Hé aquí un objeto de frecuente uso y signi

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Hé aquí un objeto de frecuente uso y significativa influencia ~ocial, cuyo estudio puede
:-;erno~ útil.
I. El origen y uso de la~ campana~ es de época muy lejana, la cual no se puede preci al'
con exactitud. Con~ta, sí, que el pueblo hebreo
'las u aba antes de J. C., y que la ley mosaica
prescribía que el gran sacerdote llevara en los
extremos bajos de la túnica que vestía para
principiar las funciones sagradas . campanillas
d€ oro, a fin de despertar la atención de los
concurrentes. S. Jerónimo opina que éstas eran
setenta y dos . .Josefo cuenta que los judíos empleaban campánulas para llamar al pueblo. Los
griegos suspendían, en ciertas solemnidade~,
campanilla~ al cuello de 10R caballos. En los funerales de Alejandro Magno, por ejemplo, cada
mulo llevaba una campanilla de oro al cuello.
Los romanos, dice Plinio, usaban campanas
para llamar los soldados a la guerra y a los ciudadanos al senado. Luciano Samosatenus, que
"jyió cien años después de J. C., dice que antes
ele Cristo ya se usaban las campanas.
Además, en esas épocas se designaba con distintos nombres, v. gr., tintinábulo, pelves, lebetes, etc., o tenían otras formas. Los griegos €mpleaban una lámina de hierro que golpeaban
con martillete, y llamáronle hagiofiderum. La
forma cuadrangular se principió a usar en Irlanda. La forma propia -que es la cilíndrica
alargada-, forma dc copa que se hace onar
hiriéndola con el badajo, e. la de uso común,
y se emplea principalmente en las iglesias.
Quién haya sido el que usó primero esta campana para cosas l'e1igiosas, o, como dicen hoy,
quién haya sido su inventor, hay opiniones:
Polidoro Virgilio atribuye esto al papa Sabiniano, por el decreto con que ordenó invitar al puehlo ad sacra andienda sono tintinnabuJorum
(campanarum); y Onofre Panudo dice: Ríe
papa (Sabinus) campanarum usum invenit
(año 606). MaH . Jerónimo, el año 422, hace
mención del uso de las campanas en los monasterioR y atribuye a S. Paulino de Nola, su
coetáneo, el uso de ellas en las iglesias. Deno·
minábanse Nolas, ya del nombre de la ciudad,
ya de la voz celtc1. noll, nell, que significa
"sonar".
La campana de bronce o cobre, grande, y
má. antigua que se con sen a, es la de Chum\a.scach (Irlanda), siglo IX, y de las pequeñas
la más antigua que se conoce es la descubierta
sobre el pecho de S. Patricio en su tumba abierta en 562. La de más tamaño que hoy existe
en la iglef'ia católica, es la imperial de Colonia
(de 27 toneladas); en seguida puede mencionarse la savoyarda del Sagrado Corazón, de
Montmartre (18 toneladas); hay en el Kremlin (Moscú) una de 165,000 kilogramos, y la
de Birma, en Amarapura, pesa 117,800 kilogramos.
2-Por cli\' ersas causas la campana ha tenido
muchos nombres, que enumeraremos siguiendo
a J eról~imo Magio:
Tininnabulull1, el nombre más antiguo, de
tlntín, tañido, y es la campanilla usada para
dormitorios o refectorios; y que los romanos
empleaban para dar la hora de los baños (ae
thermarum), y en alg-unas procesiones civiles.
Petasus o Petasius: campana en forma de sombrero de alas anchas, y má' grande que la anterior.
Codon: trompeta griega uRada en vez d€l tintinábulo, cuyo sonido o voz tiene alguna similitlld al canto. y ~u .forma a la de la flor ele la
amapola.
Aeramentum: (ele aere. ex aere), como qU I n
dice fel'ramento de ferro, en consideración a
SL1~ sonidos o a la materia.
Squilla: campana pequeña: 1 URO de esquilo
1;01' campana se debe quizá a Francisco Peharca, que le empleó en liS \'erROS. (Ej. "E
non Rono l)oi sql1i11a"), como quien dice, cam-
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Senderos
panilla de sonido agudo. También la usaron
Dante y Ariosto.
Crotalus : de voz griega, algo así como de
sonido, ruido, resonar; que también algunas veceR la denom inaban crepitácuJus, es, pues, nombre metafórico.
Sygnum: porque con la campana se daba el
Rigno o indicio de hacer algo en la iglesia; y
algunos opinan que 'por hacerse la fundición
en el campo: sygnum campanum .
C/oca : vocablo germánico; forma parecida
en varios idiomas, de clog, irlandé ; cloches,
francés; clock, inglés, etc., es decir, campana.
Nola: de Nola, ciudad de Campania, cuyo
obispo, Paulino de ola, fue el primero que
dispuso el u o de laR campanas en ·u iglesia.
También a la torre o campanario se dio el nombre de nolarium .
Lebes. lebetes, Jcbeta : ex aere, por razón del
Ronido de las calderas de Dodona (lebetes dodonaei), y que Jos griegos usaban para anunciar
laR l'eRpUe 'ta' ele los oráculos. Además, por el
sonido resonante de las campanas, la decían
'implemente Aes. Ae dodoneum. del excelenV~
cobre de la ciudad de Dodona.
Campana: de la Campania, región de Italia donde entonces hallaron el mejor cobre
(propter ael'l1m campanum); Re ha pensado,
además, que también Rea por haber sido allí el
primer lugar donde se u. ar011 las campanas
grande.
3-EI uso o empleo de laR campana tiene
en general alguna relación con el ejercicio de
los derechos 'ocialeR, comerciales o religiosos.
Con ellas convocaban lo judíos al pueblo a luchar contra los enemigos; los griegos con ellas
daban la hora del mercado en el foro J)€scatorio, y anunciaban ya los triunfos, ya los suplicios extremos; y dice Guido Pancirollo, que las
tocaban en los funerales, para ahuyentar los
'espectros y ludibrios de los demonios.
Los cristianos la. han empleado para llamar
a obras pías o convocar a reuniones sagradas:
los primeros que esto hicieron fueron S. Paulino de Nola, ,. Jerónimo y S. Agustín; éste,
esnecialmente, avisaba con campanas la hora
de la predicación, de los oficios divinos y de la
misa. Práctica que luégo se generalizó. Quizá
por esos usos religiosos, las campanas han sido
odiadas por gentes malas, por gentes enemigas
de la religión: lo turcos prohibieron a los griegos el UBO de las campanas; el sultán Saladino
Eegidio, cuando se tomó a Jerusalén. las hizo
botar de la~ torres; y, según afirma Esteban
Durando, los herejes han imitado a los turcos
en e to: "hugonistae et ceteri hu.ius saeculi
heretici campanis bellum indixerunt".
Corne!ío Schultingio dice que los calvinistas,
en sus sínodos, prohibieron se tocaran campanas en la sepultura de los muertos; y por
esto, agrega algún autor, se asemejan a los
demonios, l[UC no quieren oir el sonido de las
campanas. ¿ Qué de raro, pue , que cristianos
ele malas ideas hagan alarde de desagrado cuando oyen las campanas lanzada a vuelo, o que
hacen llamamiento funerario a los vivos para
que oren por los muertos? Hoy en los trenes es
un lujo el uso de 'las campanas. En cuanto a
lo religioso, desde antes del año 770 se bendicen las campanas nuevas, según afirma Alcuino, discípulo del Vble. Veda. El ritual romano
indica la fórmula de tal bendición y ordena la
unción de siete cruces encima con el óleo santo,
y por dentro cuatro cruces con el santo crisma, dándol su nombre propio para distinguirlas y recitando preces que expresan los deseos
d la iglep,ia de que con el sonido de las campanap, se ahuyenten de los lugares santos 'los
demonios y se atraiga a los fieles a los divinos
oficios, y a oir la palabra de Dios.
Muy expresiva es la glosa que en el Corpu
j uris se consagra a la campana sagrada:
Laudo Dewn verwn. plebem voco, congrego clerum,
Defunctos pI oro. nimbum fU50. fe5ta decoro.
Que otroH, personificando la campana, así la
hacen decir:
Funera plango, fulmina frango, sabbato pango.
Excito lentos, dissipo ventos, paco cruentos.
Ta'] es la campana; mas tenemos otra de un
tintín grandioso: el imJ)€rativo del deber, el
mandato contilluo e inaplazable de amor a la
patria .. .
NORBERTO U. LOZANO
Presbítero.
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