Entrelazando historias para sostener la vida

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Aula 233-234 | Julio-Agosto 2014 | pp. 55-59
Entrelazando
historias para
sostener la vida
La tutoría desde la pedagogía
sistémica
Pedro Ballarín
Estas líneas intentan poner el
acento en la necesidad de hacer
una escuela más humana, que
mire con respeto a los alumnos y
las alumnas en los contextos familiares en los que se ubican. Una
escuela que los ayude a desarrollar habilidades para la vida que
los fortalezcan y les hagan estar
en las mejores condiciones para
aprender y encaminarse al éxito
como personas.
PALABRAS CLAVE: proceso, resiliencia,
respeto, vínculo, empatía sistémica, confianza,
posibilidades, éxito.
Pedro Ballarín
Cada vez que comienza un curso escolar
y vamos a recibir a un nuevo grupo sabemos que partimos de algo conocido: contamos con nuestra formación, con nuestra
experiencia y también con la certeza de
que tenemos la suerte de desempeñar un
trabajo interesante y complejo a la vez,
que no nos deja indiferentes como personas y que supone un enriquecimiento, al
mismo tiempo que un reto, en nuestro
quehacer cotidiano.
Precisamente por eso también sentimos
una cierta inquietud, porque, además de
situaciones habituales, surgirán otras nuevas, hasta ahora desconocidas, que harán
necesario que busquemos, a veces fuera
y fundamentalmente en nuestro interior,
los recursos necesarios para encararlas.
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TEMA DEL CURSO
CALIDAD
DEL PROFESORADO
Y CALIDAD EDUCATIVA
Acción tutorial
P
Aula 233-234 | Julio-Agosto 2014
TEMA DEL CURSO
Nuestros chicos y chicas serán distintos a
los anteriores, así como sus familias y sus
circunstancias; unos extraños que, paulatinamente, comenzarán a formar parte de
nuestras vidas, al igual que nosotros
de las suyas, y en ese entrelazamiento
algo en todos irá cambiando y estaremos
conectados para siempre.
fortalecerlas y contribuir a su formación
integral en una etapa de un proceso que
durará toda su existencia. Sus procedencias son distintas y mientras unos vienen
por autopista, otros lo hacen por carreteras comarcales y algunos como participantes en el París-Dakar.
Nuestra mayor aportación se reduce a acompañarlos con una
presencia firme y amorosa, escuchar sin juzgar, decir una frase
sanadora, rescatar sus fortalezas,
pensar que son capaces...
Lo que no podemos modificar
Está claro que la finalidad de nuestra labor como docentes es que los alumnos y
las alumnas aprendan y como referencia
tenemos un extenso currículo, con unas
competencias básicas que desarrollar.
Parece relativamente fácil..., aunque las
personas que trabajamos con niños y
adolescentes sabemos que no siempre lo
es. No estamos ensamblando las piezas
idénticas de un automóvil en una cadena
de montaje, que tiene un principio y un final, que puede ser controlada, detenida,
reanudada..., en la que los elementos con
algún defecto se sustituyen y en la que
cada profesional tiene una función precisa
que cumplir en un breve periodo de
tiempo en el que el objeto no cambia.
Estamos acompañando a unos seres humanos en una parte de sus vidas para
Estamos acompañando a unos
seres humanos en una parte de
sus vidas para fortalecerlas y contribuir a su formación integral
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Durante ese tiempo el mundo a nuestro
alrededor está cambiando vertiginosamente y se producen profundas transformaciones que nos pueden sumergir en la
incertidumbre y ante las que pequeños y
mayores tenemos la necesidad de aferrarnos a algo que nos dé seguridad. A veces
son hechos lejanos los que nos impactan;
otras veces surgen en nuestro entorno y
los niños no son ajenos a sus consecuencias, siendo frecuentemente la causa de
sus dificultades escolares, aunque pocas
veces se hable de ello de forma oficial.
Los docentes compartimos muchas horas
con nuestros alumnos y alumnas, y detectamos síntomas que son una llamada de
atención que nos impulsa a buscar las
causas que les impiden centrarse en el
aprendizaje. Sabemos que, cuando nos
hacemos confiables ante ellos y sus familias, nos muestran aquello que les tiene
atrapados emocionalmente y que produce
ese bloqueo, inquietud, dificultad para
centrarse, conducta disruptiva..., que nos
indica en la superficie un problema que
subyace en lo más profundo y cuya solución, a veces, excede nuestras posibilidades.
Nosotros solo somos sus maestros y debemos asumir que en ese recorrido han
intervenido e intervendrán muchas otras
personas. Mirarlo así nos resta importancia y nos libera de una cierta presión, ya
que vemos que compartimos con otros la
responsabilidad y comprendemos que podemos ganar fuerza si trabajamos unidos.
Nuestra mayor aportación se reduce a
acompañarlos con una presencia firme y
amorosa, escuchar sin juzgar, decir una
frase sanadora, rescatar sus fortalezas,
pensar que son capaces...
Es necesario enfocar nuestra tarea así
porque mientras buscamos en nuestra
mochila y vamos desplegando sobre la
mesa todo nuestro saber (teorías sobre el
aprendizaje, enfoques metodológicos, diseño de estrategias, elaboración de materiales, actualización en competencia
digital...), llega nuestro alumnado y
cuando le miramos a los ojos sentimos,
Aula 233-234 | Julio-Agosto 2014
Cuando conocemos algunas de sus circunstancias, se suele confirmar lo que intuíamos al saber que el padre de Raúl
murió el año pasado, que la madre de
Hugo sufrió malos tratos, que el padre
de Ahmed lleva dos años trabajando en
Suiza, que el abuelo de Ana está muy
grave, que los padres de Julio se están
separando, que la madre de Cristina está
en la cárcel, que Marta no pudo conocer
a sus abuelos porque su padre no se hablaba con ellos...
El caso de Manuel es especial para mí.
Llegó una vez comenzado el curso con
una larga carrera de obstáculos en sus
siete años de vida: de familia gitana,
sus padres se habían separado siendo
pequeño; su madre estaba en la cárcel y
no la veía desde los cuatro años; su pa-
Para poder mirar cada una de
sus historias y las heridas que
puede haber en ellas, contribuyendo a su resiliencia, necesitamos previamente haber
mirado las nuestras y las de
nuestros padres
dre, que no se pudo hacer cargo de él, tenía otra pareja y dos hijos más; había recorrido varios centros de menores y
cuando lo iban a dar en adopción, su
abuela, viuda, con otros dos nietos bajo su
custodia, se ocupó de él y de su hermana.
Cuando nos conocimos, nos miramos e
inmediatamente los dos supimos que
aquello iba a funcionar. Los primeros días
no contaba mucho de su vida, hasta que
comprendió que allí no se juzgaba a nadie por su historia y una tarde, espontáneamente, nos la relató. Recuerdo las
caras de sus compañeros mientras le escuchaban. Algunos comentaron: «¡Qué difícil!» Y yo les dije: «Es lo que le ha
tocado vivir». Después les pregunté:
«¿Pensáis que todo eso le ha hecho más
fuerte o más débil?». Al unísono contestaron: «¡Más fuerte!» «Efectivamente –continué– Manuel puede conseguir en esta
vida todo lo que se proponga».
alimentar su sueño, mientras me sentía
afortunado de tener un trabajo que permite vivir momentos como este.
TEMA DEL CURSO
Acción tutorial
P
Reescribiendo nuestra historia
Pero para poder mirar cada una de estas
historias y las heridas que puede haber
en ellas, contribuyendo a su resiliencia,
necesitamos previamente haber mirado
las nuestras y las de nuestros padres, retrocediendo a los momentos difíciles de
nuestra infancia y reconociendo tanto la
fortaleza que nos ha dado superarlos
como la ayuda que nos han prestado determinadas personas para poder hacerlo.
Las experiencias positivas que hemos tenido nos sostienen y las dificultades nos
han hecho transitar otros caminos y explo-
Así es como lo sentía, porque ante nosotros estaba Manuel inspirándonos a todos. Un superviviente inteligente, vital,
maduro, observador, responsable, trabajador, de sonrisa fácil, con sentido del humor y con el sueño de ir un día a la
universidad, aunque su abuela le decía
que no conocía a ningún gitano que hubiera estudiado allí.
Pedro Ballarín
en lo más profundo, que vamos a necesitar algo más. Sus ojos no engañan y nos
muestran la alegría, la ilusión, la confianza y también el dolor, la tristeza, la rabia, la preocupación, el miedo...
«Seguramente tú serás el primero que
conozca tu abuela», añadí con la idea de
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Aula 233-234 | Julio-Agosto 2014
rar otras posibilidades que nos hacen más
competentes para manejarnos en la vida.
Aldous Huxley dijo: «La experiencia no es
lo que le sucede al hombre, sino lo que
ese hombre hace con lo que le sucede».
TEMA DEL CURSO
Asentir a todo lo que ha acontecido en
nuestras vidas, revisándolo desde nuestra
edad actual y vivir el presente con la mirada puesta en el futuro, es la actitud de
los adultos que somos y solo como adultos estamos en disposición de contener y
sostener a nuestros alumnos y alumnas,
evitando un sentimiento de lástima que
los debilita y les quita su dignidad. Solamente así podemos mirar también a sus
familias evitando juicios de valor, con respeto y con el convencimiento de que actúan de la mejor manera, dentro de sus
posibilidades, para generar un vínculo
con ellas que nos beneficiará a todos.
Para llegar a ello, es necesario hacer un
ejercicio de introspección, un proceso personal que sería deseable para todas las
personas que pertenecemos al mundo de
la educación, ligado a los avances de la
biología, la física, la neurociencia, la co-
Podemos mirar a nuestros alumnos con su padre y su madre detrás, desde la empatía sistémica,
sin excluir a ninguno de ellos, independientemente de su historia
municación interpersonal... que a nosotros nos ha llegado a través de la pedagogía sistémica y que hoy todavía no se
contempla en la formación inicial del profesorado.
¿Qué podemos hacer como
maestros?
Pedro Ballarín
Mirar la clase como un sistema al que
todos los estudiantes y docentes pertenecemos y fomentar la vinculación. Lo
que allí sucede depende en gran parte
de nuestra actitud, de nuestra mirada y
de nuestras expectativas.
Lograr en el aula un clima de calma psicológica que permita a los estudiantes
sentirse seguros y relajados para poder
centrarse en el aprendizaje. La utilización como ayuda de ejercicios de respiración, relajación, yoga, visualizaciones,
masaje, trabajos con música y movimiento, realizaciones plásticas... es un
recurso fácil y de enorme eficacia.
Darles la posibilidad de conversar sobre
sus circunstancias familiares y hacer referencia a ellas de forma positiva
cuando sea necesario. Respetar su
destino aunque sea duro.
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Aula 233-234 | Julio-Agosto 2014
Mirar a nuestros alumnos con su padre
y su madre detrás, desde la empatía
sistémica, sin excluir a ninguno de ellos,
independientemente de su historia. Criticar a sus padres o a maestros anteriores nos hace poco confiables a sus ojos
y nos resta credibilidad.
Trabajar manteniendo el equilibrio entre
las vertientes emocional, social y cognitiva teniendo en cuenta que estamos
ayudándolos a que se formen como
personas.
Valorar su esfuerzo y sus logros. Describir individualmente aquello en lo que
son competentes, sin perder de vista
los aspectos en los que deben mejorar
y orientarlos para avanzar en ellos.
Tener en cuenta que cada niño sigue su
proceso individual e irrepetible y saber
ver sus avances independientemente
de los estándares escolares.
Intentar ver en cada alumno su identidad y no su dificultad.
Mirar las situaciones difíciles centrándonos en la solución y no en el problema.
Disponer de un tiempo en la asamblea
para la expresión de sus sentimientos,
dudas, preocupaciones...
Podemos confiar en que las
cosas les vayan bien, que donde
no lleguemos nosotros llegarán
otras personas para ayudarlos
en su proceso
Seguiremos confiando en sus
capacidades y en las posibilidades que la vida les va a
ofrecer
Confiar en que las cosas les vayan
bien, que donde no lleguemos nosotros
llegarán otras personas para ayudarlos
en su proceso. Ser conscientes de que
estamos de paso en sus vidas.
Una puerta abierta a la esperanza
Mientras trabajamos para que nuestro entorno cambie y se haga más amable y favorable para el desarrollo humano,
seguiremos dando a nuestros alumnos y
alumnas lo que estamos en condiciones
de darles, siendo conscientes de que
ellos recibirán solo aquello que están en
condiciones de recibir por sus circunstancias actuales. Seguiremos confiando en
sus capacidades y en las posibilidades
que la vida les va a ofrecer sabiendo que,
como dijo William G. Spady, «Todos los
estudiantes pueden aprender y tener
éxito, pero no en el mismo día ni de la
misma forma» y teniendo en cuenta que
el éxito es algo diferente para cada uno
de nosotros.
Seguiremos acompañándolos intentando
hacerles permeables a la ayuda que ese
entorno les puede prestar, sabiendo que
en su interior se encuentran los recursos
necesarios para dirigir sus vidas.
Continuaremos creyendo que la escuela
no es un lugar para la competitividad entre iguales, ni para librar una batalla contra el tiempo, con el objetivo de alcanzar
solamente unos estándares escolares
que no siempre sirven fuera de ese contexto. La escuela es un espacio donde,
respetando sus procesos, el niño puede
dar sentido a su historia, desarrollarse
como ser humano y acceder al conocimiento mirando el mundo, para ubicarse
en él de forma que contribuya a la sostenibilidad de la vida.
TEMA DEL CURSO
Acción tutorial
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CYRULNIK, B. (2002): Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la
vida. Barcelona. Gedisa.
DYKSTRA, I. (2007): Niños que heredan el
destino familiar. Barcelona. Integral.
MORIN, E. (2001): Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Barcelona.
Paidós.
OLVERA, A.; TRAVESET, M.; PARELLADA, C.
(2011): Sintonizando las miradas: Soluciones
amorosas y breves a los conflictos entre la escuela y la familia. México. Grupo CUDEC.
TRAVESET VILAGINÉS, M. (2007): La pedagogía sistémica: Fundamentos y práctica. Barcelona. Graó.
Este artículo fue solicitado por AULA DE INNOVACIÓN EDUCATIVA
en abril de 2014 y aceptado en junio de 2014 para su publicación.
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HEMOS HABLADO DE:
- Acción tutorial.
- Pedagogía sistémica.
AUTOR
Pedro Ballarín Gómez
CEIP Jerónimo Blancas
y Tomás. Zaragoza
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