Tema 109 PÉNFIGOS

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Tema
109
PÉNFIGOS
Dr. L. Requena
DEFINICIÓN
Los pénfigos son un grupo de enfermedades
ampollosas autoinmunes intraepidérmicas debidas
a la producción de autoanticuerpos contra diversos
antígenos de los puentes de unión intercelulares
de los queratinocitos.
ETIOLOGÍA
En la actualidad están identificados la naturaleza, localización y peso molecular de la mayoría de
los antígenos de las distintas variantes clínicas de
pénfigo (Tabla 1). En la mayoría de los casos los
autoanticuerpos producidos contra estos antígenos
son de naturaleza IgG y estos anticuerpos son los
que determinan la pérdida de adhesión entre los
queratinocitos y la subsiguiente formación de
ampollas intraepidérmicas. La demostración del
papel patógeno de estos autoanticuerpos está en el
hecho de que el paso transplacentario de estos
anticuerpos desde una madre con pénfigo a un
recién nacido determina la aparición de ampollas
de pénfigo en el neonato, que desaparecen cuando los anticuerpos son catabolizados. También se
Tabla 1
Antígenos de las distintas variantes de pénfigo
Tipo de pénfigo
Autoanticuerpo
Pénfigo vulgar
Pénfigo foliáceo
Pénfigo paraneoplásico
IgG
IgG
IgG
Pénfigo medicamentoso
IgG
Pénfigo IgA
Variante DPS
Variante DNI
IgA
IgA
Antígeno
Peso molecular
Desmogleina 3
Desmogleina 1
Desmogleina 3
Desmogleina 1
Plectina
Desmoplaquina I
Desmoplaquina II
BPAg1
Envoplaquina
Periplaquina
¿?
Desmogleina 3
Desmogleina 1
130 kDa
160 kDa
130 kDa
160 kDa
500 kDa
250 kDa
210 kDa
230 kDa
210 kDa
190 kDa
170 kDa
130 kDa
160 kDa
Desmocolina 1
¿?
110/100 kDa
¿?
BPAg1: Antígeno mayor o antígeno 1 del penfigoide ampolloso
DPS: Dermatosis pustulosa subcórnea
DNI: Dermatosis neutrofílica intraepidérmica
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Dermatología: Correlación clínico-patológica
Figura 1. Paciente con pénfigo vulgar que mostraba múltiples ampollas flácidas
salpicadas sobre piel aparentemente sana.
Figura 2. Pénfigo vulgar con lesiones erosivas dolorosas en la mucosa bucal
puede inducir pasivamente la formación de ampollas en un ratón neonato inyectándole el suero de
un paciente con pénfigo.
CLÍNICA
El pénfigo vulgar es una enfermedad ampollosa autoinmune debida a anticuerpos IgG frente a
la desmogleina 3, que es una glicoproteína de 130
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kDa de los desmosomas epidérmicos. La desmogleina-3 es más abundante en estratos basales y
suprabasales de la epidermis y esto explica que
las ampollas se originen en localización suprabasal. Se trata de una enfermedad que es más frecuente en adultos y ancianos y los pacientes
muestran grandes ampollas flácidas que se desarrollan sobre piel aparentemente sana (Figura 1)
y que se rompen con facilidad dejando grandes
áreas erosivas. El contenido de las ampollas ini-
Pénfigos
Figura 3. Histopatología característica del pénfigo vulgar, con una ampolla
intraepidérmica de localización suprabasal.
Figura 4. Detalle de la figura anterior donde se observa que la hilera basal de la
epidermis persiste unida a la dermis papilar con su típica imagen de “hilera de
lápidas”.
cialmente seroso, se torna hemorrágico o purulento en pocas horas. Las ampollas y erosiones cutáneas pueden asentar en cualquier área de la
superficie corporal, pero el cuero cabelludo, la
cara y el tronco son las zonas más afectadas. El
signo de Nikolski, que consiste en el despegamiento de la epidermis aparentemente sana al realizar una ligera presión lateral, es positivo. La
mayoría de los pacientes muestra también una
intensa afectación de las mucosas, con lesiones
erosivas muy dolorosas sobre todo en la mucosa
bucal (Figura 2), pero en casos intensos también
en las mucosas laríngea, faríngea, esofágica, ocular y genital. El paciente está en muy mal estado
general y antes del uso de los corticoides la mortalidad era alta por pérdidas hidroelectrolíticas y
sobreinfección bacteriana de las lesiones.
El pénfigo vegetante es una variante de pénfigo
vulgar de mejor pronóstico caracterizada por el
desarrollo de lesiones verrugosas, que asientan
453
Dermatología: Correlación clínico-patológica
preferentemente en grandes pliegues. El antígeno
es también la desmogleina-3. Se han descrito dos
variantes clínicas de pénfigo vegetante:
a) Tipo Neumann: El proceso empieza y acaba
como un pénfigo vulgar, pero las áreas denudadas curan con lesiones verrugosas salpicadas
por pústulas.
b) Tipo Hallopeau: Forma más benigna. El proceso empieza con pústulas que van seguidas de
lesiones verrugosas.
El pénfigo superficial o foliáceo representa el
extremo benigno dentro del espectro de los pénfigos, con ampollas que producen en la capa granulosa o inmediatamente por debajo de ella. El antígeno es la desmogleina-1, una glicoproteína de
160 kDa que es más abundante en las capas altas
de la epidermis, lo que explica la localización de
las ampollas. Clínicamente, el paciente presenta
ampollas flácidas que se rompen muy fácilmente
dejando áreas erosivas, cubiertas de descamación
y costras. Las lesiones tienen predilección por
asentar en las áreas seborreicas de la piel, como la
cara, cuero cabelludo y parte alta del tronco. Habitualmente no existe afectación de mucosas. Se ha
descrito también algunas variantes de pénfigo superficial con personalidad propia:
- Pénfigo eritematoso o síndrome de SenearUsher: El paciente presenta lesiones cutáneas
de pénfigo superficial y hallazgos clínicos de
lupus eritematoso, como eritema facial en “alas
de mariposa” y anticuerpos antinucleares positivos.
- Fogo selvagem: Forma endémica de pénfigo
superficial que se presenta en algunas áreas
amazónicas de Brasil. Probablemente la etiología de este proceso se debe a una reacción cruzada contra un antígeno de la saliva de algunos
insectos que causa las lesiones cutáneas ampollosas después de la picadura. Las características
clínicas, histopatológicas e inmunopatológicas
de este fogo selvagem son idénticas a las del
pénfigo superficial.
- Pénfigo herpetiforme: Es otra variante de pénfigo superficial en la que el paciente muestra placas urticariformes y pequeñas vesículas agrupadas, con lo que las lesiones adquieren una
morfología herpetiforme.
Dentro del grupo de procesos que se denominan genéricamente pénfigos medicamentosos, se
distinguen dos procesos distintos:
a) Pénfigo inducido por medicamentos: Que se
produce sobre todo con medicamentos que
contienen grupo sulfidrilo (-SH) y que es un
pénfigo directamente relacionado con el medicamento, ya que las lesiones regresan al sus454
pender el medicamento y reaparecen si se
administra de nuevo el mismo fármaco.
b) Pénfigo desencadenado por medicamentos:
Producido por medicamentos de composición
química muy variada que probablemente lo que
hacen es desencadenar un pénfigo que estaba
subclínico y en estos casos las lesiones cutáneas
ya no regresan al suspender el medicamento.
En la Tabla 2 se enumeran los medicamentos
que se han relacionado con pénfigo medicamentoso.
Tabla 2
Medicamentos implicados en el pénfigo
medicamentoso*
Medicamentos con el grupo sulfidrilo (-SH):
D- Penicilamina
Captopril
Piritinol
Tiopronina
Piroxicam
Tiamazole
5-Tiopiridoxina
Tiomalato sódico de oro
Mercaptopropioniglicina
Antibióticos:
Penicilina y derivados
Rifampicina
Cefalosporinas
Inmunomoduladores:
Interleucina-2
Alfa-interferon
Pirazolonas:
Fenilbutazona
Aminopirina
Azapropazona
Aminofenazona
Oxifenilbutazona
Optalidón
Miscelánea:
Enalapril
Propanolol
Fenobarbital
Levodopa
Acetilsalicilato de lisina
Heroína
* En negrita los medicamentos más frecuentemente
implicados.
Pénfigos
El pénfigo IgA es una variante de pénfigo en la
que los autoanticuerpos son de naturaleza IgA. Clínicamente las lesiones consisten en vesículas y
pústulas distribuidas con un patrón anular, con
costra central, y a veces hipopion, que muestran
predilección por afectar a los pliegues cutáneos de
las axilas e ingles y rara vez existe afectación de
mucosas. Se distinguen dos variantes clínico-patológicas de pénfigo IgA:
a) Dermatosis IgA neutrofílica intraepidérmica que
sería equivalente a un “pénfigo vulgar IgA”, ya
que la ampolla se produce a nivel suprabasal.
b) Dermatosis IgA pustulosa subcórnea, que sería
equivalente a un“pénfigo superficial IgA” con la
ampolla produciéndose en capas altas de la epidermis.
Por último, se ha descrito recientemente un raro
proceso denominado pénfigo paraneoplásico, que
es una enfermedad ampollosa autoinmune asociada a neoplasias malignas, sobre todo a linfomas. La
triada clínica que se requiere para poder establecer
el diagnóstico de pénfigo paraneoplásico incluye
1. Erosiones y úlceras dolorosas de la mucosa
bucal, 2. Lesiones cutáneas polimorfas, que varían
desde grandes ampollas tensas similares a las del
penfigoide ampolloso a lesiones en diana similares
a las del eritema exudativo multiforme o pápulas
poligonales violáceas como las del liquen plano y
3. La presencia de una neoplasia maligna subyacente, siendo los linfomas no-Hodgkin el tipo de
neoplasia más frecuente en estos pacientes. En
estos pacientes con pénfigo paraneoplásico se producen autoanticuerpos frente a diversos antígenos
de los desmosomas de los queratinocitos, incluidos
la desmogleina 3 del pénfigo vulgar y la desmogleina 1 del pénfigo superficial, pero los anticuerpos más importantes desde el punto de vista patógeno son aquellos que van dirigidos frente al
antígeno 1 o antígeno mayor del penfigoide ampolloso (BPAg1), de 230 kDa, que se encuentra en los
hemidesmosomas de la unión dermo-epidérmica,
así como frente a otras proteínas de las familias de
la desmoplaquina, envoplaquina y periplaquina de
los desmosomas.
HISTOPATOLOGÍA
La imagen histopatológica característica del
pénfigo vulgar es una ampolla suprabasal (Figura
3), en la que la epidermis se despega en bloque
por encima de la hilera basal, que es la única que
queda unida a la dermis, originando una imagen
que se ha comparado a una “hilera de lápidas”, ya
que las células basales quedan unidas a la dermis
por sus hemidesmosomas, pero se separan de sus
células vecinas por la rotura de los desmososmas
(Figura 4). En el interior de esta ampolla suprabasal se observan algunas células acantolíticas, que
son células aisladas o en pequeños grupos de morfología redondeada y núcleo picnótico que han
perdido todos los puentes de unión con sus queratinocitos vecinos. Estas células acantolíticas son las
que buscamos para el diagnóstico cuando hacemos un citodiagnóstico de Tzanck. A veces, también se observan focos de espongiosis eosinofílica.
En la dermis subyacente existe un escaso infiltrado
inflamatorio de disposición perivascular superficial y compuesto por linfocitos y neutrófilos. Los
estudios de inmunofluorescencia directa (IFD)
muestran depósitos intercelulares de IgG entre los
queratinocitos de la epidermis, mientras que la
inmunofluorescencia indirecta (IFI) demuestra la
presencia en el suero del paciente de anticuerpos
circulantes anti-sustancia intercelular de los queratinocitos que se depositan intercelularmente en el
epitelio de la epidermis humana normal o en el
epitelio del esófago de mono.
En el pénfigo vegetante es más difícil observar la
ampolla suprabasal y habitualmente las lesiones
muestran pústulas intraepidérmicas con neutrófilos
y eosinófilos que salpican una epidermis con
hiperplasia irregular. A veces también se observa
espongiosis eosinofílica. La acantolisis es muy
escasa o está ausente. Los estudios de IFD e IFI
muestran los mismos hallazgos que en el pénfigo
vulgar.
Las lesiones de pénfigo superficial se caracterizan histopatológicamente por una ampolla que se
produce en las capas altas de la epidermis, en la
capa granulosa o inmediatamente por debajo de
esta, por lo que en muchas biopsias falta la capa
córnea. La acantolisis también es menos evidente
que en el pénfigo vulgar. Como en todas las
variantes de pénfigo, pueden observarse focos de
espongiosis eosinofílica. La IFD muestra un depósito de IgG en los espacios intercelulares, que es
más intenso en las capas altas de la epidermis. En
el pénfigo medicamentoso se han descrito hallazgos histopatológicos tanto de pénfigo vulgar como
de pénfigo superficial.
En la variante de pénfigo IgA denominada dermatosis IgA neutrofílica intraepidérmica se observan pústulas intraepidérmicas suprabasales, con
escasa acantolisis, mientras que la IFD demuestra
depósitos intercelulares de IgA en la mitad inferior
o todo el espesor de la epidermis y la IFI anticuerpos circulantes IgA anti-sustancia intercelular en el
50% de los pacientes. En contraste, en la variante
de pénfigo IgA denominada dermatosis IgA pustu455
Dermatología: Correlación clínico-patológica
losa subcórnea se observan pústulas subcórneas y
la IFD detecta depósitos intercelulares de IgA en la
mitad superior de la epidermis. También en esta
variante se detectan anticuerpos circulantes IgA
anti-sustancia intercelular en el 50% de los casos.
Las biopsias de las lesiones de pénfigo paraneoplásico muestran una imagen histopatológica que
recuerda más a la de una dermatitis de la interfase
que a la de un pénfigo. Se observa degeneración
vacuolar de la capa basal de la epidermis, con disqueratosis y queratinocitos necróticos aislados y la
acantolisis suprabasal es poco evidente. A veces, la
dermis papilar subyacente muestra un infiltrado
inflamatorio liquenoide. La IFD demuestra un
depósito intercelular de IgG en la epidermis, así
como un depósito lineal de IgG a lo largo de la
membrana basal. Los estudios de IFI detectan anticuerpos circulantes con depósito intercelular en el
epitelio del esófago de mono, así como anticuerpos circulantes con depósito lineal a lo largo de la
membrana basal en el epitelio del esófago de
mono y, a diferencia del resto de los pénfigos,
anticuerpos circulantes con depósito intercelular
en epitelio no estratificado de vejiga de rata.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El pénfigo vulgar que sólo afecta la mucosa
bucal deberá diferenciarse de la gingivoestomatitis
herpética, aftosis oral, eritema exudativo multiforme, liquen plano erosivo de mucosa bucal y penfigoide cicatricial. En estos casos se requieren estu-
456
dios histopatológicos además de investigaciones
de IFD e IFI para llegar a un diagnóstico concreto.
Las lesiones cutáneas de pénfigo vulgar deben
diferenciarse de las penfigoide ampolloso, dermatosis IgA lineal, eritema multiforme y enfermedad
de Hailey-Hailey. En el caso del pénfigo superficial, el diagnóstico diferencial incluye el impétigo
ampolloso, la dermatosis pustulosa subcórnea, la
dermatosis IgA lineal y la dermatitis seborreica. En
todos estos procesos el signo de Nikolski es negativo y los estudios histopatológicos, así como la
IFD e IFI permiten descartar el diagnóstico de pénfigo superficial.
TRATAMIENTO
El tratamiento del pénfigo vulgar requiere altas
dosis de corticoides sistémicos, con dosis iniciales
de 2-3 mg/kg de peso, y reducirlos gradualmente
en cuanto se obtiene respuesta, asociando azatioprina para disminuir la dosis de esteroides. En el
pénfigo foliáceo se requieren dosis menores de
corticosteroides para controlar la actividad de la
enfermedad. En los pacientes con pénfigo paraneoplásico, las lesiones cutáneas mejoran o desaparecen al tratar la neoplasia, en contraste con las
lesiones de mucosa bucal, que son bastante resistentes a todos los tratamientos ensayados. En
general, el pronóstico de los pacientes con pénfigo
paraneoplásico es malo. En los pacientes con pénfigo IgA la dapsona es el tratamiento de elección.
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