¿Qué Pagaré al Señor por todos sus beneficios para Conmigo? www.esperanzadeisrael.org ¿Qué Pagaré al Señor por todos sus beneficios para Conmigo? Nosotros los humanos por naturaleza tenemos esa mala levadura de ser desagradecidos y olvidadizos de los favores y misericordias que nos hacen, y mucho más los beneficios que Dios nos da. Por ello Pablo escribe: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que así mismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos” Colosenses 3:15 Introducción Esta fue una pregunta que David hizo a su fuero interno, quedó registrada en el Salmo 116:12 “¿Qué pagaré al Señor Por todos sus beneficios para conmigo?”. Amigo lector, ¿Cuántas veces usted ha meditado profundamente en todos los favores que ha recibido de Dios hasta este momento? Cuidado ser como aquellos leprosos que el Señor sanó, cuenta el Santo Escrito que solo uno se acordó de venir a darle gracias: “Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pasaron de lejos, y alzaron la voz diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando Él los vio les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados, entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, U na de las grandes virtudes de este rey, profeta, músico y fiel adorador fue No olvidar ninguno de los beneficios, favores, y bendiciones que había recibido de su Dios, él mismo lo dice: “Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su Santo nombre. Bendice, alma mía al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias, El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.” Salmo 103:1 – 5 2 glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro a tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve ¿Dónde están? Lucas 17:11 – 17 Esto es lo común entre nosotros los humanos, pasamos momentos difíciles, con fe nos asimos de Dios y le rogamos que nos saque del apuro, el Eterno en su infinita misericordia nos escucha y ayuda, pero nuestro corazón ingrato no se vuelve a Dios para darle gracias y reconocerlo en nuestros caminos, nos pasa lo mismo que a aquellos leprosos con Jesús. Pero David decía: “No olvides ninguno de sus beneficios”. David, conociendo la naturaleza de los humanos nos recomienda esto, porque por lo general nosotros nos olvidamos cuando alguien nos ha hecho un favor, pero este rey fue sumamente agradecido con Dios y misericordiosos con los humanos. ¿Cómo iba a olvidar David aquella gran misericordia que Dios había hecho con él sacándolo del potrero de las ovejas para hacerlo rey? Por ello él se preguntaba: “¿Que le pagaré al Señor por todos sus beneficios que me ha dado?”. Cuando era joven venció a Goliat, siendo este un fogueado hombre de guerra, contra todo pronóstico se enfrentó al gigante y lo venció: “Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. Y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. Sobre sus piernas traía grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él. Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros seréis nuestros siervos y nos serviréis. Y añadió el filisteo: 3 Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.” 1 Samuel 17:4 – 11 Y de repente apareció la figura de un mozo que había venido al campo de batalla, a dejarles provisiones a sus hermanos, y dijo: “Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.” 1 Samuel 17:32 Esto nunca lo olvidó David, Dios le había prometido que no iba haber enemigo que lo avasallara, por ello él en su meditación profunda escribió para sí: “No olvides ninguno de sus favores”. Y cuidadosamente enumeró las misericordias más sobresalientes que Dios había hecho con él y con el resto de los hijos de los hombres: “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. El Señor es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia” Salmo 103:3 – 6 ¿Sabe usted como se rejuvenece un águila? Cuando se siente vieja y agotada, entonces se golpea contra las rocas y se pone en sacrificios muy duros, hasta que muda su plumaje, sus garras, y su pico, igual Dios con el hombre, le permite que pase por pruebas y angustias para acrisolar su fe y su esperanza. Y media vez acrisolado, toma nuevas fuerzas como el águila para seguir adelante en la vida material y en la vida espiritual. ¡Qué beneficio tan grande recibe el hombre de Dios al perdonarle todas sus iniquidades y declararlo libre, exonerado de toda culpa que haya cometido en el pasado!, como dice el profeta “…Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” Isaías 1:18 Al no imputarnos pecados el Señor nos declara justos, nos da la oportunidad de escribir una nueva 4 historia de nuestra vida, vuelve blancos nuestros errores, no se recuerda mas de ellos, y como dice en otra Escritura: “El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados” Miqueas 7:19. El mismo David en otra musitante plegaria dijo: “Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien el Eterno no inculpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño” Salmo 32:1 – 2. Cuantos heridos y angustiados van por el mundo y no han encontrado para su mal remedio, tan solo porque no quieren allegarse al Dios de las Bendiciones Eternas, sanando las heridas que el pecado nos ha dejado. Cuando el Maestro llegó al pueblo donde había crecido con la intensión de sanar a los heridos y aliviar a los cargados de muchas penas, no pudo hacer este trabajao entre por la incredulidad de los habitantes de Nazareth: “Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.” Marcos 6:5 – 6 El segundo beneficio que nos presenta David y continuamente recibimos de Dios es: “El que sana todas tus dolencias”. Dios sana nuestros dolores espirituales y físicos, siempre y cuando le permitamos hacer en nosotros su Obra: “Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó” Mateo 4:24. Continuó diciendo David en su reconocimiento: “Él rescata del hoyo tu vida, y te corona de favores y misericordias” Salmo 103:4. Dios promete guardarnos de tanto peligro hoy, cuidar que nuestra vida no vaya al sepulcro antes de tiempo y rescatarnos de la muerte eterna en la resurrección de los muertos, porque los 5 cristianos no morirán eternamente, la muerte será un leve dormir y serán rescatados del sepulcro en un eterno despertar de gloria. Cuán importante es no olvidar estos y todos los beneficios que Dios está dispuesto a darnos en todo el devenir de nuestra vida, así está escrito por aquél hombre que muy cuidadosamente y con ojos escrutadores miraba continuamente los beneficios de Dios para él y el resto de la humanidad: “¡Cuan innumerables son tus obras, OH Eterno! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios” Salmo 104:24 no hallaba con que pagarle a Dios por todos los favores que continuamente recibía de Él, recordemos en aquella ocasión cuando se propuso recoger la ofrenda para construir el templo de su Dios, le dijo: “Las riquezas y la gloria proceden de ti y tu dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. Ahora pues Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. Porque ¿Quién soy yo, y quien es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosa semejante? Pues todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos” 1 Crónicas 29:12 – 14. Estaba consiente David y se lo confiesa a Dios en aquella plegaria, que no tiene nada que darle en especial, porque todo es de Él. Si dijéramos nosotros que en agradecimiento a sus favores le llevaremos un ramillete de lirios de aquellos que siembran en el valle de Sarón, ¿Acaso con eso podremos pagarle a Dios? ¿De quién son los lirios que se dan en los campos? Ó si le dijéramos que en pago a esos beneficios le cantaremos día y noche, ¿Quién nos dio las cuerdas Pero David decía en su meditación: “¿Qué le pago al Señor por todos sus beneficios que me ha dado?” ¿Con qué podremos pagarle a Dios innumerables e inmerecidas misericordias? Son tan grandes al hacer: “…que su sol salga sobre buenos y malos, y llueva sobre justos e injustos” dijo Jesús en el sermón de la montaña. Si David que era un rey y tenía riquezas y muchos haberes más, 6 vocales y quien hizo la música? David tenía toda la razón al dejar dicho: “De lo recibido de tu mano te damos”, es tan estéril nuestra mezquindad, porque sabemos que es de lo mismo que Dios nos ha dado que le estamos dando, y aun así no queremos compartir con Él nuestros agradecimientos. Otro profeta se preguntó: “¿Con que me presentaré ante el Eterno y adoraré al Dios altísimo? ¿Me presentaré ante Él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará el Señor de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?” Miqueas 6: 6 – 7. No hallaba el profeta con que pagarle a Dios, pero el Eterno le exige al hombre que se ponga a cuentas con Él porque queramos o no tenemos una gran deuda con nuestro Creador, por ello Él dice a través de uno de sus voceros: “Venid luego, dice el Señor y estemos a cuenta…” Isaías 1:18. Es pronto que tenemos que llegar ante Él para ponernos a cuenta, aunque no tengamos con que pagarle. Pero afortunadamente hay alguien quien ya pagó toda nuestra deuda y este es el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario. No andemos con evasivas, pongámonos de frente ante Dios y digamos como dijo David: “¿Qué pagaré al Eterno por todos sus beneficios para conmigo? Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del Eterno. Ahora pagaré mis votos al Señor delante de toda su gente” Salmo 116:12 – 14. La copa de la salvación que debemos tomar es Jesucristo porque en Él estamos cumplidos. Escuche “La Voz del Tercer Ángel” De Lunes a Viernes De 8:00 a 8:30 p.m. A través de 106.5 FM de Cadena Hondureña de Noticias (CHN) Y por Súper K, 89.5 FM De Lunes a Sábado de 6:00 a 6:30 p.m. San Lorenzo, Valle Nuestro Apdo. Postal 2185 Tel. 2209-0066 y 2246-1815 Tegucigalpa, M.D.C. Honduras, C. A Nuestra Página Web: www.esperanzadeisrael.org E-mail: [email protected] 7 Con el ferviente deseo que usted se dé cuenta de las verdades eternas que se encuentran en los Documentos de Dios, hemos preparado abundante literatura, la cual le estamos ofreciendo completamente gratis, como los siguientes: Lo que cuesta seguir a Jesús. Los Nombres Sagrados La Casa del Alfarero. El Negocio con las Almas. El Camino que lleva a la Vida Eterna Sed salvos de esta perversa generación. Las Sagradas Escrituras. ¿Que estamos comiendo? Un Embajador entre Cadenas. Controversias sobre la ida al cielo. ¿Qué es Pecado? ¿Quién heredará el cielo? ¿Qué es el Infierno? ¿Cómo se justificara el hombre con Dios? Los Diez mandamientos en el viejo y nuevo pacto Y otros … 8