dossier de presse AREV - Pecs (Baranya) - 13-04

Anuncio
Asamblea de las Regiones Europeas Vitícolas
Dossier de Prensa
19 de marzo de 2014,
Derechos de plantación y Acuerdo Europa-EE.UU.:
Las Regiones Europeas Vitícolas movilizadas y vigilantes
Los 13 y 14 de marzo, se reunió en Baranya (Hungría) bajo la presidencia de Jean-Paul
Bachy, la Mesa de la Asamblea de las Regiones Europeas Vitícolas. Delegaciones de
Alemania, Austria, España, Francia, Hungría, Luxemburgo, Rumania, República Checa
participaron en los trabajos.
Jean-Paul Bachy presentó la situación de las discusiones en curso para la redacción de los
reglamentos de aplicación sobre las autorizaciones de plantar. Frente al riesgo de
desestabilización de los mercados y de la puesta en tela de juicio de los sistemas de
denominación tradicionales que unen la calidad de los vinos a sus terroirs, la AREV, con el
apoyo del Parlamento europeo supo hacer frente. Pero la vigilancia se impone para poder
preservar los avances conseguidos durante los últimos meses que permitieron encontrar un
buen compromiso entre la defensa de los terroirs y la dinámica del mercado mundial del vino.
Los delegados de la AREV también tuvieron intercambios sobre las negociaciones sobre el
acuerdo de libre intercambio entre la Unión europea y los EE.UU. que se han abierto hace
poco. Su resolución (detallada a continuación) requiere que la negociación tome en gran
consideración los avisos e intereses de los viticultores europeos.
En el contexto de la evolución de la reglamentación europea, los debates también permitieron
a las regiones miembros de la AREV descubrir el programa Anaxagore promovido por el polo
IAR (Polo Industria Agro-recursos ubicado en Picardie y Champagne-Ardenne) que propone
la valorización de los subproductos de la vid. “Una utilización bioquímica de la vid resulta
indispensable tanto para la economía como para el medioambiente” subraya Jean-Paul Bachy.
La AREV desea continuar con su reflexión sobre el enoturismo, palanca de desarrollo
económico, de valor añadido y de atracción para sus territorios.
Contacto prensa : Valérie Bridard 06 84 80 11 48, Dominique Janin 49 1729 50 06 47.
1: Jean-Paul Bachy, presidente de la AREV fue
acogido por Zsolt Tiffan, presidente de Baranya.
2: Jean-Paul Bachy (presidente de l'AREV), Aly
Leonardy (presidente del CEPV) y Ettore Ponzo
(vice-presidente del CEPV)
3: Los miembros de la delegación AREV visitaron el
Centro de investigación Vitivinícola de la
Universidad de Pécs.
Contacto prensa : Valérie Bridard 06 84 80 11 48, Dominique Janin 49 1729 50 06 47.
Acuerdos de libre intercambio UE-EE.UU (PTCI/TTIP): ¡No así!
Considerando la experiencia decepcionante del acuerdo bilateral entre la UE y los EE.UU.
sobre el comercio del vino celebrado por la Comisión en 2005, que representaba ya un
retroceso con relación a otros acuerdos bilaterales y cuya segunda fase todavía no ha
terminado, las organizaciones vitivinícolas europeas firmantes instan a la Comisión a que tome
en cuenta sus reivindicaciones específicas. Antes de cualquier otra consideración, quieren
destacar la ilusión representada por un acuerdo de libre intercambio sometido a las
fluctuaciones erráticas de la paridad monetaria euro-dólar que fluctúa según las oportunidades y
estrategias políticas de la más globalizada moneda. Basta con recordar las distorsiones de
competencia del mercado común anterior a la serpiente monetaria. En este sentido presentan las
mejoras arancelarias o la supresión de los derechos de aduana a obtener presentan una ventaja
despreciable con relación a los efectos perversos de las manipulaciones unilaterales de tipo de
cambio.
Les organizaciones miembros de la AREV subrayan también que, dado el nivel débil de
protección arancelaria recíproca actualmente vigente en el sector vitícola, los derechos de
aduana no son el reto principal de dichas negociaciones. Por tanto la armonización entre
Europa y los EE.UU. debería abordar esencialmente las normas y reglamentaciones, ya
sean jurídicas, financieras, sanitarias, medioambientales, culturales, etc.
Para el sector vitivinícola, se corre el riesgo de sacrificar las normas europeas (basadas
sobre las normas de la OIV), más ambiciosas, puesto que los EE.UU. salieron de la OIV
en 2001, concretamente porque no desearon someterse a las normas establecidas y
respetadas por sus 45 Estados miembros. Los retos resultan pues muy arduos para el
modelo vitivinícola europeo.
A propuesta de Jean-Paul Bachy, presidente de la AREV, las organizaciones vitivinícolas
europeas firmantes solicitan pues de la Comisión europea y de sus negociadores del sector
vitivinícola que supedite su firma a la obtención de la renuncia definitiva de los EE.UU. a
utilizar, tanto sobre su mercado interior como a la exportación, las indicaciones geográficas
europeas, llamadas “semigenéricas”, que conciernen las denominaciones francesas:
Burgundy, Champagne, Chablis, Sauternes.
También desean que los EE.UU. renuncien definitivamente a utilizar, tanto sobre su mercado
interior como a la exportación, las menciones tradicionales europeas (château, classic, clos,
cream, crusted/crusting, fine, late bottled vintage, noble, ruby, superior, sur lie, tawny,
vintage y vintage carácter), y los nombres de variedades de vid limitados a los vinos europeos
sobre la etiqueta de los vinos americanos comercializados sobre el mercado europeo.
Requieren la obligación para los EE.UU. de garantizar el respeto de las prácticas enológicas
reconocidas por la Organización Internacional de la Vid y del Vino (OIV) para todos sus
vinos exportados al mercado europeo, la exención del certificado de homologación de la
etiqueta (COLA) para los vinos europeos y el reconocimiento del “vino biológico” europeo de
conformidad con los reglamentos (CE) 834/2007 et 889/2008.
Contacto prensa : Valérie Bridard 06 84 80 11 48, Dominique Janin 49 1729 50 06 47.
En este contexto los miembros de la Mesa de la AREV recuerdan que la Comisión europea y
la OIV expresaron recientemente serias críticas ante el organismo americano ICANN
(Internet Corporación for Assigned Names and Numbers) relativas a la atribución de nuevos
dominios Internet de primer nivel genérico “.wine” o “.vin” sin ninguna protección de las
indicaciones geográficas y sin procedimiento de objeción.
En general, semejante acuerdo con los EE.UU pondría totalmente en tela de juicio el
objetivo de hacer evolucionar la agricultura europea hacia modelos más sostenibles a nivel
económico, social y medioambiental. Aceleraría el proceso de concentración de las
explotaciones, reduciría drásticamente el número de activos agrícolas y aumentaría
fuertemente el desempleo, la degradación del medio ambiente y de la biodiversidad y sería
el fin del objetivo de implementar circuitos cortos entre productores y consumidores
Frente a la multiplicación irreprensible de los acuerdos bilaterales o interregionales que
debilitan los sistemas multilaterales de la OMC, de la OIV y de la Organización Mundial
de la Propiedad Intelectual (OMPI), las organizaciones firmantes consideran que sin
concesión por parte de los EE.UU. a la OCM sobre los aspectos de los derechos de la
propiedad intelectual relativa al comercio (ADPIC) y sin la vuelta de los EE.UU a la OIV
(definición del vino, prácticas enológicas), parece que no puede sino fracasar cualquier
progreso relativo al conjunto de los puntos anteriores. Instan la Comisión, que tiende a un
estatuto particular el seno de la OIV, a que demuestre coherencia y no ponga en tela de
juicio las recomendaciones y los principios fundamentales de dichas organizaciones
internacionales de referencia que son la OMC, OIV y OMPI (entre otras, la cláusula de la
nación más favorecida y las resoluciones de las discrepancias). Está en juego la
credibilidad de Europa y la perduración de su influencia sobre la elaboración de las
reglas, normas y estándares internacionales – sin hablar del riesgo de suscitar represalias
por parte de los países terceros excluidos de dichos acuerdos y de otros conjuntos
comerciales regionales.
Fuera de los intercambios comerciales, las organizaciones firmantes rechazan rotundamente
los otros dos capítulos de las negociaciones, es decir la “Protección de los inversores
extranjeros” y la “resolución de las discrepancias por un Juzgado de excepción” que
reconocen la transferencia de una parte de la soberanía de los Estados al sector privado y la
supremacía del derecho de negocios: ambos capítulos llevan a una modificación fundamental
del Tratado sobre la Unión Europea y un abandono de la soberanía de los Estados. Cualquier
órgano de resolución de las discrepancias (ORD) debe conformarse imperativamente con el
modelo del ORD de la OMC, donde únicamente los Estados soberanos son habilitados a
recurrir a ellos en función de su constitución nacional, de los tratados europeos y de los
derechos humanos.
Contacto prensa : Valérie Bridard 06 84 80 11 48, Dominique Janin 49 1729 50 06 47.
Descargar