Ministerio Público Fiscal

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MORO SILVIA LILIANA CI MINISTERIO DE JUSTICIA Y DERECHOS
HUMANOS pi amparo
S.C. M.316, L.XLVI.
(RECURSO EXTRAORDINARIO)
S u p r e m a
C o r t e:
-lA fs.
88/89, la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba (Sala
"B") confirmó la sentencia del juez de primera instancia de fs. 51/56, en cuanto hizo
lugar al amparo y declaró la inconstitucionalidad del decreto 471/02 respecto de los
derechos creditorios involucrados en la causa.
Para resolver de ese modo, el tribunal apelado recordó que, en la
causa "Galli" (Fallos: 328:690), la Corte Suprema se pronunció por la constitucionalidad
de la "pesificación" de los bonos de la deuda pública nacional implementada mediante el
.citado decreto, por cuanto entendió que ella no aparece como una limitación irrazonable
ni arbitraria del derecho de propiedad del inversor, y consideró que esos lineamientos
resultaban aplicables al caso de autos. Asimismo, aclaró que por ello la solución en el
. caso era diferente de la que había sostenido en otro precedente propio (fs. 89, últimos
párrafos y Vía.).
En el punto IV del voto del juez que se pronunció en primer
término, al que adhirió el restante integrante de la cámara, se indicó que correspondía
tevocar la resolución impugnada y, en consecuencia, rechazar la acción de amparo
incoada.' Sin embargo, como se relató al principio, en la parte dispositiva se resolvió
"rechazar el recurso de apelación interpuesto y, en consecuencia, confirmar el
pronunciqmiento dictado aft. 174/177 vta." (foliatura que no coincide con la sentencia
de primera instancia) en todo cuanto decide y ha sido materia de agravios.
-IIDisconforme,
el
Estado
Nacional
dedujo
el
recurso
extraordinario de fs. 94/109, que fue concedido por la cámara mediante la resolución de
fs. 126 en la que se indica que en la sentencia de fs. 88/89 surge una contradicción entre
los considerandos y la parte resolutiva, sin que ninguna de las partes intervinientes en la
causa lo advirtiera.
-I1IAnte todo, cabe recordar que la Corte Suprema ha declarado que
el tramo dispositivo de una sentencia y no sus considerandos, es lo que reviste el
carácter de cosa juzgada, circunstancia de la que deriva su relevancia para fijar los
alcances de la decisión judicial, especialmente a los fines de determinar el cauce por el
que se deberá llevar adelaute la ejecución. Sin embargo, no es menos cierto que también
el Tribunal ha señalado reiteradamente que la sentencia constituye un todo indivisible
demostrativo de una unidad lógico-jurídica en la que la parte dispositiva no es sino la
conclusión final y necesaria del análisis de los presupuestos fácticos y normativos
efectuados en su fundamentación (Fallos: 315:2291; 321:1642, entre muchos otros).
Tal criterio no autoriza a admitir antagonismos entre ambas
partes del pronunciamiento sino que, por el contrario, exige que ineludiblemente 10
vertido en la primera aparezca -aunque expresado en términos concisos- como una
razonable derivación de las argumentaciones que lo sustentau (Fallos: 305:209; 311 :509;
317:465, 'entre otros).
Precisamente por aplicación de tales pautas, aute una situación
sustancialmente análoga a la que se plantea en el sub lite y en el que había intervenido la
misma cámara de, 'apelaciones, aunque por intermedio de su otra sala, el Tribunal dejó
sin efecto unasel)-tencia que )ncurría en notoria autocontradicción (Fallos: 324:1584).
A mi modo de ver, la solución que corresponde adoptar en esta
causa es la misma que surge del precedente recién citado, toda vez que aquí también el a
qua reconoció la nóÍiiria autocontradicción que surge del pronunciamiento de fs. 88/89,
la que efectivamente s~. constata con la simple lectura de sus términos, tal como ya se
relató supra (acápite I).
Eli tales condiciones, el fallo apelado carece de los requisitos
indispen~ables
para otorgarle validez, por 10 que corresponde declarar su nulidad, sin
que resulte necesario examinar las demás cuestiones planteadas en el sub lite.
-IV -
Opino, entonces, que corresponde dejar sin efecto la sentencia
apelada y devolver los autos al tribunal de origen para que, por quien corresponda, se
dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo a derecho.
Buenos Aires,
20 de mayo de 2011.
ES COPIA LAURA M. MONTI
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