Algunos aspectos de la apreciación mutua de los valores culturales

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Georges Fradier
Ver
Y entender
Algunos aspectos
de la apreciación m u t u a
de los valores culturales del
Oriente y del Qccident
,
Ver y entender
Ver y entender
por Georges Fradier.
4
Notas sobre algunos aspectos
de la apreciación mutua
de los valores culturales
del Oriente y del Occidente.
Ilustraciones de Shizume Moriharu.
Unesco
Publicado en 1963 por la Organización6
de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura.
Place de Fontenoy, Paris-7e.
O Unesco 1963 MC.63/Djj/S
Advertencia
Al presentar este folleto conviene señalar a la atención del lector su subtítulo :no se trata de una exposición sistemática,y mucho menos de consejos
de carácter oficial,sino de una serie de artículos y de digresiones. Por otra
parte, estas notas se refieren tan sólo a algunos aspectos de la comprensión
y apreciación mutuas de los valores culturales del Oriente y del Occidente.
Otros problemas más fundamentales,en lo que atañe a esos valores, han
sido ya estudiados por especialistas calificados de casi todos los países del
mundo que prosiguen su labor en esa esfera. En el boletín Oriente-Occidente
que publica la Unesco, figuran periódicamente las reseñas de los estudios
efectuados a este respecto en lo tocante a investigaciones,educación,información,filosofía,historia,arte y literatura;el lector los consultarácon provecho si quiere tener una visión panorámica de la obra que se lleva a cabo
en virtud del proyecto principal de la Unesco relativo a estos problemas.
Señalemos,por último,que este folleto ha sido concebido para los jóvenes
-alumnos de liceos o de facultades-y también para los educadores y los
dirigentes de organizaciones de la juventud. Varios jóvenes,estudiantes o
no, han colaborado en este trabajo. Agradecemos muy particularmente la
colaboración de los Sres. Mohcen Draz y Mohammad Husain, y de las
Srtas. Tomiko Takeda y Olga Tellis; sin su ayuda no habrían podido escribirse estas páginas.
Índics
Progreso y prejuicios
9
La comprensión universal a
través de los sentimientos
14
U n nortcamericano en Aagdad
'9
L a prueba dc París
21
L a isla desnuda
28
Los Cuerpos-Santos
Icrishma Leela
jI
Conclusión
62
Sabcr para vcr, mirar para comprcnder
62
de lni
Anexo
67
Lista de obras y documentos
varios sobrc las
culturas de Oricnte
y de Occidentc, publicados con
los auspicios de la Uncsco o
comisiones nacionales dc la Unesco
67
Progreso
?Esusted más inteligente que sus padres ? <Más generoso ? <Tiene usted
más sensibilidad que ellos? <Utiliza con más valor su libertad? <Cree
usted que las naciones,o simplemente los seres humanos, son menos hostiles,y que el mundo es menos incomprensibleque lo que creían sus padres ?
Nos gustaría hacer estas preguntas a los jóvenes que se pronuncian en
términos abstractos sobreel progreso,pues esta palabra despierta emociones
cada vez m á s vagas. La mayoría de los jóvenes advierte, claro está, que
existe un progreso de la técnica, de la ciencia o de la medicina. Tan sólo
una minoría cree en el progreso de la moral, o bien los que creen en él
no se atreven a decirlo.En cuanto al progreso de las artes, del pensamiento
y de la literatura,es aún más difícil pronunciarse. Tenemos la costumbre
de expresar con cifras las progresiones y mostrar su desarrollo por medio
de gráficos,pero hay realidades que se resisten a ello. Claro está, siempre
es fácil referirse al crecimiento constante de la producción literaria, musical,
pictórica,y hablar de cientos de millones de lectores.Pero la verdad es que
en el fondo no sabemos si los libros son mejores, los cuadros más hermosos o los lectores más penetrantes.Así planteada,la cuestión carece de
sentido.
Es posible que personas competentes aborden un día la evaluación de
los resultados del proyecto principal llevado a cabo por la Unesco desde
1957 para fomentar la apreciación mutua de los valores culturales del
Oriente y del Occidente.Tratarán de averiguar,por ejemplo,si los ingleses
-probablemente losjóvenesingleses -conocen y aprecian mejor, con más
hondura y simpatía,los valores culturales de los chinos,y recíprocamente.
Para ello será necesario establecer métodos ingeniosos, y proceder con
9
suma paciencia. Sin embargo, en espera de ese día, podríamos esbozar
desde ahora un panorama global,tal vez verosímil, de los progresos alcan-
.
zados.
E n efecto, cabría felicitarse del progreso muy importante de la información puesta al alcance de todos sobre la historia, la evolución,los problemas sociales y políticos, los modos de vida, los paisajes, la religión y
las artes de casi todos los pueblos. Habría que citar en primer término los
esfuerzos realizados en la enseñanza, ya que desde hace poco tiempo los
programas escolares de varios países incluyen el estudio de la historia y de
las culturas de grandes regiones que hasta ahora se pasaban en silencio.
Sería aiín más fácilmostrar la influencia creciente-siempre en el ámbito de
los valoresculturales -del cine,de la radio,de la televisión,de los periódicos
y revistas, de la industria del disco, de la edición (reportajes, estudios,
traducciones de obras clásicas o de novelas contemporáneas), etc. Cabría
también insistir en la importancia de los viajes, cada vez más accesibles a
los jóvenes,así como en la de las reuniones,de los festivales de la juventud
o de los campos internacionalesde trabajo voluntario, y subrayar,huelga
decirlo, el extraordinario aprendizaje de la vida internacional que tienen
ocasión de hacer los becarios que amplían sus estudios en el extranjero.
Dicho sea con otras palabras,la cantidad de informaciones de que puede
disponer hoy un joven occidental,por ejemplo, sobre las costumbres, las
preocupaciones y los juegos de los países orientales, no guarda relación
alguna con lo que sus padres podían aprender a este respecto hace veinte
años. Gracias a los programas radiofónicos puede haber oido un concierto
de Smod indio o una orquesta de Bali;el cine le descubre la vida cotidiana
y los trabajos de los campesinos del Nilo, o los espisodios más diversos
de la historia medieval o contemporánea del Japón.Además, gracias a las
películas documentales,tiene la posibilidad de ver Borobudur,Angkor Vat,
Ispahan o el Taj Mahal. Los periódicos y las revistas se encargan de ofrecerle una multitud de imágenes,en general hermosas y siempre pintorescas,
de cada uno de los países a en vías de desarrollo », cuyo exotismo,contrastes
o misterios nos brindan constantemente.
Si la mayoría de los jóvenes occidentales disponen de tantas informaciones sobre los países del Oriente, y si recíprocamente ocurre lo mismo
con los jóvenes orientales,casi todos los cuales muestran gran afición por
la música de baile y las películas importadas de América y de Europa,
?cabe decir acaso que se han alcanzado los objetivos del proyecto prin-
IO
cipal ? Podría dudarse de ello.Una amalgama de conocimientos superficiales,
de nociones heterogéneas,de imágenes arbitrariamente desglosadas de su
contexto, y de estadísticas aprendidas por casualidad, puede dar lugar a
conversaciones brillantes pero no siempre entraña una verdadera comprensión de la realidad. Cabe preguntar si, por el contrario,esas informaciones asimiladas por casualidad y sin esfuerzo no llevan en sí el peligro
de provocar un hastío satisfecho;en efecto, a fuerza de ver cosas de aquí
y de allá y de oír comentarios sobre cualquier tema, época o país, no tarda
en creerse que se conoce y que se comprende todo.
Las informaciones demasiado rápidas no tienen siquiera la ventaja de
acabar con los prejuicios. Recientemente,una iujosa revista internacional
presentó un reportaje sobre una familia japonesa ((típica ». Este tipo de
reportajes es frecuente, y el que citamos era mejor que la mayoría de los
que leemos habitualmente,pues daba muchos detalles precisosy sugestivos
(clase media ». A
l propio
sobre la vida social y económica de la llamada (
tiempo, para no descuidar lo pintoresco,el autor imistía en los famosos
conflictos entre el pasado y los tiempos modernos, que 10s observadores
descubren todo el tiempo en Oriente. Estos conflictos, o al menos esta
tensión,se expresan de diversas maneras :en el plano lingüístico (las palabras extranjeras introducidasen el vocabulario), en el plano psiquiátrico (a
fuerza de vivir parte en la era atómica y parte en la tradición,el individuo
se refugia en la esquizofrenia), en el plano histórico (la edad media se prolonga en el siglo xs). Este último aspecto es el que prefieren los periodistas
que redactan el pie de las fotos : un pantalón es el siglo ss, un kimono
la edad media; un astillero el siglo xx, un templo sintoísta la edad media
Esto no es totalmente falso. Pero a fuerza de insistir en estos supuestos
contrastes,lo que se logra es perpetuar involuntariamenteuna serie de prejuicios: ((Eloriental toma del Occidente su cultura científica (incluso, se
agrega, su racionalismo), su comodidad,su política y sus diversiones;surge
así un divorcio doloroso o risible entre su alma tradicional y oriental y su
mentalidad moderna; el oriental corre a su pérdida al adaptarse a medios
técnicos que no podría asimilar su cultura », etc. ...
Para que nos acerquemos un poco más a la verdad propongo,por ejemplo, que se hagan reportajes y fotografías del mismo tipo sobre una familia
(
(típica )
)de Wurtemberg.Sería facilísimo destacar los contrastes,e incluso
las contradiccionesinsuperables que se dan entre la vida moderna de un
ingeniero alemán y las tradiciones medievales de su hogar. Su madre, su
11
mujer y quizá él mismo leen aún una obra arcaica titulada La Biblia, traducida mucho antes de la revolución industrial por un monje cuya memoria
se sigue venerando. En esta familia,el padre trabaja de día en una oficina
ultramoderna,y de noche se reúne con sus amigos en un local de aspecto
o de origen gótico y, entonando con ellos canciones rituales a veces muy
antiguas,consume una bebida hecha con cebada fermentada cuya fórmula
remonta a los germanos y a los celtas.
Un joven chino que pasara unas semanas en Stuttgart advertiría estos
contrastes sin que por ello se le ocurriera deplorarlos; por lo demás,
encontraría gentes que se los explicaran con bastante sentido del humor.
La razón estriba en que las informaciones que se recogen en los viajes,
siendo menos variadas que las de los periódicos,son más densas y no se
graban solamente en la memoria. Las jiras individuales o en grupos, y
sobre todo las reuniones internacionales,permiten cada año que un mayor
número de jóvenes descubra a sus lejanos camaradas del Oriente o del
Occidente. Ahora bien, una cosa es encontrar semejantes y otra, no tan
fácil, descubrir un país, y sobre todo una cultura. Nada mejor, claro está,
que poder expresarse y comprenderseen el plano de la amistad; el trabajo
en común, los juegos colectivos,las resoluciones tomadas conjuntamente
en favor de la paz y de la concordia,son actividades que merecen fomentarse.Pero a veces,las reuniones más armoniosas sólo dejan vagos recuerdos.
Entrañan también el riesgo de una simplificación abusiva del problema de
los valores culturales diferentes.Del prejuicio de las barreras infranqueables
se pasa entonces al de la uniformidad: (
(Somos todos iguales. En todas
partes ocurre lo mismo, Tenemos las mismas necesidades,las mismas aspiraciones ».H e ahí lo que se dice, con el riesgo de acabar concluyendo que
todo esfuerzo intelectual es superfluo.
Otro peligro,en cambio,acecha a los espíritus un tanto más exigentes
a quienes interesa la historia y las filosofías de la historia que están de
moda. La tendencia a las generalizaciones,excelente para reaccionar contra
la estrechez de las especialidades, lleva a veces a hacer afirmaciones temerarias en la esfera del pasado y de la geografía humana :así,pueblos enteros
se encuentran sin más ni más clasificados en una civilización o en un grupo
de culturas. Sea cual fuere su ventaja didáctica, conviene señalar el peligro
de estas vastas explicaciones globales que, a veces, no son sino ilusiones
ópticas que pueden engañar a las personas más cultivadas. Tiempo hace
que se critican,por ejemplo, los toscos juicios de valor que se aplican al
I2
Oriente y al Occidente;sin embargo esos juicios dan pruebas de una maravillosa resistencia.Así,por ejemplo,((las luces del espíritu siguen encontrándose en el Oriente; el materialismo continúa caracterizando al Occidente...D Otros conceptos,menos vastos pero no por ello mejor comprobados, siguen difundiéndose por el mundo; continúan publicándose, con
firmas autorizadas,pensamientos sobre la felicidad a concebidaen Occidente
como plenitud vital y en la India como pérdida de la vida o disolución
en el infinito ». Y en Oriente se encuentran siempre eminentes profesores
que viajan a Europa seguros de anudar contactos provechosos con todos
sus colegas, «ya que las gentes cultivadas, en Europa como aquí, hablan
todas el inglés D.
Por ello,en las páginas siguientes se tratará modestamente de proponer,
no un método de comprensión, sino algunas aproximaciones y actitudes.
Se invitará asimismo al lector a pensar que los problemas del Proyecto
Principal relativo a la Apreciación Mutua de los Valores Culturales del
Oriente y del Occidente, son menos simples de lo que suelen imaginar
acluéllos que los creen superados o resueltos.En estas páginas nos limitaremos a dar ejemplos de ciertos peligros y de algunas posibilidades. En
la mayoría de los casos se hará referencia a situaciones concretas que pueden
suscitar equívocos o incomprensiones,pero que asimismo pueden despertar
-siempre que se haga el esfuerzo necesario -la comprensión,la apreciación mutua y el enriquecimiento cultural.
La comprensión universal
a t m e s de los sentimientos
La incomprensión mutua, la incomunicabilidad de las conciencias,de los
grupos étnicos,de las culturas,o por lo menos la dificultad de comunicación
entre los individuos,las culturas y los grupos, ?son invención de los intelectuales ? Probablemente.?Existe para la gente humilde y sencilla un problema de comunicación internacional? Probablemente no. Si no exageramos, si no buscamos complicaciones superfluas,si no extremamos las sutilezas,comprenderemos que todos los hombres son semejantes y que nada
esencial se opone a su amistad. Como dice la canción : (
(S
i tous les gars
du monde D etc. ...
Sería inoportuno detenerse en estas consideraciones si, para muchos
jóvenes de nuestro tiempo, los problemas interculturales no estuvieran
extremadamente simplificados y aun totalmente resueltos,por ejemplo, en
cuanto 1 dos orientales descubren que se entienden perfectamente )) con
dos occidentales. Los artistas, los escritores juzgarán que la comprensión
que se obtiene o persigue de esa manera es demasiado elemental para
merecer atención. Dirán que en muchos países de Europa, toda obra en
construcción reúne, junto a los obreros locales, a obreros españoles, italianos, norafricanos,portugueses, entre los cuales se establece una cooperación muy positiva,pero cuyos intercambiosculturales se reducen,forzoso
es reconocerlo, a algunas canciones, algunas palabras o ideas que todos
acaban por aceptar, a alguna que otra observación sobre la comida.Podría
agregarse que esos albañiles no constituyen un exponente de sus valores
culturales y por lo tanto no pueden comunicarlos. Sus relaciones son cordiales, sería difícil pedir más.
Los estudiantes de una gran universidad son en cambio,por definición,
personas instruidas,capaces de expresarse. Conozco a algunos de ellos,
jóvenes biólogos,físicos,químicos,que frecuentan una facultad de ciencias
muy famosa y muy cosmopolita. Todo parece indicar que los intercambios
entre ellos son tan humanos (y a juicio de los intelectuales antes mencionados,tan vacíos) como los intercambios plurilingües o monosilábicos de
los trabajadores a que antes hemos aludido.Europeos del norte y del este,
tunecinos,marroquíes, africanos del Senegal al Congo,vietnaineses,japoneses, franceses tanto de Parjs como de las provincias,Íraternizan con la
misma sencillez en sus ciudades universitarias que en los anfiteatros y los
laboratorios. Las diferencias de origen no sólo no son un obstáculo,sino
que en muchos casos apenas llegan a percibirse con suficiente claridad para
poderlas nombrar y dar lugar,por consiguiente,a planteamientos de tipo
cultural.Se reconoce un acento extranjero sin preocuparse de determinar
con precisión su origen. U n companero parece ser de Asia Sudoriental,
pero sería superfluo tratar de averiguar más cuando ya se sabe que juega
bien al tenis o se apasiona por la mecánica de los fluidos.
Puede j uzgarse admirable esa indiferencia por las particularidades que
dividen a los hombres : orígenes raciales, creencias religiosas, idiomas,
vínculos familiares y tradicionales. Por otra parte, cabe preguntarse qué
valor tienen esas relaciones de camaradería o de amistad que prescinden
de los elementos fundamentales de cada cultura. Pero la pregunta sería
inútil.El hecho es que esas relaciones se establezcan en un plano en apariencia perfectamente homogéneo : el de los placeres y las preocupaciones
de una generación,y en particular de los estudiantes o jóvenes científicos
de la presente generación. Si los problemas de física, disecciones,análisis,
si las funciones cerebrales activadas por el estudio y la investigación científica, ignoran las particularidades nacionales y culturales,los espíritus de
los jóvenes impregnados de esa cultura sin fronteras no pueden imaginar
que haya otra. A veces, en conversaciones más íntimas, sospecharán que
existen muchas diferencias e incluso abismos;pero a falta de referencias,
los atribuirán a azares individuales. Es posible también que los grandes
problemas del momento provoquen declaraciones y, como suele decirse,
((tomas de posición »; las discusiones, confidenciales u oratorias, siguen
siendo a pesar de todo una característica universitaria.Con motivo de crisis
políticas,amenazas de guerra,la bomba atómica,los derechos de la juventud,
películas de tesis o el control de la natalidad, las opiniones se expresan
con más o menos originalidad y pueden en rigor,en tal o cual caso,llegar
a determinar una división en grupos o sectores opuestos dentro del medio
universitario. Pero es evidente que,a ojos de los interesados,esos sectores
de opinión no reflejan en modo alguno las divisiones culturales del mundo
que han explicado los profesores de letras o de historia. Frente a ciertos
problemas se podrán distinguir actitudes diversas de gentes de distintos
partidos e incluso de diferentes ramas de estudios;pero esas actitudes no
darán una idea de las diferencias culturales entre países o continentes,y por
otra parte nunca serán un obstáculo para la comprensión,puesto que son
demasiado fáciles de comprender o por lo menos así lo parecen debido a
su trivialidad.
Recientemente se efectuó una encuesta entre varios grupos de jóvenes
de dieciséis a veintidós años,en Canadá,India,Japón,Francia y Malasia.
N o se trataba de un sondeo de opinión;el cuestionario no tenía por objeto
establecer una estadística de las opiniones políticas,religiosas o filosóficas
de los jóvenes del Oriente y del Occidente,sino que trataba más bien de
descubrir ciertos valores en los cuales el hombre funda su existencia «sin
saberlo las más de las veces ».Los encargados de la encuesta pensaban que
se podía encontrar (
(
en los valores aceptados por cada hombre en el fondo
de su espíritu y de su corazón,un factor de acercamiento o por lo menos
de mejor comprensión del prójimo ». A juzgar por las respuetas obtenidas
parece, en efecto, que esa esperanza está en gran medida justificada;pero
no es seguro que sea muy grande la diferencia entre la expresión de esos
((valoresn y la de las opiniones exteriormente profesadas en los medios
estudiados. La encuesta acaba de terminarse, pero todavía no se ha procedido a su análisis e interpretación científica.La Unesco publicará a fines
de 1963 los resultados.M e limitaré,pues,a hacer aquí algunas observaciones
fragmentarias sobre ciertas respuestas que he podido consultar.
<Cuál es la posición de los jóvenes frente al mundo y su evolución?
En su mayoría los interrogados están satisfechos de vivir en nuestros
días :en Malasia el 81 %,
en Canadá el 71%, etc., salvo en el Japón donde
el 60 % de los jóvenes hubiera preferido vivir, según dicen, ((hace
IOO años ». Sin embargo,cuando se les pregunta si la humanidad progresa,
el 66 % de los mismos japoneses responden que sí. Por lo demás, la proporción de jóvenes convencidos del progreso de la humanidad es más alta
en la India y en Malasia, en tanto que el 409 % de los jóvenes franceses
interrogados confiesan no creer en él. ?Cuál es la actitud de los jóvenes
con respecto al extranjero y a lo exótico? En todas partes una mayoría
bastante débil se declara dispuesta a casarse con una persona de otra religión.
Pero entre las jóvenes japonesas sólo el 26 yo de aceptaría casarse con un
extranjero. Es cierto que en Francia el 63 % de sus contemporáneas se
resisten a la idea de casarse con un muchacho de otra raza, aunque en su
gran mayoría afirman cree en la igualdad de las razas.
?Esese el reflejo de tendencias profundas, de una adhesión a valores
culturales antiguos o nuevos ? 2
0 se trata, por el contrario,de reacciones
verbales a ciertas preguntas,unas indiscretas,otras apasionantes o anticuadas, según las opiniones que cambian rápidamente, como es sabido ? Los
sociólogos nos lo dirán más adelante.Pero desde ahora se podría señalar
que esas respuestas,esas estadísticasparecen dar indicacionesmás abundantes
sobre la mentalidad de la juventud hacia 1960 quc sobre los rasgos característicos de los jóvenes nacionales de los países de que se trata. N o es que
todas las respuestas sean evidentes ni que, sobre todo, se puedan prever
las conclusiones a que ha de llegarse mediante un análisis severo: ya a
primera vista aparecen las sorpresas. Por ejemplo, en ninguna parte se
encuentra una mayoría dispuesta a visitar otro planeta salvo en Malasia, y
especialmenteentre las jóvenes malayas por oposición a las de otras comunidades de este país. A la pregunta : ((?Cree usted que la muerte significa
el final definitivo del individuo ?», hay menos de un tercio de respuestas
afirmativas en todas partes, salvo en Canadá,donde la proporción de jóvenes
que no creen en la supervivencia en el más allá es muy inferior (8,s Yo,si
bien el 13,6 % declaran no lo sé D) y en Francia,donde es más alta (el
34 /& no creen en la supervivencia,y el 6,8 yo se niegan a responder). Pero
si ciertos lectores se sorprenderán ante estos resultados,otros los encontrarán obvios.
Tratemos de esbozar un retrato somero de la juventud de un gran país
determinado hojeando las respuestas dadas al cuestionario. L a mayoría de
los muchachos piensa llevar una vida tranquila y regular;su preocupación
actual es la educación,el éxito en los exámenes.La mayoría de las muchachas, más preocupadas por los problemas familiares,desea por otra parte
una existencia variada,llena de acontecimientos.Entre todos esos jóvenes
de ambos sexos, casi todos estudiantes, la mayoría cree que los hijos, de
tres a diecinueve años,pueden muy bien ser educados fuera del hogar por
(
(expertos », sin separación de sexos.Por lo que se refiere a las diversiones,
esa mayoría prefiere, sin vacilar,el cine. En el sufrimiento busca consuelo
primero en los amigos,luego en la soledad,después en la naturaleza (sólo
las muchachas mencionan en último término la religión). Los dos sexos
estiman en su mayoría que vale más obedecer que mandar. Por otra parte
declaran que la vida vale la pena de vivirse para bien de la humanidad,luego
para bien de la nación y por último para bien del grupo y de la familia.
Proyectan consagrar sus energías a la humanidad en primer lugar,luego
a la ciencia,a la investigación (después,en última instancia,los muchachos
mencionan el confort personal y las muchachas la libertad y la gloria). Por
último, la gran mayoría está satisfecha de vivir en nuestra época, tiene el
convencimiento de que la humanidad progresa y su interés por el futuro
es tan vivo que los organizadoreslocales de la encuesta hacen el comentario
siguiente:(
(E n otros términos,puede decirse que esta juventud concede
poca o ninguna importancia a los valores del pasado ».
(Qué país es esse ? (Canadá ? (Japón? (La Unión Soviética ? E n modo
alguno; ese país es la India.
No me atrevería a afirmar que ese retrato hecho a base de estadísticas
(que el análisis hará más complejo), da una idea muy exacta de la juventud
india,de su manera de vivir e incluso de pensar. Es de temer que sólo sea
un esquema desprovisto de todos los matices que precisamente sirven para
distinguir a los indios del resto de la humanidad;pero aun así, el esquema
tendría la inmensa ventaja de mostrar que el resto de la humanidad ))
puede entenderse sin dificultad con los jóvenes indios,cuando se trate de
cine, de la educación de los hijos confiados a técnicos,de la defensa del
orden social y del futuro de la humanidad. Para las relaciones privadas,
colectivas,politicas,internacionales,esas cuestiones son importantes.Desde
luego,los valores culturales permanecen en segundo plano. Pero la comprensión mutua entre los jóvenes y, por extensión, entre los pueblos, va
por buen camino.En realidad está ya lograda,por poco que nos detengamos
a considerar las ideas y sobre todo los sentimientos que están en el aire,
constantes probablemente universales que definen a una generación.
Dicho lo cual,se podría sugerir que las experiencias individuales dan un
tipo de comprensión no por distinto menos sensible.
.
18
Un norteamericano en Bagdad
U n día conocí en un avión a un joven norteamericano que acababa de pasar
una semana en Bagdad sin hablar una palabra con nadie.Por lo menos así
decía él. ((Quería conocer la ciudad y para ello las conversaciones son inútiles. Por otra parte, como ignoro el árabe, pude comportarme como un
perfecto analfabeto, sin periódicos, sin libros. Caminé mucho al azar y
nunca perdí el tiempo al extraviarme.Quería sentir la ciudad...», m e dijo.
Había recorrido las dos orillas del Tigris y, deteniéndose cada día a la
hora del crepúsculo en el puente de la Victoria,había llegado a ser un sutil
catador de los colores, los movimientos, los matices del paisaje y del río
que lo anima.En el momento en que el oro pálido del cielo se torna anaranjado y luego púrpura, suelen quedar en el poniente grandes lagos de luz
donde flotan esas nubes en forma de volutas, de aspecto comestible,con
que los pintores persas, a imitación de los chinos,adornaban sus miniaturas.
Cuando sobre esa claridad se recortaban una fila de palmeras a la izquierda,
los minaretes y cúpulas a la derecha, cada vez m á s negros, cada vez más
netos, el norteamericano había sentido más de una vez que las lágrimas
afluían a sus ojos. Había descubierto la luna, o más bien una media luna
delgada con las dos puntas vueltas hacia el cenit, media luna islámica y
preislámica que el joven volvió a encontrar en las joyas de oro de las princesas babilónicas del Museo Arqueológico, y también en las orejas de las
mujeres de los barrios populares. Había errado por los zocos o por lo que
de ellos queda,por callejuelas y callejones; había presenciado grandes trabajos de demolición,pues la ciudad se estaba renovando;había pasado bajo
los andamios.Había rondado en torno a losbancos,a las mezquitas,llegando
a mezclarse con la multitud de creyentes en el patio de un famoso santuario
de las afueras cuyo nombre no podía pronunciar : el de Kaximein.Se había
deleitado en el Museo Arqueológico donde se amontonan los tesoros de
Sumer,Babilonia y Assur, estatuas y joyas, estelas y tabletas, los primeros
escritos del hombre y los vasos más antiguos y más hermosos del mundo;
se había visto allí en medio de los grupos de escolares a quienes se hace
visitar esas maravillas para imbuirles de un patriotismo mesopotámico de
raíces cinco veces milenarias.Pero no se conformó con eso;también visitó
concienzudamente otros museos más modestos donde se conservan los
monumentos recientes de la historia y los del arte musulmán. Por último
había tomado el té dos o tres veces, sentado en terrazas o bajo verandas
20
decrépitas, escuchando el mayor tiempo posible discos importados de
El Cairo entre apacibles señores que respetaban su mutismo sin dificultad.
Una noche,fatigado de recorrer las avenidas desiertas del barrio nuevo que
se extiende al este de la ciudad,tuvo la alegría de que la policía le detuviera
y le llevara hasta su hotel en un ((jeep »; otra noche,en un oscuro dédalo
de callejas cerca del río, dos niños acudieron en su ayuda y, llevándole
uno de ellos de la mano, le acompañaron hasta las ya familiares tiendas de
Raslid Street; pero no había podido comunicar sus impresiones ni a los
niños ni a los policías.
(< Poco importa,decía. Ahora tengo en la cabeza mi plano de la ciudad
donde figuran no sólo puntos de vista,sino sobre todo ruidos,olores,imágenes complejas en las que se mezclan toda clase de sensaciones.Es indudable que no sé lo que piensan los habitantes de Bagdad. Sus opiniones
políticas,sus preocupaciones sociales y económicas,metafísicas, sindicales
o militares m e son igualmente desconocidas.Pero sé lo que sienten,lo que
ven, lo que oyen,lo que respiran, cómo andan,comen,se visten. Cuando
m e detenía a contemplar el río, a la puesta del sol,nunca estaba solo.?Quién
puede decir que esos iraqueses m e son tan extraños como hace ocho días ?
Le aseguro que los adivino.Y siento por ellos verdadero afecto.Ahora m e
sentiré toda la vida muy cerca de ellos...D
Lamenté que tal esfuerzo de comprensióno de intuición fuera unilateral.
Por falta de tiempo y de conversacionesningún habitante de Badgad había
podido apreciar a su vez las cualidades del joven, tímido pero generoso.
Pensándolo bien,parece exagerado exigir reciprocidaden un caso semejante.
Sería maravilloso que todas las ciudades inspiraran en una semana,aun sin
saberlo,tanta amistad a los viajeros sensibles.
La prueba de París
Para un joven norteamericano,futuro profesor de literatura inglesa,Bagdad
era esencialmenteuna ciudad exótica,de la que sólo se pueden explorar en
pocos días la superficie,las luces,los perfumes,las sombras.Para los jóvenes
instruidos que vienen de las grandes ciudades de Oriente,París no es exótica. Mucho antes de llegar,desde su infancia,han leído y escuchado tantos
relatos,han visto tantas imágenes de su historia o de sus monumentos,de
sus modas o sus aventuras,que esta ciudad se ubica con toda naturalidad
21
en su concepción del mundo. A lo sumo reconocen en ella uno de los símbolos del Occidente, entre otros llamados Londres,Moscú, Nueva York,
Roma,y Shakespeare,Tolstoi,Einstein,Picasso,Louis Armstrong,Le Corbusier, Fellini, Chanel, según los momentos y los gustos. Por otra parte,
si las culturas árabe,china,india,irania,etc.,son todavía para el occidental
inmensos territorios misteriosos que han de descubrirse con ciencia y
paciencia,la cultura europea y, en este caso,la francesa,no oculta en apariencia ningún misterio; apenas hay diferencia entre ella y los programas
escolares vigentes en todos los buenos establecimientos de enseñanza de
Oriente. H a de recordarse,por ejemplo, que en la mayoría de los países
de Asia, los manuales y los profesores de historia se extienden mucho más
sobre Europa que sobre Asia,se interesan más por la Guerra de las Dos
Rosas que por las conquistas de Ashoka; y sólo los occidentales siguen
creyendo que las ciencias naturales son exclusivas del Occidente.
Por eso los dos jóvenes orientales cuyos testimonios estamos utilizando
no esperaban descubrir lo desconocido, ni en el mapa, ni en sí mismos.
Uno de ellos, un egipcio de veintinueve años, prepara el doctorado de
letras; la otra, una india de veintidós años, es ya periodista profesional.
Llegan a París con pocos meses de intervalo,para enfrentarse,no con libros,
cuadros,edificios, obras de teatro o conciertos,sino con la ciudad misma
y quizá también con algunos de sus valores culturales encarnados en lo cotidiano y vividos con más o menos fortuna.
Tanto para el uno como para la otra la primera impresión fue decepcionante. París no les deslumbró de inmediato.N o se produjo el flechazo.
El primero esperaba encontrar algo parecido a El Cairo : a París no me
causó una gran impresión... Mi impresión hubiera sido mayor si, por
ejemplo, después de vivir en una de nuestras aldeas aisladas donde faltan
todavía el agua corriente y la electricidad, donde las viviendas son toscas
construccionesde tierra cuya iínica pieza cobija a la vez al amo,a su mujer
a sus hijos, a su búfala y a su camello,me hubieran transportado bruscamente a una de nuestras modestas capitales de distrito donde las calles pavimentadas permiten un continuo tráfico de vehículos y los edificios de piedra
tienen tres o cuatro pisos en cuyo interior puede hacerse el día o la noche
oprimiendosimplemente un conmutador...))N o hay sorpresaposible para
un habitante de E
l Cairo que,al partir para París y antes de cerrar la puerta
de su piso, ha tenido la precaución de desconectar su nevera, comprobar
que las llaves de gas están cerradas y colocar el transistor en su maleta...)
)
22
a Llegué durante un invierno invariablemente oscuro y lluvioso,y durante
los primeros días mi preocupación fue sobre todo caminar pegado a la
pared, la cabeza hundida entre los hombros para tratar de mojarme lo
menos posible. Cuando alzaba la mirada para leer el nombre de una calle,
veía casas imponentesen su uniformidad,pero tan grises y tristes que pensé
en un incendio reciente cuyas llamas y humaredas hubieran lamido y ensuciado todas las fachadas de París...».
La periodista india no pensaba en Bombay;avanzaba hacia la ville-lhvihe
de los carteles de turismo :G una ciudad de ensueño, cuna de la moda y
la elegancia, patria de hermosas mannepim, incomparable en el arte de
agradar...Llego con el corazón palpitante...iAy,qué fácil es cruzar la frontera que separa el sueño de la realidad! Era una mañana glacial y lluviosa;
inquietantes nubarrones pesaban sobre la ciudad. Cerré los ojos, con un
desengaño pueril,y volví a abrirlos para mirar, sin comprender bien,automóviles y autobuses corriendo a toda velocidad,gentes que se precipitaban
en todas direcciones,viejos edificios formidables... <Es éste el (
(alegre
París »... frío, hostil, cruel con el extranjero ?)).
Pero después de la decepción del primer encuentro,llega la época del
descubrimiento gradual en que cada uno aplica un método personal, más
o menos audaz, más o menos prudente. El estudiante egipcio compara las
costumbres y la vida familiar de su país con las que intuye en Francia.
(
(<Hasta qué punto esta fiebre .
1( agitación parisiense) permite una organización de la vida doméstica ? <Existe una verdadera vida familiar,o bien
este tipo de vida activa entraña forzosamente una gran independencia individual y por consiguiente una dispersión inevitable de los miembros de la
familia, una libertad total y quizá peligrosa para los muy jóvenes ? Estos,
muy atareados y muy independientes a la vez <cómo ordenan su vida?
En nuestras familias la madre, que por lo general se ocupa únicamente de
educar a sus hijos y administrar la casa, ejerce una vigilancia constante:
conoce los horarios de cada uno de sus hijos o hijas, que deben reunirse en
todas las comidas y están obligados a decir con quién salen,a dónde van
y a qué hora estarán de regreso. Pero <qué es mejor? <Esa vigilancia
estricta o la completa libertad ?».
D e esa manera el joven egipcio descubre ciertos aspectos de la libertad
(y sus peligros), la igualdad de los sexos (y sus inconvenientes,como la
decadencia de la galantería), y por fin el placer de cambiar de opinión.
a Creo que muchas veces me he equivocado en mis deducciones; por lo
menos comprendo ahora que mi juicio apresurado se basaba en apariencias.
Al conocer mejor a la gente,advertí que no pocas muchachas cenan en su
casa y van a misa con sus padres...;que hay muchas personas desinteresadas
y generosas. Y una joven alemana me decía que estaba encantada de la
galantería de los franceses...N
La viajera india se contenta con mirar a su alrededor,sin apresurarse,
acercándose cada vez más a la realidad. Se abstiene de comparar, pero
(< poco a poco las nubes se dispersan,sale el sol y, con él, nace la esperanza
de lo que podría brindar París. Los viejos edificiosparecen menos sombríos,
menos severos. La noche opera una transfiguración sorprendente..
. Pero
sobre todo uno se despoja de su mentalidad de turista, se deja llevar por la
corriente de la vida parisiense y advierte en seguida el reverso de la medalla :
una realidad dinámica,una cálida y sincera humanidad ».
Este periodo está consagrado también a la enseñanza: un oriental en
Occidente se ve obligado a responder a las preguntas más extrañas. ((U n
día m e preguntaron,creo que sin malicia, si iba a la escuela en mi caballo
árabe. D Los europeos parecen exigir todavía más de una india : ((Sí, es
cierto,entre nosotros son todavíamuchos los padres que conciertanel matrimonio de sus hijos...Sí, la religión,las creencias religiosas desempeñan un
papel importante en la vida del individuo... No, no existe religión del
Estado,la India es laica, y no sólo hay hindúes,sino también musulmanes,
parsis, cristianos, budistas, jainistas... No, por Dios, no he aprendido el
inglés en Inglaterra,lo he hablado siempre;pero el hindi es lengua nacional,
y tenemos además catorce lenguas regionales importantes...<Cómo? <Esta
marca en la frente ? Se llama tihk. Para las mujeres hindúes tiene un significado especial :las casadas lo llevan rojo;las solteras,negro o verde oscuro.
Pero ahora casi todas usamos el tilak porque armoniza con el sari, forma
parte del maquillaje... ?Miseria ? Sí, es cierto, la India es un país pobre;
pero se hace mucho por aliviar esa miseria. N o olvide que nuestra población
aumenta a un ritmo aterrador,y que para limitar ese ritmo se tropieza con
obstáculos religiosos...Además, en la India hay de todo: riqueza y pobreza,
ignorancia y saber, virtud y vicio,progreso y estancamiento.M á s o menos
como en todas partes ?no es cierto ? Artesanado rural y también grandes
industrias... Pues... sí, se lo aseguro,tenemos pintores, escritores,músicos,
filósofos... ¡No,por favor: los tigres y los elefantes no andan sueltos por
las calles! ».
Se observará que los huéspedes hubieran podido encontrar esos datos en
un manual de geografía de segundo año de bachillerato o incluso en la
prensa diaria. Pero así son las cosas.E n cambio,sin interrogar -al menos
en apariencia -nuestra periodista va adquiriendo conocimientos mucho
menos elementales sobre Europa, o sobre París por lo menos. E n las preguntas que a menudo se le hacen sobre las religiones y las filosofías de la
India, descubre cierta nostalgia primero, y después auténticas preocupaciones espirituales que la obligan a dudar del (
(materialismo grosero )
)que
antes consideraba de buen tono atribuir al Occidente superindustrializado...
Por otra parte, dice, ((pronto comprendi que París no es únicamente una
ciudad para el placer. Existe,desde luego,un París de evasión al que llegan
con entusiasmo gentes del continente y de ultramar,pero existe también el
París que trabaja y estudia, el París sensible y humano. La época y las
concepciones modernas del progreso pueden darle cierta artificialidad, pero
el verdadero París, que no conocíamos,no cambiará nunca;bajo el oropel
tiene raíces profundas...».
Pasan algunas semanas o algunos meses, y París, donde los jóvenes ya
no se sienten ni como viajeros ni como invitados,no tiene ya nada de hostii
ni de extraño;se desmoronan las fachadas de la publicidad y detrás de ellas
se aclaran los misterios... ((Calles, árboles, transeúntes, me eran cada día
más familiares, cuenta el estudiante egipcio, al punto de olvidar que m e
encontraba en país extranjero.¿Cómo sentirse fuera de lugar en el barrio
de la Sorbona,por ejemplo,o en la Ciudad Universitaria, donde se mezclan
y codean toda clase de colores, razas, nacionalidades,culturas, religiones
e indumentarias? Uno se siente casi mejor que en el propio país, pues está
en todo el mundo a la vez. Cuando por fin salió el sol sobre París,observé
un cambio completo (ten mí o en los demás ?) :me pareció que los rostros
se abrían,que asomaba en ellos cierto placer de vivir. A mi alrededor todo
el mundo era más afable, más sonriente,más espiritual quizá...París me
gustaba cada vez más ».
E n ese aprendizaje o en esas metamorfosis,las estaciones desempeñan al
parecer un papel importante;pero cualquiera de ellas puede ser la preferida :
para un egipcio,la primavera;para una india,será el fin del verano : ((Por
fin empiezan a verse niños en las calles y plazas, dice, y esos adolescentes
que suelen tener un aire más grave que los adultos... A medida que los
comercios resucitan,exhibiendo una abundancia inimaginableun mes antes,
el paisaje parece cada vez más hermoso. Se siente la tibia caricia del sol
sobre las aguas rizadas del Sena, sobre los árboles amarillentos...N Pero
en realidad <no ha sido el tiempo del aprendizaje, el tiempo dedicado a
trabar amistad con la ciudad,el que le ha conferido ese color,esa belleza ?
Esos jóvenes descubren a su alrededor (y también en sí mismos) un París
indescriptible,una ciudad muy abierta y a la vez muy secreta,muy acogedora
pero a la que hay que conquistar,y que cada uno posee como dueño exclusivo. Hace mucho tiempo que los escritores la celebran así en todas las
lenguas;se la podría llamar el París de los extranjeros,siempre que se incluya
entre éstos un buen número de franceses de provincias. «Poco a poco se
llega a querer a esta ciudad como si fuera una cosa propia,dice la periodista
de Bombay. Uno termina por elegir su bar o su café del que poco a poco
se llega a conocer a todos los clientes.El recién llegado encuentra al cabo
de cierto tiempo un rincón donde se siente como en su casa, donde es
adoptado. El escritor y el que sueña con serlo,el artista y el que se considera tal, las gentes sencillas y los ((snobs », los normales y los anormales,
los filósofos y los estudiantes,todos encuentran aquí su lugar y su camino.>)
Es evidente que se podría analizar mejor ese encanto al cual confiesan
sucumbir estos viajeros. E n todo caso,sus breves testimonios revelan que
existen en la ciudad y en los ambientes por ellos explorados hábitos de
curiosidad y de libertad, un sentido de la hospitalidad y una tolerancia
dignas de ser calificadas, en sentido amplio, de valores culturales. Hay
diversos grados de comprensión,es cierto;pero esos valores difusos,pocas
veces nombrados, o presentados sin ostentación,son los que seducen con
la misma simplicidad a un estudiante egipcio que a una periodista india.
Esta úlu’manos confía,además,sin añadir comentarios,que ((comprendió
muchas cosas frente a las vidrieras de la catedral ». Hela pues situada, y a
nosotros con ella, ante otros valores muy diferentes que ya no ponen de
relieve necesariamente la semejanzade todos los seres humanos.La reflexión
sobre el tema puede dar lugar a investigaciones o discusiones un poco más
complicadas, sin llegar a los largos estudios ni a la erudición apasionada
de los especialistas. Pero las obras de arte y a veces las escenas callejeras,
no hablan de inmediato al corazón; para entregar su secreto sobre los
pueblos o las culturas, exigen cierto esfuerzo. Los capítulos que siguen
ofrecen dos o tres ejemplos de ello.
Entre todas las islas que componen los nobles y delicados paisajes del Mar
Interior del Japón,el cineasta Kaneto Shindo escogió un islote de z hectáreas como tema de una película extraordinaria que se considera a la altura
de las obras de Robert Flaherty y, en particular, de la titulada El hombre
de Arála. Es una película en la que no ocurre nada o, si se quiere, en la
que acaecen múltiples acontecimientos tan inútiles como densos, pero sin
enlace narrativo.La isla, rocosa y de tierra pobre, es habitada y cultivada
minuciosamente, centímetro por centímetro,por una pareja todavía joven
que trabaja sin cesar,de la madrugada a la noche,con la obstinación y hasta
el frenesí que atribuímos a las abejas y a las hormigas. Tienen dos hijitos,
el mayor de los cuales pasa todo el día en la escuela de la gran isla de enfrente,
a la que sus padres tienen que ir cada hora a buscar el agua. En efecto,
en el islote no hay ni fuente,ni manantial,ni una sola gota de agua potable.
Así,durante la mayor parte del año su vida consiste en ir y venir en barca
para traer agua dulce en cubos que transportan por medio de un balancín,
desplazándose cuidadosa y lentamente hasta la cumbre de su colina para
regar, una a una,las plantas de judías y de patatas dulces.En esa forma han
conseguido incluso cultivar maíz y trigo.Plantar,binar,regar,remar,transportar, cavar,volver a remar,a regar...H e aquí toda su existencia.Apenas
interrumpenesos trabajos para comer y dormir. En la gran isla -el mundo
exterior no conocen a nadie :para ellos sólo es el lugar de donde procede
el agua, donde está la escuela, donde hay tiendas a las que van rara vez y
con gran respeto,y donde vive el médico, ese médico que un día llegará
demasiado tarde, cuando uno de los niños ya ha muerto. La película está
impregnada de esta sencillez: en ella se ve a las gentes vivir, trabajar y
-
28
morir sin pronunciar palabra; y no es que se trate de una película muda,
sino simplemente no hablada. La fotografía es admirable y, sin embargo,
el público no siempre percibe la belleza de las imágenes,pues está absorbido
constantemente por los dos personajes principales o,mejor dicho, por la
intensidad de la actuación de dos grandes actores, Yasuji Tonoyama y
Nobuko Otowa.
Una japonesa (J) y un europeo (E)han visto dos veces esta película. H e
aquí su diálogo, cuyo contenido didáctico y ritmo algo acompasado no
sorprenderán a quienes conocen la seriedad de los estudiantes japoneses.
E.- Cuando estuve en el Japón hace unos meses, m e pareció que la
película L a isla ríesntidd era poco o muy mal conocida. Pregunté a varias
personas,y m e contestaronvagamente : N Ah,sí. Una película documental
<verdad? ».
J. -Nadie se interesó mucho por esta película en el Japónantes de que
el Occidente la ((descubriera D. <Película documental ? E n efecto, Shindo
Icaneto es el conocido autor de varias películas,cortas y largas,de espíritu
proletario, de testimonios directos, filmados tal vez con la intención de
denunciar una injusticia: algo así como un realismo socialista. Por otra
parte, admiró mucho al público que la actriz Otowa,que suele desempeñar
papeles de dama distinguida,se hubiese ((rebajado ))a encarnar un personaje
sudorosoy hasta sucio a veces.Pero sucedió que este film se considerócomo
notable en el extranjero,ganó el premio del Festival de Moscú,y entonces
se le calificó en Japón de ((melodrama ».
E.- iCurioso calificativo!Pero supongamos por un instante que se
trate realmente de una película documental. En tal caso cabe preguntar:
?Qué se aprende en ella sobre el Japón? Prescindamos de la belleza de los
paisajes. Se ven esos campos,esos arrozales dispuestos como jardines trazados con tiralíneas y pulidos con piedra pómez. Se adivina, más que se
ve, un tráfico incesante de barcos, remolcadores,paquebotes,etc. Y hasta
se visita una ciudad ruidosa,trepidante y trabajadora.
J. - La ciudad es Onomichi. M e parece útil mostrar esta ciudad al
mismo tiempo antigua y moderna,de importancia media, y hacer ver esos
paisajes que pueden considerarse como típicos. Luego hay las casas: un
extranjero que jamás haya visto,ni siquiera en película,las casas japonesas,
apenas logrará imaginárselas. Así,por ejemplo, la palabra N casa x evoca
en un español la imagen de una construcciónde piedra (algoinsólito en el
Japón) o de ladrillos,con su tejado de pizarra negra o de tejas coloradas.
Para nosotros, en cambio,la casa es ante todo un conjunto de pilares y
de vigas de madera al descubierto, y la tierra enjalbegada que cubre el
armazón de bambúes trenzados con el que se hacen los muros. El tejado
es de tejas grises cuando no de paja. Toda la construcción está ampliamente
abierta a la naturaleza,gracias a grandes puertas corredizas. H e aquí todavía
una palabra que se presta a equívocos. La puerta de papel (shoj) como el
tabique de papel (fusuma) y el famoso tatami con el que se tapiza el interior,
constituyen otros tantos elementos indispensables que hay que conocer
bien para formarse una idea de la casa japonesa.
E.- Verdad es que esto se percibe en la película. Sin embargo, la
cabaña donde habita el matrimonio del islote es demasiado miserable para
corresponder enteramente a tal concepto del hogar. <Habrá que deducir
de ello que todos los campesinos japoneses son tan pobres?
J. D e ningún modo. En conjunto distan de ser pudientes, a pesar de
la riqueza que producen para el país, pero por otra parte los personajes de
L a isla desnuda no son propiamente miserables; no se mueren de hambre,
y se visten muy decentemente. Sin embargo,las gentes que viven en ese
grado de pobreza y trabajan tan duramente constituyen una minoría muy
reducida.
E.-En definitiva,pues, <no se tratará de una película de tesis, destinada a denunciar la triste suerte de esa minoría ?
J. Sí. A mi juicio el cineasta parece haber partido de esta actitud de
reivindicación;pero siendo demasiado artista y demasiado poeta para darse
por satisfecho con ello, ha terminado por hacer una obra poética.
E.-También lo creo.Y hasta una tragedia. Con el pretexto de describir
la condición de una familia de campesinos en un rincón del suelo japonés,
la película va mucho más lejos. Diría que es casi una tragedia, pero falta
algo en ella para serlo del todo.
J. -< Q u é ?
E.-El lenguaje. Esas gentes viven juntas,sufren juntas,y nunca se
dirigen la palabra. Entre las características que distinguen al hombre de los
demás animales se cuenta en primer lugar el lenguaje; al menos así suele
pretenderse. Ahora bien, esos personajes no dicen nunca nada, absolutamente nada, de tal modo que cabría preguntar si están verdaderamente
juntos o simplemente yuxtapuestos en pleno aislamiento.
J. -iAh,sí, la ausencia de comunicación! Eso siempre sorprende a los
-
-
extranjeros,y ya m e lo han senalado varias veces. (< jC6rno ? ?No tienen
nada que decirse ? D Pues bien,ese silencio yo ni siquiera lo había notado.
Es que entre nosotros no se suele decir nada; en los momentos de gran
emoción o cuando se sufre un dolor extremo,nuestras gentes callan.
E. Ahora pienso en aquella escena atroz en que la mujer, después de
haber trepado una vez más por la colina con su provisión de agua,infinitamente preciosa, tropieza y vierte uno de los cubos. El marido la mira, se
acerca a ella y la derriba de un bofetón.Ese bofetón es su único medio de
expresarse.
J. -Y sin embargo quiere mucho a su mujer, sin duda alguna.N o le
pega por mera brutalidad. Ella cometió una falta involuntaria,y él restablece el orden de las cosas. Pienso que ella lo comprende así. M á s adelante
la mujer mira la gran isla por la noche; está sola y contempla de lejos los
fuegos artificiales (se trata probablemente del 16 de agosto,la fiesta de los
miiertos, asociada al fuego;cerca de los fuegos artificiales se ven las barcas
iluminadas). L a mujer sigue contemplando la isla, y su marido se le acerca
por detrás. N o dice nada. ?Esque no sabe dirigirle unas palabras de consuelo ? No;no sabe decirle que él también sufre y que la comprende.Y ella
ni siquiera sabe que su marido,inmóvil durante un momento,la contempla
con el corazón desgarrado.Sin pronunciar una palabra se dirigen cuesta
arriba, cada uno con su pala, para enterrar las cenizas de su hijo.
E.-<Quiere usted decir que saben por instinto que ninguna palabra
podría aliviar un dolor tan profundo ?
J. -N o es eso: los japoneses saben también perfectamente que alivia
no sentirse solo en la desgracia,y que la compañíada más valor para soportar
una gran pena.
E.-<Será,pues, a causa de cierta torpeza ?
J. Sin duda alguna.Pero esa torpeza es tan frecuente que ya no nos
sorprende.H e aquí la prueba: por mi parte, el silencio en esta película m e
ha parecido normal y natural; aun prescindiendo de que ésa haya sido la
intencióndel cineasta.Los miembros de esa familia no se dirigen la palabra,
con lo cual no puedo dejar de pensar en mi propia familia. Procuro comprender porqué nos expresamos tan poco y tan mal entre miembros de una
misma familia, entre marido y mujer, hasta entre enamorados. Tal vez
seamos más expresivos entre amigos o camaradas... Al principio de mi
estancia en Europa me sorprendió ver a los niños de la casa (dos estudiantes
de escuela secundariay uno de la primaria) que charlaban con los mayores
-
-
durante las comidas.Ni siquiera vacilaban en contradecir a su propio padre,
que llegaba a contestarles sosegadamente cuando había lugar : c Pues sí
tienes razón)). Jamás en mi casa hubiera yo soñado en discutir con mi
padre. Inclusocreyendo que tal vez no tuviera razón,no me hubiese atrevido
a decirle :G Papá,eso no lo pienso así, pues creo que...)
)$e
hubiera enfadado ? <Lohubiera tomado bien ? No lo sé, y jamás intenté saberlo.Y por
lo que se refiere a mi madre, nunca he hablado, lo que verdaderamente se
llama hablar con ella.
E. Tal vez sea un signo de docilidad,o de espíritu de obediencia.
J. No, y no hay que buscar la explicación por ese lado.Es más bien
que toda discusión es inconcebible,y no digamos nada de las puras charlas...
E.- Sin embargo, la sociedad japonesa evoluciona, y las relaciones
entre padres e hijos también...
J. -El Japón acaba de pasar por transformaciones sociales tal vez más
bruscas y violentas que las ocurridas en cualquier otro país. Pero,¿cómo
decirlo ?Escuche usted :hace dos siglos,en el Japónse representabandramas
con gran éxito en los que el héroe mataba a su hijo para salvar al hijo del
señor y cumplir con un deber de lealtad. En tales casos se aplaudía al héroe
sin vacilación. Pues bien, hoy en día el público todavía llora abundantemente con tales dramas, sin preguntarse si el padre tiene derecho a matar
a su hijo.Durante la ocupación norteamericana se prohibió la representación
de una tragedia de este género,porque la moral feudal en que se inspiraba
se oponía a la democracia y a los derechos humanos. Pero unos años más
tarde se volvió a representar ante un público entusiasta. La razón y la ley
han proclamado los derechos del individuo,y hasta los del niño. Evidentemente en la actualidad nadie mataría a su hijo para salvar al hijo de su superior. Pero, así y todo, el público contemporáneo no ve nada criminal ni
inmoral en esa tragedia.
E. <Ycómo hay que interpretarlo?
J. -A mi juicio,la vida de familia no se inspira en los principios que
convienen a nuestra época, y todavía nos falta mucho para librarnos por
completo de los vestigios de la bella moral confuciana.
E. <Dice usted la bella moral ?
J. -Sí,porque en verdad lo era. Por lo que se refiere a la vida conyugal,
existe una mayor igualdad que hace quince años. La situación de la mujer
ha variado. En la película de que hablamos hay hacia el final una escena
que me parece altamente significativa. La mujer, llena de cólera, vuelca
-
-
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Foto Kindai Eiga Kyokai.
Foto Kindai Eiga Kyokai.
adrede el precioso cubo de agua, o sea que repite intencionadamente el
gesto por el cual el marido no había vacilado en golpearla.Acto seguido,
se echa al suelo y se pone a arrancar las plantas convulsivamente...Pero
esta vez su marido se queda inmóvil y contempla con profunda piedad a
su mujer que desvaría porque ha perdido a su hijo. N o dice nada. Si diera
rienda suelta a sus impulsos,tal vez se echaría también de bruces al suelo.
Pero se calla. Como siempre. Nada. Reanuda su trabajo. Comprende muy
bien el dolor p la rebeldía de su mujer contra esa probreza por cuya causa
ha dejado morir al hijo. Ella no dispone de otro medio de expresión. Él
tampoco.N o tienen la costumbre de hablar, de expresar sus pensamientos,
de exteriorizar 10 que sienten.
E.-En algunos casos vale más que sea así. En Tokio una amiga m e
llevó un día al templo de Asakusa.Al visitar ese barrio que en cierto modo
es la cuna religiosa de la ciudad, y al ver los cinematógrafos,los lugares
de diversión y las tiendas de recuerdos y de objetos piadosos, creí que m e
darían toda clase de explicaciones sobre el santuario,destruido durante la
guerra y reedificado hace poco con materiales modernos pero respetando
hasta en el más pequeño detalle sus características primitivas. Pues bien,
no fue así: mi amiga m e invitó a subir la escalinata del templo y a descalzarme.Luegonos arrodillamos (o,mejor dicho,nos sentamos a la japonesa)
en medio de los fieles. Permanecimos así bastante tiempo, sin cruzar una
palabra, desde luego,toda palabra hubiese sido inútil.E n un caso semejante
mis compatriotas m e habrían mostrado las estatuas y los ornamentos,incitándome a admirar las bellezas arquitectónicas del templo, y m e hubiesen
señalado mil pormenores divertidos o emocionantes en el comportamiento
de los monjes y de los peregrinos; y, en definitiva,me habrían cansado. En
vez de todo ello,el largo rato de presencia silenciosa m e dejó un recuerdo
absolutamente indeleble.
J. -Usted apreció el silencio en este caso,pero no lo comprende cuando
se trata de la vida de familia o de la convivencia de marido y mujer. Sin
embargo,un hombre y una mujer pueden saber que se aman profundamente
y no encontrar palabras para expresarlo.
E.-H e oido decir que las palabras de ternura brillan por su ausencia
en el idioma japonés.
J. -Lo que pasa es que mis compatriotas no saben emplearlas. Un joven
japonés amigo mío m e confesó que le sería más fácil hacer una declaración
de amor en un idioma extranjero que en el propio. N o m e sorprendió. Un
muchacho japonés que sepa decir N te quiero )
)en español, no sabrá pronunciar tan fácilmentelas palabras equivalentes en japonés,y hasta es probable que no las haya oido nunca. Las habrá leído a menudo en relatos
maravillosos, pero esas palabras no forman parte de la vida corriente y
apenas se oyen en la vida íntima;los enamorados más ardientes se guardan
bien de pronunciarlas en alta voz.
E.-Entonces <cómo se hace uno comprender ?
J. Por medio de miradas. Hay un proverbio que dice que los ojos
hablan mejor que la boca. Así,los enamorados japoneses se callan. Será o
no un defecto,pero de todas maneras constituye una característica distintiva.
E.-<Cree usted que también es una característica distintiva el guardar
absoluto silencio durante los funerales,cuando alguien se acerca -como
decimos nosotros- a dar el pésame ? En La isla desntlda la escena de los
funerales me parece intolerable. Los niños de la escuela asisten con su
maestra a la cremación de su pequeño camarada. El bonzo está con ellos;
joven bien alimentado y mejor vestido, su rostro no traduce más que
frialdad e indiferencia.
J. - Jamás vi a un bonzo exteriorizar sus emociones. Pero <se fijó
usted en la seriedad,la gravedad de los alumnos y alumnas de la escuela ?
E.-Los padres y el hermanito descienden hasta la orilla para acoger
a los que llegan. Todo el mundo se saluda cortésmente,y poco falta para
que se sonrían.
J. -Podrían sonreirse. N o estaría mal. Desde luego eso le intrigaría
a usted todavía más, <verdad?
E. -Sí,sí, la sonrisa asiática...Ortega y Gasset la explicaba por consideraciones demográficas. Se es tanto más cortés, decía, cuanto mayor es la
probabilidad de ofender o de herir a la gente.
J. Se ha hablado tanto sobre la N sonrisa orientalD... Un francés que
residió largos años en el Lejano Oriente m e contó la forma en que su secretario chino le había anunciado el fallecimiento de su madre. Lo hizo...con
una sonrisa. Usted hubiese pensado que el secretario se había vuelto loco
o que se alegraba de la muerte de su madre. D e ninguna manera :se trataba
de una prueba de cortesía,de una sonrisa que constituía una barrera contra
usted y para usted al mismo tiempo. En el Japón no se tiene el derecho de
exteriorizar ante un superior,sin que éste lo pida, las opiniones y los sentimientos propios; y cuando se trata de desgracias, se tiene todavía menos
-
-
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el derecho de imponer la propia tristeza a las personas a las que hay que
respetar, por ejemplo,a los vecinos. Esta es una ley absoluta del comportamiento en el Japón,como en China o en Vietnam. Vemos así que en los
funerales de L a isla desfzltdano hay nadie que llore; pero la emoción es
hondísima.
E.-La hoguera sigue ardiendo cuando los visitantes se marchan. El
barquito da la vuelta a la isla y el hermano menor corre de un campo a
otro para verlo hasta el final.Apagada la hoguera, los padres enterrarin las
cenizas y colocarán una humilde tablilla sobre la tumba.
J. -En ella han inscfito el nombre del fallecido.D e arriba a abajo se
lee el nombre de la ley, que acaba de conferirle el bonzo para la vida futura,
y su nombre propio, Taro.
E.-La emoción es hondísima, como dice usted. La nuestra,en todo
caso,se explica porque hemos presenciado esa escena intolerable y porque
vemos esos semblantes y oimos la música. N o olvidemos la música, que
tiene en las películas un papel prodigioso cuya importancia se olvida a
menudo.
J. -En efecto,la música de Hayashi Kikaru es muy adecuada.Consiste
en una melodía muy simple,que se repite con algunas variaciones según las
escenas.
E.-<Se propuso el compositor Hayashi crear una melodía tradicional,
auténticamente ((japonesa ))?
J. -En modo alguno,Pero los instrumentostienen una tonalidad muy
japonesa.Diríase que se trata de la flauta shakzhchi, y no de una guitarra
sino del Aoto.
E.-El conjunto es muy impresionante.Pero quisiera advertirle que se
trata de una música destinada exclusivamente a la película con el fin de estimular la sensibilidad de los espectadores;o sea que no es la música de la
escena representada,la que oirían los actores, pues ésta es casi inexistente.
Para introducir la descripción filmada de la primavera se oye una VOZ de
mujer que entona la canción tradicional de los cerezos: Sakz~
ya... y cabe
pensar que los personajes la oyen también para sus adentros.Hay también
unos muchachos que cantan acompasadamenteuna canción durante la clase.
Finalmente,durante escenas muy breves,se oyen en esta película canciones
antiguas y folklóricas :los juegos y danzas de las fiestas de la cosecha y año
nuevo.Los dos pequeños asisten a esas escenas pero no participan en ellas.
Sus padres aún menos, pues no tienen tiempo para ello. En reali-
dad no pertenecen a un mundo donde se canta, se baila, se juega o se
reza...
J. -Sí,son muy pobres. Viven al margen de la sociedad,y esa sociedad
-la aldea,la gran isla- les desprecia por ello y les rechaza. Los héroes de
La isla desnuda van a buscar el agua a un riachuelo que corre más allá de
los arrozales.E
l agua no es potable.Y la isla no les pertenece. Cuando van
a entregar su trigo a ese hombre abominable que ni siquiera se asoma para
acogerles,lo hacen para poder pagar el arriendo. Creo que sólo venden en
provecho propio un saco de cada cuatro,lo que les permite hacer sus compras en la tienda de comestibles y adquirir una botella de saké...
E.-Eso es :viven fuera,aislados,solos.Y por ello,sin duda,no puedo
dejar de ver en esta película una tragedia,un cuadro despiadado de la condición humana o,si se quiere,de cierta condición humana. Para los seres que
vemos en la pantalla lo esencial de la vida es el trabajo, la fatiga, la producción,la reproducción,la muerte. Sólo de vez en cuando,de un modo
marginal, por encima y fuera del alcance, se alude a la «cultura»,a los
valores más duraderos,es decir,a las tradiciones nacionales y religiosas que
para esos seres tienen tan poca realidad como los grandes barcos de vapor
que desfilan por el horizonte. N o es que se hayan olvidado esos valores:
pero su presentación es irónica y se los muestra como separados de las
gentes.Además, éstas son pobres,explotadas. ?Podrían mejorar su suerte?
J. -?De qué manera ? ?Instalando un cabrestante para subir el agua ?
<Cavar una cisterna ? Tal vez; pero yo creo que son demasiado pobres,
demasiado esclavos de su trabajo... E n cuanto a abandonar la tierra para
trabajar de albañil en la ciudad,nuestro héroe no puede siquieraimaginarlo :
allí sería igualmente pobre y todavía menos libre.
E. Sí,es verdad,están encerrados en sus vidas. M e decía usted que
Shindo pasa por marxista. E n todo caso ha sabido expresar el aislamiento,
no solamente el del proletariado sino el de todos nosotros. Su visión del
mundo es profundamente pesimista, pero su pesimismo está lleno de
pudor.
J. -No comparto su opinión. Esa ironía de que habla usted yo no
la percibo. La isla desnzíh es simplemente una hermosísima película en la
que el cineasta describe la felicidad de que goza una familia a pesar de tener
que luchar con grandes dificultades materiales y a pesar de la muerte de uno
de los niños, que es un accidente que se hubiera podido evitar en un hogar
mejor acomodado.La película pone de manifiesto la felicidad de esos cam-
-
pesinos,que tienen una confianza absoluta en la tierra que cultivan. Se les
ve extasiaclos ante los surcos sedientos,ante los retoños que apuntan.
E.-< H a dicho usted lafelicidad?
J. -Sí,y añadiré que se trata de una felicidad envidiable.N o faltan los
momentos de gozo.Cuando el pequeñuelo atrapa un besugo vivo, todo el
mundo se alegra. Al día siguiente,con los trajes de los domingos,toman
el vaporcito que va a la ciudad: hay que vender ese pescado por el que
pagan un bueii precio los gastrónomos.Al final lo venden a una pescadería,
tal vez a bajo precio pero resignándose para no decepcionar a sus hijos. La
venta produce lo bastante para poder cenar en un restaurante (un gran
acontecimiento), comprar camisas y hacer una excursión en funicular por
encima de los tejados.Todo ello es muy alegre. Pero además, y sobre todo,
hay muchos otros momentos de goce aún más sencillo:el trabajo sosegado
en el hogar,durante la estación de las lluvias y,cotidianamente,los mornentos que siguzn a las faenas m á s duras. Tener en sus manos un puñado de
tierra, remar despaciosamente por la mañana cuando empieza a cantar el
gallo, contemplar el ocaso del sol en alta mar, bañarse por la tarde... <Se
fijó usted cómo lo hacen ? Se calienta una gran cantidad de agua y los niños
son los primeros en zambullirse. Luego se baña el padre, y finalmente la
madre. <Observó usted la sonrisa de la mujer ? Eso es felicidad. Sí, esa
mujer es feliz.
E.-M e parece que,hablando de L a isla dwzridd, m e ha enseñado usted
una porción de cosas sobre el Japón.
J. -N o estoy segura,pero,por su parte, usted m e ha enseñado mucho
sobre su manera de ver las cosas. Sí, debo reconocer que m i s amigos extranjeros, al interesarse por mi país, m e animan a conocerlo mejor...
37
Los Caepos-Santos
E n Quezac-sur-Dordogne,villorrio de I 600 habitantes,cabeza de distrito
en el Bas-Limousin,la fiesta de los Cuerpos-Santos se celebra el primer
domingo de septiembre.
Desde el punto de vista económico,la festividad va acompañada de una
feria de ganado.Desde la mañana del sábado pueden verse terneras pardas
de largos cuernos,becerros de tres meses y cerdos del año, exhibidos en
lugares establecidos por la tradición. Los tratantes suelen afluir en gran
número: campesinos y campesinas de todo el distrito van al pueblo ese
día (y no cualquier otro) para aprovisionarse en telas, zapatos,cordeles,
monturas,a veces en máquinas agrícolas y, naturalmente,en toneles, pues
las vendimias se anuncian para el mes siguiente. Por cierto que en toda la
región las fiestas patronales se escalonan entre la siega y la vendimia,y no
hacia fines de otoño como es de ley en otras localidades. Por consiguiente,
la feria -o sea la fiesta de los Cuerpos-Santos - sirve de ocasión para un
intercambio extraordinariode mercancías y de dinero;cada año se registran
compra-ventasy contratos considerables para los agricultores, ganaderos,
cultivadores de cereal y viñadores.
Desde el punto de vista de las diversiones y recreos,la fiesta obliga a
la pequeña aldea a facilitar todo el espacio de que dispone en sus plazas
(alrededor de la fuente,junto a la cruz,y en torno de la estatua de uno de
esos hijos ilustres,general del primer imperio) para colocar el tío vivo,los
puestos de tiro al blanco,los mostradores de golosinas,los juegos de lotería
y, sobre todo, para los bailes públicos que ocupan por lo menos tres plazuelas distintas.Hay que decir que los bailarines no son exclusivamente de
Quezac-sur-Dordogne: en motocicletas,N scooters », o autobuses de ser-
vicio especial, llegan al pueblo los jóvenes de las aldeas situadas a unos
jo kilómetros a la redonda, para participar en la fiesta y en las danzas
durante todo el día y parte de la noche. Pero esta fiesta está animada por
un espíritu de intercambio y compensación : los invitados de hoy pasarán
a ser los invitantes de los próximos domingos. Además, ni siquiera es
necesario mencionarlo,las características más originales de la fiesta corren
a cargo de los jóvenes de ambos sexos que ese año van a cumplir sus veinte
abriles. Las rivalidades entre aldeas y barrios, que antiguamente se expresaban en torneos de fuerza y destreza,se manifiestan hoy sobre todo entre
los niños y adolescentes,y su expresión característica son las carreras de
bicicletas. Pero el espíritu de desafío y de competencia preside también la
reciente costumbre del desfile de carrozas de flores. Los jóvenes trabajan
intensamente y dan libre curso a su buen humor en la decoración de esas
carrozas,que recorren las calles del pueblo convertidasen costosos cuadros
vivos,con muy claras alusiones a acontecimientos y personajes locales que
se han destacado de algún modo durante el año. Los ciudadanos hacen así
alegremente su autocrítica,al evaluar la calidad de estos monumentos efímeros dedicados a su propia historia. Si se añade que la fiesta comprende
también,obligatoriamente,un número de fuegos artificiales de una riqueza
sorprendente,se ve con toda claridad que el programa de diversiones no
puede separarse del aspecto económico de la celebración.Los organizadores
gastan en cohetes y música las cantidades que han obtenido de sus padres,
de las familias y comerciantes de la localidad, o de los visitantes que se
resignan a ser ((víctimas ))de una encarnizaday sonrienteventa de insignias.
Los niños gastan en golosinas y en sensacionesfuertes,sobre los tíos vivos,
sumas que bastan para alimentar durante una semana a veinte familias de
feriantes.En cantidades mucho más altas se cifran el consumo de alimentos
y de bebidas,tanto en los cafés y hoteles que durante tres días están abarrotados de gentes bulliciosas,como en los domiciliosprivados,pues casi todas
las familias siguen la tradición de celebrar la fiesta con espléndidas comidas.
N o es de extrañar,por consiguiente,que al ser interrogados sobre la
fiesta, sus placeres y sus tradiciones,los habitantes de la localidad guarden
completo silencio sobre la importancia y el predominio del aspecto económico,a pesar de tener clara concienciadel mismo.Es la fiesta de los CuerposSantos;ese es su nombre y su razón de ser; por consiguiente,cada informador alude siempre al origen religioso de la fiesta. Si no penetra más a
fondo,el viajero superficial y crédulo se contentará con describir las cere-
monias que, en su propia ingenuidad,le parecerán triviales o misteriosas.
Observará que la vasta iglesia románica,construidapor monjes en el siglo XII
con objeto de que los peregrinos encontraran lugar de descanso en su
recinto,apenas basta para contener la muchedumbre de fieles que, en una
buena mitad, llegan también de las aldeas vecinas. Después nos hará seguir
la larga y lenta procesión de esos fieles que salen de la iglesia, atraviesan
parte del pueblo y marchan por la carretera principal. A la cabeza, p precediendo al clero, cuatro muchachos llevan sobre sus espaldas una caja
dorada.El cortejo se para delante de una fuente.A los cánticos sucede un
murmullo de plegarias mientras se deposita la caja al borde de la fuente;
al regreso de la procesión vuelven a oirse jubilosos cánticos, cargados de
sentimiento,que a lo largo de medio kilómetro se desgranan en un ritmo
inseguro y poco acompasado.
Nuestro viajero perderá un poco de su ingenuidad si trata de definir las
diversas actitudes de las tres o cuatro mil personas que participan en estas
ceremonias. Si cae en la cuenta de que en ese pueblo y precisamente en ese
día se veneran reliquias a las que se transporta ritualmente hasta una fuente
milagrosa, quizá para renovar gracias a ese contacto su poder misterioso,
garantizándolesasí un suplemento de irradiación y de vida para un año más,
a menos que sea el manantial quien saca nuevos efluvios de la visita de las
reliquias,podrá asimismo percatarse de que los devotos que participan en
la procesión parecen exentos de toda exaltación mística; en vano se procuraría descubrir en ellos los signos de una ferviente y ansiosa esperanza
en algún milagro. Si algunos fieles esperan conseguir del rito una gracia
inmediata y tangible, saben disimular perfectamente ese sentimiento.La
mayoría de las mujeres y de los hombres de alguna edad marchan en silencio
y no sin solemnidad;los otros conversan entre sí discretamente,comportándose en general como en los entierros.En cuanto a los niños que forman
la masa del cortejo, van cantando lo mejor que pueden, sin dar prueba
alguna de indisciplina.
Sin embargo,nuestro viajero se muestra cada vez más curioso y, durante
algunas horas, su perplejidad será paralela a su curiosidad. Tratemos de
imaginarlo : se trata de un joven pakistano de 23 años,estudiante en geología,y becario residente en París.En compañía de colegas parisienses lleva
dos semanas viendo desfilar paisajes, juegos,rostros y actitudes,e intercalando en la monotonía del (t camping D al aire libre la diversa variedad de
los albergues de la juventud.Hasta ahora pocas cosas han llegado a sorpren-
derle. Las fábricas,los trabajos agrícolas, los balnearios,los museos y las
maravillas de la arquitectura,que comienzan a fatigarlo un tanto, los ha
ido descubriendo infaliblemente gracias a folletos y guías de turismo. A
veces hasta los ribazos o las canteras han venido a confirmar las lecciones
aportadas por la geología. No;en verdad,nada le ha sorprendido.Y si se
le hubiese preguntado cuál era su opinión acerca de Francia,no hubiera
vacilado en exponer diversos juicios u opiniones :en quince &as de vacaciones ha recorrido más de dos mil kilómetros,así como durante varios
meses ha caminado sobre muchas aceras y ha atravesado muchos túneles de
(
(métro )
)en París,entre la Ciudad Universitaria y la Facultad de Ciencias.
En suma,conocía ya el país, y no esperaba las sorpresas de Quezac. Detenerse en esa localidad dos días por pura casualidad, coincidiendo con la
fiesta de los Cuerpos-Santos,ha sido exponerse a inesperados descubrimientos que le divierten,le preocupan y hasta le inquietan.
Los puestos de los feriantes no planteanproblema alguno,como tampoco
las banderolas y los preparativos del baile. Pero la procesión...< D e qué se
trata en realidad ? Los colegas parisienses no saben explicarle el fenómeno,
y en verdad tampoco se preocupan mucho. En sus vagas respuestasnuestro
pakistano cree percibir reticencias que le hieren en lo más íntimo de su ser.
Las cuestiones acerca de la religión son molestas sin duda alguna,y él no
debería haberlas planteado.Sin embargo,para ayudarle,los camaradas interrogan a la sirvienta del café, pero sus explicaciones le decepcionan igualmente. <Qué ? Pues sí, es la fiesta de los Cuerpos-Santos.Y este día sale
la procesión, como es fácil verlo. Así se hace todos los años. Es una vieja
tradición de siempre.Otras preguntas llevan a precisar la noción de CuerposSantos,de reliquias,y a citar nombres inverosímiles:San Feliciano,San Primitivo. <Qué santos son esos ? Pues eso,Primitivo y Feliciano,es todo lo
que se sabe. Sin embargo, otros comensales de la mesa a quienes va interesando el interrogatorio,creen que se puede decir algo más. Por ejemplo,
que se trata de mártires :los dos santos personajes fueron martirizados en
tiempos antiguos, pero no se sabe exactamente cuándo, pues esa época
abarca un periodo muy largo : se ignora si fue en tiempo de los señores o
en el de los romanos. Pero hay que insistir acerca de la fuente milagrosa.
En un principio,fue un manantial que brotaba sobre la colina,en el bosque;
más tarde se hizo una conducción por tubería hasta la carretera. Muchos
creen que este agua cura las enfermedades, sobre todo las convulsiones
infantiles.En otro tiempo traía la lluvia.Todo es tan viejo como el mundo.
Mejor dicho,todo empezó después del martirio de los dos santos :al parecer
el manantialbrotó en el momento en que sus cuerpos entraban en los limites
de la comunidad.
Como se ve, la explicación va por buen camino,pero el pakistano no se
siente del todo satisfecho.Desea saber por qué los habitantes de esta región
conservan reliquiasy,una vez por año,las transportan a la salida del pueblo,
y lo que todo esto significa.Porque,en resumidas cuentas,jamás ha visto
una cosa parecida entre los europeos que viven en Pakistán,ni tampoco en
París entre sus camaradas de la universidad. Sin embargo,piensa que los
cristianos,sobre todo los de la iglesia católica y los de la iglesia ortodoxa,
observan prácticas un tanto extrañas,pero no se atreve a decirlo públicamente, y se ruboriza de sólo pensar que sus correligionariosjuzgarían esas
prácticas como expresiones idolátricas.N o hay duda de que el islamismo,
tal como se vive en muchas tierras del Islam,no ignora el culto de los santos,
que en muchas regiones se acomoda evidentemente a las costumbres y tradiciones de las gentes del campo,análogas si se quiere a la procesión de
Quezac. Pero nuestro amigo no alcanza a percibir el sentido profundo de
esta manifestación religiosa,envuelta en una obscuridad un tanto vejatoria
para un joven que trata de conocer los grandes valores culturales de Europa
y que creyendo poseer un conocimientoobjetivo de los de Francia,descubre
cuando menos lo esperaba, estas realidades de provincia. <Cómo integrar
en el vasto conjunto cultural al que aspira un estudiante moderno,la historia
cíclica de una provincia de la que jamás había oido hablar,pero que no por
eso deja de estar situada en Occidente ? (Los habitantes del Limousin le
dirían incluso que su provincia es eminentemente occidental...).El joven
estudiante tiene ansias de comprender este misterio, y el recuerdo del culto
de los santos musulmanes le pone ya en camino de una cierta comprensión,
aunque todavía confusa: hay una analogía entre uno y otro, piensa el
joven. Está dispuesto a admitir ciertas relaciones entre fenómenos probablemente irreductibles.Y aunque le queda por descubrir el contenido del
fenómeno que ha presenciado a orillas de la Dordoña,en todo caso ya está
en situación de respetarlo.
Por desgracia,las explicaciones que busca el joven palíistano no pueden
proporcionarlas fácilmente aquéllos que jamás han analizado esas cosas en
detalle.Con paciencia,con una voluntad a toda prueba,las gentes de Quezac,
viejos y jóvenes,le van dando una profusión de nombres propios que no
dicen gran cosa,fechas vagas y contradictorias,y detalles ridículos y absur-
dos. Mezclan la procesión con la feria, el concurso de las carrozas de flores
y el menú tradicional del banquete de fiesta, durante el cual se entonan canciones cuyas palabras, además, no pertenecen al francés, pues el joven
extranjero debe saber que en la localidad se hablan dos lenguas.Sin insistir,
el estudiantepiensa que le dicen todos estos cuentos para ocultar mejor algo
relativo a los Cuerpos-Santos.En el fondo, piensa, los franceses tienen
costumbres bastante extrañas,y procuran disimular su sentido a los extranjeros.Esta reflexión lo humilla un tanto,pero se equivoca :al mezclar tanta
información sobre los milagros del manantial,el mercado de las terneras o
de los cerdos, y los alimentos casi rituales del primer domingo de septiembre, los residentes de la localidad tratan simplemente de hacerle comprender la noción de fiesta de los Cuerpos-Santos que, para ellos, es una
festividad global.Esperaban que llegase a imaginar la fiesta tal como ellos
la sienten :un valor en sí mismo (sean cuales fueren sus orígenes y fluctuaciones), cuyo contenido se enuncia y se agota precisamente en la enumeración desordenada de los diversos momentos de la celebración.
Si es perseverante,el curioso interrogará al cura o al maestro,y hasta a
ese personaje un tanto pintoresco que se encuentra en todos los pueblos y
aldeas :el erudito local. Ahora bien, este último ofrece todas las garantías
necesarias, puesto que se trata de un profesor universitario que pasa sus
vacaciones en Quezac, ((cuna de su familia », según le gusta decir. Y así,
de pronto y sin ia menor reticencia,entre el estampido de las carabinas y
el vocerío de los altavoces,se revelan casi por completo los arcanos que
parecían tan bien protegidos. No es que todo sea simple y fácil de retener,
pues el profesor no resiste al placer de exponer todo lo que sabe, y de
explorar todas las hipótesis a propósito de lo que ignora.Pero si las cosas
siguen siendo bastante complicadas,las presenta sin embargo como una
lección que se explica a un alumno de enseñanza superior,sin misterios y
en orden cronológico.
El hecho de saber que Primitivo y Feliciano,patronos y protectores de
Quezac, eran dos hermanos pertenecientes a una familia noble de Agen,
donde vivieron y fueron martirizados en 303, no basta sin duda alguna para
satisfacer plenamente el deseo de conocer el fondo del asunto.Empero, un
nombre de lugar,una fecha precisa,dan una cierta seguridad,pues permiten
situar por lo menos el recuerdo de esos dos desconocidos en un contexto
histórico :el de las persecuciones anticristianas que en pleno siglo IV seguían
ordenando algunos dirigentes no siempre incultos pero convencidos de que
44
la represión policíaca podía aplastar una ideología que se estimaba perniciosa.
Nuestro estudiante hubiera prilferido quizás interrumpiral profesor e interrogarle acerca de la suerte corrida por aquellas víctimas ejemplares, viejos
jefes y sobre todo jóvenes militantes, hombres y mujeres cuyo sacrificio,
lejos de perjudicar su religión clandestina,preparaba el triunfo de esa nueva
fe que poco a poco debía animar a toda Europa :así, dos generaciones más
tarde, el emperador en persona proclamaría la victoria del Cristianismo.
Pero el profesor prefiere franquearla épocas a paso de gigante:((N o puedo
contarle la vida de esos dos jóvenes.Nada se sabe de ellos,excepto las circunstancias dc su ejecución,parecidas a las que consigna la hagiografía de
toda doctrina y de toda época: circunstancias horribles y magníficas, en
una palabra, edificantes. No, lo que importa a Quezac y a su fiesta, y por
consiguiente2 usted,es menos la vida de estos héroes que la conservación
de sus restos ».
Por fortuna,en el capítulo de las reliquias el inventariode algunos huesos
ocupa poco lugar.Para dar placer a su joven interlocutor,el profesor pasa
a describir espontáneamente y a grandes rasgos la historia del culto de las
reliquias que, durante mil años,desempeñó en la cristiandad occidental un
papel que nuestros contemporáneos, sean de Karachi o de Quezac, apenas
pueden imaginar.Desde la introducción del cristianismo, y sobre todo a
partir del siglo s,la veneración de las reliquias estimuló el fervor de las
masas y, como consecuencia,el desarrollo,la prosperidad,la arquitectura
de innumerables monasterios, catedrales,pueblos y aldeas, principalmente
en las diversas rutas de las grandes peregrinaciones del Mont Saint Michel,
de Compostela y de Roma. Sí, gracias a las reliquias que se mostraban en
ellas, algunas de esas estaciones llegaron a adquirir una notoriedad verdaderamente internacional,mientras que otras debían contentarse con la adhesión de los fieles de su región,ni el azar ni la fama de los santosbienhechores
fueron los únicos responsables de esos hechos. Entre un santuario y otro
surgieron a veces duras rivalidades que, al incitar a este o a aquel grupo
a reunir todos los factores favorables al éxito, contribuyeron de un modo
admirable al progreso de las bellas artes, de la literatura,de la educación,
hasta del comercio y,más de una vez,incluso de las franquicias y privilegios
comunales, es decir (añade el profesor forzando un poco la nota), de la
libertad política.
Por consiguiente,este telón de fondo era indispensablepara que un joven
pakistano curioso llegara a saber que los cuerpos de los santos Feliciano y
Primitivo fueron traídos a la abadía benedictina de Quezac bajo el reino de
los hijos de Carlomagno (cuyo recuerdo,para un musulmán,va ligado al del
más ilustre Califa de Bagdad). Sin más, se muestra dispuesto a prestar la
debidaatención,como se lo sugiere el profesor,a los grandes milagros con
que la confianzapopular en los santos Primitivo y Feliciano ha venido jalonando los siglos:por ejemplo, gracias a los Cuerpos-Santos,Quezac y las
baronías de los alrededores se liberaron en 9 2 3 de los normandos,en 135 j
de los ingleses, y en I 5 3 0 de la peste. Una pregunta más, piensa el interlocutor,una última respuesta que indudablemente será breve, y se sentirá
totalmente satisfecho.(< D e modo que estas reliquias <han permanecido
intactas desde hace más de I 600 años ? Y el arca que he visto esta mañana,
?sigue siendo la misma del siglo x ? ».
Por desgracia, la contestación no tendría sentido si fuera breve. El profesor vacila, y se niega a pronunciarse sobre los I 600 años de autenticidad.
Si a comienzos del siglo x las venerables reliquias eran en efecto las de los
dos mártires en cuestión (10 cual es imposible de afirmar, aunque tampoco
exista razón alguna para negarlo), en ese caso eran también auténticas en
I 5 69.Por otra parte, sigue declarando el profesor,se puede garantizar que
hoy, 2 de septiembre de 1962,son fundamentalmenteidénticas a lo que eran
en I j 81.Y ante la alarma que con toda discreción manifiesta el joven pakistano, el profesor se ve obligado a levantar un segundo telón de fondo,
porque no podría mencionar a la ligera los ultrajes que sufrieron en el
siglo XVI d e s de preciosos relicarios si no explicara antes lo que fueron
las guerras de religión de aquel entonces.Naturalmente,no puede esperarse
que un ciudadano culto de Karachi conozca en detalle las querellas
doctrinales,políticas y militares del siglo de la Reforma y de la Contrarreforma..Nuestro amigo oriental se siente incapaz de apreciar las sutilezas
teológicas,las crisis de conciencia y las luchas sangrientas que dividieron
atrozmente la cristiandad en los tiempos en que Humayun y Akbar reinaban
en Oriente. Sin embargo, como le interesan todas las grandes aventuras
del espíritu humano,recuerda con placer algunos libros o cursos destinados
al estudio del Renacimiento,y no ignora los nombres de Lutero y de Calvino, la matanza del día de San Bartolomé, ni los daños causados por la
intolerancia mutua que, en aquella época, hizo más víctimas que las epidemias o que las disputas entre príncipes a las que prestaba sangrientos
pretextos. Por esa razón, el siglo XVI no sólo evoca para él los ((grandes
descubrimientos», la exploración del mundo, Cervantes y Shakespeare, o
el apogeo del imperio otomano,sino también largos años de bandidaje provincial y campesino en una buena parte de Europa.Gracias a estos recuerdos
escolares de un viajero menos ignorante de lo que se le creía, el profesor
puede explicar sin preocupación alguna lo siguiente: los Cuerpos-Santos
fueron profanados en 1 ~ 6 9por soldados calvinistas que, como botín, se
llevaron un arca cubierta de oro y de piedras preciosas.En cuanto a las reliquias,enterradas según parece bajo el pavimento de la iglesia,fueron descubiertas nuevamente doce años más tarde. Y para terminar su lección, hace
notar que desde entonces se celebra el primer domingo de septiembre la
procesión que antes se llevaba a cabo en otra fecha, a fin de conmemorar
esos acontecimientos y las curaciones maravillosas que los acompañaron<Hemosdicho ((par:. terminar ))? Todavía no. Al parecer, el respetable
guía ha olvidado la fuente, término de la procesión. iAh,es verdad, la
fuente! Se trata de un hilo de agua, pero que jamás se seca. Mucho se
podría decir sobre este punto,y más aún soñar.La procesión lleva el arca
de los mártires y la presenta a la fuente,y esta costumbre hace pensar en
un gesto mágico,cuando en realidad convendría ver en ella un gesto simbólico,de un simbolismo elemental y emotivo a la vez,anticuado y de gran
actualidad.Con ese encuentro del msnantial rupestre y del relicariocristiano,
<no se trata acaso de sellar una alianza, una reconciliación a primera vista
imposible,entre dos religiones:la nueva,la victoriosa,y la otra muy antigua,
secreta y que no acaba de morir ? Las fuentes sagradas, en todos los lugares
donde todavía se las respeta, no han esperado para ser santas y benéficas el
nombre que se les da ni la efigie que a veces las domina y les sirve después
de falso certificado de origen. D e esta suerte, el joven pakistano se deja
llevar por el profesor,a la vez menos preciso y más lírico,a una época que
él creía desaparecida después de los hijos de Carlomagno: le queda por
imaginarse la Galia rural que,al margen de ciudades ya convertidas,resistió
pasivamente durante largo tiempo al celo de los predicadores cristianosque,
por cierto, no abundaron en las zonas rurales hasta el siglo XII. D e los
viejos cultos gálicos no debía subsistir ninguna doctrina,ningún himno y
ningún rito,fuera de esos fragmentos degradados y desfigurados que sobreviven tristemente en lo que hoy llamamos supersticiones y brujerías. Sin
embargo,los lugares santosno podían ni ocultarse ni desaparecer :el cristianismo tenía que luchar contra los cultos ligados a esos lugares,pero no
contra las emociones que, según los casos,imantaban una montaña, una
roca o un manantial. Las más de las veces, destruido el altar, retirada la
47
estatua,el lugar santo seguía existiendo bajo una forma cristiana,unas veces
ornamentado y otras abandonado por los comentaristas eruditos,y su papel
se perpetuaba a través de las generaciones. La evolución y la permanencia
son aquí universales. Sin duda alguna,no habrá un solo país en el mundo
donde no se encuentren ejemplos análogos. Así habla con lirismo el profesor, para que al fin su interlocutor pueda comprender que esta mañana
los habitantes de Quexac-sur-Dordognehan celebrado tranquilamente,y la
mayoría de ellos sin saberlo, una auténtica ceremonia de retorno a las
fuentes,e impregnadadel recuerdo de un interminablelinaje de antepasados,
hasta los primeros portadores de reliquias,de hace mil años,y aún más allá,
hasta los primeros orantes que veneraron el manantial oculto en el bosque.
«La fiesta de los Cuerpos-Santos enseña muchas cosas sobre nuestras
vidas piíblicas y privadas », hace notar el profesor.G Sin embargo,atención;
no crea usted que esas leyendas,esas creencias y esas prácticas encierran
toda la historia de esta pequeña región. Es una historia bastante más rica :
una historia de Europa en miniatura...)
)Pero al escuchar estas palabras,
el estudiante tan curioso y tan respetuoso se siente presa del vértigo. Sabe
que en esas colinas al pie de las cuales serpentean la Dordoña y sus afluentes,
la historia,con sus castillos,sus iglesias, sus monumentos a los muertos y
sus inscripciones sobre la Resistencia,está apenas más viva que la prehistoria. A unos pasos de aquí yacía hasta hace poco, desde la época de
Neanderthal,el hombre de La-Chapelle-aux-Saints,
en medio de sus renos,
sus osos y sus bisontes. E
l joven interlocutor siente que el profesor va a
relatarle toda la historia a en miniatura>) de la evolución humana, comenzando esta vez desde el diluvio.En medio del estrépito de un disco de twist,
se excusa y da las gracias al profesor :por hoy,se contentará con los CuerposSantos.
N o se pregunta a una viuda china por qué se viste de blanco;tampoco hay
que preguntar a uno que está festejando el Carnaval,qué sabe de las saturnales y de la cuaresma.Sin embargo,el pakistano de Quezac había aprendido
muchas cosas de boca de los aldeanos que le abrumaban con sus explicaciones,no del todo reales e históricas,pero no podía darse cuenta de ello
hasta después de recoger en otra parte datos más amplios y mas científicos.
Sin duda hubiera podido obtener esos datos realizando una encuesta puramente libresca, y sin jamas visitar Quezac; pero esa información habría
carecido de peso, no hubiera estado llena de vida y de interés.Cuando se
48
procura penetrar a fondo y conocer el significadode determinadas costumbres y tradiciones,lo que se quiere es adquirir conocimientos sobrela cultura
de las gentes que,entre mil otras actividades fácilmenteexplicables,respetan
esas tradiciones y observan esas costumbres.A este respecto,por ejemplo,
los habitantes de Quexac no sabrían explicar esa cultura en términos inteligibles y satisfactorios,precisamente porque la viven. En realidad no la
consideran como una cultura,sino como una segunda naturaleza. La procesión de los Cuerpos-Santostranscurre a través de las edades tan tcnaturalmenteD como las aguas de la Dordoña. Más aún : en esta dialéctica de
la naturaleza y de la cultura, el habitante autóctono tenderá a invertir los
términos. Las ancianas del pueblo deplorarán que la fiesta sirva cada vez
más de pretexto a los bailes, que a su vez son ocasión de bodas prematuras;
por consiguiente,en los cc cambios )
)que denuncian,creen ver una evolución
cultural cuando para un sociólogo las particularidades de la fiesta de Quezac
no son m á s que variaciones culturales sobre el tema fundamental de los
intercambiosde bienes,de servicios,de muchachos y muchachas entre familias y pueblos. N o es posible describir con claridad y lógica un fenómeno
cultural en el que se participa enteramente,y que jamás se ha soñado en
criticar desde el exterior;es menester tomar una cierta distancia para disponer de una perspectiva,y comparar este hecho con otros fenómenos análogos, integrándolo en un conjunto coherente. Los habitantes de Quezac ni
siquiera piensan en ello. Pero el profesor logra su propósito, debido en
gran parte a que su interlocutor es m á s sensible a la infinita variedad de
maneras de ser que se observan en el mundo. Puede analizar cada uno de
los elementos de una fiesta en una colectividad determinada,para más tarde
sintetizarlos.D e esta suerte se llega a comprender el fondo de la cuestión.
Empero no hay que olvidar que no habría nada que comprender si esos
elementos no hubieran sido percibidos previamente al margen de toda
perspectiva científica. Si los habitantes de ese pueblo, jóvenes y viejos,
fueran tan cultos como el profesor,la cultura que les distingue de otras
provincias y hasta de otras naciones y otros continentes,estaría en vías de
desaparición.Los Cuerpos-Santosno provocarían ninguna celebración de
procesiones y regocijos;se podría disertar de historia y de arqueología,en
relación con ellos,pero nadie tendría el derecho de hablar de valores, de
cultura ni, sobre todo, de tradiciones culturales. Sin duda alguna, estas
últimas no pueden expresarse más que en términos de crítica;pero la realidad
es que sólo viven en aquéllos que no pueden expresarlas.
49
En cuanto al provecho que pueda sacar de estas modestas encuestas un
estudiante viajero,parecido a nuestro pakistano,bastará señalar los inesperadosconocimientosqueha ido recogiendoy que le revelanvalores culturales
dignos de gran estima. N o cabe duda de que este género de descubrimientos va más allá de una peculiaridad local,por muy atractiva que
parezca. Quien haya hecho ese descubrimiento se da cuenta obligadamente
de que por ese medio, casi al azar (pero un azar atentamente observado)
ha entrado en posesión de una llave que puede abrirle muchas otras puertas.
No hay país en el mundo, por N nuevo ))o industrializado que sea, donde
la cultura auténticamente vivida sea sinónimo de cultura de masas, y no
hay un solo pueblo donde los habitantes,todos civilizados por definición,
se adapten exactamente a los postulados de la civilización moderna,como
tampoco existe individuo alguno que se parezca exactamente al retrato que
las enciclopedias nos ofrecen del G hombre del siglo xx ». N o es necesario
ir muy lejos para descubrir la verdad sobre la cultura moderna universal
que, si existiera realmente como se la imagina,victoriosa y en estado puro,
acabaría por quitarnos todo afán de viajar.Pero el gusto de los viajes y de
la aventura persiste lo mismo que la esperama de nuevos descubrimientos
humanos :y ello ocurre porque todavía se cree en la apasionante multiplicidad de los valores y de las formas culturales.Sí,esos valores y esas formas
existen. En los cafés de Quezac,los hombres se reúnen en alegres tertulias
los domingos y hablan en la lengua occitana,que no posee un gran valor
como medio de comunicación internacional;luego interrumpen su conversación para ver la televisión... A los ojos de un tecnócrata,esas tertulias,
esas conversaciones y tradiciones son perfectamente anacrónicas,y las juzga
con un cierto aire de sorna.Lo cierto es que los habitantes del Bas-Limousin,
entre otros,aman su lengua y la utilizan y utilizarán durante toda su vida,
con el mismo orgullo con que hablan el francés,defienden el sufragio univerzal,utilizan las cuentas bancarias y los motores diesel,y les gusta la televisión.
Las formas culturales vivas no están ocultas :un simple cuento,a veces
un simple proverbio o un simple gesto (o una simple procesión) pueden
ofrecer la posibilidad de explorar muchas otras. Pero sólo la posibilidad.
Será necesario,cada vez, superar nuestra ignorancia o nuestra pereza, o las
dos al mismo tiempo.
Carta a Joris van W.
Querido Joris
Una noche de marzo en Delhi, o Nueva Delhi es, un don divino
concedido a los habitantes, ricos o pobres, que no lo ignoran, y más
aún a los visitantes occidentales,que deberían recibirlo hondamente conmovidos como una gracia.N o es posible describir esas noches;quienes las
han vivido creen hacerse comprender con palabras como dulzura, tibieza,
aromas, estrellas, miradas nocturnas, palmeras; pero casi nunca lo consiguen, porque no hay modo de decir, hablando de palmeras, si los altos
follajes que rodean las ricas mansiones de Nueva Delhi son m á s impresionantes que dos o tres ramas asomadas sobre un muro de las callejuelas más
modestas y apacibles al otro ludo de Kashimiri Gate, ni de explicar la razón
de que esa dulzura en la que tanto se insiste sea tan perceptible a la hora
del crepúsculo entre las explosiones de los ((tisi-scooters)) de Connaught
Circle como en la soledad suntuosa de los jardines de 1,odi.El invierno ha
terminado;y el terrible verano no empezará hasta dentro de unas semanas.
L a multitud que vive en los viejos pisos sin terrazas ni aire acondicionado
no ha invadido aún las plazas y los solares para dormir.Puede usted ir al
azar por las praderas todavía verdes que hay entre el Fuerte Rojo y la Gran
Mezquita,dondehastalas vacas son raras,o bien por los ((Ranilila Grounds ))
que bafia la luna y que acarician sin mctáfora la noche p la brisa. Tenía
usted que sentir por fuerza la macia, demasiado embriagadora quizá para
las gent-esde nuestros climas, de una naturaleza que precisamente estos
días parece ofrecerse en un gozo puro con las espontaneidad, la juventud y la discreci6n de las acogidas que sabc dispcnsar un pueblo como
el de este país que? según usted mismo dice, es el más hospitalario del
mundo. Si no está usted enfermo y encerrado en una clínica es evidente
que va a encontrar un placer nuevo en la vida y razones más hondas
de vivir: esos son los favores o las ilusiones que prodigan los meses de
febrero y marzo en la India del Norte; los músicos de aquí han sabido
siempre expresarlos en melodías singulares apasionadas. Hay que decir
también que esas noches de primavera son en cierto modo un valor
cultural.
Los hombres de esta tierra han dado,en efecto,a la primavera títulos de
nobleza más prestigiosos y mas altos quizá que en ningún otro lugar.La
estación florida le llevará a usted en Europa a tararear canciones de Rolando
de Laso o aires de twist (o quizá a pensar en alguna figura de Botticeili),
pero aquí se ha encarnado en leyendas divinas que desde hace tres mil años
inspiran sin cesar a los poetas, a los escultores, a los pintores e incluso a
los filósofos.Como no ha venido usted a Oriente sin información literaria,
puedo hablarle del Ramayana; desde la Iliada, ninguna otra epopeya ha
modelado durante tanto tiempo los espíritus de todo un pueblo ; pero para
hablarle de ella con motivo de esa noche de marzo he de suponer que la
mitología hindú no es para usted demasiado abstrusa y que cuando visita
usted un templo con un tropel de turistas,no se contenta con admirar las
estatuas sin averiguar lo que representan.Imagine usted en Gante a otro
turista que,so pretexto de ser agnóstico,no vea nada más que líneas y colores
en el Retablo del Cordero Místico. Supongo pues, que ante una efigie de
la Trinidad hindú, sabe usted reconocer los tres rostros a veces idénticos,
a veces totalmente distintos de Brahma, Vishnú y Shiva, y que incluso ha
comprendido usted que Vishnú es el símbolo de la vida perpetua, de la
obstinación en el ser. La potencia de Vishnú mantiene unido el universo.
Sin él todo se desintegra;cuando duerme,los mundos se desvanecen.Quienes han nacido para morir tienen puesta en él su esperanza.En la India le
habrán dicho a usted que es el dios de todas las religiones.Por eso,a intervalos de siglos o de milenios cada vez que el mundo corre peligro de
destrucción,vuelve a encarnarse para consolidarlo o rejuvenecerlo,Nunca
conseguirti usted recordar las múltiples formas de esas encarnaciones sucesivas.Pero las dos más ilustres y más bellas se relacionan con la noche de
marzo que usted ha vivido: son Rama y Krishna.
Los paisajes y las estaciones de la India no han debido de haber cambiado
mucho desde la época de esas encarnaciones,que parecen situarse cqn un
intervalo de varios siglos en un tiempo relativamente cercano al nuestro:
al empezar,según dicen,la llamada ((era de los conflictos ».N o tiene usted
motivo, pues, para sentirse muy desorientado.Empecemos por Rama,el
(
(
encantador», al que no puede usted ignorar sin menosprecio para las literaturas indias y para la sensibilidad del pueblo que le acoge, porque la
devoción a ese dios hecho príncipe está viva en todas las clases de la sociedad. La historia de Rama,con su exaltación de tantos sentimientos generosos y, en especial, de la lealtad y la fidelidad a la palabra empeñada, es
una mina inagotable para ensayistas y narradores;guardando distancias,es
en la India algo así como la de Don Quijote en España;en la India y fuera
de ella; para más de un erudito ahí está el origen del príncipe encantador
de las leyendas occidentales,que sale vencedor de mil pruebas naturales y
mágicas antes de encontrar de nuevo a su amada, a Sita, a la que puede
usted reconocer representada en esas imágenes coloreadas en el papel o en
el yeso que llenan los bazares, y que son portadoras humildes y obsesivas
de tantos valores culturales. Ahí la tiene usted con un loto en la mano,
cubierta de joyas,sentada sobre la rodilla izquierda de Rama,de un Rama
que sonríe,apacible y esplendoroso con su collar y sus pendientes,pero que
no suelta el arco. Detrás de él está su hermano,el puro y valeroso Lakshmanna,armado también.A sus pies, reposa Hanumán,el rey de los monos,
vencedor de los demonios del antiguo Ceilán...
(A propósito de este personaje abnegado, de este animal semidiós, se
preguntará usted si los niños indios tienen los mismos sentimientos con
respecto a los monos que los jóvenes visitantes del parque zoológico de
Londres, de Hamburgo o de Amberes. Sería inverosímil,en efecto, que
mirando unos monos,los indios no evocarán con frecuencia las hazañas del
ejército de Hanumán. D e igual manera, un lector de los Fioretti pensará
en San Francisco de Asís al ver el juego de los pajarillos,y a un aficionado
a la poesía los gatos le recordarán algún verso de Baudelaire.?Le parecen
a usted abusivas esas comparaciones ? Su objeto se limita a sugerirle que los
bestiarios de los distintos pueblos son muy diversos. En el secreto de las
asociaciones mentales, las bestias se convierten también en valores culturales.)
Según se cuenta,Rama,que había hecho voto de no tener más que una
sola esposa,prometió reencarnarsemás tarde para satisfacer las pasiones que
inspiraba a sus fieles.Y así apareció Krishna,el Negro,el Atractivo,el dios
del amor, que supo serlo todo para todos y para todas, por ejemplo, en
aquella selva extraordinaria de Brindabán, no lejos de la Jumna,donde se
sitúa el paraíso más sensual y más inocente que los hombres han podido
inventar.En las noches de marzo el espíritu de Krishna está presente en
Delhi; aunque usted no ha leído ni una línea del Bhagavata Purana,usted
ha pasado indudablemente por Brindabán.
M e escribe usted en su carta :((Anoche estuve invitado a un espectáculo
al aire libre,una cosa interminable,que se llama Kri.rhna Leela. Al principio
creí sucumbir,abrumado por unos discursos patrióticos,eruditos,filósofos,
oficiales,etc. Luego vino una música,de primer momento inquietante,pero
al cabo terriblementemonótona. El espectáculo es una especie de ballet o
revista histórica con trajes maravillosos, elementos de folklore e incomprensibles pasos de baile. Hay demasiada pantomima,demasiados dioses y
demasiados demonios,demasiados personajes,demasiados cuadros que parecen sucederse al azar. Es sin duda ufia reconstrucción folklórica.?Pero
qué sentido tiene todo eso en nuestro tiempo ? <Hay ahí dentro algún mensaje ? N o se sabe. Lo que yo sé es que da sueño.))
Tengo veinte años más que usted,amigo mío, y no puedo decirle, como
merece, que es usted un tonto de capirote;pero si tuviera usted mi edad, yo
se lo diría sin vacilar.La suerte,y la amistad de sus huéspedes,le han llevado
una noche de marzo hasta el umbral de un tesoro cultural fabuloso.N o es
ese el único;hay muchos más en la India que es casi tan vasta como Europa,
y tan poblada y tan diversa;pero ése es uno de los elementos más seductores
y más fecundos de un patrimonio qu-eno pertenece sólo al pasado,sino que
sigue enriqueciéndoseaun hoy;y usted habla de discursos demasiado largos,
de reconstituciones folklóricas: usted no ha comprendido nada.
Cuando en el siglo SVII los campesinos de Oberainmergau hicieron voto
de representar periódicamente la Pasión, y cuando aun hoy siguen cumpliendo ese voto <se trata sencillamente de folklore? Si asiste usted al
espectáculo,por más amplitud que haya cobrado y por muchos que sean
los turistas <se le ocurrirá a usted juzgarlo como una representación
escénica comparable al Pnrsijal o al Barco Fclíztnsma ? N o ; instintivamente
aplicará usted otros criterios,estará usted implicado en seguida; durante
varias horas se sentirá usted cristiano e incluso bávaro, y participará en el
juego.Lo mismo le ocurrió en las pastorales que todavía se representan a
veces en Provenza,y cuyo tema es la infancia de Cristo. También allí hay
(
(trajes maravillosos D y (
(demasiadospersonajes N y N demasiados cuadros »;
pero a usted no se le ocurrirá decir que esos cuadros se suceden ((al azar )>.
Menos solemne,menos ritual,menos espontáneo,el ballet que usted vio
no es, por supuesto,el equivalente de esas representaciones,ni tampoco el
de los autos de la edad media, que podrían reponerse hoy en un teatro con
gran aparato;pero la participación de un público popular en la Pastoral y
en Krishna Leela tiene en común el doble carácter de no haber sorpresas
y de estar cargada de emoción. Poco le costará además experimentar la
misma simpatia y no tardará usted en comprender y compartir esa emoción
siempre queconozca usted de antemano la historia que el teatro o la danza
se proponen revivir.
Supongo que el coreógrafo sólo hizo hacia el final del ballet alguna
alusión a las hazañas de Krishna adulto en la guerra feudal y cósmica en
que tantos príncipes de la misma sangre se mataron unos a otros.Entonces
fue cuando Krishna enseñó a Arjuna,guerrero tentado por la no violencia,
los deberes del combate y de la vida. Aquel inolvidable sermón en un carro
de guerra,era, en efecto,un mensaje »,como usted dice,pero un mensaje
para los filósofos.La vida de Krishna aparece en las representacionesafortunadamente menos austera. Verdad es que los dioses no faltan, ni los
monstruos,ni los demonios,que el héroe está obligado a exterminar cada
día para librar a la tierra de su presencia;pero de lo que se trata sobre todo
es de los trabajos y los placeres de un pueblo feliz,todavía muy próximo
a una especie de edad de oro campesina y patriarcal. Las Mocedades de
Krisha transcurren en los prados y en los bosques,entre vaqueros y lecheras. El príncipe, confiado desde su nacimiento, para escapar de la matanza
de los inocentes,a una familia de ganaderos tan bondadosa como opulenta,
crece en fuerza y en picardía más que en buen juicio.E
l relato de sus burlas,
de sus bromas de niño mimado es inagotable;a todos encanta;nadie resiste
a la seducción de ese infante celestial que, después de abandonarse a los
peores caprichos,desarma con una sonrisa a sus nodrizas,a sus ayas y, más
tarde, a sus amigas. Sus amigas, las compañeras de sus juegos, que son
muchísimas, están dispuestas a olvidarlo todo :trabajo,familia, presente y
pasado, para seguirle o simplemente para buscarle por el bosque. (Más
tarde sus esposas,sus esposas legítimas,serán también decenas,centenares...
hasta llegar en número a dieciséis mil ochocientas ocho). Como todos los
que se acercan a Krishna niño o joven, sus amigas tienen un instante, el
tiempo de un relámpago,la visión de su divinidad :Krishna es Vishnú. El
deslumbramiento de la revelación no les deja casi nunca el recuerdo. La
adoración o el éxtasis desaparecen; la vida prosigue, muy humana, quizá
un poco sobrehumana;los padres adoptivos reanudan sus tareas, un guerrero vuelve al combate, las muchachas danzan y se adentran en la noche
atraídas por el reclamo de la flauta. No m e diga usted nunca más, se lo
ruego, que la flauta le ha parecido monótona.
Ni siquiera fue usted capaz de reconocer a Krishna niño entre los otros
muchachos; más tarde, a pesar de su elegancia, la elegancia del bailarín, le
confundió usted con Bala Rama su hermano y compafiero de aventuras,que
tiene, sin embargo,un estilo muy personal,porque le gusta el vino como
a Krishna le gustan las mujeres y porque ante todo sobresale en las hazañas
gargantuescas (cuando se quiere bañar,y el río no se le acerca, lo engancha
y atrae con el arado). Usted no vio que en el fondo de ese río estaba la
serpiente monstruosa y que Icrishna bailando la abatía; ni vio a Radha entre
las vaqueras y las lecheras, y cuando Radha bailaba con su divino amante
el Rns Lceh,usted pensó que aquello era otra danta tradicional «incomprensible », a pesar de que los amores de Radha y Krishna,la unión entre
ambos y la transfiguración de la pareja que forman juntos fuera de todas
las normas sociales sean los temas de una gran parte de la literatura y, por
supuesto,de varios cultos místicos de las diversas regiones de la India.
Ignorando las virtudes propias de la historia de Krishna, estaba usted
además imposibilitado de apreciar el valor excepcional de los bailarines.
Ciertas figuras,ciertas danzas follilóricas debieron de gustarle por su animación y colorido y porque las rondas,las manos en la cadera, los ritmos
sencillos son siempre agradables. En el siglo xx no hay, en efecto, nada
más universal que el folklore,con su cerámica,sus tejidos,su cestería y sus
bailes; y las rondas corresponden evidentemente a un espectáculo que fue
popular en su origen y debe seguir siéndolo;pero en las danzas llamadas
clásicas, que obedecen a un arte refinado en extremo, usted no ha visto,
según parece, nada más que convención y simbolisino.La técnica de esas
danzas es tan convencional como la del teatro Bolshoi o la de Covent
Garden.Los maestros que la enseñan,por ejemplo,en una escuela como el
Bharatiya I<ala Iíendra de Delhi, son los herederos directos de quienes
hicieron en otro tiempo famosaslas cortes principescas e imperiales.Su saber
es tanto más precioso,por otra parte, cuanto que es muy perecedero;en la
d a m a clásica, el estilo kathak ha estado ya a punto de desaparecer y sólo
se mantienen en la India republicana gracias a la generosidad de algunos
mecenas perfectamente desinteresados.
El estilo Kathak es difícil entre todos;la maestría no se adquiere sin largos
alios de inexorable disciplina, pero abre una libertad increíble. Pase usted
unas,horas,unos días, si puede, en la escuela,con esos bailarines,esos can-
tores y esos músicos, porque no tendrá usted en otra parte ocasión de
admirar un virtuosismo semejante a cualquier edad;pero en la danza sobre
todo no tiene el mundo artistas que dominen más soberanamentesu técnica
y su cuerpo.Usted se sienta en la sala desnuda que llena la vibración fundamental,monocorde e inmutable de la tambura. La bailarina le saluda,y
permanece al principio inrnóvii;luego,cuando el llamamiento que le dirige
el tocador de tabla se va haciendo cada vez más irresistible,le sacan de su
inmovilidad unos ligeros chasquidos de los dedos y se acerca; hace el gesto
de besar los pies del gurú,que está sentado junto a usted; se recoge un
momento : va a bailar, y baila...; cuando obedeciendo a un gesto del gurú
se detenga, no sabrá usted si ha transcurrido media hora o una hora;
hubiera podido bailar todo el día sin cansarse como si improvisara ritmos
cada vez más complejos,ni frenética ni mecánica,sino al contrario con una
precisión cada vez más exigente y un entusiasmo cada vez más poderoso.
Tanta gracia, tanto saber y esa fuerza inextinguible le darán a usted indudablemente unas luces sobre la danza, sobre sus recursos estéticos, y por
decirlo así, estáticos,que no encontrará usted nunca en ningún otro espectáculo de ballet; y por otra parte, esa bailarina, cuya técnica gobierna el
menor gesto y la menor espresión desde el fuego de la mirada hasta la
música de las ajorcas que tintinean al ritmo de los pies desnudos en el
mármol,le comunicará a usted,supongo yo,los prestigios del Krixhza Leela
que no supo usted ver la otra noche.
Por ahí llegará usted también más tarde a la revelación del Krishna de la
poesía. El recuerdo de una bailarina que a los veinte años es ya tan N tradicional D le ayudará sin duda a hojear la Gitn Govinda, el «Canto del
Boyero D que compuso Jayadeva hace ocho siglos, y las variantes más o
menos místicas y más o menos ingeniosas de una docena de poetas líricos,
desde Mira Bai, la princesa, hasta Bihari La1 y Kalí Das, que trataron el
tema entre el siglo xv y el siglo XVIII.N o es difícil encontrarlas traducciones.
Más fácil aún le será mirar y admirar las colecciones de grabados y reproducciones: la pintura india sería poca cosa si no se hubiera inspirado en
los amores de Icrishna;y el director de ese ballet que a usted le pareció
folklórico se había inspirado por fuerza en los viejos pintores del Pendjab,
que iluminaron los manuscritos en loor de Krishna. Todavía en tiempos
muy recientes ha sido ICrishna el tema preferido de JaminiRoy en Bengala
y sobre todo de George I<eyt en Ceilán.N o es el pasado lo único que explora
usted cuando aprende a conocer a Krishna,el cual no ha corrido la suerte
de otros dioses,como Apolo o como Orfeo,ni es competencia exclusiva de
los arqueólogos.
La prueba la tiene usted en el mismo Kri.rhm Leela. Sus encantos le
dejaron indiferente;su ardor carnal y religioso le defraudó; sus tesoros
poéticos le aburrieron, Eche usted, siquiera,la culpa de esa frustración al
azar, a los discursos o incluso a la obscuridad, que no le permitía leer el
programa. ?Por qué no ? Pero cuando le cuentan la historia de aquel geómetra del siglo XVIIIque, después de haber visto una tragedia de Racine,
preguntaba al salir del teatro :a Y <qué demuestra eso ? ))no dirá usted
que sea Racine el más digno de lástima. Las danzas,los cantos y las pantomimas que se inspiran en las leyendas de Krishna tienen por objeto agradarle;ni los coreógrafos,ni los bailarines se proponían demostrarle ninguna
verdad abstracta,ni enseñarle nada sobre la historia local,ni expresar con
imágenes de Epinal unos dogmas que usted debiera aceptar como articulo
de fe. La aventura divina que representan proclama sin duda que la vida
vale la pena de ser vivida y que el mundo puede verse libre de sus terrores;
pero eso lo proclaman constantementela música, la danza y probablemente
todas las artes,que sólo predican a convencidos.Esa afirmación,que en la
historia de Krishna tiene más fuerza persuasiva que nunca,no suele usted
rechazarla n
i pasa usted su tiempo tapándose los ojos y las orejas ante todo
lo que sea belieza y fantasía.Esta vez, sin embargo,no ha podido usted salir
de sí mismo, ni de sus costumbres, de su embarazo de extranjero, que
voluntaria y desesperadamente se mantiene extranjero.
Si el esplendor de las decoraciones y de los trajes no le conmovía bastante hubiera usted podido, en rigor, dárselas durante el espectáculo de
historiador de razas y religiones, distracción más seria con la que hubiera
podido reemplazar el mensaje que usted buscaba. Hubiera usted podido
observar,por ejemplo,que Krishna, lo mismo que Rama,tiene siempre la
piel de un color muy oscuro,que en algunas pinturas es casi azul nocturno,
porque no pertenece a la casta de los brahmanes, sino a la de los nobles y
guerreros; hubiera especulado usted sobre su origen dravidiano, por lo
demás controvertido,y sobre las luchas y los cambios que ese color simboliza;en los tiempos védicos y en épocas posteriores, los arios se mezclaron,
sin suplantarlas,con las poblaciones ya establecidas, cuyas razas y lenguas
siguen dominando en el sur de la India.A tales mezclas deben las culturas
del país su complejidad y su riqueza. Reflexiones como esas, que no son
inútiles,hubieran podido entretenerle;pero la verdad es que están a mil
60
leguas del Kri~hna Leela que no le hablaba a usted más que de alegría.
También es verdad que para entender ese gozoso lenguaje hubiera tenido
usted que saber cuanto acabo de explicarle y algo más todavía. Nada le
hubiera sido más fácil. Sin hablar de lo que se puede aprender en los libros,
le habría bastado preguntar en Delhi a un amigo,no digo al más erudito,
sino a cualquiera. Unas indicaciones,algún recuerdo personal,alguna anécdota le hubieran abierto a usted el camino.Es probable incluso que el tono
de quienes le hablaran de las leyendas y del culto de Krishna,hubiera suscitado en usted una disposición favorableal espectáculo;hubiera estado usted
en condiciones de comprenderel desarrollo de las escenas y los cuadros que
le desconcertaron y de adivinar quizá el sentido profundo de esa inmensa
historia que se desenvuelve simultáneamente a ras de tierra y en el nivel de
lo sobrenatural,y que acumula con magnificencia hazañas descomunales
para dejar mejor asentada la victoria de la vida y del amor.
Salir indiferente y un poco despectivo de un espectáculo en que todo un
pueblo se complace, no es cosa grave, cree usted. Lo siento por usted.
Hágame caso :vuelva al Kri~hnaLeela o,si hay una representación mientras
dure su estancia,vaya a ver el Ram Liza ; pero procure usted estar presente
por entero.Ese teatro abierto bajo las estrellas no se parece nada a lo que
fue la ópera en tiempos de Stendhal,cuando iban los elegantes al último
acto para aplaudir con la punta de los dedos el aria del tenor célebre. N o
tenga usted inconvenienteen emocionarse;no se niegue el placer de seguir
la fábula desde el principio hasta el fin;esfuércese en juzgar a los actores,
a los bailarines y a los músicos con arreglo a las normas que ellos siguen y
teniendo presente lo que quieren hacer y lo que quieren expresar.La India,
con toda su historia,su civilización y su vida no por eso va de repente a
convertirse para usted en algo tan familiar,tan inteligible y tan claro como
su ciudad natal;llegar a tanto no es cosa fácil; pero le aseguro que se sentirá un poco menos extranjero. Comprender un fragmento de una cultura
tan vasta, aunque no sea lo mismo que explorar en profundidad la India
moderna y el hinduísmo,le habyd.permitido alcanzar una dimensión nueva
de su inteligencia y de su sensibilidad.
L a necia pregunta de todos los viajeros apresurados :((¿Cómo es posible
ser indio ? )) seguirá preocupándole mientras no se haga usted indio. Si
fuera usted incapaz de esa conversión provisional,no veo por qué prolonga su estancia en la India.A ver si m e explico :cuando se va al Líbano,
hay que hacerse árabe.
Conchsión
Saber para ver, mirar para comprender...
Cuando se piensa,para el futuro,en los progresos de la razón y de la paz,
se piensa en la juventud. Por ello, los jóvenes son sobre todo quienes
deberán comprender y apreciar,por ellos mismos,en el sentido en que cada
uno desea ser amado por sí mismo, los valores culturales de los diferentes
pueblos del mundo.
Por desgracia,losvalores culturales de un país -sus valores intelectuales,
artísticos,morales, sus valores tradicionales, jurídicos, sociales, etc.- no
se presentan a los extranjeros (nia los nacionales) como objetos en las vitrinas de una exposición. N o se visitan, no se examinan con más o menos
curiosidad,cómodamente clasificadostras un cristal y acompañadosde letreros explicativos.Son cosas vivas y complejas,inseparables de los seres que
inspiran o condicionan y quienes a su vez los modifican sin cesar. Si no se
sabe nada de ellos,pasan totalmente desapercibidos.Pero si no se les ve, si
no se les observa como fenómenosconcretos,se corre el riesgo de no comprenderlos.
Esos valores pueden revelarse con motivo de reuniones,de fiestas o de
viajes (y de los viajes sin moverse que permite hacer la lectura o de las
fiestas casi gratuitas que procuran algunos espectáculos,algunas películas).
Y entonces ya no resultan ideas vagas,sino objetos singulares,quizá únicos,
e incluso frágiles,y objetos que inspiran el mayor interés.
Para hacer su descubrimiento,no basta con recorrer el mundo, y no es
necesario ver las ciudades más célebres ni los países más extraños. Una
ensayista inglesa,viajera experimentada,autora de excelentes obras sobre el
Asia Menor, señala con justeza :
(
(
Para un buen viajero,no existen lugares sin interés.Se instala en cual-
62
quiera de ellos,se compenetra con ellos.Se complace en descubrirel mundo
y su diversidad desconocida,siempre nueva.Esa participación viva es lo que,
a mi juicio,distingue al viajero del turista,que permanece aislado,como en
el teatro,en vez de participar en la obra que se represental... D
En millares de ciudades y de aldeas, el viajero que sepa mostrar interés
verá los valores culturales auténticos de los hombres de nuestra época.Es
fácil atravesar esas ciudades,echar una ojeada a sus monumentos y a sus
costumbres y no conservar de ellas sino recuerdos pintorescos,que no tardarán en borrarse si las fotos no les prestan una apariencia de vida. Sin
embargo,no es muy difícil interesarse por 10 que se ve, sobre todo cuando
el espectáculo parece insólito, ni reconocer que no se sabe algo, a fin de
superar esa ignorancia.Al menos se evitan así algunas de las actitudes del
turista fatigado : la resignación,taciturna o altiva,al no hay quien comprenda a esta gente D, o la cordial condescendiente,que además no suele ser
sincera,hacia esos pobres indígenas que desfilan,danzan,tocan la corneta,
rezan,cantan o lloran en lugar de vivir como el común de los mortales.Esas
actitudes ceden su lugar a la conprensión e incluso a la participación de
que habla la viajera inglesa.Comprender las reglas del juego,es ya empezar
a jugar.
?Podremosexplorar así todas las culturas? Nadie puede aprender todas
las lenguas.Y ni aun quienes se interesan por las lenguas pueden aprenderse
los diccionarios de memoria :los mejores lingüistasse contentan con analizar
la estructura de los idiomas y comprobar la aplicación de algunas normas :
morfología, sintaxis, etc. N o menos vano sería tratar de establecer una
colección completa de hechos, de nombres propios, de anécdotas y casos
extraiios para comprender los valores culturales extranjeros. En cambio,
es posible buscar algunas explicaciones fundamentales estudiando,por ejemplo, lo que en literatura se denominan los ((grandes temas ». La mayoría
de las personas que pertenecen a una cultura determinada reaccionan,
conscientementeo,muchas veces inconscientemente,con arreglo a las mismas normas,tanto si las aceptan como no, frente a determinados temas:
vida, destino,amor,trabajo,muerte,familia,idea de la sociedad,sentido de
la persona y sentido de la historia,figuras del ensueño...
Sin embargo,casi nunca se abordan de frente esos teinas. En vano preguntamos a quemarropa a un amigo extranjero lo que piensa del trabajo,de
I.
Freya Stark. Alexander’s Patb.
la religión o del amor, en vano por lo menos si queremos saber lo que
realmente piensa cuando se entrega por completo,en cuerpo y alma, a esos
problemas y a esas emociones.Para conseguir algo que no sea una respuesta
(
(
correcta », amable y distraída,hay que partir de los hechos y de las cosas :
situaciones concretas, manifestaciones públicas, obras de arte. Sólo así
podrán comprenderse y apreciarse maneras de obrar,de pensar y de sentir
sobre las que antes sólo se tenían vagas nociones,cuando no prejuicios.
Pero las vagas nociones eran indispensables.La experíencía que supone
un viaje o un espectáculo puede ser vana si no encaja en un conjunto de
conocimientos. El joven Mohammed, en Quezac-sur-Dordogne,
era capaz
de interesarse por valores puramente locales,(en apariencia), y de comprender después que eran características de una cultura mucho más amplia que
una provincia e incluso que un país. Lo comprendía-porquedisponía ya de
un conjunto de nociones en el que podía integrar los valores culturales de
ese país. Al menos en sus líneas generales,conocía la historia y la geografía
humana de Europa, la evolución de la cristiandad y las concepciones del
Occidente en materia de economía,de vida social,etc. Gracias a estos conocimientos imprecisos,puede tener un sentido su minúsculo descubrimiento
de Quezac. Y al mismo tiempo,ese saber sólo tiene valor y significación
para Mohammed si se encarna en experiencias como la de Quezac.
Nadie se desanimará, es de esperar, ante la perspectiva de todo lo que
habría que saber para poder situar y comprender fenómenos análogos en
cualquierpaís de los cinco continentes.Pero también hay atajos.Y entre ellos
merece recomendarse especialmente, por ejemplo, la lectura de algunas
obras destinadas precisamente a exponer los elementos que pueden considerarse fundamentales en una forma de civilización o en una cultura nacional. Entre esas obras, que han comenzado a publicarse recientemente por
iniciativa de las Comisiones Nacionales de la Unesco, algunas son muy
detalladas,como las relativas al Japón,a Corea 1, otras tan sucintas COMO
las que acaban de intercambiar,en cierto modo, los Estados Unidos y la
India 1. Todas ellas son útiles y todas permiten situar encuentros y experiencias en el contexto de la vida social y del pensamiento tradicional, tal
como los conciben representantes autorizados de las culturas de que se
trata. Los valores culturales se manifestarán con toda claridad a quienes
puedan someter esos textos a la prueba de una experiencia personal.
I.
Véase el anexo adjunto.
Para concluir,nos contentaremos con indicar, sencillamente,que no es
posible apreciar los valores culturales si no se estudia y no se mira. Las
páginas que preceden no tenían más objeto que invitar al estudio y a la
atención,y recordar,además, el interés de ese estudio,que puede hacerse
en múltiples ocasiones y, en cierto modo, con los pretextos más variados,
j7 que tiene por finalidad hacernos más finamente humanos. Quizá hubiera
bastado con citar unas palabras de Rousseau :((Cuando se quiere estudiar
a los hombres, hay que mirar cerca de sí; pero para estudiar al hombre,
hay que aprender a mirar a lo lejos;hay que empezar por observar las diferencias para descubrir las propiedades 9.Sin embargo,ya que en nuestros
días el progreso técnico suprime las distancias y que entre Oriente y Occidente apenas quedan lugares reservados a los pioneros y a los etnógrafos,
podemos permitirnos corregir ligeramentea Rousseau :((...pero para estudiar al hombre hay que aprender a levantar la vistan. Porque los valores
culturales se perciben siempre algo más alto que al nivel de las necesidades,
del conformismo y de la rutina.
I.
Ensayo sobre cl origen de las lenguas.
Anexo
Lista de obras y documentos varios sobrelas culturas del Oriente y del Occidente
Obras sintéticas de documentación
Corea
Ützesco Korem 5ztrvey. Es un estudio enciclopédicode la cultura coreana realizado
gracias a la Comisión Nacional; se compone de 1 5 capítulos y tiene m á s de
880 páginas de texto. En ellas se estudian sucesivamentelos diferentes aspectos
de la enseñanza,de las ciencias,la cultura,la religión y las artes, así como las
principales instituciones culturales y científicas.U n capítulo adicional está dedicado a los monumentos y a las bellezas naturales,mientras que en diversos anexos
figura la lista de las leyes más importantes,de las universidades y colegios,de los
periódicos y revistas,así como también estadísticas (80 páginas) con mapas y gráficos,una cronología de la historia coreana,etc. La obra está abundantemente
ilustrada.
Japón
Japm, its Land, People and Cuhre. Este volumen, compilado por la Comisión
Nacional,constituyeuna verdadera enciclopedia en lenguainglesa,de I IOO páginas,que da una idea de conjunto de las artes tradicionales,de la literatura,de la
música, de las danzas y de los juegos,de los usos y costumbres del Japón.La
obra trata igualmente del desarrollo político, económico,científico e industrial,
así como de los progresos realizados en la esfera de la educación. Está profusamente ilustrada.
Textos de lectura
NumerosasComisionesNacionales de la Unesco han comenzadoa preparar textos
de lectura recreativa sobre su cultura nacional, y también colecciones de documentos.Cabe citar Australia,Birmania,Camboya,Checoeslovaquia,China (República de), Filipinas,Finlandia,India,Japón,República Árabe Unida, Tailandia,
Vietnam. Otros diecisiete países han facilitado elementos para la preparación
de cuadros murales.
Además, diversos países han tomado espontáneamente iniciativas en el mismo
sentido. He aquí algunos ejemplos :
Australia
La Comisión Nacional ha preparado el texto de un folleto destinado a ser
difundido sobre todo en Asia Sudoriental, para dar a los alumnos asiáticos una
imagen más exacta de la cultura y del modo de vida australianos. Este folleto se
va a traducir a varias lenguas de la región mencionada.
Itaiia
Aspects de la culture italienne :expositions photographiques ifanérantes. La Comisión
Nacional ha preparado para Oriente los modelos de tres exposiciones fotográficas
circulantes, a fin de dar a conocer a los escolares los aspectos característicos de
algunas ciudades típicas de Italia (Rávena bizantina, Siena medieval, R o m a
barroca).
Proyecto bilateral (Nueva Zelandia-Camboya)
La Comisión Nacional de Nueva Zelandia ha lanzado un llamamiento a varias
comisiones nacionales de Asia para que le faciliten textos y material escolar que
le den una imagen justa de sus países respectivos. La Comisión Nacional de
Camboya ha respondido a ese llamamiento publicando un folleto para niños de
diez a doce años, titulado La familia Nou-Men.
Vietnam
La Comisión Nacional prepara un juego de documentación visual sobre la vida
y la cultura vietnamesas, destinado especialmente a los estudiantes extranjeros. La
misma Comisión ha llevado ya a buen término una obra destinada al público
escolar de los países de Occidente. Viet N a m qaotidien ef culturel, por el Dr.Thai
van Kiem.
Obras de referencia
Alemania (República Federal de)
En I 9j9,comenzó la preparación de una serie de obras sobre el tema a OrienteOccidente ». Los cuatro primeros títulos anunciados son : Consecuencias a% /as
nuevas tendencias de Asia para la economíay ja enseñanza alemanas, por el profesor
A. Bergstraesser; El lugar de Asia en el mundo contemporáneo,por el profesor E.Sarkisyans (de la Universidad de Friburgo); una idea general de las relaciones culturales entre la República Federal de Alemania y los países de Asia; así como una
traducción del folleto del Sr. G.Fradier, Orientey Occidetlte :hacia la comprensión
mutua.
Argentina
La Comisión Nacional ha decidido editar cuatro series de diapositivas en color,
que ilustran diversos aspectos de las culturas orientales. Además, ha difundido
por vía comercial un disco con lecturas de poemas del Gifaydi de Rabindranath
Tagore.
68
Austria
La Comisión Nacional ha emprendido la publicación de una serie de volúmenes
ilustradosque se destinan al público de habla alemana,y que presentan las culturas
de diferentes países del Oriente.Han aparecido ya tres volúmenes : Islam, heute,
400 Millionen suden einen Weg por Hans
rnorgen por Ernst Bannerth; Indien
Manndorff; Nusantara, Wunderwelt Indonesien, por Gustav de Jong. Hay otros
volúmenes en curso de preparación : Geistke Stroniungen des neuen Indien, por
m
por Herbert
ConstantinRégamey; Turhi Vom Osnianenreicb ~ u Nationalstaat,
Kansky; Byxanx, por Endre Ivanka;Tibet, por René Nobesky-Wojkowitz.
Canadá
En 1961,la Comisión Nacional publicó una lista de libros sobre los países de
Oriente,destinada al público canadiense.Esta lista comprende unos 500 títulos
clasificadosen tres secciones:a) Islam (que abarca el Oriente Cercano y Medio,
algunas partes de &rica, Asia Central, el subcontinenteindio,y a veces incluso
Europa); b) La India y el Asia Sudoriental;c) El Lejano Oriente.
Folletos destinados al público en general: Le Canada et I’Asie, L’Asie en éuolution, Les études asiatiques et les Universités canadiennes, Dialogue 1919, etc. La Comisión Nacional publicó en 1959 un catálogo,con notas, de todas las películas
asiáticas y de películas que tratan de Asia,disponibles en el Canadá,o que es fácil
obtenerlas.
Checoeslovaquia
Desde 1945 aparece en checo una revista mensual: E
l Nlievo Oriente. Desde
1960,cada dos meses se publica una edición en inglés de esta revista con el título
de Netv Orient Binionthj. La redacción se ha confiado a un equipo de jóvenes
orientalistasbajo la dirección del Dr.B. Zbavitel.
Estados Unidos
Traditional Values iii kbnericnii Lije, por Ralph-HenryGabriel (Comisión Nacional,Wáshington).
India
Traditional Vahes in Indian Life, por Sudhakar Chattopadhyaya. (India International Center,Nueva Delhi).
-
-
Nepal
La ComisiónNacional de este país, sobre el que son escasas las obras destinadas
al público en general,ha comenzado la preparación de una monografía ilustrada
en inglés,que se prepara con la colaboración de especialistas extranjeros,y que
tiene por objeto dar a conocer mejor la cultura nepalesa en el extranjero, sobre
todo en los países de Occidente.
Noruega
La Comisión Nacional ha publicado una guía (Sta4 guide) sobre el Japón,para
uso de directores y animadores de organizacionesque se dedican a la educación
de adultos.En 1961,con la ayuda de la Unesco,emprendió la preparación de
otras cuatro guías que tratarán de la India,el mundo arabe, Irán y China.
Suecia
Con ayuda de la Comisión Nacional, el Club Internacional del Libro publicó
en 1959 un estudio en sueco,titulado Oriente-Occidente:planteamiento de los
problemas que entraña el Proyecto Principal de la Unesco.
Tailandia
El Instituto Nacional de Cultura (Bangkok) ha publicado en inglés una serie
de diecisiete folletos que abarcan los aspectos más diversos del complejo cultural
tailandés. Entre los títulos de esta (< Thailand culture series », mencionaremos :
The cultures of Thailand, Tbai literature and Swasdi Raksa, Thai architectut-e and
painting, Thai mgsic, Thai Buddhist sculpture, The story of Thai, Marriage custom, Thai
latzguage, etc. Además, está en preparación una biografía de obras en lenguas occidentales que tratan de Tailandia.
Turquía
La ComisiónNacional ha iniciado la preparación de una obra en dos volúmenes
sobre la historia de las artes turcas,como continuación al primer congreso internaciorlal de arte turco,celebrado en Ankara en 1959. Esta obra estará destinada
especialmente al público extranjero.
Varias comisionesnacionales han publicado,en forma multicopiada,listas y catálogos de material audiovisual disponible (películas,diapositivas, colecciones de
reproduccioneso de copias,discos,grabaciones magnetofónicas,etc.), sobre otras
culturas o sobre la cultura nacional para uso de un público extranjero ('Bélgica,
Canadá, Estados Unidos de América, Francia, Ceilán, etc.).
Algunos países han emprendido también la preparación de coleccionesde material visual, e incluso audiovisual,sobre su cultura nacional. Cabe citar la importante colección de vistas fijas en color producida por el Japón sobre la historia
de sus artes visuales y de sus jardines,las colecciones análogas que preparan
Italia,Tailandia,India,etc.
Documentacion disponible a título gratuito
PERI~DICOS
Oriente-Occidente, boletín trimestral [en español,francés e inglés].
El Correo de la Unesco. Números de abril,junio,y diciembre de 1918; julio-agosto
de 1961;diciembre de 1961 [español,francés e inglés].
CATÁLOGOS Y LISTAS BIBLIOGRhFICAS
Lista alfabética de publicaciones de la Unesco.
Catálogo de siete exposiciones circulantes de la Unesco (tres de las cuales tratan de
Orieate :c Grabados japonesesen maderaD; ((Dosmil años de pintura china»;
Miniaturas persas »> [español,francés e inglés].
(
(
Vie et pensée de 1’Asie :Libliograpbie pozrr
la jezinesse, por
B. Dhingra [francés e
inglés].
800 r e v w d’Asie (publicadopor la Comisión Nacional francesa de la Unesco).
Bibliografía sobre teizas orientales publicados en castellano, por O.Svanascini.
Film on Asia available in Canada [inglés].
Film OIZ Asia :selected List.Establecidapor la Asia Society,Nueva York. Dirigirse
a The Asia Society,IIZ East 64th Street, Nueva York.
Oriente :A surve_Y ofjlm.Preparadopor el British Film Institute,164Shaftesbury
Avenue, Londres, W.C.z (1959) [inglés].
A Selectad bibliogra@y of books,films,filmslides,records and exhibitions about
Asia (Comisión Nacional norteamericana,I9j 7).
FOLLETOS Y OTROS DOCUMENTOS
-
14riistes d’Orient,artistes ZOccident
Enstern arfists, western artists (Reunión de
Viena, septiembre de 1960) [francése inglés].
L a enseñaqn acerca del Oriente,por T.Ivor Davies [español,francés et inglés].
Oriente-Occidente:hacia la co?zprensión 7nutua, por G.Fradier,Unesco,París.
Orieizt-Occident:rencotitres et injuences d~irataicinquaizte siicles d’art (catálogo de expo-
sición)París I 9j9 [francés].
Rabirldranath Tngore (catálogo de exposición) París I 961 [francés].
The ny we h e (NuevaDelhi,1960)[inglés].
Conies dzi Cmnbodge - Talesfrom Cambodid (doc.Unesco/TE/r)[francés e inglés].
Azi Japon nvec des enfants japonnis In Japan witb Japanese Cbildren (doc.Unesco/
-
TE/z)[francése inglés].
Les Pbilippims -Tbe Philippines (doc.Unesco/SE/j)[francése inglés].
Cmdros mzirales pedrrgó’icos [inglés]. Camboya, Ceilán,Filipinas,India,Indonesia,
Japóny Tailandia.
Documentación puesta en venta
DIAPOSITIVAS
Coltzdn Utiesco de diapositiuas de obras de arte.París, Publicacionesfilmadas de arte
historia,44 rue du Dragon.Precio máximo : 10dólares (EE.UU.) (inciudios
gastos de envío). Las institucionesde carácter educativo y culturalgozan de una
reducción del 20 9;. Los pagos pueden efectuarse mediante Bonos de Ayuda
de la Unesco.Notas explicativas en español,francés e inglés.
I .a serie ; E&to
:Pintzirm en tumbasy templos.
2.a serie :Irán :Ilfiniutm-aspersas.
3 .aserie :Indin :Pintims de las czreuas de Ajantu.
9.a serie :Ceilán:Pinturas de iernplosy sunttfarios.
1o.aserie : Nubia :Obras maestras eti peligro.
I I .a serie ; URSS :Icoco,zosrusos primitivo.r.
I 2.a serie :México :
Pinturas prebispánicrrs.
Trésors de I’lna’~. Parfs, Publicaciones filmadas de arte y de historia (44, rue du
Dragon). Texto explicativo en español, francés e inglés. Precio :3 0 F la serie
de 40 diapositivas para las instituciones de carácter educativo y cultural. Publicadas por la Comisión Nacional Francesa de la Unesco.
Orient-Occident :Retacontres et inpuences h a n t cinquante siecies d’art. París, Comisión
Nacional francesa de la Unesco (23 rue La Pérouse). Texto explicativo en
español, francés e inglés. Precio de exportación :48 F franqueo aparte (libre
de impuestos).
L’Art du Gandbara et de I’Asie centrale. París, Comisión Nacional Francesa de la
Unesco (23, m e La Pérouse). Texto explicativo en español, francés e inglés.
Precio 48 F, franqueo aparte (libre de impuestos).
PELfCULAS
Oriente-Occiúente,imágems de tma exposicidn.Unesco, Departamento de Información,
1960.Versión espafiola, francesa e inglesa. Película en blanco y negro, 35 m m
y 16 m m 20 minutos. Precio de la peücula en 16 mm: 45 dólares (Estados
Unidos).
Terre des Dieux (sobre Egipto). París, RTF (Division commerciale), 107,rue de
Grenelie. Duración :26 minutos. Precio :zoo dólares (Estados Unidos).
Miniaturespersanes. París, realizador Sr. Feri Ferzaneh.3 5 mm.Duración :20 minutos. Precio: 4jo dólares (Estados Unidos).
CARPETAS DE DOCUMENTACI~NPARA EL PERSONAL DOCENTE
Asia Society,
East 64th Street. 1960. 2 dólares (Estados Unidos).
Teacbers’ Packet on Soufbeast Asia. Sólo en inglés. Nueva York, The Asia Society,
112 East 64th Street, 1960. 2 dólares (Estados Unidos).
Japan :A Packetfor Teachers. Sólo en inglés. Nueva York, Japan Society, I I 2 East
64th Street, Nueva York. z dólares (Estados Unidos), franqueo incluido.
A Pacht on the MiaYle East. Sólo en inglés. Nueva York, American Association
for Mddle East Studies. 730 Fifth Avenue. 1960. 2 dólares (Estados Unidos).
Edición revisada 1961.
Commonwealtb Insz?tute Stz& Kits. Sólo en inglés.Londres, Commonwealth Institute
(South Kensington). Precio :24 dólares (Estados Unidos), franqueo aparte.
Teacbers’ Pacht on Soutb Asia. Sólo en inglés. Nueva York, The
112
DISCOS
de la musique classique de l’Inde. Editada por Alain Daniélou, París,
Ducretet-Thomson(19,rue Lord Byron). Texto explicativo en francés e inglés.
Tres discos microsurco de 3 0 cm.Precio :6 dólares (EstadosUnidos), cada disco.
Antbologie mxrica& de I’Orient. Cassel (República Federal de Alemania) :Barenreiter
Verlag, Heinrich Schuts Aliee 29. Colección dirigida por Aiain Daniélou. Texto
explicativo en alemán, francés e inglés. Precio: 6 dólares (Estados Unidos).
Discos publicados :Laos, Afganistán, Camboya, Irán (z discos).
Antbologie
Musique de l’Inde :Ragas du matin et du soir. Por Ustad Ali Akbar Khan, Sarod.
Presentaciónpor Yehudi Menuhin. París. La Voix de Son Maitre,FALP 473
(artístico 30 cm). Precio máximo : 7 dólares (Estados Unidos).
ÁLBUMES DE ARTE DE LA << COLECCIÓN UNESCO DE ARTE MUNDIAL D
Nueva York.New York Graphic Society.Publicadosen alemán,español,francés,
inglés e italiano.Precio único : 18 dólares (Estados Unidos).
Australia. Pinturas abortgenes - Tierra de Ardeim.
Ceilán. Pinturas de tenrplosy santrlarios.
Egipto.Pinturas en tzmbasy templos.
España. Pinturas románicas.
Etiopía. Manzmritos iluminados.
India. Pinturas de las cuevas de Ajanta.
-
Irán. Miniaturas persas.
Biblioteca Imperial.
Israel.Mosaicos antigtos.
Grecia. Mosaicos bixantinos.
Japón.Pinturas bzidicas ant$uas.
Masaccio. Losfrescos de Florencia.
México. Pinturas prehispánicas.
Noruega. Pinturas de las << Stavkirkei ».
Checoeslovaquia.Manuscritos iluminddos románicosy góticos.
TurquIa. hlantíscritos ihninados primitivos.
URSS.Iconos raros primitivos.
Yugoeslavia.Frescos medievales.
Bulgaria. Pintnras mzirales de la Edad Media.
Túnez.Alosaicor antiguos.
UNESCO
noLsILInRos DE
ARTE
Aparece en seis lenguas,el precio de cada volumen está fijado en 3,50 francos en
la edición francesa.En las otras ediciones el precio no será en ningún caso superior a I dólar (Estados Unidos).
Los diferentes editores son :E. Flammarion,París; Collins, Londres; The New
American Library of World Literature Inc.,Nueva York; R. Piper and Co.
Verlag Munich; J. M.Meulenhoff, Amsterdam; Silvana Editoriale d’Arte,
Milán; Editorial Rauter S.A.,Barcelona; Editorial Hermes S.A.,México,
-todasestas ediciones se han preparado en colaboracióncon la Unesco y están
impresas por la casa Almicare Pizzi,Milán (Italia).
Títulos disponibles (1963)
Egipto -Pinturas en tumbasy teinplos.
Irán -ilfiniaturaspersas.
Espaga
Pitituras románicus.
URSS -Iconos rusos primitivos.
Yugoeslavia
Frescos medievales.
-
-
-
India
Pinturas de las cuevas de Ajanta.
Japón
Pinturas bzídicas ant&uas,
México
Pinturas prehispánicas.
EL ARTE REFLEJO DEL HOMBRE (MAN THROUGH HIS ART)
La Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza
tiene el propósito de producir, gracias a una ayuda económica de la Unesco,
una serie de volúmenes que ilustren,por medio de reproducciones de obras de
arte de diferentes países de Oriente y Occidente,algunostemas constantes y esenciales de la vida humana, tales como la familia, la muerte, el amor, etc. Este
material visual irá acompañado de textos y comentarios que podrán utilizarse
tanto en la enseñanza como en cursos de educación extraescolar.
SELECCI~NDE TRADUCCIONES DE OBRAS ORIENTALES
Abu Bakr. (BenTufayl) :Eljilósgo autodidacto, versión de Angel GonzálezPalenCia. Madrid, Imp. de Edic. Jura.
Abu Ishag,de Elvira Diwan. Publicado por primera vez,con introducción,análisis y notas por Emilio García Gómez.Madrid. Consejo Superior de Estudios
Árabes de Madrid y Granada, 1944.
Abz-U1-Adib.El Diván. Versión de Juan José Domenchina.México, 1945.
Akutagawa, Ryunosuke.El biombo del injerno. Versión de Kazuya Sakai.Buenos
Aires. La Mandrágora,Colección Asoka.Los cuentos que integran el volumen
son :a Rashomon », ((Lanariz», N En el bosque », Kesa y Morito n y N El
biombo del infierno».
Al Ghazali. O Hijo (Ayyuha’lWalad). Versión de F. Lator.Imprimerie Catholique.Beirut, 1952.
Antiguospoemas chinos anónimos. Versión y selección de Horacio Jorge Becco y
Osvaldo Svanascini.Buenos Aires. Editó Sociedad Amigos del Arte Oriental,
‘952.
Lo Ta Kang. Versión de
M a Ce Hwang (Marcela de Juan). Buenos Aires. Espasa Calpe Argentina S. A.,
Colección Austral, no 787, 1947.
Aurobindo,Sri.Elementos de Yoga.Versión de Patricia Canto.Buenos Aires,Saros,
191 5.
-. L a síntesis del Yoga. Versión castellana de Noemí Rosemblat.Buenos Aires,
Saros, 1956.
Basho. Poemas. Introducción,versión y notas de Osvaldo Svanascini. Buenos
Aires, Instituto Argentino-Japonés de Cultura, 1958.
Basho. Jaikais de Bashoj ak sus discijulos. Versión de Jaime Tello, tomado de la
traducción del japonés al francéspor Kuni Matsuo y Emile Steinilber-Oberlin;
Bogotá, Colombia,Librería Voluntad,S.A., I 941.
Antología de cuentistas chinos: Selección y prólogo de
I.
Estas obras han sido seleccionadas entre las que cita la Bibiiografia sobre temas orientales
pzrblicados en castelano de Osvaldo Svanascini, Unesco. París, ~ g G o .
74
Bhagavad-Gita o el Canto del Buemt)extL[rmi'o,Versión,prólogo y notas de JoséBarrio
Gutiérrez.Buenos Aires, Aguilar,Biblioteca Filosóficano 9,19j7.
Calidasa. Ronda de las estacioiies. Versión castellana de Enrique Fernández Latour,
tomado de la versión francesa de E.Steinilber-Oberlin.Buenos Aires, G.Kraft
Ltd.,Colección Luces Eternas, I 9 5 4.
Cnlila y Diinna. Fábulas, leyendas,refranes,máximas y consejos orientales por
Báidabi (el filósofo hindú). Única versión castellana vertida directamente del
original árabe (versión al árabe de Abdul'lah bnu-1-Mugaffa'a). Buenos Aires,
Ed. Arábigo-Argentina El Nilo, 1948.
Confucio.Los ciratro libros de jlosofía moraly politica de China. Versión de J. Farrán
y Mayoral. Barcelona,JoséJanés,1954.
-. Filosofía moraly puliticd de China. Versión de Antonio Zozaya. Buenos Aires,
Siglo Veinte, 1943.
-. Trafados moralesy politicos. Barcelona,Iberia, I 959.
Confucio y Mencio (Kung-Fu-Tse)-(Meng-Tse).Los libros ca/hicos chimr. Versión de Juan y José Bergua. Estudio premilinar y notas de Juan B. Bergua.
Madrid, Ibéricas.
Coomaraswamy,Ananda.;1 ,4rfesy ojcios de lrz Ii~diayCeiláti.VersiGn de J. Dubon.
Madrid, M.Aguilar, s/f, 2j4 p.
Cuentos chinos. Barcelona,Araluce, 1956,80 p. y láminas.
Cz~eiifosde hadas chiios. Versión de E. Macho Quevedo. Barcelona, Molino,
1955.
Cztentos de hadar de la India.Versión castellanade Alfonso Nadal.Barcelona,Molino,
1954.
Cuentos egipcios. Barcelona,Araluce,I 9j 6.
Cuezfosjaponeses. Versión de Takeshi Ehara,Buenos Aires,Iio-Slii-E.
Ctcetitos malgyos. Madrid, Revista de Occidente.
CrLenfos mzlq~os.Barcelona, Araluce. Los mejores cuentos de todos los países,
XXIV, 1952.
Cgientos mvich/h. Barcelona,Araluce,Los mejores cuentos de todos los países, 3 6;
19j2.
Cuextos populares de China. Madrid, Revista de Occidente,Colec.Musas Lejanas,
1944,'84 P.
Ctientos popnlares ii/nrroqi/iu.1, Cuentos de miniales, Versión de Mohainmad 1bn
Azzuz Haquim.Madrid, CSIC, 1954.
Cueiztos fc/rcos. Barcelona,Aralnce, I 956.
Chandidasa.Los a//loresde Rada y de Krisrm,poema bengalí.Versitn de Leopoldo
de Zabalo.Barcelona,((Anfora »,1942.
Chan Wing-Tsit,Conger,George P.,'I'akasuku,Junjiro,Suzuki,Daiseta Teitaro
y Sakamaki,Shunze.Filosofíade Oriente.Versión de JorgeHernándezCampos
y Jorge Portilla. México, Fondo de Cultura Económica, Colec. Breviarios
n.o 28, 1950.
David-Neel,Alejandra.híisticosy mrrgos del Tibet.Versión de Rosa Spottorno de
Ortega.Buenos Aires, Espasa Calpe Argentina,S.A.,
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De Juan, Marcela. Breve antología de la poesía china. Madrid, Revista de Occidente,
1948.
Devi, Maya. Introducción a la d a q a de la India. Buenos Aires, Mundonuevo, Colec.
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-. Biblioteca de cuentos orientales. Ocho volúmenes publicados :El visir resucitado,
Elprínc$e que todo lo dio, El herreroy el Cazva, Los cuatro talismanes, Las nwertos
! L a s promesas del ingrato y Las ruinas del molino,
vuelven, Guisantes, guisantes ,
Madrid, Maestre, 1930.
Ha&, Echems ud Din Mohamed. Lasgacelas. Versión de Ernestina Champourcin,
México, Centauro, 194.
Historia de los amorex de &yYrui_y RiuSd. Una chantefable oriental en estilo persa. Versión
de A, R. Nykl.N e w York,Editado por The Hispanic Society of America.
Hwang, Ma Ce. Cuentos chinos de tradicidn antigua. Buenos Aires, Espasa Calpe
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Ibn Hazm de Córdoba. El collar de lapaZoma. Tratado sobre el amor y los amantes.
Versión de Emilio García Gómez. Prólogo de José Ortega y Gasset, Madrid,
Sociedad de Estudios y Publicaciones (Rivadeneyra), 1952.
Ibn Tufayul. El jlósdo autodidacta. Versión de Angel González Palencia. Madrid,
Ediciones Jura, 1948.
Kabawa, Toyohito. Cantos de los barrios bajos. Versión de Lois J. Erickson y notas
e Introducción de G. Báez Camargo. México. Casa Unidad de Publicaciones,
1953Kabir. Ciea poemas de Kabir. Versión inglesa de Rabindranath Tagore, vertida al
castellano con notas y prólogo de JoaquínV. González.Buenos Aires, Hachette,
Col.
Kakuzo, Okakura. El sentido del arte. Versión castellana de O.Svanascini. Buenos
Aires, Ed. Instituto Argentino-Japonésde Cultura, 1959, 32 p. Folleto conteniendo un capítulo de la obra El libro del té de este autor japonés.
Kalidasa. El reconocimiento de Sahntala. Versión castellana e introducción de
R. Cansinos-Assens,Santiago de Chile, Ercilla S.A. 1940.
-. L a ronda de laú estaciones; Ritm amhara. Versión y prefacio de JuanJoséDomenchina, México, Centauro, 1944.
Katha-Upanishad. Versión de Salvador Bucca. Tucumán, Argentina. Revista
Humanista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de
Tucumán.
Khayyam, Omar-i-.
Rubabat. Ensayo crítico, versión castellana directa, y notas de
Francisco A. Propato. Prólogo de Ernesto Martinenche. París, M. Bourdon,
1930.
Koran, El. Versión de Rafael Cansinos Assens. Madrid, Aguilar, 195 1,870 p.
Libro de
las nzily zina noches. Versión castellana y notas de R. Cansinos Assens.
Madrid,Aguilar, I 95 6.
Li Tai Po. Poemas. Versión castellana e instroducción de Osvaldo Svanascini.
Buenos Aires. Cuadernos del Unicornio, 32 p.
Mishima,Yukio.L a m q e r del abanico ;Seis pieeas de teatro Nod Moderno. Versión
de Kazuya Sakai. Buenos Aires, la Mandrágora, Colec. Asoka, 1939.
Nal'ay Damayanti (Episodio del' Mababhnrata) . Versión de Francisco Rodríguez
Adrados. Buenos Aires; Espasa Calpe Argentina,S.A.Colec.Austral no 712,
7947.
Nehru, J. E
L descztbrifiiiento de La India. Versión castellana de Miguel Hernani.
Buenos Aires, Sudamericana, 1949, 841 p.
Poemas japoneses. Instroducción,versión castellana y notas de Kazuya Sakai y
Osvaldo Svanascini.Buenos Aires, Instituto Argentino-Japonés de Cultura,
1956, 32 p. Folleto conteniendo seis tankus o versos japonesesde 17 sílabas,de
diferentes autores,con una introducción sobre esta técnica literaria.
Poesia árabe. Selección de Héctor F.Miri,Buenos Aires, Continental,1944,180 p.
Poesia china Selecciónde A.J. Weiss y H.F.Miri,BuenosAires, Continental,1944,
1 3 6 P.
Radhakrishnan, Sarvepalli.Kulki o el f.to
de la civilixación. Versión de Natalia
Diaconescu de Dimitriv.Buenos Aires, Doza,S.A.1954.
-. ReLigióny sociedad. Versión de Josefa Sastre de Cabot. Buenos Aires, Sudamericana, I9> j .
Ruy,RaúlA.El'
libro dt lagran extinción de Gotumu eLBziddba.BuenosAires,Hachette,
S.A.,Colec.El Mirador, 1913,2 2 2 p.
Saadi :E
ljardin de las rosas. Versión castellana de Félix Etchegoyen de la versión
francesa de Franz Toussaint.Buenos Aires, Kraft Ltda.,Colec.Luces Eternas,
I 9 j 5.
Svanascini, Osvaldo.Haiku (desde Basho hasta el siglo XVIII). Introduccióo,traducción,notas y bibliografía.Buenos Aires.Mundonuevo.
Tagore,Rabindranath.Aues erruntes. Versión de Heriberto Lionel Charles,Tntroducción de Osvaldo Svanascini. Buenos Aires, Kraft Ltda., Colec. Luces
Eternas,19 j 3.
-. El a h a y el mundo. Versión de Alicia Molina y Vedia. Buenos Aires, Rueda,
'950.
El cartero del Rty.Lu IZLIU nueva. Versión de Zenobia Camprubí de Jiménezy
JuanRamón Jiménez.Buenos Aires,Losada,S.A.,1938.
-. Gitan Jal'i.Versión castellana de Abel Alarcón, revisada y glosada por Sady
Concha,Buenos Aires, Kier S.R.L.,
1947.
-. Tagore, obra escogida (lírica breve,teatro, cuento,aforismo,escuela). Versión
castellana de 2.C.de Jiménez,apéndice de Juan Ramón Jiménez,prólogo de
Agustín Caballero Robredo.Madrid,Aguilar, 1957, 1342p. Las obras contenidas en el volumen son las siguientes: Lírica breve : ((La Luna nueva »,
cE
l jardinero », ((Ofrenda lírica », N La cosecha», Regalo de Amante »,
(
(Tránsito)
) y c La fugitiva». Teatro : (
(E
l cartero del rey », ((El asceta »,
-.
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