En sus propias palabras: Viviendo con ciática

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En sus propias palabras: Viviendo con ciática
English Version
Susan, una enfermera de la sala de emergencias de 39 años, vive en Arizona. Cuando un disco herniado amenazó
su activo estilo de vida, buscó alivio a través de la cirugía espinal mínimamente invasiva.
¿Cuál fue el primer signo de que algo andaba mal? ¿Qué sus síntomas experimentó?
Estaba jugando tenis e iba a tirar. Lo primero que sentí fue un dolor tremendo en mi pierna. Los doctores
pensaban que me había jalado el tendón de la corva y me sugirieron que descansara y aplicara hielo. Pero no
mejoré. El doctor probó un soporte para la rodilla y una media de apoyo, lo cual sólo empeoró el dolor ya que
comprimía el nervio. Nada me quitaba el dolor. Permaneció horrible, aun cuando trataba de descansar.
Eventualmente mi pie se entumeció y empecé a caerme. Deje de ver a mi familia y amigos y me iba directo a
casa después del trabajo. Lloraba mientras manejaba rumbo a casa. Era muy doloroso. No fui asertiva con el
doctor, ya que no quería ser etiquetada como una quejumbrosa. Cerca de un mes después de la lesión, mi mamá
llamó al cirujano ortopédico y dijo algo anda realmente mal; mi hija no actúa de esta forma.
¿Cómo fue la experiencia del diagnóstico?
El doctor me vio de nuevo y esta vez, me preguntó sobre el dolor de espalda. Soy enfermera, así que el dolor de
espalda es un hecho. Nunca los había puesto juntos. Y el tampoco. El ordenó una MRI, que mostró las hernias
del disco. Finalmente tuve un diagnóstico.
¿Cuál fue su reacción inicial y a largo plazo al diagnóstico?
Había pensado que mi pierna se estaba muriendo, que el flujo sanguíneo estaba obstruido. Así que cuando
descubrí que era una hernia, estaba contenta de cierta forma. Al menos sabía lo que era. Pero también pensaba en
todas las personas con problemas de espalda que nunca mejoran y tienen todas estas cirugías. Pensé, "soy muy
joven para todo eso." Así que atravesé el espectro de qué hacer al respecto. Deseaba descubrir qué andaba mal
para poder superarlo. La ciática es horrible, la peor experiencia de mi vida. Todavía tengo un dolor que aparece y
desaparece. Pero sigo viviendo mi vida. Nunca hay una promesa de que siempre me sentiré bien. Esta experiencia
ha hecho que aprecie más las cosas.
¿Cómo se trata la ciática?
He probado de todo. Tuve cinco inyecciones epidurales. La primera fue increíble. Cerca de cinco horas después,
el dolor se fue. Pero tan pronto como me fui a trabajar, el dolor regresó. Las otras inyecciones epidurales nunca
me ayudaron. Los doctores me dieron medicamentos antiinflamatorios, relajantes musculares, analgésicos. Nada
funcionó. El dolor me hacía sentir somnolienta y con náuseas, pero todavía estaba presente. Probé video cintas de
relajación, masaje, todo en lo que pude pensar. Pero no mejoraba. Y necesitaba algo que durara. Sabía que la
gente padecía con el dolor de espalda, las cirugías fracasadas y el camino que muchos de ellos tomaban. Estuve
determinada a no volverme un cliente regular de la sala de emergencias.
En ese punto, empecé a buscar en Internet y leí sobre un doctor (Anthony T. Yeung, M.D.) que realiza una
cirugía mínimamente invasiva. Resultó, que mi cirujano ortopédico había hecho una residencia con este cirujano
pionero y me animo a visitarlo, lo cual hice. No me internaron en el hospital. Me fui con dos pequeñas
Band-Aids y sin dolor de pierna. Dos días después, era capaz de caminar por media hora. I pude ir haciendo más
y más. Las personas en la unidad de rehabilitación fueron increíbles. Me enseñaron cómo desarrollar otros
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músculos, como los del abdomen, para ayudar las partes donde la espalda estaba débil. Todavía estoy haciendo
los ejercicios.
¿Tuvo que hacer algún cambio de estilo de vida o alimenticio a raíz de la ciática?
Todavía hay algunos límites para lo que puedo hacer. No estoy jugando numerosos sets de tenis seguidos de la
natación, lo cual era mi rutina usual. Pero estoy de vuelta en la cancha y en la alberca. Me ejercito tres o cuatro
veces a la semana. Cuando me despierto y siento mi espalda apretada, me estiro usando una pelota de ejercicios.
Soy muy cuidadosa respecto a levantar peso y para mantener una buena postura. No quiero que esto regrese.
¿Buscó algún tipo de apoyo emocional?
No.
¿La ciática tiene algún impacto en su familia?
Estoy de regreso haciendo cosas con mis amigos y familia. Ese bache en mi vida ha sido seguido por muchas
cosas buenas.
¿Qué consejo le daría a alguien que viva con ciática?
Las cosas malas pueden pasar, pero es mejor arreglarlo y seguir adelante. Encuentre la forma menos invasiva de
encargarse del problema. No esté apesadumbrado por el dolor. Concéntrese en todas las cosas positivas que
puede hacer.
Según se lo contó a Debra Wood, RN
Ultima revisión Febrero 2002 por EBSCO Publishing's Medical Review Board
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