Reflexiones sobre Reputación Online y Redes Sociales

Post en chicaseo.com – Reflexiones sobre Reputación Online y Redes
Sociales
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Este es un nuevo tipo de posts que encontrarán en ChicaSEO, tiene que ver
con ideas, cosas que se me ocurren, frases, formas de pensar, situaciones
que van pasando en las redes sociales, en los blogs, etc. No hay un orden
lógico, simplemente son pensamientos que leerán sobre cuestiones
personales o ajenas o sobre cosas que pasaron, desde mi forma de analizar
o ver los temas. Y hoy me toca compartir con ustedes reflexiones sobre
reputación online y cómo se comportan algunos usuarios en las redes
sociales.
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La credibilidad es muy importante en la web. Hay pocas formas de
construirla, y muchas de arruinarla. Construir tu reputación lleva
tiempo, destruirla puede ser cuestión de minutos o segundos. Pero lo
más triste es que hay mucho envidioso o gente con demasiado
tiempo libre hablando mal de los demás o haciendo lo imposible para
destruirla. ¡Ojo!
•
Invertir en nuestra “reputación online” es una expresión o recurso que
puede servirnos, si nuestro trabajo es online o contactamos a nuestros
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clientes a través de este medio. Existen muchas maneras para mejorar
nuestra reputación, desde la foto que tenemos de avatar en las redes
sociales, las cosas que publicamos, el contenido que compartimos, la
forma en que nos relacionamos con los demás, lo que callamos, etc.
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La reputación online no se construye con la auto-promoción abusiva y
exagerada. No se basa en el spam. Los usuarios avanzados en el uso
de los medios sociales cada vez aborrecen más el spam y tiene una
especie de olfato adquirido para detectar a los spammers. ¡No haga
spam, y se ganará el cielo! ¿Quién dijo esta última frase? No lo sé,
pero queda bien decirla… ¿o no?
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El prestigio se adquiere con el tiempo, compartiendo, enseñando,
aprendiendo, formando parte de las conversaciones que se generan
en los blogs, en los medios sociales, en los foros, creando una marca
personal o estilo propio, colaborando, etc.
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Ser impulsivo o drástico es algo que se paga caro, lo sé por
experiencia personal. A veces es mejor meditar las cosas y analizar
qué se va a decir y cómo se va a decir. Pensar antes de actuar puede
evitarnos malos tragos o consecuencias negativas a corto, mediano o
largo plazo.
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Aportar información o datos útiles es un valor muy preciado para los
usuarios de las redes sociales. Una persona se puede volver toda una
autoridad, si es percibida como una fuente de buena información.
¡Atenti con este dato!
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Hay que ser tolerantes con las demás personas. A veces cuesta
mucho, y juro que a mí me pasa, jajaja, pero hay que dar segundas
oportunidades, como dijo Fabián en Consejos para llevarte bien con
los usuarios de Twitter.
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Crearse una segunda cuenta en Twitter es una opción válida cuando
queremos algo más privado o expresarnos más libremente. No
tenemos porque compartir todo lo que pensamos o sabemos con
todo el mundo, hay cosas que las podemos reservar para nuestros
amigos o contactos más íntimos. No existen reglas rígidas de cómo
usar las redes sociales, cada quien tiene su forma. Yo, por ejemplo,
hay cosas que prefiero compartir con muy pocas personas. Pero esto
depende del estilo y de la forma de ser de cada uno.
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El follow-back de Twitter es de perdedores. Si pretendemos que nos
sigan todos a quienes seguimos es porque no entendemos nada de
Social Media y mejor dedicarnos a otra cosa. ¿No les parece?
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Sumarse a las campañas de desprestigio contra otras personas (con
burlas o agravios), simplemente porque la mayoría lo hace o porque
estamos aburridos, es de doblemente perdedores, especialmente si ni
siquiera sabemos de quién nos estamos burlando. Tener una voz
individual y única que te identifique en las redes sociales es mucho
más atractivo y hace que ese tipo de personalidades merezcan mi
follow en Twitter. No es necesario hacer lo que hace la mayoría para
formar parte de la conversación, hay que saber elegir en qué chalas
participar.
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Los obsecuentes están en todos lados, incluso en las redes sociales.
Guarda con este tipo de gente, que en general no tienen códigos, se
dan vuelta como panqueques, ya que ser hipócritas y felpudos es su
primer y mejor oficio. Este tipo de personas no entiende de
fidelidades ni de amistad. Para ellos, la amistad es elogiar al relevante
de turno. Nada más que eso. ¡Punto!
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A todos nos divierte el puterio, incluso a mí. Pero que este tipo de
actitudes no sean moneda corriente en tus comentarios en las redes
sociales, porque de lo contrario estás frito o vas a quedar como el
bobo o hueco del grupo. Hacerse el malo o el vivo por Twitter es
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patético. Las agallas se demuestran cara a cara, no sentado frente a la
computadora.
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No saber recibir o entender las críticas es un gran defecto. Hay
bloggers que creen que cualquier comentario es síntoma de envidia,
lo cual revela estrechez mental. Las personas pueden decir lo que no
les gusta. Nadie está obligado a caerle bien a todo el mundo ni a
todos nos caen bien o nos gustan las mismas personas. En la variedad
está el gusto ¿o no?
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En síntesis, la reputación personal es la suma de elementos positivos,
más que negavitos: tiempo, constancia, conocimientos e información
compartida, colaboración, respeto, tolerancia y opinión propia.
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