biografía de J. Toda.

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El liderazgo de Josei Toda, 2° presidente de la Soka Gakkai
Nació el 11 de Febrero de 1900, en Kaya, provincial de Ishikawa, su padre, se llamaba Jinshichi,
y su madre Sue. Fue el menor de varios hermanos, cuando niño lo llamaban Jin’ichi, con el
tiempo cambió su nombre por el de Jogai, y más tarde por el de Josei.
Su padre tenía un negocio naviero y un importante trabajo en el puerto de la localidad de
Shioya, la modernización del sistema de navegación y la llegada del ferrocarril obligaron a
abandonar su negocio y trasladarse a buscar nuevas perspectivas a la aldea pesquera de
Atsuta, en la isla de Hokkaido, situada en la costa norteña del mar de Japón.
Cuando tenía 8 años, falleció su hermano mayor y esta pérdida fue un duro golpe, por lo que a
través de toda su vida sufrió por el gran enigma de la vida y la muerte.
Sentía una gran pasión por aprender, era sobresaliente en álgebra; no muy fuerte
físicamente, y desde niño, inteligente y muy sensible. En 1914, se graduó con honores en la
Escuela Primaria de Atsuta, y a pesar de toda la ayuda que le ofrecían sus amigos, el director
de la es- cuela y los maestros, no pudo continuar sus estudios por tener que trabajar para
ayudar a la familia.
En 1915, se empleó en la compañía Karoko de Sapporo, que vendía ropa, papelería y artículos
varios; los dueños lo ha- cían trabajar desde el amanecer hasta altas horas de la noche, y pese
a lo agotador de su trabajo, conseguía tiempo para leer y estudiar, y dos años después, aprobó
con notas sobresalientes, el examen que le permitía ejercer como maestro auxiliar de
Escuelas Primarias.
En 1918, daba clases en el sexto grado de la Escuela Primaria de Mayachi, en la región minera
de Yubari. A pesar de su juventud, era buen maestro y muy estricto, sus alumnos le tenían profundo cariño y respeto, e iban a su cuarto después de clase para estudiar, dialogar con él y
practicar algún juego. Estuvo en el lugar corto tiempo; mientras ejercía como maestro
continuaba avanzando en su propia formación docente, en los dos años siguientes aprobó los
exámenes que lo habilitaron para enseñar: Física, Química, Geometría, Álgebra, y las materias
comunes de la escuela primaria.
En marzo de 1920, dejó la región de Yubari y partió rumbo a Tokio.
Los primeros meses en Tokio fueron muy duros, tuvo que realizar trabajos de mensajero y
otros empleos menores para poder sobrevivir; en ese entonces se hacía llamar Jogai, que
significa “fuera del castillo”. A mediados de agosto de ese año buscando trabajo como
educador, se encontró con el Sr. Makiguchi, que era Director de la Escuela Primaria de
Nishimachi. En forma resuelta y seguro de sus aptitudes, Toda solicitó al Sr. Makiguchi un
puesto en su escuela, con una firme promesa: “Conseguiré que sean sobresalientes, aun los
alumnos más rezagados”, y fue nombrado como maestro suplente.
Así, se unieron dos grandes hombres, para iniciar el camino más importante de la época y con
el principio de la educación comenzaba la relación Maestro y Discípulo.
Toda tenía 19 años y el Sr. Makiguchi 48 años, a partir de ese día emprendieron unidos cada
empresa, no se separaron jamás, compartiendo triunfos y tristezas durante 24 años, hasta
que el Sr. Makiguchi murió en la prisión, donde inclusive estuvieron juntos.
En 1922, se casó por primera vez, tuvo una niña que murió poco tiempo después de nacer,
y meses después también moría su esposa de tuberculosis.
La pérdida de su esposa y su hijita lo sumieron en profundas cavilaciones sobre el significado
de la vida y la muerte, que tantas angustias le causaron cuando tenía apenas 8 años de edad.
Cuando el Sr. Makiguchi debió abandonar la Escuela Primaria de Mikasa, Toda renunció a su
puesto y lo siguió, de igual forma cuando el Sr. Makiguchi fue trasladado a la Escuela Primaria
de Shirokane, Toda renunció y decidió abrir su propia escuela privada nocturna, a los 24 años
pudo así realizar el plan que desde siempre quería: poner en práctica sus teorías sobre la
educación. Esta situación, pronto fue difundida y numerosos alumnos podían aprender mucho
más rápido con los cursos nocturnos que dictaba Toda, en la cual podía ejercer su creatividad y
demostrar la validez de sus teorías.
En el año 1928, sucedió un hecho que alteraría completamente su vida y la de su maestro. El
Sr. Makiguchi conoció el Budismo Nichiren y a partir de allí juntos se convirtieron a la nueva
doctrina y comenzaron a practicar y a estudiar. Toda halló un nuevo camino y respuestas a
preguntas que desde hacía mucho tiempo no podía encontrar.
El día 18 de Noviembre de 1930, se publicó el libro Sistema Pedagógico de la Creación de Valor
del Sr. Makiguchi, la edición estuvo a cargo de la Soka Kyoiku Gakkai, organización que habían
creado juntos. En la parte final del libro aparece por primera vez el nombre de la organización,
de la cual el Sr. Makiguchi era el Presidente y el Sr. Toda su Director General.
El propósito original de este grupo, creado por educadores, era la reforma educativa.
En el transcurrir de los años, los distintos acontecimientos de la época y la profundización de la
fe en el Budismo Nichiren, la pasión y el ardor tanto del Maestro como la del Discípulo se
volcaron en gran medida hacia el estudio y la propagación de las enseñanzas de Nichiren
Daishonin.
Comenzaron las reuniones de diálogo, para difundir la práctica entre las personas. La teoría del
Sr. Makiguchi sobre los “valores” resultaba un implemento valioso para explicar y ampliar la fe
budista.
En 1939, el Japón estaba en guerra y como medio de unir al pueblo, para apoyar la política
militarista y bélica, el gobierno promulgó la Ley de las Asociaciones Religiosas.
En 1940, bajo la ley mencionada, se intentó fusionar a las numerosas escuelas budistas, para
que la regencia tuviera un mejor control sobre ellas. Con ese fin se le ordenó a la Nichiren
Shoshu fusionarse con la escuela Minobu, una línea desviada del Budismo de Nichiren
Daishonin.
El Sr. Makiguchi y el Sr. Toda tenían la esperanza de realizar una propuesta conjunta, entre el
clero y laicos de la Nichiren Shoshu, en protesta al gobierno por la supresión de la libertad de
credos, como lo estipulaba la Constitución, pero la orden de fusión con otra escuela planteó
otras necesidades y situaciones. El sacerdocio aceptó el pedido del estado por temor; mientras
que la Soka Kyoiku Gakkai se mantuvo en su postura antimilitarista y de mantener la libertad
de cultos.
En el mes de mayo de 1942, se prohibió la publicación del Kachi-Sozo (Creación de Valores), un
periódico de la organización; entretanto, la policía secreta, comenzó a infiltrarse en las
reuniones de diálogo y las agresiones y presiones fueron crueles e intensas.
En 1943, los miembros de la Organización habían aumentado considerablemente, contándose
con tres mil familias. Toda, con las ganancias de un libro que escribió y el éxito de otras
empresas que fundó (diecisiete en total) le otorgó a la organización una base financiera sólida,
con la idea de una expansión futura.
En el mes de junio, los monjes con mayor autoridad del Templo Principal, los invitan a una
reunión al Sr. Makiguchi y a él, proponiéndoles ceder en forma momentánea a los
requerimientos del gobierno, lo que provoca una violenta reacción y el retiro de la reunión de
Makiguchi y Toda.
El día 6 de junio de ese mismo año, fueron detenidos el Sr. Makiguchi y el Sr. Toda, y
posteriormente veintiún responsables de la organización también.
En la cárcel de Sugamo, el Sr. Makiguchi y Toda fueron brutalmente interrogados, a raíz de
estos acontecimientos, prácticamente todos los miembros de la organización la abandonaron,
renuncian- do a su fe por temor a las represalias del régimen.
La escasez de alimentos, debido a la guerra, se hizo sentir en todo el país y donde más
repercutió y los que más sufrieron fueron los prisioneros; además, la falta de medicamentos
afectó profundamente a ambos, el Sr. Makiguchi, que ya tenía 73 años, desmejoró y se debilitó
rápidamente y falleció estando en prisión.
Toda, en la celda, consiguió un ejemplar del Sutra del loto y se planteó como objetivo, a partir
del día 1° de enero de 1944, leer repetidamente el sutra y entonar diez mil daimoku por día,
mientras en sus manos tenía un juzu, que había confeccionado con las tapas de las botellas de
leche que recibía.
A principios del mes de marzo, ya había leído el sutra tres veces. A pesar de varias situaciones
y confusiones respecto a un pasaje del sutra que explica la entidad del Buda a través de treinta
y cuatro negaciones, lo entendía intelectualmente, pero no lograba hacerlo concretamente, a
partir del significado de “entidad”. Finalmente y con la entonación del daimoku, llegó al
profundo entendimiento de que el Buda es la expresión fundamental de la vida. Resuelta ésta
situación, le quedaba por develar ¿qué enseña el Sutra del loto? Según sus propias palabras,
en su novela La Revolución Humana, dice: “No fue un sueño y sin embargo tampoco fue algo
de este mundo. ¿Cuánto tiempo habrá durado? Tal vez unos segundos, unos minutos, o varias
horas. No hay forma de saberlo. Se hallaba junto a una multitud de personas, todas
suspendidas en el aire, de cara al Gojonzon, con las palmas de las manos unidas sobre su
pecho, en un gesto de profunda oración...”. Esta situación vivida, lo llevó a compren- der su
verdadera misión en la vida: propagar el Budismo Nichiren.
A pesar de las torturas, los violentos interrogatorios, del hambre y del frío de la prisión, Toda
no abandonó sus convicciones, ni su intensa lucha espiritual. En ese mismo año 1944, cuando
completaba su segundo millón de daimoku, el día 18 de Noviembre, fallecía el Sr.
Makiguchi.
Toda fue liberado el 3 de julio de 1945. El país estaba en ruinas, además, se había perdido la
guerra y los miembros de la Soka Kyoiku Gakkai se habían dispersado, abandonando la
organización.
En ese momento no tuvo ninguna vacilación: debía reconstruir todo, su tarea de por sí difícil,
tenía que emprenderla solo; por eso, cambió su nombre por el de Josei, que quiere decir
“Sabio del castillo”, necesitaba mucha sabiduría y coraje para el trabajo que comenzaría, y así
lo comprendió.
Su labor inmediata era establecer una base sólida y reconstruir la organización tal como lo
tenía previsto antes de la guerra. Nada quedaba de sus diecisiete empresas, es más, las deudas
que había acumulado sumaban 2 millones y medio de yenes. No obstante, consiguió un
préstamo sobre unas pólizas de seguro, cinco días después de recobrar la libertad, alquiló una
oficina e inauguró una escuela por correspondencia.
Con el tiempo, y por el éxito logrado, pudo ampliar esta empresa y comenzar la publicación de
diversos libros y una revista.
Él sabía que muchas personas habían abandonado la fe por la presión de la policía, ya que no
habían comprendido lo que era el Budismo. Comenzó su tarea de encontrar a los antiguos
miembros y preparó una serie de conferencias semanales sobre el Sutra del loto. Su primera
disertación fue el primer día del año 1946, en el Templo Principal, ante cuatro personas.
Cambió el nombre de Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad Pedagógica para la Creación de Valor) por
el de Soka Gakkai (Sociedad para la Creación de Valores), dándole un sentido más amplio en su
contexto: trascender las metas educativas y llevar las enseñanzas de Nichiren Daishonin a
todos los campos de la vida cotidiana.
La nueva Soka Gakkai se estableció como organización independiente, con el objeto de
agrupar a los creyentes laicos de la Nichiren Shoshu y con el propósito de ampliar las tareas de
propagación. En forma gradual, se fue recomponiendo la organización, y ya en el año 1948
había conseguido el número de miembros que tenía antes de la guerra. Toda mantenía el
cargo de Director General, porque no quería aceptar la Presidencia de la Organización.
El día 14 de agosto de 1947, se dio un acontecimiento muy importante. A una reunión de
diálogo asistió en calidad de invitado Daisaku Ikeda, éste se sintió impresionado por la
personalidad de Toda y decidió ingresar a la Organización. Así, tal como 27 años antes,
místicamente se reanudaba la relación Maestro-Discípulo.
Daisaku Ikeda acompañó al Sr. Toda por el resto de su vida. En el año 1948, Ikeda ingresó a
trabajar en la empresa editora de Toda, la Nihon Shogakkan.
La inflación de la posguerra elevó los costos de producción, agravados por la escasez de papel,
forzó a numerosas empresas a cerrar sus puertas, así sucedió con la suya.
Toda e Ikeda
En el mes de diciembre de 1949, Toda fundó una compañía de crédito para la construcción,
donde también sufrió los problemas de la inflación; y en el mes de agosto de 1950, el gobierno
ordenó el cese de las operaciones de todas las cooperativas de crédito, esta medida, llevó a las
empresas de Toda a la quiebra, no tenía dinero para pagar a sus empleados y casi todos ellos
tuvieron que renunciar. Ikeda permaneció a su lado, primero para liquidar la cooperativa y
segundo para tratar de reestablecer un respaldo económico.
Toda renunció a su cargo como Director General, para evitar que la Soka Gakkai se viera
afectada por problemas legales y también para que los miembros no asociaran el fracaso de
sus negocios con la práctica como budista, dudando del Gojonzon.
Toda no culpaba de su fracaso económico a la situación generada por la postguerra y buscó la
causa dentro de su propio accionar. Tras un intenso examen interior, llegó a la conclusión de
que a pesar de sus muy buenas intenciones, había enfocado mal su misión en la propagación
del Budismo.
Según su teoría, el Sr. Makiguchi había de conducir a la gente hacia el Budismo, mediante la
“Filosofía del Valor” que proporcionaba un marco muy limitado para comprender las
enseñanzas.
Y, él (Toda), lo intentó mediante conferencias sobre el Sutra del loto, desde el punto de vista
de las enseñanzas orales de Nichiren Daishonin. Como sus oyentes tenían una capacidad muy
limitada para comprender el Budismo, se valió en gran parte de los análisis de T’ien-t’ai sobre
el sutra, pero los tratados de T’ien- t’ai no tenían las conclusiones prácticas a las que habían
llegado las enseñanzas de Nichiren Daishonin. En consecuencia, sus oyentes no asimilaron la
esencia del
Budismo Nichiren.
Además, entendió también que no aceptar la presidencia, lo único que hacía era evadir su
responsabilidad primordial, ya que por ser un hombre de negocios, estaba viendo la
concreción del kosen-rufu desde el punto de vista económico, pensaba que todo lo que la
organización necesitaba para progresar, era contar con la estabilidad económica que él
pudiera proporcionarle. Había permitido, en su mente, que él logró económico fuese más
importante que la “Revolución Religiosa”.
Luego de profundas reflexiones y arrepentimiento ante el Gojonzon, entregó la marcha y el
manejo de sus negocios a sus subalternos y se dedicó única y totalmente a promover el kosenrufu.
Poco tiempo después, fue legalmente sobreseído de toda responsabilidad en el fracaso de la
cooperativa de crédito.
Toda asumió como 2° Presidente de la Soka Gakkai el 3 de mayo de 1951, en una ceremonia
realizada en el Templo Josen- ji de la localidad de Mukojima, Tokio, donde asistieron mil
quinientos miembros. En esa ocasión anunció su campaña para hacer que se sumaran
setecientas cincuenta mil familias a la organización; la cifra mencionada alarmó a sus oyentes,
aunque él tenía la fi convicción de poder lograrlo.
Consideró que si no establecía esa meta durante su existencia, luego sería mucho más difícil
desarrollar la propagación. Sus deseos apuntaban en una sola dirección y ésta era que cada ser
humano pudiese construir, por sí mismo, un palacio de dignidad y felicidad absoluta dentro de
su propia vida. Y en la concreción de sus objetivos siempre tuvo una guía clara: si uno entona
sinceramente Nam Miojo Rengue Kio, sin dejarse influir por las circunstancias externas, podrá
transformar cualquier cosa.
Las actividades fundamentales para este logro serían las reuniones de diálogo, enseñaba a la
gente que el Budismo existía en cada persona y que se manifestaba en su vida cotidiana.
Para asegurar un desarrollo sin tropiezos, organizó la División Juvenil Femenina, Masculina y la
de Señoras, para hacer uso pleno de la fuerza particular que cada uno tenía. Además, organizó
el departamento de estudio y las publicaciones Seikyo Shimbun y Daibyakurenge.
Paralelamente a su labor para expandir a la organización, Toda continuó dando todo su apoyo
al templo Principal, al cual solicitó permiso para construir el Gran Salón de Conferencias y el
Hoanden, para entronizar el Gojonzon.
En 1957, se logró la meta de setecientas sesenta y cinco mil familias, superando incluso la
meta propuesta. Toda no pudo recuperarse nunca de los problemas físicos que le causaron los
tiempos en la cárcel y los años de duras luchas; estaba debilitándose progresivamente.
En 1958, después de dirigir las ceremonias de inauguración del “Gran Salón de Conferencias”
del Templo Principal Taise- ki-ji (16 de Marzo), regresó a Tokio el 1° de Abril y murió al día
siguiente; mientras los cerezos estaban en flor.
Su lucha apasionada y su decisión de erradicar de la faz de la tierra la palabra miseria y
sufrimiento mediante la propagación, le fue transmitida intacta a sus sucesores. Toda no vivió
para ver su magnífica obra, pero en cada acto y en cada logro en el avance de la Soka Gakkai
está su presencia. Dejó ejemplos imborrables y sobre la base de la propagación por él
cimentadas, el Budismo de Nichiren Daishonin se expande por todo el mundo, para asumir un
liderazgo como Religión Mundial.
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