PDF - DFarmacia.com

Anuncio
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ÁMBITO FARMACÉUTICO
HISTORIA DE LA FARMACIA
El personal de la farmacia en un hospital
del siglo XIX (II).
Practicantes, aprendices y hierbero
CARLOS ÁNGEL MONCÍNa, IGNACIO ANDRÉSb y M.ª CARMEN VIDALc
a
Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Hospital Royo Villanova (Zaragoza).
Doctor en Farmacia. Especialista en Farmacia Hospitalaria. Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Nuestra Señora de Gracia (Zaragoza).
c
Doctora en Farmacia. Profesora Titular de Historia de la Farmacia y Legislación Farmacéutica. Facultad de Farmacia. Universidad de Valencia.
b
En la primera parte
de este trabajo los autores
describieron la figura
y funciones del regente
de la farmacia del Hospital
de Nuestra Señora de Gracia
de Zaragoza. En esta segunda
parte abordan las
características del personal
auxiliar que trabajaba en
dicha farmacia. Tres tipos
de personal auxiliar ayudaban
al regente en su trabajo: los
mancebos o practicantes,
los aprendices y el hierbero.
En el presente trabajo
se describen las funciones,
remuneración y formación
que recibían en la propia
botica del hospital.
comienzos del siglo
en la farmacia
A
del Hospital de Gracia de Zaragoza,
bajo la dirección del regente o farmacéutico
XIX
trabajaban diferentes auxiliares. Se distingue tres tipos de personal auxiliar: mancebos o practicantes, aprendices y hierberos.
Mancebos o practicantes
El regente tenía autoridad para admitir los
mancebos que entendiera más hábiles y
convenientes para servir en la botica, y despedir a los que le parecieran inútiles, o que
no cumplieran con su obligación. El núme114 OFFARM
ro de practicantes de la botica fue variando
a lo largo de los años. En el momento de
realizarse la visita real de inspección, en el
año 1815, eran 5: Domingo Sariñena, Félix
Hernando, Joaquín Abadía, José Prado y
Francisco Pérez1.
En el siglo XVIII se distinguían mediante
un ordinal como mancebo primero, mancebo segundo, mancebo tercero, etc. de
modo que cada uno tenía unas funciones
definidas tal como describe Andrés2. Sin
embargo, en el siglo XIX no encontramos
estas distinciones entre mancebos en lo referente a sus funciones y al hablar de los
trabajos que debían realizar se trata en
conjunto, sin diferenciar entre ellos (aunque se mantienen las denominaciones de
mancebo primero, mancebo segundo,
mancebo tercero, etc.)
DICIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
A pesar de que los puestos de mancebo
eran muy solicitados, las condiciones en
que se desarrollaba su trabajo no eran todo
lo buenas que hubiera sido deseable. Así se
observa en las quejas de los propios interesados, que sostenían que a causa de la disminución de empleados en la botica, se había deteriorado su salud por haber aumentado su trabajo y por haber sufrido de tifus.
También se quejaban de que no se les daba
íntegra su ración de comida y amenazaban
con abandonar al regente si no se les aliviaba la carga de trabajo (solicitaban dos compañeros más) y se les daban los alimentos
que les correspondía. Firmaban Manuel
Campos, mancebo primero; Pablo Rodrigo,
mancebo segundo, Bruno Salvo, mancebo
tercero; Santos Franco, mancebo cuarto, y
Vicente Pellicer, mancebo quinto. En vista
de todo ello, y de acuerdo con el informe de
Bernardo Segura, regidor comisionado de la
botica, la sitiada acordó contratar un mancebo más y aumentar la ración de pan de
catorce onzas a diecisiete y media3.
güés del Puerto, y sujetarse a los de Zaragoza mediante acreditación de que servía
como mancebo asalariado en la botica del
hospital, para una vez salvado el trance
desistir de su empleo.
Una solicitud posterior a las mencionadas
presentada en similares términos por el estudiante Lucas Burillo fue desestimada. En
mayo de 1838 la Junta Superior de Beneficencia admitió en calidad de mancebo meritorio, en contra del parecer del regente de
la botica, a un estudiante de filosofía hijo
de un empleado del hospital.
Hierbero
Se encargaba de cuidar el huerto en que se
cultivaban las plantas medicinales. Dado
que su cometido específico se relacionaba
con la botica y que su sueldo figuraba entre
sus gastos en los libros de cuentas, era considerado como personal de dicha oficina.
De hecho la contaduría del hospital lo consideraba así cuando decía que el regente tenía a sus órdenes siete pracAprendices
ticantes y dos hierberos de quienes
podía disponer a su arbitrio4.
Además de los mancebos o practiEn ocasiones el regente encargaba
En ocasiones
cantes, en la botica del hospital haal hierbero que recolectara hierbas
bía aprendices que pagaban por la
el regente encargaba medicinales para el uso en la botica
formación recibida. Con frecuencia,
del hospital. En 1833, el hierbero,
al hierbero que
los aspirantes a trabajar en la botiFrancisco Vidal, fue enviado a recorecolectara hierbas
ca accedían a ella solicitando su adlectar raíz de lampaza a las inmediamisión como supernumerarios o
ciones del Reino de Navarra, y hamedicinales para
meritorios. Se trataba de estudianbiendo llegado al término de Noviel uso en la botica
tes que ofrecían al hospital el pago
llas le insultaron y robaron unos
del hospital
de una cantidad en pago de la forreales. Por ello pidió el hierbero que
mación que iban a recibir. Era una
para estas expediciones se le facilitaforma de colocarse en primera fila
se el documento correspondiente de
para cuando quedara una plaza vamodo que los justicias de los puecante de mancebo en la botica.
blos le protegiesen. La sitiada del
Así, por ejemplo, en octubre de 1837
hospital accedió a la petición de modo que
Genaro Casas se dirigió a la Junta de Bese le entregaría una certificación tanto al
neficencia del Hospital Civil de Zaragoza
hierbero como a los demás empleados que
exponiendo que iba a comenzar en el prósalieran con encargos de la casa para que
ximo curso el primer año de medicina, por
fueran reconocidos y protegidos por los juslo que para mejorar su instrucción soliciticias, curas párrocos y cuestores de los
taba ser admitido como mancebo superpueblos donde transitaran5.
numerario pagando 2 reales de vellón diarios hasta que quedara plaza vacante y puFunciones
diera pasar a ocuparla. Tras un informe
favorable del regente de la botica, la petiEn ocasiones se denominaba a los mancebos
ción fue estimada. Igualmente, Lucas Bruo practicantes como mancebos boticarios. Sus
mós, estudiante de medicina, solicitó ser
funciones vienen especificadas en diversos
admitido como mancebo supernumerario
documentos.
pagando 3 reales de vellón diarios. Fue
admitido tras un informe favorable del re– Elaboración de medicinas. En las ordinagente la botica, aunque en él constaba que
ciones de 16566 se indica que era función
la motivación del peticionario era evadirse
suya elaborar las medicinas que les mandade la quinta y sorteo en su pueblo, Ara-
NOVIEMBRE 2001
OFFARM
115
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
se hacer el regente, quien les asistía para
ello.
– Anotación de las prescripciones en el libro
recetario durante la visita de los médicos. Debían
acompañar en la visita a los médicos con un
libro para asentar en él las recetas que éstos
dispusieran7.
– Administración de medicamentos. El mancebo y aprendiz de semana de la botica tenía que suministrar las purgas, jarabes,
polvos o píldoras que se hubiera recetado a
los enfermos de las cuadras primeras, Rey y
Arzobispo.
Dotación
13%
En las conclusiones de la inspección reaRación
87%
lizada por los visitadores reales éstos ordenaron una serie de cambios en distintos aspectos relacionados con el funcionamiento
de la botica como, por ejemplo, en lo relativo a las compras de géneros medicinales. Fig. 1. Porcentaje
También añadieron una nueva obligación de ración y dotación
hierbero problemas con los habitantes de
para los mancebos de la botica con la finali- de los mancebos de
dad de evitar posibles equivocaciones en las la botica del hospital los lugares que visitaba (llegaron a robarle
e insultarle).
anotaciones que se hacían en los libros re- en 1808.
cetarios. Ya hemos dicho que los mancebos
debían acompañar a los médicos en la visita
Remuneración
a los enfermos y registrar en el libro recetario las prescripciones correspondientes a los
La remuneración del personal auxiliar de la
pacientes. Los visitadores mandaron que
botica, al igual que la de la mayor parte de
una vez realizada la anotación por el manlos trabajadores del hospital, se componía
cebo, éste debía leer en voz alta lo que hade la ración o manutención y la dotación o
bía escrito para que el médico diera su consalario. En 1808 había en la botica del hosformidad o corrigiera lo que fuera necesapital 5 mancebos o practicantes cuyo salario
rio, de modo que no se cometieran errores
anual era de 203 reales y 10 maraen la trascripción que pudieran devedís. La ración para la manutenrivar en la administración a los pación de cada mancebo era de cuarta
cientes de medicamentos o dosis diclase y tenía un valor de 1.309 reaferentes de las que el médico presles y 24 maravedís. Como se deducribía.
ce de estas cifras en el caso de los
Existían en el hospital botiquines
Había en
mancebos la parte de su remunerao depósitos de medicamentos cuyo
la botica personal
ción correspondiente a su manutenobjetivo era tener más a mano los
medicamentos necesarios para atende guardia, de modo ción era mucho más cuantiosa que
la tocante a su salario, con una relader debidamente a los pacientes que
que el servicio
ción porcentual mucho más acusaprecisasen asistencia en cualquier
farmacéutico estaba
da que en el caso del regente (remomento del día o de la noche. Hacordemos que la ración del regente
bía en la botica personal de guardia,
cubierto día
en 1808 suponía el 52% de su rede modo que el servicio farmacéutiy noche
muneración) (tabla 1).
co estaba cubierto día y noche8.
En cuanto al hierbero, sus funcioComo ya hemos dicho, además de
nes eran las siguientes:
los mancebos había en la botica
aprendices que en los años 1837 y
– Cultivar el huerto en el que ha1838 pagaban una cantidad diaria
bía plantas medicinales destinadas a su utipor la formación recibida. También existía
lización en la botica del hospital para elaeste personal en años anteriores. En 1808
borar medicamentos destinados a los enferhabía dos aprendices que recibían una remos del mismo.
muneración consistente en un salario anual
– Viajar a los lugares que se le ordenase
de 112 reales y 32 maravedís y una ración
para recolectar las plantas medicinales que
anual cuyo valor era 1.309 reales y 24 male indicara el regente. Como ya hemos diravedís. No sabemos si los aprendices que
cho, esta labor le acarreó en ocasiones al
había en la botica a finales de los años
116 OFFARM
NOVIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
Tabla 1. Comparación del salario y ración (expresados en reales) de los mancebos y aprendices de la botica del hospital
con los de otros trabajadores del establecimiento en los años 1808 y 1820
1808
Mancebos de la botica
Aprendices de la botica
Hierbero
Portero de sitiada
Tablajeros
Cataplasmero mayor
Practicantes enfermeros
Practicantes de cirugía
Curador de la tiña
Criadas de salas
Torrero del abejar
Número
Ración
5
2
1
1
3
1
5
42
1
12
1
1.309
1.309
1.095
1.137
1.073
1.073
1.030
1.438
901
1820
Salario
203
112
301
564
225
225
112
602
67
2.190
Número
Ración
5
1.180
203
1
1
2
1
1
1
1
8
1
837
301
961
225
225
263
944
944
944
901
1.159
815
Salario
715
225
2.404
treinta, que pagaban por su formación, rede la botica apenas superan los 1.300 reales
cibían salario o manutención.
en 1808. En ese año las raciones del hierbeAdemás de los mancebos y aprendices,
ro y de los practicantes enfermeros y de cihabía un hierbero que se encargaba de culrugía no alcanzan los 1.100 reales, mientivar en el huerto las plantas medicinales
tras que las de las criadas suponen 901 reaque le indicaba el regente. La dotación del
les. Estas diferencias respecto a las raciones
hierbero estaba constituida también por la
de boticarios y médicos de la casa son más
ración y el salario.
difíciles de explicar puesto que, aunque no
Podemos comparar la remuneración de
conocemos las cargas de trabajo de cada
los mancebos, aprendices y hierbero de la
uno de los empleados del hospital, es muy
botica con la de otros trabajadores
probable que, por ejemplo, el trabasanitarios y también con personal
jo de una criada fuera de una gran
no sanitario que trabajaba en el
dureza.
hospital
Hay algunos aspectos que no heEl salario del regente mos
Podemos hacer algunas observapodido explicar con la informaciones sobre las cifras de la tabla era nueve veces mayor ción de que disponemos como es el
anterior. Existía gran diferencia en- que el de los mancebos hecho de que algunos trabajadores
tre los salarios del personal sanitano tuvieran asignada ración, pues
rio más cualificado como era el ca- de la botica (203 reales aunque no viviesen en el hospital
so de médicos y boticario (el salario frente a 1.882), aunque para consumirla, podrían haberla
del boticario regente era de más de esta relación se reduce cobrado en efectivo, lo que parece
1.800 reales) con los salarios del
no ocurrió ya que no consta en
si tenemos en cuenta que
personal sanitario de menor cualifilos presupuestos. También son sorla remuneración
cación y otros trabajadores del hosprendentes las diferencias en los
pital. Estas diferencias también se
porcentajes de incremento de los saen su conjunto
dan en la actualidad, aunque en
larios y raciones de unos años a
menor proporción, y se relacionan
otros. Los salarios de médicos, boticon la formación que requiere cada
cario y altos cargos administrativos
trabajo y la responsabilidad que
permanecieron constantes, mientras
implica. El salario del regente era nueve
que las raciones disminuyeron en el caso
veces mayor que el de los mancebos de la
del regente y médico velante y aumentó en
botica (203 reales frente a 1.882), aunque
el caso del enfermero mayor. Sin embargo
esta relación se reduce si tenemos en cuenta
las raciones del personal no sanitario y del
la remuneración en su conjunto (ración más
personal sanitario no médico ni farmacéutidotación) de modo que, en 1820, resultaría
co disminuyeron, permaneciendo constantres veces más la asignación total del retes sus salarios en la mayoría de los casos,
gente que la de uno de los mancebos
salvo excepciones como los practicantes en(1.383 reales éstos frente a 3.921 aquél).
fermeros cuyos sueldos aumentaron a más
Analizando separadamente las raciones
del doble, o las criadas de las salas cuyo sade los distintos trabajadores es cuando oblario aumentó más de un doscientos por
servamos las mayores diferencias. Las raciociento. No hemos podido averiguar los crines correspondientes al regente y médicos
terios utilizados por la sitiada del hospital
se sitúan en torno a los 2.000 reales, mienpara establecer estas variaciones salariales.
tras que las de los mancebos y aprendices
En el caso de las grandes subidas salariales
118 OFFARM
DICIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
para el personal no sanitario, podrían deberse a la escasez de mano de obra para ejecutar ciertos trabajos, de modo que, por la
ley de la oferta y la demanda, fuera preciso
aumentar el sueldo de estos trabajadores.
Torrero del abejar
Criadas de salas
Curador de la tiña
Formación
Practicantes de cirugía
Practicantes enfermeros
Salario
Además del desarrollo habitual de sus funRación
ciones, cabe destacar como actividad comCataplasmero mayor
plementaria, de extraordinaria importancia
Tablajeros
en la botica, la formación continuada que
recibían los mancebos y practicantes de diPortero de sitiada
cha oficina. En efecto, en un informe dado
en 1767 por el regente Manuel Navas de
Hierbero
Carrera, se dice que anualmente, desde el 9
Aprendices de la botica
de septiembre hasta el 15 de abril, exceptuando los domingos, «tres días de la PasMancebos de la botica
cua de la Natividad, y dos días de Pascua
de Resurrección, a la bela, desde las quatro
0
500
1.500
2.000
2.500
1.000
de la mañana, hasta las seis el mancebo mayor o primero daba clases a todos los mancebos y practicantes, que los mancebos dan Fig. 2. Comparación
de lección preparaciones y elecciones, para de los salarios y
el conocimiento de separar los buenos de raciones (expresados nes, elecciones y preparaciones de La Fuente. Podemos suponer que se refiere a Tirolos malos de todos los entes, assi del País en reales) de los
como de Indias, y demás que se hallan en mancebos de la botica cinio de Gerónimo de La Fuente Pierola.
También se describe en el documento cóuso y la parte perteneciente a la Botánica»9. del hospital y otros
De donde podemos deducir que se daban trabajadores
mo además de las aclaraciones realizadas
clases de lo que podíamos denominar en la del establecimiento
por el maestro y el mancebo mayor, los
actualidad galénica, química farmacéutica en 1808.
practicantes debían de hacer ante ellos la
y botánica.
operación de más habilidad de las que tenían
Sigue el informe indicando que los sábaencomendadas, con lo que se demuestra
dos el boticario regente daba a los practique, como dice el título del documento,
cantes una explicación general de todo lo
también se daban clases prácticas.
que habían estudiado en la semana. Que el
Por todo lo reseñado, nos encontramos
mancebo mayor hacía mensualmente una
con el hecho muy destacable de que en el
composición de «especial cuidado,
siglo XVIII , en Zaragoza, se daba
una formación teórica y práctica a
ya sea de Química ya Galénica» en
los mancebos y practicantes de la
presencia del regente, quien aclaraba cuantas dudas pudieran presen- Se daba una formación farmacia del hospital, que debía de
ser bastante profunda, teniendo en
tarse y preguntaba a los alumnos
teórica y práctica
cuenta la época. Pero además al essobre dichas cuestiones.
a los mancebos
tablecer las obligaciones del persoMás explícito es aún un expediennal de la botica, a excepción del
te que se hizo para el estableciy practicantes de
miento de un Colegio de Cirugía la farmacia del hospital, practicante cuarto encargado exclusivamente de la limpieza, contemen 1769, en el propio Hospital de
Nuestra Señora de Gracia de Zara- que debía de ser bastante plaban el mantenimiento y reparación de hornillos, la preparación de
goza, citado por Folch y Millán10.
profunda, teniendo
En él, aparte de los que se señalan
masa para enlodar los vidrios (redoen cuenta la época
para los médicos y cirujanos, existe
mas y retortas), reconocer los unun capítulo que tras el título genegüentos existentes en las orzas para
ral de Boticarios, dice: Methodo que
avisar de su consumo o falta, de cuiobservan los Professores de Boticarios en
dar que no faltasen las plantas preel Hospital R' y Gen' de Gracia de Zaragoza,
cisas en la farmacia y cuidar de los inventaassi en el estudio de la Theoría, como de la
rios. Todo esto completaría las enseñanzas
Práctica, en sus respectivas obligaciones.
teóricas con una práctica diaria, que pensaEn este documento se dice que desde el 8
mos que era mucho más amplia que la que
de septiembre al 6 de abril tenían dos horas
se pudiera realizar en cualquier farmacia
de vela que dedicaban a estudiar los cánoprivada.
120 OFFARM
DICIEMBRE 2001
Documento descargado de http://www.doymafarma.com el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
HISTORIA DE LA FARMACIA
Sin embargo, no era únicamente en Zaragoza donde se daban enseñanzas para la formación del personal que trabajaba en las
farmacias de los hospitales. En las constituciones y ordenanzas de los Hospitales General y de la Pasión de Madrid, aprobadas
por Carlos III en 1760, se contemplaba entre las obligaciones del boticario mayor
que para que los mancebos de la botica
adelantaran en su facultad y adquirieran
con la práctica el conocimiento de las yerbas, simples y compuestos, sería de la obligación del Boticario Mayor hacer por sí
mismo las elaboraciones químicas y galénicas, enseñándoles al mismo tiempo y dándoles por el invierno un curso de operaciones
químicas y otro de botánica en primavera,
con explicación de las virtudes y efectos de
las drogas extranjeras, y todo cuanto pudiera
conducir a su mayor adelantamiento11. Esta
normativa para la formación del personal en
la botica de los Hospitales General y de la
Pasión de Madrid fue puesta brillantemente
en práctica. Así nos lo describe Folch Andreu12 en su estudio sobre la instrucción farmacéutica durante el siglo XVIII en los hospitales generales de Madrid.
Si trasladamos la experiencia de formación efectuada en las boticas de estos hospitales del siglo XVIII a la actualidad, nos
atreveríamos a compararla con el sistema
de formación de farmacéuticos especialistas en farmacia hospitalaria llevado a cabo
en los hospitales de la Seguridad Social
desde finales de los años setenta, copiando al sistema estadounidense de formación de médicos y farmacéuticos especialistas.
Según otros autores13, puede decirse de
una forma general que lo que se realizó en
materia de formación del personal auxiliar
en estas boticas de hospital, fue la base de
las enseñanzas que en el siglo XIX se establecieron oficialmente en las facultades de farmacia para la enseñanza de farmacéuticos.
Conclusión
Los diferentes auxiliares que trabajaban en
la botica del Hospital de Nuestra Señora de
Gracia (mancebos, aprendices y hierbero)
ejercían funciones de gran importancia para el correcto funcionamiento de la farmacia, siempre bajo la dirección del regente.
La remuneración del personal auxiliar era
mucho menor que la del regente, especialmente la parte correspondiente al salario.
Los mancebos recibían en la propia botica
una formación que podía considerarse de
gran calidad. ■
NOVIEMBRE 2001
Bibliografía y notas
1. Archivo Arzobispal de Zaragoza. Visitas pastorales.
Caja n.º 10, carpeta n.º 30, cuaderno 1.º. Visita del
Hospital Real y General de N.ª S.ª de Gracia de la
Ciudad de Zaragoza incoada por los Ilmos. SS. Dn.
Pedro Valero, obispo de Gerona, y Dn. Benito Fernández Navarrete, deán de la Iglesia Metropolitana
de dicha ciudad.
2. Andrés I. La botica del Hospital Real y General de
Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza (1425-1808).
Tesis doctoral. Universidad Complutense de
Madrid, 1992; 87-89.
3. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Beneficencia. Legajo n.º 688-1. Expediente acerca
del gasto de líquidos en la botica y sobre nombramiento de empleados en la misma; 1822.
4. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Beneficencia. Legajo n.º 28-9. Expediente formado
sobre los gastos que causa el sostenimiento de la
Botica del Santo Hospital (comprende desde 1825)
y sobre la contrata de la misma.
5. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Beneficencia. Libro n.º 640. Libro de Resoluciones
de la Sitiada (1833).
6. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Ordinaciones del Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, hechas en la visita
que con autoridad y comisión de la Majestad del
Rey NS Felipe IV (que Dios guarde) hizo el obispo
de Lérida, de su Consejo, incoada en 10 de Febrero
de 1655. Reimpresas de orden de la Ilma. Sitiada de
dicho Hospital, en la imprenta de la calle del Coso
n.º 11. Zaragoza, 1836.
7. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Beneficencia. Legajo n.º 392. Botica. 1830. Expediente formado sobre admisión de regente de la
Botica de este Santo Hospital (o sea Boticario
Mayor) y demás concerniente a dicha oficina y de
Mancebos de la misma.
8. Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Beneficencia. Legajo n.º 688-2. Reunión de la Cataplasmería a la Botica de este Santo Hospital, y otras
medidas tomadas a consecuencia de dicha disposición.
9. Archivo Histórico Nacional. Madrid. Consejos, Leg.
19256, n.º 10, fol. 473-474.
10. Folch G, Millán MP. La farmacia en Zaragoza a través del tiempo. Madrid: Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza y Departamento de Historia
de la Farmacia y Legislación farmacéutica de la
Universidad Complutense de Madrid, 1985; 108.
11. Martínez Tejero V, Mendaza M, Peralta MT. La
Farmacia Clínica en los reales hospitales General
y de la Pasión de Madrid, según las Constituciones y
Ordenanzas aprobadas por Carlos III en 1760.
XXIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Farmacéuticos de Hospitales. Zaragoza, 1979;
259-263.
12. Folch R. La instrucción farmacéutica durante el
siglo XVII en los Hospitales Generales de Madrid.
Madrid, 1941.
13. Basante RM. Farmacia hospitalaria. Farmacéutico y
Sociedad. Monografías Beecham. Madrid, 1982.
OFFARM
121
Descargar