Elena Gragera (mezzosoprano) y Antón Cardó (piano). 29 de enero de 2013 Oratorio de San Felipe Neri (Cádiz). 20:30h TEXTOS de las CANCIONES: DEL CLASICISMO AL ROMANTICISMO. Traducciones de: - Fernando Pérez Cárceles - Isabel García Adanez - Fernando Mayo - Uta Weber - Linda Benfield JOSEPH HAYDN (1732-1809) She never told her love” (Ella nunca habló de amor) –William Shakespeare¡Ella nunca confesó su amor, pero dejó disimuladamente, como un gusano en el brote, comer en sus adamascadas mejillas! Permaneció sentada, como la Paciencia en un monumento, sonriente, sonriente en el dolor. “A Pastoral Song” (Canción pastoril) –Anne HunterMi madre me ordena trenzar mi cabello Con bandas de color rosado, Mis mangas atar con extrañas cintas Y tener mi corpiño azul adornado. ¿Por qué, exclama, te sientas a llorar mientras bailan y juegan los demás? ¡Ay! Apenas si puedo salir o andar, mientras Lubin fuera está. Triste es pensar que han pasado las jornadas, Cuando quienes amábamos cerca estaban; En esta piedra musgosa me hallo sentada, Y suspiro cuando nadie puede oírme. ! 1 Y mientras mi hilo de lino estoy tejiendo, Y entono mi simple tonada, El pueblo parece estar muerto o durmiendo, Sin que Lubin esté ahora. “O Tuneful voice" (Oh, dulce voz) –Anne HunterOh voz armoniosa. Aun lamento, que ya no oigo tus acentos en mi corazón vibrar. En la cueva del eco Anhelo residir Y aquel triste adiós Aun oír Cuando nos tuvimos que separar. WOLFGANG AMADEUS MOZART (1756-1791) Das Veilchen” (La violeta) –J. Wolfgang von GoetheUna violeta estaba en el prado Recogida hacia sí misma y desconocida; Era una violeta entrañable. Venía una joven pastora Con paso ligero y humor alegre Hacia aquí, hacia acá, Hacia el prado, y cantaba: ¡Ah!, piensa la violeta, ¡Ojalá fuera la flor más bella de la Naturaleza, ah, tan sólo un momentito, hasta que mi amorcito me haya cogido y estrechado suavemente entre su pecho! ¡Ah, sólo, tan sólo durante un cuartito de hora! Pero ¡Ay!, la muchacha vino Y no prestó atención a la violeta, Pisó a la pobre violeta. Se hundía y moría, y aun así se alegraba: “Y ya que muero, por lo menos muero por ella, por ella, a sus pies” ¡La pobre violeta! Era una violeta adorable. “Als Luise die briefe ihres ungetreuen Liebhabers verbrannte” (Cuando Luisa quemó las cartas de su amante infiel) -Gabriele von Baumberg! 2 Creadas por ardientes fantasías, En una hora de exaltación Traídas al mundo, ¡pereced, Hijas de la melancolía!. Debéis a las llamas vuestra existencia, Ahora os devuelvo a las llamas, Todas las apasionadas canciones, Pues ¡ay!, él no cantaba para mi sola. Ardéis ahora, y pronto, queridas, No quedará aquí ningun rastro más de vosotras. ¡Pero, ay!, el hombre que os escribió, quizás arderá todavía largo tiempo en mí. “An Chloe” KV 524 (“A Cloe”) –Johann Georg JacobiCuando el amor asoma a través del azul De tus abiertos ojos claros, Y por la delicia de mirar ahí dentro Me late y arde el corazón; Y te abrazo y con besos Caliento tus rosadas mejillas, Querida muchacha, y te estrecho Temblando en mis brazos, Niña, niña, y te aprieto Firmemente contra mi pecho, El cual solo en el último instante Muriendo te podría dejar; Una oscura nube ensombrece Mi mirada embriagada, y entonces me siento cansado pero dichoso junto a ti. LUDWIG V BEETHOVEN (1770-1827) Der Wachtelschlag” (El canto de la codorniz) - Samuel Friedrich Sauter¡Ay!, desde allí me suena tan suave; ¡Teme a Dios, teme a Dios! Me susurra la codorniz al oído. Sentada en el verde, rodeada de briznas de hierba, Advierte al oyente en el campo de siembra: ¡Ama a Dios, ama a Dios! Es tan bondadoso, tan dulce. ! 3 De nuevo dice con su canto saltarín: ¡Alaba a Dios, alaba a Dios! Que te induce a la alabanza. ¿Ves las deliciosas frutas en el campo? Hazlo de corazón, habitante del mundo: ¡Da gracias a Dios, da gracias a Dios! Que te alimenta y mantiene. Te atemoriza en la tempestad el señor de la naturaleza; ¡Ruega a Dios, ruega a Dios! Ella te dice que él protege la campiña. Si los peligros de los guerreros te asustan: ¡Confía en Dios, confía en Dios! Mira, él no te abandona por mucho tiempo. “Der Kuss” –Christian Felix WeisseYo estaba solo con Cloe, Y quise besarla; Pero ella dijo Que gritaría, Que sería un esfuerzo vano. No obstante me atreví y la besé, A pesar de su resistencia. ¿Y ella no gritó? Ciertamente, ella gritó, Pero mucho después. “Neue Liebe, neues Leben” (Nuevo amor, nueva vida) –Johann W. von GoetheCorazón, corazón mío, ¿Qué ocurre? ¿Qué te oprime tanto? ¡Qué extraña vida nueva! ¡No te reconozco! Se fue cuanto amabas, Se fue lo que te apenaba, Se fue tu dedicación y tranquilidad, ¡Ay! ¿Cómo llegaste a esto? ¿Te aprisiona la flor de la juventud, Esa deliciosa figura, Esa mirada llena de fidelidad y bondad Con fuerza infinita? Si deseo separarme de ella, Recobrar el valor y huir de ella, Mi camino en un instante ¡Ay!, me reconduce de vuelta a ella. ! 4 Y en este hilo mágico Que no se puede romper Me sujeta contra mi voluntad La amada, frívola muchacha. Debo vivir ahora en un círculo mágico, A su manera. ¡El cambio, ay, qué enorme! ¡Amor, amor, suéltame! FELIX MENDELSSOHN BARTHOLDY (1809-1847) Venetianisches Gondellied” (Canción del gondolero veneciano) Thomas MooreCuando a través de la placita sopla el aire de la tarde, Entonces sabes tú, pequeña, quién te está esperando; tu sabes quien, a pesar de velos y máscaras, te conoce, tu sabes cómo el anhelo me quema el corazón. Llevo puesto un traje de marinero, y temblando te digo: el bote está preparado! ¡Ven ahora, donde la luna y las nubes se pierden, oh ven ahora, ven! Déjate llevar por la laguna, amada mía. “Neue Liebe” op 19 / 4 (Nuevo amor) –Heinrich HeineHe visto en el bosque, a la luz de la luna Merodear a los gnomos. Pude oír el sonido de sus trompas Y el tintineo de sus campanillas. Sus blancos corceles pasaban volando raudos, Coronados con cornamentas doradas; Como cisnes salvajes cruzaban por los aires. Sonriendo me saludó la reina, Sonriendo, cuando pasó ante mí galopando. ¿Será acaso por mi nuevo amor? ¿O me estará anunciando la muerte? FRANZ SCHUBERT (1797-1828) Heidenröslein” (Pequeña rosa silvestre) –Johann W. von GoetheVio un muchacho una rosa, Rosa de la campiña. Tan llena de juventud y de belleza matinal. Fue corriendo para verla de cerca, ! 5 La vio con mucha alegría. Pequeña rosa, pequeña rosa encarnada, Rosa de la campiña. Dijo el muchacho:¡voy a arrancarte Rosa de la campiña! Dijo la rosa:¡voy a pincharte Para que me recuerdes eternamente, Y así evitarme el sufrimiento. Y el travieso muchacho arrancó La rosa de la campiña; La rosa se vengó y le pinchó, De nada le sirvieron sus quejas. “Im Freien” (Al aire libre) –Johann Gabriel SeidlAfuera, en la vasta noche, Me encuentro de nuevo; El brillante esplendor de las estrellas Inquieta mi corazón. Mil brazos me solicitan Con dulce requerimiento. Mil voces me llaman; “¡Saludos, querido amigo!” ¡Oh, yo sé lo que me empuja Y también lo que me llama, Lo que como saludo y canción del amigo Flota, flota por el aire. ¿Ves la pequeña cabaña que allí Se encuentra, al claro de luna? A través de las claras ventanas miran Ojos que me quieren bien. ¿Ves la casa junto al arroyo Iluminada por la luna? Bajo su techo familiar Duerme mi más querido amigo. ¿Ves aquel árbol Que resplandece lleno de copos de plata? ¡Oh!, cuantas veces mi pecho se ensanchó Más alegremente allí. Cada rincón que me llama Es un lugar querido, Y donde ahora cae un rayo de luna ! 6 Me atrae como un codiciado tesoro. Y por eso también me llama sobre todo Anhelante aquí, Y por eso también me llama como el sonido Del verdadero amor. “Die Forelle” D-550 (La trucha) –Christian Friedrich SchubartEn un límpido arroyuelo, Feliz nadaba con presteza La caprichosa trucha, Veloz como una flecha. Yo estaba en la orilla Y seguí en dulce quietud El baño del vivaracho pez En el claro arroyuelo. Un pescador con su caña Estaba en la orilla Y miraba con sangre fría Cómo se movía el pez. En tanto que la transparencia del agua, Dije para mí, no disminuya, No pescaré la trucha Con su anzuelo. Pero finalmente, el ladrón No aguardó más tiempo. Pérfidamente Enturbió el arroyuelo, Y, sin darme cuenta, Se estremeció la caña, El pez se resistía, Y yo con la sangre hirviendo Vi a la engañada víctima. “Der Musensohn” (El hijo de las musas) -Johann W. von GoethePor entre campos y bosques voy vagando, Silbando mi cancioncilla, ¡Así voy de un sitio a otro! Y a su compás Y a su medida Todo se agita en mi. Espero con impaciencia La primera flor del jardín, El primer brote del árbol. Les saludan mis canciones Y cuando regresa el invierno, ! 7 Aun canto aquel sueño. Las canto a lo lejos, Por todos los espacios helados. ¡Entonces florece hermoso el invierno! Esta floración también desaparece, Y una nueva alegría se encuentra En los delicados alcores. Entonces, junto al tilo, Encuentro gente joven, Y de inmediato les estimulo. El torpe mozo se pavonea Y la envarada muchacha gira Con mi melodía. Dais alas a los pasos Y a través de valles y colinas lleváis A vuestro amado lejos de su casa. Queridas y graciosas musas. ¿Cuándo reposaré finalmente Sobre vuestro pecho? JOHANNES BRAHMS (1833-1897) Es schauen die Blumen” (Contemplan las flores) –Heinrich HeineTodas las flores miran Hacia el sol resplandeciente, Todos los ríos toman su curso Hacia el mar resplandeciente. Todas, todas las canciones Revolotean hacia mi amada resplandeciente. ¡Llevaros mis lágrimas y suspiros, Canciones melancólicas y triste!. “Es träumte mir” (Soñé que me querías) –Georg Friedrich DaumerSoñé que me querías; Mas despertar apenas fue necesario. Pues en el mismo sueño Yo pude sentir que era un sueño. “Vergebliches Ständchen” (Serenata inútil) ¡Buenas nochae, mi tesoro, ! 8 Buenas noches, mi niña! Vengo de amor por ti ¡Ay, ábreme la puerta, Ábreme la puerta! “Mi puerta está cerrada, No te dejaré entrar; ¡Madre, que bien me aconseja, Dice que si con derecho entraras, Todo se acabaría para mi” Tan fría es la noche, Tan glacial el viento, que se helará mi corazón y se apagará el amor. ¡Ábreme, niña mía! “¡Si tu amor se apaga, Deja que se apague! ¡Que se apague por siempre jamás, Vete a casa, a dormir, a tu cama, Buenas noches, mi rapaz!” HUGO WOLF (1860-1903) Das verlassene Mägdelein” (La muchacha abandonada) - Eduard MörikeTemprano, cuando cantan los gallos, antes que las estrellitas desaparezcan, tengo que ponerme ante el hogar y encender el fuego. Es bello el resplandor de las llamas, saltan las chispas; yo miro allí dentro ensimismada en el dolor. De pronto me acuerdo, infiel muchacho, que esta noche he soñado contigo. Entonces las lágrimas caen una tras otra; así comienza el día... ¡Oh, si se fuese otra vez! “Die ihr schwebet um diese Palmen” (Pues andáis en las Palmas, ángeles santos) ! 9 -Lope de Vega-, trad. Emanuel. Geibel Pues andais en las palmas, ángeles santos, que se duerme mi niño, tened los ramos. Palmas de Belén, que mueven airados los furiosos vientos que suenan tanto, no le hagais ruido, corred mas paso: que se duerme mi niño, tened los ramos. El niño divino, que está cansado de llorar en la tierra, por su descanso sosegar quiere un poco del tierno llanto: que se duerme mi niño, tened los ramos. Rigurosos hielos le están cercando, ya véis que no tengo con qué guardarlo: Ángeles divinos que váis volando, que se duerme mi niño, tened los ramos. “Die Bekehrte” (La seducida) –Johann W. von Goethe – En el rojizo esplendor del atardecer iba callada a lo largo del bosque; Damon estaba sentado y tocaba la flauta que resonaba en las rocas así: ¡tralará, tralará! Él me atrajo hacia hacia sí y me besó tan gentil y dulcemente, que le dije: “¡Toca nuevamente!” Y el buen mozo tocó así: ¡tralará, tralará! ! 10 Mi paz la he perdido ahora, mi alegría se fue volando, y yo escucho en mis oídos siempre la vieja tonadilla solamente, así: ¡tralará, tralará! “Fussreise” (Viaje del caminante) –Eduard Mörike Cuando con mi bastón recién cortado al rayar el alba yo atravieso los bosques y las colinas de arriba abajo, entonces, igual que un pajarito en la enramada canta y se mueve, o como la uva dorada que nota el espiritu del placer con el primer sol de la mañana, así siente también mi viejo y querido Adán la fiebre del otoño y la primavera, lo que fue voluntad divina y jamás condenó: las primeras delicias del Paraíso. Así pues, tú no eres tan malo, oh, viejo Adán, como los severos maestros dicen; empero tú siempre amas y alabas, cantas y glorificas todavía, como si fuera eternamente nuevo el primer día de la Creación, a tu querido Creador y Conservador. ¡Si Él quisiera darme esto y toda mi vida fuese una suave fatiga de caminante semejante a un paseo matinal! ! 11