dfamilia (Page 1) - Mediación en Familia

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LA GACETA FIN DE SEMANA 9 16 DE JUNIO DE 2007
D
O C T O R
F
A M I L I A
P A R E J A
Paco y Marta han analizado
sus problemas y están
más convencidos que nunca
de la necesidad de acudir
a la ayuda externa.
La Doctora Familia
les recomienda a Ignacio
Tornel, un mediador de
confianza que les ayude
a acercar posiciones.
Un ángel bueno para
parejas en apuros
P
ACO y Marta han hecho su
DAFO (el análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de su relación);
y con espíritu constructivo, tal y como les recomendó la Doctora Familia. Y se han dado cuenta de que los
dos tienen defectos, algunos de los
cuales no habían visto hasta ahora;
pero que su situación actual puede
ser un buen punto de partida.
Paco y Marta comprenden que
existen problemas objetivos en su
matrimonio: rutina, indiferencia, falta de comunicación y comprensión,
falta de objetivos...; pero también fortalezas que pueden convertirse en
oportunidades.
Este ejercicio de introspección les
ha permitido ver que, si quieren reconstruir su relación, tienen que empezar a trabajar con la cabeza y la voluntad: las buenas intenciones no bastan.
La Doctora Familia les ha recomendado, por otra parte, que acudan
a un mediador familiar, y les ha dado un nombre: Ignacio Tornel, con
despacho en Madrid.
“El mediador familiar –les adelanta la Doctora Familia a Paco y
Marta– busca una salida pacífica a
los conflictos que se producen en el
seno de la convivencia familiar, mediante el uso de técnicas de negociación entre las partes involucradas,
manteniendo en todo momento la
neutralidad y sin ejercer presión en
las decisiones que las personas toman
para buscar una solución a los problemas familiares.
Solucionar el problema
A Paco y Marta les queda claro que
todo esto se consigue mediante: la dirección de las sesiones entre los implicados, el estímulo hacia una comunicación fluida entre todos ellos, la
ayuda en la identificación y el análi-
sis de las causas de los conflictos y la
búsqueda y definición de alternativas
para solucionar el conflicto familiar
Paco y Marta han llamado al mediador, han concertado la primera cita y el mediador les ha dicho que tienen que ir juntos.
Así lo han hecho. Cara a cara,
Paco, el más directo de los dos, le ha
preguntado a Tornel: “¿Qué es exactamente un mediador familiar, qué
preparación tiene y, qué hace?
Ignacio les cuenta que él es abogado –aunque entre los mediadores
hay psicólogos y gente de otras profesiones– y que ha trabajado los últi-
En la pareja también vale más prevenir que curar
E
N España, la figura del mediador familiar está
regulada por ley en ocho de nuestras Comunidades
Autónomas y tiene la misión de “prevenir o minimizar
los conflictos familiares, evitar la apertura de procesos
judiciales de carácter contencioso, poner fin a los ya
iniciados o reducir sus consecuencias negativas, así
como facilitar a las partes en la mediación el
cumplimiento de sentencias judiciales que afecten a
las relaciones familiares”.
“Es necesario insistir –explica Tornel– en la primera
parte: prevenir o minimizar, sin dejar que el conflicto
coja cuerpo”. Si no hacemos hincapié en la
prevención, los mediadores pueden convertirse en
meros intermediarios para que los divorcios no lleguen
a los tribunales. “En estas situaciones, el acuerdo que
redacta el mediador recoge todos los elementos del
convenio regulador que servirá al juez para dictar
sentencia de divorcio”.
Actualmente, muchos mediadores se olvidan de la
primera parte de la ley, la de prevenir, y se centran
exclusivamente en el objetivo de mediar en divorcios
evitando litigios.
DOCTOR
FAMILIA
Un método para
resolver conflictos
T
ORNEL aplica con sus clientes un
método particular. En primer lugar,
recibe a la pareja y mantiene una
larga entrevista con ellos, con el apoyo
de un psicólogo; les invita a hablar de
sus inquietudes, que le cuenten todo
lo que quieran. Les ayuda a mirar
hacia adentro y a identificar los
problemas. También hay momentos
para el “tú a tú” entre el mediador y
cada miembro de la pareja. “Es la
parte narrativa”, explica el mediador.
Se ponen las cartas encima de la
mesa. Es el momento de la verdad,
donde el factor más importante es la
sinceridad.
“Al lograr que la información circule
entre el mediador y la pareja, éstos
descubren cosas nuevas, datos que
desconocían o tenían olvidados, y eso
produce una cierta transformación, que
por pequeña que sea, es clave para el
avance”.
“Una vez centrado el problema
–prosigue Ignacio Tornel–, vienen las
transacciones, que es el resultado final
de la mediación”. Los dos miembros de
la pareja tienen que estar dispuestos a
ceder algo para ganar los dos en el
acuerdo. “Tienen que tener voluntad de
resolver sus problemas”.
“Y por último redactamos el acuerdo”.
Un acuerdo que debe basarse no sólo
en la salvaguarda de los derechos de
cada uno de los miembros de la pareja,
sino también en las posibilidades de un
acuerdo para además de intentar evitar
el conflicto, resolverlo.
mos diez años en políticas sociales en
la Comisión Europea en Bruselas y
en Naciones Unidas en Nueva York.
Hace dos años, decidió especializarse en Mediación Familiar en el Colegio de Abogados de Madrid. “Con el
tiempo, la institución familiar se ha
hecho más compleja y variada, con
nuevos y diversos problemas; y tanto en Europa como en Estados Unidos, la experiencia demuestra que la
figura del mediador ayuda a resolver
muchos de estos conflictos”.
Tras las explicaciones de Tornel,
Paco y Marta comprenden que las
obligaciones del mediador son la
confidencialidad y la imparcialidad,
pero que todo depende de que ellos
quieran y que actúen de buena fe.
“Por desgracia –les explica el mediador–, la Ley del Divorcio Express
fomenta una cultura de ruptura unilateral y no motivada, lo que ha disparado la conflictividad en las separaciones. El mediador garantiza que
sea cual sea la solución final a la que
lleguen, lo hagan de un modo consensuado y buscando el beneficio para los dos”. Paco y Marta ya saben
que cuenta con buenos instrumentos
●
para resolver sus problemas.
Miguel Janer
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