Jubón escotado - Museo del Traje

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MODELO DEL MES DE ENERO
JUBÓN ESCOTADO DEL SIGLO XVII
El Museo del Traje cuenta entre sus fondos con una pieza de sumo interés, no sólo por
su confección exquisita y elaborada guarnición sino especialmente por su antigüedad.
No es frecuente encontrar jubones femeninos del siglo XVII, y son escasos los que han
llegado hasta nuestros días y que se conservan en los museos de indumentaria de todo
el mundo. El que aquí se expone tiene la particularidad de ser un jubón español y hasta
el momento, único en su genero, teniendo en cuenta que la moda española durante el
siglo XVII, y concretamente en el reinado de Carlos II, mantuvo la originalidad y la total
independencia que ya había mostrado en el de Felipe IV, frente a la Europa sometida a
la moda de la Corte de Versalles.
Jubón escotado, delantero y espalda. Segunda mitad del siglo
C.I.P.E., Madrid.
XVIII.
Museo del Traje.
DESCRIPCIÓN
Jubón en tafetán de seda en dos colores, negro y en su color. Está decorado con la técnica del picado, recortando motivos florales, que son fijados con puntada de festón aplicada de color azul. Muy ajustado al torso y con amplio escote recto en el delantero y
más pronunciado en la espalda. El delantero, cortado en una pieza, termina en su borde
inferior en un pronunciado pico. Los paños que forman la espalda se unen en el centro
con dieciséis ojetes a cada lado, contrapeados. Las mangas, largas y estrechas, con
forma en el codo, tienen una abertura a la altura de las muñecas que se cierra con corchetes y van forradas en tafetán de lino en color blanco.
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JUBÓN ESCOTADO
PROCEDENCIA
El jubón español fue donado por D. Eusebio Güell López, Vizconde de Güell, en 1934 al
Museo del Pueblo Español.
DATACIÓN
Este jubón femenino comenzamos a verlo en uso alrededor de 1665, y estuvo en boga
desde 1670 hasta 1695, momento en que observamos la aparición de jubones con
hechuras muy diferentes, algunos de clara influencia francesa.
CONTEXTO SOCIAL E HISTÓRICO
El jubón que aquí se comenta estuvo en uso en España bajo el reinado de Carlos II
(1661-1700), hijo de Felipe IV y Mariana de Austria, y último rey de la dinastía de los
Austrias. Se trata de un período histórico poco conocido, quizás porque el reinado de
Felipe IV ha contribuido cuantitativa y cualitativamente, a eclipsar el de su hijo, y también
el de su padre Felipe III, lo que ha llevado a identificar casi siempre el siglo XVII como el
siglo de Felipe IV.
Por otro lado, la frágil salud de nuestro último
Austria ha dado lugar a que a su persona y a su reinado se le aplicaran una serie de tópicos que han llegado hasta nuestros días y ofrecen una idea equivocada
de la última mitad del siglo XVII. Los escasísimos estu-
CLAUDIO COELLO, Carlos II . 1691.
Museo de Bellas Artes de Bilbao.
dios históricos que sobre estos años de nuestra historia se han realizado coinciden en señalar cómo los
numerosos intentos reformistas que se sucedieron
con la finalidad de sanear la Hacienda, iniciados por el
Duque de Medicinaceli y el Conde de Oropesa, fueron, después de muchos años, los más serios que se
habían intentado y consiguieron reducir los gastos y
reformar algunos puntos importantes de la
Administración.
En 1679 el rey Carlos se casó con María Luisa de
Orleans (1662-1689) sobrina de Luis XIV, y en 1690
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MODELO DEL MES DE ENERO
contrajo matrimonio con Mariana de Neoburgo (1667-1740), hija de Felipe Guillermo,
Duque de Baviera-Neoburgo y de Isabel Amalia de Hessen-Darmstadt. Con ninguna de
sus dos esposas consiguió engendrar un sucesor que asegurara la dinastía austriaca,
hecho que generó una difícil situación de intrigas en torno al monarca, hasta el punto de
admitir que estaba hechizado. El 1 de noviembre de 1700 murió Carlos II, habiendo otorgado testamento en el que elegía como sucesor al nieto de Luis XIV, Felipe de Borbón,
Duque de Anjou. Con él terminaba la dinastía de la Casa de Austria y se iniciaba la de
los Borbones.
JOSÉ GARCÍA HIDALGO. María
Luisa de Orleans. 1685. Museo
del Prado, Madrid. Depositado en
el Museo Municipal de Jávea.
CLAUDIO COELLO, Mariana de Neoburgo.
1691. Museo de Bellas Artes de Bilbao.
LA MODA FEMENINA DURANTE EL REINADO DE CARLOS II
Durante este reinado, la moda introducirá algunas importantes novedades, aunque en lo
esencial permaneció fiel a los ideales que la venían inspirando desde el pasado reciente. Las formas naturales del cuerpo femenino se borraban totalmente: de la cintura para
abajo desaparecían bajo complicados artefactos y de la cintura para arriba quedaban
embutidas y apretadas, como encerradas en un estuche de rígidas y lisas superficies
que alargaban artificialmente el talle en un pronunciado pico. La única parte del cuerpo
femenino que se acusaba era la cintura.
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JUBÓN ESCOTADO
La moda femenina durante el reinado del último Austria mantuvo la originalidad
y la total independencia que ya había mostrado en el reinado de Felipe IV, frente a la
Europa sometida a la moda francesa. En contraposición a la anchísima silueta del reinado anterior, conseguida al potenciar las caderas con el guardainfante, la mujer de
finales de siglo persigue una silueta esbelta y muy estilizada, al sustituir el guardainfante por el tontillo. Con la aparición del tontillo, el jubón sufre una importante transformación: pierde las faldillas que se habían llevado con el guardainfante y se prolonga sobre
el abdomen formando un pronunciado pico.
El gusto por las prendas ajustadas es un hecho a lo largo de todo el siglo XVII, si
bien alcanza su máxima expresión en el momento que nos ocupa. La moda de llevar
un torso rígido y plano viene ya del siglo XVI, para lo que se utilizaban tablillas o cartones con los que se pretendía dar a los torsos la sensación de superficies lisas. Fray
Antonio de Ezcaray condena cómo las apreturas:
"acarrean muchos males, e impedimentos contra la salud, pues
muchas se esterilizan y enferman, ya porque andan tan agarrotadas, y
tan ceñidas para estrechar la cintura, y ajustar el talle, ya porque andan
con el potro de una ballena, y continuo tormento en su apretura, porque no vean sobresalen los pechos" 1.
Efectivamente, era un bello detalle disimular los atributos femeninos. La
Condesa D'Aulnoy, en 1680, da cuenta de ello en sus escritos sobre su estancia en
España, en los que nos comenta cómo la mujer española recurre a métodos dolorosos
y extremos para estar en sintonía con la caprichosa moda. "Pechos ametalados y endurecidos" los llama acertadamente Ezcaray, que no acaba de comprender esta moda tan
antinatural.
Para el momento que nos ocupa, la prenda encargada de modelar el busto
femenino fue la cotilla, prenda fuertemente armada con ballenas. Sobre ella se adaptaba el jubón, de manera que el busto femenino pareciera embutido en un cono, pero
esbelto al alargar el talle con forma puntiaguda. Característico también de la moda de
este período fue el amplio escote de los jubones que dejaba al descubierto los hombros femeninos y gran parte de la espalda. Los escotes en la indumentaria femenina
nunca fueron bien vistos y por ello en 1639 se lanzó una pragmática en la que se prohibían:
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MODELO DEL MES DE ENERO
"jubones escotados ninguna mujer los puede traer, salvo las que públicamente ganan con sus cuerpos, las quales los puedan traer con el
pecho descubierto, y a todas las demás se les prohiben el dicho traje
por el dicho auto y pregón" 2.
Ni que decir tiene que estas prohibiciones nunca fueron obedecidas y el escote
iniciaría su triunfo a pesar de las duras críticas de los moralistas de la época y el triste y
doloroso fin que les aguardaba a las mujeres el día del Juicio Final. Así lo describe Fray
Antonio de Ezcaray:
"en presencia de ángeles, santos, de todos los hombres y demonios, las desnuden y descalcen […] y en la parte más hedionda y asquerosa del infierno, de talas de llamas de fuego les hagan unos vestidos
ajustados, y por las tres rayas que dicen han de tener descubiertas para
estar al uso, las que hace la junta de los brazos con los hombros, y
pecho con pecho [Dios dirá] quiero que por toda la eternidad corran tres
arroyos de resina, pez y plomo" 3.
FUNCIÓN Y USO
Este jubón, típicamente español, que vestía el busto femenino y cuyas características
estructurales y estéticas hemos comentado más arriba, se usaba sobre la cotilla y
ésta, a su vez, sobre la camisa interior femenina, prenda más inmediata al cuerpo. El
jubón formaba un vestido con la basquiña, nombre que se le daba a la falda exterior
femenina, bajo la cual se llevaba el tontillo y debajo de éste, un buen número de enaguas.
La sociedad seiscentista española, como toda sociedad del Antiguo Régimen,
estaba dividida socialmente en tres grandes estamentos: eclesiásticos, nobles y plebeyos y cada una de ellos con sus correspondientes jerarquías. Este jubón femenino fue
usado por todos los estamentos sociales, diferenciándose entre sí no por su hechura
sino por la calidad de los materiales empleados en su confección. Tenemos buenos
ejemplos que corroboran cómo esta prenda femenina fue llevada por la gente del pueblo; nos referimos a las imágenes que han llegado hasta nosotros de las Tarascas, celebradas en 1674 y 1686, en la Villa de Madrid, importante vía de difusión de la moda para
el pueblo. La Tarasca, era una máquina de madera montada sobre ruedas, encima de la
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JUBÓN ESCOTADO
LEONARDO ALEGRE,Tarasca. 1686. Archivo de la Villa, Madrid.
cual iba una figura de mujer que representaba la meretriz de Babilonia, ataviada con lujosas galas que servían de modelo o patrón a las que habían de usar las damas. Esta costumbre constituía una especie de diario de modas de la época, porque la mujer que iba
sobre la tarasca lucía los modelos que había de imponer aquel año la moda en el vestido, peinado y complementos.
Pedro Vargas nos ha dejado, en uno de sus poemas, la importancia de este desfile entre la sociedad femenina del momento:
"Como tomaste aldonza,
de la Tarasca modelo,
por eso llevas el pelo
con trenzas de gerigonza"
y en una seguidilla carabanchelera vemos la publicidad que alcanzó:
"Si vas a los Madriles
día del Señor,
traéme de la Tarasca
la moda mejor" 4.
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MODELO DEL MES DE ENERO
Los otros ejemplos nos los ofrecen dos retratos colectivos. Uno es el que realizó
Bernardo Astuario en 1680. Representa la Romería de la Virgen de la Cabeza, y en la
actualidad se conserva en el Santuario dedicado a la Virgen del mismo nombre en
Andujar5. El otro es un magnífico documento de los Autos de Fe celebrados en la Plaza
Mayor de Madrid que magistralmente recogió con su pincel Francisco Rizzi en la década de los ochenta. En ambos podemos observar que todas las mujeres presentes en
dichos actos, incluyendo a la reina María Luisa de Orleans, van ataviadas a la moda del
momento, luciendo el modelo de jubón que aquí nos ocupa.
BERNARDO ASTUARIO, Romería de la Virgen de la Cabeza.
1680. Santuario de la Virgen de la Cabeza, Andujar, Jaén.
FRANCISCO RIZZI, Auto de fe. 1680. Museo del Prado,
Madrid.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Y MODO DE FABRICACIÓN
El jubón es una prenda de uso antiguo. Este jubón presenta las características estructurales de los jubones femeninos de la segunda mitad del siglo XVII, como comentábamos
más arriba. De corte similar al masculino, se diferenciaba por su prolongación en pico en
el talle y porque a diferencia de éste, que se vestía debajo de la ropilla, el jubne femeninos desempeña el papel de prenda exterior.
Los encargados en confeccionar estas prendas son los sastres, oficio que como
casi todos los relacionados con el arte del vestido y del adorno en el siglo XVII, está desempeñado por hombres. La participación de las mujeres quedaba reducida a la confección de la ropa interior, siendo conocidas como labranderas o costureras. Los sastres en
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JUBÓN ESCOTADO
este momento no desempeñaban su trabajo libremente pués formaban parte de una
corporación gremial integrada por todos los sastres de la ciudad en la que vivían. Según
sus ordenanzas podían hacer todo tipo de vestidos, tanto de hombres como de mujeres; sin embargo, la existencia de gremios distintos con actividades profesionales muy
próximas, como roperos, juboneros, cotilleros, etc., provocó continuos enfrentamientos
entre ellos, que en muchos de los casos terminaban en pleito. Según esta organización,
los juboneros eran los encargados, como su nombre índica, de hacer jubones, pero esta
prenda, y en este momento, no quedó en exclusividad para los maestros juboneros. Es
a través de la lectura de los documentos de la época, y especialmente de las cuentas
de los sastres que se conservan en los archivos nacionales, como obtenemos la información de que son los éstos los capacitados para realizar los patrones e incluso los
dibujos o bocetos de las prendas que se pretende confeccionar.
Una vez cortado el jubón se procedía a la decoración del mismo. Para ello la persona encargada de guarnecer el jubón era el maestro bordador. En el archivo del Palacio
Real de Madrid se conserva una muestra del bordado que llevo un vestido de la reina
Mariana de Neoburgo en 1691.
Esta muestra está realizada con
la técnica del picado, idéntica
que la aplicada al jubón femenino que aquí nos ocupa. Fue realizada por D. Antonio García,
bordador de Su Majestad y el
documento que la acompaña
especifica que el material elegiTejido bordado. 1691. Palacio Real, Madrid.
do es un teletón de color azul6.
Como prenda exterior, lógicamente se confeccionaba con buenas y vistosas telas
y se guarnecía con aplicación de bordados o encajes de diferentes anchos. En numerosas
ocasiones, jubón y basquiña se realizaba con el mismo tejido, aunque no necesariamente.
Los libros de patrones que se conservan, próximos a la fecha de ejecución de
este jubón, como el de Martín de Andujar de 1640 y de Juan de Albayceta de 1720, nos
ofrecen la información técnica necesaria para entender cómo había que ejecutar dicha
pieza, cómo disponer el tejido para un mayor aprovechamiento de la tela y, acto seguido, colocar las diferentes partes de la prenda para su posterior corte. Es en el segundo
libro, aunque distanciado en el tiempo, donde encontramos jubones femeninos similares
en hechura al que aquí estudiamos.
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MODELO DEL MES DE ENERO
JUAN DE ALBAYCETA, Libro de patrones. 1720.
Fascímil, Museo del Traje. C.I.P.E., Madrid.
"Para Cortar este jubón de luto, tenderé el anascoto a lo largo y por
nuestra mano salen los delanteros del jubón, al lado la espalda, en
medio las mangas de estado, y por nuestro lado las justas y de los
medios, recados para el jubón. Lleva de vara de Aragón, dos varas y
media. Saldrá con lo dicho como se ve figurado por esta traza"
El jubón que aquí se expone, repite estructuralmente los patrones de Juan de
Albayceta. En éste se ha cortado el delantero en una pieza al igual que los paños que
conforman la espalda. Una vez que el maestro bordador había guarnecido la prenda, se
procedía a entretelarlo en lino. Posteriormente, cada una de las piezas, incluyendo lógicamente las mangas, se forraban individualmente, en este caso en tafetán de lino en
color blanco. Una vez realizado el forro se procedía a unir todas las piezas con costura
de repulgo.
Delantero
Espalda
Mangas
Composición a partir de: JUAN DE ALBAYCETA, Libro de patrones. 1720. Fascímil, Museo
del Traje. C.I.P.E., Madrid
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JUBÓN ESCOTADO
GLOSARIO:
Actualizando la grafía, utilizamos las definiciones que nos ofrecen el Diccionario de
Sebastían de Covarrubias de 1611 y el Diccionario de Autoridades de 1726-1737.
ANASCOTE. Especie de tela o tejido que se fabricaba de lana.
COTILLA. Jubón sin mangas hecho con dos telas, embutido con barba de ballena y pespunteado, sobre el cual se visten las mujeres el jubón o casaca, y traen ajustado el cuerpo.
GUARDAINFANTE. Cierto artificio muy hueco hecho de alambres con cintas, que se ponían
las mujeres en la cintura, y sobre él se ponían la basquiña.
JUBÓN. Vestido de medio cuerpo arriba, ceñido y ajustado al cuerpo.
TELETÓN. Tela de seda, parecida al tafetán en cordoncillo menudo, pero de mucho más
cuerpo y lustre.
TONTILLO. Especie de faldellín o guardapiés, que usan las mujeres con aros de ballena o
de otra materia puestos a trechos para que ahueque la demás ropa.
AMALIA DESCALZO LORENZO
1 EZCARAY, Fray Antonio. Voces de dolor. Sevilla, 1691. Capítulo VI, p. 50.
2 Auto del Consejo de 13 de abril de 1639 incluido en la Recopilación de las leyes de estos reynos hecha por man-
dado de la Majestad Católica del Rey don Felipe II nuestro señor, que se ha mandado imprimir, con las leyes que después de la última impresión se han publicado por la Magestad Católica al rey don Felipe IV el Grande… Madrid, 1640.
3 EZCARAY, Fray Antonio. Op. Cit. Capítulo V,. p. 56.
4 BERNÁLDEZ MONTALVO, J. M. Las Tarascas de Madrid. Ayuntamiento de Madrid. Delegación de Cultura, 1983, p. 20.
5 Agradecemos la amabilidad del Padre Rector Domingo Conesa, del Real Santuario de Santa Maria de la Cabeza,
por permitirnos utilizar la imagen del cuadro que representa la Romería la Virgen de la Cabeza. Cervantes visitó este
Santuario al parecer en 1592 con motivo de su viaje a Andújar para comprar grano como Delegado de Pedro de
Isunza, proveedor general de galeras, por mandato de Felipe II. Sobre la citada romería escribió en su obra Persiles y
Sigismunda. Para mayor información sobre el citado Santuario, véase: CEA GUTIÉRREZ, A., FRIAS MARÍN, R.,
GÓMEZ MARTÍNEZ, E., Y OJEDA NAVÍO, J. L. La Romería de la Virgen de la Cabeza en una pintura del siglo XVII. Caja
Sur publicaciones. Córdoba, 1997.
6 Archivo General de Palacio. "Cuentas de Antonio García, bordador de S. M.", sección Administrativa. Leg. 2515.
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MODELO DEL MES DE ENERO
BIBLIOGRAFÍA:
ALBAYZETA, J. Geometría y trazas, pertenecientes al oficio de sastres. Con licencia en Zaragoza, por Francisco Revilla
impresor, 1720.
BERNÁLDEZ MONTALVO, J. M. Las tarascas de Madrid. Ayuntamiento de Madrid, Delegación de Cultura, 1983.
DESCALZO LORENZO, A. El retrato y la moda en España (1661-1746). Tesis Doctoral, Universidad Autónoma de
Madrid, 2003.
D'AULNOY, M. C. Relación del viaje de España. Edición de García Mercadal. Madrid, 1986.
EZCARAY, A. Voces de dolor. Sevilla, 1691.
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JUBÓN ESCOTADO
MODELO DEL MES. CICLO 2006
En estas breves conferencias, que tendrán lugar en las salas de exposición, se analizará e interpretará un modelo de especial importancia entre los expuestos. A los asistentes se les entregará gratuitamente una versión reducida de la conferencia.
Domingos, 12:30 h.
Duración: 30 minutos
Asistencia libre
ENERO: Jubón escotado
Amalia Descalzo
FEBRERO: Traje de visita
Mercedes Pasalodos
MARZO: Kimono japonés, colección Fortuny
Matilde Arias
ABRIL: Peliqueiro de Laza
Paula Paredes
MAYO: Bata del siglo XVIII
Pilar Benito
JUNIO: Zapatos y medias en el siglo XVIII
Jesús García
SEPTIEMBRE: Mariquita Pérez
Concha García-Hoz
OCTUBRE: Sombrero cloché
Charo Iglesias
NOVIEMBRE: “Modelo Bar”, de Christian Dior
Isabel Vaquero
DICIEMBRE: Vestido camisa
Amelia Leira
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