DIPLOMADO EN ERGONOMIA MODULO Nº2

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DIPLOMADO EN ERGONOMIA
MODULO Nº2
FISIOLOGIA DEL TRABAJO APLICADA
“SELECCIÓN POR CRITERIOS DE APTITUD FÍSICA”
ELIAS APUD S., FELIPE MEYER C.
Unidad de Ergonomía / Facultad de Ciencias Biológicas / Universidad de Concepción
2
CAPITULO 4. SELECCIÓN POR CRITERIOS DE APTITUD FÍSICA.
Elias Apud y Felipe Meyer
Unidad de Ergonomía, Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de
Concepción.
Objetivos del texto:
Enfatizar la necesidad de establecer criterios de selección en base a la
capacidad de la población.
Explicar que aunque existan criterios de selección, es importante definir los
límites de fatiga y diseñar métodos de trabajo, que permitan cumplir con las
metas de cantidad y calidad requeridas por el trabajo, sin que los trabajadores
se fatiguen.
1. Antecedentes generales.
La selección de los trabajadores, basada en mediciones objetivas de sus aptitudes
físicas y psicológicas, es una necesidad básica para enfrentar el trabajo en forma
eficiente y segura. Antes de analizar los criterios para seleccionar a los
trabajadores según su aptitud física, es condición obligada que ellos sean
sometidos a un examen médico preocupacional, que determine si están
clínicamente aptos para el trabajo. Sólo después de contar con este antecedente,
tendrá valor efectuar pruebas que determinen la aptitud para efectuar trabajos de
altas demandas energéticas.
El objetivo de establecer criterios de selección para faenas manuales de alta
intensidad, es encontrar trabajadores, que sin fatigarse, puedan cumplir las metas
de producción para distintas tareas. Desde este punto de vista, es necesario
recordar lo destacado anteriormente, vale decir, que todos los seres humanos,
incluso atletas olímpicos del más alto nivel internacional, tienen un límite de
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tolerancia a la fatiga, por sobre el cual disminuye su eficiencia, dejándolos
propensos a sufrir accidentes y a deteriorar la calidad de su trabajo.
Es importante destacar que, la selección basada en aspectos psicológicos, que se
tratará en el módulo de Psicología, tiene bases muy sólidas. Sin embargo, en
trabajos que se requieren criterios fisiológicos, no es común que se realicen
pruebas específicas, para discernir si están físicamente aptos. Entonces, cabe la
pregunta: ¿Por qué es tan escaso el conocimiento sobre la respuesta humana
para trabajos que demandan límites extremos de resistencia física? La razón está
en la dificultad para cuantificar la intensidad del esfuerzo en situaciones reales
de trabajo. Desde este punto de vista, la investigación aplicada, orientada a
innovar tecnológicamente, incorporando la respuesta humana como parte de los
procesos de trabajo, tiene distintos grados de dificultad que podrían resumirse
como sigue:

Investigaciones en situaciones simuladas en laboratorio donde, prácticamente
todas las variables, se pueden mantener bajo control experimental.

Estudios en terreno, en plantas con
estructuras fijas y procesos bien
establecidos, que por su repetitividad, permiten una planificación estructurada y
controlada en la recopilación de información.

Investigaciones en tareas efectuadas al aire libre, como el trabajo forestal y
agrícola, donde las condiciones de terreno, ambiente y de los propios árboles,
varían dentro de un amplio rango. Aunque en forma laboriosa, existen formas
de definir tipos de bosques, condiciones térmicas y tipos de terreno donde
verificar la efectividad de alternativas tecnológicas en forma relativamente
estándar.
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4

Estudios donde prácticamente ninguna variable puede ser controlada por los
investigadores. En este caso, se sitúan las emergencias de distinta naturaleza,
tales como, por ejemplo, los incendios forestales, cuya intensidad y duración,
como asimismo las condiciones meteorológicas, los terrenos, la edad y el tipo
de los bosques que se queman, etc., no se pueden definir con antelación.
Como no hay descritas muchas experiencias de selección, basadas en criterios
fisiológicos, este capítulo lo centraremos en el conocimiento sistemático que se
ha generado en el sector forestal, que ha permitido avanzar en el conocimiento de
las demandas del trabajo y generar criterios para la selección de trabajadores, lo
que ha llevado a un proceso sistemático de certificación de aptitudes, que se
realiza por la Unidad de Ergonomía, a solicitud de la Corporación Chilena de la
Madera (CORMA).
Las actividades forestales son, en su mayoría, físicamente dinámicas. Los
trabajadores están expuestos a las inclemencias del clima y el terreno y muchas
veces a demandas físicas excesivas por los métodos que utilizan o por las
presiones de producción. Ante estas circunstancias, existen dos posibilidades de
selección. La primera de ellas, es usar un criterio de "elite física" seleccionando,
con pruebas objetivas, trabajadores de alta capacidad. Sin duda que esto es
posible, pero surge la pregunta: ¿cómo encontrar estas personas en el contexto
de las poblaciones que habitualmente postulan a estos trabajos?. La segunda,
más realista, pasa por conocer la capacidad de estos grupos, definir los límites de
fatiga para ellos y, sobre esa base, diseñar métodos de trabajo que permitan
encontrar trabajadores capaces de cumplir con las metas de cantidad y calidad
requeridas por el trabajo, sin fatigarse.
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2. Capacidad aeróbica como criterio de selección
Como se ha señalado antes, la capacidad aeróbica, es el mejor indicador de la
aptitud para realizar trabajos dinámicos de larga duración. Esto permite establecer
que, el criterio básico para la selección de trabajadores, que ejecutarán faenas
pesadas, es elegir a aquellos que tengan capacidades aeróbicas compatibles con
las exigencias del trabajo. De hecho, diversos estudios demuestran que la
capacidad aeróbica se correlaciona directamente con el rendimiento en faenas
manuales. Como ejemplo, mostraremos resultados de dos estudios realizados en
la Unidad de Ergonomía, que demuestran la relación directamente proporcional
entre ambas variables. Se trata de trabajos de poda y de plantación de árboles.
Las coeficientes de correlación entre capacidad aeróbica y rendimiento alcanzaron
a r = 0.74 y r = 0.82, respectivamente. En la figura 1, se muestran gráficamente
estas asociaciones.
Figura 1. Relación entre capacidad aeróbica y rendimiento en trabajos de
poda y de plantación.
SEGUNDA PODA (r = 0.82)
TUBO PLANTADOR (r = 0.74)
Plantación (r = 0.74)
Poda (r = 0.82)
250
árboles podados/hora
45
plantas/hora
220
190
160
130
100
2
3
4
5
6
40
35
30
25
20
2,0
Capacidad aeróbica (l/min
3,0
4,0
5,0
Capacidad aeróbica(l/min)
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Si bien existe dispersión, lo que revela la existencia de otros factores, la tendencia
es clara en demostrar que los trabajadores de capacidades aeróbicas más altas,
prácticamente, duplican el rendimiento alcanzado por los trabajadores de más baja
aptitud física. Para reafirmar lo señalado, presentaremos resultados más
detallados, de una tarea que demanda esfuerzos extremos, como es la poda de
árboles a grandes alturas, que oscilan entre 6 y 8.3 metros. Para acceder a las
ramas a podar se utilizan escaladores, efectuándose la poda con sierra manual.
En la figura 2 se puede ver una ilustración de esta tarea.
Figura 2.
metros.
Trabajador realizando poda de árboles a una altura de 6 a 8.3
En la tabla 1, se resume el promedio de rendimiento diario, expresado en árboles
podados por jornada, para cada uno de los trabajadores que participó en este
estudio. En la tabla se destaca también el número de jornadas de evaluación por
sujeto. Como se puede observar, el rendimiento alcanzó un promedio de 76
árboles podados por jornada, con un coeficiente de variación de 8.3 %.
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7
Tabla 1. Rendimientos individuales y número de jornadas evaluadas en ocho
podadores capacitados
Trabajadores Jornadas de estudio
1
3
2
3
3
2
4
3
5
3
6
3
7
1
8
2
Promedio (árboles/jornada)
Desviación estándar
Coeficiente de variación (%)
Rendimiento
68.2
72.2
67.4
78.3
79.5
84.2
75.9
82.6
76.0
6.3
8.3
En el estudio de poda alta, se efectuaron seguimientos jornada a jornada, en que
se evaluó la dificultad del trabajo, en términos de tamaño de las ramas y de los
árboles a podar, las características del terreno y las condiciones climáticas.
Además, se registró la edad, características antropométricas, capacidad aeróbica
y composición corporal de cada trabajador evaluado. Con estas variables, se
procedió a efectuar una regresión paso a paso, detectándose que, de todas las
variables consideradas, la capacidad aeróbica era la que mayor incidencia tenía
en el rendimiento de estos trabajadores. Se obtuvo la siguiente ecuación:
RENDIMIENTO* = 43.38 + 7.71 Capacidad aeróbica (l O2 /min)
INDICADORES ESTADISTICOS: R MULTIPLE = 0.91
R CUADRADO = 0.83
ERROR ESTANDAR = 2.78
p < 0.000
*árboles podados por jornada
La ecuación anterior revela que, un 83% de la variación en el rendimiento, está
explicado por la capacidad aeróbica, lo que indica un alto valor predictivo, que
permite estimar los rendimientos que se podrían obtener de acuerdo a la
capacidad aeróbica de los podadores, en la forma que se ilustra en la tabla 2.
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Tabla 2. Rendimiento estimado para una faena de poda alta en trabajadores
con distintos niveles de capacidad aeróbica
Capacidad aeróbica
Rendimiento
(litros de O2/min)
(árboles podados/jornada)
2.5
62
3.2
68
4.5
78
Como se puede observar en la tabla 2, no todos los trabajadores pueden alcanzar
idénticos rendimientos y esto tiene una importancia fundamental para la
adaptación ergonómica del trabajo, tema que se discutirá con más detalle, en el
capítulo de búsqueda de tecnologías apropiadas para trabajos manuales.
En base a los antecedentes presentados, el criterio más simple para seleccionar
trabajadores, sería decir “busquemos los mejores”. El problema que se presenta
en cualquier población es que las aptitudes varían en un rango muy amplio y uno
debe preguntarse ¿cuáles y cuántos son los mejores?. La respuesta a esta
pregunta es compleja y requiere conocer la población que habitualmente postula a
estos trabajos, razón por la cual analizaremos el tema en más detalle.
En la tabla 3, se resume el promedio, la desviación estándar y el rango para la
capacidad aeróbica de trabajadores forestales chilenos, expresada en litros de
oxígeno por minuto, mientras que en la tabla 4, se presentan los mismos
indicadores, para la capacidad aeróbica expresada en mililitros de oxígeno por
minuto y por kilogramo de peso corporal.
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Tabla 3. Capacidad aeróbica expresada en litros de oxígeno por minuto en
una muestra de 454 trabajadores forestales de distintas edades (Promedios,
desviación estándar, máximo y mínimo)
Rango
N
Edad
%
Promedio
DE
Máx
Mín
Del total
(l/min)
(l/min)
(l/min)
(l/min)
<20
39
9
3.30
0.6
5.00
2.30
20-29
202
44
3.50
0.6
5.20
2.00
30-39
120
26
3.10
0.5
4.70
2.20
40-49
55
12
2.80
0.5
3.90
1.70
>50
38
8
2.40
0.6
4.30
1.50
Total
454
Promedio
3.20
0.6
5.20
1.50
Tabla 4. Capacidad aeróbica expresada en mililitros de oxígeno por minuto y
por kilogramo de peso corporal en una muestra de 454 trabajadores
forestales de distintas edades
Rango
N
Edad
%
Promedio
DE
Máx
Mín
Del total
(l/ml/kg)
(l(ml/kg)
(l/ml/kg)
(l/ml/kg)
<20
39
9
53.80
9.2
83.1
36.8
20-29
202
44
53.50
8.8
80.3
32.5
30-39
120
26
47.60
8.9
73.7
28.1
40-49
55
12
41.50
10.9
59
25.8
>50
38
8
35.50
10
56.6
24.1
Total
454
Promedio
49.01
9.56
83.1
24.1
Un aspecto importante de destacar, es que la capacidad aeróbica de los
trabajadores forestales es alta como promedio, superior a la de trabajadores
industriales e incluso a la de sus colegas de varios países industrializados, que
son de mayor tamaño corporal. Esto se debe en gran parte, a que la mayoría de
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10
los métodos de trabajo manual empleados en Chile, tienen un marcado efecto de
entrenamiento aeróbico. Otro hecho, es que la capacidad aeróbica alcanza los
valores promedios más altos en el rango de 20 a 29 años. Luego decrece gradual
y progresivamente, notándose una marcada disminución por sobre los 50 años.
Este es un hecho importante, que puede explicar el bajo porcentaje de
trabajadores en este rango de edad. Con respecto a este último aspecto, hay que
señalar que los trabajadores que han realizado trabajo físico toda su vida adulta
tienden a mantenerse en ellos y compensan su baja capacidad física con una
buena técnica que les permite ahorrar energía, reduciendo así la sobrecarga física
y alcanzando buenos rendimientos. Por ello, la edad no debe ser un factor
excluyente. No obstante, personas de más de 40 años que nunca han realizado
con anterioridad trabajos físicos intensos, no resultan recomendables para iniciar
el aprendizaje de actividades
manuales pesadas, a menos que sus trabajos
anteriores, en otros rubros, les hubiesen demandado esfuerzos sostenidos y que
su condición física sea objetivamente evaluada y se sitúe dentro de las
recomendaciones que se analizarán más adelante.
Antes de decidir límites para la selección, se requiere conocer la distribución de la
capacidad aeróbica de esta población. Esto se ilustra en la figura 3. Como se
puede verificar, el 50 percentil se ubica en un valor cercano a 3.2 litros de oxígeno
por minuto, lo que es similar a la media (tabla 3). Si consideráramos este valor
como el límite más bajo de referencia, el 50% de los trabajadores forestales
actualmente en funciones, así como un porcentaje equivalente o mayor de los
futuros postulantes, quedaría excluido del trabajo, lo que podría generar serias
dificultades en las empresas para encontrar trabajadores aptos. Más aún, el
promedio observado a nivel nacional, es más bajo que el de los trabajadores
forestales, de manera que tampoco sería fácil encontrarlos en otros sectores de
nuestra población.
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11
Figura. 3. Porcentaje de frecuencias acumuladas (%) de la capacidad
aeróbica (VO2 máx) de 454 trabajadores forestales chilenos
100
Porcentaje (%)
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
1,5
1,8
2,1
2,4
2,7
3
3,3
3,6
3,9
4,1
4,4
4,7
5
5,2
VO 2 máx. (l/min)
Otra forma de encarar el problema, es tomar la media, menos una desviación
estándar, lo que reduce el límite a 2.6 litros de oxígeno por minuto. Si se observa
la figura
3, se puede ver que este valor corresponde al 15 percentil de la
población. De manera tal, que con este criterio el 85% de los postulantes a este
tipo de trabajo estaría apto. Si además se considera que, la mayor parte de las
personas, que se interesan por ingresar por primera vez al sector forestal, son
menores de 30 años, es casi seguro que el porcentaje de rechazos por baja
capacidad aeróbica será incluso menor.
Indudablemente que la pregunta fundamental es si un trabajador con 2.6 litros de
capacidad aeróbica puede realizar cualquier trabajo forestal manual. La respuesta
es que todo depende de las exigencias de producción que se le pongan. Existe
una marcada tendencia a tipificar algunas actividades como más pesadas que
otras. Esto es válido para trabajos puntuales. Por ejemplo, voltear árboles con
motosierra
es más pesado que el trozado con la misma herramienta. Sin
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12
embargo, el trabajo debe ser juzgado en el contexto de una jornada normal en que
se efectúan actividades principales, secundarias y pausas. Hemos podido
observar, después de muchos años de investigación, que los trabajadores, cuando
pueden, se regulan ellos mismos. En otras palabras, trátese de cualquier trabajo
manual, los trabajadores no superan los umbrales de fatiga, salvo en casos que se
les obligue a cumplir con determinados requisitos de producción.
Como recomendación, es importante que los ejecutivos, empresarios de servicios
y en general todas las personas vinculadas a la producción, mantengan siempre
en mente que los seres humanos son diferentes entre sí y que nunca se podrá
homologar el rendimiento físico en todos ellos.
3. Composición corporal como criterio de selección para trabajos pesados.
Se ha analizado la importancia de la capacidad aeróbica, fundamentando las
razones para establecer un límite inferior como criterio de selección. Sin embargo,
no es el único indicador y requiere ser complementado con algunos otros aspectos
asociados a la
composición corporal y al tamaño de los trabajadores. Para
explicar mejor estos factores se analizará el peso y la composición corporal de
trabajadores forestales chilenos. En la tabla 5, se puede ver el promedio y la
desviación estándar para estas variables.
Si bien el contenido de masa grasa está indicado porcentualmente, revelando que
el promedio se encuentra en niveles que permiten clasificar a la mayoría de los
sujetos que integran este grupo como corriente, el peso del cuerpo y el contenido
de masa libre de grasa deben juzgarse con relación al tamaño corporal. Por eso,
antes de analizar estos aspectos en detalle, conviene revisar la información
contenida en la tabla 6, que incluye la talla de este grupo, la masa libre de grasa
expresada por metro de estatura y el índice de masa corporal.
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13
Tabla 5. Promedio y desviación estándar (DE) para el peso, el porcentaje de
masa grasa (MG) y los Kilogramos de masa libre de grasa (MLG) de 591
trabajadores forestales chilenos clasificados por rango de edad.
Rango
Peso (Kg)
Masa Grasa (%)
Masa Libre Grasa(kg)
Edad
Promedio
DE
Promedio
DE
Promedio
DE
<20
62.2
6.5
12.2
3.8
53.7
4.9
20-29
64.2
7.5
13.0
4.1
55.8
5.4
30-39
66.0
7.8
17.3
3.8
54.2
5.5
40-49
67.7
7.8
19.4
4.3
54.3
5.1
>50
65.5
12.8
18.4
5.7
53.0
5.1
<20 a >50
65.12
8.48
15.4
4.2
54.9
5.3
Tabla 6. Estatura, Kilogramos de masa libre de grasa divididos por metro de
estatura (MLG/h) e índice de masa corporal (peso real /estatura al cuadrado)
(IMC), en una muestra de 591 trabajadores forestales chilenos, clasificados
por rango de edad
Rango
Talla
Edad
(cm)
MLG/h
IMC
Promedio
DE
Promedio
DE
Promedio
DE
<20
167.5
4.9
32.1
2.8
22.2
2.0
20-29
166.1
5.9
33.5
2.6
23.2
2.6
30-39
165.2
5.9
32.8
2.9
24.2
2.5
40-49
164.7
5.6
33.0
2.7
25.0
2.8
>50
163.3
5.7
32.5
2.5
24.6
3.1
Promedio
165.4
5.6
33.1
2.7
23.7
2.6
Los antecedentes aportados en las tablas 6, revelan que nos encontramos con un
grupo de estatura más baja comparado con otros sectores de la población chilena.
También, se observa que el peso es adecuado para la estatura, lo que se refleja
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 13
14
en el índice de masa corporal. Por su parte, la masa libre de grasa refleja un
desarrollo músculo-esquelético adecuado al tamaño corporal.
Al igual como se señaló, cuando se presentó la información de capacidad
aeróbica, es necesario analizar las curvas de distribución para descartar extremos,
cuyas características no aparezcan compatibles con el trabajo forestal.
En la figura 4, se puede observar la distribución del porcentaje de grasa corporal
en
estos
trabajadores.
Como
el
trabajo
forestal
requiere
frecuentes
desplazamientos en terrenos irregulares, movimientos coordinados, flexibilidad y
transporte de pesos, los riesgos son mayores para las personas obesas. Por ello,
como criterio de selección, debería considerarse sujetos con menos de 20% de
grasa corporal. Si se observa la figura 4, se puede ver que el 80% de los
trabajadores forestales, están bajo este límite. Por lo tanto, poner como exigencia
que los trabajadores tengan una cantidad inferior al 20% de grasa corporal no
sería una limitante, ya que el porcentaje de trabajadores forestales obesos es
muy bajo, excepto en los operadores de máquinas, en los que existe una
tendencia al sobrepeso por exceso de grasa.
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 14
15
Porcentaje (%)
Figura 4. Porcentaje de frecuencias acumuladas (%) del contenido de masa
grasa (%MG) de 591 trabajadores forestales chilenos
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Porcentaje Masa Grasa (%)
Con respecto al límite inferior de grasa corporal, se señaló antes que una persona
se puede calificar como delgada cuando tiene entre
5 y 10 % de grasa. Es
posible, que un sujeto bien nutrido, tenga valores aún inferiores, por ejemplo,
atletas bien entrenados, pero es más frecuente que personas de nivel
socioeconómico bajo, con menos de 5% de grasa sean sujetos con problemas de
malnutrición. Si además, por la misma razón, hay una reducción de su masa libre
de grasa, la persona enfrentada a trabajos físicos pesados se fatigará
rápidamente. En tales casos, lo más recomendable es que dichos sujetos sean
sometidos a un examen médico que determine la gravedad de la malnutrición y los
efectos clínicos de ésta. Si la persona está clínicamente apta y no ha sufrido un
marcado deterioro de su respuesta al esfuerzo, sometida a una recuperación
nutricional, podrá perfectamente incorporarse al trabajo.
Con respecto al segundo componente de importancia, la masa libre de grasa, en
la figura 5, se puede ver la curva de distribución de esta variable expresada en
Kilogramos por metro de estatura. Como se señaló en la tabla 6, la media alcanza
a 33.1 Kg/m con una desviación estándar de 2.7 Kg/m. Al restar una desviación
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 15
16
estándar, nos encontramos con una cifra de 30.4 Kg/m. Si se observa la curva de
distribución en la figura 5, se puede ver que este valor corresponde
aproximadamente al 15 percentil. Para efectos de selección, esta cifra debería
marcar el límite inferior. Sin embargo, esto sería válido sólo para tareas dinámicas
como trabajos de plantación, roce, poda y desrame, ya que, por ejemplo, personas
que apilan madera y motosierristas, deben cargar o transportar grandes pesos y
sería recomendable que ellos tuvieran un desarrollo músculo-esquelético de
mayor envergadura. Por ejemplo, los motosierristas, entre herramientas,
combustible y equipos de seguridad, transportan hacia el lugar de trabajo hasta 15
Kilogramos de peso y más. Por otra parte, el apilado manual demanda desplazar,
arrastrar y en algunos casos, cargar trozos de gran volumen. Un desarrollo
músculo-esquelético insuficiente puede, en tales casos, producir accidentes
musculares y articulares con serias consecuencias. Por ello, si las condiciones lo
permiten, para todas las actividades que demanden cargar pesos, se debe elegir
trabajadores con contenidos corporales de masa libre de grasa más altos, por
ejemplo, sobre el 50 percentil de esta población. Esto equivale a decir alrededor
de 33 kilogramos de masa libre de grasa dividida por estatura. Como una cifra de
esta magnitud excluye al 50% de la población forestal, resulta difícil fijar esta
exigencia. De manera tal que, para subsanar esta situación, la forma de obviarlo
sería mejorar las técnicas de trabajo y evitar mediante la mecanización de las
tareas más pesadas, el carguío excesivo de peso. No obstante, en el caso
particular de los motosierristas, el criterio debe ser más estricto. De acuerdo a
nuestros estudios, se ha podido determinar que la sobrecarga física de los
motosierristas es inversamente proporcional al tamaño de su masa libre de grasa,
lo que también se relaciona con el rendimiento. En otras palabras, si la masa libre
de grasa no refleja un buen desarrollo músculo-esquelético, el trabajador estará
expuesto a sufrir fatiga prematura, lo que traerá como consecuencia bajos
rendimientos y mayores riesgos de accidentes.
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 16
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Porcentaje (%)
Figura 5. Porcentaje de frecuencias acumuladas (%) de la relación kilos de
masa libre de grasa dividido por la estatura (MLG/h) de 591 trabajadores
forestales
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
21
25
27
29
31
33
35
37
39
41
43
MLG/h (kg/m)
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 17
18
4. Estudio de caso: selección e importancia del entrenamiento para la
mantención de la aptitud física.
A manera de ejemplo de procesos de selección fisiológica, que está llevando a
cabo la Unidad de Ergonomía, se puede destacar el caso de los brigadistas de
incendios forestales.
Durante dos temporadas consecutivas, los años 2000 y
2001, se realizaron estudios que demostraron que, un porcentaje de los
brigadistas, no tenía las condiciones físicas requeridas para la actividad que
despliegan. Como resultado, estos brigadistas eran ineficientes y tenían
que
exigirse a niveles de riesgo para cumplir con sus tareas, llegando al agotamiento
mucho antes que sus compañeros de mejor condición. Esto se pudo verificar en
incendios, donde se observó que los trabajadores de capacidades aeróbicas más
altas y con mayor contenido de masa libre de grasa, tenían
cargas
cardiovasculares más bajas. En la figura 6 se puede ver una separación de los
combatientes por niveles de capacidad aeróbica; bajo 3 l/min, que se puede
considerar fuera de los rangos recomendables para esta tarea, de 3 a 4 l/min,
intervalo en que se encuentran la mayoría de los brigadistas y sobre 4 l/min, que
son personas de excelente capacidad aeróbica. Como se puede observar en la
figura 6,
los trabajadores en el nivel más bajo realizaban su trabajo con los
promedios de carga cardiovascular más altos. En el otro extremo, se observa que
los brigadistas de muy buena condición física, con capacidades sobre 4 l/min,
hacían su trabajo en las líneas con la carga cardiovascular más baja.
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 18
19
Figura 6. Porcentaje de carga cardiovascular en incendios en trabajadores
de baja capacidad aeróbica (<3 l/min), capacidad en el rango en que se
encuentran la mayoría de los brigadistas (3 A 4 l/min) y trabajadores de
capacidad aeróbica alta (< 4 l/min)
63
64
62
% Carga cardiovascular promedio en incendios
62
62
60
% Carga Cardiovascular
61
58
60
56
54
59
52
58
58
50
57
48
46
56
55
55
44
42
54
40
<3
3a4
<4
Capacidad aeróbica (l/min)
Por otra parte, si a lo anterior
se asocia la composición corporal de los
brigadistas, en la figura 7, se puede observar que los trabajadores que más se
cansaban eran aquellos con baja capacidad aeróbica y menor contenido de masa
libre de grasa y los que mejor resistían el trabajo, con cargas cardiovasculares
promedio de 55 %, eran los que tienen una masa libre de grasa de mayor tamaño
y una mejor capacidad aeróbica. En el sentido opuesto, lo mismo es válido para la
cantidad de grasa corporal, vale decir, aquellos sujetos con tendencia a la
obesidad resistían en más mala forma el trabajo, que aquellos con grasa en
rangos aceptables, que presentaban menores cargas cardiovasculares. Por lo
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general, esto es un “castigo” que el organismo le impone a aquellos trabajadores
con mucha grasa y pobre desarrollo músculo esquelético, ya que su capacidad de
generación de energía se ve mermada por el exceso de grasa que deben
transportar en todos sus desplazamientos.
Figura 7. Porcentaje de carga cardiovascular y promedio de masa libre de
grasa en trabajadores de baja capacidad aeróbica (<3 l/min), capacidad en el
rango en que se encuentran la mayoría de los brigadistas (3 A 4 l/min) y
trabajadores de capacidad aeróbica alta (< 4 l/min)
84
% carga cardiovascular en incendios
Kilogramos de masa libre de grasa
82
80
% Carga caiovascular
Kg masa libre de grasa
78
76
74
64
64
62
62
60
60
59
58
58
56
55
54
52
50
>3
3a4
<4
Rangos capacidad aeróbica (l/min)
Como se mencionó, es muy importante señalar que ninguno de estos índices
puede considerarse en forma aislada. Tanto la composición corporal, como la
capacidad aeróbica, son modificables con entrenamiento y buena alimentación.
Lo importante es cuantificarlos, ya que en ninguna de las empresas estudiadas se
hacían evaluaciones de composición corporal, salvo el uso de indicadores
peso/estatura que, como se planteó anteriormente, pueden tener muchos sesgos,
particularmente si para estos efectos no se usan instrumentos adecuados.
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21
Para ilustrar como se pueden modificar estos índices en cortos períodos, en la
temporada 2000-2001, se hicieron controles justo al inicio y tres meses después
de que las brigadas habían iniciado el trabajo. Al mismo tiempo, se separaron los
trabajadores por empresas que tenían programas de actividad física controlados y
aquellas en que el combate de incendios era el único medio posible para mejorar
la capacidad. Esa temporada fue la de más baja ocurrencia de incendios en los
últimos 30 años. En la figura 8, se puede observar los cambios de capacidad
aeróbica al inicio y a mediados de la temporada, obtenidos de brigadistas de
distintas cuadrillas de cada una de las cinco empresas participantes. El mismo
indicador, expresado en mililitros por kilogramo de peso corporal, se ilustra en la
figura 9.
Figura 8. Capacidad aeróbica (l/min) en brigadistas forestales de distintas
empresas a comienzos y a mediado de temporada.
4
Capacidad aeróbica (l/min)
3.9
3.8
3.7
3.6
3.5
3.4
3.3
control1
3.2
control2
3.1
4
2
5
1
3
EMPRESA
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22
Figura 9. Capacidad aeróbica (ml/min/kg) en brigadistas forestales de
distintas empresas a comienzos y a mediado de temporada.
56
Capacidad aeróbica (ml/kg/min)
55
54
53
52
51
50
49
Control1
48
Control2
47
4
2
5
1
3
EMPRESA
Como se puede observar en las figuras, las empresas 4, 2 y 5 inician su trabajo
con los valores más bajos de capacidad aeróbica. De ellas, sólo la empresa 2, al
igual que la 1 y la 3, hacen preparación física. Si se observa los resultados de
mediados de temporada, los aumentos de capacidad aeróbica son notorios en las
empresas que hacen preparación física. Si bien el aumento es mayor en la
empresa 2 que en la 1 y la 3, esto se debe a mejores procesos de selección en las
últimas dos empresas, que inician la temporada con una población de mucho
mejor condición física. Como se puede ver en la figura 9, en las dos empresas que
no hacían preparación física sistemática, los brigadistas incluso bajaron su
capacidad aeróbica por kilogramo de peso de peso corporal, aún cuando el peso
aumentó dentro de márgenes razonables. Los resultados son claros en indicar,
que las empresas 1 y 3, tienen buenos criterios de selección y preparación física.
Por su parte, la empresa 2, parte de un nivel significativamente más bajo que
aumenta con el avance de la temporada, debido a la preparación física. Por último,
lo ocurrido con las empresas 4 y 5 fortalece la necesidad de realizar programas de
entrenamiento que permitan a sus combatientes alcanzar buenos niveles de
respuesta al esfuerzo.
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A raíz de los resultados del estudio, dos empresas solicitaron a la Unidad de
Ergonomía de la Universidad de Concepción, la selección de sus brigadas para la
temporada 2000-2001. Una de ellas tenía programas de actividad física
controlados, mientras que la otra no los incluía. Los resultados para la capacidad
aeróbica al inicio y a finales de temporada se resumen en la figura 10. En ella se
puede ver, que el valor inicial de capacidad aeróbica de las brigadas
seleccionadas, en la empresa que no tenía programas de entrenamiento, es
bastante alto, ya que alcanza 3.84 litros de oxígeno por minuto, valor muy superior
al promedio para esta variable,
analizado a lo largo de este texto.
Comparativamente, al inicio de la temporada esta brigada era superior en su
respuesta al esfuerzo, que la cuadrilla de la otra empresa en que se aplicó el
mismo proceso de selección. Sin embargo, si uno observa los resultados de la
segunda evaluación, a finales de temporada, se puede ver que los trabajadores
sin entrenamiento, disminuyeron su capacidad aeróbica en 10.5% como promedio,
mientras que los brigadistas de la empresa que hacía preparación física, la
aumentaron en un 6.1%, revirtiéndose la situación. Por otra parte, en la figura 11,
se puede ver que, en la brigada que no tenía preparación física, su contenido
corporal de masa grasa aumenta desde un promedio de 14.7%, que califica al
grupo como corriente, a 17.4% que indicaría sobrepeso por exceso de grasa. En
la empresa que hacía preparación física, el porcentaje medio de masa grasa se
reduce de 15% a 13.7%. Ambos valores califican a este grupo como corriente.
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 23
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Figura 10. Capacidad aeróbica (l/min) a comienzos y fines de temporada en
brigadistas de dos empresas forestales que hacían selección de personal,
pero sólo una de ellas tenía programas de entrenamiento físico controlados.
5,0
Capacidad aeróbica (l/min) inicio temporada
Capacidad aeróbica (l/min) final temporada
Capacidad aeróbica (l/min)
4,5
4,0
3,84
3,63
3,44
3,5
3,42
3,0
2,5
2,0
Empresa sin entrenamiento
Empresa con entrenamiento
Figura 11. Temporada 2001-2002. % de masa grasa a comienzos y fines de
temporada en brigadistas de dos empresas forestales que hacían selección
de personal, pero sólo una de ellas tenía programas de entrenamiento físico
controlados.
24,0
22,0
% Masa grasa inicio temporada
% Masa grasa final temporada
% Masa Grasa
20,0
17,4
18,0
16,0
14,7
15,0
13,7
14,0
12,0
10,0
8,0
6,0
Empresa sin entrenamiento
Empresa con entrenamiento
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 24
25
El aumento de la grasa corporal, resultó en una disminución aún mayor de la
capacidad aeróbica expresada en mililitros de oxígeno por kilogramo de peso
corporal, en el grupo que no hacía preparación física. Por el contrario, en los
trabajadores que se comparan, hubo también un aumento en este caso, que los
deja en ventaja frente a cualquier actividad que requiera desplazamiento del peso
del cuerpo, como es la construcción de líneas de fuego. Esto se puede ver en la
figura 12.
Figura 12. Capacidad aeróbica, expresada en mililitros de oxígeno por
kilogramo de peso corporal a comienzos y fines de temporada, en
brigadistas de dos empresas forestales, que hacían selección de personal,
pero sólo una de ellas tenía programas de entrenamiento físico controlados.
70
Capcidad aeróbica (ml/min/kg)
65
capacidad aeróbica inicio temporada (ml/min/kg)
Capacidad aeróbica fin de temporada
60
55,3
55
50
52,2
48,3
49,3
45
40
35
30
Empresa sin entrenamiento
Empresa con entrenamiento
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5. Procedimientos e interpretación de las evaluaciones de aptitud física.
Lo analizado hasta ahora revela que los índices básicos para una buena selección
son: edad, peso, estatura, porcentaje de masa grasa, kilogramos de masa libre de
grasa
y
capacidad
aeróbica.
Frente
a
estos
indicadores,
hay
varias
consideraciones que deben tenerse en cuenta, en relación con la interpretación
de los resultados.
En primer lugar, es necesario señalar que existen otros criterios de aptitud física.
Por ello, lo propuesto es el reflejo de la experiencia de quienes elaboraron este
texto, que han demostrado la efectividad de los indicadores recomendados en
diversas investigaciones acerca de carga física y rendimiento, que se discutirán en
el capítulo de tecnología apropiada para trabajos manuales. Las variables
recomendadas no son invasivas, como para implicar el rechazo de los
trabajadores, se pueden obtener con una precisión razonable, en un tiempo
prudencial y a un costo compatible con un proceso de selección.
Otro aspecto de primordial importancia es que los indicadores sugeridos no
pueden considerarse en forma aislada y rígida. Todos aportan información y
deben ser analizados en conjunto. Por ello, las evaluaciones deben ser hechas por
especialistas, que estén capacitados para analizar los resultados y que
comprendan la flexibilidad que se requiere cuando se interpreta información
referente a parámetros fisiológicos y anatómicos. Esta afirmación, se debe a que
hemos podido observar en algunos casos,
que la aptitud física se estima
empleando métodos de dudosa validez. Tales pruebas, a menudo muy indirectas,
tienen un alto porcentaje de error. Por ello, cuando además no se aplican bajo
condiciones debidamente controladas, su error de estimación puede superar el 50
%, lo que puede ser altamente perjudicial para las poblaciones que postulan a
estos trabajos.
DIPLOMADO EN ERGONOMIA / Unidad de Ergonomía / Universidad de Concepción 26
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Por último, como se demostró con el estudio de caso de los brigadistas forestales,
la aptitud física es una variable dinámica y, por lo tanto, no sólo es importante la
selección, sino que también los criterios que se apliquen posteriormente, para
mantenerla y, en lo posible, mejorarla.
Resumen:
La selección de los trabajadores, basada en mediciones objetivas de
sus aptitudes físicas y psicológicas, es una necesidad básica para
enfrentar el trabajo en forma eficiente y segura. Independiente de lo
anterior hay que conocer la capacidad de estos grupos, definir los
límites de fatiga para ellos y, sobre esa base, diseñar métodos de
trabajo que permitan encontrar trabajadores capaces de cumplir con
las metas de cantidad y calidad requeridas por el trabajo, sin fatigarse.
La tendencia es clara en demostrar que los trabajadores de
capacidades aeróbicas más altas, tienen mejor rendimiento que
trabajadores de baja aptitud física.
Se debe destacar que la mayoría de los métodos de trabajo manual
empleados en Chile, tienen un marcado efecto de entrenamiento
aeróbico.
No solo es importante tener un bajo porcentaje de grasa, sino que
también se recomienda que la masa libre de grasa, sea la adecuada ya
que un desarrollo músculo-esquelético insuficiente puede, producir
accidentes musculares y articulares con serias consecuencias.
Es muy importante señalar que ni la composición corporal ni la
capacidad aeróbica pueden considerarse en forma aislada, ya que
ambas son modificables con entrenamiento y buena alimentación
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Preguntas:
Señale si es verdadero (V) o falso (F) lo que se enuncia a continuación,
justifique los falsos:
1. En promedio, la capacidad aeróbica aumenta con la edad,
llegando a su nivel más alto a los 45 años
2. Todos los individuos de igual edad tienen la misma frecuencia
cardiaca máxima lo que minimiza el error de la estimación de
capacidad aeróbica cuando se usa el método de extrapolación
3. Los brigadistas forestales chilenos tienen umbrales anaeróbicos
cercanos al 90% de su capacidad aeróbica
4. Estudios realizados en trabajadores forestales chilenos
demuestran que existe asociación entre capacidad aeróbica y
rendimiento laboral
5. A los trabajadores jóvenes, entre 18 y 25 años, se les puede
exigir a todos el mismo rendimiento laboral
6. Las exigencias de producción en faenas manuales deben ponerse
de acuerdo a los rendimientos que alcanzan las personas que se
sitúan en el 95 percentil de capacidad aeróbica
7. En brigadistas de incendios forestales carece de importancia el
entrenamiento físico porque su trabajo es de alta demanda de
energía
Las preguntas y la resolución del problema se comentaran en el Chat
correspondiente a analizar este tema
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