Guerra de las Alpujarras

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Guerra de las Alpujarras
Mapa de La Alpujarra
La Guerra de Las Alpujarras se desarrolló entre diciembre de 1568 y septiembre de
1570 y fue el último intento de la población hispanoárabe de vivir en el antiguo
Reino de Granada, según sus costumbres, creencias religiosas y lengua.
A partir de 1566 se endurece las medidas represoras para garantizar la prohibición
a la población morisca de hablar, leer y escribir en arábigo y quedan anulados los
contratos escritos en esa lengua al tiempo que se ilegalizan todos los actos
culturales árabes, llevar nombre y ropas moriscas. Aquellas decisiones tan drásticas
provocan un levantamiento generalizado de una población que hasta entonces vivía
en paz con una reducida población de cristianos viejos.
Durante todo el desarrollo de la guerra, la fortaleza de Adra, en manos cristianas
será una pieza clave para garantizar el control de la costa e impedir el
avituallamiento desde África para los insurrectos. De otro modo, los rebeldes
moriscos atacarán Adra durante varias intentonas para hacerse con el control del
principal puerto de contacto con los reinos africanos.
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es Familia morisca
A principios de mayo de 1568 el Marqués de Mondejar, Luis Hurtado de Mendoza es
el capital general del Reino de Granada y se encuentra visitando las fortalezas de la
costa, acompañado por su hijo, el Conde de la Tendilla.
Imagen de Luis Hurtado de Mendoza, Marqués de Mondejar
Cuando se encontraba en Berja, recibe la visita de tres cristianos viejos enviados
por el capitán de la fortaleza de Adra. Los tres emisarios portan un libro y varios
documentos cogidos a unos monfíes o moriscos proscritos que habían intentado
huir a Berbería a través de la costa de Adra. El cabecilla de la huida es Muhammad
Ibn Daud, que además prepara la rebelión general. El Daud quería llevarse a los
tres cristianos que habían sido capturados para regalárselos a algún rey árabe a
cambio de ayuda en hombres y armas.
El Daud se había acercado a La Alquería en busca del morisco Nohayla, un pescador
que tenía una barca. Nohayla, fiel a la corona, hizo unos agujeros en el casco de la
embarcación y los tapó con cera, al tiempo que avisó al capitán de la fortaleza
abderitana. Una noche, los moriscos liderados por el Daud bajaron a la Puerta del
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es Mar, donde estaba varada la barca, la echaron al agua y subieron varios hombres,
mujeres y algunos jóvenes junto a los tres cautivos cristianos.
Al poco tiempo de iniciarse la navegación la cera se desprendió y comenzó a entrar
agua en la barca, teniendo que volver a la playa donde los soldados de la fortaleza
apresaron a las mujeres y a los muchachos.
El Daud y sus acompañantes dejaron en su huída a los cristianos apresados y
perdieron los documentos que el capitán de la fortaleza entregó al Marqués de
Mondejar. Los documentos eran cartas de petición de ayuda a los alcaides de las
ciudades costeras africanas para organizar la rebelión.
El Inicio de la Rebelión
La chispa de la rebelión saltó el 23 de diciembre de 1568 cuando seis escribanos y
alguaciles de Ugíjar que iban recogiendo por la fuerza comida y enseres a los
campesinos de la comarca fueron asesinados por un grupo de monfíes.
Seguidamente este grupo se encontró con cinco escuderos que volvían a Motril. Los
mataron y les quitaron las armas y los caballos.
Ese mismo día el capitán de Adra, Diego de Herrera, entró en Ferreira con
cincuenta soldados para llevar de retorno una carga de arcabuces. La noche
siguiente fueron a dormir a Cadiar y cada soldado se alojó en una casa distinta del
pueblo. A media noche un grupo de rebeldes moriscos los asesinaron uno a uno,
pudiendo escapar solo tres soldados que consiguieron llegar a Adra.
Para entonces ya se había alzado los moriscos de La Alquería, Salobra y Marbella
con una de las primeras rebeliones encabezadas desde la localidad de Ugíjar. La
iglesia de La Alquería fue incendiada y destruida, mientras que los cristianos viejos
pudieron escapar para refugiarse en la fortaleza de Adra La Nueva.
El nuevo capitán de la fortaleza, Pedro La Gasca, recogió a todas las familias que
pudo reunir en los pueblos cercanos y las llevó a la fortaleza de Adra para
protegerlas y ponerlas a salvo. La Gasca era corregidor de Málaga.
El día de Navidad se alzaron los moriscos de Berja y algunos de los cristianos que
allí vivían pudieron escapar y refugiarse en Adra. La mayoría se refugió en algunas
torres de la ciudad y en la iglesia, siendo todos asesinados. Esta situación se repitió
en los pueblos de la comarca en los días siguientes, pudiendo salvar el capitán La
Gasca la vida de algunos cristianos de Berja.
A finales de 1568 toda la Alpujarra estaba en pié de guerra. En los primero días de
enero de 1569 los enviados de Felipe II comenzaron a poner en práctica las
medidas de contención y represión de la revuelta.
Diego La Gasca recibió refuerzos por mar con una dotación de 100 hombres
comandados por el capitán Hernán Vázquez de Loaisa. A esta fuerza se unió una
fragata de Almería con más soldados.
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es Las tropas de la corona eran conscientes de que buena parte de la victoria en esta
guerra pasaba por conservar la fortaleza de Adra como medio para controlar la
costa e impedir que el enemigo recibiese refuerzos de Berbería.
Con estas fuerzas y algunos escuderos más La Gasca rechazó en quince días hasta
un total de tres ataques de Abén Humeya. El primero se produce el 8 de enero,
fecha en la que 8.000 moriscos comandados por su principal líder tratan de tomar
la fortaleza abderitana. Pero La Gasca es mejor estratega y con 300 infantes y 60
escuderos repele el ataque, mata 200 enemigos y los pone en fuga.
Fernando de Córdoba y Válor, “Abén Humeya”
Vuelve Abén Humeya a atacar el 24 de enero y La Gasca Vuelve a rechazarlo
matando 220 hombres de Humeya. Poco después Abén Humeya realiza un tercer
ataque apoderándose del ganado que pasta en la vega de Adra. La Gasca sale a su
encuentro y le hace huir.
Un tiempo después, el cabecilla morisco El Hoçaid de Motril, se apodera de Castell
de Ferro y se propone atacar Adra. La Gasca sale a su encuentro con 90
arcabuceros y 450 escuderos, matando a 100 rebeldes y obligándoles a huir.
El Rey Felipe II se da cuenta de que la rebelión va en serio. Junto a los ejércitos de
los marqueses de Mondéjar y Vélez Blanco envía como capitán general a su
hermanastro Don Juan de Austria para formar un ejército poderoso para aplastar la
rebelión.
En abril de 1569 La Gasca subió a Turón para castigar la muerte de varios de sus
soldados que habían subido a robar a los moriscos de la zona. Un morisco lo mató a
traición y sus soldados en venganza mataron a 120 moriscos, se llevaron a las
mujeres y los niños a Adra y quemaron el lugar.
La muerte de La Gasca suscita dudas entre los mandos cristianos que deciden
utilizar la fortaleza de Adra como base de operaciones y triplicar sus efectivos. Abén
Humeya no pierde tiempo y vuelve a atacar Adra con 10.000 hombres. La fortaleza
es defendida por Don Luis Fajardo de la Cueva, Marqués de Vélez Blanco que
contaba con 3.000 hombres. La batalla tiene lugar en Berja a principios de junio. En
la misma fallecen 1.500 moriscos mientras que el Marqués pierde solo 24 soldados.
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es Escudo del Marqués de los Vélez
El 10 de junio el ejército de Luis de Fajardo acampa en Adra con 2.000 infantes y
700 jinetes. Durante dos meses esta fuerza se mantiene en Adra hasta que recibe
nuevos efectivos procedentes del Tercio de Nápoles que don Luis de Requesens
trajo de Italia. También se unen 3.000 soldados comandados por don Juan de
Mendoza procedentes de Órjiva, las compañías de Lorenzo Tellez de Silva, marqués
de la Fabara con 700 hombres y 1.500 bandidos catalanes que fueron perdonados a
cambio de luchar por la corona.
Retrato de Don Luis de Requesens
En julio Don Luis de Fajardo escribe a Don Juan de Austria y le hace un resumen de
las fuerzas concentradas en Adra: 44 galeras guardando la costa. A últimos de julio
el ejército de Adra se compone de un total de 9.424 infantes y 970 jinetes.
Pero la larga espera para decidir como atacar el corazón de la Alpujarra donde
aguarda Abén Humeya provoca deserciones entre la tropa y promesas incumplidas
de pagos a un ejército que comienza a estar mal alimentado y a enfermar.
Don Luis de Fajardo es el comandante en jefe a las órdenes de Don Juan de Austria
y su disparidad de criterio con Don Luis de Requesens que está al frente de los
soldados del Tercio de Nápoles.
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es En agosto el Marqués de Vélez Blanco se encamina a Valor al encuentro de Abén
Humeya. El combate registró muchas bajas por parte de los dos bandos. El ejército
de Abén Humeya de 6.000 hombres quedó desbaratado pero las fuerzas de Fajardo
se redujeron solo a 3.000 soldados de los más de 10.000 que salieron de Adra
víctimas del combate o de la deserción.
A finales de septiembre Abén Humeya es asesinado por opositores moriscos y es
sustituido al frente de la rebelión morisca por Abén Abóo.
Don Juan de Austria en La Alpujarra
Don Juan de Austria
La marcha de la Guerra provoca la presencia de Don Juan de Austria en La
Alpujarra para ponerse al frente de las tropas. El 10 de febrero de 1570 sale de
Granada Don Gonzalo Hernández de Córdoba, Duque de Sesa y nieto del Gran
Capitán. En Padul reune un ejército de 10.000 infantes, 500 jinetes y 10 piezas de
artillería y sale el 9 de marzo con destino a Adra. En la primera quincena de abril se
detiene en Ugíjar. En la segunda quincena el ejército del duque llega a Adra donde
es capitán de la fortaleza Hernando de Narváez. En los almacenes de Adra hay un
buen arsenal de pólvora, plomo y cuerda para arcabuces. En la plaza de la fortaleza
había encabalgadas cinco piezas de artillería. Adra es el cuartel general del Duque
de Sesa desde donde controlará la costa y evitará el desembarco de municiones,
víveres y soldados en auxilio de los moriscos.
A mediados de junio el duque lleva a Don Juan de Austria lo que queda de su
ejército: 3.000 infantes y 200 caballos. Había perdido entre muertos y desertores
8.000 infantes y 300 jinetes.
Recuperación del Patrimonio Cultural de Adra
© 2008 www.adracultural.es En agosto se organiza la operación definitiva contra los moriscos. Abén Abóo muere
asesinado y la rebelión se descompone. En octubre el ejército de Don Juan de
Austria. Felipe II le encomienda el mando de la flota que combatirá en Lepanto. En
noviembre las galeras cristianas embarcan en Almería 5.500 moriscos y los llevan
deportados a Sevilla.
La Alpujarra queda desierta sin más población que los soldados y los pocos
cristianos viejos que sobrevivieron a la Guerra y a las matanzas. La fortaleza de
Adra fue vital para asegurar el control de las operaciones y evitar la victoria de
Abén Humeya.
FUENTE: HISTORIA DE LA BAJA ALPUJARRA. José Angel Tapia Garrido.
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