) pensadores de la cultura, quienes desean alinearse con la gente, que está desmoralizada, desmovilizada, despolitizada y desorganizada, a efectos de incapacitar la acción social y, de ser posible, eclipsar la insurrección colectiva vía la expansión de la libertad, la democracia y la individualidad. West,1993: 11-23, esp. 11-12. West asigna el tono correcto para la discusión. El multiculturalismo, en cualquier versión, da forma o color en relación con la política de la diferencia y el surgimiento de las luchas sociales relativo a la racialidad, el género y las sociedades clasistas. Más aún, las discusiones sobre el multiculturalismo en los EE.UU. deberían comenzar con una penetrante e importante diferenciación entre las nociones de multiculturalismo como movimiento social y un abordaje teórico, la educación multicultural como un movimiento de reforma, y la educación por la ciudadanía como una especialidad curricular orientada que, dadas las características particulares de la formación racial de los EE.UU., necesita tomar en consideración las cuestiones de la identidad racial y la diversidad cultural para la construcción de una ciudadanía como una pedagogía antirracista. Como un movimiento social, el multiculturalismo es una orientación filosófica, teorética y política que apunta a una reforma escolar y aborda cuestiones tales como la raza, el género y las relaciones de clase en la sociedad en su conjunto. Como educación multicultural, sin embargo, el paisaje en los EE.UU. ha estado dominado por el multiculturalismo liberal. Los defensores del multiculturalismo liberal argumentarán que éste incrementará la imparcialidad a través de la representación del rango y riqueza de las diferentes etnias de los EE.UU. y la tolerancia a través de la exposición de los estudiantes a las múltiples perspectivas sobre el significado de la historia. ~ 147 ~ EQUIPO TÉCNICO En este sentido, el multiculturalismo pluraliza la noción de una identidad norteamericana prestando atención a los afroamericanos, a la población indígena y a los otros, pero dejando un lugar para un concepto unificado de identidad (Scott, 1989:13). Dentro del marco pluralista, la identidades tomada como un signo referencial de unidad arraigada de costumbres, prácticas y significados, una herencia perdurable, una categoría sociológica fácilmente identificable, un conjunto de rasgos y experiencias compartidas (Scott, 1989:14). Desde un punto de vista existencialista, y no necesariamente sociológico, la identidad está relacionada con sentimientos claves y experiencias de protección, asociación y reconocimiento. Como West enérgicamente afirma, ...las personas se identifican a sí mismas de alguna manera a efectos de proteger sus cuerpos, sus trabajos, sus comunidades, su forma de vida; y a efectos de ser asociados con gente que adscribe a valores similares a los suyos; y debido a objetivos de ser reconocidos, apuntan a sentir como si uno fuera realmente parte de un grupo, un clan, una tribu, una comunidad. Por lo que toda vez que hablamos sobre la identidad de un grupo en particular en el tiempo y espacio, debemos ser muy específicos sobre cuáles opciones reales existen para ellos en un momento específico dado West de Alba &Sheris, 1996:55-63, esp.57. En contraposición, la diversidad, según Joan Scott • ...hace referencia a la pluralidad de identidades, y esto es entendido como una condición humana de existencia más que como un efecto de una enunciación de las diferencias que constituyen jerarquías y asimetrías de poder (1989:14). West acordará aquí debido a que él sostuvo que ...este proceso histórico de denominación o nombramiento ("naming") es parte del legado no sólo de la supremacía de los blancos sino de la supremacía de clase. West; de Alba &Sheris, 1996:57. Poder y diferencias en las narrativas multiculturales siempre están interrelacionados con una discusión en torno a la identidad. No obstante, la identidad nacional -la más importante forma de solidaridad territorial basada en las nociones de un Estado nacional singular y sobre la experiencia y el sentimiento de patriotismo y ~ 148 ~ EQUIPO TÉCNICO de una herencia cultural común- no es un punto de referencia que guía a los ciudadanos en sus elecciones de lealtades y solidaridades. Históricamente, el concepto de identidad nacional es mejor definido en oposición a los "otros" (por ejemplo, otra identidad nacional o un enemigo de la nación) más que en referencia a un conjunto de propiedades históricas no cuestionadas de una nación o de la experiencia nacional de un pueblo como un grupo homogéneo. En consecuencia, las identidades son construidas en un proceso de lucha y conflicto, y pueden sufrir múltiples interpretaciones. Las identidades son construcciones sociales con bases materiales e históricas, e incluso se basan sobre (o, si uno se permite un lapsus althuseriano, ellas son interpeladas por) percepciones de conocimiento, experiencia y poder, particularmente cuál conocimiento es (o debería ser considerado) legítimo y debería ser tenido en cuenta, cuáles experiencias deberían ser valoradas y aprendidas, y cómo el poder puede ser negociado entre diferentes conocimientos y experiencias. No obstante, la misma noción de experiencia que roza la noción de identidad, como Scott ha afirmado muy enfáticamente, es algo producido histórica, cultural y discursivamente. Una vez más, como Michael Apple ha afirmado apropiadamente por varias décadas, las conexiones entre poder y conocimiento devienen centrales para cualquier agenda práctica de investigación y de decisión política en educación, principalmente en esta nueva fase de la restauración conservadora (Apple, 1982, 1986, 1989, 1993 y 1997). La identidad, como he afirmado, no constituye un punto predeterminado, una sustancia esencial que algunas personas comparten en virtud de sus orígenes, raza, afiliación religiosa, preferencia sexual, género o clase, sino que es un proceso de aprendizaje que depende de su contexto e incluso se encuentra abierto a la interpretación. Asimismo, la identidad depende de la historicidad de las luchas que impactan sobre la conciencia social en un momento determinado, produciendo que la experiencia y la conciencia de la experiencia sea un proceso destacado de comprensión y significación para los individuos en un intento por entender sus condiciones de existencia. El poeta T.S. Eliot (1943, reimpreso en 1971:24) dijo: "tuvimos la experiencia pero perdimos su significado / entender su significado restaura la experiencia". Lo dicho por Eliot nos indica que la noción de identidad construida sobre una experiencia dada es tan evasiva como la noción de la conciencia de la identidad, y que esta concientización no puede ser separada de los procesos de opresión, discriminación y exclusión que constituyen la vida de las personas. Cuestiones democráticas claves para una ciudadanía multicultural democrática ermítanme sostener que el movimiento en pro del sufragio de principios del siglo XX, el Pde los derechos civiles en los sesenta, la acción afirmativa, así como también la Primera Enmienda, ayudaron a renovar la ciudadanía en los EE.UU, amplificando su democracia a través de la creación de un campo con mayores dimensiones y enfatizando el rol central de la diversidad6. ~ 149 ~ EQUIPO TÉCNICO Como Walter Feinberg correctamente des- taca, la acción afirmativa ...usa la pertenencia de grupo para identificar y corregir las acciones pasadas de discriminación contra los individuos, actos que han producido un inadecuado posicionamiento educacional, económico y social (1996:378). Los ataques a la acción afirmativa y a la diversidad cultural, particularmente en la educación superior, podrían socavar los fundamentos de la ciudadanía en los EE.UU. ¿Por qué? Primero, porque la acción afirmativa nos recuerda la deuda histórica existente y que debe ser compensada en grupos específicos. Segundo, y desplazándonos desde la importancia de la acción afirmativa basada en diferencias raciales hacia la necesidad de complementar esto con una acción afirmativa basada en las necesidades materiales, deberíamos recordar que no es posible que exista igualdad de oportunidades políticas sin igualdad de oportunidades sociales. La ciudadanía económica no puede ser obtenida sin cuestiones básicas, como ToddGitlin ha sugerido, incluyendo: ...el derecho al trabajo, a la educación, a la cobertura médica, a la vivienda, al reentrenamiento a lo largo de la vida (educación continua) -estas son las necesidades básicas de una ciudadanía económica que debería ser universal Gitlin, 1995. Por último, en el contexto de la democracia de los EE.UU., la acción afirmativa reafirma la importancia de la crítica a la política pública y a la historia de una formación social dada. No casualmente, muchas personas han identificado a los afroamericanos como el principal sujeto de la acción afirmativa más allá del hecho de que las mujeres blancas se han vuelto las principales beneficiarías de este tipo de políticas (Feinberg, 1996:366-67). West lo plantea apasionadamente: ...una de las razones de por qué la gente negra es parte fundamental de la civilización norteamericana es debido a que ellos han crecido en el infierno. Esto es muy importante, especialmente en una sociedad en la cual el poder y la presión deciden quién recibe visibilidad. Por infierno incrementado', quiero decir la capacidad de organización, movilización y la producción de caos, como una rebelión" West, 1996:58. La lucha de los negros en los EE.UU muestra el surgimiento del criticismo y la rebelión como dos factores claves en la constitución de la ciudadanía para una democracia como contenido y no sólo para una democracia de método. ~ 150 ~ EQUIPO TÉCNICO Sin duda, la capacidad para generar criticismo y rebelión contra las ideas del "establishment" deben representar que los poderes han de ser un componente central de cualquier tipo de educación política y democrática para la ciudadanía. En efecto, no podemos entender la ciudadanía sin la comprensión del rol que la educación, particularmente la educación superior, tiene en la constitución del pacto democrático. Más aún, no podemos entender al pacto democrático sin considerar las políticas de la acción afirmativa y la diversidad cultural como indisolublemente unidas. Freiré afirma que pocos encuentros humanos están exentos de algún tipo de opresión debido a que por razones de raza, clase o género la gente tiende a ser víctimas y/o perpetradores de la opresión. Freiré subrayó que el racismo, el sexismo y la explotación de clase son las más evidentes formas de dominación, pero él también reconoció la opresión basada en las creencias religiosas, la afiliación política, el origen nacional, la edad, el talle, y las discapacidades físicas e intelectuales. Partiendo de una psicología de la opresión, influido por los trabajos de psicoterapeutas como Freud, Jung, Adler, Fanón y Fromm, Freiré desarrolló una "Pedagogía del oprimido". Él creía que la educación podía mejorar las condiciones humanas, contrarrestando los efectos de una psicología de la opresión y, finalmente, contribuyendo a lo que él consideraba el "tipo de hombre por vocación ontológica": la humanización. En la introducción a su mundialmente aclamado Pedagogía del oprimido, escribió, ...desde estas páginas espero al menos que se comprenda lo siguiente: mi confianza en la gente y mi fe en hombres y mujeres y en la creación de un mundo en el cual sea más fácil amar. Freiré, 1972:19. Siguiendo a Freiré, uno puede argumentar que una cuestión central de la educación actual es cuál es el rol, si existe uno, que las instituciones y prácticas educativas deberían tener en la constitución del pacto social que articule la democracia. Esto nos lleva al dilema de una cultura democrática: la construcción de un ciudadano democrático. Para ponerlo más simplemente, la democracia implica un proceso de participación en el cual todos son considerados iguales. Sin embargo, la educación involucra un proceso en el cual el "inmaduro" es exigido para que identifique los principios y formas de vida de los miembros "maduros" de la sociedad. Por ende, la construcción del ciudadano democrático es un proceso de nutrición cultural, pero también implica la articulación de principios de una sociabilización pedagógica y democrática de individuos quienes no son ni una tabula rasa en términos cognitivos o éticos ni tampoco están completamente equipados para el ejercicio de sus derechos y obligaciones democráticos. Este problema central de la educación -cómo contribuir al pacto democrático- está compuesto por el hecho de que los docentes se vinculan con demandas por una escuela pública común, crecientemente segregada por cuestiones de raza y clase, en una sociedad con una brecha cada vez mayor entre los que tienen y los que no tienen y en la cual las ~ 151 ~ EQUIPO TÉCNICO distinciones de género continúan siendo centrales en la discriminación escolar. En este contexto, varias cuestiones relativas a la diversidad y el multiculturalismo, aparecen claramente como centrales en la discusión sobre la política pública en las mentes de los políticos, educadores, investigadores y ciudadanos. La ciudadanía puede ser definida en términos de las virtudes cívicas o del estatus legal. Las primeras dan cuenta de un sentido de solidaridad que une a los individuos en torno a metas comunes. Estas metas se refieren, en un sentido muy general, a cómo sobrevivir y vivir juntos en un contexto como el de nuestra diversa sociedad contemporánea, pero también estas metas hacen referencia a una agenda más ambigua: cómo prosperar como una comunidad de comunidades, como una I cultura de culturas, considerando nuestra diversidad cultural como un beneficio cultural y una acción afirmativa, básica-I mente comprendida, como una política útil. No obstante, como Gitlin (1995:217) nos previene, ...la cuestión es cómo cultivar el espíritu de solidaridad más allá de los límites de diferencia -solidaridad con 'cualquiera que sufre'-. Seguramente no se puede esperar que este espíritu (de solidaridad) germine espontáneamente dentro de grupos consolidados, cada cual preocupado en la redefinición de sus diferencias de los otros. Para un marco de trabajo para la solidaridad y la constitución de un campo común por sobre las culturas, etnias, clases y géneros, las metas de la diversidad cultural resultan centrales. Necesitamos desarrollar marcos flexibles para la solidaridad en las escuelas que tomen seriamente la necesidad de una reforma democrática. La diversidad cultural es el mayor producto del creciente proceso de globalización económica, cultural y política que no tiene paralelo en la historia. La globalización ha producido todo tipo de consecuencias para las configuraciones multiculturales, multilingüísticas y multiétnicas de las comunidades locales de los EE.UU. y de otros lugares. En términos de contrato social, no casualmente, la diversidad es un desafío clave para cualquier tipo de institución de educación superior en conjunción con los Estados federal y estatales en pro de la acción afirmativa y enfrentando las crecientes demandas sociales y educacionales. Las instituciones de educación superior están en el centro de las disputas en términos de diversidad y de la acción afirmativa y, debo decir, en términos de la promoción de una renovada ciudadanía. Un compromiso con la diversidad y el multiculturalismo implica un compromiso con la diversificación del claustro de profesores, con la mayor expansión posible del acceso a los recursos disponibles y con las características demográficas de las escuelas y universidades en los EE.UU. La diversidad implica además una diversificación del cuerpo de estudiantes, lo cual demanda la subsanación de las diferencias intelectuales, étnicas, de género y de la subrepresentación ~ 152 ~ EQUIPO TÉCNICO de algunos grupos y su constitución, lo cual será apropiadamente incluido dentro del salón de clases. Para alcanzar estas metas de diversidad y multiculturalismo, las universidades deberían ser capaces de atraer a los mejores, más brillantes y más calificados profesores, estudiantes de grado y de posgrado, quienes puedan explorar en su enseñanza, en su investigación y en su búsqueda de las fronteras del conocimiento sin prejuicios, orientando sus trabajos con creatividad, con júbilo, con entusiasmo y con dedicación, con un sentido utópico de esperanza. La búsqueda de estas metas no es una tarea fácil de realizar. Las tensiones se encontrarán siempre entre los crecientes recursos fiscales. Existirán también tensiones entre diversos elementos intelectuales, éticos y sociales y entre los deseos de los profesores de servir a ideales de equidad junto con los imperativos de la igualdad en un contexto de presiones académicas por la excelencia y la comunidad. Asimismo, existirá un serio criticismo respecto a la orientación de las políticas de equidad e igualdad en educación, incluyendo las políticas de acción afirmativa. Esta última no debería ser considerada como un canon moral, sino que debería ser incluida en una discusión democrática acerca de cómo la acción afirmativa y la diversidad cultural mejoran la ciudadanía y cuál es el rol que la educación superior debería tener en este sentido. Creo que a efectos de alcanzar las misiones de la educación superior resulta esencial la construcción de un consenso académico basado en la diversidad. Esta construcción del consenso debería comenzar, no obstante, con un reconocimiento de la importancia de estas tensiones; debería también considerar las precarias condiciones de muchas de las soluciones gerenciales disponibles, y debería reconocer las limitaciones de muchos de los paradigmas intelectuales en boga. Éstos son algunos de los desafíos intelectuales existentes en torno a la discusión de la ciudadanía, la diversidad cultural y la acción afirmativa en educación superior, lo cual nos lleva a la cuestión del canon versus la cultura en la construcción de una ciudadanía multicultural democrática. CANON, CULTURA Y CIUDADANÍA MULTICULTURAL DEMOCRÁTICA: CONCLUSIONES a imposibilidad de un incuestionable canon se debe a la imposibilidad de definir una L identidad social y pedagógica, singular, integrada, a problemática y descriptiva en la cultura occidental (Morrow & Torres, 1995:428). En un sentido, este es un juego de los espejos de nunca acabar (Wallerstein, 1997:1241-57, esp. 1247). En principio, canon(es) y cultura(s) no son antinómicos, pero han tenido problemas de convivencia, más cuando un canon determinado —el cual es, en principio, una construcción social aceptada como el fundamento de una identidad determinada, ya sea nacional, cultural o de otro tipoconstituye un conjunto de principios metafísicos que no pueden ser históricamente examinados y, por consiguiente, modificados, o que deberían ser preservados a cualquier costo sin la aceptación de desafíos, negociaciones o cambios. Así, los cánones ~ 153 ~ EQUIPO TÉCNICO meta-físicos se tornan en opuestos a la negociación cultural. Sin embargo, los cánones fundacionales son procesos continuos de negociaciones culturales, tomando como sus precedentes los fundamentos claves para el diálogo y las interpretaciones abiertas de la historia y las experiencias comunitarias. Además, disfrutan de lo que Freiré llamaría "epistemología de la curiosidad": una necesidad infinita de definir qué principios culturales hacen más armónica la vida de las personas, cuáles intercambios culturales provocan mayor autorreflexión y cuáles bases éticas de la cultura están más cerca de los imperativos culturales de justicia social, de responsabilidad individual y de protección. Los cánones fundacionales son modificados a través de la negociación cultural, como Gitlinsostuvo: ...la negociación puede ocurrir sobre los márgenes de un canon, como lo hizo Whitrnan en los años cuarenta, mientras Whittier fue expulsado (Leo Marx ha desarrollado este tema), y durante los años recientes cuando el 'Hombre Invisible' de Ellison fue efectivamente canonizado. En otras palabras, una vez que un fundamento es aclarado existe mucho espacio para divergencias y pluralidad. Cualquier canon cultural, en la medida en que se desarrolla a partir de una condición metafísica del ser, resulta básicamente opuesto a la negociación cultural. Como tal, un canon metafísico cultural -reverenciado como la encapsulación de una virtud, máxima y verdad— debe tener diversas fuentes de autoridad o demandas de legitimidad, las cuales pueden incluir, por ejemplo, el poder calificado de un determinado grupo que le permite establecer restricciones legales que se vuelven en leyes para el territorio (por ejemplo, el poder de la población blanca en Sudáfrica previo al establecimiento de una democracia racial en 1994 o la legislación sobre esclavitud en América del Sur); las proclamas en pro de la pureza racial (como el caso del nazismo); las demandas por constituirse en los padres fundadores originales de la nación norteamericana (como los grupos de bases inmigrantes caucásicas o eurocéntricas); las demandas para controlar el lenguaje que constituye la identidad y posibilita los intercambios sociales, políticos y económicos (por ejemplo, sólo los movimientos en pro de los ingleses); o las demandas por superioridad moral o ética basadas sobre un mandato religioso, "Beruf" o "Llamado" (por ejemplo, la intolerancia cristiana; los movimientos por establecer la superioridad bíblica de los hombres por sobre las mujeres; los movimientos en contra de los homosexuales basados en la fe cristiana). El pluralismo liberal demanda el reconocimiento de la riqueza que poseen los "otros" y la diversidad en la sociedad de otra manera caracterizada por fundamentos históricos compartidos basados en el consenso cultural (por ejemplo, la noción de "juntos" como un principio pragmático esencial para el pacto social de trabajo), el que puede ser confrontado con una percepción más radical del multiculturalismo, una visión históricamente sofisticada del multiculturalismo. ~ 154 ~ EQUIPO TÉCNICO Por extraño que parezca, a partir de las denuncias hechas contra los abordajes multiculturales relativas a su incoherencia y anarquía resultan suficientemente antiguas, por el contrario, la historización de la cuestión de la identidad ofrece además la posibilidad de obtener una visión más unificada que las provistas por las posturas pluralistas liberales... Una alternativa al pluralismo pasa por hacer de la diferencia y el conflicto el centro de .una historia que todos 'nosotros' compartimos. Scott, 1989:16. Ahora bien, si la identidad nacional no constituye un punto de referencia acabado sino un proceso de aprendizaje tal como he sostenido, esto crea otro acertijo. La primera pregunta pasa por considerar si es posible que la exposición a procesos de aprendizaje similares da lugar a conclusiones diferentes. Ciertamente esto es un problema para la educación democrática y para la vida democrática. Lo que perseguimos en la democracia es permitir el proceso de aprender a continuar y, a la vez, de aceptar que las conclusiones podrían ser -es más, que deberían ser- divergentes. Las personas tendrán diferentes puntos de vistas y los desacuerdos políticos serán el pan y la manteca para una educación tanto como la coalición y la alianza en la política resultan claves para el gobierno democrático. Esto tiene consecuencias en el nivel del conocimiento de base de la sociedad y de la democratización del conocimiento. La siguiente pregunta es si algunas explicaciones resultan más poderosas que otras. En otros términos, ¿es más útil (estoy tentado de decir más verdadera) un tipo de ciencia social que otras? Discutiendo el impacto de la deconstrucción en las ciencias sociales, Immanuel Wallerstein (1997:1253) nos señala que: ...estamos ciertamente involucrados en una actividad muy compleja, una en la cual los equilibrios (entre cánones) son como mucho trascendentes, una actividad en la cual no existe un futuro determinado debido a que los elementos aleatorios son demasiados. Pareciera que el problema es la consideración de que, debido a que la realidad es una construcción social, todo puede ocurrir y, en consecuencia, cada explicación resulta válida como la siguiente, que no existen criterios particulares desde los cuales se podría afirmar cuál explicación resulta más verdadera o poderosa o cuál es el mejor abordaje para entender y explicar la complejidad de lo real. Wallerstein es muy claro en este sentido: ~ 155 ~ EQUIPO TÉCNICO El rol de los intelectuales no es la construcción de la realidad sino el de imaginar cómo ésta ha sido construida y el de testear las múltiples construcciones sociales de la realidad enfrentadas entre sí. En un sentido, éste es el interminable juego de los espejos. Nosotros aspiramos a descubrir la realidad basándonos en la realidad que hemos construido. Y cuando la encontramos, tratamos de entender cómo la realidad evidente ha sido a su vez socialmente construida. En esta navegación entre espejos, sin embargo, existen más y menos análisis académicos correctos. Aquellos análisis científicos que son más correctos son más útiles socialmente en la medida en que ayudan al mundo a construir una realidad substancialmente más racional. Por consiguiente, la búsqueda de la verdad y la búsqueda del bien están intrínsecamente vinculadas entre sí. Todos estamos involucrados y lo estamos, simultáneamente, en ambos procesos. Wallerstein,1997: 1254. En este sentido, se deberían retener tres puntos. Primero, más allá de la cuestión de la deconstrucción y el hecho de que podamos pensar la realidad como una construcción social, ésta no es sólo un producto de nuestra imaginación sino el producto de la interacción de gente real en complejas maneras y, por consiguiente, no todas las explicaciones poseen la misma calidad (esto es, coherencia lógica, comprensión analítica, documentación empírica), poder explicativo o verdadera utilidad. Segundo, incluso si todas las explicaciones, por su naturaleza, son trascendentes -esto es, constituyen trabajos en progresión y aceptables hasta tanto se construya una mejor explicación-, todas serán juzgadas en su habilidad para explicar y, a su vez, para ayudar a la construcción de una sociedad más racional. En consecuencia, existe un elemento de utilidad en cada construcción válida que no puede ser subestimado. Mientras los comentarios previos pueden ser leídos como básicamente pragmáticos, esto, en sí mismo, da lugar a la tercera implicancia que se encuentra en el análisis de Wallerstein: la noción de que la verdad y el bien en la sociedad se encuentran íntima e intrínsecamente asociados. En consecuencia, la propuesta de Wallerstein de concebir a las ciencias sociales como parte de la búsqueda de una sociedad más justa está haciendo referencia a una concepción de sociedad más constructiva, útil y racional. Así, Wallerstein está proponiendo un imperativo categórico de justicia y bienestar a efectos de inspirar, e incluso guiar, el esfuerzo analítico. Sin embargo, en la política y en las luchas sociales los desacuerdos podrían ser incluso más drásticos que las consecuencias de los debates en las ciencias sociales sobre la causalidad o las explicaciones válidas. Consideremos, por ejemplo, la situación de Argelia. Si se garantizan elecciones democráticas (tal como ocurrió en 1992), los movimientos fundamentalistas islámicos las ganarían. Considerando sus plataformas que sostienen basar el orden social sobre una particular visión de la adhesión estricta al Corán y a sus prácticas de intimidación de los ciudadanos -la muerte de personas producto de las masacres en pequeñas aldeas ha sido estimada en al menos 100.000 seres humanos entre 1992 y 1997- esta victoria daría lugar no sólo a que muchas personas perdieran sus ~ 156 ~ EQUIPO TÉCNICO libertades civiles -particularmente las mujeres, como ha demostrado el gobierno de Taliban en Afganistán- sino también pondría en peligro la estructura democrática. Aquí el gobierno de la mayoría, el que se obtendría por medio de una democracia como método, destruiría la democracia como práctica y contenido. La constitución de una cultura democrática política es así una premisa fundamental para la continuación de la democracia y el ejercicio de la vida democrática. La idea de la democracia implica aprender a vivir con retos y tensiones y aprender sobre el proceso de aprendizaje sobre las diferencias democráticas. Los desacuerdos democráticos pueden ocurrir en cualquier parte, desde una discusión en una sobremesa de la cena en la cual familiares desacuerdan apasionadamente sobre temas públicos y privados hasta en los estrados políticos en los que los líderes y las coaliciones tratan de capturar la imaginación de la mayoría de las personas y así constituir mayorías electorales. No obstante, estas mayorías siempre serán temporarias, frágiles y sujetas a la desintegración, en suma, serán efímeras. La noción de la democracia como método facilita el proceso de representación diferencial y la participación en la cual algunos resultados, a través del proceso de votación, las alianzas y la noción de las coaliciones mayoritarias, prevalecerán en un momento en particular. Por ende, algunas mayorías empujarían por una visión peculiar la cual no es, por definición, compartida por todos los habitantes de un sistema político dado. Como he argumentado, sin embargo, la democracia como método no puede encapsular completamente la noción de la democracia como contenido. Sin embargo, la noción de la democracia como contenido pone algunos límites respecto de lo que resulta deseable y aceptable para el comportamiento democrático e ilumina las bases mínimas civiles que regulan las formalidades de la metodología democrática, alcanzando un entendimiento más radical de la representación democrática y de la participación, en suma, de las interacciones democráticas en las esferas públicas y privadas. Por consiguiente, considerando la identidad como un proceso de aprendizaje, volvemos a la poca placentera cuestión de cómo establecer que algunas visiones son más plausibles que otras. Este tema se torna más complicado si, como he discutido en otro lugar (Torres, 1998: esp. apart. 7), la ciencia puede ser relacionada con el poder y, por ende, no puede ser usada, sin calificaciones, para resolver las disputas. No existe una respuesta metafísica a esta pregunta, pero sí existen respuestas procedimentales y metodológicas así como históricas. Las respuestas procedimentales y metodológicas apuntan a expandir y extender el marco democrático a sus límites, pero respetando las reglas de la confrontación y la negociación tratan de entender cómo la vida democrática podría acomodar la diversidad de intereses, una diversidad de identidades y experiencias, y una diversidad de ideologías, sin dañar la usina del discurso democrático y sin aceptar la premisa de que la solución final no se alcanzaría sin deliberaciones. Sabemos cuáles son las implicancias de este tipo de nociones metafísicas sobre una "solución final". La respuesta histórica está parcialmente definida en lo que hemos definido como acomodaciones históricas entre capitalismo y democracia. El período que nos encontramos viviendo demuestra que el proceso de globalización estaría de hecho creando las ~ 157 ~ EQUIPO TÉCNICO condiciones para una nueva acomodación histórica. No obstante, como ha sido claro en el pasado con las acomodaciones históricas previas, la viabilidad del pacto social está siempre condicionada por las cambiantes dimensiones de grupos poblacionales. Las tensiones y los conflictos continuarán creciendo, más aún donde disminuya la capacidad para redistribuir los recursos. Los consensos generales y los consensos políticos son siempre frágiles y la democracia continúa siendo un sueño tanto como un sistema de representación y participación política radical. La noción de consenso debería ser diferenciada de la noción de pacto social democrático. Los pactos sociales son más resistentes que los consensos históricos, que por naturaleza son efímeros. La paradoja es que los pactos sociales se crean sobre la base de acuerdos consensuados históricamente que una generación crea, sostiene y transforma en leyes, rutinas, costumbres, prácticas, hábitos, regulaciones e incluso culturas. Lo que no puede ser modificado, a no ser que lo hagamos dejando de lado la noción de democracia; es la noción de un pacto social prevaleciente, que por su mera existencia en el largo plazo prevendría que la política caiga dentro del caos o el autoritarismo. Se trata de un pacto social que se esfuerza por acomodar la diversidad y la igualdad como la clave del gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. O, como Freiré muchas veces nos recordó, la capacidad para acordar o discutir es fundamental para una política del diálogo democrático tanto como la habilidad para vivir con tensiones y contradicciones es fundamental para la política democrática. Otra cuestión importante se ubica dentro del ámbito de la educación: ¿existe una oposición entre la formación de la identidad (la cual debería ser una parte significativa de la agenda educativa) y la formación de la ciudadanía a través del establecimiento de una base de conocimiento? La formación de la identidad ha sido siempre parte de la ideología del Estado liberal, y el primer deber del Estado, tal como el historiador Ted Mitchell (1998) nos recuerda y como el gobernador Clinton DeWitt afirmó en su discurso en 1882. Paradójicamente, la construcción de la identidad ha sido siempre, consciente o inconscientemente, mezclada en la política educacional con la noción de la construcción de la ciudadanía, como si la identidad y la ciudadanía fueran puntos de referencia equivalentes, mejor dicho, como si siempre coincidieran, pensando que la ciudadanía puede ser definida como una representación cultural con un alto grado de homogeneidad y precisión histórica. En los tiempos actuales, resulta claro que la formación de la identidad ocurre en muy diferentes esferas, incluyendo la educación, pero que formalmente la construcción de la ciudadanía ha sido confiada principalmente al campo de la educación. La cuestión, que ciertamente excede los límites de este trabajo, es si tanto la identidad cuanto la ciudadanía deberían ser tratadas como procesos de aprendizaje de largo alcance (con resoluciones potencialmente divergentes), si ambas deben ser consideradas como entidades teoréticas separadas, que podrían intersectarse a cierto punto (y por ende la necesidad de repensar sus contradicciones y correspondencias), y si esta interacción (entre la identidad y la ciudadanía) puede ser completada en el contexto del capitalismo tardío y de criticismo a la ingobemabilidad democrática. Por consiguiente, la identidad es un resultado nunca asegurado de un proceso de ~ 158 ~ EQUIPO TÉCNICO enunciación de la diferencia cultural. Sin embargo, tomando un extremo, esta premisa epistemológica debería resultar impráctica para la pedagogía o para la movilización política. No obstante, desde una perspectiva progresista, sería simplista pensar las diferencias culturales como una diferencia entre culturas dominantes y subordinadas. El hecho es que el multiculturalismo crítico debería además incorporar las divisiones y diferencias ideológicas dentro de las culturas subordinadas, no sólo como la negociación entre las personas de color y las redes de opresión del poder, sino también entre la misma gente de color. Aquí, las palabras de los teóricos de la teoría crítica racial resuenan con peculiar fuerza: ...desafortunadamente, las tensiones entre y dentro de estas diferencias raramente son cuestionadas, presumiendo una 'unidad de la diferencia', esto es, que toda diferencia es análoga y equivalente. Lanson-Billings &Tate, 1995:62. La pertenencia y la experiencia en una identidad dada no garantiza la adecuada recolección de la experiencia -por ejemplo, usando las herramientas analíticas de las ciencias sociales y las humanidades- y, en consecuencia, da lugar a varios riesgos políticos, incluyendo el hecho de que en muchos espacios multiculturales ...el testimonio personal de la opresión reemplaza los análisis y este testimonio se torna en el soporte de la experiencia del grupo en su conjunto. La pertenencia a una identidad de grupo es tomada como suficiente autoridad para el interlocutor; la experiencia directa de grupo o de la cultura -esto es, la pertenencia a ésta- deviene en el único test del verdadero conocimiento. Scott, 1989:18. A pesar de la creciente literatura sobre multiculturalismo, sólo recientemente se ha dado un vuelco en la discusión para incorporar las conexiones entre multiculturalismo y ciudadanía, explorando los límites y posibilidades del multiculturalismo en las sociedades democráticas. Tal vez sea necesario argumentar que resulta abrumadora la cantidad de tareas que se derivan en función del multiculturalismo. Éstas incluyen el intento de desarrollar un nuevo y sensible territorio meta teórico y teórico, teoréticamente refinado y defendible, que pudiera crear los fundamentos del multiculturalismo como paradigma; el intento por establecer sus premisas epistemológicas y lógicas en torno a nociones de la experiencia, la narrativa, la voz, la agencia y la identidad; el intento de promover la investigación empírica uniendo cultura/poder/ conocimiento con equidad/desigualdad/discriminación', y la necesidad de defender el multiculturalismo de la derecha conservadora que ha endemoniado al multiculturalismo como un movimiento ~ 159 ~ EQUIPO TÉCNICO antipatriótico, opuesto a la necesidad de un canon que pueda regular los intercambios culturales desde un principio de orden. Estas multifacéticas tareas y la experiencia política concreta de los ochenta y los noventa en los EE.UU. han forzado a los diferentes patrocinadores del multiculturalismo a una posición defensiva, tanto en términos teóricos como políticos. Esto significa que ellos han sido incapaces de incorporar plenamente (dentro de su agenda) la necesidad de una teoría de la ciudadanía multicultural, una teoría que debería ser instrumental en las metas democráticas avanzadas en el contexto de las teorías de la democracia, más allá del hecho de que ellas operan dentro del marco del capitalismo. No obstante, el dilema último para el multiculturalismo está en el entendimiento de las conexiones entre diversidad y lo común, esto es, la cuestión de la unidad en la diversidad. Existen ciertamente muchas alternativas analíticas y políticas en la confrontación del dilema de la unidad en la diversidad. Primero y principal está la necesidad de explorar el grado de hibridización de las culturas y la noción de que cada sujeto social está constituido por múltiples identidades y múltiples afiliaciones. El reconocimiento de las complejidades presentadas por el proceso de hibridización y la noción de las identidades múltiples en la construcción social y psicológica del sujeto pedagógico debería desafiar cualquier intento de fundamentar las diferencias basadas en la raza, el género, la clase, la nacionalidad, la etnicidad, la religión o las preferencias sexuales. Segundo, en vez de tomar las diferencias en los compromisos éticos y políticos como contradicciones primarias, uno debería concebirlos como contradicciones secundarias o como conflicto de lealtades en el proceso de construcción social de la identidad. Esto dará lugar a áreas de negociación en el contexto de alianzas progresivas basadas en múltiples identidades y comunidades de aprendizaje. Como premisa fundamental se encuentra la necesidad de evitar cualquier esencialización de las luchas culturales. Sin embargo, también es importante reconocer que existe un número de cuestiones a ser atendidas dentro de los argumentos neoconservadores y neoliberales. Por ejemplo, desde un punto de vista muy superior que el neoconservador, West y un gran número de intelectuales negros están preocupados por el "quiebre cultural y la escalada del autodestructivo nihilismo dentro de los pobres y muy pobres" (West, 1993:196). El nihilismo otorga ciertamente muy pobres fundamentos para el avance de la democracia y el alcance de la ciudadanía. West ha sostenido que la gente no vive sobre argumentos, si bien estarían influidos por ellos. Leyendo su Prophetic Thought in Postmodern Times (Reflexiones Pro/éticas en Tiempos Postmodernos) pude repensar, una vez más, por qué realizamos investigación educacional o, al menos, por qué deberíamos tomar seriamente las contradicciones entre educación, ciudadanía y democracia. West sostiene que existe una terrible decadencia cultural en los EE:UU: que los asusta más que cualquier otro asunto: ~ 160 ~ EQUIPO TÉCNICO ...Por la decadencia cultural sin precedentes en los EE.UU. entiendo el quiebre social del sistema de crianza de los chicos. La incapacidad de transmitir sentidos, valores, objetivos, dignidad y decencia a los niños. West, op. cit.:16. Situando históricamente sus observaciones, creo que éstos se aplican para muchas sociedades. La promoción de la crianza y el aprendizaje de los niños, los jóvenes y los adultos es lo que supuestamente debe hacer la educación pública, conjuntamente con la familia y otras pocas instituciones sociales. Esto es lo que la investigación educativa debería hacer: entender los vínculos indisolubles entre la teoría y la práctica. Esta es otra razón práctica que, periódicamente, deberíamos revisar teóricamente: la relación entre Estado, educación, ciudadanía, democracia y multiculturalismo y, como Freiré nos ha dicho en innumerables ocasiones, por qué deberíamos esforzarnos en construir un mundo que sea "menos feo, menos cruel y menos inhumano". para el debate y un conjunto de reglas que la gente puede seguir incluso si no son beneficiadas por ellas. Las escuelas y las universidades dentro de las comunidades no pueden estar menos comprometidas en la expansión del discurso democrático. Si no se realiza una seria exploración de las intersecciones entre la diversidad cultural, la acción afirmativa y la ciudadanía, entonces las bases pluralistas de la democracia y del discurso democrático se encuentran en riesgo. Sin una teoría y una práctica de la ciudadanía multicultural democrática, que sean técnicamente competentes, éticamente inquebrantables, espiritualmente comprometida y políticamente realizables, el pueblo perecerá. Donde no exista visión, el pueblo perecerá. La democracia es un sistema desordenado pero ha servido debido a que tiene una esfera TEXTO VIII: IMEN, PABLO: ¿Para qué educar? Una disputa por el sentido político y pedagógico en un tiempo de transiciones emancipadoras. Evaluación del Sistema Educativo, Canto Maestro: septiembre 2011. PABLO IMEN: Secretario de Investigaciones del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, docente e investigador UBA, UTE, Ctera y miembro del Foro por la Educación Pública de la Ciudad de Buenos Aires. ~ 161 ~ EQUIPO TÉCNICO ¿PARA QUE EDUCAR? UNA DISPUTA POR EL SENTIDO POLÍTICO Y PEDAGÓGICO EN UN TIEMPO DE TRANSICIONES EMANCIPADAS. El inicio del siglo XXI trajo aparejadas novedades sustantivas para Nuestra América: el desarrollo de impensados procesos culturales, sociales, políticos, ideológicos e institucionales que, con matices, a veces profundos, se proponen dar una vuelta de página al periodo histórico signado por la barbarie neoliberal. PABLO IMEN L as diversas tradiciones populares, transformadoras y humanistas van convergiendo en procesos complejos, contradictorios, inéditos y de final incierto en nuevos ensayos epocales. La vida social bulle en nuestras sociedades, todos los temas son proyectos en debate, son desafiadas verdades antes incuestionables y surgen alternativas contra-hegemónicas por todas nuestras geografías. Este caminar para construir lo nuevo no es un paseo libre de resistencias ni de contradicciones. Muy por el contrario, a cada paso surgen nuevas dificultades que exigen mayores esfuerzos así como respuestas adecuadas a los viejos y nuevos problemas. Un primer desafío de todo proceso refundacional es superar dos cuestiones de enorme complejidad. Una, deshacerse de las propias trabas del pasado que perviven en quienes nos presentamos como sujetos de la transformación. Colectivos de los mas diversos que tienen efectivos afanes revolucionarios pueden (y suelen) incurrir en prácticas que atentan contra los valores y principios enunciados, contra los fines perseguidos, contra el propio proyecto en construcción. Aparece aquí la noción de “contradicción” en nosotros mismos. Una segunda cuestión es que lo nuevo, si bien debe fundarse en lo existente, reclama dosis de creatividad para generar prácticas, estructuras, dispositivos, relaciones, regulaciones, ámbitos que desmonten a las viejas relaciones a erradicar y su reemplazo ~ 162 ~ EQUIPO TÉCNICO por otras de signo antagónico, sustancialmente democrático y liberador. Para ambas cuestiones- la superación de las contradicciones propias y la creación de las novedades emancipadoras- es preciso una práctica sistemática y reflexiva, individual y colectiva, que nos permita confrontar , lo que pensamos, lo que decimos, lo que hacemos y sus efectos sobre la realidad de la que formamos parte. Un segundo desafío es el de lograr una confrontación eficaz con nuestros antagonistas, sujetos portadores de la continuidad neoliberal que no se han retirado de la escena y disponen de recursos y de proyectos para oponer a nuestra rebeldía, a nuestra indignación frente a la injusticia, a nuestros esfuerzos productores de lo nuevo emancipatorio. Estas afirmaciones valen para el ámbito de la educación pública. En nuestro país se fue avanzando en una serie de cuestiones pendientes y la batalla que se abre en este nuevo momento se librará, sin dudas, alrededor de la noción de “buena educación” o “calidad educativa”. En efecto las medidas impulsadas desde 2003 han sido reparadoras con respecto a la democratización del acceso. Por caso, se han construido más de mil escuelas, y se incrementó el financiamiento educativo superando el 6% previsto en la respectiva legislación, si bien esos avances deben consolidarse con nuevos incrementos para garantizar un proceso sostenido de “justicia educativa”. Se desplegaron políticas sociales como la Asignación Universal por Hijo o el Plan Conectar Igualdad, que van en una dirección reparadora de tanto año de desigualdad, entre otras políticas y medidas que van en la misma dirección pero para cuya descripción carecemos de espacio aquí. El acceso a la educación es un aspecto, sin duda importante, para efectivizar un proyecto educativo transformador. Es un requisito necesario pero no suficiente. Esta planteada ahora la exigencia de desarrollar otros aspectos que hasta aquí no pudieron ser abordados y cuyo tratamiento se torna imperioso. No solo porque corresponde a un programa transformador, sino porque los sectores neoliberal-conservadores vienen ya desplegando una propuesta concreta que contacta con el punto de vista autoritario y excluyente del mercado. Nos referimos a continuación a un punto álgido de la batalla que se abre y que es política, pedagógica y cultural acerca de una pregunta fundamental: ¿para que educar? CALIDAD EDUCATIVA Y NEOLIBERAL-CONSERVADURISMO. a política educativa enunciada (aunque no enteramente aplicada) en contexto del argentino L neoliberal-conservadurismo noventista, tuvo como piedra angular la mentada “calidad educativa”, termino que encerró todo un modelo pedagógico. Para decirlo de manera un tanto esquemática, se trato de validar un modelo que partía de la producción de conocimiento por la corporación de expertos- conocimiento que era considerado el único legitimo, valido, objetivo, neutral e incuestionable. Esa producción es traducida por las empresas editoriales en libros de textos. Dichos libros ~ 163 ~ EQUIPO TÉCNICO son considerados insumos fundamentales para el acto pedagógico, que se reduce a la transmisión de esos contenidos por parte de los docentes. Este circuito se cierra con una medición estandarizada `por parte del Ministerio de Educación que hace público los resultados de ese proceso homogeneizado de medición de contenidos. Este modelo deja entrever que en la medida en que los conocimientos legítimos y oficiales han sido aprobados con un grado aceptable de rendimiento en el examen escrito, estamos en presencia de una “educación de calidad”. Es preciso señalare que dicha propuesta entraña valores y supuestos que ameritan su explicitación, antes de aceptar a libro cerrado esta pedagogía de la respuesta correcta. Así, establece una relación jerárquica entre la teoría y la práctica –subordinando la segunda a la primera al asignarle un rol de principal importancia al experto y su producción intelectual-, supone la neutralidad del conocimiento, implica al mismo tiempo una imposición cultural en la medida en que habilita ciertos contenidos, negando e impugnado otros posibles. No solo supone aquello que el educando debe aprender, sino también lo que el docente debe enseñar. En otras palabras: se trata de una pedagogía que premia la memoria y la enajenación, tanto del estudiante como del trabajador de la educación. La definición de los fines del acto pedagógico son claros: aprobar el examen estandarizado, objetivo al que se subordina toda la actividad de enseñanza aprendizaje. La educación queda reducida, así, a una razón instrumental que mide la eficacia por la cantidad de conocimientos incorporados, legítimos y medidos con los dispositivos adecuados y pertinentes para establecer quienes llegaron y quienes quedaron en el camino. Esta pedagogía, por su parte, se articula en la medida en que se establece un ranking de rendimientos, con lo que todo el esquema se orienta a la reproducción de relaciones de desigualdad, bajo la legitimación del rendimiento, el esfuerzo, la eficacia, y el premio y el castigo según corresponda. Hay también un supuesto que al menos amerita discutirse se presume que se aprende porque se enseña. De manera más o menos automática. Dicha linealidad en la relación pedagógica ha sido más desmentida que confirmada por los datos de la realidad y por una gran cantidad de investigaciones disponibles. En efecto, la relación pedagógica tiene complejidades que sobrepasan la noción instrumentalista que supone un emisor que con técnicas y procedimientos adecuados produce unos efectos de aprendizaje en su interlocutor, Como señalo O. Jakson en su libro “La Vida en las Aulas” escrito en los años sesenta, el acto pedagógico se parece mucho mas al vuelo de una mariposa que a la trayectoria de un proyectil. Las pruebas Pisa (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes), dan cuenta de una lógica instrumentalista, cuantitativa, positivista, mercantilizadora. Este instrumento constituye el principal dispositivo en la legitimación del modelo pedagógico exógeno y domesticador, propiciando la creación de un sentido común que expresa valores y principios antagónicos a una concepción educativa emancipadora. En efecto, no hay proyecto de desarrollo endógeno ni soberanía cognitiva cuando se apunta a la mera medición de resultados impertinentes, irrelevantes e inaceptables. La necesidad de crear un modelo pedagógico propio no puede escudarse en lo que todavía nos falta para admitir ~ 164 ~ EQUIPO TÉCNICO pasivamente este proyecto enajenante y desigualador. LA BUENA EDUCACIÓN COMO PROYECTO EMANCIPADOR. rente a esta idea mercantil, racionalista, enajenante, autoritaria, y profundamente F ineficaz que reflejan las pruebas Pisa o toda iniciativa análoga es indispensable sistematizar alternativas contra-hegemónicas que propicien la formación de hombres y mujeres libres, con autonomía de pensamiento que denominaremos “soberanía cognitiva”, capaces de desplegar todos los aspectos de su personalidad el pensar, el decir, el sentir, el hacer, con la practica persistente de una educación sustancialmente democrática y participativa, que reconozca los múltiples acervos culturales que hacen vida en las instituciones educativas y los territorios donde estas se insertan. No se trata aquí de partir de cero, pues hay una nutrida tradición pedagógica que ofrece valiosos aportes para repensar y rehacer una educación liberadora en este nuevo tiempo histórico. Tenemos que aprender de los pueblos originarios, de los afro-descendientes, de Simón Rodríguez y de nuestros Libertadores, de Carlos Vergara y sus propuestas de gobierno colegiado, de Luis Iglesias y su enseñanza rural, de Florencia Fosatti y los tribunales infantiles, de las hermanas Cossettini que vincularon la escuela, la comunidad y el arte de manera virtuosa, de Jesualdo Sosa, con sus currículos construidos sobre la base de preguntas de los niños y tantos otros y otras que cimentaron unas practicas pedagógicas con premisas, procesos y efectos liberadores. Ellas y ellos, para lograr ese modelo de ser humano del que hablaron, ensayaron profundas transformaciones en sus prácticas pedagógicas, las sistematizaron, las escribieron, las comunicaron. No se trata de recetarios dogmáticos, sino de huellas y pistas que pueden construir verdaderos instrumentos humanizadores, democratizadores, subversivos del orden brutalmente injusto que propone la división social capitalista del trabajo y sus proyecciones en el campo pedagógico. Entre sus invenciones resaltamos de manera no excluyente ni definitiva, sino a modo de beneficio de inventario provisorio y a investigar. La exigencia de convertir la realidad en pedagogía. De una realidad que contempla un proyecto colectivo, que admite y celebra la existencia de múltiples culturas. Otro aspecto es la superación de la escisión entre teoría y práctica, del conocimiento concebido como gris teoría compartimentada y atomizada, del uso asfixiante del tiempo y del espacio, de la reproducción de la jerarquía en la organización de los procesos y resultados del aprendizaje. Unas instituciones y unas aulas que se imbrican con sus contextos geográficos, humanos y culturales, rompiendo los muros escolares y propiciando un currículo participativo, amplio, plural. Este modelo pedagógico trae consigo un modelo de trabajo docente y también un modelo de evaluación de esos fines y esos medios emprendidos para educar. Se propicia la reconstitución de un colectivo docente que planifica y evalúa su práctica en diálogo con todos los protagonistas del proyecto pedagógico. Un enseñante investigador que puede y debe reflexionar ~ 165 ~ EQUIPO TÉCNICO sobre su práctica, y producir teoría a partir de su acción que sea comunicable y que provea saldos organizativos así como el progreso de las prácticas pedagógicas. Un dominio multi, inter y transdisciplinario del conocimiento superando los corrales estrechos de la disciplina. Un modelo de evaluación que puede y debe mirarse a sí mismo y a los demás; todo debe ser evaluado para repensar los caminos en función de los fines definidos de antemano. El carácter punitivo de la evaluación desaparece, para reconfigurarse como instrumento para el sistemático mejoramiento del proceso pedagógico y de sus resultados. Desaparece incluso el indicador numérico, para dar lugar al registro cualitativo que permita dar cuenta de los avances, obstáculos y de las cuestiones pendientes incluyendo en esta evaluación al propio trabajo, al aprendizaje, a la dinámica institucional , a la relación entre instituciones de un mismo territorio( pues el proyecto debe tender puentes) así como un seguimiento sistemático y una valoración vinculante de la política educativa y del papel que el Estado y sus funcionarios van cumpliendo para el avance del proyecto pedagógico. DISPUTAS Y CREACIONES ALREDEDOR DE LA EDUCACIÓN EMANCIPADORA sí como hay modelos de sociedad en disputa, tenemos enfrente una cada vez más explícita Aconfrontación de proyectos políticopedagógicos. construcción de lo nuevo liberador. Denunciar lo viejo es imperioso. Pero crear lo nuevo es indispensable, y a ello debemos dedicar ingentes esfuerzos. La dinámica de los cambios en curso nos reclama dar esta batalla cultural frente a los intentos restauradores de la derecha neoliberal-conservadora, con una mirada atenta a nuestras propias contradicciones y dando tiempo a los aprendizajes así como a la Palabras muy antiguas pronunciadas por Simón Rodríguez cobran hoy a la vez un mismo y un nuevo sentido: “El interés general está clamando por una reforma, y la América está llamada por las circunstancias a emprenderla. La América no debe imitar servilmente sino ser original. ¿Dónde iremos a buscar modelos? La América española es original: originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales los medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos” Simón Rodríguez. ¿Qué pedagogía habrá que fundar para este nuevo tiempo en que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer (¡ Pero está naciendo!) ¿Quiénes serán los sujetos llamados a construir de las mejores tradiciones pedagógicas libertarias un proyecto educativo consistente con un futuro de dignidad y justicia para todas y todos, sin repugnantes exclusivismos ni inadmisibles exclusiones? Las preguntas están planteadas, y las respuestas solo pueden ser construidas colectivamente en el plano de las ideas, con el concurso de las ~ 166 ~ EQUIPO TÉCNICO palabras y con la ineludible exigencia de acciones que den cauce a la organización efectiva de una educación emancipadora que se dice , pero qué , fundamentalmente, se construye y se practica cada día. Un movimiento Pedagógico Emancipador de, para y desde Nuestra América tiene la palabra. TEXTO IX: DUSSEL, INES: Tiempo de reorganizar posiciones.” Evaluación del Sistema Educativo”, INÉS DUSSEL: Investigadora del Área de educación de la FLACSO TIEMPO DE REORGANIZAR POSICIONES. Los debates políticos se organizan alrededor de palabras y diagnósticos que configuran posiciones. En los años `90, la palabra “calidad” vino sobre todo de la mano de los organismos multilaterales de crédito (BID, Banco Mundial) como forma de establecer una visión negativa sobre los sistemas educativos (“calidad” es lo que no había en las escuelas), y de legitimar reformas que provocaron la reestructuración de las formas de gobierno y de la enseñanza. Del otro lado, se planteo el tema de la justicia y la inclusión como preocupaciones centrales de la acción educativa; la calidad fue asociada a visiones elitistas y excluyentes. INÉS DUSSEL ~ 167 ~ EQUIPO TÉCNICO ¿S e pueden recuperar algunos otros sentidos para el termino “calidad”? ¿Podemos construir una visión de la calidad más democrática y justa? Estas son preguntas que creemos que hay que tomarse en serio, porque hay problemas reales en la enseñanza que ameritan una discusión pública sobre lo que estamos produciendo en las escuelas. Uno de los problemas más serios tiene que ver con la desigualdad de la enseñanza. En distintas investigaciones, encontramos que hay una gran diferencia en los contenidos y las formas de enseñanza entre distintas escuelas. Por ejemplo, encontramos que en 4to año de la secundaria se enseñaba, en un colegio público de sectores medios y altos, a leer y discutir el Facundo, con bibliografía ampliatoria y con debates entre los alumnos, y con la producción de ensayos escritos como trabajo final. En otro 4to año de una escuela que atiende a sectores precarizados, la enseñanza de la misma materia consistía en leer una fotocopia de tres páginas de un cuento infantil, que se pedía analizar buscando adjetivos y sustantivos; no había reflexiones ni debates sobre los temas y posiciones frente al mundo y la política, y casi no había propuesta de escritura. También observamos en otro 4to año, que en la misma materia se daban ejercicios para separar las palabras contenidas en algunos párrafos. Puede aducirse que en los dos últimos casos, esos docentes están buscando suplir lo que los chicos no aprendieron, ya no en los primeros años de la secundaria, sino en la escuela primaria. Y quizás sea un buen argumento, apoyando en la experiencia de esos docentes. Pero, ¿Dónde quienes, como, están pensando y discutiendo que consecuencias tiene esta enseñanza tan diferente en términos de los recorridos por la cultura y el conocimiento que realizaran esos chicos? Esa discusión no puede quedar restringida a las decisiones de un profesor individual, y a lo que él o ella sean capaces de hacer y proponer; hay que volver a colocarla como un problema de política educativa y de decisiones institucionales. Por eso, creo que la libertad de cátedra de los profesores tiene que ser combinada con un debate público sobre los efectos políticos y éticos de la enseñanza en su conjunto. Y en esa discusión, la idea de “calidad de la enseñanza” es relevante, porque es la medida que permite ver la desigualdad en el conjunto. Si lo miro desde cada profesor, seguramente encontrare razones para que las cosas sean de la manera en que son; sin embargo, si lo considero desde una perspectiva más general, la injusticia de esta situación queda mucho más en evidencia, y requiere respuesta. No hay dudas que esta desigualdad escolar se vincula a una desigualdad social, pero no es conveniente ni recomendable tirar el problema afuera de las escuelas, y tampoco solo del lado de las políticas educativas generales. Sabemos que vienen más chicos a nuestras aulas, y que muchos de los recién llegados al sistema escolar vienen de contextos muy precarios. Pero ese saber no debe funcionar como excusa para no hacer nada; en todo caso; se vuelve necesario revisar estrategias y pedir ayuda para tener más apoyo en el aula. Por ejemplo, estoy convencida que necesitamos más docentes trabajando conjuntamente dentro del aula, necesitamos otras estructuras de apoyo con mas asistencia pedagógica y trabajo colectivo, necesitamos muchos más recursos didácticos (los nuevos medio digitales pueden ayudarnos y mucho), y necesitamos otra organización del horario escolar para poder dedicarnos con más intensidad a los temas y alumnos que lo requieren. Lo que no debería pasar es que el docente renuncie a ~ 168 ~ EQUIPO TÉCNICO enseñar porque “los chicos ya no vienen como antes”, o también, porque “a mi no me prepararon para esto”. Hay que buscar respuestas colectivas e institucionales, esto es, respuesta política, para estos problemas. En esta línea, me parece que se abre otro debate necesario sobre el ausentismo docente. Muchos colegas que no saben o no pueden resolver su situación de otra manera, eligen esa vía para compensar su sufrimiento laboral. Lo terrible es que las faltas son más frecuentes en las instituciones públicas que atienden a sectores sociales más precarizados, donde las sanciones serán menores, si es que existen. Es poco probable que se falte a los colegios privados caros, porque correría riesgo el empleo. En nuestras investigaciones, encontramos escuelas secundarias públicas pobres donde el ausentismo docente llega al 30%. Nuevamente, ¿Dónde, quienes, como discuten cuales son las consecuencias de estas decisiones individuales? Y algo similar podría decirse en relación al ausentismo de los alumnos, también muy marcado -y sub informado- en las escuelas más pobres. La discontinuidad en el vínculo, la trayectoria errática, van configurando una escolaridad “de baja intensidad” (como la llama Gabriel Kessier), que dificulta mucho el trabajo de enseñanza, porque siempre estamos recomenzando. Nuevamente, la idea de “calidad” puede ayudar a pensar cual es la vara de una buena enseñanza y de un tiempo de “exposición” a otros lenguajes y experiencias que pueden enriquecernos. Otro problema igual de grave que el anterior es el empobrecimiento de la propuesta escolar. En este punto, también es necesaria una autocrítica de los pedagogos, que ponen algunos temas de moda y lo vuelven norma legitimadora. En las investigaciones, encontramos mucha confusión respeto a que como hay que enseñar (que no son cuestiones simples ni admiten una sola definición, pero si piden cierta consistencia y rigurosidad en las decisiones didácticas). Así, para muchos colegas “de lección” ya es algo pasado de moda, autoritario, impositivo, y lo que hay que hacer es generar debates y participación; la clase es muchas veces un espacio catártico donde no se pasa de los “conocimientos previos” e intereses de los estudiantes. También se argumenta que “los chicos de hoy no leen”, y entonces se usan PowerPoint cada vez más simples. En ese tránsito, se instala cierto régimen de la opinión donde cualquier cosa vale, donde no importa que se dice pero que se diga algo, donde parece que ya no hay acuerdo social posible sobre la verdad o sobre el significado, y donde parece no tener sentido la insistencia, el ejercicio repetido, el trabajo sobre el error y la dificultad. No ignoro que en las condiciones actuales del trabajo docente, se vuelve difícil ese otro tipo de trabajo; pero lo que quisiera plantear es que lo necesario es reclamar otro tipo de condiciones de trabajo, y no renunciar a enseñar temas complejos o procedimiento más difíciles. Nuevamente, creo que hay que plantear respuestas políticas colectivas a este tipo de problemas; claro que la decisión de buscar pelear por respuestas colectivas sigue siendo una responsabilidad individual. Para cerrar el argumento, creo que es importante reorganizar la posición de defensa de la educación pública y recuperar una idea de calidad educativa más democrática y más justa, atendiendo a los dos problemas que subrayé: el de la desigualdad y el del empobrecimiento general de la enseñanza. Y en esa dirección, creo que hay que repensar también la relación con la evaluación, porque es necesario dar cuenta de lo que enseñamos y ~ 169 ~ EQUIPO TÉCNICO de lo que aprenden los chicos. Eso no quiere decir sumarse al pedido de solución mágica por la evaluación estandarizada, sino que implica estar dispuesto a ver, con honestidad y confianza, que estamos produciendo en nuestros estudiantes. No hay manera de revisar la cuestión de la desigualdad o de la pobreza de la enseñanza si no miramos en conjunto al sistema; no alcanzan las miradas micro, no las perspectivas individuales. Los profesores que mencione al comienzo del artículo que enseñan Literatura y prácticas del lenguaje en 4to año toman pruebas y aprueban a sus alumnos. Y sus notas nos dicen poco sobre lo que están enseñando y lo que aprenden sus alumnos. Por eso, habrá que diseñar otros instrumentos, más justos, mas responsables, más adecuados a nuestro contexto, pero que propongan alguna vara común, y que nos permitan enriquecer el debate público con datos concretos y comparables sobre nuestras escuelas. Sin esos datos, nos perdemos en la anécdota y en las justificaciones individuales, y nos quedamos en posiciones que reproducen los problemas existentes en las escuelas. TEXTO X: FRIGERIO, GRACIELA: La supervisión como espacio para la reflexión educativa. Artículo publicado en Revista de Educación Social (RES) número 13, Julio de 2011. GRACIELA FRIGERIO: Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora en ciencias de la Educación. Presidenta de la Fundación Centro de Estudios Multidisciplinarios. Directora del Doctorado en Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos. Coordinadora académica de la carrera de postgrado “Nuevas infancias y juventudes”. Profesora de la Carrera de especialización en problemáticas sociales infanto-juveniles. LA SUPERVISIÓN COMO ESPACIO PARA LA REFLEXIÓN EDUCATIVA. Segundo Moyano. Educador social y Doctor en Pedagogía. Profesor de Educación Social en la Universitat Oberta de Catalunya y en la Universital de Barcelona. Supervisor de equipos educativos [...] la construcción de un saber sobre la institución educativa se trata de un saber para: entender presentes y bosquejar futuros, es decir, un saber para proyectar. Graciela FRIGERIO ~ 170 ~ EQUIPO TÉCNICO La finalidad de estas palabras es intentar aportar algunas consideraciones, límites y posibilidades en torno a la supervisión como herramienta de trabajo al servicio de la atención y la educación de los sujetos que se atienden desde las instituciones, servicios, programas o proyectos del campo de la educación social Las aproximaciones que se ofrecen se dirigirán hacia el análisis del concepto de supervisión, sus implicaciones en los marcos institucionales en que se desarrolla y sobre aquello que puede ser susceptible de someter a un trabajo de análisis y reflexión en el espacio de supervisión. ALGUNOS APUNTES SOBRE EL CONCEPTO DE SUPERVISIÓN La supervisión es, sin duda, un concepto complejo. Sin embargo, su utilización actual en el lenguaje habitual dentro del campo de la educación social es bastante reconocida. Es decir, a menudo se hace mención del "espacio de supervisión", de la necesidad de "contar con una supervisión", y un aspecto que considero significativo para el análisis que comenzamos: hay un cierto consenso y, a la vez, una insistente demanda para poder contar con un espacio de supervisión en las instituciones. Es decir, como un espacio más dentro de su entramado organizativo. Nos detendremos brevemente en esta relación semántica entre inspección y supervisión que señalan los diccionarios. La razón de este hecho es que, con distancias, son dos conceptos utilizados en las prácticas educativas y sociales, aunque con trayectorias diferentes. Por un lado, la inspección es reconocida dentro de los sistemas educativos, mientras que la supervisión es una palabra más utilizada en el campo social. Aún así, en el primer caso, hay también algunas posturas que señalan una tendencia a incorporar el concepto supervisión en detrimento de la inspección (Soler: 1993, 2001). Aún así, la figura que hace estas funciones sigue teniendo el nombre de inspector, mientras que en el campo social corresponden al supervisor. Para poder señalar algunos de los elementos configurativos de lo que denominaremos espacio de supervisión, intentaré hacer un recorrido sobre el concepto que nos convoca. En este texto, obviamente, nos centraremos en la significación y las formas que, en las prácticas de la educación social, ha tomado la supervisión. Esto, a pesar de todo, no impide situar algunas variables en torno a su relación con el recorrido de la inspección, ayudando a situar las hipótesis respecto de la implantación del concepto de supervisión en el campo social: El significado de la palabra supervisión en los diccionarios nos habla de la revisión de un trabajo, de una inspección general o superior de algo. Sus sinónimos remiten a inspección, control y revisión. Por otro lado, supervisar consta también como sinónimo de vigilar, inspeccionar, controlar, comprobar y revisar. En cuanto a las cuestiones terminológicas, hay algunos puntos de confluencia que se acaban dirimiendo en los matices que acaban conformando ambos conceptos. Tal como expone Soler (2001: 46): "Cuando la voz 'supervisión' se ha apartado del significado de inspección, ha sido a base de introducir matices ~ 171 ~ EQUIPO TÉCNICO en su significación, y ha quedado la primera más asimilada al asesoramiento, la guía o la orientación; mientras que la segunda se ha identificado con la vigilancia, el control y la fiscalización". Esta aportación introduce una cuestión, posiblemente de matices como declara el autor, pero que, a la vez, abre una vía aclaratoria de la significación de la supervisión como posibilidad de trabajo y análisis alrededor de las prácticas en el campo de la educación social. En este sentido, y quizás a partir de un conocimiento tanto sólo prospectivo2, podemos considerar que lo que hay detrás de la demanda actual3 hacia la posibilidad de contar con un espacio de supervisión tiene más a ver con estos componentes señalados por Soler, de asesoramiento y orientación. establecían entre inspección y supervisión, constatarnos que la inspección, como práctica y con tradición reconocida en el campo escolar, ha aparecido sustentada por los poderes públicos4. Es decir, la inspección en educación, también a buen seguro en otros ámbitos, nace "[...] no por una decisión natural, sino por decisión política" (Ramírez Alsa; 2008: 2). Esto, que puede parecer una obviedad, convoca a analizar y a re-visitar algo de algunos aspectos sobre la trayectoria y los recorridos de la relación entre supervisión y educación social. Un último aspecto de este breve enmarcamiento etimológico se refiere a como la palabra (super)visión remite también a una acción, a la acción de ver, de ver de una forma ampliada. Es significativo que de hacer supervisión decimos supervisar, y no supervisionar. Por lo tanto, el aspecto de la mirada está, pero también la de visar, como la palabra revisar. Este visar reenvía a la noción de visado y la acción de visar, que es "reconocer o examinar un documento, poniendo el visto bueno, dar validez a un documento para un determinado uso". Así pues, supervisión remite tanto a la visión y la mirada como al conocimiento y la revisión, conformando dos ideas que rodean estas definiciones: la referida al foco que amplía la imagen, y la que da constancia de la necesidad que exista algo para supervisar. Las consideraciones etimológicas, por lo tanto, han ido dando y conformando utillajes conceptuales a las prácticas de supervisión. Si volvemos, brevemente, a la relación que ~ 172 ~ La supervisión, entendida como un espacio y un tiempo donde poder revisar las teorías, analizar las prácticas y fundamentar el papel y las funciones de los profesionales, ha sido y es una propuesta constante. Es decir, constatamos que es una actividad que, si bien es reclamada desde muchas instancias, nunca acaba de ser implantada de manera generalizada entre los equipos profesionales. Por lo tanto, una relación entre educación social y supervisión dibujada alrededor de un cierto ideal de necesidad, pero que, bien por carencia de impulso político o bien por indefinición del propio espacio, no está teniendo un lugar visible y establecido. En esta relación a la cual nos estamos refiriendo, tiene un papel importante la articulación entre tres actores, tres instancias, con responsabilidad hacia el desarrollo y sostenimiento de los espacios de supervisión: Las administraciones públicas. Si atendemos a las responsabilidades públicas subyacentes al despliegue de las políticas sociales, y las implicaciones directas o indirectas en los diseños, planificaciones y EQUIPO TÉCNICO evaluaciones de los diferentes marcos institucionales que conforman los sistemas de atención social, sin duda constatamos que hay un cierto "décalage" entre las necesidades de revisión y control, y el impulso y el apoyo a espacios de supervisión. Por otro lado, si también atendemos a la terciarización de la atención social, la creación y el fomento de estos espacios se supedita al interés y la posibilidad de las entidades que se hacen cargo. En definitiva, no existe un marco establecido, consensuado y previsto, que manifieste la oportunidad y la idoneidad de promover espacios de este tipo en el campo de las prácticas sociales y educativas. Los compromisos, por lo tanto, se sitúan en la orden de las recomendaciones, no tanto de las facilitaciones. supuesto un espacio de intercambio, conexión y análisis de la práctica educativa en las varias instituciones que en la actualidad hemos convenido a denominar de educación social. Es decir, que han supuesto espacios formativos complementarios de los equipos profesionales, lugares donde ampliar, revisar y construir. La llegada de los estudios universitarios el 1991 no tendría que suponer, en ningún caso, desestimar la capacidad de ampliación formativa que comporta sostener un espacio de supervisión. No nos referimos, en este sentido, tanto a entender la supervisión como una actividad de formación continuada del educador o educadora social, sino más bien a la supervisión como un lugar de construcción profesional que incorpora elementos formativos. En relación a esta cuestión, tan sólo querría señalar el papel clave que puede tener un espacio que permite analizar las prácticas que un profesional lleva a cabo, teniendo en cuenta que el ejercicio de una profesión dota el profesional de una serie de recursos y experiencias que, Las agencias de formación. 5 La referencia a este actor en la relación entre supervisión y educación social radica en el mismo recorrido histórico de la formación del educador o educadora social en nuestro territorio. El espacio de supervisión ha tenido un papel clave en su vertiente formativa en cuanto que ha ~ 173 ~ EQUIPO TÉCNICO difícilmente, la formación inicial puede ofrecer. asociaciones y colegios profesionales que promueva una cierta cultura de la supervisión; es decir, sostener y demandar la necesidad de la creación y mantenimiento de estos espacios, en clara referencia a la mejora de la educación y la atención de las instituciones. Es, pues, por este motivo que el profesional supone un elemento clave, puesto que, desde su posición y desde su trabajo, es el que alimenta estos espacios. Los profesionales. Quizás nos encontramos ante el actor más importante en la conformación de espacios de supervisión; una importancia referida a la significación que cobra la supervisión para los profesionales de la atención y la educación social. En este sentido, conviene un trabajo, también, desde las Una supervisión... pedagógica Decíamos al comienzo que el concepto supervisión se utiliza a menudo, y hemos hecho un pequeño recorrido por su significado para extraer de que está hecho aquel significante. Pero, además del significado, nos interesa poder ver algunos aspectos que han ido conformando la supervisión centrada en las intersecciones entre los campos social y educativo. Es decir, lo que se ha convenido a denominar las prácticas de educación social. En primer lugar, hay que aclarar que me referiré, sobre todo, a la supervisión en equipos educativos. Es decir, en instituciones que reciben el encargo social de responsabilizarse, entre otras cosas, de la educación de los sujetos que atiende. Esto, en ningún caso, quiere decir que no se considere el trabajo que deriva de las tareas de atención y de organización de la institución. Ahora bien, la especificidad radica en el hecho que el pívot, la lente que enfoca el conjunto de la imagen institucional, es, básicamente y fundamentalmente, el trabajo educativo. Todos hemos oído hablar de las nuevas configuraciones sociales y las políticas actuales en torno a la atención y la educación social. La actualidad de época hace emerger nuevas situaciones, retos y formas sociales alrededor del trabajo en las instituciones. La misma práctica profesional que tiene lugar se ve confrontada a esta actualidad, cosa que hace surgir nuevas dificultades, viejos problemas y nuevas formas de dirigirse a la acción educativa. Así pues, estas dificultades que se plantean (en forma de interrogantes, de exigencias sociales, de nuevos conflictos, de nuevas situaciones de los sujetos...) obligan a los profesionales a repensar ciertos planteamientos alrededor del trabajo en sus instituciones, articulando y buscando vías de solución. Esta situación implica siempre una renovación constante de los saberes de los agentes, replanteamientos de las acciones profesionales y revisiones de los modelos teóricos de referencia de las prácticas profesionales. ~ 174 ~ EQUIPO TÉCNICO Sin duda, hay varios espacios técnicos susceptibles de poder analizar estas cuestiones: las reuniones de equipo, los espacios de análisis de casos, los asesoramientos esporádicos, la formación interna y externa, la supervisión... ¿Cuál es el plus, pues, que puede aportar la mirada de una supervisión que se organiza alrededor del eje educativo? Por un lado, una parte del encargo que reciben las actuales instituciones hace referencia explícita a la educación. Por otra, constatamos que muchas de las demandas de las instituciones o de los equipos provienen de dificultades relacionadas directamente con las prácticas educativas, por la necesidad de plantear cambios, ya sean debidos a las nuevas problemáticas sociales o bien a las necesarias adecuaciones institucionales. Además, a pesar de insistir en el hecho que no todo en las prácticas institucionales responde a aspectos educativos, el documento que rige estas prácticas, por ejemplo, es el Proyecto Educativo de Centro (PEC). Se incorporan los fundamentos pedagógicos, pero también cuestiones organizativas, de atención social, etc. Incluso, se indica con mucha claridad que los criterios bajo los cuales se organizan las prácticas institucionales son los criterios educativos. Es decir, que muchas cuestiones que tienen que ver con la organización, el funcionamiento y la atención social están supeditadas a los preceptos educativos que rigen la institución. Aún así, las soluciones a las dificultades en las prácticas educativas se buscan fuera del análisis educativo, cuando, muchas veces, revisar críticamente estas prácticas, someterlas al foco de otra mirada, nos podría dar pistas que es aquí donde hay los problemas, pero también donde hay las posibles soluciones. Que es aquí donde, como profesionales de la educación, podemos analizar algo; sin perder de vista los otros aspectos, articulándolos, pero manteniendo esta especificidad educativa. Hasta ahora, que empezamos a hablar de la supervisión como una herramienta importante de análisis de las prácticas, la supervisión ha estado muy ligada a las dificultades institucionales. Hay que aclarar que las situaciones de malestar no son únicamente propias de esta época, sino que, por definición, las instituciones albergan y han albergado las diferentes formas del malestar social a lo largo de la historia (Tizio; 2002: 196). Pensamos que en las instituciones se resuelven los conflictos, y se resuelven, casi siempre, porque surge otro. El problema grave es cuando el que surge es, únicamente, la repetición del mismo conflicto. Porque entonces, con casi toda seguridad, lo que es un problema de la institución pasa a ser el problema del sujeto que atendemos, en una cierta solución de continuidad. Y en todo esto tiene mucho que ver el cómo nos encaramos al trabajo en el conflicto. Si convenimos, pues, que el conflicto es inherente a las instituciones, entonces aquello importante es cómo y con qué nos enfrentamos a los conflictos institucionales. En un momento en que hay cierto vaciamiento de los aparatos conceptuales, de los modelos educativos y de atención de referencia, entendidos como herramientas fundamentales con las que los profesionales podemos dar cuenta de nuestra función y sostenerla, lo que viene a ocupar este vacío es la "doxa", la opinión sin fundamentos, y, sobre todo, dos formas actuales de ésta: la crítica improductiva, que no aporta más que una descripción del malestar, y la queja constante. Ambas pueden ser consideradas caras de la misma moneda. Y, a veces, son las invitadas de honor a las sesiones de supervisión. Con esto no ~ 175 ~ EQUIPO TÉCNICO queremos decir que no nos hayamos de quejar, o que no hagamos uso de esta queja, pero una cosa es denunciar las políticas laborales y de contratación del personal de los equipos, o manifestar el desacuerdo con las políticas sociales, su gestión y sus efectos, o incluso hacer patente la carencia de recursos estructurales, funcionales y económicos para desarrollar correctamente la tarea; y otra muy diferente es que esto se convierta en el tapón que bloquea la atención a las prácticas desde una mirada educativa. Es decir, hablamos de dos planos diferentes, y como tales tienen que ser tratados. En estos casos, la queja la podemos considerar como una acción la finalidad de la cual es evitar, precisamente, la acción (C. de Brasi, 1991; citado por Estévez, 2005), donde se entiende la queja como la búsqueda de un destinatario, de otro que se haga cargo del malestar (Herrera, Loya y otros, 1993; citado por Estévez. 2005). De este modo ''el sujeto de la queja queda resguardado de toda responsabilidad y reclama algo del otro" (op. cit.: 157). Hace falta, así, dar un giro a esta cuestión. O dicho con otras palabras, convertir las quejas en producciones de trabajo. En definitiva, estamos diciendo que una condición sirte qua non para poder hablar, en sentido estricto, de supervisión es que haya alguna producción, algún producto inicial y algún producto final: una suerte de viaje, de recorrido que suponga un trabajo de refundación, de revisión y de análisis. Algo sobre lo cual reflexionar para obtener algo que dé respuesta a las nuevas inquietudes, a las nuevas problemáticas y a las nuevas dificultades. Si partimos de la afirmación que todo habla de la institución: lo que se dice, lo que no se dice, las prácticas, sus contradicciones, la circulación del saber y la circulación del poder, la historia de la institución y sus actores, los mitos del funcionamiento en aquellas épocas de esplendor que nunca existieron... Si todo esto habla, de lo que se trataría entonces es de escuchar a la institución, de mirarla, de supermirarla, de supervisarla... teniendo en cuenta la paradoja que divisábamos con anterioridad: que a las instituciones las necesitamos y, a la vez, las sufrimos. Efectivamente, desde esta paradoja se tienen que llevar a cabo las funciones profesionales, puesto que las instituciones son una regulación de la actividad humana. Otro de los aspectos que avanzaba al inicio de este artículo se refería a la cuestión del "qué" es materia, bajo mi punto de vista, de la práctica de la supervisión. Sobre todo por un interés para dejar constancia de que "no todo vale"'. Es decir, la supervisión no tendría que recorrer los caminos que la lleven a ser un "cajón de sastre" donde abocar todo aquello con lo que no estamos de acuerdo o no hemos trabajado en otros espacios. En definitiva, el asunto es poder marcar los límites necesarios para que puedan surgir las posibilidades de trabajo. El eje que aglutina tiene que ver directamente con las prácticas institucionales (en el supuesto que he mantenido hasta ahora) y, de manera más concreta, con las prácticas educativas. Lo decíamos antes: lo que se hace, lo que no se hace, el cómo se hace, cómo se decide, qué se hace, los espacios y su regulación, los tiempos, cómo se entiende el encargo que se recibe, cuál es la posición y la función del educador ante las actuales situaciones, qué es el que ahora tenemos que enseñar, de qué sujeto hablamos en nuestras instituciones... En definitiva, hay algo de la revisión del proyecto. Ahora bien, no nos referimos tan sólo al documento en sí, sino más bien al proyecto institucional, aquel que ~ 176 ~ EQUIPO TÉCNICO articula las dimensiones de atención, de educación y de organización de las instituciones, aquel que surge de poner en contacto lo que se dice que se quiere hacer con los niños, las niñas y los adolescentes, lo que se dice que se hace, y lo que realmente se hace. La capacidad para adentrarse en este nudo es, posiblemente, lo que nos permitirá, cuando menos, garantizar un trabajo de reflexión sobre nuestras prácticas. Porque si el proyecto es sólo sobrevivir en la institución, esto lo que está indicando es que ya no hay proyecto (Estévez, 2005). Es decir, promover posibilidades de futuro, tanto para las prácticas como para los equipos, como, por supuesto, para los sujetos que atendemos. Algunas propuestas para el espacio de supervisión pedagógica Visto el recorrido realizado, podríamos aventurarnos a definir la supervisión como la articulación de un espacio y un tiempo donde circula la palabra de los equipos; no sólo la palabra de cada uno de los miembros de un equipo, sino la palabra del equipo entendido como un ente que diluye la idea de un grupo de personas. Es decir, que la supervisión puede ser una buena herramienta para afianzar aquello que hace realmente que un grupo pase a ser considerado un equipo, la idea que existe un nexo en común del cual no nos podemos desprender: el trabajo. En efecto, para posibilitar la generación de un espacio y un tiempo para someter a análisis el proyecto institucional, hay que poder sopesar algunos aspectos fundamentales que ayuden a garantizar la construcción de un espacio que responda a las expectativas creadas: Por otro lado, intentar encontrar la articulación entre los problemas, las dificultades o las debilidades, y aquello que se ha logrado, el trabajo hecho. Es decir, encontrar puntos de conexión que ~ 177 ~ permitan analizar las prácticas sin caer en posiciones catastrofistas o, más bien al contrario, posturas autocomplacientes. El aspecto de la incorporación de profesionales externos a la institución como supervisores supone introducir un punto de vista diferente a partir del cual contrastar el trabajo que el equipo de educadores realiza. Aún así, hace falta un trabajo previo de conceptualización del encargo porque el trabajo de estos profesionales pueda revertir en la construcción de una manera propia de articular las exigencias sociales, los intereses particulares de los sujetos y la acción El espacio de supervisión tiene que diseñarse como un lugar de articulación entre teoría y práctica, como espacio de diálogo y encuentro entre la teoría pedagógica y la práctica educativa, entre el hacer y el EQUIPO TÉCNICO pensar. Es decir, para hacer y para pensar, teniendo en cuenta un aspecto: que pensar también es hacer. La articulación de la práctica con referentes teóricos permite establecer cierta orientación de las prácticas, sin olvidar que lo que, en última instancia, sesupervisa es el modelo educativo mediante los documentos orientadores de las practicas y los instrumentos metodológicos. Porque pensar que no hay un modelo educativo es ya, en sí, tener un modelo. Dentro de estos fundamentos para la construcción de un espacio que dé respuesta a las inquietudes de los equipos profesionales, podemos considerar diferentes posibilidades. En primer término, puede ser un espacio que prevea el análisis directo de la práctica educativa en general o bien de los espacios concretos de la práctica profesional que tenga en cuenta un trabajo, ya sea a partir de las dificultades y los temas que preocupen el equipo educativo, o bien desglosando las diferentes acciones y actividades educativas, de atención, de organización y de gestión que se vinculen al trabajo en una institución. Esta forma de trabajo permite poner, en primer lugar, las dificultades de la práctica y dar la palabra al equipo desde el principio. Esta posibilidad también tiene que prever una dirección que reconduzca la queja y que la reconvierta en producción de trabajo. Una variante de esta posibilidad se sitúa alrededor de la tarea profesional del educador y la educadora social: la posición del agente respecto del sujeto, los límites de los educadores y de los equipos, el papel del PEC, del PEÍ, etc. Y en segundo lugar, considerar la propuesta de una supervisión pedagógica en términos de trabajo conjunto. Una propuesta que requiere incorporar algunos elementos de la propuesta anterior, pero en relación a alguna producción ya realizada o para realizar. Es decir, se necesita algo para supervisar: la revisión del PEC, un trabajo alrededor del PEÍ, el análisis de la metodología, la revisión de conceptos educativos y pedagógicos... son ejemplos de aspectos, elementos y temas susceptibles de realizar un trabajo conjunto entre el supervisor y el equipo. Obviamente, estas propuestas son tan sólo orientativas, y en ningún caso las podemos considerar cerradas y definitivas. El mismo talante de la institución, del equipo y de la organización acabará definiendo el tipo de espacio y la metodología a emplear. Para acabar, en cuanto al señalamiento de algunas posibilidades, hay que hacer notar que no es lo mismo la demanda de supervisión de un equipo educativo que ésta sea hecha directamente desde el equipo directivo. Esta cuestión incide directamente en la visión que de este espacio puede tener el equipo. Es decir, es preferible comenzar un trabajo previo por parte de los equipos directivos que nutra las expectativas de los profesionales, que dé pie a crear la demanda. La imposición de la supervisión puede, incluso, suponer un retraso en la profundización del trabajo a realizar. Para concluir, hay que indicar tan sólo la consideración de los espacios de supervisión en las instituciones como espacios de formación, reiterando que este aspecto no responde únicamente y exclusivamente a un deseo de incluirlos dentro del que se viene denominando formación permanente del profesional, sino que, más bien, hace referencia a los efectos formativos en el ~ 178 ~ EQUIPO TÉCNICO desarrollo profesional que los espacios de supervisión pueden suponer, sobre todo, en tres niveles: en el trabajo educativo con los sujetos que se atienden; en la contribución a la construcción de un equipo educativo, en términos de aportación a la cohesión del equipo; y en las posibilidades de producción institucional en términos de circulación de saber. Es decir, una herramienta para"[...] entender presentes y bosquejar futuros", como señala Graciela Frigerio (1996: 29), y que reproducimos en la cita con que hemos iniciado este artículo. Una herramienta, pues, que canaliza la queja y permite re-ubicar las posibilidades y los límites del trabajo educativo. La supervisión supone, pues, la posibilidad de configurar un marco común del trabajo en equipo, donde el análisis institucional y la reflexión pedagógica supongan los ejes orientadores. Así, si bien no se conforma como un espacio estrictamente de formación, sí que supone un espacio donde la circulación de saberes sobre las prácticas repercute en la definición, análisis y conformación del proyecto institucional. TEXTO XI: TIRAMONTI, GUILLERMINA: Mutaciones en la articulación Estado-sociedad. GUILLERMINA TIRAMONTI: Licenciada en Ciencia Política (Universidad del Salvador) y Master en Educación y Sociedad. Coordinó el Área Educación y Sociedad de la FLACSO entre los años 1993 y 2000. Es Coordinadora Académica y profesora de la Maestría en Ciencias Sociales con orientación en Educación de FLACSO. Directora Académica del Seminario virtual “La educación secundaria: principales temas y problemas en perspectiva latinoamericana”, también de FLACSO. Profesora titular regular de la cátedra Políticas Educativas de la Universidad Nacional de La Plata. Consultora de varios organismos nacionales e internacionales (OEI, CEPAL, INAP, BM). Directora de la revista Propuesta Educativa. MUTACIONES EN LA ARTICULACIÓN ESTADO-SOCIEDAD Algunas consideraciones para la construcción de una nueva agenda educativa Después de una década y media de reformas educativas que se pretendían bendecidas por el poder de la verdad y el conocimiento científico, la educación sigue siendo una cuestión no resuelta y, en los últimos tiempos, escasamente ventilada en la esfera de la discusión pública. Existe, en general, una tendencia a pensar sus problemas como la derivación de un funcionamiento deficitario de la propia institución, de sus agentes o de las comunidades a las que estos atienden. Se pone el acento en una suma de déficits puntuales, ~ 179 ~ EQUIPO TÉCNICO argumentando que, si se atendieran adecuadamente a través de un mayor presupuesto, un disciplinamiento de los agentes y de la debida preocupación de los padres, la situación mejoraría sustancialmente. Sin embargo, la problemática que enfrenta la escuela tiene otra envergadura, y un grado de complejidad que exige una mirada más amplia y abarcadora de los cambios acaecidos en las distintas épocas, que se articulan de un modo particular con la institución escolar. tanto, nació asociada a otras circunstancias sociales, políticas y culturales. Lo primero que debe decirse es que la escuela es una producción institucional de un momento histórico diferente y que, por lo En este artículo, nos proponemos presentar y analizar aquellos ítems que consideramos de peso para mensurar las asimetrías existentes entre la institución escolar, y el momento histórico y cultural en el que esta se halla inserta. Los cambios en el entramado institucional La escuela moderna es una construcción social, surgida en las sociedades europeas entre los siglos XVII y XVIII, que inicia una inédita relación, denominada pedagógica, entre un maestro (en un sentido nuevo del término) y un alumno. Esta relación es inédita porque el maestro ya no es un artesano que transmite un saber hacer a un joven aprendiz, sino que la relación se independiza del resto de las relaciones sociales y genera un espacio y un tiempo específicos para la transmisión de los conocimientos (Vincent, Lahire y Thin, 2001). La escuela organiza las actividades de enseñanza-aprendizaje, distribuyéndolas en el tiempo y el espacio: la clasificación de los alumnos por edades, para su distribución en aulas; la división del tiempo, que marca la duración de la jornada diaria; el período del año en el que se desenvuelven las actividades; y el lapso de la vida que se ocupa en ella. La hipótesis de Aries (1987) acerca de la construcción de la infancia es una de las principales referencias de los estudios sociohistóricos en la materia. El autor señala que dicho proceso tuvo lugar en las sociedades europeas a partir del siglo XVII, cuando comenzaron a delinearse nuevos sentimientos y afectos respecto de la niñez, que se oponían a ' una mentalidad que los pensaba como adultos pequeños. La aparición del cuerpo infantil implicó una serie de transformaciones, relacionadas con un lento proceso de demarcación de la niñez, la percepción del niño en tanto ser inacabado que necesitaba resguardo, y con su segregación y posterior reinserción en la sociedad. En este proceso, la escuela fue causa y consecuencia, relacionada principalmente con la necesidad de alejar al niño de la vida cotidiana del adulto. Asimismo, implicó una proliferación de discursos para la regulación del cuerpo infantil, provenientes de la Psicología, la Pediatría, la Pedagogía y, posteriormente, el Psicoanálisis. Toda aparición de una determinada forma social está ligada a otros cambios que se suceden en el mismo momento histórico, que ~ 180 ~ EQUIPO TÉCNICO la constituyen como piezas de un mismo entramado social y le otorgan un determinado sentido político. La conformación de los Estados nacionales, asociada a los requerimientos de una población definida como libre, es, sin duda, uno de los referentes cuando se sitúa el surgimiento de la escuela moderna y se intenta reconstruir el sentido político de esta creación institucional. Forman parte del mismo paquete histórico los procesos de secularización del orden social, la conformación de lo que ha dado en llamarse la familia burguesa y, finalmente, el desarrollo del capitalismo industrial. Por supuesto, este entramado adquiere diferentes características en los distintos países, ya sea que hagamos la distinción entre los europeos y los latinoamericanos, o que diferenciemos situaciones específicas en América Latina. En este sentido, es necesario considerar las distancias existentes entre los modos de incorporación y articulación social que caracterizan a países como Brasil y la Argentina. En el caso de Brasil, es una conformación que deja fuera del alcance del Estado una parte considerable de la población, lo que genera una sociedad dual que el crecimiento económico y social no ha podido neutralizar. En el caso argentino, se trata de un modelo que se propone la integración y la articulación del conjunto de la sociedad a partir de un proceso de fuerte homogeneización cultural, realizado por el Estado a través de la educación pública. De cualquier modo, el modelo societario con el que se organizaron las sociedades latinoamericanas desde fines del siglo XIX hasta avanzada la segunda mitad del siglo XX tuvo al Estado como protagonista. Formando parte de esta matriz social que Marcelo Cavarozzi (1999) denominó Estadocéntrica, se constituyó la escuela pública en América Latina. El sistema que se estableció a fines del siglo XIX y principios del XX reconocía en el Estado nacional su referente material y simbólico más importante, tanto para la administración, la gestión y el financiamiento de las instituciones escolares, como para la provisión de un sentido que se pretendía universalista y que expresaba en clave nacional la cultura civilizada (Tiramonti, 2003). En este modelo social, el Estado es una figura clave en la construcción de un espacio de sentido para el conjunto de los individuos y de las instituciones La escuela estuvo doblemente asociada a la creación de este espacio común: por un lado, como portadora de una propuesta universalista que expresaba el conjunto de los valores, los principios y las creencias en los que se fundamentaba la comunidad, a la que debían incorporarse las nuevas generaciones y, por el otro, como dispositivo de regulación social, y, en consecuencia, como instrumento de gobernabilidad. Trabajos recientes (Romero, 2004; Carretero, Rosa y González, 2006) muestran cómo, a través de los textos escolares, se forjaron las representaciones de lo que éramos como nación, del pasado que compartíamos, de las tradiciones en las que se inscribían el presente y nuestro destino como nación. La constitución de nuestras representaciones identitarias como sociedad, como comunidad de pertenencia fue plasmada en el espacio escolar. Por supuesto, buena parte de los sentimientos xenófobos provienen de esta demarcación de la ciudadanía nacional y de su diferenciación con lo extranjero. Un croquis de una Argentina que es pura frontera, que se marca con un trazo muy fuerte, transmite toda una concepción de las distancias entre nosotros y los extranjeros. ~ 181 ~ EQUIPO TÉCNICO Al decir de Antonio Bolívar (2004), la institución escolar, que en su origen desplegó un ejercicio consistente en subordinar las identidades históricas y culturales particulares al proyecto de creación de una identidad nacional, está hoy involucrada en responder a la multiculturalidad. La formación de la nacionalidad se correspondió con la conformación de la sociedad industrial y con el entramado institucional propio de esta etapa del desarrollo capitalista: la fábrica, la familia, la escuela, la clase social y las instituciones de representación política y sectorial constituyeron marcos institucionales que regulaban y contenían la existencia de los individuos hasta avanzado el siglo xx. Se trata de un complejo institucional cuya eficacia resultaba de la complementariedad de su acción y de su común referencia al Estado nacional. El proceso de globalización rompe esta matriz social y deshace el entramado institucional en el que se sostenía y, con ello, el campo común en el que se integran y articulan individuos e instituciones. El Estado, y, por ende, la acción política y los criterios que esta definía para la organización del campo nacional pierde centralidad, en favor de una presencia fuerte del mercado y de la competencia en la definición del orden social. El nuevo tipo societario está acompañado por una serie de cambios en las instituciones que estructuraban la sociedad industrial y enmarcaban la existencia de los sujetos. Para Beck (1997), asistimos a una descomposición de la sociedad industrial como entramado de experiencias. Según esta postura, las personas han quedado libres de las seguridades y de las formas de vida estandarizadas. Así como la constitución de la sociedad industrial implicó el desencaje (Giddens, 1994) de las relaciones sociales con respecto al contexto local de interacción y- las incorporó a un nuevo entramado relacional en el que el sexo, la familia y la clase definían un modo de vida y, por lo tanto, las condiciones de existencia, la sociedad pos industrial provocó la descomposición de ese entramado de experiencias, al desregular la existencia de los individuos que están condenados a ser ellos mismos (Sennett, 1978). Se trata de la pérdida del sistema de referencias que proporcionaba la sociedad industrial, por un lado, y, por otro, de la constitución de un sujeto autorreferencial. Los cambios en este sentido son tan importantes que algunos autores hablan de la «declinación de la idea de sociedad» o de la «muerte de lo social» (Dubet y Martuccelli, 1998). Según este razonamiento, las instituciones habrían perdido la capacidad de marcar las subjetividades y asistimos al pasaje de una sociedad que integraba mediante un proceso de supersocialización de los agentes a través de diferentes agencias socializadoras -entre las cuales se destacan la familia, la escuela y la iglesia--, a una sociedad de individuos subsocializados y anómicos. Se trataría de un proceso de desinstitucionalización, que acompañaría la crisis de la sociedad como concepto y como realidad (Tenti Fanfani, 2002). En el campo de la educación, estos posicionamientos señalan la pérdida de la potencialidad de la escuela para instituir identidades; asimismo, asocian esa caída con la muerte del Estado-Nación y de la ley como instancia fundadora de la ciudadanía. La escuela cayó, según estos discursos, como ilusión forjadora de un sujeto universal y no ~ 182 ~ EQUIPO TÉCNICO dispone de ninguna narrativa en la que anclar la constitución de lo social (Duschatzky, 2001). Sin adscribir a posicionamientos tan radicales, es evidente que la red institucional que caracterizó a la sociedad moderna se está modificando, y que esto cambia los marcos estructurantes de la acción y el terreno en que se mueven las instituciones escolares. Los datos de nuestra investigación arrojan evidencia de que existen procesos de este orden que afectan de modo diferenciado a los distintos sectores y subsectores sociales. También se constata la permanencia y la consiguiente combinación con procesos anteriores y, en definitiva, la desorganización de los antiguos marcos estructurantes de la acción, por un lado, y, por otro, la dificultad para identificar las orientaciones y características del nuevo tipo societario. Es evidente que el modelo social integrado por la acción política de un Estado con capacidad de articular e incluir material y, simbólicamente, al conjunto de la población -y de construir, de este modo, un lazo comunicante entre todos los miembros de la sociedad, y un campo común en el que se inscribían desigualdades y diferencias- está roto. Es claro, también, que el conjunto de las instituciones que caracterizaron a la sociedad industrial está atravesando profundas modificaciones; esto, a su vez, da cuenta de una sociedad que está reconfigurando sus dispositivos de control y de reproducción social. La pregunta es: ¿cuánto y de qué modo esto se hace presente en los agentes y en las instituciones escolares? En este nuevo orden social, la familia ha cambiado. Ha dejado de ser una estructura jerárquica organizada alrededor de los mandatos de reproducción de la especie, de la producción material y de las exigencias del mandato patriarcal. En la actualidad, el eje organizador de la unidad familiar es la comunidad emocional, el cultivo de la intimidad y el reconocimiento de las individualidades. Giddens (2000) habla de una relación pura para nombrar las relaciones basadas en la comunicación emocional, en las que las recompensas derivadas de esta última constituyen la base primordial para su continuidad. Este tipo familiar resulta de una larga lucha por la emancipación de la mujer, en la que jugó un papel central la separación entre sexualidad y reproducción. Esta separación, a su vez, resultó del desarrollo de los dispositivos de anticoncepción; de la valorización del espacio íntimo como fuente de gratificación; de la penetración del discurso psí y, también, de la perplejidad de los adultos frente a las nuevas configuraciones culturales. Esta nueva familia es, sin duda, más débil en la transmisión de mandatos, no porque la composición heterogénea que ahora reviste impida este mandato, o porque las relaciones emocionales y la democratización de la intimidad obliguen a una horizontalidad reñida con la transmisión cultural, o porque el discurso psí no incluya mecanismos de regulación, sino simplemente porque las familias viven la experiencia del cambio cultural y de una sociedad de riesgo, que exige lecturas particularizadas de la realidad y una construcción individualizada del futuro. Algunas de estas familias se han adaptado a esta sociedad de riesgo, y apuestan a la creatividad de sus hijos para el despliegue de estrategias y trayectorias innovadoras con el fin de abordar un futuro siempre cambiante. Los datos de nuestra investigación muestran, justamente, las diferencias familiares en las estrategias de transmisión cultural. Sólo las ~ 183 ~ EQUIPO TÉCNICO familias provenientes de los sectores_ más tradicionales de la población encauzan a sus hijos en la preservación de una tradición que, hasta el momento, los ha mantenido en una posición social de privilegio. Las elites más modernas apuestan a la construcción de individuos competitivos, y las clases medias ilustradas construyen una estrategia que combina los recursos culturales con un reforzamiento de la creatividad individual. El resto de las familias están sumidas en la perplejidad que les genera la comprobación de la «inoportunidad» de la transferencia a sus hijos de las antiguas estrategias a través de las cuales ellos lograron ascender socialmente. La vulnerabilidad de sus actuales posicionamientos, o el descenso social al que han sido sometidos en los últimos años, les indican que las nuevas generaciones deberán innovar para afrontar con éxito el futuro. Numerosos autores han tratado este fenómeno de ruptura generacional que se produce en una sociedad proyectada hacia el futuro. En la década de 1970, Bell (1977) sostenía que el problema sociológico de la realidad de nuestro tiempo -en términos de ubicación social y de identidad- se plantea porque los individuos han soltado viejas amarras y ya no siguen pautas heredadas. De aquí el paso de la familia, o de la clase, a la generación como fuente estructurante de la acción. Del mismo modo, Giddens (1997) acuñó el concepto de «modernidad reflexiva» para designar una sociedad donde la tradición se repliega y los individuos se ven forzados a vivir de una manera más abierta y reflexiva. Sin embargo, la retracción de la tradición y las rupturas en la transmisión gene racional de estrategias concretas para la acción, que, por supuesto, traen incluida una definición ética, no implican que se haya interrumpido la transmisión de capitales culturales y sociales a los hijos, a partir de los cuales estos rearman sus trayectorias, a la luz de las oportunidades y restricciones que generan las nuevas condiciones de existencia. No hay repetición, pero sí, transferencia de capitales que, como señala Kessler (2000) no siempre pueden ser actualizados en las nuevas condiciones sociales. Los cambios en la familias han sido leídos en clave conservadora, o con un dejo de nostalgia, por la pérdida del orden patriarcal (Tedesco, 2003). Según estos autores, las familias han dejado de cumplir con su función de socialización primaria: ya no trasmiten a sus hijos una determinada visión del mundo, sino que los han abandonado a sus propias elecciones. A partir de ello, se hace un reclamo a las familias para que reasuman su función de autoridad y de socialización primaria, de modo de restituir la capacidad familiar de regular los comportamientos de sus hijos. En este caso, como en el de la queja por la acción de los medios de comunicación, que veremos en el próximo punto, no se trata de la muerte de la familia ni de la pérdida de todo mecanismo de regulación, sino de una nueva configuración donde las responsabilidades individuales tienen otra centralidad y donde la normalización está más asociada a los flujos y redes en que se inscribe la vida cotidiana. De cualquier modo, resulta reconciliar la antigua estructura patriarcal de la familia con las nuevas reivindicaciones de libertad individual y de realización personal de hombres y de mujeres. Según Beck lo que se vive como crisis o catástrofe consiste en que tenemos que entender y reconocer más libertades de las que «habían sido previstas en el libro ilustrado ~ 184 ~ EQUIPO TÉCNICO de la mentada y prometida, pero nunca vivida, democracia” (1999). Vivimos, según este autor, en las condiciones de una democracia internalizada, para la cual muchos de los conceptos y recetas de la primera modernidad se han vuelto insuficientes. Esta libertad internalizada de la que habla Beck genera una diversidad que es considerada peligrosa en la medida en que no puede ser procesada por la red de instituciones sociales y políticas existentes. Pareciera que el camino para conciliar las instituciones con mayores grados de diversidad requiere abandonar la satanización de los individuos y de sus familias. Más allá de los temores que pueden ocasionar los procesos de individualización y las prácticas no estandarizadas que estos procesos generan, es importante señalar que numerosas investigaciones dan cuenta de una ruptura en la trasmisión cultural intergeneracional. El cambio cultural dificulta la comunicación entre las generaciones. La generación electrónica es portadora de códigos, de valores y de comportamientos que resultan extraños a la generación que les precede. Esta brecha generacional se ve agravada por la incertidumbre que despierta el futuro de una sociedad en permanente cambio. Esta dificultad para la transmisión también está presente en las escuelas. Hay una puesta De la Galaxia Gutenberg a la sociedad mediática Además de las mutaciones en el entramado institucional, en la segunda mitad del siglo XX, en segundo plano de la tarea de enseñar, que podría resultar de la confluencia de varios factores: la importancia otorgada a las funciones asistenciales, que recortan el tiempo dedicado a las tareas específicas; la difusión de las teorías constructivistas y de la cultura psi (Varela, 1991), que desplazan al adulto/docente de la posición de transmisor para ocupar el lugar de facilitador o de guía de los aprendizajes espontáneos de los niños; o la brecha cultural entre adultos y jóvenes, a la que nos referimos en los párrafos precedentes, que imposibilita la función de transmisión. El primero de estos factores -la importancia otorgada a las funciones asistenciales- exige una acción por fuera de la escuela, que reponga una situación de mayor equidad social y despeje a la institución de esta tarea asistencial; el segundo ¬la difusión de las teorías constructivistas y de la cultura psipropone una reposición pedagógica de la función de transmisión cultural a través de la legitimación de esta acción; el último -la brecha cultural entre adultos y jóvenes- pone a la institución en posición de cuestionar su patrón cultural, de modo de transformado mediante la incorporación crítica de los nuevos formatos culturales y, desde este lugar, retomar su función de transmisora cultural. Como veremos en el apartado siguiente, la escuela pareciera hallar se en un lugar de resistencia cultural y no de apertura e intercambio con la cultura contemporánea. se acumularon una serie de cambios que transformaron significativamente el orden social, político, económico y cultural, a la vez que modificaron la vida cotidiana de la gente e impactaron significativamente en la ~ 185 ~ EQUIPO TÉCNICO construcción de las subjetividades y en la conformación de las identidades. En el campo de la cultura, el fenómeno más significativo es, sin duda, la revolución de las comunicaciones, tanto por el desarrollo de los medios de comunicación de masas como por el de las tecnologías electrónicas para la transmisión y almacenamiento de datos. Ciertamente, los medios de comunicación se han constituido en un ecosistema o ambiente donde se desenvuelve nuestra vida y donde se recrean y producen lenguajes, conocimientos, valores y orientaciones sociales (Quevedo, 2003). Este hecho desafía a la institución escolar, tanto en su función de transmisora de conocimientos y de saberes, como en su carácter de socializadora de niños y de jóvenes. En el apartado anterior, hemos presentado la existencia de un proceso de desinstitucionalización, entendido como la pérdida de eficacia reguladora de las instituciones generadas por la sociedad industrial, entre las que se destacan el Estado, la escuela y la familia. La otra cara de la moneda la constituye la capacidad de los medios de comunicación de masas para definir los modos de vida, los gustos, y para conformar un arco valorativo que reordena y desmonta las anteriores formas de intermediación y autoridad que configuraban, hasta: no. hace mucho, el estatuto del poder social (Barbero, 2002). Las visiones o perspectivas más negativas (Sartori, 1997) depositan en los medios masivos de comunicación, fundamentalmente en la televisión, el origen o la causa de todos los males que aquejan a la sociedad. De allí que se piense la televisión como un dispositivo que está en la base del aumento de la violencia, de la pérdida de la autoridad en todos los ámbitos y de la decadencia de la capacidad lectora de las nuevas generaciones. En todos estos casos, la televisión es representada como un aparato poderoso que contrasta con la pasividad con que los niños y los jóvenes reciben los mensajes. A partir de esta apreciación sobre el efecto de los medios, se ha construido un discurso acerca de la muerte de la infancia. Desde este punto de vista, se considera que los .medios han eliminado las fronteras entre la infancia y la madurez y, por lo tanto, han debilitado la autoridad de los adultos • A quienes así argumentan les preocupan las consecuencias de este pasar de fronteras. Plantean que la salud de los niños exige que nos transformemos en vigilantes de la línea de separación entre niños y adultos, tanto en la casa como en la escuela, o en el ámbito general de la cultura. Esta separación implica una exclusión de los niños del mundo de los adultos. La amenaza de los medios electrónicos radica, justamente, en que constituyen una de las fuentes principales de cono-cimiento de la vida adulta. Desde esta perspectiva, el dilema fundamental son el acceso y el control. Podría decirse que la infancia se ha definido de diferentes modos a través de la historia, y que estas definiciones han ido cambiando el estatus social de la niñez y las relaciones de esta con los adultos. La modernidad es la que establece esta separación tajante entre el mundo de los adultos y el de la niñez. El formato de la escuela moderna rompe con los anteriores modos de transmisión cultural, que se basaban en un aprender a hacer a través de la incorporación de los aprendices a la producción familiar. La escuela instaura un lugar específico, donde sucede la relación ~ 186 ~ EQUIPO TÉCNICO pedagógica, que es autónomo respecto del resto de la vida social y productiva (Vincent, Lahire y Thin, óp. cit.). La extensión de los años de estudio y de la jornada escolar estableció nítidas fronteras entre la vida de los niños y de los adultos; pero los medios las han des-dibujado. Sucede que los medios representan un papel cada vez más importante en la definición de las experiencias culturales de los niños de hoy. El desafío para las familias y la escuela no es protegerlos de los medios, vedándoles el acceso, sino, por el contrario, preparados para abordar la experiencia mediática. Dentro de este paquete de calamidades que se le atribuye a la influencia de los medios, está el declinar de la lectura o la muerte del libro. Según esta postura, la seducción que ejercen los medios audiovisuales sobre los niños y los jóvenes explicaría su alejamiento de la lectura. Sin embargo, la actual crisis de la lectura pareciera estar más relacionada con la profunda reorganización que atraviesa el mundo de la escritura y de los relatos, y la consiguiente transformación de los modos de leer, es decir, con el desconcierto que entre los más jóvenes produce la obstinación de seguir pensando la lectura únicamente como forma de relación con el libro, y con la pluralidad y heterogeneidad de textos y escrituras que hoy circulan. No se trata, entonces, de la muerte de la lectura, sino de la pérdida de su lugar central y hegemónico en el espacio cultural. En el siglo XXI, aprender a leer los textos audiovisuales y los hipertextos es condición indispensable para la incorporación de las nuevas generaciones a un intercambio cultural que permita la constitución activa de la ciudadanía. Hubo un tiempo en que el acceso al saber pasaba casi exclusivamente por la lectura fonética. En la actualidad, sin embargo, hay una heterogeneidad de textos a través de los cuales es posible acceder al conocimiento. La escuela fue constituida dentro del universo que Marshall McLuhan bautizó como la Galaxia Gutenberg, es decir, un mundo dominado por la lógica del libro, cuya base es la estructura de la linealidad y el orden secuencial (Quevedo, óp. cit.). La heterogeneización de los textos rompe esta linealidad y modifica los modos de acceder al saber que tienen las nuevas generaciones. Según Barbero (óp. cit.), la actual ruptura generacional remite a una experiencia que no cabe en la linealidad de la palabra impresa, pues, nacidos antes de la revolución electrónica, la mayoría de nosotros no entiende lo que esto significa. Este no entender pareciera ser lo que está sucediendo en las escuelas. La inmersión de esta generación en un ambiente cultural tan diferente al de los mayores es, en parte, una de las causales de la existencia de una brecha generacional que se piensa como ruptura, en el sentido de pérdida de los intercambios y de la transmisión cultural de una generación a otra. Esta ruptura también está en la base de las dificultades de la escuela para constituirse en transmisora cultural. Para algunos autores, la escuela se ha transformado en un lugar de enfrentamiento entre la cultura letrada y la audiovisual. Sin embargo, no parece que esa lucha efectivamente se esté librando. Nos encontramos ante instituciones escolares en las que la transmisión cultural es poco significativa o muy débil, de modo que no ~ 187 ~ EQUIPO TÉCNICO puede considerarse que desde allí se apunte a contrarrestar el sustrato cultural que proponen los medios de comunicación de masas, o a competir con él. Esta falencia de la función básica de la escuela resulta de su incapacidad, tanto de reconocer los nuevos códigos culturales como de poner en juego los instrumentos que proporciona la cultura letrada para interactuar inteligentemente con los medios audiovisuales y electrónicos. y los objetivos declarados. "La escuela debería proporcionar a los niños y los jóvenes un filtro cognitivo, que los desplace del lugar de espectador pasivo y los transforme en lectores inteligentes de los mensajes que se les dirigen, ya sea como consumidores a través de las propagandas, o como receptores culturales. Sólo si la escuela reconoce a los medios como dimensión estratégica de la cultura, podrá interactuar con los nuevos campos de experiencia surgidos de la reorganización de los saberes, de los flujos de información, de las redes de intercambios creativos y con la hibridación de las ciencias y las artes (Barbero, óp. cit.). Al mismo tiempo, la mediatización de lo público exige una escuela capaz de proporcionar a las nuevas generaciones las habilidades cognitivas necesarias para leer e interpretar los mensajes mediáticos que los interpelan como ciudadanos. El ejercicio actual de la ciudadanía exige decodificar crítica mente estos mensajes para establecer las relaciones de sentido entre ellos, los intereses que están en juego, los propósitos subyacentes En primer lugar, se trata de reconocer las nuevas tecnologías de comunicación como tecnologías de intelectuales; esto es, como estrategias de, conocimiento y no como meros auxiliares de la tarea escolar. En segundo lugar, consiste en incorporar los medios audiovisuales como objeto de estudio de la cultura cotidiana de los chicos, de la sociedad en que vivimos, de los acontecimientos que jalonan nuestra historia y de los múltiples modos de contamos esa historia. El análisis de una telenovela puede decimos mucho de la cultura en la región, de los valores que lo articulan, de los modos en que se procesa el conflicto en nuestras sociedades, del lugar de la mujer, de las relaciones familiares, de las relaciones entre los diferentes grupos sociales, de los modos de concebir la pobreza y la riqueza, y así al infinito. De la selección meritocrática a la inclusión fragmentada aspiraciones y las expectativas individuales (Durkheim, 1997). La constitución de un orden social basado en la regulación de hombres libres -propuesta por la modernidad- fue acompañada de la creación de una red de instituciones, destinadas a generar sujetos autocontrolados por efecto de dos factores: la internalización de un sistema de mandatos, y la acción del entorno institucional sobre las conductas, las La institución que tuvo a su cargo la generación de esta disciplina fue, sin duda, la escuela moderna. El auge de las escuelas elementales a cargo del Estado se explica por la exigencia, que pesa sobre esta institución, de constituirse en garante de un orden social que, a su vez, se sostiene en el reconocimiento de la libertad individual, la cual debe ser Consiste en un cambio radical del proyecto cultural de la escuela. ~ 188 ~ EQUIPO TÉCNICO regulada a través de una acción sobre la conciencia de los individuos. Para ello la escuela adoptó la tecnología pastoral con que la Iglesia católica constituía a los fieles. Como indicamos al principio de este trabajo, la escuela moderna separó lo que hasta ese momento corría junto, por lo que emergió un espacio diferenciado del hacer cotidiano. De este modo, transformó a los aprendices en alumnos, recortó un conjunto de saberes legitimados socialmente y los transformó en contenidos disciplinares, que debían ser transmitidos en su seno a través de la acción de profesionales formados especialmente para ese fin. Este proceso generó efectos contradictorios. Por un lado, al separar el enseñar del hacer, la escuela hizo posible que una parte de la población se independizara de sus anclajes de origen y, por lo tanto, materializó para ellos la promesa emancipadora de la modernidad. Por otro lado, en la medida en que los saberes escolares se distanciaron de la vida cotidiana y de los conocimientos que por ella circulaban, aquellos saberes se hicieron extraños para otros grupos poblacionales más asociados a los conocimientos prácticos. Estos grupos fueron seleccionados negativamente, hecho que generó los fenómenos de repitencia o de deserción que no son patologías, sino resultado necesario de esta forma particular de transmitir el saber. Emancipar y seleccionar fueron dos procesos relacionados, que se suponen mutuamente, y que permitieron procesar exitosamente la tensión -que la modernidad hizo pesar sobre el ámbito escolar- entre igualación y selección. La sociedad del mérito funcionó sobre la base de la selección que generaba el mundo de los negocios, el éxito artístico o intelectual, y la credencial académica o profesional que proporcionaba el circuito educativo en todos sus niveles. La selección es el principio sobre el que se fundó la sociedad del mérito, y los niveles medios y altos de los sistemas educativos estuvieron al servicio de esta selección. La masificación de los niveles medios de la educación tiende a neutralizar su función seleccionadora. La exigencia de inclusión que pesa sobre el sistema educativo resulta de la confluencia de varios factores: la creencia generalizada de la población en el valor del mérito personal para ascender socialmente; el achicamiento de los mercados laborales que, al producir un aumento de las exigencias educativas para la selección del personal (con autonomía de la calificación que exija el puesto de trabajo), genera el alargamiento de las trayectorias educativas de aquellos que se proponen competir en el mercado laboral; la construcción de cuasi mercados educativos que tienen una dinámica de expansión propia; la legitimidad que otorga la educación en la acción política y, finalmente, la demanda por el derecho a la educación que ejercen los sectores sociales emergentes. En diferentes contextos, las sociedades han desarrollado distintas estrategias orientadas a procesar estas tendencias a la masif1cación, conservando cierta capacidad de selección para los sistemas educativos. Los países europeos generaron sistemas binarios que seleccionaban tempranamente a la población, para ingresar en circuitos diferenciados que los depositaban en diferentes niveles del sistema. Otros países, entre los cuales está el nuestro, mantuvieron un circuito único para el conjunto de la población; este circuito primero se segmentó en relación con el origen social de sus alumnos y, posteriormente, se fragmentó, ~ 189 ~ EQUIPO TÉCNICO construyendo posibilidades muy diferentes para quienes se incorporan a la educación. La fragmentación es un modo particular de configuración del sistema: procesa la desigualdad educativa, generando espacios más o menos cerrados, que procuran una socialización de las nuevas generaciones entre pares social y culturalmente homogéneos. El fragmento se organiza alrededor de un conjunto de valores y criterios pedagógicos que se construyen en diálogo con la comunidad, Sus alumnos son atendidos y preparados para transitar por mundos propios. Sus referencias al contexto social o la construcción de la otredad se realizan sin la percepción de la existencia de un terreno común y, por lo tanto, sin el reconocimiento de las responsabilidades compartidas en una construcción colectiva. En un artículo reciente, Ziegler (en prensa) argumenta que los proyectos solidarios desarrollados por las escuelas que atienden a los sectores medios y altos de la población permiten aquietar las conciencias, sin poner en cuestión las condiciones estructurales que generan las asimetrías sociales. Esta configuración fragmentada no es privativa de la educación, sino que se ha transformado en un modo de habitar el espacio social. En otro trabajo (Tiramonti, en prensa), hemos mostrado cómo nuestro país procesó la ampliación de las matrículas del nivel medio mediante la construcción de fragmentos diferenciados para la incorporación de los sectores emergentes. Durante los años cincuenta, se generó el circuito técnico para la incorporación de los hijos de los trabajadores manuales; en los sesenta, las clases medias altas optaron por la educación privada, frente a las tendencias de masificación del sector público; en los setenta, cuando el Estado nacional dejó de crear escuelas nacionales en los territorios provinciales, surgieron las escuelas provinciales, que incorporaron a los sectores emergentes que pujaban por obtener educación media para sus hijos; y recientemente, se crearon las escuelas de reingreso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el propósito de acoger a quienes son expulsados de la red escolar tradicional. A excepción de la red de educación técnica, construida sobre' la base de una definición pedagógica que le era propia, en los otros casos, los nuevos circuitos propusieron una misma definición pedagógica y modificaron las expectativas de logro de los alumnos, generando una permanente degradación de la propuesta original. En los últimos veinte años, el aumento de la competencia en el mercado de trabajo, el desarrollo de estrategias defensivas ante las tendencias de expulsión social que resultan de los nuevos modos de organización económica y social, la primacía de lo particular sobre lo universal y los temores que genera la incorporación al mundo globalizado, variaron las formas de habitar el espacio social en general, y el educativo en particular, en favor de la construcción de un mundo fragmentado donde las distancias sociales son de una cualidad diferente. No se trata de mundos comparables en términos de mayor o menor calidad (aunque se pueda hacer esa medición y demostrar la injusta distribución en las condiciones de vida), sino de espacios en los que imperan códigos culturales, sociales y normativos que difieren totalmente entre sí. De este modo, lo que hasta ayer nombrábamos como sistema educativo hoy no es otra cosa que un agregado institucional fragmentado, donde es difícil reconocer sentidos compartidos. Se registra una ~ 190 ~ EQUIPO TÉCNICO explosión de sentidos, cada uno de los cuales se construye en diálogo con las expectativas, las estrategias y los capitales familiares, por un lado, y los recursos institucionales, por otro. Ya hemos dado cuenta anteriormente (Tiramonti, 2004) de que esta fragmentación traduce un fenómeno semejante en el campo normativo. Del mismo modo, de acuerdo con las últimas investigaciones (Poliak, 2004), también afecta al cuerpo de docentes: Las diferencias de La función inclusiva de la escuela La legitimidad del sistema educativo se ha sostenido históricamente en su capacidad para proporcionar a las nuevas generaciones los instrumentos para su posterior incorporación en la sociedad. El futuro se construía asociado con los estudios superiores, la inserción en el, mundo laboral y con la preparación para el ejercicio ciudadano. Todas estas referencias han sufrido cambios que ponen en cuestión las tradicionales relaciones entre la escuela y el trabajo, y la escuela y la ciudadanía. Por una parte, el mercado de trabajo ya no es una promesa abierta a todos los sectores sociales, sino que, por el contrario, mantiene su fuerza expulsiva, dejando a un porcentaje alto de la población en condiciones de marginalidad. La relación entre educación y empleo no es de ninguna manera unívoca. Si bien los más educados tienen mayores protecciones frente al desempleo, la investigación muestra que el 20% de los jóvenes que terminan la escuela secundaria no son incorporados al mercado de trabajo (Filmus, Miranda y Otero, 2004). La promesa de la escuela como pasaporte a la criterios que las escuelas ponen en juego, tanto para seleccionar como para definir el perfil del profesor deseado, evidencian las brechas y las discontinuidades que configuran al cuerpo docente. Ser hombre o ser mujer, perfeccionarse en universidades extranjeras, ser joven, saber manejar a los adolescentes, soportar las condiciones de trabajo, adecuarse a la disciplina establecida, tener sentido de pertenencia institucional o, simplemente, contar con antigüedad son algunos de los elementos disímiles que dan cuenta de la pertenencia a instituciones también diferentes. integración laboral es incumplida para un sector de la población. Parafraseando a Duschatzky (1999), para un grupo de chicos, la escuela ha dejado de otorgar un pasaporte para el ingreso al intercambio social mediante su incorporación al mercado laboral, y se ha transformado en un espacio de frontera, más allá del cual no se puede avanzar. La relación educación-ciudadanía también ha sido - claramente jaqueada por los cambios culturales de la segunda mitad del siglo xx. La ciudadanía tradicional fue pensada para realizarse en un determina- do espacio, el del Estado-Nación, y en función de su relación con el Estado y con la norma que transformaba a los individuos en sujetos de derecho. A la luz de la globalización, se discuten cuáles son los espacios para la constitución de la pertenencia. La disyuntiva de patriotas o cosmopolitas (Nussbaum y otros, 1995) da cuenta de uno de los clivajes que la globalización genera en la ciudadanía; pero no es el único, ya que los comunitaristas han planteado la pertenencia con alcances circunscriptos a las sociedades locales, donde la relación es aún cara a cara. ~ 191 ~ EQUIPO TÉCNICO A diferencia de la ciudadanía moderna, que se definió con relación a la constitución de un sujeto de derecho, la actual sociedad de consumo realiza una asociación de ciudadanía con capacidad de consumo. Desde este parámetro, la democracia puede ser pensada como sinónimo de acceso a un gran número de productos, entre los que se encuentra la educación. Sin embargo, se perciben claramente las limitaciones de esta articulación de ciudadanía y consumo, si pretendemos que esta última esté basada en un principio de justicia, tanto en su dimensión distributiva como de reconocimiento. La exclusión no sólo implica falta de acceso a bienes de consumo, sino también expulsión del entramado social y de las redes del intercambio social. A lo que se está haciendo referencia desafiliación tal como lo denomina Castel (1997), es a una situación en la que los individuos dejan de estar socialmente anclados. La Antropología y la Sociología contemporáneas (Reguillo, 2005; Kessler, 2002) dan cuenta de la construcción de redes alternativas que articulan, contienen y proporcionan sentido de pertenencia a grupos sociales excluidos del intercambio social. La existencia de las maras en Centroamérica o de los narcos en Brasil no se explica sólo por su capacidad de proporcionar el acceso al consumo a aquellas poblaciones que están excluidas de esta posibilidad, sino también por la necesidad de construir pertenencias sociales e identidades desde las cuales interactuar con una sociedad que les es ajena. En un trabajo reciente, Duschatzky (2007) identifica y analiza el papel de los líderes en la construcción de lazos en el interior de los barrios populares; y el efecto de protección que aquellos generan en una población de jóvenes escolarizados. Por otra parte, también resulta claro que las exigencias de justicia y de reconocimiento abarcan, asimismo, una multiplicidad de identidades que la modernidad subsumió a la concepción de una ciudadanía abstracta. La expresión iguales, pero diferentes, que acuñó Inés Dussel para denominar un programa de investigación y de producción de materiales audiovisuales sobre la discriminación escolar, da cuenta de la tensión entre el reconocimiento de las diferencias y las exigencias de justicia. Más allá de las limitaciones que presenta la concepción moderna de ciudadanía, contenía una exigencia de inclusión social y de igualdad de acceso a los bienes materiales y simbólicos de la sociedad que fueron el motor de la dimensión emancipadora de la modernidad (Wallerstein, 1995). Esta exigencia debería ser considerada en una redefinición de la ciudadanía, que permitiera contemplar, por un lado, las particularidades culturales y, por otro, la universalidad del derecho al acceso a los bienes materiales y culturales producidos por la sociedad. En este sentido, la escuela, como espacio de confluencia de las diferencias y de incorporación universal al diálogo cultural, resulta una mediación estratégica ... Creemos que la escuela debe recuperar la centralidad que ha ido perdiendo debido a su incapacidad de constituirse en una operadora de la heterogeneidad de lenguajes, instrumentos y soportes de la actual configuración cultural. . ~ 192 ~ EQUIPO TÉCNICO El lugar del Estado Ya hemos señalado el impacto que sobre el Estado nacional tiene la globalización. En términos muy generales, podemos decir que hemos abandonado una configuración Estadocentrica. (Cavarozzi, 1999) -que depositaba en el estado nacional la organización y el control del orden social-, para dar lugar a una sociedad donde el mercado ha adquirido un fuerte protagonismo en la organización de las diferentes dimensiones de la sociedad. Son numerosos los trabajos que muestran la constitución de cuasi mercados educativos y la introducción de criterios de competencia para la organización de este campo (VareIa, 1991; Narodowski, 1999). Esta penetración de las lógicas y los criterios del mercado en campos que, hasta ahora, tenían como referente central al Estado ha obligado a este último a reposicionarse en búsqueda de reconstruir su lugar en la sociedad que no sólo garantice su permanencia, sino que sea compatible con esta presencia fuerte del mercado. Weiler (1996) ha planteado que el Estado, en el ejercicio de su poder, tiene un doble interés: mantener el control, asegurando su efectividad, y mejorar y sustentar la base que lo legitima. Los modos y los instrumentos mediante los cuales el Estado procura dar satisfacción a estas exigencias del poder están en pleno proceso de cambio. En términos generales, podríamos decir que el estado social basó su legitimidad en la capacidad de proporcionar bienestar y de generar una promesa de creciente satisfacción con respecto a las expectativas de la población al mismo tiempo, sostuvo su capacidad de regulación mediante una serie de dispositivos: una red de instituciones disciplinadoras, una burocracia capaz de actuar sobre población, y un aparato represivo al cual recurrir cuando las técnicas de autocontrol no son efectivas. Weiler (óp. cit.) sostiene que, en muchas ocasiones, las exigencias de legitimidad y de regulación conducen a acciones contradictorias y, por lo tanto, la consecución de una de ellas va en detrimento de la efectivización de la otra. Sin embargo, en el ejemplo que antes hemos dado, está claro que las posibilidades de regulación se asocian a la promesa de un futuro mejor, que fue, a su vez, la base legitimadora de la acción política del Estado y de su intervención económica. En este nuevo equilibrio entre Estado y mercado, el primero ha perdido protagonismo portador de las posibilidades de bienestar para la población; y se ha recortado su intervención en favor de disminuir los efectos perversos de la competencia del mercado, por un lado, y por otro, con el fin de oficiar un rol de garante de la seguridad para quienes participan de los beneficios del intercambio social (Wacquant, 2000). En el campo educativo a partir de los años noventa, el Estado sacrificó su pretensión universalista en favor de la atención particularizada de aquellos sectores que perdían su lucha por insertarse en el IT).e¡;cado. ~a centralización de la acción del Estado en políticas asistenciales da cuenta de este reposicionamient03, que apela a una legitimidad basada en la asistencia a los más necesitados, por un lado, y en el control del riesgo generado por una población excluida que amenaza con el ejercicio de la violencia sobre quienes están dentro del cerco de los incluidos, por otro. A pesar de ello, se mantiene la acci6n del Estado en el sostenimiento de algunas ~ 193 ~ EQUIPO TÉCNICO escuelas públicas de elite; además, hay estrategias escolares destinadas a conservar la atenci6n de los sectores de la clase media y, por lo tanto, a discriminar y a expulsar a los sectores marginales que ponen al Estado en contacto con una poblaci6n escolar más heterogénea. Pero estos casos parecieran ser vestigios de un sistema anterior, antes que propuestas organizadoras de futuro. Esta pretensión de control sobre quienes están fuera del mercado, o que son su desecho, encierra una contradicción que marca el límite a las pretensiones de legitimación y de regulación del Estado. Por una parte, la marginalidad genera una subjetividad difícil de convocar desde las tradicionales instituciones y estrategias de regulación estatal; entre otras cosas, porque no están atadas a ninguna promesa de inclusión futura. Por otra parte, la posibilidad de control de estas poblaciones se ha constituido en un elemento importantísimo para la construcción de la legitimidad estatal. Algunos autores han planteado que estamos pasando de sociedades disciplinarias a sociedades de control. En las primeras, la regulación está a cargo de una red de instituciones que encierran y disciplinan en términos foucaultianos; en las segundas, son los flujos y la influencia sobre las mentes las que garantizan el control de la población. Como señala Lazzaratto (2006), estamos pasando por una sociedad donde coexisten ambos mecanismos o técnicas de poder. En esta situación, pareciera que la insistencia en la inclusión educativa está claramente, relacionada con la búsqueda de la regulación a través del encierro, de una parte de la población, que carece de otro arraigo social y que es percibida como un otro amenazante. Desde esta perspectiva, la continua apelación a los beneficios de la inclusión educativa se inscribe en una estrategia de poder del Estado destinada a fortalecer su legitimidad social. Más allá de las alusiones a la calidad y a la equidad educativa, el paquete de proyectos educativos está fuertemente orientado a aumentar la capacidad de contención social de las instituciones educativas. La insistencia sobre el riesgo que representan los jóvenes que no estudian ni trabajan, por un lado, y la necesidad de contrarrestar este fenómeno mediante becas o propuestas institucionales específicas, por otro, dan cuenta de este nuevo mandato social sobre las escuelas. Hacia la construcción de una nueva agenda Dadas estas condiciones, debe pensarse cuáles son los temas que deberán ser incluidos para su discusión y procesamiento en la esfera pública. En este apartado, ofrecemos algunas ideas para alimentar el intercambio en esa esfera. 1. Redefinir la escuela y el modelo pedagógico y organizacional con el que se fundó, a fin de dar cuenta de los cambios acaecidos en la segunda mitad del siglo xx. Son múltiples los elementos, mencionados en ras páginas precedentes, que ponen en cuestión la permanencia de la propuesta pedagógica moderna. Es necesario construir una institución capaz de incluir la heterogeneidad sociocultural que exige la universalización del conjunto de los niveles educativos; una institución capaz de generar vínculos y referencias fuertes entre la escuela y la nueva cultura, de modo de transformar a la escuela en una operadora de ese campo. Se impone, ~ 194 ~ EQUIPO TÉCNICO entonces, repensar la propuesta pedagógica, a la luz de las transformaciones en los modos de aprender que generó la sociedad mediática e informatizada, y ampliar los marcos de referencia de la escuela hacia el vasto espectro de la cultura, a fin de superar las limitaciones que hoy le impone su articulación con el mundo del trabajo y la ciudadanía política. 2. Reconstruir el lugar del Estado nacional. Ya hemos planteado el impacto que sobre la fragmentación del sistema educativo tiene la dilución de la presencia del Estado. Se trata de procurar una redefinición de su acción en lugar de una recuperación de sus funciones anteriores. No_ planteamos una recentralización del sistema, ni una recuperación de sus funciones homogeneizadoras, sino que abogamos por una reconfiguración del lugar del Estado, que permita la expresión de la diferencia, a la vez que neutralice las tendencias desigualadoras. La estrategia de gobierno del Estado moderno estuvo basada en el control de la población a partir de su identificación, cuantificación, caracterización y clasificación; para, finalmente, tutelarla a partir de un cuerpo burocrático especializado y someterla a un conjunto de reglas y de procedimientos, a partir de los cuales se regulaban los comportamientos y se proveían los servicios requeridos. Se trataba, como señala Lazzaratto (óp. cit.), de una técnica que excluye el afuera y el devenir, y que tiene escasa o nula flexibilidad para procesar la producción de lo nuevo. Del mismo modo, estas prácticas tienen un solo horizonte: la idea de que no hay más que un mundo posible y que, por lo tanto, vivir juntos exige homologar los mundos a aquel definido como deseable. Los cambios sucedidos en la segunda mitad del siglo XX muestran que, en el nuevo orden cultural y social, impera la heterogeneidad y, al decir de Lazzaratto (ibidem: 89), «la jaula de hierro weberiana ha sido quebrada, las manadas huyeron del mundo disciplinario inventando mundos incomponibles que se actualizan en el mismo mundo». Reconstruir el lugar del Estado significa modificar sus intervenciones sociales, de modo de transformarlas en aportes al desarrollo de esta diversidad de propuestas que se construyen desde la sociedad, si la acción política pretende seguir articulando las subjetividades al orden social. Hasta el momento, las dificultades del Estado, y de su acción política para regular y controlar a una población que se escapa de la jaula, han estado orientadas a optimizar el cerco estatal ya reforzar su acción disciplinadora, ya sea a través de la represión o del asistencialismo. Inventar un nuevo modo de intervención que ponga en contacto a los sujetos con una instancia capaz de proveer recursos materiales y simbólicos, a fin de articularlos al diálogo social, es una tarea que los elencos gubernamentales ni siquiera se están planteando. 3. Recuperar la dimensión integral y orientadora de la política. La capacidad de la política para integrar y coordinar los sectores de actividad, los diferentes estratos y sustratos sociales, está relacionada con la definición de marcos de referencia comunes y con el establecimiento de metas, sobre las cuales se diseñan acciones y se orienta la actividad social. Reducir la política a una suma de proyectos puntuales, que atienden problemas específicos y recortes predeterminados de población, transforma a la política en una actividad técnica, y la expropia de su función productora de referencias y de orientaciones ~ 195 ~ EQUIPO TÉCNICO comunes para el conjunto de la población (Mouf(e, 1999). 4. Rediscutir el marco de referencia valorativo alrededor del cual se definirá la ciudadanía. El documento de CEPAL/UNESCO (1992), Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad, que aportó buena parte del discurso educativo de los años noventa, planteó en clave instrumental los alcances de la nueva ciudadanía. Según este documento, la condición ciudadana se alcanza a través de la incorporación de los códigos que requiere una ciudadanía cosmopolita (idiomas) y usuaria de la nueva tecnología. Más recientemente, Delors (1996) ha planteado que uno de los desafíos para las nuevas generacionales es aprender a vivir juntos. Sin duda, se puede vivir juntos de modos muy diversos. La escuela argentina está redefiniendo los valores en los que se funda la ética ciudadana. Para ello, está desplazando la igualdad,, en tanto valor que funcionaba como eje -el cual establecía límites y condenaba la desigualdad-, a favor de la solidaridad" que se acomoda funcionalmente a una sociedad de desiguales. La solidaridad entendida en clave de caridad religiosa redefine la ética ciudadana, adaptándola a una sociedad que se organiza sobre la base de la asimetría de derechos de sus miembros. Recuperar algún principio de justicia como criterio de valoración política y de definición de la condición ciudadana es una tarea que debe ser abordada y que, hasta ahora, se ha saldado a través de una acción asistencial que está lejos de conformar cualquier principio de justicia social. TEXTO XII: DONOSO TORRES, ROBERTO: El mundo globalizado como marco de referencia para la reforma educativa. “Mito y Educación”, ESPACIO editorial, Buenos Aires ROBERTO DONOSO TORRES: Doctor y Licenciado en Ciencias de la Educación, Investigador del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad de los Andes, Mérida. Profesor titular de la Universidad de los Andes. ~ 196 ~ EQUIPO TÉCNICO EL MUNDO GLOBALIZADO COMO MARCO DE REFERENCIA PARA LA REFORMA EDUCATIVA La reforma del Estado ha sido trascendental. Los gastos del sector público han sido reducidos. Los ingresos han sido aumentados. Muchas empresas estatales han sido privatizadas o liquidadas. Las economías han sido liberalizadas. El peso de la regulación ha sido reducido. Los precios han sido dejados en libertad. Se ha creado el ambiente para un papel ampliado del sector privado y para la descentralización en favor de gobiernos locales y estatales. Existe un consenso generalizado a través de la región que el Estado debiera ser flexible y eficiente, y que la eficiencia y expansión económicas se logran mejor mediante esfuerzos descentralizados. ShadidHusain' Yo no he hecho este mundo ni he votado por él, ni he actuado como comadrona para él. No estoy en la oficina de diseño del mundo —ni lo estáis vosotros—. Si fuéramos realmente los dioses que nuestras vanidades de papel nos han inducido a creernos, seguramente lo hubiéramos configurado de manera distinta. Hubiéramos formado un mundo para ciudadanos no consumidores, donde comprar y vender fueran funciones secundarias, no condiciones de existencia, donde las necesidades reales fueran atendidas eficientemente en vez de la inflamación del deseo extravagante. La globalización grandes políticas económicas hoy en boga, para lo cual no se requiere una formación especializada, pues los lenguajes, las teorías que se implementan, forman parte del repertorio vital donde se desenvuelve la vida cotidiana. El examen que haremos de la propuesta globalizadora, aunque tendrá un carácter general apoyado en la teoría y en los conceptos fundamentales que le dan contenido a las políticas económicas, no deja de ser suficiente como para evaluar los procesos que hoy vivimos y que están en la base de la reforma educativa. Abordar el tema de la globalización impone referirse al espacio privilegiado en el cual este proceso se desenvuelve: la sociedad, y a la economía. Advirtiendo que la economía es Economía Política. Hay que ubicarse en el desarrollo de los acontecimientos del campo económico que, ineluctablemente, provocarán condicionamientos que afectarán los modos de ser y estar, personales y sociales. La economía compromete, para favorecer o perjudicar, la condición de los ciudadanos, en especial, en el plano macroeconómico, es decir el terreno de fijación de las políticas. Esta es la esfera de convergencia de todas las ciencias sociales. Resulta perentorio, identificar las El punto de partida es la constatación empírica de la interconexión del mundo. Hoy más que nunca antes en la historia, tomamos conciencia de que lo que ocurre en lugares distantes al espacio de vida habitual, tiene ~ 197 ~ EQUIPO TÉCNICO repercusiones sobre nuestra existencia, en especial en el factor económico. Vivimos en una economía global, es decir que «el flujo de capital, el mercado de trabajo, el mercado, el proceso de producción, la organización, la información y la tecnología, operan simultáneamente a nivel mundial».1 No resulta difícil discernir la gravedad, complejidad y desafío que la globalización representa. Se trata de una inserción internacional que no conoce otros límites que los del planeta. internacional de otra manera, de forma que la relación entre los países centrales del norte y la periferia del sur, armonice con el sistema en la materialización de los valores básicos del capitalismo. Lo concreto es que vivimos un traumático cambio de paradigma. Asistimos a la transición desde una sociedad industrial, cuya finalidad consistió en elevar la escala de los volúmenes y la velocidad de la producción hacia lo que se conoce como sociedad post industrial. Entre muchos otros, uno de los efectos notorios del cambio económico-social consiste en la preeminencia que ha tomado el conocimiento, porque es una de las claves de las naciones para' enfrentar el más formidable desafío de supervivencia: la competencia en el mercado. Estamos pasando por una transformación que modificará el sentido de la política y la economía en el siglo venidero. No existirán productos ni tecnologías nacionales, ni siquiera industrias nacionales. Ya no habrá economías nacionales, al menos tal como concebimos hoy la idea. Lo único que persistirá dentro de las fronteras nacionales será la población que compone a un país. Los bienes fundamentales de una nación serán la capacidad y destreza de sus ciudadanos. La principal misión política de una nación consistirá en manejarse con las fuerzas centrífugas de la economía mundial que romperán las ataduras que mantienen unidos a los ciudadanos -concediendo cada vez más prosperidad a los más capacitados y diestros, mientras los menos competentes quedarán relegados a un más bajo nivel de vida.2 La globalización muestra la importancia que ha adquirido el mercado, que no sólo es un punto de concurrencia para el intercambio, sino una enmarañada red cuyo territorio está cubierto por los avances tecnológicos, en particular los de la informática, la inversión de capitales, una competitividad exacerbada en el comercio internacional y la creciente internacionalización monetaria y financiera. La globalización es el resultado de un proceso que llevó a una nueva fase de reestructuración del capitalismo mundial en vista de las dificultades que empezaron a patentizarse para el crecimiento de la tasa de acumulación. Se trata de reestructurar el entramado El proceso de globalización que estimula el mercado internacional compromete a los Estados al generar una pérdida de significado para la dimensión nacional. En crudas palabras, así lo reconoce uno de los dirigentes de la potencia norteamericana: Es el fin de la dimensión nacional, al menos tal como la concebimos. De ahora en adelante seremos ciudadanos del mundo. Pero éste, que apenas es uno de los problemas, no es el más serio. En una época de globalización, bajo la égida de un gobierno mundial que nadie identifica específicamente pero que todos señalan como «el mercado», las instancias nacionales deben tener mayor preeminencia y ~ 198 ~ EQUIPO TÉCNICO no ser simples comparsas para legitimar decisiones externas. En tanto las grandes decisiones económicas pasan a estar determinadas por instancias supra nacionales; las necesidades específicas, los conflictos concretos y cotidianos de cada nación, las premuras y apremios de cada población necesitan instituciones republicanas cercanas, accesibles, identificables y al alcance de las personas comunes, para poder «negociar» y buscar puntos de encuentro, cosa que no es posible con organismos mundiales, que aparecen como entelequias inalcanzables. Los excluidos del nuevo pacto de dominación establecido a través del mercado quedan sujetos a una drástica indefensión que los priva de la capacidad de demandar la presencia del Estado en resguardo de legítimos intereses. Pretender que las cosas son idílicas y paradisíacas, como han sido presentadas por el Ministro de Trabajo de Clinton, es una ilusión desmedida, ya que los ejemplos están a la vista, pues los dirigentes conocen los alcances de la globalización: ¿Sospechan los módicos banqueros y analistas económicos qué podría ocurrir si, por cualquier motivo, las mega carteras que operan con papeles de la deuda externa vendiesen bonos argentinos como lo hizo la japonesa Hanwa en enero de 1994 con sus Us$ 3.000 millones en bonos de Venezuela, México, Ecuador, Costa Rica y otros? La política de globalización es una imposición de las circunstancias por razones de orden económico o político, pero en ningún caso el resultado de consensos políticos. Se trata de una obligada y apresurada adhesión de los gobiernos bajo la seria amenaza de quedar excluidos de la «modernización». En el caso de América latina, el uso de métodos autoritarios y represivos no fue una rareza. En algunos países, en especial en el Cono Sur, a sangre y fuego se impuso el modelo, lo que trajo aparejado una desarticulación radical de todo el movimiento social y sindical,* consiguientemente, la quiebra de toda expectativa de logro social. Hasta el momento, lo más obvio del modelo es su justificación técnica, y como siempre la promesa de un mundo mejor. Aun así, suponiendo que el soporte de los estudios técnicos que avalan la globalización fuese intachable desde el punto de vista de su metodología y de sus resultados, queda todavía pendiente una consideración fundamental que no ha sido hasta el momento objeto de ninguna discusión. Nos referimos a los pre-supuestos axiológicos, al parecer indiscutibles, que subyacen en las consideraciones técnicas. Este es un aspecto crucial que habría que revisar detenidamente y auscultar la opinión de las mayorías. Así, (...) una Singular característica de las transiciones actuales en América latina es que no hay discusión sobre los paradigmas interpretativos en uso: se ha consolidado rápidamente un consenso ortodoxo que tiende a naturalizar tanto aquel régimen político como a la «economía de mercado» que aparece como su contracara. ~ 199 ~ EQUIPO TÉCNICO Una medida global sólo es eficaz si tiene la capacidad de distinguir y considerar las realidades específicas de cada situación nacional. Aun así, no es suficiente, porque una de las características del subdesarrollo — vocablo desaparecido de la jerga de los economistas «modernos» y de los organismos internacionales— es el de los desequilibrios regionales. En cada una de nuestras naciones sólo un grupo pequeño de su población constituye un polo de desarrollo económico y tecnológico. El resto se encuentra distante de posibilidades ciertas de inserción en la «modernidad». Una política global que no tenga en cuenta estas realidades, difícilmente podrá superar las condiciones de atraso. El resultado de la aplicación de las recetas globalizadoras, en particular, la privatización de los activos del Estado, arroja saldos nada alentadores. Ha surgido el dominio de potentes grupos económicos, normalmente asociados con el capital transnacional, que se han hecho de los bienes privatizados por el Estado. La expresión última de los alcances logrados por esta «alianza» la podremos encontrar en las privatizaciones efectuadas en la región (...). En México, por ejemplo, fueron sólo trece grandes grupos económicos los principales beneficiarios / adjudicatarios de las empresas fundamentales que han sido privatizadas. En Argentina han sido catorce los grupos asociados con importantes empresas transnacionales, y en ciertos casos con corporaciones bancarias, los que adquirieron las principales empresas estatales que pasaron a manos privadas. La privatización ha traído como consecuencia una mayor concentración del poder económico. No sólo se están transfiriendo capitales, sino, simultáneamente, un extraordinario poder de decisión política que afectará a las bases mismas de la economía nacional, y consecuentemente, a la sociedad civil en su conjunto. Se ha concedido un poder de veto al gran capital bajo la forma de apropiación de los excedentes forjados al calor del trabajo social. Ahora esta expropiación asume formas mucho más directas, con menos esfuerzos por disimularlas, ya que la idea es que todos seamos empresarios. Si el capital es el que impone su tabla de valores, su metodología, sus fines, ¿por qué nos extraña tanto el culto que se ha dado al dinero, a la riqueza y al éxito medido en estos parámetros? La consigna que estuvo presente a la hora de privatizar las empresas públicas fue la de achicar al Estado para agrandar la Nación. El efecto ha sido un incremento de la exclusión para las mayorías nacionales que no participan del reducido bloque de poder dominante, y el aumento de la concentración económica. Esta concentración superlativa no se refiere sólo a los capitales, lo cual resultaría hasta normal, sino, especialmente tiene que ver con la tecnología, el trabajo altamente especializado y la investigación científica. Son los países del Norte, en particular los de la OCDE, más algunas «economías emergentes» —los tigres asiáticos— China, como un súper poder económico potencial, y las repúblicas del Este, los que constituyen la columna vertebral del nuevo proceso de acumulación.8 El resto de los países, a pesar de todos los esfuerzos publicitarios que señalan sus «avances», están siendo condenados a cumplir el papel de comparsas. ~ 200 ~ EQUIPO TÉCNICO (...) en 1987 América latina recibía un monto equivalente al 8,4% de la inversión total, mientras que en 1991 el importe percibido por la región representaba un escaso 7,6% de la inversión extranjera directa. Si bien es cierto que el importe de la inversión extranjera directa se ha visto incrementado cuantitativamente, no es menos cierto que su importancia relativa ha disminuido. Lo que se pretende ahora es la adaptabilidad al mercado internacional para lo cual el requisito es lograr la máxima competitividad. No habrá posibilidad de analizar las economías ni las sociedades de forma independiente, debido a que están articuladas alrededor del mercado internacional, a menos que admitamos que la esfera económica es El neoliberalismo El soporte ideológico de la globalización es el neoliberalismo. Sin embargo, somos autárquica e independiente respecto de la sociedad y ésta a su vez es exclusiva y excluyente. Uno de los rasgos de filiación con el modelo económico neoclásico del actual paquete de medidas económicas consiste en la creencia acrítica de que la esfera económica es autónoma, independiente del resto de la sociedad, y que tiene su propia dinámica interna. demasiado generosos con un calificativo que no puede ser aplicado a un conjunto de recetas, a un esquema de dudosa validez ética y científica. Reconozcamos que si el desarrollismo fue generador de pensamiento, el monetarismo ha sido fabricante de recetas (...) En nuestro medio no es posible detectar propiamente un pensamiento o una filosofía neoliberales. Ello no se debe, por cierto, a que la mencionada escuela carezca de tales sustentos. El problema radica en que el esquema aquí aplicado ha sido el de un neoliberalismo inculto, dogmático y fuera de contexto. Basta mirar la historia de nuestros países para descubrir, por ejemplo, que José Manuel Balmaceda en Chile, o Juan Bautista Alberdi en Argentina, y una lista interminable de nombres, fueron destacados personajes de las respectivas independencias nacionales que abrazaron la ideología liberal y tuvieron posturas nacionales. Con esta doctrina liberal no hay muchos inconvenientes para suscribirla, e incluso, identificarse con ella. Pero de aquella doctrina liberal al neoliberalismo de nuestros días sólo queda el recuerdo histórico. El punto de conflicto no está en ser o no ser liberal o neoliberal. Esta es una opción que, asumida con autenticidad y consecuencia, es respetada y respetable. El problema es que las políticas neoliberales que hoy se imponen a escala planetaria, y en particular en América latina, pretenden retrotraernos a los orígenes primarios del capitalismo, a una época de apropiación, acumulación de las ganancias, al margen de toda consideración humana y ética. ~ 201 ~ EQUIPO TÉCNICO La prédica neoliberal, en especial la que se hace en América latina, ha convertido al Estado, a toda la gestión pública, en uno de sus blancos favoritos. El Estado y la gestión pública son el engendro de todos los males, las perversiones y las corrupciones; el Estado es dispendioso, ineficiente, etcétera. (...) el Estado es visto como una carga; ninguna declaración política de los tiempos modernos ha sido tan frecuentemente reiterada ni tan ardorosamente aplaudida como la necesidad de «quitar el Estado de las espaldas de la gente». La necesidad de aligerar o eliminar esta carga es artículo de fe absoluta (...) La paradoja es que al mismo tiempo que se demoniza al Estado, se lo desacredita es al amparo de éste que se logran las grandes decisiones que favorecen a aquellos que se encargan de descalificarlo. A contrario census, la dimensión privada, particular, aparece como el súmmum de las bondades y perfecciones. Aquí no ocurre nada de lo negativo que sucede en el espacio público. Es el reino de la corrección, de la sobriedad, de la perfección, de la honestidad, etcétera. Este ensalzamiento de la iniciativa privada forma parte de la política tributaria aplicada bajo el gobierno de Ronald Reagan y que abiertamente favoreció a las clases sociales acomodadas, expresado en la metáfora que dice que dando abundante avena al caballo, algunos granos caerán en el camino para los gorriones. El así llamado «libre mercado», núcleo central de la ideología liberal, en la práctica, más que una realidad es una metáfora. Los países industrializados han aplicado y aplican constantemente un cerrado proteccionismo para favorecer a sus empresas nacionales, particularmente notorio en la producción agrícola y en la industria química farmacéutica. Este último, que es un renglón muy sensible para los países latinoamericanos, se encuentra altamente protegido por el gobierno norteamericano mediante el régimen de propiedad intelectual. En el importante desarrollo alcanzado por las potencias industrializadas, un papel protagonice le correspondió a la protección que el Estado hizo de sus mercados y de las empresas. Un ejemplo lo tenemos en la puja que se produjo recientemente entre los Estados Unidos y el Japón a propósito del mercado automotriz. En el caso del conflicto que referimos, la relación entre los países es bastante equilibrada dado su poderío económico. No ocurre así cuando se trata de la Primera Potencia Mundial y América latina: A diferencia de la Alianza para el Progreso que miraba a la región con ojos reformistas, Estados Unidos ahora moviliza esfuerzos casi exclusivamente en función de problemas interiores. Así entonces, deuda externa, privatizaciones, medio ambiente, inversiones industriales, desarrollo tecnológico, precios internacionales de las mercancías exportables, etcétera, parecen problemas que sólo pueden ser políticamente interpretados en función de los equilibrios macroeconómicos norteamericanos. Esto en sí mismo es muy grave. Prueba con fuerza que nunca un continente y su dirección política ha dependido tanto de un país, ni antes un país ha pensado tan poco en ese continente. ~ 202 ~ EQUIPO TÉCNICO Un ejemplo que ilustra la cita precedente es la decisión del gobierno argentino para finalizar el proyecto de investigación aeroespacial — llamado Cóndor— cediendo a las presiones del gobierno norteamericano. El conocimiento de estos hechos evidencia que las reservas de los críticos al nuevo modelo cuenta con referencias empíricas que la avalan. Las potencias industrializadas, y Norteamérica en especial, tienen poco interés, que nuestros países logren alternativas autónomas, particularmente en el campo tecnológico. Por eso suena poco creíble el sermón que se ha impuesto en términos de darle al conocimiento y a la creatividad la máxima de las posibilidades. La pregunta es ¿para qué? o ¿para quién? Mientras no se establezca una diferente manera de relación entre los países centrales y los de la periferia, difícil será que el Tercer Mundo tenga posibilidades de superar los enormes déficit sociales. La empresa transnacional central que facilite la planificación, y el control. Paralelamente se desconcentra y descentraliza la producción aprovechando las coyunturas nacionales, que ofrecen una mano de obra de costos reducidos y algún tipo de recurso o materia prima abundante en el país sede de la subsidiaria multinacional. La situación descrita encuentra una posibilidad de explicación en un aspecto del funcionamiento de la economía de las potencias industriales. Nos referimos a la innegable presencia que en todo el cambio de paradigma económico ha tenido y tiene la empresa transnacional, que a medida que ha transcurrido el tiempo adquiere un rol protagónico a escala mundial. Se podría decir que, entre otros factores que han conducido a la globalización de la economía, la sistemática expansión de las empresas transnacionales y sus respectivas inversiones a escala planetaria ha jugado un papel de primer orden. A lo que se suma la desintegración del llamado «socialismo real» y sus correspondientes secuelas. El espacio óptimo de desenvolvimiento de la empresa multinacional lo constituye el comercio a escala mundial. Resulta obvio que el crecimiento, por razones operativas y de costo fundamentalmente, tenga una sede La presencia de las multinacionales es alentada por los gobiernos nacionales. En un principio se trató de una clara política para facilitar los intercambios, que fue suficientemente aprovechada por el sector importador y redundó en duros golpes a la «empresa nacional» respectiva. Las corporaciones multinacionales se transforman, en los países en que actúan, en centros decisorios de políticas con vistas siempre a la preservación de sus intereses, aumentar los beneficios, concentrar la tecnología de punta y organizar los mercados. ~ 203 ~ EQUIPO TÉCNICO En términos económicos, los países no funcionan ya como Estados nacionales clásicos, soberanamente aislados, al margen de las peripecias que sufren sus vecinos. Los bancos centrales, aun los todavía fuertes —estilo Reserva Federal— pierden poder real y dejan de actuar como operadores independientes y se juntan (Grupo de los siete) para intervenir en mercados cuyas fronteras son borradas por señales que rebotan entre satélites y redes terrestres o marinas. Una fuente permanente de fuga de recursos para los países es el pago de beneficios por conceptos de utilidades, royalties y derechos en general; todos los cuales inciden muy negativamente en la balanza de pagos. Ni se diga de la deuda externa. Tomando exclusivamente el año de 1991, las utilidades generadas por las inversiones norteamericanas en la región han sido de 11.640 millones de dólares, de los cuales 5.280 fueron remitidos a las empresas transnacionales de origen y 6.360 fueron reinvertidos. Las utilidades obtenidas en América latina en 1991 representaron el 23,8% de los beneficios totales alcanzados por la inversión extranjera directa procedente de Estados Unidos en todos los países del mundo. La alianza entre los dirigentes nacionales y las corporaciones multinacionales se muestra en cada ocasión en que estallan escándalos por corrupción. Recientemente en Argentina se descubrió el funcionamiento de una «Aduana paralela» que involucra no sólo a los ministerios respectivos sino que compromete también a varias corporaciones multinacionales. El monto de lo defraudado resulta exorbitante para un país que tiene un porcentaje del 21% para uno de los impuestos más regresivos: el IVA. En Venezuela, a comienzos de la actual administración de Rafael Caldera, hubo necesidad de realizar una operación de salvataje del sistema bancario que significó un importe semejante al presupuesto nacional. La alianza a que hacemos referencia respondió a una necesidad por atraer capitales externos y facilitar la instalación de las empresas. Con el tiempo, algo que fue una coyuntura y que debió ser dirigida a intereses nacionales, se perfeccionó y consolidó como un hecho natural para objetivos ajenos a los del país respectivo. Hoy, la inversión extranjera resulta inevitable, e incluso más, los gobiernos se empeñan en mostrar su «éxito» publicitando el flujo de capitales «captados». No se dice que muchas de esas inversiones tienen un sentido especulativo, es decir, que están tras la búsqueda de altos rendimientos. Una vez conseguida la ganancia esperada, emigran rápidamente hacia mejores plazas. México y el «efecto tequila» es una muestra de lo que sucede con los «capitales golondrinas». Este capital volátil corresponde a inversión de corto plazo que en la región tiene mayor preponderancia con respecto a la de largo aliento, lo cual muestra la cautela de la inversión extranjera en nuestros países que socialmente siguen siendo explosivos, debido a que los problemas se han agravado. Es necesario destacar que la mayor presencia de inversiones extranjeras en la región se ~ 204 ~ EQUIPO TÉCNICO corresponde con las nuevas facilidades que se han dado para la realización de los negocios. La disminución del tamaño del Estado; la liberación de trabas para el envío de remesas al exterior; las facilidades tributarias; el abandono de los derechos laborales; son algunos de los «pequeños» estímulos que ha recibido el capital del exterior. Un aspecto que merecería una discusión pormenorizada, y que escapa a los límites de esta exposición, es el tema de la renta. La lógica del capital es clara. Se invierte con el propósito de recoger ganancias en el menor plazo posible. De allí que uno de los problemas de los inversores sea el de la aceleración de la tasa de retorno y la optimización del beneficio. Mientras que el surgimiento de la renta se produce en el campo económico, su apropiación está sujeta a factores de índole político, social, cultural, etcétera; con lo cual la renta excedentaria es objeto de discusión y de fijación de límites, traspasando los estrechos mecanismos del mercado. Mientras hubo alternativas al proyecto capitalista, hubo algún freno a la distribución de la renta nacional. Ahora se ha impuesto un irrestricto patrón de apropiación de la renta. Sintéticamente puede resumirse en la idea del Las medidas y sus efectos La globalización, en cada país, ha generado situaciones que, con los grados de especificidad propios de la realidad, mantienen un fondo de semejanzas entre sí. Una de ellas es que los gobiernos se ven enfrentados a la aplicación de medidas de reajustes del Estado, sin contar con recursos suficientes para atender las crecientes necesidades del sector de la población más «vale todo» con tal de realizar el propósito y sentido de la inversión de capital. De otra forma no se explica que aspectos fundamentales de la vida humana y que rechazan su inclusión en valores mercantiles hayan sido convertidos a mercaderías. Tal sucede con la salud y la educación. El tema de la renta resulta interesante porque la publicidad por presentar al neoliberalismo como la panacea para los problemas sociales de nuestras naciones, oculta el objetivo del capital: la renta, y su apropiación y distribución, que marca el perfil social del Estado. Con todo, no faltan los defensores de la corporación multinacional señalando que donde se instalan son ejemplo de racionalidad administrativo-financiera; la expresión de una economía de mercado; que procuran competitividad constante para lo cual estimulan la investigación científica y tecnológica. Pero, esta característica lejos de favorecer a los países en desarrollo, los perjudica, porque esa investigación y adelanto tecnológico se hacen puertas adentro. El acceso a las novedades y descubrimientos resulta difícil, precisamente porque son propiedad privada. vulnerable, que sufre las consecuencias de la desprotección, al disminuir (el Estado) sus aportes a las políticas sociales. Los Derechos Sociales garantizados en las Constituciones van quedando reducidos a líricas declaraciones. Independientemente de la gravedad que tal situación supone para los excluidos de los beneficios del modelo globalizador, hay un hecho respecto del cual es necesario llamar la atención por la trascendencia que tiene. Veamos. ~ 205 ~ EQUIPO TÉCNICO Al mirar la realidad política del continente descubrimos que, como pocas veces en su historia republicana, nunca hubo tantos regímenes democráticos. Este hecho pudiera inducir a pensar que el enfrentamiento de los problemas de nuestras poblaciones encuentra en el espacio democrático un tejido social desde la base, que construye alternativas para enfrentarlos. Pero los hechos se encargan de mostrar lo contrario, porque ese sistema no se propulsa económicamente, (...) no moviliza el desarrollo de sus fuerzas productivas homogéneamente, por el peso de los problemas estructurales. Los programas de estabilización y de ajuste estructural, que son aplicados (...) por la fuerte presión del sistema internacional, son tan severos, que no contribuyen a generar recursos para el desarrollo, sino más bien, son aplicados con el propósito de atender los compromisos requeridos por los acreedores externos. Si para algunos no hay democracia sin mercado libre, tampoco puede pensarse que «un mercado abierto no es plenamente identificable con la democracia» ya que si existe hambre y miseria, nada tiene sentido. Podemos convenir en la necesidad de «modernizar» al Estado; «reajustar la economía», incrementar la «competitividad», establecer nuevas prioridades, afrontar los déficit fiscales, etcétera, pero tales medidas no pueden tener, como hasta ahora ha sido, un contenido que incremente la pobreza de los pueblos. Los regímenes democráticos sólo pueden perdurar en la medida en que sean capaces de resolver los problemas sociales. Si la actual forma de gobernar se mantiene sin variaciones, y con la misma insensibilidad con que hasta ahora la hemos visto, lo que ocurrirá es que la democracia se reducirá a un signo pero vaciado de significado, sin contenido transformador y esperanzador. De manera que si alguna propuesta ya adelantamos, esa no es otra que lograr la calidad, pero la calidad de la democracia. Las políticas vigentes promueven una creciente diferenciación productiva y social. Esto ocurre porque se ha producido un efecto perverso al desmantelar redes de protección social que, con todos sus inconvenientes, ofrecían alguna seguridad. Para los que sufren directamente los efectos que generaran las actuales políticas económicas, la incertidumbre en el puesto de trabajo y en los ingresos, la imposibilidad de generar proyectos de vida a largo plazo, hace que la existencia quede sujeta a la inmediatez de la circunstancia, aumentando la sensación de inseguridad y desamparo. (...) el error simétrico de las teorías de la autorregulación del mercado y de la planificación [centralizada] consiste en suponer que sólo uno de estos niveles basta para producir resultados racionales y eficientes, cuando, en realidad, la eficiencia de una determinada economía dependerá de cómo se ajusten y compatibilicen los tres (mercado, regulación social y políticas públicas) El desafío que ha traído la globalización es el aumento de la asimetría entre los países centrales y los de la periferia. Estos deben insertarse en el circuito internacional de ~ 206 ~ EQUIPO TÉCNICO competencia, tratando de obtener algunas ventajas, mantener cierto grado de autonomía para el diseño de sus políticas, y simultáneamente, tratar de resolver los problemas sociales que la receta ha generado. La apertura al mercado mundial provoca la ruptura de la escasa articulación económica que se había alcanzado, al fortalecer a los sectores más cercanos al comercio internacional. Por obvias razones, sus objetivos están más ligados a los de los centros hegemónicos. En este proceso hay una preocupación que resulta extraña a la prédica de la competitividad que es el soporte teórico que justifica las privatizaciones. Nos referimos a la equidad. Estas son las palabras de la CEPAL: Esta debe ser una década de transformación productiva, de cambio cualitativo, para lograr competitividad en el nuevo mercado mundial (...). La transformación productiva debe realizarse con Equidad. ¿Cómo interpretar esta magnánima petición de la CEPAL? No resulta fácil entender esta extraña mezcla de «eficiencia», «competitividad» y «equidad», porque luce como una aporía, es decir, una contradicción sin solución. Justo es decir que en varios países los programas de apertura y privatización han contado con el respaldo social de sectores medios y bajos, afectados por servicios Flexibilización laboral Uno de los aspectos irritantes del cambio que vivimos incide en la vida de la mayoría de la población. Gobiernos, empresarios, técnicos, públicos de dudosa eficiencia y convertidos en el botín favorito para el pago de favores de una praxis político-partidista clientelar. En este aspecto no se puede negar la influencia que ha tenido el cambio cultural que paralelamente acompaña al proceso económico social, cambio que, como hemos afirmado, enfatiza los valores hedonistas que giran alrededor del consumo, del culto a la novedad y del «éxito» individual. coinciden en que para poder mejorar la competitividad es preciso flexibilizar el trabajo para reducir los costos productivos. No obstante: Este argumento es capcioso por varias razones. En primer lugar, los costos laborales ocupan una parte reducida de los costos totales de producción, especialmente en las industrias más concentradas que tienen mayor participación en la exportación. Segundo, ninguna reducción imaginable podría colocarlos a la altura de los costos de países como China, ni siquiera como Brasil. En los últimos tres años gran parte de la industria, y especialmente la automotriz, tuvieron fuertes incrementos de producción sin pagar aumentos significativos de salarios ni aumentar el personal, por lo que la productividad del trabajo creció sustancialmente [en Argentina] ~ 207 ~ EQUIPO TÉCNICO Las referencias que recibimos del Japón y su proceso productivo nos impactan por el superlativo desarrollo tecnológico que evidencian, al extremo de constituir una verdadera escuela, en especial en el campo de la gestión administrativa; y a pesar de ello en ninguna [explicación] se destaca el alto grado de explotación de los trabajadores y todas conducen a las políticas de las empresas, a su forma de organización interna, etcétera, esto es, al campo de lo privado, de las capacidades exclusivas del capital. Dada la naturaleza cambiante del mercado así también será la demanda laboral, para lo cual se requiere de la flexibilidad y/o la polivalencia del trabajador. Debemos detenernos en este aspecto que resulta clave para entender muchos de los conflictos que se escenifican en la región. La flexibilidad es una exigencia de las nuevas condiciones de una; producción regida por la competencia en el mercado. Se trata de disponer de mano de obra suficientemente versátil como para que pueda atender satisfactoriamente diversas y crecientemente complejas exigencias relacionadas con el proceso y el producto final. El sinónimo de flexibilización es el de polivalencia, idea que alude a un trabajador con una dotación intelectual-práctica para superar la concepción fordista o taylorista, que concebía la súper especialización como una garantía de ahorro de tiempo para una producción que privilegiaba la cantidad. Esta es la esencia del problema de la flexibilización. ¿Qué ha ocurrido con su implementación práctica? Simplemente, que un desmedido afán de lucro del sector empresarial ha presionado a los gobiernos, normalmente muy obsecuentes con aquél, para que la interpretación de la flexibilidad se traduzca en una reducción de los derechos logrados por el sector trabajador. La variable de ajuste normalmente utilizada es el costo de la mano de obra. De manera que la ofensiva de gobiernos y empresarios sobre el costo laboral tiene un fuerte primitivismo capitalista y escasa racionalidad para la competitividad. La capacidad exportadora y de calidad del producto y del servicio no depende única y exclusivamente del costo de mano de obra, y quien así lo piensa desconoce la complejidad del problema. La flexibilización laboral significa una amplia libertad para contratar-eliminar, ampliarreducir, confirmar-trasladar, equilibrardesequilibrar, etcétera, la contratación laboral. La mano de obra se transforma en insumo, es decir, una variable de los costos como cualquier otra, lo que permite efectuar todos los ajustes para lograr competitividad mediante la intervención de salarios y precios. El asalariado queda sujeto a un «interinato» permanente, y su estabilidad en la empresa está sujeta a las fluctuaciones de la demanda. Esta es la solución ofrecida para resolver el problema de la desocupación mediante la flexibilización laboral. Se trata de mecanismos que eliminan la estabilidad en el puesto de trabajo y la sustituyen por el empleo precario, es decir, ocasional, insuficientemente remunerado. El «capital humano», del cual son poseedores los trabajadores, es el único ~ 208 ~ EQUIPO TÉCNICO que se devalúa en el mercado de trabajo sin que a las autoridades ni a los empresarios les importe. Al fin y al cabo sólo son trabajadores. Este es uno de los tantos botones de muestra de la curiosa lógica del sistema. Aparentemente la flexibilización laboral se refiere al trabajo productivo y no al de servicio, pero resulta que no es así, pues ya el sector médico, por ejemplo, está sintiendo los efectos de convertir a la salud en un problema de mercado. Igual ocurre con los maestros: Falta implementar acciones adicionales que, a la par con las medidas hasta aquí adoptadas, superen las rigideces del sistema, flexibilicen el estatuto de los docentes (...). La flexibilización del estatuto de los docentes, por ejemplo, puede eventualmente servir para corregir algunas deformaciones en la distribución y concentración de los docentes en determinadas áreas geográficas citadinas o cercanas a los centros más poblados, con lo cual se estaría alcanzado una mayor justicia para aquellos sectores poblacionales normalmente abandonados. Pero tal medida tendría que ir acompañada de suficientes estímulos como para hacer atractiva la movilización de los profesores y no convertirla en una especie de castigo. Simultáneamente, la participación de los gremios docentes en la reforma del estatuto docente es la garantía para evitar que los derechos alcanzados se vean cercenados. Una circunstancia desfavorable para el sector laboral tendría que provocar la intervención Desocupación Ligado al tema de la flexibilización está el de los desocupados o los cesantes. Es una de las del Estado mediante algún subsidio que paliara los efectos desastrosos de la «flexibilización». Pero ya sabemos que el subsidio siempre resulta sospechoso en sus efectos. Por el contrario, cuando el apoyo público se expresa generosamente en el caso de salvar un banco o una empresa en quiebra, ninguno de los argumentos negativos para el subsidio al sector trabajador tiene validez. Lo mismo ocurre cuando el Estado, actuando como acreedor de importantes deudores morosos privados, en una negligencia sospechosa y cómplice, no actúa conforme a los lapsos previstos en los códigos de procedimiento, de manera que las causas prescriben sin que se puedan deslindar responsabilidades. Así también cuando la banca pública otorga espléndidos créditos sin los avales del caso, es decir, admitiendo la incobrabilidad de los préstamos. más serias amenazas que se ciernen sobre el sistema. Las informaciones son escalofriantes. Veamos. El desempleo en el mundo ha alcanzado en la actualidad su nivel más elevado desde la gran depresión de los años 30. Más de 800 millones de seres humanos están en la actualidad desempleados o subempleados en el mundo. [Representan el 30% de la fuerza laboral mundial, según la OIT] ~ 209 ~ EQUIPO TÉCNICO Después de años de previsiones optimistas y de falsas expectativas, las nuevas tecnologías en el campo de los ordenadores y de las telecomunicaciones están, finalmente, produciendo los impactos largamente anunciados sobre el mercado laboral (...). De hecho, millones de trabajadores ya han sido eliminados de los procesos económicos, y los diferentes tipos específicos de empleo han sido reducidos en importancia o bien reestructurados o desaparecidos. Entre quienes se han ocupado del tema, existen coincidencias en identificar al desarrollo tecnológico, en especial al complejo electrónico-informático, a la biotecnología, y en general, al desarrollo de las comunicaciones, como uno de los factores de mayor, incidencia en la reducción del uso de materias primas y energías naturales y mano de obra no calificada. Este proceso se conoce como Tercera Revolución Industrial: de la automatización a la microelectrónica. Una de sus consecuencias es el paso de la producción en masa a la producción en escala, lo cual exige un trabajador calificado para planeamiento, supervisión y control. El trabajador calificado es partícipe del planeamiento y control de la producción, lo cual ha llevado a decir que estamos en presencia de un proceso de "desalienación del trabajo», debido a la mayor proporción de participación del trabajador en los productos que él contribuye a crear. La simplicidad de esta argumentación no merece mayor detenimiento. La incorporación a los procesos productivos de cualquiera de las variantes tecnológicas acarrea inmediatamente, una reducción del personal ocupado. Cientos de empresas han anunciado sus respectivas reestructuraciones. GTE despidió recientemente a diecisiete mil empleados. NYMEC Corp. anunció que iba a afectar a dieciséis mil ochocientos. PacificTelesis ha reducido en más de diez mil el total de puestos de trabajo (...) la mayor parte de los recortes son favorecidos, de uno u otro modo, por los nuevos programas de «software»; por mejores redes de ordenadores y un «hardware» más potente, lo cual se traduce en que las empresas pueden obtener una mayor producción con menos número de empleados. Es posible admitir, como ya lo han hecho algunos críticos del trabajo de Rifkin que estamos citando, que el autor ha privilegiado datos para mostrar una visión apocalíptica de la situación del desempleo en el mundo. En torno al fin y las profecías escatológicas, hay un interés deliberado para mostrar realidades en situaciones límites. Considerando la situación que vivimos en los países latinoamericanos, no hay razones para descalificar, a priori, las preocupaciones de Rifkin. El dato de la OIT viene a poner más dramatismo al asunto cuando advierte que cada año se incorporan como fuerza laboral 38 millones de personas, sin encontrar trabajo. Más bien pareciera que se trata de una tendencia, un tanto inexorable. Cada modificación al proceso productivo que tiene como soporte alguna transformación tecnológica de punta produce expulsión de mano de obra. Más allá de la situación precaria a la que se ve sometido el grupo familiar cuyo sostén económico queda ~ 210 ~ EQUIPO TÉCNICO desocupado, lo cierto es que el desempleo provoca una patología de orden psicótico que al prolongarse termina en una auto-anulación de la personalidad del afectado que lo conduce a una suerte de nihilismo. Si el paro forzoso deja de ser un asunto individual para convertirse en un problema social, dada la magnitud de las cifras, entonces, no queda más alternativa que reconocer que estamos en presencia de una patología social, que finalmente, nos podría comprometer^' a todos. El desempleo masivo es coherente con la visión neoliberal de las Políticas Sociales, pues es más económico pagar un seguro de desempleo o desarrollar políticas de empleo mínimo, que promocionar el empleo directo y productivo. Y es así porque los beneficios por seguro o empleo mínimo tienen límites precisos en el tiempo hasta llegar un momento en que los gastos se estabilizan en cotas mínimas. La realidad descrita advierte sobre la gran contradicción de fondo que hay en la Tesis del Fin del Trabajo, que más que tesis, es una utopía. Desde sus orígenes, el trabajo ha tenido una connotación tan peyorativa que bíblicamente recibió una admonición. Este lado negativo fue descartado por la propia evolución capitalista que se encargó de propiciar lo que se pudiera llamar una especie de liberación del trabajo, por medio de una reducción creciente de su necesidad. Algunos teóricos capitalistas llegaron a sostener que, puesto que la sociedad industrial produce una enorme cantidad de tiempo libre, vamos a una «sociedad de tiempo libre», donde todos encuentran trabajo, pero cada vez necesitan trabajar menos. El punto está en saber cómo se empleará ese tiempo. Así, esta Tesis estaría condicionada a la necesidad de la vigencia del capitalismo. El fin del trabajo sería la interrupción de la historia, por cuanto, capitalismo mediante, habríamos llegado a una sociedad donde las necesidades estarían satisfechas, liberados del yugo del trabajo. El próximo paso será la producción creciente del «trabajo libre», una mezcla de fuerzas productivas y de desarrollos científicotecnológicos. El fin de la sociedad del trabajo sería el reino del capitalismo esencialmente humanizado. No se puede dejar de reconocer que el desempleo ha existido a lo largo de la historia. Una situación que aparecía como «normal» — porque cuantitativamente no fue significativa—, con el surgimiento del modo de producción capitalista, se convirtió en un problema del sistema. Marx alertó sobre lo que él llamó «el ejército de reserva», es decir, la masa de desocupados que están a disposición del capital cada vez que la tasa de beneficio se reduce, y por lo tanto hay necesidad de rebajar los costos. Si las cosas continúan como van, es posible admitir que la desocupación no es problema coyuntural, sino un componente estructural del sistema económico planetario. Para hacer más preocupante aún la situación hay que considerar, según la OIT, los "movimientos migratorios que se están produciendo a consecuencias de guerras, falta de oportunidades en los países en desarrollo, el espejismo que provoca el norte industrializado, etcétera. Alrededor de 75 millones de personas en el mundo se desplazan, por razones económicas, en calidad de emigrantes, trabajadores transitorios, refugiados o excluidos. ~ 211 ~ EQUIPO TÉCNICO El desempleo nos afecta directamente en Latinoamérica. En Europa también alcanza límites dramáticos, con una gran diferencia: a pesar de las reestructuraciones a que han sido sometidos los Estados europeos, sin embargo, la organización sindical, una fuerte tradición obrera, una permanente movilización social de los trabajadores, y cierta sensibilidad de toda la población, han hecho imposible que el Estado se desentienda totalmente de las responsabilidades que le caben en la protección social de los desocupados. En los veinticuatro países pertenecientes a la OCDE existe en la actualidad una masa del orden de 36 millones de desocupados. Casi 10 millones más que en 1990. Gran parte de esta enorme cantidad de desempleados, no tiene perspectiva alguna de volver a encontrar trabajo en el mediano plazo; son los denominados desocupados «estructurales» (...). Un punto clave se refiere a cierta tendencia teórica que pretende que la desocupación no es un problema estructural del sistema, sino una responsabilidad particular de cada trabajador. El desempleo, en esta postura, debe interpretarse como un costo a pagar, un efecto del cambio tecnológico fundamental, y de la adaptación a un nuevo modo de crecimiento de la economía. Así, el desempleado es el «inadaptado», el que no tiene méritos para integrarse a la nueva organización productiva ni cumple con la calificación exigida. La solución al desempleo sólo sería una cuestión de tiempo. Es necesario esperar para reformar a los trabajadores, reciclarlos, o quizás, para que envejezcan y se jubilen. Si el trabajador no se re-adapta, entonces la desocupación es parte de sus propias limitaciones. Habría una «culpa original» de la desocupación que sería de responsabilidad del desocupado. Mediante este hábil giro interpretativo del desempleo se elimina el peligro de la desestabilización social a causa de la protesta o la movilización popular, porque las frustraciones personales no son un motivo que incite a la rebelión contra el sistema. Es previsible una sociedad extremadamente asimétrica, fragmentada, inequitativa pero con cierto grado de estabilidad. Hasta el momento hemos evitado establecer las relaciones entre estos problemas y la Reforma Educativa, punto que abordaremos en la próxima sección. Sin embargo, el Informe de la Comisión Nacional para la Modernización de la Educación de Chile, y que ya hemos referido, es tan ilustrativo de lo que venimos diciendo, que lo vamos a citar: ~ 212 ~ EQUIPO TÉCNICO Las personas pobres sólo tienen a disposición su propia capacidad de trabajo. De allí que la educación sea su mayor aspiración y el medio más eficaz para cambiar sus condiciones de vida. Ellos saben que a mayor y mejor educación aumentan sus posibilidades de percibir remuneraciones más altas. El empleo y la remuneración es sólo una variable dependiente del factor educativo, y no un problema estructural de una forma de producir. Se está postulando la individualización de las remuneraciones. El sistema económico y social queda liberado de responsabilidad, ya que los pobres son los propios constructores de su destino, y si fracasan en la escuela, y no encuentran un trabajo remunerado satisfactoriamente, la responsabilidad es de ellos y sólo de ellos. En la línea de las argumentaciones precedentes, se encuentran quienes afirman que estamos pasando de una actividad industrial hacia otra de servicio, en forma equiparable a ese otro gran cambio en la historia del trabajo que consistió en el tránsito de la producción agrícola a la industrial. La idea es más compleja, porque en rigor, el presupuesto que la sostiene, es que no sólo se trata de un simple cambio, sino que se destaca que los servicios tienen cualidades particulares, la más notable de todas, es su inmaterialidad. En definitiva, es el anuncio de una nueva sociedad en la que el trabajo de producción y transformación de bienes materiales sería sustituido por actividades de circulación de información. En el lenguaje corriente es lo que se conoce con el nombre de «terciarización» tendencial de la economía y del sistema de empleo, con una fuerte presencia de la informalización del trabajo. En otras palabras, retroceso del empleo de completo de formas «atípicas». No sólo es este momento ni la En tiempo cualquier caso,y crecimiento estas teorías -¿o de empleo problemas sociales, hayel perturbaciones ocasión para tratar tan arduo problema, pero no quisimos omitirlo porque forma parte del especulaciones?-están en consonancia con los individuales que deben ser asumidas como repertorio vital de ideas que hoy pululan por los ambientes del trabajo, de los empresarios, postulados neoliberales. No existen los tales. de la academia. Los Empresarios La necesidad de referirnos a los empresarios en un trabajo que tiene propósitos referidos a la educación no es casual ni azarosa. Es obvia también la importancia que ha adquirido la capacitación, el entrenamiento en las propias empresas. Más aún, los empresarios, como organización corporativa, han ido incorporando, en sus agendas de trabajo, demandas en relación con las Políticas Públicas en Educación en las que obsesivamente plantean el tema de la evaluación de la calidad de la educación. Al haberse convertido en el grupo humano protagonista de estos tiempos, su impronta resulta indeleble para todas las actividades, y con más razón en el campo educativo, como lo veremos más adelante. La autopercepción que los empresarios tienen sobre sí mismos, y que la publicidad y el discurso oficial se han encargado de difundir, es que se trata de hombres «emprendedores», a los cuales ningún obstáculo los arredra; con enorme «capacidad de riesgos», al punto de la osadía. El emprendimiento y el riesgo sólo existen (cuando se cuenta con una gran «capacidad creativa» o innovadora. La resultante de estas características se resume en la idea de «liderazgo», natural, carismático. En adición, se trata de personas con una «gran capacidad para enfrentar situaciones nuevas», es decir, con una versatilidad a toda prueba, y así sucesivamente. Así, creen y deben hacer creer a los demás, ~ 213 ~ EQUIPO TÉCNICO (...) que ellos «generan» el progreso, que «producen» la riqueza de todos, que «crean» empleo, que «dan de comer» a miles de familias, que «asumen» por sí solos los riesgos, que «innovan» para el bien general, etcétera. Las máquinas son el símbolo de su obra. Los obreros, por el contrario, son el problema: gente que pide más salarios y que hace huelgas, que comete error (el error humano siempre es del trabajador y nunca del empresario), que coge gripe (...) y que hasta se permite, a veces, la pretensión que son ellos quienes producen la riqueza. Bien miradas las cosas es posible establecer una simetría entre los rasgos empresariales y las características del mercado, cosa que no debe extrañar porque el empresario es la resultante del mercado, y el mercado es la máxima expresión del empresariado. Con estas características del mercado y de los empresarios, no debe sorprender que los empresarios y los inversionistas sean el corazón y el cerebro del mundo actual, a tal extremo que uno de los grandes teóricos de la economía, como es el caso de Joseph AloisSchumpeter, los haya ensalsado en uno de sus libros, «Teoría Económica del Desarrollo». Pero los empresarios, a pesar de las enormes responsabilidades que asumen, deben lidiar continuamente con los trabajadores a quienes, en el reparto de los papeles de la comedia — ¿o tragedia?, o ¿saínete?— capitalista, les ha correspondido el rol de villanos. ¡Y vaya que lo son!, porque sus continuas protestas, movilizaciones, huelgas, paros, resistencias, incomprensiones, injusticias, etcétera, dificultan el paraíso que los empresarios quieren construir y que sólo la miopía de los trabajadores y el dogmatismo de algunos intelectuales no logran comprender. De allí que, el ideal de todo empresario es construir una fábrica, enteramente automatizada, donde sólo exista un gran panel y una pantalla gigantesca que proporcione, segundo a segundo, la información necesaria para introducir los cambios que las fluctuaciones de la demanda está requiriendo. Así sería posible la realización de ejercicios de simulación, introduciendo variables, alterando sus valores, ajustando y reajustando, y luego, con los resultados en la mano, diseñar los procesos de producción sin mayores sobresaltos, porque éstos también forman parte de los modelos matemáticos que subyacen en los programas computadorizados. La figura que más se acerca a la del Empresario es la del General de Ejército, pues ambos operan con un Estado Mayor Conjunto —el Directorio de la Empresa—; ambos se encuentran detrás de las líneas de batalla o de producción, según sea el caso; ambos se alimentan de mucha información, que se convierte en la garantía para alcanzar éxito; ambos están expuestos a enormes presiones en la toma de decisión. Hay, quizás, una diferencia importante. El empresario, que ha hecho gala de su capacidad de riesgo, cuando estalla el escándalo financiero, y se encuentra en el ojo de la tormenta, sometido a la vindicta pública, puede ser considerado en su accionar como un fracaso, pero nunca se supone que quiso hacer daño. La lógica empresarial, y la del mercado, descarta el perjuicio a terceros, y en el caso que así ocurra, debe ser interpretado como parte de los peligros inherentes de la condición empresarial. La" ética del mercado es el mercado de la ética: todo depende de la ~ 214 ~ EQUIPO TÉCNICO variación de la oferta-demanda, de su elasticidad; todo es relativo. Debemos agregar algunas obviedades, porque son conocidas, pero que al ser silenciadas, son omitidas e ignoradas. Los empresarios están en este mundo para obtener beneficios económicos, acumular, ganar dinero. Si alguien crea una empresa que no tiene este propósito, pues, no puede considerarse empresario, o simplemente no lo es. Es un benefactor, un altruista, un bienhechor de la humanidad, pero no es empresario. Es posible que en Latinoamérica los empresarios no vean ciertas realidades con toda la claridad con que lo hacen los japoneses o los europeos o los americanos, pero lo que con certeza sí saben, son las razones por las cuales se dedican a la actividad mercantil. Decir que el empresario, en el sin fin de riesgos que asume, actúa solo, es cuando menos una Naturalización de la economía de mercado El hecho de que todas las actividades públicas tiendan a la privatización; que el Estado reduzca su tamaño y se limite a funciones de orden; que el trabajo y el trabajador sean sometidos a nuevas regulaciones; que el empresariado ocupe los roles protagonices y temereridad. Porque en el momento de destaparse las ollas bajo la presión de la quiebra, de la amenaza del embargo, o la protesta social, se descubre que, normalmente, hay una red de colaboraciones que se tiende entre la iniciativa privada, el poder político y el poder judicial. De allí que sea muy difícil desentrañar el nudo de esa madeja que se llama corrupción; y más allá del escándalo público, rara vez se logra identificar y responsabilizar a quienes han atentado contra los intereses de la comunidad. Siempre habrá algún resquicio legal o las presiones del poder para impedir las sanciones. En el fondo de esta escandalosa situación, está una concepción de la ética que, para el caso de las actividades mercantiles, tiene sus propios valores. Por eso, independientemente de los mitos que acompañan a la actividad empresarial, lo cierto es que en educación su papel, en la actual Reforma Educativa, no puede ser más destacado. que todos los demás actores sociales sean comparsas; en fin, que se haya producido un ajuste estructural que abarca todos los órdenes de la sociedad, es la consecuencia necesaria de la presencia del mercado como eje regulador del acontecer de los pueblos. De esta forma, (...) cualquier conjetura acerca de las estrategias posibles en los años por venir implica situarse en relación a aquello que ahora se toma por dado, esto es, la naturalización de la economía de mercado. Es importante observar el movimiento pendular de la historia. En América latina, y en Europa fundamentalmente, el punto de partida fue el mercado. El desarrollo exponencial del mercado produjo inequidades, y conflictos cuya solución fue la vía compensatoria, a través de la intervención de un Estado con claras políticas proteccionistas en favor de los excluidos de la «competencia» del mercado. El resultado fue lo que se conoce ~ 215 ~ EQUIPO TÉCNICO con el nombre de Estado de Bienestar. Cuando en los países centrales la crisis se asomó bajo la forma de una disminución en la tasa de acumulación, entonces, la corriente internacional que predicaba la igualdad, la protección de los derechos sociales, la intervención directa del Estado en los procesos económicos, etcétera, debió ceder terreno a posturas conservadoras que descalifican al Estado y promueven abiertamente la economía de mercado, enfatizando el esfuerzo individual como único mecanismo de regulación de las relaciones sociales y productivas. Por decisiones políticas internacionales asistimos al desmantelamiento de las políticas de seguridad y protección social. La crisis que se originó en el mercado se pretende resolver amplificando los poderes del mercado. El punto crítico de la apertura al mercado mundial es que éste se encuentra fuertemente concentrado en un grupo identificable de corporaciones transnacionales. En estas circunstancias, la «competencia perfecta» resulta ilusoria. No se sabe de un lugar en la tierra donde haya existido esa competencia perfecta. Los precios de las mercaderías no reflejan sólo el nivel de competencia, el desarrollo tecnológico alcanzado, la relación oferta-demanda, etcétera, sino la estructura de poder económico y político entre grandes corporaciones y apoyo estatal. Cuando a los países de la región se les está proponiendo que ése sea el mercado con el que tienen que competir, y al mismo tiempo en su nombre se están redefiniendo sus estructuras económicosociales, se les está condenando a un futuro que no tiene nada de promisorio. Por el contrario, los problemas sociales se agravarán. Nadie, con seriedad, puede pensar que la alternativa para nuestros pueblos pase por el mercado. En ningún lugar del planeta se conoce, por ejemplo, que el mercado sea capaz de resolver el problema de la vivienda — con gran déficit— con criterios sociales, es decir, de servicio, antes que de lucro. No se puede asegurar que el mercado va a atender la salud de la población con un sentido democrático en vez de regirse por la relación costo-beneficio. Así por el estilo, hay una serie de derechos sociales que en nuestros países alcanzan magnitud de graves problemas que hay que enfrentar, y no es posible confiar en que por vía del mercado vamos a arribar a buen puerto. El mercado intervendrá activamente si están garantizados los beneficios económicos. Lo demás es llamarse a engaño. La opinión pública, que vive dolorosamente el proceso antes descrito, no encuentra más respuesta que la ofrecida por los medios de comunicación en el sentido de que es necesario terminar con la demagogia, ajustarse a la realidad, acabar con el despilfarro. Simultáneamente, un mercado sin rostro aparece como la única institución en condiciones de mostrar caminos posibles. Ha tenido lugar una inversión de valores, pues, «el aura que rodeaba el bienestar público [es decir, el valor del bien común] se adhiere a todo lo que sea privado o privatizable». ~ 216 ~ EQUIPO TÉCNICO Competitividad La política globalizadora es una incitación a la competencia en el mercado internacional. Hay antecedentes poco conocidos, como por ejemplo que La región exporta de manera predominante productos cuya participación en el mercado mundial se encuentra a la baja. Las economías latinoamericanas revelaron una tendencia crónica al desequilibrio de los pagos externos y su dependencia del crédito internacional. El deterioro de los términos de intercambio sigue estando vigente en los países de la región. En el pasado era menor la cantidad de materia prima o algún insumo que había que vender para adquirir bienes manufacturados. Hoy es preciso exportar mucho más para adquirir el mismo producto. De acuerdo con los datos proporcionados por la UNCTAD entre 1985-1990 por ejemplo, el poder adquisitivo de las exportaciones de los países en desarrollo aumentó a una tasa anual media del 4,5%, mientras que los países desarrollados casi duplicaron esta tasa en el mismo período. En años posteriores la tendencia continuó acentuándose. La competencia en el mercado internacional hace que sean las mercaderías de mayor valor agregado las que incrementen sus precios y el volumen de sus exportaciones. Mientras más tecnología de avanzada incorpore, mayor también es el espacio que copan del mercado. Frente a este panorama, es difícil que los países de nuestra región puedan competir en igualdad de condiciones. Y si a esto agregamos que se sigue ensanchando la brecha de los costos de los productos básicos entre los que provienen de los países industrializados y los de los países en desarrollo, la discriminación comercial desfavorece a los países de nuestra región. La participación de América latina en el comercio internacional muestra cuentas regresivas que se evidencian en que «América latina ha pasado de tener una participación del 6,6% en el total mundial de las exportaciones de bienes, a sólo el 3,4% en 1992». Los datos sirven para alertar sobre la falacia existente en la competencia internacional. El mayor flujo de inversión extranjera directa se realiza entre economías que tienen un alto grado de tecnificación incorporada, que participan de todas las innovaciones, que se encuentran en la frontera de la revolución científico-tecnológica y que se gerencia con una racionalidad administrativa de primer orden. No negamos que en los países de la región se puedan lograr éxitos en algunos de estos campos, pero ello sería a costa de agravar mucho más aún las desigualdades existentes, porque los pocos recursos habría que destinarlos a esos fines, olvidándonos de los problemas concretos de las poblaciones. Una de las características de nuestra región es que sólo unas pocas ciudades de cada país se pueden homologar —y aun relativamente— ~ 217 ~ EQUIPO TÉCNICO con los centros de desarrollo del norte. El resto de las poblaciones se encuentran diseminadas en territorios que se caracterizan por estar, en términos de modernidad, en la prehistoria aún. En estas circunstancias, el «éxito» en el mercado nos está comprometido desde la partida. Históricamente hablando, nuestra mayor vocación productiva, en general, en tanto países del así llamado Tercer Mundo, es en el renglón agroindustrial. Pero ocurre que (...) la participación porcentual de los productos agrícolas disminuye permanentemente, pasando de un 31,0% en 1960 a sólo el 13,7% en 1989, es decir, menos de la mitad del porcentaje original. No puede ser de otra manera, porque uno de los renglones productivos en los que la biotecnología se ha mostrado muy fecunda es, precisamente, en el complejo agroindustrial. Nuestros países están lejos aún de alcanzar desarrollos importantes en ese renglón, salvo el caso de Cuba que puede exhibir algunos progresos. Lo evidente es la gran disparidad entre el norte y el sur y que, además, lejos de disminuir, tiende a profundizarse. Utilizando la metáfora de Aldo Ferrer, digamos que el «el norte es hoy la locomotora del mismo norte. Los vagones del sur están desenganchados del crecimiento de los países industriales». Síntesis escala planetaria), pues se trata de un problema de interpretación histórica. En cambio, no se discute que el apogeo de esta crisis se da en las décadas de los setenta y los ochenta. «Resulta discutible ubicar con precisión temporal el inicio de la crisis del sistema económico (punto de partida de todo el proceso transformador que hoy se vive a A finales del decenio de los setenta se hace sentir en la región los efectos de las transformaciones económicas que se estaban produciendo en los países centrales. Se producen dos crisis petroleras importantísimas (1973 y 1979), al punto que su influencia se va a percibir en toda la economía mundial. El parque industrial del mundo capitalista desarrollado se mueve enteramente sobre la base de la energía de los hidrocarburos, de manera que esta fuente energética se transforma en vital para sus intereses. En este aspecto reside una de las explicaciones posibles para entender la agresividad del gobierno norteamericano en la así llamada Guerra del Golfo. Después de finalizado el conflicto, la cuenta, es decir, los gastos que originó la guerra, tuvieron que solventarlos las potencias europeas, en particular Japón, que hizo un importante aporte en dólares. El detalle económico es significativo porque evidencia el poder-debilidad de la primera nación del mundo. Después de las crisis petroleras, el fantasma de la recesión comienza a rondar las economías de los países del primer mundo. Los beneficios que se habían alcanzado, a través de una concertación entre empresarios, ~ 218 ~ EQUIPO TÉCNICO sindicatos y Estado, comenzaron a resquebrajarse. Los grupos capitalistas más dinámicos y agresivos presionaron para exigir otra modalidad política y económica. La influencia conservadora, que abiertamente favoreció a los sectores de más altos ingresos, que redujo la participación del gasto público en especial en materia asistencial, tanto bajo la administración de Reagan como de Tathcher, dio paso a un nuevo sistema que, con posterioridad al derrumbe del bloque soviético, se internacionalizó. La esencia de la nueva propuesta, en vista de la recesión, consiste en una transferencia de los ingresos, desde los sectores populares y medios hacia el vértice del poder. Para esto fue inevitable la desarticulación del Estado de Bienestar. Los gobiernos de los países latinoamericanos, bajo presión directa, pues de por medio está el pago de la deuda externa, se ven obligados a introducir mecanismos para reducir el gasto público. Se pretendió alcanzar dos objetivos centrales. Equilibrar la balanza comercial, profundamente desfavorable, y a mediano plazo, reestructurar las economías reemplazando el modelo de sustitución de importaciones mediante la desregulación de la participación estatal y de la apertura al mercado internacional. El modelo de sustitución de importaciones, que en el pasado fue presentado como la solución para nuestros problemas, fracasó. El énfasis se puso en el sector primario que muy pronto entró en falencia por el deterioro de los precios mundiales. Hay que agregar además el atraso técnico que tenía la región y el proteccionismo indiscriminado del cual se valieron algunos sectores criollos exportadores para hacer espléndidos negocios. Un último dato que intenta completar el cuadro que hemos pretendido presentar de la situación de América latina en la actualidad: Entre 1980 y 1992 América latina y el Caribe han transferido al resto del mundo recursos netos por 159 mil millones de dólares. Cada uno de los temas abordados en esta sección merece un tratamiento mucho más profundo y especializado. Sabemos de algunas omisiones que se notan, como por ejemplo el tema de la Deuda Externa, el del Crecimiento y Desarrollo, etcétera. El criterio utilizado para la redacción de esta parte ha sido el de buscar, comprensivamente, una visión de conjunto y a la vez seleccionar aquellos tópicos cuya incidencia en la reforma educativa actual resulta notable. A grandes pinceladas, hemos abordado algunos de los aspectos centrales que están en la base de las actuales propuestas de reformas en el campo de la educación, y en la misma medida en que hemos ido avanzando en el tema, nos afirmamos en la creencia de que estamos en presencia de un Gran Mito, de un extraordinario discurso, técnicamente elaborado, científicamente sustentado, académicamente avalado, a tal punto, que infunde confianza, creencia que moviliza la actuación de los hombres encargados de liderizarla, es decir, los técnicos y los directores ~ 219 ~ EQUIPO TÉCNICO de los ministerios respectivos. Pero, sin estar en posesión de dotes taumatúrgicas, ni pretender hacer futurología, creemos que pronto el péndulo alcanzará su punto de equilibrio y las aguas volverán a su cauce. Mientras eso sucede, pasemos a examinar la Reforma Educativa, la filosofía que la inspira, la concepción de hombre que la sustenta, los valores que le dan vida y la metodología propuesta. TEXTO XIII: TELLO, CESAR: La escuela en tiempos de crisis de la modernidad. Odiseo, revistas 2010. CESAR TELLO: Prof. de Formación Humana, Profesor en Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata. Posgrado en Educación y Nuevas Tecnologías en FLACSOArgentina. Docente de escuela en todos los Niveles. Asesor del Centro de Educación para el Adolescente y la Familia (CEPAF). Técnico Especializado del Centro de Documentación Educativa de la Provincia de Buenos Aires (CENDIE). Asesor Pedagógico de Instituciones Educativas de la Ciudad de La Plata. LA ESCUELA EN TIEMPOS DE CRISIS DE LA MODERNIDAD Presentación Debemos considerar que asistimos a un momento sin precedentes en la historia de la educación en lo que respecta a la Institución escolar. Se trata de la crisis estructural de la escuela, gestada en y para la modernidad. Este tipo de crisis se presentan de modo singular según los tiempos y las variables socio-políticas en las que tienen lugar. Podríamos mencionar como características particulares de la crisis actual tres razones medulares: la desinstitucionalización, transicionalidad cultural y fragmentación social. Estas cuestiones son las que generan dislocamiento y desfasaje si consideramos que la escuela fue gestada en un período particular de la historia para responder a determinadas demandas de la sociedad, y el tiempo actual <ya no es aquel>. Desde esta perspectiva y tomando la afirmación de Kaes nos encontramos con un interrogante de fundamento, el referido a la cuestión del sentido de la escuela: ¿Qué sentido tiene la escuela hoy? o ¿Qué sentido le podemos otorgar a la escuela actual? ~ 220 ~ EQUIPO TÉCNICO Con estas preguntas intentaremos analizar el sentido de la escuela moderna, y el de la realidad actual <en esto> que ya no es la modernidad. Será necesario entonces revisar aquellos postulados que dieron origen a la modernidad y de modo concatenado realizar una breve descripción de la forma en que se cristalizó en el contexto argentino; con este recorrido ingresaremos a la realidad actual pero sin dejar de remitirnos al contrato fundacional, señalando algunos trazos significativos y efectuando un paralelismo entre liberalismo y neoliberalismo, dado que son los marcos estatales en los que habita la escuela, con determinado sentido en el primer caso y en el segundo, examinando el presente de la institución escolar. I. EL SENTIDO DE LA ESCUELA MODERNA “La escuela está en el centro de los ideales de justicia, igualdad y distribución del proyecto moderno de sociedad y política. No sólo resume esos principios, propósitos e impulsos; ella es la institución encargada de transmitirlos, de generalizarlos, de hacer que se tornen parte del sentido común y de la sensibilidad popular. La escuela pública se confunde, así, con el propio proyecto de la Modernidad. Es la institución moderna por excelencia.” Tomaz Tadeuz da Silva, 1997: 273 El paso hacia la modernidad…Thomas Hobbes Hobbes es considerado por algunos analistas como el primer teorizador del Estado liberal. Dado el nuevo entono y transformación que sus postulados dieron a la época lo tomaremos como referente para describir, a grandes rasgos, el paso hacia la modernidad y el impacto que esto provocó en las ideas de la ilustración que se manifestaron, entre otras, en la creación de los sistemas educativos modernos. Particularmente consideramos relevante la postura del filósofo ya que fue quien mayor influencia tuvo en la génesis histórica del Estado argentino y su despliegue sobre la escuela que con posterioridad se proyecta en las ideas de la Escuela Normal de Paraná. Si bien el pensamiento de Hobbes es el de un filósofo abarcador más que el de un científico especializado, su importancia radica en haber sentado las bases para el estudio racional del hombre y de las cuestiones sociales, como así también puede decirse que la sociedad comenzó a ser observada con criterio científico a partir de su análisis teórico. Sus aportes son fundamentales para el desarrollo posterior de las disciplinas sociales ya que consideraba que del mismo modo como se habían desarrollado exitosamente las ciencias exactas también podrían desarrollarse las morales. Éstas sólo alcanzarían la verdad en la medida en que siguieran el modelo de la físico-matemática. Hobbes hacía “tabula rasa” con buena parte del pensamiento social anterior, especialmente con las ideas aristotélicas. Cabe señalar que fue uno de los precursores del racionalismo aplicado al pensamiento social y una de las figuras clave de la filosofía naturalista vigente en los siglos XVII y XVIII, sosteniendo que era posible la ética y la política como dimensiones inmutables y ~ 221 ~ EQUIPO TÉCNICO naturales que generarían valores universales con criterios de verdad inalterable, producto del progreso de la razón (racionalismo). De este modo las sociedades podrían regirse por legislaciones universales, para esto es necesario –según Hobbes- considerar tres principios básicos para elaborar una teoría del Estado: consecuencia están dispuestos a perjudicarse recíprocamente. 2) El hombre tiende por instinto natural a conservar su propia vida o para decirlo mejor a evitar la muerte, le teme especialmente a la muerte violenta. 1) Los integrantes de una sociedad saben por experiencia que los hombres desconfían naturalmente los unos de los otros y en 3) Por último, todos los hombres son seres racionales y capaces de darse cuenta que la guerra depende del derecho ilimitado; sólo renunciando a tal ilimitado derecho puede ser evitada. De estos puntos nodales derivan dos categorías centrales de su teoría: Estado de Naturaleza y Estado Social. En el primero es donde se da la lucha de todos contra todos, es el estado que precede a la organización de cualquier sociedad constituida y en la cual el hombre obra siguiendo exclusivamente sus propias inclinaciones naturales. En esta situación los hombres compiten por la supervivencia. “…Y dado que la condición del hombre es condición de guerra de todos contra todos, en la que cada cual es gobernado por su propia razón, sin que haya nada que pueda servirle de ayuda para preservar su vida contra sus enemigos, se sigue que en una tal condición todo hombre tiene derecho a todo, incluso al cuerpo de los demás. Y, por tanto, mientras persista este derecho natural de todo hombre a toda cosa no puede haber seguridad para hombre alguno (por muy fuerte o sabio que sea) de vivir todo el tiempo que la naturaleza concede ordinariamente a los hombres para vivir.” Hobbes, 1984: Cap. XIV Por lo tanto, a través del principio de racionalidad y para que el hombre no se convierta en un lobo para el hombre, los sujetos delegan el poder en una institución política: el Estado Social, que se convertiría en garante de la paz. Debemos entender, desde la postura de Hobbes, que el sujeto en estado de naturaleza es irracional y por lo tanto ataca para defenderse, en el sentido de Geneyro (2006), para Hobbes el ser humano es un ser deseante y dejando <en libertad> esa fuerza deseante es imposible la convivencia social. ~ 222 ~ EQUIPO TÉCNICO “…Y, por lo tanto, si dos hombres cualesquiera desean la misma cosa, que, sin embargo, no pueden ambos gozar, devienen enemigos; y en su camino hacia su fin (que es principalmente su propia conservación, y a veces sólo su delectación) se esfuerzan mutuamente en destruirse o subyugarse. Y viene así a ocurrir que, allí donde un invasor no tiene otra cosa que temer que el simple poder de otro hombre, si alguien planta, siembra, construye, o posee asiento adecuado, pueda esperarse de otros que vengan probablemente preparados con fuerzas unidas para desposeerle y privarle no sólo del fruto de su trabajo, sino también de su vida, o libertad. Y el invasor a su vez se encuentra en el mismo peligro frente a un tercero.” Hobbes, 1984:Cap. XIII En este sentido Hobbes plantea que no existe el Estado naturalmente sino por convención, justamente porque satisface una exigencia elemental del hombre, los hombres mismos son quienes lo desean y le dan vida con un acuerdo recíproco. Sólo el miedo a la muerte mueve al hombre a renunciar a los honores y ventajas del estado natural y reducirse al estado civil o social. El contrato que da origen al Estado moderno (Estado civil o social) es un acuerdo mediante el cual un cierto número de individuos establecen entre ellos la renuncia a aquel derecho ilimitado y potencial sobre todas las cosas que les corresponden en el estado de naturaleza. La convención que existe en la base del Estado no es, como imaginan los contractualistas de tendencia democrática, un contrato del cual pueden los súbditos liberarse cuando el soberano no cumple con las obligaciones asumidas, sino por el contrario, un contrato de los súbditos entre sí, contraído con la finalidad de renunciar a los propios derechos a favor de un tercero. En este clima de ideas y junto al marco de las situaciones político -económico- sociales del siglo XVIII y XIX se libera la mirada acerca del origen sobrenatural y se la coloca en las actividades humanas. La ilustración intentará reemplazar lo sobrenatural por lo natural, la religión por la ciencia, y creerá fervientemente en la perfectibilidad del hombre. En este contexto, debemos comprender que la escuela surge como un esfuerzo deliberado del incipiente Estado-Nación de mediados del siglo XIX. Es en las ideas de la ilustración desde el Estado Social y los postulados modernos que se encuentran los aspectos subyacentes de la extensión de la enseñanza de masas y la necesidad de la institucionalización de la escuela, Ramírez y Boli (1999) fundamentan este postulado en cuatro puntos: 1) El individuo: en el siglo XIX se transformó en la unidad principal de acción y en la fuente fundamental de valor dentro de la sociedad (giro del theocentrismo al antropocentrismo). 2) La vitalidad nacional: conformada por los miembros de la sociedad requería de la revitalización del individuo. 3) La socialización de la infancia como clave para alcanzar la condición de adulto: la maleabilidad del individuo niño y la viabilidad de la intervención explícita en el desarrollo del niño, aludiendo al descubrimiento de la teoría de la socialización en el siglo XVIII. 4) El Estado como protector de la nación y garante del progreso: con la idea de progreso se esperaba que los sistemas de educación de ~ 223 ~ EQUIPO TÉCNICO masas no sólo preservaran el orden social sino también que crearan la nueva sociedad nacional. Teniendo en cuenta estos puntos debemos considerar que el sistema universal de educación pública llegó a ser la estrategia más popular en el proceso de construcción de la nación, desarrollo de la ciudadanía y en la homogeneización de las masas. Desde la perspectiva de la modernidad se esperaba que el paso por el sistema educativo desarrolle las capacidades generales que conformen a ese sujeto en un ciudadano capaz de vivir en una sociedad y de ese modo “estar listo” para incursionar en el mundo del trabajo, constituir una familia y en algunos casos, iniciar los estudios superiores. La escuela pues, se convertiría en la encargada de la transmisión de la cultura general: la transmisión cultural era la de una “determinada cultura”, dado que como es imaginable por lo expresado anteriormente, en la modernidad los saberes socialmente válidos eran aquellos que poseían carácter de cientificidad, y esta transmisión cultural era la necesaria para convertir, en el caso argentino, al sujeto aluvional en ciudadano nacional. Los Estados se comprometieron a sancionar, financiar y gestionar la educación de masas como parte de un esfuerzo para construir una política nacional unificada, y aspirar a que los individuos descubrieran su identificación primaria con la nación, de esta forma el Estado se vería reforzado con la participación universal de los ciudadanos en proyectos nacionales. A este direccionamiento de los estados por establecer determinada cultura debemos sumar los intereses particulares, aunque con dudosa intencionalidad en Argentina, contribuyeron a la consolidación del sistema educativo. II. EL ESTADO (NEO) LIBERAL ARGENTINO Estado y poder El modelo establecido a fines del siglo XIX, reconocido en Argentina como liberal oligárquico, asentó como principal característica la de constituirse con la fuerza de un gobierno central y así logró imponerse con el control del espacio social y territorial. La centralización del poder político no hubiera sido posible sin el recurso de una fuerza militar y, en varios casos, a través de alianzas con los caudillos que tenían bajo su poder los circuitos económicos que durante décadas habían dominado. La potestad de este nuevo modelo de Estado contribuyó a la formación de un mercado nacional, unificando el espacio interior para integrarlo a la economía internacional. Una de las características distintivas del Estado Liberal que se dio en la modernidad, como hemos mencionado, es el progresivo avance del proceso de secularización, a través del cual la sociedad dejó de percibirse como un todo articulado en un fundamento trascendente-divino-theocéntrico, para concebirse como un Estado autónomo e independiente del tradicional vínculo con la Iglesia Católica. Ahora bien, en la década de 1990 el Estado lleva a cabo nuevamente un proceso de secularización, pero en esta ocasión en un sentido inverso a 1880 (Tello; Vazelle, 2004: ~ 224 ~ EQUIPO TÉCNICO 8). Decimos inverso porque en lugar de centralizar sobre sí el poder, opta por su contrario: delegar en manos de los organismos internacionales sus responsabilidades, que como agentes de poder comienzan a modificar el rol del Estado, configurado en este contexto por los dictámenes de la ideología neoliberal y produciéndose la estrechez estatal. La conformación del sistema educativo moderno en Argentina, se inscribió en un contexto de fuerte impronta políticoinstitucional, en el cual el Estado utilizó mecanismos y estrategias de inculcación ideológica basadas en una arbitraria pseudodemocratización. Haciendo tomar conciencia al conjunto social que la educación era un derecho intransferible e inalienable; así, la escuela se constituiría en dispositivo integrador, homogeneizador y suturador de las desigualdades sociales, formando a los futuros ciudadanos del surgente Estado. ¿Democracias? Hacia 1880, el sistema político se caracterizó por la constitución de un régimen de partidos de notables (la conformación de la oligarquía), con fuertes restricciones en la participación, en tanto se limitaba el acceso a la mayoría (Botana, 1998). Se trató de un modelo de amplias libertades civiles y acotadas libertades políticas. Debemos considerar que, en este período la preocupación fundamental del Estado giraba en torno a la necesidad de construir en la población el sentido de pertenencia nacional, en cuanto a comunidad de destino, con la intención de articularla con una democracia restringida en el caso de 1880 o débil como En consecuencia nos encontramos en Argentina específicamente en la década de 1880 con lo que Sarmiento dio en llamar la Educación Popular (1900: 173) que formó parte del proceso de la constitución del Estado Nacional y que por un centenar de años tuvo el basamento en la Ley 1420, Ley de Educación Común –promulgada en 1884-, que prescribió la obligación estatal de brindar educación a todos los habitantes del territorio argentino, con una relato propio: educar al soberano. Por otro lado, los organismos internacionales impulsaron el discurso de Educación Para Todos durante la década de 1990, teñida de una fuerte raigambre neoliberal que en el caso argentino quedó plasmado en la Ley 24195, Ley Federal de Educación –promulgada en 1993-, en la que las nuevas políticas educativas llevadas a cabo en Argentina y Latinoamérica, desplegaron relatos políticos de inclusión escolar, observándose su opuesto en la realidad institucional. plantea Garretón (1999) para neoliberalismo en la década de 1990. el En ambos casos el Estado es el que intenta mutilar la participación política; el estado liberal lo hace deliberadamente y el Estado de 1990 impregnado por la lógica neoliberal lo hace manipulando simbólica y materialmente a los sujetos sociales. El proceso de la globalización, en términos de Bourdieu (1999) denominado como “el mito de la mundialización” produjo el discurso que esto es así y nada se puede cambiar, legitimando como “inevitable” el avance del neoliberalismo y diluyendo los límites de los mercados nacionales, generando en ~ 225 ~ EQUIPO TÉCNICO consecuencia una internacionalización de los mismos. Así nos encontramos con un espacio educativo cuyo escenario no es una experiencia común. Tornándose problemático en contextos de cambios culturales que se presentan como acelerados y traumáticos. Estos cambios redundan en realidades educativas cada vez más segmentadas, fragmentadas y desiguales que también tienen impacto en la conformación de las identidades de profesores y alumnos, que no pueden “leerse” a partir de un lugar común como espacio instituido con un soporte subjetivo, esto es con sentido de continuidad de la experiencia que organiza la vida psíquica. La subjetividad puede remodelarse o revisarse, pero sin ese sentimiento de continuidad sería difícil tener algún tipo de organización. homogeneización social a la cultura aluvional, que se revirtió con el paso de los años en la expansión del sistema educativo con una impronta cultural común a la sociedad. Ahora bien, en la actualidad, la carencia de soporte subjetivo de la Institución escolar hace difícil pensar el papel de la educación pública como generadora de una identidad cultural común. Próximos a las notas de análisis debemos comprender que la subjetividad no posee sólo un anclaje psicoanalítico como planteamos en las líneas anteriores, también se puede desplegar desde la filosofía, en nuestro caso, desde la filosofía de la educación convirtiéndose así en una guía para descubrir el origen de los sentidos que los sujetos producen históricamente para responder a las preguntas: ¿Qué somos? ¿Qué necesitamos? ¿Qué queremos? ¿Qué podemos ser? La conformación de la escolaridad pública en Argentina imprimió su carácter de III. NOTAS DE ANÁLISIS El sin - sentido de la escuela <en esto> que ya no es la modernidad. Ahora bien, en la Argentina de la Modernidad una de sus principales características fue el auge de la autoridad y poder del Estado nacional conjuntamente con la rápida extensión de los derechos civiles, políticos y sociales de los individuos. El Estado nacional y los individuos son entidades institucionalizadas dentro de la cultura vinculados por medio de la institución de la nacionalidad. Este planteo presupone un institucionalizado y ampliado sistema de educación pública. Sin duda que debemos posicionarnos en el contexto actual, como contexto transicional: modernidad y <esto que ya no es>, esta es la cuestión que debemos asumir como educadores: es otro el tiempo que habitamos. ~ 226 ~ EQUIPO TÉCNICO “Porque no sólo se trata de una época de grandes cambios, sino de un cambio de época, donde lo viejo se derrumba y lo nuevo no alcanza a aparecer, lo cual tiñe la existencia por el malestar y la incertidumbre. Las certezas conquistadas por la Modernidad son socavadas por la turbulencias de los cambios que desnudan las limitaciones de la comprensión humana para entender lo que está sucediendo así como avizorar las tendencias a futuro” García Delgado, 1998: 25 En eso consiste… en que los que actualmente habitamos la sociedad, la escuela, las instituciones somos partícipes o espectadores de este tiempo de cambio social, político y económico. Por esta razón es muy difícil responder al sentido actual de la escuela, porque el sentido se desconfiguró. La transmisión de la cultura, como decisión política, comienza a fraguar cuando se percibe Sentidos… Desde el título de este trabajo venimos insistiendo con un término que consideramos clave, a tal punto que está presente en el interrogante inicial: el sentido de la escuela. El diccionario ofrece entre varias acepciones, la siguiente, y es la que consideramos pertinente a los efectos de la propuesta: que el formato escolar moderno se ha consumido. A tal punto que Guillermina Tiramonti (2003) pregunta “¿se puede hablar de sistema educativo argentino en la actualidad?” El mismo requiere de ciertas características: significación social de los procesos de transmisión cultural y cierta correlación entre la cultura escolar y la cultura social. Sentido, “Finalidad o razón de ser: este texto absurdo carece de sentido” (Larrouse, 2005) De este modo tenemos como desafío analizar la escuela como texto cuya finalidad o razón de ser, en la actualidad, está muy cerca de ser un texto absurdo. Si la escuela está en estas condiciones, nos permitimos la pregunta ¿cuál es su finalidad? Tiramonti G. advierte “es claro que habitamos un espacio de derrumbe de las certezas conceptuales, de los mitos identitarios de la nación y de las instituciones con las que se tejió el entramado de la sociedad moderna” (2004:11) Esta advertencia y según lo que hemos mencionado en la presentación de esta propuesta respecto a la institución escolar (desintitucionalización, transicionalidad y fragmentación) nos ubica muy cerca del quiebre de la finalidad. En este trabajo proponemos una mirada, una perspectiva; consiste en encontrar, buscar, ~ 227 ~ EQUIPO TÉCNICO sentir las ráfagas de sentido, que en principio no nos conducirá a la razón de ser –como planteaba nuestra definición del diccionariopero en la simultaneidad de ráfagas de sentido, en la conjunción y en el debate como camino, y con la paciencia que no es propia de la cultura de lo instantáneo del tiempo actual, los educadores podremos buscar y nombrar estas ráfagas que seguramente se posicionaran ante nosotros como aires novedosos. Es importante considerar el otro polo de búsqueda de sentido en la cultura fast, y consiste erróneamente en que el sentido para convertirse en tal, debe inscribirse o instalarse en la cultura institucional. Ahora bien, si intentamos instalar dispositivos de sentido ¿no estaremos instituyendo dispositivos (como los de la modernidad) que fueron apropiados para determinado contexto social, histórico y político pero quedan anacrónicos precisamente por su “carácter instalador” o como afirma Cristina Corea: “de lo que viene durando sin producir efecto alguno”? (2004: 34) Será necesario para darle sentido a las experiencias y la forma de habitar las experiencias educativas, pensar en nuevos marcos teóricos con una flexibilidad tal que la incertidumbre se conforme como principio para construir teorías en contexto que devengan en teorías capaces de construir horizontes. La Escuela actual: ¿fatalidad y pesimismo? Ahora bien, es necesario comprender como hacíamos referencia en líneas anteriores el Por tanto el sentido de la escuela tiene que ser permanentemente pensado porque el entorno y las situaciones que habitamos son permanentemente fluctuantes, al menos por ahora, dado el tiempo de metamorfosis social y confusión. Debemos considerar que esta elucubración no invita a la inmutabilidad “esperando que pase la transición”. Por el contrario se requiere de una actitud cuyas estrategias se desplieguen desde la filosofía de la educación ya que es necesario examinar los lugares que se habitan para pensar las categorías que siguen nombrando cosas que ya no son. Pero, si por un momento hacemos el esfuerzo de des-habitar y des-componer el tiempo quizá comencemos a encontrarnos con elementos complejos que sin duda se hilvanan a los fenómenos que intentamos analizar. Es decir, no se puede como se pretendía en la modernidad analizar las partes, porque las partes no existen sino por el propio fenómeno y es así como esas partes no podrían constituir otro fenómeno, esas partes, no se pueden generalizar ya que se constituyen en tanto fenómenos sociales, siempre nuevos. Aquí hacemos referencia a los fenómenos educativos y particularmente al modo en que se habita; habitar hoy la institución escolar es afrontar la responsabilidad de la transmisión cultural, de la transmisión del conocimiento. Por tanto el esfuerzo consiste en ir más allá del sentido otorgado e inculcado en el imaginario individual o colectivo de los paradigmas que sustentaban la modernidad. carácter desinstitucionalizado de la escuela, donde el habitar se vuelve confuso, dado que habitar la escuela como adultos –en el rol docente- no consiste sólo en la transmisión de ~ 228 ~ EQUIPO TÉCNICO la cultura. Sin duda que la historia de la educación argentina nos muestra huellas en las cuales nunca sólo ha sido una institución de transmisión cultural en tanto cultura en la perspectiva de Kusch (1978: 14). Sino que dado su mecanismo como aparato ideológico del Estado o de las esferas dominantes podemos afirmar que existió en la transmisión de la cultura desde la escuela, objetivos particulares tales como “propagandeo” (gobiernos populistas), “discursos modelizantes” (el higienismo) “inculcación ideológica-religiosa” (la década infame) entre otros. La escuela ha desfigurado su función, los mismos adultos, quizá por los tiempos que vivimos, confunden la función de la escuela. “los padres piden mejorar la calidad del aprendizaje en las escuelas” cómo así también “le reclaman ayuda social, apoyo afectivo y contención a la familia” Diario Clarín, 21 de marzo de 2004. Los trazos de desconfiguración histórica parecen re-aparecer con nuevos matices, a decir de G. Tiramonti, cuando plantea para los tiempos actuales que: “los sanitaristas piensan que (la escuela) es el espacio más adecuado para vehiculizar una política sanitaria; los que vienen de desarrollo social o plantean políticas compensatorias piensan que la escuela es el lugar desde el cual se puede vehiculizar una política de compensación social; un tributarista plantea que la ciudadanía tributaria se debe desarrollar a partir del espacio escolar” (2003: 4), y así podríamos seguir con varios ejemplos. La dificultad que encontramos es que estas cuestiones, que teniendo en cuenta la historia de la educación no serían tan novedosas, desconfiguran de modo pronunciado el sentido de la escuela actual. Por esto es necesario, como suele hacerse en momentos de crisis, recurrir a la filosofía de la educación. Pero creo oportuno considerar que la misma historia nos ha enseñado que la filosofía de la educación no puede ser aquella “de la que se hecha mano” en momentos difíciles, sino más bien una actitud para pensar la escuela. Dado que el debate que intentamos desplegar en este trabajo intenta recomponer los fundamentos y sentidos de la educación es necesario recurrir a la filosofía de la educación entendida como aquella que nos interpela y provoca el pensamiento. El saber filosófico se presenta como el marco teórico apropiado para ahondar en los fundamentos de la educación, en tanto permite la indagación del por qué, facilitando el acceso a un modo de pensamiento lógico-reflexivo que no admite dogmatismos sino la construcción de nuevas conceptualizaciones, modelos y marcos de referencia. ~ 229 ~ EQUIPO TÉCNICO Impensar la escuela…hacer filosofía de la educación La tentación por dar vuelta todo, de empezar de nuevo, de acomodar el “maso” de cartas y dar de nuevo es una excitación que todos sentimos: “la escuela así no va más” “esto debe cambiar”. Esta es la cuestión de este trabajo: cómo pensar estos vientos de cambio, como reconstruir sin desconfigurar aún más, cómo pensar una escuela nueva pero que siga significando. Ahora bien, la cuestión de “acomodar el maso y dar de nuevo” ¿no nos estaría llevando a jugar con las mismas cartas: las cartas de la modernidad? Hemos argumentado que estamos en un tiempo de transición, algunos lo denominan posmodernidad, no lo sabemos, lo que si sabemos es que esto no es la modernidad y que dadas ciertas características de la cultura y los conjuntos sociales, vivimos y habitamos un tiempo de cambio. Cómo pensar una escuela sin desconfigurar la función social de la misma: la transmisión cultural. O deberíamos pensar en una nueva función social de la escuela, distinta a la de la modernidad. ¿Seguiría siendo escuela? Consideramos desde una perspectiva filosófico-pedagógica que debemos situarnos en un lugar común para iniciar este camino, tal es así que consideramos el relato de la escuela como transmisora de la cultura, con las variables histórico-temporales, sociopolíticas y económicas que correspondan en cada caso. En este sentido adherimos a la postura de Carlos Cullen cuando señala: “Si para constituirse como sujeto-razón, la experiencia (teórica) tiene que mediarse por la acción (práctica), para constituirse como espíritu-conciencia moral, la acción práctica tiene que mediarse por la experiencia. Es decir desde el punto de vista institucional (social), la educación es la mediación entre una acción social ilusoria y una acción social éticamente efectiva. Y es una mediación por la experiencia, es decir, por la relación teórica o de saber. La escuela, decididamente está para enseñar.” (2004: 48) Comprender la educación como práctica social institucionalizada requiere de una mirada compleja que sea capaz de analizar elementos históricos como dispositivos de la cultura institucional, e interrogarse a partir de la propia biografía escolar para desnaturalizar la mirada sobre la institución. La propuesta de impensar la escuela no es una invitación a “poner la mente en blanco” por el contrario exige un esfuerzo que consiste en situarse con cierta distancia para pensar, para entender, precisamente, el tiempo, la acción histórica y su proyección, problematizando la realidad actual de la institución escolar con el objeto de encontrar las ráfagas de sentido. Desde esta perspectiva consideramos central en nuestro análisis el concepto de dispositivo ya que esta categoría es un auxilio para desnaturalizar la mirada. Llamamos dispositivo al conjunto de saberes, principios, leyes, formas, instrumentos, espacios, tiempos, estilos de relación, etc. propios de una cultura institucional que corresponde tanto a lo dicho como a lo no-dicho. El dispositivo es la red que puede establecerse ~ 230 ~ EQUIPO TÉCNICO entre estos elementos, al servicio de objetivos bien definidos. Podríamos mencionar como características particulares de los dispositivos institucionales: son construcciones históricas que respondieron a una época, o una idea, a una necesidad de un determinado grupo. Si se han creado es con objetivos bien definidos, nadie sabe muy bien porqué el dispositivo sigue en pie, pero dominan el hoy y el ayer de la práctica escolar. Tiene la capacidad de permanecer en el tiempo y en distintas épocas más allá de los distintos cambios que se puedan ir dando o de las personas que pasen. Pueden cambiar los discursos pero luego en las Es importante abrir sospecha sobre las distintas formas, prácticas, estilos, ritos (dispositivos) de la idea de Escuela. Pensemos en un ejercicio de análisis, tomando la categoría de dispositivo de Foucault. a) En primer lugar deberíamos poder identificar dispositivos-prácticas en la escuela (ritos, frases, estilos, eventos, de tiempo, espacios) y así describirlos. b) Luego, intentar responder preguntas qué interpelen el sentido: -¿Qué se puede decir de ellos tomando un poco de distancia? -¿En que medida los dispositivos que se encontraron y describieron contribuyen a una escuela con sentido? -¿Qué tipo de escuela generan los dispositivos descriptos? -¿Cuáles dispositivos dan sentido a la escuela y cuáles logran el efecto contrario? ¿Qué Filosofía de la Educación hay detrás de ese conjunto de dispositivos? o ¿hay una filosofía de la educación en esos dispositivos? prácticas siguen vigentes. Son construcciones que las personas perciben como naturales y como únicas formas, cuando en realidad no lo son. Influyen sobre los cuerpos, los espacios y los tiempos de las personas. Producen un modelado en nuestro comportamiento, que se exterioriza en las instituciones. Contribuyen a esto un estilo de actos, frases que se repiten, un determinado tipo de encuentros y hasta una forma de relación. Aquí surge nuestra propuesta desde la filosofía de la educación: deconstrucción, análisis y reconstrucción “del texto”, del sentido de la escuela. ¿Qué hacer entonces para desaprender? ¿Cuál es la relación de este enfoque con el desaprendizaje? Para desaprender, debe recorrerse un camino: impensar la escuela, vale decir, apoyarse en la experiencia para reconocer la vida como conocimiento e identificar en un proceso de desaprendizaje consciente: los patrones, los límites, los valores, las verdades reconocidas hasta hoy como inamovibles y absolutas; las estructuras condicionadas de los viejos procesos de aprendizaje; los miedos a desmontar, las seguridades que otorga un conocimiento entendido como eterno e imperecedero; las zonas sagradas a las que no se permite aún el acceso para su deconstrucción. Una nueva subjetividad está surgiendo. No sólo es autocentrada, autogenerada, sino también es dialogante y descentrada, proyectada a un constante proceso de aprendizaje, desaprendizaje, reaprendizaje. El ser, la persona, el sujeto cognosciente, ~ 231 ~ EQUIPO TÉCNICO devienen como protagonistas de la construcción de realidades. En palabras de Tenti Fanfani: “Cuando los hombres toman conciencia de la relatividad de las instituciones sociales conquistan, al mismo tiempo, la posibilidad de imaginar y construir un estado de las cosas diferente del presente.” NOTAS FINALES “…las razones de educar no pueden buscarse sino en las argumentaciones desde las cuales pretendemos fundamentar la legitimidad de esas prácticas” Carlos Cullen, 1997:67 La crisis estructural que está viviendo nuestra escuela replantea las políticas educativas de la modernidad, donde el objetivo principal era la escolarización de la mayor cantidad de argentinos. Hoy las políticas de escolarización no aseguran la aprehensión de la cultura, porque la transmisión de la cultura en la escuela ya no es tal. Pero por otro lado no podemos “perder” ese relato: la inclusión de las mayorías. Ahora bien, es necesario discutir y describir el presente de la escuela como un presente que no es consecuencia de “desviaciones” o “empobrecido”, es otro presente, y es el presente que debemos transformar. Sin duda que mirar la historia nos ayudará a no ingresar a caminos acartonados, pero el cambio no es “volver”, el cambio es pensar en un relato fluido, flexible, incompleto, con ráfagas de sentido que nos ayuden, en este momento de transición, a pensar juntos una escuela distinta. A partir de un análisis de dispositivos anacrónicos que expresan el vacío de sentido de la escuela, la refundación exige nuevos sentidos, que en principio serán ráfagas, y como educadores nos quedará el desafío de construir la escuela desde la propia escuela. Estas ráfagas se presentan como la potencialidad de pequeños relatos, no totalizantes. No la veremos ya, pero es necesario empezar a construir y re-pensar de inmediato. Porque precisamente por estar en tiempos de cambio, no podremos comprender el sentido de la nueva escuela que se avizorará en unos años, pero como educadores, este es nuestro hoy, hoy habitamos la escuela, hoy es el cambio y el tiempo de esperanza. No podemos seguir pensando que “hasta que no cambie el sistema no podemos hacer nada”, debemos garantizar el presente, con el esfuerzo de pensar la filosofía de la educación de la escuela, cuál una u otra perspectiva filosófica. Pero fundamentos y relatos que den vida al hoy, las respuestas o ráfagas de sentido que podamos dar hoy construyen un futuro y, anquilosarnos en “el todo está mal” lleva sólo al repliegue y la clausura del sentido de la educación. En tal contexto, desaprender, impensar y deshilvanar los dispositivos es tomar ~ 232 ~ EQUIPO TÉCNICO conciencia de que somos movimiento, devenir, creación, descubrimiento permanente; un continuum hacerse, deshacerse y rehacerse, abierto a la interrogación, este es el sentido de la filosofía de la educación. Y en esa actitud de búsqueda nos sumamos a las palabras de Theodor Adorno y decimos “(...) en lugar de darse por satisfecho con el argumento de que todo está mal y nada puede hacerse en contra, hay que reflexionar sobre esa cuestión y sus consecuencias... ese sería el comienzo de esa filosofía que sólo cierra su puerta a quienes prefieren dejar en la penumbra las razones por las que se cierra” (1998: 25) Desaprender no es más que dejarnos permear por lo imprevisto, por lo incierto; no perder nunca la capacidad de asombro y de resignificación de una escuela en constante construcción. Para eso es necesario dejarse atravesar por la historia, en nuestro caso, recuperar el sentido de la escuela de la modernidad, porque allí está su fundamento: la transmisión de la cultura, considerando que vivimos en tiempos de crisis de fundamentos debemos resignificar el sentido para construir, como dijimos, el hoy. La realidad actual de la escuela Argentina requiere no abandonar la promesa emancipatoria de la educación, sino en todo caso- reconocer que esta promesa se debe reconfigurar y resignificar: por ahora, en este tiempo de transicionalidad, buscando las ráfagas de sentido. Parafraseando a Carlos Cullen (2004) decimos que pensar la educación es no dejar que se borren las huellas (el sentido y los fundamentos), no perder la memoria. Pero es también no dejar que se borre el horizonte (resignificar los relatos), no perder la utopía. Y es aquí donde radica el lugar de la Filosofía de la educación: buscar huellas y seguirlas (construir desde el hoy), aunque no conduzcan a ninguna parte aparente, mantener abierto el horizonte (ráfagas de sentido), precisamente porque no es ningún lugar determinado. Este espacio entre huellas y horizontes se transforma así en compromiso y testimonio, construcción y resignificación. No cabe duda que la escuela fue una proeza de la modernidad, En el siglo XVI, soñar con una institución donde concurrieran todos los infantes a aprender ciertos saberes complejos, con sujetos preparados para tal fin, desafió todo lo preestablecido y amplió enormemente las fronteras de la época. En el siglo XIX, este producto de la imaginación cobró cuerpo y hacia finales del siglo XX devino en crisis y sinsentido. Quizá la mayor herencia que podemos sacar de todo esto sea la necesidad de volver a realizar un acto tan imaginativo como fue ése. En esta línea, el objeto de análisis actual sobre la escuela no consistiría en aportar a la reconstrucción de la fragmentada educación moderna, sino buscar y diseñar nuevas herramientas de análisis que nos ayuden a imaginar nuevas formas de comprender la educación y sus problemáticas actuales. Partiendo, como hemos intentado aquí, de una revisión de los moldes incuestionables originales entonces y agotados ahora- en los que se inscribió la escuela como son el estado moderno (liberal) y <esto> que ya no es… ~ 233 ~ EQUIPO TÉCNICO TEXTO XIV: TENTI FANFANI, EMILIO:Dimensiones de la exclusión educativa y las políticas de inclusión.Agosto de 2007. EMILIO TENTIFANFANI: Coordinador Área de Investigación del IIPE/UNESCO, Sede Regional Buenos Aires. Ensayos de sociología de la educación” (Siglo XXI, Buenos Aires 2007). DIMENSIONES DE LA EXCLUSIÓN EDUCATIVA Y LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN Resumen ejecutivo El texto que sigue comienza distinguiendo dos dimensiones de la exclusión educativa: la que tiene que ver con estar fuera de la escuela y la que se relaciona con la exclusión del conocimiento. La agenda de la política educativa tiene que resolver las dos cosas al mismo tiempo: incorporar a los excluidos de la escolarización obligatoria (básicamente niños del preescolar o nivel inicial y adolescentes y jóvenes fuera del nivel medio básico y superior) y al mismo tiempo desarrollar en las nuevas generaciones un conjunto básico de conocimientos, competencias y valores necesarios para el desarrollo de su autonomía y su inserción en la sociedad. La exclusión del conocimiento es un fenómeno más complejo de la exclusión escolar. En ambos casos el problema no se resuelve únicamente expandiendo la oferta escolar, como lo hacía la política educativa tradicional. La escolarización y con mayor razón el desarrollo de conocimientos supone una demanda real por parte de los aprendices y sus familias. Pero esta demanda de escolarización y conocimiento no puede darse por descontada, sino que es el resultado de condiciones sociales determinadas. El aprendizaje tiene lugar si existe una demanda y se dan determinadas condiciones escolares y pedagógicas adecuadas a las condiciones y características de los aprendices, que son cada vez más desiguales y diferentes. En una segunda parte se analizan los esfuerzos que desde hace más de una década despliegan los ministerios de educación para garantizar las condiciones sociales y pedagógicas de la escolarización y el aprendizaje. En un primer apartado se proponen dos criterios con el fin de construir una topología de los programas de combate a la exclusión escolar. A su vez, los denominados programas “compensatorios” tienen por lo menos tres potenciales efectos no deseados (efecto de etiquetamiento, condescendencia pedagógica, sobrecarga funcional de la escuela) que es preciso conocer y controlar. ~ 234 ~ EQUIPO TÉCNICO Por último, se considera que la exclusión del conocimiento es particularmente compleja, ya que éste no “se reparte” y por lo tanto requiere de un conjunto sistemático de condiciones que la política educativa, por si misma no puede garantizar. El combate contra la exclusión escolar requiere políticas públicas integrales ya que la escuela sola no puede educar y al mismo tiempo garantizar las condiciones sociales, materiales, culturales, etc. del aprendizaje. Inclusión y exclusión educativa otros términos, las sociedades cada vez demandan más conocimiento, es decir, mejorar los aprendizajes efectivamente desarrollados por los alumnos escolarizados. Por eso la exclusión escolar hoy tiene dos caras: una tradicional, que se mide por la cantidad de niños y jóvenes que están fuera de la escuela, cuando según la legislación, deberían estar adentro. Pero la cara más complicada de la exclusión es la que tiene que ver con el conocimiento. Aquí las mediciones son más complejas, aunque desde hacen algunos años, se cuenta con las evidencias que proveen los sistemas nacionales de medición de la calidad de la educación. Por lo tanto, las políticas educativas deben enfrentar al mismo tiempo, la compleja tarea de escolarizar a los que están afuera y desarrollar aprendizajes significativos (para las personas y para la sociedad) en todos los niños, adolescentes y jóvenes que frecuentan las instituciones educativas. Pero las políticas educativas actuales se desarrollan en un contexto social, económico, político y cultural que es muy diferente del que acompañó el momento fundacional de los sistemas educativos modernos. Los sistemas educativos latinoamericanos tienen que resolver, al mismo tiempo, dos desafíos estrechamente relacionados. Por una parte tienen que ampliar las oportunidades de escolarización por la otra deben mejorar la calidad de los aprendizajes de quienes frecuentan la escuela. En muchos países, la obligación de frecuentar una escuela comienza en edades cada vez más tempranas (el caso de México es paradigmático ya que la escuela es obligatoria a partir de los 3 años de edad). Por otro lado, la legislación alarga el período de la escolarización obligatoria hasta edades cada vez más elevadas (En la Argentina es obligatorio terminar la educación media básica y superior). Por lo tanto la deuda educativa tiende a ampliarse. Las sociedades son cada vez más ambiciosas en términos de escolarización por lo tanto, cuando un nivel determinado se masifica, comienza la presión por extender la obligatoriedad hacia el nivel siguiente. Todo parece indicar que nunca termina la carrera por la escolarización de la población. A la demanda permanente de escolarización se agrega la demanda por el aprendizaje. En Inclusión educativa y debilitamiento de las instituciones escolares La escuela ya no funciona como una institución concebida como una especie de molde que “forma” a los individuos. En efecto, todavía algunos creen en esta representación de la escuela como institución fuerte, capaz de producir individuos autónomos y libres, y al mismo tiempo “iguales” e integrados a la ~ 235 ~ EQUIPO TÉCNICO sociedad. De ser así, para conocer la educación bastaba conocer los planes y programas y los sistemas de normas y recursos que definen al sistema y las instituciones escolares. Desde este punto de vista, las leyes y programas, con sus fundamentos filosóficos, sus objetivos generales y específicos y sus dispositivos y recursos “son la educación” y tienen un poder de formar a los individuos. Por una serie de razones que no es el caso desarrollar aquí, la escuela ha perdido esta consistencia. Según toda una corriente de sociólogos, la escuela ya no funciona como una institución. Ya no es un molde que le da forma a los individuos. Hoy la escuela, más que una “fábrica de sujetos”, es un espacio dotado de reglas y recursos donde los sujetos que lo habitan tienen espacios de negociación, de articulación, de producción de experiencias y sentidos diversos. Por otra parte se esperan de la escuela que desarrolle objetivos que no siempre son necesariamente complementarios, cuando no contradictorios (la socialización, la personalización, la formación para el trabajo, el acceso al capital cultural heredado, la formación de competencias laborales, la formación de ciudadanos críticos, etc.). Los agentes escolares (los padres, los alumnos, los El abandono como proceso y construcción social El abandono escolar en la escuela secundaria es un tema sobre el que existe una amplia cantidad de investigaciones tanto a nivel internacional como a nivel local. Desde distintas perspectivas y tradiciones teóricas y metodológicas se ha estudiado cuales son los factores y dimensiones que inciden y operan sobre este fenómeno. Existe un amplio directivos y docentes) están obligados a elegir, articular y estructurar estrategias en función de sus condiciones de vida, recursos disponibles, valores y tradiciones culturales. La escuela no produce “productos estándar”. Las vivencias escolares son muchas veces impredecibles y diversas. Para saber qué produce la escuela es preciso ir más allá del estudio del sistema; es preciso interrogar los sentidos y reconstruir las experiencias, valores, expectativas y estrategias de los sujetos. Los alumnos no son objeto de educación, sino que, en parte son protagonistas de sus propias experiencias, las cuales pueden ser más o menos exitosas o fracasadas y pueden recorrer caminos muy distintos entre sí. Para ver esta realidad dinámica no es suficiente analizar las variables sistémicas (acceso, eficiencia interna, rendimiento) que se expresan mediante indicadores específicos (cobertura, extraedad, repetición, deserción, logros de aprendizaje, etc.) sino que es necesario recurrir a estrategias analíticas cualitativas. Este tipo de abordaje es el que permite reconstruir las experiencias y los sentidos que construyen los actores y contribuyen a determinar sus propias trayectorias escolares, las cuales son extremadamente diversas y contrastan con la “homogeneidad” relativa de las variables institucionales. consenso respecto al grupo de factores que explican el motivo de que un adolescente interrumpa su trayectoria escolar: 1) factores económicos, 2) factores vinculados a la estructura y dinámicas familiares de los sujetos, 3) factores culturales de las nuevas generaciones; y 4) factores escolares, vinculados a las características de la oferta educativa en el nivel medio. ~ 236 ~ EQUIPO TÉCNICO La evidencia cuantitativa ha podido dimensionar el peso de los distintos factores en la ocurrencia del abandono escolar. Distintos estudios han mostrado que si bien casi la mitad de los motivos de abandono señalados por los propios jóvenes y sus familia responden a cuestiones vinculadas a factores estructurales/materiales del sujeto y su contexto, donde se integrarían los tres primeros aspectos anteriormente mencionados, otra parte significativa de las respuestas se concentran en motivos directamente relacionados con aspectos que hacen a la experiencia escolar de los alumnos (cuestiones de fracaso escolar, falta de interés, capacidad para seguir los contenidos, problemas de disciplina, entre otros). El abandono o la incapacidad de llegar al final de los recorridos escolares que se consideran social y legalmente obligatorios (en el caso de la Argentina, con la sanción de la Ley de Educación Nacional se extiende a la finalización de los estudios de nivel medio) debe entenderse como el desenlace de una serie de acontecimientos que muestran una especie de equilibrio negativo o positivo entre el éxito y el fracaso escolar. Mientras algunos Consideraciones acerca de las políticas de inclusión En un principio, las políticas educativas llamadas "compensatorias" se basaban en un supuesto, en el siguiente supuesto: los pobres tienen carencias de diverso tipo que constituyen obstáculos para el aprendizaje. Para eliminarlos se requieren políticas que las compensen. Pero pronto se observó que el problema no es sólo de carencia (que efectivamente se resuelven con distribuciones de recursos) sino de diferencias. En éste (por sus condiciones objetivas y subjetivas de vida) tienen éxito en la carrera, otros experimentan la dolorosa experiencia del fracaso en formas muchas veces sistemáticas. Mientras que algunos aprenden “el oficio de alumno”, otros no saben “hacer lo que hay que hacer” para tener éxito, progresar en la carrera y alcanzar los títulos o certificaciones que se consideran socialmente necesarios. Para entender integralmente el abandono es preciso mirarlo no como un acontecimiento expresado en un porcentaje que se asocia con una serie de factores objetivos (características del establecimiento que se frecuenta, condiciones sociales y familiares de vida, etc.) sino como un proceso o una trayectoria donde se pueden identificar tendencias, logros o fracasos parciales, síntomas que preanuncian un desenlace determinado: el éxito o el fracaso escolar. Las estrategias cualitativas permiten aprender cómo se construyen estos desenlaces. Un mejor conocimiento de las estrategias y de las trayectorias permitirá desplegar acciones preventivas y correctivas justamente en esos momentos o dimensiones de la experiencia escolar que son críticos y que en parte determinan las etapas posteriores de la trayectoria escolar. sentido, los grupos sociales subordinados no solo tienen menos recursos, sino que poseen otros recursos culturales lingüísticos, etc. que por lo general no son valorizados por la institución escolar y que de éste modo se constituyen en obstáculos del aprendizaje. Las políticas educativas de los últimos años, tomando nota de esta necesidad de romper con el modelo hegemónico homogéneo típico del momento fundacional de los sistemas educativos modernos reconocen que es preciso encontrar soluciones pedagógicas diversas y ~ 237 ~ EQUIPO TÉCNICO adecuadas (en éste sentido "racionales" es decir, adecuadas al fin que se persigue). Con éste objetivo se han explorado diversas estrategias: a) diversificación de la oferta (multiplicación de modalidades, recorridos, secuencias y métodos pedagógicos, etc.); b) fortalecimiento de las iniciativas de las instituciones para adecuarse a las particularidades (aliento a proyectos institucionales, autonomía pedagógica de los agentes y las instituciones, etc.) y c) despliegue de políticas compensatorias para darle más a quienes más lo necesitan y que pretenden rompen con los clásicos criterios "igualitaristas" (los mismos recursos para todos y en igual proporción) de asignación de recursos escolares y extraescolares. Sin embargo, las políticas compensatorias realmente existentes merecen un examen crítico en la medida en que no logran romper con los círculos viciosos de la pobreza social y escolar. Es probable que los ministerios de educación (así como los otros ministerios "sociales" y "asistenciales") constituyan la cara "progresista" de los Estados latinoamericanos contemporáneos. Incluso en períodos de reforma económica, apertura al mercado internacional, desregulación, privatización, etc. con todas sus crueles secuelas sociales, los ministerios de educación y los de desarrollo social manifestaron una preocupación por paliar las consecuencias más dolorosas de la exclusión social. Los programas implementados estuvieron siempre fueron mínimos frente al tamaño de la población afectada y a la gravedad de costo humano de las políticas económicas neoliberales. Sin embargo, es preciso reconocer que en muchas situaciones en el interior mismo del Estado se presentó una tensión más o menos notoria y radical (dependiendo de los momentos y las circunstancias nacionales) entre los ministros "sociales" y los ministros de economía y/o hacienda. Los propios intereses políticos de los ministros encargados de las políticas redistributivas favorecían la confrontación con quienes protagonizaban las políticas de ajuste del gasto público y achicamiento del Estado (y sus políticas). En mayor o menor medidas, casi todos los ministerios de educación lograron desarrollar políticas educativas llamadas compensatorias usando para ello un mix de recursos nacionales y de préstamos internacionales. Desde México a la Argentina estos programas adquirieron diversas denominaciones y persiguieron diversos objetivos con suerte muy dispar. Podemos proponer una tipología elemental de todas estas acciones utilizando dos criterios básicos: a) por un lado los beneficiarios de las políticas (los alumnos y sus familias) o bien los factores de la oferta (los establecimientos escolares y sus agentes); b) por el otro el tipo de objetivo que se perseguía: dotar recursos materiales o financieros (becas, comedor escolar, transporte escolar, equipamiento didáctico en los establecimientos, incentivos para los maestros que trabajan en poblaciones con dificultades sociales, mejoramiento edilicio de las escuelas, etc.) o bien el desarrollo de capacidades, competencias o valores y actitudes en los sujetos (capacidad de gestión de las familias, formación de docentes, competencias de gestión de los directores, etc.). ~ 238 ~ EQUIPO TÉCNICO En algunos casos, los programas compensatorios tendieron a actuar conjuntamente sobre los factores de la oferta y la demanda, a desarrollar competencias y a redistribuir recursos en territorios específicos (por ejemplo el programa ZAP, Zonas de acción prioritaria, de la Ciudad de Buenos Aires), pero en la mayoría de los casos, los programas son nacionales y se distinguen por el objetivo y la población a la que se dirigen. Este paralelismo de programas muchas veces está en el origen de superposiciones, ausencia de articulaciones y otras irracionalidades relacionadas con la fragmentación y la sectorialización. Con estos dos criterios puede construirse una tipología que permite clasificar a las múltiples intervenciones desarrolladas durante éste período. Demás está decir que es más fácil evaluar el alcance de las distribuciones de recursos (por Los programas en los ministerios y su implementación en las instituciones Por lo general ninguno de estos programas tiene una cobertura universal. Por otra parte, cada uno de ellos tiene su propia definición de la población beneficiaria. Por lo tanto esta clasificación resulta útil para ordenar la diversidad de programas que pueden estar presentes en cada una de las instituciones escolares. Es probable que, dada la gran cantidad de instituciones de enseñanza media en el país (aproximadamente 18.000) se presenten distintas combinaciones de intervenciones que configuran situaciones extremadamente diversificadas. Los programas educativos con su etapa de instalación, implementación e ejemplo la cobertura de las becas, los edificios construidos o refaccionados, la cobertura de los comedores escolares, etc.) que el desarrollo efectivo de las competencias o valores. Estos cambios en la subjetividad de los actores sociales son más difíciles de medir. Más difícil aún es evaluar el impacto de estos programas en el rendimiento escolar de los niños y adolescentes que frecuentan las escuelas. Sin embargo todo parece indicar que los programas compensatorios tuvieron un éxito relativo en términos de hacer más atractiva la escuela y aumentar la cobertura escolar, en especial en el nivel inicial y en el nivel medio tanto rural como urbano. Sin embargo, en el caso de la Argentina los últimos años muestran un deterioro de la capacidad de retención de los adolescentes en el sistema escolar como consecuencia del deterioro de la calidad de la oferta y de las dificultades crecientes de las familias más excluidas para sostener la escolaridad de sus hijos. institucionalización que adquieren un determinado desarrollo según el “terreno institucional” donde se aplican. En otras palabras, cada programa contiene implícita o explícitamente una serie de condiciones sociales cuya presencia no está garantizada de la misma manera en todas las instituciones educativas. Esto es tanto más cierto en un contexto de extrema diversidad (territorial, cultural, institucional), desigualdad de recursos y complejidad en el interior de la vasta red de instituciones donde se ofrece educación media en la Argentina. Por lo tanto, el éxito o el fracaso de las políticas y programas nacionales (y otros) no obedece únicamente a su lógica y cohesión interna, sino también a sus condiciones institucionales de aplicación. De allí la importancia de ~ 239 ~ EQUIPO TÉCNICO estudiar los programas como un proceso dinámico que se va haciendo a medida que se va desarrollando en el terreno más o menos fértil de las instituciones. Esta cualidad relacional y dinámica de los programas explica que en muchos casos los resultados que se obtienen son extremadamente diversos y que incluso en ciertos casos se registren consecuencias no intencionales y no deseables, es decir, completamente opuestas en relación con los objetivos que formalmente se persiguen. Por último es preciso tener en cuenta que cada programa del Ministerio de Educación que en su génesis y gestión tiene una considerable autonomía relativa, cuando se instala en los colegios necesariamente interactúan con otros programas análogos o asociados y corren el riesgo de perder la identidad y autonomía que tenían en las instancias más jerárquicas del sistema educativo. Por estas y otras razones corresponde mirar a los programas en su funcionamiento ya que es muy probable que los mismos adquieran carices, matices y realidades diversas que no fueron previstas por quienes los concibieron y por quienes los gestionan. Los efectos perversos de las políticas compensatorias Más allá de los impactos de estos programas tanto en términos de mejoramiento de la calidad de la oferta como de la probabilidad de escolarización y/o aprendizaje efectivo de los alumnos de los grupos sociales más desfavorecidos, lo cierto es que todos ellos, pese a sus intenciones explícitas (reducir disparidades, mejorar las oportunidades de Por eso además de las evaluaciones que suelen hacer de cada uno de los programas es interesante estudiar su dinámica, configuración, interacción y recreación a nivel local e institucional. Para hacerlo es conveniente utilizar metodologías cualitativas que permitan reconstruir casos, situaciones, dinámicas, estrategias y situaciones a partir de los testimonios y experiencias de directores de establecimiento, equipo de dirección, personal docente y otros agentes institucionales. Para terminar digamos que en el modelo tradicional de política educativa que todavía predomina en muchos países de América Latina, la escuela es una especie de “blanco” o “campo de aterrizaje” de muchas políticas y programas diseñados desde afuera y desde “arriba” (como suelen decir los actores institucionales o territoriales los programas, al igual que las directivas, “bajan” a la escuela). Pero las escuelas no deben ser consideradas únicamente como campo de aterrizaje o como “blanco” de las políticas, sino como espacios donde se desarrollan procesos de negociación, articulación, diseño y producción de prácticas donde los programas “que vienen del exterior” adquieren significaciones insospechadas, novedosas y diversas que es preciso conocer mejor. aprendizaje de los más pobres, compensar diferencias en la calidad de la oferta, etc.) tienen potencialmente algunos efectos perversos que la investigación permite clasificar de la siguiente manera: a) Efectos estigmatizantes del etiquetamiento. Muchas veces la focalización sobre los más desfavorecidos tiende a la conformación de separaciones y jerarquizaciones ~ 240 ~ EQUIPO TÉCNICO institucionales. Las escuelas beneficiarias de determinados programas asistenciales se convierten en escuelas para pobres. De hecho ya lo eran antes, pero la llegada de los programas formaliza esta tipificación. En algunos casos, como por ejemplo en la Ciudad de Córdoba, se desplegaron programas compensatorios denominados de "escuelas marginales". De este modo, las escuelas beneficiarias eran llamadas "escuelas marginales". Si ya existía una segmentación social en estos establecimientos (era una condición para ingresar al programa), su inclusión en el mismo tendía a reforzar el carácter homogéneamente clasista de su composición social. Junto con este efecto de segregación como efecto de oficialización de una denominación o categoría administrativa tienden a reforzarse los prejuicios y expectativas negativas por parte de todos los actores escolares (desde los alumnos hasta las familias, pasando por los docentes y directivos de las instituciones). Estos prejuicios pueden adoptar la forma de la ideología de la inteligencia y los dones naturales y puede reforzar el peor de los usos del término "educabilidad". Muchos tienden a creer que los chicos de las clases más subordinadas y excluidas no están en condiciones de aprender lo mismo que los "chicos normales", que van a la escuela para comer, etc. b) La condescendencia pedagógica. Estos prejuicios pueden favorecer el desarrollo de actitudes de condescendencia pedagógica. El hecho efectivo de que el comedor escolar y la beca funcionan como poderosos incentivos de la escolarización y una gran parte del tiempo escolar, los maestros pueden verse objetivamente inclinados a adecuar los objetivos y estrategias de enseñanza aprendizaje "a la medida de las posibilidades" reales que les ofrece la situación. En consecuencia, tanto el programa como los sistemas de evaluación tienden a redimensionarse y a volverse menos ambicioso. "A estos niños no se les puede exigir lo mismo que a los de clase media o media alta" y por lo tanto para ellos vale un programa especial, la promoción automática, etc. Caso contrario nos arriesgamos a estimular el abandono de la carrera escolar, por lo tanto es mejor una pedagogía condescendiente que retiene y no un programa ambicioso que expulsa. Esta tensión la viven cotidianamente miles de maestros latinoamericanos y es preciso decir que no existe una solución inmediata a la vista. De no encontrarse una salida satisfactoria para la misma lo más probable será optar entre la lisa y llana exclusión de la escuela y la no menos grave exclusión del conocimiento. c) La escuela sobrecargada (y subdotada) Por último, la tentación de tomar a la escuela como ámbito privilegiado de ejecución de políticas para la infancia y la adolescencia tiende a recargarla de funciones y actividades. La barca de la escuela está cada vez más recargada de objetivos. La sociedad espera que la escuela no solo eduque, sino también que alimente, que sane, que prevenga adicciones, que forme ciudadanos, que contenga, etc. etc. ¿Pero cómo hacerlo todo en el mismo tiempo (cuatro horas por día), en el mismo marco institucional y con los mismos recursos humanos? La asignación de nuevas funciones a esta vieja institución no se hace sin poner en peligro su propia identidad y sentido. La misma ~ 241 ~ EQUIPO TÉCNICO profesionalidad de los docentes se ve profundamente afectada por estas circunstancias que en un inicio parecían ser temporarias y de emergencia, pero que el paso del tiempo indica que han venido para quedarse al menos hasta el mediano plazo. ¿Cómo responder a estas expectativas sociales tan ambiciosas? Para resolver estos nuevos desafíos es preciso que las sociedades elijan entre dos grandes alternativas estratégicas: Ambas estrategias tienen consecuencias políticas específicas. En el primer caso habrá que buscar la forma óptima de articulación entre diversas políticas y agencias especializadas en la provisión de aquellos servicios y recursos básicos que definen las condiciones sociales del aprendizaje. Aquí es necesario diseñar estrategias que combinan la diferenciación funcional e institucional con la articulación y la integración lo más armónica posible de intervenciones. a) o bien la escuela conserva su vocación original como agencia especializada en la transmisión del capital cultural de la sociedad (función pedagógica); b) o la escuela se convierte en una agencia para el desarrollo integral de la infancia: Este es un dilema específico de ingeniería institucional que si bien no es fácil tampoco es imposible de resolver. En el segundo caso (la escuela agencia del desarrollo integral de la infancia) es preciso diseñar otra institución. Esta debería tener dos objetivos profundamente interrelacionados: por un lado tiene que hacerse cargo de garantizar ciertas condiciones sociales básicas del aprendizaje. Entre ellas pueden citarse la de alimentación, contención afectiva, preservación y desarrollo de la salud física, de Sin la escuela no se puede Sin la escuela no se puede construir una sociedad más justa e integrada. Esta proposición es cada ves más verosímil en las condiciones actuales del desarrollo social. En efecto, es para todos una evidencia que la riqueza de las sociedades y el bienestar de las personas depende cada vez más de la calidad la sociabilidad, etc. Por el otro debe desarrollar debe transmitir conocimiento socialmente relevante. Para cumplir con esta tarea múltiple se requieren otros diseños institucionales, otro espacio físico (por ejemplo, con campos deportivos, espacios de expresión estética, desarrollo de competencias prácticas y laborales, etc.), otros recursos tecnológicos y un conjunto complejo de recursos humanos especializados (es decir, no solo docentes, sino psicólogos, médicos, antropólogos, expertos en gestión, resolución de conflictos, etc.). . y cantidad de conocimientos que ha logrado incorporar y desarrollar. El conocimiento es un capital cada vez más estratégico para producir y reproducir la riqueza. Pero si es un capital, ¿porqué extraña razón éste tendría una distribución más igualitaria que las otras especies de capital (por ejemplo la tierra, los activos, el dinero, etc.)? Algunos creen que el conocimiento es un recurso que está ~ 242 ~ EQUIPO TÉCNICO igualmente disponible para todos. Esto es una ilusión. Es cierto que los medios masivos de comunicación e información, el desarrollo de Internet, por ejemplo, pone al alcance de la mano productos culturales (obras de arte, textos, fórmulas, información, etc.) que cuando sólo una existencia material (libros, aparatos, cuadros, etc.) estaban concentrados en determinados lugares físicos y lejos del alcance de las mayorías. Hoy pareciera ser que todo el saber acumulado por las disciplinas está disponible para quien puede pagar el costo de unas horas de internet. Pero no es lo mismo tener un libro en la biblioteca que transformar el saber en el libro en un saber incorporado y transformado en competencia, es decir, en saber hacer. La incorporación de saber, el desarrollo del conocimiento en las personas es una tarea muy compleja y que requiere de una combinación de elementos y recursos que tienen un costo y no están disponibles para todos. El primer aprendizaje, el aprendizaje estratégico que le permite a los sujetos aprender toda la vida necesita del auxilio de una institución especializada: la escuela. Por eso, para mejorar la distribución de esa riqueza estratégica que es el conocimiento la escuela es necesaria. Pero la escuela sola no puede distributivas) y sociales (redistributivas). A su vez, las políticas económicas orientadas al crecimiento y a la inserción exitosa de nuestras sociedades en el mercado internacional requieren de fuertes inversiones en el campo de la producción y distribución social del conocimiento científico y tecnológico. El desarrollo económico no es posible sin desarrollo educativo y éste no es posible sin generación de riqueza y sin una distribución equitativa de la misma. Si el aprendizaje es el resultado de un proceso donde participa el aprendiz además de las condiciones escolares es preciso contar con determinadas condiciones sociales que la escuela no está en condiciones de garantizar. Si se quiere construir una sociedad más igualitaria y más justa no basta contar con una política educativa adecuada, sino que es preciso articular políticas económicas y sociales que garanticen la provisión destinadas a garantizar mínimos de bienestar, la satisfacción de necesidades básicas que constituyen el cimiento de la ciudadanía y la realización práctica de los derechos sociales instituidos en todas las constituciones republicanas de los Estados latinoamericanos. Las interdependencias que existen entre el desarrollo educativo, el desarrollo social y el desarrollo económico de nuestras sociedades nos obligan a replantear la visión clásica de las políticas públicas. La política educativa no alcanza los objetivos que normalmente se propone sin una adecuada articulación con las políticas económicas (productivas y Si la escuela sola no puede es inútil formular y ejecutar reformas educativas aisladas o desarticuladas de las políticas económicas y sociales. La mejor intencionada de las reformas educativas fracasará ante los límites que pone la exclusión social a cualquier intento de democratizar el ingreso y el aprendizaje en las instituciones escolares. Sólo una estrategia integral de desarrollo (¿porqué no volver a la idea de plan estratégico de desarrollo integral con las necesarias adecuaciones a los tiempos actuales?) puede favorecer el desarrollo de una sociedad más rica, más igualitaria y también más libre. ~ 243 ~ EQUIPO TÉCNICO Sin una intervención pública integral, en un marco institucional democrático, seguirá reproduciéndose el ciclo del voluntarismo educativo seguido de la decepción y el retorno del pesimismo pedagógico estéril y paralizante. Por eso nunca es suficiente insistir con colocar el tema del conocimiento no sólo en el centro de las políticas sociales, sino en el centro mismo de cualquier estrategia exitosa y realista de desarrollo económico nacional. Las visiones parciales y sectoriales de las políticas públicas sólo producen las reiteradas demandas de articulación y coordinación difíciles de realizar ex-post. El drama de la exclusión cultural todo el territorio nacional que desarrollar el aprendizaje en las personas. Lo primero requiere voluntad política y recursos. Lo segundo ni siquiera sabemos muy bien cómo hacerlo y además requiere de otros recursos (humanos, institucionales, pedagógicos, etc.) más complejos que es preciso desarrollar y no simplemente "invertir". Además estos recursos también cuestan. La exclusión de la cultura no es como la exclusión de bienes materiales. El que no tiene que comer, que padece la dolorosa experiencia del hambre tiene conciencia y sabe muy bien qué es lo que necesita y dónde ir a buscarlo (si es preciso por la fuerza y asaltando supermercados). El hambre (necesidad material por excelencia) es una de los cinco miedos de los habitantes del año 1000..... y del año 2000. En cierto modo no hay necesidad más "sentida". Sin embargo no existe un "hambre automática de saber". El uso de esta expresión es más bien retórico. En las sociedades latinoamericanas actuales, pese a las carencias y desigualdades de conocimiento y de aprendizaje, no existe una "demanda” fuerte y socialmente organizada de matemáticas o lenguaje (menos aún física o química). Conocemos y hemos conocido en el pasado movimientos sociales a nivel internacional y también local que demandaban escolaridad, es decir, que pedían al Estado la fundación de escuelas o la ampliación de "bancos" (escolares). Pero no es lo mismo la demanda de escolaridad que la demanda de conocimiento. Es más, nuestras sociedades han sido mucho más eficientes para extender la escolarización que para desarrollar conocimientos socialmente valiosos en todas las personas. Vale la pena recordar que es más fácil construir escuelas en Volviendo a nuestro argumento, existe una demanda cierta de escolarización, pero no hay un movimiento social para poner determinados conocimientos al alcance de todos. En éste sentido no existe propiamente hablando una demanda generalizada de conocimiento o bien existe de un modo muy desigual. En realidad estamos en presencia de una paradoja, los que más capital cultural tienen son los que más demandan y exigen. En el extremo, los más desposeídos de cultura son quienes están en peores condiciones de demandarla. Y esto también refuerza el círculo vicioso de las desigualdades. Creer que se puede romper este círculo sólo con una política educativa "centrada en la demanda" (política que supone que esta demanda existe y es un "dato" y que sólo hay que proveerle información para que se movilice) es una ilusión. Sólo una voluntad colectiva para construir una sociedad más justa puede sostener políticas sostenidas de igualdad. En este sentido la escuela pública es ~ 244 ~ EQUIPO TÉCNICO uno de los últimos resabios del Estado Benefactor. Su presencia masiva en el territorio, la convierte en una poderosa herramienta de política pública y como tal es un bastión de los valores colectivos que es preciso no sólo defender, sino incluso fortalecer y expandir. Más que subordinar la oferta a una demanda (inexistente o defectuosa) es preciso partir de la política. En este sentido hay que redefinir el sentido mismo de la obligatoriedad escolar que usaron nuestros padres fundadores (que eran liberales, pero de ninguna manera partidarios del espontaneísmo ingenuo). Lo que debiera ser "socialmente obligatorio" sería el conocimiento y no la escolarización. Y hoy nuestras sociedades pueden definir en forma democrática cuál es el contenido de esos conocimientos fundamentales que es preciso desarrollar en las nuevas generaciones para garantizar su inserción en la sociedad. Una política educativa inspirada en la construcción de una sociedad justa no excluye una serie de intervenciones específicamente orientadas a generar y orientar la demanda de capital cultural. Si no se lo hace en forma consciente y pública, la demanda cultural termina siendo una consecuencia (intencional o no intencional) de los aparatos de producción y difusión de cultura de masas, los cuales, por razones estructurales están lejos de tener como objetivo prioritario la distribución equitativa del capital cultural acumulado por la humanidad. TEXTO XV: GIROUX, HENRY – MCLAREN, PETER: Sociedad, Cultura y Educación. Miño y Dávila Editores Madrid, Buenos Aires, Primera edición diciembre de 1998. HENRY GIROUX: Realizo su doctorado en la Universidad Carnegie-Mellón en 1977. Profesor de educación en la Universidad de Boston. Profesor de la educación y renombrado erudito en residencia en la Universidad de Miami en Oxford. Director del Centro de Ciencias de la Educación y la Cultura. Director del Foro Waterbury en Ciencias de la Educación y la Cultura. SOCIEDAD, CULTURA Y EDUCACIÓN Las políticas de educación y de cultura Considero que vivimos tiempos peligrosos y que los educadores necesitan empezar a compartir ideas con otros acerca de lo que significa luchar por la democracia. Los, educadores necesitan dar a los estudiantes una voz activa en la determinación de su futuro y encontrar una noción de pedagogía que dé coherencia a varios conflictos y movimientos políticos, enfocándose en los tipos de lenguaje, formas de comunicación y prácticas sociales a través de las cuales la ~ 245 ~ EQUIPO TÉCNICO gente aprenda acerca de sí misma y de sus relaciones con temas sobre significado, poder y lucha. Con estas preocupaciones en mente quiero analizar brevemente las formas en las que la teoría educativa preponderantemente ha tratado la relación entre los curricula educativos, la cultura y el poder. Al final terminaré con algunas sugerencias para incorporar una teoría del poder cultural dentro del marco de una teoría general de la educación. Escuela Tradicional La ideología que guía el punto de vista dominante de educación en los Estados Unidos es relativamente conservadora o se interesa, en primer lugar, en preguntas relacionadas con el cómo hacer, y rara vez cuestiona la relación entre conocimiento y poder, o entre cultura y política. En realidad, la cultura es frecuentemente reducida a un artefacto que da cuerpo a los valores de los grupos dominantes; un almacén de fechas, nombres y eventos a ser registrados y grabados en la memoria para un futuro examen. No hay un intento por entender la cultura como los principios de vida compartidos por diferentes grupos y clases que emergen dentro de relaciones desiguales de poder y de lucha; o por analizar las formas distintivas en las que los grupos subordinados viven y dan sentido, a sus circunstancias. Lo que queda sin explorar es un punto de vista de la cultura como una relación dinámica, y a menudo antagónica, entre los grupos dominantes y subordinados; una relación que produce y honra formas particulares de significado y acción. Los puntos de vista dominantes sobre educación y curriculum generalmente apoyan principios de aprendizaje que conciben el conocimiento como algo a transmitir y consumir, y a las escuelas como escenarios instruccionales diseñados para dar continuidad a una cultura "común" y a un conjunto de habilidades que posibilitan a los estudiantes operar eficazmente. Dentro de esta perspectiva, el discurso de libertad y de valor cívico está subordinado a una lógica instrumental que enfatiza el dominio y manejo del conocimiento, y la preparación de los estudiantes para el mercado de trabajo. El valor de la escuela se mide en función del grado con que ayuda a diferentes grupos a adaptarse a la' sociedad, y no en función de] grado en que los posibilita para tareas morales, intelectuales y de liderazgo político. Los educadores tradicionales se pueden preguntar cómo debería la escuela alcanzar un cierto objetivo predeterminado; pero muy rara vez se preguntan por qué dicho objetivo podría ser benéfico, para algunos grupos socioeconómicos o étnicos, y no para otros; 0 por qué las escuelas, de acuerdo a su organización actual, tienden a bloquear la posibilidad de que grupos y clases específicas logren un nivel justo y equitativo de autonomía política y económica. En la teoría tradicional del curriculum no se tiene conciencia de los tipos de conflicto que se dan en las escuelas en relación a diferentes formas de conocimiento (por ejemplo, sobre la pregunta de cuál historia es la que se enseña, o sobre los intereses que subyacen a planteamientos teóricos específicos y al patrón de relación social que estructuran). ~ 246 ~ EQUIPO TÉCNICO La escuela acalla activamente a los estudiantes a través de ignorar sus historias, de encuadrarlos dentro de clases con expectativas mínimas y de negarse a proporcionarles conocimientos relevantes para ellos. positivos en los cuales basarse. También sabemos que en los Estados Unidos la población negra está sobre representada en los programas de educación especial, en los referentes a nivel disciplinario, y en las expulsiones. La pregunta ignorada es cómo trabajan en realidad las escuelas para producir desigualdades a nivel de clases sociales, raza, etnia y sexo, junto con los antagonismos fundamentales que las caracterizan. ¿De qué manera la dominación y subordinación son introducidas en el lenguaje, en los textos (a través de exclusión) y en las prácticas sociales (expectativas reducidas) ¿Cómo se expresa el poder dentro de las escuelas en relaciones que confirman a algunos grupos en tanto que niegan a otros? Es abrumador encontrar estadísticas que señalan que los negros representan un 17% de la población a nivel preparatoria en Estados Unidos; y por otra parte, observar que representan el 41 % de la población escolar clasificada como de retraso mental educable con trastornos conductuales. El discurso educativo dominante no sólo carece de una teoría adecuada de la dominación y del rol que las escuelas juegan dentro de dicho proceso, sino que tampoco posee una comprensión crítica de la forma en que la experiencia se define, construye y legitima en las escuelas. Desde mi punto de vista, este discurso es limitado y a menudo incapacitante. Ignora los sueños, las historias y las perspectivas que la gente tiene y trae a las escuelas. Sus preocupaciones fundamentales se centran en aspectos de control y manejo, o guarda silencio acerca de la relación entre cultura y poder. El punto medular aquí es que la escuela, de manera activa, silencia a los estudiantes ignorando su historia, ubicándolos en las clases con pocas expectativas, rehusándose a proveerlos de conocimientos relevantes a su vida. Sabemos, por ejemplo, que muchos educadores conciben diferentes lenguajes y antecedentes de los estudiantes como deficiencias a corregir, más que como aspectos Teorías alternativas Deben desarrollarse nuevas teorías sobre las prácticas educativas si se pretende que el curriculum educativo, tanto en su contenido como en sus medios de instrucción, se base en un compromiso con la democracia. Tales teorías deberán empezar por un cuestionamiento crítico de los presupuestos del conocimiento y de la práctica educativa. Debe hacerse un intento por analizar las escuelas no sólo como reproductoras de la sociedad dominante; ello implica investigar sus posibilidades de educar a los estudiantes para convertirse en ciudadanos activos y críticos. Las escuelas deben ser vistas y estudiadas como escenarios instruccionales y culturales. Un aspecto importante para empezar a desarrollar un discurso crítico de educación sería concebir el curriculum en relación con las formas de conocimiento y las prácticas sociales que legitiman y reproducen formas particulares de cultura y vida social. En otras palabras, el curriculum debería ser visto como ~ 247 ~ EQUIPO TÉCNICO una representación de un proceso de selección y exclusión; y, en este sentido, como una expresión de lucha en relación a las formas de autoridad política, de representatividad, de regulación moral, y de las versiones de] pasado y de] futuro que deben ser legitimadas, transmitidas y debatidas en contextos pedagógicos específicos. Lenguaje curricular... una relación de poder estudiantes a apropiarse en forma crítica de los códigos y el vocabulario de diferentes experiencias culturales, de manera que se les proporcionen las habilidades que necesitan para ser, más que para servir simplemente al mundo moderno. En este caso, la teoría curricular no debe condenarse por ser política, sino por cubrirse este carácter de manera inconsciente. Ni la teoría educacional, ni la teoría curricular son ideológicamente neutras. Constituyen una construcción social vinculada a un lenguaje e intereses particulares, así como a un conjunto de relaciones. ES igualmente importante la noción de que el lenguaje del curriculum, en todas sus variantes, tiene íntima relación con preguntas de poder. Esto sugiere que las escuelas deben ser entendidas como instituciones determinadas por una red de culturas contradictorias que caracterizan a la sociedad dominante en la cual están inmersas. Los maestros, y todos aquellos interesados en la cultura dominante, deben entender la forma en que ésta funciona a todos los niveles del sistema para confirmar (y cuestionar) las experiencias culturales de diferentes estudiantes. El desarrollo de una pedagogía que reconozca la noción de poder cultural implica asumir seriamente las formas de lenguaje, las formas de razonamiento, las disposiciones, y las historias que dan a los estudiantes una voz activa en la definición del mundo. También significa trabajar en base a las experiencias que constituyen las vidas de los estudiantes. En otras palabras, sus experiencias, formas culturales, tienen que ser examinadas críticamente, de manera que se revelen tanto sus fortalezas como sus debilidades. Esto significa enseñar a los Necesitarnos entender la riqueza y potencialidades de otras tradiciones culturales, de otras voces, particularmente de aquellas que apuntan hacia la autoridad. Debemos preguntarnos cómo podemos trabajar con estudiantes, particularmente con aquellos que pertenecen a las clases y grupos subordinados, y reconocer que la cultura dominante de la escuela no es neutra, ni sirve a sus necesidades; pero funciona para hacerlos sentir impotentes. Por lo tanto, el elemento fundamental para construir una teoría crítica de la educación es el desentrañar las relaciones vividas que caracterizan a las culturas escolares. Debemos preguntarnos cómo podemos trabajar con estudiantes de grupos y clases subordinados reconociendo que la cultura educativa dominante no es neutral, y tampoco sirve para solucionar sus necesidades, porque su función consiste en hacerlos sentirse impotentes. La respuesta es, en parte, en desarrollar una pedagogía crítica que cuestione y que ponga de relieve la importancia de generar expectativas; una pedagogía enraizada en un lenguaje de posibilidades que aporte las habilidades y conocimientos con los cuales sea posible visualizar un mundo mejor, que dé una ~ 248 ~ EQUIPO TÉCNICO participación activa a los grupos subordinados en el control de sus propias experiencias, y que respete sus anhelos y ambiciones. Tal pedagogía apunta hacia un tipo de educación en la que el conocimiento y el poder estén vinculados a la idea de que el optar por la vida consiste en entender las condiciones previas necesarias para luchar por ella. No es necesario decir que esto da lugar a serias preguntas acerca de cómo los educadores deben desarrollar ópticas críticas acerca del conocimiento; preocupación que comentaré brevemente a continuac0n. grupos subordinados. Se preguntaría cómo los grupos subordinados crean historias, memorias y narraciones que dan un sentido de determinación y de entidad, y que nos permitirían como educadores entender las historias particulares, los intereses subjetivos, y los mundos privados que entran en juego en la pedagogía del salón de clases. En forma similar, un tipo crítico de conocimiento ayudaría a saber cómo apropiarse las dimensiones más progresivas de varias historias culturales, así como a reestructurar y apropiarse las dimensiones más radicales de la cultura dominante. En efecto, un punto de vista crítico del conocimiento escolar resultaría distinto al enfoque tradicional que prevalece en Estados Unidos. El conocimiento crítico instruiría tanto a los estudiantes como a los maestros en relación a su estatus como grupos inmersos en la sociedad. Esto ayudaría a definir cómo dan significado a sus vidas a través de las formas políticas, culturales e históricas que conforman y producen. Asimismo, tal conocimiento comprendería críticamente aquellos aspectos de tradición cultural y experiencia cotidiana que resultan formativos. Tomaría seriamente los elementos de voluntad subjetiva y lucha que constituyen las vidas cotidianas de los Finalmente, tal conocimiento proporcionaría una conexión motivadora para la acción misma. Intelectuales transformadores La racionalidad tecnocrática y estéril que domina los programas de formación de profesores en los Estados Unidos pone muy poca atención a aspectos teóricos e ideológicos. Los profesores son a menudo entrenados para utilizar varios modelos de enseñanza, administración y evaluación; no obstante, no se les enseña a ser críticos con respecto a los supuestos que subyacen a estos modelos. En resumen, se les enseña una forma de analfabetismo conceptual y político Los maestros y otros educadores deben ser capaces de enfrentar cuestiones relacionadas con la función más amplia del curriculum y de la escuela, así como manejar las relaciones entre cultura y poder, conocimientos e intereses humanos, e interés y teoría/ práctica. Más específicamente, los maestros deben ser algo más que técnicos. Vincularía una decodificación crítica de la historia con una visión del futuro que no sólo explotaría los mitos de la sociedad existente, sino que también consideraría las necesidades y deseos inherentes a un anhelo por una sociedad nueva, libre de la patología del racismo, del sexismo, y de la dominación étnica y de clases. ~ 249 ~ EQUIPO TÉCNICO (analfabetismo en el sentido de que tal pedagogía no sólo impide a los maestros reflexionar sobre los principios que fundamentan su práctica, sino que también descontextualizan el acto de enseñanza). A partir de una falsa defensa de la objetividad, los maestros son llevados a alejarse de sus propias historias, experiencias y valores, dado que éstos afectan y moldean. Los maestros y los administradores deben tratar de entender cómo las ideologías dominantes de etnicidad, clase, género y raza han dejado una huella en la forma en que piensan y actúan. Esto sugiere que necesitan comprometerse con un diálogo crítico entre ellos, y trabajar con grupos externos a las escuelas para luchar por las condiciones ideológicas y materiales necesarias para que funcionen de acuerdo a lo que Stanley Aranowitz y yo hemos denominado intelectuales transformadores. Los maestros deben operar dentro de condiciones que les permitan reflexionar, leer, compartir su trabajo con otros, producir materiales curriculares, y publicar sus logros dentro y fuera de sus escuelas locales. En la actualidad, los maestros en Estados Unidos generalmente trabajan bajo restricciones organizacionales y condiciones ideológicas que les dejan muy poco margen para el trabajo colectivo y para actividades críticas. Las horas de docencia son demasiadas, están generalmente aislados dentro de estructuras celulares, y tienen pocas oportunidades de enseñar con otros. Tienen muy poca opción de manifestarse en relación a la selección, organización y distribución de materiales instruccionales y de enseñanza; operan bajo cargas de trabajo, y en función de horarios industriales que resultan opresivos. Sus salarios son un escándalo, y recién ahora esto empieza a ser reconocido por el pueblo americano. A través de la lucha por condiciones que promuevan la enseñanza conjunta, la investigación y publicación colectiva, y la planeación democrática, los maestros abrirán nuevos espacios para un discurso y una acción creativa y reflexiva. A partir de ese discurso, podrán desarrollar una pedagogía emancipatoria que relacione el lenguaje y el poder, que tome las experiencias populares en forma seria como parte del proceso de aprendizaje, que convierta la mitificación, y que ayude a los estudiantes a reorientar las experiencias primarias de sus vidas' A partir de las experiencias que abren la historia, la filosofía y otras disciplinas relacionadas, podemos construir un lenguaje de posibilidad, un lenguaje que proponga cambios amplios en la educación, y que a la vez dé un nuevo significado a la necesidad pedagógica y política de crear las condiciones que posibiliten formas emancipatorias de potenciación social entre alumnos y maestros. TEXTO XVI: PAVAN, VALERIA: La familia contemporánea. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Área de Desarrollo Profesional Docente, Cine y Formación Docente 2006. ~ 250 ~ EQUIPO TÉCNICO VALERIA PAVÁN: Licenciada en Psicología de la UBA. Coordinadora Área Salud. Magister en Clínica Psicoanalítica. LA FAMILIA CONTEMPORANEA A- Introducción Acaso ha sido Claude Lévi-Strauss en su trabajo La familia europea (Lévi-Strauss, 2001, pág. 15) quien ha mostrado el carácter El concepto de familia supone por un lado una alianza (el matrimonio, hoy se habla de la unión de dos personas), y por otro, una filiación (los hijos). El vínculo de la alianza incluye dos parejas: a) la pareja conyugal, que se conforma por la mutua elección de los cónyuges e implica, en general, una recíproca dependencia afectiva, económica y sexual; asimismo la disolución de esta pareja se opera a través de la separación o el divorcio; b) la pareja parental, que se forma con la llegada de los hijos y tiene como función la crianza, responsabilidad que perdura aún después del divorcio. Nadie se convierte en padre por el solo hecho biológico de que tenga lugar la reproducción; por el contrario, esa función es el resultado de un proceso psíquico complejo. El nacimiento y el parto, que representan hechos físicos, deben transformarse en filiación, en hecho social. A diferencia del engendramiento físico que se hace de un niño/ña, estas funciones (las de padre y universal de la familia cuando decía que: “(…) apoyada en la unión más o menos duradera y socialmente aprobada de un hombre, una mujer y sus hijos, es un fenómeno universal, presente en todos los tipos de sociedades...” madre), se desarrollan a largo plazo, transmitiéndole, al infans no sólo la dimensión del tiempo sino también otorgándole su identidad. El parentesco, sistema que atribuye unos hijos a unos padres, y unos padres a unos hijos, según las épocas y culturas combina de manera diferente tres elementos: la alianza, la filiación y la residencia. Estas son construcciones sociales, que se irán modificando en la medida que los sujetos sociales cambian la manera de establecer los lazos familiares, modificaciones éstas introducidas por esos mismos sujetos, cambiando al mismo tiempo el campo social y el simbólico. Estas transformaciones son hoy tan diversas, peculiares y numerosas que han sido casi normativizadas por la costumbre, aunque la legislación positiva —aún la de las sociedades más modernas— no se ha hecho eco de toda la riqueza que aquellas implican. Reflexionar sobre estas nuevas modalidades de vivir en ~ 251 ~ EQUIPO TÉCNICO familia es el objetivo de nuestro trabajo, tratando de no obviar la propia significación y definición que derivan de las familias y de sus arreglos. Tampoco se eludirá mencionar sus expectativas porque son precisamente sus vivencias y tiempos los que fundamentan y explican nuestras delimitaciones teóricas y la utilidad analítica de nuestros conceptos. B- Un poco de historia Tal como se la conoce en Occidente, la familia conyugal “nuclear”, padre-madre-hijos (el orden sucesorio incluye también a los ascendientes para el caso de la inexistencia de los descendientes) ha sido la culminación de un largo proceso evolutivo que comenzó en la Edad Media, se desarrolló entre los siglos XVI y XVIII y culminó perfeccionada en el modelo burgués del Código Civil francés (Código Bonaparte). La familia antigua, en cambio, implicaba un conjunto, ya que se integraban a ella otros parientes, allegados, amigos y hasta domésticos. Elisabeth Roudinesco (Roudinesco, 2003, págs. 19/20) distingue tres períodos en la evolución familiar: al primero lo denomina el de la familia tradicional. Su función esencial era asegurar la transmisión del patrimonio. Así, los matrimonios se celebraban de acuerdo con los intereses de las respectivas familias. En un mundo sometido a la voluntad del monarca, cuyo poder se consideraba “divino”, el pater familias estaba asimismo investido de una autoridad monolítica que trasmutaba la del soberano. La dominación del padre siguió constante hasta fines del siglo XIX pese a la gran fractura producida por la Revolución Francesa (1789), que opondrá al poder omnímodo el principio de una autoridad basaba sobre el contrato moral y social. Al cortarle la cabeza al rey, dirá Balzac, la Revolución decapitó a todos los padres de familia. Se inicia así el segundo período, el de la familia moderna, cuyo orden económico burgués estaba basado en la autoridad del marido, la subordinación de la mujer y la dependencia de los niños. La imagen del padre dominador cederá progresivamente su lugar a la representación de una paternidad ética. Devendrá un padre igualitario, sometido a la ley y respetuoso de los nuevos derechos adquiridos en virtud de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. También el matrimonio cambió de naturaleza: pasó a ser un contrato libremente consentido entre un hombre y una mujer, basado en el amor que garantizaba la reciprocidad de sentimientos y deseos carnales. Asimismo valorizaba la división del trabajo entre los cónyuges a la vez que hacía del hijo un sujeto cuya educación estaba a cargo del Estado. La atribución de la autoridad fue objeto de una división incesante entre el Estado y los progenitores. Sin embargo, hasta finales del siglo XIX la autoridad paterna se revalorizó sin cesar, aunque, por otra parte, se fracturó y fragmentó de manera constante. El tercer período, el de la familia contemporánea o posmoderna, se inició en la década del ´60 del siglo pasado. Implica la unión, por un período de extensión relativo, de dos individuos en busca de relaciones íntimas y expansión sexual. La atribución de la autoridad ha sido más problemática, en correspondencia con el aumento de los divorcios, las separaciones y las recomposiciones conyugales. C- La familia argentina En todas las sociedades conocidas, el control de la familia ha tenido como objetivo central mantener el orden social. Dado que de la ~ 252 ~ EQUIPO TÉCNICO organización de esta institución dependen la reproducción biológica, la perpetuación del orden social, cultural y económico y la reproducción de la fuerza del trabajo; diferentes mecanismos sociales y políticos se han puesto en marcha en los distintos momentos de la historia. Hasta la sanción del Código Civil (1869), las normas que organizaban la vida familiar en la Argentina provenían de la sociedad colonial y poscolonial y tenían su antecedente en la legislación hispánica. Éstas, a su vez, encontraban su sustento en las leyes canónicas. El Código Civil, redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield según el modelo del Código Civil francés, consagraba un matrimonio religioso, monogámico e indisoluble y refirmaba el carácter patriarcal de la familia, otorgándole al varón derechos hacia la esposa (la mujer era considerada incapaz para administrar sus bienes) y hacia los hijos. Era único depositario de la patria potestad. La Generación del ´80 introdujo en el país cambios que acelerarían su modernización a través de un proceso acentuado de laicización instrumentado por medio de las leyes 1420 (de educación común), 1525 (creación de Registro Civil) y 2393 (matrimonio civil). Esta norma reemplazaba el matrimonio religioso por el civil aunque conservaba la indisolubilidad del vínculo y la subordinación de la mujer al varón. Luego de la sanción de la ley 2393 no se dieron grandes modificaciones en la legislación sobre derecho de familia. Sólo en1926 se dictó la ley 11357, que derogó las disposiciones sobre incapacidad de la mujer casada para administrar sus bienes, autorizándola a disponer de ellos, a elegir ocupación, a celebrar contratos y a contraer obligaciones. Durante el primer gobierno justicialista se introdujo en el texto de la Constitución reformada (1949) un capítulo referido a los derechos de la familia. Pero la reforma importante se operó en 1954 con la ley 14.357, que modificó los artículos del código civil referidos a la filiación. Esa norma legal suprime las discriminaciones públicas entre hijos matrimoniales e hijos extramatrimoniales, aunque no se los equiparó ya que los segundos sólo tendrán derecho, en la sucesión del progenitor, a la mitad de lo asignado a los hijos legítimos. Acaso la más importante modificación se produjo con la ley 14.394, que posibilitó por primera vez el divorcio vincular. Esta ley fue derogada en septiembre de 1955. En 1968, la ley 17.711, estableció la posibilidad del divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges (siguió siendo no vincular) cuando en el pasado sólo era viable por culpa de alguno de los cónyuges. . Este tipo de divorcio se lo conoció habitualmente con el número del artículo agregado a la ley 2393: 67 bis. La democratización de la familia argentina se produjo, naturalmente, después de 1983 con el restablecimiento de la democracia. Así, en 1985 se sancionó la ley 23264 de filiación y patria potestad, que eliminó toda forma de discriminación legal entre hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio. En cuanto a la patria potestad se estableció que los derechos sobre la persona y bienes de los hijos fueran ejercidos conjuntamente por el padre y la madre. Casi al mismo tiempo, la ley 23515 (1987) sancionó el divorcio vincular, lo cual permitió contraer nuevas nupcias a los cónyuges separados. ~ 253 ~ EQUIPO TÉCNICO Para concluir, como lo ponen de manifiesto Lloverás y Salomón (Lloveras y Salomón, 2003, págs. 3/11) “el derecho de familia tal como obra en el Código Civil y sus leyes complementarias siguen respondiendo en gran medida al modelo familiar ideado por Vélez Sarsfield en el siglo XIX”. Un ordenamiento así sostenido falla en tanto no recoge las nuevas formas de organización familiar (ensambladas, monoparental, homoparental), ni se hace eco de las modificaciones que se han producido en las funciones familiares. Si no hay una única forma predeterminada de ser familia, es lógico entonces que todas deban ser contempladas por la legislación. D- La condición femenina A mediados del siglo pasado (1949), la publicación de El segundo sexo de Simone de Beauvoir se transformó en un hito. La mujer tomó conciencia de su sometimiento. Su situación experimentó profundos cambios ya durante la Primera Guerra Mundial, incorporándose de modo masivo al trabajo, inclusive en los que dejaron vacantes los varones enviados al frente. Sin embargo, todo ese proceso no había devenido aún en verdaderas modificaciones legales o en cambios en el papel que la mujer cumplía en el seno de la familia. Es verdad que en Francia habían adquirido los derechos cívicos en 1944 (tres cuartos de siglo después que lo hubieron obtenido las norteamericanas en el estado de Wyoming) y que los movimientos feministas venían de lejos como lo prueban la existencia de los clubes femeninos que proliferaron durante la Revolución Francesa. El movimiento feminista estuvo ligado al desarrollo de la sociedad industrial y a la incorporación de la mujer al trabajo. La primera bandera de estas agrupaciones había sido la conquista de los derechos civiles, lucha que durará años y hasta casi la mitad del siglo pasado. Pero será recién en los años ´60 que los movimientos femeninos tomarán clara conciencia de la opresión económica, jurídica, sexual y psicológica que padecía la mujer. Surgieron primero en los Estados Unidos y se propagaron rápidamente por el mundo occidental. Después de un largo período de mutismo, las mujeres tomaban finalmente la palabra para dar a luz sus deseos, que habían permanecido ocultos por siglos, y para señalar, al mismo tiempo, la opresión sexista que era causa de la desigualdad. Este nuevo discurso femenino tuvo enormes consecuencias: destruyó el mito freudiano de la mujer normal, pasiva y masoquista y, junto con éste, el de la madre naturalmente afectuosa, siempre preparada para el sacrificio. Las contradicciones entre los deseos femeninos y los valores dominantes no podían evitar determinar un nuevo comportamiento, quizá más significativo para la sociedad que cualquier otro cambio de tipo económico. Apenas las mujeres traspusieron la puerta de casa invadieron las escuelas, la universidad, los tribunales, los hospitales y los sindicatos. En nuestro país “el acceso a la educación de las mujeres fue igual o superior a los de los varones: hacia 1930 los sexos estaban parejamente alfabetizados; en la década del ´40 y del ´50 las mujeres superaron la matrícula de los varones en la escuela primaria y en la secundaria y a partir de la década del 60 siguieron la matrícula masculina en la educación superior hasta superarla.” (Torrado, 2003, pág. 222) En cuanto al universo del trabajo, la participación de la mujer avanzó en forma creciente desde comienzos del siglo XX. Las mujeres de las generaciones de 1945-1949 que ~ 254 ~ EQUIPO TÉCNICO ingresaron en la vida laboral en la década del ´60, lo hicieron después de los 20 años, una vez completado el ciclo de enseñanza secundario. Desde 1960 y hasta mediados de los ´70, con la incorporación de tecnologías modernas se produjo un proceso de destrucción de puestos de trabajo en las ramas industriales más tradicionales (textil por ejemplo) y, a la vez, un aumento de puestos de trabajo en actividades más modernas deservicios, aptos sólo para aquellas que habían adquirido un nivel más alto de educación. El final del siglo encuentra a la mujer sumergida en la gran crisis de 2001-2002, con un índice importante de deterioro y precarización del trabajo, que alcanza igualmente al varón. No han sido únicamente la nueva conciencia de la mujer y su irrefrenable incorporación al trabajo los únicos elementos de cambio. Un descubrimiento científico cumplirá un papel destacadísimo en la nueva condición femenina, en su sexualidad y en la planificación familiar: la píldora anticonceptiva. Enovid (10 mg de noretinodrel y 0,15 mg demestranol), el primer anticonceptivo oral, fue aprobado oficialmente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) en mayo de 1960. En Europa la aprobación fue otorgada en 1961. Desde que se inició la comercialización de la píldora, decenas de millones de mujeres han confiado en este sistema por ser el método reversible más eficaz para evitar el embarazo. E- Los cambios y sus consecuencias Los importantes cambios sociales y culturales ocurridos durante el siglo XX impiden hablar de la familia desde el modelo tipo, dado quelas formas en constituirse familia son tan diversas que ya lo exceden. En la dinámica de la familia contemporánea ocurren diferentes modalidades de intercambio: afectivos, económicos, de bienes sexuales y de obligaciones jurídicas. Desde este punto de vista es posible pensar a la familia como un lugar de poder, ya sea entre los cónyuges, de los padres sobre los hijos o del Estado con respecto al grupo familiar; pero también, pero también es posible concebirla como un lugar de resguardo frente al poder público. A través de estos intercambios la familia es investida de múltiples funciones: para las personas adultas, satisfacer la necesidad de vínculos íntimos; para los niños, recibir la imprescindible cuota de amor y cuidados; y para la sociedad asegurar la reproducción de la estructura de clases sociales y contribuir a mantener el orden social. Desde la década de los ´60, en el mundo occidental se observa una importante tendencia hacia el aumento en el número de divorcios, así como también la disminución de los matrimonios y de la tasa de natalidad, paralelamente con el incremento de las “uniones consensuales”, es decir, aquellas relaciones que no pasan por el Registro Civil. Distintos factores intervienen en este cambio drástico de la representación social de la familia, pero sin duda, uno de los más relevantes será el lugar social que adquiere la mujer al acceder a la educación, al mundo del trabajo y a una sexualidad femenina placentera, más la aparición de los métodos anticonceptivos de alta eficacia y de control femenino (píldora, DIU). Varios rasgos definen la nueva dinámica del mercado matrimonial argentino desde 1960: ~ 255 ~ EQUIPO TÉCNICO aumento de la edad media del casamiento, sobre todo en las mujeres; disminución de la diferencia de edad entre los cónyuges; incremento de la incidencia del divorcio y la separación; desafección por el matrimonio religioso; acceso a métodos anticonceptivos de alta eficacia (píldoras, DIU). Sin embargo, el fenómeno más impactante es el aumento de las uniones consensuales (parejas estables que no legalizan su unión en el Registro Civil), que hasta el momento solo era observado en las clases bajas. En este comportamiento – denominado cohabitación– se distinguen dos modalidades: “de prueba”, cuando constituye la vía de entrada a una primera unión que luego es eventualmente legalizada;“perdurable”, cuando es elegida como forma permanente para la primera unión o para la reincidencia” (Torrado, 2003, pág. 308)Si bien el modelo predominante sigue siendo el de la “familia tipo” completa (con la madre, el padre --ambos cónyuges presentes-y los hijos), está disminuyendo en favor de las nuevas constelaciones familiares. Ciertas tendencias, como la edad y el estado civil, marcan un cambio en la composición de la familia completa. “Aumentan las parejas consensuales –formadas por dos solteros jóvenes (menos de 30 años) en detrimento de las casadas legalmente (más de 45 años). También es de notar que, entre los que han ya transpuesto la juventud, son ahora más frecuentes los individuos que han atravesado por más de una unión (legal o consensual).” (Torrado, 2003, pág. 444) Entre las nuevas formas familiares las más frecuentes son las ensambladas también llamadas mixtas o reconstituidas, la monoparental y la homoparental. Las familias ensambladas están formadas por personas separadas, divorciadas o viudas con hijos, en general menores, niños o adolescentes. En épocas pasadas, era frecuente que alguien que enviudaba volviera a contraer matrimonio en segundas nupcias. Por lo tanto, el o los niños vivían con un progenitor y un padrastro o madrastra (figura basada en una lógica de sustitución del progenitor fallecido). El divorcio y las separaciones de hecho introducen una nueva construcción familiar: la nueva pareja del padre o de la madre no ocupa el lugar del progenitor desaparecido, sino el de un padre o una madre que continúan vivos. Asimismo, la nueva unión de la pareja produce una familia al instante: ya no se necesita de un tiempo de espera de “9 meses” pues existe previamente una unidad padre/madre- hijo. En estas nuevas familias se da un entramado de relaciones más complejo, dado que no sólo interactúan en el escenario familiar el padre, la madre y los hijos sino que uno de los progenitores vive fuera de ese núcleo pero no por eso deja de ejercer también su influencia, amén de que los integrantes aportan experiencias referidas a su vínculo anterior. Por lo general, los hijos que viven en este tipo de familias corresponden a la madre, que es quien con frecuencia tiene la tenencia de los niños de la pareja anterior. Por otra parte, los hijos pueden disponer, en algunos casos, de dos hogares (familias binucleares) en los que --consecuencia lógica-- estarán siempre ausente alguno de los padres biológicos. En cuanto a las relaciones entre el nuevo cónyuge y los hijos de la pareja (madrastra padrastro, figuras calificadas desde la antigüedad como personajes crueles e indeseables, con una carga simbólica de ~ 256 ~ EQUIPO TÉCNICO maldad importante) no pueden calificarse como generalmente buenas o malas. Al igual que sucede con los padres o madres biológicos, es posible que se establezcan vínculos muy profundos, o bien distantes pero siempre de alta complejidad. Lo que resulta importante determinar cómo problema fundamental de este tipo de conformación familiar es la ambigüedad en los roles; sobre todo la del cónyuge conviviente con los hijos del otro, que tratará, de alguna manera, de negociar una concertación de “lugares”, ya que no es el caso competir ni reemplazar al progenitor biológico. Este rol que adquiera el cónyuge dependerá de la dinámica de cada familia y de la conciencia del lugar y el estatus que deben tener los adultos respecto de los niños. Por su parte, el cónyuge del progenitor necesita superar cierta sensación de invasión frente a los hijos de la pareja. Esta invasión adquiere dimensiones de distinto orden, ya se trate tanto de demandas culturales o económicas cuanto de afectivas. Del lado del progenitor también aparecerá habitualmente una sensación de invasión frente a la nueva figura parental representada por el nuevo cónyuge, que le requerirá un esfuerzo de adaptación. Todas estas tensiones cederán en la medida de que los distintos miembros encuentren o negocien lugares dentro de la estructura. Otro inconveniente que puede presentarse en este tipo de familias es el hecho de que, como el divorcio no disuelve la pareja parental, los divorciados no siempre pueden mantener separadas sus identidades. La legislación argentina no se ha expresado en particular sobre este tipo de familia. Sin embargo, el Código Civil contiene alguna normativa referida a la relación entre un cónyuge y los hijos/as del otro/a, en razón del vínculo de afinidad que los une (artículo 363), fuente de ciertos derechos y deberes. Se deben, por ejemplo, recíprocamente alimento (artículo 368), aún cuando esta obligación es subsidiaria. Igualmente, el cónyuge de la madre o el padre puede ser designado tutor o curador del “hijo afín¨” (artículos 383, 479).Asimismo el hijo afín tiene derecho a pensión y a las asignaciones familiares. También se puede agregar que, tanto el cónyuge cuanto el conviviente del progenitor/a, poseen derechos y deberes cuando se los incluye en la categoría de “guardador de hecho” o “persona a cargo del niño”. Las tendencias actuales en el derecho comparado han gestado una doble estrategia: por un lado fortalecen el principio de coparentalidad y por el otro comprometen a la nueva pareja del progenitor/a en el cuidado de los niños, otorgándoles una serie de derechos tales como realizar todos los actos relativos a la vigilancia y educación del hijos afín, actuaren los casos de urgencia y la dación del nombre bajo ciertas circunstancias. Familia ampliada o familia comunitaria Cuando se habla de este tipo de conformación familiar, se alude a personas de la comunidad que establecen vínculos afectivos con los niños a través del parentesco, la escuela o el barrio, y que el niño acepta como parte de su ámbito familiar ampliado. Cuando por diferentes causas (fallecimiento, alejamiento, abandono o circunstancias forzosas como la cárcel) no existe el núcleo familiar directo, es decir, padre o madre las defensorías del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, utilizan el artículo 42 de la ley 114 que plantea la guarda provisoria de hecho, con integrantes de la ~ 257 ~ EQUIPO TÉCNICO familia ampliada o del ámbito comunitario para preservar la continuidad del niño/ña con su barrio y su escuela. En gran parte de los casos, los que se hacen cargo de los niños, son los tíos y abuelos, pero también hay vecinos, madres y padres de compañeros de escuela, que se encargan de manera provisoria para evitar la institucionalización en hogares o institutos. Familia monoparental El término monoparental comienza a utilizar sea partir de mediados de la década del ´70, para designar a aquellos grupos familiares formados por personas solas, con niños o jóvenes dependientes económicamente y socialmente a su cargo. Por personas solas entendemos a aquellas que no tienen pareja sexual estable con la que convivan. En cualquier caso, al hablar de la composición familiar monoparental hay otros aspectos importantes a tener en consideración, ya que hacen referencia a las características del progenitor monoparental y a su progenie. Con relación al primero, no es regla habitual indicar explícitamente su género, una convención que en apariencia puede obedecer a criterios de «corrección política», pero que en el fondo resulta vacua cuando la mayor parte de las caracterizaciones de la monoparentalidad se piensan en términos femeninos. En nuestro país puede notarse con claridad este fenómeno, sobre todo a partir de la década del ´80, cuando irrumpió con mucha fuerza el tema de las jefas de hogar, ya que existe un gran porcentaje de hogares —según las regiones oscilan entre el 23% y el 30%— con jefatura femenina. No sólo circunstancias económicas sino también contextos ideológicos y culturales, que estructuran de formas muy diferentes la vida de los hombres y de las mujeres en nuestra sociedad, hacen pensar que, tomada en conjunto, la monoparentalidad femenina o matrifocal pueda revestir particularidades que la diferencian en muchos aspectos de la masculina: expectativas e ideologías discriminatorias de la maternidad/paternidad, valores y reputaciones sexistas sobre la vida sexual y/o afectiva de la madre/padre monoparental, posibilidades y recursos diferenciados para el esparcimiento y la sociabilidad de las madres monoparentales/padres monoparentales y un largo etcétera de asimetrías que condicionan, bajo prescripciones de género, modos de vida muy desiguales entre los sexos. A los efectos de evitar confusiones, otra cuestión importante es refirmar el carácter dependiente que debe tener la progenie: no son familias monoparentales aquellos hogares monofiliares integrados por un/a hijo/a soltero/a que, en términos prácticos, aunque no legalmente ni de acuerdo con las tipificaciones estadísticas, asume la jefatura familiar. Es decir: se trata de dinámicas que invierten en cierta forma los roles paternofiliales, dado que es el/la hija aquel que se responsabiliza en mayor grado del cuidado y la manutención de su padre-madre, generalmente de avanzada de edad. Las entradas a la monoparentalidad son múltiples: la viudez, las separaciones y los divorcios; o la maternidad solitaria o extraconyugal son los más comunes entre las mujeres. Pero el asunto debe considerarse también desde lo masculino, teniendo en cuenta la cantidad de casos de padres que asumen la crianza de sus hijos por diferentes ~ 258 ~ EQUIPO TÉCNICO circunstancias. O, también, están los casos de varones hetero-homosexuales que optan por la paternidad en solitario, ya sea por medio de la adopción o bajo la forma de acogimiento familiar. En estas familias frecuentemente adquieren importancia en la dinámica familiar otros parientes, como los abuelos y los tíos, así como también la empleada doméstica, que la mayoría de las veces tienen un papel protagónico en la dinámica familiar. La familia monoparental se ha incrementado en las últimas décadas. “si en el pasado eran mayoritarias las personas viudas, en la actualidad lo son las divorciadas/separadas. En efecto, el aumento creciente del número de divorcios de separaciones de parejas consensuales, se ha convertido en la primera causa del aumento de familias monoparentales, con preferencia de jefatura femenina, ya que, si hay hijos, al disolverse la pareja, los niños se quedan generalmente viviendo con la madre” (Torrado, 2003, pág. 441). Las familias monoparentales con jefatura femenina son, en general, vulnerables en relación con la propia conformación. La madre tiene la responsabilidad de generar dinero por medio del trabajo, así como también la de satisfacer las demandas de la familia (atención de los hijos, trabajo doméstico). Lo cual la limita en la posibilidad de aumentar sus ingresos. En los últimos años, por medio de la inseminación asistida, las mujeres solas que deciden la maternidad por su cuenta pasaron a formar parte del universo de las familias monoparentales. En general son mujeres adultas, profesionales, que cuentan con los suficientes recursos, económicas y afectivas, para llevar adelante la familia. Familia homoparental La familia homoparental está constituida por dos personas del mismo sexo y por los hijos/as. Se conforman de diferentes maneras: a) familias integradas con un compañero/a del mismo sexo, luego de una experiencia de unión heterosexual; b) mediante acuerdo de coparentalidad en el que gays y lesbianas, solos o en parejas, deciden tener y criar un hijo/a entre las dos unidades familiares, materna y paterna, la primera exclusivamente femenina y la segunda sólo masculina; c) por medio de la adopción de un niño; d) o por el nacimiento del un niño engendrado mediante técnicas de procreación asistida, mediante la inseminación artificial con donante o madre de alquiler. Según los datos recogidos por la CHA (Comunidad Homosexual Argentina), las familias con niños/as nacidos en un contexto de heteroparentalidad son las más comunes. Se caracterizan por la mayor edad de los hijos/as respecto de las conformadas de otra manera y también la edad de los padres/madres es más alta. En la actualidad es imposible obtener estadísticas exactas de cuántas niños/as están creciendo en familias con padres gays o lesbianas. Los trabajos de investigación han sido dificultados por el secreto, que obedece a la estigmatización padecida por los hombres y mujeres homosexuales en nuestra sociedad. La mayor parte de los niños/as con padres/madres homosexuales ha nacido en el contexto de una relación heterosexual, porque sus padres no reconocieron e ignoraron o escondieron su homosexualidad. ~ 259 ~ EQUIPO TÉCNICO La cuestión homosexual sigue siendo polémica desde lo social. El temor y los prejuicios han justificado—hecho absolutamente criticable— un cuestiona miento del ejercicio de la función de padre o madreen las decisiones judiciales. Pero también, es cierto, que la consideración social del homosexual tiende a ser cada vez menos negativa y la jurisprudencia evoluciona hacia el mantenimiento total de todos los derechos parentales para la madre y el padre homosexual divorciado. Los homosexuales han adoptado y siguen haciéndolo a condición de ocultar su condición. Los que eligen el camino de la adopción respetan el modelo de los padres/progenitores: al encontrarse éstos ausentes, por diferentes circunstancias, asumen la responsabilidad de un parentesco social, constituido por un solo hogar familiar. Diferenciándose de los padres adoptivos, los que optan por la procreación "medicalizada", desean un niño de su propia sangre, reforzando así el peso de lo biológico en el establecimiento de la relación de parentesco. La inseminación artificial allanó el camino hacia la procreación, posibilitando la prescindencia de las relaciones sexuales y sustituyéndola por la intervención médica. Por primera vez, mujeres y hombres homosexuales tienen la posibilidad de fundar una familia sin la necesidad del coito vaginal, ya que la técnica puede sustituir el intercambio de los dos sexos, posibilitando ser homosexual y gestar o engendrar y conjugando de esta manera la filiación con la pareja homosexual. De ese modo, el problema de la identidad familiar del hijo lo resuelve cada familia según el modo en que le dé importancia a lo biológico como fundamento del parentesco y a la adecuación entre pareja conyugal y pareja parental. Pero una vez constituida la familia homoraparental todavía queda pendiente la aceptación pública de ese vínculo. Mucho tiene que ver en esta situación la atmósfera social que rodea a la nueva configuración familiar, teñida todavía de un clima cargado de homofobia, de la que no está exceptuado el propio grupo homoparental. La homofobia se traduce socialmente como el odio patológico hacia GLTTB (gays, lesbianas, travestis, transexuales, bisexuales). Las raíces de ese sentimiento tal vez se encuentren en las concepciones culturales dominantes con respecto al concepto de género, particularmente el de la masculinidad. Nada permite decir hoy que los hijos de padres homosexuales estén más perturbados que los hijos de parejas heterosexuales o que se muestren más ignorantes ante la diferencia sexual. En la actualidad, los homosexuales pretenden el reconocimiento de sus uniones y el acceso a la adopción y a las técnicas de fecundación asistida, así como también se advierte una tendencia universal a reconocer la unión homosexual. Sin embargo, no hay igual consenso con respecto al tema de la adopción, que constituye una de las cuestiones más polémicas y conflictivas. La pareja homosexual es, en sí misma, "estéril", no puede procrear si no es por medio de técnicas de fecundación asistida, inseminación artificial o el alquiler de vientres. En ocasiones no pueden recurrir a dichos métodos por cuestiones económicas o legales. De este modo, la adopción se presenta para algunos como la única oportunidad de crear una familia que albergue la idea del hijo propio. La Ley de Unión Civil en la Ciudad de Buenos Aires de diciembre de 2002 muestra el inicio de la intención por parte del Estado de dar un marco de legalidad a aquellas uniones que ~ 260 ~ EQUIPO TÉCNICO sedaban de hecho. Hoy, la presentación por parte de la Comunidad Homosexual Argentina de un nuevo proyecto de ley, ya en el nivel nacional, incluye los derechos a la adopción ya la herencia, que habían sido denegados, hasta ahora, a los homosexuales. El proyecto muestra en sí mismo un crecimiento de la conciencia que estos temas que suscitan en nuestra sociedad y el merecido debate. participación de un notario que legaliza la unión; en Francia, mediante el Pacto Civil de solidaridad, votado el 15 de noviembre de1999; y en España, durante 2005, se amplia la figura del matrimonio incluyendo a personas del mismo sexo. Cada uno de estos países, con sus particularidades y requerimientos, contempla esta nueva realidad emergente de la estructura social. Otras sociedades ya han incorporado en su legislación esos derechos. .En Canadá, la ley se encuentra mayormente orientada a permitirla adopción a parejas de hecho integradas por personas del mismo sexo. En Dinamarca, la ley 372 sobre el Registro de las Parejas tiende a equiparar las uniones homosexuales registradas y los derechos consecuentes del matrimonio, aunque no se otorga el derecho a la adopción salvo que exista un lazo sanguíneo con el niño. Asimismo, la inseminación artificial para parejas del mismo sexo está prohibida. Las leyes federales y estatales de los EE.UU. son las que regulan las leyes de adopción. Sin embargo, las prácticas en los estados varían según región, agencia y juez. El Estado de Nueva Jersey fue el primero en especificar que la orientación sexual y el estado civil no pueden constituir causas para discriminar a potenciales padres adoptivos. Parejas del mismo sexo pueden adoptar en Islandia, pero sólo a aquellos niños que estén relacionados biológicamente con uno de los miembros. Suecia aprobó en 2003 la adopción por parejas del mismo sexo, con régimen amplio. Israel también está avanzando en el tránsito por reconocer a las parejas homosexuales. G- A modo de conclusión La Ley de Holanda admite el matrimonio entre homosexuales desde septiembre de 2002 y, últimamente, lo mismo han hecho Australia y Alemania; en Colombia, mediante la El modelo de familia occidental y estándar es un ideal que pocas veces se cumple en la realidad, entre otras razones porque los divorcios y las separaciones han transformado a la familia en verdaderos rompecabezas en los que pueden coexistir varios papás, mamás y hermanos de distintas uniones. La conformación de nuevas estructuras parentales está en curso, es decir, en un proceso de cambio y transformación permanente que no parece vaya a detenerse, debiendo, por lo tanto, hacer todo lo posible para darles condiciones de legalidad. La mayoría de las personas sea cual fuere su condición social y sexual o su edad desean una familia. La realidad es que, mientras los diferentes discursos giran alrededor del fin de la familia, los jóvenes siguen presentando dentro de sus proyectos de vida la conformación de una familia propia, y la mayoría de los adultos anhelan continuar viviendo dentro de sus estructuras familiares. Más allá del modo particular que cobre cada forma de relacionarse, hoy la elección sigue estando del lado del amor, del lado de compartir la vida con alguien más y de extender ese amor hasta los hijos, biológicos o ~ 261 ~ EQUIPO TÉCNICO adoptados. La familia, en medio de sus avatares aparece como el lugar más importante de refugio para las personas. La institución familiar sigue siendo fundamental para las sociedades, ya que ninguna otra institución ordena los procesos para la organización social, tales como la reproducción biológica y económica, las relaciones intergeneracionales, las conductas sexuales y la canalización de los sentimientos. A pesar de la diversidad de opciones frente a la vida parece haber una tendencia importante: las personas valoran la familia, puesto que cada uno de nosotros mantiene una relación de filiación con un progenitor y, ocasionalmente, de matrimonio o convivencia con una pareja. Quizá no formará la propia, pero aprecia la familia de la que proviene. La familia parece estar ahí, como alternativa ante un mundo lleno de competencia, de ritmos acelerados, de individualismo, de riesgos, de rupturas. Otra función fundamental de la familia es la educar y formar a los niños. Es necesario pensar que los niños y los jóvenes necesitan básicamente un lugar seguro en la sucesión generacional. Ser hijo o nieto de alguien, tener asignado un lugar en la serie de filiación es importante para la construcción de identidades firmes y no las singularidades de cada conformación familiar. La familia homoparental es, en definitiva, laque subvierte a la familia nuclear, ya que las familias ensambladas, ensambladas binucleares o monoparentales reproducen, después de todo y con mayores o menores variantes, las características de su modelo. Cuando las parejas homosexuales reivindican su derecho a la parentalildad para cada uno de los miembros de la pareja, no exigen únicamente el reconocimiento de esa función, sino también el de su acuerdo de pareja que, por supuesto, ya no pasa por la complementariedad de los sexos. Las parejas homosexuales no niegan la diferencia sexual, lo masculino y lo femenino; pero la rechazan como único fundamento del deseo, de la sexualidad, de la alianza y de la filiación. Esa diferencia se transmitirá a los niños porque la realidad biológica permanece invariable respecto de la creación de una nueva persona. Existe una realidad nueva alrededor de las familias, se está corporizando y todas las disciplinas deben pensarla, interpretarla, tenerla en cuenta, y no condenarla, porque eso equivaldría a negarla o excluirla. Siempre habrá un nacimiento y un lazo familiar conformado alrededor de él. Esto permanecerá inamovible, pero la organización de los lugares y de la composición se volverá cada día más móvil. • En la historia del género humano no se conoce prácticamente ninguna sociedad en la cual la familia elemental (nuclear) no haya cumplido un papel importante, en la inmensa mayoría de los casos como grupo residente en la misma casa. • La mayor complejidad que presentan estas familias no necesariamente significa patología mayor. • Homoparentalidad es un término que surgió en 1997 para designar una situación en la que por lo menos un padre se asume como homosexual. • La coparentalidad es una situación en la cual una madres lesbiana o un padre gay elaboran el proyecto de tener y educar un niño con compañeros de los cuales unos son padres ~ 262 ~ EQUIPO TÉCNICO biológicos y los otros los padres sociales que educan al niño. • Homosexualidad: término derivado del griego (homos = semejante) y acuñado en 1869 por el médico húngaro Karoli María Kertbany para designar, todas las formas de amor carnal entre personas del mismo sexo. Entre 1870 y 1970 se impuso en todas las sociedades occidentales, en oposición al término “heterosexualidad”, aparecido en 1888. TEXTO XVII: MIRANDA, ANGEL: El Estado de Bienestar: Antecedentes, Desarrollo y Crisis. San Salvador de Jujuy, septiembre 1997. ÁNGEL MIRANDA: EL ESTADO DE BIENESTAR: ANTECEDENTES, DESARROLLO Y CRISIS El estado de bienestar a sido y es un tema interesante para su abordaje, es más a sido una cuestión objeto de numerosísimas investigaciones, especialmente en las tres últimas décadas, cuando el keynesianismo, como teoría económica comenzó a no tener respuestas al crecimiento económico, a la distribución equitativa del ingreso y la disminución de la pobreza. Durante los últimos casi veinte años, en el escenario mundial, predominaron las políticas neo-liberales, con sus correspondientes diagnósticos, los que en general, señalan la intromisión del estado en el mercado y la determinan como el factor decisivo en el estancamiento o bien en las restricciones al desarrollo. Por lo tanto, se recomienda entonces menos estado y más mercado, lo que se traduce en diversas políticas, tales como privatización, desregulación y apertura. En los últimos años de aplicación de este tipo de políticas el resultado ha sido ausencia de desarrollo o bien pérdidas en el desarrollo logrado en algunos países. Para algunos casos, los resultados son casi salvajes y se traducen en la caída del producto bruto interno, de la tasa de inversión y de los salarios, el aumento de la desocupación y la pobreza y la redistribución del ingreso de la riqueza y del poder económico. El presente trabajo realizado a través de un buceo bibliográfico, tiene la intencionalidad de aproximarnos al Estado de Bienestar, sus antecedentes, su desarrollo y las posibles causas de su crisis. En él el lector se encontrará con una fuerte inclinación o mejor dicho, un ~ 263 ~ EQUIPO TÉCNICO mayor énfasis en la dimensión económica, esto es en el capitalismo mercantilista, el liberalismo económico o bien economía de mercado autorregulado, la gran depresión, el keynesianismo como instrumento de salvación del capitalismo, su crisis y tendencias a cerca del neoliberalismo. Las razones por las cuales hemos elegido aproximarnos con mayor profundidad al planteo económico, es debido a que desde nuestra formación como profesionales de la educación, esta es una materia pendiente. Es más a lo largo del ejercicio de la misma, fuimos recogiendo datos a través de innumerables situaciones que lograron configurar un panorama basado más bien en la opinión y quizás en un análisis recortado y descontextualizado. Estas son, por una parte, las inquietudes que nos llevaron a realizar el presente, tratando de sistematizar lo recogido en la práctica y lo estudiado en la maestría. Por otra parte y ya desde un punto de vista académico, los interrogantes que nos orientaron en la elaboración del trabajo fueron, entre otros, los siguientes: ¿Los modelos económicos, cómo impactaron en el estado y en la relación de éste con la sociedad? ¿La economía tiene parte o es responsable de la ruptura del orden mundial? ¿Qué acciones se fueron gestando e implementando para atender a los heridos en la contienda? La crisis de 1.929 fue de proyección mundial. Su origen hay que buscarlo en una economía excesivamente cartelizada y especulativa, en la que todo quedaba librado a la voracidad del lucro que demostraban los agentes económicos y en la que el estado, de acuerdo al liberalismo ortodoxo de la época, se abstenía de intervenir. La primera guerra mundial fue preparando las causas de la crisis. Los Estados Unidos que intervinieron en la contienda con muy pocos hombres no lograron afectar su territorio y su aparato productivo, de este modo, emergieron del conflicto como el principal acreedor. Fueron el principal proveedor de material bélico y estratégico a los aliados. La balanza comercial de este país tuvo grandes excedentes y logró acumular casi la mitad de la existencia mundial del oro. La deuda de Europa con los Estados Unidos y las reparaciones de guerra que debía pagar Alemania crearon una desorganización en la economía europea, que en la década del ´20 se manifestó en una gran recesión en Europa a la que siguió la hiperinflación. De esta forma los Estados Unidos se habían convertido en la principal potencia. El signo de esta época es una gran monopolización de todos los países industrializados. En 1.922 se temía la sobreproducción, se implementaron mecanismos para evitarla y, sin embargo, todo fracasó. La sobreproducción fue uno de los principales detonantes de la crisis de 1.929. El desmesurado aparato productivo montado para abastecer a los países beligerantes durante la guerra de 1.914 y luego en su recuperación la sustitución de importaciones metalúrgicas y textiles de algunos países periféricos por la falta de divisas y la recuperación de Europa, fueron los principales motivos de la superproducción. A esto se sumó la excesiva oferta de crédito que superaba la realidad productiva y estaba montada fundamentalmente en base a la especulación. Estados Unidos era el principal proveedor de capitales en el mundo, pero también la oferta era intensa en el mercado interno, lo que produjo un fuerte endeudamiento nacional .La excesiva ~ 264 ~ EQUIPO TÉCNICO especulación estaba concentrada en los valores bursátiles. Se obtenían créditos para comprar valores y éstos subían constantemente por la demanda artificial. Los valores bursátiles no representaban ni la realidad de las empresas ni la de una producción destinada a satisfacer una demanda genuina. El 19 de octubre de 1.929 se produjo el proceso inverso en la Bolsa de Nueva York, es decir, los valores salían a la venta a precios cada vez más bajos, afectando a las empresas. Los deudores no pagaban sus créditos bancarios y muchos bancos cerraron. La demanda de bienes de consumo disminuyó abruptamente. Las empresas comenzaron a despedir personal y muchos clausuraron sus puertas. La desocupación en Estados Unidos llegó al 25% de la población activa. Los trabajadores que permanecían ocupados recibían salarios mucho más bajos que los corrientes. Las consecuencias eran inevitables: seguía declinando el consumo y la desocupación continuaba incrementándose, hasta que en 1.930 la desocupación en norteamericana llegó al 30%. LAS POLITICAS SOCIALES EN ESTE PERIODO tanto, las causas de la pobreza son de naturaleza social, económica o política, que no dependen de las personas y por lo consiguiente es ineludible la obligación social. El surgimiento de los asalariados como fuerza social crearon las condiciones necesarias para que se desarrolle una política social de estado: el seguro social, quién rompió con las instituciones de beneficencia anteriores. La seguridad social diferencia al pobre del trabajador, protege al trabajador de riesgos tales como accidentes de trabajo, vejez, desempleo, etc., creándose un nuevo consenso, el trabajador es merecedor de la ayuda y le asiste el derecho de acceder a determinados bienes y servicios sociales. Por lo EL ESTADO DE BIENESTAR La crisis de 1.929 terminó con un gran desafío y con una conclusión lógica: el liberalismo económico no estaba ni está capacitado para Esta crisis se extendió a todo el mundo. La situación hegemónica de Estados Unidos y la debilidad de los demás mercados que sólo habían logrado una frágil recuperación en la post-guerra recesiva cooperaron en esta dirección. Las predicciones de Marx se cumplían y el análisis smithiano carecía de validez y no pasaba de ser una teorización alejada de la realidad concreta. El seguro social nace por iniciativa del canciller Otto von Bismarck, a fines del siglo pasado. Se basa en reglas no discriminatorias de relativa aplicación automática dirigidas al asalariado y no al pobre ni al miserable; postula que los beneficiarios potenciales deben contribuir a su financiamiento pues esto le dará derecho a reclamar el beneficio, dando lugar el surgimiento del Estado de Bienestar. superar, con sus recetas, crisis de esta envergadura. John Maynard Keynes, economista inglés, fue un pensador que aceptando la ideología capitalista de Adam Smith y los clásicos proporcionó los ~ 265 ~ EQUIPO TÉCNICO instrumentos prácticos que permitieron la resurrección del capitalismo. Tenía una clara conciencia de pertenecer a la clase burguesa y un decisivo antimarxismo. Sus objetivos eran exclusivamente la defensa del sistema, encontrar los remedios que lo aliviaran y hacerlo subsistir. Y lo logró con amplitud por lo tanto el capitalismo le debe a Keynes su actual permanencia y los instrumentos por el propuestos que lo salvaron del colapso. La crisis de 1.929 marca el inicio de otra etapa, la que se dio en llamar Keynesiana. Keynes sostiene que el problema del capitalismo es un problema de crisis de consumo o de subconsumo porque la sociedad tiene mayor capacidad para producir que capacidad de absorber esa producción. Esta situación hace que se produzcan regular y sistemáticamente ciclos recesivos, los cuales pueden ser evitados si se redistribuye. Keynes sostiene que en la sociedad existe una propensión a consumir y una tendencia a ahorrar, sin embargo, los trabajadores tienen mayor propensión a consumir que a ahorrar, mientras que los capitalistas tienen tendencias a ahorrar y, para este economista, son los únicos que lo pueden hacer. Si se aumentan los ingresos de los capitalistas estos podrán ahorrar más, pero al no encontrar mercados para ubicar los productos fabricados, ese ahorro se acumulará, generando crisis. Las ideas de Keynes dan lugar permite que se constituya el Estado Keynesiano, al que Aldo Isuani (op. Cit.) “Podemos identificar al Estado Keynesiano con aquella etapa en la que el Estado interviene en la economía...” de la sociedad. Para evitar estas crisis, postula que es necesario aumentar los salarios de los trabajadores para fomentar el consumo, de esta forma se va a iniciar la movilidad industrial, generando mayores ganancias. Por lo tanto, distribución y ganancias están íntimamente ligadas y ambas permitirán superar la crisis en la que se encontraba en esos momentos la sociedad. Al aumentar la producción, aumenta la productividad en un contexto de pleno empleo y de baja recesión, o sea que el pensamiento keynesiano aplicado políticamente permitió resolver los problemas cíclicos del capitalismo ya que “nos encontrábamos en una época en la cual las recesiones eran moderadas, porque estábamos en un camino siempre en crecimiento”. En lugar de enfrentarnos a serios conflictos sociales en realidad, se presenta un proceso inverso, el que KlaussOffe da en llamar “el gran acuerdo” porque los trabajadores renunciaron a su pasado revolucionario, aceptaron la producción en cadena y la prioridad del capitalista en las decisiones de inversión a cambio de mejores salarios, mejores condiciones de trabajo y de reconocimiento de las organizaciones sindicales. A raíz de las ideas keynesianas se logró una paz social duradera acompañada de un crecimiento sin límites, con un incremento de las riquezas cada vez mayor. Al decir de IsuaniKeymes había logrado “domesticar el ciclo económico” a través de, en primer lugar, el Pleno Empleo, como una respuesta a la lógica de producción y rentabilidad económica, es decir, está concebido como mecanismo que garantice una óptima producción y mayores ganancias, garantizando, de esta forma, el consumo permanente. En segundo lugar, por medio de la Intervención del Estado, como productor y como regulador, como productor el estado proveía de los insumos básicos para la ~ 266 ~ EQUIPO TÉCNICO sociedad tales como puentes, hospitales, industrias pesadas, etc., como regulador, permanecía atento a los peligros de la recesión, por ejemplo, se implementaba medidas tales como reducción de impuestos, para que la sociedad, de esta forma contara con mayor poder adquisitivo y el comercio se reactivara. Si por el contrario, había alta actividad era posible que se produjeran procesos inflacionarios, para lo cual aumentaba los impuestos, se retiraba circulante, el estado gastaba menos. De esta forma, el manejo del caos por parte del Estado en relación a la economía permitía que la sociedad tuviera momentos moderadísimos de recesión, los que eran tomados como “un descanso para seguir creciendo”. Finalmente, el cuarto pilar en el que asentó esta paz social duradera fue la implementación de políticas sociales universalistas. En síntesis, la preocupación fundamental del Estado Keynesiano estuvo centrada en la producción y en la distribución primaria del ingreso a través de la aplicación de políticas fiscales, monetarias o crediticias para regularizar los ciclos económicos. En Inglaterra surge el Estado de Bienestar como respuesta del Estado ante las graves desigualdades sociales que se advierten en la post-guerra. El mismo viene a completar la creación de un nuevo orden económico-social en el cual regirán los postulados económicos keynesianos adoptados exitosamente en Estado Unidos para salir de la gran depresión de los años ’30, como se demostrara precedentemente. Siguiendo a Isuani (El estado Benefactor. Un Paradigma en crisis) podemos identificar al Estado de Bienestar como al “... conjunto de instituciones públicas supuestamente destinadas a elevar la calidad de vida de la fuerza de trabajo o de la población en su conjunto y a reducir las diferencias sociales ocasionadas por el funcionamiento del mercado”. Las ideas en torno a las políticas sociales enmarcadas en este modelo de estado, se basan en la intervención del estado en la provisión de bienes y servicios básicos, principalmente salud, educación y seguridad social, aunque en algunos países como Inglaterra y Estados Unidos es importante también la producción masiva de viviendas subsidiadas para los trabajadores. Se trata entonces de un estado promotor de una redistribución indirecta del ingreso, con capacidad para crear condiciones de relativa igualdad de condiciones para el conjunto de la ciudadanía. Esto supone un crecimiento del gasto público el que a su vez implica un incremento de las cargas fiscales. Así se formulan programas de bienestar, se crean complejas estructuras institucionales, se da un marcado incremento de la burocracia central con sus normas y procedimientos y se crean mecanismos de representación corporativa y clientelista. La lógica de desarrollo del Estado de Bienestar, es la siguiente: por un lado, la necesidad de mantener el orden social debido a que los obreros, o mejor dicho, los asalariados, se convirtieron en actores sociales y políticos, causantes de conflictos reales o potenciales en las sociedades capitalistas; por otro lado las instituciones del Estado de Bienestar generaron la necesidad de legitimación y apoyo político. Por lo tanto, conflicto social y competencia política, en un contexto de creciente democratización determinaron el origen y ~ 267 ~ EQUIPO TÉCNICO crecimiento del Estado de Bienestar, el que comenzó a derrumbarse con la expansión económica de la posguerra como consecuencia de la competencia entre diferentes grupos sociales por los recursos del Estado de Bienestar, retrotrayendo la diferencia y la desigualdad en el acceso a los beneficios. Finalmente, se debe reconocer, sin lugar a dudas, que el crecimiento del Estado de Bienestar fue potenciado por una etapa de desarrollo económico: la Keynesiana. Es así que las instituciones de seguridad social del CRISIS DEL ESTADO KEYNESIANO A mediados de los años ’70 los indicadores económicos comenzaron a mostrar una cierta reversión en materia de producción, productividad, empleo y estabilidad de precios. Se produjo un fenómeno inusual: la inflación por estancamiento. En el pasado la inflación estaba relacionada con los momentos de mayor producción y no con los momentos recesivos como en esta LAS EXPLICACIONES MÁS CORRIENTES ACERCA DEL ORIGEN DE LA CRISIS SE RELACIONA CON: I. La crisis petrolera, la que al elevar el costo del consumo, generó procesos inflacionarios en toda la economía occidental. II. El financiamiento de la guerra de Vietnam, que a partir de una política monetaria expansionista provocó déficit en la balanza de pagos de los Estados Unidos y la emisión de moneda sin respaldo, lo que generó iliquidez internacional. estado de bienestar y las herramientas económicas del keynesianismo produjeron la etapa más exitosa del capitalismo tanto en materia de producción y productividad como en la mejoría de las condiciones materiales de la vida de la población, el que comenzó a derrumbarse con la expansión económica como consecuencia de la competencia entre diferentes grupos sociales por los recursos del Estado de Bienestar , retrotrayendo la diferencia y la desigualdad en el acceso a los beneficios. nueva etapa. Los momentos de recesión se consideraban como momentos de deflación, en cambio en esta etapa tenemos recesión más inflación. Algunos autores representan a la crisis como de acumulación, esto es, a diferencia de la crisis de finales de la década del ’20, caracterizada por la sobre acumulación o subconsumo; la actual obedece a cierta debilidad en la inversión o acumulación. III. Al proceso de redistribución del capital al trabajo, operado en la post-guerra. Sobre el particular no existen evidencias empíricas que digan que efectivamente hubo un proceso de redistribución progresiva. IV. El keynesianismo introdujo un elemento perturbador al proceso de acumulación al debilitar los mecanismos tradicionales de disciplinamiento de la fuerza del trabajo: la recesión y el desempleo. La lucha que se entabló entre las fuerzas del trabajo y las fuerzas de la producción se tradujo en procesos inflacionarios. ~ 268 ~ EQUIPO TÉCNICO V. La creciente tensión financiera (adjudicada al modelo de estado), derivada, por un lado, de necesidad social y económica de satisfacer demandas sociales en aumento, y, por el otro, de la limitación para obtener recursos a partir de la recaudación impositiva, tensión que inevitablemente desemboca en una crisis fiscal. El último planteo, al estar de algunos economistas, es el más plausible, puesto que el pleno empleo, erosionó el poder disciplinador del desempleo y de la reseción. Dejó de funcionar el mecanismo de ejército de reserva, por lo tanto, los trabajadores adquirieron paulatinamente mayor fuerza, mayor capacidad de presión. La respuesta de los empresarios fue positiva y cargaron los mayores costos a los precios, ante esto lo que aparece en escena en lugar de la recesión y el desempleo como mecanismo de ajuste de la pugna entre las partes, es la inflación. La inflación le sucede a la recesión como mecanismo de disciplinamiento de los trabajadores, quienes aprenden el juego de la inflación e inician la búsqueda de los mecanismos de indexsación salarial. Logran CARACTERÍSTICAS DEL NEO-LIBERALISMO Las características de esta nueva etapa, entre otras, son las siguientes: * El desmantelamiento de los cuatro pilares del Estado Keynesiano. * La privatización de las empresas públicas para acabar con el estado productor. encontrar este mecanismo y en respuesta a éste se desencadena la espiral inflacionaria, hasta el punto que en los 70 en Europa los niveles de inflación y de hiperinflación, desmantelan el modelo económico keynesiano. El modelo de bienestar (bismarkiano) también tuvo su cuota de responsabilidad en la crisis aunque en menor medida: por una parte, cooperó con la legislación laboral (leyes que protegen al trabajador del despido) y por otra, posibilitó que el gasto social se resista a bajar por lo que no puede ser utilizado anticíclicamente. Lo discutible es que el tamaño del estado de bienestar, o el volumen del gasto público total esté relacionado con el fenómeno de la inflación. Es de destacar que los países con mayor gasto público son los que poseen, para esta época las más bajas tasas de inflación. En definitiva, la regulación del ciclo económico y el pleno empleo generaron un creciente poder de las fuerzas del trabajo para disputar la distribución del ingreso. En ausencia de la recesión, la inflación fue la respuesta al poder de los trabajadores. * La desregulación para acabar con la capacidad del estado de regular el ciclo económico. * La flexibilización laboral para terminar con el pleno empleo, generando la aparición del desempleo y el miedo al desempleo. * La aparición de políticas sociales focalizadas dirigidas a la pobreza en contra de las políticas sociales universalistas. ~ 269 ~ EQUIPO TÉCNICO La transición se efectúa en los ´80, se agudiza en los ´90 y hoy, el estado keynesiano se encuentra totalmente desmantelado en todo occidente y en América Latina. Según Isuani, lo que se sucede entre la década de los ´80 y ´90 es la interrupción del denominado keynesianismo, el que fue como una especie de “recreo” del capitalismo, pero que estaba condenado en su dinámica, al fracaso porque alteraba el principio básico del desarrollo y principios básicos del capitalismo. Lo que ahora aparece es algo similar a lo que existió antes, el neoliberalismo, porque guarda mucha relación con la etapa liberal. Un estado que habitualmente no participa de la economía, que tiene poca capacidad de regulación, un mercado de trabajo que funciona automáticamente y políticas sociales que dejan o abandonan el concepto de universalista. La revolución neo-liberal es la única revolución que no agrega nuevas ideas a las anteriores, por lo tanto, nos encontramos en una vuelta al siglo XIX, en el inicio del liberalismo, sin embargo encontramos algunas diferencias. En primer lugar, Isuani sostiene que una de las diferencias fundamentales es el valor del conocimiento, ya que éste es fundamental en los procesos de producción. En la etapa anterior, el ejército de reserva estaba preparado y contaba con los mismos conocimientos que el empleado, por lo tanto este último era fácilmente reemplazable. Actualmente no ocurre lo mismo ya que la sociedad de estos tiempos a cambiado la noción marxista de ejército de reserva por el concepto maltusiano de población excedente, el que está caracterizado por aquellos sujetos que no cuentan con el nivel de calificación y conocimiento productivo. que requiere el sector En segundo lugar, afirma que existían sectores que avanzaban en la acción colectiva, es el caso de mutuales, sindicatos y partidos políticos que presionaban al estado y que en esa presión lograron edificar el estado de bienestar keynesiano. Precisa que hoy estos sectores están quedando al margen ya que casi no tienen capacidad de acción colectiva. Por lo tanto, el escenario trazado no presenta un panorama óptimo para un tipo de acción sindical, reinvindicativas o política sino que más bien, sirve de marco para la expresión de acciones de tipo primarias que se traducen en la mayoría de los casos en actividades delincuenciales. El impacto es que los sectores medios, que en la etapa keynesiana estaban preocupados por el ascenso social de las capas populares comienzan en la actualidad a enfrentarlas. Esta situación a provocado un cierto resentimiento en dichas clases que se traducen en actitudes genocidas, xenofóbicas y racistas. Finalmente afirma que la sociedad hoy se presenta como dual, como dos ciudades bien diferenciadas. ~ 270 ~