cubierta con bolsa

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Existen otras dermatitis o afecciones de la piel que pueden localizarse en la zona del
pañal y que conviene diferenciar, pues, cuando se sospechan, deben remitirse siempre al
dermatólogo. En general, toda afección de la piel que además de afectar al área del pañal
se presente diseminada a otras partes del cuerpo, debe hacernos sospechar otro tipo de
afección y, aunque las manifestaciones sean todavía leves, debe hacernos remitir al niño al
dermatólogo para su correcto diagnóstico y establecimiento del tratamiento adecuado. A
continuación se describen las más importantes.
Dermatitis psoriasiforme.
Su aparición se produce entre el primer y tercer mes de
vida, y se manifiesta con placas eritematosas demarcadas,
que al inicio son discretas y rojizas, evolucionando
posteriormente hasta cubrirse de escamas blanquecinas,
tomando ya el aspecto de las lesiones de la psoriasis de
un adulto. La descamación puede ser leve o moderada.
figura 9
Afecta también a los pliegues inguinales. A menudo, entre la primera y séptima semanas del
cuadro de inicio, se disemina fuera del área del pañal, pudiendo afectar a tronco, axilas,
extremidades, cara, cuello y cuero cabelludo (figura 9).
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Dermatitis seborreica.
Se presenta entre la tercera y cuarta semana de vida.
Afecta al área del pañal y a los pliegues inguinales,
pudiendo extenderse fuera del área del pañal y de los
pliegues inguinales y afectar al cuero cabelludo, la zona
detrás de las orejas, cuello, axilas, abdomen y área
umbilical. Se manifiesta en su inicio como una erupción
figura 10
difusa de color rojo brillante, que evoluciona a eritema
con escamas adherentes, de tamaño variable, de forma
redondeada u ovalada, blancas o amarillentas, y untuosas.
El prurito es leve y generalmente esta afección desaparece
espontáneamente, pero puede persistir hasta la edad
escolar y, aunque responde bien a los tratamientos, en
ocasiones precisa de corticoides que debe prescribir el
dermatólogo en función de su evolución (figuras 10 y 11).
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figura 11
Milia rubra o miliaria.
Esta afección, que es bastante frecuente, se produce debido a un exceso de sudoración con
obstrucción relativa del conducto sudoríparo, favorecida por la inmadurez de estas glándulas
en el neonato. Se manifiesta con pápulas eritematosas aisladas, que pueden producir una
pequeña vesícula o pústulas. Suelen localizarse en los pliegues cutáneos y en las áreas
cubiertas por la ropa.
Impétigo.
Es una infección producida por Staphylococcus aureus. Afecta
principalmente a la cara, labios, brazos o piernas, pero en el bebé
puede producirse también en el área del pañal. Al inicio, se producen
ulceraciones eritematosas que pican y se ampollan, formando pústulas
que se rompen dejando áreas desflecadas, exudando un líquido
amarillento y cubriéndose finalmente con una costra que se adhiere de
figura 12
manera firme. En los lactantes, suele manifestarse por una o múltiples ampollas llenas de pus
que se rompen fácilmente dejando una base roja, como en carne viva. Tiende a crecer y a
propagarse, y es contagioso. La infección se propaga a través del líquido que supura de las
ampollas (figura 12).
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Acrodermatitis enteropática.
Se trata de una afección hereditaria, autonómica recesiva,
debida a deficiencia de zinc. No es demasiado frecuente.
Se manifiesta con vesículas, ampollas, pústulas, erosiones,
costras con apariencia de miel y placas escamosas y
bien delimitadas. Además del área del pañal, afecta
simétricamente las proximidades de la boca, y las extremidades (manos y pies). Las
figura 13
lesiones del área del pañal y de las extremidades se sobreinfectan frecuentemente
por Staphylococcus aureus y Candida sp. Algunos síntomas concomitantes que pueden
hacer sospechar esta enfermedad son diarrea e irritabilidad y pérdida de pelo (figura 13).
Enfermedad de Letter-Siwe.
Esta enfermedad se produce por un aumento anormal de los
histocitos de las células de Langerhans. Afecta principalmente
a lactantes y niños pequeños. Las lesiones pueden aparecer
en cualquier parte del cuerpo, pero afecta especialmente
al área del pañal, cuero cabelludo y piel detrás de las
orejas. Se producen máculas y pápulas que pueden ser eritematosas o con aspecto
figura 14
purpúrico, a menudo presentan descamación y pueden evolucionar erosionando
o produciéndose úlceras localizadas. En el cuero cabelludo se pueden presentar costras y
escamas hemorrágicas. Es una enfermedad grave (figura 14).
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Dermatitis atópica o eccema atópico.
Puede afectar al área del pañal, pero suele iniciarse en la cara y pliegues de los codos
(anterocubitales) y rodillas (poplíteos). Se producen lesiones eccematosas con eritema en
las mejillas, que se puede ir cubriendo de vesículas exudativas diseminadas que cuando se
secan forman costras que al caer dejan la piel enrojecida y cubierta de escamas. Afecta
también a la región anterior del tórax, región deltoidea, cara externa de muslos y piernas
y dorso de manos y pies. Produce prurito intenso que provoca lesiones al rascado. Los
antecedentes personales o familiares de asma, rinitis alérgica o alteraciones del sistema
inmunológico, deben hacernos sospechar de esta patología.
Herpes simple.
Se manifiesta con las típicas vesículas herpéticas,
formando racimos sobre una base eritematosa. Las
vesículas pican, escuecen y duelen. Luego se rompen y
dejan úlceras dolorosas. Puede confundirse en ocasiones
con la dermatitis erosiva del pañal (figura 15).
figura 15
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