LA FARMACOPEA Y EL MÉDICO: EL USO DE REMEDIOS

Anuncio
LA FARMACOPEA
Y EL MÉDICO:
EL USO DE
REMEDIOS
ANTISIFILfTICOS+
Por el Dr. H. N. COLE
Departamento de Dermatologáa y SijilologZa, Facultad de Medicina de la
Universidad “Western Reserve,” Cleveland
Tenemos en la síIilis un microbio activo y móvil que requiere humedad
y tejido para su reproducción y vitalidad, siendo bien sabido que el
S~k~h&z
paZZida muere dentro de media hora si se deja sobre una
superficie seca, como por ejemplo, un portaobjetos.
Por otro lado, si
llega,a penetrar en la piel de cualquier parte del organismo, bien sea
por erosión, herida o grieta, con toda probabilidad producirá una
infección.
No existe seguridad absoluta de esto, pues es posible que
ciertos individuos posean alguna resistencia a la enfermedad, quizás
suficiente por lo menos para resistir un contagio único. Si el microbio
llega a penetrar en la piel y se reproduce, su difusión es probablemente
muy rápida. Podemos recordar la época cuando se consideraba buena
terapéutica excindir el chancro, mientras que hoy día opínase que el
germen se propaga a los ganglios y conductos linfáticos dentro de pocas
horas, y tal vez se encontrarán algunos espiroquetos en la sangre cardíaca
en cosa de uno o varios días a lo más. Por fin, los microbios que se
reproducen en el sitio en que penetran en la piel, provocan una inmunirreacción del huésped que consiste en un infiltrado sérico compuesto de
elementos mononucleares y fibroblastos, el cual suele denominarse
chancro o lesión primaria.
Los microbios que se reproducen y difunden por las cadenas de
ganglios linfáticos desarrollan un característico tipo de ganglio hipertrofiado bien delineado, indurado e indoloro, rodeado de pequeños
ganglios satélites. Los ganglios siiilíticos no se juntan.
Son bastante
movibles, y a menos que haya infección secundaria, no se desintegran.
Por medio del sistema linfático y el torrente sanguíneo se difunde aun
más la infección a otras partes del organismo, en particular los elementos ectodérmicos, resultando por fin otra inmunirreacción de parte
del huésped, que tiene lugar de 8 a 12 semanas después de la infección,
y lleva el nombre de fase secundaria o eruptiva.
Apareciendo primero
en la mucosa y después en la piel, se observa también en las paredes de
la vejiga y en las superficies viscosas, y en las meninges. La erupción
puede ser profusa o escasa, y hay todavía diversidad de criterio con
respecto a la relación que existe entre la diiusión de la erupción y la
intensidad de la enfermedad.
Obsérvase también una infección denominada asintomática en que pueden faltar la lesión primaria y las altera* Tomado del Jour. Am. Med. Aasn., dbre. 20, 1936, P. 2123.
128
[Febrero 19391
ANTISIFILfTICOS
129
ciones secundarias, o presentar forma tan evanescente que el enfermo
viene a darse cuenta por primera vez de una infección sifilítica antigua
al confrontarlo
una Wassermann sanguínea positiva, tabes dorsal,
aneurisma, o ulceración devastadora y misteriosa de la piel. Tarde o
temprano las manifestaciones secundarias de la infección tienden a
desaparecer gradualmente como resultado del tratamiento o a medida
que aumentan los inmunicuerpos
en el huésped. La enfermedad
después manihesta una que otra recurrencia, y poco a poco pasa a otra
fase de latencia, aunque el examen ffsico quisas no revele síntomas de
sífilis, y tan sólo pueda diagnosticarse ésta por los antecedentes y el
examen serológico. Este período de latencia peligrosa puede durar
hasta años, y es la fase en que los microbios depositados en los ganglios
linfáticos y en los tejidos provocan alteraciones fibróticas crónicas
acompañadas de endarteritis, culminando al f7.n en aortitis franca,
meningoarteritis,
hepatitis, o goma de la piel o los huesos. Algunas
de esas alteraciones pueden manifestarse tras una causa excitante, por
ejemplo traumatismo.
En cuanto a la aortitis, puede desempeñar su
papel la raza, por ejemplo la negra. Para otras alteraciones puede que
no haya explicación alguna. Cierto es que el proceso en el sistema
nervioso central, a saber, tabes o demencia paralítica, o aortitis insidiosa,
tiene su origen en la fase temprana de la enfermedad al depositarse el
microbio en los vasa vasorum. La sí&
del sistema nervioso central
no es un proceso que “caiga de los cielos” a los 10 ó 15 años de la infección. El sifilítico que ha recibido poco o ningún tratamiento puede
haber manifestado una meningitis basilar secundaria a una infección
de los vasa vasorum, o en esta forma pueden haberse cimentado la
futura tabes o demencia paralítica.
Ademas, la insuficiencia aórtica
o el aneurisma son compañeros tempranos más bien que tardíos de una
sf$l+s que ha recibido tratamiento nulo o poco, permitiendo así que
sobrevengan alteraciones específicas en los vasa vaserum, que al fmal
debilitan las paredes de los vasos, produciendo calcificación y retracción de las hojillas de la aorta.
Responsabilidad para con el público en la sífilis.--Ante
un caso de
sffilis en la fase ‘temprana, existe una gran responsabilidad de parte
del medico para con la salud pública.
Deben examinarse repetidamente todos los contactos en el hogar, en particular si se trata de un
enfermo casado. Es más, aun en nuestros días acaso sea necesario
examinar el medio donde trabaja el enfermo. Recientemente fuf consultado por un hombre con un chancro del labio, y mucho me sorprendió
descubrir que en la fábrica donde trabajaba usaban un vaso en mancomti para beber, trabajando allí varios centenares de hombres. En
todo caso de sffilis temprana el médico debe comprobar cuidadosamente todos los contactos, pues esto puede prevenir numerosos contagios de personas inocentes. Ante una enfermedad prevenible como es
130
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
[Febrero
la sífilis, la profesión médica no hace suficientes gestiones para diagnosticarla, descubrirla en sus tareas diarias, y tratarla adecuadamente
en sus varias manifestaciones.
LCuántos médicos se preocupan de
hacer Wassermanns sistemáticas en sus enfermos? Y sin embargo,
muchos sfntomas o manifestaciones inexplicables serían puestos en
claro por este sencillo procedimiento.
Cierto es que un 30% de todos
los casos de sífilis son latentes, y sólo pueden descubrirse mediante el
interrogatorio
cuidadoso y una serorreacción positiva, mas este 3075
de enfermos son los que pueden, hasta cierto punto, ser los difusores
de nuevas infecciones al presentar recidivas o servir de trasmisores de
la enfermedad a la próxima generación mediante el embarazo. También en cierto número de ellos quizas se halle en evolución una aortitis
De 25 a 30% de los asilados padecen de sffilis
o demencia paralítica.
mal o jamás tratada.
En un reciente estudio de la sífilis cardiovascular,
el Grupo Cooperativo Clínico1 descubrió que 69% de los enfermos
jamás habfan recibido tratamiento antisifilítico.
Esto debe sugerir a
los médicos la necesidad de practicar exámenes más detenidos de los
Descubierta la sffilis,
enfermos, incluso la Wassermann sistemática.
su tratamiento adecuado es importanti’simo.
Sin duda alguna ante
esta situación el medico hallase frente al tribunal de la opinión pública,
y si no la atiende debidamente, el Estado tomará cartas en el asunto,
y se hara cargo por completo de la campaña contra el mal.
Resultados obteuidos con drogas antisifilíticas.-Al
considerar una
droga como digna de ensayo en el tratamiento de la sífilis, hay que
tener presentes varios puntos:
(1) La droga debe ser bastante económica para hallarse al alcance de todos.
(2) Debe ser lo más simple posible, de manera que no requiera una técnica
Debido a este reparo es que nuestro
demasiado compleja para administrarla.
remedio antisifilftico m&s potente, o sea la arsfenamina, rara vez es usada fuera
de las clfnicas antisifilfticas y hospitales. La neoarsfenamina es más facil de
administrar.
(3) El remedio no debe provocar síntomas molestos, tales como dolor, nauseas,
emesis y cefalalgia, ni tampoco secuelas orgánicas graves.
(4) Su acción debe ser relativamente rápida para aliviar los síntomas agudos
de la affilis; de manera que un remedio que exija mas de unos cuantos días para
destruir los espiroquetos y las papulas húmedas de los labios no es bastante
potente.
(5) La droga antisifilftioa ideal es la preparación que con una dosis destruya
todos los microbios en el cuerpo, sin causar daño al huésped. Esta fue la idea
de Ehrlich al anunciar el compuesto fruto de 606 ensayos. Por desgracia no
cumplió ese requisito, de manera que hoy dfa nos vemos obligados a atenernos a
las drogas que más se aproximan a ese resultado sin producir reacción demasiado
grave en el huésped. La experiencia ha demostrado que los tres metales pesados
en forma de sus sales apropiadas, o sean arsénico, bismuto y mercurio, son los
Se ha determinado la eficacia de las sales
que mejor llenan esos requisitos.
1 Cole, H. N.; Usilton, Lids J.: y otros: Deliberaciones
Budapest, Pukia, 1936, p. 430.
del XI Congreso Dermatolbgico
Internacional,
19391
ANTISIFILfTICOS
131
meMicas respectivas mediante un estudio de la rapidez con que desaparece el
Spirochaeta pallida, de los chancros producidos por la inoculación en el testfculo
del conejo.
También se ha investigado la rapidez con que desaparecen los tripanosomas de los ratones y ratas infectados.
Tratándose de los arsenicales, su actividad tripanocida corresponde bastante a la treponemkida,
pero infortunadamente,
no reza lo mismo con los bismúticos.
Como razón defkritiva del efecto de una droga contra los espiroquetos,
se emplea la denominada razón terapéutica-la
dosis máxima tolerable
sobre la dosis míniia
eficaz. Ha sido posible determinar la razón
terapéutica mediante estudios microscópicos de la rapidez con que
desaparecen los espiroquetos, tras el tratamiento con metales pesados,
de los chancros producidos por inoculación en el testfculo del conejo,
y mediante las siembras del material testicular infectado en otros testículos de conejos. Calculada en esa forma, la razón de la arsfenamina
es de 2O:l a 3O:l.
Es cierto que no debe incurrirse en el error de establecer una comparación demasiado completa entre la sfhlis cunicular y la humana. Si
bien es sabido que la primera puede erradicarse del huésped, tratándose
de la variedad humana no resulta tan facil la cosa. La razón quimioterápica para las preparaciones bismúticas potentes es alrededor de 50 : 1
o más cuando se administra la droga por vía intramuscular.
La toxicidad del bismuto es 10 veces mayor si se administra intravenosamente,
de modo que jamas debe utilizarse esa vía. Tratándose del mercurio,
la razón quimioterápica es sólo 1: 1 6 1: 2. Puede verse, pues, por qué
la terapéutica antisitiftica
se ha orientado más bien hacia los arsenicales y bismúticos.
Acción a.ntisiIXtica de los metales pesados.-No
es el propósito de
este breve artfculo discutir el modo de acción de los metales contra la
sfhlis, vistos los extensos estudios que han aparecido en varias publicaciones de este país y del extranjero.
Se sabe que una sal de mercurio
friccionada en un chancro repleto de espiroquetos los hace desaparecer.
Sm embargo, la dosis de mercurio in vitro smkiente para destruir los
microbios, si se usara in vivo, matarfa también al huésped. Es probable
que la acción de todos estos tres metales sea especifica en parte, pero
tambien ejerce cierto efecto sobre las células orgánicas que les permite
a su vez vencer al espiroqueto.
Probablemente cuando se inyectan
arsfenaminas, transfórmanse en el organismo en una forma más potente,
el arsenóxido, antes de ejercer su efecto, y Levaditi opina que los jugos
de los tejidos convierten a las sales bismúticas en un compuesto mucho
más activo que denomina “bismoxil.”
Técnica de preferencia en el tratamiento antisifilítico.-Fournier
(padre) fu6 considerado como uno de los más famosos sifdólogos de su
época, y no cabe duda de que ayudó mucho a difundir los conocimientos
132
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
IFebrero
de la sífilis. Es más, fu6 él uno de los primeros partidarios de la teorfa
de que la tabes dorsal era de origen sifilítico, y esto mucho antes de
descubrirse el microbio específico.
Sin embargo, el tratamiento intermitente de la sí%s que él administro y patrocinó con tanto entusiasmo, obstruyó por muchos años el
Realmente aun hoy dfa, y como
progreso de la terapéutica sifilítica.
resultado de su escuela, algunos médicos muy diestros todavía emplean
el método intermitente
en el tratamiento
de esta enfermedad.
La
teoría de Fournier era que al usar mercurio el medico empleaba un
remedio potente, tóxico para el hfgado, los huesos y el aparato gastrointestinal, pero en especial para los riñones. Por consiguiente, el
enfermo en tratamiento debería tomar mercuriales por algún tiempo,
alternando las series con períodos de reposo intencional.
Esa forma
de tratamiento proseguía por tres a cuatro años, aumentando gradualmente los períodos de reposo, y disminuyendo las series de tratamiento.
Desde luego, es cierto también que Fournier no contaba con los otros
metales pesados más potentes, o sean el bismuto y el arsénico, para
ayudarlo en su tarea.
Corresponde a Almkvist en Europa, y casi simultáneamente a Keidel
y Moore en este pafs, la gloria de haber llamado la atención hacia las
desventajas que entraña el tratamiento intermitente de la síí?lis. Si
fuera posible administrar a los sifillticos dosis suficientes de arsfenamina y otros metales pesados para curarlos con una serie, tal vez no se
Sin embargo, hay
necesitara un esquema de tratamiento antisifilftico.
que reconocer que en la sífilis se trata de una infección crónica producida
por un microbio que con nuestros remedios de hoy día, desaparece poco
Es más,
a poco de los ganglios linfáticos, la piel y tejidos profundos.
algunos médicos como el finado Warthin, han opinado que jamás
desaparece del todo, y que la enfermedad se halla puramente “estacionada.”
De todas maneras, puede verse que en una situación comparable, no sería teóricamente discreto administrar al enfermo una
terapéutica intermitente.
Admitiendo que los microbios fuesen agobiados por los arsenicales, el bismuto y hasta el mercurio, Cno parecería
lógico que, si se concedieran reposos intencionales en el tratamiento,
durante estos perfodos, eliminado el efecto de los medicamentos,
comenzaran de nuevo los microbios viables a reproducirse?
No sólo
parece eso teóricamente lógico, sino que en la práctica los trabajos de
Moore y del Grupo Clínico Cooperativo parecen indicar que se trata
de una probabilidad real y efectiva, y un reciente informe de Stokes
en que compara las investigaciones de la Sociedad de las Naciones con
los resultados obtenidos por el Grupo Clínico Cooperativo, con el
sistema continuo de tratamiento de la sífilis, en contraposición a la
forma intermitente utilizada en algunas de las grandes clfnicas europeas,
resulta muy favorable al tratamiento continuo.
En vez de permitir al enfermo períodos de reposo intencionales
19391
ANTISIFILfTICOS
133
después de recibir una serie de arsfenamina o de preparaciones bismríticas o mercuriales, se alterna el tratamiento.
Tal vez el enfermo con
sífXs temprana reciba una serie de inyecciones de arsenicales seguida
inmediatamente
de otra de inyecciones intramusculares
de un bismútico.
Esta a su vez va seguida de otra serie arsenical. Alternando
las drogas de esta manera, se mantiene un ataque continuo contra la
enfermedad con una forma u otra de terapéutica antisif?lftica.
Otro argumento de suma importancia en favor del tratamiento continuo es el problema de las recidivas en la sífilis. En los estudios del
Grupo Clínico Cooperativo2 se descubrió que las recidivas suelen tener
lugar tempranamente.
En los informes estudiados por el Grupo, un
25y0 de las recidivas tuvieron lugar en los primeros seis meses consecutivos a la infección, y al finalizar el segundo año ya habfan tenido lugar
85%. El tiempo medio en que se produjeron las recidivas fu6 de 18
meses después de la infección, y generalmente al cabo de nueve meses
del último tratamiento.
En otras palabras, el médico que trata una
sffilis temprana debe observar cuidadosamente al enfermo durante los
primeros dos años de la enfermedad, puesto que éste es el período
crítico para la aparición de las recidivas.
Ese ha sido el gran terror
que no sólo ha asediado al médico general, sino también al Slólogo en
el tratamiento
de la sífilis. El enfermo de stilis temprana recibe
terapéutica antisifZtica,
sigue bien por algrín tiempo, y de repente al
regresar de su período de reposo intencional, se descubre que la Wassermann se ha vuelto positiva de nuevo, o que el sujeto ha vuelto a experimentar cefaleas intensas, y al hacer la punción lumbar se descubre
meningitis sifilftica.
Acaso hasta regrese con una lesibn mucho más
peligrosa para el público y para la familia-la
recidiva infecciosa en
forma de papula húmeda en el labio, o con condilomas planos de los
genitales o del recto. El Grupo Cooperativo Clfnico descubrió que
las recidivas de todo género, incluso la Wassermann positiva, eran mucho
menores si se había empleado el tratamiento continuo: 13% comparado
con 21% para el tratamiento intermitente.
Es mas, si se empleaba un
tratamiento irregular y sin sistema, el porcentaje aumentaba a 45.
Por fin, si se empleaba una terapéutica intensa, consistente en tres o
cuatro dosis máximas de arsfenamina seguidas de una serie de inyecciones de metales pesados y periodos de reposo intencional, el porcentaje de recidivas era también alto, o sea 41.
Puede contemplarse todavía desde otro punto de vista la inconveniencia del tratamiento intermitente con períodos de reposo. En la
fase tempranfsima del chancro sii?lítico, o sea a 10s 10 ó 20 días o mas,
la sangre del enfermo no es positiva a Ia Wassermann.
En lenguaje
serológico ésta es la fase seronegativa de la enfermedad, y también la
época más favorable para instituir tratamiento, haciendo el diagnóstico
* Stokes, J. E., y otros: Compt. Rmd. Séames, VIU: Cong. Int, Derm. et Syph.,
p. 768.
Copenhague, 1930,
134
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
IFebrero
en la lesi6n primaria por medio de la ultramicroscopia o el examen de
los frotes preparados con suero del chancro y debidamente teñidos con
los colorantes de Wright, Giemsa o Fontana.
Una vez formados
suficientes anticuerpos en el torrente sanguíneo, la Wassermann vira
de negativa a positiva, y esto suele tener lugar dentro de los 15 a los
30 días subsiguientes a la infección primitiva, dependiendo de varias
circunstancias.
Tenemos entonces la fase seropositiva de la enfermeSi no se
dad, que en realidad varía muy poco de la sífilis secundaria.
administra tratamiento, esta reacción positiva contintia en la sangre
por varios años, al cabo de los cuales en cierto número de casos puede
Ciertas fases de la
producirse poco a poco una Wassermann negativa.
sifilis tardía son más susceptibles que otras de revelar Wassermanns
positivas, como por ejemplo, la demencia paralitica, en que se obtienen
Por otra parte en la tabes, y especialalrededor de 90% de positivas.
mente si hay articulaciones de Charcot, las negativas pueden alcanzar
hasta 30 a 409& Infortunadamente,
es cierto que para demasiados
médicos la Wassermann es el sine qua non, y que está indicado trataAun cuando esto
miento en tanto que la reacción continúe positiva.
resulta erróneo muchas veces, según observara el Grupo Clfnico Cooperativo las positivas persistentes que no cambian a negativas, fueron
mucho mas frecuentes cuando se empleó el tratamiento intermitente.
En efecto, un 82% de las reacciones se negativaron con el tratamiento
continuo, en comparación con 37yo con el intermitente, acompañado
Con el tratamiento irregular y sin
de pedodos de reposo intencional.
sistema que muchas veces el enfermo obtiene por sí propio, hubo solamente 5yo de negativación de la Wassermann.
No cabe duda de que
la mayorfa de las Wassermanns sanguineas positivas persistentes en la
sífilis temprana pueden imputarse a los períodos de reposo intencional
durante el tratamiento,
dando oportunidad a los espiroquetos para
reproducirse de nuevo en el organismo, y establecer nuevos focos.
El general que libra una campaña vigorosa contra el enemigo no le
permite descanso ni tregua, y la misma polftica se impone cuando el
médico se toma la gran responsabilidad que entraña el tratamiento
de un caso de sífilis temprana, pues si no se logra la victoria en los dos
primeros años, resultará una campaña prolongada.
Tampoco cabe
duda de que los períodos de reposo permiten la incipiencia de la sífìlis
cardiovascular,
la invasión del sistema nervioso central y estados
semejantes.
La intensidad del tratamiento administrado también ejerce un gran
En el material del Grupo Cooperativo
influjo sobre el factor recidiva.
Clfnico, de los enfermos que recibieron 20 tratamientos arsenicales o
mas, alternados con un metal pesado, sólo 12% experimentaron una
recidiva infecciosa, comparado con 64yo entre los que sólo recibieron
de una a cuatro inyecciones de un arsenical, alternadas con un metal
19391
ANTISIFILfTICOS
135
pesado, en tanto que cuando se administraron de cinco a nueve tratamientos, hubo siete veces menos recidivas.
Tratándose de la síí&
del sistema nervioso central, hubo tres veces más recurrencias si se
hablan administrado menos de 20 inyecciones de un arsenical alternado
con un metal pesado, que cuando se habían administrado más de 20.
Es más, de un analisis de las recidivas observadas en el material del
Grupo, fué posible deducir que un tratamiento adecuado consistente
por 10 menos en 20 a 30 inyecciones de un arsenical, alternado con un
metal pesado en un caso de sífilis temprana, ofrecía las mayores probabilidades de sostener la inmunorresistencia
del enfermo.
Reacciones generales producidas por las drogas antisiHíticas.Antes de entrar a discutir las bases del tratamiento de varias fases de
la sífilis, valdría la pena decir algo acerca de las reacciones generales
que han producido las drogas utilizadas, lo cual reviste tanta mas
importancia cuando se trata de seguir un tratamiento más o menos
metódico, en particular en la sífilis temprana.
El mercurio se utiliza menos cada día, de manera que sólo hay que
recomendar una vigilancia cuidadosa de los riñones en todo enfermo
que reciba preparaciones mercuriales.
El enfermo, desde luego, se
dara cuenta de cualquiera reacción gastrointestinal en forma de diarrea
o melena, y por fortuna, hoy &a son muy raros los casos de estomatitis
mercurial grave acompañados de ulceración.
Con los bismúticos y los arsenicales no es probable que los riñones
se afecten. Sin embargo, lo indicado para todo enfermo que reciba
tratamiento con un metal pesado, es el examen de la orina en busca
de albúmina y eritrocitos en cada visita al médico.
En cada visita hay que interrogar al enfermo que recibe tratamiento
con un metal pesado en cuanto a cualquier acontecimiento extraño
que hubiese observado después de recibir el último tratamiento.
Las
reacciones gastrointestinales, prurito de la piel, ulceraciones en la boca,
cefalalgia y visión empañada, son todos síntomas que pueden ser
significativos.
Las reacciones gastrointestinales
suelen producirIas
los arsenicales, y si persisten tras las inyecciones subsecuentes, a pesar
de mantenerse en ayunas, acaso sea necesario cambiar la droga. De
vez en cuando una tableta de sulfato de atropina (0.0006 gm) media
hora antes de la inyección, puede evitar las reacciones; o si el enfermo
mani6esta una reacción nitritoidea aI tiempo de administrar el arsenical,
resulta muy útil una inyección de 0.3 a 0.5 CCde epinefrina en solución
al 1: 1000 por vía intramuscrdar.
El prurito cutáneo o cualquiera otra
cutirreacción consecutiva al bismuto, pero en especial a la arsénicoterapia, debe servir de señal para ejecutar un cuidadoso estudio en
busca de la causa. En la terapéutica antisifilítica, el mejor tratamiento
Despues
de las reacciones a los metales pesados consiste en la profilaxia.
del bismuto obsérvanse ribetes azules en las encías, y en los casos avan-
136
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
[Febrero
zados hasta ulceraciones.
Después de las inyecciones de bismuto se
observan de cuando en cuando cefalalgia grave y accesos “griposos”
confusos, si bien raras veces son reconocidos como tales. El empañamiento visual puede observarse después del tratamiento de la sífilis
del sistema nervioso central con triparsamida, y ningún enfermo debe
recibir esta droga sino después de comprobarle cuidadosamente los
campos visual y crom4tico.
La contracción de los campos constituye
probablemente una contraindicación
de esta forma de tratamiento,
y debe suspenderse por el momento el tratamiento de todo enfermo
que se queje de trastornos visuales después de recibir triparsamida.
Para las reacciones cutáneas graves consecutivas a los arsenicales, en
vez de remedios estimulantes son preferibles los emolientes, como
por ejemplo :
Ungi2entode agua de msa
gmooc
I$ Ungüento de agua de rosa..
.
M. R6tulo: Aplíquese localmente segdn 88 necesite.
100.0
Emoliente
gmocc
I$ Acido bórico .
5.0
Petrolato..
.
.
.
.
Grasa de lana..
ãã 0.8. para obtener 100 .O
Esencia de espliego..
..<
..<..
.<. C.S.
M. Rótulo: Aplíquese localmente seg&n se necesite.
Para ese estado algunos enfermos prefieren simplemente el aceite de
oliva. A veces, cuando existe prurito, la loción siguiente resultará
útil, añadiendo el mercurio para prevenir la foliculitis.
Loción
de nitrato
fenihm¿rico
y
de ácido tdnico
gmocc
F+ Nitrato fenilmerodrico..
0.018
. . . . . . . . . . . . . <......<<....<.
Glicerito de ficido t&nico.
. .
.
.
45 .O
Agua de hamamelii..
..
.
. .
0.B. para obtener 180.0
M. Rótulo: Apüquese localmente según m necesite.
Algunos enfermos con dermatitis exfoliativa infecciosa generalizada
experimentarán
mucho alivio aplicándose baños calientes de permanganato de potasio en dilución al 1: 5000.
Muchas veces algunos enfermos que padecen del estado anterior en
forma crónica, pueden experimentar mejoría con solución de higado,
bien sea por vía bucal a dosis de una cucharadita tres veces al día, en
jugo de naranja, o solución de hígado purificada por vía intramuscular
a dosis de 2 CCcada dos o tres días.
Por fortuna, muy rara vez el médico se encuentra frente a una
encefalitis hemorrágica producida por un arsenical. Esta suele presentarse después de sólo dos o tres inyecciones, y se inicia con fiebre alta,
cefalalgia, contracciones musculares y convulsiones.
Debe practicarse
en seguida la punción lumbar para aliviar la presión, y la flebotomía
Deben administrarse
en el acto inyecciones
puede resultar útil.
19391
ANTISIFILfTICOS
137
intravenosas de 1 gm de tiosulfato de sodio, una o dos veces al día,
por espacio de unos cuantos dfas, si es que el enfermo sobrevive ese
tiempo. He visto a un enfermo ya inconsciente y con convulsiones
debidas a este estado, recobrar el conocimiento tras la administración
lenta de 500 CC de suero dextrosado al 5% por hipodermoclisis, que
puede repetirse dentro de tres horas.
Las reacciones hemorrágicas consecutivas a los metales pesados deben
servir de señal para suspenderlos en el acto, y acaso para siempre.
Parece que son más frecuentes despu& de administrar sulfarsfenamina,
y eso a tal punto que muchos sillIólogos han descartado esa sustancia
del todo. Se han observado hemodiscrasias después de la terapéutica
con compuestos de bismuto y de arsénico, y tal vez debería practicarse
un cuento leucocitario corriente, y el recuento diferencial y de las
plaquetas cada dos meses en todo enfermo que reciba tratamiento
antisifilítico, y en la práctica hospitalaria esto debe ser factible cada mes.
La primera indicación de una granulocitopenia
quizás sea la ulceración aguda y profunda en la garganta.
En ese caso está indicada Ia
transfusión, y puede ensayarse el pentanucleótido-(Remedios
Nuevos
No Oficiales), inyectando el contenido de un frasquito de 10 CCpor vfa
intraglútea dos veces al día, hasta que la fórmula Ieucocitaria acuse
aumento definitivo, y después una vez diaria, hasta que la fórmula se
mantenga normal por lo menos durante tres días. También debe utilizarse tiosulfato de sodio todos los días, a dosis de 1 gm por vía intramuscular, más tres dosis de 1 gm por vía bucal en cápsulas queratinizadas.
Muy perturbadora es la aparición de ictericia en el transcurso de la
teraphutica arsenical. Si bien la hepatitis sifilítica es rara, puede
presentarse en particular en un enfermo que ha recibido tratamiento
irregular o que ha tenido períodos de descanso intencional.
A veces
se hace diffcil diferenciar una ictericia catarral, de una tipo arsenical.
Tal vez deban suspenderse por el momento los arsenicales en todo
enfermo con ictericia, y si al fin se diagnostica un proceso arsenical, el
enfermo debe recibir bismuto y compuestos mercuriales de ahí en adelante. En esos casos están indicados el r&imen dietético, la eliminación,
y el tiosulfato de sodio, y puede ser también ÚtiI el suero dextrosado al
5% por hipodermoclisis.
Aun cuando no me hallo del todo convencido,
recomendaría en un caso grave el ensayo de decolina sódica (Remedios
Nuevos No Oficiales), 5 ó 10 CC de la solución al ZO$Zo,por vía intravenosa. En los dos días siguientes pueden administrarse una segunda
y tercera inyección de 10 CC,seguidas de 0.25 a 0.5 gm de decolina por vfa
bucal, dos o tres veces al dfa, después de las comidas, por un periodo
de varias semanas.
El medico que trata a un sifilítico debe estar siempre a Ia mira de todo
sfntoma insólito o inesperado, para suspender el tratamiento’ hasta
tanto se determine la causa. Nada hay más imperdonable que un caso
138
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
[Febrero
grave de dermatitis exfoliativa
generalizada en que el médico ha
administrado otra dosis de arsenical después de haber aparecido la
erupción indicativa.
Profilaxia, o sea prevención, he ahí la clave de la
terapéutica antisifilítica con metales pesados.
Tratamiento de la sífilis seronegativa, seropositiva, y secundaria.Desde luego, hay que reconocer que al tratar de establecer un esquema
para el tratamiento de la sífilis temprana, habra sus excepciones. Un
esquema de ese género tiene por fin facilitar el tratamiento ideal a la Iuz
de 10s conocimientos de hoy día. Muchas veces no puede administrarse este tratamiento, pues quizrás el enfermo sea susceptible a 10s
arsenicales, o tal vez presente síntomas de nefritis después de utilizar
10s otros metales pesados, y acaso también sea uno de esos individuos
que experimentan cefalalgia grave consecutiva al uso de 10s bismúticos.
Esas excepciones son de esperar en el tratamiento corriente.
Tambien hay que considerar el tipo de arsenical que ha de utilizarse.
No cabe duda de que la arsfenamina es algo más potente que la neoarsfenamina, pero es de dudar que los médicos en general utilicen la primera
en su clientela, en virtud de su mayor potencia, pues requiere más
manipulación, y también el uso de hidrato de sodio normal, en cantidad
de 0.85 CCpor cada 0.1 gm de la droga. No se dispone siempre de esta
Por consisolución, y si se tiene en existencia, puede deteriorarse.
guiente, los médicos en general prefieren neoarsfenamina, que se conserva
Lo mejor es espolvorear
de preferencia a obscuras en la refrigeradora.
la dosis que se desee sobre la superficie de 8 a 10 CCde agua destilada
esterilizada fría, disolviéndola luego por rotación suave del recipiente.
La dosis se inyecta con suma lentitud por vía intravenosa con una jeringa
de vidrio de 10 CC,debiendo tomar por lo menos un minuto de tiempo.
Hay muchas menos reacciones cuando se inyecta la droga con lentitud.
En la prá,ctica hospitalaria y en los consultorios grandes bien instalados
pueden preferir la arsfenamina, pues pueden preparar suficiente droga
de una vez para varios enfermos. L a ad ministración es por gravedad a
una dilución de 10 a 20 CC de agua para cada 0.1 gm. La inyección
intravenosa debe practicarse lentamente.
Stokes ha hecho hincapié
en las reacciones debidas a “tubos de goma.”
Otro arsenical de uso bastante extenso y que ha sido aceptado por el
Consejo de Farmacia y Química es el mafarsén. Adminístrase por vfa
intravenosa, y se distingue porque no provoca reacciones aparte de las
gastrointestinales.
Utilízase a dosis de 0.03 a 0.06 gm, y después
de diluirlo en 5 a 10 CCde agua destilada se inyecta rápidamente por vía
intravenosa.
Si se administra lentamente, el enfermo quizás se queje
de dolor en la porción superior del brazo. En este punto, o sea en la
El mafarsén se
rápida administración,
difiere de las arsfenaminas.
ha usado ya mucho, y parece tener un lugar establecido en la terapéutica
antisifilftica, pudiendo utilizarse como arsenical en lugar de la arsfena-
19391
ANTISIFILÍTICOS
139
mina y de la neoarsfenamina, en particular si hay motivos para no
utilizar estas.
Existe en el comercio una multitud de preparaciones de bismuto,
muchas de ellas bastante eficaces. Tal Gel; serfa mejor que el médico
se familiarizara únicamente con Ia acción de unas cuantas que ya estan
acreditadas, y atenerse a éstas. Si se desea una acción bismútica más
lenta, pero comparativamente constante, puede utilizarse una suspensión
de 0.13 gm de subsalicilato de bismuto en aceite, por vfa intramuscular
en la región glútea, una vez por semana, en el transcurso de 8 a 12
semanas, según las circunstancias.
Si parece conveniente obtener una acción bismútica más rápida,
puede utilizarse una de las preparaciones solubles. Estas, desde luego,
serán absorbidas y excretadas con mayor rapidez, y por consiguiente,
será necesario administrarlas dos o tres veces por semana. Este régimen
terapéutico parecería más indicado en la práctica hospitalaria y probablemente cuando el enfermo es sensible al arsénico, obligando al médico
a atenerse a las preparaciones de bismuto y de mercurio.
Para ello
estarían indicadas las inyecciones intramusculares de 0.2 gm de tiobismol, tres veces por semana, de 2 CC de yodobismitol, o en solución
acuosa, de 0.03 gm de tartrato de bismuto sódico, dos o tres veces por
semana. Puede proseguirse esta terapéutica en una serie de 15 a 18
inyecciones, según la forma en que reaccione el enfermo.
Tratamiento requerido para un caso de sW.is temprana.-En
presencia
de un caso corriente de sifilis temprana, debe administrarse tratamiento
continuo alternando series de arsenicales y preparaciones de bismuto o
ta1 vez mercurio, por lo menos hasta un año después que desaparezcan
todo signo y síntoma de la enfermedad. En un estudio de varios
millares de casos de sífihs temprana, el Grupo Cooperativo CIííco ha
descubierto3 que, para obtener resultado satisfactorio, se necesitan por
lo menos entre 20 y 30, y de preferencia todas las 30 inyecciones de
arsfenamina, y más o menos el mismo número de inyecciones de bismuto
insoluble, o de mercurio en ciertas condiciones.
No deben utilizarse
cantidades menores de ninguna de esas drogas, salvo en caso de intolerancia, pues una dosis insuficiente de un arsenical o de un bismútico
puede resultar en un estado Wassermann-resistente y varios tipos de
recidivas.
Al iniciar el tratamiento de la sífilis temprana, está justificado acortar los intervalos entre las primeras tres inyecciones de1
arsenical, con la esperanza de poder dominar la enfermedad con mayor
rapidez. Es más, conviene administrar la primera inyección de subsalicilato de bismuto junto con la última inyección de cada serie de arsfenamina, y en esta forma no hay momento en que el enfermo deje de recibir
a Stokes, J. H.; Cole, H. N.: Moore, J. E.; O’Leary, P. A.; Wile, U. 5.; Parran, Thomas, Jr.: VonderIehr, R. A.. y Usilton, Lida J.: “ Standard Txatment
Procedure in Early Syphili~,” Jour. Am. Med.
Assn., ab. 21, 1934, p. 1287.
140
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
IFebrero
el tratamiento continuo.
Debe practicarse una Wassermann sangufnea
al comienzo y al final de cada serie de tratamiento, y en especial convendrfa una segunda Wassermann el primero y quinto dfas después de la
primera inyección de un arsenical de las series sucesivas de tratamientoo sea la Wassermann provocativa.
A menudo puede conseguirse una
reacción negativa hacia el final de la primera o segunda series de tratamiento, y conviene mantener este estado, pues hay que proseguir el
tratamiento por un año después de haber desaparecido todos los signos
y síntomas de la enfermedad.
Debe practicarse una punción lumbar al principio del mal, pues de
lo contrario el tratamiento podría ocultar temporalmente una invasión
del sistema nervioso central. Si resulta negativa, practiquese otra punción lumbar antes de suspender el tratamiento al cabo de 18 meses o dos
años. Si la Wassermann sanguínea se convierte en positiva en el curso
del tratamiento continuo, hay que investigar la invasión temprana del
sistema nervioso central o cardiovascular.
Recuerdese que alguno que
otro enfermo tendrá recidivas a pesar de cuanto se haga, pero por
fortuna, estos casos no son corrientes.
Al comienzo del tratamiento, debe hacerse un cuidadoso examen físico
del enfermo, repitiéndolo después por lo menos una vez cada año,
y al suspender el tratamiento debe practicarse un cuidadoso examen
neurológico y otro roentgenoscópico de las estrfas cardiovasculares.
Por varios años después de suspender el tratamiento, debe practicarse
cada seis meses una Wassermann y después cada año, junto con el
examen ffsico a que debe someterse todo individuo.
Solución
deyodurodepotasio 0 desodio
I$ Yoduro de potasio o de sodio.
.
. . .
. .
Agua destilada.. _.
.
M. Rótulo: 10 EL20 gotas en agua después de las comidas.
gmoco
.
ñá 100.0
Aun se discute el puesto del yoduro de potasio o yoduro de sodio en el
tratamiento de la sífilis. No existe duda de su utilidad en la sifilis
tardia, y cuando se quieren destruir las vallas de tejido conjuntivo
que rodean a los sifilomas. Tienen también su valor en la meningitis
sifilítica a dosis aun mayores, y tal vez deben prescribirse en las series
de metales pesados, aun en la sffilis temprana.
Para mayor conveniencia, se consigna un esquema de tratamiento que
representa una modificación del ofrecido en los Estudios del Grupo
Clfnico Cooperativo.4
Obsérvese que el tratamiento
de la sífilis
primaria y secundaria seropositiva es algo más prolongado que para la
sffilis primaria seronegativa.
El bismútico empleado debe ser una
preparación que suministre de 0.080 a 0.12 mg de bismuto metálico
por cada inyección semanal, de modo que será o bien una preparación
‘Ven.
Dis. Inf., fbro. 1929, p. 2.
19391
ANTISIFILfTICOS
141
liposoluble, o una suspensión en aceite si se emplea rínicamente una
inyección semanal.
SífGs latente.-Una
de las fases principales de la sílilis es la llamada
sífilis latente, o sea el período en que resulta imposible hacer el diagnóstico de la enfermedad, salvo mediante una historia clínica bien definida
y una Wassermann positiva, y muchas veces no puede conseguirse ni la
historia clínica. Un caso que presente alteraciones del líquido cefalorraquídeo pero sin patología alguna al realizar el examen ffsico, debe
clasificarse no como sífilis latente, sino como sífilis asintomática del
sistema nervioso central. Estos casos latentes son de importancia,
pues en este período una sífilis latente puede ir preparando sifenciosamente el terreno para una semiología más activa, como por ejemplo
de la aorta o del sistema nervioso central. También revisten importancia desde el punto de vista de la sanidad pública, debido al peligro
de una recidiva infecciosa, y tratándose de la mujer, el de trasmisión
a la próxima generación por intermedio del embarazo. Probablemente
30% de todas las sífilis hállanse en la fase latente, y de aquí la importancia de la Wassermann sistemática para todos los enfermos que consultan al médico por primera vez. Como dice Moore5 con mucha razón,
tratándose de la sffilis latente “el propósito del tratamiento ya no es la
curación radical, sino el estacionamiento
clínico y prevención del
contagio de otros.”
El esquema consignado puede, por consiguiente,
modificarse un tanto de manera que comprenda 10 inyecciones semanales de neoarsfenamina, seguidas de 10 inyecciones semanales de 0.2
gm de subsalicilato de bismuto, de 0.2 gm cada inyección, alternando la
primera hasta formar un total de 30 inyecciones de cada una. El
yoduro de potasio o el de sodio se hallan indicados en el primer año,
junto con la serie de metales pesados, y en el segundo año entre las
series de &tos.
En el segundo año pueden administrarse tres series de 10 inyecciones
cada una de salicilato de bismuto, con un reposo de 10 semanas entre
las inyecciones.
Pueden utilizarse las fricciones diarias de 4 gm de
ungüento mercurial fuerte en lugar del subsalicilato de bismuto, durante
el segundo año, considerando de 50 a 60 unciones como una serie de
tratamiento.
Después del primer año de la enfermedad, ya no es tan indispensable
el tratamiento continuo, puesto que para esa época ya ha establecido
cierta inmunidad el enfermo. Sea positiva o negativa la Wassermann,
sería conveniente que después del periodo de tratamiento el enfermo
recibiera anualmente un examen físico completo, y exámenes de
laboratorio.
Este es el tipo de enfermo que demasiado a menudo sigue
6 Moore, J. E., y otros: “The Treatment of Latent Syphilk,” Ven. Dis. Inf., sgto. 1932, p. 317; sbre.
1932, P. 351; obre. 1932, p. 371; nbre. 1932, p. 389; dbre. 1932, p. 407; eno. 1933, p. 1.
’
142
OFICINA
SANITARIA
PANAMERICANA
[Febrero
recibiendo tratamiento ad infinitum simplemente porque la Wassermann
continúa positiva, sin haber más motivo.
Esta forma de tratamiento
puede resultar apropiada en la sífilis
terciaria tardía de la piel y huesos, con tal que no exista invasión del
sistema cardiovascular.
El yoduro de potasio o el de sodio se hallan
indicados por de contado en todas las fases tardías de la sífilis, a fin de
absorber las paredes de tejido conjuntivo que rodean los focos sifdfticos.
En un caso de este género tal vez convendría hasta proseguir la terapéutica con un metal pesado, con períodos de reposo, por otro año
0 más.
Sílis cardiovascular.-La
profesión médica apenas ha comenzado a
darse cuenta de que la sífilis cardiovascular es una de las complicaciones
más corrientes y graves de la lúes tardía.
Un reciente estudio del
Grupo Clinico Cooperativo reveló que 62% de los enfermos con aortitis
sifilítica simple, 76% de los enfermos con insuficiencia aórtica, y 84%
del grupo de enfermos de aortitis con aneurisma saculado, no habfan
recibido tratamiento antisifilítico.
Por otra parte, en un grupo de
casos observados de 3 a 20 años, no manifestó insuficiencia aórtica ni
aneurisma, ninguno que hubiese recibido tratamiento
adecuado y
regular en la fase temprana de la sífilis. Queda, pues, de manifiesto
que el mejor tratamiento de la sElis cardiovascular es el tratamiento
continuo, intenso y profilláctico de la fase primaria.
Sin embargo, una
vez arraigada la enfermedad, mucho dependerá del proceso existente.
Puede necesitarse el encarnamiento por algún tiempo, y en presencia
de insuficiencia cardíaca está indicado 0.1 gm de digital pulverizada.
Los enfermos con edema pueden también beneficiarse por la acción
diurética de las soluciones de metales pesados, por ejemplo, 0.03 gm
de tartrato de bismuto sódico, 2 CCde yodobismitol, 0.2 gm de tiobismol,
o 0.015 gm de succinimida mercúrica, inyectados por vía intraglútea,
tres veces por semana. Algunos enfermos no toleran ningún arsenical,
y el médico se ve obligado a atenerse a las preparaciones de mercurio y
bismuto, y los yoduros.
Sin embargo, algunos perciben mucho beneficio
mediante el uso discreto de estas drogas. Después de una serie preliminar de compuestos de mercurio o bismuto encaminada a impedir
el choque terapéutico, puede comenzarse con mucho cuidado el tratamiento con 0.05 a 0.1 gm de neoarsfenamina, aumentando gradualmente
la dosis a un m4ximo de 0.2 a 0.45 gm, que se administran en un máximum de 10 a 12 dosis semanales. Con dosis más pequeñas se obtienen
mejores resultados. En todos los casos hay que prevenir toda clase de
reacción a ti de disminuir el esfuerzo ya excesivo impuesto al miocardio. Entre las series sucesivas de neoarsfenamina pueden utilizarse
series de suspensiones de bismuto insoluble en aceite, o sea el subsalicilato de bismuto, con buenos resultados.
Pueden administrarse series
alternadas de estas drogas por lo menos durante dos años. Es preciso
19391
143
ANTISIFILÍTICOS
evitara todo trance el tratamiento vigoroso, y desde luego todo enfermo
de sífilis cardiovascular,
será mantenido en observación cuidadosa
tratándolo de acuerdo con la semiología, y si fuere posible, seguir
haciendo esto por toda la vida.
Sífilis del sistema nervioso central.-La
esfera de este artículo no
nos permite sino una reseña sucinta de lo que se considera tratamiento
adecuado de la sítiis del sistema nervioso central. Ante una invasión
temprana del sistema nervioso central, puede adoptarse el esquema de
tratamiento indicado para la sífilis temprana, dejando fuera las primeras
tres dosis del arsenical en término de 10 días, y administrándolas una
vez por semana. Moore aboga por la administración de dosis completas
de 0.75 gm de neoarsfenamina, 6 0.5 gm de arsfenamina en estos casos.
El tratamiento debe ser continuo, alternando las series de arsenicales y
preparaciones de bismuto.
Si el proceso es del tipo vascular o reviste
naturaleza meningítica, tal vez convendría hospitalizar al enfermo,
administrándole una serie preliminar de inyecciones de metales pesados
solubles, a saber, 2 CC de yodobismitol o 2 CC de tartrato de bismuto
sódico, dos veces por semana, hasta completar de 18 a 24 inyecciones,
o 2 CCde tiobismol tres veces por semana, hasta completar igual número
de inyecciones.
Los yoduros de potasio y de sodio están, desde luego,
indicados en esos casos. Algunos favorecen el empleo de dosis masivas,
pero es de dudar que produzcan mejores resultados que las de 1 a 3 gm,
tres veces al día. En todo caso de sífXs del sistema nervioso central
debe ensayarse primero el efecto de la terapéutica específica, pues se
trata de una enfermedad producida por un microbio, que cede más
que nada a esas medidas específicas. Puede observarse la evolución
de la enfermedad practicando la Wassermann al cabo de cada serie
de tratamiento, y la punción lumbar cada seis meses, y hasta tres o
cuatro veces al año. Sm embargo, la opinión general se inclina cada
vez más hacia la terapéutica anespecífica de todos los casos de sí%s
resistente del sistema nervioso central. Por consiguiente, si después
de un año de tratamiento no se observa gran mejoría, puede recomendarse de preferencia la malarioterapia.
En un reciente estudio
comparado, Epstein, Solomon y Kopp6 determinaron que la malarioterapia era preferible a la diatermia en la demencia paralftica.
Si el
enfermo puede tolerarla, debe administrarse una serie de 10 hasta 12 ó
15 accesos febriles. Después de este tratamiento, prefiero una serie de
neoarsfenamina, consistente en ocho inyecciones de 0.75 gm cada una,
tan pronto como el estado del enfermo 10 permita.
Esta serie se
administra con el propósito de atacar todo microbio sobreviviente que
pueda alcanzar la terapéutica específica. A continuación, después de
recibir una breve serie de inyecciones de bismuto, debe administrarse
* Epstein,
S. H.: Solomon. H. C., y Kopp, Israel: “Dementia
2, 1936, p. 1527.
mayo
Paralytiea,”
Jour. Am. Med. Assn..
144
OFICINA
SANITARIA
[Febrero
PANAMERICANA
al enfermo una serie prolongada de triparsamida, iniciándola con una
inyección intravenosa de 0.5 a 1 gm, que se aumenta gradualmente
hasta una dosis semanal máxima de 2.5 gm. Antes del tratamiento
deben examinarse cuidadosamente los ojos, en cuanto a los campos
Si se hallan dentro de un limite normal
tanto visual como cromático.
(sin contracción) el enfermo tal vez no experimente reacción a esta
droga. Sin embargo, el médico debe tener presente el peligro de lesión
del nervio óptico. Por lo general los síntomas se presentan dentro de
dos o tres semanas, acompañados de empañamiento y turbiedad de la
visión. En tal caso suspéndase el tratamiento por una semana o más,
reanudándolo después cuidadosamente.
A menudo el tratamiento
se prosigue hasta administrar un total de 40 6 50 inyecciones.
El enfermo de sffilis del sistema nervioso central presenta un problema
individual, y se hace diffcil ofrecer algo más que un bosquejo de las
medidas que han de ensayarse en estos casos. Una proporción moderada reaccionarán al tratamiento descrito, en tanto que muchos se
mostrarán resistentes. Por otra parte, recuerdo haber visto hace 15
años un caso de sífilis vascular y del sistema nervioso central en un
sujeto de 50 años, que no había recibido sino series intraglúteas de 0.09
gm de salicilato mercúrico cada semana, o 0.2 gm de subsalicilato de
bismuto, y yoduro de potasio por vfa bucal. En la actualidad hállase
clínica y serológicamente curado, y su lfquido cefalorraqufdeo es del
todo normal.
A veces puede que la enfermedad ceda bastante, pero lo
más común es que ponga a prueba la destreza y conocimientos del
médico a cada momento.
SíClis y embarazo.-Moore’ declara que una sifilítica que no ha recibido tratamiento sólo tiene a su favor una de seis probabilidades de dar
a luz a una criatura sana, comparado con tres de cuatro para una mujer
sana, habiendo además que tomar en cuenta, que las criaturas viables
de madres sifilíticas acusan una mortalidad y morbidad mucho mayores
que las de madres no sifilíticas.
Sin embargo, la sffilis prenatal es una
enfermedad absolutamente
prevenible.
La profilaxia
consiste en
practicar Wassermanns sanguíneas durante todo el transcurso del
embarazo de una mujer, instituyendo en el acto la terapéutica específica
tan pronto se descubra sífilis. A toda embarazada debe practicársele
la Wassermann en las primeras fases del embarazo, antes del quinto
mes, y de nuevo en el séptimo y octavo. El Grupo Clínico Cooperativo*
ha establecido que se obtienen resultados muy superiores si se descubre
la enfermedad y se inicia la terapéutica antes del quinto mes del embarazo, administrando de preferencia por lo menos 15 inyecciones de
arsfenamina o de neoarsfenamina, e igual cantidad de un metal pesado
’ Moore, J. E.: “Modern Treatment
264.
8 Cole, H. N.. y otros: “Cooperativa
Assn., fbro. 8, 1936, p. 464.
of Syphilii,”
Springfield,
IU., Charles C. Thomas, 1933, pp. 250-
Clinical Studiea in the Treatment
of Syphiiis.”
Jour. Am. Med.
19391
ANTISIFILfTICOS
145
apropiado; por ejemplo, salicilato de bismuto.
Si se descubre la sí&
en el período tardío del embarazo y se inicia entonces el tratamiento,
prosiguiéndolo hasta el término, puede resultar de suma utilidad en la
produccibn de una criatura viable. Si se llega a observar bien temprano
a la sil3ítica embarazada, tal vez sea posible administrarle una serie de
arsfenamina o de neoarsfenamina o mafarsén, seguida de una serie de
bismuto.
Conviene siempre concluir la terapéutica con un arsenical,
debido a su acción mas potente sobre los espiroquetos.
La mujer que
ha padecido de sífilis tal vez deba recibir tratamiento en todos sus
embarazos, dado el peligro de trasmisión de los microbios al feto, por
intermedio de la circulación placentaria.
En los casos raros en que la
enferma manitieste intolerancia al arsénico, convendría administrar
series alternadas de inyecciones de bismuto y unciones de ungüento
mercurial fuerte hasta llegar al término del embarazo, estimándose que
una serie de tratamiento comprende de 40 a 50 unciones. Las embarazadas parecen tolerar muy bien la terapéutica antisifilftica,
pues
la frecuencia de las reacciones arsenicales es en ellas inferior que en la
sifilítica no embarazada.
Tratamiento de la síBis prenatal.-El mejor, y por consiguiente el
correcto, tratamiento de la sífilis prenatal, consiste en la profilaxia
mediante el descubrimiento temprano de la enfermedad materna, y
el tratamiento continuo y adecuado hasta el nacimiento de la criatura.
Sm embargo, sucede con demasiada frecuencia que la enfermedad no
se descubre hasta ya tarde, o quizás jamás se viene a reconocer sino al
nacer la criatura.
Hasta cierto punto puede considerarse esa forma de
la lúes como comparable a la adquirida, en el perfodo secundario.
Trátase de un proceso generalizado en que el enfermo acusa poca o
ninguna inmunidad.
Además, las lesiones son sumamente virulentas,
de manera que desde el punto de vista de la criatura, como así también
de la salud pública, es indispensable dominar Ia enfermedad tan pronto
como sea posible. Para este fin, ninguna droga se compara con los
arsenicales. En la Universidad Western Reserve se disuelve la neoarsfenamina en 2 a 3 CCde agua destilada, y se deposita bajo los tejidos
flojos del lado del cuero cabelludo próximo a la aponeurosis. Adminístrase una dosis inicial de 0.005 gm por kg, y se aumenta hasta un
máximum de 0.01 gm por kg. La reacción local es muy poca, y las
nalgas se reservan para inyecciones de metales pesados. Moore prefiere
la sulfarsfenamina a una dosis inicial de 0.015 gm, que aumenta a un
máximum de 0.025 por kg. Considera que las criaturas toleran la
terapéutica mejor que los adultos, y aconseja una inyección concentrada
en 2 a 3 CCde agua destilada en las nalgas. Sm embargo, otros temen
su uso y emplean el bismarsén (sulfonato de bismuto y arsfenaminaRemedios Nuevos No Oficiales) a una dosis de 0.005 gm hasta 0.01 gm
por kg, inyectado por via intramuscular
en 2 CC de agua destilada
146
OFICINA
SANITARIA
[Febrero
PANAMERICANA
esterilizada.
Puede administrarse a la criatura una serie de 8 a 10
de esas inyecciones seguidas inmediatamente de una serie de inyecciones
intramusculares de una sal bismútica, v.g., 2 mg de subsalicilato de
Por otra parte, si
bismuto por kg hasta completar ocho inyecciones.
se administran las inyecciones dos veces por semana, pueden utilizarse
las dosis apropiadas de tartrato de bismuto sódico o de yodobismitol.
Si se desea, puede utilizarse en lugar del bismuto, 1 gm de ungüento
mercurial fuerte colocado cada dfa en la superficie interior de la faja
abdominal.
El viejo remedio, mercurio con creta por vfa bucal, es
susceptible de provocar trastornos gástricos aun cuando puede ensayarse
alguna vez en una serie de 10 a 20 mg, tres veces al día. El enfermito
debe recibir por lo menos tres o cuatro series del arsenical y del metal
pesado alternado.
Debe practicarse la Wassermann sangufnea varias
veces al año, y la punción lumbar al final de un año de tratamiento.
Por regla general éste debe proseguir hasta que la Wassermann sangufnea
y la raquídea continúen negativas por un año. Por ahora no me siento
inclinado a recomendar el uso indiscreto de acetarsona por vfa bucal
en el tratamiento de la sffilis congénita, pues apenas se halla en la fase
experimental.
Mercurio con creta
F$ 100 glldoras de mercurio con creta.
.. .
Rótulo: Una pildora tres veces al dh.
.
. 0.01 8. 0.02 gm
En cuanto a la sf6lis prenatal tardía, trátase de una enfermedad contra
la cual el organismo ya ha establecido una inmunidad bien definida.
Cierto es que existen problemas específicos en esta fase de la sífilis
prenatal, como por ejemplo queratitis intersticial y sífilis del sistema
nervioso central. Excluídos esos procesos, puede tratarse al enfermo
más o menos en la misma forma que al de sífilis latente adquirida,
utilizando los arsenicales a dosis comparables en proporción al peso
del individuo.
En estos casos hgllase indicado el yoduro de potasio o
de sodio. También cabe considerar el tratamiento de la sffilis prenatal
tardfa como posible profilaxia de complicaciones más graves, como las
del sistema nervioso central, sordera del octavo par, o queratitis
intersticial.
En los enfermos con queratitis intersticial es indispensable hacer el
diagnóstico lo más pronto posible, alternando series intensas de neoMoore a
arsfenamina o de arsfenamina o mafarsén, con bismuto.
veces reemplaza el bismuto con inyecciones intramusculares de 0.01
gm de succinimida mercúrica.
El yoduro de potasio o de sodio se
administra a dosis masivas de 2 a 6 gm diarios en los casos antiguos ya
cicatrizados, pero no en los agudos. Desde luego, hállase también
indicada la terapéutica local. Si se descubre la queratitis en su fase
En los casos más antiguos
temprana, suele ceder a este tratamiento.
puede haber mayor o menor grado de cicatrización y trastornos visuales.
19391
ANTISIFILÍTICOS
147
Conviene proseguir alternando los arsenicales y los metales pesados por
lo menos durante dos años, pues en esta forma pueden acaso prevenirse
las recidivas, y posiblemente la invasión del otro ojo. Muchas veces
la terapéutica anespecffica ha resultado muy útil en el tratamiento de la
queratitis resistente, como por ejemplo, la inyección intramuscular de
leche hervida o intravenosa de vacuna tifoidea-paratifoidea.
Puede
comenzarse con una dosis de l,OOO,OOOde gérmenes, repitiéndola dentro
de tres horas, y redoblándola en cada par, y administrando este tratamiento cada tres o cuatro días, hasta completar una serie de cinco a 10
accesos. La malarioterapia es en particular útil en la queratitis antigua
resistente, y me ha dado resultado después de fracasar todas las demás
terapéuticas.
La invasión del sistema nervioso central en la sífilis temprana o tardía
prenatal plantea un problema casi independiente.
Puede utilizarse
el tratamiento aconsejado para la sífilis adquirida.
En la tabes juvenil
o la demencia paralítica, el pronóstico es muy reservado. Aun cuando
se estacione la enfermedad, no suele quedar sino un animal de vida
vegetativa.
Otras formas puede que respondan bastante a la terapéutica.
En la sffilis prenatal no se aconseja la triparsamida, pues se
corre demasiado peligro de una mala interpretación y lesión del nervio
óptico.
Conclusiones.-El
mejor tratamiento de la sífilis en todas sus formas
es la profilaxia.
Esta puede lograrse mediante una educación mejor de1
público y del médico, y por la práctica sistemática de la Wassermann o
de floculorreacciones comparables en todos los enfermos, en particular
durante el embarazo, en el que deben repetirse en todo su transcurso.
La
Wassermann sistemática en todos los niños evitarfa muchos casos de
queratitis intersticial y sordera por afección del octavo par. Una vez
descubierta la sífilis, hay que tratarla a fondo con arsenicales, y preparaciones de bismuto o mercurio, en forma de series consecutivas alternadas.
El típico caso de síhlis temprana requiere por 10 menos 30 inyecciones
de un arsenical, e igual cantidad de un metal pesado, y debe proseguirse
el tratamiento
durante un año después de desaparecidos todos los
sfntomas y manifestaciones de la enfermedad.
Según se ha dicho
anteriormente, hay que adoptar medidas especiales en casos de invasión
sifilftica de algunos sistemas o de algunos órganos en especial.
Descargar