El proceso de la purificación Hoy Norma, a quien agradezco con todo el corazón, me hizo llegar este texto que quise compartir con ustedes, porque siento que refleja muy bien lo que nos sucede cuando comenzamos este camino de la autosanación. Pensando en quienes dicen “esto no está funcionando” o “empecé a trabajar con los códigos o hooponopono (o lo que sea que emplee)… y va peor”, el mensaje es: sean conscientes de que no llegaron a este planeta hace unas décadas. Están hace siglos perseverando una y otra vez, han cargado durante generaciones mandatos y limitaciones, olvidaron quienes eran: seres de luz manifestándose en este plano terrenal. Así que ténganse paciencia, ámense plenamente, con las luces y sombras, con las alegrías y las penas. Son un Todo, un microuniverso dentro del Universo, sigan adelante, el camino siempre se abrirá ante sus pasos, la Luz siempre los guiará a su mejor expresión. Los envuelvo en la luz rosa de mi corazón. Bendiciones de mi corazón al tuyo Verónica Heiland (c) EL PROCESO DE LA PURIFICACIÓN Imagínese que se hubiera pasado la vida sin lavarse jamás y que, de pronto, un día decidiera ducharse. Empieza usted a frotar y se queda horrorizado al ver la suciedad que le brota de los poros y le chorrea por el cuerpo. Aquí tiene que haber un error: se suponía que iba usted a quedar limpio, pero lo único que ve, siente es mugre. Presa del pánico, abandona la ducha a toda prisa, convencido de que no hubiera decidido intentarlo. Pero solo consigue quedar más sucio que antes. No tiene usted manera de saber que lo más sensato es tener paciencia y acabar de ducharse. Al principio, y durante algún tiempo, puede dar la impresión de que este ensuciándose cada vez más, pero si persiste saldrá de la ducha limpio, fresco y renovado. Como su nombre lo dice, es un PROCESO DE PURIFICACIÓN. Siempre que surja una duda, veamosla como un obstáculo, reconozcala como una comprensión que pide ser aclarada o desbloqueada y sepa que no se trata de un problema fundamental sino de una fase de un proceso de purificación y aprendizaje. Dejemos que el proceso continúe hasta completarse y no perdamos nunca la confianza ni la resolución. Tal es el camino que siguieron todos los grandes practicantes del pasado que solían decir: NO HAY ARMADURA COMO LA PERSEVERANCIA.