En mayo del pasado año, en nuestro I Ciclo de Cine y Danza, proyectamos, como se recordará, el largometraje (del asturiano Julio Arbesú) Bailandia, el cual se halla en la línea del denominado flower power y a su vez, por ello, dentro del asunto que yo llamo de las “coreografías sociales”. La conocida expresión latina “Ars Gratia Artis” adquiere así (lejos de ligerezas) un contenido social, en esta materia, casi siempre preterido. 9 de Mayo 20,00 h. IT’S GREAT TO BE YOUNG! Caso de la histórica West Side Story, ya que el “naufragio de la comedia musical”, nota el profesor catalán R. Gubern, “es una de las consecuencias de la crisis económica de Hollywood”, puesto que el “género se eclipsó, de hecho, hasta la irrupción sensacional de Amor sin barreras (West Side Story, 1961), proeza técnica de Robert Wise y Jerome Robbins, que trasponían a la pantalla un musical que había obtenido gran éxito en Broadway”, aunque “esta adaptación de Romeo y Julieta en clave de conflicto racial y ubicada en un bosque de rascacielos, permite también medir cuán lejos estamos de los viejos musicals... Ahora el musical cinematográfico ha entrado definitivamente en el sendero de la gran superproducción (supermusical) y el formato de 70 milímetros, a remolque de los triunfos de Broadway”, por lo que el “éxito de estos títulos promovió un cierto renacimiento del género... Género intermitente en nuestros días”... West Side Story aparece en el catálogo de la United Artists y sería distribuida ínter nos, por la empresa C. B. Films, con la condición de ¡La película de los 10 “Oscar”!: a la “mejor película”; a la “mejor dirección”, Robert Wise (1914-2005) y Jerome Robbins (1918-1998); al “mejor actor secundario” y a la “mejor actriz secundaria”; a la “mejor fotografía en color”; a los “mejores decorados en color”; al “mejor diseño de vestuario en color”; al “mejor montaje”; al “mejor sonido” y a la “mejor adaptación musical”. Un triunfo artístico espectacular que hubiera resultado aún mayor si se hubiera convertido en un Oscar otra de sus nominaciones (al “mejor guión adaptado”) para beneficio del eficaz y eficiente Ernest Lehman (1915-2005). El laureado Jerome Robbins (judío neoyorquino, al igual que Ernest Lehman) con una “incesante actividad” que lo “colocó a la vanguardia de la danza moderna”, con el “gran éxito mundial” de West Side Story en su poder, habría de acabar siendo considerado por los cronistas “como el coreógrafo más importante y personal de Norteamérica”, en aquel tiempo. Por su parte, el también premiado Robert Wise, un cineasta con trabajos “hábiles, brillantes, de estilo nervioso y a veces brutal, en los que desempeñan un papel esencial el empleo de las luces, la dirección de los actores y el montaje”, a juicio de la crítica especializada, junto a Jerome Robbins “dirigió, con brío e inteligencia, West Side Story, film que renovó la comedia musical americana y con el que obtuvo un rotundo éxito”, en 1961. Y eso que, al parecer, ambos profesionales habían sostenido bastantes diferencias de criterio a la hora de interpretar, en imágenes, los diversos movimientos de la música de West Side Story, firmada por el aplaudido compositor Leonard Bernstein (1918-1990). Año: 1956 Director: Cyril Frankel Reparto: John Mills, Cecil Parker, John Salew, Elizabeth Kentish, Mona Washbourne, Mary Merall, Derek Blombield, Jeremy Spenser, Dorothy Bromiley, Brian Smith Dingle es el profesor de la escuela secundaria más tolerante y querido. Cuando el autocrático nuevo director Frome comienza a imponer todo tipo de normas represivas, Dingle hace lo posible por defender a sus alumnos, pero sólo consigue que le despidan. Sus alumnos empiezan una cruzada para conseguir su readmisión y combatir la negativa del director de comprar los instrumentos que precisan para participar en el inminente festival musical. Hair, una obra teatral estrenada con éxito en el decenio de 1960, asimismo nos habla de un “amor sin barreras” en un “bosque de rascacielos”, mas reflejándose en ella la época del flower power y de la guerra de Vietnam, lo que equivale a decir “pasión” y “libertad”, deseos de vivir en paz y bellas canciones: Aquarius, Good Morning Starshine, Let the Sunshine in... 16 de Mayo 20,00 h. WEST SIDE STORY Milos Forman, empero, llegaría a confesar que ese “tono de tragicomedia que he tratado de recoger en mis películas ha existido siempre en la historia de la cultura de las naciones checoslovacas” naturalmente. Su versión de Hair, con todo, para mis ojos realizada muy al gusto de un público burgués, de ninguna manera se encuentra a la altura del original escénico, por desgracia. Respecto al “musical” en España, en el período 1967-1975, Augusto M. Torres habrá de escribir que “fracasan intentos hechos con menos habilidad, tanto en sus planteamientos como en su realización”, poniendo de ejemplo (cosa con la que no estoy de acuerdo, por supuesto) Un, dos, tres... al escondite inglés, del donostiarra Iván Zulueta (1943-2009). Para Manuel Palacio, un colega mío, en cambio (y voy con él en esto) “Zulueta expresó en su primera película una nueva sensibilidad contestataria en los antípodas de las líneas hegemónicas imperantes en el cine y en la sociedad española a finales de los sesenta. Un, dos, tres... al escondite inglés posee las suficientes novedades como para que coloquemos a la película en un lugar destacado y remarquemos que el carácter visionario de Zulueta no ha hecho más que acrecentarse con el paso del tiempo... 23 de Mayo 20,00 h. HAIR Las novedades formales que incorporan los llamados play backs de Un, dos, tres... al escondite inglés, tales como movimientos desordenados y posiciones inusuales de cámara, variaciones de iluminación y exposición en el mismo plano, uso de tele-objetivos para modificar la perspectiva, movimiento acelerado de imágenes, ritmo del montaje sobre pautas musicales, entre otros, están en el marco del proceso histórico de ver la música, y de ahí extraen su productividad constituyéndose en verdadero elemento básico y casi constituyente del ramal español de ese proceso. Además su novedoso abanico de recursos técnicos y de registros genéricos no se reduce a las partes estrictamente musicales de la película sino que se permeabilizan a otras muchas zonas del texto fílmico como aquella en la que se elabora una, también pionera en el cine español, representación visual de los estados alucinógenos de los personajes (encuentros de los jóvenes con Isberta y sobre todo estado de Tina después de las actuaciones de sus amigos para el proyecto de cabaret). La película Hair, registrada por la United Artists en 1979, figura en la filmografía norteamericana de Milos Forman, “valorado como una de las figuras del cine del Este y maestro de la nueva ola checa”, el cual “se exilió con motivo de la Primavera de Praga”, para “emigrar a los Estados Unidos”, rememora el catedrático José María Caparrós Lera, de la Universidad de Barcelona. Y es que, en “Checoslovaquia, la crisis política subsiguiente a la intervención en 1968 de las tropas del Pacto de Varsovia en el país afectó severamente al pujante desarrollo de aquella cinematografía y determinó el exilio a Estados Unidos de Milos Forman”, añade el precitado R. Gubern. Curiosamente, José María Caparrós Lera ha incluido a Milos Forman en su lista de los 100 grandes directores de cine a lo largo de la Historia, y ello, explica, a pesar de esta “fallida versión” de Hair, dado que el “universo creador de Milos Forman no se aparta de la perspectiva del hombre de hoy. Sencillo, bastante medido y con un elevado nivel intelectual, aborda la seria problemática del individuo en un determinado contexto social. Y a partir del detalle, de la anécdota más nimia y de unos personajes auténticos, construye la sátira social, no exenta de algunas concesiones eróticas y de hondo sentido del humor que le caracteriza como autor”, con un “estilo, a caballo entre el realismo documental y la fantasía irónica –casi siempre dentro de los esquemas convencionales de la comedia costumbrista–”, que “se fundamenta en una aguda observación de la sociedad, que ni su trabajo en USA ha podido variar... Asimismo, sobresale por el empleo cromático-expresivo del color”. Hoy, de una forma general, se acepta que los importantes hallazgos y aportaciones de Un, dos, tres... al escondite inglés deben ser copartícipes del programa televisivo Último grito (TVE, 1968-1970) y contextualizados en un marco en el que habría que integrar como referencias más inmediatas las dos películas que The Beatles rodaron con Richard Lester... Año: 1961 Directores: Robert Wise y Jerome Robbins Música: Leonard Bernstein Reparto: Natalie Wood, Richard Beymer, George Chakiris, Russ Tamblyn, Rita Moreno, Simon Oakland, Ned Glass, William Bramley, Truker Smith, Tony Mordente, David Winters, Eliot Feld, Bert Michaels, David Bean, Robert Banas Moderna versión de "Romeo y Julieta". En el West Side de Nueva York, un barrio marginal, se disputan la hegemonía dos bandas callejeras: los "sharks" son puertorriqueños, y los "jets", de ascendencia europea. El jefe de los primeros es Bernardo, que vive con su hermana María, la cual acaba de llegar a Nueva York. Una noche, en un baile, coinciden los dos grupos y se desencadena una violenta pelea. Tiene Un, dos, tres... al escondite inglés otra rara virtud. Trabaja con socarronería, y también aquí abre senderos hollados más tarde por otros cineastas, sobre los estereotipos de la incipiente sociedad de consumo española. En este sentido, el film se vertebra sobre la lógica de los medios (televisión, revistas de fans, cine, publicidad, tebeos, etc.) o sobre el kitsch que se genera a partir de ellos; pero, más importante, es capaz de implicar a esta lógica en su propio relato... Un, dos, tres... al escondite inglés surge de la propuesta que José Luis Borau realiza a Iván Zulueta en 1968 para que dirija una película barata y musical; el film sería el primero de la productora El Imán, centrada hasta ese momento en el rodaje de anuncios publicitarios. Iván Zulueta estaba trabajando entonces en Último grito, un programa de TVE considerado como de culto para los amantes de la incipiente cultura joven de finales de los años sesenta en el que también colaboraban la presentadora Judy Stephen, José María Íñigo y, algo más tarde, el director Antonio Drove. La película se realizó al margen del conocimiento administrativo del Ministerio de Información y Turismo (Dirección General de Cinematografía) en el otoño-invierno de 1968, ya que el guión, con el título de Superpoderes, no se presentó a censura hasta diciembre de ese año y la Dirección General no concedió el permiso de rodaje hasta el 28 de febrero de 1969. El 21 de marzo de ese mismo año la productora solicitó al Ministerio el cambio de título del film a favor del actual... Es probable que en su origen el objetivo de la productora fuese tener listo el film con anterioridad a la celebración en Madrid del festival de Eurovisión (abril de 1969); pero... la película no pudo presentarse hasta el mes de mayo de ese año en una sección del Festival de Cannes... Por último, la versión que hoy conocemos como única existente se estrena en marzo de 1970 cosechando un muy aceptable tratamiento de la crítica especializada o de diarios y un discreto éxito de público”. Año: 1979 Director: Milos Forman Música: Galt MacDermot Reparto: John Savage, Treat Williams, Beverly D’Angelo, Joe Morton, Annie Golden, Dorsey Wright, Don Dacus, Nicholas Ray, Twyla Tharp Claude Hooper Bukowsky es un campesino que llega a Nueva York para hacer la instrucción militar antes de ir a luchar en Vietnam. En la ciudad descubre un mundo nuevo: miles de jóvenes se oponen a la guerra y defienden el amor libre. Pronto será admitido en un grupo hippie. Adaptación del famoso musical de Broadway de 1968. Un, dos, tres... al escondite inglés, en resumidas cuentas, ofrece, empleando palabras de mi amigo Julio Arbesú, autor de Bailandia, una “historia de resistencia”. Y aquí se ha de tener presente que, tras la II Guerrra Mundial, en los países anglófonos, se venía desarrollando una nueva generación (de rebeldes, de “jóvenes airados”) que bailaba al compás del Rock and Roll: “baile moderno”, según un antiguo diccionario, que “hizo su aparición en Estados Unidos hacia el año 1956 y se extendió rápidamente por otros países. La música es amelódica y caracterizada por su rapidez y monotonía, y los bailarines efectúan movimientos ondulatorios y sincopados, sin sujeción a ninguna norma. El carácter instintivo de este baile ha dado motivo para ser calificado de desencadenamiento de la animalidad“ (The Pelvis, sin duda). 30 de Mayo 20,00 h. UN, DOS, TRES... AL ESCONDITE INGLÉS El primer film de este programa, precisamente, data de 1956: It´s Great to Be Young!, en castellano, “¡Es grande ser joven!”, una producción británica en favor del nada improvisado Jazz de aquellas islas y de una educación necesaria, con miras al futuro, llena de generosidad. “No hay que conformarse”, evidentemente. Juan Bonifacio Lorenzo Benavente, Director de la Filmoteca de Asturias Un grupo de jóvenes músicos hará lo imposible para boicotear una canción que no les gusta nada, y que va a representar a España en un famoso festival de música. Una insólita cinta del singular Zulueta en la que, tras el éxito de Massiel en el Festival de Eurovisión, se parodia este tipo de concursos con una delirante historia rodada sin guión y con la actuación de varios grupos punteros de la época. D.L.: AS 1277-2016 R. Gubern apostilla, por su lado, que Lindsay Anderson, uno de los “hastiados del principio de autoridad indiscutido e indiscutible”, a la sazón, “con claridad meridiana”, se “convierte en el ruidoso portavoz de la nueva generación” formada por “gentes insatisfechas de la sociedad en que viven, de su conformismo moral que encubre la más tremenda hipocresía... El Free Cinema nace pues en el mismo año en que los aviones británicos bombardean el territorio egipcio con motivo de la crisis de Suez”, en 1956. Doce lustros “nos contemplan”, en consecuencia, por ahora. Año: 1969 Director: Iván Zulueta Música: Antonio Pérez Olea, Carmen Santonja, Gloria Van Aerssen Reparto: José Luis Borau, Antonio Drove, Carlos Garrido, María Isbert, Mercedes Juste, Ramón Pons, Patty Shepard, Judy Stephen, Tina Sáinz, José María Íñigo Funciones a las 20.00 horas Entrada libre hasta completar aforo Una vez iniciada la proyección, no se permitirá el acceso a la sala Diseño e impresión A propósito de ello, José María Caparrós Lera apunta que Lindsay Anderson (19231994) en 1956, “con la publicación del artículo Stant up, Stand up, ataca al cine conformista abogando por un cine libre y de ahí el nombre de Free Cinema dado después a este movimiento inglés... Lindsay Anderson está considerado como un polemista, ideológicamente radical”, y “se identifica plenamente con la declaración de los angry young men (jóvenes airados) en un Manifiesto que le haría célebre: Por su propia naturaleza –concluye su texto, editado en 1958–, el artista estará siempre en conflicto con el hipócrita, el mezquino, el reaccionario, y siempre habrá alguien que no comprenda la importancia de lo que está haciendo; siempre deberá luchar en nombre de sus opiniones. Pero la única cosa cierta es que el futuro está de parte de los valores humanos y de su concreta aplicación en nuestra sociedad. Todo lo que debemos hacer es creer en estos valores”. TEATRO FILARMÓNICA 20,00 h.