Consideraciones sobre la `evolución de las neoplasias

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Agosto 1948
ANALES DE MEDICINA Y ClRUGIA
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Escuela de Patologia Digestiva.- Hospital de la Santa Cruz y San Pablo Director, Prof. F. Gallort Monés
Consideraciones sobre la 'evolución de las neoplasias
malignas del ésófago
Dres. J.
v ALLS
COLOMER
y J.
VILAR BONET
Sesión Clínica del día 20 de noviembre de 1947
la~ neoplasias malign,as del esófago, como el). la mayoría de procesos· patológicos, frente a la forma clínica que por su mayor frecuencia se califica
de común, se sitúan un conjunto de modalidades evolutivas cuya interpretación no siempre resulta fácil.
La evolución de J.ós epiteliomas del esófago,. más o· menos larga según los
casos, se halla condicionada de modo primordial a las complicaciones; por lo
común lleva el paciente el éxitus en el curso de 8c14 meses. A las dificultades
nutritivas creadas, correspondería una notable responsabilidad en la rapidez
evolutiva. No obstante, y teniendo en cuenta el aspecto discutido de. las metástasis, existen un conjunto ue hechos que apoyan la trascenoencia del complejo
biológico neoplasia defensas orgánicas, prác,ticamente desconocido en esencia,
hasta el momento actual.
En los proces'os esofágicos malignos, y si exceptuamos los que asientan en
el tercio superior, raramente apare'cen metástasis ganglionares cérvico-supraclaviculares, y es aún más' excepcional que el procesa debute clínicamente por
una adenopatía cervical.
;Desde el punto de vista evolutivo, los comunicantes han creído de interés
la aportación de dos casos extremos, atípico uno por su falta, en principio, de
síntomas dire'ctos y por su evolución clíriica rapidísima; infrecuente el segundo por la duración inusituda del proceso.
Observación núm. 1: Paciente F. G., 53 años. Ingresa en la Clínica Médica A (ProL A. Pedro Pons), de la Facultad de Medicina, el 18-IX-46. En sus
antecedentes figuraba un chancro duro, contraído a los 22 años, no tratado.
Desde 1939 discretas epigastralgias casi diarias, postprandiales.
La enfermedad actual se inicia 15 días antes (1 septiembre 1946); nota la
existencia bajo el ángulo maxilar derecho, de una tumoración del tamaño de
una almendra, indolora, dura; en forma bastante -rápida van apareciendo pequeñas tumoraciones en ambas regiones supraclaviculares. Sigue sin molestias
y con apetito inalterado.
Al proceder a la exploración del 'fstqmago, llamó la atención el quel~
papilla descendía con cierta fentitud, comprobándose la existencia en el tercio
inferior del esójago dé un pequeño defecto de r.epleción, con muy discreta·
dilatación supralesional y con alteración fibrilar de la pareo. Estómago y duodeno radiológicamente normales.
El paciente presentaba, por tanto, una neoplasia esofágica asintomática;
la biopsia ganglionar (Dr. Ciscar) confirmó la existencia de metástasis carcinomatosas.
A los 8 días o e su ingreso,' acusa por vez primera disfagia que se hace rápidamente progresiva; desmejora de modo vertiginoso y muere a los 20 días
de su ingreso.
La necropsia evidenció que el tercio inferior del esófago presentaba unas
paredes engrosadas, extremadamente duras, quedando la iuz reducida a un
trayecto filiforme. Además ·de las adenopatías externas referidas, existían metástasis en ganglios mesentéricos, en el miocardio y pericardio y en el recto
anterior izquierdo del abdomen. La veiícula biliar estaba repleta de cálculos .
. Resto de órganos sin alteración
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,1NALES DE MEDIClNA y GIRUGIA
Vol. XXIV. - N.O 38
El estudio histológico reveló que se tra~aba de Un epitelioma esofágico espinocelular y confirmó la textura neoplásica de las metástasis referidas.
El tiempo de evolución clínica apenas excedió de un mes. Debe destacarse
el que la primera manifestación ·fueran las metástasis ganglionares cervicales
y además la aparición de metástasis en miocardio, muy raras en las neoplasias
de otras localizaciones, pero que han sido halladas por diversos autores en
los carcinomas esofágicos.
Observación núm. 2: Paciente J. P., de 54 años. Es visitado por primera
vez en el' Dispensario de esta Escuela, en diciembre de 1945. En sus antecedentes sólo existía un chancro blando ·con adenoflemón padecido en su juven.
tud. Desde hacía unos años y de vez en cuando, molestias y epigástricas matutinas, seguidas de pequeños vómitos acuosos después de los cuales, quedaba
calmado.
El proceso actual se inicia en agosto de 1944, en que presenta hipo persistente, de modo inmediato a la ingesta; al poco tiempo empieza a notar disfagia; sufre una melena.
En febrero de 1945 es explo.rado roentgénicamente; en radiografías practicadasentonces se observa una estenosis central e irregular de la porción terminal del esóTago. Posteriormente, y por encima de-la estenosis, se apreció. un
defecto de repleción del tamaño de un garbanzo. Astenia considerable; desmejora grandemerite y a últimos de diciembre de 1945 presenta disfagia absoluta.
Con mucho cuidado, se consigue hacer pasar una sonda de Camus, que se deja
durante tres días; de esta forma, se consigue rehidratarlo. Los tratamiento's antiluéticos son ineficientes. Queda con ligera disfagia: que se acentúa nuevamente al cabo de 15 días y se le practica a últimos de enero de 1945 una gastrostomía (Dr. Pi Figueras). En el acto operatorio se palpó la tumoración que
asentaba en la parte inferior del esófago; era dura y se movilizaba con facilidad. Las precarias condiciones del paciente y la oposición de la familia, hicieron abandonar la idea de resección propuesta por el cirujano.
Pasa todo el año 1946 sin molestias; engorda 15 kilos y tolera perfectamente la gastrostomia. Esófago impermeable y COn imagen roentgénica típica
de los procesos malignos. A primeros de 1947 vuelve a aparecer la astenia;
febrícula. En agosto de 1947, fiebre alta remitente, edemas cossiderables, diarreas, postración; tratado con penicilina desaparece la fiebre y por esfacelo de
la masa tumoral infectada, puede empezar a tragar líquidos; luego, durante un
mes y medio, puede alimentarse por vía naturai; reaparece después la disfagia
intermitente. Desde hace unos días, 1umbalgias intensas, en espeCial "'Docturnas,
que le impiden el reposo en cama; sigue apirético, con edemas maleolares y
muy desmejorado.
En esta neoplasia, de marcha tan lenta, debe ponerse en el haber de la
gastrostomía la supervivencia del paciente cuya evolución ha rebasado los tres
,años. Las manifestaciones predominantemente esofágicas ccmtrastan COn la
parquedad clínica de la observación precedente.
Los comunicantes hacen alusión a las posibilidades actuales de la terapéutica quirúrgica radical en las neoplasias malignas de la mitad inferior del
esófago.
Di'scusiÓn. - Intervienen los doctores Andreu, Pinós, Gras Navés, Pí' Figueras, Triadú, Sitjas, l.{arnentol, Artigas y G811art Monés, quienes se refieren
a las particularidades dIagnóstic.as, evolutivas y terapéuticas de los carcinomas
esofágieos.
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