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El correo electrónico profesional: ¿género, subgénero o cibergénero?
Inmaculada Sanz Álava
Universidad Politécnica de Valencia
Resumen
En el Español Profesional y Académico (EPA), hemos investigado sobre una tipología actualizada
que permita trabajar eficazmente con los géneros que van a necesitar los futuros profesionales, esto
es, que delimite lo imprescindible que debe ser enseñado y aprendido en el aula universitaria como
puerta abierta al mundo laboral. El objetivo principal de este artículo es el estudio y la observación
del correo electrónico profesional. Asimismo, hemos establecido una clasificación para facilitar su
análisis atendiendo a los diferentes rasgos que presenta.
Palabras clave: Español Profesional y Académico, análisis de género, cibergénero, correo
electrónico profesional.
Introducción
El estudio del correo electrónico permitirá establecer una didáctica específica que cree
relaciones de cortesía dentro de ámbitos profesionales y académicos. Estas relaciones,
con demasiada frecuencia y debido al medio por el que se transmiten, se ven empañadas
por la carencia de cortesía y elegancia necesarias para crear un clima de cordialidad
encaminado a una comunicación eficaz.
El concepto de género, subgénero y cibergénero
Los introductores del término “género” fueron Swales (1990) y Bathia (1993). Desde el
punto de vista académico destacan los trabajos de Jordan (1997) y Dudley-Evans y St
John (1998). Alcaraz (2000: 133-134) entiende que “género” es el conjunto de textos,
escritos u orales del ámbito profesional y académico que poseen una serie de rasgos
tales como: una misma función comunicativa, un esquema organizativo similar, llamado
macroestructura, una modalidad discursiva semejante, un nivel léxico-sintáctico,
formado por unidades y rasgos funcionales y formales equivalentes y unas
convenciones sociopragmáticas comunes, es decir, una utilización por profesionales y
académicos en contextos socio-culturales similares. Por su parte, Suau (1998: 5) plantea
el concepto de género: a) temáticamente, es decir, superponiendo el tema o disciplina al
tipo de texto, “el discurso empresarial sería un género, y subgéneros los distintos tipos
de estructuras discursivas que lo componen, como la carta comercial o el informe”. b) o
bien un tipo de discurso mucho más restringido y más próximo a la tipología textual,
“pero a la vez determinado por una comunidad discursiva concreta como la empresarial,
como expone Swales (1990). En este caso la carta comercial o el télex serían géneros y
subgéneros sus variaciones textuales”.
Para finalizar, y para Shephred y Watters (1998: 99) los cibergéneros son nuevos
géneros que aparecen en Internet y están en continuo cambio. Tanto el correo
electrónico como la Red y el Chat son considerados, también, “géneros emergentes”
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(Bellés, 2003), “textos electrónicos” (López Alonso y Séré, 2003) y “géneros digitales”
(Bolaños, 2003, 2004).
Rasgos de los géneros profesionales y académicos
Álvarez (1997: 24-38) manifiesta que hay unos rasgos y procedimientos en la estructura
material de los textos comerciales originados en el mundo de la empresa o en el ámbito
mercantil. De esta manera, las estructuras sintácticas utilizadas tienen ciertas tendencias
más o menos generalizadas. Predomina, en la mayor parte de los textos, una expresión
neutra, lo que se refleja en una ausencia de complejidad sintáctica y aparece una
preferencia clara por la coordinación. También existe una marcada preferencia por la
construcción nominal, sobre todo en escritos comerciales, confiriéndoles un carácter
abstracto. Según el criterio de Reyes (1998: 219-220) los rasgos más importantes de los
textos académicos, no importa la disciplina a la pertenezcan, son: un lenguaje preciso,
riguroso y relativamente impersonal, una lógica argumentativa impecable, la máxima
objetividad, y un propósito informativo explícito.
Asimismo, Bolaños y Posteguillo (2004: 221-233) consideran que el discurso digital en
general y los géneros digitales en particular tienen los siguientes rasgos: el uso de
personificaciones, una utilización excesiva de la voz pasiva, eufemismos, hipérboles,
verbosidad, afirmaciones engañosas, lenguaje redundante, acrónimos, abreviaturas
informales y contracciones, uso del presente y, por último, sentido del humor.
La cortesía. Cibercortesía
A partir de la obra de Brown y Levinson (1987), el interés por el estudio de la cortesía
verbal ha ido adquiriendo una gran relevancia. Los tipos de cortesía que atañen al
género de este artículo son:
a) la cortesía académica. Para Alcaraz (2000: 144), dos de los rasgos de la cortesía
comunicativa son: “la claridad expositiva y las referencias a otros trabajos de
investigación”
b) la cortesía profesional. En las cartas comerciales, según Álvarez (1995: 29, 30) “la
cortesía actúa como mecanismo regulador de la comunicación y se fundamenta en la
idea de que siempre el yo/autor intentará influir sobre el tú/destinatario.
Un parámetro importante para determinar el grado de cortesía es la relación entre los
interlocutores, por ello, se contemplarán las siguientes variables (Alcaraz, 2000: 179180): la distancia social o profesional entre el emisor y el receptor, el poder relativo del
emisor sobre el receptor, y el grado de imposición del mensaje. Una vez establecida la
práctica discursiva, son necesarios unos filtros de evaluación jerarquizados. Según Briz
(2004: 80- 81) la “solidaridad” hace referencia a las relaciones de proximidad y simetría
entre los interlocutores y no es un término estático.
En cuanto al término “cibercortesía o cortesía en la Red”, para Yus (2001: 211-218) el
modelo de cortesía más aplicado a la interacción en Internet es el –anteriormente
citado– de Brown y Levinson (1987). Y añade que la cortesía es básica para mantener
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las relaciones interpersonales en Internet dentro de los cauces aceptables, pero al mismo
tiempo complicada, ya que las personas pertenecen a veces a culturas y a comunidades
de habla diferentes. Por otra parte, Alcoba (2004: 357-369) hace la siguiente reflexión:
“la cortesía, tal como se entiende en la teoría del texto, es a la lengua lo que el estilo y el
diseño es a la imagen gráfica”.
Clasificación del correo electrónico: el correo electrónico profesional
El correo electrónico es la herramienta más útil de Internet. Sus rasgos ventajosos son la
rapidez, la facilidad, la economía, la posibilidad de añadir anexos, la respuesta
inmediata y la simplicidad de archivos. Para Reyes (1999: 289) el correo electrónico
cubre las tres categorías del género epistolar: la privada, la profesional y la comercial. A
veces, se diferencia de una carta habitual, además del canal utilizado, en su función,
redacción, estilo y presentación. La estructura es similar al género epistolar, pero
adaptada al formato electrónico.
Asimismo, Crystal (2002: 114) afirma que el correo electrónico tiene una estructura
textual propia. En cuanto al cuerpo del mensaje, este autor opina que el único requisito
imprescindible es que exista un mensaje, y el saludo y la despedida depende de la
formalidad del texto. Se admiten títulos después del nombre e incluso el cargo detrás de
una línea. Con relación a la puntuación, piensa que el mal uso puede perjudicar el
mensaje entre empresas, pero la mayoría de los errores ortográficos, dada la brevedad
de las oraciones, no plantea problemas de ambigüedad.
Según López Alonso (2003: 25-27) su tipología puede ser de dos clases: a) en régimen
de intercambio entre emisor y receptor, es decir, su intención primaria es un intercambio
entre emisor y receptor, y b) sin intercambio de correspondencia. En la primera
clasificación entran los seis modelos siguientes: correo personal, correo profesional,
correo institucional, correo comercial, correo publicitario, correo de listas, mensajes de
cadena de reenvío. En la segunda clasificación, los modelos más frecuentes son: listas
de distribución, spam, mensajes generados automáticamente, postales virtuales. Alcoba
(2004: 360-365) determina cuatro clases o géneros de sitios en Internet: sitios
institucionales, sitios informativos, sitios formativos o de enseñanza a distancia, y sitios
de corporaciones empresariales.
Nosotros hemos clasificado esta herramienta según la relación entre el emisor y receptor
así como el objeto del mensaje en:
a) el correo electrónico personal y afectivo,
b) el correo electrónico profesional,
c) el correo electrónico profesional con rasgos propios de la relación o del saber
compartido entre amigos o colegas.
Los rasgos del primero vienen dados por la relación que se establece entre el emisor y
receptor y se caracteriza por la “oralidad” (Sanz Álava, 1999, 2001). La relación entre
los interlocutores es de amistad o de cariño (proximidad) y el objeto del mensaje es
continuar, manifestar o terminar la misma. En el segundo, existe comunicación en tanto
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que hay una relación de trabajo y ésta se detiene cuando finaliza la transacción. Por
último, el correo electrónico profesional que se produce en el ámbito de trabajo, pero
que, debido al “saber compartido” prescinde de ciertos rasgos del correo electrónico
profesional como son el saludo y la despedida y añade otros del correo electrónico
personal y afectivo.
A continuación se muestran ejemplos de b) y c)
b) El saludo entre usuarios, que solo tienen una relación profesional y que se acaba
cuando se finaliza el objeto de la comunicación puede comenzar así:
Estimado colega:
c) Por otro lado, el saludo entre usuarios con una cierta relación personal motivada por
trabajos e intereses y saber compartidos, puede empezar de este modo:
Hola Carlos:
En ambos casos, si el correo suele ser continuación de otros, se inicia sin saludo y se
termina sin despedida. Veamos los siguientes correos electrónicos entre colegas donde
aparecen las características del género: errores electrónicos (el emisor es lingüista)
como falta de acentuación y formación de plural, ausencia del saludo y despedida,
debidos todos ellos a la rapidez del medio. Véase el siguiente ejemplo:
1. - Os envío de nuevo la estructura de la jornada, es provisional pero casi la definitiva.
Sobre todo el horario es definitivo.
Un saludo
XXXX
2. Asunto: Re: español para extranjeros
-hola,
Me gustaría que no viéramos para hablar de los cursos de español para
extranjeros. ¿Puedes el jueves sobre las 11.30?
Pues hablamos el viernes. ?a que hora?
De todos modos, si viene J.. manana (no me lo ha confirmado)
hablare tambien con ella.
- Manana te lo confirmo.
- ?No podemos quedar antes de las 12.00?
Yo si puedo el viernes pero el problema es A.
La despedida goza de las características de una carta al uso, pero si es la continuación
de otro, a veces, se evita. La causa es, de nuevo, la rapidez y el saber compartido.
3. Manana lo tenemos muy liado. Hoy hablare con A. y ya te digo algo.
Análisis de ‘correos electrónicos profesionales’
Este estudio se ha llevado a cabo con la observación y análisis de correos recibidos
durante diez años en el ámbito de la Universidad Politécnica de Valencia. Para ello
hemos tenido en cuenta los rasgos más relevantes del correo electrónico profesional y
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del correo electrónico profesional entre amigos o colegas. Lo denominamos “correo
electrónico profesional” porque el ámbito, el objetivo y los intereses son profesionales.
Ejemplos:
1. Estimada Sra. Sanz:
Sirva la presente para confirmar la asistencia de D. P. M. al Tribunal de Español del próximo…
Cualquier variación ruego nos la haga constar a través de esta vía.
Atentamente,
2. Estimado/a compañero/a:
Adjunto escrito preparado por los profesores M. y T. en…
Un saludo cordial.
Fdo.: P.J.S.
A continuación observamos ejemplos del correo electrónico profesional entre amigos o
colegas, pero que, debido al ‘saber compartido’ se prescinde de ciertos rasgos del correo
electrónico profesional como son el saludo y la despedida y aparecen: hipérboles,
verbosidad, afirmaciones engañosas, lenguaje redundante, acrónimos, abreviaturas
informales y contracciones, uso del presente y sentido del humor como apuntaban
Bolaños y Posteguillo (2004: 221-233).
1. hola!!!!
no te preocupes, se esperan hasta más adelante. En mi clase de X lkos estoy
machacando con el tema; mañana trabajamos X Les seguiré pinchando.
2. Hola, Inma. ¿qué tal?
Te reenvío el mensaje de una Erasmus bastante "empanada" y me da la sensación de que no muy
estresada. Al parecer, nunca llegó a enterarse de que estaba matriculada en tu grupo y no en el mío.
3. aquí teneis... meg
4. aqui te REDIRECCIONO a un artículo sobre el tema
Conclusiones
Aparece en los medios periodísticos la idea de que esta forma de relacionarse está en
fase de extinción, debido a la falta de privacidad y a los nuevos sistemas que han
aparecido en el mercado. Pero, de momento, es la mejor forma de transmitir
información académica y profesional y, por ello, necesitamos tener claros los rasgos
pertinentes para su correcta escritura y eficaz comunicación.
A la pregunta inicial de cómo debemos denominar estas diferentes clasificaciones
pensamos que: a) el correo electrónico personal y afectivo es un cibergénero; b) el
correo electrónico profesional es un género –mantiene todos los rasgos de una carta
comercial– y c) el correo electrónico profesional con rasgos propios de la relación o del
‘saber compartido’ entre amigos o colegas, es también un cibergénero. Pero si
plantemos el correo electrónico como discurso determinado por una comunidad
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discursiva como es Internet, éste sería un cibergénero y subgénero sus variaciones
textuales tales como el correo electrónico profesional.
Referencias
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