Consejo de la Magistratura - Poder Judicial de la Nación

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Consejo de la Magistratura
RESOLUCION N° 676/07
En Buenos Aires, a los 8 días del mes de noviembre
del año dos mil siete, sesionando en la Sala de Plenario
del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación
“Dr. Lino E. Palacio”, con la Presidencia del Dr. Pablo Mosca,
los señores consejeros presentes, y
VISTO:
El
expediente
310/06,
caratulado
“Scarimbolo
Martín c/ Dr. Jorge Ferro (int. de la Cámara Federal de Apel.
de Mar del Plata)”, del que
RESULTA:
I. La denuncia de los Dres. Martín Scarimbolo y
Fernando Martín Scarimbolo, en carácter de apoderado y
patrocinante –respectivamente- de empleados de la Lotería
Nacional Sociedad de Estado “que prestaron tareas en el
Casino Central de Mar del Plata (…) y en distintos Casinos
Anexos en el interior del país”, contra el Dr. Jorge Ferro,
por su actuación en diversos expedientes en trámite ante
el Juzgado Civil, Comercial y Laboral Federal N°2 de Mar
del Plata, y su intervención posterior en la Cámara Federal
de Apelaciones de dicha Ciudad (fs. 37/40).
Indican haber “iniciado en el año 1990 el reclamo
de 620 empleados del Casino Central de Mar del Plata, que
fueron
incluidos
en
31
expedientes”,
muchos
de
ellos
radicados ante el citado juzgado, cuyo titular era en aquella
oportunidad el Dr. Jorge Ferro.
Sostienen que en los autos “Ragnoli Hugo y otros
c/
Estado
Nacional-Lotería
Nacional
s/
laboral”,
el
magistrado “intervino en la sustanciación del expediente
en Primera Instancia, dictando sentencias interlocutorias
a fs. 135/136 y a fs. 146 resolviendo la admisión y/o rechazo
de las excepciones opuestas por la parte demandada en el
expediente”, destacando “que intervino (…) desde su inicio
hasta casi el final de la etapa probatoria”.
1
Expresan que, en el año 1993 el magistrado fue
nombrado Juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Mar
del Plata.
Refieren
que,
en
el
expediente
indicado
“ut
supra”, se dictó una sentencia en primera instancia, y al
ser remitido a la Cámara de Apelaciones, ese Tribunal
–integrado entre otros por el Dr. Ferro como juez de Cámaradictó sentencia a fs. 677/688 rechazando íntegramente la
demanda, dictando también tres sentencias interlocutorias,
una de ellas denegando el recurso extraordinario incoado
por la parte actora (fs. 770/1); la resolución de fs. 864/866
que determinó la base arancelaria a los fines regulatorios
considerando los montos incluidos en la pericia contable,
cuando en el expediente se rechazó íntegramente la demanda,
y finalmente, la obrante a fs. 1075/76 que determinó los
honorarios
proceso,
de
los
omitiendo
profesionales
a
su
intervinientes
criterio,
aplicar
la
en
el
actual
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
demostrando a su entender, un desconocimiento inexcusable
de la misma.
Agregan que la intervención del Dr. Ferro como
juez de primera instancia y como juez de cámara, fue cumplida
por el magistrado tanto en el citado expediente como en las
siguientes causas: “Barbieri Carlos Jordan y otros c/ Lotería
de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería Nacional
S.E.) s/ laboral”; “Benvenutti Fabián Horacio y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Bonserio César y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Constable José y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Diarte José Alberto y otros
c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Hernando Luis Saúl y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Jensen Carlos Mario y otros
c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
2
Consejo de la Magistratura
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Lupo Carlos Roberto y otros
c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Namur Vicente José y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Rey Rodolfo José y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Sernia Miguel Ángel y otros
c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería
Nacional S.E.) s/ laboral”; “Stessens Juan y otros c/ Lotería
de Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería Nacional
S.E.) s/ laboral”; “Yancovich Eristo y otros c/ Lotería de
Beneficencia Nacional y Casinos (Hoy Lotería Nacional S.E.)
s/ laboral”, todos en trámite ante el Juzgado Federal de
Primera Instancia N° 4 de Mar del Plata – Secretaría ad hoc-.
Consideran que el “ordenamiento legal exige al
magistrado que actúa en una instancia excusarse si tuviera
que intervenir en ulteriores instancias”, toda vez que ello
conllevaría preservar la garantía constitucional del debido
proceso y del derecho de defensa en juicio, como así también
que el tribunal de alzada esté compuesto por jueces distintos
a los de la instancia anterior que emitieron pronunciamientos
sustanciales.
Exponen que “(n)o entenderlo así por un juez en
funciones
demuestra
un
notorio
desconocimiento
de
los
principios, garantías y derechos elementales consagrados
en nuestra Constitución Nacional”.
Estiman,
demostrado
que
en
“el
consecuencia,
Dr.
Jorge
que
se
encontraría
Ferro
ha
incumplido
reiteradamente la Constitución Nacional y las normas legales
y reglamentarias, al intervenir en todos los expedientes
detallados supra como Juez de Primera Instancia y como Juez
de Cámara al haber actuado y dictado fallos de extrema
trascendencia
procesal
en
autos
como
Juez
de
Primera
Instancia, y ha incumplido dicho deber como Juez de Cámara
conforme le obliga el art. 30 del CPCCN, y dictó sentencias
y fallos definitivos en autos como Camarista rechazando
siempre todos los planteos opuestos por [sus] mandantes”.
3
Posteriormente, amplían su denuncia indicando que
en los autos caratulados “Mantello, Nicolás y otro c/ Empresa
de Ferrocarriles Argentinos” se habría producido la misma
circunstancia denunciada en el escrito inicial, remitiéndose
a
la
misma
en
esgrimidos.
A
cuanto
tal
a
los
efecto,
fundamentos
acompañan
y
copias
argumentos
de
partes
procesales del citado expediente (fs. 44/170).
II. El 4 de julio del corriente año, se presenta
el Dr. Ferro a efectos de efectuar su descargo, expresando
diversas
apreciaciones
respecto
de
las
circunstancias
acaecidas en las diferentes causas en las que su intervención
fue cuestionada.
Señala en forma preliminar que, toda denuncia
impone la necesidad que se efectúe con una argumentación
seria, sólida y concreta respecto de lo que se imputa, lo
cual no se habría cumplido -a su criterio- en la presente.
Indica que los denunciantes plantearon un disímil
y
ambiguo
encuadramiento
en
su
actitud,
debido
a
la
confusión, escasa claridad y precisión de las imputaciones
efectuadas, por cuanto, por un lado hablaron de una conducta
irregular en su actuación en la causa “Ragnoli” por un
supuesto alzamiento a la jurisprudencia de la Corte Suprema
en materia de honorarios. Por otro lado, el planteo de su
actuación
en
ambas
instancias
judiciales,
dictando
interlocutorios en la primera instancia y en la segunda
rechazando la demanda y otras resoluciones, cuando por ello
habría debido excusarse de actuar en esta última a tenor
de lo dispuesto por el art. 32 del CPCCN, como si todo ello
por sí solo fuera veraz y causal de mal desempeño y eventual
destitución.
Sostiene en lo atinente al cuestionamiento de la
supuesta omisión de aplicar la actual jurisprudencia de la
Corte Suprema en materia de honorarios en la causa “Ragnoni
Hugo E. y otros c/ Lotería Nacional Soc. del Estado s/
laboral”, que ello sólo ameritaría una breve explicación
de tal circunstancia, para demostrar lo desacertado y erróneo
4
Consejo de la Magistratura
de tal imputación.
Refiere que los denunciantes señalaron que el
magistrado
no
habría
acatado
ni
respetado,
la
actual
jurisprudencia de la CSJN relativa a la no inclusión de los
intereses en el capital reclamado para determinar los
emolumentos
a
los
desconocimiento
profesionales,
inexcusable
de
demostrando
la
actual
y
así
un
reciente
jurisprudencia del máximo tribunal, lo que no resultaría
exacto.
Señala, en primer lugar, que desde siempre el
Tribunal por él integrado respetó la doctrina de la Corte
Suprema, en cuanto a que los intereses no deben ser computados
a los fines regulatorios cuando se desestima la demanda,
aplicándose en su caso, el índice de precios al consumidor,
nivel general hasta la fecha de corte (01/04/91) y a partir
de allí, la tasa pasiva Comunicado 14.290 del Banco Central
de la República Argentina, a fin de mantener vigente el monto
oportunamente reclamado, con el objeto de respetar el derecho
de
propiedad
de
las
partes
intervinientes,
letrados,
peritos, etc., y su labor profesional.
Explica que, en el caso en cuestión, no se varió
el criterio antes referido, habida cuenta que en los autos
citados la causa fue por monto indeterminado y sujeto a la
prueba pericial a realizarse en el trámite del proceso,
arrojando la misma un importe de $3.079.869,36, monto al
que se llega de aplicar a las sumas liquidadas el índice
de precios al consumidor y la Comunicación 14.290 del BCRA,
lo que demostraría que no existió cambio de criterio alguno,
no vulnerando ni desconociendo la jurisprudencia de la CSJN.
Agrega, al margen de lo expuesto, que cabría
enfatizar otra circunstancia que evidenciaría la sinrazón
del Dr. Scarimbolo en cuestionar aspectos de la causa, cuando
su propia conducta procesal dimanaría lo contrario.
Sostiene que, el Tribunal por él integrado, se
expidió con fecha 10 de febrero de 2004, decidiendo que a
los fines de regular honorarios se debía tomar la pericia
del proceso, revocando de esta manera la decisión del a quo.
5
Luego, en la instancia de grado, los peritos practicaron
la liquidación correspondiente, y el juez, con fecha 15 de
junio de 2004, aprobó la base regulatoria propuesta, reguló
honorarios y notificó dicha resolución, entre otros, al Dr.
Sarimbolo, siendo dicho decisorio consentido por el letrado,
quedando demostrado a criterio del magistrado, que el letrado
denunciante conocía la base regulatoria y la consintió.
Aclara que posteriormente se elevó a la Cámara sólo por la
apelación de honorarios. Destaca, asimismo, que el recurso
extraordinario planteado por dicho letrado sólo abordo los
porcentuales de los honorarios, como quedaría demostrado
con la documental acompañada.
Expresa que tales extremos permitirían vislumbrar
las
inconsistentes,
acusaciones
que
frágiles
pretenden
injustas
endilgarle,
e
inexactas
los
letrados
denunciantes, como así también lo infundado de expresar que
ostentaría
un
desconocimiento
inexcusable
de
la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, cuando, a
su criterio, lo manifestado demostraría lo contrario, al
pretender
ir
contra
sus
propios
actos
y endilgar una
responsabilidad a quien está totalmente al margen de ella.
Expone en el mismo orden de ideas que, no obstante
ello, los denunciantes debieron tener presente además, que
el cuestionamiento de las decisiones judiciales adversas
sólo pueden ser materia de los recursos que autoriza el
ordenamiento legal y pasible de los remedios pertinentes,
pero nunca de una imputación a un magistrado por mal
desempeño, aún cuando la resolución haya sido errónea, toda
vez que lo contrario importaría juzgar a un juez por el
contenido de sus decisiones, lo cual es inverso a todo
fundamento
jurídico
y
a
la
pacífica
y
reiterada
jurisprudencia sobre la cuestión.
Sostiene que los denunciantes también le habrían
injustamente
imputado
“la
causal
de
mal
desempeño
contemplada en el art. 32 del ritual civil, que refiere a
la falta de excusación para actuar como Juez de Cámara por
estar impedido de hacerlo y a sabiendas, h[a] dictado
6
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resoluciones que no son de mero trámite” (fs. 185).
En tal sentido, relata que actuó “en 1° instancia
como Juez Federal, en ejercicio de [sus] funciones, (…) en
los expedientes que citan los Dres. Scarimbolo y provey[ó]
determinados pedidos de mero trámite, conforme el estado
procesal en que presentaban tales causas; sin embargo, las
únicas providencias interlocutorias que dict[ó] fueron: a)
decidir una excepción de competencia, b) postergar otra
excepción, como la de prescripción y dilatar su tratamiento
hasta el momento de sentenciar, c) proveer las pruebas
ofrecidas por las partes y d) tomar algunas audiencias
testimoniales
y
de
absolución
de
posiciones”
(fs.
185/185vta).
Pone de resalto respecto al tratamiento de las
excepciones planteadas, que las mismas fueron interpuestas
por
la
demandada
y
que
en
todos
los
casos,
tales
pronunciamientos sobre la competencia fueron favorables,
por ajustarse a la ley y a las constancias de la causa, a
la posición que defendía precisamente el abogado denunciante
Dr. Scarimbolo, y que en el caso de la excepción de
prescripción, que resultaba vital para la continuación del
juicio civil, solo difirió su tratamiento, sin emitir opinión
alguna al respecto, no dictando sentencia en ninguna de las
causas referidas por los denunciantes ni haber resuelto
incidencia
alguna
más
allá
de
las
reconocidas
precedentemente.
Indica que en los autos caratulados “Ragnoli, Hugo
Ernesto y otros c/ Lotería Nacional Sociedad del Estado s/
laboral” los denunciantes habrían argumentado “que el mal
desempeño
que
[le]
adjudican
fue
por
la
intervención
reiterada del suscripto como Juez Federal de 1° Instancia
y seguir actuando como Juez de Cámara y añaden que ‘un
magistrado que actúa en una instancia debe excusarse si
tuviere
que
intervenir
en
ulteriores
instancias’
y
finalmente dice que ‘…incumplió con dicho deber de excusarse
como lo obliga el art. 30 del CPCCN”. (fs. 185vta.).
Refiere
que
tales
afirmaciones
resultan
7
desacertadas, a la luz de la doctrina que ha señalado que
el juez sólo debe excusarse cuando ha dictado resoluciones
decisorias como sentencia, pero nunca cuando se trata de
providencias simples (Fenochietto Carlos, Código Procesal
Civil y Comercial, T.1 pag. 124 y sig.); extremo éste que
habría ocurrido en las causas por las que fue denunciado,
puesto que las decisiones adoptadas no importaron adelanto
de opinión alguna, ni demostraron parcialidad.
Señala que “(l)a inteligencia del art. 32 del
CPCCN, tiende a sancionar a un Juez cuando por razones legales
no debía actuar pues se afecta la garantía del justiciable
de ser juzgado por los jueces naturales y cuando viola el
deber de los magistrados de cumplir con las funciones para
las que fueron designados” (fs. 186vta). Afirma que, el
instituto de la excusación “es un mecanismo de excepción,
de interpretación restringida, con supuestos taxativamente
establecidos en la ley, teniendo en cuenta que su aplicación
provoca el desplazamiento de la legal y normal competencia
de los jueces y la consecuente alteración del principio
constitucional del juez natural” (fs. 186vta.).
Sostiene
que,
“conforme
el
sistema
de
la
enumeración taxativa de los motivos que hacen procedente
la recusación, tales causales deben ser de interpretación
restrictiva; de ahí que no puedan ser ampliadas ni cabe
respecto
de
ellos
una
interpretación
analógica”
(fs.
186vta.). En tal contexto, manifiesta no encontrar cual
resultaría la causal en la que estaría involucrado para
excusarse “motu proprio”, toda vez que no habría existido
prejuzgamiento alguno en su actuación en primera instancia,
dictando no sólo providencias simples y de mero trámite,
sino a favor de la competencia de la justicia federal
marplatense. En consecuencia, resultaron beneficiados los
letrados denunciantes, contra la pretensión de Lotería que
pretendía la justicia federal de Buenos Aires, no pudiéndose
considerar como prejuzgamiento postergar el tratamiento de
la excepción de prescripción para el momento de la sentencia,
ya que de ello no se podría inferir adelanto de opinión
8
Consejo de la Magistratura
alguno, no encontrándose por ende y a su criterio, dentro
de las previsiones taxativas del art. 17 del CPCCN.
Agrega que, sin perjuicio que lo expuesto para
desvirtuar la falsa imputación en su contra, existiría otro
argumento de índole procesal referido a la oportunidad formal
para plantear la recusación del mismo en aquellos expedientes
en los cuales denuncia su actuación en ambas instancias
judiciales, lo cual debió ocurrir “ab initio”. En términos
genéricos, la primera presentación o actuación de la parte
interesada. Expone que la recusación debe plantearse al
entablar la demanda, o en el caso de un tribunal de Alzada
cuando se efectúa la primera presentación de la parte
recusante, lo que no habría ocurrido en los autos referidos
por los Dres. Scarimbolo, toda vez que se dictó sentencia,
se concedieron recursos ordinarios y se denegaron recursos
extraordinarios, etc., no existiendo cuestionamiento alguno
respecto de los letrados denunciantes, consintiendo la
intervención de los magistrados actuantes, para luego de
forma
totalmente
extemporánea
pretender
introducir
la
recusación, lo cual posteriormente resultó rechazado “in
limine” por el Tribunal convocado para resolver tal cuestión.
Agrega que, “arribadas todas las causas a la
Alzada, teniendo un conocimiento objetivo los denunciantes
de [su] designación desde 1992 en la Cámara Federal de Mar
del Plata, tanto por haberse publicado [su] designación en
el Boletín Oficial como por una profusa difusión pública
en la ciudad por tratarse de la inauguración y habilitación
de una Cámara Federal”, debiendo los denunciantes, “si
sospechaban de su falta de ecuanimidad en el ejercicio de
[su] labor profesional, incoar oportunamente un incidente
de recusación, cuestión procesal que no la ejercieron, ni
plantearon en el momento procesal adecuado” (fs. 187vta.).
A su vez, el magistrado se refiere en forma
particular
a
cada
una
de
las
causas
citadas
por
los
denunciantes, a fin de dejar esclarecida su función judicial
en las instancias en que se desempeñó.
1°) Respecto a su actuación en los autos “Ragnoli,
9
Hugo Ernesto y otros c/ Lotería Nacional Soc. del Estado
s/ laboral”, indica que la misma “fue iniciada el 24 de mayo
de 1990 y la actuación que [le] cupo como juez federal de
1°
instancia,
consistió
en
rechazar
la
excepción
de
incompetencia incoada por la demandada y diferir para el
momento de la sentencia, la excepción de prescripción
planteada por dicha parte y tomar algunas declaraciones de
absolución de posiciones y testimoniales”, sin dictar en
ningún
caso
resoluciones
de
mérito
que
le
impidieran
posteriormente, juzgar en la instancia de cámara (fs.
188vta.).
Expresa que “las sentencias interlocutorias de
extrema importancia como las que obran a fs. 135/136 y a
fs. 146 de autos (…) como lo marcan los denunciantes, fueron
a favor de sus intereses, lo cual deviene en un razonamiento
absurdo e inexplicable y atenta contra los principios de
la figura de los actos propios y persigue (…) el único fin
de apartar[lo] de las causas” (fs. 188vta./189).
Manifiesta que “ya en la instancia de Cámara, donde
ingresaron es[os] autos con fecha 15 de noviembre de 2004,
el 30 de diciembre del mismo año, se confirmaron sus
honorarios” de los letrados denunciantes, sin existir hasta
ese momento cuestionamiento alguno por parte de los Dres.
Martín y Fernando Scarimbolo (fs. 189).
Señala que con fecha 4 de marzo de 2005, los
letrados
interpusieron
posteriormente
plantearon
un
recurso
recusación,
extraordinario
la
cual
y
resultó
desestimada.
2°) Respecto del expediente “Barbieri, Carlos
Jordan y otros c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos
s/ laboral”, expresa que “jamás tuvo actuación en primera
instancia toda vez que conforme se desprende de la fotocopia
de la presentación de la demanda, ésta ocurrió en el Juzgado
Federal N° 2 el 22 de abril de 1993 a las 9,31 hs. fecha
en la cual estaba desempeñando [su] función de camarista
federal”, motivo por el cual no existió actuación en ambas
instancias como habrían señalado los denunciantes (fs. 190).
10
Consejo de la Magistratura
3°) En relación con la actuación que le cupo en
los autos “Benvenutti Fabián y otros c/ Lotería Nacional
Soc. del Estado s/ laboral”, sostiene que rechazó en primera
instancia la excepción de incompetencia incoada por la
demandada y difirió para el momento de la sentencia una
excepción de prescripción, sin dictar resoluciones de mérito
que le impidieran juzgar en la instancia superior.
Ya en segunda instancia, refirió haber adherido
como tercer votante a los fundamentos de quien llevó la voz
en el acuerdo, el entonces camarista Dr. Luis Longhi, por
la revocación de la sentencia, no habiendo sido hasta dicha
oportunidad, recusado por los letrados denunciantes. Agrega
que, posteriormente, y en voto conjunto con el Dr. Tazza,
declararon inadmisible un recurso extraordinario incoado
por la parte actora.
4°) En el expediente “Bonserio César y otros c/
Lotería Nacional Soc. del Estado s/ laboral”, explica que
su actuación en primera instancia, como en otras causas
similares en su carácter de juez de primera instancia,
consistió en el rechazo de una excepción de incompetencia
efectuada por la demandada y diferir para el momento de la
sentencia la de prescripción.
En segunda instancia, dictó sentencia rechazando
la demanda, la cual fue compartida, por fundamentos análogos,
por su colega Dr. Alejandro Tazza, sin ser hasta esa
oportunidad objetada su actuación por el Dr. Scarimbolo.
Agrega que a fs. 775 proveyó favorablemente un recurso
ordinario
ante
la
Corte
Suprema
de
Justicia,
y
posteriormente, la sala declaró por unanimidad inadmisible
un
recurso
cuestionado
extraordinario,
su
sin
intervención
en
que
las
tampoco
se
haya
actuaciones
de
referencia, luego de lo cual, el Dr. Scarimbolo recusó al
Dr.
Ferro,
sin
perjuicio
de
que
posteriormente
a
la
desestimación del recurso extraordinario, no hubo actuación
suya en los autos, excepto la remisión correspondiente a
la instancia de grado.
5°) En relación con la causa “Constable José y
11
otros c/ Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos (hoy
Lotería Nacional S.E.) s/ Laboral”, indica que, la actuación
que le cupo fue, conforme su reiterado criterio sobre tal
cuestión, rechazar la excepción de incompetencia introducida
por la demandada y diferir para el momento de dictar sentencia
la de prescripción planteada por Lotería, sin dictar en
ningún momento resoluciones que hicieran caer su futura
imparcialidad
y
que
le
impidieran
juzgar
en
segunda
sentencia
de
primera
instancia.
Señala
que,
dictada
la
instancia por el ex juez Dr. Sirochinsky, su función en la
alzada
consistió
en
revocar
la
sentencia
de
primera
instancia, rechazando la demanda, compartiendo el Dr. Tazza
el criterio sustentado. Luego de ello, habría proveído
favorablemente un recurso ordinario interpuesto por los
actores que fue declarado mal concedido por la Corte Suprema
de
Justicia,
y
posteriormente,
declaró
inadmisible
un
recurso extraordinario junto al Dr. Tazza.
Relata, asimismo, que con motivo de incidencias
respecto de la base regulatoria fijada en primera instancia,
el juez de grado actuante, Dr. López, rechazó las mismas
y elevados los autos al Superior, éste revocó tal decisión
con fecha 4 de febrero de 2005, siendo devueltos los autos
al Juzgado de Primera instancia, sin existir hasta dicha
oportunidad,
cuestionamiento
alguno
por
parte
del
Dr.
Scarimbolo hacia su persona.
6°) En los autos “Diarte José Alberto y otros c/
Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos s/ laboral”,
refiere que su intervención como juez de primera instancia
consistió en firmar providencias simples o de mero trámite,
dictar resolución relativa a las excepciones planteadas y
fallar
conforme
los
reiterados
criterios,
es
decir,
desestimar la excepción de incompetencia y postergar la de
prescripción, proveer la prueba ofrecida por las partes y
tomar algunas audiencias testimoniales.
Ya en segunda instancia, reseñó que el tribunal
por él integrado, revocó la sentencia de grado y desestimó
12
Consejo de la Magistratura
la
demanda,
desestimando
así
también
un
recurso
extraordinario planteado por la parte actora sin objetarse
su actuación. Agrega que luego de ser devueltos los autos
a
primera
instancia
y
en
virtud
de diversos recursos
relacionados con las regulaciones de honorarios practicadas
en primera instancia, tuvo una nueva intervención como juez
de alzada, dictando junto al Dr. Tazza la resolución de fecha
30 de septiembre de 2005, resolviendo confirmar parcialmente
el
fallo
recurrido,
no
siendo
objeto
de
critica
su
intervención tampoco en esta oportunidad por parte de los
denunciantes.
7°) Respecto de su actuación en los autos “Hernando
Luis Saúl y otros c/ Lotería Nacional S.E. s/ laboral”, indica
que su actuación en primera instancia consistió en dictar
resoluciones simples o de mero trámite y proveer la prueba
ofrecida por las partes, ya que, la excepción planteada en
dichos autos fue decidida por un juez subrogante, tal el
entonces defensor oficial Dr. Alberto Cangiani.
Apelada la sentencia dictada en primera instancia,
explica que el Tribunal de Alzada revocó el pronunciamiento,
no mereciendo hasta ese momento recusación alguna de los
denunciantes, por su actuación en la instancia anterior.
Posteriormente, su actuación junto con el Dr.
Tazza consistió en desestimar el recurso extraordinario
intentado, consintiendo el Dr. Scarimbolo su actuación en
segunda instancia. Agrega que, tras ser devueltas las
actuaciones al juzgado correspondiente se remitieron otra
vez los autos a la Cámara a fin de resolver una cuestión
relativa
Tribunal,
a
honorarios,
se
revocó
la
y
conforme
resolución
jurisprudencia
recurrida
y
del
fueron
devueltos los autos a fin de proseguir su trámite, sin existir
aún
recusación
o
cuestionamiento
por
parte
de
los
presentantes.
8°) En el proceso caratulado “Jensen Carlos M. y
otros c/ Lotería Nacional S.E. s/ laboral” expone que su
actuación en primera instancia radicó en el dictado de
providencias simples, proveer la prueba ofrecidas por las
13
partes, tomar algunas audiencias testimoniales y fallar
conforme a los reiterados criterios, rechazando la excepción
de incompetencia y difiriendo la de prescripción para el
momento de la sentencia.
Luego de apelada la sentencia, el Tribunal revocó
la sentencia y rechazó la demanda, adhiriendo como tercer
votante a los fundamentos de quien llevó la voz en el acuerdo.
Posteriormente, los Dres. Longhi y Tazza concedieron un
recurso ordinario ante la Corte Suprema. Interin, se presentó
el Dr. Martín Scarimbolo peticionando el préstamo de la causa
lo cual se concedió, no cuestionando su actuación en esa
instancia en oportunidad de devolver la causa a la Cámara
y observar su intervención, consintiéndola. Finalmente, los
autos fueron elevados en dos oportunidades más al Superior
sin existir por parte de los denunciantes cuestionamiento
respecto
de
la
actuación
del
magistrado,
hasta
que
finalmente, y en virtud del incidente de recusación efectuado
por el Dr. Scarimbolo, el Dr. Ferro decidió excusarse, con
fecha 20 de febrero de 2007.
9°) En relación con su actuación en los autos “Lupo
Carlos y otros c/ Lotería Nacional S.E. s/ laboral” señala
que su actuación en primera instancia solo consistió en
dictar resoluciones simples o de mero trámite, proveer la
prueba ofrecida por las partes y decidir las excepciones
planteadas por la parte demandada de la misma forma que en
las demás actuaciones en las que intervino.
Apelada la sentencia dictada en primera instancia
por el Dr. Sirochinsky, el Tribunal de Alzada revocó la
sentencia y rechazó la demanda, adhiriendo como tercer
votante a los fundamentos dados por el Dr. Tazza. Luego se
concedió un recurso ordinario ante la Corte Suprema y se
rechazó el recurso extraordinario intentado por la actora,
sin merecer hasta dicha oportunidad, cuestionamiento alguno
por parte de los letrados denunciantes.
10) En la causa caratulada “Rey Rodolfo José y otros
c/
Lotería
Nacional
S.E.
s/
laboral”,
explica que su
actuación consistió en la instancia de grado, en dictar
14
Consejo de la Magistratura
providencias simples o de mero trámite, proveer la prueba
ofrecida por las partes y resolver las excepciones planteadas
por la parte demandada conforme los reiterados criterios,
rechazando
la
de
incompetencia
y
difiriendo
la
de
prescripción para el momento del dictado de la sentencia,
tomando
asimismo
algunas
audiencias
de
absolución
de
posiciones.
Apelada que fuera la sentencia, expone que el
Tribunal conformado por los Dres. Tazza y Longhi, revocó
la sentencia y rechazó la demanda, no participando el dicente
de tal resolución por encontrarse en uso de licencia.
Indica que, posteriormente, el Dr. Tazza concedió
un recurso ordinario, el cual resultó desestimado por la
Corte
Suprema,
mientras
que
el
recurso
extraordinario
incoado por la actora fue declarado inadmisible por el Dr.
Tazza y el suscripto, consintiendo los denunciantes su
actuación ante la falta de cuestionamiento.
Agrega que, al año y tres meses de haber sido
elevada por primera vez las actuaciones a la Cámara, luego
de fallar en cuestiones relacionadas con la aplicación de
las leyes 23.982 y 25.344, los Dres. Scarimbolo lo recusaron
con causa, en tanto habría actuado en ambas instancias
obviando actuar conforme el art. 32 del CPCCN. Asimismo,
señala que los denunciantes manifiestan que habría actuado
irregularmente en la causa “Mantello N. c/ Ferrocarriles
Argentinos s/ daños y perjuicios” por haber supuestamente
dictado una resolución firmada en forma unipersonal cuando
debería haber sido firmada por el Tribunal.
En virtud de ello, y pese a que el letrado
denunciante habría consentido con anterioridad su actuación
en la Cámara, conforme su reiterada actitud en base a las
razones expuestas en los autos “Scarimbolo s/ incidente de
recusación”, el 20 de febrero de 2007, resolvió excusarse
de seguir entendiendo en las actuaciones.
11) Respecto de su intervención en el proceso
caratulado “Sernia Miguel Ángel y otros c/ Lotería Nacional
S.E. s/ laboral”, destaca que su actuación se limitó al
15
dictado de resoluciones simples o de mero trámite y proveer
la prueba ofrecida por las partes, siendo las excepciones
planteadas por la demandada resueltas por el Dr. Alberto
Cangiani, juez subrogante en aquella oportunidad.
Expresa
que
apelada
la
sentencia
de
primera
instancia, el Tribunal conformado por los Dres. Tazza y
Vázquez, revocó el pronunciamiento de grado y rechazó la
demanda, desestimando posteriormente la misma integración,
el recurso extraordinario planteado por el Dr. Scarimbolo.
Aclara que recién intervino como juez de cámara
el 31 de julio de 2006, a fin de ordenar el procedimiento
de las actuaciones, no existiendo luego de ello actuación
alguna de su parte.
12) En los autos caratulados “Stessens Juan C. y
otros c/ Lotería Nacional S.E. s/ laboral”, describe que
su actuación en primera instancia radicó en el dictado de
providencias simples o de mero trámite, proveer la prueba
ofrecida
por
las
partes,
absolución
de
posiciones
reiterado
criterio,
la
tomar
y
algunas
desestimar,
excepción
de
audiencias
conforme
a
de
su
incompetencia,
difiriendo la de prescripción para el momento del dictado
de la sentencia.
Apelada la sentencia, sostiene que el Tribunal
integrado por los Dres. Tazza y Longhi revocaron y rechazaron
la demanda, no participando él mismo por encontrarse en uso
de licencia.
Luego de ello, agrega que el Dr. Tazza admitió
un recurso ordinario, el cual fue declarado mal concedido
por la Corte Suprema, en tanto el recurso extraordinario
interpuesto por la actora, fue declarado inadmisible con
su
intervención,
Scarimbolo,
no
siendo
excusándose
esto
objetado
posteriormente
de
por
el
Dr.
intervenir,
conforme su reiterada actitud en base a las razones expuestas
en los autos “Scarimbolo s/ incidente de recusación”.
13) En relación con las actuaciones caratuladas
“Namur Vicente José y otros c/ Estado Nacional (Lotería y
Casinos) s/ laboral”, sostiene que su actuación en primera
16
Consejo de la Magistratura
instancia
consistió,
como
en
tantas
otras,
en
firmar
providencias simples o de mero trámite, proveer las pruebas
ofrecidas
por
las
partes,
tomar
algunas
audiencias
testimoniales, resolver la excepción de incompetencia y
diferir el tratamiento de la de prescripción.
Destaca que llegadas las actuaciones a la Alzada
y al analizar su actuación en la instancia anterior, advirtió
que
previo
a
la
acción
principal,
tuvo
una
activa
intervención en un incidente de diligencias preliminares
solicitado por la parte actora, tendiente a que se realizaran
diligencias probatorias, tales entre otras, a comprobar si
en oportunidad que los Casinos eran explotados por manos
privadas existían perfectamente definidos dos tipos de
tareas: la rama juego y la incidencia que sobre ellos lleva
la “propina o caja de empleados”; y la rama típicamente
administrativa cuyos integrantes no participan de aquel
concepto y sólo perciben haberes normales.
Refiere que en dicho contexto, admitió tales
diligencias e hizo saber a los actores que deberían iniciar
la acción correspondiente dentro de los 30 días, bajo
apercibimiento. Agrega que, posteriormente, y a pedido de
los demandantes, asintió la ampliación de un interrogatorio,
luego
proveyó
favorablemente
otra
extensión
temporal
respecto de un informe respecto a la categoría que poseían
determinados agentes, y posteriormente, previo a resolver
y teniendo en cuenta que existían en juego derechos de las
partes, libró otro oficio concediendo un plazo ampliatorio
para evacuar el informe requerido por los actores.
Entiende que tal activa participación en dicho
incidente, con producción y convalidación de pruebas que
tenían directa relación con el objeto de la causa principal,
sumado el apercibimiento impuesto a los actores, podían
comprometer su objetividad e invocando el art. 30 del CPCCN
se excusó y dejó que sus colegas decidieran tal petición,
lo que sucedió admitiendo la excusación en los términos de
la norma citada.
Concluye destacando que por tal circunstancia no
17
existió participación suya en segunda instancia.
14) En los autos caratulados “Yancovich Eristo
y
otros
c/
Estado
Nacional”
indica
haber, en primera
instancia, suscripto providencias simples o de mero trámite,
tomado
algunas
audiencias
testimoniales,
dictado
resoluciones relativas a las excepciones planteadas y fallar
conforme
los
reiterados
criterios,
desestimando
la
de
incompetencia y postergando la de prescripción. Explica que,
sin embargo, no proveyó la prueba ofrecida por las partes,
lo cual fue realizado por el juez subrogante Dr. Cangiani.
Asimismo,
sostiene
que,
cuando
llegó
dicho
expediente a la Alzada conjuntamente con los autos “Namur
Vicente José y otros c/ Estado Nacional” inadvertidamente
pensó que remitido sólo los terceros cuerpos de ambos
expedientes a su despacho, eran similares en cuanto a la
producción del incidente de medidas preliminares y al poseer
la misma fecha, el mismo modo de redacción y contenido del
proyecto del excusación, nada le hizo pensar lo contrario
y firmó un despacho idéntico al firmado en los autos “Namur”,
de ahí entonces que procedió a excusarse involuntariamente,
lo cual fue admitido por sus colegas.
Expresa que, por ello, no tuvo intervención alguna
en segunda instancia.
15)
Finalmente,
sostiene
que
en
los
autos
caratulados “Mantello Nicolás y otros c/ Ferrocarriles
Argentinos y otros s/ daños y perjuicios” la actuación que
le cupo en primera instancia se limitó al dictado de
providencias simples o de mero trámite.
Sobre su actuación en segunda instancia, señala
que apelada la sentencia, el Tribunal conformado por él y
el Dr. Tazza rechazó el recurso de apelación, confirmó la
sentencia de la instancia anterior y condenó a las demandadas
el día 19 de octubre de 2000, desestimándose, asimismo, el
recurso extraordinario planteado por el actor sobre aspectos
puntuales de la sentencia.
Relata que a fs. 806 y 823 se presentó el Dr. Martín
Scarimbolo,
peticionando
al
Superior
se
confirmen
18
Consejo de la Magistratura
determinadas resoluciones sobre regulación de honorarios,
sin ser cuestionado en tal oportunidad la integración del
Tribunal.
Agrega que a fs. 834 el Dr. Scarimbolo solicitó
la elevación de las actuaciones al Superior y arribados los
autos al Tribunal, luego de excusarse el Dr. Tazza por la
intervención de su mujer en el proceso como letrada, se
constituyó la integración de la Sala con la intervención
del Dr. Farah, lo cual fue cuestionado por el Dr. Scarimbolo,
pero consintiendo hasta dicha oportunidad la intervención
del Dr. Ferro.
Expresa que, luego de ser desestimadas ciertas
peticiones del letrado denunciante, éste, lejos de plantear
los
recursos
que
podrían
ser
procesalmente
viables,
cuestionó su intervención, por lo cual y en forma coherente
con su reiterada actitud, pese a haber sido consentida su
intervención como camarista en el proceso, se excusó de
seguir entendiendo en el proceso.
Concluye sosteniendo que la presente denuncia como
tal, permitiría inferir una conducta parcial que perseguiría
a su criterio, su separación de las causas referenciadas
precedentemente.
Asimismo, acompaña copias de diversas actuaciones
referentes a las causas en cuestión, por lo que se procede
a formar el anexo correspondiente.
III. En función de las medidas preliminares, se
procedió a compulsar las causas reseñadas, en trámite ante
el Juzgado Federal N° 4 de Mar del Plata, de las que se
obtuvieron copias certificadas de las partes pertinentes,
las que obran como anexo de las presentes actuaciones.
CONSIDERANDO:
1°) Que las facultades disciplinarias del Consejo
de la Magistratura, al igual que antes las de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, se limitan a lo estrictamente
administrativo,
no
pudiendo
inmiscuirse,
directa
o
indirectamente, en la competencia jurisdiccional. En otros
19
términos, las sanciones disciplinarias apuntan a que este
Cuerpo “logre disciplina en el cumplimiento de reglas
ordenatorias
para
la
administración
del
universo
de
conflictos, no para la decisión de un conflicto determinado
ni, consecuentemente, para imprimir una determinada línea
a los actos procesales” (Kemelmajer de Carlucci, Aída, “El
Poder Judicial en la Reforma Constitucional”, en AAVV,
“Derecho Constitucional de la Reforma de 1994”, Mendoza,
Instituto
Argentino
de
Estudios
Constitucionales
y
Políticos, 1995, T. II, pág. 275).
Así se ha entendido que existe responsabilidad
administrativa cuando media inobservancia de los deberes
inherentes a la calidad de magistrado, ejercicio impropio
de las funciones judiciales, descuido voluntario, falta de
asiduidad en el cumplimiento de estas funciones o actos que
perjudiquen
el
“‘responsabilidad
servicio
público.
administrativa’
y
De
modo
que
‘responsabilidad
disciplinaria’ son conceptos sinónimos” (Marienhoff, Miguel
S., “Tratado de Derecho Administrativo”, Ed. Abeledo Perrot,
1994, T. III- B, pág. 369).
Sobre esas bases, el artículo 14 de la ley 24.937
y sus modificatorias, prevé expresamente los supuestos que
constituyen faltas disciplinarias y que, por ello, dan lugar
a la responsabilidad de esa índole de los Magistrados del
Poder Judicial de la Nación.
Por su parte, el art. 53 de la Constitución
Nacional prevé las causales que constituyen mal desempeño
y, como consecuencia, ameritan la remoción de los jueces
del Poder Judicial de la Nación, estableciendo el art. 114
de la Carta Magna, dentro de las atribuciones de este Consejo
de la Magistratura la de decidir la apertura de dicho
procedimiento de remoción cuando los hechos denunciados
fueran los previstos en el referido art. 53 (cfr. ley 24.937
y sus modificatorias).
2°) Que los denunciantes cuestionan la actuación
del Dr. Jorge Ferro, por considerar que su intervención en
diversos
procesos
como
juez
de
primera
instancia,
y
20
Consejo de la Magistratura
posteriormente, como juez de cámara, afecta las garantías
constitucionales del debido proceso y del derecho de defensa
en juicio. Habiendo a su criterio, dictado fallos de “extrema
trascendencia procesal” en ambas instancias y haciendo caso
omiso de las disposiciones establecidas en el art. 30 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, incurriendo
por ende en la causal prevista en el art. 32 del citado Código,
al no haberse excusado de actuar en la Alzada.
3°) Que corresponde “prima facie” examinar si las
alegaciones brindadas por el Dr. Ferro en oportunidad de
formular
su
descargo
permiten
arribar
a
conclusiones
coincidentes con su tesitura o, por el contrario, debe
instarse una imputación.
En tal sentido, cabe referir que, de la compulsa
efectuada a las causas señaladas, surge que el Dr. Ferro
tuvo en primera instancia una intervención similar en la
mayoría de ellas, esto es, dictar algunas providencias
simples o de mero trámite, proveer la prueba ofrecida por
las partes y llevar adelante audiencias testimoniales y de
absolución de posiciones.
En
cuanto
a
las
resoluciones
interlocutorias
obrante en los procesos y que fueran suscriptas por el
magistrado en la instancia de grado, ellas corresponden en
todos los casos al rechazo de la excepción de incompetencia
planteada por la demandada y en diferir para la oportunidad
del dictado de sentencia la de prescripción, planteada por
la misma parte.
Respecto de su actuación como Juez de Cámara en
dichos procesos, en la mayoría de los casos consistió en
participar -en ocasiones como magistrado preopinante y en
otras por adhesión a los fundamentos de sus colegas- en las
sentencias definitivas dictadas por la Alzada, como así
también en la concesión de recursos ordinarios y denegación
de
recursos
extraordinarios
ante
la
Corte
Suprema
de
Justicia, entre otras resoluciones.
Asimismo, se constató que en los autos caratulados
“Barbieri Carlos c/ Lotería Nacional s/ laboral”, el Dr.
21
Ferro no tuvo intervención alguna en primera instancia, y
que en las causas caratuladas “Namur Vicente c/ Estado
Nacional s/ laboral” y “Yancovich Eristo c/ Estado Nacional
s/ laboral”, el magistrado, encontrándose ya en funciones
como juez de Cámara, decidió excusarse por haber intervenido
previamente como juez de primera instancia en incidentes
de diligencias preliminares correspondientes a los nombrados
procesos. Ello, por entender que tal activa participación
en dichos incidentes y los que a su criterio tenían directa
relación con el objeto de la causa principal, podrían
comprometer su objetividad.
4°) Que en este contexto, es necesario determinar
si el Dr. Ferro se encontraba inmerso en algunas de las
causales de excusación establecidas en el Código de rito
al momento de intervenir como juez de Cámara o si, en cambio,
su proceder se ajustó a derecho.
Cabe dejar sentado que, la ley procesal impone al
juez el deber de apartarse espontáneamente del conocimiento
del asunto cuando se hallare comprendido en alguna de las
causas de recusación establecidas en el art. 17 del Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación, acordándole,
asimismo, el derecho de hacerlo "cuando existan otras causas
que le impongan abstenerse de conocer en el juicio, fundadas
en motivos graves de decoro o delicadeza (art. 30 CPCCN).
En cuanto al primero de los aspectos aludidos, es
dable poner de resalto que dichas causales resultan taxativas
y de interpretación restringida, teniendo en cuenta que su
aplicación provoca el desplazamiento de la legal y normal
competencia de los jueces y la consecuente alteración del
principio constitucional del juez natural.
En lo que atañe al derecho de abstención, la ley
adopta una fórmula flexible que, remitiendo fundamentalmente
a las motivaciones subjetivas del juez, tiende a respetar
todo escrúpulo serio que éste manifieste en orden a una
posible sospecha sobre la objetividad de su actuación.
Sentado
ello,
y
analizadas
que
fueron
las
actuaciones en las cuales intervino el magistrado, no se
22
Consejo de la Magistratura
advierten motivos que justifiquen una actitud distinta a
la asumida por el Dr. Ferro en los expedientes referenciados.
En efecto y como ya fuera señalada, la actuación
del
Sr.
Juez
interviniente
en
los
distintos
procesos
constituyó, dentro de su función como juez de primera
instancia, en la gran mayoría de los casos, en el dictado
de providencias simples o de mero trámite, el proveído de
las pruebas ofrecidas por las partes, la celebración de
algunas audiencias testimoniales y confesionales y, el
dictado
de
resoluciones
rechazando
la
excepción
de
incompetencia y difiriendo el tratamiento de la excepción
de prescripción opuestas por la parte demandada.
Tales intervenciones realizadas por el Dr. Jorge
Ferro no permiten vislumbrar parcialidad o adelanto de
opinión alguna, toda vez que las mismas siempre fueron
tendientes a hacer avanzar el proceso, no existiendo en
ningún caso prejuzgamiento de su parte.
Tal como sostuvo el magistrado en su descargo “el
juez sólo debe excusarse cuando ha dictado resoluciones
decisorias como sentencia, pero nunca cuando se trata de
providencias simples, extremo éste que ocurrió en las causas
(…) puesto que las decisiones adoptadas no importaron
adelanto de opinión alguna”.
En tal sentido, se observa que las resoluciones
dictadas en los expedientes no tuvieron otro fin que el de
darle continuidad al trámite procesal de los mismos, sin
adelantar opinión alguna sobre el fondo de la cuestión.
Ello es así por cuanto decidir una excepción sobre
la competencia del juzgado, no afecta la imparcialidad del
juzgador, ni permite inferir detalle alguno sobre la decisión
final a dictarse en las etapas procesales oportunas, ni
implica en manera alguna prejuzgamiento puesto que, el
ejercicio de la facultad jurisdiccional no importa adelanto
de opinión. Menos aún puede catalogarse como prejuzgamiento
o imparcialidad, el hecho de haber diferido para el momento
procesal oportuno, el tratamiento de las excepciones de
prescripción interpuestas por los demandados en los procesos
23
en los cuales eran parte.
Por ende, no encontrándose el Dr. Ferro comprendido
en ninguna de las causales de excusación que taxativamente
impone el art. 30 del CPCCN y no existiendo -como fue
sostenido por el magistrado en su descargo- motivos graves
de
decoro
o
delicadeza
que
lo
hicieran
excusarse
voluntariamente de los procesos al momento de intervenir
como juez de Cámara, habrá de propiciarse la desestimación
de la presente denuncia.
5°) Que, sin perjuicio de lo expuesto, y a mayor
abundamiento,
cabe
destacar
que
los
denunciantes
consintieron en todo momento la actuación del Dr. Ferro en
la
instancia
superior
en
todas
las
causas
por
ellos
indicadas, planteando en muchos casos recusaciones –que
fueron rechazadas- luego de que el magistrado efectuó
numerosas intervenciones, entre las cuales se encontraba
el dictado de la sentencia definitiva, sin objetar en el
momento procesal oportuno lo que aquí intentan introducir,
violentando de esta manera, la teoría de los actos propios.
A su vez, cabe resaltar que el magistrado, en
aquellas causas en las cuales tuvo una mayor participación
en el trámite del proceso (causas “Namur” y Yancovich”)
decidió excusarse de intervenir, por considerar que su
actividad
en
primera
instancia
podría
comprometer
su
objetividad.
6°) Que analizadas las constancias aportadas y
teniendo en cuenta las manifestaciones brindadas por el Dr.
Ferro, no se advierte irregularidad alguna susceptible de
reproche por parte de este Cuerpo.
Es dable señalar el hecho que, desde el punto de
vista sancionatorio, la conducta de quien ha vulnerado un
deber que le es propio, no sólo debe evaluarse en cuanto
a su resultado sino, y principalmente, a partir de la
existencia de aquéllas condiciones fácticas que le hubiesen
posibilitado un comportamiento distinto.
Así, cualquiera sea el ámbito jurídico de que se
trate, el análisis de la conducta que se considera disvaliosa
24
Consejo de la Magistratura
ha de partir de la existencia del presupuesto material de
infracción de la norma, sumado a una condición objetiva de
punibilidad, cuya traducción en los hechos, se da en la
existencia de ese conjunto de circunstancias que la harían
exigible. Tan elementales requisitos, no se encuentran
presentes en la actuación del Dr. Ferro en el trámite de
los expedientes en cuestión.
Así
entonces,
sin
la
convicción
necesaria
y
positiva de la responsabilidad del magistrado de adecuar
su comportamiento a la debida diligencia, no es posible
atribuirle una responsabilidad del tipo disciplinaria, toda
vez que en el presente caso, no sería exigible al magistrado
un comportamiento diverso a aquel que le es imputado.
En
consecuencia,
teniendo
en
cuenta
tales
circunstancias, corresponde desestimar la presente denuncia
por resultar improcedente.
7°) Que en virtud de lo expuesto, y toda vez que
no surge de la actuación del magistrado ninguna irregularidad
que sea causal de remoción conforme lo dispuesto por el
artículo
53
disciplinarias
de
la
Constitución
establecidas
en
Nacional,
la
ley
ni
24.937
faltas
y
sus
modificatorias, corresponde –con acuerdo a lo propuesto por
la Comisión de Disciplina y Acusación (dictamen 401/07)desestimar la presente denuncia.
Por ello,
SE RESUELVE:
1°) Desestimar la denuncia formulada contra el
Dr.
Jorge
Ferro,
integrante
de
la
Cámara
Federal
de
Apelaciones de Mar del Plata.
2°) Notificar al denunciante y al magistrado
denunciado, y archivar las actuaciones.
Regístrese y notifíquese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo.: Pablo Mosca – Pablo Hirschmann (Secretario
General).
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