liderar desde la inteligencia emocional

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LIDERAR DESDE LA INTELIGENCIA
EMOCIONAL
CARMEN TORAL MORENO
Psicóloga industrial y social
Formadora de Pitagora
H
oy, más que nunca, y dados los escenarios actuales en los que nos
movemos (a nivel empresarial, financiero, social…), la incertidumbre, los continuos cambios, la sobrecarga
de responsabilidades, la frustración al no
conseguir los objetivos marcados etc. pueden generar con facilidad estados de ánimo
negativos que afecten de forma poco eficiente a nuestra forma de responder ante
los diferentes desafíos.
Todos sabemos que solamente la inteligencia racional de un mando no es suficiente
para dirigir y motivar a su equipo de trabajo. Además de un nivel adecuado de especialización técnica, los líderes deben
mostrar altas cotas de inteligencia emocional, entendida como la capacidad humana
de sentir, entender, controlar y modificar
estados emocionales en uno mismo y en
los demás. Las emociones son una de las
principales herramientas del líder para movilizar y motivar a su equipo.
El líder, para ser eficaz, debe conseguir
neutralizar las posibles emociones tóxicas
que puedan surgir en el desempeño de sus
funciones, emociones tales como la ansiedad, la irritación, el miedo o la frustración e
incrementar su capacidad para potenciar
emociones positivas y contagiarlas al resto
de su equipo (relacionadas con la serenidad, el optimismo, el entusiasmo o la motivación). Es innegable que en muchos casos
el éxito de un departamento o de un equipo se une al estado de ánimo de la persona
que lo lidera.
Para ello haremos una interesante distinción: el líder disonante y el líder resonante.
¿Dónde nos situamos? El líder disonante
(el más abundante desafortunadamente) se
caracteriza por actitudes reactivas y deficiencias en su gestión emocional. Es un estilo desconectado de las emociones de sus
colaboradores, adolece de falta de empatía
y se deja secuestrar fácilmente por emociones negativas, en muchos casos de manera inconsciente.
A diferencia del estilo disonante, tras diversos estudios, Richard Boyatzis y Annie
McKee han mostrado que la resonancia es
un factor imprescindible para el éxito como
líderes de equipo y que esta resonancia se
puede aprender y desarrollar. La resonancia se centra en la capacidad del mando
para potenciar las emociones positivas en
su equipo de trabajo. Generar un clima favorable a la motivación, inspirando a los
demás y fomentando con su apoyo, las ganas de hacer e ilusión.
El/la líder resonante se define por ser más
amable y comprensivo/a, flexible, por saber motivar y conectar, por movilizar la
emocionalidad en la dirección adecuada en
las personas que le rodean y por una alto
nivel de tolerancia a la frustración.
El líder resonante se caracteriza por tres
factores:

La esperanza, entendida como ilusión
por el futuro. Se muestra como optimista y realista hacia ese futuro.
Balmes 152, 8è 3ª (08008 Barcelona) // Tel. 93 322 02 11 // www.grup-pitagora.com
Liderar desde la inteligencia emocional
Comparte visiones y crea el equipo
de “todos”.

La concienciación o estado de atención hacia uno mismo y hacia el entorno. Es capaz de entender y
modular sus emociones y de captar
el sentir de los demás.

La compasión o empatía. Sintonía,
cuidado y afecto hacia las necesidades y preocupaciones de los que nos
rodean. Saber “leer” las emociones
en los demás.
Genera una cultura que favorece la comunicación, la confianza, el entusiasmo, la
prevención y resolución de conflictos y el
aprendizaje. Sinceridad, honestidad y sencillez también definen al líder resonante.
Un aspecto a mencionar y que merece su
espacio es lo que se conoce como el “Síndrome del Sacrificio” entendido como
un estado de desgaste, estrés y agotamiento para aquel líder que se esfuerza y
se implica de manera excesiva en su responsabilidad de motivar e influir en los demás y se olvida de sus propias
necesidades. Se trata de potenciar a los
demás sin olvidarse en ningún momento de
uno mismo y de su propio equilibrio. Solamente así, podremos ser un referente y
ejemplo de cumplimiento.
La reflexión sería plantearnos cómo nos
gustaría que nos definieran los miembros
de nuestro equipo y cómo nos gustaría que
nos recordaran con el paso del tiempo y… a
partir de esas respuestas…actuar en esa dirección…
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lo dispuesto en el artículo 534 bis del Código Penal. © Carmen Toral Moreno. 2009
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