La lingüística ibérica en los siglos XVI

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La lingüística ibérica en los siglos XVI-XVII y el contexto cultural de la
época
Marina Kosarik
Universidad Estatal de Moscú Lomonosov
El tema de mi comunicación es la tradición filológica en la Península Ibérica de los
siglos XVI y XVII en su integridad. Aun reconociendo la existencia de dos escuelas
filológicas nacionales distintas – la española y la portuguesa – en el período indicado,
constatamos la existencia de importantes paralelismos en ambas. Paralelismos que no
obedecen sólo a la lógica de la evolución de las ideas lingüísticas en la época. Los rasgos
específicos de ambos países peninsulares, lo común que ellos tienen en su historia
(recordemos que en el período indicado los contactos entre los dos países eran muy estrechos
y que Portugal formó parte de España en los años 1580-1640), la proximidad del contexto
sociocultural y de la situación sociolingüística en los dos países ibéricos nos ofrecen la
posibilidad de hablar no sólo de dos escuelas nacionales, sino de una tradición filológica
ibérica en general.
Los siglos XVI y XVII, es decir, el período comprendido entre la publicación de las
primeras obras de los gramáticos castellanos y portugueses y la edición de la gramática de
Port-Royal, son una de las etapas más importantes en la historia de la lingüística. Entretanto,
en los estudios historiográficos generales no se le presta suficiente atención1. Concentrados
en los muchos datos existentes relativos a la lingüística de la Antigüedad, la Edad Media y
la tradición posterior a la gramática de Port-Royal, los historiógrafos tienen una visión
estrecha y unilateral del siglo XVI y de la primera mitad del siglo XVII, período que
habitualmente se considera época de apología y codificación de lenguas vernáculas, lo que
no abarca toda la problemática del período. Tampoco han sido debidamente estudiadas las
relaciones existentes entre las obras lingüísticas renacentistas y la tradición medieval, a pesar
de que sus lazos con la Antigüedad sean reconocidos por todos. La doctrina lingüística
española y portuguesa no ha sido debidamente valorada en la historiografía. En la mayoría de
los casos sólo se mencionan los nombres de Nebrija, Sánchez o Aldete, indicándose a veces
que las gramáticas de los misioneros describieron lenguas exóticas. Claro que los estudios
especiales dedicados a la tradición ibérica ofrecen una imagen más adecuada, pero, a pesar de
la rica bibliografia historiográfica hispánica2, en el estudio de la lingüística ibérica siguen
existiendo importantes lagunas.
1
HISTORY OF LINGUISTIC THOUGH., Berlin – N.Y., 1976; Mounin J. HISTOIRE DE LA LINGUISTIQUE. DES
ORIGINES AU XX SIÉCLE. Paris, 1967; Robins R. H. A SHORT HISTORY OF LINGUISTICS. London – New-York, 1979;
Swiggers P. HISTORY OF LINGUISTICS. // W. Bright (ed.). International encyclopedia of linguistics. Vol 2. Oxford,
1992; Padley J. A. GRAMMATICAL THEORY IN WESTERN EUROPE. 1500-1700. THE LATIN TRADITION. London – N.
Y., 1976; Padley G. A. GRAMMATICAL THEORY IN WESTERN EUROPE. 1500-1700. TRENDS IN VERNACULAR
GRAMMAR. I, Cambridge, 1985.
2
Indicaremos algunas investigaciones: Kukenheim L. CONTRIBUITIONS À L’HISTOIRE DE LA GRAMMAIRE
ITALIENNE, ESPAGNOL ET FRANÇAISE À L’ÉPOQUE DE LA RENAISSANCE. Amsterdam, 1932; Garcia C. CONTRIBUICIÓN
A LA HISTORIA DE LOS CONCEPTOS GRAMATICALES. // Revista de filología española. Madrid, 1960; Bahner W. LA
LINGUÍSTICA ESPAÑOLA DEL SIGLO DE ORO. APORTACIONES A LA LINGUÍSTICA EN LA ESPAÑA DE LOS SIGLOSXVI Y
XVII. Madrid, 1966; Colhado J.-A. HISTORIA DE LA LINGUÍSTICA. Madrid, 1973; Coseriu E. SPRACHE UND
FUNKTIONALITÄT BEI FERNÃO DE OLIVEIRA (1536). // The history of linguistics. 1. S. d. PdR Press Publications;
Coseriu E. TRADICIÓN Y NOVEDAD EN LA CIENCIA DEL LENGUAJE. ESTUDIOS DE HISTORIA DE LA LINGUÍSTICA.
Madrid, 1977; Agud A. HISTORIA Y TEORÍA DE LOS CASOS. Madrid, 1980; Breva Claramonte M. SANCTIUS’
THEORY OF LANGUAGE. Amstererdam, 1983; Buescu, M. L. CARVALHÃO. BABEL OU A RUPTURA DO SIGNO. А
GRAMÁTICA E OS GRAMÁTICOS DO SÉCULO XVI. Lisboa, 1983; Fávero, L. Lopes. AS CONCEPÇÕES LINGUÍSTICAS NO
SÉCULO XVIII: A GRAMÁTICA PORTUGUESA. Campinas, São Paulo, 1996; Verdelho T. AS ORIGENS DA
GRAMATICOGRAFIA E DA LEXICOGRAFIA LATINO-PORTUGUESA (Série Linguística-18). Aveiro, 1995; Kossárik M. A.
En los siglos XVI y XVII los filólogos de la Península crearon un riquísimo
patrimonio que incluye las más variadas obras en cuanto al número de las lenguas descritas y
la amplitud de la problemática. Se trata de descripciones del latín, lenguas vernáculas, griego,
hebraico o lenguas exóticas – gramáticas, diccionarios, tratados, diálogos, escritos tanto en
lenguas iberorrománicas como en latín3. Los autores ibéricos abordan un espectro muy
A DOUTRINA LINGUÍSTICA DE AMARO DE ROBOREDO. // Actas do XII Encontro Nacional da Associação Portuguesa
de Linguística. Lisboa, 1997. Vol. II., pp. 429-443.
3
Ofrecemos a continuación una lista, no completa, de algunas de las obras más importantes:
INTRODUCTIONES IN LATINAM GRAMMATICAM (ок. 1486), GRAMMATICA CASTELLANA (1492) и REGLAS DE
ORTHOGRAPHIA EN LA LENGUA CASTELLANA (1517) de Antonio de Nebrija; NOVA GRAMMATICAE MARIE MATRIS DEI
VIRGINIS (1516) de Estévão Cavaleiro; TRACTADO DE ORTHOGRAPHIA Y ACCENTOS EN LAS TRES LENGUAS
PRINCIPALES (1531) de Alejo Vanegas; REGLAS DE ORTHOGRAPHIA (1533) de Francisco de Robles;
INTRODUCTIONES GRAMMATICAS (1533) и ARTE PARA APRENDER A LEER Y ESCRIBIR (1533) de Busto;
INSTITUITIONES TUM LUCIDE, TUM COMPENDIOSE, LATINARUM LITERARUM, TRADITE DIALOGO (1535) de Máximo de
Sousa; GRAMMATICA DA LINGOAGEM PORTUGUESA (1536) de Fernão de Oliveira; DIÁLOGO DE LA LENGUA (1536 г.,
ediado en el siglo XVIII) de Juán de Valdés; GRAMMATICA DA LINGUA PORTUGUESA. DIALOGO EM LOUVOR DA
NOSSA LINGUAGEM. CARTINHA (1540) de João de Barros; ANDREAE RESENDII DE VERBORU(M) CONIUGATIONE
COMMENTARIUS (1540) de André de Resende; DISCURSO SOBRE LA LENGUA CASTELLANA (1546) de Ambrosio de
Morales; ARTE DE LA LENGUA MEXICANA Y CASTELLANA (1546) de Alonso de Moliina; ARTE DE LA LENGUA
MEXICANA (1547) de Andrés de Olmos; SUMA Y ERUDICIÓN DE GRAMMATICA EN METRO CASTELLANO (1550) de
Tamar; CARTINHA EM TAMUL E PORTUGÊS (1554) de F. Almeida; UTIL Y BREVE INSTITUCIÓN, PARA APRENDER LOS
PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS DE LA LENGUA ESPAÑOLA (1555) anónima; GRAMÁTICA CASTELLANA (1558) de
Cristóbal de Villalón; GRAMÁTICA DE LA LENGUA VULGAR DE ESPAÑA (1559) anónima; GRAMATICA O ARTE DE LA
LENGUA GENERAL DE LOS INDIOS DE LOS REINOS DEL PERU (1560) de Domingo de San Tomás; GRAMMATICA CON
REGLAS MUY PROVECHOSAS Y NECESARIAS PARA APRENDER A LEER Y ESCRIBIR LA LENGUA FRANCESA, CONFERIDA CON
LA CASTELLANA (1565) de Baltasar Sotomayor; Cartilla menor para enseñar a leer en Romance (1565) de Juán de
Robles; GRAMMATICA HEBRAEA (1566) de Francisco de Távora; CENSURAS SOBRE LA ORTOGRAFIA CASTELLANA
(1570) anónimas; EMMANUELIS ALVARI <...> GRAMMATICA LIBRI TRES (1572) de manuel de Álvares; REGRAS QUE
ENSINAM A MANEIRA DE ESCREVER A ORTOGRAFIA DA LINGUA PORTUGUESA, COM HUM DIALOGO QUE ADIANTE SE
SEGUE EM DEFENSAM DA MESMA LINGUA (1574) de Pero Magalhães de Gândavo; LIBRO DE ALABANZAS DE LAS
LEGUAS HEBRREA, GRIEGA, LATINA: CASTELLANA: Y VALENCIANA (1574) de Martín de Viciana; ORTHOGRAPHIA DA
LINGOA PORTUGESA (1576) de Duarte Nunes de Leão; DISCURSO SOBRE LA LENGUA CASTELLANA (1580) de
Francisco de Medina; ARTE Y VOCABULARIO EN LA LENGUA GENERAL DEL PERU LLAMADA QUICHUA Y EN LA LENGUA
ESPAÑOLA (1586) anónima; MINERVA: SEU DE CAUSIS LINGUAE LATINAE (1587) de Francisco Sánchez; MEMORIAL
PRESENTADO AL REY FELIPE II SOBRE ALGUNOS VICIOS INTRODUCIDOS EN LA LENGUA Y ESCRITURA CASTELLANA
(1587) de García de Loaisa; LIBRO Y TRATADO PARA ENSEÑAR LEER Y ESCRIBIR <…> TODO ROMANCE CASTELLANO
(1589) de Juán de la Cuesta; DIÁLOGOS DE LA DIFERENCIA DEL HABLAR AL ESCRIBIR (1590) de Pedro de Navarra;
ARTE MUY CURIOSA POR LA QUAL SE ENSEÑA <…> LA LENGUA ITALIANA (1596) de Francisco Trenado de Aillon;
ORIGEM DA LINGOA PORTUGUESA (1606) de Duarte Nunes de Leão; DEL ORIGEN, Y PRINCIPIO DE LA LENGUA
CASTELLANA Ò ROMANCE QUE OI SE USA EN ESPAÑA (1606) de Bernardo Aldrete; ARTE Y GRAMATICA GENERAL DE LA
LENUA QUE CORRE EN TODO EL REYNO DE CHILE (1606) de Luís de Valdivia; ARTE DE LA LENGUA DE LOS INDIOS
ANTIS O CAMPAS (inicio del siglo XVII, edidada en el siglo XIX) anínima; ORTOGRAFIA CASTELLANA (1609) de
Mateo Alemán; ARTE Y REGLAS DE LA LENGUA TAGALA (1610) de Francisco Blancas de San José; ARTE Y
PRONUNCIACION EN LENGUA TIMUQUANA Y CASTELLANA (1614) de Francisco Pareja; ARTE DE LA LENGUA AYMARA
(1616) de Diego de Torres Rubio; METHODO GRAMMATICAL PARA TODAS AS LINGUAS (1619) de Amaro de
Roboredo; GRAMÁTICA DE LA LENGUA GENERAL DEL NUEVO REYNO LLAMADA MOSCA (1619) de Bernardo de Lugo;
RAIZES DA LINGUA LATINA MOSTRADOS EM UM TRATADO E DICIONARIO (1621) de Amaro de Roboredo; ARTE DA
LINGUA BRASILICA (1621) de Luis Figueira; PORTA DE LINGUAS OU METODO MUITO ACCOMODADO PARA AS
ENTENDER (1623) de Amaro de Roboredo; DISCURSOS (1624) de Manuel Severim de Faaria; GRAMMATICA LATINA
DE AMARO DE ROBOREDO MAIS BREVE E FÁCIL QUE AS PUBLICADAS ATÉ AGORA (1625) de Amaro de Roboredo;
TRILINGUE DE TRES ARTES DE LAS TRES LENGUAS CASTELLANA, LATINA I GRIEGA, TODAS EN ROMANCE (1627) de
Gonzalo Correas; COMPENDIO Y METHODO DELA SUMA DE LAS REGLAS DEL ARTE DEL YDIOMA YLOCANO (1627) de
Francisco López; ORTOGRAFIA CASTELLANA NUEVA I PERFECTA (1630) de Gonzalo Correas; ORTOGRAFIA
CASTELLANA (1609) de Mateo Alemán; ARTE Y REGLAS DE LA LENGUA TAGALA (1610) de Francisco Blancas de San
José; ORTHOGRAPHIA OU MODO PARA ESCREVER CERTO NA LINGUA PORTUGUESA. BREVES LOUVORES DA LINGUA
PORTUGUESA COM NOTÁVEIS EXEMPLOS DA MUITA SEMELHANÇA QUE TEM COM A LÍNGUA LATINA (1631) Алвару
Феррейры де Вера; ARTE DA LINGOA CANARIM (1640) de Tomás Estévão; ARTE DE LA LENGUA GUARANI (1640) de
Antonio Ruiz de Montoya; ARTE DE GRAMMATICA LATINA. ORDENADA EM PORTUGUEZ PERA MAIOR FACILIDADE
amplio de problemas, formulando interesantes ideas, algunas de ellas bastante próximas a las
de la lingüística de hoy. A continuación ofrecemos una sinopsis de los temas principales de
las obras analizadas.
La resolución de los problemas de la apología, iniciada por Nebrija, varía bastante,
dependiendo del lugar y del tiempo, determinantes de los objetivos apologéticos. Los
monumentos filológicos reflejan el papel de la lengua nacional en la historia del pueblo y del
Estado, la búsqueda de un paradigma funcional completo y la “ilustración” del vernáculo, lo
que lleva a su codificación, la comprensión de la correlación del latín y del vernáculo, de la
lengua nacional y las variedades regionales (en España) o la rivalidad de dos lenguas
nacionales (en Portugal). Los monumentos nos ayudan a revelar las etapas de substitución
del latín como metalengua de la descripción lingüística: primero en la lengua nacional se
escriben gramáticas del castellano o del portugués, más tarde la lengua nacional se convierte
en medio de descripción de lenguas exóticas para, finalmente, empezar a ser usada como
metalengua de la descripción gramatical del latín. La renuncia a la identificación de latín y
gramática, la comprensión del latín sólo como metalengua, como una lengua más entre
muchas otras fueron una importante innovación de la época. El estudio de la tradición
filológica ibérica nos permite seguir la evolución de la idea de la apología: en una primera
etapa se plantea el problema de la apología de las lenguas concretas (castellano, portugués, a
veces, latín); en el siglo XVII se constata la universalización de la defensa, la consolidación
no sólo de la idea de la defensa de la lengua materna, sino del propio principio de apología.
Así la apología, que inicialmente estaba basada en la constatación de la igualdad del
vernáculo y el latín, condujo, al final, a la destrucción de la visión jerárquica de las lenguas,
la destrucción de la pirámide compuesta de una lengua ideal, su encarnación – el latín – y,
después, todos los otros idiomas, entre los cuales existía también determinada jerarquía.
La apología de la lengua materna se convirtió en un impulso de desarrollo de varios
aspectos de la doctrina lingüística.
Los autores peninsulares continúan y desarrollan la descripción sistemática de las
lenguas iberorrománicas iniciada por Nebrija. En el proceso de su codificación va
formándose la noción de norma, de los principios de selección de variantes normativas, de las
bases territorial, social y funcional de la norma. El grado de éxito de la codificación de una
lengua vernácula depende de los principios de la selección de variantes que se consideran
normativas (orientación al uso, atención al lenguaje escrito y oral, actitud respecto a los
dialectos, selección de autoridades en la lengua). Las obras de los lingüistas ibéricos permiten
constatar como paulatinamente se va formando una comprensión de la norma como
característica universal de todas las lenguas. En ese sentido es de especial interés la aparición
de cuestiones relativas a la norma en las gramáticas de los misioneros: sus autores escriben
sobre “el uso que enseña”, sobre la “elegancia”, las variedades sociales o territoriales de las
lenguas hasta entonces no escritas. Ello es prueba de la universalización de la noción de la
norma, de cómo el concepto de norma, que fue elaborado para una lengua concreta ,la lengua
materna, empieza a aplicarse a todas las lenguas.
Una de las importantes características de las obras lingüísticas de la época es el inicio
de la oposición entre lengua y lenguaje4 Esta distinción empieza en las descripciones de
lenguas vivas, que son el único o el principal medio de comunicación de un colectivo de
hablantes. Es interesante que las gramáticas de lenguas vernáculas y las de las lenguas
exóticas representan diferentes aspectos de la trilogía “sistema–norma–habla”. Las
DESTE ESTUDO (1643) de Frutuoso Pereira; ARTE DE LA LENGUA GUNGA (1644) de Fernando de la Carrera;
COMPENDIO DEL ARTE DE LA LENGUA MEXICANA (1645) de Oracio Caroci; ARTE BREVE Y VOCABULARIO DE LA
LENGUA TZOQUE (1652) de Luís González; REGRAS GERAYS BREVES & COMPREHENSIVAS DA MELHOR ORTOGRAFIA
(1666) и ARS GRAMMATICAE PRO LINGUA LUSITANA ADDISCENDA LATINO IDIOMATE (1672) de Bento Pereira.
4
Los gramáticos ibéricos diferencian el uso y las regras racionales, “arte”.
gramáticas de las lenguas nacionales, cuyo objetivo es la codificación, siendo prescriptivas,
realizan una selección de las formas ejemplares (modelos). Estas gramáticas se remiten al
uso, formulando reglas sólo en los casos de variedades de formas. En las gramáticas de
lenguas exóticas, cuyo objetivo es enseñar la comunicación, al contrario, el uso no se limita;
siendo descriptivas, estas gramáticas representan el uso lo más amplio posible; mucha
atención se presta al sistema, a las reglas de formación y funcionamiento de formas.
En la época estudiada se producen muchos cambios en la clasificación de niveles de la
lengua: se diferencian niveles inferiores y superiores a nivel de palabra. La oración empieza
a comprenderse como el objetivo de la descripción gramatical. También se nota el interés
para el nivel de texto (microtexto – sentencias)5.
En la descripción de los sonidos, los gramáticos peninsulares intentan buscar las
relaciones del sistema. Los textos evidencian los primeros intentos de definición del concepto
de fonema. La atención a las lenguas vivas, a su funcionamiento, que es una de las
características innovadoras de la época, se pone de manifiesto en la descripción de las
articulaciones, en la codificación de la ortografía. La terminología de los textos lingüísticos
evidencian que los autores diferencian claramente las nociones de sonido y letra.
La diferenciación entre las partes de la palabra con significado propio morfológico o
léxico (prefijos, sufijos, flexiones, “letras radicales”) es prueba de la comprensión de que la
palabra es divisible, en algo que serviría de fundamento para las primeras definiciones del
concepto de morfema. También es interesante la tendencia a distinguir entre descripción de la
gramática y descripción de la formación de palabras.
Los autores de gramáticas de lenguas vernáculas se enfrentan al problema de la
distinción de la palabra sintética y analítica, de un lado, y de las formas analíticas y
construcciones, del otro. En las descripciones de las lenguas exóticas, muchas de las cuales se
caracterizan por su carácter aglutinativo, la cuestión de la delimitación de la palabra es de
esencial importancia: los autores de gramáticas misioneras tocan el tema de los límites y de la
integridad de la palabra.
La lista de las partes de la oración varia no sólo en las obras de los distintos autores,,
sino que puede variar incluso en una misma gramática. Son de especial interés las
afirmaciones sobre la existencia de tres clases gramaticales de palabras: nombre, verbo y
sincategorema (o modo). Los gramáticos establecen una jerarquía de las partes de oración,
percibiéndose la tendencia a ver en el verbo la principal clase gramatical. Existe también la
tendencia a diferenciar al adjetivo como parte de la oración. Contrariando a la opinión de que
en las gramáticas de la época prevalece el criterio morfológico en la clasificación de las
partes de la oración, el análisis de los textos demuestra un importante papel del criterio
semántico. El criterio sintáctico, aún estando ya presente, todavía no es tan importante, ya
que las ideas de las funciones sintácticas de las palabras en la oración no hacían sino empezar
a surgir. Las obras gramaticales de los autores ibéricos demuestran, cómo la noción de
accidente empieza a ser sustituida por las nociones de categorías gramaticales y lógicosemánticas.
5
Es significativa, en este sentido, la publicación en los países ibéricos de colecciones plurilingües de
sentencias. Tienen su origen en una colección bilingüe (latino-castellana), la Ianua linguarum sive modus
maxime accomodatus, que patefit aditus ad omnes linguas intellicendas <...>. Salamanticae, anno M.DC. XI.
1611. Fue el modelo para ediciones trilingües (con sentencias en inglés) y cuadrulingüe (añadiéndose el
francés) editadas en Inglaterra y Francia, respectivamente. El autor portugués Amaro de Roboredo acrecenta la
parte portuguesa y dos tratados filológicos originales y comentario gramatical, indicando la fuente española de
la colección: Roboredo, A. de. PORTA DE LINGUAS OU METODO MUITO ACCOMODADO PARA AS ENTENDER. Lisboa,
1623.
Las cuestiones sintácticas se abordan tanto en la descripción de las partes de la
oración (caso, voz), como en los capítulos dedicados a construcciones y oraciones. La
problemática de la oración (la oración simple o compuesta, sujeto, objeto, predicado, atributo,
etc.) es descrita con la terminología de la morfología o, más raramente, de la lógica. Los
autores de los siglos XVI y XVII distinguen entre estructuras profundas (deep structures) y
superficiales, tocando las cuestiones de elipse, sinonimia de construcciones gramaticales y de
estructuras diferentes de oraciones que expresan un mismo significado. Es importante el
papel de los gramáticos peninsulares en la diferenciación entre sintaxis y morfología, de un
lado, y sintaxis y lógica, del otro. Los autores hispánicos contribuyeron mucho a la aparición
de la sintaxis como disciplina lingüística especial.
Los filólogos peninsulares, en primer lugar los autores de las gramáticas misioneras
estudian, aunque de forma empírica, temas relativos a la comunicación: el lenguaje hablado o
vulgar, la etiqueta, los medios del lenguaje expresivo, o la diferencia en el habla de mujeres y
hombres.
Es muy importante el papel de los autores hispánicos en el desarrollo de las ideas de
la lengua universal y particular (concreta) y en la formación de una gramática universal y
particular. La descripción que se realiza partiendo de formas lingüísticas para su significado
lleva a la formación de categorías gramaticales, y al contrario, la descripción a partir de los
significados a las formas que los exprime, resulta en la formación de categorías universales.
Los ejemplos más brillantes del desarrollo de las ideas de gramática universal en la época
anterior a la gramática de Port-Royal son las obras de Francisco Sánchez, bien estudiada por
los historiógrafos, y su sucesor portugués, casi olvidado, Amaro de Roboredo, autor del
METHODO GRAMMATICAL PARA TODAS AS LINGUAS6, donde se dice que la oración es el
objetivo de la gramática. Esta se aprende gracias al estudio teórico y representa la lengua
racional, universal, mientras que la frase está ligada con el conocimiento de la lengua
concreta. En la lingüística hispánica de la época las ideas de la lengua universal abarcan todos
los niveles del sistema (fonética, gramática, léxico). Una serie de factores constituye un punto
de partida de la consolidación de las ideas de la gramática universal en los siglos XVI y la
primera mitad del siglo XVII. Primero, fue la idea de ratio, intellectus como base de todas las
lenguas, heredada de la Antigüedad y desarrollada por escolásticos. También fue importante,
en la nueva situación sociolingüística de la Europa Renacentista, la existencia del canon
gramatical, elaborado en la Antigüedad y aplicable a varios idiomas. Este canon era
interpretado como un modelo único para la descripción lingüística de todos los tipos de
idiomas, como un sistema de significados gramaticales universales. A finales de la
Antigüedad la gramática era la ciencia sobre un lengua – el latín; en la Edad Media la idea de
los escolásticos sobre la lengua universal era puramente especulativa; y en los siglos XVI y
XVII, gracias a la descripción de muchas lenguas muy variadas, las ideas de la gramática
universal van extrapolándose a todos los idiomas y sirven de base de la práctica de esta
descripción. El papel de la lingüística ibérica en este proceso es enorme. No en vano es la
tradición peninsular la que nos ofrece los primeros ejemplos de una exposición sistemática de
las ideas de la lengua universal. Las obras de Sánchez y de Roboredo no son sólo herencia de
las ideas medievales, sino también el resultado lógico y natural de toda la tradición
gramatical peninsular, desde Nebrija, que fue el primero en aplicar el canon gramatical a una
lengua que no era el latín, hasta los autores de las gramáticas de lenguas exóticas. El empleo
del canon gramatical antiguo para la descripción de todas las lenguas consistía en la
“separación” del latín, comprendido como sistema universal de categorías, como la lengua
universal, la LENGUA, que es la base de cualquier lengua. Y será en la lingüística ibérica
donde se produzca un cambio de atención, rechazándose el estudio especulativo de las
6
Publicado 40 años antes de la gramática de Port-Royal.
cuestiones de la lengua universal, centrándose la atención en la práctica de la descripción de
numerosas lenguas concretas. Simultáneamente, la especificidad de las lenguas concretas
pasará a revestir tanta importancia como en las universales. Este es el punto de partida de la
transformación de la gramática, hasta entonces parte de un saber sincrético, la filosofía, en
un ciencia especial, la lingüística.
Con las ideas de la gramática universal están estrechamente vinculados los principios
de la descripción apológica. La comparación con la lengua latina es una componente notable
ya en las descripciones de lenguas vernáculas desde Nebrija. Este principio se desarrolla en
las descripciones comparativas de los sistemas verbales vernáculo y latino (en las obras de
Resende o Álvares, por ejemplo). En las gramáticas de lenguas exóticas o del hebreo, la
comparación ya se realiza en varios niveles del sistema con el fin de explicar los significados
de las formas y construcciones de la lengua que se describe por medios de una metalengua
(los hechos de las lenguas descritas se explican comparándolos con el vernáculo o con el
latín). Y, por fin, encontramos una comparación sistemática de dos lenguas en gramáticas que
son, simultáneamente, las descripciones de la lengua latina y de la lengua nacional (aunque
todavía con objetivos didácticos y no propiamente tipológicos).
En los siglos XVI e inicios del siglo XVII empieza a formarse una visión histórica de
la lengua. Sirvió de impulso a esto la apología de la lengua nacional y el deseo de comprobar
la proximidad del vernáculo al latín, que condujo a la renuncia a ver en las modificaciones
históricas la corrupción de las lenguas. Las modificaciones empiezan a considerarse algo
intrínseco a todos las idiomas, incluso el latín; en definitiva, se estipula la universalidad de la
variedad. Los filólogos peninsulares descubren correspondencias entre el latín y las lenguas
nacionales en fonética, orfología y léxico y elaboran una nueva comprensión de la
etimología.
Otra innovación de la lingüística peninsular es la aparición de nuevas ideas sobre la
enseñanza de las lenguas, ideas basadas en la teoría del conocimiento. Las necesidades de
vincular la lengua con los objetivos prácticos de comunicación, en plazos mucho más cortos
que un curso tradicional del latín, tuvieron como fruto la redacción de manuales de nuevo
tipo y la formulación de métodos bastante parecidos a los de nuestros días.
Como podemos ver, la lingüística peninsular de los siglos XVI-XVII presenta un
espectro muy amplio de cuestiones y principios de descripción lingüística. Es un período en
el que se consolida la idea de la lengua como un área específica del saber, diferenciada de
otras áreas. En esta época se amplía mucho el campo de estudio: aumenta considerablemente
el numero de los idiomas descritos, se estudian varios aspectos de la lengua, las obras
presentan todos los niveles del sistema lingüístico. Aparece una nueva problemática, ligada al
funcionamiento de la lengua en la sociedad (cuestiones de apología, norma), en el espacio
(correlación de la norma y de las variedades territoriales, la atención por un fenómeno nuevo,
como es el de la lengua nacional fuera del territorio nacional, el papel de la lengua en la
colonización de nuevos territorios), en el tiempo (cuestiones de historia de la lengua). Se
elaboran los principios de la descripción de toda la variedad de lenguas con base en un canon
gramatical unificado. Se diversifican los tipos de descripción lingüística, se multiplican los
géneros (gramáticas, tratados, diccionarios, diálogos); se esbozan varios tipos de gramáticas
(universales, particulares, comparativas, históricas, escolares). Todo esto marca el inicio de la
formación de varias disciplinas lingüísticas, lo que determina un importantísimo papel de la
época en la consolidación de la lingüística como ciencia madura, empleando la terminología
de T. Kuhn.
¿Cómo se puede explicar que la lingüística hispánica de la época analizada sea tan
polifacética? El carácter de las obras lingüísticas de los autores peninsulares viene
determinado por varias condiciones. Primero, por la situación sociolingüística. Segundo, por
la tradición anterior y por la lógica del desarrollo de la ciencia. Tercero, por el contexto
sociocultural de la época en general y por las condiciones que concurrían en la Península
Ibérica en particular. Nos limitaremos aquí a abordar sólo algunos de los hechos que
caracterizan particularmente a la Península.
Una de las características principal del mundo ibérico de la época es el decisivo papel
que desempeñó en los grandes descubrimientos geográficos y la colonización de las tierras
descubiertas. Al encontrarse con la gran diversidad del mundo y la pluralidad de sus modelos,
los pueblos hispánicos, antes que otros pueblos europeos, entraron en contacto con nuevas
gentes, tropezándose con la pluralidad lingüística. Posteriormente, el descubrimiento del
nuevo mundo o, mejor dicho, de nuevos mundos, exigió muchos conocimientos prácticos y
concretos. Como resultado, el saber dejó de entenderse como un saber abstracto,
especulativo, haciéndose necesario una combinación de teoría y de práctica, de atención, por
razones pragmáticas, a los hechos concretos. Y eso se revela no sólo en las ciencias naturales,
sino también en los estudios lingüísticos.
Otro rasgo característico de la situación cultural de la época es la Contrarreforma,
cuyas tendencias protectoras contribuyeron a que en la Península se conservasen algunos
fenómenos característicos para la época anterior. Entre ellos, el desarrollo en la Península de
la escolástica, que continuaba estudiando la problemática de los universales, el significado y
significante, la lógica clásica. La Segunda Escolástica fue una fusión de la filosofía medieval
y renacentista. Conservando su substrato filosófico medieval, la escolástica peninsular
conocía todas las corrientes filosóficas renacentistas (siendo, por ejemplo, objeto de la
tradición romana del siglo XVI, que se remontaba a la tradición parisiense). La Segunda
Escolástica representaba, brillantemente, el Aristotelismo en la filosofía renacentista. Siendo
ecléctica, la escolástica peninsular preservó ideas de la filosofía medieval amplificada con
innovaciones renacentistas. En la Península se conservó la influencia de las ideas de Duns
Escoto, parte importante de la doctrina franciscana, conservándose al mismo tiempo muchas
de las ideas del nominalismo, que habían determinado muchos éxitos del pensamiento
lingüístico medieval. De este modo, en la Península no se puede hablar de la derrota del
nominalismo, ni de la pérdida las ideas lingüísticos medievales. Este hecho es importantísimo
para el investigador de la lingüística de los siglos XVI-XVII.
De otro lado, la cultura peninsular de la época se caracteriza también por rasgos
renacentistas, entre los cuales cabe mencionar las modificaciones en la correlación de lo
universal y lo particular, la “particularización” del mundo en todas las esferas: sociopolítica
(consolidación de los estados nacionales), religiosa (separación de la Europa cristiana, antes
unificada), ética y psicológica (las ideas del individualismo), lingüística (el proceso de la
sustitución del latín por las lenguas vernáculas como medio universal de comunicación, la
consolidación de las lenguas nacionales o la atención a las lenguas concretas). El período
analizado además de ser época descubrimientos en el espacio (descubrimientos geográficos),
fue también una época de descubrimientos en el tiempo (nuevo conocimiento de la
Antigüedad). Toda esta diversificación del mundo, otrora único, exigía la búsqueda de una
base racional y universal. En el dominio lingüístico ello propició el desarrollo de la idea
medieval de la gramática universal y particular, en la afirmación de la base racional de todas
las lenguas. Pero la época se caracteriza por una nueva correlación de lo universal y lo
particular: guardando la comprensión de lo particular como la realización de lo universal, se
presta más atención a lo particular. La modificación de la visión medieval del mundo no
consistía en el mero rechazo de las ideas de lo universal, sino en una mayor atención a las
cosas concretas, particulares, incluso las lenguas concretas. Ello se pone de manifiesto en la
atención por una gran variedad de lenguas: desde el latín hasta las lenguas de Asia, América
o África. Las tareas prácticas de la época, la atención a las cosas del mundo terrestre como
tales y no como señales del mundo trascendental que debían ser descifrados, llevaban a la
formación de la ciencia empírica, en vez de la especulativa, al “inventario” y la búsqueda de
las bases universales de toda la pluralidad de fenómenos concretos, inclusive los fenómenos
lingüísticos.
En la lingüística de la época se pone de manifiesto el rechazo a la visión jerárquica de
las cosas, que conduce a la tendencia a negar la idea de la superioridad de unas lenguas sobre
otras.
Para concluir, podríamos decir que el carácter ecléctico de la cultura ibérica de la
época, el paradigma filosófico de transición, que contenía elementos de varias épocas –
medieval y renacentista – contribuye a la coexistencia y a la síntesis en la lingüística
hispánica de ideas propias tanto de la Antigüedad, la Edad Media o el Renacimiento, en algo
que ampliaría grandemente la problemática en las obras lingüísticas que contienen temas
importantes para la lingüística renacentista (apología y codificación de las lenguas
nacionales), para la concepción de Port-Royal y de los enciclopedistas, o para los estudios
históricos y tipológicos, característicos de etapas posteriores. En definitiva, la lingüística
hispánica de los siglos XVI y XVII sirvió de puente entre la tradición anterior y posterior,
desempeñando un papel específico e importante en la historia de la ciencia europea.
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