El Evangelio de Marcos y Mateo

Anuncio
Tema 5º LOS EVANGELIOS DE
MARCOS Y MATEO
1
Tema 5º
EL EVANGELIO DE MARCOS Y MATEO
OBJETIVO GENERAL
Conocer los evangelios de Marcos y de Mateo
OBJETIVOS PARTICULARES
Conocer la teología del primer evangelio (Marcos) origen de los demás evangelios.
La teología y cristología de Marcos.
La estructura literaria. Fecha, lugar de composición, autor y destinatarios
Conocer la teología del evangelio de Mateo
La teología y cristología de Mateo
La estructura literaria. Fecha, lugar de composición, autor y destinatarios
Los evangelios son los documentos que más información nos ofrecen sobre la persona
de Jesús y su mensaje.
ASPECTOS CLAVE DEL TEMA
La redacción de los evangelios.
Historicidad de los acontecimientos narrados
Labor redaccional de cada uno de los evangelistas.
Los principales títulos utilizados por cada uno de los evangelistas a la hora de hablar
de Jesús (Cristología)
La concepción de Dios de los evangelistas (Teología)
Mensaje central de cada evangelio
2
INTRODUCCIÓN
Los evangelios de Marcos y Mateo son una parte importantísima del Nuevo
Testamento.
Conocer los evangelios es conocer a Cristo, por tanto es conveniente un estudio
detallado de la redacción y composición de los mismos.
APROXIMACIÓN A NUESTRA
VIDA
Los evangelios son “palabra de Dios” para todos nosotros cristianos.
Nos iluminan e interpelan en nuestra vida
3
PARA TU REFLEXIÓN
Apunte bíblico
Dios habla en la Escritura por medio de hombres y en lenguaje humano (…). Para
conocer la intención del autor hay que tener en cuenta, entre otras cosas, los “géneros
literarios”, pues la verdad se presenta y se anuncia de diverso modo en obras de índole
histórica, en libros proféticos o poéticos o en otros géneros literarios. El intérprete indagará lo
que el autor sagrado dice o intenta decir, según el tiempo y la cultura, por medio de los
“géneros literarios” propios de la época y del conocimiento del redactor. (DV, nº 12)
Evangelio.
En griego significa “buena noticia”. Fue un género creado por el evangelista Marcos.
En la literatura anterior al NT no existe ningún ejemplo de una obra que pueda ser clasificada
dentro de este género.
El nombre “evangelio”
Primitivamente designaba el presente que se daba al portador de una buena noticia, o
el sacrificio que en acción de gracias se ofrecía por ella (HOMERO, Odisea, XV, 152 ss.).
Después pasó a designar la “buena noticia” misma.
En el NT significa la “buena noticia” por antonomasia, el mensaje salvador que,
anunciado por los profetas, fue proclamado por Cristo y anunciado por los Apóstoles (Mc. 1,
15; Mt. 11, 5; Lc. 4, 18; Hech. 5, 42; Rom. 1, 1ss). A partir del siglo II evangelios son los
escritos en que se contiene la buena noticia; sus autores son los evangelistas.
En cuanto al “género literario”, hay que definirlo como el anuncio y la proclamación
del mensaje salvífico de la muerte y resurrección de Jesús que lleva consigo una invitación a
la conversión y a la fe; proclamación que se hace desde la fe y para provocar la adhesión a
Jesús.
La canonicidad de los evangelios
Desde un principio la Iglesia ha considerado como inspirados y normativos para la fe
cristiana a los cuatro evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Escritos por los apóstoles o
sus inmediatos discípulos. La Iglesia de acuerdo con la tradición apostólica, vio en ellos
fielmente expresada la fe en Jesús y su doctrina.
La fórmula “según”, si bien no fueron puestas por los evangelistas, se remontan a la
segunda mitad del s. II y expresan el autor literario. Con tales fórmulas, la Iglesia primitiva
manifiesta su fe en Jesús y en el solo y único evangelio (buena noticia) presentado bajo una
cuádruple forma.
El mensaje evangélico, antes de ser consignado por escrito, se transmitió oralmente.
La tradición oral, que fue adquiriendo una forma sistemática y estereotipada, dio lugar, unos
decenios más tarde, a nuestros actuales evangelios escritos. La Pontificia Comisión Bíblia
(PCB), en la instrucción “Sancta Mater Ecclesia” de 1964, sobre “la verdad histórica del
evangelio”, afirma que: “el intérprete, para dejar debidamente asentada la solidez de cuanto
nos transmiten los evangelios, debe diligentemente prestar atención a las tres etapas de la
tradición por las que la doctrina y la vida de Jesús han llegado hasta nosotros” (nº 2)
4
Primera etapa. La constituyen la vida y la predicación de Jesús, que está en el origen
de la tradición evangélica. Jesús se limitó a predicar la “buena noticia” al pueblo judío, sin
escribir nada. Escogió unos discípulos, a quienes instruyó de modo peculiar, a quienes
encargó que predicasen el evangelio al mundo entero.
El tema central de la predicación fue el Reino de Dios. Su primera y más radical
exigencia la conversión (metanoia), en orden a la obediencia de la fe o entrega a la persona de
Jesús, y el nuevo estilo de vida que suponen las Bienaventuranzas (Lc. 6, 20-21)
La vida del discípulo ha de caracterizarse por la alegría del Reino, la nueva justicia
superior a la del AT y de orden diferente a la que predicaban los escribas y fariseos, y el amor
al prójimo como manifestación del amor a Dios. En la consumación del Reino, cada uno será
juzgado conforme a la actitud con la que ha respondido durante su vida a la llamada de Cristo.
Segunda etapa. La predicación de los Apóstoles, que es clarificada a la luz de la
Pascua y la acción del Espíritu Santo que Cristo les prometió. Una vez que Cristo subió a los
cielos, los Apóstoles se dedicaron a predicar lo que predicó Jesús, el Reino de Dios. Una
predicación oral de la buena noticia , conforme a su mandato. Ellos y sus discípulos,
transmitieron fielmente los dichos y hechos de Jesús, como garantizan toda una serie de textos
en que se manifiesta la vigilancia y preocupación de los dirigentes de la Iglesia por la fiel
transmisión de los mismos (Lc. 1, 1-4; Hech. 1, 1; 5, 42; 9, 32; 1 Cor. 7, 10.12; 11, 23; Gál. 12). Así lo revelan también las técnicas de transmisión oral del ambiente judío, que hacían
muy difícil la deformación de las enseñanzas. Además, los Apóstoles son testigos oculares de
la vida y hechos de Jesús, y la autenticidad de la tradición queda asegurada por la cadena
cualificada de los “transmisores” que va desde Cristo a los Apóstoles, y desde estos a los
fieles.
En la elaboración y formación del material evangélico, durante los años que siguieron
a la predicación de Cristo y que precedieron a la composición escrita, tuvieron gran
influencia, entre otros: a) el medio litúrgico para el que lógicamente se elaboraron las
perícopas evangélicas, b) el anuncio misionero a los gentiles, que exigía formulaciones
distintas a las de los judíos, c) la catequesis que exigía adaptación y derivaciones a las
distintas circunstancias de los oyentes, d) el Antiguo Testamento en el que estaban
consignados los anuncios de las realidades mesiánicas que se habían cumplido en Jesús de
Nazaret.
Tercera etapa. La redacción de los evangelios por parte de los evangelistas con sus
peculiares perspectivas en la presentación de la vida y doctrina de Cristo. Conforme iba
pasando el tiempo, varios autores, por motivos diversos, decidieron poner por escrito el
mensaje evangélico que se transmitía en las diversas iglesias.
Ateniéndonos a los datos que poseemos, hoy se admite comúnmente que el primero de
los evangelios en ser redactado fue el de Marcos, por los años 65-70, siendo su contenido en
gran parte narrativo. Le siguió probablemente Mateo, que utilizó el evangelio de Mc para la
parte narrativa y una “colección de sentencias” o “dichos primitivos de Jesús” (Fuente Q)
para la parte discursiva, y cuya fecha de composición podrían ser los años 80; una tercera
parte es peculiar de Mt, sin que podamos detectar su fuente. Vino luego el evangelio de
Lucas, que como Mt, sigue a Mc en la parte narrativa y utiliza la mencionada fuente de
sentencias (Q) para la parte discursiva; pero la unidad de su contenido tiene fuente distinta: no
sabemos si eran fuentes escritas o orales.
5
El evangelio de Juan presenta una unidad y cohesión mayor que los sinópticos, lo que
no implica ni una sola mano, ni una sola vez en la redacción; aunque sospechamos de una sola
mano. En la redacción final, tuvo en cuenta, sobre todo, un crecimiento progresivo de la obra,
que corre paralelo al crecimiento de la fe de la comunidad que refleja su fe en él. Este
crecimiento nos obliga a pensar en tres momentos: a) Encuentro con Jesús. Un grupo,
perteneciente al judaísmo heterodoxo, creyó en Jesús; pero no en el Mesías davídico, sino
simplemente el profeta anunciado por Moisés (Dt. 18, 15ss); no de origen divino, sino un
hombre enviado por Dios, el hijo de José de Nazaret (Jn. 1, 45ss; 6, 42), b) Crecimiento en la
fe. La confesión en un Mesías profeta… era insuficiente. Debía ser complementada con la
confesión de Jesús como Hijo de Dios. El paso originó conflictos en la comunidad y
persecución por parte del judaísmo oficial (8, 31ss; 9, 22.34; 12, 42), c) Precisiones sobre la
pureza de la fe. Decir que Jesús era Hijo de Dios tenía, bajo la influencia de la “gnosis”,
peligro de situarlo tan alto que resultase imposible el contacto real con el hombre y nuestro
mundo. Era fácil deducir una “encarnación”, “eucaristía” y “muerte” aparentes (Primera
herejía cristológica). De ahí la insistencia en la realidad de estos tres apartados de la vida del
Maestro (1, 46; 6, 51-58; 19, 17ss).
“Dios habla en la Escritura por medio de los hombres y el lenguaje humano; por
tanto, el intérprete de la Escritura, para conocer lo que Dios quiso comunicarnos, debe
estudiar con atención lo que los autores querían decir y Dios quería dar a conocer con dichas
palabras.
Para descubrir la intención del autor, hay que tener en cuenta, entre otras cosas, los
géneros literarios. Pues la verdad se presenta y se enuncia de modo diverso en obras de
diversa índole histórica, en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros literarios. El
intérprete indagará lo que el autor sagrado intenta decir, y dice según su tiempo y cultura, por
medio de los géneros literarios propios de la época. Para comprender exactamente lo que el
autor quiere afirmar en sus escritos, hay que tener en cuenta los modos de pensar, de
expresarse, de narrar que se usaban en tiempos del escritor, y también las expresiones que
entonces se solían emplear en la conversación ordinaria.
La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu con que fue escrita: por
tanto, para descubrir el verdadero sentido del texto sagrado hay que tener en cuenta con no
menor cuidado el contenido y la unidad de toda la Escritura, la Tradición viva de toda la
Iglesia, la analogía de la fe. A los exegetas toca aplicar estas normas en su trabajo para ir
penetrando y exponiendo el sentido de la Sagrada Escritura, de modo que con dicho estudio
pueda madurar el juicio de la Iglesia. Todo lo dicho sobre la interpretación de la Escritura
queda sometido al juicio definitivo de la Iglesia, que recibió de Dios el encargo y el oficio de
conservar e interpretar la palabra de Dios” (Concilio Vaticano II, “Dei Verbum” nº 12).
EL EVANGELIO DE MARCOS
1. El autor.
Papias (s. II) citando a Juan el Presbítero “Marcos intérprete de Pedro puso
puntualmente por escrito, aunque no con orden, los dichos y hechos del Señor”
Ireneo (140-202) “Después de la muerte de éstos (Pedro y Pablo), Marcos,
discípulo e intérprete de Pedro nos comunicó por escrito las cosas que habían sido
anunciadas por Pedro”
6
Clemente Romano (150-215) “el evangelio de Marcos fue escrito con esta
ocasión. Predicando Pedro públicamente la palabra de Dios”
Jerónimo (347-419) “Marcos, discípulo e intérprete de Pedro, a ruegos de los
hermanos de Roma, escribió un evangelio breve conforme a lo que había oído referir a
Pedro”
Datos que conocemos por los Hechos y las Cartas: Juan y Marcos o JuanMarcos; natural de Jerusalén; relacionado con Pedro, en su primera carta 1 Ped.5, 13
lo llama “hijo mío”. De la lectura del evangelio se advierte una gran relación con
Pedro.
2. Motivo que impulsó al autor a escribir el evangelio
Intenta adoptar el autor una postura media entre dos corrientes que estaban
imponiéndose en el cristianismo primitivo: a) Una insistía en Jesús resucitado y su
presencia misteriosa en la comunidad, olvidando las raíces históricas de su persona, b) la
otra ponía la fuerza en recordar el pasado terreno de Jesús, olvidando su presencia actual
en medio de la comunidad y su venida al fin de los tiempos.
El evangelio de Marcos intenta dar respuesta a la pregunta de “quién es Jesús”.
3. Destinatarios del evangelio
Sólo Clemente romano y Jerónimo relacionan el evangelio con la comunidad
de Roma. Analizando en evangelio se advierte que los destinatarios no son cristianos
de origen judío, sino más bien de origen pagano por los siguientes argumentos: 1)
Traduce los vocablos arameos. Boanerges, Talita qumi, Epheta, korbán, Abba,
Gólgota, Eloy, 2) Explica las costumbre judías: comer con manos impuras, primer día
de los ázimos, Paracesce, 3) Habla de temas que el auditorio no había entendido, como
la contraposición entre la Ley antigua y la Nueva, 4) Se habla poco del cumplimiento
de las profecías.
Son cristianos provenientes del paganismo. El evangelio no contiene datos
hirientes para los paganos y sí otros que les resultan favorables. Comparar Mt. 15, 2128 con Mc. 7, 24-30 el episodio de la mujer sirio-fenicia.
4. Fecha y lugar de composición
La tradición opinaba que entre el 40 ó 45 estaba escrito.
Los comentaristas actuales se inclinan a datar los evangelios en fechas más
tardías por dos motivos principales: 1) Los evangelios no son simples recuerdos de lo
que Jesús hizo y dijo, están marcados por los problemas de cada comunidad; esto
supone un largo periodo de tiempo, de varias décadas, 2) Los evangelios hacen clara
referencia a la destrucción de Jerusalén en el año 69/70 por Tito. Por consiguiente
deben ser posteriores.
Las fechas fluctúan entre el 40 hasta el 90. O´Callaghan dice que el año 50.
El lugar Roma por los siguientes motivos: 1) El uso de latinismos (cuadrante,
pretorio, centurión, legión, censo, flagelar), 2) Supone la legislación greco-romana,
que también permitía el divorcio de la mujer, 3) Menciona a Rufus (15, 21) que
pertenece a la comunidad de Roma según Rom. 16, 13.
5. Fuentes usadas por Marcos
Relato de la pasión, colección de parábolas (c. 4) y discurso apocalíptico (c.
13), colección de discusiones galileas (c. 2) y colección sobre instrucciones
comunitarias. Existe acuerdo en que Marcos no conoció la colección de dichos de
Jesús (“Q”)
6. Estructura del evangelio
Existen distintas teorías: a) Marcos siguió según esta teoría un esquema
geográfico: Galilea, fuera de Galilea, Cesarea de Filipo, Jerusalén; b) Propone tener en
cuenta los elementos teológicos y los geográficos y llegan a una división en dos partes:
7
1, 1-8, 26 y 8, 27-13, 37; c) proponen un enfoque geográfico, teológico y literario,
primera parte, Jesús como Mesías, segunda parte que abarca la pasión-resurrección,
Jesús es presentado como el Hijo del hombre.
7. Teología del evangelio de Marcos
El evangelio de Marcos es el más breve de los cuatro evangelios. La obra de
Lucas presenta una longitud casi el doble. Hasta la edad moderna Marcos ha sido
olvidado. Actualmente es considerado el más antiguo y por eso los estudios han
proliferado.
El evangelio pretende presentar a Jesús “Inicio del evangelio de Jesús el Cristo,
el Hijo de Dios” (Mc. 1, 1). Estos dos son los títulos preferentemente utilizados por el
evangelista para hablar de Jesús. “Tu eres el Cristo” (8, 29), “Verdaderamente este
hombre era el Hijo de Dios” (15, 39).
Después de una breve introducción (1, 1-13) el evangelio de Marcos se divide
en dos grandes secciones. En la primera (1, 14-8, 26) Jesús se encuentra en Galilea (o
en las regiones limítrofes) y allí desarrolla su actividad. La segunda (8, 27-16, 8)
presenta a Jesús de camino hacia Jerusalén y después de su última actividad cuenta la
pasión, muerte y resurrección.
En la primera sección su potente actividad de Jesús en Galilea, se pueden
distinguir tres partes: el comienzo de la actividad de Jesús (1, 14-3, 6), la
intensificación y expansión de su actuar (3, 7-6, 6ª) y la conclusión de esta actividad,
dominada por la multiplicación de los panes y los peces (6, 6b-8, 26).ón de los panes y
los peces (6, 6b-8, 26).
La segunda sección se divide en tres partes. El camino de Jesús hacia la ciudad
de Jerusalén (8, 31-10, 52). Sigue la actividad de Jesús es esta ciudad (11, 1-13, 37).
Todo se concluye con la pasión, muerte y resurrección de Jesús (14, 1-16, 8).
En su obra Marcos da más espacio a las acciones que a las enseñanzas de
Jesús. La actividad de Jesús es caracterizada por su enseñanza con gran autoridad,
didaskein, didaskalos 12 veces.
Su modo de contar en vivaz, detallado, plástico, dramático, concreto. Los
relatos de Marcos son normalmente más largos y detallados que los de los otros
evangelistas.
Marcos utiliza palabras arameas que Jesús utilizó en sus intervenciones: Talità
kum: Muchacha, yo te digo, levántate (5, 41); Effatà ¡äbrete! (7, 34), Boanèrghes hijo
del trueno (3, 17); Eloì, eloì lemà sabactanì ¿Dios mio, Dios mio, por qué me has
abandonado? (15, 34)
Otro elemento que contribuye a la vivacidad del evangelio es el hecho de que
el evangelista cuenta las reacciones y las emociones humanas de Jesús y de sus
destinatarios y pone de relieve personas singulares o grupos de personas. A pesar de
que Jesús habla con suma autoridad, es un Jesús profundamente humano.
Marcos manifiesta un interés particular por las personas cercanas a Jesús. A
Pedro le compete un papel especial , el primero, portavoz, jefe del grupo de los
discípulos. Pedro, Santiago, Juan como el núcleo de los Doce. Junto con Andrés
constituyen el grupo de los primeros discípulos. Son los únicos que escuchan su
discurso apocalíptico (13, 5-37). Parece que Marcos quiera subrayar el papel de
testigos. Los discípulos se caracterizan por el seguimiento de Jesús
Un evangelio estructurado alrededor de estos dos títulos de Jesús: Mesías, Hijo
de Dios. Un Mesías sufriente al estilo del Siervo de Yahvé de Isaías. Un hombre que a
la vez el Hijo de Dios. Un evangelio que relata de manera extensa la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús y que sirvió de modelo para los otros evangelistas..
8
8. El secreto mesiánico en Marcos
Explicación teológica: salvar el descuerdo entre la fe de la Iglesia y la realidad
histórica (Wrede); explicación histórica: se impone secreto por motivos pedagógicos
(Taylor); explicación basada en la historia de la redacción “la irrevocable y firme
decisión de Jesús de abrazar la pasión, por ser ésta la voluntad divina”. Cada vez que
impone silencio, lo que quiere expresar en el fondo es su voluntad de sufrir. Por eso el
secreto sólo en la primera parte del evangelio.
LOS EVANGELIOS DE MARCOS Y MATEO
1. Diferencias de contenido con el evangelio de Marcos
Mateo no estaba de acuerdo con la forma con que Marcos presentaba a veces a Jesús.
Le resultada demasiado humano. Mateo tení una imagen de Jesús más grandiosa y
soberana.
Disponía de otra fuente que no conoció Marcos la “Colección de dichos de Jesús”, que
conocemos por la sigla “Q”
Su comunidad estaba formada en gran parte por judíos.
2. Diferencias de contenido
2.1. Pasajes que añade Mt a Mc
Infancia de Jesús (1-2); Sermón del Monte (5-7), curación del criado del
capitán (8, 5-13), primado de Pedro (16, 17-19), parábola de la oveja perdida (18, 1014), parábola de los jornaleros (20, 1-16), parábola de los dos hijos (21, 28-32),
parábola de los invitados a la boda (22, 1-14), parábola de las diez muchachas (25, 113), parábola de los talentos(25, 14-30), parábola del juicio final (25, 31-46); misión
de los discípulos (28, 16-20) entre otros.
Las narraciones nuevas no son muchas, pero sí famosas: infancia, Pedro
caminando sobre las aguas (14, 28-31), primado de Pedro (16, 17-19), muerte de
Judas, informe de los soldados que vigilan la tumba, misión de los Once.
En cuanto a las palabras y enseñanzas de Jesús, lo más famoso es el Sermón
del Monte, también el juicio universal “porque tuve hambre y me disteis de comer...”
2.2. Pasajes y detalles de Mc que omite Mt
Suprime la parábola de la semilla (Mc. 4, 26-29). Omite las explicaciones de
las costumbres judías (Comparar Mt. 15, 1-2 con Mc. 7, 1-5). La curación del
sordomudo (Mc. 7, 32-37) y el ciego de Betsaida (Mc. 8, 22-26) porque pueden
interpretarse como si Jesús fuese un mago o un curandero.
Mateo es más intelectual, se centra en lo esencial, sin bajar a detalles. Como
ejemplo podemos citar: los dos endemoniados (comparar Mt. 8, 28-34 con Mc. 5, 120), el asesinato de Juan el Bautista (Mt. 14, 1-12 y Mc. 6, 14-29), la curación del niño
endemoniado (Mt. 17, 14-21 y Mc. 9, 14-29)
9
2.3. Pasajes que trata con más amplitud
Las Tentaciones (Mt. 4, 1-11 y Mc. 1, 12-13), la instrucción a los Doce para la misión
(Mt. 10, 5-42 y Mc. 6, 7-13), la petición de una señal por parte de los fariseos (Mt. 12, 3845 y Mc. 8, 11-12)
2.4. Pasajes que modifica profundamente
La curación del sordomudo ver Mc. 7, 32-37 y Mt. 9, 32-34. La aparición de
las mujeres Mc. 16, 8 “no vieron a nadie” en Mt. 28, 8 “llenas de miedo y gozo,
corrieron a darle la noticia a los discípulos”. En segundo lugar, el mismo Jesús se les
aparece y les repite la orden (Mt. 28, 9-10)
2.5. Abundancia de citas de la Escritura
Mateo escribe para cristianos de origen judío, y desea subrayar que la persona
de Jesús, su mensaje, su actividad, no supone un corte con lo antiguo sino el culmen
de todas las promesas. Esto se advierte desde los relatos de la infancia. En ellos se
cumplen cinco de las profecías. Que el Mesías nacería de una virgen (Isaías), que
nacería en Belén (Miqueas), que sería llamado de Egipto (Oseas), junto con el llanto
de Raquel por sus hijos (Jeremías). Además, una profecía enigmática sobre “se llamará
nazareno”.
Jesús es un profundo conocedor de las Escrituras además de cumplirlas. En el
Sermón del Monte refuta la interpretación de los escribas en seis casos concretos (5,
21-48).
En Mateo existen muchos textos del Antiguo Testamento citados
explícitamente, por ejemplo: Is. 7, 14; Os. 11, 1; Jer. 31, 15, Sal. 91, 11-12; Ex. 20,
12-16; Dt. 5, 16-20; Is. 5, 1-7; Sal. 110, 1; Jr. 32, 6-9; Zac. 11, 12-13.
2.6. Diferentes visiones de los personajes
2.6.1. Una imagen distinta de Jesús. Por omisión
Quien comienza a leer el evangelio de Marcos sabe desde la primera línea que
Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios (Mc. 1,1), poco después Juan el Bautista lo
presenta como el más fuerte, y Dios dirá que es su Hijo amado. La única oposición
viene de Satanás, fácilmente vencido.
En Mateo se repite todo eso pero existe una mayor riqueza y dramatismo en la
presentación de Jesús. Jesús es el Mesías (“hijo de David”) y auténtico israelita (“hijo
de Abraham”). No es un Mesías encerrado en el estrecho marco de Israel, es también
luz para el mundo entero, como demuestra la visita de los Magos. Jesús es el “nuevo
Moisés” muy superior a Moisés como se puede detectar en la introducción al Sermón
del Monte. Moisés subió al monte para recibir de Dios los mandamientos, Jesús sube
al monte para proclamar la Constitución del “nuevo pueblo de Dios”. Moisés sube sólo
(Ex. 19, 12), Jesús “subió al monte. Se sentó y se le acercaron los discípulos” (Mt 5,
1). Está por encima de Moisés, no necesita una revelación especial “Habéis oído que
se dijo a vuestros mayores... pero yo os digo” (Mt 5, 21. 27. 31. 33. 38. 43)
Jesús como “nuevo Israel” adquiere especial valor en el relato de las
tentaciones.
Una imagen distinta por omisión
La imagen de Jesús en Mateo es más sublime y también menos humana que en
Marcos.
10
Omisión de los sentimientos de Jesús. como “sintió compasión”, mira con
“cariño” al joven rico. Sintió “ira” desaparece en Mt
Omisión de los detalles que podrían interpretarse como ignorancia de Jesús.
¿Quién me ha tocado la ropa? (Mc 5, 30) ver. Mt 9, 22.
Omisión de relatos y detalles que podrían dar la idea de que Jesús ejercía
artes mágicas. Comparar la curación del sordomudo Mt 9, 32-34 y Mc 7, 32-37) y
omite por completo la del ciego de Betsaida.
Omisión de detalles que pueden sugerir impotencia por parte de Jesús. “no
pudo hacer allí ningún milagro” Mc 6, 5-6. Para Mateo es inaceptable que Jesús no
pueda hacer milagros, también es inaceptable que se extrañe. Por eso, su relato
termina con estas palabras: “No hizo allí muchos milagros por su falta de fe” (Mt 13,
58)
2.6.2. Una imagen distinta por añadido. Existe otro procedimiento añadir escenas o
frases que subrayan la importancia de Jesús. Esto es lo que advertimos en la versión
del bautismo, añade Mateo “¿Tú acudes a mí? Si soy yo quien necesito que tú me
bautices” (Mt 3, 14). Queda claro que Jesús no es pecador ni un hombre como otro
cualquiera.
Otro detalle en la mujer cananea, ante el silencio de Jesús los discípulos tienen
que intervenir, y esto les permitirá enterarse de algo fundamental: Jesús sólo ha sido
enviado a Israel.
2.6.3. Algunos detalles sobre los títulos de Jesús en Mateo.
En Marcos el título habitual es el de “maestro” (didáskale) que aparece incluso
en boca del mismo Jesús (Mc 14, 41), este título le parece poco digno a Mateo, aunque
lo mantenga en boca de Jesús. En su evangelio los discípulos nunca llaman a Jesús
“maestro”; ese título se lo aplican los escribas (8, 19; 12, 38; 23, 36), fariseos (9, 11;
22, 16), saduceos (22, 24), el joven rico (19, 16) y el que cobra el impuesto del templo
(17 24)
Mateo usa uno mucho más digno “Señor” (kirie), lo usan: el leproso (8, 2), el
centurión (8, 6.8), uno que quiere seguir a Jesús (8, 21), el ciego (0, 28), la cananea
(15, 22.25.27). Es el título que usa también Pedro (14, 28.30; 16, 22; 17, 4, 18, 21) y
los otros discípulos (8, 25; 26, 22). Este título tan frecuente confirma el respeto con
que Mateo enfoca la persona de Jesús.
Tampoco le gusta a Mateo el título de “rabbí”. En el evangelio de Mc lo usan
Pedro (9, 5; 11, 21) y Judas 14, 45). En Mateo sólo lo usa Judas (Mt 26, 25.49)
Es muy aficionado el título “Hijo de David”, Mc lo pone sólo en boca del ciego
Bartimeo (Mc 10, 47.48), Mateo desde el comienzo presenta a Jesús como “hijo de
David”, lo pone en boca de los ciegos (9, 27), de la multitud 12, 23), de la cananea
(15, 22), de otros ciegos (20, 30.31) y de la multitud de los niños que lo acampañan
(21, 9.15)
Otras diferencias: Mateo omite “Santo de Dios”, “hijo de María”, el “Hijo”.
Otros títulos, como “Mesías” (Cristo), “Hijo del hombre”, “hijo de Dios”, se
usan en ambos evangelios, aunque los dos primeros mucho más abundantemente en el
de Mateo.
2.6.4. Una imagen distinta de la familia de Jesús.
En Marcos la familia de Jesús queda en mal lugar (Mc 3, 21) “¿Quiénes son mi
madre y mis hermanos?”, Mateo, suprime la primera parte y convierte la escena Mt 12,
46-47 es un simple enseñanza sobre la verdadera familia de Jesús, sin tintes polémicos.
2.6.5. Una imagen distinta de los discípulos
En Marcos, los discípulos resultan personajes de carne y hueso, muy parecidos
a lo que debieron ser en realidad: gente de buena voluntad, pero con dificultades para
11
entender a Jesús, no demasiado respetuosos con él en ciertos momentos, y que reciben
duros reproches por su falta de inteligencia.
En Mateo, los discípulos ofrecen una imagen muy distinta: son más
inteligentes, no meten tanto la pata, tratan a Jesús con respeto, confían en él, no
reciben reproches tan duros.
Ejemplos: Mc 4, 10.13=Mt 13, 10.18; Mc 4, 35=Mt 8, 23; Mc 4, 38=Mt 8, 25.
En resumen, Mateo nos presenta a unos discípulos más respetuosos con Jesús,
que confían en él, y que no merecen ningún reproche.
Mc 6, 51b-52=Mt 14, 33; Mc 8, 17-18=Mt 16, 8.
2.6.6. Una imagen más polémica de las autoridades religiosas judías.
Mateo habla de las autoridades religiosas: 1) en la infancia de Jesús, 2) al
presentar a Juan el Bautista, 3) en el debate sobre lavarse las manos (Mt 15, 12-13), 4)
al contar la purificación del templo, 5) poco antes de la pasión (Mc 12, 28-34=Mt 22,
34-40), 6) en las discusiones Mc 12, 38-40 que en Mateo se convierten en Mt 23, 1-36
un extenso discurso que comienza “En la cátedra de Moisés se han sentado los
escribas y fariseos” y continúa con siete “ayes” terribles Mt 23, 1-36, 7) Mateo es el
único que narra la muerte e Judas (Mt 27, 3-10) para subrayar la culpabilidad de los
sumos sacerdotes y los senadores, 8) es el único que introduce a los fariseos en el
relato de la pasión, 9) cuenta como los sumos sacerdotes y los senadores sobornaron a
los soldados para que dijesen que habían robado el cuerpo de Jesús: Mt 28, 11-15.
2.6.7. Un estilo más intelectual
El Jesús de Mateo responde pacientemente, argumentando con un caso en
concreto; no manifiesta sentimiento alguno. Comparar: Mc 3. 3-5 y Mt 12, 11-12.
EL EVANGELIO DE MATEO
1. El autor
Papías (100-120) “Mateo escribió en lengua hebrea las sentencias de
Jesús, y cada uno las interpretó según su capacidad”. El término logia que hemos traducido
por “sentencias” se presta a interpretaciones: 1) conjunto de frases sueltas de Jesús, al estilo
del evangelio copto de Tomás, 2) conjunto de sentencias y narraciones en torno a Jesús, 3) un
conjunto “ordenado” en contraposición con Marcos, del que se pensaba que escribió sin
orden. Papías dice que escribió en lengua “hebrea”, eso lo mantendrá la tradición hasta el
siglo V.
Ireneo (115-2002) “Mateo, entre los hebreos, escribió el evangelio en
lengua de ellos”
Orígenes (254) “Mateo, primero publicano, después apóstol de
Jesucristo, lo publicó habiéndolo compuesto en hebreo para los judíos convertidos a la fe”.
Jerónimo (342-420) “Mateo, llamado también Leví, convertido de
recaudador de impuestos en apóstol, fue el primero que escribió en Judea, un evangelio de
Cristo en lengua y escritura hebrea”
12
Resumiendo, la antigua tradición de la Iglesia coincide en atribuir un
evangelio a Mateo, que algunos consideran el primero (Ireneo, Clemente, Orígenes,
Jerónimo), escrito en hebreo (Papías, Ireneo, Orígenes, Eusebio, Efrén, Cirilo de Jerusalén,
Epifanio, Juan Crisóstomo, Jerónimo), y dirigido a los judíos (Orígenes, Eusebio, Juan
Crisóstomo, Jerónimo). Sólo Eusebio y Jerónimo dicen que lo escribió en Judea.
Más que traducción es adaptación de un original arameo. Kümmel y
otros niegan que existiese alguna vez un Mt arameo.
2. Fecha y lugar de composición
Después de la destrucción de Jerusalén, hacia los años 80-85, por los
siguientes argumentos: se alude a la ciudad en llamas (22, 7); escenas de la infancia que
suponen una larga reflexión; el mandato de bautizar (28, 19s.) supone una cierta expansión a
los gentiles; hay también una profundización en los temas eclesiales.
Kümmel se inclina por los años 80-100, excluyendo una fecha posterior
al 100, debido al uso que hace san Ignacio de Antioquia de este evangelio.
La cuestión de origen está muy debatida y no existe acuerdo salvo en el
de que Mt procede de un espacio sirio. Se discute una determinación más exacta. La mayoría
de los autores se ha inclinado por Antioquia, aunque otros han propuesto Fenicia, Cesarea
Marítima, Cesarea de Filipo, Jordania oriental o Siria oriental (Edesa)
3. Destinatarios
Según la tradición cristianos de origen judío. Lo confirman los siguientes
datos:
1) usa expresiones típicamente hebreas: gehenna, carne y sangre, atar y
desatar, ciudad santa, semitismos, Reino de los cielos,
2) da por conocidas las costumbres hebreas: ofrenda ante el altar, no entrar
en ciudades de samaritanos, descripción de los fariseos (23, 5-7) y su
piedad (c. 6), alude a fiestas judías sin explicarlas (26, 17),
3) el contenido doctrinal concede importancia a temas como la ley antigua
y la nueva (22, 40; 5, 17).
Las citas frecuentes del AT presuponen un lector judío. El marcado
paralelismo entre Jesús y Moisés sólo puede captarlo un judío.
4. Estructura del evangelio
Para explicar la división del evangelio se han propuesto diversos
modelos:
a) El modelo de los cinco libros, que toma como punto de partida los cinco
discursos de Jesús en los capítulos 5-7 (Sermón del Monte), 10 (misión de
los apóstoles), 13 (parábolas del Reino), 18 (discurso comunitario), 23-25
(discurso escatológico). El autor de este modelo, Bacon, advierte que cada
discurso va seguido de una sección narrativa y propone la división en cinco
libros: 1) 3-7; 2) 8-10; 3) 11, 1-13, 52, 4) 13, 53-18, 35, 5) 19-25 a los que
hay que añadir una introducción (1-2) y la conclusión (26-28). Esta teoría
tiene mucho de artificial para hacerla coincidir con los cinco libros de la
Ley,
b) b) Modelo quiástico. El quiasmo es un procedimiento de la prosa y
poesía del AT que consiste en estructurar la narración o el poema en partes
que se corresponden:
13
1) N 1-4 Nacimiento-comienzo de la actividad del Mesías
2) D 5-7 Bienaventuranzas-promulgación del Reino
3) N 8-9 autoridad del Mesías e invitación al Reino
4) D 10 discurso de la misión
5) N 11-12 el Mesías rechazado
6) D 13 parábolas del Reino
5) N 14-17 el Mesías reconocido por los suyos
4) D 18 discurso eclesial
3) N 19-22 autoridad del hijo del hombre e invitación al Reino
2) D 23-25 maldiciones-consecución del Reino
1) N 26-28 muerte, resurrección, nuevo comienzo. Se alternan las narraciones (N) y
los discursos (D)
c) Modelo geográfico. El evangelio se divide en dos partes principales: la actividad y
predicación en Galilea y el viaje hacia Jerusalén. Este esquema, meramente narrativo,
coincidiría bastante con Mc, y por eso se le denomina “modelo marquiano”
EL JESÚS DE MATE0
1. El Jesús de Mateo
Parece extraño este título, el Jesús de Mateo o de su comunidad ¿no es acaso el mismo que el
de Marcos, el de Lucas o el de Juan?
Cada persona es un misterio y cada uno de nosotros descubrimos en ella
algún aspecto de aquel o aquellos con los que sin duda estamos más de acuerdo. Este misterio
que es la persona de Jesús no revela distintos “rostros” diferentes y complementarios.
No se trata de hacer un “retrato” completo del Jesús de Mateo, sino
solamente de descubrir algunos títulos.
2. Nuevo Moisés
La comunidad de Mateo parece hacer reconocido instintivamente en
Jesús el nuevo Moisés. Era una comunidad en su mayoría compuesta por judíos hechos
cristianos. Esta comunidad nace con mil quinientos años de tradición a sus espaldas, la del
pueblo de Dios del que se siente legítima heredera. Una comunidad bien estructurada entorno
a los doce, con reglas de vida de grupo, doctrina, oración en común.
Ve en Jesús el nuevo Moisés que da a este nuevo pueblo la ley nueva,
ante todo en el Sermón de la Montaña (5-7), pero además a través de esos cinco grandes
discursos que van jalonando el evangelio de Mateo, lo mismo que había un Pentateuco con
los cinco libros de la ley de Moisés, Jesús aparece como el maestro de justicia que enseña la
forma de vivir el reino de Dios.
14
En la carta la los Hebreos (3, 5), Moisés era “servidor” de la casa de
Dios, mientras que Jesús es “Hijo”. Textos: Mt. 1, 1-17; 11, 2-19*; 21, 1-11*, 26, 1-5; 26, 5775* (Salmo 110)
3. El Hijo de Dios
Marcos usa poco este título, todo el evangelio es una preparación a la
proclamación del centurión, al pie de la cruz, quiere que vayamos haciendo progresivamente
este descubrimiento en la fe.
Mateo se sitúa en una comunidad cristiana en donde esta palabra tiene el
sentido fuerte que siempre ha tenido para nosotros. Intenta hacernos presentir que este
hombre, tan semejante a los demás, lleva consigo un misterio: cuando nos sintamos
desamparados, tenemos que lanzar este grito como los discípulos en medio de la tempestad
(14, 33), tenemos que proclamarlo como Pedro, cuando nos preguntan por su identidad (16,
16), con los guardias paganos tenemos que reconocerle en el crucificado (27, 54)
Este es el misterio profundo que da todo su sentido a los demás títulos.
Textos: Mt. 16, 13-20; 21, 28-32; 21, 33-46*; 26, 45-56.
4. Hijo del hombre
Daniel habla de este personaje celestial, personificación de los justos
perseguidos, que recibía sobre las nubes del cielo el poder reservado a Dios, el de juez (Dn.
7). La resurrección en para Jesús su entronización como hijo del hombre, que realiza los
numerosos anuncios que de él se habían hecho. (19, 28; 24, 30; 26, 64). Entonces Jesús puede
ser realmente la personificación de todos los perseguidos , de todos los pequeños, de todos los
pobres con los que se identifica (25, 36-46). Esto es también lo que fundamenta su
“autoridad” permitiendo enviar sus discípulos al mundo entero (28, 16-20). Textos Mt. 16,
13-16*; 24, 4-35.
5. Mesías, hijo de David
Es aquel a quien Dios ha encargado de proclamar la venida del reino y de
inaugurarlo por su pasión-resurrección, cuyo signo son sus actos de poder. No realizará ese
reino de manera belicosa y triunfante sino servicial.
6. El siervo que toma nuestras enfermedades
Mateo es el único evangelista que aplica explícitamente a Jesús los
oráculos de Isaías 42, 1= Mt 12, 18; 53, 4= Mt 8, 17. Es el salvador que lleva nuestras
enfermedades y nuestros pecados; derrama su sangre “por la multitud”, para el perdón de los
pecados (26, 28; cfr. Is. 53, 12). Textos: Mt. 8, 1-17 (Is. 53, 4); 12, 16-23*
7. Señor de su comunidad
Jesús está vivo en su comunidad. Partiendo de esta experiencia del señor
vivo en la comunidad, es como Mateo emprende la exposición de las tradiciones relativas a
Jesús.
De este forma, la cristología se convierte en eclesiología, su reflexión
sobre Cristo no puede separarse de su reflexión sobre la Iglesia.
15
LA IGLESIA DE MATEO
1. La Iglesia de Mateo
Mateo 16, 16 “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia” es
un texto primitivo y no es creación de la comunidad cristiana de los orígenes. “Piedra”, “roca”
siempre que tiene lugar un cambio de nombre en el AT, indica una misión. Sobre esta piedra
edificará Jesús “su Iglesia”. Aparece también en 18, 17. Esta palabra traduce el qahal hebreo,
la asamblea de Dios, la convocada por él, la que se funda sobre esta roca que es Pedro.
Llaves, atar-desatar expresa entre los rabinos la totalidad del poder, bien
sea de prohibir o permitir (=establecer reglas), bien el de condenar y absolver (=excluir de la
comunidad o admitir en ella). El poder de las llaves es confiado a Pedro pero también al
conjunto de la comunidad.
Jesús expresa su interés por los “pequeños” de esta comunidad, dando
unas reglas y unos poderes para que esta comunidad sea coherente consigo misma cuando el
pecado corra el peligro de destruirla.
2. Nuevo Israel
En continuidad y ruptura con el antiguo Israel. Una iglesia de tradiciones
judías, especialmente litúrgicas. Coloca los relatos que han recibido en el marco judío de su
cultura, comentados y elaborados para su comunidad cristiana. Jesús se inserta en este pueblo
judío, viene a rehacer una historia para llevarla a su término. El nuevo Moisés podrá ahora
ponerse al frente de su pueblo para invitar a entrar, con él, en el reino de Dios. Los ministros
tienen poder para perdonar los pecados. Jesús invita a seguirle.
En época de Mateo, Israel ya no sólo es un término geográfico, sino
teológico, designando a todos aquellos que habían reconocido o reconocerán en adelante en
Jesús el cumplimiento de la voluntad salvífica de Dios. Así, pues, el verdadero Israel es la
comunidad de los creyentes, tanto si proceden del judaísmo como del paganismo. El pueblo
de Israel sin dejar de ser lo que era, ha tomado las dimensiones de la humanidad entera.
Universalismo de este “nuevo Israel”.
3. La barca
Mateo 9, 8 ¡Señor, sálvanos! Jesús les reprende su poca fe, en la barcaIglesia. Mt. 14, 22-23 la barca símbolo de la Iglesia, zarandeada por la tempestad. También es
la Iglesia por la que se preocupa (la noche, Jesús rezando, los discípulos desamparados, nuevo
encuentro con Jesús). El relato termina con su confesión de fe ¡Verdaderamente tú eres Hijo
de Dios!. Pedro caminando sobre las aguas, encarna el camino de la fe en el corazón del
hombre, cuando no piensa más que en Jesús, entonces es fuerte, cree; cuando vuelve a tomar
conciencia de su condición humana, “se hunde” ¡Señor, sálvame!. Entonces Jesús lo sostiene
y lo salva. Imagen auténtica de las luchas del hombre por Cristo.
4. Una comunidad organizada
La comunidad cristiana de Mateo es más bien la comunidad cristiana de
los años 80-90, en un rincón de Galilea celebra el culto a su señor y descubre su misión. Una
Iglesia muy estructurada. Con una organización sacramental (una iglesia que “bautiza”), y una
teología muy elaborada (el dogma de la Trinidad de forma lapidaria “Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo). Esta Iglesia tiene una preocupación doctrinal: los once tienen que
“enseñar”, “hacer discípulos”, “enseñar a guardar lo que Cristo ha mandado”. Mateo está
preocupado por la “pastoral de la inteligencia”: es preciso “comprender” lo que se cree, hay
que ser inteligentes en la fe. Si no se acepta esta fe y la práctica moral que se desprende de
16
ella, se manifiesta así que uno está “excomulgado”, que no está ya en la comunión de la
Iglesia Mt. 18, 15-18. Una comunidad que es universal. Universalidad de la Iglesia.
5. Una comunidad donde hay buenos y malos
Mt. 5, 23-24*; 9, 13; 6, 2-4*; 6, 14-15. 16-18*
Parábolas: grano de mostaza y levadura (6, 31-33), el tesoro y la perla (6,
44-46), la cizaña (13, 24-30) y la red (6, 47-50). En el centro de la parábola de la cizaña “los
hijos del reino” y “los hijos del maligno”. Tras la cosecha, sólo los primeros brillarán en el
“reino del Padre”. El reino del Padre no existe hasta el fin de los tiempos, el hijo del hombre
existe y se identifica con el mundo, la humanidad entera; contiene tanto pecadores como
justos, ya que este reino y el del maligno se entremezclan mutuamente.
6. Comunidad cultual
Esta comunidad está edificada por Cristo. Tiene tradiciones judías,
especialmente litúrgicas. Su enseñanza es moral y práctica (7, 24-26; 5, 20; 5, 48; 19, 21).
Padre nuestro, oración pura, acompañada de un perdón real de las ofensas (6, 14-15), en la
prueba y en la tentación, se unen íntimamente a la oración de Cristo (26, 40-41), tienen fe en
Cristo presente en medio de la asamblea (18, 20), de la misma manera que sus padres creían
en la Shekinah, o santa presencia de Dios que bajaba sobre el pueblo en oración. El sábado
sigue estando en vigor, aunque la verdad es lo ponen en cuestión. Las “buenas obras”,
tradicionales en tiempos del judaísmo, el ayuno (4, 2) y la limosna (6, 2-4; 6, 16-18) se hace
en secreto, lo mismo que la oración (6, 6)
7. Función de los pastores
Su función es ir a buscar lo que estaba perdido. La parábola del hombre
que busca a la oveja, nos declara la solicitud del Padre por los pequeños. La oveja extraviada
no es ya el pecador al que Jesús trae la buena nueva, sino el cristiano que se aparta de la
comunidad y corre el riesgo de perderse. El acento recae sobre la obligación que tiene el
pastor de ir a buscar al perdido. “Uno solo de ellos” manifiesta que la iglesia no es una
colectividad anónima, sino una comunidad en la que cada uno de los miembros es único para
Dios y tiene que serlo para los hermanos.
Iluminacción doctrinal
Concilio de Florencia (1442) “La Iglesia profesa que un solo mismo
Dios es el autor del Antiguo y del Nuevo Testamento, es decir, de la ley, de los
profetas y del evangelio, porque por inspiración del mismo Espíritu Santo han
hablado los santos de uno y otro Testamento” (Denzinger H. Húnemann P., El
Magisterio de la Iglesia, Barcelona, 1999, nº 1334).
Concilio de Trento (1546) “Y si alguno no recibiere como sagrados y
canónicos los libros mismos íntegros con todas sus partes, tal y como se han
acostumbrado a leer en la Iglesia católica y se contienen en la antigua edición
17
Vulgata latina y despreciare a ciencia y a conciencia las tradiciones predichas,
sea anatema” (DH, nº 1504)
Vaticano I (1870) “(Los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento) los
tiene la Iglesia como sagrados y canónicos no porque, habiendo sido compuestos
por solo trabajo humano, hayan sido luego aprobados por ella; ni solamente
porque contengan la revelación sin error, sino porque, escritos por inspiración
del Espíritu Santo, tienen a Dios por autor, y como tales han sido entregados a la
misma Iglesia” (DH, nº 3006)
“Si alguno no recibiere como sagrados y canónicos los libros de la
Sagrada Escritura, íntegros con todas sus partes, tal y como los enumeró el santo
Concilio de Trento, o negare que ha sido divinamente inspirados, sea anatema”
(DH, nº 3029)
Vaticano II “Estos libros, aunque contienen elementos imperfectos y
pasajeros, nos enseñan la pedagogía divina. Por eso los cristianos deben
recibirlos con devoción, porque expresan un vivo sentido de Dios, contienen
enseñanzas sublimes sobre Dios y una sabiduría salvadora acerca del hombre,
encierran tesoros de oración y esconden el misterio de nuestra salvación” (Dei
Verbum nº 15)
“Dios es el autor que inspira los libros de ambos testamentos, de modo
que el Antiguo encubriera el Nuevo y el Nuevo descubriera el Antiguo” (Dei
Verbum nº 16).
Para el trabajo personal
y el diálogo en grupo
1.- SABER
Marcos (Leer atentamente personal o en grupos estos textos)
Mc. 5, 1-20= Mt. 8, 28-34 Endemoniados
Mc. 1, 12-13= Mt 4, 1-11 Tentaciones
18
Mc. 6, 7-13= Mt 10, 5-42 Instrucciones a sus discípulos
Mc. 8, 27-38*
Mateo
Mt. 13, 1-30*
Mt. 13, 31-35
Mt. 13, 44-46
Mt. 13, 47-51
Mt. 6, 14-15. 16-18
Mt. 16, 13-28*
Mt. 13, 24-30
Mt. 8, 18-22
Mt. 3, 13-17
2.- SER
TRATANDO DE MEJORAR
NUESTRA CATEQUESIS
3.- SABER HACER
19
ORACIÓN
TE DAMOS GRACIAS POR TU PALABRA
Te damos gracias, Señor, porque esta Palabra
Pronunciada hace dos mil años
Sigue siendo viva y eficaz entre nosotros
Reconocemos nuestra impotencia e incapacidad
Para comprenderla y dejarla vivir en nosotros
Ella es más poderosa
Y más fuerte que nuestras debilidades,
Más eficaz que nuestra fragilidad,
Más penetrante que nuestras resistencias
Por eso te pedimos que nos ilumines con tu Palabra
Para que la tomemos en serio
Y nos abramos a aquello que nos manifiesta,
Para que confiemos en ella
Y le permitamos actuar en nosotros
De acuerdo con la riqueza de su poder
Madre de Jesús, que confiaste sin reservas,
Pidiendo que se cumpliera en ti
La Palabra que te fuera dirigida,
Danos el espíritu de la disponibilidad
Para que volvamos a encontrar
La verdad sobre nosotros mismos.
Haz que podamos ayudar a todos los hombres
A encontrar de nuevo la verdad de Dios sobre ellos;
Haz que la encuentre plenamente el mundo
En el que vivimos y al que queremos humildemente servir.
Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo, tu Palabra encarnada,
Por su muerte y resurrección, y por el Espíritu Santo
Que renueva constantemente en nosotros la fuerza de esta
Palabra. Amén. (Carlo María MARTINI)
20
BIBLIOGRAFÍA
SICRE DÍAZ J. L., El cuadrante. Introducción a los evangelios. I.
La búsqueda, Estella, 1996, pp. 47-56; 99-1115; 145-150. (Verbo
Divino).
POITTEVIN P. CHARPENTIER E., El evangelio de Mateo,
Estella, 1981, pp. 16-18 (Verbo Divino)
GUIJARRO OPORTO S., Dichos primitivos de Jesús. Una
introducción al “proto-evangelio de dichos Q”, Salamanca, 2004
(Sígueme)
CHARPENTIER E., Para leer el Nuevo Testamento, Estella, 1986
(Verbo Divino).
STOCK K., Vangelo secondo Marco. Introduzione e commento,
Padova, 2002 (Edizioni Messaggero)
21
Descargar