Pensamiento Educativo. Revista de Investigación Educacional Latinoamericana 2014, 51(2), 86-97 Aprender a explicar conceptos científicos en la formación inicial docente: un estudio de las explicaciones conceptuales de profesores en formación, su modificabilidad y su transferencia Learning how to Make Scientific Concepts Explicit in Teacher Education: A Study of Student Teachers’ Explanations, Their Modifiability and Transference Valeria M. Cabello y 3Keith J. Topping 1, 2 Centro de Investigación Avanzada en Educación, Universidad de Chile Escuela de Pedagogía en Biología y Ciencias, Universidad Central de Chile 3 School of Education, Social Work and Community Education, University of Dundee, Escocia 1 2 Resumen Este estudio exploró las explicaciones de conceptos científicos de profesores en formación de último año en tres programas universitarios de formación inicial docente en Chile. Se condujo una intervención basada en evaluación formativa entre pares con el fin de analizar la modificabilidad de las explicaciones de los futuros profesores. A través de un seguimiento de casos, este estudio determinó, además, la transferencia del aprendizaje para desarrollar explicaciones conceptuales a la sala de clases como profesores noveles. Los resultados mostraron que las características y elementos con los que ellos explicitaban conceptos científicos a través de explicaciones mejoraron significativamente luego de la intervención. Además, los participantes mantuvieron la mejora al ejercer en la sala de clases y mostraron un alto nivel de desempeño al construir explicaciones científicas con sus estudiantes en la mayoría de los elementos. Este estudio demostró que es posible aprender esta crucial práctica de enseñanza durante la formación inicial de profesores mediante la colaboración entre pares y que este tipo de mejora es suficientemente potente como para sostenerse a mediano plazo. Se discuten las implicancias para la formación inicial docente tanto en términos prácticos como políticos. Palabras clave: formación inicial, explicaciones, conceptos científicos, pares, práctica Correspondencia a: Valeria M. Cabello Centro de Investigación Avanzada en Educación, Universidad de Chile Periodista José Carrasco Tapia 75, Santiago, Chile Correo electrónico: [email protected] Agradecimientos a Conicyt PAI, concurso nacional de apoyo al retorno de investigadores desde el extranjero, convocatoria 2013, 821320002, por el apoyo financiero durante la preparación de este artículo y a Neil Taylor, Susan Rodrigues, Norman Reid y Andrés Andrades por sus aportes al desarrollo de esta investigación. © 2014 PEL, http://www.pensamientoeducativo.org - http://www.pel.cl ISSN: 0719-0409 DDI: 203.262, Santiago, Chile doi: 10.7764/PEL.51.2.2014.7 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Abstract This study explored student teachers’ explanations of scientific concepts during their last year of preparation in three teacher education programs in Chile. An intervention based on formative peer assessment was conducted to analyze the modifiability of the participants’ explanations and a follow-up study determined that it was transferred into science classrooms where they were beginner teachers. The results showed that participants’ explanations of scientific concepts improved significantly after the intervention. Moreover, they sustained the improvement into real classroom teaching and demonstrated high performance in explaining scientific concepts to pupils in most of the elements assessed. This study demonstrated that this crucial practice can be learned in teacher education through peer collaboration and that this type of improvement is strong enough to be sustained in the medium term. Implications for initial teacher education practice and policy are discussed. Keywords: science teacher education, explanations, scientific concepts, peers, practice Los estándares y currículos para la educación científica (National Research Council, 2000), así como las definiciones de alfabetización científica (OCDE, 2009), consideran las explicaciones de conceptos científicos o de las grandes ideas de la ciencia como una característica esencial, una habilidad central para los individuos y parte fundamental del entendimiento de la indagación en ciencias (Ruiz-Primo, Li, Tsai, & Schneider, 2010). En la última década, la temática sobre explicaciones ha captado la atención de investigadores, filósofos y científicos (Braaten & Windschitl, 2011; Edgington, 1997; Geelan, 2003; Glynn, Taasoobshirazi, & Fowler, 2007; Welsh, 2002). Las explicaciones han sido entendidas como argumentos sistemáticos sobre cómo y por qué ocurre un fenómeno, los que suelen incluir relaciones de causa y efecto (Treagust & Harrison, 1999). Las orientaciones de la Unesco para la enseñanza de las ciencias en el nivel primario escolar indican que uno de los principales objetivos es lograr que los estudiantes expliquen el mundo natural, sus mecanismos y procesos, a través de su propio razonamiento científico, aplicando conceptos científicos para entenderlo y, consecuentemente, actuar responsablemente en él (Leymonié-Sáenz, 2009). Sin embargo, las explicaciones de los estudiantes no se construyen en el vacío, sino que están profundamente influenciadas por las explicaciones a las que han estado expuestos, las que generalmente vienen de los profesores (Ruiz-Primo et al., 2010; Zangori & Forbes, 2013) de textos escolares (Ryoo & Linn, 2014) y de actividades de enseñanza (Camacho, 2012). Por consiguiente, la pregunta sobre las características y/o elementos de las explicaciones de profesores y el proceso de aprender a explicitar conceptos científicos a audiencias inexpertas se vuelve relevante en el contexto de la formación inicial docente, con el objetivo de asegurar que este aprendizaje sea adquirido durante el programa y se refleje en sus futuras clases. Explicaciones de los profesores sobre conceptos científicos para el aula Las explicaciones están en el centro de la enseñanza (Geelan, 2012). Al mismo tiempo, la explicación de conceptos propios de la disciplina es una de las prácticas consideradas que, de ser desarrolladas en un alto nivel, conducen probablemente a mejores aprendizajes en los estudiantes, siendo por tanto una de las habilidades centrales a desarrollar en la formación inicial docente (Ball, Sleep, Boerst, & Bass, 2009). De hecho, en el contexto chileno, explicar es la estrategia más comúnmente usada por profesores de ciencia en ejercicio para explicitar conceptos (Preiss, Alegría, Espinoza, Núñez y Ponce, 2012). Además, según Alvarado (2012), los estudiantes consideran que saber cómo explicar es la característica más importante de lo que para ellos significa ser un buen profesor. Sin embargo, el Ministerio de Educación ha identificado importantes debilidades de los profesores en esta área, que presenta sistemáticamente uno de los más bajos resultados de desempeño (Gobierno de Chile, 2013). Las explicaciones de conceptos para el aula son entendidas en esta investigación como una unidad coherente en la que el profesor vincula analogías, metáforas, ejemplos y axiomas con los conceptos para favorecer la comprensión de los estudiantes (Geelan, 2003). Se consideran aquí no solo los elementos 87 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE verbales, sino también los no verbales, representacionales y experimentales y las conexiones entre las ideas de los estudiantes y del docente en la construcción de la explicación. En este sentido, las explicaciones de los profesores no son necesariamente contradictorias con las perspectivas indagatorias del aprendizaje y la enseñanza u otros tipos de comprensiones constructivistas y, por ende, no limitan a una enseñanza expositiva (Geelan, 2012). Los estudios actuales sobre explicaciones de profesores no son suficientes para articular un marco completo para la enseñanza de las ciencias (Dagher & Cossman, 1992; Geelan, 2012), ya que la mayoría de la investigación en esta temática se ha centrado en las explicaciones que los estudiantes construyen para demostrar su conocimiento (Camacho, 2012; Ruiz-Primo et al., 2010; Sandoval & Reiser, 2004). De hecho, un metaanálisis reciente reportado por Geelan (2012) indica que la búsqueda bajo los términos science teach* explain* arrojó 1362 resultados en la base de datos del Education Resources Information Center (ERIC), pero de estos, menos de 35 artículos estaban focalizados en algún aspecto de las explicaciones de profesores. Por lo tanto, se vislumbra el potencial de investigación en esta área, que, según algunos autores, aún no se ha reconocido (Edgington, 1997; Geelan, 2012). De los escasos estudios encontrados sobre explicaciones docentes, aquellos referidos a caracterizar los elementos propios de una explicación efectiva se centran mayormente en sus aspectos comunicacionales, tales como la adecuación a la audiencia o la claridad del lenguaje utilizado en la explicación (Faye, 2011; Leite, Mendoza, & Borsese, 2007; Treagust & Harrison, 1999; Wragg & Brown, 2001), y solo se encontró un trabajo que hacía referencia a que los profesores en formación en el área ciencias podían aprender a explicitar los conceptos a través de explicaciones durante su formación profesional (Mohan, 2007). Consecuentemente, existe muy poco conocimiento sobre cómo desarrollar esta competencia en la formación inicial de profesores, lo cual, en palabras de Koziol, Minnick y Sherman (1996), vuelve necesaria una examinación profunda de la adquisición de habilidades de enseñanza en la formación docente. Desarrollo de habilidades prácticas de enseñanza: el rol de los pares Se ha explorado el desarrollo de habilidades prácticas en la formación inicial de profesores a través de la colaboración entre pares, por ejemplo, utilizando evaluación entre pares (Cabello, 2014; Lu, 2010). La evaluación entre pares es un procedimiento por el cual los estudiantes consideran y especifican el nivel, valor o calidad de un producto o desempeño de otros estudiantes de igual estatus, generalmente incorporando retroalimentación (Topping, 2010). De hecho, se ha indicado que la evaluación entre pares crea una cultura más participativa (Kollar & Fisher, 2010) y también puede servir para identificar buenas prácticas en la formación docente (Sonmez & Can, 2010). Para algunos autores, la retroalimentación es el elemento de la evaluación entre pares que más aporta en el aprendizaje (Gielen & De Wever, 2012; Liu & Carless, 2006; Thurlings, Vermeulen, Bastiaens, & Stijnen, 2013). Sin embargo, como los estudios empíricos en evaluación entre pares son escasos y estos han comparado mayormente las evaluaciones de los pares con la de los instructores (Strijbos & Sluijsmans, 2010) esta idea aún se está discutiendo. Del mismo modo, los estudios disponibles en evaluación entre pares durante la formación inicial de profesores no han realizado un seguimiento de los resultados, una vez que deben ser transferidos al contexto real de enseñanza (Sluijsmans, Brand-Gruwel, van Merriënboer, & Bastiaens, 2002). Por ende, la evidencia parece inconclusa para definir si la evaluación entre pares sería una vía eficiente para mejorar las habilidades prácticas de enseñanza como, por ejemplo, la habilidad para explicar y si facilitaría su transferibilidad. Considerando estos antecedentes, este estudio buscó responder a las siguientes preguntas: (a) ¿cuáles son los elementos que los profesores en formación utilizan para explicar conceptos científicos?, (b) ¿son estos elementos igualmente modificables a través de una evaluación formativa entre pares? y (c) los posibles cambios en las explicaciones de los profesores, ¿pueden transferirse a contextos reales de enseñanza y sostenerse a mediano plazo? Métodos Este estudio tuvo un diseño cuasiexperimental de medidas repetidas (pretest, postest y seguimiento) y buscó explorar en qué medida la evaluación formativa entre pares podría afectar a las explicaciones de profesores en formación y su transferencia a la sala de clases. 88 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Muestra El muestreo tuvo como fin indagar en casos ricos en información y que a la vez fueran típicos o representativos (Patton, 2001), en este caso, de los programas de formación chilenos que facultaban para ejercer como profesores de ciencias en el segundo ciclo de enseñanza básica. Se seleccionaron tres universidades, dos de las cuales ofrecían una formación en Enseñanza Básica con mención en Ciencias y una ofrecía el programa de Pedagogía en Biología con mención en Enseñanza Básica. Las tres instituciones recibían estudiantes de similares condiciones académicas y socioeconómicas. Su selección se estratificó según el criterio de máxima variación posible en la variable conocimiento sobre la ciencia, medida a través de los cursos obligatorios relacionados con el área científica que tenían los profesores en formación: alto en la universidad 1 (U1), con catorce cursos, medio en la universidad 2, (U2) con nueve cursos, y bajo en la universidad 3 (U3), con cuatro cursos. Los participantes fueron 20 profesores en último año de formación, quienes aceptaron ser parte del estudio y asistieron al menos a un 80% de las sesiones de una intervención basada en evaluación entre pares. Tal como se indica en la Tabla 1, un 40% de los participantes eran hombres y un 60% mujeres, y en promedio tenían 25 años de edad (SD=1.7). Provenían de una zona urbana de nivel socioeconómico medio-bajo y tenían similar experiencia de enseñanza previa, pues la mayoría contaba con algunas semanas de práctica. Para el estudio de seguimiento se seleccionaron seis participantes según el criterio de máxima variabilidad en su avance durante la intervención: alto, medio y sin avance, considerando casos de las tres universidades que estuvieran en aula luego de seis meses. Sus escuelas eran urbanas y de nivel socioeconómico bajo, medio y medio-alto. De este grupo, un 67% eran hombres y un 33% mujeres, mostrando una tendencia favorable hacia los hombres. Tabla 1 Características de la muestra Estudio Número de Mujeres Hombres Edad participantes (%) (%) (promedio) Pre-/postest 20 60 40 24,9 Seguimiento 6 33,3 66,6 24,8 Edad (SD) Edad Edad (mín.) (máx.) 1,7 23 28 1,83 23 28 Instrumentos Tabla 2 Elementos de la rúbrica para explorar en las explicaciones conceptuales dede profesores de cienciaa en formación Las explicaciones de los participantes se midieron al inicio y al final la intervención través de episodios de microenseñanza grabados en video. En el estudio de seguimiento se grabaron las explicaciones Elementos estructurales Descripción en una o más clases completas. 1 Claridad Adecuación del lenguaje de la explicación Para medir las variables presentes en las explicaciones se usó una rúbrica validada para este propósito 2 Coherencia y cohesión Conexión las partes la explicación que la (Cabello, 2013), que contenía tres niveles de logro y un puntajeentre final entre 0 y 20depuntos. Los puntajes configuran como un todo coherente entre 0 y 6 se interpretaron como un desempeño bajo; entre 7 y 13, como un desempeño medio; y entre 14 y 20, como un desempeño alto. Los criterios de Progresión la rúbrica se en la revisión de la literatura 3 Secuencia enbasaron la construcción de la explicación sobre educación en ciencias y marcos generales orientadores de la enseñanza. Estos criterios evaluados 4 Precisión conceptual Adecuación a modelos y teorías de la ciencia fueron: claridad de la explicación, coherencia y cohesión, secuencia, precisión conceptual, suficiencia, 5 Suficiencia Completitud de la explicación en relación con el conexión con las ideas previas o experiencias de los estudiantes, uso de analogías, metáforas, simulaciones, objetivo comprensión profesorno verbal y el experimentación o modelos, uso de ejemplos, imágenes o de gráficos, uso deldellenguaje 6 Conexiónde con ideas de de los los estudiantes estudiantes como unaVínculo de la deexplicación ideas previasy o tratamiento loslaserrores oportunidad aprendizaje.conLalas Tabla 2 ordena describe de forma general cada uno de estos criterios. experiencias de los estudiantes 7 Uso de analogías, metáforas, simulaciones, Utilización correcta de dispositivos que permiten al Luego de someter la rúbrica a validación de contenido por profesores de el ciencias expertos, un estudio experimentación o modelos estudiante deconstruir concepto piloto permitió identificar su alta consistencia interna ( = 0,77, n = 10). Cerca de la mitad de las 8 Uso de ejemplos, imágenes, gráficos o Utilización correcta de dispositivos que permiten al correlaciones fueron significativas estadísticamente (p < 0,05) y todos los criterios fueron altamente demostraciones estudiante interpretar el concepto asociados con el puntaje total del instrumento. 9 Uso del lenguaje no verbal Utilización de gestos que representan el concepto, 89entonación o inflexiones de la voz 10 Tratamiento de los errores de los estudiantes Utilización de errores en el entendimiento del como una oportunidad de aprendizaje concepto como fuente de indagación, oportunidad de aprendizaje y/o evaluación (mín.) (máx.) 23 28 APRENDER A EXPLICAR 6CONCEPTOS33,3 CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL Seguimiento 66,6 24,8 1,83DOCENTE23 28 Pre-/postest participantes (%) (%) (promedio) 20 60 40 24,9 1,7 Tabla 2 Elementos de la rúbrica para explorar en las explicaciones conceptuales de profesores de ciencia en formación Elementos estructurales Descripción 1 Claridad 2 Coherencia y cohesión Adecuación del lenguaje de la explicación Conexión entre las partes de la explicación que la configuran como un todo coherente Progresión en la construcción de la explicación Adecuación a modelos y teorías de la ciencia Completitud de la explicación en relación con el objetivo de comprensión del profesor Vínculo de la explicación con las ideas previas o experiencias de los estudiantes Utilización correcta de dispositivos que permiten al estudiante deconstruir el concepto Utilización correcta de dispositivos que permiten al estudiante interpretar el concepto Utilización de gestos que representan el concepto, entonación o inflexiones de la voz Utilización de errores en el entendimiento del concepto como fuente de indagación, oportunidad de aprendizaje y/o evaluación 3 Secuencia 4 Precisión conceptual 5 Suficiencia 6 Conexión con las ideas de los estudiantes 7 Uso de analogías, metáforas, simulaciones, experimentación o modelos 8 Uso de ejemplos, imágenes, gráficos o demostraciones 9 Uso del lenguaje no verbal 10 Tratamiento de los errores de los estudiantes como una oportunidad de aprendizaje Procedimiento Tabla 3 La intervención basada evaluacióncientíficos formativaexplicados entre pares forma de un taller de explicaciones Características de los cursosen y conceptos en eltomó estudio de seguimiento para el aula. Se invitó a participar a todos los profesores en formación de último año en los programas seleccionados en el muestreo y se les proporcionaron las condiciones de participación tanto de forma oral Participante Curso Estudiantes Concepto explicado como escrita. Aproximadamente la mitad de los NSE asistentes a la reunión inicial aceptó voluntariamente formar parte del estudio y firmó un consentimiento informado. 1 8vo Básico 40 Bajo Evolución tuvo la siguiente sesiones orientadas a introducir 1 La intervención6to Básico 45 estructura: dos Bajo Circuitos eléctricos las condiciones para que la evaluación formativa entre pares se desarrollara adecuadamente (respeto, crítica constructiva, etc.) y 2 requerimientos4to 45en el estudio. Luego, Bajo se dedicóCiclo de la vida los deBásico participación una sesión a analizar un video de clase para aproximarse a la evaluación de la práctica de un par, simulando la retroalimentación que entregarían 3 4to Básico 35 Bajo Clasificación de seres vivos a un profesor joven. Posteriormente, se llevó a cabo la evaluación inicial entre pares en dos sesiones, donde los episodiosMedio de microenseñanza sobrenatural algún concepto científico de 4 profesores en formación 8vo Básico desarrollaron 40 Selección su elección y se retroalimentaron mutuamente. Algunos de los conceptos desarrollados fueron: estructura 4 la Tierra, evolución, 8vo Básico 40 y transformaciones Medio de la materia. Herencia y ambiente de carga eléctrica 5 Luego, se realizaron 7vo Básico 30en las que los Medio-alto Calor y temperatura dos sesiones participantes discutieron sobre las prácticas ejemplares y cuáles podían mejorarse, discusión donde se trabajaron algunos lineamientos del modelo cognitivo de enseñanza de las ciencias (Jorba y Sanmartí, 1996), tales como la incorporación de las concepciones alternativas de los estudiantes en la introducción de nuevos puntos de vista, indagación y aplicación. Posteriormente, se dedicaron dos sesiones a la evaluación final entre pares, donde los conceptos escogidos Tabla por los4participantes para desarrollar su explicación fueron movimientos de la Tierra, ciclos hormonales, Resumen resultados pre-/postest flujo de la de corriente eléctrica en un circuito, estructura atómica, entre otros. Finalmente, se recogieron las opiniones de los participantes sobre esta metodología en la última sesión. Cabe señalar que ellos no tuvieron acceso a la rúbrica utilizada N para medir sus Medición Promedio DSexplicaciones. Mínimo Máximo Pretest 10,10 20 3,38 5 17 Para desarrollar el estudio de seguimiento en aula, se contactó a todos los participantes seis meses Postest 20 en el estudio. 3,38 De estos, 6solo diez estaban 19 realizando clases al después para evaluar 14,65 su continuidad momento del contacto y ocho de ellos mostraron interés en ser visitados en sus establecimientos. Se 90 experimentación o modelos estudiante deconstruir el concepto 8 Uso de ejemplos, imágenes, gráficos o Utilización correcta de dispositivos que permiten al demostraciones estudiante interpretar el concepto CIENTÍFICOS LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE 9 Uso del lenguajeAPRENDER no verbal A EXPLICAR CONCEPTOS Utilización de EN gestos que representan el concepto, entonación o inflexiones de la voz 10 Tratamiento de los errores de los estudiantes Utilización de errores en el entendimiento del como una oportunidad aprendizaje concepto como fuente decursos indagación, oportunidad solicitó autorización a ladedirección para grabar una clase del profesor en sus de ciencias, en seisdede los casos se obtuvo la autorización y en cinco se logróaprendizaje realizar la grabación. La Tabla 3 presenta los niveles y/o evaluación escolares abarcados por el estudio de seguimiento, así como los conceptos científicos que se desarrollaron a través de explicaciones en esta experiencia. Tabla 3 Características de los cursos y conceptos científicos explicados en el estudio de seguimiento Participante Curso Estudiantes NSE Concepto explicado 1 8vo Básico 40 Bajo Evolución 1 6to Básico 45 Bajo Circuitos eléctricos 2 4to Básico 45 Bajo Ciclo de la vida 3 4to Básico 35 Bajo Clasificación de seres vivos 4 8vo Básico 40 Medio Selección natural 4 8vo Básico 40 Medio Herencia y ambiente 5 7vo Básico 30 Medio-alto Calor y temperatura Análisis de datos Tabla 4 Resumen de resultados Para el análisis de laspre-/postest explicaciones conceptuales a partir de la rúbrica se utilizaron técnicas de análisis cuantitativo mediante observación categorizada. Se analizó la consistencia interna usando el Coeficiente AlfaMedición de Cronbach y también se calcularon Luego de esto, se calculó la prueba de Promedio N correlaciones DS de Pearson. Mínimo Máximo Levene de normalidad de la varianza para permitir los análisis estadísticos: prueba T Pretest 10,10 20 3,38 5 17de Student y análisis de la varianza (ANOVA) y explorar los posibles cambios usando el software SPSS (IBM Corp., 2010). Postest por investigador 14,65 (Patton, 202001) para3,38 6 19 siendo todos los Se trianguló conferir confiabilidad a los análisis, videos codificados por dos investigadores de manera ciega. El acuerdo interjueces fue de un 80%, lo cual se considera un porcentaje alto (Jindal-Snape & Topping, 2010). Se llegó a un consenso en los casos donde hubo discrepancia, y los puntajes finales se usaron para los análisis y el reporte de los resultados. Resultados En los episodios iniciales de microenseñanza los profesores en formación presentaron un desempeño variado en sus explicaciones conceptuales, pero el patrón general se inclinó hacia el nivel medio de la rúbrica (mín. 5, máx. 17, DS 3.386). Los tres grupos fueron bastante heterogéneos dentro de ellos pero similares entre ellos. Como las universidades fueron categorizadas en tres grupos según el criterio de máxima variación en el conocimiento sobre la ciencia, era esperable que U1 hubiese mostrado un mayor desempeño que U2 y U3 porque sus participantes tenían un mayor conocimiento conceptual. A pesar de lo anterior, las diferencias entre los grupos no fueron estadísticamente significativas (gl = 19, F = 0,764, p = 0,384). Este resultado sugiere que en los últimos años de la formación inicial de profesores la habilidad para explicitar conceptos científicos a través de explicaciones no se asociaba directamente con la cantidad de cursos de ciencias que habían tomado durante los años anteriores. Específicamente, la característica más desarrollada según la medición en el momento inicial fue la secuencia en que se presentaban los elementos de la explicación y el uso de ejemplos, gráficos e imágenes. Los puntos más débiles fueron el uso de metáforas, analogías, simulaciones, experimentación o modelos y el tratamiento de los errores en el entendimiento en función del aprendizaje. Los otros criterios presentaron un nivel intermedio. En los episodios de microenseñanza realizados luego de haber participado en evaluación entre pares, los participantes presentaron igualmente un amplio espectro de desempeño en sus explicaciones (mín. 6, 91 1 6to Básico 45 Bajo Circuitos eléctricos 2 4to Básico 45 Bajo Ciclo de la vida 3 4to Básico 35 Bajo Clasificación de seres vivos 4 8vo Básico 40 Medio Selección natural 4 8vo Básico 40 Medio Herencia y ambiente APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE máx. 19, DS 3,379). Comparando el pretest y el postest como se presenta en la Tabla 4, los profesores en 5 7vo Medio-alto Caloraly final temperatura formación tuvieron unBásico desempeño30 más alto comparado consigo mismos frente al inicio (promedio pretest = 10,1; promedio postest = 14,65). Esta diferencia fue estadísticamente significativa (F = 16,540, gl = 39, p < 0,001) y el tamaño del efecto de avance fue alto (d = 1,4). Tabla 4 Resumen de resultados pre-/postest Medición Pretest Postest Promedio 10,10 14,65 N 20 20 DS 3,38 3,38 Mínimo 5 6 Máximo 17 19 Considerando lo anterior, se puede afirmar que hubo un avance en las características y los elementos a los cuales los participantes recurrieron para explicitar conceptos científicos a través de explicaciones. Estas fueron mejores y más ricas en variedad y elementos de apoyo. En general, los profesores en formación que comenzaron en un nivel más bajo tuvieron una mejora más marcada. Esto podría significar que la evaluación entre pares fue especialmente útil para los participantes que mostraron dificultades iniciales. Se visualizaron amplios avances en participantes de los tres grupos, lo cual implica que la intervención funcionó, independientemente del conocimiento previo de los participantes sobre ciencias. Comparando los patrones iniciales y finales, se observó que los dos criterios que inicialmente fueron los más bajos, fueron los mismos que presentaron un menor desarrollo una vez finalizada la intervención. En el pretest se mostró que los profesores en formación prácticamente no utilizaron metáforas, analogías, experimentación o modelos, ni tampoco trataron los errores de los estudiantes como una oportunidad de aprendizaje. En el postest, aunque algunos de los participantes utilizaron más recursos o elementos relacionados con estos criterios, este uso no alcanzó el nivel alto determinado por el instrumento. Esto implica que dichos elementos no solo fueron los puntos más débiles, sino que también fueron los más difíciles de mejorar a través de la metodología de evaluación entre pares. Probablemente ambos elementos requieren un conocimiento más flexible sobre la ciencia y una mayor seguridad de los profesores para ser desarrollados. Por otro lado, las características o elementos que más fácilmente se modificaron fueron la claridad de la explicación y la conexión con las ideas previas o experiencias de los estudiantes. Esta mejora fue marcada, e implicó que al final de la intervención la mayoría de los participantes explicaran conceptos científicos claramente y construían sus explicaciones en relación estrecha con el conocimiento, ideas o experiencias de los estudiantes. En la medición realizada en el estudio de seguimiento, la mayoría de los participantes fue capaz de explicitar conceptos científicos a través de explicaciones para la sala de clases con un desempeño alto, ligeramente mejores que en las mediciones pre- y postest, y solo un profesor participante mantuvo su puntaje postest, que ya era alto. Los puntajes promedio fueron mantenidos como en el postest (promedio pretest 10,1; promedio postest 14,65; promedio seguimiento 14,7), ya que las leves diferencias entre el postest y el estudio de seguimiento no fueron significativas estadísticamente. Este hallazgo avala la idea de que la mejora obtenida luego de participar en evaluación formativa entre pares fue posible de sostener después de seis meses de transcurrida la intervención, y los participantes fueron capaces de transferir el aprendizaje de cómo explicitar conceptos científicos a través de explicaciones desde un contexto simulado (en la universidad practicada con sus pares) al contexto real de enseñanza. El patrón promedio de cada uno de los elementos fue levemente más alto en la mayoría de los criterios evaluados por la rúbrica. Sin embargo, el uso de metáforas, analogías, experimentación o modelos y el tratamiento de los errores de los estudiantes como una oportunidad de aprendizaje fueron elementos que no se transfirieron al contexto real de enseñanza, sino que incluso redujeron su aparición en las diversas clases observadas. 92 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Discusión Las universidades que participaron en esta investigación fueron representativas de los programas de formación de profesores en Chile. Por lo tanto, sus resultados obtenidos se consideran generalizables a otros programas de formación docente en un contexto similar. Dichos resultados son interpretados como significativos, tanto en términos estadísticos como educacionales, ya que se logró un alto tamaño del efecto (Cohen, 1988) a pesar de que la muestra de este estudio no fue demasiado grande. Se encontraron diferencias estadísticamente significativas en cómo los profesores en formación explicaban conceptos científicos mediante la comparación de su desempeño antes y después de participar en la evaluación entre pares, y este avance general se transfirió al contexto real de enseñanza y mantuvo a los seis meses de finalizada la intervención, lo cual permite interpretar que hubo un aprendizaje medible. Lo anterior podría hacer proyectar la mantención de estos resultados en un tiempo mayor, pero es necesario considerar también que los primeros años de ejercicio docente suelen ser los más importantes para modelar las prácticas pedagógicas, así como el hecho de que los profesores en este período reciben diferentes influencias en su enseñanza que vienen de los colegas y las autoridades escolares (Day, 2008). Por lo tanto, sería necesario seguir monitoreando el desempeño de los profesores noveles y, en especial, dándoles el espacio y tiempo para la reflexión crítica de sus prácticas, tanto individual como entre pares, para evitar la desaparición de los efectos positivos mostrados en esta investigación. De hecho, la mayoría de los profesores que fueron parte del estudio de seguimiento de esta investigación comentaron la relevancia que veían en la evaluación entre pares entre colegas en su escuela como un mecanismo para seguir mejorando sus prácticas pedagógicas y resolver las tensiones propias de la enseñanza en el contexto real. Esta es una interesante sugerencia que proyecta este trabajo, surgida de los propios participantes del estudio. En términos generales, aunque el avance en el aprendizaje sobre el desarrollo de explicaciones conceptuales fue levemente diferente en las tres universidades participantes de este estudio, los tres grupos desarrollaron su nivel inicial para explicar conceptos científicos. De hecho, aunque se habría esperado un mejor desempeño por parte de los profesores en formación con un mayor conocimiento sobre las ciencias, los resultados mostraron que estos elementos no están necesariamente relacionados. Sin embargo, es necesario tener un conocimiento relevante sobre los conceptos a desarrollar en la enseñanza —aunque no es lo único necesario— para desarrollar explicaciones flexibles y que sean correctas conceptualmente. Este resultado podría desafiar la idea de que los profesores no pueden construir un conocimiento pedagógico del contenido mientras no sean expertos en el contenido que enseñan y, además, expertos en pedagogía, lo cual ocurriría cuando tienen varios años de experiencia enseñando los mismos conceptos (Shulman, 1986). Esta investigación ha mostrado que las raíces o las bases del conocimiento pedagógico del contenido pueden desarrollarse durante la formación inicial docente, cuando los profesores en formación tienen una escasa experiencia enseñando contenidos. Sin embargo, el componente práctico necesario para desarrollar este tipo de conocimiento profesional docente establecido por Shulman (1986) está en la misma línea de los resultados de esta investigación: la experiencia práctica es necesaria para desarrollar las habilidades requeridas para explicar conceptos científicos, aun en contextos simulados de enseñanza, como lo es la evaluación formativa entre pares a través de microenseñanzas, e incluso en momentos tempranos de la experiencia práctica de los profesores en formación. Por otro lado, es importante recordar que los estudios sobre evaluación entre pares en formación inicial de profesores por lo general no incluyen un seguimiento en el contexto escolar (Sluijsmans, 2002). En la presente investigación el estudio de seguimiento mostró que los profesores participantes no solo transfirieron el aprendizaje ganado en la formación inicial sino que además mantuvieron en un alto nivel de desempeño ocho de los diez elementos evaluados como importantes para explicar conceptos científicos a los estudiantes. Esto demuestra que la evaluación entre pares puede ser una estrategia exitosa para usar en la formación inicial docente con el fin de mejorar algunos aspectos de la forma en que los profesores en formación explicitan los conceptos científicos, tales como la claridad de la explicación, la coherencia y cohesión, la secuencia, la suficiencia, la conexión con las ideas previas o experiencias de los estudiantes, el uso de ejemplos, imágenes o gráficos y el uso del lenguaje no verbal. Por el contrario, el uso de metáforas, analogías, experimentación y modelos, así como el trabajo con los errores de los estudiantes, no mostraron un avance sustantivo luego de la evaluación entre pares. Además, estos dos elementos no se transfirieron satisfactoriamente a la práctica real de enseñanza, sino al contrario, 93 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE el escaso avance logrado luego de la intervención bajó a su nivel mostrado en un inicio. Esto puede deberse a que estos elementos requieren un conocimiento disciplinar más maduro y flexible, como han insinuado otros autores (Davis, 2005; Ogborn & Martins, 1996) pero esto aún se está debatiendo, y en esta investigación se considera una pregunta todavía abierta. Otro estudio con profesores en formación reveló que, aunque tenían la habilidad de crear y usar analogías, estos eran incapaces de usarlas como estrategia de enseñanza cuando estaban enseñando conceptos poco familiares (James & Scharmann, 2007). Esta puede ser una hipótesis sobre los resultados de este estudio, considerando que los profesores en formación prepararon sus microenseñanzas escogiendo el concepto que querían enseñar, mientras que en el estudio de seguimiento enseñaron los conceptos indicados por el currículo nacional para ese momento del año y, por ende, debieron ser menos familiares para ellos. En este sentido, esta investigación ayudó a clarificar cuáles elementos son más fáciles de modificar mediante la evaluación entre pares y aquellos que presentan un mayor desafío tanto para desarrollarse como para transferirse del contexto universitario al contexto escolar. En relación con la idea anterior, los profesores de esta investigación que participaron del estudio de seguimiento realizaron una dura autocrítica sobre sus habilidades de enseñanza, autoevaluando sus explicaciones con foco en el clima de aula que ellos lograban desarrollar y mantener durante su clase más que en la explicación en sí misma. Así, el desarrollo de habilidades para analizar las prácticas e identificar aquellas que son efectivas para el contexto particular de enseñanza resuena en este estudio (Sonmez & Can, 2010). Se visualizó que los profesores tienen que ser capaces de analizar los elementos propios de su práctica y aislar los componentes de su desempeño de aquellos del contexto de enseñanza, identificando así causas, efectos y atreviéndose a intentar algunas mejoras en este. De otra manera, harán juicios incorrectos sobre su desempeño, lo cual puede afectar su sentido de desempeño y profesionalismo y los procesos de toma de decisiones en el aula. Este es un punto relevante a considerar en la práctica de los programas de formación de profesores. Finalmente, es importante considerar, al igual que en todos los estudios con participantes voluntarios, que algunas variables de autoselección podrían haber influenciado los resultados, tales como la autopercepción de eficacia en la generación de explicaciones conceptuales. A pesar de lo anterior, como se encontraron niveles de desempeño alto, medio y bajo en los tres grupos participantes al inicio de la intervención, se entiende que la muestra representaba el espectro completo de desempeños posibles en esta variable, lo cual permite proyectar avances en caso de volver a aplicarse esta metodología de evaluación entre pares en profesores en formación con diferentes destrezas en su práctica de enseñanza. Conclusión y proyecciones La presente investigación fue guiada por tres preguntas, que se responden a continuación. (a) ¿Cuáles son los elementos que los profesores en formación utilizan para explicar conceptos científicos? Para responder a esta primera pregunta, se desarrolló un instrumento para identificar y evaluar los elementos presentes en las explicaciones de los profesores en formación, el que resultó válido conceptualmente de acuerdo con un panel de expertos y confiable según los análisis estadísticos. Los elementos identificados como fortalezas, es decir, presentados con mayor frecuencia y nivel por los participantes, fueron la secuencia de la explicación —caracterizada en su mayoría por ser lógica y progresiva— y el uso de ejemplos, imágenes y gráficos para clarificar o ilustrar ciertos componentes del concepto explicado. En menor medida, los participantes utilizaron un lenguaje no verbal para representar aspectos del concepto desarrollado. Sus explicaciones no siempre fueron claras, y varios participantes las construyeron con algunas imprecisiones o errores conceptuales, pero en general coherentes con el concepto, con sus partes cohesivamente relacionadas y con grados variables de suficiencia con respecto al objetivo planteado por el profesor y de conexión con las ideas de los estudiantes. Por el contrario, los elementos menos desarrollados por este grupo de profesores en formación para hacer explícitos conceptos científicos fue el uso de metáforas, analogías, experimentación o modelos y el tratamiento de los errores de los estudiantes como una oportunidad de aprendizaje. (b) ¿Son estos elementos igualmente modificables mediante la evaluación formativa entre pares? Esta pregunta se exploró mediante la conducción de una intervención basada en la evaluación formativa entre pares, identificando si el patrón de elementos descritos arriba sería posible de modificar mediante 94 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE este tipo de evaluación del desempeño. Los resultados mostraron que los participantes mejoraron sus explicaciones en la mayoría de los elementos, y la diferencia entre su desempeño al inicio y al final de la intervención fue estadísticamente significativa. Sin embargo, los dos elementos que se mostraron menos desarrollados al inicio fueron muy difíciles de modificar mediante la evaluación formativa entre pares. (c) Los posibles cambios en las explicaciones de los profesores, ¿pueden transferirse a contextos reales de enseñanza y sostenerse a mediano plazo? Para responder a esta pregunta, se realizó un estudio de seguimiento con el objetivo de explorar la sustentabilidad y transferencia de los aprendizajes obtenidos en el contexto universitario a la sala de clases de ciencia. Los resultados mostraron que ocho de los diez elementos se transfirieron adecuadamente e incluso fueron potenciados por la práctica, manteniéndose la mejora obtenida luego de seis meses de concluida la intervención. En síntesis, esta investigación exploró el aprendizaje de profesores de ciencia en formación sobre la explicitación de conceptos científicos mediante explicaciones, usando como motor la evaluación formativa entre pares en la formación inicial docente y su posterior transferencia desde este contexto universitario al contexto escolar. Es posible concluir que el aprendizaje de esta práctica de enseñanza puede gatillarse en la mayoría de sus elementos en contextos de simulación de enseñanza cuando se preparan cuidadosamente las condiciones. Considerando el amplio espectro de esta investigación, se han identificado implicancias de utilidad más allá del contexto de la formación en Chile para la formación de profesores. Primero, la rúbrica construida por los investigadores es un instrumento que permite mejorar las herramientas de diagnóstico y los mecanismos de intervención en las competencias de los profesores en formación. De este modo, puede constituirse como un modelo de dispositivo para diseñar evaluaciones de proceso y/o de progreso de las competencias prácticas de enseñanza, contribuyendo a la creación de metas medibles en formación inicial docente, lo cual contribuye también al monitoreo de dichas metas. Los resultados de esta investigación podrían ser útiles para orientar los procesos de toma de decisiones en actividades curriculares orientadas a que los profesores desarrollen este tipo de competencias prácticas antes de hacerse cargo de las responsabilidades de la enseñanza en las escuelas, por ejemplo, integrando grupos de aprendizaje o mentoría sobre las bases de la identificación de sus habilidades. Asimismo, la presente investigación puede servir como un ejemplo para diseñar otros tipos de metodologías innovadoras que consideran el poder educativo de los pares que trabajan en colaboración. En un foco más amplio, los resultados obtenidos pueden tener implicancias o generar discusión para volver a pensar el rol de los instrumentos de evaluación usados en la formación inicial de profesores. Hoy en día la mayor parte de la información se utiliza para dar cuenta del cumplimiento o incumplimiento de los estándares de formación de profesores en los países donde éstos se encuentran ampliamente instalados. Cabe preguntarse, entonces, si sería posible tener instrumentos que sirvan tanto para los propósitos formativos como para los informativos de la evaluación. O, por otro lado, podría peguntarse si la incorporación de la evaluación y la retroalimentación entre pares en los primeros años de formación docente es útil. Estas son nuevas preguntas que esta investigación deja abiertas, considerando que tanto estas como los resultados obtenidos en esta investigación pueden ser valiosos para los países que hoy en día se encuentran evaluando o reformulando los estándares para la formación inicial docente, lo cual trasciende el contexto de este estudio. Más aún, este estudio podría estimular el debate en política sobre formación de profesores, pensando críticamente en las oportunidades que esta, como mecanismo central del funcionamiento del sistema educativo, proporciona a los futuros profesores para desarrollar sus competencias. ¿Cómo podría esta formación garantizar que, además de que los profesores sean capaces de desarrollar buenas prácticas de enseñanza, estas se transfieran y mantengan en el ejercicio docente? Es una pregunta interesante de plantear en el marco de las nuevas políticas de incentivo y promoción de la excelencia pedagógica en el contexto chileno. El artículo original fue recibido el 17 de julio de 2014 El artículo revisado fue recibido el 1 de septiembre de 2014 El artículo fue aceptado el 15 de septiembre de 2014 95 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Referencias Alvarado, F. (2012). Resultados de la encuesta “Mis profesores y yo”. Noticias PUCV. Recuperado el 29 de agosto de 2012 de http://prensa.ucv.cl/?p=14441 Ball, D., Sleep, L., Boerst, T., & Bass, H. (2009). Combining the development of practice and the practice of development in teacher education. The Elementary School Journal, 109(5), 458-474. http:// dx.doi.org/10.1086/596996 Braaten, M., & Windschitl, M. (2011). Working toward a stronger conceptualization of scientific explanation for science education. Science Education, 95(4), 639-669. doi: 10.1002/sce.20449 Cabello, V. (2013). How to assess science teacher explanations? A rubric to explore the development of scientific concepts. Trabajo presentado en Encuentros París 2012: Knowledge for Economical and Social Development, Université Pierre et Marie Curie, París, Francia. Cabello, V. (2014). Assessment of pre-service science teachers’ explanations: a rubric to explore how they communicate scientific concepts [Special issue]. Journal of Science Education, 15, 98. Camacho, J. (2012). Los modelos explicativos del estudiantado acerca de la célula eucarionte animal. Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 9(2), 196-212. Cohen, J. (1988). Statistical power analysis for the behavioral sciences. Hillsdale: Lawrence Erlbaum Associates. Dagher, Z., & Cossman, G. (1992). Verbal explanations given by science teachers: their nature and implications. Journal of Research in Science Teaching, 29(4), 361-374. doi: 10.1002/tea.3660290405 Davis, E. A., & Petish, D. (2005). Real-world applications and instructional representations among prospective elementary science teachers. Journal of Science Teacher Education, 16(4), 263-286. doi: 10.1007/s10972-005-8892-4 Day, C. (2008). Committed for life? Variations in teachers’ work, lives and effectiveness. Journal of Educational Change, 9(3), 243-260. doi: 10.1007/s10833-007-9054-6 Edgington, J. (1997). What constitutes a scientific explanation? Trabajo presentado en la junta anual de la National Association for Research in Science Teaching, Oak Brook, IL. Recuperado de http://eric. ed.gov/PDFS/ED406190.pdf Faye, J. (2011). Explanation and interpretation in the sciences of man. En D. Dieks, W. J. Gonzalez, S. Hartmann, T. Uebel, & M. Weber (Eds.), Explanation, prediction, and confirmation (pp. 269-279). Países Bajos: Springer. doi 10.1007/978-94-007-1180-8_18 Geelan, D. (2003). Teacher expertise and explanatory frameworks in a successful physics classroom. Australian Science Teachers Journal, 49(3), 22-32. Geelan, D. (2012). Teacher explanations. En B. J. Fraser (Ed.), Second international handbook of science education (pp. 987-999). Dordrecht, Países Bajos: Springer. Gielen, M., & De Wever, B. (2012). Peer assessment in a wiki: product improvement, students’ learning and perception regarding peer feedback. Procedia - Social and Behavioral Sciences, 69(0), 585-594. doi: 10.1016/j.sbspro.2012.11.450 Glynn, S., Taasoobshirazi, G., & Fowler, S. (2007). Analogies: explanatory tools in web-based science instruction. Educational Technology Magazine, 47(5), 45-50. Gobierno de Chile (2013). Resultados nacionales de la evaluación docente 2012. Santiago, Chile: Ministerio de Educación. IBM Corp. (2010). IBM SPSS statistics for Windows (Version 19.0.). Armonk, NY: IBM Corp. James, M. C., & Scharmann, L. C. (2007). Using analogies to improve the teaching performance of preservice teachers. Journal of Research in Science Teaching, 44(4), 565-585. doi: 10.1002/tea.20167 Jindal-Snape, D., & Topping, K. (2010). Observational analysis within case study designs. En S. Rodrigues (Ed.), Using analytical frameworks for classroom research: collecting data and analysing narrative (pp. 19-37). Nueva York y Abingdon: Routledge. Jorba, J. y Sanmartí, N. (1996). Enseñar, aprender y evaluar: un proceso de regulación continua. Madrid: MEC. Kollar, I., & Fischer, F. (2010). Peer assessment as collaborative learning: a cognitive perspective. Learning and Instruction, 20(4), 344-348. doi: 10.1016/j.learninstruc.2009.08.005 Koziol, S., Jr., Minnick, J. B., & Sherman, M. (1996). What student teaching evaluation instruments tell us about emphases in teacher education programs. Journal of Personnel Evaluation in Education, 10(1), 53-74. doi: 10.1007/bf00139469 Leite, L., Mendoza, J., & Borsese, A. (2007). Teachers’ and prospective teachers’ explanations of liquidstate phenomena: a comparative study involving three European countries. Journal of Research in Science Teaching, 44(2), 349-374. doi 10.1002/tea.20122 96 APRENDER A EXPLICAR CONCEPTOS CIENTÍFICOS EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE Leymonié-Sáenz, J. (2009). Aportes para la enseñanza de las ciencias naturales. Santiago, Chile: Unesco. Liu, N., & Carless, D. (2006). Peer feedback: the learning element of peer assessment. Teaching in Higher Education, 11(3), 279-290. doi: 10.1080/13562510600680582 Lu, H. (2010). Research on peer coaching in preservice teacher education – A review of literature. Teaching and Teacher Education, 26(4), 748-753. doi: 10.1016/j.tate.2009.10.015 Mohan, R. (2007). Innovative science teaching for physical science teachers (3a ed.). India: Prentice Hall. National Research Council (2000). Inquiry and the national education standards. Washington, DC: National Academy Press. OCDE (2009). PISA 2009 assessment framework. Key competencies in reading, mathematics and science. París: OECD Publishing. Ogborn, J., & Martins, I. (1996). Metaphorical understandings and scientific ideas. International Journal of Science Education, 18(6), 631-652. doi: 10.1080/0950069960180601 Patton, M. (2001). Qualitative evaluation and research methods. (3a ed.). Newbury Park, CA: Sage Publications. Preiss, D., Alegría, I., Espinoza, A. M., Núñez, M. y Ponce, L. (2012). ¿Cómo se enseña la ciencia en la escuela? Evidencia de un estudio audiovisual en aulas de escuelas públicas chilenas. Ponencia presentada en el Segundo Congreso Interdiscipinario de Investigación en Educación, Santiago, Chile. Ruiz-Primo, M. A., Li, M., Tsai, S.-P., & Schneider, J. (2010). Testing one premise of scientific inquiry in science classrooms: examining students’ scientific explanations and student learning. Journal of Research in Science Teaching, 47(5), 583-608. doi: 10.1002/tea.20356 Ryoo, K., & Linn, M. C. (2014). Designing guidance for interpreting dynamic visualizations: generating versus reading explanations. Journal of Research in Science Teaching, 51(2), 147-174. doi: 10.1002/ tea.21128 Sandoval, W. A., & Reiser, B. J. (2004). Explanation-driven inquiry: integrating conceptual and epistemic scaffolds for scientific inquiry. Science Education, 88(3), 345-372. doi: 10.1002/sce.10130 Shulman, L. S. (1986). Those who understand: knowledge growth in teaching. Educational Researcher, 15, 1-14. doi 10.3102/0013189X015002004 Sluijsmans, D., Brand-Gruwel, S., van Merriënboer, J. J. G., & Bastiaens, T. J. (2002). The training of peer assessment skills to promote the development of reflection skills in teacher education. Studies in Educational Evaluation, 29(1), 23-42. doi 10.1016/S0191-491X(03)90003-4 Sonmez, D., & Can, M. H. (2010). Preservice science teachers’ ability to identify good teaching practices. Procedia - Social and Behavioral Sciences, 2(2), 4120-4124. doi: 10.1016/j.sbspro.2010.03.650 Strijbos, J.-W., & Sluijsmans, D. (2010). Unravelling peer assessment: methodological, functional, and conceptual developments. Learning and Instruction, 20(4), 265-269. doi: 10.1016/j. learninstruc.2009.08.002 Thurlings, M., Vermeulen, M., Bastiaens, T., & Stijnen, S. (2013). Understanding feedback: a learning theory perspective. Educational Research Review, 9(1), 1-15. doi: 10.1016/j.edurev.2012.11.004 Topping, K. J. (2010). Peers as a source of formative assessment. En G. J. Cizek (Ed.), Handbook of formative assessment (pp. 61-74). Nueva York: Routledge. Treagust, D., & Harrison, A. (1999). The genesis of effective scientific explanations for the classroom. En J. Loughran (Ed.), Researching teaching: methodologies and practices for understanding pedagogy. Londres: Routledge. Welsh, S. (2002). Advice to a new science teacher: the importance of establishing a theme in teaching scientific explanations. Journal of Science Education and Technology, 11(1), 93-95. doi: 10.1023/a:1013903615912 Wragg, E., & Brown, G. A. (2001). Explaining in the secondary school. Londres: Routledge. Zangori, L., & Forbes, C. T. (2013). Preservice elementary teachers and explanation construction: knowledge-for-practice and knowledge-in-practice. Science Education, 97(2), 310-330. doi: 10.1002/ sce.21052 97