D) O Siervo o Esclavo. - Asambleas Cristianas Guatemala.

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O SIERVOS O ESCLAVOS
Lo que implica nuestra relación con Cristo.
Un cristianismo en crisis.
El día de hoy tenemos un evangelio muy inocuo, muy emocional, el
cristianismo es mas grande que nunca pero también mas ignorante que nunca,
tiene kilómetros de extensión pero escasos milímetros de profundidad en la
Roca de los siglos que es Jesucristo –acépteme la hipérbole de pues exageré.
Las creencias del cristianismo muchas de ellas ya no se pueden sostener
bíblicamente.
He usado las palabras correctas, desde mi sentencia hasta la denominación a
que he hecho referencia, he dicho cristianismo y no me he referido a la iglesia.
La iglesia del Señor no debe ser así. La cristiandad puede echarse a perder si
quiere, puede apostatar si así lo desea, puede mantenerse en la ignorancia si así
lo prefiere; pero la iglesia no, el verdadero cristiano no debe darse el lujo de la
ignorancia supina que es la ignorancia por negligencia, es la mas vil de las
ignorancias, es la ignorancia por haraganería.
Le hablaba del cristianismo y su emocionalismo, ya que el día de hoy tienen
a un ”cristo” que los hace ricos, que les complace sus caprichos, un cristo que
como voluntad suprema es que se vallan a cruceros en donde un asteroide que
canta canciones con letras que mencionan a “dios” o “cristo” o aun “salvación”
y luego ponen a un motivador que les enseña en como hacerse ricos, o alcanzar
sus metas, o a que hagan lo que puedan y quieran (hasta hay un libro que así se
llama), o les enseñan a vivir tu vida ahora (también hay un libro llamado así) y
no les importa pagar por “alabar a su dios”, tienen asientos con diferentes
precios que les ofrecen a sus comparsas y remeros y estos de buena gana pagan,
que de oro, que de plata, que de platino y hasta ya V.I.P. (Very Important People,
por sus siglas en ingles, que quiere decir: gente muy importante). ¿Pero porque
son muy importantes esos asientos? Ya se, porque están mas cerca del “altar” -
como denominan a su tarima. Porque no creo que sea porque está más cerca de
su cantante de música “cristiana”´ y que fácilmente lo puedan saludar y darle la
mano y talvez un beso y hasta el mismo sudor producido por sus supuestas
“danzas en el espíritu” le pueden salpicar.
Cada cierto tiempo se reúnen estos asteroides con el sobrenombre de
cristianos y entre ellos mismos se dan premios, tienen premios como “los
premios arpa” o sea que ya no es un servicio para la gloria de Dios y la
edificación del cuerpo de Cristo –que son los propósitos escriturales para el
ejercicio de cualquier don espiritual, sino por amor al dinero, la fama y uno que
otro premio. Por cierto, en nada difiere con el mundo. Entonces el “Jesús” de
ese cristianismo solo está para hacerlos ricos, alcanzar sus metas y que les dará
casas, carros, sueldo con que solo ellos pidan diciendo: “dame las naciones para
tu gloria”, son dominionistas; es decir, creen que dominaran y que son
responsables de implantar el reino de los cielos aquí en la tierra. Hasta hacen
mofa diciendo. “Ya estoy cansado de oír de las calles de oro en el cielo ¡el oro
lo necesito aquí!” (Cash –dinero– Luna).
Tienen a un “espíritu santo” que es una fuerza que fácilmente lo puede
manipular entregándoselo a quienes ellos quieran, cuando ellos quieran y para
que haga lo que el Espíritu Santo no hace. Le atribuyen cosas que son
manifestaciones de demonios. El espíritu santo de ellos no es Dios, no es
soberano sino que está a su servicio. Un charlatán de ellos dijo, luego de haber
echo tantas cosas que son desorden, haber practicado hipnotismo en masas –
que ellos denominan reposar en el espíritu, o también risa santa, temblores,
etcétera, este dijo: “Ya no, ya no, ya se me acabó el espíritu para ustedes” (Cash
–dinero– Luna); pero al Espíritu Santo el Padre y el Hijo lo entregan “sin
medida” a los suyos, a los que creen en el Señor Jesucristo para la salvación y
que se evidencia en un cambio de vida. Al Espíritu Santo ahora lo tienen para
gloriarse ellos mismos, pavoneándose en la tarima como los “ungidos” y no es
uno que glorifica a Cristo porque toma de lo Suyo. Por esto mismo, porque no
tienen al Espíritu Santo es que se refieren a quien para nosotros es el Señor Jesús
y ellos sencillamente le llaman: Jesús. El verdadero salvo lo reconoce y lo
confiesa como su Señor y por eso le llama: “El Señor Jesús”.
A ese cristianismo es muy fácil de calificarlo como una “secta emocionalita”
–de emociones, porque es un cristianismo que espiritualiza todo o sataniza todo
y no quiere ser responsable de sus actos con una disciplina bíblica cuando han
cometido pecado; es mas, de esto ya no se habla. Alguien le dijo a uno de
nuestros jóvenes: “Ahora ya no es necesario hablar a los jóvenes del infierno,
ya hay otras formas de ataréelos”. Andan una Biblia pero no la interpretan,
muchas veces ni recurren a ella, a sus adeptos les pasan algunos versículos en
una pantalla y muy mal aplicados sino solo a su conveniencia. La Biblia la han
rebajado tanto que quieren poner a la misma altura de ella a las máximas de
Platón, de Aristóteles, hablan muy bien de citas de Nitsche y de hombres
prominentes entre los hombres pero muertos espiritualmente y muchos de ellos
ateos. También la han rebajado tanto que le dan mucho énfasis a sus supuestos
sueños y también hacen la pantomima de que en esos momentos reciben
directrices del Señor e inmediatamente la arrojan en su verborrea clásica y todos
les aplauden y, casi siempre, esos mensajes no son una llamado a la santidad, al
arrepentimiento o a que dejen de golpear a sus esposas o adulterar, etcétera,
normalmente sus mensajes es: “Cristo dice que hoy hará tu milagro, deposita
tanto”. Hay un canal de televisión que claramente dicen: “Aquí en Enlace
tenemos una ley, primero el dinero”.
Bien podrían dedicarse a la comedia y les iría bien dejando de manchar el
evangelio delante de los perdidos como ellos. Muchos de sus motivadores son
cuenta chistes. Hubo uno que dijo: “De ahora en adelante, antes de predicar, le
contaré un chiste porque ya me di cuenta que la risa es un buen remedio”
(Marcos Witt) y efectivamente se levanta, lee un texto y luego cuenta su chiste
y todo mundo entre 7,000 o mas a reírse. Otras veces afirman del Dios verdadero
con aplicaciones anti y extra escriturales, uno de ellos, hablando de su tema
favorito “dar dinero”, dijo: “Dios es como una prostituta, a una prostituta si tu
no le pagas no se mueve. A Dios tienes que darle primero para que se mueva a
hacer lo que quieras” (Guillermo Maldonado), era un evento para hombres y
todos en ese recinto se dedicaron a aplaudir la barrabasada de este que se auto
denomina apóstol. Cuando oí ese video y lo volví a buscar en You Tube siempre
me digo: “Un sabio, solo uno que ame a la sana doctrina y al Señor para que le
tape la boca a ese incircunciso” y nadie se levanta en ese video con indignación
santa.
De manera que es un cristianismo sin Cristo, un cristianismo sin Dios, un
cristianismo sin el Espíritu Santo, un cristianismo sin sangre y, por lo tanto, es
un cristianismo sin compromiso con el Dios verdadero, con Su sana doctrina,
con Su palabra, es un cristianismo apostata.
En fin, el día de hoy tenemos demasiados motivadores pero pocos
predicadores, muchísimos oradores pero pocos contendores ardientes “por la fe
que a sido una vez dada a los santos” (Jud.3). Este cristianismo es más famoso
y más grande que nunca pero también más débil y avergonzado que nunca. En
realidad vive más de emociones que de convicciones en la Palabra de Dios. Se
considera rica y que no tiene necesidad de nada, pero el Señor dice que es “un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Ap.3:17) y efectivamente
estamos en la época de Laodicea de quien el Señor dice: “te vomitaré de mi
boca” (vrs.15-16).
El Señor espeta a los impíos que toman Su ley y Su Nombre en vano: ¿“Pero
al malo dijo Dios: ¿Que tienes tu que hablar de mis leyes, y que tomar mi
pacto en tu boca? Pues tu aborreces la corrección, y echas a tu espalda mis
palabras. Si veías al ladrón, tu corrías con él, y con los adúlteros era tu
parte. Tu boca metías en mal, y tu lengua componía engaño”
(Salm.50:1619); en cambio los fieles oran al Señor así: “No quites de mi boca
en ningún tiempo la palabra de verdad, porque en tus juicios espero.
Guardaré tu ley siempre, para siempre y eternamente. Y andaré en
libertad, porque busqué tus mandamientos. Hablaré de tus testimonios
delante de los reyes, y no me avergonzaré; y me regocijaré en tus
mandamientos, los cuales he amado. Alzaré asimismo mis manos a tus
mandamientos que amé, y meditaré en tus estatutos” (Salm. 119:43-48). En
mi Biblia, al margen de este pasaje anoté: “compromisos para un ministerio
vivicado por Dios que da vida”.
El servicio,
la marca distintiva del discípulo de Cristo.
¿Qué implica nuestra relación con Cristo? Existen 8 palabras, y aun 9, en el
original griego que pueden traducirse como servidor, servidumbre o uno que
sirve, pero hay una de ellas que ha sido mal traducida en nuestra versión ReinaValera.
Permítame esbozarle las palabras:
Diakonos. En realidad solamente ha sido transliterada a nuestro
español como diacono, puede traducirse también como ministro,
sirviente, diaconisa. Un diacono es un servidor en relación con su obra.
Literalmente podría ser “uno que persigue las mesas”.
1.
2.
País. Literalmente es niño, mozo. Denota a un asistente.
Jiperetes. Puede ser un ministro, se aplicaba a los oficiales de la
sinagoga o alguaciles del sanedrín (Mt.26:58), eran los ministriles o
“alguaciles de los principales sacerdotes” (Jn.18:3), era también al
asistente de un magistrado. También servidores de Cristo (Jn.18:36).
También se puede traducir como un sub remero y denota a cualquier
acción bajo la dirección de otro.
3.
Leitourgos. De ahí viene nuestra palabra castellanizada como
liturgia. Se aplicaba a uno que desempeñaba un cargo público a sus
propias expensas, así se aplica en Romanos 13:6 y está relacionado
también con el servicio religioso de esa cuenta se aplica al apóstol Pablo
como predicador del evangelio y le da el sentido de siervo-sacerdote
(Ro.15:16); es evidente que es en sentido figurado y no pide Pablo que
se le asigne un puesto eclesiástico para vanagloria. Se aplica con
Epafrodito (Filip.2:25) como un servicio representativo de la iglesia local
de Filipos.
4.
Oiketes. Es un siervo domestico. Está relacionado con oikos que es
casa. Empleado de casa, administrador de la casa, mayordomo.
Relacionado también con oikonomía traducido como economía o uno que
administra o dispensa los bienes ajenos.
5.
Therapon. Se puede traducir como servidor, asistente; es un
término de dignidad y libertad y se utiliza de Moisés en Heb.3:5.
6.
Paidagogos. De ahí viene la transliteración de nuestro vocablo
pedagogo o pedagogía. Puede traducirse como un guía, guardián,
instructor de muchachos o niños. Literalmente es un conductor de niños.
Generalmente era un esclavo pero el paidagogos no era el instructor sino
que era el que ejercitaba una supervisión general sobre el niño para ser
educado y luego en su mayoría de edad lo entrega al padre para que se
hiciera cargo de los asuntos de la familia con capacitación.
7.
Y la otra palabra es doulos que literalmente es “en esclavitud para
servir”. Esta palabra se repite más de 106 veces en el N.T.
8.
Y aun la novena, es doule que es la forma femenina de doulos o sea
que es “esclava” y aun hay una décima que es sum doulos que se traduce
como consiervo pero mas acertadamente sería “con esclavo”.
9.
Todas las relaciones y actividades anteriores podían cumplirlas también
hombres libres; es decir, podrían ser esclavos pero también hombres libres y
generalmente eran libres. Doulos (o su pronunciación dulos) generalmente es
traducido como “siervo o ministro” el termino griego es un esclavo, repito la
definición: “uno que esta en esclavitud para servir” o uno que está en sujeción
o subordinación.
El Señor Jesús marcó muy bien la relación entre el esclavo y su señor en
Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al
uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas”. La palabra servir es douleuo que es no es siervo
sino esclavizar.
1.
El Señor nos presenta la exclusividad del esclavo.
También nos presenta la relación que une al esclavo con su amo o
su señor. De servicio.
2.
También nos presenta el propósito del esclavo, amar, estimar y
servir a su amo.
3.
De manera que es ilógico e imposible decir soy de Cristo y no servirle. O
decir soy de Cristo y amar las riquezas, las glorias de los hombres, el amor a
este mundo y sus tradiciones, es incongruente y contradictorio decir ser de
Cristo y vivir como pagano.
Esclavos ¿de quien?
La palabra doulos o esclavo se usa para referirse a un esclavo literal o a uno
que está sujeto a una fuerza superior que lo ha tomado. Y entendiendo que dulos
es ser esclavo, veamos cual es la relación que nos une con el Señor Jesucristo y
cual es la relación que une a uno que está separado de Él, comprobemos este
extremo en Romanos 6:17-18 Pablo escribe: “Pero gracias a Dios, que aunque
erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a
ser siervos de la justicia”.
La frase esclavos del pecado es doulos jamartía que se tradujo bien como
esclavo o uno que sirve o uno que está sujeto o en subordinación a lo que es
pecaminoso. Ahora bien, la frase siervos de la justicia fue mal traducido, la
palabra siervo ahí es douloo dikaioo que es un derivado de doulos que es esclavo
de la justicia. Note algunas cosas importantes de este texto:
1.
Era una esclavitud del pecado y por lo tanto en condenación y en
muerte y bajo la ira de Dios. ¡Y pensar que muchos de nuestros
familiares y amigos están en esa misma condición en la que estábamos
nosotros los creyentes en Cristo Jesús!
2.
Es gracias a Dios. El planificó nuestra liberación otorgando el
medio para ello que es Cristo Jesús.
3.
Es a causa de haber obedecido de corazón la forma de doctrina.
4.
Dios nos entregó a esa doctrina.
5.
No se nos deja a la intemperie; es decir, no se nos deja sin ley.
Hemos sido liberados del pecado pero no es para quedar sin amo y sin
ley. La libertad como definición es ser liberado, no para hacer lo que
queramos o se nos antoje, sino para hacer lo correcto, lo conveniente,
es para hacer lo conveniente.
Ahora bien, ¿Porqué los traductores prefirieron la palabra siervo en lugar de
esclavo?
Es probable que sea por la animadversión que la sola palabra inspira en los
oyentes, como una manera de eufemismo para no ofender. Cuando se tradujo
la Biblia al español por Casiodoro de Reina y luego revisada por Cipriano de
Valera aun estaba el régimen esclavista. Pero el contexto en que fue escrito el
Nuevo Testamento también estaba en boga dicho régimen.
Pero también, ¿Por qué alarmarnos con la palabra siervo y no esclavo como
preferencia para traducir la palabra dulos?
Un siervo trabajaba en una casa y se le pagaba pues era un hombre libre,
era un jornalero y si quería abandonar al dueño de la casa lo podía hacer y
trabajaba en otro lugar; es decir, hoy podía trabajar en esta casa y luego
mañana en aquella otra y no había problema, se empleaba donde mas le
parecía. En cambio un esclavo, también servía pero no era libre de decidir,
pertenecía a su amo y vivía para servirle.
El siervo era como todos nosotros hoy, sea inconversos o cristianos, en el
ámbito laboral, el sistema esclavista ya no existe como tal y en la mayoría de
países si existe es ilegal, puede ser que exista aun pero es raro. En cambio un
esclavo es como todos nosotros los cristianos, en el ámbito espiritual y aun los
inconversos solamente que estos teniendo como amo el pecado y el diablo.
El esclavo no podía huir y muchos lo hicieron, ni podía abandonar a su dueño
so pena de las consecuencias que caían sobre él. Lo menos que le hacían era
que lo latigaban hasta el extremo de quedar medio muerto, delante de todos,
para dar un escarmiento a los que quedaban en casa; en algunos casos eran
crucificados públicamente, también como escarmiento a los demás, y se les
anotaba su causa “fugitivus” poniéndoselo en la frente.
Cuando la palabra doulos no se traduce correctamente como esclavo sino
simplemente como siervo, pierde su riqueza, su validez, su esencia misma, su
significado contextual, pierde impacto y claridad. Y, como ministros de Cristo,
debemos apegarnos lo más que podamos al texto y dejarlo en su prístina
pureza para clarificarla bien delante de nuestros oyentes.
Cuando predicamos el evangelio lo que estamos haciendo es llamar a las
personas a una relación de esclavitud con el Señor. “Que si confesares con tu
boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo” (Ro.10:9). Señor es Kirios o kurios que es Señor o amo
o el soberano.
Aunque la palabra no sea apetecible sino ofensivo para algunos, la doctrina
del Nuevo Testamento es que somos esclavos de Jesucristo y no para ser
grandes y ser servidos sino para servir. No es sencillamente decir, ven a Cristo
y el te dará una mejor casa, un mejor empleo, te prosperará, te sanará. Esas
ideas no están en el Nuevo Testamento.
Ahora bien, ¿Cómo se veía espiritualmente Pablo respecto a Cristo?
Antes de citar la palabra de Dios quiero afirmar que no ha habido otro
creyente en Cristo Jesús con la misma pasión que el apóstol Pablo, uno que
siquiera le llegue al tobillo. El dio inicio a las misiones como tal. Tenía el celo de
todas las iglesias (II Co.11:28) y era un predicador dedicado con los que había
sido entregados bajo su ministerio (Ga.4:19-20). Pero vea como se veía el
mismo:
Pablo, siervo de Jesucristo (Ro.1:1) no es siervo sino doulos o
esclavo de Jesucristo.
1.
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo (Filip.1:1) es dulos o
esclavo.
2.
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo (Tito 1:1) es doulos o
esclavo.
3.
En Gálatas 1:10 deja bien en claro su función como esclavo de Cristo o de
Dios, diciendo: “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O
trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no
sería siervo de Cristo”. Note que un siervo busca:
El favor de su amo que es Dios. La palabra favor es peitho es
convencer, conciliar, confianza, descansar, obedecer. Obtener el favor, la
gracia o la buena voluntad.
1.
Busca agradar a su amo que es Dios o Cristo. La palabra agradar es
aresko que es ser agradable o ser aceptable.
2.
Este favor o este ser agradable o aceptable para Dios no es para obtener la
salvación, la salvación el Señor la da sin ningún merecimiento de parte nuestra
“porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef.2:8) sino para tener
una vida cristiana de obediencia buscando serle agradables. Y el serle
agradables esta relacionado con nuestra vida de obediencia a Él.

Se da cuando presentamos nuestros cuerpos en sacrificio vivo; es decir,
en santidad y no conformarnos a este siglo. (Ro.12:1)

También se relaciona con la obra del Espíritu Santo santificándonos
luego de haber obedecido al evangelio (Ro. 15:16)

Se nos presenta como el anhelo de todo creyente mientras está en el
cuerpo y ausente del Señor (II Co.5:9)

Comprobamos lo que es agradable al Señor cuando no participamos en
las obras infructuosas de las tinieblas sino mas bien las reprendemos (Ef.5:10)

También se logra agradar a Dios cuando bendecimos el ministerio con
nuestras ofrendas (Filip.4:18). Esto es de verdaderos siervos, tenga cuidado a
quien va a apoyar con sus ofrendas que no sea a uno que tenga una falsa
doctrina porque a los tales “ni le digáis ¡bienvenido! Porque el que le dice:
¡Bienvenido! Participa de sus malas obras” (I Jn.10-11) por eso “Mirad por
vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que
recibáis galardón completo” (v.8).

Logramos agradar a Dios al orar por todos los hombres. (I Timot.2:3)

También cuando somos agradecidos bendiciendo con el sostén
económico de nuestros padres o ancestros (I Timot. 5:4)

Llegamos a ser agradables y todo lo que hacemos a partir de ser rociado
con la sangre del pacto (Heb.13:21)

Y también está relacionada cuando guardamos sus mandamientos y
hacemos las cosas que Él manda (I Jn.3:22).
De manera que el enfoque singular de un esclavo era agradar a su amo o su
dueño. Compare II Timoteo 2:4 en otra figura pero que encierra la misma idea
de agradar a un superior y que tiene autoridad sobre uno, leemos en palabras
de Pablo: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de
agradar a aquel que lo tomó por soldado”. No tenemos libertad, no podemos
hacer lo que se nos de la gana (Ga.2:20), mi ambición única como esclavo de
Cristo, como escribiera Pablo, es: “Conforme a mi anhelo y esperanza de que
en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre,
ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.
Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia” (Filip.1:20-21). El
esclavo solamente tenía dos opciones, a saber:
1.
Ante un mandato de su amo –obediencia.
Cuando no había un mandato de su amo –buscar agradarle o
hacer lo que le agrada al amo y no al esclavo.
2.
Un esclavo no tenía derechos, no poseía nada, ni siquiera podía pertenecer
al ejército, pero si eran la carnada para los enemigos, no poseían nada, no eran
ciudadanos, no podían hacer lo que les parecía. Ningún dueño le preguntaba a
su esclavo ¿Qué quieres hacer hoy? ¿Cuáles son tus metas personales? ¿Cuáles
son tus objetivos? ¿Voy a cumplir tus sueños? No era así. Note como describió
el centurión su actuar con sus esclavos, “Porque yo también soy hombre bajo
autoridad, y tengo bajo mis ordenas soldados; y digo a este: Ve, y va; y al
otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace” (Mt.8:9). Y también note
como describe el Señor Jesús la relación de esclavo y dueño: 7 »Ninguno de
ustedes que tenga un esclavo, le dice: “Ven, siéntate a comer”, cuando éste
regresa de trabajar en el campo, o de cuidar las ovejas.8 Más bien, le dice:
“Prepárame la cena. Quiero que estés atento a servirme, hasta que yo
termine de comer y de beber. Ya después podrás comer y beber tú.”9 Tampoco
le da las gracias por cumplir con sus órdenes.10 De modo que, cuando ustedes
hayan hecho todo lo que Dios les ordena, no esperen que él les dé las gracias.
Más bien, piensen: “Nosotros somos sólo sirvientes; no hemos hecho más
que cumplir con nuestra obligación.”»(Lc.17:7-10, Traducción Lenguaje
Actual). Cuando el Señor me manda no tengo opción sino solo obedecer.
¿Cómo se veían otros ministros del evangelio?
“Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo” (Sant.1:1) en
realidad es “doulos de Jesucristo” esclavo y no solamente siervo. Este
Jacobo es el medio hermano del Señor Jesús, al principio no creía en el
Señor Jesús, pero se le apareció el Señor Jesucristo una vez resucitado (I
Co. 15:-7) y no se presenta como “Santiago, hermano de Jesucristo y por
lo tanto uno de los meros meros”. Nada de eso, sino esclavo de
Jesucristo, estos cristianos no se presentaban a las payasadas que vemos
y oímos hoy día. Jacobo fue hecho un verdadero esclavo de Jesucristo,
note como se expresa en 4:13 “¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y
mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y
ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿Qué es
vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de
tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el
Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.
1.
“Simón Pedro, doulos y apostolos de Jesucristo” (II Pe.1:1). Es
decir, esclavo y apóstol de Jesucristo.
2.
3.
“Judas, doulos de Jesucristo” (Jud.1:1) esclavo de Jesucristo.
“Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de
Cristo para vosotros” (Col.1:7) consiervo es sundoulos que es co esclavo
o compañero en la misma situación de esclavitud. Y Ministro es diakonos
que es hacer mandados, mesero, ayudante. En 4:12 se vuelve a expresar
el apóstol Pablo de Epafras diciendo: “Os saluda Epafras, el cual es uno
de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por
vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y
completos en todo lo que Dios quiere”. Otra vez, siervo de doulos y es
esclavo y no simplemente siervo.
4.
“Porque el siervo del Señor no debe ser contensioso, sino amable
para con todos, apto para enseñar, sufrido” (II Timot.2:24) También los
lideres de la iglesia son llamados doulos de Cristo. Porque si al Señor de
la casa hicieron eso entonces ¿Qué no harán con sus siervos? Pero ya
vendrá la paga de los contenciosos (II Tes.1:5-10). El que espera ser
tratado como monedita de oro no sabe lo que es o aun no lo es, un
esclavo de Cristo Jesús.
5.
Finalmente, todos somos esclavos de Cristo independientemente del
servicio que hagamos en la obra de Cristo (Ro.6:16-23). Y al final, así estaremos
en el cielo en Apocalipsis 22:3 leemos: “Y no habrá mas maldición; y el trono
de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán”. Sus doulos o
esclavos le servirán en la nueva tierra y en los nuevos cielos. Así es que
ejercitémonos desde aquí, pero siga notando: “y verán su rostro, y su nombre
estará en sus frentes”. No habrá una nota de vergüenza sino de gloria, de
honor, llevaremos su nombre en nosotros como propiedad de Él. No todos los
esclavos eran iguales, según la dignidad del amo así era la dignidad de los
esclavos (Cp. Filip. 4: 22).
Veamos algunas características de un esclavo:
1.
Un esclavo era comprado con precio, o nacía en casa o por deuda de
vendía. La idea es que le pertenecía al amo y no hacía lo que quería.
2.
Debía obediencia o disposición total a su amo. Es decir, no tenía su
propia agenda ni sus propios planes.
3.
Estaba sujeto a un solo amo.
6.
Un esclavo dependía totalmente de su amo para todo. El amo decidía si
comía, si dormía, si se casaba o no y aun con quien se casaba. Muchas veces,
el amo juntaba a sus mejores y más grandes esclavos con sus esclavas mas
grandes y los esclavitos que nacían eran propiedad del amo. Un esclavo
dependía totalmente de su amo para todo. El amo decidía si comía, o dormía,
si se casaba o no y aun con quien se casaba. Muchas veces, el amo juntaba a
sus mejores y mas grandes esclavos con sus esclavas mas grandes y los
esclavitos que tenía eran del amo.
4.
De esclavo a quedarse como hijo
Un cristiano no puede hablar del Señor Jesucristo como su Salvador pero no
como su Señor. No podemos decir que es nuestro Señor y servimos a otro. Soy
cristiano y vivir impíamente es una contradicción, una ignorancia y una falta de
respeto, inclusive. Debemos depender de Él en todo, en cuanto a nuestra
provisión –¿leemos su palabra cada día? En cuanto a la disciplina –¿la
aceptamos humildemente?Y también nuestra bendición que viene de Él. El que
quiera venir en pos de mi niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame. Es un
llamado no para agradarnos a nosotros mismo sino al Señor, a nuestro amo.
En relación de nuestro trabajo, ¿Cómo quiere el Señor que lo haga?
En relación a nuestra esposa, ¿Cómo quiere el Señor que la trate?
En relación a nuestros hijos, ¿Cómo quiere el Señor que los eduque?
En relación al noviazgo, ¿Qué quiere Dios de mi?
En relación al ministerio y en todos los asuntos de mi vida, ¿Qué quiere
Dios de mi?
1.
2.
3.
4.
5.
El honor de un esclavo dependía del amo a quien le pertenecía. Pablo habla
de la “casa del Cesar” (Filip.4:17) Por eso los cristianos del primer siglo se
sentían honrados de esclavos de Jesucristo y no lo negaban y ni lo escondía y
muchos menos pretendía posiciones de liderazgo para recibir honra de los
hombres, no al contrario huían de las honras y loas de los hombres.
Pero, para ir finalizando nuestras ideas al respecto, note que vamos de
siervos a hijos de una vez. Leemos en Romanos 8:13 del alto honor de nuestra
posición en Cristo como esclavos: “Pues no habéis recibido el espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu
de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
El ser esclavos de Cristo nos conviene, no es un amo déspota sino amoroso,
disciplinado que nos trae honra por ser sus esclavos y, además, llegamos a ser
adoptados hijos suyos y muchos menos saldremos de casa.
Pero permitame finalizar este caputulo con la siguiente pregunta que me
ocuparé en responder en mi tercera seccion de este escrito: Si Dios es mi amo y
yo soy de su propiedad, ¿está Él obligado a premiarme y a felicitarme?
El carácter de nuestro amo:
es galardonador a los que le buscan.
La pregunta con la cual finalicé el capitulo anterior es válida. Ademas de ser
nuestro amo Él es soberano y todo lo ha hecho por él y para él, Pablo escribió
en Romanos 11:33-36 “Oh profundidad de la riquezas de la sabiduría y de
la ciencia de Dios! Cuando insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos! Porque ¿quien entendió la mente del Señor? ¿O quien fue su
consejero? ¿o quen le dió a él primero, para que le fuese recompensado?
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por
los siglos. Amén”. Vemos una triada de tres que tratan de calificar a Dios, le
hago el bosquejo:
1. Hay tres calificativos a Dios.
a) Profundidad. Se refiere a la profundidad a un misterio.
b) Insondable son sus juicios; examinar, buscar sus juicios decir,
sus razonamientos.
c) Inescrutable. Que no puede ser trazado afuera.
2. Luego Pablo hace tres preguntas que Pablo mismo no puede responder.
a) ¿Quien entendió la mente del Señor? (Cp. Is.55:8-9)
b) ¿Quien fue su consejero?
c) ¿O quien le dió a ñel primero para que le fuese recompensado?
3. Y Luego hace tres afirmaciones que lo señalan a Él como el centro de
todo.
a) De Él. Él es el originador de todo, el padre celestial.
b) Por Él. Él es el ejecutor de todo el plan, el Hijo.
c) Para Él. Él es el que hace que regrese a Él la gloria, el Espíritu
Santo.
Entonces, no solo es nuestro amo y no debe agradecernos y mucho menos
premiarnos por algun servicio que presentemos a su Nombre y a los suyos; pero,
ademas, es soberano. Todo lo que hacemos para Él es Él mismo quien lo
produce en nosotros, es gracias al plan que el Padre señaló en su sola potestad
y por amor a si mismo, si no fuese por el Hijo quien ejecuto el plan salvifico
para el hombre no sería posible todo esto, él hizo posible todo esto que hoy
vemos, nos reunimos para adorarle gracias a su sacrificio, fuimos salvos gracias
a los méritos que él logró en la cruenta cruz del Calvario y es el Espíritu Santo
quien nos impulsa a clamar “Abba Padre”; quien nos hace que declaremos que
Jesús es el Señor por el ejercicio de los dones del ministerio, es por la llenura
del Espíritu que hablamos y cantamos entre nosotros “con salmos, con himnos
y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en (nuestros)
corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo” (Ef.5:18-20, entre parentesis añadido).
No obstante leemos “pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesaro que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador
de los que le buscan” (Heb.11:6). La palabra galardonador puede ser traducida
tambien como premiador. Ya Job se había preguntado como evidencia de su fe
sobre un galardon y que recibiría de Dios si no vivía una vida de integridadesto
(Job. 31:2); tambien el salmista afirma su confianza en un galardon a causa de
guardar los mandamientos del Señor (Salm.19:11;58:11) Salomon tambien se
pronuncia en la misma tonica (Pro.11:18). El Señor Jesucristo lo prometió
(Mt.5:12;Lc.6:23,35;Ap.22:12); Pablo y Juan tambien se expresaron asi (I
Co.9:18;II Jn.8).
El apostol Pablo menciona algun tipo de coronas por servicios especificos.
La palabra que se traduce como corona es stefanos que literalmente es algo que
rodea y denota la corona del vencedor, el simbolo del triunfo en los juegos, o en
algun concurso similar, de ahi por metonimia, nos referimos a recompensa.
Podía ser tambien una prenda de honor público por servicios distinguidos, o
poder militar. Pero nuestra corona no es una corona como la del Señor, la del
Señor en su gloria es de oro (Ap.14:14) en cambio la nuestra es una girnalda y
nuestras coronas son para echarlas a sus pies en cuanto lo veamos en gloria.
Pablo dijo que se esforzaba en la carrera “para recibir una corona
incorruptible” (I Co.9:25). La palabra griega es Stefanos y se refiere a una
guirnalda sencilla, hecha de perejil, laurel, olivo o pino que, aunque era
hermosa, pronto se marchitaba. Nuestra corona es una Stefanos incorruptible,
señalando así la incorruptibilidad de lo que nos corresponde después de la
carrera, corona que, igual que el lugar donde nos coronaran, donde ni la polilla
ni el orín corrompen y ni ladrones minan ni hurtan. Tuve un trofeo que gane en
la practica de un deporte cuando era adolescente y otro en un concurso de
declamación y ¿sabe que paso con el tiempo? se apolillaron, también hubo una
corona de un mundial que se la robaron y ellos se esfuerzan por tenerla. No
pierda su tiempo esforzándose por obtener recompensas de este mundo que son
susceptibles a que se marchiten o que se las roben. Aquellas que el Señor ofrece
son incorruptibles, si ellos se esfuerzan cuanto más usted y yo nos vamos a
esforzar más por el Señor.
El Señor no pide mucho, el pide un poco de fidelidad, el mismo dice: “…Bien
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra al
gozo de tu Señor” (Mt.25:21). Muchas veces, cuando consideramos los dones
más visibles, creemos que ellos serán compensados más que aquellos que no
son tan visibles o que no lo son en nada. David impuso una ley en Israel que
cuando salían a la guerra, tanto los que iban como los que se quedaban cuidando
el bagaje tenía la misma parte en el botín (Cp. I Sam.30:21-25); nuestro David
Celestial también lo hará, El no es injusto para olvidar la obra de amor que se
muestre a El sirviendo a los santos, aunque no sea visible esa obra a los ojos de
los demás pero de El si.
Si bien es cierto que habrán clasificación de galardonados el de profeta, el de un
justo, el de un discípulo, pero el Señor Jesús, que es justo, eleva a una misma
categoría a todos sus santos, tanto a quienes poseen un don visible como a quien
les sirve, proveyéndole aunque sea “un vaso de agua” veamos: “El que a
vosotros recibe, a mi me recibe, y el que me recibe a mi, recibe al que me
envió. El que recibe a un profeta por cuanto es un profeta, recompensa de
profeta recibirá; y el que reciba a un justo por cuanto que es justo,
recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que de a uno de estos pequeñitos
un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que
no perderá su recompensa.” (Mt.10:40-42)
Los galardonados son:
1. Vosotros –los oyentes del Señor Jesús que después algunos de ellos fueron
los apostoles quienes sentaron la doctrina de la iglesia.
2. Un profeta –un ministerio espectacular, visible, importante para sentar
doctrina tambien y la edificación del cuerpo de Cristo.
3. Un justo –uno declarado sin culpa delante de Dios y que defiende y evidencia
en su vida la justicia de Dios.
4. Uno pequeño –uno que no ejerza un ministerio espectacular.
5. Pero todos ellos reciben el titulo de: “discípulos” del Señor.
Es decir, que aquel que haga algo que se considere sencillo, en nuestra finita
forma de ver las cosas, como dar “un vaso de agua fría solamente”, por
ejemplo a un profeta; el galardón será como de “profeta” “por cuanto es
profeta”, quiere decir que el Señor eleva a tal categoría al bienhechor.
En este orden de ideas, solo déjeme trasladarle un principio que me ha servido
en la forma que me conduzco en el ministerio: “Si un ministro va a usted
ayúdelo, si usted va a ellos no valla a exigir.” Pero tampoco ayude a cualquiera,
no debe respaldar o alentar a los ministros y predicadores que no ajustan sus
enseñanzas a la Sana Doctrina, ni a aquellos que no ajustan sus vidas a lo que
Dios ha establecido, que no viven en santidad, pues ayudarlos implica recibir la
misma condenación que ellos, “ni le digáis: ¡bienvenido!” declaran las
Escrituras (comp II Jn.7-11).
En las Sagradas Escrituras, específicamente en el Nuevo Testamento,
encontramos, al menos, 5 coronas que el Señor nos ofrece dar a una obra
específica que hagamos, las cuales son:
1. La corona de la vida.
2. La corona de Justicia.
3. La corona incorruptible.
4. La corona incorruptible de gloria.
5. La corona de gozo o de sabiduria.
En este respecto me he referido en el folleto de estudio “Los Trofeos del
Campeón” de donde quiero citar lo siguiente:
La Corona de la Vida.
Existen dos modalidades para hacerse acreedor de esta corona, estas son:
1.
Por un lado, fidelidad en medio de las pruebas; y
2.
Por el otro, fidelidad en medio de las tentaciones.
Las pruebas: En Apocalipsis 2:10 dice el Señor: “No temas en nada lo
que vas a padecer. He aquí, el diablo echara a algunos de vosotros en la
cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Se fiel
hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” ¡Que consuelo! El Señor
nos dice: “No temas”, esta es una de las palabras que más repitió el Señor Jesús
en su ministerio terrenal y lo sigue haciendo estando ya glorificado. El nos
exhorta a no tener temor, pero temor ¿a que?
El Señor mismo nos explica de lo que no debemos temer: a los
padecimientos, a la carcel, a las pruebas, a las tribulaciones (no a la gran
tribulación) e, incluso, a la muerte.
Esta corona es otorgada a aquellos que le son fieles a pesar de la oposición,
no importa lo que venga, suceda lo que suceda sean padecimientos, cárceles,
pruebas, tribulaciones y aun sea en el valle de sombra de muerte, le dicen a su
Señor: “Tu seguirás siendo mi Dios, yo te seguiré sirviendo pues te seguiré
amando.” Los tres amigos de Daniel le dijeron al rey: “…No es necesario que
te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos
puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos
librara. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua que has levantado (Daniel: 3:16-18) ¡Eso es lo que el
Señor llama fidelidad en tiempos difíciles!
¡Eso es! Al Señor le debemos tener fidelidad aun en tiempos difíciles. Usted
sea fiel hasta la muerte, el apóstol Pablo nos dice: “Pues tengo por cierto que
las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera
que en vosotros ha de manifestarse.” (Ro.8:18)
El Señor sigue teniendo el control de todo, nada se escapa de su soberano
conocimiento de las cosas. El mismo, anteriormente le ha dicho a la Iglesia de
Esmirna, sobre el control que tiene de las cosas: “Yo conozco tus obras, y tu
tribulación, y tu pobreza (pero tu eres rico)…” (Ap.2:8) De hecho, Esmirna
quiere decir “mirra”, la mirra para que produzca su delicioso aroma debe ser
machacada hasta quedar inservible y de ese líquido salía el perfume de mirra.
Nuestra carne debe ser quebrantada hasta quedar inservible para el mundo; pero
que suba como un delicioso aroma delante del Señor.
Muchas veces, cuando vienen las pruebas, preguntamos ¿Por qué a mí? Pero
la pregunta debería ser invertida y hacerla como ¿para que a mi? Señor: ¿Cuál
es tu propósito? Yo no lo se, Tu si lo sabes.
Querido hermano, El Señor si lo sabe y El ha revelado en su Palabra algunas
razones:
1. Para probar mi fe (I Pe. 1:7)
2. Porque me ama (Heb.12:5-7)
3. Para no confiar en mis capacidades, sino en El (II Co.1:9
4. Para que evidencie su poder en mi debilidad (II Co.12:9)
5. Para consolar también a otros. (II Co.1:5-6)
Es de sabios someternos al Señor y mejor preguntarle cual es su voluntad
para nosotros, como la comprensión a la que llegó el apóstol Pablo, como lo
evidencia su declaración en Romanos 8:28. “Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados.”
Las Tentaciones: Esta otra modalidad es la que nos describe el apóstol
Jacobo en su epístola, leemos: “Bienaventurado el varón que soporta la
tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida
que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga
que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal,
ni el tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después
que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado siendo consumado, da a luz
la muerte.” (Santiago 1:12-15)
En lo personal preferiría estar en el primer grupo. Vea un pequeño esbozo de
las diferencias entre ambas y me comprenderá. La diferencia estriba en:
Las pruebas:
1. Es una oportunidad
2. Hay lágrimas, dolor, tribulaciones, pobreza, cárceles y, hasta muerte.
3. Glorifica a Cristo.
4. Se llora en el proceso, pero se goza habiendo pasado todo.
5. Cristo esta a nuestro lado.
6. Cristo se goza de nuestra fidelidad y sigue con nosotros.
7. Nos hace fuertes después.
8. Salimos mejor que el oro.
En cambio, las Tentaciones:
1. Es un peligro.
2. Hay placer, gozo, deleite, atracción, seducción, algo rico a la carne.
3. Hace que se blasfeme a Cristo
4. Se goza en el proceso, pero se llora habiendo pasado todo.
5. A Cristo lo seguimos de lejos.
6. Seremos cortados de la comunión.
7. Nos debilita, si caemos.
8. Salimos peor que un cerdo o un perro que vuelve a su cieno o a su vomito
una vez dejado.
En estas últimas tiene algo atractivo pero hay peligro, hay placer pero
después lágrimas, hay atracción al pecado pero alejamiento de la comunión, hay
concupiscencia; de hecho, si se le quita lo atractivo deja de ser tentación. Sigo
insistiendo que no me quiero someter a esta porque puede ser que no resista,
quiero resistir pero mi carne es débil y no me fío de ella, es mejor mantenerse
lo mas alejado posible del pecado.
¿Cual es la diferencia real de todo esto? La diferencia estriba en que la
pruebas, las tribulaciones, la cárcel o la muerte usted no las elige, no pide que
vengan; en cambio la tentación usted se somete a ella.
Note bien las expresiones del v. 14: “cada uno” y “su propia” que son
términos que denotan propiedad del que esta siendo tentado, y lo que le es
propio para que sea tentado es la concupiscencia. Para entender esto, bien nos
haría citar la definición de concupiscencia y es, en una definición propia: “El
deseo inmoderado de los goces sensuales y de los bienes terrenos, radicados en
el corazón del hombre hasta dominarlo”
Es un deseo que no puede moderar, reprimir o dominar, que mas bien le
domina a el. Ha escuchado expresiones como: “Ese si mira una chucha con
falda, ahí se va detrás” Dios quiera que nunca se aplique a nosotros ese dicho,
pero es una forma coloquial de hablar de que esa es una persona concupiscente.
Notamos también que incluye dos ramas, tanto la sexología como la avaricia.
Además, se encuentran radicadas en el corazón del hombre. “Porque del
corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las
fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias…” (Mt.15:19)
Ahora bien, si es tan mala la conpiscencia, ¿como llego allá? Las Escrituras
afirman que las ventanas del cuerpo son los ojos, Salomón en Eclesiastés hablo
de “los miran por las ventanas” y “de las puertas de afuera”, refiriéndose a
los ojos y a los oídos, respectivamente.
Todo lo que entra por los ojos y por los oídos llega a dar en el área de nuestro
espíritu que influirá en nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestra
voluntad y esto, a su vez, en nuestras acciones. Si son buenos, puros o santos
tendremos pensamientos, sentimientos, voluntad y acciones buenas, puras y
santas que nos conducirá a tener una vida piadosa. Pero, si por el contrario, lo
que entra por nuestros ojos y oídos es malo, nos conduce al pecado, toda esa
información se convertirá en concupiscencia, la cual lo dominará produciendo
una vida caracterizada por la impiedad.
A propósito, ¿Qué es lo que oye? Usted es de lo que se deja ministrar. Es
imposible que alguien este lejos de la tentación si las canciones que oye hablan
de adulterio o fornicación o de violencia, las canciones que hoy ministran a los
jóvenes se refieren al sexo antes del matrimonio, a las drogas, a la rebeldía, a la
promiscuidad, al suicidio, al homosexualismo, de manera que no es de sabios
preguntar el porqué está nuestra sociedad como esta, hecha una suciedad. ¿Que
es lo que lee? ¿Qué es lo que ve? ¿Es pornografía? ¿Es sobre violencia
intrafamiliar? Las novelas se pueden sacar de la vida real, pero la vida real no
puede basarse de las novelas.
Note el orden descendente hacia el pecado:
Concupiscencia. Se vá formando de todo aquello con que alimentamos la
mente, a través de los que vemos, oímos, leemos, etcétera.
Atracción. Se refiere a la simpatía con el pecado, al interés hacia el. Su deseo
busca el que se desvía, declara la Biblia (Prov.18:1)
Seducción. Es la química con el señuelo que es aquello que nos esta atrayendo
al pecado. Ya se convirtió en uno con el que se ha permitido someterse al
proceso.
Tentación. Es el estimulo, la incitación a hacer especialmente lo malo. Ya hay
pecado mas no muerte. El símil de la serpiente que ha hipnotizado a su presa,
es acertado para ejemplificar aquí, quien atraves de la atracción y de la
seducción incita al creyente a hacer lo que no debe hacer.
Una vez entrando a la tentación, el tentado se encuentra en una bifurcación
espiritual y debe decidir entre dos opciones, y según sea su actitud es lo que
obtiene. El tentado obtiene:
Si accede al pecado: Muerte; y
Si resiste al pecado: Obtiene la Corona de Vida.
Alguien dijo: “tu eres lo que tienes entre las dos orejas”; es decir, de todo
aquello de lo que ha alimentado su mente.
El apóstol Santiago no contradice al Señor Jesús. Mientras el Señor Jesucristo
enseña que lo que debemos evitar es la tentación y por eso debemos “velar y
orar” (Mt.26:41) y es bien acertado y hasta diría que rebusco bien las palabras
para advertir del porque debemos velar y orar, y es: “para que no entréis en
tentación” Y, por su lado, Santiago enseña que se entra en tentación a traves
de la concupiscencia que es lo que debemos evitar. De esa cuenta ambos lejos
de contradecirse se complementan maravillosamente.
Vuelva a leer el texto de Santiago 1:12 y note donde se encuentra el asiento
mismo de la fidelidad al Señor, no es ni tan siquiera desear obtener esa corona.
Si usted se santifica o resiste en la hora de la prueba para obtener esta corona,
no se esfuerce y cambie de actitud porque no la obtendrá. La señorita o el joven
que se guardan sexualmente “para no deshonrar a la familia” o “no manchar el
apellido” o “la vergüenza” o “por el que dirán” es igual de pecador de aquel que
si lo está haciendo, porque el asiento mismo de su santificación es el orgullo,
lisa y llanamente es su orgullo. La única razón valedera es su amor por su Señor,
es porque le ama tanto que no quiere que nada ni nadie interrumpa su relación
con El, le ama tanto que no quiere ofenderlo. El apóstol Jacobo escribe que
cuando “haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha
prometido a los que le aman”
El asiento de la fidelidad en medio de las pruebas y de toda integridad para
vivir en santidad es porque le amamos.
La Corona de Justicia:
El apóstol Pablo escribe: “He peleado la buena batalla, he acabado la
carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta reservada la corona de
justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mi, sino
también a todos los que aman su venida.” (II Timoteo 4:7-8). La corona de
justicia (o la corona de rectitud) podría entenderse también como el premio a
una vida de justicia o de rectitud.
El apóstol hace uso de tres figuras:
1. La batalla. “He peleado la buena batalla…”
2. La carrera. “He acabado la carrera…”
3. La guardia. “He guardado la fe.”
No son tres áreas de la vida cristiana, son más bien tres formas de denominar
su vida cristiana.
La buena batalla nos hace pensar a su lucha contra las fuerzas del mal,
liberando a todos los que están oprimidos por el diablo que es su misión aunque
para cumplirla no debe embarazarse en los negocios de la vida a fin de agradar
a Aquel que lo tomo como soldado. (II Timot.2:4)
La carrera nos hace pensar de todo aquello que le producía placer carnal y
que tuvo que evitar con tal de conseguir su objetivo, tomarse de su meta.
Y guardar la fe no trae a la mente la figura de un centinela, de un guardián,
de uno que vela la fe, el cuerpo de doctrinas que su Capitán estableció, el
cuidado de la Sana Doctrina; recuérdese que el Señor nos pedirá cuentas tanto
de nuestra vida de santidad como del cuidado de Su doctrina. “Ten cuidado de
ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvaras a ti
mismo y a los que te oyeren” (I Timot.4:16)
Me gusta la interpretación que ofrecen los editores de la Biblia Reina Valera
95, Edición de Estudio, ellos anotan: “He guardado la fe: Otra posible
traducción: Me he mantenido fiel, en el sentido tanto de obedecer el mensaje
como de transmitirlo intacto”
Evidencias de uno que ama su venida:
El Apóstol Pedro escribe: “El Señor no retarda su promesa, según algunos
la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo
que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (I Pe.3:9;
compárese vrs.10-18)
El contexto de este pasaje nos aclara cuales son:
1. Una vida de santidad. “¡Como no debéis vosotros andar en santa y piadosa
manera de vivir!” (v.11) Compare I de Juan 3:1-3. Una vida de santidad.
2. Una vida llena de esperanza. Amando lo eternal, lo celestial, lo seguro, sobre
lo pasajero, lo terrenal, lo que perece. “Pero nosotros esperamos, según sus
promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” (v.13)
Compare Colosenses 3:1-3.
3. Una vida pacifica con nuestros semejantes. “Por lo cual, oh amados, estando
en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por el sin
mancha e irreprensibles, en paz.” (v.14) Comparece Jn.13:34-35.
4. Una vida que testifica a sus semejantes. “Y tened entendido que la paciencia
de nuestro Señor es para salvación…” (v.15)
5. Una vida de firmeza en la Sana Doctrina. “…como también nuestro amado
hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en
todas sus epístolas, las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los
indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su
propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano,
guardaos, no sea arrastrados por el error de los inicuos caigáis de vuestra
firmeza.” (v.15-17)
6. Una vida que crece en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo” (v.18)
7. Una vida que se deleita alabando al Señor. “A el sea gloria ahora y hasta el
día de la eternidad. Amen.” (v.18) el momento cumbre de nuestra adoración es
el partimiento del pan.
Esta corona es ofrecida a todos los que aman su venida. Y el amor por su
venida no se evidencia en quien lo grita mas fuerte, o quien dice el amen mas
fuerte; sino el que lo demuestra, el que vive en fidelidad a El. Es cierto que el
viene pero no es una excusa para vivir desenfrenadamente, para vivir como
haraganes. Otra vez, la motivación es lo que el Señor premiara, es al que ame
su presencia, el que ame su venida.
La corona Incorruptible.
El apóstol Pablo escribe: “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos,
a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible.” (I Co.9:25)
Esta corona apela, no a una obra específica; sino más bien las motivaciones
del corazón. En Primera a Timoteo 2:5 nos dice: “Y también el que lucha como
atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.” La palabra legítimamente
en el original denota “conforme a las reglas” o el que lo hace sometiéndose a
las normas. No es de tomar atajos, porque este es “salteador y ladrón”; Es decir,
si no es fidedigno, verdadero o sincero, no es coronado; apela más, vuelvo a
mencionar, a la intencionalidad del corazón. Nuestros pensamientos, nuestros
sentimientos y nuestra voluntad deben estar concatenadas con la verdad,
“conforme a la verdad que esta en Jesús” (Ef. 4:21), y deben ser puros, deben
ser por amor. Ya anotamos antes, ni tan siquiera es valedera la razón para hacer
una obra para el Señor, el deseo de recibir la corona, es por amor. En el gran
capitulo del amor nos recuerda que aunque tuviéramos la oportunidad de tener
una experiencia sublime como, por ejemplo, hablar el lenguaje en que se
comunican los ángeles entre ellos, o que podemos tener un don fundamental
para sentar la doctrina como el profetizar, o mas profundas como la ciencia de
Dios para entender los misterios de Dios, o la fe que mueve montañas literales,
o deseos mas altruistas como repartir mis bienes, o ser exhibido al entregar mi
cuerpo para ser quemado “…y no tengo amor, de nada me sirve.” (I Co. 13:13)
Este es el camino más excelente o la regla primordial que el Señor establece
para el ejercicio de los dones y talentos o las capacidades que Dios da a cada
uno.
La motivación del corazón o la voluntad es la razón por la que hacemos
aquello. Algunos oran para ser visto “de cierto que ya tienen su recompensa”
dijo el Señor Jesús. En otras palabras, no puedo darles alguna recompensa por
tan grande labor, como lo es el orar, porque ya se la han dado los hombres. Otros
predican a Cristo por vanagloria, por rivalidad, etcétera. ¿Por qué hace usted
esa obra? ¿Qué lo motiva a hacerlo? Grábese muy bien esto: Puede ser un buen
predicador pero si no lo hace por amor al Señor, no sirve.
La Corona Incorruptible de Gloria.
El la Primera de Pedro 5:1-4 el apóstol puntualiza: “ Ruego a los ancianos
que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los
padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será
revelada: Apacentad la grey de Dios que esta entre vosotros, cuidando de ella,
no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con
animo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro
cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de
los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”
Esta corona, como es evidente, es otorgada a los líderes de la congregación,
a los ancianos o pastores que cumplan bien su ministerio. Note que la grey de
Dios no esta sobre ellos, como quien la lleva en hombros porque no es una carga
que hará con disgusto (aunque tiene sus penalidades); tampoco la iglesia esta
delante de ellos como una que se manda sola; ni esta detrás de ellos porque tiene
“al buen Pastor que su vida da por las ovejas” a quien deben seguir e imitar,
aunque deben ser ejemplo de la grey; la grey de Dios esta entre los ancianos. La
idea que nos sale rápidamente es la de un redil y la cerca de piedra o de madera
que se levantaba para evitar que se acercaran los lobos. Los ancianos están
tomados de la mano unos a otros creando una cerca muy fuerte y en medio la
grey del Señor. Lo primero que debe encontrar “como león rapaz y rugiente”
con sus falsas enseñanzas es al cuerpo de ancianos unidos en oración velando.
Además, vemos que su obra no es por fuerza o con violencia, ni por ganancia
deshonesta o avaricia, ni teniendo señorío de los que están a su cuidado o
amando el poder siendo déspotas; su obra es voluntariamente, con honestidad,
con animo pronto, siendo ejemplos de la grey. ¡Que el Buen Pastor bendiga y
guarde a estos sus siervos!
Me gusta como se presenta el Señor Jesús ante sus pastores que El encargo
para cuidar a Su iglesia, el se hace llamar “El Príncipe de los pastores” no se
hace llamar “el apóstol de los apóstoles” nada de eso que hoy día están usando
como títulos lisonjeros quienes se han autodenominado “apóstoles”. No, sino
que el Señor honra el ministerio pastoral que muchos tratan de deshonrar, a
traves de sus enseñanzas sacadas de cualquier lugar pero menos de la Biblia,
como el falso evangelio de la prosperidad o de la confesión positivista, el
hipnotismo que están practicando aunque le llamen “reposar en el espíritu” entre
otras herejías.
La Corona de Sabiduría.
Lo que aquí hemos llamado como “La Corona de sabiduría” algunos la han
llamado como “La Corona del Gozo o del Regocijo” o también podría
denominarse como “La Corona de los Ganadores de Almas”.
Apliquemos la Palabra de Dios, leamos en Filipenses 4:1: “Así que,
hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad firmes en el
Señor, amados.” Y también en I Tes. 2:19: “Porque ¿Cuál es nuestra
esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante
de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y
gozo.”
Es evidente que a quienes se esta refiriendo el apóstol Pablo es a los
cristianos de Filipos y de Tesalónica, respectivamente y es a ellos a quienes los
trata como su corona, o la evidencia de recibir una corona, ampliamente podría
incluir a los cristianos de las congregaciones fundadas por este insigne apóstol
y aun mas amplios a todas aquellas personas que fueron influencias por el
apóstol con su ministerio a recibir al Señor Jesucristo o para alcanzar la madurez
espiritual en Cristo.
Esta corona es otorgada a todo aquel que es ganador de almas o también
aquellos que de alguna forma contribuyen a que seamos edificados en Cristo
Jesús hasta llegar a la madurez “del varón perfecto”
Le hemos denominado como la corona de sabiduría en alusión a Proverbios
11:30 donde leemos: “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas
es sabio.” Y en 14:18 leemos: “Los simples heredaran necedad; mas los
prudentes se coronaran de sabiduría.”
Obviamente incluye aquí tanto al Ministerio de Apóstol y Profeta pues ellos
influenciaron en la iglesia del primer siglo, sentaron las bases de la doctrina,
por eso se le llama “la doctrina de los apóstoles” (Hch. 2:42) y también incluye
a los Evangelista, a los Maestro y Pastores que se quedaron edificando la iglesia
luego de que les dieran paso aquellos usando sus escritos, el Nuevo Testamento.
Aquí también la motivación es el amor al Señor igual que las anteriores.
Amor al Señor, amor a las almas, amor a su ministerio, por eso “honro mi
ministerio” –dice el apóstol Pablo. No importa si es un buen predicador, si no
se le duerme ninguno mientras ministra, si lee incansablemente la Biblia para
ganarle a los demás en la discusión o en las preguntas, si ora sin cesar para ser
visto, si canta para demostrar lo bien que lo hace; si no lo hace por amor a Cristo
no sirve.
Definitivamente, lo que hacemos no lo hacemos para pagarle todo lo que el
hizo por nosotros, lo hacemos porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando
esto que si El fue capaz de poner su vida por nosotros justo es que lo hagamos
por el o por sus santos.
Nadie de nosotros trabaja por amor al premio y seria raro y no ha entendido
su funcion como esclavo de Cristo, lo hacemos en realidad por amor, amor al
Señor, a su obra, a los hermanos.
Suyo en Cristo Jesús, su hermano y amigo,
Erick Solís Girón.
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